TESIS FINAL - RODRIGUEZ 22asdsdsdwwwaawdawawdadwawawdadawd

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UNIVERSIDAD AUTONOMA DE ENTRE RIOS

FACULTAD DE HUMANIDADES, ARTES Y CIENCIAS SOCIALES

SEDE CONCEPCION DEL URUGUAY

TESIS DE LICENCIATURA

La riqueza pública antes que la riqueza fiscal: las políticas estatales de control
y regulación de tierras públicas provinciales. Entre Ríos, 1860-1872.

AUTOR: Prof. RODRIGUEZ, David Andrés

DNI: 27.839.943

DIRECTOR: Dr. CERRUDO, Luis Ángel

Concepción del Uruguay

-Septiembre de 2019-
Para mi compañera, Romina

Para Bruno, Alejo, Genaro y Juana

[2]
INDICE DE CONTENIDOS

La riqueza pública antes que la riqueza fiscal: las políticas estatales de


control y regulación de tierras públicas provinciales. Entre Ríos, 1860-1872.

Índice de Cuadros, Figuras, Gráficos e Imágenes …………………...………………….7


Resumen y palabras claves…………………………………………………………..…10
Agradecimientos………………………………………………………………………..11
Introducción…………………………………………………………………………….12

Parte I. INTRODUCCION

Capítulo 1. Una tardía renovación de la historiografía entrerriana desde Buenos


Aires.

1.1. Enfoques teórico-metodológicos y uso de fuentes documentales............................17


1.2. Núcleos argumentales y temas de estudio.…………………………………..….…23
1.3. Balance y problematización…………………….……………………………...…..28

Capitulo 2. Consideraciones teórico-metodológicas.

2.1. Políticas Estatales / Control / Regulación………………………….………………31


2.2. Objetivos e hipótesis………………………………………………………….……36
2.3. Diseño Metodológico…..………………………………………………………….37
2.3.1. Construcción del objeto de análisis………………………………………..39
2.3.1.1. Objeto de análisis…………….……………………………………39
2.3.1.2. Cobertura espacial………………………………………………...39
2.3.1.3. Cobertura temporal………………………………………………..40
2.3.1.4. Categorías / Variables……………………………………………..40
2.4. Tratamiento y comentarios de fuentes………..……………………………………41
2.4.1. Descripción de las fuentes…………………………………………...…….42

[3]
Parte II. DESARROLLO.

Capítulo 3. ¿Cómo gobernar el Estado? Un proyecto de gubernamentabilidad para


la provincia de Entre Ríos en la década de 1860.

3.1. Los horizontes de la gubernamentabilidad………………………………………...49


3.1.1. La conformación de un campo político-estatal……………………………50
3.1.2. La modelación del progreso como finalidad del Estado………………..…53
3.2. La invención de un nuevo orden político……………………………………….…55
3.2.1. Bajo el imperio de la ley…………………………………………………..56
3.2.2. La separación de los poderes públicos………………………………….…60
3.2.3. Conquistar la paz: alcanzar la libertad y justicia………………………..…62
3.3. Una comunidad imaginada: el pueblo entrerriano……..…….………………….…65
3.4. La razón del Estado entrerriano: ¿entre la analogía y el tiempo?…….……………71

Capítulo 4. Los proyectos institucionales sobre tierras públicas rurales desde el


entrecruzamiento de los ámbitos ejecutivo y legislativo.

4.1. El entrecruzamiento de los poderes ejecutivo y legislativo……………………….75


4.1.1. La redefinición del contenido de la actividad estatal……………………...75
4.1.2. Los mecanismos formales de interacción……………..…………………..78
4.1.3. El control político del sistema legislativo…………………………………81
4.2. Los proyectos institucionales sobre tierras públicas rurales……………………….84
4.2.1. En el ámbito ejecutivo……………………………………………………..84
4.2.1. En el ámbito legislativo……………………………………………………89
4.2.2.1. Las comisiones legislativas…………………………………………..89
4.2.2.2. Las preferencias individuales………………………………………..91
4.3. ¿Entrecruzamiento político-institucional o poder autocrático?................................96

Capítulo 5. La transformación del estatuto normativo sobre tierras públicas


rurales.

5.1. La noción jurídico-legal de tierras públicas rurales……...…………………...……99


5.2. El perfeccionamiento de los derechos “imperfectos”…………………………....102
5.2.1. Los derechos de ocupación………………………………………....……105
5.2.2. Los derechos de posesión……………………………………...…………108

[4]
5.2.3. Los derechos de propiedad………………………………………….……112
5.3. La titularización como mecanismo de acceso y reconversión de derechos………116
5.3.1. De los títulos supletorios a los títulos de posesión y propiedad…...……..116
5.3.2. Los mecanismos formales de titularización……….………….….………120
5.4. ¿Un renovado estatuto normativo de tierras públicas rurales?………..…….……123

Capítulo 6. La conformación del Departamento Topográfico como dominio


organizado del Estado provincial para transferencia de tierras públicas rurales.

6.1. Funciones y operaciones…………………………....…………………………….129


6.2. Estructura de cargos y descomposición de tareas…...……………………………131
6.3. Fuentes y mecanismos para la asignación de los agentes topográficos…..………134
6.3.1. Los “Cursos de Matemáticas” del Colegio del Uruguay………..…….…137
6.3.2. La Carrera de Agrimensor………………………………...……….…..…140
6.3.3. El Registro de Agrimensores Públicos…………………………...………146
6.4. La normatización de las operaciones de mensura…………………………...……148
6.5. Los recursos presupuestarios……………………………...…………..….………152
6.6. Un nuevo domino organizado: ¿diferenciado y regulador?....................................153

Capítulo 7. El Registro General de Títulos: un espacio de almacenaje de


información catastral en el ámbito del Departamento Topográfico.

7.1. La construcción de un espacio de almacenaje de información catastral…………156


7.1.1. Génesis de un modelo registral propio……………...…............................156
7.1.2. Estructura de procedimientos u operaciones……………………..………158
7.1.3. “Brechas” y “lagunas” en los ensambles institucionales…………...……162
7.2. Cambio de rumbo: la búsqueda por consolidar la memoria histórico-catastral…..166
7.2.1 Un primer paso: el acopio efectivo de la información catastral……..……167
7.2.2. Un segundo paso: la totalización de la información catastral………...….170
7.3. ¿Una nuevo capital informacional?........................................................................172

Capítulo 8. La transferencia efectiva de tierras públicas rurales a manos privadas.

8.1. La venta de tierras públicas rurales entre los años 1863 y 1866…………………176
8.2. Los compradores: de antiguos poseedores a nuevos propietarios……………..…179

[5]
8.3. Los ingresos fiscales a partir de la venta de tierras públicas rurales………..……183
8.4. La demanda de tierras públicas rurales a inicios de la década de 1870………..…186

Parte III. CONCLUSIONES

¿Riqueza pública o riqueza fiscal?: límites y alcances de las políticas estatales de


control y regulación sobre tierras públicas rurales.

ANEXOS…………………………………………………………………………..….202

FUENTES………………………………………………………………….…………215

BIBLIOGRAFIA GENERAL…………………………………………….…...……218

[6]
INDICE DE CUADROS, FIGURAS, GRÁFICOS E IMAGENES

Capítulo 3

Figura 1. Transformación del mundo entrerriano desde la perspectiva gubernamental del


progreso. Entre Ríos, 1860-1872…………………………………………………….…55
Imagen 1. El Gral. Manuel Basavilbaso (der.), el Gral. J.J. de Urquiza (centro) y José M.
Domínguez (der.). Año 1865……………………………………………..…………………..…56
Figura 2. Transformación del mundo entrerriano desde la perspectiva gubernamental del
orden político. Entre Ríos, 1860-1872……………………………………………….…65
Figura 3. Transformación del mundo entrerriano desde la perspectiva gubernamental del
Estado de Paz. Entre Ríos, 1860-1872…………………………………………………70
Cuadro 1. Campo político-estatal del proyecto de gubernamentabilidad. Entre Ríos,
1860-1870………………………………………………………………………………73

Capítulo 4

Cuadro 2. Conformación de la “Primera Legislatura” de la Provincia de Entre Ríos,


años 1860-1861…………………………………………………………………………83
Cuadro 3. Las preferencias individuales de los legisladores en el debate del proyecto
institucional sobre tierras públicas ejidales. Entre Ríos, 1860…………………………95
Cuadro 4. Las preferencias individuales de los legisladores en el debate del proyecto
institucional sobre tierras públicas rurales. Entre Ríos, 1861………….………….……95
Cuadro 5. Trayectos formales de los proyectos institucionales sobre arrendamiento y
venta de tierras públicas rurales y ejidales. Entre Ríos, 1860 y 1861….………………97

Capítulo 5

Figura 4. Las tierras públicas rurales según Ley de 20-11-1861. Entre Ríos, 1861…..102
Figura 5. La transición del dominio “imperfecto” al “perfecto”. Entre Ríos, 1861-
1872...............................................................................................................................104
Figura 6. Una visión gubernamental de la propiedad. Entre Ríos, 1861-1872………..104
Figura 7. La transformación socio-jurídica de los derechos de ocupación sobre tierras
públicas rurales. Entre Ríos, 1861-1872………………………………………………108

[7]
Figura 8. Los derechos de posesión sobre tierras públicas rurales. Entre Ríos, 1861-
1872…………………………………………………………………………………...112
Figura 9. Mecanismos no formales para solicitud de reconocimiento o acreditación de
derechos previos………………………………………………………………………119
Figura 10. Mecanismos formales de titularización según leyes de 20-11-1861 y 02-05-
1864. Entre Ríos, años 1861-1864 y 1864-1871……………………………………...125
Cuadro 6. Formas de transferencia, delimitación de terrenos o predios y viejos/nuevos
derechos. Entre Ríos, 1860-1872……………………………………………………...126

Capítulo 6

Figura 11. Departamento Topográfico: funciones y operaciones relacionadas a la


transferencia efectiva de tierras rurales públicas y privadas. Entre Ríos, 1862-1871...131
Cuadro 7. Estructura de cargos para el Departamento Topográfico. Entre Ríos, 1862 y
1871……………………………………………………………………………..…….134
Cuadro 8. Departamento Topográfico: trayecto escolar de agentes expertos formados en
los Cursos de Matemáticas del Colegio del Uruguay. Entre Ríos, 1855-1861……….140
Gráfico 1. Formación inicial de los agentes expertos del Departamento Topográfico.
Entre Ríos, 1862-1872………………………………………………………………...146
Gráfico 2. Agrimensores matriculados según relación con el Departamento Topográfico.
Entre Ríos, 1871-1872………………………………………………………………...148
Cuadro 9. Operaciones y sub-operaciones de mensura. Entre Ríos, 1862 y 1871……151
Cuadro 10. Presupuesto del Departamento Topográfico de la Provincia de Entre Ríos,
períodos 1862-1864 y 1870-1872…………………………………………………..…154

Capítulo 7

Figura 11. Registro General de Títulos: flujos formales de información. Entre Ríos,
1862-1872……………………………………………………………………………..161
Imagen 2. Relevamiento sobre registros parciales de títulos de propiedad y posesión en
las Departamentos. Entre Ríos, 1871………………………………….………………169
Cuadro 11. Registro General de Títulos: títulos de propiedad y posesión sobre tierras
rurales inscriptos. Entre Ríos, 1871-1873…………………………………………….172

[8]
Imagen 3. Planilla de inscripción para relaciones de transferencia de tierras provinciales.
Entre Ríos, 1871………………………………………………………………………174
Imagen 4. Registro General de Títulos. Entre Ríos, 1871-1873………………………174

Capítulo 8

Cuadro 12. Superficie transferida y operaciones de transferencia según años. Entre Ríos,
1863-1866……………………………………………………………………………..178
Cuadro 13. Superficie transferida y operaciones de transferencia según departamentos.
Entre Ríos, 1863-1866………………………………………………………………...178
Cuadro 14. Superficie transferida y operaciones de transferencia según estructura de
propiedad. Entre Ríos, 1863-1866……………….……………………………………179
Cuadro 15. Propiedades rurales del Gral. J.J. de Urquiza. Entre Ríos, 1860-1870…...181
Cuadro 16. Superficie transferida y operaciones de transferencia según derechos previos
acreditados. Entre Ríos, 1863-1866…………………………………………………...182
Cuadro 17. Grandes compradores de tierras públicas rurales. Entre Ríos, 1863-
1866…………………………………………………………………………………...182
Cuadro 18. Tasación de tierras públicas rurales según departamentos. Entre Ríos, 1863-
1866………………………………………………………………………………..….185
Cuadro 19. Deducciones por “reconocimiento” o “gracia” según hectáreas y
operaciones. Entre Ríos, 1863-1866…………………………………………………..185
Cuadro 20. Demanda de tierras provinciales según tenencia. Entre Ríos, 1871……...188
Cuadro 21. Demanda de tierras públicas rurales según tipo. Entre Ríos, 1871……….188
Cuadro 22. Demanda de tierras públicas según departamentos. Entre Ríos, 1871…...189
Mapa 1. Venta de tierras públicas rurales. Entre Ríos, 1863-1866…………………...190
Mapa 2. Demanda de tierras públicas rurales. Entre Ríos, 1871………………...……191
Mapa 3. Departamento Gualeguay: ubicación de los terrenos o predios públicos transferidos
a manos privadas a partir de la Ley de 20-11-1861. Entre Ríos, 1863-1866……………...192

[9]
RESUMEN

Este trabajo analiza el complejo proceso de diseño y ejecución de las políticas estatales
de control y regulación de tierras públicas provinciales como aspecto constitutivo de la
organización centralizada del ámbito territorial del Estado en la provincia de Entre Ríos
durante los años 1860 y 1872. Nos propusimos caracterizar el conjunto de acciones,
intervenciones y decisiones de orden político, institucional y administrativo que
proporcionaron al Estado provincial la capacidad de movilizar, concentrar y capturar
uno de los recursos económicos más valiosos que poseía por entonces: las tierras
públicas rurales. El enfoque metodológico asumido planteó un descentramiento
institucional del análisis estatal como estrategia de abordaje de las transformaciones del
campo burocrático. Pusimos énfasis en reconstruir históricamente los lazos que unieron
las redes de alianzas, comunicaciones y puntos de apoyo, las estrategias, tácticas e
intereses y las tecnologías logísticas o dispositivos móviles. Resultó de vital
importancia el análisis y tratamiento de información de un conjunto de fuentes
documentales inéditas compuesta por los Diarios de Sesiones y Libros de Notas de la
Comisión Permanente de la Cámara de Diputados, las memorias institucionales del
Ministerio General de Gobierno y del Departamento Topográfico y los Libros
Copiadores de Informes de la Contaduría General. Los datos analizados sugieren que
este proceso histórico concreto tuvo sus alcances y límites. Dentro de los primeros
contamos con la conformación de una red de organismos gubernamentales con
epicentro en el Departamento Topográfico; la transformación del estatuto normativo a
partir de la redefinición de las pautas de acceso, uso y apropiación de tierras públicas
rurales, la creación del Registro General de Títulos como primer espacio de almacenaje
de información catastral y los nuevos procedimientos de titularización que facilitaron la
transferencia efectiva de las tierras públicas rurales a manos privada. Por otro lado, este
proceso se enfrentó con fuertes obstáculos como la ausencia de un proyecto
cartográfico-catastral “a gran escala” y, complementariamente a la falta de un eficiente
sistema estadístico fiscal. Lo cual nos insinúa que el territorio entrerriano continuó
siendo un espacio rural “indisciplinado” hasta principios de la década de 1870.

PALABRAS CLAVES:

POLITICAS ESTATALES – CONTROL Y REGULACION


TIERRAS PÚBLICAS RURALES

[10]
AGRADECIMIENTOS

Este trabajo es resultado de un largo y sinuoso camino recorrido, y por lo tanto,


tiene numerosas deudas intelectuales, materiales y personales. Por ello, quisiera
expresar mi agradecimiento a todas las personas e instituciones que de una manera u
otra manera han colaborado con su realización. En primer lugar, a mi director, el Dr.
Luis Ángel Cerrudo, quien siempre alentó desinteresada y tenazmente nuestra tarea,
brindando su permanente apoyo académico y personal, con sus recomendaciones,
consejos y observaciones críticas que resultaron fundamentales para la concreción de
esta Tesina. En segundo lugar, a la Dra. Carmen Sesto, quien ha sido una maestra para
muchos compañeros de mi generación formados en las aulas de la Sede Concepción del
Uruguay de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales. Para ella, mi
admiración por su espíritu crítico y honestidad intelectual. También quisiera agradecer,
al Dr. Rodolfo Leyes, porque siempre se mostró solidario con nuestro trabajo,
colaborando desinteresadamente con lecturas de nuestro interés y fuentes inéditas
relevadas por el mismo en archivos nacionales. Debo agradecer especialmente al
personal del Archivo General de Entre Ríos, en particular, a los profesores Damián
Capdevilla y Rubén Bourlot, quienes con profesionalidad y paciencia fueron una guía
fundamental para la búsqueda de fuentes documentales de un gran valor para nuestro
trabajo. Igualmente quiero agradecer al personal del Archivo Histórico del Palacio San
José, singularmente, a la Lic. Ana María Barreto (+) quien siempre nos brindó su
colaboración en la pesquisa de material documental. De la misma forma, agradezco al
personal del Archivo Histórico del Colegio del Uruguay, específicamente, a Raquel
Bonin y Pedro Fruniz quienes colaboraron inquisitivamente en la indagación de nuevas
fuentes documentales. A mi familia, que acompañó estoicamente este camino. Sobre
todo, cuando las horas de trabajo y estudio dedicadas a nuestra investigación
representaron una presencia cargada de ausencias. A mi compañera Romina, por
brindarme su apoyo de manera permanente e incondicional en los momentos difíciles.

A todos ellos, mi sincero agradecimiento.

David A. Rodríguez

Concepción del Uruguay, septiembre de 2019


[11]
INTRODUCCION

Nuestra investigación pretende abordar el complejo proceso de diseño y


ejecución de las políticas estatales de control y regulación de tierras públicas
provinciales, en particular, las tierras públicas rurales, entre los años 1860 y 1872. Nos
proponemos caracterizar el conjunto de acciones, intervenciones y decisiones de orden
político e institucional que proporcionaron al Estado provincial la capacidad de
movilizar, concentrar y capturar uno de los recursos económicos más valiosos que
poseía por entonces: las tierras públicas rurales. Particularmente, intentaremos
concentrarnos en un conjunto de tecnologías logísticas ad hoc dentro de las cuales se
destacaron: la creación de una red de organismos gubernamentales con epicentro en el
Departamento Topográfico articulado con el Ministerio General de Gobierno, las
Jefaturas Departamentales (Receptorías y Escribanías Públicas), los Juzgados de Paz y
la Fiscalía General; la transformación del estatuto normativo de tierras públicas rurales
a partir de la redefinición de las pautas de acceso, uso y apropiación de terrenos o
parcelas, junto a, la formación del Registro General de Títulos como mecanismo de
almacenaje de información catastral; y los nuevos procedimientos de titularización, la
normatización de las operaciones de mensura y la formación de los agrimensores
públicos en manos del Departamento Topográfico. En este contexto, trataremos de
caracterizar el proceso de transferencia efectiva de tierras públicas rurales a manos
privadas
Diversos interrogantes, que aún no han tenido un tratamiento adecuando,
recorren nuestro trabajo. En el transcurso del mismo trataremos de responder a: ¿cuáles
fueron los intereses generales del Estado Provincial en relación a las tierras públicas
rurales?, ¿qué relación tuvo la regulación de tierras públicas rurales con la dotación de
recursos fiscales constantes?, ¿qué organismos gubernamentales conformó y/o
refuncionalizó para hacer efectivo el perfeccionamiento de los derechos de acceso,
distribución y usufructo de las tierras públicas rurales?, ¿qué operaciones o
procedimientos diseñó para llevar adelante las titularizaciones de terrenos o predios?,
¿de qué recursos técnicos-ingenieriles se valió para intervenir en la transferencia de
tierras públicas rurales a manos privadas?, ¿qué tipo de información produjo para

[12]
conocer el estado de situación de las tierras públicas rurales?, ¿con qué obstáculos se
encontró y que alternativas diseñó para sortearlos?, ¿cuáles fueron los alcances reales de
las políticas estatales y en qué grado fueron cumplidos los objetivos de la programática
gubernamental? La hipótesis que conduce nuestro trabajo de investigación considera
que las políticas estatales de control y regulación de tierras provinciales, en particular,
las tierras públicas rurales, entre los años 1860 y 1872, proporcionaron al nuevo Estado
entrerriano el consenso básico para organizar centralizadamente su ámbito territorial
bajo una lógica capitalista. Esta transformación estuvo asociada a la conformación de
una serie de tecnologías logísticas que aumentaron la capacidad estatal de movilizar,
concentrar, extraer o capturar uno de los recursos económicos valiosos de la sociedad
entrerriana.
Nuestro trabajo se divide en tres grandes partes. La primera denominada
Introducción se divide en dos capítulos. En el Capítulo 1 “Una tardía renovación de la
historiografía entrerriana desde Buenos Aires” presentamos un arqueo de la renovación
historiográfica entrerriana desde la provincia de Buenos Aires, concentrándonos en los
aportes teóricos, metodológicos y el uso de fuentes documentales. También repasamos
los principales temas de estudios y, por último, damos cuenta de nuestra
problematización en relación al objeto de estudio de este trabajo de investigación. En el
Capítulo 2 “Consideraciones teórico-metodológicas” explicitamos nuestra
conceptualización acerca de las “políticas estatales” desde la teoría del Estado de Pierre
Bourdieu y las categorías “control” y “regulación” según la propuesta teóricas de Oscar
Oszlack y P. Corrigan - D. Sayer. Luego, planteamos nuestros objetivos e hipótesis y,
como cierre, presentamos el diseño metodológico poniendo énfasis en el enfoque o
estrategia general de investigación, la construcción del objeto de estudio y una
descripción de las principales fuentes documentales utilizadas.
La segunda parte denominada Desarrollo se compone de seis capítulos y
constituye el núcleo principal de la investigación. El criterio seguido en su presentación
ha sido conceptual y cronológico aunque ambos se contraponen. Esto porque la
formación -diseño y ejecución- de las políticas estatales de control y regulación de
tierras públicas provinciales no fue un proceso lineal ni unidireccional, por el contrario,
el conjunto de acciones, intervenciones y decisiones dependió en gran medida de una
actividad de “ensayo-error”. Por lo tanto, la primera imagen que nos devuelve este
apartado es la conformación de un grupo de “tecnologías logísticas” que fueron
desplegándose como “sedimentos” o “capas geológicas” estatales. Esta sección se inicia

[13]
con el Capítulo 3 “¿Cómo gobernar el Estado? Un proyecto de gubernamentabilidad
para la provincia de Entre Ríos en la década de 1860” que tiene como propósito analizar
las representaciones de la elite política entrerriana acerca de la problemática general del
“gobierno” del Estado provincial. Consideramos ineludible este punto de partida porque
la delineación de una nueva racionalidad gubernamental constituyó el marco regulatorio
de referencia para el diseño y ejecución de las políticas estatales de control y regulación
de tierras públicas. En el Capítulo 4 “Los proyectos institucionales sobre tierras públicas
rurales desde el entrecruzamiento de los ámbitos ejecutivo y legislativo” nos
proponemos abordar la formulación y/o diseño de los proyectos institucionales sobre
tierras públicas como resultado del novedoso entrelazamiento de los poderes ejecutivo y
legislativo, Para ello exploraremos dos aspectos centrales: la redefinición del contenido
de la actividad estatal y los mecanismos formales de interacción las intervenciones del
Ministerio General de Gobierno, la Comisión Permanente, las Comisiones Especiales y
los diputados entrerrianos. En el Capítulo 5 “La transformación del estatuto normativo
sobre tierras públicas rurales” nos ocuparemos de analizar el proceso de
perfeccionamiento o reconversión -teórica y procedimental- de los derechos de
ocupación, posesión y propiedad como resultado de un conjunto de acuerdos o
consensos político-institucionales. Además prestaremos atención a la correlación entre
la inédita tipificación de predios o parcelas rurales con los nuevos procedimientos u
operaciones técnico-administrativas de titularización. En el Capítulo 6 “La
conformación del Departamento Topográfico como dominio organizado del Estado
provincial para transferencia de tierras públicas rurales” caracterizaremos los aspectos
primordiales de la acumulación originaria de recursos de autoridad topográfica (política,
administrativa y técnica) de este nuevo organismo gubernamental: el trazado de
funciones y operaciones, la delimitación de una estructura de cargos, la descomposición
de tareas, las formas de alistamiento de los agentes expertos, la normatización de las
operaciones de mensura y la asignación presupuestaria. En el Capítulo 7 “El Registro
General de Títulos: un espacio de almacenaje de información catastral en el ámbito del
Departamento Topográfico” analizaremos el proceso de conformación de la primera
unidad de acopio, tratamiento y redistribución de datos sobre títulos de posesión y
propiedad. Indagaremos acerca de los intereses que motivaron su puesta en marcha, las
dificultades para obtener información sobre las titularizaciones y, finalmente, el cambio
de rumbo conceptual-operativo en el contexto de reordenamiento del Departamento
Topográfico hacia principios de 1870. En el Capítulo 8 “La transferencia efectiva de

[14]
tierras públicas rurales a manos privadas” nos proponemos caracterizar el proceso de
compra-venta de tierras públicas rurales durante la década de 1860. Nos referiremos a
los compradores de los terrenos o parcelas, la reconversión práctica de los antiguos
derechos de posesión a los nuevos derechos de propiedad, los ingresos fiscales a partir
de las transacciones y la renovada demanda de tierras públicas rurales a inicios de la
década de 1870.

La tercera y última parte, denominada Conclusiones, representa el cierre de este


trabajo con el apartado “¿Riqueza pública o riqueza fiscal?: límites o alcances de las
políticas estatales de control y regulación sobre tierras públicas rurales” en el cual se
presente un balance general intentado responder a los objetos, preguntas y supuestos
planteados inicialmente, asi como también, dejar planteados algunos interrogantes y
futuras líneas de trabajo como saldo arrojado por nuestra investigación.

[15]
PARTE I. INTRODUCCION.

CAPITULO 1.

Una tardía renovación de la historiografía entrerriana desde Buenos


Aires.1

En los últimos años hemos asistido a la emergencia de una importante renovación de


la historiografía entrerriana desde la provincia de Buenos Aires. El conjunto de estudios
históricos que forman parte de esta empresa historiográfica, cuyo propósito es analizar
las transformaciones materiales y simbólicas de las tierras públicas en el contexto de
modernización del mundo rural entrerriano entre las décadas del 1860 y 1870, se han
caracterizado por agruparse en dos grandes líneas interpretativas acerca de este
fenómeno o proceso. Ambas coinciden en definir a las tierras públicas rurales como un
recurso estatal asignado formal o informalmente asociado a instituciones económicas o
no económicas de acuerdo a determinadas condiciones-históricas. La principal
diferencia entre una y otra se encuentra en la explicación brindada acerca del orden de
prelación o jerarquía de las fuerzas o elementos sociales que provocaron la
transformación del estatuto normativo de las tierras públicas rurales a partir de los
primeros años de la década de 1860, momento en el cual los terrenos o parcelas pasaron
de formar parte de un sistema de intercambio de prestaciones militares -“servicio con
armas en la mano”- a convertirse en un factor de producción plausible de ponerse en
valor y explotar en el mercado con fines de ganancia. La primera señala que la
emergencia de un nuevo estatuto normativo de tierras públicas rurales fue el resultado
de un cambio en las lógicas económico-productivas, mientras que, la segunda indica que
fue resultado de una readaptación de las pautas institucionales del antiguo régimen
provincial al nuevo orden político nacional. Para dar cuenta ordenada de este debate, a
continuación trataremos de explicitar las principales ideas o ejes centrales a través de
los aportes, discusiones, desacuerdos, contradicciones o incongruencias en los enfoques

1
Los principales aportes a nuestro tema-problema están en manos de docentes-investigadores que forman
parte -en cuanto pertenencia institucional, trayectorias, funciones y producciones académicas- de un
conglomerado de organismos de educación superior y científico-tecnológico compuesto -según los casos-
por la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS), Universidad de Belgrano (UB), Universidad
de Buenos Aires (UBA), el Instituto Ravignani (UBA), la Red de Estudios Rurales (RER) y el Consejo
Nacional de Ciencia y Tecnología (CONICET), todos ellos con asiento en territorio bonaerense.

[16]
teórico-metodológicos, problemas de estudio y núcleos argumentales de este cuerpo de
trabajos históricos.2

1.1. Enfoques teóricos-metodológicos y fuentes documentales.

Uno de los aportes más destacados realizado por los estudios históricos que
abordaron nuestro tema-problema fue la incorporación de un corpus de conceptos
articulados con diferentes niveles de abstracción para analizar las transformaciones
económico-sociales, políticas e institucionales en la provincia de Entre Ríos entre las
décadas de 1850 y 1870.

Por un lado, aquellos análisis que pusieron énfasis en las lógicas económico-
productivas como motor de cambio político-institucional se nutrieron del marco
conceptual brindado por el neo-institucionalismo y el sustancialismo, en particular, de
aquellas proposiciones que explican el proceso de transición o cambio de una sociedad
con fronteras móviles de raigambre tardo-colonial hacia el capitalismo rural rioplatense,
donde las relaciones entre las instituciones, los mercados y las empresas rurales fueron,
a priori, uno de los componentes interactivos de este fenómeno social, en cierto punto,
regulado por el Estado y las prácticas de los actores subalternos.3

2
La historiografía tradicional abordó esta cuestión de manera subsidiaria, poniendo acento en la
transferencia de tierras públicas a manos privadas. La argumentación de los estudios pioneros recayeron
en dos supuestos complementarios: 1). el Estado provincial permitió la formación del latifundio y el
acaparamiento especulativo de la tierra; y 2). el sector hacendado terrateniente (de carácter irracional y
conservador) fue el beneficiario del reparto de tierras públicas, debido a su influencia económica en la
estructura estatal. En particular, estos prestaron atención a la evolución del marco normativo, aunque de
manera sesgada. Pues, los análisis sobre las modalidades de transferencia (mercedes, donaciones,
premios, enfiteusis y venta) y el régimen de tenencia (propiedad, posesión, ocupantes y arrendatarios)
fueron realizados a través de datos extraídos exclusivamente de disposiciones legales (leyes y decretos)
sin corroborar los resultados prácticos de la aplicación del cuerpo normativo. CARCANO, Miguel A.
Evolución histórica del régimen de la tierra pública, 1810 – 1916; Buenos Aires, Eudeba, 1972 [1917].
ODDONE, Jacinto. La burguesía terrateniente argentina; Buenos Aires, Ediciones Libera, 1975
[1930]. ORTIZ, Ricardo. Historia económica de la Argentina; Buenos Aires, Plus Ultra, 2 Vols., 1974
[1955]. SCOBIE, James. Revolución en las pampas. Historia social del trigo argentino, 1860 – 1910;
Buenos Aires, Solar-Hachette, 1968 [1964]. El trabajo de N. Avellaneda proporciona la descripción de
una programática gubernamental bonaerense que toma a la relación TIERRA-PROPIEDAD PRIVADA-
ESTADO como un componente estratégico para el desarrollo socio-económico por sobre su carácter
fiscal. El elemento de análisis central son las diferentes leyes sobre la transferencia de tierras públicas al
dominio privado entre 1819 y 1864. AVELLANEDA, Nicolás. Estudio sobre las leyes de tierras
públicas; En Escritos y Discursos. Tomo V; Buenos Aires, Compañía de Billetes de Banco, 1910 [1865].
3
SCHMIT, Roberto. Los límites del progreso: expansión rural en los orígenes del capitalismo
rioplatense. Entre Ríos, 1852-1872; Buenos Aires, Siglo XIX Editores, 2008. Dentro de este enfoque se
inscriben un conjunto de estudios que tuvieron como objeto de estudio la distribución de la riqueza rural
entrerriana en el siglo XIX. En estos trabajos, las tierras rurales son analizadas como bienes dentro de los
patrimonios rurales, por lo tanto, una de sus principales preocupaciones con respecto a los terrenos o
predios fueron los factores que determinaban los precios o valores en relación al conjunto patrimonial de

[17]
El punto de partida lo representa un replanteo teórico centrado en la crítica a la
concepción neo-institucionalista, singularmente, en su mirada sobre las fuerzas
configuradoras de las características básicas del cambio o transformación social. Esta
entiende que el “despliegue” de una serie de factores político-institucionales, como la
regulación de los derechos de propiedad y asignación eficiente de bienes o recursos
públicos, forman parte de una fuerza prefiguradora que optimiza o viabiliza un mejor
desempeño económico-productivo a mediano y largo plazo. En contraste, los estudios
históricos que forman parte de la renovación historiográfica consideraron cuestionable -
para el análisis de una sociedad de fronteras móviles de mediados de siglo XIX- que la
mera existencia de una renovada normativa sobre derechos de propiedad haya
posibilitado una transición inmediata y simétrica hacia mejores resultados económicos,
así como también, que haya impulsado un crecimiento basado en la disminución de los
costos de producción, el uso racional de los factores productivos y un efecto derrame de
riqueza hacia diferentes sectores sociales.4

Como contrapartida, adhirieron a la concepción sustancialista que analiza los


procesos de cambio o transformación social poniendo énfasis en la inclusión de aspectos
empíricos -económicos y no económicos- por sobre los significados formales -
instituciones- orientados racionalmente por relaciones medios-fines. Esta perspectiva
pone de relevancia la coexistencia de instituciones económicas y no económicas -como
valores pre-capitalistas -en el intercambio que los hombres mantienen con el medio

quienes era poseedores o propietarios rurales. Ver DJENDEREDJIAN, Julio y SCHMIT, Roberto.
“Avances y límites de la expansión agraria argentina: crecimiento económico y distribución de la riqueza
rural en Entre Ríos (1860-1892)”; en Revista de Investigaciones Históricas, N° 11, 2008, pp. 75-106.
DJENDEREDJIAN, Julio y SCHMIT, Roberto. “La distribución de la riqueza en Entre Ríos, 1840-1880:
cambios en la inversión rural en un contexto difícil”; en GELMAN, Jorge (comp.). El mapa de la
desigualdad en la Argentina del siglo XIX; Rosario, Prohistoria Ediciones, 2011, pp. 139-170.
DJENDEREDJIAN, Julio. “Los costos de la modernización: la tierra en los patrimonios rurales
entrerrianos, 1840-1895”; en BANZATO, Guillermo (dir.). Tierras rurales: políticas, transacciones y
mercados en Argentina, 1780-1914; Rosario, Prohistoria Ediciones, 2013, pp. 65-94.
DJENDEREDJIAN, Julio. “Tormenta perfecta: la rebelión jordanista en Entre Ríos y los efectos del ciclo
económico, 1864-1873”; en SANTILLI, Daniel; GELMAN, Jorge y FRADKIN, Raúl (comps.). Rebeldes
con causa: conflicto y movilización popular en la Argentina del siglo XIX; Buenos Aires, Prometeo
Libros, 2013, pp. 169-196. DJENDEREDJIAN, Julio. “Los costos de la modernización: cambios en los
factores tierra y trabajo en Entre Ríos, Argentina, entre 1830 y 1880”; en Revista América Latina en la
Historia Económica, 26 (3), 2019.
4
Dentro de las lecturas destacadas se encuentran NORTH, Douglas. Estructura y cambio en la historia
económica; Madrid, Alianza, 1984; CENTENO, Miguel Ángel. Sangre y deuda: ciudades, estados y
construcción de la nación en América Latina; Bogotá, Universidad Nacional de Colombía, 2014;
COATSWORTH, John. "Trayectorias económicas e institucionales en América Latina durante el siglo
xix"; en Anuario IEHS, N° 14; Tandil, Universidad Nacional del Centro, 1999, pp. 149-175. --------------
.“Estructuras, dotaciones, instituciones y crecimiento en la historia económica de América Latina"; en
Desarrollo Económico, Vol. 46, N° 182, Buenos Aires, 2006.

