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profisto un espíritu
a^nvestigativo; por ello la' ’
es la formación
Asuntos críticos 'en los.métodos
de investigación cualitativa
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ganzl912
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Asuntos críticos en los métodos
Janice M. Morse
—editora —
Cotí tus
E ditorial U niversidad de A ntioquia
Facultad de Enferm ería de la U niversidad de Antioquia
Colección Contus
© Editorial Universidad de Antioquia
© Facultad de Enfermería de la Universidad de Aptioquía
© Joan L. Bottorff. Joyceén S. Bovle. Martha Ann Carey; Linda Chapman.
Marlene Zichi Cohén. Melanie Dreher. Sallv Hutchinson. Kathleen A. Knafl,
MadeleineLeininger.'Juliene G. Lipson. Katharyn A. May. Janice M. Morse. :
Marjorie A. Muecke. Anna Omerv. Jennifer Peters. Marilyn A. Ray. Margarete
Sandelowski. Bemard Sorofman. Phyllis Noerager Stern. Janice M. Swanson. Sallv
Thome. Toni Tripp-Reimer. James E. Waterman. Hollv Wilson
© Editorial Sage
ISBN: 958-655-656-5 (volumen)
ISBN: 958-655-623-9 (obra completa)
v.7
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Contenido
Los autores xv
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Prefacio...... XX V
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Los autores
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Joan L. Bottorff
Enfermera diplomada, doctora (Ph D), es profesora asociada de la Es
cuela de Enfermería de la Universidad de Bri tish Columbra, Vancouver,
Canadá. Graduada en la Escuela dé Enfermería del General Hospital
College Stjean-Edmonton, tiene los títulos de licenciada en educación y
máster en educación de la Universidad de Saska tchewan, Saskatoon, y
los de licenciada en ciéncias en enfermería, máster en enfermería y
doctora en enfermería de la Universidad de Alberta, Edmonton. Su
investigación se centra en la interacción paciente-enfermera, y en ella
amplía métodos etológicos y la evaluación de modelos de promoción
de la salud.
joyceen S. Boyle
Enfermera diplomada, doctora (Ph.D), jefa del Departamento de Enfer
mería Comunitaria del Medical College de Georgia, Augusta. Graduada
en la Universidad de Brigham Yóüng, tiene grados de máster en enfer
mería de la salud pública de la Universidad de California, Berkeley, y
doctora en enfermería déla Universidad de Utah,SaltLake City. Como
enfermera transcultural certificada ha publicado numerosos artículos
sobre cultura, salud y cuidados en la enfermería. Coeditora del texto
Transcultural concepts in nursing care. Sus experiencias clínicas y docen
tes incluyen la enfermería de la salud comunitaria con diversas cultu
ras, salud de la mujer, e investigación cualitativa. Ha hecho numerosos
estudios de campo en Guatemala, en la República Popular China y en
Los Apalaches, en Estados Unidos. Sus intereses son la salud de la
mujer y la promoción de la salud en las poblaciones de alto riesgo.
XVI
Linda Chaptnan
Enfermera diplomada, doctora en ciencias de la enfermería, profesora
asociada y coordinadora del programa de posgrado de MSN (máster
en ciencias en enfermería), en el Samuel Merritt College, Departamento
de Enfermería, Oakland, California. Recibió su licenciatura en cien
cias de la enfermería de la Universidad de Utah, Salt Lake City, y s”
máster en ciencias en enfermería y doctorado en ciencias de la enfer
mería déla Universidad de California, San Francisco, Ha publicado
artículos dentro de su área de investigación sobre el papel de los pa
dres que esperan un hijo, durante el trabajo de parto v el nacimiento.
Su interés especial está en las diferencias de género enlas experiencias
de cuidado de la salud y la contribución a la investigación cualitativa
para comprender ese fenómeno.
M elanie Dreher
Enfermera diplomada, doctora (Ph.D), FAAN, decana y profesora de
enferm ería de la Escuela de Enferm ería en la Universidad de
Massachusetts, Amherst. Como enfermera y antropóloga, su investiga-
XVII
Salhf Hutchinson
Enfermera diplomada, doctora (Ph.D), FAAN, profesora del Colegio de
Enfermería de la Universidad de Florida, Gainesville. Enseña métodos
de investigación a los estudiantes de másterv de doctorado y es profeso
ra dé estudiantes de enfermería psiquiátrica. Sus intereses en investiga
ción se ubican en diversas áreas: las enfermeras v su trabajo, los desór
denes bipoláres v los pacientes con demencia de Alzheimer. Miembro de
lós cbiiiités editoriales dé las siguientes revistas: Iuiage, Journal ofNursing
Scholarship, Nursing Research, Qualitative Health Research, Western Journal
: ; d f Nursing Research, y Advances in Nursing Science. Coautora del libro
: Ápph/ing nursing research: a resource book (con Hollv Wilson), ha escri to
numerosos capítulos en libros y artículos en revistas de investigación.
; Ha sido colíder en viajes de Professional Seminar Consultants a China,
África central, Aústralia/Nueva Zelanda y Escandinavia,v ha sido in
vestigadora}- consultora en Brasil.
M adeleine Leininger V
Enfermera diplomada. CTN, doctora (Ph.D), Doctora en humanidades,
doctora en ciencias, FAAX, profesora de enfermería y antropología en
la Escuela de Enfermeras y Artes Liberales, en la Universidad Wayne
State, Detroit. Fundadora y líder de la enfermería transcultural y el
X V111
Juliene G. Lipson
Enfermera diplomada, doctora (Ph.D), FAAN, profesora asociada del
^ ^ Departamento de Salud Mental> en enfermería comunitaria y adminis
tra tiva, y profesora en el programa de antropología .médica déla Uni
versidad de California, San Francisco. Enfermera antropóloga, coordi-
^ m na la especialidad internacional intercultural en el proyecto demáster
en enfermería, v codirige el Middle-East S.l.H.A. Project, un centro de
recursos de salud para inmigrantes del Medio Oriente. Autora de Jews
for Jesús: mi anthropological study, coautora de Self-care nursing: theoni
' ' and practice (con Nancy Steiger), y ha escrito numerosos artículos de
revistas y capítulos de libros. También ha colaborado con Afaf Meleis
en un estudio cualitativo v cuantitativo interseccional de inmigración,
identidad étnica v salud en cinco grupos de inmigrantes del Medio
Oriente; la mayor parte de su trabajo ha sido de tipo etnográfico. Ha
..... estudiado los grupos de autoapovo femenino relacionados con el par
to y la salud, y ajuste de inmigrantes de Irán y refugiados afganos.
Kathanm A. M ay
Enfermera diplomada; doctora en ciencias déla enfermería, FAAN,
: profesora v decana asociada para investigación en la Escuela de En
fermería, VanderbiltUniversity, Nashville. Recibió su doctorado en
ciencias de la enfermería en la Universidad de California,.San Fran-
cisco, y es coeditora asociada de Qualitative Health Research y miem
bro de los comités editoriales dehealth care forWomeii International y
Journal o/Perinatal and Neonatal Nursing. Ha publicado extensamente
en las áreas sobre ser padres por primera vez y el embarazo de alto
riesgo en las familias, v sobre métodos de investigación en enferme
ría. Los textos de enfermería de los cuales es coautora han recibido
dos veces el premio al mejor libro de enfermería del año déla revista
American Journalof Nursing.
x ix
Janicé M. Morse
Enfermera diplomada, doctora (Ph.D), profesora de enfermería v cien
cias del comportamiento de la Escuela de Enfermería, College of Health
and Human Development, en la Universidad de Pennsvlvania State,
Park Universitv- Con doctorados tanto en enfermería como en antropo-
: logia, realiza investigación en cuidados del paciente en particular el
consuelo, las caídas y sus restricciones, v asuntos de salud femenina,
como la menarquia, el parto v ía alimentación de pecho, V la salud en
las diversas culturas. Ha publicado más de cien artículos y es autora v
coautora de varios libros entre los que se encuentran Quahtntwe nurfing
resenrch: a contempornnf dialogue, The illuess experience: dimensions o f
suffering (con Joy Johnson), v es editora de la revista multidisciplinaria
Qualitative Health Research.
M arjorie A. M uecke
: Enfermera diplomada, doctora (Ph. D), FA AN, funcionaría del progra
ma de laFundación Ford, Nueva York, en licencia del puesto de profe-
■'■■■sora de enfermería, y profesora adjunta en el Departamento de Antro-
. pología y de Servicios de Salud en la Universidad de Washington,
Seattle. Recibió una Licenciatura en artes en literatura alemana de
Mount Holyoke College, South Hadley, Massachusetts; un diplomado
:. del programa coordinado de post-bachelor of arts, Radcliffe College-
Massachusetts General Hospital School ofNursing;unm ásterdeartes
:. en enfermería de psiquiatría infantil de New York Universitv; y un
máster y doctoradoen antropología cultural de la Universidad de Was-
. hington. Su investigación tiene como base principal a Tailandia e
: : involucra un estudio longitudinal de familias no clínicas y la cons-
; ■ trucción sociocultural de género y salud. En Estados Unidos, su inves
tigación se centra en las colonias de refugiados. Recientemente ha sido
consultora de la Organización Mundial de la Salud en enfermería co-
munitaria en Indonesia, y para la Fundación Ford en el desarrollo de
investigación aplicada a la prevención del sida y a los derechos de las
mujeres enTailandia.
Amia Omenj :
Enfermera diplomada, doctora en ciencias de la enfermería, es en la
actualidad la principal coordinadora de investigación y especialista
- en enfermería clínica en elprograma de trasplantes de hígado de UCLA.
. Obtuvo su máster de artes en enfermería médico-quirúrgica y un docto
rado en ciencias de la enfermería de la Universidad de Boston. Su pro-
: grama de investigación incluye estudios sobre producción cardíaca, el
XX
Jennifer Peters
Enfermera diplomada, máster en ciencias en enfermería, es candidata
a doctorado en enfermería geriátrica en la Universidad de lowa, lowa
City. Sus campos de interés son la promoción de la salud v la preven
ción de la enfermedad en adultos mayores. Como estudiante de docto
rado ha colaborado con vatios equipos de investigación, v más recien
temente en el equipo dé Health Heritage Study.
Marilyn A. Ray
Enfermera diplomada, doctora (Ph.D), CTN, CNAA, jefa de la cátedra
Christine E. Lynn Eminent Scholar Chair en enfermería en Florida
Atlantic L’niversity, Boca Ratón. Tiene un posgrado de un programa
dé diplomado hospitalario en Hamijton, Canadá; grados de licencia
da en ciencias de la enfermería v máster en ciencias de la Escuela de
Enfermería de la Universidad de Colorado; máster en antropología
cultural deMcMaster University, Hamilton, Canadá; v doctora enen-
: fermería de la Universidad de Utah,SaltLake City. Enfermera certifica-
1 da transcultural y consultora certificada de enfermería y ha hecho in
vestigación en culturas organizacionales. Se interesa por los métodos
cualitativos de investigación, con enfoque especial en las ciencias hu-
inanas, la hermenéutica y la fenomenología, v métodos de cuidado y su
investigación. Enseña enfermería transcultural, administración de en-
; fermería y métodos avanzados de investigación cualitativa. Sus publi
caciones reflejan sus intereses en cultura organizacional, el cuidado,
la ética v la fenomenología, v los métodos de cuidado. Su investigación
actual se centra én el cuidado etico en organizaciones culturales com-
M argareie Sandelotvski
Doctora (Ph.D), enfermera diplomada, FAAN, profesora titular en el
Depárta mentó de Salud Materno-infantil de la Escuela de Enfermería,
' Universidad de Carolina del Norte, Cha peí Hill. Su doctorado es en
estudios norteamericanos, con énfasis en estudios sobre mujeres, del
Cáse Western Reserve University, Cleveland. Ha publicado numero-
M sos trabajos en revistas de enfermería y revistas de ciencias sociales y
antologías en las áreas de la tecnología reproductiva, la infertilidad, y
la metodología cualitativa. También es autora de tres, libros entre los
que se incluye, más recientemente, With child inmindistudies o f the per
sonal encounteriuitliinfertiUty.
Bernard Sorofman
Doctor (Ph.D), profesor asociado del College of Pharmacy en la Univer
sidad de Iowa, Iowa City. Su grado doctoral es en farmacia administra
tiva y social. Ha participado en varios equipos de investigación junto
con profesoras de enfermería, v uno que continua desde 1984. Su in
vestigación se centra en el cuidado de la salud de los no profesionales
V el uso de medicamentos.
]anicc M. Siódns'on
Enfermera diplomada, doctora (Ph.D), directora de investigación en
V enfermería clínica, Centro Medico Summit y profesora en el Samuel
Merift College, Departamento de Enfermería, üakland, Califormia. Re
cibió su licenciatura en ciencias de la enfermería de la Universidad
Wayne State, Detroit; su máster en ciencias y doctoradó en filosofía dé
: la Universidad de Maryland; y terminó su beca [felloioship) deinvesti-
i gación de postdoctorado en la Universidad de California, San Francis
co, en sociología médica v enfermería: Coeditora de los libros Men's
reproductive health (con Katherine Forrest), From practice tógrounded theory:
quaiitative research inleraction ntirsing (con W. Carole Chenitz); y
xxn
Sally litó m e
Enfermera diplomada, doctora (Ph.D), profesora asociada de enferme
ría en la Escuela de Enfermería de la Universidad de British Columbia,
Vancouver, Canadá. Su investigación en los campos de la experiencia
con enfermedades crónicas y las relaciones de cuidados de la salud le
: ha dado la oportunidad de desafiar los enfoques cualitativos existen
tes y de optimizar el uso de los hallazgos de la investigación. Su libro
reciente Negotiating health care: The social con text o f chronic illness ilustra
su interés en hacer que el conocimiento construido por medio de la
indagación cualitativa sea accesible a una amplia audiencia, que va
desde los consumidores v profesionales del cuidado en salud hasta
: aquellos que diseñan las políticas.. , ,
Toni Tripp-Rcitncr /.
Enfermeradiplomada, doctora (Ph.D), F AAN, profesora titular y direc
tora de la oficina de Nursing Research Developmenf and Utilization,
de la Universidad de Iowa College of Nursing. Se graduó de máster en
enfermería v de máster v doctorado en antropología déla Ohio State
University, Columbus. Ha realizado investigación cualitativa desde
1976. Su principal área de investigación se centra en enfermería
. etnogerontológica v es autora de más de óOartículos,capítulos y libros.
James E. Watennan
Enfermero diplomado, Máster en ciencias en enfermería, estudiante de
: .. doctorado en enfermería gerontológica en la Universidad de Iowa, lowa
City. Su área de interés tiene que ver con el apoyo social y la hospitali
zación de los ancianos. Ha participado en análisis de datos cualita-
XX111
H olly Wilson
Enfermera diplomada, doctora (Ph.D), FAAN, profesora titular del
Departamento de Salud Mental, Enfermería Comunitaria y Adminis
trativa, Universidad de California, San Francisco. Sus principales áreas
de investigación y docencia son la psicogerontologia y la toma de deci
siones con pacientes ancianos que padecen de demencia por Alzheimer.
Ha publicado más de 60 artículos científicos y académicos en la litera
tura profesional y es autora y coautora de quince libros, entre los cua
les se destaca su galardonado texto de enfermería psiquiátrica y su
investigación en textos de enfermería. Es conferencista v consultora
nacional e internacional; ha presentado trabajos y ha sido conferencis
ta invitada en Japón, Filipinas, República Popular China, Hong Kong,
Kenia, Israel, Argentina, Nueva Zelanda, Canadá, Suecia, Noruega,
Dinamarca, así como en Estados Unidos.
Prefacio
Janice M. Morse
Universidad Estatal de Pennsylvania
Referencia bibliográfica
La investigación cualitativa:
¿realidad o fantasía?
Jmiice M. háorse
Referencias bibliográficas
M AY: ¡Tienes razón! [Para evalu ar los m étod os] yo querría sab er tu
p ed igrí académ ico. Q uiero saber con q u ién estudiaste, y du
rante cuánto tiempo, y qué lees, y si estoy de acu erdo con eso,
entonces com praré tu m agia. Com o bien sabes, es una m ane
ra realm en te tonta de tom ar una decisión , pero con ésta es
con la que trabajo.
Conocimiento abstracto:
un caso a favor de la magia
en el método
: Katharyn A. May
E n d e fe n s a d e la " m a g i a " e n la c ie n c ia
bland o sobre ellas, pero en las ciencias sociales o las de la salud hav
relativam ente m enos discusión, la cual sería m u y ú til para la deli
beración y el diálogo que se dan con respecto a los m étodos cualita
tivos. Mi revisión de las referen cias m etod ológicas actu ales en la
teoría fundam entada, la fenom enología y la etnom etodología>pro-
dujo poca evidencia de que los elem entos de creatividad e intuición
se consid eraran im portantes, o incluso se reconocieran. A unque las
referencias m etodológicas p erm an ecen silenciosas sobre el asunto,
"la realid ad " sugiere que sí h ay algo. Sé por experiencia propia^ y
por. haber h ablado con otros analistas expertos, que en ocasiones
hay: m agia en el trabajo: que p rim ero ten g o una in telecció n v la
rastreo retrospectivam ente, para verificarla o refu tarla a partir de
los datos, y no que me llega "p o r m edio" de ellos. A sí com encé a
especular sobre las relaciones d é la experiencia, la destreza y 1a magia
en la investigación cualitativa.
diferente, y d escu brí virtu alm en te estos m ism os sen tim ien to s expre
sados p o r enferm eras expertas en la descripción de B en n er (1984)
sobre el ju icio clínico de los expertos* Benner a d v i r t i ó que los exper-
_tos observan las situaciones de m anera holística y se basan en una
gran c a n tidad de datos de experiencias pasadas: su p eran los m éto
dos al confrontar la inform ación que debe com prenderse; m ientras
que lo s jflgnns e x p e r t o s d e h p n n s a r - j j g - m a i i E m i x i Q s r i f i i i t e i a £ . d g s l i a ¿
z a s o técn icas p a r a l l p p a r a la i n t p l p c c i ó n d p Jo s-ien á m en n s- Los
U. de A
BIBLIOTECA MÉDICA
24 / Asuntos críticos en los métodos de investigación cualitativa
Referencias bibliográficas
Perkins, D. (1981). TIte mind's best tvork. Cambridge, MA: Harvard University Press.
