Resumen Bloque 1-4

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Bloque 1:

1.1 Paleolítico y Neolítico


El Paleolítico tenía una economía depredadora, aprovechaban los recursos de la naturaleza. Vivían
de la caza, pesca, carroñeo y recolección. Eran pequeños grupos nómadas que se desplazaban
estacionalmente siguiendo el alimento. No tenían una clara jerarquía social. En el Neolítico producen
alimentos por la agricultura y ganadería. Esto provocó la elaboración de tejidos, cerámica, pulimento
de piedra y comercio. Al disminuirse los desplazamientos, se impulsó el sedentarismo, formando
poblados estables.
Las Pinturas rupestres Cantábricas se encuentran en cuevas profundas y oscuras, tienen
motivaciones mágicas (favorecer la caza) y religiosas. Suelen ser figuras aisladas de animales,
símbolos abstractos o estampaciones de manos, policromáticas y naturalistas (Cueva Altamira). Las
Pinturas Levantinas se encuentran en abrigos rocosos más o menos bien iluminados. Suelen ser
figuras humanas y escenas variadas con sentido narrativo. Tenían formas estilizadas y
monocromáticas (La Valltorta).

1.2 Pueblos prerromanos


Los Fenicios y Griegos vienen a la península por su riqueza en metales y fundan colonias para
comerciar con Tartesos. Los Fenicios colocan enclaves comerciales por el sur del Mediterraneo.
Difundieron el uso del hierro y la conserva en salazón. Los Griegos entraron por Massalia y formaron
colonias en la costa este, influenciaron el arte y la lengua de tribus iberas e introdujeron la vid y el
olivo. El contacto entre colonizadores y pueblos indígenas dieron lugar a Iberos y Celtas. Los Iberos
en el sur y este, evolucionaron de la cultura autóctona. Eran pequeñas ciudades con economía
agrícola y comerciaban con el excedente. Sus explotaciones mineras en el sur favorecieron la
actividad metalúrgica. Eran una monarquía con jerarquía social (influencia de las ciudades estado).
Los Celtas en el norte y centro peninsular, son una mezcla de pueblos iberos y centroeuropeos. Eran
pastores y agricultores, tenían poco comercio. Vivían en castros de organización tribal. Conocían el
hierro y la domesticación de caballos, pero no la moneda o escritura. A los Celtíberos en el centro y
oeste, les llegó la influencia de los colonizadores. Tenían economía agricultora-ganadera en
poblados fortificados de sociedad tribal. Los Tartesos en Andalucía Occidental, tenían una economía
sostenida por minería, ganadería y metalurgia del bronce, no tenían unidad política. Decayeron por el
poder de Cartago y la sustitución del bronce por hierro. En el siglo VI a.C., Cartago comenzó a
controlar el comercio del Mediterraneo, su ocupación militar del sur y sudeste peninsular condujo al
enfrentamiento con Roma.

1.3 Conquista y Romanización de la Península Ibérica


Los Romanos ocuparon el levante y el sur de la península durante la Segunda Guerra Púnica. Hasta
154 a.C. consolidaron los territorios ocupados, en ese año empezaron las guerras contra Celtíberos y
Lusitanos, que se oponen al modelo de civilización romana, terminaron de conquistar el centro y
oeste hacia 133 a.C. Dirigidos por Augusto, tomaron lugar las guerras contra Cántabros y Astures. La
victoria de Roma intensificó la Romanización, la asimilación de la cultura romana por los indígenas,
fue un proceso desigual. Las aportaciones romanas se manifestaron en la economía, introdujeron
mejoras en la agricultura (barbecho y regadío), la economía peninsular se incluyó en los circuitos
comerciales del Imperio impulsando el comercio y la vida urbana, y se creó una gran red de
comunicaciones terrestres y marítimas que favoreció el uso de la moneda. En la sociedad, la
aristocracia eran ciudadanos romanos, miembros de la orden senatorial, caballeros; la plebe era el
grupo más bajo de los hombres libres; luego estaban los esclavos, que ni eran libres ni tenían
derechos. La familia era patriarcal, el marido tenía el poder pleno sobre cuestiones familiares. En la
cultura, el latin facilitó la aportación hispana a la cultura latina, además penetró el derecho romano y
los cultos romanos se simultanearon con los indígenas.
1.4 El reino visigodo
En el siglo V la península fue invadida por Suevos (ocuparon Galicia), Vandalos (Andalucía) y Alanos
(Portugal y Cartago Nova), acabando con el dominio romano y saqueando el territorio. Los Visigodos,
un pueblo germanico romanizado del sur de Francia, tuvieron que abandonar Toulouse, su capital, al
ser derrotados por los Francos, y se asentaron en la península en 554, creando el primer estado
peninsular independiente, el Reino Visigodo de Toledo. Se consolidó al unificar los territorios, cuando
Leovigildo derrotó a los Suevos y expulsó a los rebeldes Vascones; al unificar la religión, cuando
Recaredo declaró el Catolicismo Romano la religión oficial en el III Concilio de Toledo; y al unificar las
leyes romanas y visigodas, cuando Recesvinto promulgó el Fuero Juzgo. Sus reyes eran elegidos en
la Asamblea de Hombres Libres. Los reyes se apoyaban en el Officium Palatinum (miembros más
confiados del rey, que ayudaban en tareas del gobierno y del palacio), y el Aula Regia (Officium
Palatinum y otros nobles, que asesoraban en asuntos políticos y militares). Tras la unión religiosa, la
iglesia apoyaría las decisiones del rey en los Concilios, estos son convocados por el rey para
establecer normas que afectaban a la monarquía (condiciones para elegir rey y sus obligaciones). En
la literatura San Isidoro resumió los conocimientos de la época en sus Etimologías. Una disputa
hereditaria permitió la invasión de los musulmanes y el fin de la monarquía visigoda.

