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3. Pero... ¿qué
entendemos hoy por
educación física?
¿Dónde estoy?
LA EDUCACIÓN FÍSICA
“...es la ciencia razonada de nuestros movimientos y de sus relaciones con nuestros sentidos, nues-
tra inteligencia, nuestros hábitos y el desarrollo de nuestras facultades” Amorós (1810)
“...es la acción metódica, progresiva y continua que tiene por objeto asegurar el desarrollo físico
integral” Hébert (1938)
¿Sabías que…?
♦ El término educación física fue utilizado por primera vez en Inglaterra
por John Locke (1693) y en Francia por J. Ballexserd (1762).
♦ En 1883, se inaugura en Madrid la Escuela Central de Profesores y Pro-
fesoras de Gimnástica, con el objeto de preparar profesores que im-
partieran esta materia en Institutos de Segunda Enseñanza y Escuelas
Normales.
♦ El ámbito de la “educación física” recibe aproximadamente sesenta de-
nominaciones diferentes alrededor del mundo.
“El profesor que no busca prioritariamente que los alumnos aprendan, asume
el papel de un organizador de actividades, de una ‘nurse’ que intenta que sus
alumnos se diviertan sin molestar demasiado” (Siedentop 1998).
Así lo define Parlebás (1976): “La perspectiva en la que se orienta la educación físi-
ca sitúa al niño en el centro de la educación. Interesa menos el ejercicio y más al
que ejercita. Ya no preocupa tanto «modelar» al niño sino dotarle de una gran dis-
ponibilidad motriz que le permita adaptarse mejor”.
Así, si ponemos al niño en el centro de nuestra acción educativa, no parti-
mos de los problemas de la educación física sino de las necesidades del alumno,
que superan ampliamente las exigencias del aprendizaje de ciertas habilidades.
De este modo, la educación física no se apoya sobre una actividad preexis-
tente y constituida desde el exterior. No debe confundirse con actividad física o
deporte, pues estas denominaciones son utilizadas en función de los fines asigna-
dos. Por esta razón la educación física no debe confundirse con algunos de los
medios que utiliza.
El cuerpo va a la escuela
La persona es un ente unitario; la educación, también. No tiene partes,
consecuentemente, al individuo hay que educarle todas sus facultades de forma
global: lo afectivo, lo intelectual, lo moral, lo físico, etc. Por tanto, siempre que se
habla de un tipo de educación, no se refiere exclusivamente al desarrollo separa-
do de esa facultad, sino siempre al desarrollo conjunto de todas con especial hin-
capié en la nombrada y utilizando esta última como medio para la formación de
todas las demás. Así pues, la educación física no educa sólo el cuerpo, sino que
facilita la formación de las demás facultades. De aquí surge la necesidad de la
educación física dentro de una educación integral.
La pedagogía actual de la educación física pone más énfasis en el placer
de jugar con el cuerpo que en la armonía del mismo. Las nuevas técnicas de ex-
presión tienden a liberar más que a corregir, a eliminar las tensiones acumuladas,
a recobrar la espontaneidad del gesto, a dar la palabra al cuerpo para leer el in-
consciente afectivo.
Existe una relación directa entre las actitudes de los padres hacia la activi-
dad física y el nivel de práctica de sus hijos. El medio familiar juega un papel deci-
sivo en la práctica deportiva de los alumnos. Los niños reproducen bastante fiel-
mente, en sus opiniones y comportamientos, las actitudes de sus padres. Sus pre-
ferencias aparecen estrechamente unidas a la educación familiar.
En consecuencia, no es nada desdeñable considerar que la mentalización
de los padres hacia las bondades de la actividad física constituya un poderoso me-
dio de influir en la actitud de los hijos hacia la práctica deportiva. Por tanto, la
educación física debería tener en cuenta este aspecto y dar una respuesta cohe-
rente, dada la repercusión que tiene en las finalidades de nuestra área. Por ejem-
plo, parece viable que desde nuestro propio ámbito se promovieran actividades
físico deportivas para los padres y, a ser posible, en algunas ocasiones, que tuvie-
ran lugar junto con las de los alumnos.
