Cáncer de Colon Luz
Cáncer de Colon Luz
Cáncer de Colon Luz
Incidencia
El cáncer colorrectal es la tercera causa principal de fallecimientos asociados al
cáncer en los Estados Unidos cuando se consideran a los hombres y a las
mujeres por separado, y la segunda causa principal cuando se combinan ambos
sexos. Se espera que cause alrededor de 49,700 muertes durante 2015.
La tasa de mortalidad (el número de muertes por 100,000 personas cada año) a
causa de cáncer colorrectal ha estado disminuyendo tanto en hombres como en
mujeres por más de 20 años. Esto probablemente se deba a varias razones. Es
posible que una de estas razones sea el hecho de que los pólipos se descubren
mediante pruebas de deteccion son extirpados antes de que se transformen en
cáncer. Las pruebas de detección también están permitiendo que más cánceres
colorrectales sean encontrados más temprano cuando es más fácil curar la
enfermedad. Además, el tratamiento del cáncer colorrectal ha mejorado durante
los últimos años. Como resultado, actualmente existen más de un millón de
sobrevivientes de cáncer colorrectal en los Estados Unidos.
Fisiopatologíal
Este tipo de cáncer se origina por el crecimiento anómalo de las células que
forman sus tejidos, en forma de pólipos o lesiones que pueden tomar años en
convertirse en malignas. Tal crecimiento puede producirse por múltiples causas,
entre las cuales destacan las enfermedades inflamatorias crónicas del colon, las
dietas altas en grasas y bajas en fibras y el consumo del cigarrillo.
Síntomas
El cáncer que comienza en el colon, se denomina cáncer de colon y el que
comienza en el recto, cáncer de recto. Según esté afectada una parte u otra, los
síntomas serán distintos y las pruebas diagnósticas serán distintas y más eficaces
para detectar el cáncer según la zona donde aparezca.
Entre los síntomas visibles del padecimiento se encuentran: alteraciones del ritmo
intestinal, dolor abdominal frecuente acompañado de gases o hinchazón, náuseas
y vómitos espontáneos, rastros de sangre en las heces, pérdida de peso sin
motivo aparente, entre otros.
Marcadores tumorales
En ocasiones, las células del cáncer colorrectal producen sustancias, llamadas
marcadores tumorales que se pueden detectar en el torrente sanguíneo. Los
marcadores tumorales más comunes para el cáncer colorrectal son el antígeno
carcinoembrionario (CEA) y el CA 19-9. Los análisis de sangre para estos
marcadores tumorales se usan con más frecuencia junto con otras pruebas para
darles seguimiento a los pacientes que ya han sido diagnosticados con cáncer
colorrectal o que han recibido tratamiento para esta enfermedad
Colonoscopia
Para este examen, el médico examina el colon y el recto en toda su extensión con
un colonoscopio, un tubo delgado y flexible que tiene una fuente de luz y una
pequeña cámara de video en el extremo. Se introduce a través del ano y hacia el
recto y el colon. La cámara de vídeo en su extremo está conectada a un monitor
para que el médico pueda observar y examinar de cerca el interior del colon. A
través del colonoscopio, se pueden pasar instrumentos especiales para hacer una
biopsia o extirpar cualquier área que se vea sospechosa, como pólipos, de ser
necesario.
Biopsia
Tratamiento
Colostomía de derivación
Algunos pacientes padecen cánceres de colon que se han extendido, pero
también presentan tumores que están bloqueando el colon. Cuando un tumor
bloquea el colon, esto impide el paso del contenido causando náuseas, vómitos y
dolor abdominal intenso. Para los pacientes con este problema, a veces se realiza
una cirugía para aliviar la obstrucción sin extraer la parte del colon que contiene el
cáncer. En lugar de ello, el colon se corta por encima del tumor y se crea un
estoma. A esto se le conoce como una colostomía de derivación. Este
procedimiento permite al paciente sentirse lo suficientemente mejor como para
iniciar el tratamiento (tal como quimioterapia) de áreas de propagación del cáncer.
Radioterapia endocavitaria
Este tipo de tratamiento se usa para algunos cánceres rectales. Se coloca un
pequeño dispositivo a través de ano y hacia el recto para administrar radiación de
alta intensidad por varios minutos. Este tratamiento se repite aproximadamente
tres veces más en intervalos de alrededor de 2 semanas para una dosis completa.
La ventaja de este método consiste en que la radiación llega al recto sin pasar a
través de la piel y otros tejidos del abdomen, lo que significa que es menos
probable que cause efectos secundarios. Esto les permite a algunos pacientes,
particularmente a los pacientes de edad avanzada, evitar la cirugía mayor y una
colostomía. Sólo se usa en caso de tumores pequeños. Algunas veces, también
se puede administrar la radiación externa.
Braquiterapia (terapia de radiación interna)
La braquiterapia utiliza pequeñas pastillas de material radioactivo. Estas se
colocan en un catéter o tubo colocado cerca o directamente en el cáncer. La
radiación sólo viaja una distancia corta, lo que limita los efectos a los tejidos sanos
circundantes. Algunas veces la radiación interna se usa para tratar a las personas
con cáncer de recto, particularmente personas que no están lo suficientemente
saludables como para tolerar la cirugía curativa. Esta terapia se puede realizar
varias veces a la semana durante un par de semanas, aunque también es un
procedimiento que se hace una sola vez.
Radioembolización
La radiación también se puede administrar durante un procedimiento de
embolización. Esto se abordó detalladamente en la sección “Ablación y
embolización para tratar el cáncer colorrectal”.
Bibliografia
Granados García Martin y Herrera Gómez Ángel; “Manual de oncología
procedimientos medico quirúrgicos”. Editorial McGraw Hill, 4ta Edición, Año
2010, Pág. 595-611