Bloque 2:

2.1 Conquista musulmana, Califato y Emirato de Córdoba


Los musulmanes aprovecharon las disputas visigodas para entrar a la península por Gibraltar y
derrotar a Don Rodrigo en la batalla de Guadalete (711). Conquistaron la península en 2 años,
menos la franja Cantábrica y los Pirineos, se firmaron capitulaciones para que los conquistados
pudieran conservar sus tierras a cambio de tributos. La península se convirtió en el Emirato del
Califato de Damasco. (756) Abd-al-Rahman I, superviviente Omeya, se proclama emir independiente,
fue una etapa de consolidación de poder. (929) Abd-al-Rahman III se proclama califa, líder político y
religioso. (976) Almanzor se hizo con el poder y convirtió el califato en una dictadura militar, tras su
muerte, las luchas internas acabaron con el califato. En 1031 se derrocó al califa Hisham III y
Al-Andalus se fragmentó en los Reinos Taifas.

2.2 Al-Andalus: Reinos Taifas y Reino Nazarí


Al-Andalus se fragmentó en Reinos Taifas, eran prósperos económicamente pero dependían del
pago de parias para sobrevivir. En el siglo XI, cuando los Reinos Cristianos conquistaron Toledo,
reclaman el apoyo de los Almorávides (musulmanes ultra ortodoxos), estos derrotaron a Alfonso VI
en la batalla de Sagrajas. Unificaron los Reinos Taifas, pero no llegaron a consolidarse y en 1145 se
volvieron a dividir. Mientras los Almorávides eran derrotados en Al-Andalus, cayeron bajo el dominio
Almohade en África (1147). Los Almohades lograron unificar Al-Andalus y aumentaron el ataque
contra los Reinos Cristianos. Cuando derrotaron a Alfonso VIII en la batalla de Alarcos, los reyes
cristianos se unificaron contra los Almohades y les vencieron en la batalla de las Navas de Tolosa
(1212). El Reino Nazarí de Granada se mantuvo hasta ser conquistado por los Reyes Católicos en
1492.
2.3 Al-Andalus: economía, sociedad y cultura
Al-Andalus se basaba económicamente en la agricultura, perfeccionaron las técnicas de regadío e
introdujeron algodón, arroz y azafrán. Predominaban los latifundios, pero los grandes propietarios
residían en ciudades que se convirtieron en centros de consumo, estimulando la artesanía y el
comercio, especialmente del exterior con la exportación de aceite propiciando la circulación del dinar
y el dírham. Socialmente se diferenciaban según su origen étnico, religión, riqueza y poder. Los
bereberes, en tierras más pobres, pastoreaban, y a veces se rebelaban. Los muladies eran hispanos
convertidos al islam, lo que les facilitó la integración social y les excluia de tributos especiales. Los no
musulmanes mantenían sus leyes y autoridades a cambio de tributos, los judíos eran tolerados y
colaboraron en el inicio de la conquista con los musulmanes; y los mozárabes, cristianos, fueron
disminuyendo por conversiones y la emigración a reinos cristianos. La base de la sociedad eran
esclavos, prisioneros de guerra europeos y negros de Sudán. La España musulmana transmitió al
resto de Europa la ciencia griega y la numeración india. Durante el califato, se desarrollaron las
matemáticas, astronomía, botánica, medicina, historia, geografía y literatura, poesía. En el siglo XII a
pesar de las limitaciones al pensamiento que impusieron almorávides y almohades destacan
Maimónides y Averroes, en medicina y filosofía; en el Reino Nazarí destaca Ibn Zamrak. En el arte, la
religión prohibía la representación de imágenes, por lo que la pintura y escultura no se desarrollaron,
pero sí la arquitectura, con decoraciones en yeso o mosaico, con motivos vegetales, geométricos y
caligráficos, con materiales como el ladrillo y elementos reutilizados. Destacan las mezquitas de
Córdoba y Toledo, y el palacio de la Aljafería de Zaragoza y los que conforman la Alhambra.

