Historia

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1.1 Sociedad y economía en el paleolítico y neolítico. La pintura rupestre.

El Paleolítico se inició en África hace 2,5 millones de años y finalizó alrededor del
10.000 a.C. Durante esta época, los primeros humanos vivían en grupos nómadas,
cazaban y recolectaban alimentos, y utilizaban herramientas de piedra.
Su economía era depredadora, la caza y la recolección en el Neolítico, que
comenzó alrededor del 4.000 a.C. en la Península, la economía era productora,
basada en la agricultura y ganadería, lo que hizo que la sociedad se volviera más
sedentaria con la agricultura y ganadería, lo que llevó a un aumento de población, la
especialización en el trabajo y surgió la jerarquización social que se refleja en el
megalitismo*. La piedra pulimentada* sustituyó a la tallada y surgieron nuevas
industrias: textil, cerámica y cestería. El arte rupestre era mágico religioso,
(Altamira). El tema más frecuente de las pinturas de las cuevas era la
representación de animales (bisontes, caballos, ciervos) donde las figuras eran
polícromas (ocre, rojo, negro). Surgieron nuevas industrias como la textil, la
cerámica, y la cestería también destacó el arte rupestre, en zonas rocosas al aire
libre, representando animales, hombres y mujeres cazando..... Solian ser solo de
color negro

1.2. Los pueblos prerromanos. Las colonizaciones históricas: fenicios y


griegos. Tartesos.

En el año 10.000 a.C, en la Península Ibérica, surgieron diversas culturas


autóctonas:

1. Los celtas, originarios de Centroeuropa, se asentaron en la submeseta norte y


noroeste.Eran tribales, ganaderos y hábiles en el uso del hierro.

2. Los íberos se asentaron en el sur y la costa mediterránea. Vivían en sociedades


jerarquizadas, poblados amurallados, se dedicaban a la agricultura y ganadería, y
acuñaron moneda.

3. Los celtíberos se asentaron en la zona este de la meseta y eran "mercenarios".

4. Los tartesos se asentaron en el suroeste y prosperaron gracias a sus relaciones


con los fenicios y sus recursos minerales como plata y cobre. (Conservamos el
tesoro de Carambolo).

5. Los fenicios llegaron de Líbano y fundaron enclaves comerciales como Gadir,


Sexi y Malaca.

6. Los griegos, en busca de metales y recursos, fundaron ciudades como Emporion


y Rodhes.

7. Los cartagineses, en el siglo VI a.C., iniciaron la conquista militar y fundaron


Cartago Nova. La Il Guerra Púnica (s IIl a. C) enfrentó a cartagineses y romanos y
provocó la salida de los cartagineses de la Península. El arado, la moneda, los
modelos urbanísticos, la salazón y la metalurgia del hierro los dejaron estos pueblos
en la península.
1.3. CONQUISTA Y ROMANIZACIÓN DE LA PENÍNSULA IBÉRICA.
PRINCIPALES APORTACIONES ROMANAS EN LOS ÁMBITOS SOCIAL,
ECONÓMICO Y CULTURAL.

En el siglo III a.C., Roma y Cartago (Túnez) se enfrentaron por el control del
Mediterráneo occidental, provocando la Segunda Guerra Púnica. Durante esta
guerra:

1a etapa (218-197 a.C). Cornelio Escipión derrotó al ejército de Anibal y expulsó a


los cartagineses de la península (206 a.C). Roma ocupó la costa mediterránea, el
valle del Guadalquivir y parte del Ebro.

2a etapa (197-29 a.C). El Senado Romano dividió la península en dos provincias,


Hispania Ulterior e Hispania Citerior, para conquistar el interior de la península tuvo
que conquistar primero a los Lusitanos (Viriato) y celtíberos en Numancia.

3a etapa (29- 19 a.C). El emperador Augusto terminó la conquista del norte,


sometiendo a los galaicos, cántabros y astures. También reorganizó las provincias
en Bética, Tarraconense y Lusitania. Durante este período, comenzó la
romanización, que incluyó la propagación del latín, la religión politeísta, el culto al
emperador y, posteriormente, el cristianismo.
Empezaron a usar el derecho romano, se adoptó el sistema patriarcal en las familias
y la sociedad se jerarquiza en grupos, (senadores, caballeros, plebe y esclavos). Se
estableció la economía esclavista, se recaudaron impuestos y se utilizó una moneda
internacional, el denario, facilitando el comercio Las ciudades crecieron y se
conectaron mediante calzadas, con infraestructuras como teatros, templos,
acueductos... como el acueducto de Segovia.

1.4 EL REINO VISIGODO: ORIGEN Y ORGANIZACIÓN POLÍTICA. LOS


CONCILIOS.

A partir del siglo III el Imperio Romano tuvo una gran crisis que hizo que los pueblos
germánicos lo invadieran, de hecho fueron los suevos, vándalos y alanos que se
establecieron en Hispania (s.V). Para poder expulsarlos firmó un pacto con los
visigodos (418). Desalojaron a los vándalos y alanos y los suevos se quedaron en
Gallaecia.
Como recompensa por su intervención en Hispania, los visigodos fundaron el Reino
de Tolosa en el sur de la Galia. Pero fueron derrotados por los francos y se
establecieron en Hispania imponiéndose a los católicos hispanorromanos creando el
primer Estado independiente en la Península con capital en Toledo. El proceso de
unificación de las dos poblaciones:
-Leovigildo (572-586): expulsó a bizantinos y conquistó el reino suevo.
-Recaredo (586-601) se convirtió al catolicismo (III Concilio de Toledo)
-Recesvinto (653-672), promulgó el Liber iudiciorum
Los reyes visigodos se apoyaron en el Aula Regia y los Concilios de Toledo. Se
empezaron a usar los rasgos del mundo feudal: mundo rural, nobleza e iglesia cada
vez más poderosa y campesinos dependientes: los siervos.
Pero los visigodos no establecieron una monarquía estable basada en la herencia.
Tarik en el 711 terminó con los visigodos, empezando el dominio islámico en
Hispania hasta el 1492.

