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Expediente 3009-2010 1

APELACIÓN DE SENTENCIA DE AMPARO

EXPEDIENTE 3009-2010
CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD: Guatemala, cinco de abril de dos mil once.
En apelación y con sus antecedentes, se examina la sentencia de seis de agosto de
dos mil diez, dictada por la Corte Suprema de Justicia, Cámara de Amparo y Antejuicio, en
la acción constitucional promovida por Joseph Patrick Luttman Ruggeri y Servinter,
Sociedad Anónima, última que actúa por medio de su Mandatario Especial Judicial con
representación, Juan Luis Tuchez Vásquez, contra la Sala Tercera de la Corte de
Apelaciones del Ramo Civil y Mercantil. Los postulantes actúan con el patrocinio del
referido mandatario y unificaron personería en éste. Es ponente en el caso la Magistrada
Vocal III, Gladys Chacón Corado, quien expresa el parecer del Tribunal.
ANTECEDENTES
I. EL AMPARO
A) Interposición y autoridad: presentado el diez de abril de dos mil diez, en el Juzgado
de Paz Penal de Faltas de Turno y posteriormente referido a la Corte Suprema de Justicia,
Cámara de Amparo y Antejuicio. B) Acto reclamado: sentencia de quince de enero de
dos mil diez en la que la Sala Tercera de la Corte de Apelaciones del Ramo Civil y
Mercantil revocó la de diecisiete de julio de dos mil nueve, dictada por el Juez Décimo de
Primera Instancia Civil del departamento de Guatemala y, declaró con lugar la acción
cambiaria en la vía directa promovida contra los postulantes por Gerald Phillip Luttman
Ruggeri. C) Violaciones que denuncia: al debido proceso, a la libertad de contratación
y al principio de legalidad. D) Hechos que motivan el amparo: a) Joseph Patrick
Luttman Ruggeri libró un pagaré a la orden o endoso de Gerald Phillip Luttman Ruggeri
por la cantidad de doscientos cincuenta mil dólares de los Estados Unidos de América,
constituyéndose como aval la entidad Servinter, Sociedad Anónima, estableciéndose como
forma de pago cinco abonos anuales por la cantidad de cincuenta mil dólares de los
Estados Unidos de América, pagaderos en los primeros cinco días del mes de marzo de
cada año. En dicho pagaré también se estipuló que el deudor se obligaba a efectuar un
primer pago el día once de marzo de dos mil cinco, por la cantidad de sesenta mil dólares
de los Estados Unidos de América; b) Gerald Phillip Luttman Ruggeri promovió contra los
postulantes, juicio ejecutivo de acción cambiaria en la vía directa; c) los demandados
interpusieron excepciones de omisión de los requisitos que el título debía contener e
incumplimiento de las exigencias legales de una demanda, argumentando que el título
ejecutivo omite requisitos esenciales contemplados en los artículos 368 y 490 del Código
de Comercio, siendo necesario, según su criterio, que el pagaré defina los derechos que el
título incorpora, así como la fecha de cumplimiento o ejercicio de tales derechos. Indicaron
que en el escrito de demanda se indicó que el valor de la obligación es de doscientos
cincuenta mil dólares pero luego se dijo que dicho título se pagaría mediante un primer
abono de sesenta mil dólares y cinco abonos anuales de cincuenta mil dólares, sin dejar
claro si lo que se reclama son doscientos cincuenta mil o trescientos diez mil dólares de los
Estados Unidos de América; d) el diecisiete de julio de dos mil nueve, el Juez Décimo de
Primera Instancia Civil del departamento de Guatemala dictó sentencia declarando con
lugar la excepción de omisión de requisitos que el título debe contener y, en consecuencia,
sin lugar el proceso ejecutivo de acción cambiaria en la vía directa, argumentando que “no
está bien definido el monto al que el deudor se obligó a pagar en su totalidad para cumplir
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con su obligación(…)”; e) dicha sentencia fue apelada por el demandante y, al resolver, la


