Unidad II Sistema Inmunologico

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República Bolivariana de Venezuela

Universidad del Zulia


Facultad de Odontología
Departamento de Medicina Bucal
Unidad Curricular: Patología I

Unidad II: Sistema inmunológico

Tutora:
Dra. Ana María Castillo
Dra. Ada Castillo

Segundo año, Sección 001


Autores:
Bracho Erwin, C.I.22.168.511
Márquez Valentina, C.I.30.518.761
Matheus Alejandro, C.I.27.139.174
Montilla Ana, C.I.29.836.585
Moreno Rebeca, C.I.28.088.588
Quintero Irwing, C.I.27.984.584
Ramírez Sorany, C.I.29.718.563
Sulbaran Luiyi, C.I.27.264.319
Jamaz Rola, C.I.27.682.438

Maracaibo, enero del 2023


Introducción

A través de este trabajo de investigación disponemos de la herramienta


perfecta para conocer la patogenia y las características médicas de la
enfermedad, facilitando el aprendizaje de los procesos anatomopatológicos clave.
Hoy presentamos un ejemplo de ello, con su abordaje de las enfermedades del
sistema inmunitario, en concreto, la hipersensibilidad y la inflamación.
Las respuestas inmunitarias que son normalmente protectoras también
pueden dañar a los tejidos. Las reacciones inmunitarias lesivas se agrupan bajo
hipersensibilidad, y las enfermedades resultantes se denominan enfermedades
por hipersensibilidad. Este término se originó a partir de la idea de que las
personas que montan respuestas inmunitarias contra un antígeno están
sensibilizadas frente al mismo, de modo que las reacciones patológicas o
excesivas constituyen manifestaciones de un estado hipersensible. Normalmente,
un sistema exquisito de comprobaciones y equilibrios optimiza la erradicación de
los microorganismos infecciosos sin una lesión importante de los tejidos del
huésped.
Sin embargo, las respuestas inmunitarias pueden estar inadecuadamente
controladas o dirigidas contra antígenos normalmente inocuos o dirigidas de un
modo inapropiado contra tejidos del huésped, y, en tales situaciones, la respuesta
normalmente beneficiosa es causa de enfermedad.
A continuación, describiremos las causas y los mecanismos generales de
las enfermedades por hipersensibilidad y después expondremos situaciones
específicas en las que la respuesta inmunitaria es responsable de la enfermedad
inflamatoria que se trata es una respuesta homeostática del organismo. Es uno de
los principales motivos de consulta en Venezuela y el mundo. Existe una
percepción errónea de que es una entidad aislada y siempre patológica. Es un
proceso dinámico, complejo, sistémico y multifactorial. Por eso constituye un reto
el dilucidar los elementos, cambios tisulares que causa y cómo proceder en la
clínica ante un cuadro inflamatorio.
Desarrollo

Sistema Inmunitario
-Definición
Red compleja de células, tejidos, órganos y las sustancias que estos
producen, y que ayudan al cuerpo a combatir infecciones y otras enfermedades.
Hipersensibilidad
-Definición
El termino hipersensibilidad se refiere a la excesiva o inadecuada respuesta
inmunitaria frente a antígenos ambientales, habitualmente no patógenos, que
cusan inflamación tisular y malfuncionamiento orgánico.
-Clasificación
 Hipersensibilidad Tipo I
En la hipersensibilidad inmediata (tipo I), llamada a menudo alergia, la lesión se
debe a los linfocitos T H2, los anticuerpos IgE y los mastocitos y otros leucocitos.
Los mastocitos liberan mediadores que actúan sobre los vasos sanguíneos y el
músculo liso, así como citocinas que reclutan células inflamatorias y las activan.

 Alérgenos. Tipos
La reacción alérgica consiste en la percepción de nuestro organismo como
nocivo de una sustancia que no lo es (alérgeno). Este contacto pone en marcha
una respuesta inmunológica exagerada que se manifiesta en diversos órganos
del cuerpo.
Los alérgenos más frecuentes son: pólenes, ácaros, epitelios de animales,
látex (o caucho natural, que está presente en guantes de goma, sondas,
catéteres, globos, en chupetes, tetinas de biberones, etc.), picaduras de avispas,
ciertos alimentos y algunos medicamentos.
El alérgeno puede entrar en contacto con el cuerpo de varias formas:
inhalado por la nariz o la boca, ingerido (alimentos o ciertos fármacos), inyectado
(medicamentos o picaduras de insectos) o por contacto con la piel, provocando
dermatitis de contacto.

 Reacción antígeno-alérgeno.
Cualquier molécula capaz de ser reconocida como extraña y que haga
reaccionar al sistema inmunitario se denomina antígeno. Habitualmente, la
reacción que se produce es de tolerancia al antígeno y se origina una respuesta
inmunológica natural que no produce ningún síntoma. Por el contrario, un
alérgeno es un antígeno capaz de provocar una enfermedad alérgica.
Los alérgenos se caracterizan por dos hechos: por ser sustancias no
peligrosas para las personas no alérgicas, y por tener la propiedad de inducir la
producción de anticuerpos de una clase especial, las inmunoglobulinas E (IgE).
Prácticamente, cualquier sustancia puede ser un alérgeno: sustancias que se
encuentran en suspensión en el aire y se respiran (polen, ácaros, epitelios de
animales), alimentos, medicamentos, etc. Unas son muy frecuentes, pero en
ocasiones puede llegar a ser muy difícil su identificación.
 Hipersensibilidad Tipo II
Los trastornos mediados por anticuerpos (hipersensibilidad de tipo II) se
deben a anticuerpos IgG e IgM secretados que se unen a antígenos fijados en la
superficie celular o tisular. Los anticuerpos dañan las células al promover su
fagocitosis o lisis y dañan los tejidos mediante la inducción de inflamación. Los
anticuerpos también pueden interferir en las funciones celulares y causar
enfermedad sin daño celular ni tisular.

 Hipersensibilidad Tipo III


En los trastornos mediados por inmunocomplejos (hipersensibilidad de tipo
III), los anticuerpos IgG e IgM se unen a los antígenos, habitualmente en la
circulación, y forman complejos antígeno-anticuerpo que se depositan en los
lechos vasculares e inducen inflamación. Los leucocitos que se reclutan
(neutrófilos y monocitos) producen daño tisular mediante la liberación de enzimas
lisosómicas y la generación de radicales libres tóxicos.

 Hipersensibilidad Tipo IV
Los trastornos por hipersensibilidad mediados por linfocitos T (tipo IV) se
deben sobre todo a respuestas inmunitarias en las que linfocitos T de los
subgrupos T H 1 y T H 17 producen citocinas que inducen inflamación y activan
neutrófilos y macrófagos, que son responsables de la lesión tisular. Los LTC
CD8+ también pueden contribuir a la lesión matando directamente células del
huésped.

Enfermedades del sistema inmunitario


-Definiciones
 Enfermedades auto inmunitarias.
Las enfermedades autoinmunes son un grupo muy diverso de trastornos
de origen genético (hereditario o no, dependiendo de la enfermedad en
cuestión) en el que las células inmunitarias atacan a células sanas de nuestro
cuerpo por error. Se estima que hasta el 7% de la población podría sufrir
alguna.
Dependiendo del grado de desregulación y del órgano afectado, estaremos
ante una enfermedad autoinmune u otra. De hecho, se conocen más de 80
distintas, pero todas tienen algo en común: la inflamación de las regiones
atacadas.

 Lupus eritematoso. Fisiopatología


El lupus es una enfermedad crónica en la que el sistema inmunitario del
paciente ataca a diferentes órganos y tejidos (puede afectar a la piel, las
articulaciones, los riñones, los pulmones, el sistema nervioso, etc.)
provocando daño e inflamación.
Los síntomas varían mucho de un paciente a otro. Los más conocidos y
visibles afectan a la piel y lo sufren el 90% de los pacientes.
Se manifiesta alternando períodos de mayor actividad o más síntomas
(exacerbación) con otros de inactividad (remisión). Los ataques pueden ser
leves o graves.
Síntomas generales: cansancio, pérdida de peso y fiebre prolongada,
que no se debe a ningún proceso infeccioso.
Síntomas articulares y musculares: El 90% de los pacientes con lupus
tienen dolor e inflamación de las articulaciones (artritis.)
Al tratarse de una enfermedad autoinmune no tiene cura, sin embargo se
puede controlar con fármacos que pueden regular el sistema inmunitario y
frenar la inflamación. Además, las irrupciones recientes de nuevas terapias
biológicas han abierto nuevas vías de tratamiento que mejorarán la calidad de
vida de los pacientes.

 Síndrome de sjogren
El síndrome de Sjögren se presenta con mayor frecuencia en mujeres de
mediana edad. La enfermedad se clasifica en primaria, cuando no se asocia
con otra enfermedad, o secundaria. En cerca del 30% de los pacientes con
enfermedades autoinmunitarias como artritis reumatoide, lupus eritematoso
sistémico, esclerosis sistémica, enfermedad mixta del tejido conjuntivo,
tiroiditis de Hashimoto, cirrosis biliar primaria o hepatitis autoinmunitaria
crónica, aparece también un síndrome de Sjögren secundario. Se han hallado
asociaciones genéticas (p. ej., antígenos HLA-DR3 en personas de raza
blanca con síndrome de Sjögren primario).

Primarias:
 Agammaglobulinemia vinculada al cromosoma X.
La agammaglobulinemia ligada al cromosoma X es un trastorno de
inmunodeficiencia primaria que implica deficiencias de la inmunidad humoral.
Se debe a mutaciones en un gen situado en el cromosoma X que codifica la
tirosina cinasa de Bruton (BTK). La BTK es esencial para el desarrollo y la
maduración del linfocito B; sin ella, la maduración se detiene antes del estadio
de célula B lo cual da como resultado células B no maduras y por ende sin
anticuerpos.
Como resultado de ello, los lactantes varones tienen amígdalas muy
pequeñas y no presentan ganglios linfáticos; tienen infecciones piógenas
recidivantes de pulmón, senos y piel con bacterias encapsuladas (p. ej.,
Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae). Los pacientes son
también susceptibles a infecciones persistentes del sistema nervioso central
por la vacuna viva oral de la poliomielitis y los virus echo y coxsackie; estas
infecciones también pueden debutar como una dermatomiositis progresiva
con o sin encefalitis. También se incrementa el riesgo de artritis infecciosa,
bronquiectasias y ciertos tipos de cáncer.
Con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, el pronóstico
es bueno, a no ser que aparezcan infecciones virales del sistema nervioso
central.

 Deficiencia aislada de inmunoglobulina A.