Schultz, P. y Meleis, A- (1988). Nursingepistemology: Tradition, insights, questions.
¡nmge: Journal ofNursing Scholarsliip, 20 (4): 217-221.
Singe, P. (1990). The fifih discipline. Garden City, NY: Doubleday.
Watson, J. (1980). The double helix: A personal account of the discoverv of the
structure of DNA. Nueva York: Norton.
:
Diálogo: más acerca de
. Janicc M. Morsc
C om prehetider
•i
*
\
3 6 / Asuntos críticos én los métodos de investigación cualitativa
Sintetizar
Teorizar
casarse dem asiado pronto con una explicación; pues esto lleva a un
" cierre prem atu ro". S i tal cosa ocurriese, la teoría resultante podría
tener v acío s, ser poco d en sa, débil y hasta erradas A dem ás, si se
apresuraron las etapas anteriores y se recolectaron datos in ad ecu a
dos, podría ser difícil o im posible que surgieran categorías que se
u nieran de m anera significativa para form ar la teoría. A sí, a pesar
de que teorizar es el trabajo real d e ja investigación cualitativa/ no
p u e d e te n e r lu g a r s in la s d o s p r im e r a s fa s e s . T e o r i z a i- S in
fu n d áh ién taeió h ert los d atos —sin una in vestig ació n profu n d a y
sistem ática q u e d é cóm o resultado la com prehensión de la v id a dia
r ia — n o s h ace p roclives al error, y ésta es la m uy debatida debili
dad de los m étodos filosóficos de la investigación conceptu al (ver
D iesin g , 1971: 316-318). ... -i'.' «•
F.l nrim er naso al teorizar es form ular preguntas a los datos que
creen vinculos con la teoría establecida. Se pueden usar varias estra
tegias;
h a y p n lr»c Hatr>c P e ta p » g H p p o r ejem plo, establecer vín
culos emic-etic o m icro-m acro entre los datos y la teoría, entre la pers
p ectiv a del in fo rm an te y una v isió n del m u n d o d escrita. Si son
correctos, tales vínculos aceleran m ucho el análisis. Fl c ^ in r lr .
do es em plear el pensam iento lateral/m ediante el exam en de concep
tos sim ilares en otras localizaciones’ o la búsaueda de otras iu en tes de
datos com plem entarias en otros contextos. E l tercer m étodo es eLde-
sarcoUoj5Ístem átÍ£o_eJnductiVoÉcn =!den^
^ormal_a_i£ a rt^ _ d e Jo s _ d ^ Un cuarto m étodo puede em plear la
conjetu ra y el falseam iento, m ediante hipótesis sistem áticas para vfn-
Recontextualización i
E tno cien cia Teorías de la E n lre vísla s. M a rc o s ora cio n a le s. T axon om ía A lirm a c io n e s
cu ltu ra y O b s e rv a c io n e s C la silica cio n e s de a b s tra c ta s
: co g n itiva tarjetas y
c la s ilic a c io n e s Q
43
i
4 4 / Asuntos críticos en los métodos de investigación cualitativa
el tem a con otros para o b ten er las descrip cio n es de ello s, basad as
en sus exp eriencias, y h acer g rabacion es de lo s diálogos. D esp u és,
p u ed en exam in ar la tran scrip ción e in sp eccio n a r el d iálogo, d es
ta c a n d o la s p a la b r a s d e s c r ip t iv a s , r a s t r e a n d o la s fu e n te s
etim o ló gicas y b u scan d o la tran scrip ción d e m od ism o s qu é en ri
qu ezcan la co m p reh en sió n d e la exp erien cia (v er v a n M anen, 1990:
5 3 -6 3 ).
Los fenom enólogos tam bién p u ed en o bserv ar la vida cotidiana y
b u scar d escripciones de experiencias en la literatura. L os datos de
estas fu en tes com p lem en tan las "co n v ersa cio n es" con los partici
pantes sobre su experiencia. Estas fu en tes le proporcionan al inves
tigador ten er un a m ayor com prensión, in telecció n y cóm prehensión
del significado de la experiencia vivida.
El principal m edio nara sintetizar, o "fu s io n a r" io s datos es el
proceso de rpalizar análigíc íomáHrnc. an álisis que se llevan a cabo
principalm ente m ediante la identificación de las estructuras com u
n es de la experiencia particular, y q u e le proporcion an al investiga
dor "n u estro conocim iento del m undo" (van M anen, 1990: 79).
A unqu e los fenom enólogos no se d en om in arían a si m ism os "te ó
ric o s" en el sentido m ás estricto del térm ino, en la fenom enología
los vínculos d e los datos con el rrm nrim ipnín teóri™ cc Inoran pro
m edio de la reflexión, usando la literatura fe n o m en o ló g ica _ - usan
do io que van M anen denom ina ios cuatro existen ciaies (eí espa
cio vivido [la espacialidad], el cuerpo vivid o [la corporalid ad ], el
tiem p o e n el q u e se v iv ió [la tem poralidad] y las relaciones hum a
nas vividas [la relacionalidad]) com o guías p a ra la reflexió n (van
M a n en , 1990: 101).
E l refin am ien to d e la reflexió n fen o m en o ló g ica se logra tam
bién escribiendo y reescribiendo, proceso q u e sen sibiliza al in v es
tigador al darle n u ev as luces, in crem en tar el n iv e l de abstracción
y sacar las d escrip ciones de lo p articu lar a una esfera m ás u n iv er
sal. Es este proceso el que desarrolla los tem as de la experiencia,
sacando la fen om en ología del cu erpo vivid o , las relacio n es v iv i
das, el tiem po vivido y el espacio vivido, y reco n textu alizan d o la
experiencia vivida en u na que n osotros, co m o h um anos, podem os
id en tificar.
"Emerger de ios diU'os’’: les procesos cognltfvos del análisis;.. / 4 5
3 En otra parte Silverman (1989a) planteaba con energía que aceptar las historias de
los informantes sin tales reflexiones 0 vínculos simplifica e invalida la
investigación cualitativa al nivel de posromanticismo.
4 8 / Asuntos críticos en los métodos de investigación cualitativa
El reto siguiente
Referencias bibliográficas
Spradley¡ J. P. (1979). The etlmograplnj interview: Nueva York: Holt, Rinehart &
VVinston.
Strauss, A. L, (1987). Qualitativé analysis for social sciehtists: Cambridge, UK:
Cambridge University Press. '
Tripp-Reimer, T. y Cohén, M. Z. (1991). Funding strategies for qualitativé research.
En: J. M. Morse (ed.). Qualitativé nitrsing¡research: A contemporanj dialogue (pp,
243-256). Newbury Park, CA: Sage.
Van Maanen, M. (1990). Researching thelivedexperience. Londres, Ontario: Althouse.
VVerner, O. y Schoepfle, G. M. (1987): Systematic fieldwork (vol.2). Newbury Park,
CA: Sage.
Diálogo: ser un extraño en el campo
M O R SE: O h, qué horror. ¡Ella para qué se m ete en eso! Qué horror
para u n investigador nuevo tener que m anejar todos los líos
políticos.
M ar garete Sandelowski
■:■■■■ Parentesco
Que nos hayan dado oídos para escuchar y ojos para ver es tener nues
tros conceptos cambiados a favor de la disciplina. Una pregunta détér-
miria y hace surgir su respuesta, así como los finés deseados modelan ^
la naturaleza de la clase de pregunta formulada. Ésta es la forma como
: la ciencia crea de manera sintética aquello que luego "descubre” en la ;:
naturaleza.
U. de A
BIBLIOTECA.MENICA...
6 4 / Asuntos críticos en los métodos de investigación cualitativa
dad, sino d e los "conven cion alism os y literalid ad es" de la vida dia
ria. Bruner (1979: 24) observ ó qu e el poeta, el m atem ático y el cien
tífico creativos "se desengarzan de lo qu e ex iste convencionalm ente"
para com prom eterse en lo qu e "co n stru y en para reem plazarlo".
En la encrucijada
Rechazar el arte
Celebrar el arte
La licencia
Coda y confesión
Referencias bibliográficas
i
Diálogo; sobre la intervención derivada
cualitativamente
Janice M: Swansón
Linda Chapman*
* Nota de las autoras. Esta investigación fue financiada por el Centro Nacional
para la Investigación Científica, ROINRO 1637. Una versión preliminar de este
capitulo fue presentada en la 120 Reunión Anual de la Asociación Americana de
Salud Pública, Washington DC, 9 de noviembre de 1992. Las autoras desean
agradecer a Virginia Yee, enfermera supervisora de salud pública y al personal
del Centro de Salud No. 5, de la ciudad y el Condado de San Francisco, por su
ayuda a este proyecto.
Dentro de la caja negra: asuntos teóricos y metodológicos.;. / 81
o cu pacion es y los asu n tos de las personas in teresad as (los que tie
nen algo "e n ju eg o " en el resultad o), y , p o r m edio del consenso,
negociar las m ejoras necesarias y cam biar. La p redicción de varia
bles y la preselección de m étodos e in stru m entos no son posibles en
la ev alu ació n de cuarta gen eració n , d ebid o a la v ariació n en los
asuntos, las aseveracion es y las p reo cu p acion es qu e expresan los
interesad os. Lo qu e se requiere es observación e integración p or parte
del evaluador, que usa m étodos m últiples de recolección de datos,
entre ellos la observación participante, las entrevistas y la revisión
d e d ocu m en tos. El m uestreo p u ed e ser al m ism o tiem po teórico
(G laser y Strauss, 1967) y co n propósito específico (Patton, 1980).
El análisis interpretativo es con com itante a la recolección de datos,
y el producto final es el proceso, que se genera en colaboración con
los interesados.
Tal com o se reflexionó m ás arriba, es d ifícil evaluar los procesos
en m arch a m ediante el em pleo de m étodos cuantitativos. Según lo
expresó G u ba (1987: 28):
Existen muy pocos índices cuantitativos que puedan evaluar los proce-
■sos que se están dando. Fue la total incapacidad de los físicos de vérse- ¡
las con los procesos dentro del átomo lo que dio lugar al modelo de
: caja negra de la investigación: alterar las entradas v evaluar las salidas
resultantes para inferir los procesos que no se pueden observar de
' manera directa.
Antecedentes
El estudio de investigación
Inicialm ente, las teorías sobre las que basam os nuestro estudio fue-,
ron la del desarrollo del adulto joven y la tarea de lograr la intim idad
(Erikson, 1963) y la del interaccionism o sim bólico, que sostiene que el
desarrollo del yo es un proceso interpretativo y ocurre por m edio del
discurso con el m undo social propio (Blumer, 1969). N uestro, doble
propósito —describir el proceso v probar los resultados de las in ter
venciones psicoeducativas — nos llevó a un diseño cuasiexperim ental
para p robar los resu ltad os de las in terven cio n es, y a un enfoque
in teraccio n ista (Blum er, 1969; B roadhead , 1980) para describir el
p ro ceso . El enfoqu e in teraccionista su p eraría las lim itacio n es del
diseño de caja negra por m edio de "una m etod ología diseñada para
explicar los procesos y problem as internos, los acontecim ientos, sig-
Dentro de la caja negra: asuntos teóricos \j metodológicos... / 89
La conducción del estudio. W eiss (1987: 43) p lan teó que una "ev alu a
ción cu alitativa p ro ced e desde la visión del m undo que. tenem os los
p articipan tes, y no de la perspectiva bu rocrática". En con traste con
la aseveración de W eiss, nosotros encontram os, al introducirle una
ev alu ació n cualitativa a un estudio cuasiexperimental>.: que el dise
ño de la investigación, m ás que los participantes, era lo que guiaba
el estu d io. El diseño de la evaluación de resultados virtualm ente lo
guió. E le s tu d io , u n ensayo clínico aleatorio^ usó un; diseño, de m edi
cion es repetidas pre y posprueba, en el cual había una evaluación
cualitativa de la intervención, que g en eraba un proceso en que se
u saba la teoría fundam entada. Judd recom end ó qu e las evaluacio
n es del proceso fu eran "d esarro llad as de m an era ru tinaria al pla
n ea r la evaluación de re su lta d o s" (1987: 39) p ero an o tó que "la
evalu ación del proceso rara v e z se incorpora en lo s estudios d e eva
lu ació n d e resultad os": (37). Ju d d dio dos razones principales para
este descu ido. L a prim era tiene que ver con la agencia financiera
9 4 / Asuntos críticos en tos métodos de investigación aiatitativa
y d iscu tieran sobre sexo seguro y cóm o poner este tem a sobre el
tap ete con el com pañero. En nuestro diseño escribim os que ofrece
ríam o s los grupos psicoeducátivos a los m iem bros del grupo control
si nuestros hallazgos mostraban una diferencia estadísticamente signifi
cativa en el grupo experim ental A unqu e lo s hallazgos prelim inares
sugirieron que la intervención del grupo sí h acía diferencia en los
resu ltad o s, quedam os con dos dilem as: prim ero, tratar de m an te
n ernos en contacto con la m uy m óvil población de adultos jóvenes
de los m iem bros del grupo control, m ás de dos y m edio años des
pués de que los prim eros participantes recibieran instrucción sobre
el estu d io; el segundo dilem a es que nos preguntam os por qué la
d ecisión de o frecer intervención de grupo al grupo control debería
b asarse en los h allazgos de la evaluación de. resultados y no en los
hallazgos de la evaluación del proceso. En fu tu ro s estudios la inter
v en ción se p od rá ofrecer a los grupos de control tan pronto com o se
term in e la reco lecció n de datos, in d ep en d ien tem en te de los resulta
dos cu an titativo s o cualitativos.
O b jetivos-:; :
Análisis
Planeé^ pues, todo esto de usar el condón pero (...) bueno, uno pues,:
después de seis cervezas no le importa. Y así, paso rico y hay una
conexión excelente.
Pero en mi experiencia propia, en realidad nunca me metí en nin
gún lío, para decirlo así, con drogas y sexo, porque aprendí hace mucho
tiempo que cuando estoy drogada no soy capaz de tener actividad
sexual (...) todo lo tuve que dejar porque (...) el año pasado me enrumbé
y me bajó de verdad el sistema inmune y todo el tiempo me derrum
baba. Tuve: que dejar de fumar. Me volvió el asma (...) y tuve que
dejarlo todo. Sabes, para no estar tan enferma, y para no enfermarme,
más ni que me silbara el pecho ni toser. Lo único que no he dejado es
el alcohol. Tengo que decir que esto probablemente ha aumentado (...)
lo que pienso es, hómbré, usted sabe, me dio eso tan horrible estando j
muy joven. Necesito algo (...) sólo un escape alguna vececita (...) un
escapito de vez en cuando.
He usado MDMA (éxtasis) por dos días seguidos tan pronto me
salen los síntomas (...) Pero, lo que quiero decir es que es debido al :
. estrés, pero si yo no tengo ningún estrés, no tengo problemas (...) yo,
como cuando lo contraje, sabe, estaba teniendo mis ataques, tomaba
mucho y estaba metiendo mucha droga y esto probablemente fue par
te de eso. Pero ahora, apenas me quité el estrés no (...) me manejo
mucho mejor. Lo que quiero decir es que el MDMA es una droga y me
ayuda á combatir el estrés.
Alguien habló del alcohol. O sea, tomo mucho alcohol, lo admito.
No creo que tenga un problema de trago pero tomo mucho y voy a
muchas fiestas. Pero, ¿es esto un efecto directo que está produciendo el
herpes otra vez? Porque si lo es voy á tener que parar.
lf. de A
b ib l io t e c a m e d ic a ^
.................. : .......................................................... ......... 1
1 0 4 / Asuntos críticos en los métodos de investigación cualitativa
Conclusiones y recomendaciones
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Dentro de la caja negra: asuntos teóricos y metodológicos... j 1 1 1
LEIN IN G ER : P ien so que sería interesan te, M arjo rie, rem ontarnos
por esta tendencia histórica a cóm o han cam biado las enfer
m eras antropólogas los m étodos de investigación de antropo
logía con el tiem po para uso en la investigación d e enferm ería.
L as enferm eras an tropólogas se han centrado en el estudio de
los fenóm enos de la salud y el cuidado. L as antropólogas no
Criterios de evaluación y crítica de los estudios de investigación cualitativa / 1 1 3
en ferm eras eran m ás lentas en esta área y segu ían sus intere
ses acad ém icos intercu ltu rales; m ientras que las enferm eras
están exam inando nuestros fenóm enos de salud y cuidados,
algunas no están haciendo con ocer m uy bien sus m étodos y
estrategias a las investigadoras de enferm ería. A lgunas en fer
m eras están diciendo que siguen m étodos etnográficos, pero
no han analizado cóm o éstos han cam biado el m étodo para el
estudio de los fenóm enos de enferm ería. La m anera com o las
en ferm eras con cep tu alizan los fen óm en os cu ltu rales de los
cuidados y la salud con enfoques y estrategias cualitativas suele
ser conocida de m anera m uy lim itada en la literatura. Tales
cam bio s m etodológicos desdé la antropología, hacia m étodos
d e enferm ería, m e p arecen fascinantes de descubrir. O curren
por un bu en n úm ero de razo n es y con el tiem po, y son de
gran in terés p ara los estudiosos de enferm ería.
6
M addeine Leininger
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Diálogo: la buena fenomenología' es...
M ORSE: A lgunos hacen que sus estudiantes escriban algo así com o
siete borradores ¿cóm o hace uno para saber cuándo decir ya
no m ás?
RAY: Bien, ahora m ism o tengo un estud ian te que probablem ente
está en el borrador final. Es herm oso, es artístico, genera co
nocim iento. La persona tiene un an teced en te poderoso en fi
losofía y sab e qué es —ha trab ajad o con e lla — con oce los
dilem as asociados co n los diferentes acercam ientos a los m é
todos en térm inos de la com binación de fenom enología y her
m enéutica. H ay generación de teoría, lo cual es controvertido.