autoridad impugnada revocó el fallo de primer grado y, en consecuencia, declaró sin lugar
la excepción interpuesta bajo el argumento de que el pagaré “cumple con los requisitos
establecidos en los artículos 386 y 490 del Código de Comercio (…) es claro que no
obstante existe un error en el título en las condiciones de pago en cuanto a que se
pagarán cinco abonos de cincuenta mil dólares de los Estados Unidos de América, en vista
de que cada pago se hace constar en el título siendo que el monto de la obligación está
claramente definido, deben aplicarse los principios antes relacionados a efecto de no
restarle eficacia al pagaré que se ejecuta…” y, en consecuencia revocó el fallo del juez a
quo. D.1) Agravios que se reprochan al acto reclamado: estiman que la autoridad
impugnada se excedió en sus facultades, pues frente al error que reconoce que existe en
el pagaré, constituye y define derechos que no estaban en el título, porque existía
contradicción en éste y, la Sala, en lugar de atribuir consecuencias al error, como lo es la
falta de eficacia de los derechos que el título de crédito incorpora, los subsana, definiendo
derechos en el pagaré, lo cual sólo le compete a las partes. Resienten también, violación
al debido proceso, ya que no se profirió una sentencia propia de un proceso de ejecución
como lo contempla el artículo 332 del Código Procesal Civil y Mercantil, la cual no debiera
denunciar la existencia de errores en el pagaré y pasar a explicar cómo se pueden
subsanar dichos errores, convirtiéndose en una sentencia declarativa que corresponde a
un proceso de conocimiento. Denuncia violada la libertad de contratación pues no
obstante reconocer expresamente los errores relacionados, sustituyó la voluntad de las
partes al subsanarlos, haciendo una declaración y constitución de derechos que no le
correspondía. D.2) Pretensión: solicitaron que se declare con lugar el amparo y, en
consecuencian, se deje en suspenso el acto reclamado. E) Uso de recursos: ninguno.
F) Caso de procedencia: invocaron el contenido en el inciso h) del artículo 10 de la Ley
de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad. G) Leyes violadas: citaron los
artículos 12, 43, 154, 203, 204 de la Constitución Política de la República de Guatemala,
386, 340 del Código de Comercio de Guatemala; 327 y 332 Código Procesal Civil y
Mercantil.
II. TRÁMITE DEL AMPARO
A) Amparo provisional: no se otorgó. B) Terceros interesados: Gerald Phillip
Luttman Ruggeri. C) Remisión de antecedentes: a) copia certificada de las piezas I y V
del expediente C dos - dos mil cinco - cuatro mil novecientos cuarenta y seis (C2-2005-
4946) del Juzgado Décimo de Primera Instancia Civil del departamento de Guatemala; y b)
copia certificada del expediente de apelación doscientos sesenta y cinco – dos mil nueve
(265-2009) de la Sala Tercera de la Corte de apelaciones del Ramo Civil y Mercantil. E)
Sentencia de primer grado: la Corte Suprema de Justicia, Cámara de Amparo y
Antejuicio consideró: “...se advierte que la cuestión sometida a la jurisdicción
constitucional, por su naturaleza, se refiere a la valoración o apreciación jurídica que la
autoridad judicial impugnada hizo acerca de las normas aplicables al juicio ejecutivo y al
cobro del título de crédito emitido por el deudor y suscrito por la avalista, hechos que
fueron controversiales en la jurisdicción común, lo que implica una pretensión de obtener
por medio del amparo un pronunciamiento acerca de tal valoración que obligaría al
Tribunal de Amparo a realizar un nuevo examen de los hechos y manifestarse sobre la
correspondiente interpretación y aplicación del derecho, lo que es potestad
exclusivamente otorgada a los tribunales de la justicia ordinaria por disposición
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constitucional. Sin embargo, con fundamento en el artículo 42 de la Ley de Amparo,