¿Qué piensan los jóvenes respecto a lo que los profesores les enseñan en
educación física? ¿Cuál es el estilo de vida de los jóvenes? ¿Es capaz la educación
física de desarrollar hábitos de práctica física durante y después del periodo esco-
lar? Lo que los alumnos expresan no es sino el reflejo de lo que han heredado de
sus propios ambientes familiares.
Apoyándonos en algunos estudios realizados a este respecto (Pieron,
1999) podemos concluir que:
• Para el alumnado, el profesor de educación física es una persona próxi-
ma y accesible; les conoce bien y participa con ellos en numerosas actividades.
• Respecto a la percepción de los objetivos asignados a la educación físi-
ca, los alumnos/as tienen una actitud relativamente positiva. Consideran que el
objetivo más importante de la educación física escolar es el desarrollo o el mante-
nimiento de la salud.
• En cuanto a las actitudes hacia la educación física, los alumnos manifies-
tan una indiferencia bastante amplia que va creciendo con la edad; esta indife-
rencia es más destacada en los alumnos que en las alumnas.
• En lo referente a la participación en actividades físicas y deportivas las
motivaciones para participar en éstas son:
– Estar en buena forma física.
– Disfrutar, gozar del deporte.
– Encontrarse con amigos.
– Aprender técnicas deportivas.
– Disfrutar de la competición.
Sin embargo, se constata que las actividades deportivas que el alumnado
desearía practicar en la escuela no coinciden con las que habitualmente son pro-
puestas.
LA EDUCACIÓN FÍSICA
¿Sabías que…?
♦ En una reciente investigación se pidió a profesores de educación física
de Japón, Inglaterra y Estados Unidos que colocasen, por orden de im-
portancia, la lista de los propósitos de la educación física. Los objetivos
más valorados fueron:
– La eficiencia cardio-circulatoria y respiratoria.
– El gusto por el movimiento.
♦ Las actividades propuestas en los programas de educación física no
siempre suelen coincidir con aquellas que desean practicar los alumnos.
“La historia de la educación física se caracteriza más por puntos de vista subje-
tivos, opiniones personales y actitudes eclécticas que por la lógica y el rigor
científico” Piéron (1988).
No parece que haya consenso entre los profesionales con respecto a los
principales propósitos de la educación física. Los objetivos generalmente acepta-
dos convergen hacia la promoción de la condición física, la estima de uno mismo,
la adquisición de conocimientos y del desarrollo social.
A mi entender, la educación física constituye una disciplina de enseñanza
que se debe organizar en torno a:
a) El desarrollo y el enriquecimiento de los recursos requeridos en las di-
versas situaciones motrices.
b) La apropiación de los fundamentos de la cultura físico deportiva.
c) La preparación para la autogestión de la vida física y deportiva del in-
dividuo.
d) Las estrategias que favorecen nuevos aprendizajes de acciones motrices.
Estas cuatro facetas se articulan en cuatro ejes a los que debe dar respues-
ta los objetivos de la educación física de forma globalizada:
• Eje funcional: educación del movimiento.
• Eje cultural: educación a través del movimiento.
• Eje utilitario: educación para el movimiento.
• Eje estratégico: educación acerca del movimiento.
EDUCACIÓN
DEL MOVIMIENTO
EDUCACIÓN A TRAVÉS
DEL MOVIMIENTO
“No hay viento favorable para quien no tiene puerto de destino“ Sócrates.
“Si no sabes a dónde ir… puedes estar en otra parte… y no darte cuenta“.
Las capacidades
El término capacidad ha sido reinstaurado recientemente debido a la in-
fluencia de la psicología cognitiva. Hace alusión a la cantidad de recursos disponi-
bles para tratar la información. Existen diferentes acepciones del término capaci-
dad. Reproducimos aquí la que consideramos más pertinente.
Las habilidades
Las habilidades se construyen sobre la base de las capacidades. Las habili-
dades se aprenden. Por ejemplo, las habilidades específicas tales como las técnicas
deportivas, o cualquier otra actividad que tenga un nivel de exigencia requieren
de un proceso específico de enseñanza.