[18]
ambiente natural y social, en la medida que tiene como resultado, proporcionarle medios
para su necesaria subsistencia o satisfacción material y que no necesaria o
exclusivamente se orientan hacia la maximización de los beneficios individuales o
grupales. Con ello se pretende señalar que el sistema económico, y en especial, el
sistema de mercado, en cuanto proceso institucionalizado de movimiento o intercambio
de bienes que se realiza a partir de cambios de apropiación -distribución- y
modificación de localización -producción- no es una entidad preexistente, sino más
bien, que forma parte de las funciones de la sociedad, o más específicamente, de las
generalizaciones de los grupos sociales y sus relaciones intergrupales en un determinado
momento histórico. Pero también, que las instituciones no económicas -como por
ejemplo, el patronazgo, la amistad y el parentesco, entre otras- son formas de
integración basadas en interrelaciones personales de grupos no económicos que pueden
proporcionar una armazón económica a los procesos de transformación social, más aún,
pensando en la transición o cambio e integración de una sociedad de frontera tardo-
colonial hacia el mundo capitalista.5

Por otra parte, aquellos estudios que hicieron hincapié en las fuentes políticas del
cambio organizacional e institucional, o de otro modo, en los efectos institucionales y
organizacionales frente al cambio o transformación del orden público, intentaron dar
cuenta de la formación de un sistema o régimen político nacional y las formas de
ejercicio de los poderes provinciales, entre los años 1852 y 1880, en un contexto donde
se entrelazaron o interactuaron de manera conflictiva (1) la emergencia del Estado
argentino, (2) diferentes expresiones de republicanismo -la representación de
autoridades políticas, el funcionamiento de regímenes electorales y la dinámica de
división de poderes- y (3) el caudillismo como forma de construcción de liderazgo
político durante gran parte del siglo XIX.6

5
POLANYI, Karl. La gran transformación: los orígenes políticos y económicos de nuestro tiempo;
Fondo de la Cultura Económica, 2006. POLANYI, Karl. El sustento del hombre; Madrid, Capitán
Swing, 2009.
6
SCHMIT, Roberto (comp.). Caudillos, política e instituciones en los orígenes de la Nación
Argentina; Los Polvorines, Universidad Nacional de General Sarmiento, 2015. Este trabajo se inscribe
en la línea interpretativa propuesta en BRAGONI, Beatriz y MIGUEZ, Eduardo (coords.). Un nuevo
orden político: provincias y Estado nacional, 1852-1880; Buenos Aires, Biblos, 2010. En particular ver
BRAGONI, Beatriz y MIGUEZ, Eduardo. “De la periferia al centro: la formación de un sistema político
nacional, 1852-1880”, pp. 9-28. GELMAN, Jorge. “Una mirada descentrada. De los estados provinciales
a la nación: algunas reflexiones desde la primera mitad del siglo XIX”, pp. 307-316.

[19]
El supuesto fundamental que orienta estos análisis es la noción que nuestro territorio
se encontraba integrado por “un conjunto de comunidades políticas con estructuras
estatales previas”7 cuyo surgimiento estuvo asociado a la división social del trabajo y a
una clase “ociosa” con capacidades para ejercer una dominación material e ideológica,
un control social mediante los sistemas de administración de los derechos económicos y
de justicia, y por último, extraer “excedentes” a través de un sistema tributario. Para
asegurar la dominación material e ideológica este sector social debía monopolizar los
medios de coerción haciendo efectiva -de esta manera- su hegemonía sobre el resto de la
sociedad.8

Este enfoque acerca del estado supone, para estos análisis, un contrapunto
fundamental con el modelo propuesto por O. Oszlak9, porque la emergencia del Estado
nacional no se trataría de un nuevo actor que se impone sobre la sociedad civil sino una
nueva forma de organización central construida desde la convergencia de catorce
estructuras de dominación precedentes -los estados provinciales autónomos-. Por lo
tanto, la construcción del Estado nacional no se concibe como una imposición de “arriba
hacia abajo”, es decir, un proceso de unificación política producto de la coacción o
cooptación del poder central sobre los poderes locales, por el contrario, como una forma
de organización política edificada sobre otras formas de autoridad preexistente, desde la
“periferia hacia el centro”, en constante disputa e interacción entre actores diversos
donde los aspectos locales y subalternos tienen un protagonismo relevante.10

En términos metodológicos, estos aportes se inscribieron dentro del campo de


estudios rurales sobre Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe en el marco de expansión del
capitalismo pampeano del siglo XIX, donde se destaca un abordaje de alcance secular y
una mirada compleja que articula la ocupación del espacio, la producción agropecuaria,
las políticas estatales, las estrategias de reproducción socio-familiar, entre los temas más

7
NORTH, Douglass. Estructura y cambio…; op. cit. Una revisión del Capítulo 3: “Una teoría
neoclásica del Estado” se encuentra en NORTH, Douglass. “La evolución histórica de las formas de
gobierno”; en Revista de Economía Institucional, N° 2, Primer Semestre, 2000.
8
E. Miguez y B. Bragoni afirman que esta conceptualización recupera los principales aspectos aportados
por la tradición liberal y el marxismo. Ver BRAGONI, Beatriz y MIGUEZ, Eduardo. “De la
periferia al centro…”, op. cit., p. 12
9
OSZLAK, Oscar. La formación del Estado argentino: orden, progreso y organización nacional;
Buenos Aires, Ariel, 2004. OSZLAK, Oscar. Formación histórica del Estado en América Latina:
elementos teórico-metodológicos para análisis; Buenos Aires, CEDES, 1978.
10
BRAGONI, Beatriz y MIGUEZ, Eduardo. “De la periferia al centro…”, op. cit., p. 17.

[20]
recurrentes.11 Ambos enfoques, con plena conciencia de la centralidad ocupada por los
casos mencionados anteriormente, propusieron un “doble giro”: por un lado, un cambio
de escala de observación para superar las limitaciones espaciales o geográficas y las
jerarquías del universo social que han operado al momento de analizar los diversos
espacios provinciales; y por otro, una vuelta hacia a los “sujetos históricos” como
actores concretos que despliegan sus propias lógicas a través de variadas estrategias y
prácticas dentro de una dinámica social específica.12 Los diferentes aportes han
señalado necesario esta interposición para llevar adelante un análisis más denso que
permita comprender mejor el contexto histórico, aprehender los intereses y prácticas de
los actores concretos y realizar una interpretación y/o descripción más realista, profunda
y cabal del comportamiento social basado en la interacción y el conflicto.

En este sentido, el “doble giro” metodológico se tradujo conceptualmente en un


“tensado” permanente de pares opuestos: espacio bonaerense / región litoral-
mediterránea, urbanidad / ruralidad, notabilidad / subalternidad, formal / informal,
consenso / disenso, entre los más importantes. Dentro de este conjunto de tensiones uno
de los tópicos más importantes fue la incorporación como objeto de estudio de un grupo
de sujetos sociales o actores del mundo social entrerriano: los empresarios rurales, la
notabilidad local, los funcionarios de rango medio y los campesinos. Empresarios
rurales y notables locales, desde los sectores dominantes, fueron considerados actores
activos de los procesos que modelaron las transformaciones políticas y económicas.
Campesinos y funcionarios de rango medio, desde los sectores subalternos, fueron
apreciados como actores con capacidades de elaborar formas o estrategias de

11
BANZATO, Guillermo. La expansión de la frontera bonaerense. Posesión y propiedad en
Chascomús, Ranchos y Monte, 1780-1880; Bernal, Universidad Nacional de Quilmes, 2005.
BANZATO, Guillermo (director). Tierras rurales: políticas, transacciones y mercados en Argentina,
1780-1914; Rosario, Ediciones Prohistoria, 2013. BANZATO, Guillermo y BLANCO, Graciela
(compiladores). La cuestión de la tierra pública en Argentina: a 90 años de la obra de Miguel Angel
Cárcano; Rosario, Prohistoria Ediciones, 2009. BARCOS, María Fernanda. Pueblos y ejidos de la
campaña bonaerense. Una historia socio-jurídica de los derechos de propiedad y la conformación
de un partido: Mercedes, 1780-1870; Rosario, Ediciones Prohistoria, 2013. CANEDO, Mariana.
Propietarios, ocupantes y pobladores. San Nicolás de los Arroyos, 1600-1860; Mar del Plata,
UNMdP, 2000; FRADKIN, Raúl; CANEDO, Mariana y MATEO, José (comp.). Tierra, población y
relaciones sociales en la campaña bonaerense (siglos XVIII y XIX); Mar del Plata, UNMdP, 1999;
FRADKIN, Raúl y GARAVAGLIA, Juan Carlos (edit.). En busca de un tiempo perdido. La economía
de Buenos Aires en el país de la abundancia, 1750 – 1865; Buenos Aires, Prometeo Libros, 2004;
VALENCIA, Marta. Tierras públicas, tierras privadas: Buenos Aires, 1852-1876; Buenos Aires,
UNLP, 2005.
12
SCHMIT, Roberto. “Conceptos, herramientas y resultados recientes sobre la histórica económica
rioplatense de la primera mitad del siglo XIX”; en BRAGONI, Beatriz (edit.). Microanálisis: ensayos de
historiografía argentina; Buenos Aires, Prometeo Libros, 2004, pp. 55-80.

[21]
organización, solidaridad, fundamentos y valores frente a las transformaciones políticas
y económicas, es decir, no solamente con actitudes reactivas que solo se defendían en
situaciones extremas o de rebelión.13 Para dar cuenta de este fenómeno complejo estos
estudios recurrieron al concepto de resistencia definido como un conjunto de acciones
políticas permanentes en la defensa de intereses sectoriales desde dentro del propio
sistema de dominación ante las autoridades establecidas. Convenientemente su
utilización permitió capturar más cabalmente la especificidad de una serie de estrategias
de adaptación a las fuerzas hegemónicas o de resistencia parcial frente a la perdida de
los derechos adquiridos previamente.14

Por último, es importante destacar la utilización combinada de fuentes


documentales: normas legales relativas a tierras provinciales, correspondencia entre las
autoridades centrales y departamentales -como gobernadores y jefes políticos-, mapas
catastrales e inventarios sobre patrimonios rurales. El tratamiento más riguroso y
sistemático lo recibieron las dos últimas fuentes dado que los estudios históricos se
ocuparon de abordar con mayor profundidad la configuración de la estructura de
propiedad rural y el valor de las tierras en los patrimonios rurales.

Los planos catastrales de los años 1874, 1883 y 1892 fueron utilizados para
determinar las extensiones de tenencias para toda la provincia de Entre Ríos a partir del
cálculo de las superficies individuales que figuran para cada propiedad de acuerdo a la
13
En el caso de la historiografía entrerriana, la relación entre las tierras públicas rurales y el Estado
provincial en el siglo XIX fue subsumida bajo una supuesta línea de continuidad entre los gobiernos
provinciales de 1841-1854 y 1860-1870 cuyo principio ordenador fue el rol de la provincia de Entre Ríos
–y el Gral. Justo José de Urquiza- como constructora del sistema político nacional. Estos estudios
prestaron escasa o nula atención a la cuestión de las tierras públicas/privadas rurales. La sanción de
diferentes medidas legales y la creación de organismos gubernamentales se abordó de manera sesgada ya
que, por un lado, se lo consideró como el resultado exclusivo de la necesidad de dotarse de recursos
fiscales legítimos y, por otro, como consecuencia de la imposición de un “sistema de regalos” de los
gobiernos urquicistas, que tenía por objeto asegurar el servilismo de la notabilidad política y militar
entrerriana. Desde esta perspectiva, los alcances y límites del proyecto político-institucional provincial
estuvo directamente vinculado a la crisis política de 1860-1861, el desenlace de Pavón y la Guerra del
Paraguay (1865-1870). BOSCH, Beatriz. Urquiza, gobernador de Entre Ríos; Paraná, 1940. ---------.
Urquiza y su tiempo; Buenos Aires, Editorial Universitaria de Buenos Aires, 1971. ---------. Historia de
Entre Ríos, 1520-1990; Buenos Aires, Plus Ultra, 1991. DUARTE, María Amalia. Urquiza y López
Jordán; Buenos Aires, 1974. CALDERON, Luis. Urquiza, síntesis histórica de su época, su actuación
y su obra; Paraná, 1951. CHAVEZ,. Fermín. Vida y muerte de López Jordán; Buenos Aires, Ediciones
Nuestro Tiempo, 1970. GIANELLO, Leoncio. Historia de entre Ríos (1520-1910); Paraná, 1951.
MACCHI, Manuel. Urquiza, última etapa; Santa Fe, Librería y Editorial Castellví, 1974. REULA,
Filiberto. Historia de Entre Ríos: política, étnica, económica, social, cultural y moral. Tomo II; Santa
Fe, Editorial Castellví, 1969. URQUIZA ALMANDOZ, Oscar. Historia Económica y Social de Entre
Ríos (1600 – 1854); Buenos Aires, Banco Unido del Litoral, 1978. --------.Historia de Concepción del
Uruguay. Tomo II, 1826-1870; Concepción del Uruguay, Editorial “El Mirador”, 1983. --------. La
cuestión capital en la Provincia de Entre Ríos; Entre Ríos, Imprenta Oficial de Entre Ríos, 1999.
14
SCOTT, James. Los dominados y el arte de la resistencia; México D.F., Ediciones Era, 2004.

[22]
representación gráfica. Estas se confrontaron con datos de otros registros
(testamentarias, escrituras y fuentes secundarias). Las ventajas del uso de este tipo de
fuente es la obtención de una visión general a partir de la obtención de datos
comparables para todo el territorio provincial, mientras que las desventajas señaladas
son dejar fuera una proporción significativa de unidades productivas pequeñas, familias
desposeídas, arrendatarios y numerosos terrenos innominados; así como también omitir
grandes extensiones fragmentadas y no especificar, en algunos casos, los nombres de
dueños de terrenos o predios.

Los inventarios de productores rurales utilizados cubrieron la mitad occidental de la


provincia, representado el 90% de los casos, correspondiente a distrito judicial que
comprende los departamentos Paraná, Diamante, Victoria, Rosario del Tala, Nogoyá, La
Paz y Feliciano. Según estos estudios la representatividad de los inventarios (entre 191 y
240) alcanza entre el 1% y un 1,8% de una cantidad posible de establecimientos rurales
(estancias y chacras) existente en cada periodo analizado (1840-1849, 1850-1859, 1860-
1869, 1870-1879). Los datos fueron agrupados según el siguiente criterio: bienes en
inmuebles (tierra), ganado (todas las especies), mejoras (construcciones e instalaciones,
cercos, pozos de agua), otros bienes rurales (cultivos, bienes terminados, árboles
frutales, vehículos, muebles y útiles, piezas de carpintería, esclavos, etc.). Los
principales problemas señalados sobre este tipo de fuente es la presencia de un fuerte
sesgo por falta de masa crítica que no permitió sistematizar el proceso de saneamiento
de títulos de domino y construir series de precios sobre tierras debido al carácter
incompleto del archivo de escrituras y de protocolos notariales. 15

1.2. Núcleos argumentales y temas de estudio.

El problema central que ha recorrido transversalmente los estudios históricos que


forman parte de la renovación historiográfica entrerriana desde Buenos Aires ha sido el
proceso de modernización económico, social, político, institucional y cultural que
atravesó la provincia de Entre Ríos -impacto, posibilidades y límites impuestos por su
historia previa- en el contexto de emergencia del Estado nacional y el capitalismo rural
rioplatense desde mediados del siglo XIX en adelante. De esta problematización se

15
DJENDEREDJIAN, Julio. “Los costos de la modernización…”, op. cit., p. 74 y 80-81.
DJENDEREDJIAN, Julio. “Tormenta perfecta…”, op. cit., pp. 180-181.

[23]
desprendieron dos núcleos argumentales complementarios: el primero plantea al cambio
socio-productivo como motor de la transformación institucional; y el segundo señala la
emergencia de un nuevo orden político nacional como fuerza motriz de las reformas
institucionales.

Para el primero, el cambio socio-productivo de la estructura rural entrerriana


representó una re-organización de las unidades productivas de los nuevos
emprendimientos rurales para garantizar las inversiones futuras de las explotaciones en
una coyuntura atlántica de expansión mercantil. Dicha reorganización consistió en la
implantación de una nueva escala de producción ganadera de tipo intensiva combinada
con alteraciones en la gestión productiva. Esta implantación modificó materialmente los
terrenos o predios rurales que por entonces demandaban transformaciones
institucionales consistentes en una nueva regulación de los derechos de propiedad, la
implantación del catastro rural y nuevas estrategias fiscales. La mencionada regulación
se orientó hacia los siguientes propósitos: (1) dar respuesta a las necesidades de mayor
oferta de tierras y seguridad jurídica a las inversiones y patrimonios de los empresarios
rurales, (2) dotar al Estado provincial de una nueva fuente de recursos genuinos a través
de significativas ventas de tierras públicas; y (3) constituirse en el sostén de los
impuestos sobre propiedades inmuebles y de ingresos sobre arrendamientos de tierras
públicas. Las consecuencias fueron la emergencia de un nuevo sistema de equilibrio
entre la evolución socio-económica y las bases del poder local que implicó un grado de
intervención intra-nobiliar con cierto consenso local, acompañado por mecanismos o
herramientas de negociación, protección e intercambio de derechos y un discurso
modernizador centrado en el interés general, así como también, un discurso punitivo que
configuró nuevas figuras delictivas o formas ilícitas, tales como intromisión, vagancia y
delincuencia.

Para el segundo, la emergencia de un nuevo espacio de poder nacional, y el


particular del Estado argentino, impulsó una readecuación del orden político entrerriano
que significó el despliegue de un conjunto de “mutaciones” como el reacomodamiento
de la elite provincial luego del fracaso de su proyecto hegemónico, una renovación de
las instituciones provinciales, el reajuste de tradiciones y viejas prácticas políticas y la
modificación de las bases de sustentación del poder local. En este sentido, la “gran
mutación” o “impulso reformista” generó un inmediato “efecto” institucional con
diferentes puntos de tensión: (1) entre el liderazgo de la figura de gobernador-caudillo y

[24]
las nuevas relaciones republicanas de los ámbitos ejecutivo y legislativo, plasmada en la
nueva carta constitucional del año 1860, (2) entre el poder político local y los actores
subalternos -funcionarios intermedios y los paisanos entrerrianos, expresada en nuevos
intercambios de derechos y un inédito disciplinamiento social-; y por último (3) entre la
nueva política de tierras públicas, fiscalidad y justicia frente a viejas formas de
asignación de recursos estatales.

Una vez definida la problematización y los núcleos argumentales pueden


identificarse cuatro grandes nodos temáticos que se subdividen en dos conjuntos de
estudios históricos. Ellos son (1) transformaciones materiales y sociales relacionadas a
la propiedad de la tierra, las dinámicas productivas y fiscales; (2) los cambios en la
estructura rural y las estrategias empresariales relacionadas con las formas de
organización de la producción, (3) la evolución de los patrones de crecimiento
económico y la distribución de la riqueza rural, y (4) la transición entre sistemas
políticos y las formas de ejercicio del poder.

Un primer conjunto de estudios históricos puede agruparse en tres grandes núcleos


temáticos donde el interrogante subyacente que los anuda es la influencia de los
cambios materiales en las relaciones de los sectores sociales y el poder provincial. El
primero aglutina aquellos que abordaron las transformaciones materiales y sociales
relacionadas a la propiedad de la tierra, la dinámicas productivas y fiscales que
pusieron acento en los modos y los ritmos de apropiación de las tierras públicas, los
mecanismos de acceso a la propiedad, el rol de la especulación monetaria y las
necesidades fiscales, la valorización de terrenos o predios rurales, el tipo de estructura
de propiedad consolidada a mediano plazo y los grados de resistencia de las nuevas
políticas institucionales.

El segundo reúne aquellos que analizaron los cambios en la estructura rural y las
estrategias empresariales relacionadas con las formas de organización de la
producción que pusieron énfasis en la territorialidad del boom del ganado lanar, la
combinación del ganado y la producción ovina, la emergencia de sectores rurales que
acumularon tierras y capital, las estrategias de gestión y explotación empresarial de
refinamiento vacuno y lanar, las transformaciones de la productividad y utilidad rurales,
la oferta de mano de obra para estancias y saladeros, la imposición de una nueva cultura

[25]
del trabajo y el impacto de los cambios en la propiedad de las tierras en las formas de
gestión de las estancias.

El tercero congrega aquellos que indagaron en la evolución de los patrones de


crecimiento económico y la distribución de la riqueza rural que prestaron atención a
las transformaciones provocadas por los cambios en las formas de acceso a los recursos,
particularmente la tierra, la medición de su impacto social y económico, los efectos de
los límites y el papel de la conflictividad social a través de las variaciones en las pautas
de distribución de la riqueza inmobiliaria rural y los niveles de equidad o desigualdad.

Un segundo conjunto de estudios históricos puede agruparse en torno análisis de la


transición entre sistemas políticos y las formas de ejercicio del poder en términos de
articulación entre la construcción del Estado nacional, las provincias y los poderes
regionales/locales. Estos indagaron sobre las formas institucionales previas a la
formación del Estado nacional -los estados provinciales autónomos-, las instituciones
estatales en la regulación social y los procesos de negociación / conflicto entre centro-
periferia. Para el caso de Entre Ríos los interrogantes más importantes recayeron en las
consecuencias de la articulación entre el orden político provincial y el proceso de
formación nacional, en particular, la convergencia / divergencia en la transformación o
reformismo institucional –nuevas formas de distribución y asignación de recursos:
tierras públicas y la regulación de los derechos de propiedad-, las trayectorias políticas y
sus prácticas concretas y la convivencia de las tradiciones del caudillismo federal y el
nuevo régimen republicano.

Dentro de este conjunto múltiple de temas aquellos estudios que analizaron las
transformaciones del estatuto normativo de tierras provinciales consideraron que
esta reforma fue resultado de la urgencia por (1) otorgar una mayor oferta de seguridad
jurídica a las inversiones y patrimonios rurales, y (2) dotar al Estado provincial de una
nueva fuente de recursos genuinos frente a la perdida de los ingresos aduaneros frente al
Estado nacional.16 Dicha reforma se habría expresado en una tendencia hacia la
transformación de los derechos de propiedad (acceso y usufructo) sobre tierras
entrerrianas y la emergencia de registros oficiales o catastros rurales cristalizada en un
cuerpo de normas jurídicas integradas por leyes sobre arrendamiento y venta de terrenos

16
SCHMIT, Roberto. Los límites del progreso…, op. cit., pp. 62-63.

[26]
rurales, contribución directa y registro de títulos17 considerada como un arco regulatorio
que marco la transferencia de tierras públicas a manos privadas y la emergencia de
mecanismos de operación para cada caso concreto.18 Esta transformación fue
considerada como “una reforma desde el centro” impulsada por el gobernador Urquiza,
con poder autocrático, que entre los años 1861 y 1864 continuó manejando los recursos
públicos de manera discrecional por sobre el Poder Legislativo, más específicamente la
Cámara de Diputados, y las autoridades intermedias que tenían prohibido actuar sin el
consentimiento explícito del Poder Ejecutivo.19
Estos estudios consideraron que la consecuencia a corto y mediano plazo de la
transferencia de tierras públicas a manos privadas fue: (1) la nueva codificación de los
derechos de propiedad que puso fin al reconocimiento de los derechos de ocupación y
acceso de recursos públicos mediante la forma de servicios al Estado con “armas en la
mano”, y (2) la venta rápida, masiva y barata que permitió a sectores acaudalados -con
acceso a crédito, capital líquido y bonos públicos a valor nominal- comprar importantes
extensiones de terrenos rurales y consolidar una estructura de propiedad promedio más
grandes que otras economías vecinas.20 Con respecto a este último punto fueron
destacados dos aspectos; por un lado, la consolidación de grandes propiedades de un
grupo de terratenientes, dentro de los cuales sobresalía Justo José de Urquiza, un grupo
de notables locales de familias tradicionales y otro grupo de porteños y extranjeros que
invertían en la compra de tierras entrerrianas; y por otra parte, la distribución de las
propiedades según su tamaño en tres grandes áreas: (1) las grandes propiedades que se
encontraban en los departamentos Uruguay, Gualeguaychú y Paraná –área de antigua
ocupación-; (2) las propiedades de extensión media compuesto por los departamentos de
Concordia, Villaguay, La Paz y Diamante –zona de reciente ocupación contigua a las
áreas de antiguo poblamiento-; y (3) las propiedades medianas y pequeñas que
sobresalían en los departamentos Gualeguay, Nogoyá, Rosario y Victoria.21

17
Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos. Tomo VII: 1856 al 61;
Uruguay, Imp. de la Voz del Pueblo, 1876, pp. 209-210 y 527-532- --------------. Tomo VIII: 1862 al 63;
Uruguay, Imp. de la Voz del Pueblo, 1876, pp.179-180.
18
SCHMIT, Roberto. Los límites del progreso…, op. cit., pp., pp. 66-69.
19
SCHMIT, Roberto. Caudillos, política e instituciones…, op cit., p. 34.
20
SCHMIT, Roberto. Los límites del progreso…, op. cit.,, pp. 70 y ss.
21
Ibídem, pp. 71-72.

[27]
1.3. Balance y problematización.

Desde lo expuesto con anterioridad podemos señalar que los estudios históricos que
forman parte de la renovación historiográfica entrerriana desde Buenos Aires han
abordado de manera tangencial o subsidiaria las transformaciones institucionales sobre
tierras públicas rurales entre los años 1860 y 1872. Más allá de la novedosa y valiosa
masa crítica que aportaron estos trabajos entendemos que presentan dos fuertes
obstáculos; primero, han colocado al Estado provincial como un epifenómeno del
mercado intentando explicar las transformaciones institucionales desde la lógica del
cambio productivo y los intereses de los empresarios rurales frente a las nuevas
demandas del sistema de intercambio atlántico; y segundo, han subsumido al Estado
provincial a una lógica de contrapunto entre la emergencia de un orden político nacional
y la persistencia de un poder local con base social en el caudillismo, así, subvaloraron el
carácter disruptivo e innovador de las tecnologías logísticas o dispositivos
institucionales conceptuándolas como un “reajuste” frente al proceso de modernización
política. Por lo tanto, consideramos necesario resituar las reformas institucionales dentro
de la propia esfera del Estado provincial, como aspecto inextricablemente ligado a las
políticas de regulación y control de tierras públicas rurales. Esto nos permite concebir
las transformaciones institucionales bajo la naturaleza de la misma práctica de gobierno
o desde los propios objetivos e intereses inherentes al funcionamiento del campo
burocrático-estatal. En este sentido, nuestra perspectiva coloca al Estado provincial
dentro de los agentes sociales de mayor importancia desempeñando no solo funciones
conmutativas y técnicas-administrativas sino tomando decisiones políticas y económicas
practicables tanto para quienes las diseñan, para sus ejecutantes y sobre quienes se
ejercen.

Las políticas estatales de control y regulación de tierras públicas rurales resultaron


uno de los ejes centrales de la programática gubernamental cuyo objetivo principal era
promover el bienestar general de la población y reducir el costo social de las
transformaciones institucionales mediante la búsqueda de un equilibrio entre la
distribución equitativa de bienes públicos y la creciente necesidad de obtener recursos
fiscales genuinos. Asimismo, estas políticas estatales fueron un aspecto constitutivo
básico de la centralización territorial del Estado provincial, pues, la optimización del
manejo o uso de las tierras públicas rurales disponibles era considerado una pieza clave
para la construcción del poder administrativo, el aumento de la población y la

[28]
ocupación efectiva del espacio rural. La configuración de las políticas estatales
representó un verdadero desafío para el gobierno entrerriano debido a que carecía de
experiencia previa en este ámbito del campo burocrático-estatal. Este proceso presentó
rasgos específicos que lo diferencian de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba. La
especificidad de este proceso concreto estuvo dada por la inédita convergencia de los
siguientes elementos o factores:

(a) El trasvasamiento de las tierras públicas rurales de la órbita gubernamental al


entrecruzamiento de los ámbitos ejecutivo y legislativo que implicó la
transformación del estatuto normativo de este recurso estatal y, por ende, una
complexión de tácticas regulatorias orientadas hacia el perfeccionamiento
teórico-procedimental de nuevas formas o derechos de acceso, apropiación y
usufructo de terrenos o parcelas.

(b) El cumplimiento efectivo de las tácticas regulatorias requirió una convergencia


compleja de organismos gubernamentales, pero al mismo tiempo, una
diferenciación del control de las actividades o acciones estatales, por lo tanto, los
gobiernos entrerrianos tuvieron la tarea de refuncionalizar los campos de
intervención de aquellos cuerpos estatales preexistentes y la creación de nuevos
dominios ad hoc. Entre ellos se desatacaron el Ministerio General de Gobierno,
el Departamento Topográfico, la Mesa de Estadística, las Jefaturas
Departamentales, la Contaduría General, entre los más importantes.

(c) La creación de organismos topográficos trajo consigo la formación de agentes


expertos, los agrimensores públicos, que ocuparon lugares dentro de la nueva
estructura de personal de acuerdo a sus capacidades técnico-ingenieriles, así
como también, la normatización de la operaciones de mensura que imprimió
mayor precisión y transparencia en los métodos, procedimientos e instrumentos
en el “arte” de medir terrenos o parcelas rurales.

(d) El almacenaje de información catastral, a partir de la creación del Registro


General de Títulos, fue uno de los primeros pasos para resolver el estado de caos
generalizado por el desconocimiento sobre la disponibilidad y distribución de las
tierras rurales públicas y/o privadas ante la ausencia o incompletud de los

[29]
registros parciales, las relaciones de transferencia de títulos, los planos de
mensuras “a pequeña escala” y los registros gráficos departamentales.

Creemos que nuestra investigación será un aporte significativo porque traerá a


debate un aspecto poco explorado en el campo historiográfico entrerriano, mostrando
que las políticas estatales de control y regulación de tierras públicas rurales
proporcionaron el consenso básico para organizar centralizadamente el Estado
provincial a partir de la década de 1860. De esta problemática se desprenden numerosos
interrogantes que aún no han sido abordados y a los cuales trataremos de responder, a
saber: ¿Cuáles fueron los intereses generales del Estado Provincial en relación a las
tierras públicas rurales? ¿Qué relación tuvo la regulación de tierras públicas rurales con
la dotación de recursos fiscales constantes? ¿Qué organismos gubernamentales
conformó y/o refuncionalizó para hacer efectivo el perfeccionamiento de los derechos
de acceso, distribución y usufructo de las tierras públicas rurales? ¿Qué operaciones o
procedimientos diseñó para llevar adelante las titularizaciones de terrenos o predios?
¿De qué recursos técnicos-ingenieriles se valió para intervenir en la transferencia de
tierras públicas rurales a manos privadas? ¿Qué tipo de información produjo para
conocer el estado de situación de las tierras públicas rurales? ¿Con qué obstáculos se
encontró y que alternativas diseñó para sortearlos? Y finalmente, ¿Cuáles fueron los
alcances reales de las políticas estatales y en qué grado fueron cumplidos los objetivos
de la programática gubernamental?

[30]
CAPITULO 2.

Consideraciones teórico-metodológicas.

Hasta el momento, el problema de las transformaciones -materiales y


simbólicas- de las tierras públicas rurales entre la década de 1860 y 1870 ha sido
abordado teóricamente desde el entrecruzamiento de supuestos provenientes del neo
institucionalismo, el sustancialismo y la antropología política. Como hemos señalado
anteriormente, las transformaciones –materiales y simbólicas- de las tierras públicas
rurales fueron problematizadas como un “eslabón” para explicar la relación entre las
reformas institucionales y los cambios económicos-productivos durante la década de
1860. Esa relación consistió en la transferencia -apropiación, distribución y asignación-
de recursos públicos a manos privadas mediante un sistema de intercambio monetizado
de compra-venta de terrenos o predios entre el Estado provincial y los empresarios
rurales. Por otra parte, las reformas institucionales sobre tierras públicas rurales,
estrictamente asociadas a los derechos de propiedad, fueron concebidas como el
resultado o producto de una demanda de aquellos empresarios rurales que buscaban
maximizar sus ganancias a través de una explotación extensiva de la producción
ganadera. Esta posición no nos pareció aplicable a nuestro caso, por cuanto en el
proceso analizado, falta un elemento fundamental para este tipo de interpretación: el
control y la regulación estatal. De otra manera, plantear las formas estatales de
apropiación, distribución y asignación -material y simbólica- de las tierras públicas
rurales nos propone ir más allá de un tipo de “intervención” de carácter ex post, es decir,
como objeto cristalizado en un cuerpo de normas jurídicas y de la racionalidad de un
agente social como los empresarios rurales.