2.1. AL-ÁNDALUS: LA CONQUISTA MUSULMANA DE LA PENÍNSULA IBÉRICA.


EMIRATO Y CALIFATO DE CÓRDOBA

Ibérica se debió a la expansión del islam y las luchas sucesorias entre los nobles
visigodos tras la muerte del rey Witiza. En el año 711, Tariq con un ejército bereber y
una facción visigoda derrotó al rey Rodrigo en la batalla de Guadalete.Luego con
árabes liderado por Muza conquistaron casi toda la península.
Esta conquista fue rapidapor pactos con nobles visigodos y judíos, población
descontenta con la monarquía visigoda, la tolerancia religiosa hacia "los pueblos del
libro" y el control estratégico del territorio. El dominio musulmán de la península
pasó por varias etapas:

1. Emirato dependiente del Califato Omeya de Damasco (714-756): etapa de


asentamiento.

2. Emirato Independiente de Bagdad (756-929): Con Abd-al-Rahman I consolidó el


poder e implantó reformas (administracion, dinastía y ejército)

3. Califato de Córdoba (929-1031): Abd-al-Rahman III se proclamó califa y


fortaleciendo el Estado. Al-Hakam II, (su sucesor)impulsó la cultura. Almanzor,
reorganizó el ejército (invade a los cristianos).

4. Fragmentación en reinos de taifas (1031) después de la decadencia del califato


debil (reinos independientes) Esta fragmentación hizo que callese el poder
musulmán en la Península y la Reconquista cristiana en la Edad Media.

2.2 AL-ANDALUS: REINOS DE TAIFAS. REINO NAZARÍ.

Después de la abdicación de Hisham II, hubo un largo período de problemas que


provocaron que el gobierno central se debilitara, el destierro de Hisham III, y el fin
del califato en 1031. Los líderes locales se volvieron independientes y crearon
pequeños reinos llamados taifas. Esto pasó por tres etapas:

1. En las primeras taifas, los diferentes reinos estaban en conflicto, lo que ayudó a
los reinos cristianos a expandirse hacia el sur.

2. La toma de Toledo por Alfonso VI en 1085 atrajo a los almorávides del norte de
África,y tras vencer a los castellanos (sagrajas 1086), convirtieron Al-Ándalus en
una provincia de su imperio, pero por su gobierno e impuestos llevaron a revueltas y
su caída en 1144.
3. Luego, los almohades llegaron en 1146 y controlaron gran parte de Al-Ándalus,
pero fueron detenidos en las Navas de Tolosa en 1212, lo que provocó más
fragmentación.
Las terceras taifas empezaron, y regiones como Murcia, Valencia y Niebla las
conquistaron los cristianos. Después de la victoria cristiana en la batalla del Salado
en 1340, terminaron los intentos de controlar la península de los bereberes
benimerines. En 1238, se fundó el Reino nazari de Granada, que alcanzó su
máximo esplendor cuando reinaban Yusuf 1 y Muhammad V. Pero en 1492 por la
expansión cristiana, el reino se rindió a los Reyes Católicos, poniendo fin al dominio
musulmán en la península ibérica.

2.3 AL-ANDALUS: ECONOMÍA, SOCIEDAD Y CULTURA.

La sociedad en Al-Ándalus era mercantil, a pesar de que la agricultura era la


actividad principal. Se desarrolló la irrigación y se introdujeron nuevos cultivos
además de los tradicionales. La ganadería, minería y artesanía también eran
importantes. El comercio se llevaba a cabo en zocos, había impuestos y dos
monedas: el dinar de oro y el dirham de plata. Al-Andalus exportaba productos
agrarios y artesanales e importaba materias primas, lujos y esclavos.

La sociedad era muy diversa. Los musulmanes sunies dominaban,y luego los
mozárabes y judios. Había grupos sociales: 1. terratenientes y mercaderes, 2.
intelectuales y. comerciantes 3. trabajadores agrícolas y artesanos, y 4. esclavos.

Al-Ándalus fue una civilización urbana con ciudades nuevas como Almería y
ciudades romanas revividas como Córdoba que tuvieron un gran desarrollo científico
y cultural. especialmente durante el Califato y las primeras taifas. Destacaron
poetas, filósofos (Averroes), místicos, historiadores, matemáticos y astrónomos.

En el ámbito artístico, la arquitectura sobresalió, la Mezquita de Córdoba y palacios


como Medinat Al-Zahara (representaban el poder y lujo de los gobernantes).

2.4: LOS PRIMEROS NÚCLEOS DE RESISTENCIA CRISTIANA. PRINCIPALES


ETAPAS DE LA RECONQUISTA. MODELOS DE REPOBLACIÓN

Después de ganar en Covadonga en 722, D. Pelayo creó el reino astur en las


montañas del norte de España. Luego, movieron su capital a León, llamándolo
Astur-Leonés.
-En el Pirineo occidental, Iñigo Arista fundó el reino de Pamplona, que más tarde
se convirtió en Navarra.
-En el Pirineo central, se formaron los condados de Ribagorza, Sobrarbe y Aragón,
unidos a Pamplona en el siglo X.
-En el Pirineo oriental, los condados catalanes inicialmente estuvieron bajo control
carolingio, pero Wifredo el Velloso los liberó, y Borrell Il finalizó ese proceso en el
siglo X.

Desde los siglos VIll al X, los reinos cristianos sólo avanzaron hacia el valle del
Duero y los Pirineos. La caída del califato y la creación de las taifas en el siglo XI
facilitaron el avance hacia el sur, llegando a Toledo en 1085. Sin embargo, la batalla
de Alarcos en 1195 y disputas entre reinos cristianos frenaron la reconquista.

En el siglo XIll, la victoria en las Navas de Tolosa en 1212 reactivó la reconquista,


ocupando Extremadura, el valle del Guadalquivir, Baleares, Valencia y Murcia. El
último territorio musulmán fue el reino nazarí de Granada hasta 1492. Durante la
reconquista, se utilizaron diferentes modelos de repoblación: presura, repoblación
concejil, órdenes militares y repartimientos de tierras.

2.5. LOS REINOS CRISTIANOS EN LA EDAD MEDIA: ORGANIZACIÓN


POLÍTICA, RÉGIMEN SEÑORIAL Y SOCIEDAD ESTAMENTAL.

En los reinos cristianos, el gobierno lo tenía la monarquía, que se consideraba legítima


gracias a la Iglesia. El monarca recibía consejos de la Curia Real, compuesta por nobles y
clérigos, hasta el siglo XII. En 1188, en el reino de León, se crearon las Cortes, donde el rey
consultaba a la nobleza y la oligarquía urbana. Otros reinos siguieron su ejemplo en el siglo
XII. Las Cortes asesoraban al rey y votaban impuestos.