CAPACIDADES MOTRICES
ESQUEMAS MOTORES
Y POSTURALES
Capacidad Habilidad
5. Cómo enseñar
de forma eficaz
o el tratamiento
didáctico
¿Dónde estoy?
LA EDUCACIÓN FÍSICA
plicadas con la preocupación del docente. Hace alusión a la competencia del pro-
fesorado, es decir, a los modos y maneras que el profesor pone en marcha cuando
se propone enseñar alguna actividad física a sus alumnos de forma eficaz.
Pero, no sólo el profesorado está preocupado por este tema. El alumnado
también reflexiona, aunque de forma diferente, sobre la capacidad que tienen sus
profesores para enseñar. Frases como…¡sabe mucho pero no sabe enseñar! o ¡no
aprendemos nada! suelen estar, a menudo, en boca de muchos alumnos. La conse-
cuencia es bien clara: existen profesores eficaces y otros no. ¿Cómo ser un profesor
eficaz? ¿Cómo proceden los profesores eficaces? A continuación vamos a exponer
algunas directrices que en mi humilde entender, pueden clarificar esta cuestión.
¿Sabías que…?
Algunos de los postulados didácticos que caracterizan al profesor eficaz
según Maurice Piéron (1999) son:
♦ Proporcionar el máximo tiempo de práctica a los alumnos.
♦ Proporcionar el mayor número de conocimiento de resultados (feed-
backs) a sus alumnos.
♦ Proporcionar una información adecuada y sin interferencias.
de estas maneras está articulada bajo una determinada concepción de lo que es en-
señar y de cómo los alumnos aprenden. El ámbito de la didáctica de la educación fí-
sica se ha preocupado mucho en diseñar modos óptimos para enseñar y facilitar el
aprendizaje. Estos modos han venido tomando diversas acepciones en la jerga di-
dáctica: métodos didácticos, estrategias didácticas, estilos de enseñanza, etc.
Motivaciones
“si tuviera que reducir toda la psicología educativa a un solo principio, diría lo
siguiente: el factor más importante que influye en el aprendizaje es lo que el
alumno ya sabe. Averígüese esto y enséñese en consecuencia” (Ausubel, 1983).
"Un contenido será válido si sirve para alcanzar los objetivos propues-
tos, será significativo si incluye los contenidos que conciernen a la realidad y se-
rá adecuado si se adapta a la competencia cognitiva de los alumnos" (Antúnez
y otros, 1996, p.112).
Regla 6. Considera a tus alumnos como sujetos activos de sus propios aprendizajes.
El aprendizaje debe ser una tarea reflexiva y no sólo repetitiva. Las tareas
propuestas deben inducir a buscar respuestas en lugar de recibir todos los conoci-
mientos elaborados desde el exterior. Hay que fomentar la reflexión consciente
sobre los propios aprendizajes, así como promover el contraste entre los conoci-
mientos por parte de los aprendices, con el fin de propiciar la aparición de con-
flictos cognitivos.
No basta con que el profesor estimule a sus alumnos a la realización de di-
versas tareas; es necesario además que los alumnos sean capaces de identificar y
comprender los problemas de las situaciones a las que se enfrentan para ajustar
su conducta.
Regla 9. Enseña estrategias para que sean los propios alumnos los que auto-
gestionen su aprendizaje.
Regla 10. Programa las actividades, las unidades didácticas, las sesiones, la eva-
luación.
El deporte para personas con minusvalías físicas o psíquicas ha adquirido gran relevancia
con la organización de los llamados Juegos Paralímpicos.
6. Aspectos
pedagógicos
que deben tenerse
en cuenta
¿Dónde estoy?
LA EDUCACIÓN FÍSICA
que establecen los individuos cuando realizan prácticas físicas. Algunos de estos
problemas han cobrado una importancia singular en los últimos tiempos y han le-
vantado un interés inusitado en muchos educadores.
En este apartado analizaremos algunos de ellos, tales como la equidad se-
xual, la equidad racial, la atención a la diversidad, la educación para la noviolen-
cia, el respeto medioambiental, etc.