2.1. Políticas estatales / Control / Regulación.

Desde nuestro punto de vista, la problemática analizada implica dar cuenta de


una serie de posiciones y acciones -como un proceso complejo, subyacente, creativo,
novedoso, discontinuo y no lineal de construcción institucional- desde dentro de los
organismos gubernamentales que actúan en nombre del Estado y bajo sus propias reglas

[31]
de juego con relación a cuestiones de la agenda gubernamental; y que, en nuestro caso
partió desde la transformación del estatuto normativo de tierras públicas rurales en la
Cámara de Diputados, pasando por la formación de un dominio organizado ad hoc –-el
Departamento Topográfico- hasta el almacenaje de información catastral a través de un
inédito registro de títulos de posesión y propiedad.
Nuestro análisis parte de conceptualizar las políticas estatales desde la
perspectiva genética sobre la construcción del Estado propuesta por el francés Pierre
Bourdieu (2014). Desde esta concepción analítica, las políticas estatales constituyen una
secuencia de acciones propias de una esfera o ámbito del campo burocrático-estatal que
intervienen de forma práctica sobre un asunto de interés de la agenda gubernamental a
través de un conjunto oficial de tecnologías logísticas o dispositivos móviles -materiales
o simbólicos- imponiendo sus decisiones, de modo universal y universalmente
aplicable, dentro de un área o espacio propio.22 Consideramos que la propuesta de P.
Bourdieu nos permite analizar las políticas estatales como una construcción institucional
llevada a cabo por organismos y agentes oficiales orientados por la propia racionalidad
gubernamental y la centralización territorial del Estado provincial bajo una lógica
capitalista.
Hemos remarcado en nuestra conceptualización que la racionalidad
gubernamental es un componente fundamental para comprender las políticas estatales
como un proceso de formación relativamente autónomo de otros campos de poder. Para
profundizar y extender esta noción recurrimos al francés Michel Foucault (2012) quien
entiende a la racionalidad gubernamental como una serie de limitaciones institucionales
que legitiman las acciones políticas a partir de su correspondencia con: 1.- un trazado
relativamente uniforme de principios valederos en todo momento y circunstancia; 2.- un
conjunto de objetivos de gobierno; 3.- un grupo de reglas escritas y no escritas que no
deben infringirse; 4.- una selección de operaciones, instrumentos y dispositivos, y 5.-
una serie de transacciones donde conviven conflictos, discusiones y concesiones
recíprocas.23
Por lo tanto, indagar sobre estas lógicas o limitaciones institucionales nos
permite comprender como la reflexión gubernamental sobre la tríada progreso-orden
político-pueblo resultó fundamental para delimitar el campo de acción de las políticas

22
BOURDIEU, Pierre. Sobre el Estado: Cursos en el Collège de France (1989-1992); Buenos Aires,
Anagrama, 2014.
23
FOUCAULT, Michel. Nacimiento de la Biopolítica: Curso en el Collège de France (1978-1979);
Buenos Aires, Fondo de la Cultura Económica, 2012, pp. 26-29.

[32]
estatales de control y regulación de tierras provinciales. Para captar la especificidad de
este proceso decidimos ampliar y complementar los argumentos planteados
anteriormente incorporando dos dimensiones constitutivas de las políticas estatales: el
control y la regulación.
En primer lugar, el concepto diferenciación del control proviene de una serie
de estudios sobre la formación del Estado en Argentina y América Latina durante el
siglo XIX de Oscar Oszlak (1981, 1982, 2006).24 Este concepto forma parte de un
conjunto de atributos que definen la “estatidad” como surgimiento de una instancia de
organización del poder y de ejercicio de la dominación política.25 Como señalábamos,
O. Oszlak define la diferenciación del control como la creación de un conjunto
funcionalmente diferenciado de organismos públicos integrado por un cuerpo de
funcionarios o empleados públicos con cierto grado de profesionalización cuya función
es la extracción regular -legítima y estable- de recursos de la sociedad. Según esta
conceptualización, el objetivo de la diferenciación del control es reproducir la propia
burocracia para desempeñar su rol en el establecimiento del progreso, el orden político y
el impero de la ley. Su efectividad depende del ejercicio de un control centralizado de
las formas y actividades desplegadas de forma efectiva en el territorio. En este sentido,
la diferenciación del control es correlato de la centralización territorial.

De acuerdo con O. Oslak, la diferenciación del control se materializa en la


conformación de unidades burocráticas, es decir, en “la diferenciación estructural
interna al Estado que puede institucionalizarse en organizaciones legalmente
identificables.” En el contexto de las políticas estatales, las unidades burocráticas son
las que toman posiciones en nombre del Estado y generan repercusiones de tipo
“horizontales” y “verticales”. Las repercusiones verticales consisten en la atribución
de competencias y asignación de recursos (tiempo, personal, dinero, equipo) a unidades
formalmente dependientes de las que adoptó la política. Estos efectos suelen producir
“cristalizaciones institucionales”, es decir, creación de aparatos burocráticos o
adjudicación de nuevas funciones a organismos preexistentes a cargo formalmente del

24
OZSLAK, Oscar. Estado y políticas estatales en América Latina: hacia una estrategia de
investigación; en Revista Redes, [1981]. OSZLAK, Oscar. La formación del Estado argentino: orden,
progreso y organización nacional; Buenos Aires, Ariel, 2004, p. 17. OSZLAK, Oscar. Burocracia
estatal: política y políticas públicas; en Revista Postdata, Nº 11, abril de 2006, pp. 11-56.
25
Para Ozslak la “estatidad” supone la adquisición de por parte del Estado en formación de la siguiente
serie de propiedades: 1.- capacidad de externalizar su poder, 2.- capacidad de institucionalizar su
autoridad, 3.-capacidad de diferenciar su control, y 4.- capacidad de internalizar una identidad colectiva.
OSZLAK, Oscar. La formación del Estado…; op. cit., pp. 16-17.

[33]
tratamiento y resolución del objeto, o de algunos de sus aspectos, de las políticas
estatales. Las repercusiones horizontales refieren a los ajustes o reajustes de posición
por complementación y/o superposición de competencias (estableciendo una relación
ambigua y frecuentemente conflictiva) con otras unidades burocráticas formalmente
especializadas en otros aspectos de la cuestión o cuestiones cercanamente ligadas a la
que incumbe al primero. ¿Cuál es la dinámica de la diferenciación del control? El
proceso burocrático implicado en estas repercusiones horizontales y verticales desde el
interior del Estado puede involucrar: 1.- la ejecución o implementación de las políticas
estatales, 2.- la adopción de nuevas políticas, y 3.- la generación de estructuras
burocráticas especializadas dotadas de atribuciones formales con capacidad de hecho
para redefinir la política inicial, y por lo tanto, cambiar la toma de posición del Estado
frente a la cuestión.26

En segundo lugar, el concepto de regulación estatal proviene del trabajo de


Philip Corrigan y Derek Sayer denominado The Great Arch: English State Formation
as Cultural Revolution (1985)27, en el cual los autores asumen una perspectiva
durkheniana al privilegiar lo que denominan “dimensión moral de la actividad estatal”,
esto es, el intento de constitución e imposición masiva, a través de formas, rutinas y
rituales, de un conjunto de clasificaciones, representaciones y valores comunes para la
regulación de las identidades individuales y sociales, y en definitiva, de nuestras
subjetividades.28 Por lo tanto, para los autores la tarea del Estado es un ejercicio de
regulación permanente que define las formas codificadas y legitimas de vida social,
dentro de las cuales se encuentran las clasificaciones sociales.

En un sentido amplio, Corrigan y Sayer definen la regulación estatal como el


proyecto de normalización de un conjunto de premisas ontológicas y epistemológicas de
una forma particular e histórica de orden social co-extensivo a la formación del Estado.

26
OZSLAK, Oscar. Estado y políticas estatales…, op. cit.
27
CORRIGAN, Philip and SAYER, Derek. The great arch: English State formation as Cultural
Revolution; Blackwell Publishing, 1985. Una versión en castellano de la Introducción y Posdata puede
encontrarse en CORRIGAN, Philip y SAYER, Dereck. El gran arco: la formación del Estado inglés
como revolución cultural; en LAGOS, María y CALLA, Pamela (comps.). Antropología del Estado:
dominación y prácticas contestarías en América Latina; La Paz (Bolivia) PNUD, 2007, pp. 41-116.
La metáfora de la revolución burguesa como “gran arco” podemos encontrarla en THOMPSON. E.P.
“The peculiarties of the english”; en MILIBAND, Ralph y SAVILLE (dirs.) The Socialist Register,
1965, p. 321. Una revisión crítica de Corrigan y Sayer lo realiza Bourdieu, Pierre. Sobre el Estado…,
op. cit. pp. 197-204.
28
El núcleo argumental de esta perspectiva se encuentra en DURKHEIM, Emile. Professional Ethics
and Civic Morals; Illinios, The Free Press, 1958.

[34]
El proyecto normalizador tiene un doble propósito: 1.- representar a los seres humanos
como miembros de una comunidad ilusoria; y al mismo tiempo, 2.- individualizar según
modos definidos y específicos dentro de aquella comunidad estatal en la cual se
encuentran registrados como individuos. La regulación como actividad estatal es
fundamental porque reduce las diferencias o expresiones de las diferencias, las
categorías integradoras del discurso oficial (clasificaciones sociales) descartan
sistemática y deliberadamente las diferencias, mientras que, los procedimientos
administrativos las niegan de manera sistemática. En un sentido instrumental, Corrigan
y Sayer entienden que la regulación estatal posee dos categorías: 1.- las clasificaciones
sociales y 2.- las rutinas o procedimientos.
Por un lado, los autores sugieren que las políticas estatales se ocupan
activamente de normalizar a través de clasificaciones sociales definidas como formas e
imágenes aceptables de la identidad individual y colectiva que pueden describir
empíricamente buena parte de la actividad social y tiene consecuencias en cómo las
personas conciben su identidad y en cómo identifican su lugar en el mundo. Las
clasificaciones sociales proporcionan la base para la construcción y organización de la
memoria colectiva y del olvido institucional. De tal manera, son medios de
desintegración activa de otros polos de identidad y otras concepciones de subjetividad.
A través del lenguaje estatal se construyen representaciones colectivas oficiales
mientras que las representaciones alternativas aparecen fragmentarias e inseguras frente
a esta organización autorizada y contundente que se admitirá como realidad. Este
sistema de poder es una estrategia general de conocimiento en términos de cantidad
(cuanto sabe el Estado) y calidad (que tipo de autoridad posee como fuente de
conocimiento confiable frente a otras fuentes inseguras y no autorizadas). Las
clasificaciones sociales fundamentales terminan sacralizadas en leyes, incrustadas en
instituciones, rutinizadas en procedimientos administrativos y simbolizadas en rituales
del Estado.
Por otro lado, los autores definen las rutinas como un conjunto de
procedimientos administrativos mediante los cuales se organizan y materializan las
clasificaciones sociales vinculando pasado, presente y futuro en una cadena sin rupturas
aparentes, estableciendo lo que contará como verdadero y legítimo en relación a ciertas
formas de pretensiones colocándolas dentro o fuera de la ley. Los procedimientos del
Estado se expanden para convertirse en los indiscutidos límites de lo posible y ocupar
todo el campo de visión social. Los mismos límites son masiva y poderosamente

[35]
santificados en los fastuosos rituales del Estado que nos sobrecogen con una fuerza
emocional difícil de resistir. Un elemento central es que las agencias estatales o
unidades burocráticas (Gobernación, Ministerio General de Gobierno, Cámara de
Diputados, Comisiones Legislativas, Departamento Topográfico) son las que llevan
adelante los procedimientos administrativos (rutinas) que intentan dar una expresión
única y unificadora a diferentes experiencias históricas de diversos grupos dentro de la
sociedad negando su carácter particular.

En consecuencia, este constructo teórico nos ayudará a focalizar nuestro análisis


en el conjunto de acciones, intervenciones y decisiones políticas e institucionales de los
organismos y agentes gubernamentales que proporcionaron al nuevo Estado provincial
el consenso básico para organizar centralizadamente el ámbito territorial y los recursos
materiales bajo una lógica capitalista en la medida que desplegaba una serie de
tecnologías logísticas que penetraron la sociedad entrerriana para apropiarse de las
tierras públicas rurales.

2.2. Objetivos e hipótesis.

Los objetivos propuestos para nuestro trabajo son,

- Objetivo general.

1. Analizar el proceso de diseño y ejecución de las políticas estatales de control y


regulación de tierras provinciales, en particular, de las tierras públicas rurales,
en la provincia de Entre Ríos, entre los años 1860 y 1872.

- Objetivos específicos.

1. Distinguir las principales características del nuevo estatuto normativo de tierras


públicas rurales en relación los objetivos generales de la programática
gubernamental, la valoración de los recursos públicos, las modalidades de
transferencia y la modelación de los derechos de propiedad.

[36]
2. Describir las relaciones o vínculos entre organismos gubernamentales, las
instituciones topográficas y los agentes estatales en relación a sus trayectos,
intereses específicos y posiciones respecto a las tierras públicas rurales.

3. Caracterizar el conjunto oficial de tecnologías logísticas o dispositivos móviles


de conocimiento y comunicación que permitieron la concentración, tratamiento
y redistribución de información catastral.

La hipótesis o supuesto que guía nuestro trabajo sostiene que,

- Las políticas estatales de control y regulación de tierras provinciales, en


particular, las tierras públicas rurales, entre los años 1860 y 1872,
proporcionaron al nuevo Estado entrerriano el consenso básico para organizar
centralizadamente su ámbito territorial bajo una lógica capitalista. Esta
transformación estuvo asociada a la conformación de una serie de tecnologías
logísticas que aumentaron la capacidad estatal de movilizar, concentrar, extraer
o capturar uno de recursos materiales o económicos valiosos de la sociedad
entrerriana: las tierras públicas rurales.

2.3. Diseño metodológico.

Nuestra investigación es de tipo exploratoria ya que nos proponemos abordar -de


manera general y aproximativa- un aspecto ausente en los debates historiográficos de
los últimos tiempos: las políticas estatales de regulación y control de tierras públicas
rurales, entre los años 1860 y 1872. Como consecuencia, uno de los principales
obstáculos que enfrentamos al momento de plantear nuestro diseño metodológico, es la
ausencia de un modelo teórico y práctico de referencia, la escasez de bibliografía sobre
el tema y la insuficiencia de conocimientos previos que nos permitiera realizar
descripciones sistemáticas ex ante.
Sin embargo, aunque nuestra propuesta presenta un alto grado de complejidad,
sostenemos que resulta fundamental conocer este proceso de transformación
institucional a partir del análisis de datos provenientes de fuentes documentales
primarias inéditas, generadas por los organismos gubernamentales y agentes estatales

[37]
que llevaron adelante las acciones políticas asociadas a la centralización territorial del
Estado entrerriano durante la década de 1860.
El enfoque metodológico asumido plantea un descentramiento institucional
del análisis estatal (M. Foucault, 2011), es decir, un abordaje externalizado de la
transformación del campo burocrático. Esto implica un desplazamiento de la
perspectiva tradicional, que plantea una relación de linealidad entre normas
juridicas>transferencia de recursos estales, hacia un punto de vista global, que habilita
la reconstrucción histórica del proceso de configuración de las políticas estatales de
control y regulación de tierras públicas rurales resituada desde un orden general, desde
un campo, como economía general del poder.
De otro modo, nuestro enfoque pretende superar la visión estándar sobre la
relación Estado > Tierras Públicas Rurales, centrada en el punto de vista interior de las
instituciones, que plantea la secuencia lineal de acción: funciones ideales>manera
óptima de su ejercicio>funciones desempeñadas, por un análisis del campo burocrático
que reconstituye: 1). una red de alianzas, comunicaciones y puntos de apoyo; 2). una
serie de intereses, estrategias y tácticas, y 3). una dinámica de las tecnologías logísticas
o dispositivos móviles.29
Dado a que recurrimos a una concepción “no estándar” del Estado, consideramos
que el enfoque metodológico adoptado posibilitará un estudio longitudinal y transversal
de las dimensiones del concepto de P. Bourdieu, que será clave para comprender de
manera compleja, la relación entre el Estado provincial y las tierras públicas rurales y,
en particular, como operó la conformación de un campo burocrático específico en el
proceso de centralización territorial bajo una lógica capitalista.

Este nos permitirá analizar como la constitución de nuevos organismos


gubernamentales, instituciones topográficas y agentes estatales en la provincia de Entre
Ríos entre 1860 y 1872, fue la condición previa para organizar centralizadamente su
ámbito territorial; a partir de la generación de incentivos para un manejo más
responsable, regular y transparente de sus operaciones de transferencia, el
esclarecimiento de los derechos de propiedad y la obtención, procesamiento y
distribución de información catastral más certera. Además podremos observar desde el
punto vista temporal y espacial cómo la conformación del campo burocrático presentó
divergencias y convergencias entre organismos gubernamentales, instituciones
29
FOUCAULT, Michel. Seguridad, territorio, población: Curso en el Collège de France (1977-1978);
Buenos Aires, Fondo de la Cultura Económica, 2011, pp. 140-144

[38]
topográficas y agentes estatales, en relación a sus estrategias, tácticas e intereses.
Entendemos que este aspecto podrá revelarnos las diferentes instancias de
negociación, equilibrio y conflictos constitutivos de este proceso de transformación
institucional en su estructura, densidad y lógica de funcionamiento. También, nos
permitirá reflexionar acerca del proceso de formación del campo de las políticas
estatales de control y regulación de tierras públicas rurales a partir del trazado de un
proyecto global político, económico, jurídico y simbólico como ámbito donde se
inscribieron las prácticas institucionales. Por último, creemos que dará la posibilidad de
visualizar los mecanismos de articulación e integración del territorio, como estrategias y
tácticas desde la propia esfera gubernamental que tuvieron como propósito promover,
desde este ámbito, un cambio coherente, sólido y eficiente.

2.3.1. Construcción del objeto de estudio.

Para hacer factible la verificación de nuestros supuestos teóricos, posibilitar el


acercamiento a la realidad empírica y adquirir los elementos de información necesarios,
delimitamos los siguientes componentes del diseño metodológico:

2.3.1.1 Objeto de análisis

Nuestro objeto de análisis son las políticas estatales de control y regulación de


tierras provinciales de Entre Ríos, entre los años 1860 y 1872, a partir de la
conformación de una serie de organismos gubernamentales, instituciones topográficas y
agentes estatales que operaron en el contexto de centralización del Estado provincial
bajo una lógica capitalista. Éste será abordado desde sus propias acciones y prácticas
concretas –racionalidad gubernamental- ya que nos permitirá observar la naturaleza
estatal –material y simbólica- de la transformación institucional que proporcionó el
consenso básico para regular y controlar de manera centralizada uno de principales
recursos en su ámbito territorial.

2.3.1.2. Cobertura espacial.

La cobertura espacial de nuestra investigación se extiende y comprende todo el


territorio de la provincia de Entre Ríos entre los años 1860 y 1872. Entendemos que esta

[39]
delimitación se justifica debido a que las políticas estatales de control y regulación de
tierras públicas provinciales y, en particular, la conformación de una serie de
organismos gubernamentales, instituciones topográficas y agentes estatales del Estado
provincial pretendieron operar sin distinción sobre todo el espacio entrerriano
independiente de los resultados parciales alcanzados.

2.3.1.3. Cobertura temporal.

En lo que refiere a la cobertura temporal, consideramos que los años elegidos como
límites (1860 – 1872) nos remiten como punto de partida a la transformación del
estatuto normativo de tierras públicas rurales en el cual se inscribieron las estrategias y
tácticas de una serie de organismos gubernamentales, instituciones topográficas y
agentes estatales, y finalizó cuando el Estado provincial logró almacenar cierta
información catastral que le permitió llevar adelante un balance general de la
apropiación efectiva de las tierras públicas rurales en manos privadas.

2.3.1.4. Categorías/Variables.

Se identifican tres tipos de funciones inherentes al proceso de conformación del


campo de las políticas estatales de control y regulación de tierras públicas rurales:

(a) Regulación estatal.

- Conjunto de reglas, procedimientos y medidas administrativas ad-hoc


relacionadas entre sí que normativizan el funcionamiento de las relaciones
sociales entre las instituciones, el hombre y la tierra: leyes, decretos, circulares,
reglamentos y medidas administrativas ad hoc. La constitución de un “estatuto
normativo” o “código común” organiza y produce grandes clasificaciones y
divisiones del mundo social, y al mismo tiempo, contribuye a inculcar los
principios de división según los cuales se perciben tales clasificaciones y
divisiones.

(b) Diferenciación del control.

[40]
- Formación y reorganización de un cuerpo u órganos estatales según la división
de funciones políticas y administrativas por ámbitos de competencia
relativamente autónomos: Ministerios, Direcciones, Departamentos, Oficinas,
Comisiones, Consejos, Mesas, Secciones. Estos poseen intereses específicos
relacionados a sus trayectos, alianzas y posición en el espacio sub-burocrático
estatal.

- Formación de un cuerpo de agentes expertos integrados a los organismos


estatales: jerarquías, funciones, tareas, régimen de acceso y promoción. Estos
son portadores de competencias institucionales garantizadas y válidas en los
límites de una determinada esfera o ámbito social, basada en la autoridad
científica, el prestigio, el conocimiento de reglamentos, el acceso a precedentes
y la pertenencia a redes de sociabilidad local.

(c) Capital informacional.

- Concentración, tratamiento y redistribución de información mediante la


implementación de una serie de operaciones complejas de unificación teórica del
territorio y sus recursos: (1) operaciones de totalización: censos y estadísticas,
(2) operaciones de objetivación -representación unitaria del espacio-: cartografía
geográfica, geológica, topográfica y catastral; (3) operaciones de almacenaje:
archivos y registro.

2.4. Tratamiento y cometarios de las fuentes.

Nuestra investigación se basa en el análisis y tratamiento de información de un


conjunto de fuentes localizadas en repositorios documentales de las ciudades de Paraná
y Concepción del Uruguay (Entre Ríos). Particularmente, en el Archivo Histórico de la
Provincia de Entre Ríos (en adelante APHER), el Archivo Histórico del Palacio San
José (en lo sucesivo AHPSJ) y el Archivo Histórico del Colegio del Uruguay (en
adelante AHCU). Este material empírico se compone de los Libros de Actas de Sesiones
de la Cámara de Diputados y de Notas de la Comisión Permanente de la Cámara de
Diputados, algunas memorias institucionales del Ministerio General de Gobierno y del
Departamento Topográfico, los Libros Copiadores de Informes de la Contaduría
General; correspondencia variada entre los titulares del Poder Ejecutivo y la Cámara de

[41]
Diputados, así como también, entre las máximas autoridades del Departamento
Topográfico y el Ministerio General de Gobierno (APHER). A esto debemos sumarle,
los Libros de Notas Varias, Copiadores de Secretaría y Actas de Exámenes, entre los
años 1854 y 1861 (AHCU); y correspondencia privada entre el Gral. Justo José de
Urquiza y particulares relacionada al reconocimiento de derechos sobre tierras públicas
/ privadas (AHCU). A continuación presentamos una breve descripción del campo de
enunciación de las principales fuentes utilizadas, las principales características, la
información que brindan y sus dificultades o limitaciones.

2.4.1. Descripción de las fuentes.

(a) Libros de Actas de la Cámara de Diputados.

Los “Libros de Actas” o “Diario de Sesiones” constituyen una reseña de las


intervenciones de representantes de los poderes legislativo y ejecutivo en la Cámara de
Diputados en el marco de un debate sobre los asuntos de gobierno o agenda
gubernamental. Su elaboración estuvo en manos de escribientes que registraban de
forma manuscrita y directa las intervienes de los legisladores. Los Libros o Diarios dan
cuenta de los debates o discusiones de los legisladores en torno a proyectos
institucionales (leyes), y en singular, de las mociones realizas por aquellos, a partir de
las cuales no solo podemos analizar las medidas implementadas, sino también, aquellas
propuestas que no llegaron a convertirse en leyes, o modificar parte de ellas, pero que
también forman parte de los proyectos gubernamentales. Del mismo modo, los Libros o
Diarios nos permiten visualizar los acuerdos o arreglos entre grupos, sectores o agentes
a partir de las intervenciones tipificadas en torno a los proyectos institucionales. Uno de
los principales problemas que tienen estas fuentes es que no todas las discusiones son
registradas de manera integral por los escribientes o secretarios pues en varios pasajes
de las mismas aparecen extractados. En gran medida este registro dependía del grado de
habilidad para registrar las intervenciones lo cual impacta de manera directa en las
reseñas que recibimos o podemos recibir.

Para nuestro caso hemos trabajado con los Mensajes de Apertura de Sesiones
Legislativas Anuales a cargo del Poder Ejecutivo de los años 1860, 1861, 1863, 1864,
1865, 1866, 1867, 1869 y 1872. El contenido de los Mensajes que el Gobernador dirigía
a la Cámara de Diputados, leído en el recinto por el Ministerio General de Gobierno,
[42]
versaba en torno a los principales puntos de la programática gubernamental y se
encontraban articulados por un orden de prelación o jerarquía de acuerdo a las
siguientes relaciones: (1) Nación Argentina / Provincia de Entre Ríos, (2) Provincia de
Entre Ríos / Otras Provincias, y (3) Gobernación / Territorio Provincial. En este último
punto eran reflejadas -desde la mirada del Gobierno- aquellas medidas implementadas
como también aquellas a implementarse según las áreas de vacancia anunciadas desde el
propio Poder Ejecutivo entrerriano. Además esta fuente nos brinda información muy
valiosa para reconstruir el “campo de enunciación” de los mensajes gubernamentales
porque consigna los periodos legislativos, las fechas de apertura de sesiones, las
presidencias legislativas, los nombres de los gobernadores y ministros de gobierno y,
por último, los nombres de miembros de las Comisiones de Recepción y
Acompañamiento.

También incorporamos a nuestro análisis los proyectos de ley sobre venta y


arrendamiento de terrenos públicos ejidales o urbanos y rurales. Hemos seleccionado los
debates o discusiones en torno a tres propuestas institucionales que tuvieron lugar entre
los años 1860 y 1861 porque consideramos que sustentaron la transformación del
estatuto normativo de las tierras provinciales durante la década de 1860. Los debates en
torno a los proyectos de ley consignan información entre tres órdenes: (1) los nombres y
apellidos de diputados, las posiciones institucionales, los nombres de integrantes de las
comisiones especiales a cargo de los proyectos institucionales, los distritos electorales a
los cuales pertenecen los legisladores; (2) origen o fuente de las iniciativas legislativas,
intervenciones ex–ante, ex–dure y ex–post de la Comisión Permanente, las Comisiones
Especiales, el Ministerio General de Gobierno y la Cámara de Diputados (en términos
de aprobación o rechazo de los proyectos institucionales), y (3) las intervenciones
individuales de los diputados en cuanto: (a) contenido, (b) forma o tipo de mociones, y
(c) resultado de votación. Hemos complementado o ampliado la información extraída de
los “Libros de Actas” o “Diario de Sesiones” sobre los proyectos institucionales con la
consulta de los “Libros de Notas de la Comisión Permanente de la Cámara de
Diputados” que contiene la correspondencia entablada entre esta agencia legislativa y el
Poder Ejecutivo provincial.

[43]
(b) Memorias institucionales.
En términos conceptuales, las memorias institucionales son documentos formales
inscriptos a modo de rutina en una cultura organizacional. Estos contienen un conjunto
de creencias, valores, códigos y conocimientos intercambiados, interpretados y
discutidos entre sus miembros. Como tales presentan datos duros -hechos, figuras y
reglas- y blandos -experiencias, anécdotas y detalles sobre decisiones estratégicas- bajo
clasificaciones que pretenden interrelacionar éxitos, fracasos, azares, errores y razones
dentro de una mirada que entrelaza temporalidades -pasado, presente y futuro-. De
manera singular, hemos utilizado las memorias -informes escritos- del Ministerio
General de Gobierno y el Departamento Topográfico, ambos organismos
gubernamentales ubicados dentro de la órbita del ámbito ejecutivo, que comunican las
actividades llevadas a cabo durante un periodo anual completo.

La Memoria del Ministerio General de Gobierno era presentada ante la Cámara de


Diputados luego de la apertura de sus sesiones, y debía contener información “detallada
del estado de la Provincia en los negocios de su respectivo ramo” (Constitución de
1860, Sección 8, Art. 51). En líneas generales agruparon información bajo las siguientes
secciones: Gobierno Nacional, Administración de los Departamentos, Administración
de la Justicia, Culto, Instrucción Pública, Hacienda, Guardia de Seguridad, Cárceles,
Archivo General, Departamento Topográfico, Hospitales, Consejo de Higiene, Postas y
Correos, Presupuesto, Cuentas, Rentas, Deuda del Tesoro Provincial, Contribuciones,
entre otros. Además, la memoria ministerial incorporó el cuerpo de leyes, decretos,
acuerdos, circulares, dictámenes, notas, contratos, mensajes, etc. del período anual, así
como también, las memorias de otros organismos gubernamentales dependientes del
Ministerio General de Gobierno tales como Departamento Topográfico, Departamento
de Educación, Memorias Administrativas de las Jefaturas Políticas, Memorias de las
Receptorías Departamentales, entre las más importantes. En nuestro caso solo pudimos
acceder a las memorias de los años 1862, 1865, 1867 y 1871 pero, de igual manera, la
información relevada nos fue suficiente para confrontar los Mensajes de Apertura de
Sesiones Legislativas Anuales a cargo del Poder Ejecutivo en relación a los principales
puntos de la programática gubernamental entrerriana. Los principales límites fueron, por
un lado, no contar con las memorias consecutivas del período completo y, por otro, que
dichos documentos no presentan una continuidad en los asuntos o temas que atienden;
por lo tanto, aunque brindan una rica información cualitativa y cuantitativa, sólo

[44]
pudimos reconstruir parcialmente los formas de intervención de este organismo
gubernamental en materia de tierras públicas rurales.

La Memoria del Departamento Topográfico era presentada ante el Ministerio


General de Gobierno por encontrarse integrado de manera directa, vertical y
subordinada a este organismo gubernamental. En este caso, exclusivamente fueron
consultadas las Memorias de los años 1871 y 1872 dado que fueron las primeras
confeccionadas por este organismo topográfico bajo la conducción del Agrimensor
Melitón González, quien fuera su presidente entre los años 1872 y 1876. Estas
memorias incluyeron una multiplicidad de temas o asuntos presentados sin un orden de
jerarquía o prelación hasta inclusive con algunas superposiciones en el contenido, a
saber: Dotación de la Oficina, Ejido, Medidores Públicos, Instrucciones para
Agrimensores, Límites Interdepartamentales, Solicitudes de Chacras, Quintas y Solares,
Reglamentación de la tramitación de expedientes, Reconocimiento de diplomas de otras
provincias o del extranjero, Transferencia de Títulos, Nuevos útiles para oficina,
Obstrucción de caminos públicos, Campos en propiedad o arrendamiento, Edificios
públicos, Campos del Estado, Carta de la Provincia, Denuncias de sobras de tierras, Ley
sobre tierras, Libro de antecedentes, Libro de antecedentes para mensura, Movimiento
de la oficina, entre los más importantes. Además, las Memorias del Departamento
Topográfico incluyeron anexos donde se destacan correspondencia al Ministerio
General de Gobierno, proyectos de leyes y decretos, informes, modelos de planillas e
inventarios. Estos documentos no permiten reconstruir la memoria histórico-
institucional del principal organismo topográfico, así como el campo de intervención
específica, pero otorga información clave para comprender las objetivaciones de una
serie de reformas estatales resultado de una nueva época abierta a partir de la muerte del
Gral. Justo José de Urquiza y las rebeliones jordanistas de la década de 1870.

(c) Libro Copiador de Informes de la Contaduría General.

El Libro Copiador de Informes de la Contaduría General de la Provincia de


Entre Ríos era un registro escrito progresivo donde se reproducía literalmente la
correspondencia con organismos o dependencias gubernamentales, en particular las
Receptorías Departamentales, que se encontraban relacionadas -de manera directa o
indirecta- con la percepción de rentas públicas. La correspondencia copiada era

[45]
incorporada por orden de fechas con la respectiva referencia. Dentro de los
movimientos más importantes se destacaban las percepciones relativas a la contribución
directa, arrendamiento de campos, papel sellado y marcas, patentes para casa de
negocios y establecimientos de industria, derecho de abasto público, derechos de
saladeros, marchamos, registro de títulos, peaje, canteras, cortes de maderas, herencias
transversales, alumbrado público, derecho de carcelaje, etc.

Esta fuente nos aporta información fundamental para analizar la transferencia


efectiva de tierras públicas rurales a manos privadas, mediante las operaciones de
compra-venta de terrenos o parcelas, dado que presenta un registro acabado sobre:
número y fecha de la transacción, número y fecha de operación de compra, nombre del
comprador de terreno o parcela, departamento y distrito, extensión -en leguas, varas y
cuadras-, derechos previos reconocidos, tasación de legua cuadrada, tasación final de
terreno o parcela, deducciones -pago al contado de operaciones de titularización,
mensura o escritura y tipo de derechos reconocidos- e incrementos -deuda por
arrendamiento o contribución directa.- Esta fuente nos fue de suma utilidad ya que nos
permitió construir datos homogéneos y comparables acerca del proceso de transferencia
durante sus primeros años; sin embargo, nos encontramos con un importante sesgo
debido a que solo pudimos hallar el Libro Copiador correspondiente al período 1863-
1866, por lo cual, presentamos un resultado parcializado que no pudimos subsanar
mediante la complementación con otras fuentes documentales.

(d) Correspondencia oficial.

La correspondencia oficial se encuentra compuesta por un conjunto de


comunicaciones escritas utilizadas para transmitir conceptos e información clara y
precisa entre organismos gubernamentales bajo fórmulas de tratamiento jerárquico de
acuerdo a los funcionarios a quienes se encuentran direccionadas. En nuestro trabajo
hemos utilizado, por un lado, la correspondencia entre el Poder Ejecutivo y la Comisión
Permanente de la Cámara de Diputados, y por otro, la correspondencia entre el
Departamento Topográfico y el Ministerio General de Gobierno. La primera fue
incorporada para dar cuenta de las posiciones institucionales de los ámbitos ejecutivo y
legislativo con respecto a los proyectos institucionales sobre terrenos ejidales,
arrendamiento y venta de terrenos públicos rurales. La segunda se añadió para analizar
dos aspectos claves: (a) la conformación del nuevo organismo topográfico como
[46]
dominio organizado del Estado provincial para llevar adelante la transferencia de tierras
públicas rurales, y (b) la creación del Registro General de Títulos como primer paso en
el almacenaje de información catastral. En ambos casos estas fuentes fueron cotejadas
con los proyectos institucionales y el cuerpo jurídico-legal compuesto por leyes,
decretos y acuerdos. Uno de los aspectos destacados es que estos actos administrativos
de los organismos gubernamentales revelan la existencia de cierto grado de interrelación
entre los diferentes ámbitos estatales en su interés por controlar y regular las tierras
públicas rurales.

[47]
PARTE II. DESARROLLO.

CAPITULO 3.

¿Cómo gobernar el Estado? Un proyecto de gubernamentabilidad


para la provincia de Entre Ríos en la década de 1860.

