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HISTORIA DE LA ARQUITECTURA I

Alumnos: Crescenzi Anna Paula- De la vega lucas- Deheza Gianela


Grupo 16
Fecha: 12/04/2023
VILLA FOSCARI “la malcontenta”
Su arquitecto ANDREA PALLADIO italiano nacido en Padua en el año 1508. Es
considerado uno de los mayores arquitectos de la Italia del Renacimiento, llamado a
tener una proyección internacional muy superior a de la mayor parte de sus coetáneos.
Autor de varias obras arquitectónicas muy reconocidas como Villa la Rotonda, Villa
Emo, Villa Cornaro, Villa Foscari, entre otras.
Arquitecto italiano nacido en Padua en el año 1508. Es considerado uno de los
mayores arquitectos de la Italia del Renacimiento, llamado a tener una proyección
internacional muy superior a de la mayor parte de sus coetáneos. Autor de varias
obras arquitectónicas muy reconocidas como Villa la Rotonda, Villa Emo, Villa
Cornaro, Villa Foscari, entre otras.
El edificio está ubicado en Mira (VE), una localidad húmeda cercana al Naviglio del
Brenta. Las características ambientales ciertamente han influido en las elecciones de
diseño: al estar muy cerca de un arroyo, de hecho. la villa se levanta sobre una base
alca que tenía la función de aislar el piso principal de la humedad del suelo.

En el diseño de este edificio Palladio aplica el "juego de la villa", partiendo de un


esquema básico consistente en una logia o pronaos, un vestíbulo y luego las escaleras
y servicios, varió la composición de los distintos elementos experimentando con varios
esquemas.
Villa Foscari consta de un pronaos jónico al que se accede por dos escaleras laterales
gemelas; desde aquí se accede a una gran sala de crucería con bóvedas de crucería,
por lo que el edificio tiene planta central. Desde este último se puede llegar a todos los
demás espacios del edificio. La villa cuenta con dos apartamentos simétricos, uno para
cada cliente, con tres habitaciones cada uno.
A diferencia de otras villas palladianas como Villa Poiana o Villa Emo, la residencia
tiene un pronaos, se desarrolla en altura y no en ancho, tiene ventanas en el ático y
los graneros laterales están ausentes, ya que Villa Foscari tiene el propósito del otium.
En el diseño de este edificio Palladio aplica el "juego de la villa", partiendo de un
esquema básico consistente en una logia o pronaos, un vestíbulo y luego las escaleras
y servicios, varió la composición de los distintos elementos experimentando con varios
esquemas.
Villa Foscari consta de un pronaos jónico al que se accede por dos escaleras laterales
gemelas; desde aquí se accede a una gran sala de crucería con bóvedas de crucería,
por lo que el edificio tiene planta central. Desde este último se puede llegar a todos los
demás espacios del edificio. La villa cuenta con dos apartamentos simétricos, uno para
cada cliente, con tres habitaciones cada uno.
A diferencia de otras villas palladianas como Villa Poiana o Villa Emo, la residencia
tiene un pronaos, se desarrolla en altura y no en ancho, tiene ventanas en el ático y
los graneros laterales están ausentes, ya que Villa Foscari tiene el propósito del otium.
En el diseño de este edificio Palladio aplica el "juego de la villa", partiendo de un
esquema básico consistente en una logia o pronaos, un vestíbulo y luego las escaleras
y servicios, varió la composición de los distintos elementos experimentando con varios
esquemas.
Villa Foscari consta de un pronaos jónico al que se accede por dos escaleras laterales
gemelas; desde aquí se accede a una gran sala de crucería con bóvedas de crucería,
por lo que el edificio tiene planta central. Desde este último se puede llegar a todos los
demás espacios del edificio. La villa cuenta con dos apartamentos simétricos, uno para
cada cliente, con tres habitaciones cada uno.
A diferencia de otras villas palladianas como Villa Poiana o Villa Emo, la residencia
tiene un pronaos, se desarrolla en altura y no en ancho, tiene ventanas en el ático y
los graneros laterales están ausentes, ya que Villa Foscari tiene el propósito del otium.
Respecto a las formas que aparecen en su fachada, podemos encontrar rectángulos y
cuadrados en puertas, ventanas y en la parte superior el triangulo que es la forma que
tiene su frontis sostenido por sus columnas. A su vez en su interior son muy
característicos los arcos en la entrada de cada espacio.