¿Sabías que…?
♦ Hasta el año 1950, no estaba permitida la participación de la mujer en
numerosas prácticas deportivas federadas, tales como el fútbol, el
rugby, algunas especialidades de atletismo, etc.
♦ Hasta los años 80 era habitual que los chicos y las chicas estuvieran se-
parados para realizar las clases de educación física.
"Las mujeres deben contentarse con jugar al tenis, nadar, patinar sobre hielo,
el verdadero héroe olímpico es a nuestro entender, el hombre adulto indivi-
dual"… decía Pierre de Coubertin.
Pocas veces, el ideario del deporte ha coincidido con postulados que favo-
recen la integración social. Eso no quiere decir, sin embargo, que no podamos utili-
zar la práctica físico-deportiva como medio para facilitar la integración de la mujer.
El papel que el profesorado desempeñe ante el alumnado es fundamental
para fomentar una participación activa por parte de todos los niños y niñas en las
clases de educación física. Su actitud y los valores que transmite van a configurar
un modelo en el que chicas y chicos aprenden cada día.
Algunas propuestas contribuyen a crear un ambiente de distensión que
propicia esta actitud integradora, sin menoscabar los intereses de ambos grupos
ni subestimar las inevitables diferencias. Veamos algunas:
• Crear un clima que no dé cabida a los estereotipos: proponer indistinta-
mente chicos o chicas a la hora de demostrar cualquier actividad que forma parte
del proceso de aprendizaje.
• Otorgar valor propio a los deseos de las chicas.
• Relativizar el rendimiento cuando se evalúen los resultados.
• Crear un ambiente donde la forma de relacionarse chicos y chicas no es-
té basada en la competición.
Recursos materiales
Materiales específicos del área Materiales no específicos del área
de educación física de educación física
Espalderas,
bancos
Gimnásticos suecos,
plintos,
trampolines,
potros, etc. Papeles,
envases de
Pelotas, balo-
Domésticos yogur, telas,
nes, pelotas
tubos de
Esféricos de espuma,
cartón, etc.
balones
lastrados
Los del Los
gimnasio Planos Colchoneta reciclados
Redondos Anillas, aros
Compactos Tacos, ele-
mentos de
plásticos Cajas de
cartón, neu-
Largos Picas, cuer- Industriales máticos,
das, cintas tubos, sacos,
elásticas tacos
De formas
variadas
Los del patio Tobogan, balancín, columpio, Los de fabri- Zancos, pelotas, maracas,
de recreo estructuras metálicas, etc. cación propia indiacas, etc.
Los de Balones, canastas, porterías, Los
deportes redes, sticks, etc. comerciales
Los de psico- Cuerdas, módulos de goma Los naturales Hojas, ramas, piedras, arena,
motricidad espuma, aros, bastones, etc.
conos, etc.
7. Las relaciones de la
educación física con
el deporte, la salud,
y el tiempo libre
¿Dónde estoy?
LA EDUCACIÓN FÍSICA
lación. Si bien es cierto que la educación física es un medio para potenciar el desa-
rrollo de los niños y niñas, parece también necesario clarificar los diferentes itine-
rarios sociales donde, a lo largo de la vida, se podrá encontrar la posibilidad de re-
alizar actividad física, y que ambas experiencias guarden relación y continuidad.
A menudo, las propuestas que se realizan en la escuela parecen conducir a
una sola concepción del deporte: la competición al máximo nivel. De esta manera,
parece que la única prolongación de la educación física escolar sea el deporte de
alta competición. Pero esto no es ni debe ser así. Limitar la dimensión físico cor-
poral de la persona a una práctica concreta y con un enfoque muy determinado,
no es sino limitar esa faceta y reducirla a una pequeñísima parte de sus auténticas
posibilidades.
¿Sabías que…?
♦ El deporte empieza a formar parte de los contenidos del currículum de
educación física en la década de los años 60.
♦ Los niños de entre 5 y 12 años hacen ejercicio físico de forma regular;
de entre 45 y 65 años, este porcentaje se reduce al 20 %, y entre los 25
y 45 años, sólo hace ejercicio físico el 13% de la población.