2.4 Núcleos de resistencia cristiana. Etapas de la Reconquista y modelos de repoblación


Primero, del siglo VIII al X, tras la invasión musulmana surgieron en la franja cantábrica y los Pirineos
focos de resistencia. En el 718 proclaman rey a Pelayo, dando lugar al Reino Astur. Alfonso II
estableció su capital en Oviedo y Alfonso III lo transformó en el Reino de León. En el siglo X Fernán
González reúne territorios dispersos y forma el Condado de Castilla. El Reino de Pamplona, (futuro
de Navarra) surgió en el siglo IX y mediante enlaces matrimoniales se une al Condado de Aragón.
Tras la unión, y a la muerte de Sancho III, surge como reino con Ramiro I en el siglo XI. La Marca
Hispánica será el origen del condado de Barcelona. El matrimonio de Ramón Berenguer IV con Doña
Petronila origina el Reino de Aragón y Cataluña. Se repobló con la presura, dando tierras que
trabajar a hombres libres. Segundo, en el siglo XI, Alfonso VI, rey de Castilla y León aprovecha la
formación de los Reinos Taifas y conquista el reino de Toledo. Los musulmanes con los almorávides
frenan el avance de Castilla en Sagrajas. Aragón se extiende hasta el valle medio del Ebro, tomando
Zaragoza. Se dio la repoblación concejil, el rey otorgaba una carta puebla o fuero, los pobladores
disponían de casa, tierras y eran hombres libres dependientes del rey. Tercero, los almohades y las
disputas entre los reyes cristianos frenaron el avance conquistador que llegó al río Guadiana. Se
dieron encomiendas a órdenes militares que destacaron en la Reconquista. Cuarto, en el siglo XIII,
tras la derrota de Alarcos, los reinos cristianos se unen por la declaración de cruzada del Papa
Inocencio III. Derrotan a los Almohades en la batalla de las Navas de Tolosa (1212) y despejan el
camino hacia el valle del Guadalquivir. Aragón, se anexiona Mallorca, Ibiza y el reino de Valencia.
Castilla, culminó la conquista de Andalucía, y se incorporó el reino de Murcia, quedando solo el reino
nazarí de Granada. Los territorios conquistados fueron repartidos entre sus conquistadores según su
rango social.
2.5 Los reinos cristianos en la Edad Media: organización política, régimen señorial y sociedad
estamental
El proceso de feudalización presentó rasgos comunes en todos los territorios: el rey no disponía de
poder para ofrecer seguridad y justicia en todos sus dominios; se fortaleció la nobleza, que fue
consolidando las concesiones reales y logró convertirlas en hereditarias y no existía un poder
centralizado del Estado. El feudalismo se implantó en la Marca Hispánica. Hacia el siglo XI por
proteger el territorio, los nobles prescindieron de la autoridad de los reyes y convirtieron su cargo en
hereditario. Muchos campesinos libres y propietarios de sus tierras se convirtieron en siervos al pedir
protección. A partir del siglo XIII, los reyes recuperaron poder a costa de los poderes locales de la
nobleza, así, el gobierno central se fue reforzando. El rey gobernaba con la ayuda de las Cortes,
formadas por nobles, eclesiásticos y representantes de las ciudades que asesoraban al rey. Las
primeras cortes fueron en León 1188, desde 1230, con la unión de Castilla y León, se convocaron
conjuntamente. En la corona de Aragón, las Cortes de Aragón, Cataluña y Valencia se convocaban
por separado. La sociedad estamental formada por tres estamentos a los que se pertenece por
nacimiento, sin movilidad de uno a otro y obligaciones propias. La nobleza y el clero disponían de
privilegios fiscales, sociales y jurídicos, no tenían que pagar impuestos y tenían leyes y tribunales
especiales para ellos. El pueblo llano, la mayoría de la población carecía de privilegios y estaban
sometidos a una ley común.