Exhibición Personal y de Constitucionalidad que faculta para que al emitir sentencia se
examine los hechos, analicen las pruebas y actuaciones y todo aquello que formal, real y
objetivamente resulte pertinente, hayan sido o no alegados por las partes esta Cámara
establece que la controversia dirimida en la justicia ordinaria surgió de la emisión de un
pagaré por parte de Joseph Patrick Luttmann Ruggeri a favor de Gerald Phillip Luttmann
Ruggeri y avalado por la entidad Servinter, Sociedad Anónima. Por lo que es preciso,
primeramente, establecer la denominación del título de crédito el cual está regulado por el
Código de Comercio Guatemalteco como documento que incorpora un derecho literal y
autónomo, cuyo ejercicio o transferencia es imposible independientemente del título.
Dicho cuerpo legal estipula también los requisitos específicos que debe contener el
pagaré, el cual en su artículo 490 del referido instrumento legal estipula: „1. La promesa
incondicional de pagar una suma determinada de dinero; 2. El nombre de la persona a
quien deba hacerse el pago‟. Por lo que al analizar las argumentaciones del deudor en
cuanto a que el incumplimiento se debió a que el título no cumplía con los requisitos, se
determinó del análisis que dicho pagaré sí cumple con los requisitos tanto específicos
(pagaré) como generales (título de crédito). Por lo que es necesario resaltar el criterio
emitido por la Sala impugnada en cuanto a que de acuerdo al artículo 669 del Código de
Comercio, las obligaciones mercantiles se interpretarán, ejecutarán y cumplirán de
conformidad con los principios de verdad sabida y buena fe guardada, a efecto de
conservar y proteger las rectas y honorables intenciones de las partes. Y porque además
los obligados al pago del pagaré es el emisor creador del título y el signatario en aval de
dicha obligación suscrita. Por lo que, en el presente caso, los obligados conocían sus
obligaciones y se vincularon de buena fe, en su intención y deseo de negociar, asegurando
así la seguridad del tráfico comercial, tanto de ellos como del acreedor. Es por ello que se
concluye que ningún agravio denunciado se dio en el presente caso ya que el cobro del
pagaré se hizo en base al artículo 630 del Código de Comercio y a las disposiciones del
Código Procesal Civil y Mercantil, sin infringir derecho constitucional alguno; pretendiendo
los postulantes que mediante la acción de amparo, se revise lo ya dilucidado por la justicia
ordinaria y se opere como un simple medio de impugnación, constituyéndose en una
tercera instancia expresamente prohibida por el artículo 211 de la Constitución Política de
la República que limita el número de grados en que deben ventilarse los juicios, por lo que
acoger tal pretensión haría interminable la controversia vulnerando además de esa norma,
el principio de seguridad jurídica; razones suficientes para declarar la notoria
improcedencia del amparo…” Y resolvió: “…DENIEGA por notoriamente improcedente el
amparo planteado por JOSEPH PATRICK LUTTMANN RUGGERI y SERVINTER, SOCIEDAD
ANÓNIMA, (en quien se unificó personería) a través de su mandatario especial judicial con
representación abogado Juan Luis Túchez Vásquez y, en consecuencia: a) condena en
costas a los solicitantes; b) impone la multa de mil quetzales al abogado patrocinante Juan
Luis Túchez Vásquez, quien deberá hacerla efectiva en la Tesorería de la Corte de
Constitucionalidad, dentro de los cinco días siguientes a partir de estar firme este fallo,
cuyo cobro en caso de incumplimiento, se hará por la vía legal correspondiente…”
III. APELACIÓN
Los postulantes apelaron.
IV. ALEGATOS EN EL DÍA DE LA VISTA
A) Joseph Patrick Luttman Ruggeri y Servinter, Sociedad Anónima, amparistas,
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reiteraron lo manifestado en su escrito de interposición de amparo y solicitaron que se