Iglesia Sancti Spiritu:


Lo que caracteriza a la Iglesia de Santo Spirito considerada la última obra maestra de
Brunelleschi, es la sencillez y elegancia de su fachada. Las obras empezaron en 1446.
Dos años después, tras la muerte del gran arquitecto, sus alumnos se ocuparon del
trabajó, pero no comprendieron bien el proyecto original y, por esto, realizaron sólo
una parte.
El interior es a cruz latina con tres elegantes naves divididas por columnas de piedra
con arcos ojivales. La cúpula principal tiene 12 resaltos, y en el perímetro del edificio
están las capillas laterales a nicho. En éstas se encuentran obras magníficas, entre las
que destaca el "Retablo Neri' de Filippino Lippi, con la "Virgen con el Niño entre
Santos".
Filippo Brunelleschi, fue un arquitecto, escultor y orfebre renacentista italiano. Sus
profundos conocimientos matemáticos y su entusiasmo por esta ciencia le facilitaron el
camino en la arquitectura, además de llevarlo a la invención de la perspectiva cónica.
IGLESIA SAN ANDRES DE MANTUA - Lombardía (Italia)
Hacia 1470 es contratado por la familia de los Gonzaga, gobernantes de Mantua. Allí
recibe el encargo de construír edificios de nueva planta en los que pondrá en práctica
su gran potencial creativo: San Andrés de Mantua (1472-1494). Aunque es una obra
inacabada, lo cierto es que demuestra claramemente que Alberti era un genio que se
adelantó a su época. En este edificio se declara radialmente opuesto a la utilización de
la planta basilical resucitada por Brunelleschi. A planta Es de cruz latina, de una sola
nave, con enormes capillas laterales, y un inmenso cruceiro. El interior está inspirado
en la basílica de Majencio. El abovedamiento de la nave es a base de cañón con
casetones. Las pilastras substituyen a las columnas, consiguiendo una mayor
monumentalidad. El transepto está cubierto con una enorme cúpula sobre pechinas. E
edificio es ajeno a la austeridad de Brunelleschi, con un afán decorativo inexistente en
los interiores de San Lorenzo o Santo Spirito. La fachada: el edifico se dispone sobre
un podio; la estructura es todo un ejercicio de eclecticismo al utilizar un esquema de
arco de triunfo rematado con una inopinada bóveda de cañón. Esto es así debido a
que la nave de la iglesia es máis alta que la fachada. Se conjugan dos esquemas: la
fachada de un templo romano y la estructura de un arco de triunfo. Quizás el elemento
más importante, por su prosperidad, son las pilastras que unifican toda la fachada.
Construcción: 1462-1495 (1.a fase);1597 (brazos laterales y cripta); 1732-1782
(cúpula); 1790 (fin) Alberti siguió el concepto de “templum etruscum”, creando una
iglesia sobre una planta de cruz latina. Esta capilla tiene una sola nave sin lados
aislados mientras tres bóvedas de cañón están en cada lado de la nave, el cruce este
marcado por una cúpula. En la absise que sobresale de la fachada posterior del
templo se encuentra el altar mayor. El piso muestra líneas y figuras relacionadas con
la geometría del edificio. Las ventanas se establecen a cierta altura con el fin de que
no mantengan ningún contacto con el fluir cotidiano de la vida exterior; desde ellas
solo podrá verse el cielo. La entrada de bóveda de cañón se repite en su interior en la
nave, mientras que la bóveda loggia repite la bóveda de cañón en las capillas
interiores en ángulos rectos a la nave En la fachada eclesiástica de San Andrea la
completa ausencia de columnas revela un vuelco decisivo en las ideas de Alberti, ya
que en 1450 Alberti consideraba que la columna era el principal ornamento de la
arquitectura, por esa época le resultaba inconcebible proyectar una iglesia sin esta
forma de decoración. El repudio de la columna en San Andrea es el resultado de un
cambio en la teoría de Alberti, es posible que en ese lapso halla comprendido que
debía decidirse entre la autoridad de la arquitectura “clásica” y las exigencias
contemporáneas de una lógica arquitectónica de muros portantes. En consecuencia
rechaza la transacción consistente en unir paredes y columnas y prefirió desarrollar un
sistema de pared uniforme. En San Andrea, Alberti usa para diseñar la fachada la idea
del arco de triunfo, especialmente el triple arco en variedad, en combinación con la
fachada de templo clásico, es evidente que representa un modo posible de revivir el
templo clásico, adaptado a la arquitectura de los muros portantes.
Esta muestra la mayor cantidad de pared sólida, hay un entablamento inusitadamente
liviano que descansa sobre pilastras de gran tamaño, estas siguen un orden llamado
“orden gigante”, orden el cual estas se prolongan más allá de un piso a través de