2.6 Organización política de la Corona de Castilla, de la Corona de Aragón y del Reino de


Navarra al final de la Edad Media
La monarquía hereditaria y patrimonial del reino de Castilla y que la nobleza se opusiera a las
pretensiones monárquicas, llevaron en el siglo XIV a la guerra civil entre Pedro I y Enrique de
Trastámara. Tras la guerra se instauró en el trono la dinastía Trastámara, y la nobleza fue
recompensada con concesiones por su apoyo. Se produjo la fusión de las Cortes de Castilla y León:
nace la Chancillería, la Contaduría y el Condestable que dirige el ejército. Las cortes se limitan al
voto de impuestos extraordinarios. Se crea el Consejo real, que asesoraba al rey en todo tipo de
decisiones. Se establecen los Regimientos formados por Regidores nombrados por el rey de los
principales municipios. Tras varios enfrentamientos (1233) Pedro III firmó el Privilegio General,
gracias a esto las relaciones entre el rey y sus vasallos fueron mejores que en Castilla. Existían
Cortes independientes en Aragón, Cataluña y Valencia. Las comisiones temporales de las cortes se
convirtieron en Diputados permanentes, los de Cataluña o Generalitat, los del reino de Aragón y los
del reino de Valencia. En el reino de Aragón se creó el cargo de Justicia de Aragón, que defendía los
fueros. En los distintos territorios actuaban los virreyes en nombre del rey. Los territorios se dividían
en honores, veguerías en Cataluña. Los municipios fueron cayendo bajo el control de oligarquías
urbanas, como el Consejo de Ciento en Barcelona. El Reino de Navarra se unirá a Francia desde
finales de XIII hasta mediados de XIV, para mantenerse independientes de Aragón y Castilla,
después se independizará. Los reyes navarros debían respetar los fueros y colaborar con las Cortes,
su poder estaba limitado por el los señores feudales. Las instituciones más importantes eran: las
Cortes, con cierta capacidad legislativa, el Consejo real, que asesoraba al rey, la Corte General, un
tribunal de justicia, y la Cámara de Comptos, encargada de la hacienda.
Bloque 3:

3.1 Los Reyes Católicos: unión dinástica e instituciones de gobierno


La muerte de Enrique IV desencadenó una guerra sucesoria entre Isabel ( hermana, casada con
Fernando) y Juana (hija de Enrique).Vencieron los Reyes Catolicos (RRCC)en la batalla de Toro. En
la Concordia de Segovia se establece que los RRCC gobernarían conjuntamente en sus territorios,
pero cada reino conservaría sus leyes e instituciones, una unión dinástica. Los RRCC establecieron
las bases para transformar la monarquía feudal en autoritaria, pero necesitaban la paz social, por lo
que crearon la Santa Hermandad para perseguir a delincuentes, limitaron el poder de la nobleza,
consolidaron el poder político a través de los mayorazgos, reincorporaron los señoríos de las
órdenes Militares y recuperaron tierras, lo que fue haciendo la administración más compleja. En
Aragón existía un virrey. El Consejo de Aragón era un organismo consultivo que a veces actuaba
como Tribunal Supremo. La elección de cargos municipales era por sorteo. En Castilla, sus
miembros se reunían, primero en Consejos especializados: La Inquisición, las Órdenes Militares, la
Santa Hermandad, Hacienda e Indias. El representante de la monarquía era el corregidor, con poder
político, administrativo y financiero. En Castilla existían dos Chancillerías con función de tribunales
superiores en Valladolid y Granada. Y dos Audiencias en Santiago y Sevilla. En Aragón, había una
Audiencia en cada reino para la administración de justicia, se vio dificultada por la existencia de
señoríos fuera de jurisdicción real, y por la gran diversidad de fueros y normas locales confusas y
contradictorias entre sí. En ambos reinos actuaba el Tribunal de la Inquisición, encargado de velar
por la ortodoxia católica. El control político se acentuó con la uniformidad religiosa conseguida con la
expulsión de los judios y la conversión de los musulmanes. Los RRCC desplegaron propaganda que
ensalzaba a la monarquía mediante cronistas y obras públicas.