La deficiencia selectiva de IgA es una afección del sistema inmunitario
por el que no tienes o careces de suficiente inmunoglobulina A (IgA), una
proteína que combate las infecciones (anticuerpo). La mayoría de las
personas con deficiencia selectiva de inmunoglobulina A IgA no tienen
infecciones recurrentes. Sin embargo, algunas personas que tienen
deficiencia de inmunoglobulina A IgA padecen neumonía, infecciones de oído,
infecciones de los senos paranasales, alergias, asma y diarrea.
Las enfermedades autoinmunitarias, en las que el sistema inmunitario
ataca determinados órganos o tejidos del propio cuerpo, pueden presentarse
con una deficiencia selectiva de inmunoglobulina A IgA. Entre las afecciones
autoinmunitarias comunes que se presentan con una deficiencia de
inmunoglobulina A IgA figuran la artritis reumatoide, el lupus, la enfermedad
celíaca o la enfermedad intestinal inflamatoria.

 Inmunodeficiencia variable común.


La inmunodeficiencia variable común (IDVC) es un trastorno de
inmunodeficiencia primaria que implica deficiencias de la inmunidad humoral.
Incluye varios defectos moleculares diferentes, pero en la mayoría de los
pacientes no se sabe cuál es ese defecto. Las mutaciones son esporádicas
en > 90% de los casos. La inmunodeficiencia común variable (IDCV) se
parece a la agammaglobulinemia ligada al X en los tipos de infecciones a los
que da lugar, pero el inicio tiende a ser posterior (en general entre los 20-40
años). La inmunidad del linfocito T puede estar reducida en algunos
pacientes.

 Síndrome de DiGeorge.
El Síndrome de DiGeorge es una enfermedad de origen cromosómico
causada por una deleción en el cromosoma 22. En otras palabras, a este
cromosoma le falta un trozo y, por lo tanto, hay todo un conjunto de genes
que la persona no tiene. Esto lleva a una afectación en muchos sistemas del
cuerpo, incluido el inmune, causando así una inmunodeficiencia.
Además de retrasos en el crecimiento, dificultades de aprendizaje, problemas
de conducta, problemas gastrointestinales, anomalías cardíacas, etc, las
personas afectadas por este síndrome, al estar la funcionalidad inmunitaria
dañada, sufren infecciones frecuentes. Evidentemente, no hay cura y la
persona necesitará tratamiento para controlar estas infecciones de por vida.

 Inmunodeficiencia grave combinada.


La inmunodeficiencia combinada grave (IDCG) es un trastorno de
inmunodeficiencia primaria que implica inmunodeficiencias humoral y celular
combinadas. Es causada por mutaciones en alguno de los muchos genes
diferentes (p. ej., para las formas autosómicas recesivas, Janus kinase 3
[JAK3], protein tyrosine phosphatase, receptor type, C [PTPRC,
(proteintirosina fosfatasa), o CD45], recombination activating genes 1 [RAG1]
y 2 [RAG2]). Hay varias formas de inmunodeficiencia combinada grave que
son autosómicos recesivas; por lo tanto, para que el lactante presente una
inmunodeficiencia combinada grave, el mismo gen debe estar mutado en
ambos cromosomas.

 Deficiencias genéticas del sistema de complemento.


Las deficiencias del complemento son inmunodeficiencias en las que,
por trastornos genéticos de origen hereditario, la persona no dispone (o esta
ha perdido la funcionalidad) de alguna de las proteínas que conforman lo que
se conoce como complemento, un mecanismo de defensa que inicia la
reacción inmune ante un patógeno.
Esto provoca que la persona no pueda iniciar las reacciones para
combatir las infecciones, quedando totalmente desprotegido.
Afortunadamente, ya se ha reportado un caso (en un niño pakistaní) en el que
un trasplante de células hematopoyéticas (las que dan lugar a las células
sanguíneas, incluidos los glóbulos blancos del sistema inmune) ha dado
buenos resultados.

 Síndrome de Wiskott Aldrinch


El Síndrome de Wiskott-Aldrich es una enfermedad hereditaria en la que,
debido a una mutación genética que afecta a los linfocitos T (destruyen los
patógenos y estimulan que los B produzcan más anticuerpos), el cuerpo
produce unos anticuerpos defectuosos que no dan inmunidad. Esta
inmunodeficiencia es grave y habrá que realizar un trasplante de células
madre.

 SIDA. Fisiopatología
Desde que empezara su expansión en la década de los 80, el Virus de la
Inmunodeficiencia Humana (VIH) ha matado ya a 35 millones de personas. Es
una de las causas más comunes (y más temidas) de inmunodeficiencia
severa de origen no genético. En este caso, la debilitación del sistema inmune
está causada por una infección vírica.
Esta enfermedad inmunológica está provocada por el virus del VIH, que
se transmite por contacto sexual. Una vez en el cuerpo, pueden pasar varios
años (unos 10) sin dar muestras de su presencia, pero cuando lo hace,
empieza a infectar y a matar a las células inmunitarias, desarrollando así el
SIDA. Desde el punto de vista evolutivo, el virus de la inmunodeficiencia
humana (VIH), es un lentivirus que se ha adaptado a infectar linfocitos CD4 en
los que se replica con una cinética muy agresiva. Este linfotropismo provoca
una profunda inmunosupresión en el hospedador, debido tanto a la
destrucción de linfocitos CD4 como a distintos mecanismos de interferencia
con el sistema inmunitario. Como consecuencia se produce la infección por
gérmenes oportunistas, el desarrollo de tumores y la afectación neurológica
que definen el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida).
es una enfermedad mortal (el progreso puede detenerse gracias a los
antirretrovirales, haciendo incluso que la persona jamás desarrolle la
enfermedad) que, debido a la inmunodeficiencia que causa, el paciente sufre
fiebre recurrente, adelgazamiento extremo, enfermedades constantes, diarrea
crónica, debilidad constante, etc, hasta que llega la muerte a causa de una
infección que, en personas sanas, no supondría ningún (o muy poco)
problema.

Inflamación
La inflamación es una respuesta de los tejidos vascularizados frente a las
infecciones y lesiones tisulares, que aporta células y moléculas defensivas del
huésped desde la circulación a los lugares en los que se necesitan para eliminar
los agentes lesivos. Aunque en el lenguaje médico común y no técnico el término
inflamación sugiere una reacción dañina, en realidad se trata de una respuesta
protectora esencial para la supervivencia. Sirve para librar al huésped de la causa
inicial de la lesión celular (p. ej., microbios, toxinas) y de las consecuencias de la
misma (p. ej., células necróticas y tejidos). Los mediadores de la defensa incluyen
los leucocitos fagocitos, los anticuerpos y las proteínas del complemento. La
mayor parte de estos circulan en la sangre, donde están secuestrados de forma
que no puedan lesionar los tejidos normales, pero sea posible reclutarlos con
rapidez a cualquier lugar del cuerpo. Algunas de las células implicadas en las
respuestas inflamatorias también residen en los tejidos, donde actúan como
centinelas que vigilan posibles amenazas.
El proceso de inflamación hace llegar leucocitos y proteínas a los invasores
extraños, como los microbios, y a los tejidos lesionados o necróticos y activa las
células y moléculas reclutadas, que permiten eliminar sustancias dañinas o no
deseadas. Si no existiera la inflamación, las infecciones no se podrían controlar,
las heridas nunca se curarían y los tejidos dañados podrían convertirse en úlceras
permanentes.
La reacción inflamatoria típica sigue una serie de pasos secuenciales:
 El agente dañino, que se localiza en los tejidos extravasculares, es reconocido
por las células y moléculas del huésped.
 Se reclutan proteínas plasmáticas y leucocitos de la circulación al foco en que
se encuentra el agente dañino.
 Los leucocitos y las proteínas se activan y colaboran en la destrucción y la
eliminación de la sustancia dañina.
 La reacción se controla y termina.
 Se repara el tejido lesionado.