El gobierno local estaba en manos de consejos municipales. La feudalización de los reinos


cristianos comenzó en los siglos VIII y IX, y se consolidó en los siglos XI y XII. La propiedad
de la tierra y los privilegios legales y fiscales definian las clases sociales. La nobleza y la
Iglesia eran los más privilegiados, tenían grandes tierras. La nobleza daba sus propiedades
al hijo mayor (mayorazgo). Había alta y baja nobleza y clero.

El pueblo común estaba formado por campesinos, artesanos, comerciantes y personas


pobres y marginadas. También había minorías religiosas como los mudéjares y judios.

2.6. ORGANIZACIÓN POLÍTICA DE LA CORONA DE CASTILLA, DE LA


CORONA DE ARAGÓN Y DEL REINO DE NAVARRA AL FINAL DE LA EDAD
MEDIA.

En la Edad Media en España los reinos en la península ibérica tenían estructuras políticas
parecidas

Castilla tenía monarquía autoritaria y un rey con mucho poder que se apoyaba en la idea de
que gobernaba por derecho divino y con leyes inspiradas en el derecho romano (Partidas de
Alfonso X). Usaba un Consejo Real para consejos, Cortes para tomar decisiones y una
Audiencia para la justicia.

Aragón tenía un modelo pactista con rey más débil (más poder la nobleza) que tenía que
respetar las leyes y costumbres locales. Cada región tenía su propio Consejo Real y Cortes
con poder para hacer leyes (legislativo) en Aragón, Valencia y Cataluña. La justicia era
responsabilidad de la justicia mayor.
Navarra tenía su propio sistema hasta que Fernando el Católico la anexó con Castilla en
1512, pero conservaron algunas de sus funciones institucionales.
3.1 LOS REYES CATÓLICOS: UNIÓN DINÁSTICA E INSTITUCIONES DE
GOBIERNO.

Isabel y Fernando, miembros de la Casa de Trastámara, se casaron en 1469 y unieron las


coronas de Castilla y Aragón. Isabel enfrentó la Guerra de Sucesión Castellana para
asegurar su posición contra Juana la Beltraneja, mientras Fernando ascendió al trono tras la
muerte de su padre. Juntos, establecieron las bases de la Monarquía Hispánica,
manteniendo las instituciones de cada reino pero gestionando conjuntamente los asuntos de
ambos. Buscaron fortalecer el poder real, la unidad religiosa y territorial, además de
expandirse por el Atlántico y el Mediterráneo. En Castilla, se reformaron instituciones como
el Consejo Real, se redujo el papel de las Cortes y se estableció la justicia a través de
corregidores, la Chancillería y el Consejo Real. En Aragón, las reformas fueron más
moderadas. En el ámbito religioso, establecieron la Inquisición en ambas coronas,
promovieron la autoridad real sobre la Iglesia y expulsaron a los judíos en 1492.

3.2 EL SIGNIFICADO DE 1492. LA GUERRA DE GRANADA Y EL


DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA

Durante el reinado de los Reyes Católicos, la política exterior se centró en dos objetivos
principales: la unificación de la península y la expansión atlántica. Lograron la conquista de
Granada, finalizando así la reconquista en 1492, tras una guerra que combinó luchas
internas en el reino nazarí, diplomacia y acciones bélicas. Paralelamente, se impulsó la
expansión atlántica en busca de una ruta hacia Asia, lo que llevó al descubrimiento de
América por Cristóbal Colón en 1492, financiado por los Reyes Católicos con el acuerdo de
otorgar títulos y beneficios en caso de éxito. Tras varios viajes, Colón murió convencido de
haber alcanzado Asia, aunque el continente recibió su nombre gracias a Américo Vespucio.
El descubrimiento generó conflictos con Portugal, resueltos por el Tratado de Tordesillas en
1494, que estableció una línea divisoria entre las áreas de influencia de ambos reinos y
permitió a Portugal la conquista de Brasil. Además, en ese mismo año se llevó a cabo la
expulsión de los judíos con el Edicto de Granada, mientras se reactivaba la guerra religiosa
impulsada por la Iglesia Católica, marcada por las Cruzadas, para recuperar tierras bajo
dominio musulmán.

3.3 EL IMPERIO DE LOS AUSTRIAS: ESPAÑA BAJO CARLOS I. POLÍTICA


INTERIOR Y CONFLICTOS EUROPEOS.

Carlos I de Habsburgo heredó un vasto conjunto de territorios, desde los Países Bajos hasta
las coronas de Castilla y Aragón, junto con sus posesiones coloniales, tras la muerte de su
padre Felipe el Hermoso, la incapacidad mental de su madre Juana la Loca y el
fallecimiento de Fernando el Católico en 1516. Al llegar a España en 1517 para asumir el
poder, enfrentó desafíos a su legitimidad y su partida para ser coronado como Carlos V del
Sacro Imperio Romano Germánico en 1520 provocó revueltas, como la de las Comunidades
de Castilla y la revuelta de las Germanías en la Corona de Aragón, ambas sofocadas en
1521 y 1522 respectivamente.
Como emperador, buscó establecer un imperio cristiano universal, enfrentándose a turcos,
especialmente en Túnez y Argel, y a protestantes durante la Reforma. A pesar de su intento
por detenerla, la paz religiosa de Augsburgo en 1555 proclamó la tolerancia religiosa. Sus
conflictos también se extendieron a intereses franceses, marcados por guerras en Italia y
territorios como Milán, Flandes y Borgoña, a pesar de victorias notables como en Pavía en
1525 y la Paz de Cambrai en 1529. A lo largo de su reinado, la confrontación con Francia
continuó, generando tensiones constantes en diversas regiones.
3.4 La monarquía hispánica de Felipe II. Gobierno y administración. Los
problemas internos. Guerras y sublevaciones en Europa.
Tras la Paz de Augsburgo en 1555, Carlos V abdicó, dividiendo su herencia entre su
hermano Fernando, quien recibió el patrimonio austriaco y los derechos al trono imperial, y
su hijo Felipe, que obtuvo los estados hispánicos y borgoñones. Felipe II asumió el reinado
en 1556 con un enfoque en la defensa del catolicismo y la preservación de la hegemonía en
Europa.
Mantuvo la estructura institucional creada por los Reyes Católicos, estableciendo Madrid
como capital fija y gobernando a través de un sistema polisinodial, con consejos territoriales
y temáticos. Los Virreyes mantuvieron su poder delegado, mientras los secretarios reales se
convirtieron en figuras importantes. Aunque las Cortes perdieron relevancia, el creciente
autoritarismo y la intolerancia religiosa generaron rebeliones internas, como las de los
moriscos en las Alpujarras (1568) y disturbios en Aragón en 1591.
Felipe II impulsó la Contrarreforma y defendió el catolicismo, enfrentándose a los turcos en
Lepanto (1571) y reprimiendo el calvinismo en los Países Bajos. La Paz de
Cateau-Cambrais (1555) y la victoria de San Quintín (1557) pusieron fin al conflicto con
Francia. Tras la muerte del rey Sebastián de Portugal, Felipe fue coronado rey de Portugal
en 1580. Aunque trasladó la Corte a Lisboa, su intento de invadir Inglaterra con la Armada
Invencible en 1588 resultó en un fracaso.

