Sucedáneos

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SUCEDÁNEOS

Los sucedáneos son aquellas manifestaciones procesales que, a falta de


prueba o mediatizando éstas, nos dan la posibilidad de establecer o poner,
como base de la sentencia, unos elementos fácticos que no son resultado de
una prueba sino, más exactamente, de la ausencia de esta o de una especial
manifestación de ésta. Los sucedáneos, con los cuales nos consolamos ante la
ausencia de los medios probatorios plenos o directos, también son medios
probatorios de alguna forma; pues, si no fuese así, no servirían para sustentar
una decisión jurisdiccional. De allí la importancia de los medios probatorios y
sus sucedáneos.

En el artículo 275° del Código Procesal Civil Peruano, se plasma lo siguiente:

“Los sucedáneos son auxilios establecidos por la ley o asumidos por el Juez
para lograr la finalidad de los medios probatorios, corroborando, completando o
sustituyendo el valor o alcance de éstos”.

El Código Procesal Civil, considera que son sucedáneos de los medios


probatorios los siguientes:
1. El indicio.
2. La presunción legal y judicial; y,
3. La ficción legal.

1. Indicio:
1.1. Significado: El indicio es todo rastro, vestigio, huella, circunstancia y
en general todo hecho conocido que mediante la vía de la inferencia
nos lleva al conocimiento de otro hecho desconocido. En la prueba
circunstancial o indiciaria se trata de un hecho que puede ser
utilizado para inferir otro hecho. En la prueba directa, se prueba un
hecho pero que no es el que se quiere probar en última instancia,
sino que se trata de acreditar la existencia del hecho final con la
prueba de un hecho intermedio. A continuación, a nuestro Código
Procesal Civil que en su artículo 276° define los indicios como:

“el acto, circunstancia o signo suficientemente acreditado a través de


los medios probatorios, adquieren significación en su conjunto
cuando conducen al Juez a la certeza en torno a un hecho
desconocido relacionado con la controversia”.

1.2. Fundamento del valor probatorio de los indicios: La razón o el


fundamento del valor probatorio de los indicios radica en su aptitud
para que el juez infiera lógicamente de ellos el hecho desconocido
que investiga. Este poder indicativo se fundamenta, por su parte, en
la lógica apoyada en la experiencia humana y en los conocimientos
técnicos o científicos especializados, según sean indicios ordinarios o
técnicos; en el primer caso, se trata de esas máximas o reglas
generales de la experiencia, que le sirven al juez de guía segura para
la valoración de toda clase de pruebas y en especial de la indiciaria.
2. Presunción: La presunción es un juicio lógico del legislador o del juez
(según sea presunción legal o judicial), en virtud del cual se considera
como cierto o probable un hecho (lo segundo cuando es presunción
judicial o de hombre) con fundamento en las máximas generales de la
experiencia, que le indican cuál es el modo normal como se suceden las
cosas y los hechos.
Es el razonamiento lógico crítico que a partir de uno o más hechos
indicadores lleva al Juez a la certeza del hecho investigado, tal como lo
establece el artículo 277° del Código Procesal Civil. Las presunciones
previstas en nuestra normatividad procesal son a su vez de dos clases:
Presunciones legales y presunciones judiciales (o presunciones
simples).

2.1. Presunciones legales: Son presunciones establecidas por la ley, y


éstas pueden ser absolutas y relativas.

2.1.1. Absolutas: No admiten prueba en contrario, el juzgador tiene la


obligación de aceptar por cierto el hecho presumido en cuanto se
haya acreditado el hecho que le sirve de antecedente.
2.1.2. Relativas: Admiten prueba en contrario; esto es, por mandato de la
ley se presume o se tiene por cierto un determinado hecho una vez
que se haya acreditado el antecedente o elemento indicador, sin
embargo, la ley admite prueba en contrario.

2.2. Presunciones judiciales: Son las presunciones establecidas por el


juzgador mediante el examen de los indicios o rasgos sintomáticos
recurriendo a las reglas de la lógica y/o de la experiencia. Igual que
el caso anterior, también se necesita de un presupuesto debidamente
acreditado a partir del cual, mediante la inferencia, se arribará a una
conclusión o convicción sobre el hecho investigado no conocido. A
diferencia de la anterior presunción, donde la ley establece la
presunción, aquí, ésta es elaborada por el juzgador.

3. Ficción legal: Que no es sino una forma de presunción legal que no


admite prueba en contrario por mandato de la propia ley.

4. Diferencia entre indicios y presunciones: Algunos autores, identifican


estos dos conceptos y lo mismo ocurre en numerosos códigos civiles y
de procedimiento. Pero la mayoría los distingue, sin dejar de reconocer
que los indicios operan como base o supuesto de hecho de las
presunciones judiciales y que éstas concurren en la valoración de
aquéllos, puesto que son principios lógicos basados en la experiencia
común o en conocimientos especializados, que guían el criterio del
juzgador al apreciar el mérito probatorio de aquéllos. Adoptamos la
última opinión, porque el indicio es una prueba que consiste en un hecho
conocido y la presunción judicial o de hombre consiste en el argumento
lógico, basado en las máximas generales de la experiencia o en
conocimientos especializados, que le permite al juez darle valor
probatorio a aquél, al inferir de dicho hecho otro desconocido de cuya
verificación se trata. La presunción judicial sirve de razón para calificar o
valorar el mérito probatorio de los indicios, y, por lo tanto, no puede
confundirse con éstos.

5. Signos exteriores de riqueza: A entender de la Superintendencia


Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria, los signos
exteriores de riqueza están relacionados con aquellas personas que
tienen una elevada capacidad de gasto o que ostenten signos exteriores
de riqueza, que no se encuentren acordes con el nivel de ingresos
declarados. Tal es así que, éstos están sujetos a una posible
fiscalización de la Sunat por presuntamente tener un incremento
patrimonial no justificado.

Aquellos signos exteriores de riqueza pueden ser: el valor del inmueble


donde resida habitualmente el contribuyente y su familia o el alquiler que
paga por el mismo, el valor de las fincas de recreo o esparcimiento, los
vehículos, embarcaciones, caballerizas de lujo, el número de servidores,
viajes al exterior, clubes sociales, gastos en educación, obras de arte,
entre otros.

6. Inteligencia financiera: La inteligencia financiera es la capacidad que


se puede desarrollar para obtener nuevas fuentes de ingresos u
optimizar los ingresos, buscando una estabilidad o crecimiento
económico. Es aquel crecimiento financiero con respecto a los ingresos
ya obtenidos o generados por parte del individuo, es esa parte de
nuestra inteligencia que utilizamos para resolver problemas de dinero.

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