La inflamación puede ser de dos tipos, aguda y crónica. La respuesta


rápida inicial frente a las infecciones y lesiones tisulares se llama inflamación
aguda. Se desarrolla típicamente en minutos a horas y dura poco, entre horas y
unos pocos días. Sus principales características son la exudación de líquido y
proteínas plasmáticas (edema) y la migración de los leucocitos, principalmente
neutrófilos (llamados también leucocitos polimorfonucleares). Cuando la
inflamación aguda consigue el objetivo deseado de eliminar al agresor; la reacción
desaparece y se repara la lesión residual. Sin embargo, si la respuesta inicial no
consigue eliminar el estímulo, la reacción evoluciona a una inflamación más
prolongada, que se llama inflamación crónica. La inflamación crónica puede
aparecer después de la inflamación aguda o hacerlo de novo. Dura más tiempo y
se asocia a un mayor grado de destrucción tisular, presencia de macrófagos o
linfocitos, proliferación de vasos sanguíneos y fibrosis.
La inflamación se induce por mediadores químicos que se producen por las
células huésped en respuesta a un estímulo lesivo. Cuando un microbio entra en
un tejido o el tejido se lesiona, células residentes, entre las cuales destacan los
macrófagos, células dendríticas y mastocitos, perciben la presencia de infección o
daño. Estas células secretan moléculas (citocinas y otros mediadores), que
inducen y regulan la respuesta inflamatoria posterior. También se producen
mediadores inflamatorios a partir de las proteínas plasmáticas que reaccionan con
los microbios o productos de las células necróticas. Algunos de estos mediadores
fomentan la salida del plasma y el reclutamiento de los leucocitos circulantes hacia
el lugar donde se encuentra localizado el agente lesivo. Los mediadores también
activan leucocitos reclutados, aumentando su capacidad de destruir y eliminar el
agente lesivo.
Las manifestaciones externas de la inflamación, que se suelen llamar
signos cardinales, incluyen calor, enrojecimiento (rubor), edema (tumor), dolor y
pérdida de función. Las cuatro primeras fueron descritas hace más de 2.000 años
por un enciclopedista romano llamado Celso, que escribió el famoso texto de
aquella época llamado De Medicina, y el quinto fue añadido a finales del siglo XIX
por Rudolf Virchow, que es conocido como “padre de la anatomía patológica
moderna”. Estas manifestaciones se producen como consecuencia de los cambios
vasculares y el reclutamiento y activación de los leucocitos, como se pone de
manifiesto en la siguiente discusión.
Aunque en condiciones normales es protectora, en algunas situaciones la
reacción inflamatoria se convierte en la causa de la enfermedad y los daños que
produce son las características dominantes. Por ejemplo, las reacciones
inflamatorias frente a las infecciones se suelen asociar a lesiones de los tejidos
locales y los signos y síntomas asociados a las mismas (dolor y alteración
funcional). Sin embargo, típicamente estas consecuencias lesivas son
autolimitadas y se resuelven cuando la inflamación cede, dejando unas secuelas
ligeras o nulas. Por el contrario, existen muchas enfermedades en las que la
reacción inflamatoria se dirige hacia un objetivo equivocado· (p. ej., tejidos propios
en las enfermedades autoinmunitarias), se produce con algunas sustancias
ambientales que normalmente son inocuas y que evocan una respuesta
inmunitaria (p. ej., en las alergias) o se prolonga de forma excesiva (infecciones
por microbios que resisten a la erradicación).
Cambios Hemodinámicos Propios de la Inflamación
Las reacciones vasculares de la inflamación aguda incluyen cambios en el
flujo de sangre y la permeabilidad vascular, ambos orientados a maximizar el
desplazamiento de las proteínas plasmáticas y los leucocitos que salen de la
circulación y se dirigen hacia el lugar de la infección o la lesión. La salida de
líquido, proteínas y células sanguíneas desdé el sistema vascular a los tejidos
intersticiales o cavidades corporales se denomina exudación. El exudado es un
líquido extravascular con una elevada concentración de proteínas y que contiene
residuos celulares. Su presencia implica que la permeabilidad de los vasos
pequeños está aumentada, típicamente durante la reacción inflamatoria. Por el
contrario, un trasudado es un líquido con escaso contenido proteico, pocas o
ninguna célula y una densidad baja. Se corresponde básicamente con un
ultrafiltrado de plasma de la sangre, producido como consecuencia de un
desequilibrio osmótico o hidrostático en los vasos con una permeabilidad normal.
Por otro lado, tenemos que el edema alude a un exceso de líquido en el tejido
intersticial o las cavidades serosas; puede ser un exudado o un trasudado. El pus,
un exudado purulento, es un exudado inflamatorio rico en leucocitos (sobre todo
neutrófilos), residuos de células muertas y en muchos casos microbios.
Cambios en el Flujo y el Calibre de los Vasos
Los cambios en el flujo y el calibre de los vasos se producen poco después
de la lesión e incluyen los siguientes:
 Vasodilatación inducida por la acción de varios mediadores, sobre todo
histamina, en el músculo liso vascular. Se trata de una de las manifestaciones
más precoces de la inflamación aguda y puede venir precedida por una
vasoconstricción transitoria. La vasodilatación afecta inicialmente a las
arteriolas y luego determina la apertura de nuevos lechos capilares en el área.
La consecuencia es un aumento del flujo, que causa calor y enrojecimiento
(eritema) en el foco inflamatorio.
 La vasodilatación se sigue rápidamente de un aumento de la permeabilidad de
la microvasculatura con salida de un líquido rico en proteínas (exudado) hacia
los tejidos extra vasculares.
 La pérdida de líquido y el aumento del diámetro vascular reducen la velocidad
del flujo de la sangre, con concentración de eritrocitos en los vasos pequeños y
aumento de la viscosidad de la sangre. Estos cambios determinan estasis del
flujo, ocupación de los vasos pequeños que se llenan de eritrocitos que se
mueven con lentitud, que histológicamente se observa como congestión
vascular y que a nivel externo se traduce en una zona localizada de
enrojecimiento (eritema) en el tejido afectado.
 Cuando se desarrolla estasis, los leucocitos de la sangre, sobre todo los
neutrófilos, se acumulan a lo largo del endotelio vascular. Al mismo tiempo, se
activan las células endoteliales por mediadores producidos en los sitios de
infección y daño tisular y expresan una mayor cantidad de moléculas de
adhesión. Posteriormente, los leucocitos se adhieren al endotelio y poco
después migran a través de la pared vascular hacia el tejido intersticial.
Aumento de la Permeabilidad Vascular (Extravasación Vascular)
Varios mecanismos son responsables del aumento de la permeabilidad
vascular observado en la inflamación aguda, incluidos:
 Retracción de las células endoteliales, que provoca la apertura de los espacios
interendoteliales es el mecanismo más frecuente de la extravasación vascular.
Se estimula por la histamina, la bradicinina, los leucotrienos y otros mediadores
químicos. Se produce rápidamente tras la exposición al mediador (entre 15-30
min) y suele durar poco; por eso se denomina respuesta transitoria inmediata,
para diferenciarla de la respuesta prolongada tardía que aparece tras la lesión
endotelial. Los principales lugares en los que se produce este aumento rápido
de la permeabilidad vascular son las vénulas poscapilares.
 Lesión endotelial, que determina necrosis y desprendimiento de las células
endoteliales. La lesión directa del endotelio se produce en las lesiones graves,
como las quemaduras, o también se induce por las acciones de los microbios y
las toxinas microbianas que tienen como diana las células endoteliales. Los
neutrófilos que se adhieren al endotelio durante la inflamación también pueden
producir lesiones en las células endoteliales y de este modo amplificar la
reacción. En la mayor parte de los casos la extravasación comienza
inmediatamente después de producirse la lesión y se mantiene varias horas
hasta que los vasos lesionados se trombosan o reparan.
 Aumento del transporte de líquidos y proteínas, llamado transcitosis, a través
de las células endoteliales. Este proceso, demostrado en modelos
experimentales, puede implicar a canales intracelulares que se abren en
respuesta a determinados factores, como el factor de crecimiento endotelial
vascular (VEGF), que fomenta la extravasación vascular. No está clara su
participación en la permeabilidad vascular observada en la inflamación aguda
en las personas.

Respuestas de los vasos y ganglios linfáticos


Además de los vasos sanguíneos, los vasos linfáticos participan en la
inflamación aguda. El sistema de los linfáticos y los ganglios filtra y vigila los
líquidos extravasculares. Los linfáticos drenan la pequeña cantidad de líquido
extravascular que se sale de los capilares en circunstancias normales. En la
inflamación, aumenta el flujo linfático para facilitar el drenaje del líquido de edema
que se acumula por el aumento de la permeabilidad vascular. Además del líquido,
los leucocitos y residuos celulares y también los microbios pueden entrar en la
linfa. Los vasos linfáticos, igual que los sanguíneos, proliferan durante las
reacciones inflamatorias para afrontar el aumento de carga. Los linfáticos pueden
inflamarse de forma secundaria (linfangitis), igual que los ganglios linfáticos de
drenaje (linfoadenitis). Los ganglios linfáticos inflamados suelen estar aumentados
de tamaño por el aumento de celularidad. Esta constelación de cambios
patológicos se llama linfoadenitis reactiva o inflamatoria. Cuando un clínico
identifica estrías rojas cerca de una herida cutánea lo considera un signo
inequívoco de infección de la herida. Estas estriaciones siguen el trayecto de los
vasos linfáticos e indican la presencia de una linfangitis; pueden asociarse a un
aumento de tamaño doloroso de los ganglios de drenaje, sugestivo de
linfoadenitis.
Fenómenos Leucitarios
Una de las funciones más características e importantes de la inflamación es
el aporte de leucocitos a la zona de la lesión, los leucocitos fagocitan los agentes
patógenos, destruyen bacterias y otros microorganismos y degradan el tejido
necrótico y los antígenos extraños.
 Marginación: Cuando el flujo de sangre es normal en las vénulas, los
eritrocitos permanecen confinados en una columna axial central y desplazan a
los leucocitos hacia la pared del vaso. A medida que disminuye la velocidad del
flujo sanguíneo en las fases iniciales de la inflamación (debido al incremento de
la permeabilidad vascular) se modifican las condiciones hemodinámicas
(disminuye la fuerza de cizallamiento sobre la pared) y un número cada vez
mayor de leucocitos se sitúa a la periferia a lo largo de la superficie endotelial
este proceso de acumulación se denomina marginación.
 Rodamiento y adherencia: Los neutrófilos marginados y pavimentados
ruedan lentamente sobre las células endoteliales que tapizan la pared interna
de los vasos (fase de rodamiento). Esto es seguido por la unión transitoria
entre los leucocitos y las células endoteliales más firmes (fase de adherencia).
Las siguientes moléculas participan en las fases de rodamiento y adherencia:
-Las selectinas: se expresan sobre la superficie de las células endoteliales
activadas que reconocen en la superficie de los neutrófilos grupos
específicos de carbohidratos. La más importante es la molécula s-Lewis X.
La P-selectina (preformada y almacenada en las células endoteliales y
plaquetas) participa en el rodamiento; la E-selectina (sintetizada por células
endoteliales activadas por la citocina) se asocia con las fases de
rodamiento y adherencia; la L-selectina (liberada en la superficie de
linfocitos y neutrófilos) es responsable de la localización en las células
endoteliales de los ganglios linfáticos de los linfocitos circulantes.

-Las integrinas: se activan sobre la superficie de las células endoteliales


durante el proceso de adhesión transitoria entre las células endoteliales y
los leucocitos. Al mismo tiempo, son estimulados los receptores de
integrinas sobre los neutrófilos. Este proceso lleva a la adhesión firme entre
los leucocitos y el endotelio.

-Las moléculas de adhesión de la superfamilia del gen de las


inmunoglobulinas, como la molécula de adhesión intercelular-1 (ICAM-1) y
la molécula de adhesión de las células vasculares-1 (VCAM-1), permiten
una adhesión más estrecha y estabilizan la interacción entre leucocitos y
células endoteliales, En la migración de leucocitos de la superficie
endotelial, pueden participar también la molécula de adhesión de plaquetas-
células endoteliales 1 (PECAM-1) o la CD31.
 Migración: una vez adheridos los neutrófilos al endotelio, éstos se desplazan a
lo largo de la superficie endotelial hasta encontrar un sitio adecuado entre las
células endoteliales en donde se despliegan los seudópodos citoplasmáticos.
Luego, los neutrófilos alojados entre las células endoteliales y la membrana
basal atraviesan la membrana basal produciendo un daño local mediante la
secreción de las colagenasas, y salen hacia el espacio extravascular: esto se
conoce como migración. La membrana basal dañada se repara casi de
inmediato. Los neutrófilos son las células dominantes en el exudado de
inflamación aguda durante las primeras 24 horas; y luego, en las siguientes 24
a 48 horas, aparecen los monocitos-macrófagos. Sin embargo, los neutrófilos
tienen un corto período de vida (de entre 24 a 48 horas) mientras que los
macrófagos sobreviven más tiempo.

Simultáneamente a la migración de leucocitos, se produce ida de los


glóbulos rojos a través de los espacios entre las células endoteliales, llamado
diapédesis. Este es un fenómeno pasivo: los glóbulos rojos son forzados hacia
afuera por el aumento de la presión hidrostática, o bien escapan a través de los
defectos que quedan en el endotelio luego de la migración de los leucocitos.