♦ Los adultos tienen actitudes diversas frente a la práctica de la actividad
física: hedonista (búsqueda del placer), higienista (actividad razonable-
mente dosificada), voluntarista (consideran que es necesario), y fatalista
(no les gusta la actividad física).
en los conceptos educación física y deporte, que no es sino reflejo de una proble-
mática más honda: ¿en qué coinciden y en qué difieren la educación física y el de-
porte?, ¿qué quiere evidenciar la expresión educación física frente a la de deporte?
La moderna educación física se introdujo en las escuelas de la mano de la
gimnasia. Por aquel entonces, el profesor de gimnasia no estaba demasiado consi-
derado. La práctica deportiva era algo que se realizaba con carácter extraescolar y
que, en general, resultaba divertido (la clase de gimnasia, en opinión de la mayo-
ría de los alumnos, era un aburrimiento). Posteriormente, el fenómeno deportivo
fue tomando auge en la sociedad y, de forma similar, se implantó poco a poco en
las clases de educación física.
Actualmente, la práctica deportiva es con toda probabilidad el fenómeno
cultural de mayor expansión social, constituyendo el vehículo más importante de
la actividad física humana. La educación física ha tenido que responder –y de he-
cho responde– a esa influencia, incorporando el deporte y encauzándolo de for-
ma oficial como contenido propio dentro de su currículum.
Hay diversas teorías acerca de la relación entre la educación física y el de-
porte: para algunos, coinciden ambas realidades; según otros, la educación física
es preparación para el deporte; para otros, el deporte no es más que una parte de
la educación física; los más opinan que la educación física y el deporte parten de
una misma realidad, el cuerpo humano en movimiento, pero que tienen fines dis-
tintos; mientras que la educación física se propone educar, el deporte es, en sí
mismo, una institución o un conjunto de instituciones de carácter competitivo.
Quizás sean estos últimos los que se acercan más a la realidad. De todas
formas, el tema es enormemente árido. Hay que partir del conflicto que supone
el que la misma educación física se refiera a un área de estudio y de acción no
identificada y difícilmente identificable. Por eso hay tanta confusión terminológi-
ca, tanta indecisión conceptual e institucional y, consecuentemente, tanta dispari-
dad de estatus social y científico en esta área.
¿Qué tiene que ver el deporte en este tema? Mucho más de lo que a pri-
mera vista pudiera parecer. De hecho existe una fuerte tendencia, indudablemen-
te discutible, a englobar en el término deporte todo quehacer pedagógico cen-
trado en el cuerpo humano.
Permítaseme, en este sentido, un intento de conceptualización de estas
dos realidades:
• Educación física: el área del conocimiento delimitado alrededor del
hecho de educar mediante la utilización de las diversas manifestaciones de la mo-
tricidad humana y las conductas motrices. Dentro de todo ello se engloba el enfo-
que educativo del deporte.
• Deporte: por un lado, constituye esa específica conducta humana caracte-
rizada por la actitud lúdica, competitiva, agonística y, sobre todo, comprometedora
de diversas prácticas federadas. Por otro lado, supone la realidad social establecida a
partir de esa manifestación creciente, institucionalizada, y que ha dado origen a es-
pecíficos sistemas sociales, entre ellos el mundo del espectáculo deportivo.
Hay que tener presente la relatividad de estos dos conceptos. Son expre-
siones que se resisten a una definición. Su significación varía, además, según las
áreas geográficas y las tradiciones culturales.
Varias son las maneras con las que la educación física puede vincularse
con el deporte. Algunas promueven, fundamentalmente, el valor educativo en
periodos escolares especialmente sensibles. En otros casos, crean actitudes favo-
rables a la práctica física en edades adultas, fomentando así un sentimiento lú-
dico y recreativo que encaja perfectamente con una manera lógica de utilizar el
tiempo libre.
Deporte educativo-formativo
Pero… realmente ¿es el deporte una actividad educativa? En una socie-
dad supercompetitiva, el deporte que es esencialmente competitivo ¿no favore-
ce aún más unos extremismos de conducta que acentúan ese competitivismo?