declare con lugar la presente apelación, se otorgue el amparo solicitado y, en
consecuencia, se deje en suspenso el acto reclamado. B) Gerald Phillip Luttman
Ruggeri, tercero interesado, manifestó que la finalidad del amparista es que mediante el
uso de esta acción, se resuelva su inconformidad respecto del fondo de una resolución
procesal judicial, desnaturalizando el amparo al entrar a resolver cuestiones de fondo.
Agregó que la autoridad recurrida actuó conforme a derecho y dentro de las normas que
para el efecto la facultan, tanto la Constitución Política de la República al impartir justicia,
como las normas procesales aplicables que establece el Código Procesal Civil y Mercantil
en materia del juicio ejecutivo. Agregó que existe falta de agravio, ya que los accionantes
no expresan ni prueban que se les cause un agravio personal y directo, que les afecte
legal, personal o jurídicamente, por ello no tiene la calidad o personalidad para accionar
en esta vía. Solicitó que se confirme la sentencia apelada. C) El Ministerio Público
expuso que comparte el criterio del tribunal de amparo en la sentencia apelada, ya que el
amparo debido a su naturaleza subsidiaria y extraordinaria, no puede sustituir las vías
ordinarias que están al alcance de los postulantes para hacer valer sus derechos. Agregó
que el alegato principal de los accionantes se centra en que el pagaré, que sirvió de título
para llevar acabo el juicio ejecutivo, no llena los requisitos que contempla en la ley y que
la Sala impugnada, en lugar de atribuirle consecuencias a ese error, lo subsanó. Sin
embargo determinar si en efecto existen o no errores en dicho título no es competencia
del Tribunal de Amparo, por cuanto que para ello existen las instancias legales ordinarias
en donde se pudo dilucidar tal situación. Concluyó que el amparo es improcedente, dado
que no es la vía idónea para dirimir la controversia intentada, por lo que solicitó que se
declare sin lugar el recurso de apelación interpuesto y, en consecuencia, se confirme la
sentencia de primera instancia.
CONCIDERANDO
I
El amparo protege a las personas contra las amenazas de violación a sus
derechos o restaura el imperio de los mismos cuando la violación hubiere ocurrido. Para
lograr la tutela de este medio extraordinario de defensa, es preciso que mediante una ley,
resolución, disposición o acto de autoridad, se cause o se amenace causar algún agravio a
los derechos del postulante y el mismo no pueda repararse por otro medio legal de
defensa. Así, el agravio se convierte en elemento esencial para la procedencia del amparo
y sin su concurrencia no es posible el otorgamiento y protección que éste conlleva.
II
Servinter, Sociedad Anónima, y Joseph Patrick Luttman Ruggeri promueven amparo
contra la Sala Tercera de la Corte de Apelaciones del Ramo Civil y Mercantil, señalando
como acto reclamado la sentencia de quince de enero de dos mil diez, por la que el
órgano jurisdiccional revocó el fallo de diecisiete de julio de dos mil nueve, dictado por el
Juzgado Décimo de Primera Instancia Civil del departamento de Guatemala, y, en
consecuencia, declaró sin lugar la excepción de omisión de requisitos escenciales que el
título deba contener y que la ley no presume expresamente y, con lugar la acción
cambiaria en vía directa promovida contra los postulantes por Gerald Phillip Luttman
Ruggeri. Estiman los amparistas que la decisión asumida por la autoridad impugnada
vulnera sus derechos, pues no le correspondía dilucidar o definir, menos aun, subsanar, el
error de que adolecía el pagaré que sirvió de título ejecutivo en el proceso interpuesto en
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su contra. Señalan que el referido título de crédito contiene en su redacción un error que
determina su falta de eficacia y que la autoridad impugnada, en lugar de atribuirle las
consecuencias que la ley señala, con abuso de autoridad, subsanó dicho error, definiendo
por su propia cuenta derechos que no se encontraban en el pagaré.
III
De las constancias se advierte que los postulantes se opusieron a la ejecución,
denunciando, omisión de requisitos en el título ejecutivo. La autoridad impugnada al
analizar los señalamientos de los postulantes consideró que el pagaré cumplía con los
requisitos establecidos en los artículos 386 y 490 del Código de Comercio de Guatemala,
pese a constatar que dicho título de crédito adolece en su redacción de un error respecto
a las condiciones de pago, mas no en el monto de la obligación. En tal sentido, para el
referido órgano jurisdiccional, de la lectura del título de crédito se determina la cantidad
por la que se obligó el deudor, cantidad que consideró líquida al estar expresamente
determinada mediante una cifra numérica.
A partir de lo expuesto, estima esta Corte que la autoridad impugnada como tribunal
de segunda instancia en el proceso ejecutivo promovido en contra de los amparistas, no
sólo estaba en la facultad, sino que le era obligatorio de lo aducido por los ahora
amparistas, determinar si el título de crédito cumplía con los requisitos exigidos por la
normativa mercantil. Así, dilucidada la supuesta omisión de requisitos afirmada por el
juzgador de primer grado en el proceso ejecutivo, la autoridad impugnada se aprestó a
determinar el contenido real de los señalamientos hechos al título, especialmente ante el
error que advirtió en las condiciones de pago –descartando la omisión de requisitos o que
el error incidiera en el monto de la obligación-. Así, con fundamento en los principios de
verdad sabida y buena fe guardada, los que deben de imperar en las obligaciones
mercantiles, concluyó la Sala en el monto correcto que comprendía el referido título de
crédito, suma que calificó de líquida al estar expresamente determinada mediante una
cifra numérica -de acuerdo a su cita doctrinaria-. En orden de lo antes expuesto, acota el
tribunal que la supuesta omisión de requisitos exigidos en el pagaré no puede ser
dilucidada en la jurisdicción constitucional, pues tan solo corresponde esa decisión a los
órganos de la jurisdicción ordinaria. Por otro lado, no se advierte el agravio indicado por
los solicitantes del amparo, relativo al abuso de autoridad por parte de la Sala, en cuanto
ésta actuó en el correcto ejercicio de sus facultades, pues al no apreciar la omisión de
requisitos en el pagaré, no le era dable restar eficacia al título, sino, por el contrario, en
aplicación de las normas que regulan la contratación mercantil en Guatemala, concretó el
monto de la obligación contraída por el deudor y que, al no haber sido pagado, le era
exigible a éste y a su avalista. Como corolario, el amparo debe ser denegado,
confirmando la sentencia de primer grado.
CITA DE LEYES
Artículos citados, 265, 268, 272, inciso c), de la Constitución Política de la
República de Guatemala; 1o, 2o, 3o, 4o, 7o, 8o, 10, 42, 44, 45, 46, 47, 149, 163, inciso
c), 185 y 186 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad y 17 del
Acuerdo 4-89 de la Corte de Constitucionalidad.
POR TANTO
La Corte de Constitucionalidad, con base en lo considerado y leyes citadas, declara:
I) Confirma la sentencia venida en grado. II) Notifíquese y, con certificación de lo
resuelto, devuélvanse los antecedentes.
Expediente 3009-2010 6