 Quimiotaxis: La transmigración de leucocitos mediada por el factor de


quimiotaxis, luego de atravesar varias barreras (endotelio, membrana basal,
miofibroblastos perivasculares y matriz) hasta llegar a los tejidos intersticiales,
se denomina: quimiotaxis. Los siguientes agentes actúan como potentes
quimiotácticos de quimiocinas para los neutrófilos:
-El leucotrieno B4, (LT-B4), producto de la vía de lipooxigenasa de
metabolitos del ácido araquidónico.

-Los componentes del sistema de complemento (C5a y C3a, en particular).

-Las citocinas (interleucinas; en particular, la IL-8).

-Los productos bacterianos solubles (como los péptidos formilados).

 Fagocitosis: La fagocitosis y la liberación de enzimas por los neutrófilos y


macrófagos constituyen dos de los principales dos efectos beneficiosos de la
acumulación de leucocitos en el foco de inflamación. La fagocitosis se lleva a
cabo a través de tres pasos:
-Reconocimiento y fijación: En ocasiones, los neutrófilos y los
macrófagos reconocen y fagocitan bacterias y cuerpos extraños en
ausencia de sueros, sin embargo, la mayor parte de los microorganismos
no son reconocidos hasta que no están recubiertos de factores naturales
denominados opsoninas, que se unen a receptores específicos situados en
los leucocitos, esta opsonización de partículas como bacterias incrementan
de forma importante la eficiencia de la fagocitosis. Las opsoninas más
importantes son:
a) El fragmento fc de la inmunoglobulina g.
b) El C3b (componente del complemento).
c) Las proteínas plasmáticas de fijación de carbohidratos(lecitinas).
-Englobamiento: La fijación de la partícula opsonizada al receptor fc y r es
suficiente para poner en marcha el englobamiento, proceso que se
intensifica de forma importante en presencia de los receptores del
complemento. Durante el englobamiento, el citoplasma emite extensiones
(pseudopodos) que rodean a la partícula que va a ser fogocitada, proceso
que finalmente hace que la partícula quede incluida completamente en el
interior de un fogosoma cuya membrana precede la membrana
citoplasmática de la célula, posteriormente, la membrana limitante de esta
vacuola fagocítica se fusiona con la de un gránulo lisosomal, de manera
que el contenido de este último se descarga en la fagolisosoma.

-Destrucción o degradación: El paso final en la fagocitosis de las


bacterias es su destrucción y degradación. La destrucción de las bacterias
se consigue principalmente por mecanismos dependientes del oxigeno a
través del aumento de el consumo de oxígeno, la glucogenólisis, el
aumento en la oxidación de la glucosa a través de la derivación
hexosamonofosfato, y la producción de metabolitos reactivos del oxígeno.
Además por mecanismos independientes del oxigeno como por la acción de
sustancias contenidas en los gránulos de los leucocitos (proteínas
bactericidas, la lactoferrina,,la proteína básica principal y las
defensinas).Tras su destrucción ,las bacterias son degradas en el interior de
los fagolisosomas por acción de las hidrolasas ácidas de los gránulos
azurófilos.

Mediadores Químicos
También se los denominan “factores de permeabilidad” o “mediadores
endógenos de aumento de la permeabilidad vascular”. Son un gran número de
compuestos endógenos que pueden aumentar la permeabilidad vascular. Sin
embargo, se han identificado muchos mediadores químicos que participan también
en otros procesos de inflamación aguda, como la vasodilatación, la quimiotaxis, la
fiebre, el dolor, y producen daño tisular. Las sustancias que actúan como
mediadores químicos de la inflamación pueden liberarse de las células, del plasma
o del tejido dañado. Podemos clasificarlas en dos grupos: mediadores liberados
por las células y mediadores originados en el plasma.
Aminas Vasoactivas: Histamina y Serotonina
Las dos aminas vasoactivas más importantes, que reciben este nombre por
sus importantes acciones sobre los vasos, son la histamina y la serotonina. Se
almacenan como moléculas preformadas en las células y por eso son uno de los
primeros mediadores que se liberan durante la inflamación. Las principales fuentes
de histamina son los mastocitos, que " normalmente se encuentran en el tejido
conjuntivo adyacente a los vasos. La histamina se encuentra también en los
basófilos y las plaquetas de la sangre. Se almacena en los gránulos de los
mastocitos y se libera mediante desgranulación en respuesta a diversos estímulos,
que incluyen:
 Lesiones físicas, como traumatismos, frío o calor, por mecanismos
desconocidos.

 Unión de los anticuerpos a los mastocitos, que son la base de las reacciones
de hipersensibilidad inmediata (alérgica) productos del complemento, llamados
anafilotoxinas (C3a y CSa). Los anticuerpos y productos del complemento se
unen a receptores específicos en los mastocitos y activan vías de transmisión
de señales que inducen una desgranulación rápida. Los neuropéptidos (p. ej.,
sustancia P) y las citocinas (IL-1, IL-8) también pueden estimular la liberación
de histamina.

La histamina produce dilatación de las arteriolas y aumenta la


permeabilidad de las vénulas. La histamina se considera el principal mediador de
la fase transitoria inmediata de aumento de la permeabilidad vascular porque
produce hendiduras interendoteliales en las vénulas poscapilares, como se ha
comentado anteriormente. Sus efectos vasoactivos son mediados principalmente
por la unión a receptores, llamados receptores H, en las células endoteliales de la
microvasculatura. Los fármacos antihistamínicos que se suelen utilizar en el
tratamiento de algunas reacciones inflamatorias, como las alergias, son
antagonistas del receptor H1 que se unen al receptor y lo bloquean. La histamina
también produce contracción de algunos músculos lisos, pero los leucotrienos son
mucho más potentes y tienen importancia porque produce espasmo en el músculo
bronquial, por ejemplo en el asma.
La serotonina (5-hidroxitriptamina) es un mediador vasoactivo preformado
presente en las plaquetas y algunas células neuroendocrinas, como el tubo
digestivo, y en los mastocitos de los roedores, pero no en las personas. Su función
principal es corno neurotransmisor en el tubo digestivo. También es
vasoconstrictor, pero la importancia de este efecto en la inflamación no está clara.
Proteasas Plasmáticas
Estas incluyen los diversos productos derivados de la activación e
interacción de cuatro sistemas relacionados: sistemas de quinina, coagulación,
fibrinolítico y complemento. Cada uno de estos sistemas tiene sus inhibidores y
aceleradores en el plasma mediante mecanismos de retroalimentación negativa y
positiva, respectivamente.
El factor Hageman (factor XII) del sistema de coagulación participa en la
interacción de los cuatro sistemas. La activación del factor XII, la cual se produce
in vivo, por contacto con la membrana basal y las endotoxinas bacterianas, e ín
vitro, con vidrio o caolín produce la activación del sistema de coagulación,
fibrinolítico y de cinina. En la inflamación, la activación del factor XII se produce
por contacto con el factor que se filtra a través de los espacios endoteliales. Los
productos finales de los sistemas de coagulación, fibrinolítico y de cinina activan el
sistema de complemento que genera factores de permeabilidad. Estos factores de
permeabilidad, a su vez, activan el sistema de coagulación.
 Sistema de Cinina: este sistema, al ser activado por el factor Xlla, genera
bradicinina, llamada de este modo debido a que induce la contracción lenta del
músculo liso. En primer lugar, se forma calicreína a partir de precalicreína del
plasma por acción del activador de precalicreína, que es un fragmento del
factor Xlla. La calicreína actúa sobre el cininógeno de alto peso molecular, y
luego forma la bradicinina. La bradicinina actúa en la primera etapa de la
inflamación. Sus efectos son los siguientes:
-Contracción del músculo liso.
-Vasodilatación.
-Aumento de la permeabilidad vascular y dolor.

 Sistema de Coagulación: El factor Xlla inicia la cascada del sistema de


coagulación que produce la formación de fibrinógeno. Éste es activado por la
trombina, y forma fibrina y fibrinopéptidos. Los efectos de los fibrinopéptidos
sobre la inflamación son los siguientes:
-Aumento de la permeabilidad vascular.
-Quimiotaxis de leucocitos.
-Actividad anticoagulante.
 Sistema Fibrinolítico: este sistema se activa por el activador del
plasminógeno, originado en la calicreína del sistema de cinina, las células
endoteliales y los leucocitos. El activador del plasminógeno actúa sobre el
plasminógeno presente como componente de las proteínas del plasma
formando plasmina. La plasmina actúa descomponiendo la fibrina en
fibrinopéptidos o en productos de degradación de fibrina. Los efectos de la
plasmina sobre la inflamación son los siguientes:
-Activación del factor XII para formar el activador de la precalicreína, que
estimula el sistema de cinina que genera bradicinina.

-La degradación del complemento C, que forma C, el cual es un factor de


permeabilidad.

-La degradación de fibrina que forma productos que aumentan la


permeabilidad muscular y son quimiotácticos de leucocitos.

 Sistema de Complemento: El sistema de complemento está constituido por


20 proteínas, cuya concentración mayor se observa en el plasma. Este sistema
actúa en los procesos inmunitarios innatos y adaptativos de defensa frente a
microorganismos y su objetivo es la lisis de los mismos a través del
denominado complejo de ataque de membrana (MAC). Los factores derivados
del complemento afectan a diversos fenómenos en la inflamación tales como:
-Fenómenos vasculares: C3a-C5a (anafilotoxinas) y en menor medida C4a
estos aumentan la permeabilidad vascular y producen vasodilatación
principalmente mediante la liberación de histamina desde los mastocitos.
-Adhesión, quimiotaxis y activación de leucocitos: C5a es un potente
agente quimiotáctico para neutrófilos, monocitos, eosinófilos y basófilos.
-Fagocitosis: C3b y C3b1: cuando se fijan a la pared celular bacteriana,
actúan como opsoninas y favorecen la fagocitosis por parte del neutrófilo y
macrófagos.

