MI - Separata Geometría - v1
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Visión Histórica de la
Geometría y las
Construcciones
Elementales con Regla
y Compás
Geometría
Geometría 2
ÍNDICE
Geometría 3
Geometría 4
VISIÓN HISTÓRICA DE LA GEOMETRÍA Y LAS CONSTRUCCIONES
ELEMENTALES CON REGLA Y COMPÁS
1.1. Introducción.
Geometría 5
1.2. La geometría en la Prehistoria, Mesopotamia y Egipto
1.2.1. Prehistoria
Los orígenes de la Geometría son más antiguos que el arte de la
escritura. Heródoto y Aristóteles no querían arriesgarse a situar los orígenes de
la Geometría en una época anterior a la de la civilización egipcia, pero está claro
que la Geometría en la que ellos pensaban tenía sus raíces en una antigüedad
mucho mayor. Herodoto sostenía que la geometría se había originado en Egipto,
porque creía que dicha materia había surgido allí a partir de la necesidad práctica
de volver a trazar las lindes de las tierras después de la inundación anual del
valle del Nilo.
Sin embargo, los dibujos y diseños en la alfarería, la cestería y los tejidos
del hombre del neolítico revelan un interés en las relaciones espaciales que
prepararon el camino a la geometría: muestran en sus dibujos ejemplos de
congruencias y simetrías que son en esencia partes de la geometría elemental
(Figura 1). No hay documentos disponibles de la época prehistórica, y por lo tanto
es imposible seguir la pista a la evolución de la matemática de un diseño
concreto a un teorema conocido.
Figura 1
1.2.2. MESOPOTAMIA.
Geometría 6
Figura 2
Figura 3
Geometría 7
En el museo de Bagdad se conserva una tablilla en la que está dibujado
un triángulo rectángulo ABC (figura 4) de lados a=60, b=45 y c=75, subdividido
en cuatro triángulos rectángulos menores ACD, CDE, DEF y EFB, cuyas áreas
eran conocidas y a partir de cuyos valores el escriba calcula la longitud de AD
utilizando aparentemente un tipo de “fórmula de semejanza” que viene a ser
equivalente a nuestro teorema que dice que las áreas de figuras semejantes son
entre sí como los cuadrados de lados correspondientes.
Figura 4
1.2.3. EGIPTO
Figura 5
Geometría 8
Algunos de estos problemas de los que se habla en el papiro de Rhind son:
a) Calcular el área de un triángulo isósceles.
b) Conocían el teorema de Pitágoras para triángulos particulares,
como el de lados 3, 4 y 5, que utilizaban para trazar ángulos rectos
en el terreno.
c) Calculaban el área de un círculo a través de un octógono a partir
de un cuadrado de lado nueve unidades, dividiendo cada parte en
tres partes iguales y suprimiendo los cuatro triángulos isósceles de
las esquinas.
Otro documento importante desde el punto de vista de los conocimientos
matemáticos de los egipcios es el Papiro de Moscú (Figura 6) que fue escrito
hacia el año 1890 a.C.
Figura 6
Geometría 9
Se nos ha transmitido la imagen de un hombre de estudio genial, modesto
y escrupulosamente honrado, siempre dado a reconocer el trabajo original de
otros y visiblemente amable y paciente. Uno que había empezado a estudiar
geometría con Euclides preguntó al aprender el primer teorema “¿qué ganaré
aprendiendo estas cosas?”, Euclides llamó a un esclavo y dijo: “dale tres
monedas, puesto que debe sacar algún beneficio de lo que aprende”. También
se dice que uno de sus discípulos fue el joven príncipe Ptolomeo, hijo del rey
Ptolomeo de Egipto, y que en una ocasión, el príncipe le preguntó a su maestro
si no había una manera corta y fácil de aprender geometría, a cuya pregunta
Euclides contestó: “Oh, príncipe, no hay camino real que conduzca a la
geometría”.