Este capítulo tiene como objetivo analizar las principales características del
proyecto de gubernamentabilidad de la provincia de Entre Ríos, durante la década de
1860. En particular pretendemos identificar el conjunto de problemas o “puntos de
cruce” -en sus múltiples entrelazamientos, pliegues y niveles- concernientes a la
definición propia de lo que se entendía por el “gobierno del Estado” provincial,
destacando las limitaciones generales impuestas por la propia racionalidad
gubernamental imperante en ese momento. Para ello, intentaremos eludir el problema
acerca de ¿qué es el Estado? o ¿cuál es la “naturaleza” del Estado? para comprender y
explicar su proceso formativo.30 En cambio, nos preguntaremos ¿cómo se gobierna el
Estado?, de otro modo, ¿cuál era la problemática general del “gobierno del Estado”? y
¿cuáles fueron sus rasgos dominantes? Asimismo, pretendemos rehuir al problema de
explicar o evaluar las transformaciones institucionales a partir del estudio del conjunto
de lógicas productivas, prácticas de intercambio y los intereses sociales en pugna –ello
sin desconocer la importancia de las lógicas del desempeño económico-.31 En contraste,
nos preguntaremos ¿en qué consistió esa transformación del “arte de gobierno” del

30
SCOBIE, James. La lucha por la consolidación de la nacionalidad argentina, 1852-1862; Buenos
Aires, Hachette, 1964. OSZLAK, Oscar. La formación del Estado argentino: orden, progreso y
organización nacional; Buenos Aires, Ariel, 2004. DE LA FUENTE, Ariel. Los hijos de Facundo:
caudillos y montoneras en la provincia de la Rioja durante el proceso de formación del Estado
nacional argentino (1853-1870); Buenos Aires, Prometeo Libros, 2007. HALPERIN DONGHI, Tulio.
Proyecto y construcción de una Nación (1846-1880), Buenos Aires, Emece, 2007. ROCK, David. La
construcción del Estado y los movimientos políticos en la Argentina, 1860-1916; Buenos Aires,
Prometeo Libros, 2006. BUCHBINDER, Pablo. Caudillos de pluma y hombres de acción: Estado y
política en Corrientes en tiempos de la organización nacional; Buenos Aires, Prometeo Libros, 2004.
LETTIERI, Alberto. La república de las instituciones: proyecto, desarrollo y crisis del régimen
político liberal en la Argentina en tiempos de la organización nacional (1852-1880); Buenos Aires,
Prometeo Libros, 2008. BRAGONI, Beatriz y MIGUEZ, Eduardo (coords.). Un nuevo orden político:
provincias y Estado nacional, 1852-1880; Buenos Aires, Editorial Biblos, 2010. GARAVAGLIA, Juan
Carlos. Construir el Estado, inventar la Nación: el Río de la Plata, siglos XVIII y XIX; Buenos Aires,
Prometeo Libros, 2007.
31
SCHMIT, Roberto (comp.). Caudillos, política e instituciones… op. cit.

[48]
Estado provincial?, ¿cuáles fueron las lógicas o limitaciones de regulación interna de la
nueva racionalidad gubernamental que permitió ajustar la manera del gobernar el Estado
provincial? Consideramos ineludible poner en discusión esta cuestión porque la
delineación del proyecto de gubernamentabilidad constituyó el punto de partida y el
principal resorte institucional de las políticas estatales de control y regulación de tierras
públicas entrerrianas al mismo tiempo que impuso una serie de restricciones y
facilidades generales al proceso de centralización territorial del Estado provincial.

No pretendemos estudiar las prácticas gubernamentales reales sino la manera


meditada de hacer el mejor gobierno y la reflexión sobre la mejor manera de gobernar.
Trataremos de captar la manera como, desde dentro del gobierno entrerriano, se intentó
conceptualizar esa práctica. De otra forma, queremos determinar el modo en que se
estableció el dominio de la práctica de gobierno, sus objetos, reglas generales y
objetivos de conjunto para gobernar de la mejor manera posible. Así procuramos
focalizarnos en la forma en que el gobierno entrerriano se organizó y cobró cuerpo en
una práctica, como modo de formación de una estrategia política que tuvo como ámbito
de aplicación concreta el Estado provincial. 32

3.1. Los horizontes de la gubernamentabilidad.

Quizás uno de los principales interrogantes abiertos a la elite política


entrerriana33 fue cómo gobernar el Estado provincial en el proceso de formación del
Estado nacional durante la década de 1860. Su experiencia de liderar el proyecto de la
Confederación Argentina, entre los años 1853 y 1860, había dejado como saldo
inmediato un conjunto de problemas políticos que necesitaban una resolución a corto
plazo, como la constitucionalización de los poderes públicos locales, la capitalización
del territorio, la centralización burocrática del estado provincial y el trasvasamiento de
los recursos públicos -tierras, establecimientos y acciones- de la Presidencia y

32
Para M. Foucault, gobernar es “(…) según el principio de la razón de Estado, es actuar de tal modo que
es Estado pueda llegar a ser sólido y permanente, pueda ser rico, pueda llegar a ser fuerte a todo lo que
amenaza con destruirlo”; mientras que, el arte de gobierno es el modo en cómo “(…) debe fijar y
racionalizar sus maneras de obrar, proponiéndose como objetivo transformar en ser el deber ser del
Estado. El deber hacer del gobierno tiene que identificarse con el deber ser del Estado. FOUCAULT,
Michel. El nacimiento de la biopolítica. Curso en el Collège de France (1978-1979); Buenos Aires,
Fondo de la Cultura Económica, 2012, Clase del 10 de Enero de 1979, pp. 15-41.
33
Entendemos como “elite política” al conjunto de individuos que ocupan posiciones de predominio en
las instituciones del Estado. Ver BARAS, Montserrat. “Las elites políticas”; en Revista del Centro de
Estudios Constitucionales, N° 10, 1991, pp. 9-24.

[49]
Legislatura Federal a la Cámara Diputados de la Provincia de Entre Ríos. La apertura
de esta nueva etapa de reflexión acerca del modo de gobernar el Estado provincial se
inició con el debate en torno a la sanción de la primera Constitución de la Provincia de
Entre Ríos en el marco de las sesiones de la Convención Constituyente que funcionó en
la ciudad de Concepción del Uruguay -entre los meses de enero y abril de 1860- y
concluyó en abril de 1870, con el asesinato del Gral. Justo José de Urquiza, por
entonces gobernador provincial. Durante este período de diez años, gobernadores,
ministros generales y legisladores esbozarán -directa o indirectamente- algunas
conceptualizaciones referidas al problema de fijar reglas y racionalizar las maneras de
obrar para hacer un mejor gobierno. El punto de vista gubernamental sobre el buen
gobierno lo encontraremos principalmente en mensajes y discursos de apertura de
sesión de la Cámara de Diputados. En ellos se observará el intento de construir, inventar
o imaginar una comunidad, agrupación o colectividad política monocromática,
integrada por el Estado, las actividades humanas y el territorio. La aprehensión del
tiempo ocupará un rol central en esta definición, pues toda transformación institucional
será asociada a la transición o cambio de época. Es decir, la comprensión de la finalidad
del Estado provincial -el progreso-, los principios asumidos como valederos en todo
momento -el orden- y la identificación de un personaje excepcional -el pueblo- como
destinatario de las políticas estatales, se encontrará impregnado por la acción de tiempo,
donde toda definición futura se apoyará en un pasado, en la declinación de un momento
anterior y en la emergencia de algo nuevo debido a las acciones de personajes fuera de
lo común que realizan sus acciones en momentos de inicio o ruptura.

3.1.1. La conformación de un campo político-estatal.34

La inédita constitucionalización del poder político provincial, en marzo de 1860,


habilitó la formalización de un espacio de intervención singular en donde los integrantes
de esa elite política lograron fijar y racionalizar maneras de obrar -de forma legítima,
con presunción de verdad y con puntos concretos de aplicación- respecto al modo de
gobierno. Este tipo de interposición fue sumamente compleja porque su campo
enunciativo presentó un fuerte grado de dispersión, discontinuidad y contradicción. La
conceptualización acerca del ejercicio de gobierno se dio dentro de la misma práctica, es
decir, fue construyéndose momento a momento y, por consiguiente, se desenvolvió e

34
FOUCAULT, Michel. La arqueología del saber; Buenos Aires, Siglo XXI, 2002, pp. 33-130.

[50]
institucionalizó a través de diferentes tipos de documentos oficiales: mensajes de
apertura, leyes, decretos u ordenanzas, reglamentos y circulares, proyectos y
correspondencia entre el Poder Ejecutivo y Legislativo. La conformación de este
conjunto de conceptos, ideas y reflexiones fue el resultado de un proceso de know-how
de la propia elite política que representaban a ambos poderes: gobernadores, ministros
generales de gobierno, presidentes de la Cámara de Diputados y miembros de la
Comisión Permanente y estuvo en relación directa con sus experiencias políticas y el
contacto prolongado con ciertas prácticas institucionales que les brindaron un
determinado tipo de habilidad acerca del “arte de gobernar” el Estado.
¿Por qué tenían el derecho a emplear esta clase de lenguaje? ¿Cuál era el estatuto
de estos sujetos? Por entonces, el Poder Ejecutivo se encontraba ejercido por un
Gobernador -elegido por la Cámara de Diputados- y los Ministros Generales de
Gobierno -elegidos por el Gobernador con la aprobación de la Cámara de Diputados-, y
del Poder Legislativo, representado por una Cámara de Diputados –cuyos integrantes
era elegidos mediante votación directa por los Departamentos a razón de uno por cada
cinco mil habitantes o de una fracción que no bajara de tres mil-, y una Comisión
Permanente -integrada por cinco miembros cuyo Presidente era nombrado por la
Cámara de Diputados-. ¿Desde qué ámbito institucional hablaban? El lugar donde se
entrecruzaron representantes del Poder Ejecutivo y Legislativo fue la Cámara de
Diputados de la Provincia de Entre Ríos. Esta última adquirió un plano de relevancia
debido a que la carta constitucional la convirtió formalmente en el epicentro del manejo
de los recursos públicos provinciales, sobre una serie de atribuciones que establecía su
exclusividad en lo que respecta a: 1.- la imposición de contribuciones y apertura de
empréstitos sobre los fondos provinciales, 2.- la solicitud de informes al Poder Ejecutivo
sobre los estados y noticias de las rentas provinciales, 3.- la aprobación o rechazo del
presupuesto de gastos anuales para la Provincia y de la inversión de las cantidades
votadas, 4.- el examen y juicio anual de la cuenta del Tesoro, 5.- la declaración de casos
de utilidad pública en que sea necesaria la expropiación, y 6.- la disposición del uso y
enajenación de las tierras y demás propiedades de la Provincia.35

¿Cuáles fueron los procedimientos de intervención? ¿Qué formación de


conceptos impuso? La Constitución Provincial preveía que la Cámara de Diputados

35
Constitución de la Provincia de Entre Ríos de 1860, en Registro Gubernativo de la Provincia de Entre
Ríos, Tomo Primero: 1860-1861-1862; Uruguay, Imprenta de El Uruguay, 1869, pp. 7-25.

[51]
debía reunirse en la capital del territorio desde el 1º de enero hasta el 30 de abril, a
excepción del primer período que realizaría sus sesiones a los dos meses de jurada la
Constitución. En todas las Sesiones de Apertura, el Presidente de la Cámara conformaba
dos comisiones integradas por dos Diputados cada una de ellas, encargadas de conducir,
recibir y acompañar al Gobernador. Una lo buscaba en su domicilio particular y la otra
lo recepcionaba y acompañaba al recinto de la Sala de la Cámara del Diputados donde
esta se encontraba sesionando. En la Legislatura, el Gobernador se encontraba
acompañado por uno o dos de sus Ministros Generales de Gobierno quienes podían
concurrir a las sesiones de la Cámara, tomar parte de la discusión, pero no votar y
debían presentar una memoria detallada de la situación política y administrativa del
Estado Provincial. Este último era quien realizaba la lectura de los mensajes o discursos
de apertura del Poder Ejecutivo dirigido a la Cámara de Diputados. Una vez finalizado
el acto de lectura, el Presidente de la Cámara en nombre de los Diputados, intervenía
ratificando o rectificando los objetos de los mensajes o discursos de apertura y luego
daba por finalizada la Sesión de Apertura.36 Los mensajes o discursos de apertura
contenían un estado de situación general del Gobierno y la Administración -concebidas
como de “marcha política” y “marcha administrativa”-, además de presentar una serie
de medidas y reformas orientadas a “(…) la mejora del bienestar moral y material de la
Provincia”. Los asuntos de “Gobierno” o “marcha política” tenían como objeto las
relaciones políticas con el Estado nacional, las otras Provincias y las fuerzas políticas.
Las cuestiones de “Administración” o “marcha administrativa” tenían como objeto el
trazado de una agenda gubernamental o de acciones relacionadas a la seguridad interior
del territorio provincial. Desde nuestro punto de vista, la importancia de los discursos o
mensajes de apertura radica en que estos expondrán las cuestiones dominantes acerca
del modo de gobernar en la etapa de consolidación material y simbólica del moderno
Estado provincial, a saber: ¿Cuál era la finalidad del Estado provincial? ¿Qué objetivos
particulares perseguía? ¿Cuáles eran los principios valederos que debían orientar las
prácticas gubernamentales? ¿Quién era considerado el principal referente y destinatario
de las políticas estatales?

36
Ibídem…en particular Sección 2, Art. Nº 20; Sección 7, Art. Nº 46, Inc. 2; y, Sección 8, Art. Nº 51 y
52.

[52]
3.1.2. La modelación del progreso como finalidad del Estado.

Según O. Oszlak, la idea de progreso fue una de las concepciones dominantes


en la etapa de construcción de la sociedad argentina a lo largo de la segunda mitad del
siglo XIX. Como noción integradora de la sociedad y condición de existencia de la
misma, estuvo pensada a la luz de las transformaciones materiales del país y del
conocimiento de los elementos que podrían concretarla: la construcción de un orden
político por parte del Estado nacional, y por consiguiente, la movilización de los
factores de producción -tierra, capital y trabajo-. En este sentido, la acción de situar el
progreso como objeto propio de la iniciativa y acción del Estado supuso la asignación
de nuevas funciones y tareas orientadas a crear oportunidades para el desarrollo de las
fuerzas productivas en cuestión.37

En consonancia con esta perspectiva, la elite política entrerriana asumió de


manera explícita que la finalidad del Estado provincial era garantizar el progreso y
mejorar el bienestar del pueblo, en un plano social, material y moral.38 Como
señalábamos anteriormente, la noción de progreso adoptada implicó una manera de
concebir el cambio del mundo social entrerriano, que se debatía entre la transición o
pasaje de una sociedad tradicional hacia una sociedad moderna. Esta concepción,
suponía que la provincia de Entre Ríos se hallaba en un “primer grado de la escala de
la civilización”39, la cual era representada como un ambiente primitivo o arcaico
compuesto por núcleos urbanos aislados, campos desiertos, agricultura poco practicada
y el pastoreo como única actividad económica.40 Esta representación atomizada de la
sociedad entrerriana era homologada con el desorden político, donde imperaba la
guerra, la opresión y la injusticia. La remoción de los elementos retardatarios y, en
definitiva, la transformación completa de mundo social entrerriano, será puesto dentro
del campo de intervención directa del Estado provincial. En este sentido, su principal

37
OSZLAK, Oscar. La formación del Estado…; op. cit., pp. 53-58.
38
Según B. Burns, “(…) las elites creían que progresar significaba volver a crear sus naciones apegándose
tanto como fuera posible a los modelos europeo y norteamericano. Creían que sacarían algún beneficio de
esta reconstitución, y por extensión, suponían que sus naciones se beneficiarían también. Siempre
identificaron (y confundieron) el bienestar de una clase con el bienestar nacional.” Ver BURNS, Bradfor.
La pobreza del progreso: América Latina en el siglo XIX; México D.F., Siglo XXI Editores, 1990, p.
19.
39
Mensaje de la Comisión Permanente de Asuntos Constitucionales a la Convención Constituyente de la
Provincia de Entre Ríos; Concepción del Uruguay, 07-02-1860; en Libro de Actas de la Convención
Constituyente de la Provincia de Entre Ríos; Paraná, 1960, pp. 46-47
40
Nota del Poder Ejecutivo a la H. C. Legislativa; Concepción del Uruguay, 26-03-1862; en AHER.
Libro de Notas de la Cámara de Diputados de Entre Ríos. 2º Período Legislativo, p. 161.

[53]
tarea consistía en consolidar la “confianza pública” a través de la generación de
“franquicias y libertades” en el marco de un nuevo orden político cuyas características
abordaremos más adelante. Este hecho era considerado como la precondición para
incorporar los “elementos civilizatorios”: capitales y fuerza de trabajo de origen
europeo. Ambos factores de producción debían combinarse con los recursos naturales
existentes en el territorio provincial, en particular las tierras públicas rurales. Con
relación a esta situación, el Gral. Urquiza y los Ministros de La Peña y López Jordán (h)
señalaban que

“(…) la necesidad más vital para la Provincia es la de proporcionarse capitales y brazos para la
esplotación de la riqueza que ofrece su suelo. De la combinación de esos dos elementos ha de
nacer la industria en todos los ramos y el perfeccionamiento de la que existe. El comercio tomará
todo el desarrollo que es consiguiente y la abundancia y la riqueza efectiva surjirá en todas partes.
41
Este pensamiento ha preocupado al Gbno. incesantemente, desde su instalación.”

Esta visión lineal y optimista del futuro suponía el despliegue de un “espíritu de


adelanto i progreso” que involucraba la movilización de los nuevos agentes económicos
y la transformación de las actividades productivas tradicionales en un mundo social
entrerriano que comenzaba a cambiar drásticamente.42 Ubicar esa idea de progreso
dentro de la esfera gubernamental permitió su instrumentalización, es decir, su
descomposición en una multiplicidad de objetivos particulares, verificables y
mensurables a lo largo del tiempo. En definitiva, desde el punto de vista del Estado
provincial garantizar que el pueblo entrerriano avance en la senda del progreso
significó: 1). incrementar la población mediante la inmigración de origen europeo; 2).
aumentar el número de empresas relacionadas a la producción agropecuaria; 3).
acrecentar el crédito interno y externo proveniente del sector financiero; y 4). ramificar
las actividades comerciales del ámbito rural y urbano.

41
Nota del Poder Ejecutivo a la H.C. Legislativa; Uruguay, 08-04-1861; en AHER. Libro de Notas de la
Cámara de Diputados de la Provincia de Entre Ríos. 2º Período Legislativo, pp. 84-85.
42
Discurso de Apertura de la 6° Sesión Ordinaria de la Cámara Lejislativa de Entre Ríos; Concepción
del Uruguay, 05-02-1865; en AHER. Honorable Cámara Legislativa de la Provincia de Entre Ríos. Diario
de Sesiones de la Cámara de Diputados. Libro de Actas N° 10, pp. 346-366.

[54]
Figura 1. Transformación del mundo entrerriano desde la perspectiva
gubernamental del progreso. Entre Ríos, 1860-1872.

Generación de
franquicias y libertades

Sociedad Tradicional

Primer grado de la
escala de la civilización Capitales y fuerza de Recursos naturales
trabajo europeos abundantes

Núcleos urbanos Agricultura poco


aislados practicada
Incorporación de
“elementos civilizatorios”

Sociedad Moderna
Pastoreo como única
actividad económica

PROGRESO Y BIENESTAR
(material, social y moral)

Fuente: elaboración propia a partir de Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Provincia de Entre Ríos. Libro 9. Actas
de 14 de junio de 1860 al 21 de marzo de 1861; Primer Período Legislativo. Sesión de Apertura del 17-06-1860; Concepción del
Uruguay, pp. 10-14 Segundo Período Legislativo. Sesión de Apertura del 02-01-1861; Concepción del Uruguay, pp. 320-325. Libro
11. Actas de 8 de marzo de 1862 a 25 de enero de 1866; Cuarto Período Legislativo. Sesión de Apertura del 01-01-1863;
Concepción del Uruguay, pp. 23-27. Quinto Período Legislativo. Sesión de Apertura del 10-01-1864; Concepción del Uruguay, pp.
219-223. Sexto Período Legislativo. Sesión de Apertura del 05-02-1865; Concepción del Uruguay, pp. 364-366. Séptimo Periodo
Legislativo. Sesión de Apertura del 25-01-1866; Concepción del Uruguay, pp. 416-420. Libro 12. Actas de 9 de febrero de 1866 al
19 de mayo de 1869. Octavo Período Legislativo. Sesión de Apertura del 21-01-1867; Concepción del Uruguay, pp. 114-118.
Noveno Período Legislativo. Sesión de Apertura del 20-03-1868; Concepción del Uruguay, pp. 173-178. Décimo Período
Legislativo. Sesión de Apertura del 03-02-1869; Concepción del Uruguay, pp. 275-282.

3.2. La invención de un nuevo orden político.

La invención de un nuevo orden político operó como un trazado más o menos


uniforme en el modo de gobernar el Estado provincial y sus elementos positivos fueron
asumidos como principios valederos en todo momento y circunstancia: el imperio de la
ley, la división de los poderes públicos y la conquista de la paz. Un testimonio en favor
de esto último resulta el contenido de los actos de ceremonia de asunción de los
gobernadores entrerrianos durante este periodo. El 1 de mayo de 1860 el Gral. Justo
José de Urquiza asumió como gobernador de la Provincia de Entre Ríos. El acto se
realizó en la Sala de Sesiones de la Convención Constituyente de la ciudad de

[55]
Concepción del Uruguay. El Gral. Manuel A. Urdinarrain, Presidente de la Convención
Constituyente, fue quien tomó juramento al lider entrerriano bajo la siguiente fórmula:

“¿Juráis por Dios, nuestro Señor y estos Santos Evangelios, desempeñar fielmente el cargo de
Gobernador, cumplir y hacer cumplir la Constitución de la Provincia, someteros a la de la Nación
43
y gobernar la Provincia en libertad, paz y justicia por las leyes?” .

Este enunciado condensaba los argumentos centrales del nuevo orden político
imaginado, una fórmula que sintetizaba el modo de concebir el ejercicio del buen
gobierno y, en definitiva, los límites dentro de los cuales debían movilizarse las
acciones del Estado provincial.

Imagen 1. El Gral. Manuel Basavilbaso (izq.), el Gral. J.J. de Urquiza (centro) y


José M. Domínguez (der.) Año 1865.

Fuente: BOSCH, Beatriz. Historia de Entre Ríos…; op. cit., p. 235.

3.2.1. Bajo el imperio de la ley.

Desde el punto de vista gubernamental, la noción de “imperio de la ley” aludía a


la supremacía de un conjunto de leyes, instituciones y derechos por sobre cualquier otro
aspecto accidental y arbitrario del gobierno de los hombres. Este era uno de los

43
Libro de Actas de la Convención Constituyente… op. cit., p. 94.

[56]
principales criterios de buen gobierno del Estado provincial, porque significaba un
gobierno para el bien común del pueblo entrerriano y el ejercicio del poder político de
acuerdo a leyes positivas. La noción de “imperio de la ley” descansaba en tres
principios ineludibles: generalidad, respeto y bondad.44
En primer lugar, el principio de generalidad entendía que la ley debía ser válida
para todos, en todo momento y sin ningún tipo de distinción. El Gral. Justo José de
Urquiza en uno de sus Mensajes de Apertura de Sesiones de la Cámara de Diputados de
la Provincia de Entre Ríos expresaba que “(…) la ley es superior a todos, vela sobre
todos y en bien de todos… [y conformaba] la base en q. debe reposar todo el edificio
social.”45 En segundo lugar, el principio de respeto pretendía impedir el ejercicio del
poder en defensa de intereses privados o preferencias personales y las “pasiones” de
facciones o partidos. Esta concepción se hallará expresa en el Manifiesto “La
Convención Constituyente de la P. de E.R. a sus comitentes Entre-Rianos”, un
documento de divulgación que acompañó la nueva carta constitucional entrerriana en
1860. El mismo, redactado por los Diputados José R. Baltoré, Anastasio Cardassi y
Martín Ruiz Moreno, planteaba la cuestión en los siguientes términos:

“¡Compatriotas! Orden, respeto a la ley y sumisión a los Majistrados creados por ella, es cuanto os
aconseja vuestro R.R., como q. es el remedio único y eficaz para el engrandecimiento de los
pueblos, y muy especialmente de aquellos q. recién nacen a la vida Constitucional…. Orden,
respeto a la ley y sumisión a los Majistrados creados por ella: tal es el preservativo único de todos
estos males, el medio por excelencia de asegurar las conquistas hechas en el terrenos del progreso
46
y de llenar la misión q. la Providencia ha encargado a la Provincia de Entre-Ríos”

En tercer lugar, el principio de bondad presuponía que las leyes fundamentales


eran buenas y por lo tanto debía gobernarse bajo su observancia. Es decir, todos niveles
estatales y las acciones de gobierno debían subordinarse a un ordenamiento hecho de
leyes, instituciones y derechos transmitidos o impuestos, que a su vez, eran fuentes de
legitimación. Las máximas expresiones de este ordenamiento eran la Constitución

44
BOBBIO, Norberto. El futuro de la democracia; México D.F., Fondo de la Cultura Económica, 1986,
pp. 120-136.
45
Discurso de Apertura de la 2º Sesión Ordinaria de la Cámara Lejislativa de Entre Ríos; Concepción del
Uruguay, 02-01-1861; en AHER. Honorable Cámara Legislativa de la Provincia de Entre Ríos. Diario de
Sesiones de la Cámara de Diputados. Libro de Actas Nº 9 del 14 de Junio de 1860 al 21 de Marzo de
1861, pp. 320-325.
46
Manifiesto “La Convención Constituyente de la P. de E.R. a sus comitentes Entre-Rianos”; Concepción
del Uruguay, 30-03-1860; en Libro de Actas de la Convención Constituyente… op. cit., pp. 83-85.

[57]
Nacional de 1853 y la Constitución Provincial de 1860. En su Manifiesto, la
Convención Constituyente señalaba:

“Abrid ciudadanos, ese libro pequeño, y hallareis en el cuanto es indispensable para gobernar
nuestra Provincia en orden, libertad, paz y justicia… Las Constituciones Argentinas serán
sentencias en q. el desierto, el atraso y las cadenas sean condenadas a desaparecer, pero la
47
ejecución de esas sentencias será obra de muchas jeneraciones (…).”

Para resaltar su condición de bondad, en los diferentes intercambios entre los


Poderes Ejecutivo y Legislativo de Entre Ríos las cartas constitucionales aparecerán
representadas en la figura de Sagrado Código, Código Común, Código General, Ley
Fundamental, Ley Común o Pacto de Unión. Lo cierto era que estos acuerdos políticos
habían normatizado la relación Nación-Provincia, permitiendo delimitar lo más posible
la movilidad del Estado provincial frente al nacional, al mismo tiempo que dejaba un
suficiente espacio para maximizar el crecimiento de las fuerzas materiales, en un
trayecto que el lenguaje de época indicaba como de “prosperidad y progreso bajo
imperio de la ley”.48 Otro de los problemas planteados a los partidarios del “imperio de
la ley” era la defensa de un cúmulo de valores fundamentales incorporados a las cartas
constitucionales. Los miembros de la Comisión Redactora del Manifiesto lo expresaban
así:

“(…) el honor, la vida, la libertad, la propiedad y la igualdad, esos inalienables derechos del
hombre, se han asegurado en lo posible. Pero la mejor garantía de los derechos naturales y sociales
está en no tolerar la infracción de las leyes q. nos hemos dado, y en no mirar con la indiferencia la
49
opresión de los débiles.”

Es decir, no alcanzaba con solo tener presencia en la norma general y abstracta


sino que debían garantizarse por medio del ejercicio del poder político. Estos valores
formaban parte de la función igualadora de la ley en el nuevo orden político entrerriano
y aparecerían codificados en el apéndice “Derecho Público Local” de la Constitución
Provincial de 1860. En este sentido, el pueblo entrerriano será tratado como un conjunto
de habitantes iguales ante la ley con la capacidad y voluntad de trabajar, asociarse con
fines útiles, ejercer la industria, comerciar, usar y disponer de sus propiedades -
consideradas inviolables y libres de toda confiscación-, entrar, permanecer, transitar y

47
Ibídem, pp. 83-85.
48
Ibídem, pp. 83-85.
49
Ibídem, pp. 83-85.

[58]
salir del territorio; y publicar sus ideas por la prensa sin censura previa, peticionar a las
autoridades, profesar libremente su culto, enseñar y aprender. Los extranjeros que
residían en el territorio entrerriano gozaban de los mismos derechos civiles del
ciudadano. Por otro lado, ningún habitante podía ser obligado a hacer lo que no
mandase la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe, y solo en su virtud o sentencia
fundada en ella podía exigirse servicios personales. Tampoco eran admitidas las
prerrogativas de sangre ni de nacimiento, fueros personales o títulos de nobleza.50
La elite política entrerriana era sensible de manera singular a la cuestión del
“imperio de la ley”, particularmente porque se enfrentó al desafió de la búsqueda de un
equilibrio político y militar frente a la formación del Estado nacional y la
reconfiguración del sistema de alianzas intra e interprovinciales a partir de la década de
1860. La necesidad de agenciar la convivencia política para alcanzar la propia
supervivencia del Estado provincial era manifestada por el Gral. Justo José de Urquiza
de la siguiente manera:

“(…) es el deseo que no se alteren en lo más mínimo los principios fundamentales en que se basa
el Código Común, cuyo imperio esta Provincia intenta cimentar, sacrificando la sangre preciosa de
51
sus heroicos hijos.”

Luego indicaba que:

“(…) la Provincia de Entre Ríos se halla decidida a respetar la Autoridad Nacional y a cooperar a
su sostén, como a sacrificarse por sus inmunidades y derechos. Poderosa para ello, reposa tranquila
bajo la protección de la ley fundamental…. La Constitución Nacional y la Autoridad General por
ella establecida, han contado en el Gobierno de la Provincia con la lealtad del que cumple la ley
52
con la conciencia del que más grandes esfuerzos hizo para fundarla.”

En consonancia con este pensamiento, José M. Domínguez, en ejercicio del Poder


Ejecutivo provincial plantearía que,

50
Constitución de la Provincia de Entre Ríos de 1860…; op. cit., en particular Sección 12. Apéndice:
Derecho Público Local.
51
Discurso de Apertura de la 9º Sesión Ordinaria de la Cámara Lejislativa de Entre Ríos; Concepción del
Uruguay, 20-03-1868; en AHER. Honorable Cámara Legislativa de la Provincia de Entre Ríos. Diario de
Sesiones de la Cámara de Diputados. Libro de Actas Nº 12 del 9 de febrero de 1866 al 19 de Mayo de
1869, pp. 1173-178,
52
Discurso de Apertura de la 10º Sesión Ordinaria de la Cámara Lejislativa de Entre Ríos; Concepción
del Uruguay, 03-02-1869; en AHER. Honorable Cámara Legislativa de la Provincia de Entre Ríos. Diario
de Sesiones de la Cámara de Diputados. Libro de Actas Nº 12 del 9 de febrero de 1866 al 19 de Mayo de
1869, pp. 275-282.

[59]
“(…) es así, como la lei ejerciendo su imperio sin violencia, una e igual para todos, ha llevado a la
conciencia de cada uno el convencimiento i el respeto a los principios, que garanten su
53
observancia, con la fuerza i firmeza q. trae aparejada la verdad i la justicia”.

Para el ex Ministro General de Gobierno del Gral. J.J. de Urquiza, gobernar el


Estado provincial bajo el “imperio de la ley” representaba: 1). actuar bajo el sentimiento
de justicia e interés de la conveniencia pública; 2). asegurar los derechos por el ejercicio
libre y regular de las prácticas constitucionales; y 3). ejercer la autoridad política sin
resistencia ni competencias que contradigan la acción legitima de los poderes públicos.

3.2.2. La separación de los poderes públicos.

La separación de los poderes públicos instituidos por la Constitución de la


Provincia de Entre Ríos, sancionada en marzo de 1860 en Concepción del Uruguay,
debe ser entendida como una pieza fundamental de la invención de un nuevo orden
político. Previamente a la sanción de la carta constitucional, la Comisión Permanente de
Asuntos Constitucionales de la Convención Constituyente señalaba en su informe
preparatorio, que el proyecto de Constitución había sido elaborado respetando tres
aspectos centrales,

“(…) la división de poderes q. forma la esencia del sistema representativo, los principios y
garantías q. constituyen la parte esencial de las Constituciones y estar perfectamente ajustado al
54
Código general.”

La primera aludía a la separación de los ámbitos Ejecutivo, Legislativo y Judicial; la


segunda a la adopción del derecho público local, y; la tercera a la correspondencia plena
con la Constitución Nacional de 1853. Los miembros de la Comisión consideraban que
el equilibrio y la independencia entre poderes, era garantía de libertad. También
pensaban que era necesario una delimitación clara y precisa de sus atribuciones porque,

“(…) en países q. recién nacen a la vida constitucional, es indispensable decirlo todo para evitar
dificultades y tropiezos y no dejar nada vago q, en adelante pueda ser objeto de diversas
interpretaciones y causas sensibles de disturbios (…) Al efecto, como he dicho antes, ha cuidado

53
Discurso de Apertura de la 6° Sesión Ordinaria de la Cámara Lejislativa de Entre Ríos; Concepción del
Uruguay, 05-02-1865; en AHER. Honorable Cámara Legislativa de la Provincia de Entre Ríos. Diario de
Sesiones de la Cámara de Diputados. Libro de Actas N° 10, pp. 346-366.
54
Informe de la Comisión Permanente de Negocios Constitucionales y Redactora del Proyecto de
Constitución; Concepción del Uruguay, 07-02-1860; Libro de Actas de la Convención
Constituyente…, op. cit., pp. 46-47.

[60]
de señalar prolijamente las facultades y atribuciones de cada uno como el medio más eficaz de
55
evitar abusos y complicaciones.”

Consecuente con este razonamiento, la Comisión Redactora del Manifiesto “La


Convención Constituyente de la Provincia de Entre Ríos a su comitentes Entre-Rianos”
se encargaría de resaltar la importancia de no dejar, “(…) nuestra suerte librada al
capricho del Poder: claramente definidas sus atribuciones y deberes, no habrá el
pretesto tan común, cuando se viola la ley, de su confusión y oscuridad (…).”56

Tres aspectos son centrales en este pensamiento. En primer lugar, la delimitación


de los ámbitos de competencia de los poderes públicos -Ejecutivo, Legislativo y
Judicial-. Los límites y alcances del ejercicio de su autoridad y el área de
responsabilidad otorgados por la Constitución Provincial tenían como propósito evitar la
anarquía“(…) por la falta de atribuciones necesarias no acordadas al Poder.”57 En
segundo lugar, el propósito de fortalecer el ámbito ejecutivo tenía como objetivo
impedir la “anarquía”, con la precaución de no transformarse en una “tiranía” a partir
del avasallamiento de las competencias de los poderes legislativo y judicial. En palabras
de la Comisión Redactora:

“(…) El P. Ejecutivo… no se ha hecho una nulidad, se ha vigorizado lo bastante para que sea lo
que debe ser, el guardián respetado y el agente supremo en la ejecución de las leyes, sin que jamás
pueda dejenerar en tirano. Al efecto sus facultades no le prestan ingerencia en lo que corresponde
al Poder Legislativo o Judicial, ni tampoco en lo que es municipal. Para que le sea fácil la tarea de
hacer observar las leyes, en sus manos se colocan todos los medios de acción y ejecución… este
poder tiene vigor para resistir los embates de la demagojia, y con su robusto brazo arrancar de raíz
58
el árbol maldito de la anarquía (…)”

En tercer lugar, el énfasis puesto en la condición de independencia del ámbito judicial lo


convertía en el vínculo natural entre los poderes ejecutivo y legislativo. Por ello, se
argumentaba que:

“(…) El P. Judicial… esa columna inamovible del edificio social, tiene también definida sus
atribuciones, y en lo que es de su resorte no entrará ni el P.E. ni el P.L. -el biene a ser el vinculo de
armonía entre los Poderes-. Su independencia está consagrada y garantida en inamovilidad de los
Jueces, para que así sean verdaderos sacerdotes del templo de la Justicia- Sujetos a la ley los

55
Ibídem…, pp. 46-47.
56
Manifiesto “La Convención Constituyente de la P. de E.R. a sus comitentes Entre-Rianos”; Concepción
del Uruguay, 30-03-1860; en Libro de Actas de la Convención Constituyente… op. cit., pp. 83-85.
57
Ibídem, pp. 83-85.
58
Ibídem, pp. 83-85.