3.2 El significado de 1492. La guerra de Granada y el descubrimiento de América


En 1492, la expulsión de los judíos, la conquista del reino Nazari de Granada y el descubrimiento de
América reafirmaron el poder de los Reyes Católicos. La expulsión de los judíos reforzó la
uniformidad religiosa y logró cohesión social al eliminar un grupo mal visto por los cargos que
desempeñaban y ser prestamistas. Con la unión de los dos reinos y finalizada la guerra de sucesión
en Castilla, los RRCC se centraron en la conquista de Granada para completar la unidad peninsular.
La guerra la dirigió el rey Fernando, comenzó al aprovechar la toma de Zahara por Granada. A la
victoria castellana contribuyeron la crisis económica, la presión demográfica y las luchas internas por
el poder. Fue una guerra de asedios en la que se firmaban capitulaciones con las ciudades que no
oponían resistencia. Cuando los RRCC tomaron la Alhambra, culminaron el proceso de reconquista.
Boabdil negoció en secreto la rendición, y generosas capitulaciones, que solo se respetaron al
principio. Los moriscos fueron musulmanes obligados a convertirse al cristianismo. Los avances en la
navegación y el espíritu del Renacimiento favorecieron la apertura de las rutas oceánicas. Cristóbal
Colón pretendía llegar a las Indias apoyándose en la esfericidad de la Tierra. Tras tomar Granada,
los RRCC, aceptaron la propuesta de Colón, que firmó las capitulaciones de Santa Fe, por las que
obtendría los títulos de almirante, virrey y gobernador de las tierras descubiertas, y recibiría la décima
parte de las riquezas obtenidas. Colón partió del Puerto de Palos el 3 de agosto y el 12 de octubre
llegó a la isla de Guanahaní, y regresó a la Península. Realizó tres viajes más, y murió convencido
de haber llegado a Asia, pero Vespucci confirmó que no era así. Un cartógrafo asignó al continente el
nombre de América.
3.3 El Imperio de los Austrias: España bajo Carlos I & V. Política interior y conflictos europeos
Carlos I heredó los Países Bajos, Luxemburgo, el Franco Condado, Austria, Alemania, Castilla,
Navarra, Canarias, las posesiones del norte de África, los territorios americanos y los reinos de la
Corona de Aragón. Llegó a España en 1517, reinando ahora de la dinastía de los Austrias. Las
principales ciudades castellanas se sublevaron, el poder municipal fue sustituido por comunas de
artesanos, comerciantes y miembros de la baja nobleza y clero, reclamaban el regreso de Carlos, la
exclusión de extranjeros de cargos políticos y reducción de impuestos. El conflicto se convirtió en
rebelión antiseñorial, por lo que la nobleza y el rey se unieron y derrotaron a los comuneros en
Villalar (1521). Carlos se deshizo de la camarilla de flamencos y prestó más atención a los asuntos
castellanos. El movimiento de las Germanías (1519-1522) se inició en Valencia y se extendió a
Murcia y Mallorca, tuvo un carácter social. El rey autorizó a los artesanos a formar una milicia en
caso de ataque. Proponen reducir los privilegios de los nobles, el conflicto se convierte en rebelión,
cuando los nobles abandonan las ciudades por un brote de peste se hicieron con el poder municipal.
El Ejército Imperial y la nobleza acabaron con la rebelión. Carlos I pasó la mayor parte de su reinado
fuera para hacer frente a los problemas en Europa. Cuando fue proclamado emperador, la Reforma
protestante de Lutero se extendía por el Sacro Imperio Romano Germánico. Carlos V consiguió la
victoria en 1547 pero no logró unificar el luteranismo y el catolicismo, por lo que, en 1555 se vio
obligado a suscribir la Paz de Augsburgo. Francia fue el gran rival del Imperio de Carlos V que
impulsó cuatro guerras en su contra. La Paz de Cateau-Cambresis (1559) confirma la hegemonía
hispana en Italia. El último rival del emperador fue el Imperio Otomano. Solimán I el Magnífico inició
una expansión por Europa que le llevó a Viena (1529). El principal problema para España e Italia
provenía de Argel, donde los hermanos Barbarroja, con apoyo otomano, impulsaron la piratería de
las islas y costas del Mediterráneo. Para acabar con el problema se conquistó Túnez (1535) pero la
ocupación fracasó.