E im aginar lo que esto significa en el con texto de ser hum ano,
es decir, cóm o este m odo particular de com prender se relacio
na con la condición hum ana en general. H ay arte en él. Es
com plejo.
Marilyn A. Ray
La tradición fenomenológica
Fenomenología hermenéutica
U de A
BIBLIOTECA MEDICA
1 4 4 / Asnillos críticos en los métodos de investigación cualitativa
■r
Preocupaciones filosóficas
Preocupaciones teóricas y
Preocupaciones metodológicas
/ v-.
•: I
La riqueza de la fenómeno logia.- preocupaciones filosóficas, teóricas y metodológicas / 1 5 1
p re in teg rales; la con cien cia es siem pre con cien cia de a lg o , siem
pre se re lacio n a con la con cien cia de las cosas del m un d o. E sta
e v id e n c ia in teg ral de lo s m ú ltiples m od os de co n cien cia, p o r ejem
plo, la p u ed en expresar los participantes del estu d io en térm in os
de co lo res tal com o los im agin an, en ergía, com o la sien ten , sím bo
los, com o los recu erd an y salud com o se d esea (Reeder, 1 9 8 4 ,1 9 8 9 ),
e ilu m in a la relació ri entré el con oced or y lo co n ocid o com o uno
(R eed er, 1984); A sí, la ev id en cia in teg ral, q u e se d istin g u e de la
ev id en cia o bjetiva p u ra en que se b a sa el p ositivism o, incorpora
un elem en to reflectiv o — el "reco n o cim ien to del papel de la m ente
activa en llegar a co n ocer el m undo" (Reeder, 1989: 1 7 9 )— el re
flejo so b re sí m ism o de la hum anidad (H usserl, 1970). En este sen
tido, la n atu raleza de los datos es la exp eriencia expresada p o r los
p a rticip an tes del estu d io , bien sea pasada, p resenté o an ticip ad a;
y esos datos son cap tad os y tran scrito s corno texto. Tod os los da
tos de la en trev ista tran scrito s com o texto están su jetos al enfoqu e
filosófico particular con qu e el invéstigador co m en zó —d escrip ti
vo, in terp retativ o o a m b o s— y qu e d eterm in ará la n atu raleza y el
m é to d o de an álisis. M ás a d elan te se ex p lica n lo s asu n to s relacio
n ad os con la fen om en ología eid ética o la d escrip tiva, y el co n cep
to de proceso de entrevista entre paréntesis.
S i a un in vestigador le interesa una experiencia de transform a
ción, tal com o el em barazo o la enferm edad, el m undo de la expe
riencia v ivid a de los p articip an tes, m ed ian te la co m p ren sió n del
proceso tem poral de conciencia; podría captarse bien en m om entos
significativos del proceso de transform ación o después dé la transfor
m ación, a través de lá experiencia d e la evocación de los mismos par
ticipantes en el estudio. Esta decisión puede ser tom ada m utuam ente
por el investigador y los participantes y las fases p u ed en verse com o
"re tra to s" o "instantán eas" de la experiencia. Benner (1984) llam ó a
las fases particulares "ejem plares" o "casos paradigm áticos". El len
guaje m etodológico no es universal, sino que varía con los diferentes
in vestigad ores y a m enudo crea problem as para los evaluadores o
lectores de las revistas académ icas, en especial aquellas que general
m ente no revisan o no publican estudios fen om enológicos. El len
guaje m etod ológico debe ser consistente a lo largo del inform e.
1 5 2 / Asuntos críticos en los métodos de investigación cualitativa
Resumen
:¡¡f;
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Diálogo: aclaraciones sobre los métodos
fentiittéñológicos
BO TTO R FF: P ienso que h ay dos asu n tos aquí: por una parte, uno
tien e la preocupación de Sally so b re qu e las personas en cajen
sus datos con un m arco teórico, de "d e scu b rir" algo; y por la
otra parte, tiene a los teóricos diciendo q u e los m étod os qu e se
pueden usar para lograrlo son fen om en ológicos, d e m anera
que la gente se confunde para saber cu án d o está b ie n usar
fen om en ología bajo el paragu as de estos m arcos teóricos y
cu ánd o no.
E s c u e la s de f e n o m e n o l o g í a : im p lic a c io n e s p a r a la in v e s t ig a c ió n / 159
K N A FL: P ero esto es algo que los estudian tes de doctorado n ecesi
tan saber; es una cosa dura, abstracta y conceptual.
H u s s e rl es el fu n d a d o r y la fig u ra c e n tra l d el ■m o v im ie n to
fenom enológico. L a fenom enología es m ás q u e la filosofía de H usserl,
y su filosofía cam bió consid erablem ente con el tiem po. Spiegelberg
(1982) rastreó su desarrollo en detalle; C ohén (1987) rastreó su his
toria de m anera m ás breve.
A lo largo de la filosofía d e H u sserl se han d escrito cu atro co n s
tan tes (Spiegelberg; 1982); L a prim era era el ideal de ciencia rigurosa.
H usserl tenía u na sensación de m isión qu e m inea flaqueó; Tenía la
esp eranza de que la filosofía, después de su reorganización, podría
ayud ar h asta a lo s científicos objetivos a aclarar y criticar sus con
cep tos y presup osiciones fundam entales no ciarás. Esta filosofía res-
1 6 2 / Asuntos críticos en los métodos de investigación cualitativa
El hombre es lo único entre todas las cosas existentes [...] que experi
menta la maravilla de todas las maravillas: que el ser existe (das Seiendes
ist) (Heidegger, 1951: 42)
Seria hacerle una injusticia a Heidegger si este capitulo (sección) en
ninguna parte sonara extremadamente extraño (Llewelvn, 1985: 3).
Introducción
sen tid o del ser h u m ano. En el m ejo r de los casos> se lo puede com
pren d er com o el sitio o la m atriz de nuestro ser. C om o seres hum a
n o s n os adelantam os a nosotros m ism os hacia las posibilidades de
existencia futura, estam os inm ersos en lo fáctico d e n u estro pasa
do, y n o s "en am o ram o s" an te los escapes dé n u estro presente. ^
La existencia, el estado de ánimo, y el Ser hacia la muerte. L o s con
cep to s de H eidegger de ser humano y temporalidad están ligados es
trech am ente con su con cep to de existencia. En el sen tid o estricto,
em pero, la existencia, o la posibilidad de ser o no u no m ism o , es
sólo u n a de las características básicas de todo ser hum ano. C om o lo
veía H eidegger; la existencia es un asunto n o teó rico qu e se puede
m anejar sólo por m edio de la existencia real. L a esencia de los seres
hu m anos radica en su existencia —o sea, en su s posibilid ad es de
e sco g e r diferentes m an eras de ser — . L o s seres hum anos se orientan
siem pre hacia fu turas posibilidades propias.
La h istoricid ad de la existen cia de lo s seres h u m an o s co n siste
principalm ente en los destinos de los individuos basad os en su p ro
pia d eterm in ación dentro de un m arco de p osibilidades heredado;
pero escogido. El centro de gravedad de la historicidad radica en el
futuro, pues los seres hum anos se orientan h acia éste y, en últim as,
hacia su única au téntica p osibilidad: la m uerte. En tal existencia
existen al tiem po im potencia y libertad. ' v ■
H eidegger usaba el térm ino Angst para la conciencia de la huma-*
nidad de su m ortalidad, su nada ontológica. En el Ser y el tiempo,
H eidegger (1927/1962), hablaba de la necesidad de un ser hacia la
m u erte v alien te y resuelta, cóm o con d ición necesaria para que se
volviera auténtico el Dasein. La autenticidad es la form a com o la vida
o existencia se constituye en respuesta a \a Angst; y se m anifiesta en
la batalla incierta que constituye la existencia diaria del ser.
L a ansiedad se describe com o la condición que subyace al escape
cotid iano de la Angst por m edio de las conversaciones triviales, la
curiosidad y la am bigüedad. Se in terp reta com o alejarse por la fuer
za de la nada. La distinción específica dé los hum anos que H eidegger
id en tificaba era que son seres que están en la m itad del Ser. y tam
bién se encuentran expüestos a la posibilidad del no ser y en este
sentido pueden trascender el m ero hecho de que son.
1 7 0 / Asuntos críticos en los métodos de investigación cualitativa .
cia no descubre la verdad original sino que sólo desarrolla lo que ya /• :XXX::
se conoce. Adicionalm ente, no se le da a nuestro pensam iento la po
sibilidad de abrirse cam po a em pellones en e l S er, sino que el S er es el
que se revela por su propia iniciativa, al h ablarnos (Zuspruch). No tm.
podem os hacer más que resistirlo ó aceptarlo en "u n a tranquilidad
suave" (Célassenheit der Milde) (Spiegelberg, 1982: 374).
vi m
La hermenéutica heideggeriana
E n to n c e s , p a ra H e id e g g e r la h e r m e n é u tic a e ra e l m é to d o
interpretativo p>or m edio del cual uno supera la mera descripción de
lo que e sm a n ifie sto y trata de revelar significados ocultos por m edio
de; m ecanism os anticipatorios. A ún m ás im portante que la técnica,
sin em bargo; es el hecho de que éste es el m étodo por m edio del cual
se rescatan los seres del Verfallen y el ser se trasciende hacia el Ser.
Informes de investigación
sentim iento de que las personas que los leen necesitan descripcio
n es precisas de los m étodos pueden llevar a lo s in vestigad ores a
describirlos por m edio de pasos fijos. Sin em bargo, esta táctica po
d ría llevar a un "p ositivism o fen om en ológico", con tra el cual previ
no Bolton, en el qu e los in v estig ad o res no com p ren d an cóm o se
relacionan los conceptos y los m étodos de reco lecció n y exam en de
datos. L o s investigadores qu e em plean técnicas de m an era autom á
tica, sin co m p ren d er su base, poco le servirán a nuestra ciencia.
L a com binación in co m p atible d e m arco s teóricos con enfoques
fe n o m e n o ló g ic o s p u e d e r e fle ja r fa lta de c o m p r e n s ió n de la
fenom enología. A l leer e l inform e com pleto suele revelarse que e l in
vestigador no se ha adherido al m étodo. Las realidades de una disci
p lin a p ráctica p u ed en requ erir que los m étod os (técnicas o pasos
específicos) de investigación se alteren a fin de qu e encajen en asun
tos clínicos im portantes. Los asuntos relacionados con el m étodo de
ben ser m enos im portantes que aquellos que tienen qué v er con la
m etodología (com prensión teórica y articulación del m étodo) cuan
do las realidades de la práctica sirven com o g u ía adicional. N o obs
tante, las p reocu p acion es de la p ráctica no p u ed en su stitu ir una
apreciación de la filosofía im plícita. Spiegelberg introdujo la idea de
"investigación cooperativa" en una serie de talleres que dirigió desde
1 9 6 5 h a sta 1971 (C h u rch ill, 1990), en ello s se p ro p o n ía que j o s
fenom enólogos trabajaran ju n tos p ara elim inar las lim itaciones de
las investigaciones individuales. El enfoque de diálogo usado en Seattle
es un m odelo para cooperación de. este tipo (H alling y Leifer, 1991).
N uestro trabajo en realidad avanzará si se fom enta la cooperación, si
se introduce u no en las perspectivas de los dem ás, y si se señalan
aspectos que han sido pasados por alto.
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1 8 2 / Asuntos críticos en los:métodtis de investigación cualitativa
Joyceen S. Boylv
¿ Son los estilos lo mismo que los tipos ? ¿ Que las características?
:: Yo simplemente masqué todo esto ¡unto y seguí avanzando. Pienso
. que podemos estar de acuerdo en que cualquier etnografía buena
es holistica: siempre es contextual: siempre es reflexiva. Siempre
tiene que verde alguna manera con lacontraposición ennc-etic,
Pero hay muchas otras maneras de clasificar. Y son esas algunas
de las cosas que traté de hacer.
Orígenes de la etnografía
¿Qué es la etnografía?
W ern er y Sch oep fle (1987 a, 198 7b) co m en zaro n su an álisis sobre
dos volú m enes de la etnografía diciendo: "U n a etnografía es lo que
los etn óg rafo s h acen " (42). Explicaron que la etn og rafía es cu al
qu ier descripción parcial o total de un grupo etlvw (gentes) y grnphy
(descripción), una "d escrip ción de las gentes", si. lo prefieren.
Las im ágenes que suelen asociarse con la etnografía traen a la m ente
un libro o m onografía sobre, pueblos ''prim itivos", o al m enos exóti
cos v, así, la etnografía no es sólo una: técnica de investigación sino
un térm ino em pleado para describir él producto dé la investigación.
H u gh es (1992) planteó que, en su uso original/ el térm in o etno
grafía se aplicaba a un. grupo localizado de personas que com par
tían num erosas características culturales y sociales sim ilares. P or lo
general, los m iem bros de este grupo tenían un gran sentido de soli
d arid ad m utua, basada en factores com un es de lenguaje, resid en
cia, relaciones sociales, y creen cias y prácticas políticas v religiosas.
E ste uso parece todavía estar en boga en el presente. U na etn og ra
fía se cen tra en un grupo de personas que tien en algo en com ún,
aunque en las etn ografías actuales lo com ún puede d iferir de: lo qué
era com ún en las tradicionales; los participantes de una etnografía
pueden com partir un sitio de trabajo, un estilo de v id a, una resi
dencia de cuidados, o una m ism a filosofía de la gestión.
La definición de etnografía de A gar (1980) fue m ás esp ecífica; al
ig u al q u e H ughes (1992); advirtió qúe la etnografía es tanto un pro-
1 8 8 / Asuntos críticos en ¡os métodos de investigación cualitativa
ceso com o u n pro d u cto y dijo que, com o pro d u cto , la etnografía
suele ser u n libro cu yo foco recae sobre un grupo social particular, y
el an álisis es b astan te am plio. A g ar (1980: 1) explicó: "H a b rá un
tris de historia; algo sobre los diferentes am bientes —físico, biológi
co y so cia l— y alg ú n detalle sobre las cosas que el grupo hace y las
creencias qu e sostien e''. A gar observ ó que, en tan to proceso, la et
n o g ra fía trata sobre có m o u n etn óg rafo in ten ta ap ren d er o co m
prend er alg ú n grupo h u m an o, y el nom bre p a ra "h a cer etnografía"
es trabajo de campo.
Holística y contextual
trabajos qüe con tien en citas extensas que in ten tan reproducir los
d atos o rig in ales de las en trevistas o las n o ta s de cam po; p o r des1-
g racia, ofrecen poca ayuda en el cam p o del an álisis. El tru co es
d esa rro llar el an álisis p rim ero , d ecirles a sus lectores de qué sé
trata y luego ilu stra rlo con alg u n as citas, seleccio n ad as, de sus
in fo r m a n te s .^ 1.
C ontrario a la creencia co m ú n entre los profesionales de la sa
lu d , u n a etn og rafía puede in clu ir datos y an álisis cu an titativ o s,
au nque no es com ún que ocurra en este tipo de literatura. El libro
Research methods in cultural anthropology (M étodos de investigación
en la antropología cultural) de Bernard (1988) contiene capítulos so
bre a n á lis is d e d a to s c u a n tita tiv o s / q u e in c lu y e n a n á lis is
m u ltivariad o. U na característica típ ica d e l m étod o etn ográfico es
que h ay num erosas fuentes de datos. C uando sólo se usan diferen- y
tes fu en tes de datos cu alitativ o s, m e siento bien den om in an d o á ;
este proceso "trian g u lación '', au nque a veces en la literatura de t e - J
m as de salud este térm ino se refiere a la m ezcla: de m étodos cuánti-
tativos y cualitativos. Los etnógrafos h acen copiosas notas de cam po
de lo que observan, conducen diferentes clases de en trevistas qu e
prod ü cen d iferen tes tipos de d ato s, consultan docum entos,: reco¿
gen historias de vida, v usan cuestionarios, técnicas provectivas v!
una variedad d e m ediciones diferentes qu e no requieren la observa-'
ció n p a rtic ip a n te . Com o cu a lq u ier bu en in v e stig a d o r, un bu en
etn ógrafo usará lo s m étodos apropiados para analizar la s variables
en estu d io; A sí, los hallazgos de una etnografía pueden o no seguir
un form ato cualitativo estricto.
En n u estros días, m uchos etn og ráfo s usan program as de com
pu tad ora de análisis cualitativo para ayudarse con el m anejo de los
datos. T esch (1990, 1991) presenta: una visión general de los dife
rentes program as de com putadora que se pueden usar para el ma
nejo de los datos cualitativos. El análisis de los datos que el etnógrafo
em plea puede variar según el tipo de etnografía que esté haciendo
o, m ín im am ente, segú n la clase de procedim ientos de recolección
de datos que utilice. La form a exacta com o el etnógrafo ordena y
selecciona los datos, busca los tipos, los clasifica, los pone en se
cu en cia y los procesa para encontrar p atrones en el co n ju n to de-
1 9 2 / Asuntos críticos en los métodos de investigación cualitativa
pende tam bién en alguna m edida: del tipo y enfoque de la etn ogra
fía y de las aptitu d es y p referen cias del etnógrafo. El fin de este
Proceso es reu n ir o reco n stru ir lo s datos en una m anera com p ren si
ble y constructiva, agrupándolos segú n m od elo s, categorías y. rela
cion es sign ificativas. H ágase com o se hágá> s i se la hace bien; la
etn og rafía p resen ta u na co n ce p ció n h o lística d e un g ru p o social
d en tro de los contextos im p o rtan tes de sign ificado y propósito.