Durante más de treinta años enseñó Euclides en la Universidad Ptolemaica
de Alejandría, construyendo, entre otros muy notables trabajos, sus famosos
Elementos. La doctrina enseñada por Euclides produjo excelentes discípulos,
como Arquímedes y Apolonio de Perga.
Lo más importante de la obra matemática que realizaron los autores del
periodo clásico ha llegado afortunadamente hasta nosotros en los escritos de
Euclides, quien estructuró los descubrimientos dispares de los griegos clásicos,
como puede comprobarse comparando el contenido de sus libros con los
fragmentos que nos han llegado de trabajos más antiguos (Figura 7); constituyen
así los Elementos tanto una historia matemática de la época precedente como el
desarrollo lógico de una teoría.
Figura 7
Geometría 10
En los Elementos, Euclides comenzó a escribir una descripción exhaustiva
de las matemáticas, tarea colosal aún en su tiempo. La obra estaba formada por
trece libros. Los libros I, II, IV y VI sobre líneas, áreas y figuras planas, son en su
mayor parte pitagóricos, mientras que el libro III, sobre círculos, sigue a
Hipócrates. El libro V elabora el trabajo de Eudoxo sobre proporciones, que era
necesario para justificar las propiedades de las figuras semejantes de que se
habla en el libro VI. Los libros VII, VIII y IX tratan sobre la teoría de los números,
su divisibilidad, los números primos, cuadrados y cúbicos… y el libro X está
dedicado exclusivamente a los números irracionales (denominados
inconmensurables por los antiguos griegos). El libro XI es sobre geometría
elemental del espacio y en el XII se demuestra formalmente el teorema de
Hipócrates para el área de un círculo. En el libro XIII proporciona y demuestra
las construcciones de los cinco cuerpos geométricos regulares de Pitágoras.
Geometría 11
Los Elementos es la obra geométrica maestra de Euclides, y ofrece un
tratamiento definitivo de la geometría de dos dimensiones (el plano) y tres
dimensiones (el espacio). Los trece libros se persiguen unos a otros en una
secuencia lógica. Para los matemáticos modernos lo más interesante en la
geometría de Euclides no es su contenido, sino su estructura lógica. A diferencia
de sus predecesores, Euclides no se limita a afirmar que un teorema es
verdadero. Él ofrece una demostración.
No obstante, si los Elementos hubieran tratado de ser un depósito de
información exhaustivo, el autor habría incluido probablemente referencias a
otros autores, información acerca de las investigaciones recientes y
explicaciones informales, pero tal como están escritos, los Elementos se limitan
austeramente al asunto de que se trata, la exposición en un orden lógico de los
fundamentos de la matemática elemental.
Euclides mismo no formuló ninguna pretensión de originalidad, y está claro
que debió hacer abundante uso de las obras de sus predecesores, pero se cree
que la ordenación final es suya propia y presumiblemente algunas de las
demostraciones se deben también a él, pero aparte de esto es difícil estimar el
grado de originalidad que hay en esta obra matemática, la más famosa de la
Historia (después de la Biblia, Elementos es el libro más editado).
Geometría 12
Aunque Euclides no se refiere explícitamente a Tales, estos teoremas
están recogidos, también, en sus Elementos, si bien se adjudica a Proclo (410-
485) la tradición de atribuir estos teoremas a Tales en las primeras páginas de
su Comentario sobre el primer libro de los Elementos de Euclides.
Estadista, comerciante, ingeniero, astrónomo, filósofo y matemático,
hombre sumamente interesante y polifacético, que ya en la antigüedad era
considerado uno de los siete sabios. Su labor de comerciante durante la primera
época de su vida le proporcionó una fortuna considerable que le permitió dedicar
el resto de su vida a estudiar y a viajar. Pasó algún tiempo en Egipto, y este
contacto con los egipcios le familiarizó con la astronomía y las matemáticas
egipcias. El historiador Herodoto relata la predicción por Tales de un eclipse de
sol ocurrido en el año 585 a.C.