[61]
Majistrados, por una responsabilidad nunca ilusorias son la espada de Damocles pendiente sobre la
cabeza del malvado- Y tal como este Poder se ha formado, será realmente el paladín del orden
59
social para nosotros (…)”

En definitiva, el diseño político trazado por la Constitución Provincial de 1860 y


sus leyes complementarias, plantearía formalmente el modo de gobernar el Estado
entrerriano a través de un Poder Legislativo, ejercido por la Cámara de Diputados, que
tenía la facultad de elaborar y sancionar de leyes relativas a la administración interior y
particular de la Provincia; un Poder Ejecutivo, a cargo del Gobernador y sus Ministros
Secretarios de Gobierno; que tenía la facultad de hacer ejecutar dichas leyes; y por
último, un Poder Judicial, constituido por la Cámara de Justicia, Jueces de Alzada y
Jueces de Primera Instancia en lo Civil, Comercial y Criminal, que debía aplicar y hacer
aplicar ese cuerpo de leyes en causas civiles, criminales y mercantiles. 60 El Gral. Justo
José de Urquiza señalaría al respecto:

“Constituidos y en ejercicio los tres altos poderes se auxilian y apoyan recíprocamente, avanzado
por una manera uniforme hacia el progreso gral. de la Provincia el q. esta desea con vivo
61
interés.”

3.2.3. Conquistar la paz, alcanzar la libertad y justicia.62

Para agenciar la senda del nuevo orden político se consideraba preciso gobernar
la provincia en paz, libertad y justicia. Este trayecto dependía, en primer lugar, de la
conquista de la paz como precondición para alcanzar la libertad y la justicia. La paz
como valor o principio del nuevo orden político entrerriano entrelazaba la secuencia de
unidad-seguridad-progreso. El estado de paz refería a una situación de no-guerra,
producto de la resolución del conflicto armado, primero, entre unitarios y federales, y
luego, entre la Confederación Argentina y el Estado Autónomo de Buenos Aires. El
Gobernador José M. Domínguez se refería a este hecho de la siguiente manera:

“Después de medio siglo de continuas guerras civiles i de esteriles luchas de partido, la paz era i
es una necesidad de vida i de progreso para los pueblos de la Republica. La época de separación

59
Ibídem, pp. 83-85.
60
Constitución de la Provincia de Entre Ríos de 1860…; op. cit. 47-67.
61
Discurso de Apertura de la 2º Sesión Ordinaria de la Cámara Lejislativa de Entre Ríos; Concepción del
Uruguay, 02-01-1861; en AHER. Honorable Cámara Legislativa de la Provincia de Entre Ríos. Diario de
Sesiones de la Cámara de Diputados. Libro de Actas Nº 9 del 14 de Junio de 1860 al 21 de Marzo de
1861, pp. 320-325.
62
BOBBIO, Norberto. Teoría general de la política; México D.F.; Editorial Trotta, 2009, p. 547 y ss.

[62]
debía sucederse a la de errores i estravios mediante una amarga pero saludable experiencia,
63
templada a los golpes de un duro aprendizaje.”

Metafóricamente, el estado de guerra era representado en la figura de un


INCENDIO y el uso de la violencia colectiva para la solución de la relación de conflicto
o disputa entre los grupos políticos en pugna era caracterizado como HIERRO
CRIMINAL. Para la elite política entrerriana, la tarea consistía en apagar aquellas
CHISPAS que pudieran incitar el uso de la fuerza física para romper el estado de paz:
“los resabios de las viejas pasiones y sus partidos”, “las exageraciones de patriotismo
mal comprendido” y “las intrigas de los genios díscolos”. Pues, la afirmación de la
conquista de la paz traerá aparejado la criminalización de las insubordinaciones frente al
poder central, en particular, la condena hacia aquellos grupos políticos que atentaran en
contra del nuevo orden establecido, considerados causantes de la violencia, la
desintegración y la inseguridad interior.
En este sentido, la noción de estado de paz se entrelazará con las ideas de
amistad, unión, congregación, armonía, cordialidad, buena inteligencia y amor común a
la Patria, Nación o República -términos utilizados indistintamente-. En el contexto de la
búsqueda de una estrategia general de constituir un sistema de equilibrio entre el Estado
nacional y Buenos Aires, se afirmaba que el primero constituía “(…) el centro común de
las Provincias confederadas, todo debe tender hacia él, para recibir, á la vez, del
mismo poder general, la influencia conveniente á la conservación de la unión.”64 Y la
segunda, “(…) la primera columna de la Nacionalidad Argentina, y con la riqueza y el
crédito q. ha sabido crear su ilustrada administración, como con las luces y principios
de sus hombres nuestra patria común llegará a los más altos y grandes destinos.”65

Debido a que el estado de guerra suponía la violencia colectiva, esto es, la


organización de un aparato predispuesto y adiestrado para tal objetivo, la conquista de la
paz por contigüidad significará el “reposo de fuerzas” y la “tranquilidad interior”. Para
el Gral. Justo José de Urquiza, la provincia de Entre Ríos,

63
Discurso de Apertura de la 6° Sesión Ordinaria de la Cámara Lejislativa de Entre Ríos; Concepción del
Uruguay, 05-02-1865; en AHER. Honorable Cámara Legislativa de la Provincia de Entre Ríos. Diario de
Sesiones de la Cámara de Diputados. Libro de Actas N° 10, pp. 346-366.
64
Discurso de Apertura de la 2º Sesión Ordinaria de la Cámara Lejislativa de Entre Ríos; Concepción del
Uruguay, 02-01-1861; en AHER. Honorable Cámara Legislativa de la Provincia de Entre Ríos. Diario de
Sesiones de la Cámara de Diputados. Libro de Actas Nº 9 del 14 de Junio de 1860 al 21 de Marzo de
1861, pp. 320-325.
65
Ibídem, pp. 320-325.

[63]
“(…) necesitaba retemplar sus fuerzas gastadas en sacrificios estériles y mal compensados;
restaurar sus elementos de vida física y moral; hacer su progreso y felicidad interior aplicando a
66
ello todas las fuerzas vivas que la política se empeñaba en extraviar.” ;[ mientras que] (…) el
perfecto estado de tranquilidad interior… es la mejor base que puede ofrecer a los Legisladores el
encargado del P.E.; ese es el supremo bien de los Pueblos que necesitan mejorar día a día sus
67
instituciones y sin extraviar un momento la senda del progreso.”

Por consiguiente, se imaginaba un territorio entrerriano libre de conflictos armados, por


lo tanto, propicio para llevar adelante todas las transformaciones institucionales
necesarias para modificar el mundo social entrerriano en términos de progreso. Por
ello, se señalaba que,

“(…) sin partidos que sacrifiquen a sus pasiones los grandes intereses; unidos los ciudadanos por
el común amor de su patria; la Provincia ofrece un hermoso modelo de ventura social que es
necesario no dejar de favorecer y consolidar, con la aplicación moderada de las leyes sabias
68
(…)” .

El “imperio de la ley” garantizaba la libertad de acción del pueblo entrerriano,


codificada en las cartas constitucionales de 1853 y 1860, y el ejercicio de los poderes
públicos aseguraba la eliminación de la injusticia, comprendida como infracción a las
leyes, opresión de los débiles, abuso de autoridad, ilegalidad, negligencia y mala
conducta de los gobernantes. En el año 1864, en el cierre de su primer mandato
constitucional como gobernador de la provincia de Entre Ríos, el Gral. Justo José de
Urquiza se dirigía a la Cámara de Diputados resaltando la relación entre el estado de paz
y las transformaciones institucionales,

“Así señores, la paz ha sido un inmenso beneficio para ella de que debemos dar infinitas gracias a
la Providencia Divina. Así, las instituciones se han hecho una verdad práctica arraigada

66
Discurso de Apertura de la 5º Sesión Ordinaria de la Cámara Lejislativa de Entre Ríos; Concepción del
Uruguay, 10-01-1864; en AHER. Honorable Cámara Legislativa de la Provincia de Entre Ríos. Diario de
Sesiones de la Cámara de Diputados. Libro de Actas Nº 11 del 8 de Marzo de 1862 al 25 de Enero de
1865, pp. 219-223.
67
Discurso de Apertura de la10º Sesión Ordinaria de la Cámara Lejislativa de Entre Ríos; Concepción del
Uruguay, 03-02-1869; en AHER. Honorable Cámara Legislativa de la Provincia de Entre Ríos. Diario de
Sesiones de la Cámara de Diputados. Libro de Actas Nº 12 del 9 de Febrero de 1866 al 19 de Mayo de
1869, pp. 275-282
68
Discurso de Apertura de la 5º Sesión Ordinaria de la Cámara Lejislativa de Entre Ríos; Concepción del
Uruguay, 10-01-1864; en AHER. Honorable Cámara Legislativa de la Provincia de Entre Ríos. Diario de
Sesiones de la Cámara de Diputados. Libro de Actas Nº 11 del 8 de Marzo de 1862 al 25 de Enero de
1865, pp. 219-223.

[64]
profundamente ya en las habitudes del pueblo; la libertad un don de todos; la instrucción una
69
necesidad de su vida; la justicia el depositario invulnerable y fiel de las garantías del ciudadano.”

Figura 2. Transformación del mundo entrerriano desde la perspectiva


gubernamental del orden político. Entre Ríos, 1860-1872.

DESORDEN Separación de los


poderes públicos

Demagogia, inmoralidad
(pasiones)
Paz, Libertad Imperio de
y Justicia la Ley

Guerra, Opresión e Anarquía


Injusticia
Base del edificio social
entrerriano (racional)

Tiranía ORDEN

Fuente: elaboración propia a partir de Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Provincia de Entre Ríos. Libro 9. Actas
de 14 de junio de 1860 al 21 de marzo de 1861; Primer Período Legislativo. Sesión de Apertura del 17-06-1860; Concepción del
Uruguay, pp. 10-14 Segundo Período Legislativo. Sesión de Apertura del 02-01-1861; Concepción del Uruguay, pp. 320-325. Libro
11. Actas de 8 de marzo de 1862 a 25 de enero de 1866; Cuarto Período Legislativo. Sesión de Apertura del 01-01-1863;
Concepción del Uruguay, pp. 23-27. Quinto Período Legislativo. Sesión de Apertura del 10-01-1864; Concepción del Uruguay, pp.
219-223. Sexto Período Legislativo. Sesión de Apertura del 05-02-1865; Concepción del Uruguay, pp. 364-366. Séptimo Periodo
Legislativo. Sesión de Apertura del 25-01-1866; Concepción del Uruguay, pp. 416-420. Libro 12. Actas de 9 de febrero de 1866 al
19 de mayo de 1869. Octavo Período Legislativo. Sesión de Apertura del 21-01-1867; Concepción del Uruguay, pp. 114-118.
Noveno Período Legislativo. Sesión de Apertura del 20-03-1868; Concepción del Uruguay, pp. 173-178. Décimo Período
Legislativo. Sesión de Apertura del 03-02-1869; Concepción del Uruguay, pp. 275-282.

3.3. Una comunidad imaginada: el pueblo entrerriano.

Al momento de asumir como gobernador de la Provincia de Entre Ríos, el 1 de


mayo de 1860, el Gral. Justo José de Urquiza pronunciará un breve discurso, altamente
pedagógico y aleccionador, en el cual dejará planteada su noción de pueblo entrerriano.
Un punto de vista que se irá refinando a lo largo de numerosos intercambios entre los
representantes de los Poderes Ejecutivo y Legislativo, pero que mantendrá su
modelación original. Esta perspectiva imaginaba al pueblo entrerriano como una “(…)

69
Ibídem, pp. 219-223.

[65]
juventud noble y bizarra que en las armas y en las letras se ha civilizado… [y
marchaba] regularmente, unida y compacta por la senda florida de las instituciones
libres y progresistas, a su engrandecimiento y prosperidad”.70

Esta noción del pueblo entrerriano como una comunidad o colectividad política
de carácter homogénea, sin fisuras ni intersticios, se hallaba cohesionada por la
inculcación de una serie de valores o normas referidas a un pasado común que fijó
relaciones de semejanza, uniformidad y contigüidad en el pasaje simbólico o ritual de
una sociedad tradicional hacia una sociedad moderna. Pues, la idea de juventud como
estadio del cuerpo social entrerriano se asociaba al tránsito entre el desorden (infancia)
y el orden (madurez), que era expresado de la siguiente manera,

“Un año más cumplido en el camino dichoso de la Paz, del Orden y de la Ley, es para un pueblo
joven, un año de salud y de vida robusta en q. si las nuevas esperanzas q. inspira su propia
abundancia, disminuye para su noble ambición el valor de su conquistas en el desenvolvimiento de
71
su progreso social y material no por eso son menos importantes y fecundas.”

Bajo esta forma de representación subyacía una aprehensión distintiva del ritmo de
transformación y condiciones de emergencia del pueblo entrerriano. Esta noción de
cambio, será pensada en dos grandes momentos: 1). un “tiempo de lucha y prueba” y 2).
una “época de expectativa tranquila”.

Durante el período de “tiempo de lucha y prueba”, se percibía al pueblo


entrerriano como un colectivo militarizado: un pueblo-ejercito y un pueblo-soldado, es
decir, un “(…) capitán famoso y aplaudido o modesto soldado de una causa grande y
hermosa q, a él le fue dado emprender”.72 Por un lado, se aludía la figura de pueblo-
ejercito en su relación con el liderazgo político-militar del Gral. Justo José de Urquiza,
que lo había conducido por diferentes situaciones políticas y militares adversas
devenidas en victorias en la búsqueda de la paz, libertad y justicia. El Gral. Manuel A.
Urdinarrain en alusión a la cuestión señalaba que,

70
Mensaje del Gobernador Justo José de Urquiza a la Convención Constituyente de la Provincia de Entre
Ríos; Concepción del Uruguay, 01-05-1860; en Libro de Actas de la Convención Constituyente… op.
cit., pp. 95-96.
71
Discurso de Apertura de la 4º Sesión Ordinaria de la Cámara Lejislativa de Entre Ríos; Concepción del
Uruguay, 01-01-1863; en AHER. Honorable Cámara Legislativa de la Provincia de Entre Ríos. Diario de
Sesiones de la Cámara de Diputados. Libro de Actas Nº 11 del 8 de Marzo de 1862 al 25 de Enero de
1865, pp. 23-27.
72
Ibídem, pp. 23-27.

[66]
“Lo llamo heroico ante vos, Señor, que tantas veces le habéis demandado abnegación y que sois
testigo de habérosla prestado sin reserva y hasta el sacrificio. Ante vos, Señor, que el primero en
todos los combates por la independencia, por la libertad, habéis sabido conducir vuestro ejército,
que es vuestro pueblo, de victoria en victoria, sin ocuparos del número con que era necesario
73
vencer ni de los enemigos que debían ser vencidos.”

Por otra parte, la referencia al pueblo-soldado aludía a la defensa legítima de los


intereses de la recientemente constituida República Argentina. El primer mandatario
provincial lo expresaba de la siguiente manera:

“Entreguémonos con ahínco a labrar sobre instituciones convenientes el progreso y felicidad de la


Provincia; nos debemos a ella con todas nuestras fuerzas; pero séame permitido recordar en este
momento a mi pueblo querido lo que él sabe del corazón: que nos debemos en primer lugar a la
gloriosa causa en que nos ha cabido una parte tan principal – La existencia constituida, integra y
libre de la gran República Argentina. En sus momento de peligro, no seremos una Provincia, sino
74
un soldado” .

Esta actitud política era simbolizada a través de una serie de valores que integraba la
matriz del pueblo entrerriano como colectivo militarizado forjado en un “tiempo de
lucha y prueba”, como señalaba Urquiza,

“(…) en los grandes hechos que me ha sido necesario cumplir para la nación, no he sido un
hombre solo: he sido un pueblo entero encarnado en un hombre; he sido el Pueblo Entre-Riano,
modelo sublime de patriotismo, de lealtad, de abnegación y de valor; por eso se han verificado
hechos que la historia recoge con avidez porque son la causa de la actualidad de la República,
75
constituida y libre”

El pasaje o transición del pueblo entrerriano entre los momentos históricos de


“lucha y prueba” y “expectativa tranquila” será representado en la figura ritual del
“holocausto”, es decir, un acto de entrega, sacrificio u ofrenda “ascendente” o de fin
superior -de carácter noble y buena fe- que realizó la comunidad política a través de su
caudillo por el bien o beneficio de todos (la nación, la república). En este sentido, se
imaginaba que el pueblo entrerriano había ofrecido su vida “en holocausto al gran
principio federal en las batallas” 76 y el Gral. Urquiza su salud “en holocausto a la

73
Mensaje del Presidente de la Convención Constituyente Gral. Manuel A. Urdinarrain al Gobernador
Electo de la Provincia de Entre Ríos Gral. Justo José de Urquiza, Concepción del Uruguay, 01-05-1860;
Libro de Actas de la Convención Constituyente… op. cit., p. 94.
74
Mensaje del Gobernador Justo José de Urquiza a la Convención… op. cit.; pp. 95-96.
75
Ibídem, p. 96
76
Ibídem, p. 96.

[67]
Nación” 77 ¿En que había consistido tal ofrenda? ¿Cuál era el tamaño de la decisión, del
esfuerzo y el mérito de ese sacrificio? La década de 1850 había resultado crucial para la
Provincia de Entre Ríos. En el año 1854, el gobierno de la Confederación Argentina
había capitalizado provisoriamente la ciudad de Paraná, suspendido el gobierno
provincial, federalizado el territorio entrerriano y trasvasado los recursos estatales
(tierras públicas, establecimientos y acciones) a la órbita de la Presidencia y Legislatura
Federal. Este acontecimiento era explicado de la siguiente forma, “(…) la heroica P. de
E.R. desde entonces ningún sacrificio ni el de su individualidad política ha ahorrado, ni
el goce de los derechos que ese Código había conquistado a sus hermanos para
contribuir a afianzar la obra inmensa de su organización política (…)”78

La tarea de referenciar este acto de ofrenda -la entrega de su individualidad


política- en momentos verificables de un momento histórico reciente definió el trazado
imaginario de un pasado común que rememoró una serie de momentos claves, los cuales
se suponían forjados por la propia comunidad política bajo la conducción de Justo José
de Urquiza: 1 de mayo de 1851 – 3 de febrero de 1852 – 9 de julio de 1853 – 23 de
octubre de 1859 – 11 de noviembre de 1859 – 17 de septiembre de 1861. La operación
de imaginar un pasado común implicó una relectura de la trilogía Caseros-Cepeda-
Pavón que despojará al proceso político de toda circunstancia de conflicto para
imprimirle un sentido pacificador. Un primer momento, involucraba la tríada
conformada por el Pronunciamiento de Urquiza contra el Brig. Juan Manuel de Rosas,
la Batalla de Caseros y la Jura de la Constitución Nacional en Santa Fe (1851-1853),
interpretada como una instancia que,

“(…) preparó con la caída de la tiranía una nueva era á la libertad y á la organización del país…,
hizo desaparecer la razón de existencia de los dos partidos políticos que venían, hacía cuarenta
años, aniquilando al país con sus riñas incesantes… [y] puso la base del edificio de la ley que
debía levantarse sobre los escombros que la anarquía y el despotismo habían hacinado sobre el
79
suelo de la patria.”

Un segundo momento, la batalla de Cepeda y el Pacto de San José de Flores (1859),


que habían desacreditado, “(…) para siempre la lucha civil y los triunfos de la

77
Mensaje “Manifestación de reconocimiento y aplauso de los Entre-Rianos al General Urquiza”;
Concepción del Uruguay, 1862; en Documentos relativos a la Organización Constitucional de la
República Argentina. Tomo 1; Buenos Aires, 1911, pp. 284-287.
78
Ibídem, pp. 284-287.
79
Minuta del Gral. Manuel Urdinarrain al Gral. Justo José de Urquiza; Concepción del Uruguay, 15-01-
1862; en Documentos relativos a la Organización Constitucional…, op. cit., pp. 309-313.

[68]
violencia de las armas entre hermanos, para alzar como jueces benéficos de sus
contiendas á la razón y á la concordia.”80 Un tercer momento, la batalla de Pavón
(1861) que representó, “(…) el más grande ejemplo de aborrecimiento á la lucha civil
… en presencia de una lucha que tomaba cada vez más odiosos caracteres, se resolvió
sustraer á ella su persona y los elementos de esta Provincia, … é hizo imposible la
continuación de sus desastres.”81 Urquiza simbolizaba este proceso político de casi una
década de duración de la siguiente forma:

“La P. de E.R. después de haber entonado el voto salvador de libertad y organización que el 1º de
mayo de 1851, resonó por toda la República, atrayendo a mi alrededor a todos los patriotas, y que
empezó a cumplirse en Caseros, perfeccionándose el 9 de Julio de 1853 en que los ciudadanos y
los pueblos argentinos largo tiempo sacrificados al arbitrio de las pasiones sangrientas que
engendra, juraron con nosotros el sagrado código que constituye la Gran Nación sobre las bases de
la libertad y la fusión … En la gloriosa campaña que terminó el 11 de Nbre. hemos dado una
82
elocuente prueba.”

Según la perspectiva gubernamental, la conquista del orden político habilitó una


“época de expectativa tranquila”, donde el pueblo entrerriano de la Patria Nueva -como
le llamaba el poeta H. Ascasubi- será imaginado como unidad doméstica, integrado por
la figura de gran padre soberano -el Gral. Justo José de Urquiza-, en torno al cual se
agruparán los hombres, esposas, hermanos e hijos, los bienes y el hogar. En los términos
del caudillo entrerriano, esta comunidad era entendida como,

“(…) una familia unida y virtuosa, donde no hay más que un ídolo -La Patria-, donde no hay odios
políticos, donde no hay ilegitimas aspiraciones, donde no hay ni razón ni temor de las fatales
83
disensiones que hacen tan desgraciados a algunos de nuestros hermanos.”

Esta mirada se complementaba con la reivindicación de la figura de patronazgo del


Urquiza sobre el pueblo entrerriano, representado de la siguiente manera:

“Con cuanto placer lo contemplo así en este momento cuando me aclama de nuevo como su Gefe,
a mí que lo he sido tanto tiempo, para merecer que más conciudadanos me dan ese otro título que
84
llena mas mi corazón y que me lo dan con más frecuencia, el de padre, de protector y de amigo.”

80
Ibídem, pp. 309-313.
81
Ibídem, pp. 309-313.
82
Mensaje del Gobernador Justo José de Urquiza a la Convención Constituyente de la Provincia de Entre
Ríos, Concepción del Uruguay, 01-05-1860; Libro de Actas de la Convención Constituyente de la
Provincia de Entre Ríos, p. 96
83
Ibídem, p. 96.
84
Ibídem, p. 96.

[69]
Esta comunidad, la gran familia entrerriana, será pensada como un modelo donde “la
verdad práctica de las instituciones se encuentra arraigada profundamente en sus
habitudes” 85, como “(…) un ejemplo sino nuevo, raro y precioso, el de un pueblo q. sabe
ser libre sin pasiones, sin discusiones sangrientas y sin desordenes” 86 y una distinguida
muestra de “(…) amor a la tranquilidad, al orden y al trabajo.”87 El arraigo de estos
principios en los hábitos y costumbre del pueblo entrerriano serán considerados
fundamentales, pues se imaginaba que serían los resortes para restituir “(…) en una
palabra, su vida propia por el gobierno de sí misma”.88

Figura 3. Transformación del mundo entrerriano desde la perspectiva


gubernamental del Estado de Paz. Entre Ríos, 1860-1872.

Modelo de verdad,
libertad y amor

TIEMPO DE LUCHA Y
PRUEBA

1 de Mayo de 1860
11 de Noviembre de 1859 Gral. J.J. de Urquiza
Gran familia unida
9 de Julio de 1853 Padre, protector y
y virtuosa
1 de Mayo de 1851 amigo

Restitución de su vida
Pueblo-Ejercito Pueblo-Soldado
propia por el Gobierno de sí
misma (1860 en adelante)

Modelo de patriotismo, EPOCA DE EXPECTATIVA


abnegación, lealtad, TRANQUILA
valor y heroísmo

85
Discurso de Apertura de la 5º Sesión Ordinaria de la Cámara Lejislativa de Entre Ríos; Concepción del
Uruguay, 10-01-1864; en AHER. Honorable Cámara Legislativa de la Provincia de Entre Ríos. Diario de
Sesiones de la Cámara de Diputados. Libro de Actas Nº 11 del 8 de Marzo de 1862 al 25 de Enero de
1865, pp. 219-223.
86
Discurso de Apertura de la 4º Sesión Ordinaria de la Cámara Lejislativa de Entre Ríos; Concepción del
Uruguay, 01-01-1863; en AHER. Honorable Cámara Legislativa de la Provincia de Entre Ríos. Diario de
Sesiones de la Cámara de Diputados. Libro de Actas Nº 11 del 8 de Marzo de 1862 al 25 de Enero de
1865, pp. 23-27.
87
Discurso de Apertura de la 10º Sesión Ordinaria de la Cámara Lejislativa de Entre Ríos; Concepción
del Uruguay, 03-02-1869; en AHER. Honorable Cámara Legislativa de la Provincia de Entre Ríos. Diario
de Sesiones de la Cámara de Diputados. Libro de Actas Nº 12 del 9 de febrero de 1866 al 19 de Mayo de
1869, pp. 275-282.
88
Mensaje del Presidente de la Convención Constituyente, op. cit., p. 94

[70]
Fuente: elaboración propia a partir de Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Provincia de Entre Ríos. Libro 9. Actas
de 14 de junio de 1860 al 21 de marzo de 1861; Primer Período Legislativo. Sesión de Apertura del 17-06-1860; Concepción del
Uruguay, pp. 10-14 Segundo Período Legislativo. Sesión de Apertura del 02-01-1861; Concepción del Uruguay, pp. 320-325. Libro
11. Actas de 8 de marzo de 1862 a 25 de enero de 1866; Cuarto Período Legislativo. Sesión de Apertura del 01-01-1863;
Concepción del Uruguay, pp. 23-27. Quinto Período Legislativo. Sesión de Apertura del 10-01-1864; Concepción del Uruguay, pp.
219-223. Sexto Período Legislativo. Sesión de Apertura del 05-02-1865; Concepción del Uruguay, pp. 364-366. Séptimo Periodo
Legislativo. Sesión de Apertura del 25-01-1866; Concepción del Uruguay, pp. 416-420. Libro 12. Actas de 9 de febrero de 1866 al
19 de mayo de 1869. Octavo Período Legislativo. Sesión de Apertura del 21-01-1867; Concepción del Uruguay, pp. 114-118.
Noveno Período Legislativo. Sesión de Apertura del 20-03-1868; Concepción del Uruguay, pp. 173-178. Décimo Período
Legislativo. Sesión de Apertura del 03-02-1869; Concepción del Uruguay, pp. 275-282.

3.4. La razón del Estado entrerriano: entre la analogía y el tiempo.

A partir de este punto, podemos señalar que el proyecto de gubernamentabilidad


entrerriano se fundó en una serie de analogías que posibilitó reconocer la estructura
formal de una red de relaciones constituida por reflexiones, ideas y conceptualizaciones
acerca del modo de gobernar el Estado provincial. Este conjunto representó un
ordenamiento complejo agrupado en torno a dos modelos ideales de pares
contrapuestos, representando cada uno de ellos un momento histórico -pasado y
presente-, a saber:
Sociedad Tradicional ≠ Sociedad Moderna
Retardación ≠ Progreso
Desorden ≠ Orden
Estado de Guerra ≠ Estado de Paz
Pueblo Militarizado ≠ Pueblo Civilizado

A su vez, hacia el interior de cada modelación o tipo ideal, se estableció una


homologación entre los conjuntos de componentes delimitados, que se volvieron
reconocibles por repetición y terminaron por convertirse en una verdad autovalidadora
de la razón de Estado, concretamente:

Soc. Tradicional = Retardación = Desorden = Estado de Guerra = Pueblo Militarizado


Sociedad Moderna = Progreso = Orden = Estado de Paz = Pueblo Civilizado

Las lógicas o limitaciones de regulación interna de la nueva racionalidad


gubernamental que pretendían ajustar la manera de gobernar del Estado provincial
terminaron de construir, inventar o imaginar una comunidad, agrupación o colectividad
política monocromática, que asociaba en un tiempo histórico bifronte: 1. la acción
estatal, 2. las actividades humanas, y 3. un territorio propio. De esta manera, se
naturalizó una clasificación del mundo social entrerriano como dos esferas
[71]
contrapuestas, que no podían convivir una con la otra, que colisionaban, pero que se
integraban en una línea de tiempo de pasado-presente. Además, se componía de un
pueblo como un grupo de “genios preclaros”, de atributos fantásticos y legendarios,
hacedores de grandes hechos, que habían posibilitado el salto de un tipo social a otro.
El primer modelo social era representado como un territorio desintegrado, con
núcleos urbanos aislados, agricultura poco practicada y el pastoreo como única
actividad económica; bajo un gobierno de los hombres, acechado por el riesgo de caer
en la anarquía o tiranía, en un estado permanente de guerra, opresión e injusticia; y con
un pueblo movilizado militarmente. En cambio, el segundo modelo social era
imaginado como un territorio integrado por grandes recursos naturales, capitales y
fuerza de trabajo de origen europeo bajo un gobierno de leyes donde el poder político se
ejercía según los acuerdos constitucionales y los habitantes eran libres e iguales, en un
estado de permanente paz y con un pueblo civilizado, dedicado al trabajo y respetuoso
de las instituciones.
A nuestro entender, la acción de clasificar el mundo social entrerriano permitió
establecer la idea de un espacio político, económico y social común. Es decir, definió
los horizontes de un campo de intervención del Estado provincial. Esto también implicó
una tarea de homologación de los componentes que integraban los objetivos y valores
gubernamentales, que asumió la siguiente fórmula:

Poblamiento = Empresas Agropecuarias = Financiamiento = Comercio


Interés Público = Seguridad Jurídica y Fiscal = Autoridad Legal

De ahora en adelante, el conjunto de medios -dispositivos, mecanismos,


instrumentos o métodos- para incrementar las fuerzas estatales se ubicarán en el
dominio de las prácticas gubernamentales, es decir, entre lo que será conveniente o
preciso hacer para alcanzar los fines y objetivos del Estado provincial. Como
observaremos a continuación, las políticas estatales de control y regulación de tierras
públicas -que jugarán un papel central en este sentido-, tendrán como condición de
emergencia inmediata esta nueva racionalidad gubernamental

[72]
Cuadro 1. Campo político-estatal del proyecto de gubernamentabilidad. Entre
Ríos, 1860-1870.

Fecha de Presidente de Ministros Presidencia de Comisión de


Periodo
Apertura Cámara de Gobernador Generales Comisión Recepción y
Legislativo
de Sesiones Diputados de Gobierno Permanente Acompañamiento
Gral. R. López
Gral. Justo Galan, Barañao,
Gral. Manuel Jordán (h)
Primero 17-06-1860 José de Sin datos Urquiza (José) y
A. Urdinarrain Dr. Luis J. de la
Urquiza Redruello
Peña
Gral. R. López
Gral. Justo
Gral. Manuel Jordán (h) Teófilo C. de Espíndola, Duportal,
Segundo 02-01-1861 José de
A. Urdinarrain Dr. Luis J. de la Urquiza Montero y Barañao
Urquiza
Peña
Gral. R. López
Gral. Justo
No se llevó Gral. Manuel Jordán (h)
Tercero José de Sin datos No se conformaron
a cabo A. Urdinarrain Dr. Luis J. de la
Urquiza
Peña
Urdinarrain y
Gral. Justo D. José María
Eulogio Benjamin Victorica,
Cuarto 01-01-1863 José de Domínguez Juan Barañao
Redruello Juan Vazquez y
Urquiza D. Manuel Leiva
Francisco Crespo
Gral. Justo D. José María Galarza, Barañao,
Gral. R. López
Quinto 10-01-1864 José de Domínguez Sin datos Crespo, Caminos,
Jordán (h)
Urquiza D. Manuel Leiva Urdinarraian y Tejera
Dr. Nicanor
Gral. Manuel D. José María Molinas Moreno y Crespo,
Sexto 05-02-1865 Sin datos
A. Urdinarrain Domínguez Dr. José J. Montero y Vazquez
Sagastume
Dr. Nicanor
Urquiza (Francisco),
Gral. Manuel D. José María Molinas
Séptimo 25-01-1866 Sin datos Galarza, Moreno y
A. Urdinarrain Domínguez Dr. José J.
Nuñez
Sagastume
Dr. Nicanor
Moreno y
Fidel D. José María Molinas
Octavo 21-01-1867 Juan Barañao Leguizamón, Galarza
Sagastume Domínguez Dr. José J.
y Urdinarrain
Sagastume
Dr. Nicanor
Fidel D. José María Molinas Nuñez, Barañao,
Noveno 20-03-1868 Juan Barañao
Sagastume Domínguez Dr. José J. Espeleta y Urquiza
Sagastume
Gral. Justo D. José R. Baltoré
Fidel Pedro M. Galarza, Febre,
Decimo 03-02-1869 José de Dr. José J.
Sagastume González Espeleta y Barañao
Urquiza Sagastume
Gral. Justo D. José R. Baltoré
Decimo Fidel
1870 José de Dr. José J Sin datos Sin datos
primero Sagastume
Urquiza Sagastume

Fuente: elaboración propia a partir de Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Provincia de Entre Ríos. Libro 9. Actas
de 14 de junio de 1860 al 21 de marzo de 1861; Primer Período Legislativo. Sesión de Apertura del 17-06-1860; Concepción del
Uruguay, pp. 10-14 Segundo Período Legislativo. Sesión de Apertura del 02-01-1861; Concepción del Uruguay, pp. 320-325. Libro
11. Actas de 8 de marzo de 1862 a 25 de enero de 1866; Cuarto Período Legislativo. Sesión de Apertura del 01-01-1863;
Concepción del Uruguay, pp. 23-27. Quinto Período Legislativo. Sesión de Apertura del 10-01-1864; Concepción del Uruguay, pp.
219-223. Sexto Período Legislativo. Sesión de Apertura del 05-02-1865; Concepción del Uruguay, pp. 364-366. Séptimo Periodo
Legislativo. Sesión de Apertura del 25-01-1866; Concepción del Uruguay, pp. 416-420. Libro 12. Actas de 9 de febrero de 1866 al
19 de mayo de 1869. Octavo Período Legislativo. Sesión de Apertura del 21-01-1867; Concepción del Uruguay, pp. 114-118.
Noveno Período Legislativo. Sesión de Apertura del 20-03-1868; Concepción del Uruguay, pp. 173-178. Décimo Período
Legislativo. Sesión de Apertura del 03-02-1869; Concepción del Uruguay, pp. 275-282.