Metabolitos del Ácido Araquidónico


Los mediadores lipídicos: prostaglandinas y leucotrienos, se producen a
partir del ácido araquidónico presente en los fosfolípidos de las membranas y
estimulan las reacciones vasculares y celulares en la inflamación aguda. El ácido
araquidónico es un ácido graso poliinsaturado de 20 carbonos que se obtiene de
la dieta o por la conversión del ácido graso esencial ácido linoleico. La mayor parte
del ácido araquidónico celular se esterifica e incorpora a los fosfolípidos de la
membrana. Los estímulos mecánicos, químicos y físicos y otros mediadores (Por
ejemplo, C5a) potencian la liberación del ácido araquidónico de las membranas
mediante la activación de las fosfolipasas celulares, principalmente la fosfolipasa
A2.
Tras liberarse de la membrana, el ácido araquidónico se convierte con
rapidez en mediadores bioactivos. Estos mediadores, llamados también
eicosanoides (porque derivan de los ácidos grasos de 20 carbonos; en griego
eicosa = 20), se sintetizan por dos clases principales de enzimas: ciclooxigenasas
(que generan prostaglandinas) y lipooxigenasas (que producen leucotrienos y
lipoxinas). Los eicosanoides se unen a receptores acoplados a proteína G en
muchos tipos celulares y pueden mediar prácticamente todos los pasos de la
inflamación.
 Prostaglandinas: las prostaglandinas (PG) se producen por los mastocitos,
los macrófagos, las células endoteliales y muchos otros tipos celulares y
participan en las reacciones vasculares y sistémicas de la inflamación. Se
generan por las acciones de dos ciclooxigenasas llamadas COX-1 y COX-2. La
COX-1 se produce en respuesta a los estímulos inflamatorios y también se
expresa de forma constitutiva en la mayor parte de los tejidos, donde realiza
una función homeostática (p. ej., equilibrio lúdrico y electrolítico en los riñones,
citoprotección en el tubo digestivo). Por el contrario, la COX-2 se induce por
estímulos inflamatorios y genera las PG que participan en las reacciones
inflamatorias, pero en la mayor parte de los tejidos normales su concentración
es baja o nula.

Las prostaglandinas reciben este nombre por sus características


estructurales con una letra (p. ej., PGD, PGF, PGG y PGH) y un número en
subíndice (p. ej., 1, 2), que indica el número de dobles enlaces en el
compuesto. Las prostaglandinas más importantes en la inflamación son PGE2,
PGD2, PGF2, PGi2 (prostaciclina) y TXA2 (tromboxano A2), cada una de las
cuales se genera por la acción de una enzima específica sobre un producto
intermedio de la vía. Algunas de estas enzimas tienen una distribución tisular y
funciones limitadas.

-La PGD2 es la principal prostaglandina elaborada por los mastocitos; junto


con PGE2 (con una distribución más amplia), produce vasodilatación y
aumenta la permeabilidad de las vénulas poscapilares, de forma que potencia
la exudación y provoca edema. La PGD2 también atrae a los neutrófilos.

-Las plaquetas contienen la enzima tromboxano sintasa, responsable de la


síntesis de TXA2, el principal eicosanoide de las plaquetas. El TXA2 es un
potente agregante plaquetario y vasoconstrictor y fomenta la trombosis.

-Por el contrario, el endotelio vascular contiene prostaciclina sintasa,


responsable de la formación de prostaciclina (PGI2) y su producto final estable
PGF1a. La prostaciclina es un vasodilatador y potente inhibidor de la
agregación plaquetaria, de forma que evita la formación de trombos en las
células endoteliales normales. Se ha relacionado un desequilibrio entre el
tromboxano y las prostaciclinas en la trombosis de las arterias coronarias y
cerebrales.

-Además de sus efectos locales, las prostaglandinas están implicadas en la


patogenia del dolor y la fiebre, dos manifestaciones sistémicas frecuentes de la
inflamación. La PGE2 determina que la piel sea hipersensible a los estímulos
dolorosos y produce fiebre durante las infecciones.

 Leucotrienos: los leucotrienos se producen en los leucocitos y mastocitos por


la acción de la lipooxigenasa y están implicados en las reacciones vasculares y
del músculo liso y el reclutamiento de leucocitos. La síntesis de leucotrienos
implica muchos pasos, el primero de los cuales genera el leucotrieno A4
(LTA4), que a su vez origina LTB4 o LTC4.

-El LTB4 se produce por los neutrófilos y algunos macrófagos y es un potente


quimiotáctico y activador de los neutrófilos, que provoca la agregación y la
adhesión de las células al endotelio venular, la formación de ERO y la
liberación de enzimas lisosómicas. El leucotrieno que contiene cisteinilo LTC4
y sus metabolitos, LTD4 y LTE4, se producen principalmente por los
mastocitos y provocan una intensa vasoconstricción, broncoespasmo
(importante en el asma) y aumento de la permeabilidad venular.

 Lipoxinas: las lipoxinas también se generan a partir del ácido araquidónico por
la vía de la lipooxigenasa, pero, a diferencia de las prostaglandinas y los
leucotrienos, las lipoxinas suprimen la inflamación porque inhiben el
reclutamiento de los leucocitos. Inhiben la quimiotaxia de los neutrófilos y la
adhesión al endotelio. También son especiales en que las dos poblaciones
celulares son necesarias para la biosíntesis transcelular de estos mediadores.
Los leucocitos, sobre todo los neutrófilos, producen productos intermedios en
la síntesis de lipoxina, que luego se convierten a lipoxinas por la interacción
entre las plaquetas y los leucocitos.

Factor Activador de Plaquetas


El PAF es un mediador derivado de los fosfolípidos que se descubrió como
factor responsable de la agregación plaquetaria, aunque actualmente se sabe que
tiene múltiples efectos inflamatorios. Diversos tipos celulares, incluidos las
plaquetas, los basófilos, los mastocitos, los neutrófilos, los macrófagos y las
células endoteliales, pueden sintetizar el PAF. Además de la agregación
plaquetaria, el PAF provoca vasoconstricción y broncoconstricción y, en
concentraciones bajas, induce vasodilatación y aumenta la permeabilidad
vascular. A pesar de estas acciones demostradas, los resultados de los ensayos
con antagonistas del PAF en diversos procesos inflamatorios han sido
desalentadores.
Citocinas
Las citocinas son polipéptidos producidos por linfocinas y monocinas. Estos
agentes pueden actuar sobre las mismas células que los producen o sobre otras
células. Si bien se han descrito mas de 200 citocinas, las principales citocinas que
actúan como mediadores de la inflamación son: interleucina-1 (IL-D), factor de
necrosis tumoral (TNF) alfa y beta, interferón (IFN)-y y quimiocinas (IL-8, PF-4).
La IL-1 y el TNF-a se forman por los macrófagos activados. El TNF-B y el
IFN-y son producidos por las células T activadas. Las quimiocinas incluyen la
interleucina 8 (liberada por los macrófagos activados) y el factor plaquetario 4,
liberado de las plaquetas activadas. Ambos son quimioatrayentes potentes de
células inflamatorias, y de ahí proviene su nombre. La acción de las diversas
citocinas como mediadores de la inflamación es la siguiente:
 La IL-1 el TNF-a y el TNF-B inducen efectos endoteliales, como el aumento de
la adherencia leucocitaria, la trombogenícidad, la elaboración de otras
citocinas, la proliferación de fibroblastos y las reacciones de la fase aguda.

 El IFN-y produce la activación de macrófagos y de neutrófilos, y se asocia con


la síntesis de la sintasa de ácido nítrico.

 Las quimiocinas integran la familia de los quimioatrayentes de células


inflamatorias.

Óxido Nítrico y Radicales Libres de Oxigeno


Los radicales libres actúan como potentes mediadores de la
inflamación:
 Los Metabolitos derivados del oxígeno son liberados por neutrófilos y
macrófagos activados; entre ellos, el superóxido de oxígeno (O’2), el H2O2, el
OH' y los productos tóxicos del NO. Estos radicales libres derivados del
oxígeno producen el siguiente efecto sobre la inflamación:
-Daño a las células endoteliales y aumento de la permeabilidad vascular.

-Activación de las proteasas e inactivación de la antiproteasas causantes del


daño a la matriz tisular.
-Daño a otras células.
La acción de los radicales libres es contrarrestada por los antioxidantes
presentes en los tejidos y en el suero, los cuales tienen un papel protector.

 El óxido nítrico (NO) fue descrito por primera vez como factor de relajación
vascular producido por las células endoteliales, actualmente, se sabe que el
NO se forma en los macrófagos activados durante la oxidación de la arginina
por acción de la enzima NO sintasa. El NO genera los siguientes efectos como
mediador de la inflamación:

-Vasodilatación.
-Agente antiactivación de plaquetas.
-Posible acción microbiana.

Constituyentes Lisosómicos
 Proteasas ácidas: degradan bacterias y restos celulares dentro de las
fagolisosomas.
 Proteasas neutras: como por ejemplo colagenasas, elastasas, proteinasas.
 Proteasas catiónicas: cuyo fin es aumentar la permeabilidad, favorecer la
quimiotaxis y activar a los factores C3 y C5 del complemento.

Elemento Celulares del Exudado Inflamatorio


Las células que participan en la inflamación aguda y crónica son los
leucocitos circulantes, las células plasmáticas y los macrófagos tisulares.

Neutrófilos
Estas células, llamadas comúnmente neutrófilos o polimorfos, se
conocen como granulocitos, junto con los basófilos y eosinófilos, debido a la
presencia de gránulos en el citoplasma, Estos gránulos contienen muchas
sustancias, como proteasas, mieloperoxidasa, lisozima, esterasa, aril sulfatasa,
fosfatasa ácida y alcalina y proteínas catiónicas. El diámetro de los neutrófilos
varía desde 10 um a 15 um y tienen movimiento activo. Estas células
comprenden del 40% al 75% de los leucocitos circulantes, y su número
aumenta en la sangre (neutrofilia) y en los tejidos en las infecciones
bacterianas agudas. Estas células se originan en la médula ósea a partir de
células madre.
Las funciones de los neutrófilos en la inflamación son las siguientes:
 Fagocitosis inicial de microorganismos. Forman la primera línea defensiva del
cuerpo ante una infección bacteriana. Los pasos son la adhesión de los
neutrófilos al endotelio vascular, la migración a través de las paredes de los
vasos, la quimiotaxis, la fagocitosis, la desgranulación y la destrucción y
degradación del material extraño.
 Fagocitosis del complejo antígeno-anticuerpo y del material no microbiano.
 Efecto nocivo de los neutrófilos por la destrucción de la membrana basal del
glomérulo y de los pequeños vasos sanguíneos.

Sistema Mononuclear-fagocítico
Este sistema incluye células derivadas de dos fuentes que tienen un
origen, función y morfología común. Éstas son las siguientes:
-Monocitos sanguíneos: Comprenden del 4% al 8% de los leucocitos
circulantes.
-Macrófagos tisulares: Incluyen las siguientes células en los tejidos:
 Macrófagos en inflamación.
 Histiocitos, que son macrófagos presentes en los tejidos conectivos.
 Células de Kupffer, macrófagos en células hepáticas.
 Macrófagos alveolares (neumocitos tipo II) en los pulmones.
 Macrófagos/histiocitos en la médula ósea.
 Células de los centros germinales de ganglios linfáticos.
 Células del litoral de los sinusoides esplénicos.
 Osteoclastos en los huesos.
 Células de microglía en el cerebro.
 Células de Langerhans/histiocitos dendríticos en la piel.
 Células de Hoffbauer en la placenta.
 Células mesangiales del glomérulo.