3.5 Explotación y colonización de América. Consecuencias de los


descubrimientos en España, Europa y América.

Tras el descubrimiento de América, dos fases marcaron la exploración y explotación del


continente. La primera (1492-1518) se enfocó en las Antillas, mientras que la segunda
(1519-1550) se centró en la exploración y conquista continental. Se realizaron
descubrimientos significativos como el Pacífico por Núñez de Balboa, la conquista del
imperio azteca por Hernán Cortés, la conquista del inca por Francisco Pizarro y Diego de
Almagro, y exploraciones de ríos y territorios por Orellana, Hernando de Soto, Pedro de
Mendoza y Pedro de Valdivia.
En el aspecto político, América fortaleció la hegemonía de la Monarquía Hispánica en
Europa. La obtención de oro y plata fue el objetivo económico principal durante la conquista,
pero al disminuir estos recursos, se buscaron nuevas formas de explotación como las
encomiendas y estancias en el ámbito agrícola, y la mita en la minería. América también
introdujo en Europa nuevos alimentos como la patata, tabaco, pimiento, tomate, cacao y
maíz, mientras que se importaron animales y cultivos como la vaca, el caballo, el trigo y el
olivo.
En lo económico, el control del tráfico comercial por parte de la Monarquía Hispánica generó
grandes ingresos, lo que provocó la revolución de los precios en el siglo XVII. Socialmente,
la conquista brindó oportunidades a segundones y aventureros. Sin embargo, las
consecuencias para América fueron el declive demográfico de los indígenas, la importación
de esclavos africanos, la formación de una sociedad de castas dominada por peninsulares y
criollos, y la imposición de la cultura católica y el idioma castellano.
3.6 Los Austrias del siglo XVII: el gobierno de validos. La crisis de 1640.

En el siglo XVII, la Monarquía Hispánica, liderada por los Austrias Menores (Felipe III, Felipe
IV y Carlos II), enfrentó un declive en su hegemonía europea y problemas internos. Los
reyes de este período se apoyaron en "validos", personas no institucionales a quienes el rey
delegaba el gobierno. Felipe III (1598-1621) tuvo como principal conflicto la expulsión de los
moriscos en 1609, afectando gravemente la economía levantina al perder una gran parte de
su población.
Felipe IV (1621-1665) confió en el Conde-Duque de Olivares, quien propuso reformas
financieras y militares. Intentó consolidar el poder absoluto del monarca mediante la Unión
de Armas (1625), creando un ejército sostenido por todos los reinos en función de su
población y riqueza. Sin embargo, Aragón, Valencia y especialmente Cataluña resistieron
esta medida, lo que desencadenó la guerra con Francia en 1635, durante la guerra de los
Treinta Años. Los incidentes con las tropas catalanas llevaron a la rebelión de Cataluña en
1640, respaldada por Francia, lo que culminó en una larga guerra hasta la rendición de
Barcelona en 1652.
En medio de estos conflictos, Portugal se separó, proclamando rey al duque de Braganza,
Juan IV, durante la rebelión catalana. Además, hubo rebeliones en Andalucía (1641),
Nápoles (1647) y Sicilia (1647). En 1665, Carlos II asumió la corona, siendo el último
monarca de la dinastía de los Austrias.

3.7 LA GUERRA DE LOS TREINTA AÑOS Y LA PÉRDIDA DE LA HEGEMONÍA


ESPAÑOLA EN EUROPA.

En el siglo XVII, la Monarquía Hispánica pierde su poder en Europa. Felipe III busca una
política pacifista, firmando tratados con las Provincias Unidas, mientras que Felipe IV
adopta una postura más agresiva. La Monarquía Hispánica se involucra en la guerra de los
Treinta Años, aliada de los Habsburgo austriacos contra príncipes protestantes, lo que
desencadena conflictos con Francia y las Provincias Unidas. La intervención francesa
debilita a España, resultando en derrotas militares clave como las batallas de las Dunas y
Rocroi.
La crisis de 1640 y la Paz de Westfalia en 1648 marcan el fin de la hegemonía de los
Austrias, aceptando la independencia de las Provincias Unidas. La guerra con Francia
persiste hasta la Paz de los Pirineos en 1659, donde España cede territorios como el
Rosellón, parte de la Cerdaña y plazas en Flandes y Luxemburgo, junto con concesiones en
América. Posteriormente, Carlos II pierde el Franco Condado cediéndolo a Francia en 1678,
completando el declive territorial de la Monarquía Hispánica.

3.8 PRINCIPALES FACTORES DE LA CRISIS DEMOGRÁFICA Y ECONÓMICA


DEL SIGLO XVII Y SUS CONSECUENCIAS.

El siglo XVII en España estuvo marcado por tres crisis: demográfica, económica y política.
Hubo una contracción demográfica por crisis de subsistencia, epidemias, guerras como la
de los Treinta Años, la expulsión de los moriscos (1609) y la emigración a América. Las
regiones interiores experimentaron pérdida poblacional, mientras que las costeras vieron un
aumento.
Económicamente, todos los sectores sufrieron: la agricultura por escasez de mano de obra
y altos impuestos, la artesanía, la metalurgia y la construcción naval entraron en recesión.
El comercio exterior exportó materias primas pero perdió terreno ante competidores
europeos y el sistema productivo americano.
La crisis financiera estatal se agravó con bancarrotas como las de 1607 y 1666, mientras la
monarquía luchaba por mantener su influencia en Europa. A finales del siglo, se vislumbró
una recuperación con la introducción de nuevos cultivos, medidas proteccionistas y la
reducción del gasto militar debido a la pérdida de presencia internacional de la Monarquía
Hispánica.