[73]
CAPITULO 4.

Los proyectos institucionales sobre tierras públicas rurales desde el


entrecruzamiento de los ámbitos ejecutivo y legislativo.

Los estudios que han abordado la relación entre los ámbitos ejecutivo y
legislativo en el control y regulación de los recursos públicos de la provincia de Entre
Ríos durante la década de 1860, han enfatizado en el manejo discrecional de las
atribuciones propias de los poderes públicos por parte del gobernador Justo José de
Urquiza. Según esta perspectiva, Urquiza consolidó un poder autocrático que en la
práctica limitó notablemente el accionar del Poder Legislativo. De esta manera, la
Cámara de Diputados se constituyó como un epifenómeno político de la Gobernación, y
más aún, de la voluntad o interés del Gral. Urquiza que manejó sin restricciones la
asignación, confirmación y concesión de los recursos públicos. Como consecuencia,
estos estudios obviaron las pautas institucionales que facilitaron la toma de decisiones
dentro de la legislatura entrerriana y no han valorado debidamente la importancia que
tuvo el entrecruzamiento de los ámbitos ejecutivo y legislativo en la regulación de las
tierras públicas rurales.89

En las siguientes páginas nos proponemos analizar los proyectos institucionales


sobre tierras públicas rurales desde el entrecruzamiento de los ámbitos ejecutivo y
legislativo a principios de la década de 1860. Para ello, exploraremos dos aspectos
centrales: la redefinición del contenido de la actividad estatal y los mecanismos
formales de interacción. Luego, nos focalizaremos propiamente en el proceso de
tratamiento de los proyectos institucionales en los ámbitos ejecutivo y legislativo, desde
el Ministerio General de Gobierno, pasando por la Comisión Permanente y Comisiones
Especiales, hasta las preferencias individuales de los diputados entrerrianos.

Desde nuestra perspectiva, el “entrecruzamiento” de los poderes ejecutivo y


legislativo fue la principal agencia política que llevó adelante una reforma regulatoria
sobre la apropiación de los recursos públicos por parte del Estado provincial. Como

89
SCHMIT, Roberto. Los límites del progreso…, op. cit. y SCHMIT, Roberto. Caudillos, política e
instituciones…, op. cit.

[74]
veremos a continuación, una de las principales fuentes de transformación del estatuto
normativo sobre tierras públicas fueron las reformas institucionales operadas en el
ámbito legislativo resultado de la sanción de la Constitución de la Provincia de Entre
Ríos del año 1860. Estas reformas institucionales alcanzaron las atribuciones,
funcionamiento y composición de la nueva Cámara de Diputados. En gran medida,
resultaron de adaptaciones locales realizadas por la Comisión de Asuntos
Constitucionales de la Convención Constituyente de Entre Ríos a la Constitución
Nacional de 1853 y a la Constitución de la Provincia de Mendoza de 1854.90

Tampoco podemos perder de vista que los hombres del Estado entrerriano que
discutieron públicamente las medidas convenientes (o no) para llevar adelante la
transferencia de tierras públicas rurales a manos privadas, y que en definitiva, fueron
plasmadas en leyes, decretos y reglamentos, fueron al mismo tiempo, parte de una
nueva construcción estatal que poseía una racionalidad propia, donde no solo
desempeñaban funciones técnicas y administrativas, sino también, tomaban decisiones
políticas trascendentales. Esto nos obliga a una mirada crítica sobre las relaciones entre
la Gobernación y la Cámara de Diputados porque de su entrecruzamiento resultaron las
reformas institucionales relacionadas al refinamiento socio-jurídico del “haz de
derechos” trazado por el Estado autónomo entrerriano durante la primera mitad del siglo
XIX.

4.1. El entrecruzamiento de los poderes ejecutivo y legislativo.

4.1.1. La redefinición del contenido de la actividad estatal.

Probablemente, el giro institucional más importante estuvo en la novedosa


redefinición del contenido de la actividad de los poderes públicos, y en singular, en la
transferencia de la formación, control y utilización de los recursos públicos del Estado
provincial de la esfera gubernamental al entrecruzamiento del poder ejecutivo y
legislativo.91 Este giro institucional supuso la discontinuidad -en un plano declarativo,

90
Libro de Actas de la Convención Constituyente… op. cit.
91
Ley de 24-12-1841, en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos
desde 1821 a 1873. Tomo IV: 1833 a 1841; Uruguay, Imp. de la Voz del Pueblo, 1875, pp. 467-468. Ley
de 11-02-1842, Ley de 31-01-1844, Ley de 25-12-1845, Ley de 20-01-1849 y Ley de 19-04-1849, en
Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos desde 1821 a 1873. Tomo V:
1842 a 1849; Uruguay, Imp. de la Voz del Pueblo, 1875, pp. 22-23, 72-73, 157-158, 318-319, 329-330 y
383-384. Ley de 06-02-1850, en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre
Ríos desde 1821 a 1873. Tomo VI: 1850 al 1859; Uruguay, Imp. de la Voz del Pueblo, 1876, pp. 21-22.

[75]
abstracto y formal- de una larga tradición que había dominado el escenario político-
institucional entrerriano al contraponerse con el principio de jerarquía y liderazgo
político-militar que había primado en el emplazamiento de la formación, control y
utilización de los recursos públicos del Estado provincial en la esfera gubernamental
durante la década de 1840. Este emplazamiento se había instituido como modo general
del gobernar el Estado provincial a través del otorgamiento reiterado y consecutivo de
“facultades extraordinarias” (años 1841,1842 y 1844) y “voto de gracia” (año 1845) al
Capital General Justo José de Urquiza y a sus delegados Vicente Zapata (1842),
Cipriano J. de Urquiza (1842-1844) y Antonio Crespo (1844-1846). Estas prerrogativas
-otorgadas por el Congreso de Diputados- tuvieron su fundamento en el reconocimiento
a “la sabiduría y denuedo militar” del Gral. Urquiza al conducir las tropas militares en
campo de batalla, y su propósito inmediato era “(…) premunir y facilitar… de cuanto
conduzca a la pronta y eficaz espedición en asuntos que tiendan a la salvación del
Estado (…)”, en tanto se mantuviera el conflicto con la facción unitaria y la provincia
de Buenos Aires al mando del Gral. Juan Manuel de Rosas.

Por consiguiente, entre los años 1841 y 1854, la esfera gubernamental había
asumido -de manera exclusiva- el manejo de las rentas generales; así como también,
había concentrado en sus manos el control y regulación de las tierras públicas,
atribuyéndose (1) la autorización de compra-venta de terrenos o predios particulares, (2)
el “permiso” de poblamiento por denuncia de campos sin dueños (baldíos), (3) la
resolución de conflictos entre particulares sobre terrenos o predios mediante la
fiscalización de títulos de propiedad o posesión y (4) el arbitraje en casos de
incertidumbre jurídica por títulos de propiedad o posesión emitidos fuera del territorio
entrerriano. Esta última medida estuvo acompañada por la delimitación de barreras
jurisdiccionales frente a otros Estados provinciales, al determinarse nula la intervención
de los tribunales externos a Entre Ríos en casos de transacciones de propiedades o
posesiones de bienes raíces.

Así pues, ¿a qué principios generales respondió el giro institucional sobre el


contenido de las actividades del Estado provincial? Cuando los convencionales
constituyentes debatieron el proyecto de carta constitucional, presentado por el diputado

Cuando el territorio provincial fue federalizado bajo el gobierno de la Confederación Argentina, entre los
años 1854 y 1861, las tierras de propiedad pública, los establecimientos del Estado y las acciones, deberes
y empeños contraídos por el gobierno entrerriano quedaron bajo la inmediata y exclusiva dirección de la
Legislatura Federal y del Presidente de la Confederación.

[76]
José R. Baltoré, estos aprobaron sin miramientos las atribuciones de los poderes
ejecutivo y legislativo, que en su mayor parte, eran copias literales de los trazados en la
Constitución Nacional de 1853 y la Constitución de la Provincia de Mendoza de 1854.
Este cuerpo de facultades, que señalaba lo que el Estado podía o debía hacer, había sido
elaborado en base al principio de división del poder rentístico diseñado por J.B. Alberdi
en Elementos (1852) y Sistema (1854). Este consistía en dividir en dos ámbitos el poder
de crear, manejar e invertir el Tesoro Público. Por un lado, el poder legislativo era
señalado como el responsable de crear recursos y votar gastos públicos. Por otra parte,
el poder ejecutivo era quien debía ocuparse de recaudar, administrar y emplear los
recursos en gastos designados. ¿Por qué? Según Alberdi, las atribuciones de naturaleza
económica y rentística -que afectaba el interés de la libertad, la propiedad privada, la
seguridad personal y la riqueza pública- debían quedar en manos del poder legislativo
porque se presuponía “(…) siempre más cercano del pueblo por el origen de su elección
directa”, mientras que, rechazaba el monopolio del poder ejecutivo porque “(…) corría
gran peligro de ser mal ejercida la soberanía delegada, si se colocaba en pocas manos, y
en manos armadas de medios de ejecución”.92 Los diputados José R. Baltoré, Anastasio
Cardassi y Martín Ruiz Moreno -en el Manifiesto “La Convención Constituyente de la
P. de E.R. a sus comitentes Entre-Rianos”- lo expresaban en los siguientes términos:

“Vuestros SS. Constituyentes no han desconocido q. teneis un derecho indisputable a tomar parte
en la administración de la cosa pública y consecuentes con la máxima q. prescribe no acordar a los
Gobernantes más facultades q. las estrictamente necesarias, han dado la política al Gobierno y la
93
Administración al Pueblo.”

En efecto, la nueva Cámara de Diputados concentró dentro de sus atribuciones,


en primer lugar, la formación de los recursos públicos, consistente en la imposición de
contribuciones, la apertura de empréstitos y el uso/enajenación de tierras públicas; en
segundo lugar, el control de los recursos públicos, que involucraba, por un lado, la
aprobación del “Presupuesto General” y el examen de los “Gastos de la Administración
del Estado”, las “Rentas Generales del Estado” y las “Cuentas del Tesoro”, y por otro, la
aprobación (o rechazo) de la “Cuenta de Inversión”, es decir, de la rendición anual de la

92
ALBERDI, Juan Bautista. Sistema Económico y Rentístico de la Confederación Argentina según su
Constitución de 1853; Obras Completas de J.B. Alberdi. Tomo IV; Buenos Aires, La Tribuna Nacional,
1886, pp. 434 - 441. Para J.B. Alberdi “(…) el poder de crear, de manejar y de invertir el Tesoro público,
es el resumen de todos los poderes”.
93
Manifiesto “La Convención Constituyente de la P. de E.R. a sus comitentes Entre-Rianos”; en Libro de
Actas de la Convención Constituyente… op. cit., p. 84.

[77]
gestión y ejecución del Presupuesto General.94 En el “Manifiesto” redactado por los
diputados Baltore, Cardassi y Ruiz Moreno se argumentaba a favor de la introducción
de este cuerpo de atribuciones destacando que:

“El P.L. no se ha formado sin límites; con varias facultades para hacer el bien, se hallan no
obstante muy demarcadas sus atribuciones… No tendremos el temor de ser arruinados con
exorbitantes exacciones, porq. únicamente en nuestros R.R. reside la facultad de imponer
contribuciones; la hacienda aunque manejada por los encargados de P.E. no podrá ser
malversada impunemente porq. los L.L. fijarán las cantidades por la administración, y son los
Jueces respecto de la inversión de las q. salgan del tesoro público; la propiedad queda también
bajo la potente salvaguardia de los L.L. (…) Con estas y demás atribuciones q. la ley
Fundamental otorga a este poder soberano no se puede decir q. tiene cuantas facultades necesita
95
para hacer el bien.”

En gran medida, las inéditas reglas de juego del “entrecruzamiento” entre los
poderes ejecutivo y legislativo dieron lugar a una novedosa distribución del poder
institucional en la toma de decisiones sobre los recursos públicos. Desde ese momento,
los actores políticos debieron subordinarse a los mecanismos formales de interacción en
el ámbito de la legislatura provincial. En otras palabras, la formación, control y
utilización de recursos públicos del Estado provincial debió someterse a la autorización
legislativa.

4.1.2. Los mecanismos formales de interacción.

En términos concretos, el entrecruzamiento de los ámbitos ejecutivo y legislativo


estuvo prefigurado por un sistema de formación de leyes mediante la presentación de
proyectos institucionales evaluados por comisiones legislativas plasmado en la
Constitución de la Provincia de Entre Ríos (1860) y el Reglamento de debates y policía
de la Cámara Legislativa de la Provincia de Entre Ríos (1860). Este mecanismo era de

94
Dentro de las atribuciones del Poder Legislativo se encontraban: imponer contribuciones y abrir
empréstitos sobre fondos provinciales (Inc. 5), pedir al Ejecutivo los estados y noticias que precise sobre
las rentas de la Provincia (Inc. 9), exigir anualmente del Gobierno la cuenta del Tesoro para examinarla y
juzgarla (Inc. 11), ddecretar el presupuesto de gastos anuales para la Provincia y aprobar o rechazar la
inversión de las cantidades votadas (Inc. 10), declarar los casos de utilidad pública en que sea necesaria la
expropiación (Inc. 12) y disponer del uso y enajenación de las tierras y demás propiedades de la
Provincia. (Inc. 17). Mientras que el Poder Ejecutivo detentaba los atributos de elaborar el programa de
Presupuesto General incluyendo los “Gastos de la Administración del Estado” y las “Rentas Generales
del Estado” (a través del “Calculo de Recursos”), así como también, presentar la “Cuenta de Inversión” a
la Cámara de Diputados (Art. 46). En Constitución de la Provincia de Entre Ríos de 1860…; op. cit
95
Libro de Actas de la Convención Constituyente… op. cit., p. 84.

[78]
suma importancia porque posibilitó una nueva institucionalización del intercambio entre
los ámbitos ejecutivo y legislativo mediante el derecho a elegir (o no) los puntos a
reemplazar en los proyectos institucionales para la formación de instituciones políticas,
económicas y sociales. Cuando la Convención Constituyente (1860) avanzó en el
deslinde de atribuciones de los ámbitos ejecutivo y legislativo en relación a los
mecanismos formales de interacción planteó innecesario replicar la fórmula propuesta
en la Constitución de la Provincia de Mendoza (1854) y la Constitución de la Provincia
de Corrientes (1855). Por lo tanto, en las atribuciones del poder legislativo decidió
suprimir la figura de la reglamentación de discusiones o debates y la reprimenda a faltas
parlamentarias. En palabras del Dr. Martín Ruiz Moreno -miembro de la Comisión de
Asuntos Constitucionales de la Convención Constituyente- :

“La Comisión no ha creído necesario manifestar en esta atribución q. de incumbencia de la


Cámara Legislativa reglamentar las discusiones de sus miembros y corregir sus faltas, porque en
todo país regularmente organizado estas facultades no se le acuerdan a ningún otro poder. Cierto
es q. alguna vez ha ocurrido q. el Poder Ejecutivo se arrogase la facultad de reglamentar la
discusión de los proyectos q. debían ventilarse en una Cámara Legislativa; pero este ha tenido
lugar cuando recién se establecía el sistema representativo provincial en la República Argentina, y
cuando los poderes no tenían, se puede decir, deslindadas en sus respectivas atribuciones. Hoy no
hay temor q. esto pueda suceder, porque son bien conocidos entre nosotros los principios del
derecho político constitucional a este respecto y ellos son confirmados por la práctica de las demás
96
Provincias de la República”

Respecto a la formación de leyes provinciales, la Constitución de la Provincia de


Entre Ríos (1860) señaló -por primera vez- que podían tener su origen en la Cámara de
Diputados o la Gobernación mediante la presentación de proyectos institucionales (Art.
23). En caso de consenso, los proyectos institucionales debían ser discutidos y
aprobados por mayoría absoluta de la Cámara de Diputados para luego ser remitidos al
Gobernador (Art. 24), quien debía subscribirlos para adquirir fuerza de ley y proceder a
su posterior publicación (Art. 25). En caso de disenso, el Gobernador debía exponer sus
objeciones ante la Cámara de Diputados en el término de diez días (Art. 26), pero si la
Cámara de Diputados obtenía el apoyo de las dos terceras partes de sus miembros, los
proyectos institucionales podían convertirse en ley a pesar de las objeciones del
Gobernador. En esta situación, la votación sería nominal por sí o por no, debiendo cada
Diputado fundamentar su voto (Art. 28). Pero si no obtenía dicho apoyo, el proyecto

96
Libro de Actas de la Convención Constituyente… op. cit., p. 190.

[79]
quedaría desechado y no podría ser discutido por la Cámara de Diputados hasta el año
siguiente (Art. 27).

Por otra parte, los procedimientos para la introducción y tratamiento de


proyectos institucionales fueron establecidos en el Reglamento de debates y policía de
la Cámara Legislativa de la provincia de Entre Ríos (1860). En este se indicó que los
proyectos institucionales eran una de las formas para introducir un asunto en la Cámara
de Diputados. Los proyectos de ley eran mociones que tenían como propósito establecer
o derogar leyes, suprimir instituciones o impuestos, implantar reglas generales y acordar
créditos o gastos extraordinarios. El Reglamento estableció tres formas de intervención
sobre los proyectos institucionales: adición, supresión y corrección. La adición tenía
como propósito introducir uno o más artículos en un proyecto de ley o aumentar algún
artículo (en calidad, cantidad o tiempo). La supresión tenía como propósito el rechazo u
oposición a un proyecto de ley, la eliminación de artículos o la anulación parcial (en
calidad, cantidad o tiempo). La corrección tenía como propósito la modificación de la
redacción sin añadir ni suprimir los artículos. Los proyectos institucionales debían ser
presentados por escrito, firmado y en los términos para su sanción, de manera que, el
articulado no debía dar razón no contener más que la expresión de la voluntad.

Los proyectos institucionales presentados por el Poder Ejecutivo debían pasar a


la Comisión Permanente o una Comisión Especial ad-hoc conformada por el presidente
de la Cámara de Diputados. Aquellos presentados por legisladores debían ser leídos y
expuestos sus fundamentos. Si era apoyado pasaba a una Comisión Especial ad-hoc para
que realice un informe sobre el mismo y la Cámara de Diputados lo ponía en discusión
general. Si no resultaba apoyado, no era tomado en consideración pero era mencionado
en las actas de sesiones. Los proyectos institucionales en consideración no podían ser
retirados sino por resolución de la Cámara de Diputados. Cuando un autor solicitaba su
retiro era registrado en las actas de sesiones. Las reformas de los artículos de los
proyectos institucionales (adiciones, supresiones y correcciones) debían llevarse a cabo
por mociones de los diputados y ser apoyados por al menos un cuarta parte de los
presentes en las sesiones legislativas. Todos los asuntos presentados ante la Cámara
eran tratados sobre tablas, si era determinado por pluralidad, previa moción al efecto.

[80]
4.1.3. El control del sistema legislativo unicameral. 97

Uno de los principales rasgos del sistema político entrerriano, durante la década
de 1860, fue la combinación de un poder ejecutivo fuerte -en manos del Gral. Justo José
de Urquiza-, un poder legislativo unicameral -representado por la Cámara de Diputados-
y una fuerza política hegemónica o preponderante -“partido federal”, “partido
urquicista” o “partido oficial”-. La denominada “Primera Legislatura” (1860-1862)
estuvo conformada de manera híbrida por un grupo de diecisiete diputados “oficialistas”
que representaban a diez departamentos de la provincia de Entre Ríos.

Por un lado, encontramos un grupo de diputados integrado por militares


experimentados que habían acompañado al Gral. Justo José de Urquiza durante las
gobernaciones provinciales de la década de 1840 y en el gobierno de la Confederación
Argentina en la década de 1850. Muchos de ellos habían formado parte de las campañas
militares en Corrientes, la Banda Oriental y Buenos Aires. Entre los nombres más
destacados encontramos a los generales Manuel Antonio Urdinarrain, Apolinario
Almada y José Miguel Galán; los coroneles P.J. Teófilo de Urquiza, Domingo Hereñu,
Fidel Sagastume, Pedro Seguí y José de Urquiza.

Por otra parte, hallamos un grupo de jóvenes diputados (entre los 24 y 31 años
de edad) que estaban identificados con posiciones intelectuales más prestigiosas y
activas de la sociabilidad urbana local. Por su adiestramiento constituían una clase
híbrida de políticos profesionales y “hombres de Estado”. Casi en su totalidad habían
sido formados en el Colegio del Uruguay o estaban relacionados a la casa de estudios
como docentes, colaboradores o evaluadores. Asimismo formaban parte del Consejo de
Instrucción de la Provincia e integraban la Logia “George Washington” radicada en la
capital entrerriana. Los nombres más sobresalientes eran Vicente H. Montero, Martín
Ruiz Moreno, Ventura Pondal, José Romualdo Baltoré, José Joaquín Sagastume y
Anastasio Cardassi.

97
Según Weingast y Marshall, las comisiones legislativas son unidades descentralizadas de toma de
decisiones compuestas por legisladores que tienen el poder de decidir que propuestas (o ninguna de ellas)
son puestas a consideración del plenario del cuerpo. Esto coloca a las comisiones en una relación de
“agencia” con el resto de la legislatura. El poder de agenda, es decir, control sobre el diseño y selección
de propuestas que se van a someter a votación, es la influencia sobre los elementos del conjunto o la
mayoría. Las comisiones no son representativas de toda la legislatura, sino mas bien están compuestas por
personas con preferencias remotas o que valoran sus posiciones más intensamente. WIENGAST, Barry y
MARSHALL, William. “La teoría positiva de la burocracia pública”; en SAIEGH, Sebastián y
TOMMASI, Mariano (compiladores). La nueva economía política: racionalidad e instituciones;
Buenos Aires, Eudeba, 1998, p. 181

[81]
No obstante, era necesario para el poder ejecutivo provincial ejercer algún tipo
de control sobre la conformación del sistema legislativo unicameral para orientar o
influir en la toma de decisiones sobre los proyectos institucionales en consideración del
cuerpo de legisladores que integraban la Cámara de Diputados. Puesto que, la relación
entre poderes públicos se encontraba intermediada por los nuevos mecanismos formales
de interacción descriptos anteriormente, el poder ejecutivo provincial propuso a
hombres de su confianza en los cargos de la presidencia y vicepresidencia de la Cámara
de Diputados y la Comisión Permanente.

En primer lugar, la presidencia de la Cámara de Diputados quedó en manos del


Gral. Manuel Antonio Urdinarrain (1801-1869), un veterano militar urquicista que poco
antes había ejercido la presidencia de la Convención Constituyente (1860). El Gral
Urdinarrain estuvo a cargo de manera interina de la gobernación en dos oportunidades
entre los años 1860 y 1861. La primera entre los meses de junio y julio de 1860 por una
licencia del Gral. Urquiza para pasar a la provincia de Buenos Aires invitado por S.
Derqui y B. Mitre con motivo de celebración de las fiestas julias. La segunda entre los
meses de junio y diciembre de 1861 por una licencia del Gral. Urquiza para ponerse al
frente del ejército de la Confederación Argentina con motivo del enfrentamiento con
Buenos Aires.98 En relación a los mecanismos formales de interacción del ámbito
legislativo este lugar era fundamental porque el presidente de la cámara era quien
designaba de manera directa a los diputados para composición de las Comisiones
Especiales (encargadas del tratamiento especifico de proyectos institucionales y la
resolución de actos administrativos en general) y porque detentaba el “voto de calidad”
para resolver los empates cuando eran puestos a votación los artículos de los proyectos
institucionales.

98
ZINNY, Antonio. Historia de los Gobernadores de las Provincias Argentinas. Volumen II: Buenos
Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes; Buenos Aires, Administración General, 1920, pp. 397-398.

[82]
Cuadro 2. Conformación de la “Primera Legislatura” de la Provincia de Entre
Ríos, años 1860-1861.

Posición Comisiones Distrito


Representantes Ocupación
institucional Especiales electoral

ALMADA, Apolinario (Gral) Gualeguaychú Militar

Vocal Titular Venta de terrenos


BALTORE, José Romualdo Gualeguaychú Abogado
Comisión Permanente públicos ejidales (MI)
Vicepresidente de la
BARAÑAO, Juan M. Uruguay Comerciante
Cámara de Diputados
Venta de terrenos
CARDASSI, Anastasio Villaguay Abogado
públicos rurales (MI)
Vocal Suplente
DUPORTAL, Emilio Gualeguay Hacendado
Comisión Permanente

GALAN, José Miguel (Gral) Paraná Militar

HEREÑU, Domingo (Cnel) Nogoyá Militar

Contribución
MONTERO, Vicente H. Concordia Médico
Directa (MI)

PONDAL, Ventura Gualeguay Abogado

Vocal Suplente
REDRUELLO, Eulogio Uruguay Comerciante
Comisión Permanente
Vicepresidente Arrendamiento de terrenos
RUIZ MORENO, Martín Diamante Abogado
Comisión Permanente públicas rurales (MI)

SAGASTUME, Fidel (Cap.) Nogoyá Militar

Vocal Titular
SAGASTUME, José Joaquín Victoria Abogado
Comisión Permanente
Vocal Titular
SEGUI, Pedro P. (Cnel) La Paz Militar
Comisión Permanente
Presidente
URDINARRAIAN, Manuel (Gral) Concordia Militar
Cámara de Diputados
Vocal Suplente
URQUIZA, José de Uruguay Militar
Comisión Permanente
Presidente
URQUIZA, Teófilo de (Cnel) Villaguay Militar
Comisión Permanente

Fuente: elaboración propia a partir de AHER. Libro de Notas de la Comisión Permanente de la Cámara
Legislativa de la Provincia de Entre Ríos y Libro de Notas de la H.C. Legislativa de la Provincia de Entre
Ríos. Libro de Actas Nº 8 del 14 de Junio de 1860 a 21 de Septiembre de 1860, Libro de Actas Nº 9 del
14 de Junio de 1860 a 21 de Marzo de 1861 y Libro de Actas Nº 10 del 23 de Marzo de 1861 a 7 de
Marzo de 1862.

En segundo lugar, la presidencia de la Comisión Permanente estuvo en manos


del Cnel. Pedro José Teófilo de Urquiza Calvento (1823-1893). Era de los hijos
mayores del Gral. Justo José de Urquiza y había formado parte de la Convención
Constituyente (1860) en representación del departamento Villaguay. Como presidente
era el tercero en el orden sucesorio para ocupar el cargo de Gobernador en el caso de

[83]
que este o el presidente de la Cámara de Diputados no pudieran hacerlo. La Comisión
Permanente estaba compuesta por siete legisladores: un presidente, un vicepresidente y
tres vocales. Además, de dos suplentes en caso de “ausencia, enfermedad grave o
muerte”. Todos ellos eran nombrados por la Cámara de Diputados “a pluralidad de
votos”. La presidencia -como señalamos arriba- estuvo en manos del Cnel. Pedro José
Teófilo de Urquiza, la vicepresidencia fue ocupada por el Dr. Martín Ruiz Moreno y
como vocales titulares los diputados Dr. José Romualdo Baltoré, Dr. José Joaquín
Sagastume y Cnel. Pedro Seguí. La Comisión Permanente era uno de los principales
engranajes políticos entre la Gobernación y la Cámara de Diputados. Durante el período
de receso anual de la Cámara de Diputados, entre los meses de mayo y diciembre, la
Comisión Permanente quedaba a cargo del Poder Legislativo concentrando algunas de
sus atribuciones. En términos formales, sus atribuciones tuvieron como objetivo
fortalecer la función de contrapeso del Poder Ejecutivo, al mismo tiempo, que otras la
obligaban a rendir cuentas frente a la Cámara de Diputados. 99

4.2. Los proyectos institucionales sobre tierras públicas rurales.

4.2.1. En el ámbito ejecutivo.

Cuando el Gral. Justo José de Urquiza asumió la gobernación de la provincia de


Entre Ríos, entre mayo de 1860 y mayo de 1864, estableció como tarea prioritaria de su
programa político la reconstrucción del poder administrativo del Estado provincial.
Rápidamente, señaló que la nueva etapa abierta post-experiencia confederal exigía un
profundo proceso de readaptación institucional de las estructuras administrativas previas
que solo era posible a partir de un contexto de acuerdo o consenso entre los ámbitos
ejecutivo y legislativo, donde el primero solicitaba al segundo preferencia y fluidez en
el tratamiento a los proyectos institucionales que propiciaran los recursos necesarios
para los gastos de la administración pública.100 Para llevar adelante esta labor contó con

99
Ley de 06-05-1861; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos
desde 1821 a 1873. Tomo VII: 1856 al 61; Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1876, pp. 394-395.
100
Urquiza informó a la Cámara de Diputados que “(…) necesario ha sido para iniciar la marcha
administrativa, crearlo todo, porque cuanto había existente necesitaba ser acomodado a las nuevas
necesidades que nacían de nuestro modo de ser. He dictado las disposiciones mas urgentemente
requeridas, conformándome siempre con la que son espresas en la ley, acomodándolas a su espíritu,
mientras que vuestra sanción pudiese darles todo el carácter y el desenvolvimiento que ellas demandan
(…) Los Ministros Secretarios del Despacho someterán a vuestra sanción los decretos de este carácter q.,
han sido expedidos hasta hoy, y que deben considerarse como provisorios, hasta que se obtengan aquella.
Os presentaran también los proyectos convenientes sobre otros puntos que demandan una consideración

[84]
un grupo de colaboradores que lo habían acompañado durante su primera gobernación
provincial y presidencia de la Confederación Argentina. Dentro de los nombres más
destacados encontramos a Luis José de la Peña y Ricardo López Jordán, que se
desempeñaron como Ministros Generales de Gobierno; Manuel Antonio Urdinarrain,
presidente de la Cámara de Diputados; Salvador María del Carril y Benjamín Victorica,
presidente y vocal de la Cámara de Justicia, respectivamente. El inicio de la “nueva
marcha” o “primer ensayo” exigía, desde la perspectiva de L. J. de la Peña, el
entrecruzamiento -eficaz e inmediato- de la acción gubernativa, administrativa y
policial. Es preciso señalar que de la Peña concebía el poder estatal como una estructura
piramidal en relación a una función excluyente: el orden público. La autoridad política
emanaba y descendía desde el poder ejecutivo, representado por el gobernador y sus
ministros generales de gobierno, hacia los jefes políticos departamentales y los altos
magistrados de las circunscripciones judiciales; y desde estos, hacia los “agentes
intermedios”. Los últimos pertenecían a un segmento estatal que de la Peña denominaba
como “el primer grado de la administración”: jueces de paz, comisarios, oficiales,
sargentos, cabos y soldados. Consideraba que la acción gubernativa tenía que
direccionarse de manera prioritaria a incrementar los medios de acción administrativa
con el propósito de fortalecer el orden público. Esto implicaba el aumento de los
agentes públicos de la rama ejecutiva y judicial distribuidos en el territorio de manera
equitativa en “centros comunes” y “centros parciales” para que no quedasen grandes
extensiones despobladas sin presencia policial.101 Como resultado, entre los años 1861 y

preferente. Os recomiendo, H.H. Diputados, de un modo especial, los que deben proporcionar al P.E. los
recursos necesarios para los gastos de todos los ramos de la administración pública (…) Nuevas
necesidades demandan nuevos gastos. Os recomiendo, H.H. Diputados, establezcáis desde el principio de
vuestra sesión los que son de urgencia instantánea, reservándose el P.E. someter a vuestra consideración
antes que aquella termine el presupuesto de gastos después que haya podido formar un juicio exacto sobre
las necesidades de la Provincia en la nueva marcha administrativa que ha iniciado.” En Mensaje de
Apertura de la 1º Sesión Ordinaria de la Cámara Lejislativa de Entre Ríos; Concepción del Uruguay, 17-
06-1860; en AHER. Honorable Cámara Legislativa de la Provincia de Entre Ríos. Diario de Sesiones de
la Cámara de Diputados. Libro de Actas Nº 9 del 14 de Junio de 1860 al 21 de Marzo de 1861, pp. 10-14.
101
Luis J. de la Peña señalaba que: “(…) desapareciendo los obstáculos como es de esperar que sean
destruidos por la paz de la Provincia la práctica de la ley vendrá a perfeccionar su ejecución y para
obtener todas las ventajas que ella tuvo en vista. Para proteger ese desarrollo, mucho convendría,
aumentar los medios de la acción administrativa, a fin de que, siendo más inmediata, se haga también más
eficaz. Esta es una de las necesidades más sentidas y que se manifiestan en todos los informes recibidos.
La acción de la autoridad se debilita por la falta de agentes intermedios que conserven el impulso
primitivo y aun lo vigoricen. Solo por ese medio puede vencerse las dificultades que nacen de las
distancias que es preciso recorrer y las que ofrece la despoblación con que es preciso luchar. La
subdivisión de los distritos o el aumento en muchos de ellos de Alcaldes o sus Tenientes, que puedan ser
considerados como el primer grado en la administración de justicia, y el último término de la acción
gubernativa, serán medios de remediar las necesidades que se sienten. A estos convendría añadir, el
establecimiento de Comisarios de Policía, con residencia fija en puntos determinados, para servir de

[85]
1864, los agentes públicos de la rama ejecutiva y judicial habían aumentado un 0,4% en
un trienio, es decir, pasaron de 445 a 632 miembros. Singularmente, el mayor
incremento lo experimentó el cuerpo de Soldados de la Guardia de Seguridad o Policía
que ascendió de 59 a 347 integrantes.