Numerosas leyendas rodean la vida de Tales y, lo menos que ellas se
puede decir, es que son muy expresivas y bien recibidas. Un día que conducía
una caravana, un mulo cargado de sal cayó al agua al pasar por un vado. Al salir
del agua, el mulo sintió que su carga era más ligera. Así, en el vado siguiente,
se tiró voluntariamente al agua para experimentar una vez más una disminución
de la carga. Para curarle de este vicio, Tales hizo que le cargasen de esponjas.
Cuando el mulo quiso satisfacer su pequeño capricho, tuvo una mala idea, ya
que, su carga, en vez de aligerarse se convirtió en un peso aplastante.
Se cuenta también la siguiente historia: irritado por las observaciones de
algunos de sus conciudadanos sobre su sabiduría, que no le había
proporcionado riqueza, quiso demostrar que podía, fácil y rápidamente, hacerse
rico; consiguió, en el momento en que juzgó que la cosecha de aceitunas sería
muy abundante, hacerse con el control absoluto de los lagares de aceitunas de
su país y, así, pudo imponer el precio que quiso a los que tenían que utilizar sus
prensas; de esta manera hizo fortuna en una sola temporada. Después, una vez
probado su punto de vista, abandonó sus negocios y volvió a sus ocupaciones
de orden filosófico y matemático.
En lo referente a la proporcionalidad Diógenes Laercio, seguido por Plinio
y Plutarco, nos cuentan que Tales midió las alturas de las pirámides de Egipto
observando las longitudes de sus sombras en el momento en que la sombra
proyectada por un palo vertical era exactamente igual a su altura (figura 8)
Geometría 13
Figura 8
Esta historia, así como aquella en la que calculó la distancia de un barco a
la playa por medio de la proporcionalidad de triángulos semejantes no nos
permite asegurar la originalidad de Tales, porque los principios en que se basa
tal cálculo eran conocidos ya desde antiguo en Egipto y en Mesopotamia. Estas
historias no nos permiten zanjar la atrevida conjetura de que Tales fuera el
creador de la geometría deductiva, pero en cualquier caso sí podemos decir que
Tales es el primer hombre en la historia al que se le ha atribuido descubrimientos
matemáticos concretos.
Geometría 14
cualquier tipo de contribución a la matemática que pudiera haber hecho, era en
las lecciones de la primera categoría. A su cátedra acudía una muchedumbre de
auditores de todas las clases, incluso las mujeres infringían una ley que les
prohibía asistir a reuniones públicas y acudían a oírle. Entre las más atentas se
encontraba Theano, la joven y hermosa hija de su huésped Milo, con la cual se
casó y que escribió su biografía, pero desgraciadamente se ha perdido, como
también se perdió la que escribió de él Aristóteles.
Los miembros de la sociedad lo compartían todo, sostenían las mismas
creencias filosóficas, se dedicaban a las mismas investigaciones y se
comprometían con un juramento de no revelar los secretos y las enseñanzas de
la escuela. La estrella pentagonal fue un símbolo distintivo de la hermandad y el
lema era “todo es número”. No podemos estar completamente seguros de la
paternidad de cada teorema particular, puesto que entre los miembros de la
hermandad existía la práctica generosa de atribuir toda autoridad sobre cada
nuevo descubrimiento al mismo Pitágoras. Pero, en todo caso, la suya fue la
influencia dominante en las matemáticas que estamos describiendo.
Los datos sobre la geometría pitagórica de la primera época son muy
inciertos. Pitágoras pudo haber conocido la base del teorema que lleva su
nombre en Babilonia o Egipto; una demostración podría proceder de él.
Geometría 15
Mesopotamia. No obstante, el libro V de Euclides, extiende la teoría de las
proporciones a razones inconmensurables (expresadas mediante números
irracionales) solucionando el problema de los pitagóricos para quienes
únicamente los números enteros tenían cabida y que descubrieron que algunas
razones, por ejemplo, la razón de la hipotenusa de un triángulo rectángulo
isósceles a un cateto o, lo que es lo mismo, la diagonal al lado de un cuadrado,
no podían expresarse por medio de números enteros.