3.9 CRISIS Y DECADENCIA DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA: EL REINADO DE


CARLOS II Y EL PROBLEMA SUCESORIO.
Tras las Paces de Wesfalia (1648) y Pirineos (1659), Carlos II heredó un reino que ya no
tenía hegemonía en Europa. Su madre, Mariana de Austria, ejerció la regencia, confiando
en el jesuita Nithard como valido. Carlos II, con limitaciones físicas y mentales, recibió
apoyo de varias figuras durante su reinado, pero el poder del Estado se debilitó, permitiendo
el aumento del poder de la aristocracia y la Iglesia.
Aunque mejoró la economía, enfrentó conflictos internos como la Segunda Germanía en
Valencia (1693) y el Motín de los Gatos en Madrid (1699). En política exterior, la Monarquía
Hispánica perdió territorios clave, como el Franco Condado cedido a Francia en 1678. Su
mayor problema fue la sucesión: tras dos matrimonios sin hijos, buscó un heredero
extranjero. Dos candidatos surgieron: Felipe de Borbón, duque de Anjou, respaldado por
Francia, y el Archiduque Carlos de Austria, apoyado por la línea alemana de los Austrias.
Tras fuertes presiones, Carlos II designó a Felipe de Borbón (Felipe V) como heredero,
buscando el apoyo de Francia para evitar la fragmentación de las posesiones de la Corona.
Con la muerte de Carlos II el 1 de noviembre de 1700, la dinastía de los Austrias en España
llegó a su fin y comenzó el reinado de los Borbones, aunque esto desencadenó una guerra
internacional y civil.

4.1 LA GUERRA DE SUCESIÓN EN ESPAÑOLA Y EL SISTEMA DE UTRECH.


LOSPACTOS DE FAMILIA.

La guerra de sucesión española 1701-1714 provocó un conflicto internacional y civil por la


muerte de Carlos Il sin descendencia, dejó a Felipe de Anjou como sucesor con el apoyo de
Francia y Castilla. El archiduque Carlos de Habsburgo contó con el apoyo de Aragón y la
gran alianza formada por Asturias, Provincias Unidas, Gran Bretaña, Saboya, Prusia y
Portugal. El archiduque Carlos se convirtió en emperador de Austria. Inglaterra y Provincias
Unidas rompen la gran alianza a cambio de que Felipe V les ceda el territorio de Francia.
Terminó la guerra y empezaron los tratados de Utrecht 1713 y Rast 1714, que provocaron
consecuencias. Reconocen a Felipe V como rey de España que perdió: Sicilia se cedió a
Saboya. Milanesado, Cerdeña, Flandes y Nápoles se cedió a Austria. Gran Bretaña
incorporó Gibraltar, Menorca, posesiones de América y privilegios comerciales como el
asiento de negros y el navió de permiso. Felipe V quiso recuperar Cerdeña y Sicilia pero no
tuvo éxito y firmó dos pactos de familia con Francia uno en 1733 (guerra de sucesión
Polaca), otro en 1743 (ducado de Parma). Carlos Ill firmó el Tercer Pacto de Familia en
1761 uniéndose a las guerras de los Siete Años y de la Independencia de Estados Unidos.
Logró recuperar Menorca y Florida, pero no consiguió Gibraltar.

4.2 LA NUEVA MONARQUÍA BORBÓNICA. LOS DECRETOS DE NUEVA


PLANTA. MODELO DE ESTADO Y ALCANCE DE LAS REFORMAS.

Los primeros Borbones como Felipe V, Fernando VI y Carlos III llevaron a cabo una serie de
reformas en España. Esto incluyó la centralización política, uniformidad legislativa,
institucional y la supresión de fueros instituciones de los reinos de la corona de Aragón.

Se crearon secretarios de despacho en lugar de Consejos, se establecieron cortes únicas,


se modernizó el ejército y se obtuvo el control de la iglesia a través del patronato universal
1753. Además, se realizaron reformas económicas como la creación de las reales, fábricas
y cambios fiscales. En América se reforzó la administración y se crearon nuevos virreinados
y entidades administrativas. Navarra y el País Vasco, fueron excepciones y conservaron sus
fueros. Los dos nuevos virreinados son nueva Granada 1717 y Río de la Plata 1778, la
capitanía general de Venezuela 1742, intendencias y nuevas audiencias como Buenos Aires

4.3. LA ESPAÑA DEL SIGLO XVIII. EXPANSIÓN Y TRANSFORMACIONES


ECONÓMICAS: AGRICULTURA, INDUSTRIA Y COMERCIO CON AMÉRICA.
CAUSAS DEL DESPEGUE ECONÓMICO DE CATALUÑA.
En el siglo XVIl España experimenta transformaciones económicas, como la reducción de
privilegios ganaderos, colonización de nuevas tierras y obras de irrigación bajo el reinado de
Carlos también se impulsaron medidas para fomentar la industria. Esta seguía siendo
principalmente artesanal y controlada por gremios como el comercio.

El crecimiento del comercio interior y colonial se benefició del aumento demográfico,


políticas, mercantilistas e ideas ilustradas (Sociedades Económicas de Amigos del País).
Cataluña destacó económicamente con un gran crecimiento demográfico, una agricultura
especializada y una industria lanera rural, impulsando: la acumulación de capital y el
desarrollo de fábricas de tejido de algodón, con una burguesía emprendedora que se
beneficia políticamente.

4.4. IDEAS FUNDAMENTALES DE LA ILUSTRACIÓN. EL DESPOTISMO


ILUSTRADO: CARLOS III.
En el siglo XVIII, la Ilustración europea, nace en Francia, este movimiento promovió
la razón, la tolerancia religiosa y la libertad religiosa mediante la educación y
progreso económico. Destacaron autores como Montesquieu y Rousseau.