varios, y se las puede encasillar dentro del orden corintio, sobre estas descansa un
frontón triangular. Su diseño racional hace que la altura sea igual que el ancho.
También el entrepaño central es sorprendentemente ancho mientras que los laterales
son angostos, la mitad del central, este cuenta con un gran arco de medio punto y los
entrepaños laterales presentan puertas, nichos y ventanas una encima de otras. La
gran escalinata que se presenta en la iglesia de San Andrea del tipo corriente
presentada en los frentes de los templos clásicos tiene su concepción en las fachadas
preferentemente eclesiásticas de Roma. El desarrollo hacia una interpretación
conscientemente heterodoxa de la arquitectura clásica, lo que caracterizo la última
etapa del arte de Alberti. San Andrea, proyectada en el año de 1470 e iniciada en
1472, ilustra el nuevo enfoque albertiano de la arquitectura clásica. Tras la fachada de
san Andrea, no solo se alienta la idea del frente de templo sino también la de arco
triunfal. El modelo seguido en este caso era del tipo de arco de Constantino en Roma,
con un solo y amplio pasaje y dos entrepaños a los lados. En alguno de estos arcos de
triunfo la moldura sobre la cual descansa el arco central se continua transversalmente
en los entrepaños pequeños y prosigue detrás del orden mayor, Alberti repitió este
motivo reforzando la impresión producida por las pilastras mismas que tanto
pertenecen al arco de triunfo como al frente del templo, ambos sistemas se
superponen y se funden el uno en el otro. Alberti reunió aquí, dos sistemas
incompatibles en la antigüedad. Su combinación en una unidad no es clásica, y abre
las puertas a la amanerada concepción de la arquitectura que impero en el siglo XVI.
La interrelación de los dos sistemas es sumamente sutil, las molduras y dentículos del
entablamento mayor se repiten en el menor, y la forma de los capiteles de las pilastras
exteriores, que no es idéntica a la de los interiores, se refleja en los capiteles del orden
menor. En una comparación con el interior realizada para ver como influyen la
fachada, encontramos que el gran recinto abovedado de la nave, con las tres capillas
abiertas a cada lado, cuyo conjunto constituye una completa y revolucionaria novedad,
proviene de impresiones recogidas en las termas romanas, en efecto, aquí el sistema
de la fachada se repite a manera de sucesión continua. Sin el remate del frontón se
presenta ahora como una alternativa rítmica de paredes angostas y vanos anchos en
la proporción de 3 a 4. Este motivo se denominó la “Rhytmische Travée”. Al repetir el
mismo sistema adentro y afuera, Alberti da una prueba visual de la homogeneidad de
estructuras de sus muros; pero semejante enfoque era inconcebible en la antigüedad.
Siempre se observó con sorpresa que la fachada de San Andrea era
considerablemente más baja que el techo de la iglesia. El caso es que Alberti debió
tener en cuenta la vieja torre del ángulo izquierdo de su edificio, que lo obligo a hacer
el vestíbulo más angosto que la iglesia. Esto solo no tendría por qué haberle impedido
abarcar toda la altura de la iglesia mediante una fachada de dos pisos. Pero su
intención fue subrayar la continuidad del interior y el exterior, llegando al extremo de
hacer concordar las medidas externas con las internas; en efecto, la altura de la
fachada (sin el frontón) guarda correspondencia con la de la pared de la nave. Hasta la
bóveda, y su ancho corresponde al de una “rhytmische Travée” del interior.
Además, Alberti prefirió dejar ver la pared desnuda de la iglesia por encima de su
fachada, antes que sacrificar el colosal frente del templo. Esta fachada es entre varias
el ejemplo de una evolución operada como consecuencia de los cambios del enfoque
albertiano de la Antigüedad. En San Andrea el enfoqué purista de la arquitectura
clásica dio paso a la libre y deliberada combinación de sus elementos.
AUTOR: Leon Battista Aliberti (1407—1472) El italiano Leon Battista Alberti fue,
además de arquitecto, el primer teórico del arte del renacimiento. Alberti comenzó a
trabajar como arquitecto alrededor del año 1430. Sus primeras obras las realizó para
la familia Rucellai en Florencia. Sus edificios están considerados como los ejemplos
más sobresalientes de la arquitectura renacentista. Destaca más su actividad como
teórico que como constructor, ya que proyectaba todos los elementos al detalle, pero
nunca participaba en la construcción de sus edificios. Otra de las facetas más
importantes en Alberti son sus tratados teóricos, por los que hoy conocemos su
pensamiento artístico. Los más relevantes son Della Pittura (1436) y De Re
Aedificatoria (1453)

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