La reflexividad
O bservaron estos autores que "ta l com binación del que está aden
tro v el que es de a fu era perm ite una in telección m ás clara que las
que p u eden tener, solos, el n ativo o el etnógrafo. L o s dos pu ntos de
vista, puestos lado a lado, producen una 'tercera dim en sión ' que
red o n d e a el cu ad ro etn o g ráfico " (1987«: 63). A sí, la b u en a etno-
grafíá p rodu ce teo ría a partir de la n atu raleza reflexiva de la expe
riencia etnográfica. U na bu ena etnografía es siem pre m ás que sólo <
una d escripción: es una explicación teórica. El n iv el y el pod er dé la ¡
teo ría varían de acu erd o con el alcance y el foco de la etn o g ra fía .. /
^ Lo emic y lo etic ■■
Los térm inos emic y etic son com unes en la etnografía, y están relacio
nados de m anera directa con el análisis anterior sobre la reflexividad.
L a perspectiva emic —\a visión desde adentro, o la perspectiva sobre i
la realidad que el inform ante tien e— se encuentra en el corazón de la 1
investigación etnográfica. O bviam ente, la visión desde adentro, de lo
que sucede y por qué, es básica para com prender y describir de m a
nera exacta las situaciones v los com portam ientos! L a perspectiva etic
es el m arco teórico qu e se trae desde afuera, las abstraccion es del
investigador, o la explicación científica de la realidad. U n propósito
im portante de la investigación socioculíural de tipo etic es desarro
lla r in s tr u m e n to s e s ta n d a r iz a d o s p a ra m e d ir la s v a r ia b le s
sociocu ltu rales (D avis, 1992). Tam bién es im p o rtan te advertir, sin
em bargo, que la perspectiva etic —el punto de vista que se tien e des
de afuera — es lo que los etnógrafos v en u observan a m edida que se
in trod ucen en el trabajo de cam po. A unque la perspectiva em ic pue
de no siem pre conform arse a un punto de vista etic, am bos puntos de
vista son im portantes para ayudarle al etnógrafo a com prender por
qué m iem bros de un grupo particular hacen lo qu e hacen, v am bas son
necesarias si el etnógrafo quiere com prender v describir con precisión
situaciones y com portamientos. A m bos puntos de vista le ayudan al
etnógrafo a desarrollar interpretaciones conceptuales o teóricas.
1 9 4 / Asuntos críticos en los métodos de investigación cualitativa
El producto de la etnografía
A m ed id á que "h a ce r etn o g ra fía " evolu cion aba a p artir del foco
inicial puesto sobre las pequeñas sociedades tribales hasta los estü-
E s t il o s d e e t n o g r a fía / 197
Etnografías procesales
Etnografía
; ' enfocada
Etnografías procesales
Las etnografías procesales son aquellas que d escriben algu nos asp ec
tos d é lo s p rocesos sociales. Éstos pueden describirse de m anera fu n
cional y sincrónica —por ejem plo, explicar có m o algunas partes de
una cultura o un sistem a social se in terrelacionan en u n período de
tiem po, sin tener en cuenta los antecedentes históricos — . O se pue
d e n e x p lic a r de m a n e ra d ia c r ó n ic a , c o m o en el c a s o d e la
e tn o h isto ria . Un relato etnohistórico d escrib e lo s aco n tecim ien to s
corrientes o procesos sociales co m o resultad o d e los acontecim ien
tos históricos.
L os rasgos qu e definen las etn ografías procesales se analizaron :
antes en este capítulo. Son d e naturaleza holística/ contextual y re
flexiva, y suelen incluir datos em ic y etic; el foco está en el grupo de j
personas qu e com parten características sociales y culturales sem e
jan tes.
Estilos de etnografía / 1 9 9
v La etnografía particularista :
x E tnografía etnohistórica ■
Otras clasificaciones
Análisis etnográfico
E tn o g ra fía s b in aria s
Holística : Particularista
U rbana Rural
Tema múltiple 1 - Tema único
Lenguaje nativo Lenguaje del mundo
Nivel múltiple Nivel único
Organización nativa Organización del etnógrafo
Descripción piena Esbozo
Analítica Sintética
.■■■: La etnocimcia
an álisis com p onen cial puede usarse para d eterm inar el significado
en taxonom ías, al perm itir que el etnógrafo prediga qué rótulo cla
sificad or se le asign ará a algún objeto.
El análisis com ponen cial puede usarse para otros enfoques de la
etnociencia. P or ejem plo, el análisis taxonómico n os perm ite predecir
a qu é clases de cosas se asignará alguna cosa; eí análisis de decisión I
perm ite p red ecir cu ál de las d iferentes opciones de com portam ien- /
to va a escoger una persona bajo circu nstancias específicas. A am odt .
(1991) d escribía cóm o las expresiones ling ü ísticas se pueden usar
con la e tn o cien cia o la etn ografía sem án tica (el térm in o que ella
prefiere), p ara generar conocim iento útil en enferm ería.
U na de las d escrip cio n es del a n álisis co m p o n en cia l m ás bien
escrita s es la Entrevista etnográfica d e S p rad ley (1979). Spradley>
por p ro v en ir de la posición ep istem o ló g ica de la etnociencia, p o
nía p rim ero los datos de en trev ista s en el a n á lisis de datos. De
h ech o, si uno lee co n cu id ad o la d escrip ción de Sp rad ley (1979)
no p a re ce qu e h u b iera nada de o b serv ació n p articip an te. Él era
m uy esp ecífico sobre su d escripción de "a n á lisis etn o g ráfico ". In
clu ía , a) hacer an álisis del dom inio, b) form ular pregu ntas estru c
turales, c) h acer análisis taxonóm icos, d) fo rm u lar p regu ntas de
co n traste, e) h a ce r un an álisis com p onen cial, y f) descu brir los te-
m as cu ltu rales.
Sp rad ley (1979: 186) definió tema cultural co m o "cu alqu ier prin
cipio cognitivo, tácito o explícito, recurrente en un gran núm ero de 7
dom inios y qu e sirve com o relación entre subsistem as de significa- j
dos cu ltu rales". Según Spradley, los tem as cu ltu rales son elem entos
en los m ap as co g n itiv o s que co n fo rm an úna cu ltu ra. Se trata de
unidades m ayores dé pensam iento que consisten en un núm ero de
sím bolos vinculados en relaciones significativas. Suelen expresarse
com o aseveracion es y son por lo com ún presuposiciones que la gen
te cree y acepta com o verdaderas y válidas; y tienen un grado de
gefieralid ad y se ap lican a num erosas situaciones. Por una parte,
Sp rad ley su g ería q u e cu alq u ier escena cu ltu ral p articular tendrá
tem as m ayores y m enores. Por la otra, Benedict, en Patterns o f culturé
(Los p atro n es culturales) (1934), in ten tab a exp licar culturas en te
ras co n base en un tem a único, que lo abarcaba todo.
2 0 8 / Asuntos críticos en los métodos de investigación cualitativa
El análisis de contenido
La entrevista sé usa, claro, pero en un estilo que difiere del que por lo
general se encuentra en otras ciencias del comportamiento. La entré- \
vista fluye con libertad, es "abierta", y responde a la información y las
cjayes proporcionadas por el "sujeto" o "informante". El investigador
no se limita a formular preguntas; las preguntas se hacen cuando son
. pertinentes y cuando Imy algo que preguntar. Por lo general, no se emplea /
ningún "plan" de cuestionario preestablecido y muy estructurado (al
menos no inicialmente). Un instrumento de sondeo desarrollado an
tes del trabajo de campo implica que el investigador ya sabe cuáles
son las preguntas más fructíferas, sobresalientes y pertinentes que ser- : U
oirían como puntos de entrada para comprender una situación hasta aquí no
mapeada (1992; 444).
: ; Conclusión
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í
Diálogo: ordenar los estilos...
BO YLE: ¿Por qué son diferentes las etn ografías hechas por las en
ferm eras? ¿Son diferentes? A lgunas lo son , otras no. Si pidié
ram os unas reseñas a ciegas, algunas las pudiéram os reconocer
y otras, nadie. A hora dirían algunos —y yo no estoy en des
a cu erd o — que la etnografía siempre im plica una teoría de la
cultura, pero m e gustaría pensar que yo hago algo distinto
porque no estoy contribu yendo a las teorías de la cultura; es
toy contribuyendo a m i propia disciplina de la enferm ería.
......
10
Sobre la evaluación
de las etnografías
M arjorie A. M uecke*
Con este capitulo quiero decir que es hora de reconocer que nos
enfrentamos a dos tipos diferentes de etnografía, no sólo la corta y
la larga, la miui y la maxi, versioites de lo mismo. Por una parte,
tenemos la antropología académica, que tiene una variedad de
escuelas de pensamiento acerca de lo que es la ebiografia, pero
todas dicen que hacer etnografía exige un tiempo largo y surge del
contexto local. Y luego, por otra parte, tenemos otras etnografías,
las que se hacen con una pregunta específica en mente, con un
propósito claro, cuya intención es que sean aplicadas. Estas son
programáticas y pragmáticas. Cuando se es un profesional de la
salud y se está leyendo o haciendo una etnografía, uno pregunta:
¿y entonces? ¿Yentonces qué me dices de .vi¡z? Uno mira estos
estudios descriptivos particularistas, miui, bien centrados, de una
manera moral; uno quiere que muestren la humanidad de quien
sea quien se esté describiendo; y que contesten alguna pregunta.
Asi, en este capitulo el reto para mí es dar con unos criterios de
1 Hughes (1992; 449) sugirió que una razón principal para el amplio uso del método
etnográfico es su similitud con un enfoque de estudio de casos para comprender
el comportamiento humano. "Un estudio de casos muestra su poder en la profunda
capacidad humana —y necesidad — de antropomorfizar eventos percibidos en él
mundo natural humano —para enfatizar, no sólo simpatizar—".
2 2 0 / Asuntos críticos en los métodos de investigación cualitativa
Etnografías antropológicas
La etnografía clásica
Las descripciones reform ulan los "h ech o s'' cru d os para m eterlos en
térm inos y categorías m ás sim ples y universales, com o parentesco,
sistem as de com ercio y rituales,. U na etnografía clásica es producto
de un viaje prolongado durante el cual el in vestigador resid e cori la
com unidad estudiada, y observa y docum enta al m ism o tiem p o que
p articip a d irectam en te en alg u n as a ctiv id ad es seleccio n ad as. El
etnógrafo clásico p or lo general selecciona una o varias, personas
del grupo para h acer a lo largo del tiem po unas entrevistas m ás
in tensas y centradas. Estos informantes clave influ yen m ucho sobre
el etnógrafo y el contenido resultante de la etnografía; las voces de
otros inform antes tienden a ser subsum idas p o r la autoridad dé los
inform antes principales.
C rucial pára la etn og rafía clásica es la credibilidad del etnógrafo;
A únque eni un esfuerzo por lograr objetividad; la subjetividad del
investigador, sé retira in tencionalm en te del texto, el grado en que
esté asociado con. las personas estudiadas es índice in form al e im
portante de la credibilidad com o etnógrafo. La facilidad en el len
guaje o lenguajes de los inform antes es básica para la ; credibilidad
del etnógrafo, aunque cuando no es posible tenerla, se puede recu-
rrir a intérpretes locales.
A lgunos ejem plos de este tipo de etnografía so n M a rg a ret C lark
(1959 ) H ealth in the m exican-american culture: a com munity study*;
Carol G erm ain (1979) The cáncer unit: an etnography**, C olín Turnbull
(1961) The forest people: a study o f the pygmies o f the Congo***; y la
serie de George. y Louise Spindler dé estudios de caso en antropolo
gía publicados por H olt, R inehart y W in sto n du rante las décadas
de los sesenta y setenta.
La etnografía sistemática
La etnografía interpretativa
La etnografía crítica
Los etn óg rafo s crítico s ven la etnografía com o ficción , in ven ción
cread a por las in teraccio n es del etnógrafo v los in form antes, con
sid erad os co au tores y criaturas de sus prop ios tiem p o s y cu ltu ras. '
E sta p o sic ió n está en d e sa cu e rd o co n la p re s u p o s ic ió n de lo s
e tn ó g ra fo s y e tn o c ie n tífico s clásico s de q u e la cu ltu ra e s tá "a h í
a fu e ra " para ser descu bierta. Los etnógrafos críticos so stien en que
d eb id o a que la etn ografía es co m p letam en te in terp reta tiv a , los
d iferentes etn óg ráfo s crearían diferentes relato s, y p o r.e n d e , que
cu alq u ier in terp retació n es sólo una posible lectu ra d e la cu ltu ra
estu d iad a (N oblit y H aré, 1988: 14). Esta escuela critica a su; pre-
d e ce so ra —la e tn o g ra fía in te rp re ta tiv a s- de ser e sen cia lista , de
"re d o n d e a r" las o bserv acio n es en u n cen tro in teg rad o, y por ende,
de e x clu ir las v o ces co n tra ria s que m an tien en la cu ltu ra viva y
siem p re cam bian te.
Los etn óg rafo s críticos sostien en que e l etn óg rafo es in ev itab le
m ente p articip an te d u ran te e l texto y su con stru cción . C reen que
la etn ografía es su bjetiv a; que refleja las p o sicio n es, los valores y
la co n cien cia de qu ien la escrib e A la in flu en cia m utu a y d in ám i
ca del etn ó g rafo y el cam po de in vestig ación la llam an co n el tér
m in o reflex iv id a d . L a s b u e n a s e tn o g r a fía s h a c e n e x p líc ita la
n atu raleza d e la reflexiv id ad q u e la s m odeló (L am b y H u ttlin ger,
1 9 8 9 ). C o n c ib e n q u e la e tn o g r a fía c r ític a p r e s e n ta un collage
im p resio n ista, u n a im ag en qu e rep resenta sólo u n m om en to y u n
c o n te x to p a rtic u la re s, no la cu ltu ra h o lística d e lo s etn ó g ra fo s
in te rp re tativ o s.
D os escu elas h a n su rg id o d en tro d el cam p o de la etn og rafía
crítica: la posm od ern a y la fem in ista. C on el riesg o de qu e éste sea
un co n traste sim p lista, los etn óg rafo s p osm od ern os se preocupan
fu n d am en talm en te de la retórica, de la form a d e la d escrip ció n ;
con sid eran que tanto la escritu ra com o la lectu ra de la etnografía
son p rocesos creativo s. M arjorie Shostak (1981) abre cam in ó con
228 / A s u n t o s c r ít ic o s e n lo s m é t o d o s d e in v e s t ig a c ió n c u a lit a t i v a
su obra Nisd: thé life and words o f a !Kung woman, en ella ejem plifica
la p o sició n p o sm o d ern ista (C liffo rd y M arcu s, 1986); otra "e tn o
grafía nueva" es la de L o m a Rhodes (1991) co n Entpiying Beds: The
W ork o fa n Emergency Psychiatric llnit. L as etn óg rafas fem inistas, en
contraste, se orientan principalm ente a m in im izar su propia explo
tación de sus in form an tes y a exponer las fu erzas de la opresión
contra los grupos m enos privilegiados de la sociedad. D os ejem plos
exceléntes de etnografías fem inistas son W olf (1992) A Thñce-Told
Tale: Fem inism , Postm odernism and E thnographic Responsibility, y
S treet (1992) co n Inside Nursing: A critical ethnography o j clinical
nursingpractice.
Tabla 10.1 C on trastes en tre etn o grafías antro p oló gicas y de las ciencias
de la salud
Conclusión
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U. de A
Diálogo: más sobre revolver métodos
M AY: S í y no. :
STE R N : Bien, M adeleine, lo que .yo pienso es que los m étodos son
personales. Es com o una religión; Cada cual cree en la suya.
P uede que vaya a una cierta iglesia, pero va a casa y reza a su
propia m anera. A uno puede no gustarle. Tal vez m i rep u ta
ción qu ed ará m an ch ad a para siem pre (porqué está en una
cinta grabada), pero la gente piensa de m odo diferente, y tie
ne su propia m anera de llegar a algún tipo de verdad. Y uno
tiene que rascarse las pulgas a su propio m odo.
M AY: ¡Oh, los cam bios generacionales que estam os viendo, pero yo
no creo que el m undo se entere! Yo m e siento en un sem ina
rio, y m e hablan sobre el m étodo, y tendría que rep asar u n
diccionario m ental v decir: "E sp era u n m inuto, ¿cóm o llam an
ustedes eso? N osotros solíam os llam arlo cod ificación abierta.
¿Todavía lo llam an ustedes así?" D e m anera que ahora nos
h em os encontrado las form as g enerales de un proceso al que
nos ha dado por llam ar teoría fu n d am en tad a. Y u no tiene
una fo rm a u otra, y son diferentes de m aneras bastante in te
resantes.
11
Existe una clase de vidrio llamado vidrió del final de la fecha, hecho
al coger todos los colores y tirarlos en una olla y revolverlos. Es
, algo hermoso, pero no tiene ningún estilo ni patrón, es lo que a
: uñóle salga. Á mime llega mucho de eso como editora de una
revista (Health Care for Womeri International) a la que le
gusta la investigación cualitativa; Véo un número infinito de
manuscritos ai los cuales todo está mezclado y lo llaman teoría
fundamentada.
Métodos interpretativos
La te o r ía fu n d a m e n ta d a no es sin o u n o m ás d é lo s m é to d o s
interpretativos qué com parten la filosofía com ún d e la fenom enología
— o sea, m étodos que sé em plean para describir el m undo de la per
sona o personas en estu d io —. El producto final deseado determ ina el
método que se em plea. Los etnógrafos que aceptan una perspectiva
fenom enológica intentan describir la cultura de un grupo dado com o
la ven los individuos en estudio: un punto de vista emic. Los sociólo-
2 4 8 / Asuntos críticos en los métodos de investigación cualitativa
Revolver métodos
A unque exista gran núm ero de sim ilitudes en todos los m étodos
interpretativos, en que los etnógrafos, fenom enólogos y teóricos fun
dam entados usen la observación y la entrevista com o una form a de
recopilar datos, lo s m arcos subyacentes de los m étodos difieren. Los
etnógrafos se.ap roxim añ al cam po arm ados con una teoría desarro
llada por generaciones de antropólogos y, por tanto, vuelcan su
aten ción a la cultura dentro de un m arco teórico a partir de una
perspectiva teórica particular. Por ejem plo, pueden m irar a la es
tructura que crea orden, o al ritual que es parte de la identidad de la
cultura y que, en efecto, la m an tien e en su puesto; o pueden obser-
2 5 0 / Asuntos críticos en los métodos de investigación cualitativa
a p erm itir d escu brir otras categorías y d im en sion es, d efiniendo así;
ad em ás, los lím ites de las variables — por ejem plo, observando otro
grupo cu ltu ral — . El teórico fu ndam entado de bu ena escuela, ja
m ás se excu sa p o r el tam año de la m uestra o sus características. Si
lo s n ú m ero s eran in su ficien tes para satu rar la s categ o rías de un
d eterm in ad o aspecto del estudio, e l in vestigad or habría seguido re
cop iland o datos hasta que se sintiera satisfecho o no escuchara n ada
n u ev o (para un ejem plo reciente, v er H itchcock y W ilson, 1992).
