Informe El Suelo
Informe El Suelo
Informe El Suelo
MINISTERIO DE EDUCACIÓN
EL SUELO
Alumna:
4to. Grado
Sección “A”
Uno de los recursos naturales más importantes es el suelo, formando parte de un ecosistema que está en
equilibrio con el medio ambiente.
La mayor parte de la superficie terrestre está cubierta por una delgada capa de suelo en donde se
encuentran el reino vegetal y el reino animal en conjunto con el mundo mineral. Los vegetales obtienen del
suelo el agua y los nutrientes esenciales mientras que los animales elaboran su propia materia a costa de los
vegetales. De igual manera, los residuos vegetales y animales retornan de nuevo al suelo, donde son
descompuestos. De tal forma que, la vida es esencial para el suelo y el suelo es esencial para la vida.
Los suelos se forman por la destrucción de la roca y la acumulación de materiales distintos a lo
largo de los siglos, en un proceso que involucra numerosas variantes físicas, químicas y biológicas, que da
como resultado una disposición en capas bien diferenciadas, como las de un pastel, observables en los puntos de
falla o fractura de la corteza terrestre.
Ellizabeth S. Rebollo, según su investigación comentó que;
“El suelo es un recurso natural renovable a muy largo plazo, así que debemos tratarlo
como si no lo fuera. Pero el ser humano ha hecho un uso intensivo, ha modificado su
vocación natural y acelerado su deterioro.
Concepto:
El suelo es la porción más superficial de la corteza terrestre, constituida en su mayoría por residuos de
roca provenientes de procesos erosivos y otras alteraciones físicas y químicas, así como de materia orgánica
fruto de la actividad biológica que se desarrolla en la superficie.
El suelo es la porción más visible del planeta Tierra, en donde sembramos las cosechas, edificamos
nuestras casas y enterramos a nuestros muertos. Se trata de una superficie sumamente variada y multiforme,
sobre la cual se producen los fenómenos climáticos como la lluvia, el viento, etc.
Tipos de suelos
Existen diversos tipos de suelo, cada uno fruto de procesos distintos de formación, fruto de la
sedimentación, la deposición eólica, la meteorización y los residuos orgánicos. Pueden clasificarse de acuerdo a
dos distintos criterios, que son:
Suelos arenosos. Incapaces de retener el agua, son escasos en materia orgánica y por lo tanto poco
fértiles.
Suelos calizos. Abundan en minerales calcáreos y por lo tanto en sales, lo cual les confiere dureza,
aridez y color blanquecino.
Suelos humíferos. De tierra negra, en ellos abunda la materia orgánica en descomposición y retienen
muy bien el agua, siendo muy fértiles.
Suelos arcillosos. Compuestos por finos granos amarillentos que retienen muy bien el agua, por lo que
suelen inundarse con facilidad.
Suelos pedregosos. Compuestos por rocas de distintos tamaños, son muy porosos y no retienen en nada
el agua.
Suelos mixtos. Suelos mezclados, por lo general entre arenosos y arcillosos.
Suelos limosos. Tienen gránulos de tamaño intermedio son fértiles y fáciles de trabajar. Forman terrones
fáciles de desagregar cuando están secos.