Figura 9
Geometría 16
inscribir los cinco poliedros regulares en una esfera. Prueba también que no
existen más que esos cinco tipos de sólidos regulares (poliedros convexos).
Finalmente también se trabajó razón extrema y media, el pentágono y el
número áureo.
Geometría 17
Su éxito principal es la demostración de la hipótesis de que los círculos se
hallan entre sí en la misma razón que los cuadrados de sus diámetros. Esto
equivale al descubrimiento de la fórmula r 2 del área del círculo en función de
su radio, lo cual significa que existe determinado número y que es el mismo
para todos los círculos, si bien su método no da el valor numérico real de .
El nombre de Hipócrates está estrechamente ligado con dos de los más
célebres problemas clásicos de la matemática, el problema de la cuadratura del
círculo (consistente en hallar, con solo regla y compás, un cuadrado que posea
un área que sea igual a la de un círculo dado) y la duplicación del cubo, llamado
también problema délico, pues según una predicción del oráculo de Delfos, se
extinguiría una epidemia cuando los habitantes duplicaran el volumen de uno de
sus altares en forma de cubo. Narra la leyenda que los habitantes de Delos
habían acudido en vano a los matemáticos, lo cual no es de extrañar, pues esta
construcción es, como ahora se sabe, imposible (con regla y compás).
Conocemos un fragmento sobre Hipócrates que Simplicio dice haber
copiado literalmente de la Historia de la Matemática de Eudemo (perdida
también) en el que describe una parte de la obra de Hipócrates que se refiere a
la cuadratura de las lúnulas (convirtiéndose así en el fragmento original más
antiguo de la matemática griega que se ha conservado).
Una lúnula es una figura plana limitada por dos arcos de circunferencia de
radios distintos; figuras de bordes curvilíneos para los cuales puede construirse
con regla y compás un cuadrado de igual área. Hipócrates descubrió que podían
dibujarse dos figuras en forma de luna, la suma de cuyas áreas fuera igual a la
de un triángulo rectángulo y como el triángulo es igual al cuadrado construido
sobre la mitad de la hipotenusa, se ha conseguido la primera cuadratura en la
historia de una figura de lados curvos.
Figura 10
Geometría 18
Hipócrates descubrió esto al intentar cuadrar el círculo, el más popular de
los célebres problemas clásicos de la matemática. Sus descubrimientos hicieron
concebir la esperanza de cuadrar el círculo por sucesivas cuadraturas de lúnulas,
y como todos los intentos fueron estériles, se pensó en otros medios que
condujeron al descubrimiento de algunas curvas notables, como la Concoide de
Nicomedes y la Cisoide de Diocles.
Figura 11
Geometría 19
1.8. EUDOXO DE CNIDO (390 – 337 a.C.)
Geometría 20
y la cuarta, tomados respectivamente de dos en dos. (…) de las magnitudes que
están en la misma relación se dice que son proporcionales” (Libro V, Definición
5)
Geometría 21
general de las palancas, al decir: “Dadme un punto de apoyo y moveré el
mundo”.
Se cuenta que sus servidores tenían que recordarle constantemente que
debía comer y beber, ya que podía trabajar día y noche sin descanso en la
resolución de problemas de geometría y mecánica. Arquímedes trazaba figuras
geométricas en la ceniza de la leña consumida y sobre su cuerpo untado de
aceite, después de un baño.
Durante el sitio de Siracusa, los soldados romanos, en cuanto veían un
trozo de cuerda o de madera que caía de la muralla gritaban “allí está” y
declarando que Arquímedes hacía funcionar alguna máquina contra ellos daban
media vuelta y huían.
Arquímedes se imaginaba la circunferencia como la figura obtenida por
exhausción de polígonos regulares inscritos y circunscritos.
Euclides, en el libro XII ya nos dice que las áreas de los círculos son
proporcionales a los cuadrados de sus radios, o dicho de otra forma que si
dividimos el área de cualquier círculo entre el cuadrado de su radio siempre
obtendremos el mismo número, este número es .