Conclusión
A l fin a l, si la te o r ía fu n d a m e n ta d a h a e v o lu c io n a d o o se ha
erosion ad o es un asunto de id eo lo g ía. G laser ve en el tra b a jo de
Strau ss un cam bio fu nd am en tal, m ien tras S trau ss argu m en ta que
un m étod o que se ha vu elto ta n p o p u lar co m o la teo ría fundam en
tad a está sujeto a cam bios (Strauss v C orbin, en prensa). Para m í,
glaseriana estricta (estudiante q u e da crédito a su m entor), Strauss
y G laser presentan m étodos fu nd am en talm ente d iferentes. L o s es
tudiantes de S trau ss producen trabajo bu eno e im portan te (C ohén,
1993), pero éste, tam bién , es fu nd am en talm ente difereñte.- E l pro
ducto parece sujeto a un solo conjunto de circu nstancias y no in si
núa ese salto con ceptu al que, con el tiem po, sé con vierte en una
teoría form al. Los m etod ólog os g laserian o s se están poniendo u n
Erosionar la teoría fundamentada / 2 5 7 .
Referencias bibliográficas
1: 263-276.
• y ; n
1. 'i
i' í
l'u
:vv.yn
Diálogo: cuestiones sobre grupos focales
CA REY: M e parece que uno lo tiene que guiar. A ntes de com enzar
la sesión, cuando la gente se esté acom odando, hay que de
tectar quién va a ser dom inante y quién no lo va a ser. Ponga
la persona d om inan te a su lado de m anera que uno pueda
guiar u n poquito. Y p on er a los tím id os al frente para que los
p u ed a an im ar co n form as no verbales.
*; *r
t*: v
■I
1 2
El propósito y el proceso
U. de A
BIBLIOTECA m e d ic a
2 6 4 / Asuntos críticos en ios métodos de investigaaón cualitativa:
Fasel: preparación
pueda m anten erse tan atento y calm ado en su postura m ental com o
sea posible. U n estado m ental de calm a es un punto a favor para el
trabajo intenso de procesar las interacciones del grupo durante la
sesión. L ■
Fase 2: implementación
La primera impresión
La censura y la conformidad
Factores de la participación
Los fa cto res que afectan el conform ism o y la cen su ra tam b ién afec
tan otros aspectos de la participación del grupo. Ser consciente de
la influencia potencial de estos factores le perm ite al investigador
planificar las sesiones e interpretar los datos de una m anera m ejor.
Estos factores actúan en los niveles individual y grupal, e interactúan
a través de ellos. Los factores relacionad os principalm ente con el
nivel individual son la confianza, la d esviación, el an on im ato, el
co m p ro m iso con la p ro p ia o p in ió n ex p resad a p ú b lica m e n te , la
au toestim a, las exp eriencias previas con grupos, las exp eriencias
relacio n ad as con el tem a, el g énero, la necesidad de afiliación , la
preocu pación por ser evaluado y la necesidad de com paración so
cial (de H astie, 1986). Los factores del nivel grupal son el tam año
del m ism o, su unanim idad, la historia del acuerdo y la cohesión del
grupo.
L o s factores qu e s é ha dem ostrado que influyen en la participa
ción grupal en estudios sobre la productividad de los grupos peque
ños son influencias v erosím iles en las sesion es d e grupo focal. Éstos
in cluyen los incentivos, am enazas, com petencia; fam iliaridad con
la taréa; coordin ación por el líder de lo que dicen los m iem bros, y
estrategias para solucionar las tareas (H ill, 1982; L au ghlin, 1991).
Adérriás, otras influencias probables son la edad> la etn ia y la clase
social de los m iem bros y el líder.
Mejoramietitosy limitaciones
tar con cau tela lo s cam bios que se dan después de que otro m iem
bro h abla sobré el tem a relacionado. Si se ha pensado que la cen su
ra ha Ocurrido tales datos se p u eden in terp reta r com o u n lím ite
in ferior de los datos potenciales.
El in vestigad or puede m odificar los efectos problem áticos al m e
nos hasta cierto punto. En una edición revisada del texto clásico de
M értóri, Fiske y Kendall (1990) se en cu entra una gran cantidad de
co n o cim ien to pro d u cto de la exp eriencia y basado en principios
sólidos de psicología social. Tal com o lo su g ieren estos autores, el
in vestig ad or puede m inim izar los aspectos negativos v m axim izar
la s v e n t a ja s p r e s ta n d o a te n c ió n a lo s p r in c ip io s b á s ic o s :
retrosp ección (pensar bien para poner a los m iem bros e n el contex
to de la experiencia), rango (am plitud de las experiencias), especifi
cid ad (d escrip ció n d e ta lla d a ), y co n tex to p erso n al, (sig n ifica d o
individual de la experiencia real).
La técn ica de grupo focal es útil en la investigación, y los partici
pantes han inform ado que disfrutan las sesiones, que éstas les sir
ven de apoyo, son inform ativas y le dan un sentido de cosa com ún
a la experiencia. La oportunidad de tener voz en e l tem a del estudio
hace que ellos se sien tan im portantes y con poder.
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Diálogo: el uso de datos grabados
en vídeo
Joan L Bottorff
Datos óptimos
A pesar del acu erdo general sobré lá utilidad potencial de los vídéós
para la in vestigación , existé m enos consénso so b re cu áles son los
datos de m áxim a u tilid ad y validez o cóm o se d eben recolectar.
A un qu e el cóm o sé graba y el qué se graba están vinculados de
m an era inextricable a las p regu ntas qu e se form ulan y a los com
portam ientos que interesan, hay varias consid eraciones com unés a
cualquier estudio que involucre el usó de vídeos. A serriejárizá dé
otros m étodos de recolécción de datos, lo s investigadores que usan
vídeo deben buscar o bten er una reprodu cción tan p recisa de los
acon tecim ien tos y com portam ientos co m o sea m ecánica y h u m a
nam ente posible, taréa que significa m inim izar las distorsiones de
los com p ortam ientos observados y estar aten tos a ú n a gam a am
plia de am enazas a la validez.
Los requisitos técnicos principales de cu alquier v íd eo que se usé
para p ropósitos de in vestigación son una fo to g rafía y un sonido
claros. Es cru cial tom ar décisiones cuidadosas respecto del equipó
qué se va a u sar y rev isar las condiciones de luz, los m icrófonos y el
lú gar de las cám aras, la calidad del sonido y de la im agen an tes dé
com enzar la grabación. Los continuos d esarrollos en la tecnología
audiovisual tendrán un gran im pacto sobre estas decisiones. D ebi
do a que es esencial que el tiem po se registre en horas, m inutos y
2 9 0 / Asuntos críticos en los métodos de investigación ciialitatim ,
Es im p o rtan te ad vertir que las con sid eracion es con resp ecto al
tip o y la co lo cació n de equ ip o s siem p re ex ig en a lg u n a n eg o cia
ción . P o r ejem p lo , en mi estu d io, la lo calización p articu lar de las
cám aras cap taba fácilm en te los co m p o rtam ien to s exh ibid os p or el
paciente. S in em bargo, la cara de la en ferm era no siem p re se veía,
en esp ecial cuand o se en fo ca b a d irectam en te Sobre el p acien te de
esp a ld as a las cám aras. V olver a co lo car en u n sitio la s cám aras
para ca p tar estos co m p o rtam ien to s h a b ríá pro d u cid o 1a p érdida
de o tros datos (p o r ejem p lo la: cara del: p acien te). A g reg ar otra
cá m ara n o se con sid eró una o p ción razo n able por el costo, y por-
que tres o m ás cám aras en un pequeño cuarto p rivado habría sido
algo a b ru m a d o r p ara la m ay o r p arte de los p a rticip a n te s. U na
so lu ció n parcial cu and o se em plean dos cám aras en situ acio n es
sim ilares puede ser el uso de una pantalla "cu a d ro en cu ad ro " o
ú n a im agen partida de m odo que am bas im ágenes se puedan ver
de m anera sim ultánea.
P u esto que los lím ites que m arcan los "co m ie n z o s" y "fin ales"
de los acontecim ientos rio suelen estar claram ente d efinid os y re
qu ieren el criterio de los investigadores, suele aconsejarse com en
z a r a g ra b a r a n te s del a c o n te c im ie n to de in te ré s y c o n tin u a r
haciénd olo unos m inutos después de q u e p arezca:h aber concluido.
En algu nas situaciones sim plem ente puede ser m ás eficiente hacer
u n registro de vídeo continuo que intentar grabar ejem plos específi
cos^ del com portam iento. Esta:solución ¡puede ser de particular im
portancia para los investigadores cu alitativos quienes posiblem ente
rió sean capaces de predecir en esta etapa de su investigación cu án
do van a Ocurrir los ¡acontecim ientos o com portam ientos o cuáles
serán los m ás interesantes. El costo adicional de com p rar cin tas de
v íd e o e x tr a s es m ín im o , y se c o m p e n s a de s o b ra al re d u c ir
su stancialm ente el riesgo de q u e se pierdan datos im portantes. Sin
em bargo, el tiem po requerido para el análisis puede au m entarse de
m a n e ra significativa cuando se em plea este enfoque.
La representatividad de los com portam ientos captados con un
reg istro1de vídeo recibe la influencia principalm ente de los efectos
del observador. Las observaciones n aturales de cam po con el ojo
d esnu d o o con la cám ara pueden tener un efecto de introm isión en
2 9 2 / Asunios'-crítícos-en los métodos.de investigación cualitativa
las personas observadas y hacer cam biar su com portam iento (Gross,
1991; K endon, 1979; Lytton, 1971; Scaife, 1979; S ch erer y Ekm an,
1982); dado que las lim itaciones éticas en la m ayoría de las situacio
nes/si nó en todas, no perm iten h acer un vídeo oculto. Los investi
gadores deben ser: conscientes acerca de los factores que influyen
en la autpinspección y determ in ar para el an álisis cu án ta insp ec
ción se debería anticipar y perm itir.
E n mi estudio sobre las in teracciones enferm era-paciente, se reco
pilaron registros de vídeos en u n am biente clínico donde la actividad
de investigación era una norm a valorada y aceptada tanto por los
pacientes com o por el personal. S in em bargo, com o el uso del vídeo
era una práctica poco corriente en este am biente, esperábam os que
la gente fuera consciente sobre la m anera com o se veía y que se pre
ocupara de lo que decía o hacía m ientras la film aban. D ebido a que el
éxito del proyecto dependía de la cooperación voluntaria del perso
nal, de los pacientes y de los visitantes, era de extrem a im portancia
solucionar éstas preocupaciones. Se dieron varios pasos para aum en
tar la acep tación y reducir la reactivid ad al proceso de grabación.
Prim ero, a todos los participantes se les in fo rm ó sobre la razón de
usar el vídeo y cóm o se h aría la recolección de datos a fin de que
estuvieran preparados para la presencia del investigador y d el equi
po de grabación. No es de extrañar que el uso creciente de cám aras
de vídeo en hogares, eventos deportivos y negocios fuese im portante
para facilitar la aceptación de las explicaciones y justificaciones de su
uso en lá investigación; Adem ás, el equipo fue instalado un m es an
tes del com ienzo de la grabación para ayudarle al personal a habi
tuarse a la presencia de las cám aras. Segundo/ para; proteger a los
participantes de la vergüenza o de las repercusiones adm inistrativas
se les garantizó qué el vídeo; sería confidencial, y que si se usaban
fotografías de la grabación en los reportes finales n o se revelarían los
nom bres individuales. Tercero, las cám aras de vídeo em pleadas para
esta investigación se colocaban en la pared del cuarto de un paciente
y se vigilaban desde un área adyacen te tratando de m inim izar su
introm isión; la interferencia en el cuidado del paciente y la influencia
de la presencia del investigador. Cuarto, a cada paciente lo grabaron
por un periodo de 72 horas, y a las enferm eras las g rabaron m ien-
E l u s ó d e l a s g r a b a c io n e s d é v id e o e n la in v e s t ig a c ió n c u a lit a t i v a / 293
tras duraba su turno, a menudo por varios días, con el m ism o pa
ciente o con uno d iferen te. Por tanto, era poco p ro b ab le que los
participantes m antuvieran com portam ientos atíp ico s du rante todo
el tiem po que estab an siend o grabados. Finalm ente, el investigador
pudo establecer una relación con los participantes que ayudó a cal
m ar cualquier ansiedad o aprensión por estar involucrado en este
estudio. Esta últim a estrategia era im portante y subraya la perti
nencia de seguir estrategias éticas responsables p ara negociar el
acceso, no distintas de aquéllas en las que se ven com prom etidos los
observadores participantes.
; ; v ; D u ra n te todo el proceso de recolección de d ato s se v ig iló la
reactividad, y se estim ó el alcance hasta el cual s e dio la autoins-
pección m ediante en trevistas con participantes al concluir el reg is
tro de vídeo. Lós com entarios que le hicieron ai investigador algunos
m iem bros del personal (por ejem plo, "¿se rá que n os g anam os el
prem io a la m ejor actu ación ?", "¿có m o lo estoy h a cien d o ?") refle
jaron algo de su sen sibilid ad du rante la recolección de datos. Sin
em b a rg o , tod as las en fe rm e ra s que v iero n u n a m u estra de sus
in teracciones co n lo s pacientes captadas en vídeo, durante las en
trevistas de seguim iento, indicaron que los episodios seleccionados
rep resentab an su m anera norm al de hacer las cosas, y que aunque
pu d ieran h aberse sentid o cohibidas con la videograbación apenas
entraban al cuarto esto desaparecía pronto.
D e m anera sem ejante, se encontró que los pacientes y las visitas
prestaban poca atención al h ech o de que se estaba grabando. L os
in d icios de que los p articipantes com únm ente se "olv id ab an de las
cám a ra s", porque estaban dem asiado ocupados o involu crados en
su s actividades norm ales p ara preocuparse p o r ellas, lo s corrobo
ran otras personas que usan m étodos de videograbación sim ilares
en am bien tes hospitalarios (M orse y M cH utchion, 1991) y en otros
co n textos (G rim shaw , 1982). Tam bién es im p o rtan te advertir que
aunque sí hubo algo de aütoinspección, los participan tes no reco
n ocían los com portam ientos grabados com o átípicos o n o se en con
traron in ad ecu ad os para el análisis.
En resum en, sin ningú n esfuerzo técnico com plicado para red u
cir la visibilidad de la grabación, el problem a de la distorsión de
2 9 4 / Asuntos críticos en los métodos de investigación cualitativa
Consideraciones éticas
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U. de A
Bib l io t e c a m ed ic a
304 / A s u n to s - c r i t i c a s e n l o s : m é t o d o s d e i n v e s t i g a c i ó n c u a l i t a t i v a ■
Sally Thorne
sobre fam ilias con cáncer (Thom e, 1985), casi la m itad de la m ües-
tra te n ía apellidos que em pezaban con la m ism a letra del alfabeto.
A un qu e un an alista secundario probablem ente no estaría bu scan
do ten d encias en la nom enclatura de esas fam ilias, el caso ilustra de
m an era dram ática la posibilidad de exagerar la influ encia de cual
quier n ú m ero de peculiaridades m ás invisibles y, quizás, m ás con
vincentes dentro de cada conjunto de datos.
U n p eligro relacio n ad o con el an álisis secu n d ario es qu e la in
fluencia de ciertos rasgos del con ju nto orig in al de datos puede no
ser ta n obvia para el in vestig ad or apartado de los datos. En otras
p ala b ra s, los in v estig ad o res de cam p o co n tin u am en te em p lean un
co n ju n to so fistica d o de m ecanism os m entales con el propósito de
p ro teg erse de tram pas interp retativ as p red ecibles (C icou rel; 1982).
Ellos to m a n n o ta s m entales de las co n d icion es que h acen que un
in fo rm a n te clave esp ecífico sea u na p erso n a m ás vehem ente, ana
lítica o articu la d a que las d em ás; tam bién tien en en cu en ta las
ca ra cte rística s del am biente q u e p u ed en m old ear u n c a so p articu
lar de los d atos, y u n n úm ero in fin ito de d etalles que in flu y en so
b re la d ir e c c ió n p e ro que p o s ib le m e n te n u n ca lle g u e n a ser
a ccesib les d en tro de las n o ta s fo rm ales de cam p o (S ch efí, 1986).
A d em ás, la in m ed iatez del papel del in v estig ad o r en la co n stru c
ción d é lo s d atos le da al in vestig ad or acceso a cap tar su tilezas
tácitas que pu ed en ser m u y d ifíciles de reco n stru ir en fe c h a p o ste
rior. S e esp eraría; por ejem plo, que los estu d io s de las relaciones
ra cia les reflejaran d iferen cias cu alitativ as antes, d u rante, y des
pués de u n acon tecim ien to tan im p o rtan te com o lo que sigu ió al
ju icio p o r el caso de R odney K iiig .1 S in em barg o, esto podría de
m ostrar que es im p o sib le reco n stru ir o aun in terp retar los p ro ce
sos m e n ta le s de u n in v estig ad o r cuya in v estig ació n se ha visto
in flu en ciad a p o r facto res co n textú ales, en esp ecial p o rqu e éstos
de m a n e ra in ev ita b le in clu y en m u chos m ás aco n tecim ien to s te
rren ales situ acio n ales o so cio p o lítico s (H ind s, C hav es y C ypess,
1 9 9 2 ).