España fue influenciada por la Ilustración, surgieron figuras como Feijoo y Mayans.
Se desarrolló el Despotismo Ilustrado, destacando con Carlos III, que instauró un
gobierno reformista y asesorado por ministros napolitanos como Grimaldi y
Esquilache. Tras el motín de Esquilache, se cedió al gobierno de políticos españoles
como Campomanes y Floridablanca. Se llevaron a cabo reformas urbanísticas como
el Museo del Prado, económicas como la Lotería Nacional y en la agricultura como
limitar los privilegios de la Meseta. usaban una política hidráulica. También se
hicieron mejoras industriales como fundar industrias, en el comercio con medidas
perfeccionistas y se expulsó a los judíos en 1776.
TEMA 4.La crisis del Antiguo Régimen (1788-1833):

4.1 El reinado de Carlos IV. La Guerra de la Independencia.


Carlos IV accedió al trono español en 1788 e inmediatamente se vio desbordado por la
compleja situación creada por la Revolución francesa (1789). El miedo a la expansión
revolucionaria congeló todas las reformas iniciadas en el reinado de Carlos III, nombró a
Manuel Godoy secretario de Estado y cerró la frontera francesa para evitar el contagio
revolucionario. La guerra de la Independencia surgió en plena crisis del Antiguo Régimen,
en España coincidió con el reinado de Carlos IV (1788-1808) quién intentó llevar a cabo en
el plano nacional una política reformadora como su padre Carlos III y en el ámbito
internacional una reedición de la neutralidad del reinado de su tío Fernando VI. Sin
embargo, estuvo condicionado por el estallido de la Revolución Francesa en 1789.
Los antecedentes de la guerra se dividen en etapas:
Una primera fase de neutralidad (1789-1792), el Conde Floridablanca tomó medidas para
alejar las ideas revolucionarias de España (revitalización Inquisición, censura de la prensa
política, ruptura de las relaciones con Francia). Su actitud indecisa le llevó a ser sustituido
por el Conde de Aranda (1792), aunque duró poco como secretario de Despacho y Manuel
de Godoy tomó el mando desde 1792 hasta 1808. Entre 1793 y 1795 se desarrolla la guerra
con Francia. Tras la ejecución de Luis XVI,Godoy anuló los Pactos de Familia y declaró la
guerra a Francia (Guerra de la Convención o de los Pirineos). España queda derrotada y
con la Paz de Basilea en 1795 se puso fin al conflicto bélico, Godoy adquiere tal fama que
es nombrado Príncipe de La Paz. Entre 1796 y 1808 Godoy aprovecha su popularidad para
crear una alianza con la Francia napoleónica mediante el Tratado de San Ildefonso (1796).
Lo que supuso conflictos con Portugal (Guerra de las Naranjas) y trajo famosas derrotas
como Trafalgar en 1805 contra Inglaterra. Esta situación condujo a España a un ciclo bélico
que a su vez trajo una grave crisis económica, que Godoy trató de solucionar con
desamortizaciones (1798), y una crisis política y social. La política de Godoy presentó
oposición de los partidos godoyista y fernandino, lo que trajo el intento de proclamar rey a
Fernando (hijo de Carlos IV); conspiración frenada con el Proceso del Escorial (1807).
Paralelamente, Godoy firmó el Tratado de Fontainebleau en 1807, autorizando el paso del
ejército francés a Portugal. Napoleón propuso el cambio de frontera franco-española, Godoy
vio las intenciones y trató de trasladar a la familia real a Andalucía, para posteriormente
partir a América. Todo esto provocó el Motín de Aranjuez (19 marzo 1808), en el que se
asaltó el palacio de Godoy, lo que supuso su caída y la abdicación de Carlos IV. Napoleón
aprovechó la situación para citar a la familia real en Bayona, donde se llevaron a cabo las
Abdicaciones de Bayona (abril 1808): Fernando renuncia al trono de su padre y Napoleón lo
cede a su hermano José Bonaparte; todo esto plasmado en el Estatuto de Bayona. Durante
el traslado de la familia real del Palacio Real a Bayona, comenzó el levantamiento del 2 de
mayo de 1808. El pueblo de Madrid fue duramente reprimido por las tropasde napoleónicas
al frente de Murat, iniciándose así la Guerra de Independencia (1808-1814).Estas
abdicaciones y levantamientos crearon un vacío de poder solucionado con la creación de
juntas

4.2 Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812.

La revolución, que se inició casi al mismo tiempo que la guerra, contemplaba una
convocatoria de Cortes generales y extraordinarias cuya iniciativa partió de la Junta Central,
aunque la llevó a cabo la regencia, que sustituyó dicha junta en enero de 1810. Las Cortes
se reunieron en Cádiz, por ser fácil de defender y estar libre de la ocupación francesa.

El primer paso fue hacer frente al vacío de poder tras abdicaciones de Bayona de 1808.
Surgieron Juntas locales, luego provinciales y en septiembre de 1808 la Junta Central
Suprema Gubernativa del Reino, que asumió la dirección de la guerra y la gobernación del
país. Inicialmente presidida por Floridablanca y con sede en Aranjuez, tuvo que trasladarse
paulatinamente hacia el sur ante el acoso francés. Cádiz, protegida por la escuadra
británica, fue su última sede. En 1810 se autodisolvió para dar paso a una regencia
colectiva, una especie de gobierno provisional compuesto por cincomiembros, que, aunque
de ideología conservadora, estaban sometidos a la presión ambiental de una ciudad que
había sido uno de los focos de difusión de las ideas ilustradas y liberales, y ahora
reclamaba cambios políticos, sociales y económicos. Si bien la Junta ya había debatido la
idea de unareunión de Cortes Generales, fue la Regencia la que procedió a su
convocatoria. La elección de los diputados tropezó con grandes dificultades por la
ocupación militar francesa y se realizó sin distinción de estamentos, por lo cual cada uno iba
a representar un voto, idea revolucionaria frente al sistema tradicional de voto por
estamentos. Como había ocurrido durante la Revolución Francesa, los diputados se
organizaron como Asamblea Constituyente y se proclamaronrepresentantes de la soberanía
nacional. Las Cortes se iniciaron en Cádiz en septiembre de 1810 conel juramento de los
diputados de defender la integridad de la nación española (incluida América). Entre los
diputados había eclesiásticos, abogados, funcionarios, militares, catedráticos y miembros de
la burguesía industrial y comercial. Los diputados americanos fueron elegidos entre los
residentesamericanos en Cádiz. Entre los asistentes a las Cortes había tres tendencias
diferenciadas: los absolutistas o serviles, partidarios de no modificar en nada en sistema
político absolutista. Los jovellanistas, partidarios de la revitalización de las Cortes
medievales y la soberanía compartida. Los Liberales, que proponían una cámara única que
asumiera la soberanía nacional y elaborara una constitución que debería recoger las
novedades aportadas por la revolución francesa. Esta postura defendida por la mayoría de
los diputados fue la que triunfó. La obra legislativa de las Cortes de Cádiz fue ingente y
representó una ruptura radical con los principios hasta entonces vigentes, planteando una
serie de reformas que significaron la disolución del Antiguo Régimen:-Abolición de la
Inquisición - Reconocimiento de la libertad de imprenta.