El número es, desde entonces, la llave para calcular las áreas y
volúmenes de los cuerpos redondos: cono, cilindro y esfera. Descubrir la manera
de calcular las áreas laterales del cilindro y del cono no le debió suponer a
Arquímedes un esfuerzo especial, ya que basta con extender en el plano estas
superficies.
En 1906 apareció “El método” en el que nos revela una faceta del
pensamiento de Arquímedes que no encontramos en ningún otro sitio. Los otros
tratados de Arquímedes son verdaderas joyas de precisión lógica que no dan
apenas pistas de los análisis preliminares que han debido conducir a las fórmulas
definitivas. Las demostraciones aparecen tan desprovistas de motivación, que
algunos matemáticos del siglo XVII llegaron a sospechar que Arquímedes había
ocultado su método de investigación con objeto de que su obra fuera aún más
admirada. Al aparecer su Método (un palimpsesto, un pergamino en el que la
escritura original ha sido lavada imperfectamente, tratando de borrarla, para
volver a ser utilizado con un nuevo texto) se vio cuan injustas eran esas
sospechas acerca de la honestidad científica de Arquímedes.
En este tratado se dice que resulta más fácil dar una demostración de un
teorema si tenemos previamente una idea de qué es lo que tratamos de obtener.
Geometría 22
Nos dice que él tenía un método “mecánico” que le permitía preparar el camino
para algunas de sus demostraciones. Por ejemplo, pesó su parábola para hallar
el área de un segmento y este experimento le sugirió el teorema sobre la
“cuadratura de la parábola”. Admite el valor de tales métodos experimentales
para llegar a verdades matemáticas que luego, evidentemente, deben ser
rigurosamente demostradas.
Arquímedes murió trabajando. Cuenta Plutarco en su “Vida de Marcelo”
que cuando los romanos, finalmente, capturaron Siracusa, un soldado lo
encontró en su casa dibujando figuras geométricas en el suelo. “No estropees
mis círculos” dijo Arquímedes. Estas resultaron ser sus últimas palabras. El
general romano había dado órdenes de que no debía hacerse daño a
Arquímedes; pero nadie sabe si el soldado conocía o le importaba quién era su
víctima.
Geometría 23
Figura 12
Geometría 24
sombra de una alta columna indicaba que la posición del Sol en Alejandría
estaba a un cincuentavo de un círculo completo (unos 7,2º) respecto a la vertical.
Los griegos sabían que la Tierra era esférica, y Alejandría estaba casi en
dirección norte desde Siena, de modo que la geometría de una sección circular
de la esfera implicaba que la distancia de Alejandría a Siena era la cincuentava
parte de la circunferencia de la Tierra.
Geometría 25
La multiplicación de dos segmentos podía ser visualizada como área de un
rectángulo y la razón entre dos segmentos era. . . bien, era simplemente eso
mismo, la razón entre dos segmentos.
Un problema común hoy es, por ejemplo, el de calcular la hipotenusa de
un triángulo rectángulo cuyos catetos son 2 y 3. La solución es y se utiliza el
teorema de Pitágoras.
Si x es la longitud de la hipotenusa, entonces:
x = 22 + 32 = 4+ 9 = 13
El mismo problema antiguamente era enunciado así: construir el triángulo
rectángulo cuyos catetos miden 2 unidades y 3 unidades. La solución era
completamente geométrica. Se dio un segmento unitaria u y el triángulo se
construyó con las medidas dadas.
Geometría 26
Para resolver, procedemos: sea P un punto dado fuera de una recta r dada.
La construcción es la siguiente. Con centro en P trace una circunferencia
cualquiera cortando la recta r en los puntos A y B como se muestra en figura
(Figura 13).
A continuación, dibujamos dos arcos de circunferencia de mismo con
centros en los puntos A y B, determinando en la intersección opuesta Q. La recta
PQ es perpendicular a la recta r.