M ás allá de estas preocupaciones m etodológicas críticas, el aná
lisis secundario puede plan tear asuntos problem áticos respecto a la
adhesión a principios éticos asociados co n la investigación q u e em
plea: sujetos h um anos. A unque el análisis secundario im plica una
nueva pregunta investigativa, habrá casos especialm ente sensiblés
en los que no se puede dar por sentado el consentim iento otorgado
por los sujetos originales. A sí, aunque algu nos sujetos de m anera
voluntaria hayan querido com partir sus experiencias sobre u n fe
nóm eno p ara un propósito identificado, un alejam iento radical de
ese propósito establecido podría violar las condiciones bajo las cua
les se obtuvo el consentim iento para el an álisis secundario. En for
m a sim ilar, lo s investigadores que perm itan qu e sus bases de datos
sean estudiadas por otros pueden en contrarse en dilem as éticos si
el an alista secu n d ario aplica los datos a p ro p ó sitos d iferen tes de
aqu ellos qu e fu ero n propuestos. En am bos casos, es claro qu e se
req u iere un juicio p rofesional; en cu an to al alca n ce del co n sen ti
m iento orig in al (porque el consentim iento secundario rara vez será
posible) y a las condiciones específicas bajo las cu ales es adecuado
el análisis secundario. Estos d esafío s éticos en alg u nos casos pue
den h acer q u e el análisis secundario sea problem ático; sin em bargo,
cu and o se pueden con frontar de m anera apropiad a, el análisis se
cund ario ofrece una im portante respuesta a otro lío ético, el de no
h acer un uso óptim o de datos hum anos valiosos, costosos, y obteni
dos con dificultad.
í A sí, los peligros m ás serio s inherentes al an álisis secundario del
trabajo cualitativo incluyen la posibilidad d e exag erar los efectos de
las tendencias del investigador, los factores contextúales, las cues
tiones éticas y las peculiaridades en los co n ju n to s d e d atos. Clara
m ente, el análisis secundario riguroso en una tradición cualitativa
réqu ieré una adhesión cuidadosa a estrategias qu e reduzcan y den
cuenta de la influencia de cada uno dé estos factores.
El análisis secundario en la iihvSÍigádoiicualitativa: asuntos e implicaciones ¡ 315
^ Implicaciones
Conclusión
Referencias bibliográficas
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E l a n á l i s i s s e c u n d a r io e n l a in v e s t ig a c ió n c u a lit a t iv a : a s u n t o s e im p lic a c io n e s / 325
M U ECK E: Pienso que los lugares p ara p u blicar e n enferm ería han
sido m uy restrictivos para m uchas de nosotras.
M elanie Dreher
L o s m é t o d o s d e in v e s t ig a c ió n c u a lit a t iv a d e s d e e l p i m í o d e v is ta d e l r e v is o r f 33Í
éste respecto, es dem ostrar conocim iento del sitio dé cam po y algún
indicio de que el investigador es conocido y q u e la población dél
estudio- co n fía en él. S i tal relación n o se ha establecido ya, la pro
puesta debería dar evidencia dé qu e este período de "en trad a" y de
e sta b le ce r em patia está considerado en el diseño de la investigación
(C ohén, L an gn ess; M iddletofi, Ü chendu y V an Stoné, 1973). Para
d em ostrar la im portancia de la integración del investigador es ven
tajoso incluir ejem p los de d atos d eriv ad os de trabajo prelim inar.
E sto es especialm ente cierto si la cu estió n investigada es de natura
leza espinosa y requiere u n en foqu e indirecto y soslayado.
ciones que se tien en con el equipo de salud. Las d iferencias en tre los
pacientes y los prestadores del servicio en los significados que le
asign an a la enferm edad tienen el potencial de afectar el cuidado y
la recuperación. Sería estar descam inados su g erir qu e la expresión
del significado se puede hallar sólo en el discurso consciente, m ien
tras descuidam os las observaciones directas del com portam iento o
el exam en de los productos e instituciones sociales.
P arad ójicam en te, los fen ó m en o s m ás d ifíciles de articu lar ver
balm en te a m enudo son aqu ellos que pueden ser los m ás críticos
para com prender tanto las respuestas hum anas com o las tecnolo
gías de enferm ería. Las en ferm eras, por ejem plo, siem pre han to
m ado decisiones clínicás en el cuidado de los pacientes. Sin em bargo,
el proceso de toma de decisiones suele estar tan introyectado y ser
tan poco con sciente que les es casi im posible exp licar por qué si
guieron determ inado curso de acción, fuera de atribuírselo a la in
tu ic ió n o a " s e n t im ie n to s 1v is c e r a le s " . A u n q u e no q u e re m o s
trivializar la intuición, es d e g ran im portancia p ara el desarrollo del
conocim iento en enferm ería com prender de verdad cóm o se toman
las decisiones clínicas. N o obstante, puede no ser posible captar el
proceso por m edio de la en trevista únicam ente. Por ejem plo, se su
pone q u e las enferm eras prestan aten ció n a todos los pacientes y
fam ilias con igual com prom iso y destreza; E n realidad, sin em bar
go, sabem os que esto no sucede así. ¿C uáles variables explican por
qué a algunos pacientes los cuidan m ejor qu e a otros? Estas form as
de alejarse d el com portam iento prescrito por la profesión son de
gran in terés, porque nos cuentan la diferencia entre el co m p o rta
m ien to real y e l ideal. M uy pocas enferm eras podrían reconocer, y
m ucho m enos articular, que tienden a m ed icinar a los h o m b res con
más frecuencia que a las m ujeres, o a proporcionarles más cuidado
a los pacientes m ás jó v en es que a los m ás viejos, o a vin cu lar la
calidad del cu idado de sus pacientes con el contexto organizacional
en el qu e trabajan (Caudill, 1958; G offm an , 1961). En realidad, m u
chos d e los fenóm enos que estudiam os son tan fundam entales com o
el aire que respiram os pero, tal com o éste, existen por fu era de n u es
tra co n cien cia y por ende no se pueden obtener solam ente por m e
dio d e inform es verbales.
340 / A s u n t o s c r ít ic o s e n l o s m é t o d o s d e in v e s t ig a c ió n c u a lit a t i v a
.o Conclusión.
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L o s m é t o d o s d e in v e s t ig a c ió n c u a lit a t i v a d e s d e e l p u n t o d e v í s t a d e l r e v is o r / 345
BO YLE: Puede ser que una p regu nta (tal com o se usa en u n tipo de
in v estig ació n cu alitativa) sea m ás terap éu tica que otra. ¿Es
eso posible?
M O RSE: Podría ser útil pregu ntar dónde se origina lo terapéutico.
N o creo que provenga de la pregunta [form ulada]. C reo que
p roviene de la persona a la que se le da la oportunidad de
ten er u n oyente, y lu ego reflexionar sobre ellos m ism os.
D REH ER: ¡Sí; así es! Incluso h a ce poco alg u ien m e llam ó de larga
d istancia d é K in g sto n , Jam aica, a M assach u setts y dijo: "L a
p olicía se llevó a m i h ijita y yo no sé dónde está, ¿C óm o voy a
recu p erarla"? Y yo estaba en el teléfo n o co n Jas autoridades
tratand o de pensar cóm o hacer p ara qu e ella recu p erara a su
bebé. Lo que qu iero decir es qué éso n o es directam en te lo que
se llam a terapéutico, p ero si uno qu iere los datos de los aspec
tos m ás íntim os de sus vidas, entonces h ay que tener esa clase
de relación.
: -••• •: - . •' =
La investigación y las entrevistas
terapéuticas: una perspectiva
postestructuralista
Sally Hutchinson
Holly Wilson
Modelos teóricos
Asuntos temporales t
El foco de la entrevista
v-'"
*.*y ■*.*• Semejanzas éntre entrevistas terapéuticas
y de investigación
I:
3 5 8 / Asnillos críticos en los métodos de investigación cualitativa
perm iten a los p articipantes guiar las entrevistas e ilum inar sus pro
pias perspectivas sobre el tem a estudiado (M ay, 1991). C on el tiem
po, los investigadores van girando hacia p reg u ntas m ás centradas,
después de q u e h an analizado algunos datos y h an vislum brado
algu nos patrones entre lo s participantes (M ay, 1991). Estas en tre
vistas enfocadas le perm iten al investigador revisar sus intuiciones
o hipótesis iniciales; A sí m ism o, con el tiem po, las entrevistas tera
péuticas se van enfocando m ás sobre las resp u estas de la persona
m odeladas a experiencias de la vida.
O tras estrategias em pleadas p ara las e n tre v ista s de in v estig a
ció n in clu y en p lan tear u na p reg u nta h ip o tética , p reg u n tar por la
situ a ció n id eal, y h acer de abo g ad o del diablo. D iferen tes m od elos
terapéu ticos ta m b ién su g ieren d istin tas clases de pregu ntas (por
ejem plo, reflexiv as, in d irectas, estratég icas, lin eales) (T om m , 1988).
Los en trevistad ores tam bién ap ren d en estrateg ias p ara reen focar
u na en trevista, para m anejar pacientes o participan tes enfadados,
silen ciosos, que se resisten, y con desórdenes em ocionales.
A un qu e las preguntas co n fo rm an la m ayor parte de lo qu e "co n
versa" el terapeuta o el investigador, á v eces tam b ién se h acen afir
m aciones; L os in vestigadores o terapeutas p u ed en dar inform ación.
Tam bién, d iferentes m odelos terapéuticos req u ieren diferentes co
m entarios en distintos m om entos del proceso terapéutico.
M ay (1 9 9 1 :2 0 0 ) señ aló qu e las dificu ltades e n las en trevistas de
in v estig ació n in clu y e n "e l equ ilibrio delicado en tre flexibilid ad y
consistencia, p ro fu n d id ad y am plitud, y có m o lleg ar a la historia y
aten d er las n ecesid ad es de: qu ien es la cu e n ta n ". En la terapia, la
d ificultad rad ica en descu brir esas in terven cion es verbales qu e m e
jo ra n el cam bio terapéu tico. A m bos tipos de en trevistas requieren
conciencia, sensibilidad y escrutinio cuidadoso.
Descripción e interpretación
Tanto lo s in vestigad ores com o los terapeutas qu ieren con ducir en
trevistas co n sensibilidad v buen ju icio (Sm ith, 1992) y de acuerdo
co n los cánones p ertin en tes de/ tipo ético y legal. Las en trevistas de
investigación a m enudo exigen preguntas sobre asuntos "m u y per--
so n ales, em ocionalm ente cargados y, en alg u nos casos, sin resol
v er" (Sm ith, 1 9 9 2 :1 0 2 ) co m o violación, m altrató in fa n til violencia,
abuso de drogas v hom osexu alidad. Las en trevistas terapéu ticas,
así m ism o , tratan con la g am a co m p leta d el com p ortam iento h u
m ano. A m b o s tipos de entrevistas tien en el potencial de traum atizar
m ás al particip an te o paciente.
Los participantes en la investigación entran en iin estudió tras haber
firm ado una declaración de consentim iento inform ado que describe
el trabajo de investigación; e incluye el tem a de la entrevista: v los
riesgos y beneficios ánticipados, M unhall (1989) planteaba qu é "co n
sentim iento del proceso" es m ás apropiado para la investigación cua
litativa porque los riesgos nunca se pueden predecir plenam ente, v
siem p re su rg en asuntos no previstos. El consentim iento del proceso
perm ite al investigador v al participante evaluar el consentim iento
durante todo el proceso, con lo que se da m ás protección v libertad
de selección a los participantes; Los participantes son libres de reti
rarse en cualquier m om ento del estudio o la entrevista.
En u n a relación terapéutica, los pacientes deben ser cap aces de
co n fia r por com pleto en el terapeuta que es responsable de proteger
sus in tereses. Los p acientes están protegidos por las leyes estatales
que regulan la práctica y la noción legal de lo "acep tab le" que des-
3 6 2 / Asuntos críticos en los métodos de investigación cualitativa .
cribé los principios del cuidado. V iolar la ley o algún principio ra
zonable del cu idado se con stitu ye en m ala práctica, lo cual se co n
v ierte en base para u n litigio. A dem ás, existen códigos éticos tanto
para la p ráctica com o para la in vestigación , d e en ferm eras, m édi
co s; trabajad ores sociales^ y p sicólogos. ;
Resumen
Referencias bibliográficas
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Diálogo: la democracia
de la interpretación
D REH ER: Pero si yo llego a una con clu sión —"L a exposición pre
natal al crack no tiene e fe c to s "— alguien puede siem pre ha
cer otra in vestigación y decir p o siblem en te: "L a exposición
pren atal sí tien e efecto s". En o tras p alab ras, m is h allazg o s
están abierto s a la refu tación . P ero si u n o tom a una teoría
freudiana, por ejem plo, y el psiquiatra dice: "¿C ó m o te sien
tes con relación a tu padre?" Y el paciente dice: "¡L o o d io !" El
psiquiatra escribe: "O dio no reprim ido al p ad re". O el pacien
te podría decir: "¡A m o a m i p ad re!" Y e l siquiatra podría es
cribir "o d io rep rim id o al p a d re ". Dos su ceso s o p u esto s se
in terp retan con un m ism o significado. Eso no es ciencia.
D R EH ER : Lo otro es que cre o que usted ve una con trad icción en las
propuestas. M uchos investigadores escrib en que ello s debe
rían " n o d ejarse con ocer en el área". Luego co n tratan a sis
ten tes de investigación: uno negro para la com unidad negra
p o rq u e son co n ocid o s en el área; uno o rien ta l para el área
oriental porqu e son conocidos por la población, etc. T iene que
haber alguna m anera de solucionar esto.
Equipos de investigación:
posibilidades y defectos
la investigación cualitativa
colaborativa
Ton i Tripp-Reimer
Bernard Sorofinan
Jennifer Peters
James E. Waterman
E l a s u n to con el q u e h e m o s e s t a d o l u c h a n d o a q u í en e s t e c a p itu lo
tra ta d e la d ia lé c tic a d e la in v e s tig a c ió n c u a lit a t iv a . La d ia lé c tic a d e
la in v e s tig a c ió n c o la b o r a tiv a c o n s is te en q u e ella e s a l m ism o
tie m p o el c a m in o m á s e m o c io n a n t e y e l m á s d ifíc il q u e u n o p u e d a
r e c o r r e r . P o r un lad o , se s in t e t iz a n i d e a s in n o v a d o r a s ú n ic a s y
s u r g e n id e a s n u ev a s s o b r e e l m u n d o . P o r el o tro , e l c o n flic to y la
fr u s t r a c i ó n r e s u lta n d e l c h o q u e d e p e r s o n a lid a d e s f u e r t e s , de
id e o lo g ía s c o n tr a r ia s (filo s o fía s ), y d e m a r c o s t e ó r ic o s im p e rfec to s,
p a r a los p r o b le m a s qu e s e tra ta n . D a r se a t e n t a d e q u e los se sg o s
p e r s o n a le s y las lim it a c io n e s c ie n t ífic a s f in a l m e n t e serán re e m p la
z a d o s p o r u n a c o m p r e n s ió n m ás c o m p le ja de la c ie n c ia , h a ce qu e
u n e q u ip o v e r d a d e r a m e n te c o la b o r a d o r s e m a n te n g a co h esio n a d o .
E l r e to p a r a e s to s e q u ip o s e s p e r m a n e c e r j u n t o s e l tiem p o s u fic ie n -
te p a r a q u e p u e d a n crecer.
Equipos de investigación: posibilidades y deje d os de la investigación cualitativa.:. / 3 7 1
Entrada al campo
Manejo de datos
Procedimientos de rastreo
Tanto los datos de las entrevistas com o los de las notas de cam po se
a n alizaro n con u n procedim iento con sid erablem ente diferente. El
program a de com p u tad or Z Y -Index- se usó in icialm ente para or
ganizar: las n o tas de cam po y las entrevistas codificadas, y se había
consid erado: u tilizarlo para todos los datos de las entrevistas. Sin
em bargo, el Z Y -ln d ex dem ostró ser poco flexible para satisfacer las
n ecesid ad es del proyecto. C onsecuentem ente se em p leó un segun
do programa^ Ethnograph, para superp oner u n sistem a d e codifi
cació n de tópicos, sobre u n gran conjunto de datos cualitativos.