3.4 La monarquía Hispánica de Felipe II. Gobierno y administración, problemas internos,


Guerras y sublevación en Europa
Felipe II recibió una parte de la herencia de Carlos I, este, dejó el título imperial y la corona de
Austria a su hermano Fernando, Felipe reunirá un imperio mayor que el de su padre, ya que también
añadió la herencia de su madre, Isabel de Portugal. En 1578 murió el rey de Portugal sin
descendencia directa, el trono pasa a su tío abuelo que muere también sin descendencia, quedando
Felipe II como heredero legítimo. La nobleza y grandes comerciantes pensaban que la unión de
ambas coronas podía ser beneficiosa, aunque las clases populares portuguesas no querían la
anexión a España. Felipe II encargó al Duque de Alba la invasión y las Cortes portuguesas
proclamaron rey Felipe II (1581). Asentó su Corte en Madrid, alejándose de sus posesiones
europeas, monarquía hispánica. Sus colaboradores eran castellanos, y su política internacional y
matrimonio beneficiaba a Castilla, que financiaba su política. Su política exterior se basó en la
defensa del catolicismo y lucha contra los turcos (Lepanto 1571), además surgió la sublevación de
los Países Bajos y la rivalidad con Inglaterra, que condujo a la derrota de la Armada Invencible
(1588). Esta política llevó a Felipe II a la bancarrota tres veces. También tuvo problemas internos
como la rebelión de los moriscos de Las Alpujarras (1568-1570), las acusaciones sobre la muerte de
su hijo, y la traición de su secretario Antonio Pérez. Al finalizar su reinado España estaba arruinada y
su imperio al borde de la desintegración.
3.5 Exploración y colonización de América. Consecuencias de los descubrimientos en
España, Europa y América
Durante el reinado de Carlos I se exploró y colonizó el continente americano mediante expediciones
particulares en las que los conquistadores firmaban capitulaciones con la Corona. Hernán Cortés
conquistó el Imperio Azteca, y aprovechó el descontento de los pueblos sometidos para crear una
administración. Pizarro y Almagro conquistaron el Imperio Inca. En apenas 10 años se había
explorado casi toda América. La conquista y ocupación fue fácil debido a la superioridad técnica de
los españoles, las luchas internas y la superstición. Los colonos recibían tierras y se les
encomendaba un grupo de indios para evangelizarlos e instruirlos, pero fueron obligados a trabajos
forzosos. Las minas se explotaron por el sistema de mitas. Las encomiendas y las mitas generaron
abusos en los indígenas, se intentó frenarlos con las Leyes de Burgos y las Leyes Nuevas. Estas
leyes fueron incumplidas sistemáticamente y se generó un debate sobre el derecho de conquista.
Fray Bartolomé de las Casas denunció la explotación y crueldad de los encomenderos. Ginés de
Sepúlveda justificó la conquista y evangelización forzosa para erradicar los ritos sangrientos de las
religiones americanas y Francisco de Vitoria cuestionó el derecho de conquista. A Europa llegaron
por España productos como el maíz, la patata, el cacao o el tabaco, que reanimaron la economía,
también llegó gran parte del oro y plata americanos por el pago de la deuda de los monarcas
españoles con banqueros alemanes e italianos. La conquista de América supuso el fortalecimiento
de las arcas de la monarquía. España se convierte en el mayor imperio territorial de Europa, pero los
reyes gastan mucho más de lo que reciben en pagar los ejércitos, por lo que entran en bancarrota. A
América llegaron productos como el café, los cereales, la caña de azúcar, el algodón, las vacas o los
caballos. También significó el despoblamiento por la transmisión de enfermedades y los trabajos
forzosos, la destrucción de formas de vida y cultura, el mestizaje, y tráfico de esclavos desde África.

3.6 Los Austrias del siglo XVIII: el gobierno de validos. La crisis de 1640
Con Felipe III se inició la práctica de la delegación de las cuestiones de gobierno en manos de un
hombre de confianza, el valido, que carecía de cargo político pero actuaba como primer ministro. El
válido de Felipe III fue el Duque de Lerma, político mediocre y ambicioso, le sucedió su hijo. En la
política interior se expulsaron a los moriscos (1609). El reinado de Felipe IV fue una época de guerra
permanente (Guerra de los 30 años) que dejó arruinado al país y con revueltas internas. El Conde
Duque de Olivares, valido de Felipe IV tenía una gran inteligencia política y voluntad de reforma.
Creó la Unión de Armas, intentó implantar como sistema político el modelo castellano en todos los
territorios, tuvo un rechazo general. El Corpus de Sangre, Barcelona 1640, derivó en un motín
general, el virrey fue asesinado y los funcionarios perseguidos. Felipe IV envió un ejército y los
catalanes pidieron ayuda a Francia. La crisis económica, un brote de peste y la opresión francesa
provocó que los catalanes se rindieran, condicionando el respeto a sus fueros. Las Cortes
portuguesas, aprovechando la rebelión catalana, proclamaron rey al Duque de Braganza. La
monarquía portuguesa se consolidó con la ayuda de Francia e Inglaterra, y España reconoció su
independencia (1668). Felipe sustituyó a su valido sustituyéndolo por Don Luis de Haro, pero no
logró restablecer la paz social. En la 1ª parte del reinado de Carlos II, su madre ejerció la regencia
con el gobierno de válidos. En su mayoría de edad primero gobernó Juan José de Austria y luego el
Duque de Medinaceli y el Conde de Oropesa, que redujeron los impuestos y contuvieron el gasto
público acabando con la crisis. A su muerte de un problema sucesorio que originaría una guerra.
3.7 La guerra de los Treinta años y la pérdida de la hegemonía española en Europa
En el reinado de Felipe III se interrumpió la tendencia belicista del siglo anterior. La muerte de Isabel
I de Inglaterra posibilitó la paz, y la ruina financiera de la corona obligó a firmar con Holanda la tregua
de los Doce años (1609-1621). Pero desde 1618 un conflicto derivó en un estado de guerra general
europeo, La guerra de los Treinta años, con dos grandes bandos: los Habsburgo austriacos y
españoles, que pretendían mantener su hegemonía en Europa, y las potencias rivales, lideradas por
Francia. A partir de 1621 se renovaron las hostilidades entre España y Holanda. La guerra de los
Treinta años terminó con la Paz de Westfalia (1648), España reconoció la independencia de las
Provincias Unidas (Holanda), continuando la guerra contra Francia hasta 1659, cuando por la Paz de
los Pirineos cedió a Francia el Rosellón, la Cerdaña, la región de Artois y algunas plazas flamencas.
En el reinado de Carlos II se reconoció la independencia de Portugal. En la Paz de Aquisgrán,
España cedió a Francia Lille y otras plazas fronterizas. Por la Paz de Nimega, España entregó a
Francia el Franco Condado y otras plazas flamencas. Francia emergía como potencia europea. Al
final del reinado de Carlos II, las grandes potencias pelean por obtener la sucesión española, Guerra
de Sucesión 1702-1713.