Figura 13
Figura 14
Geometría 27
2.2. La mediatriz
Figura 15
Figura 16
Geometría 28
2.3. La bisectriz.
Figura 17
Como los triángulos rectángulos OPD y OPE son congruentes, tenemos PD
= PE. Por lo tanto, la bisectriz de un ángulo es el lugar geométrico de los puntos
que equidistan de los lados del ángulo.
Para construir la bisectriz del ángulo AOB trazamos con centro en O un
arco de circunferencia cortando los lados del ángulo en X y Y.
A continuación, trazamos dos arcos del mismo radio con centros en X y Y
que se cortan en C. La semirrecta OC es bisectriz del ángulo AOB .
Figura 18
Geometría 29
2.4. El arco capaz.
Figura 19
Figura 20
Construcción de arco capaz: Se dan el segmento AB y el ángulo . Para
construir el lugar geométrico de los puntos que pueden ver AB según el ángulo
haga lo siguiente:
1. Dibuja la mediatriz del segmento AB.
2. Trace la semirrecta AX, tal que BAX
3. Trace por A la semirrecta AY perpendicular a AX
Geometría 30
4. La intersección de AY con la mediatriz, es el punto O, centro del
arco capaz.
5. Con centro en O dibuje el arco AB.
Figura 21
El arco AB que usted dibujó es el lugar geométrico del ángulo construido
sobre el segmento AB. Para justificar, observe que si BAX entonces
BAY 90 y, siendo M el punto medio de AB, tenemos que AO M
. Así AOB 2 y, para cualquier punto M del arco AB se tiene AM B
Figura 22
Geometría 31
Ahora traza la recta A5B. Las paralelas a esta recta trazadas por los puntos
A1, A2, A3, A4 determinan sobre AB los puntos P1; P2; P3; P4 que lo dividir en 5
partes iguales.
Figura 23
Figura 24
Geometría 32
Polígono regular de 5 lados (Pentágono regular): Trazamos la paralela al
eje Y que pasa por B, digamos r. Se traza la mediatriz del
segmento AB obteniendo el punto O como corte con el eje X. Trazamos la
circunferencia de centro B y radio AB, digamos C1. Obtenemos el punto M como
corte de C1 con la recta r. Con centro en O trazamos la circunferencia de
radio OM, C2, obteniendo el punto S de corte con el eje X. Trazamos ahora la
circunferencia de centro A y radio AS, C3. Obtenemos el punto P al cortar
con C1 y el punto Q como corte con la mediatriz del segmento AB. Para obtener
el vértice que nos falta, R, simplemente construimos el punto simétrico
a P respecto de la mediatriz del segmento AB. Uniendo los vértices obtenemos el
pentágono regular buscado.
Figura 25
Figura 26
Geometría 33
2.7. Números constructibles
2.7.1. La Cuarta Proporcional.
a c
b x
Esta relación de proporcionalidad ya aparece en el siglo 5 a.C, y su
construcción se hace con el argumento del teorema de Tales.
Figura 27
2.7.2. Construcción de a2 b2
Figura 28
Geometría 34
En el otro caso, si a y b son los segmentos dados y x a2 b2
entonces x es un cateto de un triángulo rectángulo cuya hipotenusa es a,
siendo b el otro cateto. Para construir debemos dibujar dos semirrectas
perpendiculares señalar el segmento OB = b sobre una de ellas y, con
centro en B, dibujar un arco de radio cortando la otra perpendicular en A.
El cateto OA = x es la solución de la ecuación.
Figura 29
Figura 30
Geometría 35
III. REFERENCIAS.
E. MOISE (1968). Elementos de Geometría Superior. Centro regional de ayuda técnica. México.
A. Guerrero (2006). Geometría: Desarrollo Axiomático. Editoriales Litográficos Ltda. Colombia. 478
Páginas.
R. Bartle & D. Sherbert. (1996). Introducción al análisis matemático de una variable. Editorial Limusa.
México. Segunda edición. 445 pág.
Potapov – Alexandrov – Pasichenko. (1980). Álgebra y análisis de funciones elementales. Ed. MIR.
Moscú.
Geometría 36
Geometría 37
Geometría 38