; E l p roblem a cen tral era m an ejar u na gran base de datos cu alita
tivos de tal m anera que perm itiera eficien tem ente el acceso a toda
la in fo rm ació n n ecesaria y precisa para propósitos de análisis. C on
el objeto de solucionar tal problem a, fu e n ecesario d esarro llar u n
siste m a p ara el alm acen am ien to de lo s datos y cód igos tó p ico s
correlacionados, así co m o u n sistem a p ara recu p erar los d atos afi
n es im p o rta n tes. P o r d esgracia, el p aq u ete in ic ia l d el p ro g ram a
E th nograp h tu vo u n a serie de problem as de com pu tador que h icie
ro n m ás lento e l proceso de codificar las transcripciones. Estos pro
b le m a s . con e l p ro g ram a, se reso lv iero n con la c o la b o ra c ió n del
d irector del proyecto, el codificador principal del Ethnograph, y el
autor del program a de softw are (Joh n Siedel). C on todo, el P royec
to L egad o de Salu d trabajó con m ás de qu in ce version es diferentes
del E th nograp h.
j D o s sistem as de codificación distintos del E th n o g rap h se diseña
ron p ara este proyecto; cada uno con u n propósito y u na h istoria
d iferentes. El prim ero, el "sistem a de codificación d iscreta", se basó
en los C ódigos del A rch ivo de R elaciones del Á rea H um ana, con
n um erosos n úm eros y palabras de código creados para satisfacer
las n ecesidades específicas de este proyecto. El esquem a de codifi
cació n se diseñó para ser detallado, específico, y com prensivo. Se
crearon códigos, para la salud y otras actividades afines. T o d as las
3 8 2 / Asu ntos críticos en los métodos de investigación cualitativa
Resumen
Referencias bibliográficas
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Diálogo: las políticas de escribir
Y o tra b a jo c o ñ g e i i t e q u e h a p a s a d o p o r e x p e r ie n c ia s m u y
tr a u m á tic a s , y s e n tía q u e h a b í a n e c e s id a d d e a b o r d a r a lg u n o s
a s u n t o s é t ic o s v a r a la c la s e d e trab a ra q u e h a c e m o s . C on p o b l a a c -
nes v u ln e r a b le s , n u e s tr a j u n t a de re v is ió n in stitu c io n a l r e q u ie r e
qu e ten g am o s a a lg u ie n a qu ien a c u d ir p a r a b u s c a r a y u d a , y y e
ten go en la lín ea a alg u ien qu e trata el es tr é s p q s tr a u n iá tic o . M e
s ie n t o m ás o m en o s có m o d a m an e ja n d o a l p i n a s d e las d in á m ic a s
en las e n tr e v is ta s en tér m in o s d e q u e la g e n t e se a n p i s t i a . Y o m e
p o n g o a su d is p o s ic ió n , v e r o e s to v a s a a s e r un a s u n to d e in ter-
' v e n c ió n . V cu a n d o el in v e s t ig a d o r se a lte ra ,-¿ q u é. h a c e u n o ? En
to d o caso, e s t o s s o n lo s a s u n to s q u e y o t r a t é d e a b o r d a r . H a y tod a
: c la s e de a s u n to s .é tic o s , le g a le s y m o r a le s a q u í, y só lo ten g o
v e in t it r é s p á g in a s .
por ella. Los refu g iad os afganos de C aliforn ia; que vienen de u n
país pobre y en su m ayor parte rural, devastado p o r doce años de
guerra y p u gn as p o líticas, dem uestran u ña paran oia m u y bien fun
dam entada cuand o se les pide que colaboren en in vestigación o, de
hecho, cuando tienen cu alquier contacto con -'oficinas p ú blicas" o
hasta con: algún profesor universitario. En este sentid o son sim ila
res a otras poblaciones estigm atizadas, im p o ten tes y vulnerables.
Los in v estig ad ores deben ten er cuidado p articu lar de proteger el
anonim ato y la con fidencialidad de los in form antes y aconsejarlos
sobre otros riesgos.
Organizaciones de enfermería
rante el estudio, Cassell (1980) sugirió que intentar pesar los daños
potenciales contra los beneficios antes de que se lleve a cabo la inves
tigación puede ser un ejercicio de creatividad, de poca relevancia
para lo s dilem as y problem as éticos que pueden surgir durante el
estudio. A dem ás, dijo que "la m ayoría de los daños y beneficios dél
trabajo de cam po son m enos inm ediatos, m edióles v serios que los
daños asociados con otros m odos de investigación'' (1980: 54).
Los derechos siguientes son los de toda persona a la que se le pide participar en
un trabajo de investigación. Como sujeto experimental, yo tengo los siguientes
derechos:
La etnografía
Propósitos y características
Cultura y ética
de aprender m ás sobre "e tn o é tica ", para explicar no sólo las varia
ciones in tracu ltu rales de los principios éticos de la m ed icina sino
tam b ién lo q u e diferentes grupos d efinen co m o m oralm ente perti
n ente o p ro b lem á tico .
El relativismo ético
D avis (1990) describió el dilem a para tratar de recon ciliar los in ten
tos de descubrir los principios éticos que todo el m undo puede sus
cribir com o verdaderos, con la conciencia de la gran diversidad social
y cu ltu ral del m undo. Fow ler (1988) en contró qu e las enferm eras
in vestigad oras de 33 países> que se reunieron en Edim burgo en 1987)
trataban de resolver m uchos de los m ism o s asuntos, com o proteger
a los sujetos hum anos (por ejem plo, salvaguardias para los sujetos
hum anos qu e eran inadecuadas o tan estrictas que prohibían la in
v e s t ig a c ió n de p o b la c io n e s tan g r a n d e s c o m o lo s a n c ia n o s
in stitucionalizados). C hristakis y Panner (1991) argum entaron qué
las guías in tern acionales son p roblem áticas, p o rqu e, al establecer
su u niversalidad, oscurecen las d iferencias interculturales, y á m e
nudo in sin ú an una función norm ativa, al dar un conjunto de cáno
n e s p o r m e d io de lo s c u a le s s a n c io n a r la c o n d u c ta de u n
in vestigad or. >
D avis (1990) observó que se ha sostenido q u é to d as las cu ltu ras
apoyan p rin cip io s éticos (como: robar es m alo) pero que en la apli
cación de estos ¡principios aparecen diferencias (por ejem plo, lo que
es robar en una sociedad puede no ser lo m ism o en otra). D avis
(1990: 413-414) aseveró: ;i
El consentimiento informado
notas que apunto de lo que dice sobre sí m ism a y su fam ilia. Este,
co m p o rtam ien to se debe en parte a que yo he alternado períodos de
reco p ilación con cen trada de datos con m eses en que la visito prin
cip alm ente para m antener la relación. Sin em bargo, tam bién in ten
preto esta "in com p ren sió n " com o su preferencia, no obstante m is
preguntas culturales perm anentes, para olvidar m i papel de inves
tigad ora a fin de pensarm e prim ero com o am iga. Ella sabe que yo
valoro su am istad al igual que su papel com o m i profesora sobre
cu ltu ra afg an a, y le fascin a desem p eñar este papel de profesora.
A u n qu e m e v e tom ar n o tas sobre alg u nas cosas de nuestra conver
sación, m inim iza el aspecto investigativo dem uestra relación.
Los lím ites difusos de los papeles en la in vestigación etnográfica
plan tean un dilem a: ¿con qué frecuencia y bajo qué circunstancias
debe record ar el etnógrafo a sus in form antes que está haciendo una
in vestig ació n ? A lgunas conversaciones telefónicas casuales m e han
dado n u m erosas luces en m is intentos por co n ocer la cu ltu ra afgana,
y sería irresponsable com o investigadora no registrarlos en notas de
cam po. Por ejem plo, m i am iga e inform ante principal se quejaba de
que su herm ana le exigía u na v isita "y a m ism o ", cu and o ten ía otra
oblig ación im portante. A l preguntarle si sim plem ente no podía de
cirle que la iría a visitar después de la obligación, replicó: "C o m o es
m a y o r, le debo: o b ed ecer". Esta oración h izo que entend iera con
m ucha fuerza las presiones de la. fam ilia afgana por con trolar el
com portam iento y el. tiem po de sus m iem bros, y cóm o las obligacio
nes fam iliares pueden dar com o resultado que se falte a la escuela,
o in cluso violar la ley. Yo no le podía decir que estaba tom ando
notas m ientras hablábam os por teléfono, pues probablem en te heri
ría sus sentim ientos. S in em bargo, le conté que esa conversación en
realidad m e había ayudado a com prender m ejo r la cultura afgana.
Este ejem plo introduce el tem a de la observación en cu b ierta en la
in vestigación .
portantes, que sus p ercep cio n es o exp erien cias. A dem ás, cuando
escribo u n artículo, cam bio detalles poco im portantes para ilustrar
u n tem a (por ejem p lo, ¿la persona que le pid e a u n fam iliar que le
escriba úna carta in ven tando u n em pleo im porta que sea hom bre o
m u jer? . . . . .
O tro asu n to distinto al de identificar a u n individuo o una fam i
lia vu lnerables, es cóm o escribe uno sobre una p oblación estigm ati
zada o vu ln erable en general. C onstantem ente les advierto a m is
estud iantes de:posgrado, que estudian la salud de los refugiados o
in m igrantes, para, que equilibren sus inform es, pues tienden a dar
la im p resió n (por om isión y por centrarse en las dificultades dé la
gente), de qu e, por ejem plo, "to d a la p o blació n in m igrante etíope
está en ferm a m entalm en te". E l fu ror que siguió al estudio d el salón
de té de H um phreys (1970) no fue sólo por el uso de la observación
encubierta; su retrato del sexo anónim o entre hom bres hom osexua
les tam b ién expresaba una visión unilateral. Aparentem ente/ él era
cu idadoso en la recopilación de datos y en el in fo rm e no sesgado,
pero hay; qu ienes argu m en tan que e l asunto m ás am plio, de hacer
el estudio y pu blicar la m onografía, fu e dañino para lá población
h om osexu al.
Filialm ente, d ebo tocar de m anera b rev e el daño potencial a los
in fo rm an tes du rante la recopilación m ism a de los datos, lo cu al es
im p o rtan te en las poblaciones vu lnerables. C ow les (1988) describió
que las entrevistas cualitativas sobre tem as delicados pueden esti
m ular respuestas em ocionales fuertes de parte de los inform antes,
com o llanto in con trolable y lucha por :volver a controlarse, tanto
durante la recolección de datos com o después de ella. Sugirió que
se o freciera p arar las entrevistas, al m enos tem p oralm ente, pero
tam b ién anotó sobre la p osible necesidad, de in terv en ció n terapéuti
ca inm ediata, porque las respuestas em ocionales de los en trevista
d os le s p u e d e n h a c e r d a ñ o . L o s e n tre v is ta d o re s deben e sta r
p rep arad os p ara actu ar co n p rontitud; P o r ejem plo, Jo an n e H all;
uña estu d ian te d e posdoctorado de la U niversid ad de C alifornia;
en San Francisco; está entrevistando lesbianas que experim entaron
abuso sexual en la niñez, y ha encontrado que algunas m ujeres se
h acen con scientes du rante las entrevistas de los detalles largam en-
410 / A s u n t o s c r í t i c o s e n l o s m é t o d o s d e in v e s t ig a c ió n c u a lit a t i v a
Reciprocidad
¿Q ué obligaciones tienen los etn ógrafos con la gente que les abre
sus corazones para que los in vestigadores p u ed an escribir u n artí
culo o un libro, u obtengan prom oción profesional?; Sea com o sea
qu e u no responda esta pregu nta, el trabajo de cam po p lan tea u n
dilem a. ¿A qu ién se lé debe esta obligación? ¿A los individuos o a la
com unid ad donde uno trabajó? ¿Al grupo étnico com o u n todo?
¿A l gobierno local? ¿A la agencia su b v e n c io n a d o s? Estas obliga
cion es suelen estar en con flicto. A yu d arle a u n segm en to puede
p erju d icar al otro.
U na carta en Anthropology N eiosletter ilu stra los sentim ientos de
u n lu gareño en el norte de la In dia, que escribió: i
Conclusión
Referencias bibliográficas
Kathleen A. Km fl
nición de m ala con d u cta fu e form u lad a por el S erv icio d e Saliid
P ública (Public H ealth Service, P H S) (United States D epartm ent bf
H ealth an H um an Services, 1989: 6) co n aportes de la com unidad
científica, y sigue siendo la base de la m ayor parte de las políticas y
los procedim ientos u niversitarios respecto de la m ala conducta cien
tífica: "L a m ala conducta o la m ala conducta en la ciencia significa
p racticar la m entira, la falsificació n , el plagio, y otras co n d u ctas
que se desvían seriam ente de las que son com únm ente aceptadas
en la com unidad científica para proponer, conducir o inform ar so
bre una investigación, No in cluye el erro r honesto o las diferencias
en las interpretaciones o en la m anera de juzgar los d ato s". La d efi
nición invita a diferentes interpretaciones, porque a m enudo es di
fícil d e cid ir qué co n stitu y e u n a desviációri: seria d e la práctica
acep tad a. ¡A lgunos pueden in clu so arg ü ir que toda la in v estig a
ción cualitativa con stitu y e una desviación seria de cóm o "d e b e "
hacerse ciencia! A dem ás, puede ser virtualm ente im posible d istin
guir en tre un error honesto y un engaño deliberado. D ebido a las
am bigüedad es inherentes a la definición de m ala conducta del Ser
vicio de Salud Pública (PHS), el Panel sobre la R esponsabilidad C ien
tífica y La Conducta en la Investigación (en adelante el P anel), un
co m ité de vein tid ós m iem bros co n ju n tam en te n om b rad o s por la
A cadem ia N acional de las Ciencias, la A cadem ia N acional de Inge
niería, y el Instituto de M edicina, argum entaron a favor de distinguir
e n tr e m a la c o n d u c ta c ie n tífic a , p r á c tic a s de in v e s tig a c ió n
cuestionables, y otras malas conductas. E l Pánel definió la mala con
ducta científica como "la m entira, la falsificación o el plagio en la pro
posición, la ejecución o el inform e de in vestig ación " (1992: 27). A
diferencia de la definición del PHS, la propuesta por el Panel omitió,
com o form as de m ala conducta científica, "o tra s p rácticas que se
desvían seriam ente de las que son com únm enté aceptadas en la co
m unidad científica", porque los m iem bros del P anel encontraron un
lenguaje altam ente am biguo, y tem ieron que eso pudiera crear las
condiciones para una "interpretación sobrexpansiva" dé la mala con
ducta (Panel on ScientificR esponsibility and the C onduct of Research,
1992). En particular, el Panel argumentó que la inclusión de prácti
cas desviadas como form as de mala conducta podría frenar la crea-
4 2 2 / Asuntos críticos en los métodos de investigación cualitativa
tívidad, a l poner las condiciones para que se. acusara de m ala con
ducta a los investigadores que usaran m étodos de investigación no
ortodoxos. Así, el Panel reconoció claram ente la contribución poten
cial de los m étodos innovadores para hacer avanzar la ciencia, y el
peligro de confundir la innovación con la m ala conducta.
D istinto de las guías del PH S, el P anel (1992: .5). explícitam ente
definió los tres tipos de m ala conducta identificados: "m en tir es in
ventar datos o resultados; falsificar, es cam biar los datos ó resulta
dos; y plagiar, usar las ideas o palabras de otra persona sin dar el
créd ito ap ro p iad o ". Estos tres com p ortam ientos se co n sid eraron
m ala conducta porque son los que m ás seriam ente socav an la in te
gridad del proceso de in v estig ació n , que el P anel explícitam énte
definió com o "la adhesión de los cien tíficos y sus in stitu ciones a
m étodos h on estos y verificables en la proposición, ejecución, eva
lu ación e inform ación de las actividades de in vestig ació n ".
A l m ism o tiem po, el P anel recon oció qu e otros tip o s dé com por
tam ientos, si bien no socaván de m anera directa la integridad del
proceso de in vestigación, pueden "erosio n ar la con fian za en la in
tegridad del proceso de in vestigación, violar tradiciónes asociadas
co n la ciencia, afectar las con clu sion es científicas, gastar tiem po y
recu rsos, y debilitar la educación de los nuevos cien tíficos" (1992:
28). C om portam ientos com o éstos, el P anel los denom inó "p rá cti
cas de in vestigación cu estion ables" y dio com o ejem plos supervisar
de m anera in eficien te al personal subordinado de la investigación,
u s a r té c n ic a s e s ta d ís tic a s in a p r o p ia d a s p a ra a u m e n ta r la
sign ifican cia de los hallazgos, y llevar registros de in vestigación in
adecuados. Finalm ente, el P an el advirtió que en el am biente de la
in vestig ación científica pueden ocu rrir otras form as de m ala con
du cta, com o el m al uso de los fon d os y el aco so sexual, pero ño son
específicos en ello. A estos com portam ientos se los llam ó "otras m alas
co n d u ctas". A unque todas las form as de m ala conducta y prácticas
de in vestigación cuestionables necesitan tratarse y sancionarse, es
m u y deseable distingu ir claram ente la conducta científica de otros
tip o s de com portam iento problem ático, p orqu e tales d istin cion es
con stitu yen la base esencial para reconocer y tratar la m ala co n
d u cta científica.;
Promover la integridad académica eii la investigación cualitativa / 4 2 3
I I , t í e A
A IS U O T A C A M E O H
4 2 4 / Asuntos críticos eti los métodos de investigacimi cualitativa
Pensamos que en todos estos casos, ''ensuciarse las manos" sirvió para
acercar a los investigadores más al fenómeno estudiado. Sirvió tanto
4 3 0 / Asuntos críticos en las métodos de investigación cualitativa
reco p ilar y analizar los datos cualitativos o carecen de las cap aci
d ad es conceptu ales y de sín tesis n ecesarias para llevar a su fin un
an álisis cualitativo.
Tam bién es im portante qu e ayudem os a los estu d ian tes a reco
n ocer y superar algunas de las p rin cip ales b arreras para realizar
in v estig a ció n ejem plar; Las cu alid ad es de p ersistencia e in m ersió n
sé n u tren de largos períodos de tiem po ininterrum pido para pensar
sobre él diseño propio, tratar los problem as m etodológicos, perse
guir claves qu é v ien en por serettdipidad y reflexio n ar sobre el sign ifi
cad o dé los datos. Los estudiantes, al ig u al que lo s profesores, tienen
m ú ltip les com prom isos fam iliares y profesionales; que in h ib en su
cap acid ad de sum érgirse p lenam ente en la investigación. Adem ás
de h acér énfasis en la n ecesidad de co n cen trarse en el trabajo, los
asesores pueden trabajar con estudiantes en la p lan eación de estra
teg ias para establecer bloques am plios de tiem po de in vestigación
en sus atareados días. Por ejem plo, ayudarles a con segu irse alguna
b eca o alguna pequeña finan ciación puede p osibilitarles que reba
je n su tiem p o de trabajo. C ontar los "secreto s" propios y duram en
te ganados sobre cóm o esconderse durante períodos largos de tiem po
dé los m iem b ro s de la fam ilia y de los colegas puede darles a los
estud iantes lu ces acerca d e fo rm a s de estru ctu rar su vida para abrir
le su ficien te cam po a la in v estig ació n . M is p ro p io s estu d ian tes a
m enu d o se sorp renden de qu e, a pesar de m is m últiples obligacio
n es profesionales> ad m inistrativas y docentes, insisto en desapare
cerm e un día a la sem ana para dedicarm e a m is in tereses p u ram ente
acad ém icos. ¡H an aprendido a no llam arm e esos días! A veces, n u es
tro p a p el de asesores puede llegar a in clu ir acon sejarle a un estu
d ian te no h acer u n estudio cu alitativ o s i recon ocem os qu e no será
capaz de reestru ctu rar su vida para acom odarse a los rigores y exi
gencias de este tip o de investigación.