Los fagocitos mononucleares son las células depuradoras del cuerpo, y


participan en el sistema inmunitario. Las funciones de lo macrófagos-fagocitos
son las siguientes:
-Fagocitosis (ingestión de sólidos) y pinocitosis (ingestión de líquidos).
-Los macrófagos activados por linfocinas liberadas por los linfocitos T o por
estímulos no inmunitarios elaboran una variedad de sustancias biológicamente
activas como:
 Proteasas como colagenasa y elastasa, que degradan el colágeno y los
tejidos elásticos.
 Activador del plasminógeno, que activa al sistema fibrinolítico.
 Productos del complemento.
 Algunos factores de la coagulación (factor V y tromboplastina), que convierten
fibrinógeno en fibrina.
 Agentes quimiotácticos para otros leucocitos.
 Metabolitos del ácido araquidónico.
 Factores promotores del crecimiento de fibroblastos, vasos sanguíneos y
granulocitos.
 Citocinas, como la interleucina-1 y el TNF-a.
 Radicales libres derivados del oxígeno.

Eosinófilos
Son más grandes que los neutrófilos, pero su cantidad es menor ya que
comprenden del 1% al 6% del total de los leucocitos sanguíneos. Los
eosinófilos tienen varias similitudes estructurales y funcionales con los
neutrófilos, como su origen en la médula ósea, la locomoción, fagocitosis,
núcleo lobulado y la presencia de gránulos citoplasmáticos con diversas
enzimas. Entre ellas, las más importantes son la proteína básica principal y la
proteína catiónica eosinófila, que tienen acción bactericida y tóxica contra los
parásitos helmínticos. Sin embargo, los gránulos de los eosinófilos son más
ricos en mieloperoxidasa que los neutrófilos y carecen de lisozima. Los niveles
elevados de hormonas esteroides producen una disminución de la cantidad de
eosinófilos en la sangre.
Cuando el número absoluto de eosinófilos aumenta, indica que hay una
respuesta inflamatoria asociada con dichas afecciones en los siguientes casos:
 Afecciones alérgicas
 Infestación parasitaria.
 Enfermedades cutáneas.
 Algunos linfomas malignos.

Linfocitos
Luego de los neutrófilos, estas células son las más numerosas entre los
leucocitos circulantes (del 20% al 45%). Además de encontrarse en la sangre,
las hay en gran número en el bazo, timo, ganglios linfáticos y en el tejido
linfoide asociado a la mucosa. Tienen escaso citoplasma, ocupado casi por
completo por el núcleo. Su papel en la formación de anticuerpos (linfocitos B) y
en la inmunidad celular (linfocitos T). Además, estas células participan en los
siguientes tipos de respuestas inflamatorias:
 En los tejidos, son las células dominantes en la inflamación crónica y en la
etapa tardía de la inflamación aguda.
 En la sangre, su número aumenta (linfocitosis) en las infecciones crónicas
como la tuberculosis.

Mastocitos
Los basófilos comprenden un 1% de los leucocitos circulantes y son
morfológica y farmacológicamente similares a los mastocitos de los tejidos.
Estas células contienen gránulos basófilos gruesos en el citoplasma y un
núcleo polimorfonuclear. Estos gránulos están llenos de heparina e histamina.
Los basófilos y mastocitos tienen receptores de IgE y, al ser cruzados con un
antígeno, se produce la desgranulación.
El papel de estas células en la inflamación consiste en:
 Las reacciones de hipersensibilidad inmediata y demorada.
 La liberación de histamina por basófilos sensibilizados a IgE.

Funciones de los Vasos y Ganglios Linfáticos


El sistema linfático es una parte vital del sistema inmunológico. Incluye
órganos como el timo, la médula ósea, el bazo, las amígdalas, el apéndice y
las placas de Peyer del intestino delgado, que producen y procesan glóbulos
blancos especializados que combaten las infecciones y el cáncer.
El sistema linfático transporta líquidos a lo largo de todo el cuerpo, del mismo
modo que lo hace el sistema venoso. El sistema linfático está formado por:
 Vasos linfáticos de paredes delgadas
 Ganglios linfáticos
 Dos conductos colectores

Los vasos linfáticos, localizados por todo el cuerpo, son más grandes


que los capilares sanguíneos (los vasos sanguíneos más pequeños y que
conectan las arterias y las venas) y la mayoría de ellos son de menor tamaño
que las venas más pequeñas. Casi todos los vasos linfáticos tienen válvulas
similares a las de las venas para que la linfa, que se puede coagular, circule en
un único sentido (hacia el corazón). Los vasos linfáticos drenan el líquido
llamado linfa de los tejidos de todo el cuerpo y lo devuelven al sistema venoso
a través de dos conductos colectores.
La linfa comienza como un líquido que se difunde por las paredes de los
capilares (muy delgadas) hacia el espacio intercelular (espacio entre las
células). La mayor parte del líquido se reabsorbe en los capilares y el resto
se vacía en el interior de los vasos linfáticos, que finalmente lo devuelven a las
venas. La linfa también contiene muchas otras sustancias, como:
 Proteínas, minerales, nutrientes y otras sustancias, que proporcionan nutrición
a los tejidos.
 Células dañadas, células cancerosas y partículas extrañas (como bacterias y
virus) que pueden haber penetrado en los líquidos tisulares

Los ganglios linfáticos son pequeños órganos en forma de frijol que


funcionan como centros de acumulación de la linfa. Toda la linfa pasa por los
ganglios linfáticos, que están situados estratégicamente y que filtran la linfa
depurándola de células lesionadas, células cancerosas y partículas extrañas.
Los ganglios linfáticos también contienen glóbulos blancos
especializados (por ejemplo, linfocitos y macrófagos) diseñados para englobar
y destruir células dañadas, células cancerosas, microorganismos infecciosos y
partículas extrañas. Así pues, las funciones principales del sistema linfático son
eliminar del organismo las células dañadas y ofrecer protección contra la
diseminación de las infecciones y del cáncer. Algunos ganglios linfáticos se
agrupan debajo de la piel, particularmente en el cuello, las axilas y la ingle.
Otros ganglios linfáticos se encuentran en el interior del cuerpo, por ejemplo,
dentro del abdomen.
Los vasos linfáticos drenan su contenido en conductos colectores, que a
su vez evacuan su contenido en las dos venas subclavias, localizadas por
debajo de las clavículas. Estas venas se conectan para formar parte de la vena
cava superior, la gran vena que drena la sangre desde la parte superior del
cuerpo hasta el corazón.

Clasificación de la inflamación
Aguda
-Definición: Es una respuesta rápida ante un agente agresor que sirve para liberar
mediadores de defensa del huésped (leucocitos y proteínas plasmáticas) en el
sitio de la lesión.

Evolución de la inflamación aguda


El proceso inflamatorio agudo puede culminar de una de las siguientes
maneras:

1. Resolución. Es el retorno completo al tejido normal luego de la inflamación


aguda. Esto ocurre cuando los cambios en los tejidos son leves y los cambios
celulares, reversibles; por ejemplo, en la resolución de la neumonía lobular.
2. Curación. Se produce curación por fibrosis cuando la destrucción tisular en la
inflamación aguda es extensa y no hay regeneración de tejidos. Cuando la pérdida
de tejidos es superficial, se restaura por regeneración.

3. Supuración. Cuando la bacteria patógena causante de inflamación aguda


produce necrosis grave, el proceso progresa hacia la supuración. Al comienzo,
hay inflamación neutrófila intensa. Luego, una mezcla de neutrófilos, bacterias,
fragmentos de tejido necrótico, restos celulares y fibrina forman el pus que se
acumula en la cavidad donde se forma el absceso. El absceso, si no es drenado,
puede organizarse en tejido fibroso denso y, con el tiempo, calcificarse.

4. Inflamación crónica. Una inflamación aguda persistente o recurrente puede


progresar a inflamación crónica, en la que se observa el proceso de inflamación y
curación en forma simultánea.

Crónica:
-Definición:
Es un proceso prolongado en el cual hay destrucción e inflamación del
tejido al mismo tiempo.

Evolución
1. Curación total.
La resolución de la imanación se establece de forma proagresiva.
Inicialmente regresan los síntomas cardinales, posteriormente se establecen las
condiciones circulatorias normales y nalmente se produce la reabsorción del
exudado. En el foco inflamatorio permanecen durante mucho tiempo macrófagos,
eosinófilos, linfocitos y células plasmáticas que van disminuyendo lentamente.

2. Cicatrización y fibrosis
Si ha habido destrucción de tejido, la resolución se establece a través de la
regeneración de los tejidos y/o de la formación de tejido de granulación, en el que
los broblastos van a formar una verdadera cicatriz, que deja como secuela
estenosis de conductos, atrésicos, cicatrices o adherencias.

3. Propagación
Especialmente las de origen infeccioso, tienden a propagarse por
contigüidad a los tejidos vecinos. El pus, que se forma en muchas inflamaciones
agudas, es muy necrosante y destruye tejidos de alrededor para formar fístulas o
abscesos por los que se drena hacia el exterior o hacia cavidades.
Las animaciones pueden propagarse a zonas alejadas del foco a través de
los vasos linfáticos o del torrente circulatorio. La progresión a través de los
linfáticos produce linfangitis, en los tejidos alrededor de los linfáticos linfangitis y
en los ganglios linfáticos linfadenitis a partir de los ganglios de la imanación puede
pasar a la sangre.
La llegada de gérmenes a la sangre se produce a través de los linfáticos o
directamente desde el foco primario. Los gérmenes pueden pasar transitoriamente
a la sangre provocando bacteriemia o pueden permanecer mucho tiempo
multiplicándose en la sangre sin formar focos nuevos septicemia- o formando
Nuevos focos infecciosos de piemia o septicopyemia.

Clasificación:
-Inflamación crónica no proliferativa: Se caracteriza por la infiltración difusa o
perivascular de: Células mononucleadas, con escasa proliferación de tejido de
granulación. Se observa en las fases terminales de muchas infecciones agudas
poco necrosantes, en las gastritis, en las nefritis intersticiales y en la hepatitis.
La presencia de macrófagos en el foco inflamatorio crónico se debe a:

1. Emigración continua de monolitos desde la sangre.


2. Proliferación de histiocitos titulares.
3. Inmovilización de los monolitos en los focos inflamatorios por citoquinas.

Los macrófagos liberan en el foco proteasas, que destruyen los tejidos y


factores estimulantes de células que forman el tejido de granulación,
esencialmente fibroblastos y células endoteliales.
Los linfocitos B son estimulados en numerosas infecciones de origen
bacteriano como tétanos o difteria mientras que los linfocitos T aparecen en los
focos inflamatorios de origen viral y en enfermedades granulomatosas como
tuberculosis, lepra y micosis. Ambos aparecen en todas las reacciones inmunes.
Las células plasmáticas son el efecto de la estimulación persistente de un
antígeno. Pueden permanecer en el foco hasta muchos años después de
desaparecer la actividad del foco inflamatorio. Además de las células
mononucleadas en determinadas situaciones pueden aparecer otras células
inflamatorias como LPMN y eosinófilos. Estos últimos son especialmente
abundantes en reacciones de hipersensibilidad tipo 1 y como respuesta a
parásitos.