3.8 Principales factores de la crisis demográfica y económica del siglo XVII y sus
consecuencias
El siglo XVII fue una etapa de depresión económica en Europa. En España las guerras llevaron a la
hacienda real a un endeudamiento, agravado por la disminución de metales preciosos de América y
la disminución del comercio colonial por el contrabando y la autosuficiencia de las colonias. Esto
llevó a la corona a crear impuestos y vender cargos públicos o privilegios nobiliarios. La crisis
económica se agravó por el descenso demográfico causado por el aumento de la mortalidad por las
guerras y epidemias, la escasez de matrimonio, el aumento de clérigos, y el incremento de la
emigración. La recesión económica se manifestó en la caída de la producción agraria, la ganadería y
la industria textil castellana. La nobleza, que aumentó por la venta de títulos, vio disminuir sus rentas
y tuvo que endeudarse. El número de religiosos creció por la necesidad de buscar un medio de vida.
Muchos campesinos vendieron sus tierras y emigraron. La burguesía abandonaba sus negocios e
invertía en tierras, señoríos y rentas fijas, incluso compraba títulos nobiliarios. En 1680 la natalidad
aumentó, lentamente se recuperó la producción y el comercio, consecuencia de la devaluación de la
moneda. Esto condujo a una expansión demográfica y económica en el siglo siguiente.

3.9 Crisis y decadencia de la Monarquía Hispánica: el reinado de Carlos II y el problema


sucesorio
El reinado de Carlos II fue difícil, ya que estuvo crónicamente enfermo. En la 1ª parte del reinado su
madre ejerció la regencia con el gobierno de valídos, como Nithard o Fernando de Valenzuela.
Durante la mayoría de edad gobernó Juan José de Austria, y luego el duque de Medinaceli y el
conde de Oropesa, que redujeron impuestos y contuvieron el gasto público acabando con la crisis del
XVII y basando la recuperación del XVIII. El reinado se caracterizó por la sensación de desgobierno,
las constantes luchas por el poder y la pérdida del prestigio de España contra Francia, que había
aumentado en territorios. El rey no tuvo descendencia, ante el temor de que desapareciera la
monarquía hispánica, el rey y sus colaboradores decidieron nombrar como heredero a Felipe de
Borbón, nieto de Luis XIV. Inglaterra, Holanda y Austria se oponen por la extensión del poderío
francés que implicaba, por lo que propusieron a Carlos de Habsburgo. La falta de acuerdo y la
injerencia de Luis XIV, desembocaron en la Guerra de Sucesión que derivó en una guerra europea y
otra civil.
Bloque 4:

4.1 Guerra de Sucesión, Sistema Utrecht y Los Pactos de Familia


Carlos II muere sin descendencia y provoca una lucha en Europa por la sucesión española, algunos
apoyan a los Borbones (franceses) porque quieren una política más centralista y equilibrada, otros a
los Habsburgo (austriacos) porque quieren que continúe el respeto a los fueros de los reinos. Carlos
II había nombrado heredero a Felipe de Borbón, pero la injerencia de Luis XIV, su abuelo, en la
política española desencadenó la guerra en Europa. Se inicia cuando la Corona de Aragón se
levanta contra Felipe IV y reconoce como rey a Carlos de Habsburgo. La guerra acaba cuando
Carlos es elegido emperador de Alemania, e Inglaterra presiona para firmar la paz. En España la
guerra finaliza con la victoria de Felipe IV en Cataluña. Para conseguir la paz, firmada en Utrecht,
Felipe renuncia al derecho a la sucesión francesa y cede sus territorios europeos a Austria, Saboya e
Inglaterra. España se centra en los problemas internos y abandona una política imperialista. Tras la
firma de la paz de Utrecht se estableció en Europa un equilibrio de poder, España perdió sus
territorios europeos. Se produjo un acercamiento a Francia, en ambos países reinaba la misma
dinastía y tenían como rival a Gran Bretaña. Esta alianza se plasmó en los dos primeros Pactos de
Familia, por ellos España participó en las guerras de sucesión de Austria y Polonia. Carlos III firmó el
tercer Pacto de Familia, por el cual España participó en el conflicto entre Gran Bretaña y sus colonias
americanas. El reinado de Carlos IV coincide con la Revolución Francesa, un paréntesis en la alianza
con Francia. Bajo el poder de Napoleon Bonaparte se vuelven a unir contra Gran Bretaña, acabando
con el desastre de Trafalgar. Esto supuso la incapacidad de controlar el contrabando en América.