-Abolición de la tortura.

-Supresión de los viejos tributos.

La obra política más relevante de las Cortes fue la Constitución de 1812, la primera
constitución de España, más conocida como la Pepa por coincidir con la festividad de San
José. Sus principios básicos, inspirados en la constitución francesa de 1791, eran los
siguientes:

4.3 El reinado de Fernando VII. La cuestión sucesoria.

El Tratado de Valençay en 1813 puso fin a la guerra en España, reconociendo los


derechos de Fernando VII a la Corona. Desobedeciendo a las Cortes de Cádiz,
Fernando VII se dirigió a Valencia en 1814, recibiendo el Manifiesto de los Persas,
firmado por 69 diputados serviles, que censuraba a las Cortes y abogaba por la
plena restitución de la soberanía real. Fernando VII promulgó el Decreto de Valencia
en 1814, declarando ilegales las Cortes y abolía la Constitución de 1812, iniciando
la Restauración Absolutista (1814-1820). Se restauraron instituciones feudales, la
Inquisición y se reprimió a afrancesados y liberales, marcando el primer exilio en la
España contemporánea.

En medio de la inestabilidad gubernamental, problemas de Hacienda y oposición


liberal, se produjeron conspiraciones y pronunciamientos militares, como los de
Espoz y Mina, Porlier, Richart, Lacy y Rafael del Riego. El triunfo de Riego en 1820
llevó a Fernando VII a jurar la Constitución de 1812, iniciando el Trienio Liberal
(1820-1823). Durante este periodo se restituyeron derechos y libertades
ciudadanos, se suprimieron señoríos, se decretó la libertad de contratación, se
abolió la Inquisición, se aprobó la Ley de Supresión de Monasterios (1820) y se
expulsó a los Jesuitas.

Las sociedades patrióticas proliferaron y el liberalismo se dividió en moderados


(doceañistas) y exaltados (venteañistas). Los moderados buscaban reformar la
Constitución para ser aceptada por las clases dominantes, mientras que los
exaltados defendían el sufragio universal y la soberanía nacional. Gobernaron los
moderados hasta 1822, seguidos por los exaltados. Los gobiernos liberales
enfrentaron conspiraciones del rey y el apoyo del ejército y campesinado a las
partidas realistas.

La Santa Alianza en el Congreso de Verona (1822) puso fin al régimen


constitucional, y los Cien Mil Hijos de San Luis (1823) restauraron el Absolutismo,
dando paso a la Década Absolutista u ominosa (1823-1833). Fernando VII inició la
represión política, persiguiendo, encarcelando o ejecutando a liberales. A pesar de
la restauración absolutista, se implementaron reformas moderadas para sanear la
Hacienda y alejar la amenaza revolucionaria.

Durante estos años, Fernando VII enfrentó la oposición de los realistas puros
liderados por Carlos María Isidro, desencadenando la cuestión sucesoria y la
aparición del carlismo. Tras los sucesos de la Granja en 1832, Fernando VII
confirmó los derechos sucesorios de Isabel, dando inicio a la Primera Guerra
Carlista en 1833 tras la muerte de Fernando VII.

4.4 El proceso de independencia de las colonias americanas. El legado español en


América.

Entre 1808 y 1825 se produjo la emancipación de la mayor parte del territorio


hispanoamericano. Las causas fueron diversas: el reformismo borbónico del siglo XVIII que
incrementó el descontento de la burguesía criolla, conocedora de los principios ilustrados, al
impedirles el acceso a cargos políticos y a establecer relaciones comerciales con otros
países. Así como la difusión de las ideas ilustradas y liberales; la debilidad militar de España
(Trafalgar e invasión napoleónica); el apoyo del clero ante el temor que suscitaban las
medidas impulsadas por las Cortes de Cádiz y los intereses británicos.

El ejemplo de EEUU fue crucial para mostrar que era posible enfrentarse a la metrópoli y
conseguir la victoria. Además, Gran Bretaña, deseosa de controlar el mercado americano,
mostró su respaldo a los intereses independentistas. Las fases del proceso emancipador
Las primeras revueltas (1808-1814). Aprovechado el vacío de poder causado por la guerra,
desde 1810 algunas juntas de defensa se negaron a aceptar la autoridad de la Junta
Central Suprema y proclamaron su independencia. En el Virreinato de la Plata, José San
Martí proclamó la independencia de la República Argentina y, estallaron insurrecciones
como la del cura Hidalgo en México, Simón Bolívar en Venezuela y José Francia en
Paraguay. La rebelión generalizada (1816- 1824). Finalizada la guerra hispanofrancesa la
restauración de Fernando VII pareció sofocar la revuelta. Solo algunos enclaves como
Buenos Aires mantuvieron la rebelión. En 1816 en el Congreso de Tucumán se proclamó la
independencia del Rio de la Plata. Y, la intransigencia de la monarquía respecto a la
autonomía de las colonias reactivó el proceso. San Martín logró la independencia de Chile
(1818), Simón Bolívar liberó Ecuador, Venezuela y Colombia; Iturbide logró la
independencia de México (1821) y Antonio José Sucre la de Bolivia y Perú (Ayacucho
1824). Hacia 1825 solo Cuba y Puerto Rico, en América, y las Islas Filipinas, Carolinas,
Marianas y Palaos, en el Pacífico, se mantuvieron bajo soberanía española. Las
consecuencias para la metrópoli fueron múltiples: perdida demográfica producto de los
enfrentamientos militares y enfermedades, dificultades económicas derivadas de la renuncia
a un vasto mercado y a importantes recursos, lo que provocó serios problemas a la
Hacienda Pública; pérdida de importancia de España, convertida ahora en potencia de
segundo orden. Las nuevas repúblicas independientes también se enfrentaron a problemas
como - El fracaso de proyectos políticos como el de la Gran Colombia fruto del conflicto de
intereses entre las élites criollas, así como conflictos internos y fronterizos entre las nuevas
naciones lo que llevó al fraccionamiento en múltiples repúblicas. - Los criollos que habían
dirigido el movimiento de independencia se olvidaron de los intereses de la mayoría de la
población, indígena y negra lo que dio lugar a profundas desigualdades sociales.- La
dependencia neocolonial de las mismas respecto a Inglaterra y sobre todo a EEUU.
sustituyó al dominio español y convertía el subcontinente en territorio preferente de los
EEUU, (doctrina Monroe).