Los asesores tam bién pueden com partir co n sus estu d ian tes sus
propios éx ito s y fracasos y las estrategias p a ra m an ejar lás evalua
ciones. Es im portan te para los estudiantes conocer qu e en la m ayor
p a rte d e las p u blicacion es h ay m u cho su frim ien to y m u ch a rev i
sión; N ecesitan saber que el éxito académ ico no sig n ifica qu e la eru
d ición llega fácilm ente; Las revision es in iciales de algunos de m is
Promover la integridad académica en la investigación cualitativa / 4 3 3
"m e jo re s trab ajo s" han sido poco m enos que h alag ad o ras, y m e
llev o el pu nto de com partir estas revision es con los. estudiantes tan
to ind ividualm ente com o en el salón de clase. Saber que los editores
de las principales revistas de enferm ería en varios: m om entos han
d e s crito m is en tre g a s co m o "in s o p o rta b le m e n te a b u rrid o ra s ",
" m e t o d o ló g ic a m e n te f a l l i d a " , " s in s e n tid o s u s t a n t iv o " , y
"co n cep tu alm en te am bigua" parece ayudarles a los estudiantes a
poner en perspectiva sus propias batallas académ icas, especialm ente
cuand o señalo que todos esos m anuscritos im perfectos fu eron des
pués revisad os, vu eltos a entregar, y publicados. Frost v Stablein
(1992) su g iriero n que qu ien es en señ am os a diseñar investigaciones
d eberíam os considerar in cluir una tarea escrita que requiera la re
visión de un m anuscrito con base en los com entarios editoriales del
instructor. En un curso de nivel de doctorado, tal asignación tam
b ién in clu iría com entarios de revisión de sus com pañeros de clase.
Los asesores p u ed en ay u d ar a los estudiantes a distinguir una
evaluación apropiada de una inapropiada y recordarles, que el pro
ceso de revisión de los colegas sólo garantiza la posibilid ad de una
revisión justa. Esto últim o es especialm ente im portante en la in v es
tigación cu alitativa, donde los revisores pueden no aplicar criterios
de evaluación apropiados y m uchas veces no com prenden las dife
rencias entre los diversos enfoques cualitativos. A l m ism o tiem po,
es im portan te que los investigadores cualitativos, en especial qu ie
nes han logrado publicar su trabajo v con segu irle fin an ciació n , con
tin ú en haciendo cabildeo tanto con los: editores de revistas com o
co n la s agencias de finan ciación para que se asign en revisores apro
piad os, conocedores de los m étod os y enfoques cualitativos.
Finalm ente, por m edio del consejo y el ejem plo, los m en to res pue
den enseñarles a los estudiantes sobre el colegaje v el papel esencial
desem p eñado por los colegas en el desarrollo de u n program a de
investigación. Estos análisis: sobre la investigación estudiantil sirven
de "ejem p los vivos" sobre la im portancia del diálogo de los colegas
para m od elar las ideas propias v sacarlas adelante. Tam bién sirven
para reforzar la naturaleza vigorosa y de intensa labor de los en fo
ques cualitativos a medida que tanto él estudiante com o el asesorase
m eten de lleno en lo s p rocesos de recolección y análisis de datos.
4 3 4 / Asuntos críticos en los métodos de investigación cualitativa
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n n n o rs . Newbury Park, CA: Sage.
A cualitativos, 19, 23
A nálisis experto(s) i’. Expertos
com ponencial, 205-207 : principiante, 25
contenido, de, 2 9 ,4 6 , 204, 208, Analítica fenom enológica, 167
209, 245, 249, 308, 318, 319, 374 Anonim ato, 3 5 , 2 2 9 ,2 7 7 , 3 6 2 ,3 9 1 ;
m étodos d e, 249 3 9 2 ,3 9 4 , 4 0 7 ,4 0 8 : .
sem ántico, 208 A nsiedad, 1 6 9 ,1 7 0 , 293
d atos, de y. Datos, análisis de Antropología, 4 9 ,6 6 ,8 3 ,1 0 5 ,1 1 2 , ■
decisión, d e, 207 1 2 4 ,1 8 6 ,1 9 1 ,1 9 4 -1 9 7 ,1 9 9 , 201,
descriptivo, 1 6 2 ,2 0 3 ,2 0 9 2 1 6 ,2 1 8 , 219, 221, 224, 230, 232,
dom inio, de, 194, 205 233, 296, 3 2 8 ,3 7 2 ,3 7 3 ,397> 412
etnográf ico(s), 202; 204; 205, académ ica, 2 1 8 ,2 2 0 . 221
207, 225 cultural, 1 8 6 ,1 9 1
inductivo, 319-321 general, 230
m étodo(s) de, 8 ,1 5 1 ,2 4 9 ,2 7 2 ,2 9 6 médica, 49, 230, 373
planes de, 334, 335, 336 Arte, 5 6 ,5 8 -6 8 ,7 0 , 7 1 ,7 3 ,1 3 8 ,1 5 0 ,
p roceso de, 9 ,3 7 ,4 8 ,1 7 6 ,1 8 9 , 1 5 2 ,1 8 8 , 251, 260
209, 251 celebrar el, 6 8 ,7 0 ,7 1 : ^
reflectivo, 1 4 6 ,1 4 9 ,1 5 0 ,1 5 3 rechazo del, 67
secundario, 10, 287, 289 ,3 0 7 -3 0 9 , v.t. Ciencia A A
311-316, 318, 320-323 Asesor v. Asesoría
sem ánticos, 197 Asesoría, 6 ,1 3 0 , 2 4 5 ,2 4 7 ,2 5 0 ,2 5 1 ,
taxonóm ico, 4 7 ,2 0 7 2 5 3 ,2 5 6 ,3 0 6 , 3 5 6 ,4 2 4 , 4 2 8 ,
tem áticos, 44 429, 4 3 1 ,4 3 3 , 434
vídeo, de v. V ídeo, análisis de deficiente, 250
A n alista(s), 1 3 ,1 6 -1 8 , 22-25, 223, tesis, dé, 130, 306
283, 3 1 3 -315, 317, 320-322, Asistentes, 235, 238, 333, 369, 371,
354, 374 372, 427
4 3 8 / Asuntos críticos en los métodos de investigación cualitativa
c no verbales, 298
patrones de, 2 8 8 ,2 8 9 ,2 9 6 ,2 9 7 ,3 0 0
Caja n egra, 1 8 ,8 0 - 8 2 ,8 4 ,8 7 ,8 8 ,1 0 5 sexual, 87, 1 0 1 ,2 7 6
m étodo de la caja, 81 verbales, 2 8 5 ,2 8 6 ,2 9 8 ,2 9 9
Campo C om prehender, 3 2 ,3 3 ,3 5 ,3 7 ,4 2
n otas de, 191, 210, 2 2 2 ,2 3 8 , 288, C om p ren sión , un iversalid ad
2 9 7 ,3 0 9 , 377, 380, 381, 403, en la, 147
4 0 5 ,4 0 6 ,4 0 8 ,4 2 7 C om unalism o, 419
trabajo de, 4 7 ,8 2 ,9 3 ,1 8 8 ,1 8 9 , Conceptualización, 123, 2 2 3 ,3 6 1 ,3 7 3
1 9 3 ,2 0 5 , 2 1 0 ,2 2 8 ,2 3 0 , 231, Conciencia
2 3 3 ,2 3 8 , 310, 336, 385, 395, intencional, 1 5 0 ,1 5 2
396, 404, 410, 413 subjetiva, 167
etnográfico, 238 Confidencialidad, 2 6 5 ,2 9 4 ,3 6 2 ,
inductivo, 82 391, 3 92, 394, 400, 407, 408
Categorías condiciones de, 265
analíticas, 210, 211 ::: Confirm ación, posibilidad de, 126,
listas de, 71 1 2 9 -1 3 2
Ciencia(s) C onjetura(s), 1 6 ,3 2 ,3 5 ,3 9 - 4 1 ,2 2 6
corriente, 16 Conocimiento
filósofos d e la, 1 6 ,2 1 abstracto, 1 4 ,1 5 ,1 7 ,2 6
historia de la, 6 1 ,4 1 8 construcción del, 15
m ala conducta en la, 4 1 8 ,4 2 1 establecido, 1 8 ,4 2
norm as de la, 419 no científico, 5 4 ,3 4 4
salud, de la, 3 1 ,7 8 ,1 9 5 ,2 1 9 ,2 2 0 , reflectivo, 147 ■
221, 230, 233-235, 237, 239, tácito, 21
284, 349 V v Consentimiento
social(s), x x ix, x x x , 5 ,2 0 ,2 2 ,2 9 , inform ado, 2 6 6 ,2 9 4 , 361, 362,
50, 6 0 ,6 1 , 85, 86, 9 0 ,1 4 7 ,1 6 0 , 390, 3 92, 399, 400, 4 0 2 ,4 0 7
1 7 2 ,1 7 5 ,1 9 7 ,2 1 9 ,2 4 9 , 263, proceso, del, 3 6 1 ,4 0 4
2 6 4 ,3 0 8 ,3 1 0 ,3 1 8 ,3 1 9 , 323, proceso, en, 4 0 2 ,4 1 1
3 7 6 ,3 9 0 , 391, 403 Creatividad, 3 ,9 ,1 4 ,1 7 ,1 9 - 2 2 ,2 5 ,
interpretativa,'90 6 7 ,1 3 9 , 252, 253, 318, 319,
positivista, 90 395, 4 2 2
Codificación, 3 5 ,3 6 ,4 3 ,4 6 , 2 0 8 ,2 4 5 , Credibilidad, 1 1 7 ,1 1 8 ,1 2 2 ,1 2 5 ,
308, 318, 319, 371, 374, 378-382 , 126, 1 2 9 -1 3 3 ,1 3 5 , 1 4 0 ,1 4 6 ,
Colaboración 1 4 9 ,1 5 4 ,1 5 5 ,1 8 8 , 205, 224,
cualitativa, 373 230, 2 7 0 ,3 0 9 ,3 1 8 , 3 2 0 ,3 2 2 ,3 3 0
m odelos de, 371 tradiciones de la, 320
Comportamiento(s) Criterio(s)
estudio del, 2 9 5 ,2 9 6 ^ antropológico(s), 2 3 5 ,2 3 6
hum ano, 9 0 ,1 0 7 ,1 8 9 , 2 1 2 ,2 1 9 , cualitativos, 1 1 4 ,1 1 5 ,1 1 8 ,1 2 4 ,
226, 295, 3 2 8 ,3 4 1 ,3 6 1 1 2 5 ,1 3 4
índice analítico / 4 3 9
M arco(s) teórico(s), 5 9 ,1 5 8 ,1 7 7 ,1 7 8 , N
193, 2 4 7 ,2 4 9 ,2 5 0 , 321, 355,
361, 364, 3 7 » N arración etnográfica, 223
M aterialism ocu ltu rál,194 N aturalism o, 4 9 ,1 9 2
M edicina clínica, 4 N eu tralid ad , 4 5 ,3 6 2 ,3 6 3 ,4 1 9
M etafísica, 14§, 1 6 4 ,1 6 8 o
M étodo(s), análisis, de v. Análisis,
m étodo(s)de, Objetividad, 2 0 ,2 1 ,5 7 ,6 2 ,9 9 ,1 3 2 ,
audiovisuales, 122 1 3 3 ,1 4 7 , 224, 265, 3 2 0 ,3 3 6 ,
cualitátivo(s), 3 ,5 ,7 ,8 ,1 0 ,.1 2 ,1 7 , 3 6 2 ,3 6 3 ,3 9 2 ,4 1 1 ,4 1 9 ,4 2 0
2 2 ,2 5 , 2 6 ,3 1 , 3 2 ,4 2 ,4 3 ,4 6 , 82, científica, 2 1 ,3 3 6
8 4 ,8 5 ,9 3 ,9 8 ,1 0 6 ,1 1 5 ,1 2 1 , principio de la. 21
1 2 2 ,1 2 5 ,1 2 9 ,1 4 5 ,1 8 6 ,1 9 5 , v.t. N eutralidad
3 0 0 ,3 2 2 ,3 2 9 ,3 3 1 ,3 4 3 , 350, Observaciónles)
361, 3 7 2 ,3 7 3 , 401 continuada, 45
aprendizaje de los, 12 directas, 1 3 1 ,3 3 1 , 3 3 3 ,3 3 9
magia en el, 26 participante, 4 5 ,4 7 ,5 8 ,8 4 ,1 8 4 ,
cuantitativos, 4 ,8 1 ,8 4 ,8 5 ,8 9 ,9 0 , 189, 191, 192, 2 0 7 ,2 0 9 , 210,
9 3 ,1 0 6 ,1 2 3 ,1 9 1 ,2 6 4 2 20, 222,- 2 2 9 ,2 3 2 , 2 3 6 ,2 3 7 ,
enfermería, dé v. Enfermería, 239, 2 82, 284, 288, 309, 336,
métodos de 3 7 5 ,3 8 9 , 397 ;
etnográficos, 1 1 3 ,1 8 5 ,1 8 6 , Observador(es)
1 9 6 ,1 9 7 ,1 9 9 , 210, 216, hum anos, 286
237, 248 participantes, 2 8 7 ,2 9 3
etológicos. 295 tendencias del, 333
interpretativo(s); 1 7 0 ,1 7 2 ,2 4 7 , Obstetricia, 4
249, 251, 252, 312 ; Ontología, 1 3 3 ,1 4 4 ,1 5 5 ,1 6 2 ,1 6 4 ,1 6 8
m últiples, 8 4 ,8 5
P
observación, de, 2 8 5 ,2 9 5
paradigm áticos, 135 Paradigm a(s)
reglas del, 67 cu alitativo(s), 1 6 ,1 8 ,1 9 ,8 1 ,
v.t. Etología; Observación partici 1 1 4 -1 1 8 ,1 2 0 -1 2 2 ,1 2 4 ,1 2 5 ,1 3 4 ,
pante 135, 145, 330 ;
Metodología(s) cu antitatívo(s), 1 1 9 ,1 2 1 , 333
cualitativa, xxv, 7 ,8 3 uso inapropiado de, 330
fenom enológicas, 1 6 1 ,1 7 3 propósitos d alo s, 122
investigación, de, 3 0 ,1 7 2 Participación, factores de la, 2 7 7
fenom enológica, 172 Participante, punto de vista del i>.
M icroanálisis intraparticipante, 36 Ei/r/c, punto de vista
M icroetnografía, 199
ín d ic e a n a lític o / 445
Patrón(es) Refutación, 55
reconocim iento de, 2 3 -2 5 ,2 2 2 Refutación v. Hallazgos, refutación
recurrentes, 129 d élo s
Perspectiva Relativismo
holística, 133 cultural, 397
noción de la, 133 ético, 398
Plagiar, 4 2 2 Respuestas hum anas, 328, 3 2 9 ,3 3 9
Positivism o lógico, 1 1 9 ,1 3 4 ,3 4 1 patrones en las, 335
Postestructuralism o, 352 Resultados
Postm odernism o, 352 cu alitativos, 7, 8 ,4 0
Preguntas evaluación de los v. Evaluación,
abiertas, 8 2 ,2 3 7 ,3 5 2 , 359 resultados, d e los
contraste, de, 207 Retextualización, 47
entrevistas de, 353 Revelación v. Verdad : ;
estructurales, 207 Revisión, 5 ,2 2 ,4 0 , 8 4 ,8 7 ,1 0 5 ,1 1 6 ,
interacción d e, 209 1 1 8 ,1 3 5 ,1 6 1 ,1 7 6 , 233, 252,
Preparación, fase de, 266 263, 327, 3 29, 3 8 9 ,3 9 1 -3 9 4 ,3 9 9 ,
Proceso(s) . 401, 4 1 2 ,4 2 4 ,4 2 5 ,4 3 2 ,4 3 3
cognitivos, 2 9 - 3 2 ,3 9 , 4 2 ,4 3 com ités de, 5 ,2 9 4 ,3 2 7 ,4 0 1
ref lectivo, 1 4 6 ,1 4 8 ,1 5 2 ,1 5 4 ,1 5 5 proceso de, 327, 3 3 0 ,4 3 1 ,4 3 3 í
Proyecto(s), evaluadores de, 30 Revisor(es), 8 ,7 0 ,1 3 4 , 3 2 7 ,3 2 9 ,;
Publicación, créditos en la, 383 331- 333, 336, 337, 340, 341,
34 3 , 433
R Rigor
Realidad(es) m etodológico, 1 6 ,2 0 ,6 9
clínica, 5, 50 norm as de, 8 ,9
definiciones d e, 63
im ágenes de la, 3
s
múltiples, 90 Salud
R eciprocidad, 3 9 0 ,4 0 0 ,4 1 0 atención en, 236
R econtextualización, 3 2 ,4 1 , 43, ciencias de la u. Ciencia(s), salud
4 6 -4 8 , 211 de la
proceso de, 4 2 enferm edad, y, 323
R econtextualizar v. Recontextua etnógrafos de la, 196
lización investigación en v. Investigación,
Reflexión, 3 5 ; 4 4 ,1 3 0 ,1 4 1 ,1 4 2 ,1 4 5 , salud en
149, 4 2 9 investigadores de la, 195, 263, 272
fenom enológica, 44 servicios de, 50, 78, 8 8 ,1 2 0 ,2 2 0 ,
interpretativa, 149 230, 411
Ref lexividad, 1 9 2 ,1 9 3 ,2 2 7 ,3 5 7 prestación de, 50, 120, 219
Refutabilidad v. Refutación, 55 sexual, 87
446 / A s u n t o s c r í t i c o s e n l o s m é t o d o s d e in v e s t ig a c ió n c u a l i t a t i v a
Se terminó de imprimir
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