Tema 9

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Tema 9 – Relaciones y contacto con el exterior

Dos tipos de comunicaciones con el exterior: comunicaciones (el exterior acude al centro
penitenciario) o salidas (el interno acude al exterior).

Para la adquisición de permisos se deben cumplir una serie de requisitos, mientras que para
las comunicaciones no es necesario.

Salidas del interno


Reinsertar conlleva siempre el potenciar el contacto con el exterior, medio al que retornará el
individuo condenado a una pena privativa de libertad. Dicha sanción no pretende aislar al
individuo del exterior.

Salidas programadas: son planificadas por la Junta de Tratamiento, pero han de ser aprobadas
por quien correspondería aprobar los permisos de salida, es decir, si se trata de un interno en
segundo grado que solicita un permiso de salida de más de 48h el encargado de aprobarlo
sería el JVP, y para los demás casos el encargado sería la administración penitenciaria.

Las salidas programadas pueden ser puntuales, pueden ir de dos horas o más de un día, pero
con un límite de 4 días. La duración va en función de la actividad que se trate. Estas salidas
programadas no computan a efectos de permisos. En estas salidas los internos van
acompañados por parte del personal del establecimiento penitenciario, normalmente, con
alguien de su tratamiento. Las salidas programadas son de un máximo de 5 internos,
clasificados en segundo o tercer grado.

Permisos de salida (art. 154 a 162 del Reglamento Penitenciario): cabe concebir la
importancia de los permisos de salida como elemento fundamental del tratamiento, ya que es
el instrumento diseñado para conseguir la reinserción. Por tanto, el permiso supone una
preparación para la vida en libertad, en ningún caso puede ser considerado un beneficio
penitenciario, sino que forma parte del tratamiento. Tienen efectos muy importantes, por un
lado, sirven para fortalecer los vínculos familiares, sirven para reducir las tensiones inherentes
al encarcelamiento (romper con la rutina), es un indicador de la evolución del tratamiento y
estimula la buena conducta y el sentido de responsabilidad del interno. Además, las tasas de
fracaso de permisos de salida (no regresar a prisión) son mínimas.

Los requisitos básicos para obtener un permiso de salida ordinario son tres: estar clasificado en
segundo o tercer grado, haber cumplido ¼ parte de la condena, y presentar buena conducta. El
número de permisos que pueden gozar al año los internos clasificados en segundo grado son
de 36 días, y los que estén en tercer grado 48 días al año. La única condición que impone la
legislación penitenciaria es que no se pueden cumplir más de 7 días de permiso.

Los permisos extraordinarios son aquellos que se conceden por razón de enfermedad, muerte,
si se va a tener un hijo o por motivos importantes y comprobados. La duración vendrá
determinada por la finalidad por la que se ha concedido y no pueden ultrapasar la fijada por
los permisos ordinarios (no más de 7 días). Cuando se trate de internos clasificados en primer
grado, la autorización la concede el JVP.

En cuanto al procedimiento de la concesión hay que tener en cuenta que la solicitud de estos
corresponde al interno. Una vez solicitado, el equipo técnico elabora un informe con la previa
comprobación de los requisitos. Cada miembro del equipo técnico elabora un informe donde
se establecen las condiciones y controles de dicho permiso. La Junta de Tratamiento es quien
aprueba o deniega la propuesta de permiso, en caso de que la apruebe la pasa a quien
corresponda (JVP o administración penitenciaria).

En supuestos de urgencia el director del centro penitenciario puede acordar la concesión de un


permiso extraordinario. En el caso de que se deniegue un permiso, el interno puede recurrir al
JVP.

Una vez concedido el permiso, este se podrá suspender en el caso de que antes de disfrutar
del mismo se produce algún hecho que modifique las circunstancias en virtud de las cuales se
acordó su concesión. La revocación del permiso se produce cuando el interno no regresa a
prisión o cuando se comete un delito durante el permiso.

Los permisos ordinarios no son incompatibles con los extraordinarios.

Comunicaciones
Obedecen al objetivo final de la reinserción y de no aislar al interno. Están autorizados a
comunicarse de manera periódica oral o escrita con sus familiares, amigos, abogados,
autoridades diplomáticas. Estas comunicaciones deben respetar el principio de intimidad, el
principio de libertad de comunicación y de expresión. Por tanto, la regla general debe ser la
máxima permisibilidad en cuanto a las comunicaciones y la excepción sería la intervención o
limitación de estas.

Comunicaciones escritas: cartas, no hay límite en cuanto al número de cartas que los internos
pueden enviar o recibir. Un supuesto especial de intervención de comunicaciones escritas es la
que se da entre internos de diferentes centros penitenciarios, concurriendo razones de
seguridad.

Telefónicas: hay un máximo de 5 llamadas a la semana (pagadas por el interno), de no más de


5 minutos. En cuanto a las llamadas externas a prisión deben ser autorizadas por el director,
que verificará la urgencia de esta.

Orales: son las visitas que normalmente llevan a cabo los familiares y personas autorizadas por
el director del interno. Al menos son dos comunicaciones a la semana, de una duración
máxima de 20 minutos, pero que pueden acumularse y realizar solamente una de 40 minutos.
Máximo de 4 personas, en el que no hay contacto físico, pero sí visual (mediante telefonillo y a
través de una mampara).

Visitas de familiares o íntimas: internos que no gozan de permisos de salida. Se puede realizar
una al mes, aunque se podrían conceder más. Las íntimas son con la pareja, y las familiares son
con la familia y pueden tener una duración máxima de 3 horas. Las de convivencia también son
con familiares, pero están pensadas por si hay niños menores de 10 años. Estas pueden tener
una duración máxima de 6 horas.

Visitas con profesionales (abogados y procuradores): estas son las únicas que no se pueden
intervenir si no existe la autorización de un juez. Las comunicaciones con abogados y
procuradores también son llevadas a cabo a través de una mampara, pero sí que se pueden
pasar documentos y de más.

Pueden enviar y recibir paquetes, los cuales serán registrados para verificar que no haya
ningún objeto prohibido. Como mucho pueden recibir 2 paquetes al mes con un peso máximo
de 5kg (sin contar ropa ni libros).

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