La puesta en marcha del programa político urquicista centrado en la


reconstrucción del poder administrativo del Estado provincial puso en serio riesgo las
finanzas públicas alterando los objetivos fiscales del Ministerio General de Gobierno
que proponía mantener un “equilibrio” presupuestario basado en una relación armónica
entre “Gastos de la Administración del Estado” y “Recursos Generales del Estado”.102
El despliegue de “agentes intermedios” de la rama ejecutiva y judicial exigió
direccionar las partidas de “Gastos de la Administración del Estado” hacia la
“Administración Departamental” y “Administración de la Justicia”, que durante los
años 1861 y 1864, representaron el 59,1%, 56,9%, 57,7% y 60,3% del total
presupuestado para el período señalado. Casi exclusivamente, los gastos estuvieron
limitados al pago de sueldos de los agentes públicos. Sin embargo, para septiembre de
1860, estos se encontraban comprometidos porque -según el Poder Ejecutivo- se habían
agotado los recursos retrovertidos del Tesoro Nacional a la Provincia luego de la
desfederalización del territorio entrerriano.103 Como primera medida para desbloquear

centros parciales a un número de Distritos, teniendo aquellos el suyo, en el Departamento que es el centro
común.” En Memoria del Ministerio General de Gobierno presentada a la H. Cámara Legislativa;
Concepción del Uruguay, 10-01-1862; en AHER, División Gobierno, Serie I, Carpeta Nº 35: Ministerios
Generales (Años 1860 a 1869) – Legajo 6: Ministro J.L. de la Peña – Correspondencia y Memoria
presentada a la H. Legislatura (1862).
102
El Ministro de la Peña señalaba que “(…) una base debe ser reconocida como indispensable para
fundar un sistema rentístico que asegure la buena administración: equilibrar en cuanto sea posible los
gastos con la renta que debe satisfacerlos. Este principio de una aplicación universal debe tenerla muy
especialmente al crear la administración en la provincia, que es la obra a que están consagrados todos los
esfuerzos.” En Memoria del Ministerio General de Gobierno presentada a la H. Cámara Legislativa;
Concepción del Uruguay, 10-01-1862; en AHER, División Gobierno, Serie I, Carpeta Nº 35: Ministerios
Generales (Años 1860 a 1869) – Legajo 6: Ministro J.L. de la Peña – Correspondencia y Memoria
presentada a la H. Legislatura (1862).
103
El Poder Ejecutivo indicó a la Cámara de Diputados que: “No es posible esperar en este grave e
importante trabajo otra cosa q. un primer ensayo lleno de todas las imperfecciones q. son inevitables
cuando faltan todos los datos q. podrían fundar un cálculo sino seguro al menos aproximado, así sobre
medidas administrativas, como sobre los medios de llenarlas. Aquellas son conocidas bajo un punto de
vista general: puede decirse son de todo género. El P.E. os lo anuncio desde vuestra instalación. Todo
falta, os digo, en la administración de la Provincia, todo es preciso q, sea creado. Y el tiempo q. ha
transcurrido ha venido revelando gradual y sucesivamente los detalles q. en aquella época no era posible
designar. Las rentas q. han retrovertido al Tesoro de la Provincia después de la desfederalización han
bastado hasta hoy para llenar los gastos del personal indispensable creado para la nueva administración.
Pero no bastan ya en los meses q. aun restan del presente año (…) La marcha administrativa no puede
menos q. resentirse por mas q. el patriotismo continúe los esfuerzos q. lo han distinguido siempre en esta
Provincia” En Nota del Poder Ejecutivo a la Honorable Cámara Legislativa; Concepción del Uruguay, 27-
09-1860; en AHER. Libro de Notas de la H.C. Legislativa de la Provincia de Entre Ríos, p. 34-35.

[86]
los efectos negativos de la formación de poder administrativo, en octubre de 1860, el
Poder Ejecutivo acordó con la Cámara de Diputados la implantación de la contribución
directa (Ley de 04-10-1860) y el arrendamiento de tierras públicas rurales (Ley de 08-
10-1860).104 Pero casi un año después, el Poder Ejecutivo se dirigió a la Comisión
Permanente presentando un informe de la Tesorería General de la Provincia donde
señalaba que el sistema de contribuciones adoptado no había dado los resultados
esperados pues requería de un tiempo de maduración para que “su ejecución sea
completa”, por lo tanto era necesario implementar algunas medidas urgentes para hacer
frente al pago de sueldos de los agentes públicos del Estado provincial.105 En
consecuencia, el Poder Ejecutivo sancionó el Decreto de 25-09-1861 por el cual
autorizó a la Tesorería General de la Provincia a emitir mensualmente un conjunto de
títulos cambiarios -vales, pagarés y libramientos- para cubrir el pago de sueldos de los
agentes públicos del Estado provincial. Los títulos cambiarios tenían una tasa de interés
del 1% mensual y podían ser admitidos en las Receptorías de la Provincia para el pago
106
de contribuciones de todo orden y demás deudas con la Tesorería General. El
resultado inmediato fue el aumento desmedido de la deuda pública o “pasivos” en las
cuentas públicas generales. En octubre de 1861, el Poder Ejecutivo envió una nueva

104
Sobre este aspecto el Poder Ejecutivo pensaba que “(…) en la creación de esta clase de impuestos
[contribución directa], q. debe constituir la principal, sino la única fuente de recursos para el Tesoro de la
Provincia, ha cuidado el P.E. de q. sea lo menos gravosa posible, no solo en la imposición misma sino en
el modo de percepción y cobro. Este principio general en materia de impuestos es de una aplicación
necesaria cuando por primera vez se establecen (…) Además, equilibrar las rentas con el gasto
indispensable, e imponer la contribución hasta donde pueda bastar para cubrir el presupuesto, es el objeto
que deben tener todas las imposiciones y del que ha procurado no separarse el Poder Ejecutivo en las q.
propone a Vuestra deliberación.” En Nota del Poder Ejecutivo a la Honorable Cámara Legislativa;
Concepción del Uruguay, 27-09-1860; en AHER. Libro de Notas de la H.C. Legislativa de la Provincia
de Entre Ríos, p. 34-35
105
“La situación rentística de la Provincia se ha hecho en tal modo grave que el P.E. considera de su
deber dar conocimiento de ella a la Comisión Permanente antes de proceder a la adopción de medidas que
son urgentemente reclamadas. Desea también el consejo y el apoyo de la H. Comisión para las que
puedan remediar transitoriamente los males que se sienten. No fue difícil prever que siendo la base única
o al menos la principal de nuestras rentas la contribución directa que debía recién establecerse y la
imposición sobre tierras públicas que no están aun bien deslindadas, debían aquellas sufrir una notable
deficiencia. Ha debido inevitablemente influir en ella no solo la falta de datos exactos para fundar el
cálculo, sino todos los inconvenientes inseparables de un sistema de contribuciones que por primera vez
se ensaya. Por eso el P.E. limitó desde un principio los gastos a lo estrictamente indispensable para la
Administración aplazando todos aquellos que aunque reclamados por la mejora y progreso de la Provincia
habría sido inconvenientes iniciarlos sin la probabilidad de continuarlos en el año que transcurrimos (…)
El Decreto que acompaña bajo el Nº 2 presentará a la H. Comisión la forma en que el P.E. ha procurado
conciliar la satisfacción de las exigencias del servicio público con la economía que demandan los recursos
de la Provincia.” En Nota del Poder Ejecutivo a la H. Comisión Permanente; Concepción del Uruguay,
25-09-1861; en AHER, Sección Gobierno, Libro de Notas de la H.C. Legislativa de la Provincia de Entre
Ríos, pp. 104-105.
106
Decreto de 25-09-1861; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos
desde 1821 a 1873. Tomo VII: 1856 a 61; Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1876, pp. 589-590.

[87]
comunicación a la Comisión Permanente para advertir que el Decreto de 25-09-1861
comprometería los “Recursos Generales del Estado” del primer trimestre del año 1862,
y por consiguiente no podrían cubrirse los “Gastos de la Administración del Estado”,
principalmente los sueldos de los agentes públicos.107

Llegado a este punto, el Poder Ejecutivo decidió recurrir a la transferencia de


tierras públicas rurales a manos privadas. Este evaluaba que colocar terrenos o predios
rurales en una situación de intercambio mercantil de base monetizada (compra-venta)
produciría un retorno inmediato en forma de ingresos constantes hacía el Tesoro
Provincial.108 Los objetivos inmediatos eran: (1) absorber los títulos cambiarios
aceptando los vales, pagares y libramientos como forma de pago, (2) pagar los intereses
y amortización de un crédito de 1.5 millones de pesos oro (que finalmente no logró
obtenerse) 109, (3) conformar un “fondo de reserva” para el nuevo Banco de Descuentos,
Depósitos e Hipotecas110 y (4) fortalecer las “Rentas Generales del Estado” para cubrir
el déficit presupuestario de los años siguientes.111 En sus palabras:

“En tales circunstancias, el P.E. consideró que era llegado el caso de apelar a los grandes recursos
que posee la Provincia en la considerable extensión de tierras de su propiedad. La enajenación de
tierras públicas aconsejada por todas las conveniencias adquiere un carácter de necesidad urgente
por la de salvar la situación financiera. Pero en la adopción de una medida tan trascendental debe

107
“El P.E. ha tenido el honor de hacer presente a V.S.S. que el medio propuesto por el decreto de 25 de
Septiembre ppdo. para mejorar nuestro estado rentístico afectaba necesariamente las rentas del año
venidero, haciendo más difícil llenar el presupuesto de gastos para ese año.” Nota del Poder Ejecutivo a la
Honorable Comisión Permanente; Concepción del Uruguay, 12-10-1861; en AHER. Sección Gobierno,
Libro de Notas de la H.C. Legislativa de la Provincia de Entre Ríos, p. 107. “Con su aquiescencia se dictó
el decreto de 25 de septiembre mandando a emitir Vales de Tesorería a noventa días y con el interés de
uno por ciento. A la amortización de esos vales se afectará las rentas del primer trimestre del año 62,
único recurso sobre que era posible contar para atender las necesidades premiadas de la Administración,
hasta que, reunida la H. Cámara dictase las leyes convenientes sobre esta importante materia.” Nota del
Poder Ejecutivo a la Honorable Comisión Peramente; Concepción del Uruguay, 23-10-1861; en AHER.
Libro de Notas de la H.C. Legislativa de la Provincia de Entre Ríos, pp. 110-111.
108
Esta concepción gravitaba en torno a tres grandes presunciones: [1] la presencia de cierto grado de
monetización de las relaciones de intercambio, [2] la existencia de un mercado donde se conjugaba una
amplia oferta de tierras públicas y una nutrida demanda de agentes con afán de adquirir derechos de
propiedad y [3] el desplazamiento de las tradicionales formas de acceso a la tierras públicas como lo
fueron las concesiones y donaciones gratuita de “suerte de estancias” por “servicios a la patria con armas
en la mano”.
109
Ley de 24-04-1861, en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos
desde 1821 a 1873. Tomo VII; Concepción del Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1876, pp. 376-377.
Jorge Fernán (Baring Brothers) era uno de los operadores junto con Benjamín Victorica para obtener este
crédito o préstamo.
110
Ley de 24-04-1861; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos
desde 1821 a 1873. Tomo VII; Concepción del Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1876, pp. 378-379.
111
Las leyes de presupuesto general de los años 1862 y 1863 autorizaron al Poder Ejecutivo a cubrir el
déficit fiscal “con el producto de la venta de tierras públicas” (Ley de 16-05-1862 y Ley de 30-03-1863);
en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos desde 1821 a 1873. Tomo
VIII: 1862 al 63; Concepción del Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1876, pp. 174 y 472.

[88]
procederse de modo que remediando las necesidades del momento no se agoten ni inmovilicen las
fuentes de recursos que ofrece para el porvenir. Vendida una pequeña parte de las tierras públicas
bajo condiciones convenientes se ensaya y prepara el desenvolvimiento de una fuente de riqueza q.
ha de traer gradualmente prosperidad para la Provincia. Seguro de ello el P.E. y queriendo dar
nuevas garantías al Crédito, al mismo tiempo que dejar completamente libre la renta de la
112
Provincia en el receso de la H.C. sometió su proyecto a la Comisión Permanente.”

4.2.2. En el ámbito legislativo.

4.2.2.1. Las comisiones legislativas.

Hacia principios de octubre de 1861, la Comisión Permanente de la Cámara de


Diputados recepcionó el proyecto institucional sobre venta de terrenos rurales
confeccionado por el Poder Ejecutivo. Para su evaluación fueron designados los
diputados Martín Ruiz Moreno y José Joaquín Sagastume.113 Ruiz Moreno rechazó la
propuesta porque se trataba de un proyecto de decreto que vulneraba las atribuciones de
la Cámara de Diputados, en singular, el Inc. 17 del Art. 22 de la Constitución de la
Provincia de Entre Ríos. La Comisión Permanente decidió apoyar el dictamen de Ruiz
Moreno y resolvió redactar un informe dirigido al Poder Ejecutivo para comunicar lo
resulto e indicarle que la propuesta debía someterse a la Cámara de Diputados. Ruiz
Moreno afirmaba que:

“(…) la Comisión nombrada para el dictamen sobre el proyecto presentado por el Ejecutivo sobre
ventas de tierras públicas de pastoreo estaba en completa disidencia; tanto en general, como en la
mayor parte de los art. del Proyecto. Que por su parte había observado al otro miembro de la
Comisión que la enagenación de las tierras públicas de pastoreo, solo podía determinarse por la H.
Cámara; pues que este pensamiento traería consigo, como consecuencia fatal, la devolución de
otros que solo competen a la H. Cámara, tal como el de conceder la propiedad a los poseedores de
cierto número de años. Que por esto la Comisión encarga de informar sobre dicho Proyecto era de
opinión de dirigir una nota al P.E. manifestándole que a juicio de la Comisión Permanente debía
114
someterse a la consideración de la H. Cámara Legislativa en la próxima reunión.”

112
Nota del Poder Ejecutivo a la Honorable Comisión Peramente; Concepción del Uruguay, 23-10-1861;
en AHER. Libro de Notas de la H.C. Legislativa de la Provincia de Entre Ríos, pp. 110-111.
113
Acuerdo del 11 de Octubre de 1861 de la Comisión Permanente; Concepción del Uruguay, 11-10-
1861; en AHER. Libro de Notas de la Comisión Permanente de la Cámara Legislativa de la Provincia de
Entre Ríos; pp. 55-56.
114
Acuerdo del 17 de Octubre de 1861 de la Comisión Permanente; Concepción del Uruguay, 17-10-
1861; en AHER. Libro de Notas de la Comisión Permanente de la Cámara Legislativa de la Provincia de
Entre Ríos; pp. 67-68.

[89]
Como hemos señalado anteriormente, la transferencia de tierras públicas rurales
era parte de un subconjunto de asuntos específicos relacionado a la formación, control y
utilización de los recursos estatales que integraba el cuerpo de atribuciones del Poder
Legislativo. Por lo tanto, el Poder Ejecutivo -como lo había hecho en los casos de venta
de terrenos ejidales, contribución directa y arrendamiento de terrenos rurales- debió
modificar el status de su propuesta y remitió a la Cámara de Diputados un documento
denominado “Proyecto de Ley sobre venta de doscientas leguas de las tierras públicas
de pastoreo”. Ruiz Moreno informó que la Comisión Permanente había aconsejado
modificar el proyecto de decreto y someter la nueva propuesta a la Cámara de
Diputados. En consecuencia, el diputado Juan Barañao –Vicepresidente a cargo de la
Presidencia de la Cámara de Diputados- conformó una Comisión Especial integrada por
los diputados José Joaquín Sagastume (Victoria), Eulogio Redruello (Uruguay) y
Anastasio Cardassi (Villaguay).115 Unos días después ingresó el dictamen de la
Comisión Especial a la Cámara de Diputados.116

En la sesión posterior se puso en discusión el dictamen. La Comisión Especial


consideró a la transferencia de tierras públicas rurales a manos privadas como una
herramienta fundamental para fortalecer el Tesoro Provincial a través del ingreso de
recursos financieros en forma de dinero, el respaldo a los títulos cambiarios emitidos
para el pago de sueldos de empleados públicos y la formación de un “fondo de reserva”
para el Banco de Descuentos, Depósitos e Hipotecas. Pero además señaló su
importancia para, por un lado, multiplicar la propiedad privada como medio de
propagación de los “deseos del propietario” asociado al trabajo para erradicar la
“pereza” entre los pobladores de la campaña; y por otra parte, aumentar la población
mediante la eliminación de la retención de los derechos de propiedad por parte del
Gobierno provincial. Con estos argumentos, la Comisión Especial aconsejó a la Cámara
de Diputados incrementar de 200 a 400 leguas las tierras públicas rurales consignadas
para la venta porque consideró que la extensión propuesta por el Poder Ejecutivo no era
suficiente “para producir los recursos que hoy carece y que nuevas necesidades
demanden”.

115
Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Provincia de Entre Ríos. Sesión Extraordinaria;
Concepción del Uruguay, 25-10-1861; en AHER. Libro de Actas N° 10: del 23 de Marzo de 1861 a 7 de
Mayo de 1862, pp. 104-105.
116
Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Provincia de Entre Ríos, Sesión Extraordinaria;
Concepción del Uruguay, 06-11-1861; en AHER. Libro de Actas N° 10: del 23 de Marzo de 1861 a 7 de
Mayo de 1862, pp. 106-108.

[90]
La Comisión Especial también introdujo una serie de modificaciones al
articulado del proyecto institucional presentado por el Poder Ejecutivo, en sus palabras,
eran reformas “(…) tendientes a armonizar los intereses de los particulares con los del
Gobierno, y a facilitar, tanto como es posible, sin perjuicio notable en la provincia, la
venta de las tierras públicas.” Los principales aspectos de esta reforma incluyeron: (a)
los tipos de terrenos públicos rurales consignados para la compra-venta, donde se
incluyeron los “baldíos” (artículos 1, 2 y 3), (b) los modos o medios de probar el
tiempo de mera ocupación (artículo 6), (c) las formas de reconocimiento de los derechos
de posesión (artículos 13 y 14), y (d) el tiempo de pago para abonar el importe por la
compra (artículo 19).117 El dictamen de la Comisión Especial fue aprobado de manera
unánime por el cuerpo de legisladores de la Cámara de Diputados.

Posteriormente, Eulogio Redruello y José Joaquín Sagastume solicitaron


suspender la sesión por la ausencia de Luis J. de la Peña. Estos requerían la presencia
del Ministro General de Gobierno porque con éste habían consensuado las reformas del
proyecto institucional sobre venta de terrenos públicos rurales presentado por el ámbito
ejecutivo.118 Finalmente, entre los días 14, 15 y 19 de noviembre de 1861 tuvieron lugar
las sesiones extraordinarias de la Cámara de Diputados donde los legisladores
entrerrianos debatieron el proyecto sobre venta de terrenos públicos rurales presentado
por el Poder Ejecutivo y reformulado por la Comisión Especial. Dicho proyecto contó
con el apoyo general del cuerpo de diputados para luego examinarse “en particular” o
“artículo por artículo”.

4.2.2.2. Las preferencias individuales de los legisladores.

El intercambio efectivo entre diputados arrojó como resultado un conjunto de


preferencias individuales a diferencia del consenso ex – ante entre el Ministro General
de Gobierno y la Comisión Peramente de la Cámara de Diputados. Estas preferencias,
enunciadas en forma de “mociones”, nos permitieron identificar un pequeño grupo de
diputados en relación a las reformas que impulsaron y su tratamiento en la Cámara de

117
Dictamen de la Comisión Especial “Proyecto de Ley sobre venta de doscientas leguas de las tierras
públicas de pastoreo”; en RUIZ MORENO, Martin. La Provincia de Entre Ríos: sus leyes sobre
tierras; Paraná, Tip. y Enc. Guttember de Miro y Pizzola, 1896, pp. 73-79.
118
Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Provincia de Entre Ríos, Sesión Extraordinaria;
Concepción del Uruguay, 13-11-1861; en AHER. Libro de Actas N° 10: del 23 de Marzo de 1861 a 7 de
Mayo de 1862, pp. 108-110.

[91]
Diputados.119 La emergencia de preferencias individuales con respecto a los acuerdos
previos entre los ámbitos ejecutivo y legislativo también estuvo presente en los debates
sobre el proyecto de venta de terrenos públicos ejidales en donde se destacó la
participación de los diputados Martín Ruiz Moreno, Juan Barañao, Emilio Duportal,
José Joaquín Sagastume y Pedro P. Seguí.

En nuestro caso, los diputados Baltoré, Seguí y Montero formaron parte del
grupo de legisladores que formularon mociones para reformar, total o parcialmente,
algunos artículos del proyecto sobre venta de terrenos públicos rurales. Todos ellos
mantenían una posición de liderazgo en los debates por integrar o haber integrado
alguna comisión legislativa de relevancia. El abogado José Romualdo Baltoré, diputado
por Gualeguaychú, era Vocal Titular de la Comisión Permanente y Miembro Informante
de la Comisión Especial a cargo del tratamiento del proyecto sobre venta de terrenos
públicos ejidales. El Coronel Pedro Pablo Seguí, diputado por La Paz, era Vocal Titular
de la Comisión Permanente. El médico Vicente Heráclito Montero, diputado por
Concordia, había sido Miembro Informante de la Comisión Especial a cargo del
proyecto sobre contribución directa.

En primer lugar, los diputados Baltoré y Seguí propusieron correcciones


parciales al artículo seis. Este expresaba que el tiempo de mera ocupación debía
probarse por la deposición de cinco vecinos ante Jueces de 1º Instancia. Por un lado,
Baltoré planteó necesario reducir a dos o tres el número de testigos o vecinos para
probar la mera ocupación. Este opinaba que “(…) en su concepto era imposible que los
vecinos se equivocaran al deponer que ha ese individuo lo habían visto poseyendo
durante tal o cual tiempo el terreno que solicitaba en compra. Que si se creía que el
fraude no se evitaba con la deposición de dos testigos que se exigieran tres
equiparando así este caso a los testamentos. Que de este modo se evitaba alguna tanto
las trabas que se ponían a los que quisieran compras las tierras que estaban
ocupadas.” Por otro lado, Seguí propuso que los Jueces de Paz reemplazaran a los
Jueces de 1º Instancia en la fiscalización de la deposición de los testigos porque “(…)
era más conveniente que la tramitación se hiciera ante el Juzgado de Paz en vez de ser
ante el de 1º Instancia. Pues que los Jueces de Paz al tomar las declaraciones podían

119
Reglamento Interno de la Sala de R.R. de la Provincia [10-02-1837]; en Recopilación de Leyes,
Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre-Ríos desde 1821 a 1873, Tomo IV: 183 al 41 Uruguay,
Imprenta La Voz del Pueblo, 1875, pp. 283-297. Reglamento de debates y policía de la Cámara
Legislativa de la provincia de Entre Ríos; Concepción del Uruguay, Imprenta del Uruguay, 1860.

[92]
con mejores datos que el de 1º Instancia, averiguar si eran vecinos del lugar los
individuos que iban a deponer. Que este era el modo más fácil y más probable llegar al
conocimiento de la verdad, alejando todo fraude, objeto principal que había guiado a
la Comisión al poner en el art. en cuestión que la tramitación se siguiera ante los
Jueces de 1º Instancia.” 120

En segundo lugar, el diputado Montero planteó la supresión, adición y


corrección de los artículos siete, ocho y once, respectivamente. El artículo siete indicaba
que el Gobierno y los compradores debían designar peritos sus peritos para mensurar los
terrenos rurales, en caso de disidencia, ambos elegirían un tercero en común, y si no
había acuerdo, la selección quedaba en manos de los Jueces de Paz. Montero estaba en
desacuerdo con esto último “(…) pues no había por lo que lo fuera el Juez
Departamental, dependiente del Gobierno y quizás contra todo el torrente de la
voluntad del comprador y con menoscabo del derecho q. tenía a tomar parte en la
elección del tercero. Que por otra parte no encontraba dificultad para que el Gobierno
y el comprador pudieran convenir en la elección de otro ya que no lo habían con el
primero.” Montero también cuestionó el articulo ocho que establecía un precio minimun
en la valuación de los terrenos públicos rurales de tres mil pesos oro por legua cuadrada.
De acuerdo con su concepción, a las tierras baldías no era “(…) necesario someterlas a
tasadores, por el contrario, debe ponerse en remate público y adjudicarse al mejor
postor. En consecuencia propongo el art. siguiente: `Las tierras baldías serán vendidas
en remate cediendo al denunciante el derecho de tanteo”. Por último, Montero propuso
modificar el artículo once que sostenía que si no existía acuerdo entre Gobierno y
compradores a la valuación de los terrenos rurales los poseedores u ocupantes –
conservando sus derechos- debían sujetarse al pago de arrendamiento. En sus palabras,
“(…) que la discusión claramente se había manifestado que si el Gobierno o el
comprador no se conformaban con la avaluación del terreno, tanto el poseedor como el
simple ocupante podían obtener el campo, sujetos al pago del arrendamiento que la ley
le impusiera. Que este pensamiento de la Comisión no estaba bien explicado en el art.
en discusión. Por lo que era de opinión se modificara la redacción (…) Entonces
podría redactarse el art. 11 en los términos siguientes: `Si el Gobierno o el comprador
no se conformasen con la avaluación del terreno, podrán el poseedor con títulos y el

120
Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Provincia de Entre Ríos, Sesión Extraordinaria;
Concepción del Uruguay, 14-11-1861; en AHER. Libro de Actas N° 10: del 23 de Marzo de 1861 a 7 de
Mayo de 1862, pp. 110-116.

[93]
ocupante continuar como hasta ahora sujetos al pago de arrendamiento que la ley
imponga” 121

En tercer lugar, el diputado Baltoré propuso una adición en acta para los
artículos trece y catorce. Estos reconocían a los poseedores legales el derecho a la
tercera parte o mitad -gracia especial- del terreno o de su valor. Baltoré, que en un
primer momento se opuso al otorgamiento de la “gracia especial” a los poseedores de
más de veinte años, luego planteó que en el Acta de Sesiones quedase aclarado que
“(…) para ser agraciado era necesario la posesión continua de veinte años en
adelante”. El diputado Montero agregó que esto representaba “la posesión pacífica, no
interrumpida civil ni naturalmente.” 122

Las principales restricciones a las preferencias individuales de los diputados


Baltoré, Seguí y Montero para reformar parcialmente el proyecto sobre venta de
terrenos públicos rurales estuvieron en el apoyo -a través del voto- de la mayoría de los
miembros de la legislatura conseguido por los representantes del Ministerio General de
Gobierno y la Comisión Especial. De la Peña y Anastasio Cardassi -como Ministro y
Miembro Informante respectivamente- trabajaron para bloquear las mociones tendientes
a reformar los artículos del proyecto institucional. En este sentido, las propuestas de
reforma de los artículos seis, siete, ocho y once fueron rechazadas. Mientras que, solo
en el caso de los artículos trece y catorce permitieron introducir una moción de adición
en Acta con fines estrictamente jurídico-instrumental.123

121
Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Provincia de Entre Ríos, Sesión Extraordinaria;
Concepción del Uruguay, 15-11-1861; en AHER. Libro de Actas N° 10: del 23 de Marzo de 1861 a 7 de
Mayo de 1862, pp. 117-122.
122
Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Provincia de Entre Ríos, Sesión Extraordinaria;
Concepción del Uruguay, 19-11-1861; en AHER. Libro de Actas N° 10: del 23 de Marzo de 1861 a 7 de
Mayo de 1862, pp. 123-129.
123
Según el registro del Diario de Sesiones, el diputado Juan Barañao –Presidente interino de la Cámara
de Diputados- puso a votación en dos oportunidades el artículo seis del Proyecto de Ley resultando
empate en dos oportunidades. Por lo tanto, resolvió la situación con su voto a favor de la propuesta
originaria de la Comisión Especial, sin las modificaciones sugeridas por los diputados José R. Baltoré y
Juan Francisco Seguí. Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Provincia de Entre Ríos,
Sesión Extraordinaria; Concepción del Uruguay, 14-11-1861; en AHER. Libro de Actas N° 10: del 23 de
Marzo de 1861 a 7 de Mayo de 1862, pp. 110-116.

[94]
Cuadro 3. Las preferencias individuales de los legisladores en el debate del proyecto
institucional sobre tierras públicas ejidales. Entre Ríos, 1860.

Proyecto institucional sobre venta de tierras públicas ejidales

Diputado Contenido Forma Votación

Venta por licitación de Rechazo con propuesta de


RUIZ MORENO, Martin Rechazada
solares, quintas y chacras supresión (art. 1)

Venta por licitación de Rechazo con propuesta de


BARAÑAO, Juan Rechazada
solares, quintas y chacras supresión (art. 1)

Venta de tasación o Rechazo con propuesta de


DUPORTAL, Emilio Aprobado
licitación de chacras adición (art. 1)

Venta por licitación de Rechazo con propuesta de


SAGASTUME José J. Rechazada
solares, quintas y chacras supresión (art. 1)

Aprobación con propuesta


Cambio denominación de
SEGUI, Pedro P. de corrección parcial Aprobado
villa a ciudad (La Paz)
(art. 2) (EN ACTA)
Aprobación con propuesta
Fijar precio máximo y
RUIZ MORENO, Martin de supresión parcial Rechazado
mínimo para arrendamiento
(Art. 4)

Cuadro 4. Las preferencias individuales de los legisladores en el debate del


proyecto institucional sobre tierras públicas rurales. Entre Ríos, 1861.

Proyecto institucional sobre venta de tierras públicas rurales


Tipo de Resultado de
Diputado Moción
Intervención Votación
Dos a tres testigos para Aprobación con propuesta
BALTORÉ, José R. probar la mera posesión de corrección parcial Rechazado
(ante que 5 testigos) (art. 6)
Tramitación ante Juzgado
Aprobación con propuesta
de Paz (en lugar de
SEGUI, Pedro P. de corrección parcial Rechazado
Juzgado en 1º Instancia en
(art. 6)
lo Civil)
Desacuerdo por
Aprobación con propuesta
MONTERO, Vicente H. intervención Juez de Paz en Rechazado
de supresión parcial (art. 7)
resolución de tasación
Venta de tierras baldías por Aprobación con propuesta
MONTERO, Vicente H. Rechazado
remate público de adición (art. 8)
Modificación de redacción Aprobación con propuesta
MONTERO, Vicente H. Rechazado
articulo 11 de corrección (art. 11)
El premio acordado en art.
13 y 14 a los poseedores de
10 y 20 años debe Aprobación con propuesta
BALTORÉ, José R. entenderse como posesión de adición (en Acta) (art. Aprobado
continua correspondiendo a 13 y 14)
los agraciados en uno y
otro caso la prueba”

Fuentes: elaboración propia a partir de Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Provincia de


Entre Ríos. En AHER. Libro de Actas Nº 9 de Junio 14 de 1860 a Marzo 13 de 1861 y Libro de Actas Nº
10 de Marzo 23 de 1861 a Mayo 7 de 1862 (Cuadros 4 y 5).

[95]
4.3. ¿Entrecruzamiento político-institucional o poder autocrático?

Llegado a este punto es posible afirmar que la formación, control y utilización


de los recursos públicos del Estado provincial -en nuestro caso, las tierras públicas
rurales- fue el resultado del entrecruzamiento de los ámbitos ejecutivo y legislativo.
Este entrecruzamiento estuvo prefigurado por una redefinición teórica del contenido de
la actividad estatal de los poderes públicos incorporada en la Constitución de la
Provincia de Entre Ríos de 1860 y, consecuentemente, por la puesta en marcha de
nuevos mecanismos formales de interacción entre los ámbitos ejecutivo y legislativo
como la implantación de un sistema de formación de leyes mediante la presentación de
proyectos institucionales evaluados por comisiones legislativas. Por otra parte, la
evidencia empírica relacionada a la formación de los proyectos institucionales nos
permitió dar cuenta de un complejo proceso de intercambio y cooperación micro-
político entre múltiples puntos de apoyo integrado por el Ministerio General de
Gobierno, la Cámara de Diputados, la Comisión Permanente y las Comisiones
Especiales, es decir, una red de organismos y unidades estatales -bajo reglas de juego
propio- que diseñaron o delinearon la transferencia de tierras públicas a manos privadas.
Resulta innegable el arbitraje del Gral. Urquiza en la organización del Ministerio
General de Gobierno -donde ejercieron los cargos de ministros el Dr. Luis J. de la Peña
y el Cnel. Ricardo López Jordán- y el control del sistema legislativo unicameral -con las
designaciones del Gral. Manuel Urdinarrain y el Cnel. Teófilo de Urquiza (hijo del Gral.
Urquiza) en la presidencia de Cámara de Diputados y la Comisión Permanente,
respetivamente-. No obstante, esta restricción política no se tradujo automáticamente en
la formación de asuntos específicos de la agenda gubernamental sobre tierras públicas
ejidales y rurales. En este sentido, un contrapunto de suma importancia a la figura
monolítica de mando-obediencia trazada por los estudios históricos fueron el conjunto
de preferencias sectoriales e individuales asociadas los posicionamientos institucionales
asumidos por los actores políticos en el contexto de los debates legislativos. Por un
lado, la figura del Dr. Luis J. de la Peña -Ministro General de Gobierno- fue
fundamental en la formulación de un proyecto institucional sobre tierras públicas rurales
como aspecto constitutivo de la construcción del poder administrativo del Estado
provincial y, posteriormente, en el consenso establecido con la Cámara de Diputados
para conseguir el apoyo de la mayoría de los legisladores y bloquear algunas
preferencias individuales que proponían la modificación de algunos de sus artículos. Por

[96]
otra parte, los diputados Martín Ruiz Moreno, José Romualdo Baltoré, Anastasio
Cardassi, Vicente H. Montero, José Joaquín Sagastume, que ocuparon las posiciones de
liderazgo más representativas dentro del sistema de comisiones legislativas, tuvieron
una participación singular como miembros informantes de Comisiones Especiales en la
reformulación y defensa de los proyectos institucionales en la Cámara de Diputados, así
como también, como autores de mociones de supresión, adición y corrección en las
discusiones “artículo por artículo”. En suma, podemos señalar que, sin negar o
desconocer las restricciones generales impuestas por la presencia de un poder ejecutivo
fuerte y una fuerza política hegemónica, la formación de los proyectos institucionales
relacionados a la transferencia de terrenos rurales en manos del Estado provincial como
aspecto constitutivo de las políticas estatales de control y regulación de tierras públicas
provinciales fueron resultado de un arreglo institucional entre los ámbitos ejecutivo y
legislativo, una novedosa agencia política que daba sus primeros pasos hacia principios
de la década de 1860.

Cuadro 5. Trayectos formales de los proyectos institucionales sobre arrendamiento


y venta de tierras públicas rurales y ejidales. Entre Ríos, 1860 y 1861.

Venta de Tierras Arrendamiento de Venta de Tierras


Públicas Ejidales Tierras P. Rurales Públicas Rurales

Origen o fuente Poder Ejecutivo Poder Ejecutivo Poder Ejecutivo


Intervención

Comisión Permanente No No Si
ex ante

Comisión Especial Si Si Si

Cámara de Diputados Aprobación Aprobación Aprobación

Ministro General de
No No Si
Intervención

Gobierno
ex dure

Tipo de Sesiones Ordinarias Ordinarias Extraordinarias

Cantidad de Sesiones Dos sesiones Una sesión Tres sesiones


Intervención

Aprobación Aprobación Aprobación


Cámara de Diputados
ex post

(24-09-1860) (06-10-1860) (19-11-1861)


Promulgación Promulgación Promulgación
Poder Ejecutivo
(25-09-1860) (08-10-1860) (20-11-1861)

Fuentes: elaboración propia a partir de Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Provincia de


Entre Ríos. En AHER. Libro de Actas Nº 9 de Junio 14 de 1860 a Marzo 13 de 1861 y Libro de Actas Nº
10 de Marzo 23 de 1861 a Mayo 7 de 1862.