-Inflamación crónica proliferativa: Es la forma más habitual de inflamación crónica.


Se caracteriza por la formación de tejido de granulación por proliferación vascular
y de broblastos generalmente acompañados de linfocitos, células plasmáticas y
monolitos.
El tejido de granulación se forma a partir de la proliferación de yemas
sólidas de células endoteliales, las cuales posteriormente se canalizan, y de
broblastos.
Los mecanismos que originan la proliferación de fibroblastos y vasos son poco
conocidos. Intervienen FC (Factores de Crecimiento) que posiblemente actúan
como factores mitogénicos y quimiotácticos. En las heridas de superficies, como
piel o mucosas, los capilares crecen perpendiculares a la superficie; al levantar la
costra aparece una superficie granular, estando cada pequeña prominencia
centrada en un vaso.
En la angiogénesis intervienen FGF, VEGF y VPF. La neoformación
vascular se produce en cuatro estadios:

1. Formación de una yema vascular por un pliegue de la membrana basal.


2. Proliferación endotelial.
3. Emigración endotelial.
4. Tunelización capilar entre las células endoteliales.

Alrededor de los vasos proliferan broblastos, que se disponen paralelos a la


superficie. En algunas y en paredes de abscesos aparece un infiltrado de
macrófagos cargados de lípidos-células xantomatosas- como ocurre en la
pielonefritis xantogranulomatosa. En general es una forma de reparación tisular
para formar una cicatriz con la desaparición del inflamatorio, parada de la
proliferación endotelial y de fibroblastos.

-Inflamación granulomatosa: El granuloma se define como una lesión circunscrita,


pequeña, de 1 mm de diámetro aproximadamente. Está compuesta, sobre todo,
por una colección de macrófagos modificados, llamados "células epitelioides", y se
encuentra rodeada en la periferia por células linfoides. La palabra granuloma
deriva de "gránulo", que significa lesión de tipo granular circunscrita, y el sufijo
oma se utiliza comúnmente para tumores verdaderos; pero, en este caso, indica
una masa inflamatoria localizada o una colección de macrófagos.

Patrones Morfológicos de la Inflamación


Las características morfológicas de las reacciones inflamatorias agudas
son la dilatación de los vasos pequeños y la acumulación de leucocitos y
líquido en el tejido extravascular. Las reacciones vasculares y celulares
explican los signos y síntomas de la respuesta inflamatoria. El aumento del
riego hacia la zona lesionada y el aumento de la permeabilidad vascular
provocan una acumulación de líquido extravascular rico en proteínas
plasmáticas (edema) y justifican el enrojecimiento (rubor), el calor y la
tumefacción (tumor) asociados a la inflamación aguda. Los leucocitos que se
reclutan y activan por el agente lesivo y por los mediadores endógenos pueden
liberar metabolitos tóxicos y proteasas extracelulares, produciendo lesiones
tisulares y pérdida de función (functio laesa). Durai,te las lesiones y en parte
como consecuencia de la liberación de prostaglandinas, neuropéptidos y
citocinas, uno de los síntomas locales es el dolor. Aunque estas características
generales son típicas de la mayor pa1-te de las reacciones inflamatorias
agudas, algunos patrones morfológicos especiales se suelen superponer sobre
estos, en función de la gravedad de la reacción, la causa específica y el tejido y
la localización concretos. La importancia de reconocer los distintos patrones
macroscópicos y microscópicos de la inflamación es que con frecuencia aporta
datos útiles sobre la causa de base.

Inflamación Serosa
La inflamación serosa se caracteriza por exudación de un líquido poco
celular hacia los espacios creados por una lesión en los epitelios de superficie
o las cavidades peritoneales revestidas por peritoneo, pleura o pericardio. Es
típico que el líquido de la inflamación serosa no esté infectado por gérmenes
destructivos ni contenga muchos leucocitos (que suelen provocar una
inflamación purulenta, según se comenta más adelante). En las cavidades
corporales, el líquido puede proceder del plasma (como consecuencia del
aumento de permeabilidad vascular) o de las secreciones de las células
mesoteliales (por irritación local); la acumulación de líquido en las cavidades se
llama derrame (los derrames de tipo trasudado aparecen también en procesos
no inflamatorios, como una falta de flujo sanguíneo en la insuficiencia cardíaca
o una menor concentración de proteínas plasmáticas en algunas nefropatías y
hepatopatías). Las ampollas cutáneas asociadas a las quemaduras o las
infecciones por virus son una acumulación de líquido seroso dentro o
inmediatamente por debajo de la epidermis cutánea lesionada

Inflamación Fibrinosa
Se desarrolla exudado fibrinoso cuando las extravasaciones vasculares
son grandes o existe un estímulo procoagulante local. Cuando aumenta mucho
la permeabilidad vascular, las proteínas de mayor peso molecular como el
fibrinógeno, salen de la sangre y se forma fibrina, que se deposita en el
espacio extracelular. El exudado fibrinoso es típico de la inflamación en el
revestimiento de las cavidades corporales, como las meninges, el pericardio (y
la pleura. A nivel histológico, la fibrina es una trama eosinófilo de hebras o en
ocasiones un coágulo amorfo. Los exudados fibrinosos se pueden disolver
mediante fibrinólisis y ser eliminados por los macrófagos. Si no se elimina la
fibrina, con el tiempo puede estimular el crecimiento de fibroblastos y vasos en
su seno, con la consiguiente aparición de cicatriz. La conversión del exudado
fibrinoso en un tejido cicatricial (organización) en el saco pericárdico provoca
un engrosamiento fibroso opaco del pericardio y el epicardio en la zona de
exudación y, cuando la fibrosis es extensa, la obliteración del espacio
pericárdico.
Formación de Abscesos
La inflamación purulenta se caracteriza por la producción de pus, un
exudado que contiene neutrófilos, residuos licuados de las células necróticas y
líquido de edema. La causa más frecuente de inflamación purulenta (llamada
también supurativa) es la infección por bacterias que producen una necrosis
por licuefacción del tejido, como los estafilococos; estos patógenos se
denominan bacterias piógenas (productoras de pus). Un ejemplo frecuente de
inflamación aguda supurativa es la apendicitis aguda. Los abscesos son
colecciones localizadas de pus causadas por la supuración en el seno de un
tejido, órgano o espacio delimitado. Se producen por la siembra de bacterias
piógenas en el tejido. Los abscesos presentan una región central que aparece
como una masa de leucocitos necróticos y residuos de células tisulares. En
general, existe una zona de neutrófilos conservada alrededor de este foco de
necrosis y por fuera de la misma se observa dilatación vascular y una
proliferación fibroblástica y parenquimatosa, que indica inflamación crónica y
reparación. Con el tiempo, los abscesos se delimitan del tejido por una pared y
se acaban sustituyendo por tejido conjuntivo. Cuando persisten o están en
lugares críticos (como el encéfalo), puede ser necesario un drenaje quirúrgico
de los abscesos.

Ulcera
Una úlcera es un defecto local o excavación en la superficie de un
órgano o tejido, causada por esfacelación (o desprendimiento) de un tejido
necrótico inflamado. La ulceración solo se puede producir cuando existe
necrosis tisular y la consiguiente inflamación a nivel o cerca de una superficie.
Se suele encontrar en: 1) la mucosa oral, gástrica, intestinal o genitourinaria, y
2) la piel y el tejido subcutáneo de las extremidades inferiores de los ancianos
con trastornos circulatorios que predisponen a una necrosis isquémica extensa.
Es frecuente que coexista inflamación aguda y crónica en las úlceras, como se
observa en las úlceras pépticas gástricas o duodenales y las úlceras diabéticas
de las piernas. Durante la fase aguda se reconoce intenso infiltrado polinuclear
y dilatación vascular en los márgenes del defecto, pero al cronificarse los
márgenes y la base de la úlcera presentan proliferación de fibroblastos,
cicatrización y acumulación de linfocitos, macrófagos y células plasmáticas.

Reparación de tejidos
-Definición
Después de una lesión, algunos tejidos quedan completamente
reconstituidos (p. ej., el tejido óseo después de una fractura o el epitelial después
de una herida superficial de la piel). Esta regeneración se consigue por la
proliferación de células supervivientes adyacentes o a través de la actividad de
células madre tisulares.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, la capacidad reparadora es
limitada y la grave lesión que da lugar a daño extenso de elementos del
parénquima y/o del estroma no puede curarse por regeneración. En ese contexto,
una respuesta fibroproliferativa (también llamada fibrosis) induce depósito de
colágeno y otros constituyentes de la MEC (cicatriz) que, más que restaurar,
«parchean» el tejido. La resolución de los exudados inflamatorios también induce
fibrosis, en un proceso denominado organización.
En la mayoría de los casos la curación es una combinación de regeneración
y cicatrización; el resultado se ve afectado por:
1. la capacidad de proliferación del tejido dañado;
2. la integridad de la MEC, y
3. la cronicidad de la inflamación asociada.