Los convencidos de que la educación física debe utilizar como medio pa-
ra formar, entre otros, las prácticas sociales, sustentamos que el deporte no es
una panacea pedagógica pero si un instrumento válido si está en manos de un
buen educador; un deporte bien enfocado es una práctica humana rica y llena
de plasticidad; y este tipo de conductas constituyen un campo fértil para la
construcción educativa.
Ciertamente, el valor educativo del juego deportivo consiste en favore-
cer el desarrollo integral del individuo, viviendo una gama amplia de activida-
des que completen su personalidad. Además, cada día se va ensanchando la po-
sibilidad de practicar mayor número de deportes.
Tradicionalmente, en los centros educativos se incluía un deporte copia
del otro deporte competitivo espectáculo. Se organizaban competiciones de ba-
loncesto, fútbol, natación, balonmano, etc., con los mismos rasgos y modos (a
veces con la simple adaptación de dimensiones y duración según las edades)
que el deporte federado. Hoy, a tenor de las nuevas corrientes en ciencias de la
educación, se han redescubierto en el campo del deporte nuevos enfoques
abiertos a nuevas posibilidades educativas.
La creatividad, la elaboración progresiva de estrategias, la reflexión críti-
ca personal y grupal, el origen natural de formas progresivas de conducta... se
propician con enormes posibilidades de un tipo de acción motriz que puede hoy
parecer novedosa pero que existe originalmente en cualquier práctica deporti-
va. Uno de los caminos más fecundos consiste en el descubrimiento, por parte
del grupo, de una forma nueva de hacer deporte, es decir, de una manera de
entender el deporte no necesariamente coincidente con el deporte reglado.
Deporte, salud y tiempo libre aparecen cada vez más, como aspectos integrados con nues-
tra sociedad actual.
Nuevas formas de actividad física sin altos niveles de exigencia para su práctica.
Los deportes en la naturaleza constituyen una nueva forma de relacionarse con el entorno.
Deporte competitivo
A sus diversas escalas (local, regional, nacional e internacional) es el que
hoy mueve grandes masas de gentes y de intereses; a diferencia de los anteriores,
que están al alcance de todos los que quieren practicarlos, a éste sólo pueden ac-
ceder los especialmente dotados.
Es el deporte de las actuales olimpiadas y campeonatos mundiales, de las
medallas, del deporte de la ciencia y la técnica aplicada. Aunque no se opone al
deporte educativo o recreativo (en algunos aspectos pueden complementarse),
puede llegar a acaparar la imagen total del deporte, y puede llegarse a creer que
éste es patrimonio de elegidos. Tal puede revelar la frase frecuente de jóvenes
que, sin tener ningún impedimento orgánico dicen: “yo no valgo para el depor-
te”, simplemente porque no destacan por sus cualidades físicas.
LA EDUCACIÓN FÍSICA
cambiante, donde las instituciones educativas deben estar atentas y prestas a re-
accionar, en continua reflexión, para no quedarse estancadas en conocimientos
caducos y en la mera transmisión de saberes.
Múltiples escenarios aparecen ante esta incógnita. Intentaré lanzar algu-
nas hipótesis que estén de acuerdo con la lógica histórica. Posiblemente no aca-
bará cumpliéndose, pero tal vez pueda servir para abrir un debate más amplio so-
bre las relaciones que se pueden establecer a este respecto.
¿Sabías que…?
♦ Para predecir lo que sucederá es indispensable tener presente la cultura
al uso.
♦ En el 92% de los países la educación física está dispuesta por ley.
♦ Sólo un 31% de los países disponen de instalaciones suficientes.
"No sabemos lo que pasa… pero eso es lo que pasa" (aforismo popular).
¿Cómo las nuevas formas de la cultura del movimiento pueden ser repre-
sentadas en el currículum de la educación física?
Ya que resulta casi imposible predecir qué sucederá a lo largo de un mile-
nio, dos cuestiones me parecen definitivas para caracterizar el periodo inmediato
al que nos aproximamos:
Actividad evaluadora
Síntesis final