ROBERTO MOLINA BARRETO


PRESIDENTE

ALEJANDRO MALDONADO AGUIRRE MARIO PÉREZ GUERRA


MAGISTRADO MAGISTRADO

GLADYS CHACÓN CORADO JUAN FRANCISCO FLORES JUÁREZ


MAGISTRADA MAGISTRADO
(Voto disidente razonado)

VINICIO RAFAEL GARCÍA PIMENTEL JORGE MARIO ÁLVAREZ QUIRÓS


MAGISTRADO MAGISTRADO
(Voto disidente razonado)

MARTÍN RAMÓN GUZMÁN HERNÁNDEZ


SECRETARIO GENERAL

VOTO DISIDENTE DE LOS MAGISTRADOS JUAN FRANCISCO FLORES JUÁREZ Y


VINICIO RAFAEL GARCÍA PIMENTEL DENTRO DEL EXPEDIENTE 3009-2010, EN
LA SENTENCIA DE CINCO DE ABRIL DE DOS MIL ONCE

Disiento de la sentencia que precede en razón de los siguientes argumentos:

1.- Considero que la sentencia proferida no se atendió al principio del debido proceso, lo
cual conlleva una vulneración del ismo que solo puede reencauzarse por la vía
constitucional de amparo, ante la situación de indefensión del amparista, generada por el
acto reclamado.

2.- Creo que el propio enunciado de la sentencia de alzada reconoce falencias en el título
de crédito motivo de este asunto, (como falta de liquidez en el pagaré) circunstancia que
si fue reconocida en primera instancia, al ser acogida la excepción que denunció ausencia
de los requisitos exigidos el los artículos 368 y 490 del Código de comercio.

Guatemala, 13 de abril de 2011

Juan Francisco Flores Juárez Vinicio Rafael García Pimentel


Magistrado Magistrado

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