La regeneración hepática, por ejemplo, se produce por dos mecanismos


principales: proliferación de hepatocitos remanentes y repoblación a partir de
células progenitoras.
 Proliferación de hepatocitos tras hepatectomía parcial: la resección de hasta un
90% del hígado se corrige por proliferación de hepatocitos residuales,
desencadenada por citocinas y factores de crecimiento polipeptídicos.
 En la fase de sensibilización previa, citocinas como la IL-6 ( a partir de células
de Kupffer) hacen que los hepatocitos remanentes respondan a las señales de
los factores de crecimiento.
 En la segunda fase, los factores de crecimiento, como el factor de crecimiento
de hepatocitos (HGF) y el TGF-a, actúan sobre los hepatocitos sensibilizados
favoreciendo su entrada en el ciclo celular.
 La oleada de replicación de hepatocitos se produce tras la replicación de
células no parenquimatosas ( células de Kupffer, endoteliales y estrelladas).
 En la fase de terminación, los hepatocitos vuelven a la inactividad; es probable
que participen citocinas antiproliferativas de la familia del TGF-~.
 Regeneración hepática a partir de células progenitoras: cuando la capacidad
proliferativa del hepatocito se deteriora (lesión hepática crónica o inflamación),
las células progenitoras del hígado (en nichos especializados llamados
conductos de Hering) contribuyen a la repoblación.
Dentro de los Pasos en la formación de cicatriz, podemos encontrar que los
macrófagos (la mayoría de tipo M2) desempeñan un papel destacado en la
reparación, al eliminar elementos agresores y tejido muerto, proporcionar factores
de crecimiento para la proliferación celular, y segregar citocinas que estimulan la
proliferación de fibroblastos y la síntesis y el depósito de tejido conjuntivo. La
reparación comienza en las 24 h siguientes a la lesión; a los 3-5 días, el tejido de
granulación es evidente.
 La angiogenia es la formación de nuevos vasos sanguíneos; estos presentan
fugas (responsables del edema en la curación de las heridas), por uniones
interendoteliales incompletas y porque el VEGF incrementa la permeabilidad
vascular.
 El tejido de granulación se forma por migración y proliferación de fibroblastos
y por el depósito de tejido conjuntivo laxo, combinado con los nuevos vasos y
leucocitos intercalados. La cantidad de tejido de granulación depende del
tamaño del defecto tisular creado por la herida y de la intensidad de la
inflamación.
 Remodelación de tejido conjuntivo. La cantidad de tejido conjuntivo aumenta
progresivamente en el tejido de granulación, formando una cicatriz que se
puede remodelar con el tiempo.
La angiogenia es un proceso de crecimiento de nuevos vasos sanguíneos a
partir de vasos existentes, sigue las siguientes pautas:
 Vasodilatación en respuesta a NO y aumento de la permeabilidad en
respuesta a VEG F.
 Separación de los pericitos de la pared del vaso y rotura de la membrana
basal que permite la aparición de brotes en el vaso.
 Migración de las células endoteliales hacia el área de lesión tisular.
 Proliferación de células endoteliales.
 Remodelación a tubos capilares.
 Atracción de células periendoteliales (pericitos para pequeños capilares y
células del músculo liso para vasos más grandes).
 Inhibición de la proliferación y la migración endoteliales, y nuevo depósito de
membrana basal.

Para señalar la angiogenia:


 El VEGF (principalmente VEGF-A) estimula tanto la migración como la
proliferación de células endoteliales; los factores de crecimiento de
fibroblastos (FGF), sobre todo FGF-2, estimulan la proliferación de células
endoteliales y favorecen la migración de macrófagos, células epiteliales y
fibroblastos.
 Las angiopoyetinas 1 y 2 (Ang 1 y Ang2) inducen maduración estructural de
nuevos vasos mediante atracción de pericitos y células de músculo liso, y
control del depósito de tejido conjuntivo; la Ang 1 interactúa con un receptor
de la tirosina cinasa en las células endoteliales denominado Tie2. El PDGF y
el TGF-~ también intervienen en el proceso de estabilización.
 La señalización Notch regula la aparición de brotes y la ramificación de
nuevos vasos, lo cual garantiza el espaciado adecuado para un eficaz aporte
de sangre a los tejidos en proceso de curación.
 Las proteínas de la MEC participan mediante interacciones con los
receptores de integrinas en las células endoteliales y proporcionando
soporte mecánico.
 Las metaloproteinasas de matriz (MPM) degradan la MEC para permitir
la remodelación y la extensión del tubo vascular.

Depósito de tejido conjuntivo.


El depósito de tejido conjuntivo se produce por migración y proliferación de
fibroblastos, seguido de depósito de MEC. Intervienen, además, los factores
PDGF, FGF-2 y TGF-~ (sobre todo, a partir de macrófagos M2).
El TGF-~ es el más importante: estimula la migración y la proliferación de
fibroblastos, aumenta la síntesis de colágeno y fibronectina, y reduce la
degradación de MEC a través de la inhibición de la MPM. Los niveles tisulares son
regulados por la activación postranscripcional del TGF-~ latente, la tasa de
secreción de la molécula activa y los factores de la MEC (en particular, integrinas)
que favorecen o reducen la actividad de lascitocinas. El TGF-P es también una
citocina antiinflamatoria que ayuda a poner freno a las respuestas inflamatorias
mediante la restricción de la proliferación de linfocitos y la reducción de la
activación de leucocitos.
A medida que avanza el proceso de curación, los fibroblastos se tornan
progresivamente menos proliferativos y más sintetizadores, aumentando el
depósito de MEC (el colágeno es particularmente importante para reforzar la
herida). El tejido de granulación se convierte por último en una cicatriz compuesta
de fibroblastos en gran medida inactivos, con forma ahusada, colágeno denso y
otros componentes de la MEC. Se produce asimismo una progresiva regresión
vascular, que induce una cicatriz en gran parte avascular, mientras que algunos
fibroblastos (miofibroblastos) desarrolla características adicionales similares a las
del músculo liso y contribuyen a la contracción de la cicatriz.
La remodelación del tejido conjuntivo depende de las MPM, distintas de la
catepsina G, la plasmina, la elastasa de neutrófilos y otras serina proteinasas que
también pueden degradar la MEC. Las MPM tienen cinc en su sitio activo y entre
ellas se incluyen cola ge nasas intersticiales (escinden el colágeno fibrilar),
gelatinasas (degradan el colágeno amorfo y la fibronectina) y estromelisinas
(catabolizan numerosos componentes de la MEC, entre ellos proteoglucanos,
larninina, fibronectina y colágeno amorfo). Las MPM son producidas por diversos
tipos de células, reguladas por factores de crecimiento y citocinas; se generan
corno precursores inactivos (cimógenos) que son activados por proteasas (p. ej.,
plasrnina), probablemente presentes solo en los sitios de lesión. Las MPM son
inhibidas por inbibidores tisulares específicos de las rnetaloproteinasas (ITMP),
producidos por la mayoría de las células rnesenquimatosas.
Las proteínas ADAM (una desintegrina y metaloproteinasa) son una familia
de enzimas relacionadas con las MPM; se encuentran ancladas a la membrana
plasmática, y escinden y liberan dominios extracelulares de citocinas asociadas a
células y factores de crecimiento.
Clasificación de las células según su capacidad de reparación o
regeneración.
Durante la reparación de los tejidos, proliferan múltiples tipos de células,
entre ellas células remanentes del tejido dañado, células endoteliales (angiogenia
para proporcionar los nutrientes necesarios para la reparación) y fibroblastos
(fuente de la MEC de la cicatriz). El potencial de las células que no son
fibroblastos ni células endoteliales para restaurar el tejido normal depende de su
capacidad proliferativa intrínseca:
 Células lábiles (en continua división): estas células son reemplazadas
constantemente por la proliferación de células maduras y/o la maduración a
partir de células madre tisulares. Algunos ejemplos son las células
hernatopoyéticas medulares y la mayoría de los epitelios de superficie (p. ej.,
piel, cavidad oral, conductos de excreción de las glándulas exocrinas, el tubo
digestivo y las vías urinarias).
 Células estables: estas células son latentes (en G0 del ciclo celular), con
mínima actividad proliferativa inicial. Sin embargo, después de una lesión o
de pérdida de masa tisular, pueden dividirse.Algunos ejemplos son la mayoría
de los parénquimas de tejidos sólidos (p. ej., hígado, riñón y páncreas, así
corno células endoteliales, fibroblastos y células de músculo liso).
 Células permanentes: estas células se caracterizan por ser diferenciadas y
no proliferativas en la vida posnatal (p. ej., los rniocardiocitos y la mayoría de
las neuronas). Aunque se produce una replicación y diferenciación limitadas
de células madre en el corazón y en el cerebro, esta resulta insuficiente para
producir una regeneración tisular significativa. Por tal motivo, una lesión
cerebral o cardíaca suele ser irreversible, dando lugar a una cicatriz. El
músculo esquelético se suele clasificar asimismo como tejido «permanente»,
aunque las células satélite adheridas a la vaina endornisial proporcionan al
músculo cierta capacidad de regeneración.
La proliferación celular se halla impulsada por factores de crecimiento
(sintetizados por macrófagos, células epiteliales y estromales) y señales derivadas
de las interacciones de la integrina con la MEC, algunos factores de crecimiento
se unen incluso a las proteínas de la MEC en la que pueden encontrarse en altas
concentraciones.
En los tejidos lábiles, las células dañadas son reemplazadas rápidamente por
proliferación de células residuales y diferenciación de células madre tisulares,
siempre que la membrana basal subyacente esté intacta. La pérdida de células
sanguíneas se corrige por proliferación de células madre hematopoyéticas,
impulsada por factores de crecimiento llamados CSF.
La regeneración tisular en el parénquima, compuesto fundamentalmente
por poblaciones celulares estables, suele ser limitada; páncreas, glándulas
suprarrenales, tiroides y pulmón tienen cierta capacidad de regeneración, y la
nefrectomía provoca hipertrofia compensadora e hiperplasia de células del
conducto proximal en el riñón remanente. La excepción es el hígado, con
extraordinaria capacidad regenerativa
Independientemente de la capacidad proliferativa, un extenso daño tisular
conduce a regeneración incompleta, acompañada de cicatrización. Así, un
absceso hepático dará lugar a la formación de cicatriz aun cuando las células
hepáticas remanentes tengan capacidad de regeneración.
Factores que modifican la calidad de la respuesta inflamatoria y de
reparación.
 Estado nutricional.
 Estado metabólico (la diabetes mellitus retrasa la curación).
 Estado circulatorio o idoneidad vascular.
 Hormonas (p. ej., los glucocorticoides pueden impedir el proceso inflamatorio
y de reparación).
 Tamaño y localización: los tejidos bien vascularizados se curan más
rápidamente; la inflamación en espacios tisulares (p. ej., cavidad peritoneal)
genera exudados que pueden resolverse u organizarse.
 Tipo de tejido: los tejidos lábiles y estables presentan mejor regeneración
tisular, mientras que los permanentes solo forman cicatriz.
 Los factores locales que retrasan la curación son infecciones, isquemia,
fuerzas mecánicas (p. ej., movimiento o tensión de la herida) y cuerpos
extraños.

Conclusión

En relación entre la hipersensibilidad inmune y la inflamación crónica:

 En algunos casos la hipersensibilidad puede ser la causa de lesiones


crónicas; Ejemplo de esto serian la artritis reumatoide, el lupus eritematoso
y la dermatitis alérgica de contacto.
 En otros casos, la hipersensibilidad se desarrolla como una respuesta
secundaria que es activada durante el curso de un proceso patológico;
Ejemplo de esto la tuberculosos y la lepra.
 Tanto el tipo inmediato como el secundario de la hipersensibilidad puede
desarrollarse en la inflamación crónica.

Bibliografía

 Robbins. PATOLOGIA HUMANA 10ª Edicion, ELSEVIER


 Mohan, PATOLOGIA 6ta EDICION, prólogo de Ivan Damjanov, editorial
medica panamericana

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