TEMA 5 La construcción del Estado Liberal (1833-1874):

5.1. Isabel II: las Regencias. Las guerras carlistas. Los grupos políticos, el Estatuto
Real de 1834 y la Constitución de 1837.
La Primera Guerra Carlista (1833-1840) comenzó tras la muerte de Fernando VII,
con el Manifiesto de Abrantes de Carlos María Isidro proclamándose rey. Las
causas fueron la cuestión sucesoria y el conflicto ideológico entre carlistas
(apoyando a D. Carlos) y liberales (respaldando a Isabel). Los carlistas defendían la
monarquía absoluta, la religión católica y el foralismo, contando con el apoyo de la
Iglesia, el campesinado, parte de la nobleza y clases medias. La guerra pasó por
fases como el Avance Carlista, Repliegue Carlista y Triunfo Isabelino, culminando
en el Convenio de Vergara en 1839.

El reinado isabelino (1833-1868) tuvo dos etapas: minoría de edad y reinado


efectivo. María Cristina inició como regente con un gobierno moderado, pero la
guerra carlista la llevó a buscar apoyo liberal y la instauración de un régimen
constitucional. Gobiernos progresistas y moderados se sucedieron, destacando el
Estatuto Real de 1834 y la Constitución de 1837. Espartero lideró la regencia con
características como el librecambismo y autoritarismo, culminando con la renuncia
forzada en 1843.

Isabel II asumió el reinado efectivo a los trece años. El Estatuto Real de 1834 era
una carta otorgada, careciendo de referencias a la soberanía nacional y derechos
fundamentales. La Constitución progresista de 1837 reintrodujo aspectos de 1812,
fortaleciendo el poder de la corona y estableciendo un sufragio censitario. La corona
tenía derecho de veto y potestad para disolver las Cortes, que eran bicamerales. El
sufragio universal masculino de 1812 fue reemplazado por uno censitario.

Estos cambios, impulsados por figuras como Agustín Argüelles, marcaron la


implantación del régimen constitucional en España, estableciendo un sistema
parlamentario.
5.2. Isabel II: el reinado efectivo. Los grupos políticos y las constituciones.

En los años anteriores a 1868, el agotamiento del modelo político isabelino basado
en el moderantismo se hacía evidente, agravado por acciones represivas como la
Noche de San Daniel y la Crisis de 1866. El malestar social y económico condujo a
fallidos pronunciamientos militares, como el de General Prim en Villarejo de
Salvanés y el cuartel de San Gil en Madrid. El cambio de régimen comenzó con el
Pacto de Ostende y el pronunciamiento de Topete en Cádiz en septiembre de 1868.

La victoria de Serrano en el Puente de Alcolea provocó el exilio de Isabel II, dando


lugar a la formación de juntas revolucionarias. Serrano lideró un gobierno provisional
(1868-1871) con progresistas y unionistas, convocando elecciones constituyentes
en 1869. La Constitución de 1869 estableció la monarquía parlamentaria con
sufragio universal masculino. Serrano fue regente y Prim presidente del Gobierno,
iniciando la búsqueda de un nuevo rey.

Amadeo de Saboya aceptó la Corona en 1870, pero enfrentó oposición y


dificultades, incluyendo el asesinato de Prim. Amadeo abdicó en 1873, y ese mismo
día se proclamó la I República. La presidencia de Figueras fue breve, seguida por
Salmerón y Castelar. Sin embargo, la República federal enfrentó desafíos, como la
rebelión cantonalista y la inestabilidad política y social.

En 1874, tras la dimisión de Castelar y un golpe de Estado liderado por el general


Pavía, se cerró el periodo republicano. Este año marcó la transición hacia la
Restauración Borbónica, con la dictadura de Serrano y el pronunciamiento de
Martínez Campos en Sagunto, dando inicio a la Restauración Borbónica con Alfonso
XII. La Noche de San Daniel y el pronunciamiento militar en el cuartel de San Gil
fueron eventos clave en el contexto político y social de la época.

5.3. El Sexenio Revolucionario: la Constitución de 1869. Gobierno provisional,


reinado de Amadeo de Saboya y Primera República

En los años anteriores a 1868, el agotamiento del modelo político isabelino basado
en el moderantismo era evidente, agravado por acciones represivas como la Noche
de San Daniel y la Crisis de 1866. El malestar económico y social se reflejó en los
fallidos pronunciamientos militares de 1866, liderados por el General Prim en
Villarejo de Salvanés y el cuartel de San Gil en Madrid. Sin embargo, el cambio de
régimen tomó forma con el Pacto de Ostende en el mismo año, donde progresistas
y demócratas se unieron. El pronunciamiento de Topete en Cádiz en septiembre de
1868 marcó el inicio de la "Gloriosa".

La victoria de Serrano sobre las tropas isabelinas en el Puente de Alcolea llevó al


exilio de Isabel II y a la formación de juntas revolucionarias en todo el país. Una
Junta Superior Revolucionaria en Madrid entregó el poder a Serrano, quien formó un
gobierno provisional (1868-1871) con progresistas, unionistas y republicanos. Las
Cortes Constituyentes de enero de 1869 establecieron la Constitución de 1869,
considerada el primer código democrático español, con sufragio universal
masculino, división de poderes y derechos individuales.
Serrano fue investido regente y Prim presidente del Gobierno. Tras la búsqueda de
un nuevo rey, Amadeo de Saboya aceptó la Corona en octubre de 1870. Sin
embargo, la oposición de la iglesia, la nobleza, la guerra de Cuba y la III Guerra
Carlista, junto con la agitación social y el asesinato de Prim en diciembre de 1870,
llevaron a Amadeo a abdicar en febrero de 1873. El Congreso y el Senado
proclamaron la I República y designaron a Figueras como presidente.

La República federal de 1873, impulsada por Cortes Constituyentes, sufrió la


rebelión cantonalista debido a la lenta aplicación de las propuestas federalistas. Pi i
Margall dimitió, y Nicolás Salmerón y luego Emilio Castelar asumieron la
presidencia. La situación de inestabilidad y la negativa de Salmerón a firmar penas
de muerte llevaron a la abdicación de Amadeo. En 1874, el golpe de Estado del
general Pavía disolvió las Cortes, marcando la transición hacia la Restauración
Borbónica con la dictadura de Serrano y el pronunciamiento de Martínez Campos en
Sagunto.

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