4.2 Los Borbones, los Derechos de Nueva Planta, Modelo de Estado y Reformas
Felipe V y Fernando VI quieren establecer un nuevo modelo de Estado. Felipe introdujo modas y
costumbres, una nueva forma de gobernar centralista, al estilo francés. Acepta las leyes e
instituciones de los reinos españoles, pero tras la Guerra de Sucesión y el levantamiento contra él,
unifica las leyes e instituciones de todos los reinos a los de Castilla, menos Navarra y el País Vasco,
en los Decretos de Nueva Planta. Las Cortes de Aragón se unen a las de Castilla. La unificación
dinástica de los RRCC se convierte en política y administrativa. Se gobierna desde Madrid. Ley
Sálica, sustituye las Leyes de Las Partidas, que permitían reinar a las mujeres dando preferencia a la
línea masculina. Los Borbones actuaban como reyes absolutos, tenían cortes únicas y las
Secretarías de estado funcionan como Consejos. Los Secretarios, como Esquilache o Aranda, eran
hombres de confianza del rey. Aunque se puso una política de control sobre la iglesia, siguieron
teniendo mucha influencia junto con los nobles, y reconocieron la autoridad del rey.

4.3 Expansión y transformaciones económicas y despegue económico de Cataluña


En el siglo XVIII la población española creció debido a la poca incidencia de la peste, poca gravedad
de las crisis de subsistencia, la guerra de sucesión tuvo poca incidencia y la alimentación mejoró por
el aumento de la producción y la introducción del maíz y la patata. En América la población aumentó.
La nueva dinastía intentó recuperar la rentabilidad de las colonias americanas. La agricultura siguió
teniendo gran peso a través de las plantaciones de tabaco, café y azúcar. La economía tuvo gran
actividad comercial con la creación de las Compañías Comerciales y la recuperación de la minería.
Se liberaliza el tráfico comercial con América (1778), todos los puertos españoles pueden comerciar
con las colonias, fomentando la exportación de materias primas a la Península y la importación de
manufacturas españolas. A pesar de la Guerra de Sucesión y los Decretos de Nueva Planta,
Cataluña logró una recuperación económica. La agricultura mejoró con la expansión de la vid, las
manufacturas textiles crecieron con el algodón americano, manufacturas de indias y el desarrollo de
sistemas de trabajo en las fábricas. La desaparición de fronteras internas incrementó el comercio
hacia Castilla y la liberación del comercio con América convirtió a Barcelona en el segundo puerto
español detrás de Cádiz.
4.4 Ideas de la Ilustración y el Despotismo ilustrado de Carlos III
La ilustración es un movimiento intelectual que concede prioridad a la razón y al conocimiento
científico. En España se desarrolló tarde por la oposición de la Iglesia, el conservacionismo de la
universidad, el desinterés de la nobleza, el escaso peso de la burguesía y el analfabetismo de la
mayoría de la población. Las ideas se difundieron por las Sociedades Económicas de Amigos del
País, la prensa y las tertulias de salón. Los intelectuales españoles siguen a pensadores franceses,
consideran la razón como luz del progreso, critican el antiguo régimen, y defienden el liberalismo. En
religión van del escepticismo a la crítica, tuvieron problemas con la Inquisición. El despotismo
ilustrado pretendía introducir reformas para fortalecer el poder del Estado mediante una
administración racional, eficaz y centralizada para mejorar las condiciones de vida del pueblo, lo
practicaban Carlos III y Floridablanca. En las reformas se liberalizó el comercio con América, se
crearon Compañías Comerciales, se estimuló la industria con Reales Fábricas de artículos de lujo,
Jovellanos creó "El informe sobre la ley agraria" sobre la mala distribución de la tierra y el problema
de la amortización, pero fue ignorado por la Revolución Francesa, se crearon las Sociedades
Económicas de Amigos del País para mejorar las prácticas agrícolas del campesinado, se creó el
Banco de San Carlos, se mejoraron los Caminos Reales, se devolvió la dignidad a los trabajos
manuales y expulsaron a los jesuitas. La Iglesia mantuvo su influencia social, pero se estimularon la
educación y la ciencia con la creación de Reales Academias, museos y centros de investigación. El
motín popular contra Esquilache frenó las reformas de Carlos III y tras la revolución francesa, con
Carlos IV, se vuelve a posiciones más conservadoras y se mira con sospecha todo lo ilustrado

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