[97]
CAPITULO 5.

La transformación del estatuto normativo sobre tierras públicas


rurales.

Este capítulo tiene como propósito examinar la transformación del estatuto


normativo de tierras públicas rurales. Para ello, intentaremos desplazarnos de las
preguntas convencionales que hasta el momento han dominado los estudios
historiográficos -¿qué decían las leyes sobre tierras públicas provinciales? y ¿quiénes
accedieron a los derechos de propiedad?- dejando un gran vacío en torno a un aspecto
central: la reconversión teórica y procedimental de los derechos de ocupación, posesión
y propiedad.124 En primer lugar, nos interrogaremos acerca de los intereses y
expectativas de la elite política entrerriana sobre la concepción jurídica-normativa de las
tierras públicas rurales. Ello nos pondrá frente al régimen de valor construido por los
hombres del Estado provincial -gobernador, ministros y legisladores. Aquí intentaremos
observar la tarea institucional de simplificación y abstracción llevada adelante por los
ámbitos ejecutivo y legislativo para convertir las tierras públicas rurales en un objeto
transable.125 En segundo lugar, nos preguntaremos sobre de la construcción estatal de
los derechos de ocupación, posesión y propiedad. Particularmente, ¿Qué derechos se
ejercían? ¿Cuáles eran contradichos? ¿Cuáles eran reivindicados?, en todos los casos,
¿Por quienes? Esto nos permitirá visualizar la conformación de un complejo conjunto de
acuerdos o consensos en torno a la delimitación teórica de los derechos sobre uno de los
principales recursos públicos del Estado provincial.126 Por último, indagaremos sobre el
delineamiento de un conjunto de procedimientos u operaciones técnico-administrativas
de titularización de tierras públicas rurales.

124
SCHMIT, Roberto. Los límites del progreso…, op. cit. y SCHMIT, Roberto. Caudillos, política e
instituciones…, op. cit.
125
APPADURAI, Arjun. “Introducción: las mercancías y la política del valor”; en APPADURAI, Arjun
(ed.). La vida social de las cosas. Perspectiva cultural de las mercancías; México D.F., Grijalbo, 1986.
126
CONGOST, Rosa. Tierras, leyes, historia. Estudios sobre “la gran obra de la propiedad”;
Barcelona, Crítica, 2007, pp. 40-49.

[98]
5.1. La noción jurídico-normativa de tierras públicas rurales.
La transformación del estatuto normativo de tierras públicas, a través de la
sanción de leyes provinciales entre los años 1860 y 1861, uniformó las formas de
transferencia (venta, arrendamiento y concesiones o donaciones), la tipificación de
terrenos o predios (tipos, extensión y valoración) y los derechos de acceso y usufructo
(propiedad, posesión y ocupación). Sin embargo, los ámbitos ejecutivo y legislativo
pusieron particular énfasis en la modulación teórica y procedimental de las tierras
públicas rurales, principalmente, porque evaluaban que el Estado provincial disponía de
un stock fijo de grandes extensiones de terrenos o predios rurales del cual podían echar
mano sin mayores inconvenientes.127 En el cuerpo de leyes provinciales, la figura de las
“tierras públicas rurales” adquirió expresiones indistintas, como por ejemplo: “campos
destinados al pastoreo” (1860), “terrenos de pastoreo” (1861), “tierras de pastoreo”
(1861) y “campos de pastoreo” (1860, 1862, 1863).128 No obstante la disparidad en la
nominación su significado nos remite a la misma representación institucional: la
cosificación de la noción de la “gran campaña entre-rriana”. Esta noción encerraba un
grupo de relaciones binarias -entre ellas, “publico/privado”, “urbano/rural”,
“ganadería/agricultura”-, que en gran medida, impregnaron los criterios institucionales
utilizados para la delimitación o clasificación teórica de las “tierras públicas rurales”.
Por tal motivo, dichos criterios pretendieron responder a tres grandes interrogantes
acerca del “stock fijo” del Estado provincial: (1) ¿dónde estaban ubicadas?, (2) ¿Qué
uso se les asignaba? y (3) ¿se encontraban habitadas o deshabitadas?129

127
Esta afirmación, era al menos, dudosa o inexacta. Hacía principios de la década de 1860, el gobierno
entrerriano poseía escasos medios técnicos para corroborar de manera clara y precisa la reserva de una
“considerable extensión de tierras de su propiedad” o “tierras de pastoreo de propiedad pública”. Los
antecedentes cartográficos que tenía en sus manos se hallaban los mapas o cartas geográficas, geológicas
y administrativas elaboradas por Pedro Pico (1845), Augusto Bravard (1858), Nicolás Grondona (1862) y
Victor de Moussy (1865). Estas se complementaban con las impresiones paisajísticas sobre el ámbito
rural de T.J. Page (1857), A.M. Du Graty (1858), T. Hincliff (1861), entre otros. Lo cierto, es que el
gobierno entrerriano carecía de cartografía catastral e información parcelaria que pudiera brindarle una
composición precisa acerca del stock fijo en tierras públicas rurales, esto es, la cantidad y distribución de
predios o terrenos rurales en el territorio provincial, así como también, del número concreto de
contribuyentes y sus bienes imponibles.
128
Ley de 04-10-1860, Ley de 08-10-1860, Ley de 11-04-1861 y Ley de 20-11-1861; en Recopilación de
Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos desde 1821 a 1873. Tomo VII: 1856 al 61;
Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1876. Ley de 26-04-1862, Ley de 18-05-1862 y Ley de 15-02-
1863; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos desde 1821 a 1873.
Tomo VII: 1856 al 61; Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1876.
129
En un arqueo de mayor alcance podremos observar una mayor precisión y legibilidad acerca de la
noción de tierras públicas en el Código Rural de la Provincia de Entre Ríos sancionado en 1878, cuyo
proyecto fuera presentado por primera vez en el año 1873. El Código Rural definió como tierras públicas

[99]
En primer lugar, el término “campo”, homologado a “terrenos” y “tierras”,
aludía a una superficie, en tanto extensión o área delimitada de un territorio, adyacente o
fuera del espacio urbano, periurbano o ejidal -compuesto por solares, quintas y chacras-
de las villas, pueblos y ciudades.130 No debe perderse de vista, que desde la óptica del
gobierno entrerriano, la ganadería era considerada como la principal actividad
económica del territorio provincial, y por ende, requería de la combinación de -al
menos- tres factores: suelo, vegetación y técnica de pastoreo. En segundo lugar, el
“pastoreo” consistía en operaciones encaminadas a satisfacer las necesidades
alimentarias a diente del ganado con recursos vegetales. Según los informes de época,
era definido como “la alimentación de animales en pastos naturales de campos libres o
abiertos”131 o “la cría de ganado en prados naturales”. En una u otra definición, se
destacaba la idea de las operaciones de pastoreo en el espacio rural (campos “libres” o
“abiertos”) como lugar “no intervenido” por el hombre (prados o pastos naturales). En
nuestro caso, la idea de “campos libres o abiertos” estaba vinculada a una tecnología
alimentaria que se discurría entre la práctica natural/racional para la subsistencia del
ganado. Por otra parte, dentro de la función asignada por el gobierno entrerriano a las
tierras públicas, “los campos destinados a pastoreo” eran considerados de dominio
estatal, pero nunca de carácter comunal o de uso común, ni tampoco involucraba ningún
tipo de derecho relacionado a esta condición socio-jurídica.132 En tercer lugar, la noción

aquellas que no pertenecían al dominio particular, subdividiéndolas en tres tipos: 1.- tierras de posesión,
2.- tierras de arrendamiento, y 3.- tierras baldías (Art. 400)
130
Según el Diccionario de Legislación y Jurisprudencia de Escriche (1831) un campo era “(…) la llanura
de tierra ancha y dilatada que está fuera de la población.” Como podemos observar, la definición de
Escriche plantea la noción de campo como espacio “no urbano”, pero además, incorpora las condiciones
geográficas del relieve como criterio para su conceptualización. ESCRICHE, Joaquín. Diccionario
Razonado de Legislación y Jurisprudencia; París, Librería de Rosa y Bouret, 1863, p. 400 [1831] Por
otra parte, la definición propuesta en la Enciclopedia Española de Derecho y Administración o Nuevo
Teatro Universal de la Legislación de España e Indias de Arrazola (1853) equiparaba las nociones de
campo, campaña y campiña, quitándole el carácter geográfico del relieve por considerarlo un elemento
aleatorio. Por ende, define al campo como “(…) la parte esterior del globo… no cubierta materialmente
de mares y poblaciones, las porciones inmensas de este todo [y] el término de un pueblo o una parte de
él.” ARRAZOLA, Lorenzo. Enciclopedia Española de Derecho y Administración o Nuevo Teatro
Universal de la Legislación de España e Indias. Tomo VIII; Madrid, Imprenta de Díaz y Compañía,
1852, pp. 407-408.
131
KAHL, August. Observaciones sobre la cría de ovejas y ¿Cuál es el mejor material para la
refinación de nuestras majadas?; Montevideo, Imprenta de la Reforma Pacífica, 1865, p. 67
132
En la noción propuesta por el Diccionario de Legislación y Jurisprudencia de Escriche, se delimitaba
el ACAMPO como “(…) la porción de tierra que de los pastos comunes se destina y acota á cada
ganadero, para que por cierto tiempo la paste solo su ganado” y el PASTURAJE como “(…) el lugar de
pasto abierto o común; y el derecho con que se contribuye para poder pastar los ganados.”. Un aspecto
remarcable en las observaciones de Escriche era que correlacionaba los factores tierras
comunales/derechos de uso/pastos comunes. ESCRICHE, Joaquín. Diccionario Razonado…, op. cit., pp.
43 y 1332.

[100]
de espacio habitado/no habitado aludía a un predio o parcela rural con o sin asiento de
población. En este sentido, era homologado a los “terrenos baldíos”. Esta opción
radicaba en su condición de vacancia, es decir, no poseída u ocupada, debido a que no
presentaba obstáculos al momento de colocar en el mercado para su transacción;
mientras que, la superficie establecida en forma de “lotes” era considerada como la más
rentable para instalar un “estancia”, es decir, un establecimiento rural destinado a la cría
de ganado vacuno, lanar o yeguarizo.133
Como puede observarse en el Gráfico, la Ley de 20-11-1861 dividió las “tierras
públicas rurales” o “tierras de pastoreo en la Provincia reconocidas de propiedad
pública” en tres tipos: 1.- terrenos baldíos, 2.- terrenos de posesión, y 3.- terrenos de
arrendamiento. En primer lugar, los terrenos baldíos eran predios rurales vacantes de
dominio público transferibles, en forma de “lotes”, con una extensión máxima de tres
leguas cuadradas (8.100 hectáreas). En segundo lugar, los terrenos de posesión eran una
extensión rural justificada por una persona con titulo legal “bastante” o “suficiente” que
confería el derecho al dominio directo de la mitad o tercera parte del terreno y al
usufructo total. En tercer lugar, los terrenos de arrendamiento eran parcelas rurales que
no siendo de posesión eran ocupados por personas que, con o sin títulos legales o
contratos, estaban obligados a pagar una suma anual al Estado provincial por el
usufructo del terreno que tenían una extensión de una legua cuadrada y máxima de tres
leguas cuadradas. A continuación, nos ocuparemos de la relación entre tierras, sujetos y
derechos.

133
En palabras de los diputados Cardassi, Redruello y Sagastume: “Los Artículos 2º y 3º del proyecto del
Ejecutivo se han redactado en uno solo, porque versando ambos sobre cuáles son las tierras que podrán
venderse, el pensamiento dominante es uno. Se han agregado en este artículo los baldíos, de que habla el
proyecto del Gobierno, porque tratándose de vender hoy únicamente las tierras que no presentan
dificultades al efecto, ninguna como las baldías se hallan en este caso (…) La Comisión juzga
conveniente al progreso de la población y de la riqueza misma, repartir las tierras tanto como sea posible,
y por esto propone el artículo 3º, que determina vender las baldías en lotes de tres leguas cuadradas:
estensión que halla bastante para poner un establecimiento considerable”. En Dictamen de la Comisión
Especial “Proyecto de Ley sobre venta de doscientas leguas de las tierras públicas de pastoreo”; en RUIZ
MORENO, Martin. La Provincia de Entre Ríos…, op. cit., p. 75.

[101]
FiguraLas tierras
4. Las públicas
tierras rurales
públicas según según
rurales Ley de Ley
20-11-1861. Entre Ríos,
de 20-11-1861. 1861.
Entre Ríos, 1861.

Tierras Públicas Rurales


o Campos de Pastoreo
Tierras Baldías

Poseedores con

Derechos de
posesión
Tierras de Título Legal
posesión
Poseedores con
Título Legal + 20 años
Derechos de
usufructo

Tierras de Ocupantes
arrendamiento + 10 años

Fuente: elaboración propia a partir de Ley de 20-11-1861; en Recopilación de Leyes, Decretos y


Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos desde 1821 a 1873. Tomo VII: 1856 al 61; Uruguay, Imp. de La
Voz del Pueblo, 1876.

5.2. El “perfeccionamiento” teórico de los derechos “imperfectos”.

Reconstruir el “perfeccionamiento” teórico de los derechos “imperfectos” en la


transformación del estatuto normativo de tierras públicas es una tarea de gran dificultad
porque a pesar de la centralidad de este asunto los ámbitos ejecutivo y legislativo
adolecieron de un cuerpo conceptual claro y preciso acerca de los derechos de
ocupación, posesión y propiedad sobre las tierras públicas rurales. Sin embargo,
podemos llegar parcialmente a ello a través de unir los fragmentos dispersos del nuevo
estatuto normativo a partir de un conjunto de documentos oficiales resultado del
intercambio entre los diputados entrerrianos que formaron parte de la “Convención
Constituyente” y la “Primera Legislatura” entre los años 1860 y 1862.

Pero este no es el único obstáculo. Existe en la renovación historiográfica sobre


Entre Ríos, una fuerte tendencia a leer e interpretar este fenómeno socio-jurídico
utilizando únicamente el cuerpo de leyes, decretos, acuerdos, etc., y por lo tanto,
adoptar acríticamente el lenguaje de los hombres de Estado sin detenerse críticamente a
reflexionar que la legibilidad normativa fue el resultado o producto de un esfuerzo
institucional de abstracción y simplificación previo que los legisladores y hombres de

[102]
Estado llevaron adelante para analizar los problemas con los cuales se enfrentaron en un
determinado momento histórico.134

Tampoco puede perderse de vista que la interpretación acerca del


“perfeccionamiento” de los derechos sobre tierras públicas rurales estuvo impregnado
por una visión refractaria del proyecto de gubernamentabilidad diseñado por la elite
política provincial. Esta mirada ubicó el carácter imperfecto de la propiedad como un
componente irresuelto del “Viejo Estado Entrerriano” en el marco de una sociedad
tradicional, donde reinaba el desorden político y un permanente estado de guerra (1821-
1840). En contraposición, el trayecto hacia propiedad perfecta fue interpretado como la
manifestación o autorrealización del “Nuevo Estado Entrerriano”, donde se conjugaba
con la seguridad fiscal, jurídica y territorial en un contexto modernización social bajo el
orden político y el estado de paz (1841 en adelante).

Otro aspecto a tener en cuenta, es la naturaleza de esa transición que presentó un


carácter bifronte y ascendente. El discurso público-estatal construyó una imagen
tripartita entre Tierras-Derechos-Sujetos donde a cada peldaño o estadio le correspondió
una forma de relación singular. El primer escalón estaba conformado por los derechos
de ocupación, relacionado a los “meros o simples ocupantes” (también señalados como
intrusos o invasores) y las tierras públicas. Estos eran vinculados al dominio imperfecto
forjado en el viejo orden autónomo. El segundo escalón estaba constituido por los
derechos de posesión, incluía a los “poseedores legales” y representaba el principal
eslabón en la transición entre las tierras públicas/tierras privadas y el dominio
imperfecto/dominio perfecto. Al igual que en el caso anterior, formaban parte de viejas
prácticas de acceso y uso a los recursos públicos configuradas durante la primera mitad
del siglo XIX, que ahora eran llamadas a codificarse y adquirir legibilidad normativa. El
tercer escalón estaba instituido por los derechos de propiedad (de carácter sagrado,
absoluto, individual), que era relacionado con la figura de los propietarios y las tierras
particulares (privadas).

Es necesario señalar que el “perfeccionamiento” de los derechos imperfectos, es


decir, el tránsito teórico ascendente entre los derechos de ocupación, posesión y
propiedad, representó simultáneamente una conducta instrumental y simbólica que fue
concretándose mediante el diseño institucional de las formas de arrendamiento y la

134
SCOTT, James.Seeing like a State; Michigan, Yale University Press, 1998.

[103]
compra-venta de tierras públicas, así como también, de contribución directa. Para dar
cuente de tal situación, abordaremos los debates legislativos que dieron origen a las
leyes de 04-10-1860 (contribución directa), de 08-10-1860 (arrendamiento de tierras
rurales) y de 20-11-1860 (venta de terrenos rurales).

Figura 5. La transición del dominio “imperfecto” al “perfecto”.


Entre Ríos, 1861-1872.

Dominio
imperfecto a Derechos de Propiedad
perfecto Propietarios

Derechos de Posesión
Tierras Públicas Tierras Particulares
Poseedores legales

Propiedad
Derechos de ocupación
Absoluta e
Meros o simples
Fuente y metodología: ocupantes
elaboración propia a partir de
Individual

Fuente: elaboración propia a partir de

Fuentes: elaboración propia a partir de Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la


Provincia depropia a partir de Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Provincia de
Fuentes: elaboración
Entre Ríos. En AHER. Libro de Actas Nº 9 de Junio 14 de 1860 a Marzo 13 de 1861 y Libro de Actas Nº
10 de Marzo 23 de 1861 a Mayo 7 de 1862.

Figura 6. Una visión


Gráficogubernamental de la propiedad.
3. Una visión gubernamental Entre Ríos, 1861-1872.
de la propiedad.

Viejo Estado Nuevo Estado


Entrerriano Entrerriano
(1822-1840) (1841 en adelante)

Propiedad Propiedad
Imperfecta Perfecta

Seguridad
(In) seguridad
territorial fiscal
Seguridad Seguridad
territorial jurídica

Fuentes: elaboración propia a partir de Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Provincia de


Entre Ríos. En AHER. Libro de Actas Nº 9 de Junio 14 de 1860 a Marzo 13 de 1861 y Libro de Actas Nº
10 de Marzo 23 de 1861 a Mayo 7 de 1862.

[104]
5.2.1. Los derechos de ocupación.
Un punto de partida ineludible para analizar la construcción de los derechos de
ocupación fueron los debates en torno al proyecto de ley sobre contribución directa en la
Cámara de Diputados (septiembre y octubre de 1860), una iniciativa presentada por el
Poder Ejecutivo y cuyas modificaciones fueron expuestas por el diputado Vicente H.
Montero como Miembro Informante de la Comisión Especial formada por la Comisión
Permanente. En líneas generales, el proyecto del Poder Ejecutivo formuló la novedad de
implantar por primera vez un impuesto sobre las propiedades rurales. Este tuvo la
aprobación general de la Cámara de Diputados, pero fue duramente cuestionado en las
discusiones sobre el articulado. Los diputados entrerrianos coincidían en el estado de
situación de las propiedades rurales, que resumían de la siguiente manera: “la mayor
parte al menos de los campos de propiedad particular están llenos de intrusos. Hay
propietarios que tienen 10, 12 y mas leguas de campo, y sin embargo, solo disfrutan de
la posesión de 5 o 6 leguas.” A partir de aquí, se abría una brecha sobre el tipo de
intervención que debía adoptar el Estado provincial para sanear las tierras
públicas/privadas rurales: ¿desalojo o tolerancia de los “intrusos?.
Por un lado, los diputados “intransigentes” consideraban el desalojo inmediato
de los intrusos como un “acto de rigurosa justicia y perfecta equidad” porque
garantizaba la inviolabilidad de la propiedad privada, y por consiguiente, habilitaba a
los propietarios particulares a pagar las cargas tributarias impuestas por el Estado
provincial. Estos entendían que la tolerancia hacia los “intrusos” representaba un ataque
directo a los derechos naturales, al punto de alentar la resistencia a la contribución
directa si el Estado provincial no se encargaba de “sanear” las propiedades rurales
mediante el desalojo inmediato de los intrusos, considerados como sujetos sin derechos,
o como lo definió Emilio Duportal: “un detestado usurpador de la propiedad ajena”
Por otra parte, los diputados “gradualistas” o “moderados” consideraban que
cualquier intento de desalojo inmediato de los “ocupantes sin títulos” llevaría a la
“pérdida de su fortuna” y provocaría dificultades insuperables como el “desorden y
anarquía”. Estos abogaban por la tolerancia de los “ocupantes sin títulos” pero sujetos a
una nueva figura: el arrendamiento. Esto significaba que aquellos debían pagar por el
uso temporal de predios o terrenos una cierta suma de dinero mediante un contrato de
cesión establecido con los propietarios rurales (tierras privadas); lo cual era considerado
como una “justa remuneración debido al uso de una parte de la riqueza”. En el caso de
resistencia al arrendamiento, la solución no era el desalojo de los ocupantes, sino la
[105]
exención a los propietarios del pago de contribución directa sobre la extensión de
terrenos no usufructuados.
Luego de un largo debate, la posición de los diputados gradualistas terminó
imponiéndose y uno de controversiales artículos en discusión quedó formulado de la
siguiente manera: “Las fincas y terrenos de propiedad particular en la Provincia,
pagarán anualmente el dos por mil de contribución sobre su valor, debiendo los intrusos
en los campos de pastoreo pagar al propietario un arrendamiento que por ahora, será
proporcional a la cuota que se le imponga” (Ley de 04-10-1860, Artículo 1).135 Por
primera y única vez durante este periodo se introdujo en una norma jurídica la figura del
“intruso”, pero despojada de toda medida punitiva, sino más bien, como una transición
socio-jurídica hacia la consolidación teórica del usufructo de la mano de los “meros o
simples ocupantes” de los que hablarán los proyectos de ley sobre arrendamiento y
venta de tierras públicas rurales.
Como en el caso anterior, el proyecto de ley sobre arrendamiento de tierras
públicas rurales fue presentado por el Poder Ejecutivo; mientras que, el diputado Martín
Ruiz Moreno fue el Miembro Informante de la Comisión Especial designado por la
Comisión Peramente de la Cámara de Diputados (octubre de 1860). Este proyecto tuvo
la aprobación general y particular de los legisladores y fue promulgado por Ley de 08-
10-1860, solo cinco días después de proclamada la Ley de 04-10-1860. Su debate
consistió en un breve intercambio entre los diputados Martín Ruiz Moreno y Anastasio
Cardassi por el cual dejaron de manifiesto que el arrendamiento solo otorgaba derechos
de usufructo, es decir, de goce o disfrute bajo la mera tenencia de las tierras públicas,
pero no derechos de posesión.136
La nueva ley de arrendamiento también dejó impresa la perspectiva
gubernamental acerca de las formas de acceso y permanencia a las tierras públicas
rurales. Por un lado, los “viejos” ocupantes, es decir aquellos pobladores que
usufructuaban informalmente las tierras públicas previa promulgación de la Ley de 08-
10-1860, a partir de este momento debían abonar un arrendamiento anual de cincuenta
pesos por legua cuadrada (Art. 1) y si ocupaban un terreno de menor extensión que no
podía ampliarse debía pagar en proporción al predio habitado (Art. 7). Por otro lado, los
“nuevos” ocupantes solo podían acceder a las tierras públicas rurales mediante un
135
Ley de 04-10-1860, en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos
desde 1821 a 1873. Tomo VII: 1856 al 61; Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1876, pp. 193-195.
136
Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Provincia de Entre Ríos. En AHER. Libro de
Actas Nº 9 de Junio 14 de 1860 a Marzo 13 de 1861 1862.

[106]
contrato de arrendamiento suscripto con el Gobierno (Art. 6), siendo la extensión de los
terrenos entre 1 (mínimo) y 3 (máximo) leguas cuadradas (Art. 7).
El último peldaño del refinamiento teórico de los derechos de ocupación se
constituyó con la presentación del proyecto de ley sobre venta de campos de pastoreo
impulsado por el Poder Ejecutivo, que fuera observado y modificado por los diputados
Anastasio Cardassi, Eulogio Redruello y Fidel Sagastume, miembros de la Comisión
Especial designada por la Comisión Permanente de la Cámara de Diputados. Dicho
proyecto ingresó junto con un Informe elaborado por la Comisión Especial, y propuso la
transferencia de cuatrocientas leguas (1.080.000 has.) de tierras de pastoreo de manos
públicas a privadas mediante la venta de terrenos baldíos, terrenos de posesión con
título de Gobierno y terrenos meramente ocupados de diez años arriba (Arts. 1 y 2).
Para la Comisión Especial, los “meros o simples” ocupantes ejercían el derecho
de usufructo sobre tierras públicas, de carácter no transmisible y meramente personal,
teniendo la obligación de afianzarlo mediante el cumplimento de un relación jurídico-
contractual. Por lo tanto, los derechos otorgados por el Estado provincial a los “meros o
simples” ocupantes eran: 1.- hacer uso de las tierras públicas pero sujeto al pago del
arrendamiento, y 2.- mantener la “habilidad” de comprar las tierras públicas
usufructuadas con preferencia a otros compradores (esto último será codificado en el
Artículo 11 de la Ley de 20-11-1861). Por otra parte, la decisión de vender los terrenos
meramente ocupados anteriores al año 1851 respondió a la idea de la Comisión Especial
de evitar: 1.- las disputas por contraposición de derechos entre particulares, y 2.- los
reclamos de propietarios o poseedores ausentes que denuncien derechos sobre tierras
enajenadas. El ensamble político definitivo entre los derechos de ocupación y los
“meros o simples” ocupantes lo brindó el propio gobernador Justo José de Urquiza
cuando unos meses después de la sanción de la Ley de 20-11-1861, se dirigió a la
Comisión Permanente de la Cámara de Diputados reafirmando el principio de tolerancia
como aspecto central de las políticas estatales de control y regulación de tierras
públicas, a saber:

“Muchos ocupantes son en su mayor parte agraciados por el Gobierno, son servidores del País,
desde la guerra de la independencia, que no han recibido otra compensación por sus largas
campañas que el derecho de labrar su subsistencia en algún pedaso de las inmensas estenciones
monopolizadas y abandonadas por algunos especuladores; y son solo ellos los que han fundado las
instituciones del País con su abnegación patriótica y la riqueza territorial con su trabajo. Es la ley,

[107]
es el Gobierno, el que debe ampararlos, sin que sea justo librarlos a las pretensiones quizás injustas
137
del tenedor de algún título caduco e insuficiente”

Figura 7. La transformación socio-jurídica de los derechos de ocupación sobre


Gráfico. La transformación socio-jurídica de los derechos de ocupación sobre
tierras públicas tierras
rurales. Entrerurales.
públicas Ríos, 1861-1872.
DERECHOS DE OCUPACION

Ley de 04-10-1860 Ley de 08-10-1860 y 20-11-1860

Mero o Simple
Intruso Ocupante

Proceso de transformación
socio-jurídico

Detestado usurpador de la Servidores del País


propiedad ajena agraciados por sus largas
campañas militares

Sin derechos
Usufructo

Desalojo Contrato de
arrendamiento

Fuentes: elaboración propia a partir de Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Provincia de


Entre Ríos. En AHER. Libro de Actas Nº 9 de Junio 14 de 1860 a Marzo 13 de 1861 y Libro de Actas Nº
10 de Marzo 23 de 1861 a Mayo 7 de 1862.

5.2.2. Los derechos de posesión.

La delimitación teórica de los derechos de posesión en el estatuto normativo de


tierras públicas planteó la necesidad de transformación definitiva del dominio
imperfecto. Fundamentalmente, la cuestión giró alrededor del desentrañamiento de la
naturaleza histórica de los derechos de posesión, para luego, especificar los mecanismos
jurídico-legales que viabilizaran el tránsito hacia los derechos de propiedad. Estos
aspectos aparecen cristalizados en el “Informe sobre el Proyecto de Ley sobre venta de
campos de pastoreo” (06-11-1861) elaborado por una Comisión Especial integrada por
los diputados Anastasio Cardassi, Eulogio Redruello y Fidel Sagastume; y en los
debates sobre el proyecto de ley presentado por el Poder Ejecutivo en la Cámara de
Diputados de la provincia de Entre Ríos (14, 15 y 19-11-1861). En el Informe, la
Comisión Especial puso su empeño en demostrar que los derechos de posesión eran

137
Nota del Poder Ejecutivo a la Honorable Comisión Peramente; Concepción del Uruguay, 07-04-1862;
en AHER. Libro de Notas de la H.C. Legislativa de la Provincia de Entre Ríos, p. 167-169.

[108]
derechos reales, de carácter histórico, base contractual y comparativamente
diferenciados de otras formas jurídicas relacionadas la tenencia de la tierra.
En primer lugar, se estableció que los derechos de posesión constituían un
“derecho real”, de carácter enajenable y transmisible por cualquier otro título, pero sin
un valor o precio determinado con relación a los derechos de propiedad. En este sentido,
la Comisión Especial verificó esta condición en un grupo de leyes sobre tierras
sancionadas entre los años 1823 y 1830, a saber: Ley de 21-10-1823, Ley de 27-07-
1824, Decreto de 14-12-1824, Ley de 26-09-1826 y Ley de 19-08-1830.
En segundo lugar, se determinó que los derechos de posesión resultaban de un
acuerdo legal escrito o contrato entre los poseedores y el Gobierno mediante el cual se
arreglaba, por un lado, “el pleno goce de tierra inhabitadas e incultas a condición de
que los particulares las poblaran dentro de cierto tiempo, reservando a la Provincia la
propiedad de ellas”, por otro lado, “el Gobierno no podía despojar del derecho
concedido a los particulares, llenando estos la condición, porque el goce de las tierras
se concedía sin término, y en muchos casos prometiendo la propiedad”.138
En tercer lugar, se comprobó -mediante una comparación de formas jurídicas-
que los derechos de posesión no se correspondían con la posesión civil y natural, el
usufructo y la enfiteusis. Para ello, la Comisión Especial recurrió al derecho español que
establecía una diferencia entre los dos tipos de posesión. La posesión natural, que aludía
a la tenencia o el disfrute de un derecho por una persona, fue diferenciada porque no
otorgaba derechos duraderos. La posesión civil, que aludía a la tenencia o el disfrute de
un derecho por una persona unido a la intención de hacer la cosa o el derecho suyo, fue
diferenciada por entender que residía exclusivamente en figura del propietario. También
se la distinguió del usufructo por entender que no era un derecho transmisible, así como
también, por su carácter personal y las obligaciones de afianzamiento (por ejemplo, el
pago de arrendamiento), aspectos que no encontraba en los derechos de posesión. Lo
mismo con la enfiteusis, con la cual no encontrará equivalencia por disponer del pago
de un canon con el dueño directo o propietario, obligación inexistente en el poseedor ya
que tiene el goce de la tierra.
Por último, la Comisión Especial concluyó que lo poseedores no eran los
“verdaderos dueños del dominio útil de la tierra” pero no había encontrado “a que
ajustar el precio del derecho en cuestión en sus relaciones con la propiedad”. Por lo

138
Dictamen de la Comisión Especial “Proyecto de Ley sobre venta de doscientas leguas de las tierras
públicas de pastoreo”; en RUIZ MORENO, Martin. La Provincia de Entre Ríos…, op. cit., p. 73-79.

[109]
tanto, en acuerdo con el Poder Ejecutivo, propusieron “avaluar en menos de la mitad del
valor la tierra poseída, designándose en la tercera parte” y “premiar [con la mitad del
valor de la tierra que ocupan] el importante servicio prestado a la Provincia por los que
poblaron estos campos desiertos, cuando nada era seguro; cuando los derechos del
hombre era en ella más que un problema.”
El Proyecto de Ley sobre venta de tierras de pastoreo presentado por el Poder
Ejecutivo y el Informe de la Comisión Especial tuvo la aprobación general de la Cámara
de Diputados. Originalmente, proponía el reconocimiento a los poseedores de diez años
con título legal, pero la Comisión Especial desestimó esta propuesta por considerar que
los derechos de posesión tenían perdurabilidad y no podían sujetarse a un límite
temporal. Por lo tanto, como respuesta formuló una diferencia entre la posesión con
título legal y un “premio” o “gracia especial” a la posesión con título legal mayor a
veinte años.
El diputado Fidel Sagastume definió la posesión con título legal como “(…) el
derecho real posesorio y declarado enajenable así como su valor que implícitamente
iba incluido aunque no se hubiese determinado por ley que ese valor de derecho de
posesión estando hoy determinado en la tercera parte del terreno solo ese derecho era
transmisible.”139 Y aclaraba que “(…) la diferencia de la tercera parte hasta la mitad, o
lo que es lo mismo, esa parte que se concedía por gracia especial, no estaba
comprendida porque era un derecho recién adquirido y que no tiene el poseedor,
derecho que el tiempo de enajenación del poseedor de ningún modo puede
traspasarse”140
Esta distinción fue puesta en cuestión por el diputado Vicente H. Montero que
consideraba desigual e injusto el concepto utilizado por los miembros de la Comisión
Especial. Para Montero,

“(…) que a los poseedores de más de 20 años se les reconocía por gracia y en atención a los
servicios prestados a la Provincia, derecho a la mitad del terreno que poseían. Que los mismos
servicios habían prestado lo de diez. Que cuando el Gobierno había considerado darles esos
campos para poblarlos era porque el aumento de la población aún era necesario. Que esos
pobladores lo habían ocupado sin intervención de ninguna especie, mientas que otros con títulos de
más de 40 años que jamás habían poblado los terrenos cuya mitad se le iba a adjudicar… Que un

139
Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Provincia de Entre Ríos, Sesión Extraordinaria;
Concepción del Uruguay, 19-11-1861; en AHER. Libro de Actas N° 10: del 23 de Marzo de 1861 a 7 de
Mayo de 1862, pp. 123-129.
140
Ibídem, pp. 123-129.

[110]
poseedor podía haberlo vendido o haber interrumpido su posesión uno o dos años y sin embargo
141
haber estado allí establecido por más de 20 o 30 años.”

El diputado Sagastume pondría énfasis que en la valoración de los poseedores


con título legal con más de 20 años “como el principio de la riqueza de la Provincia” y
volvía a aclarar nuevamente que este “premio” o “gracia especial” era una “(…)
atención a los grandes servicios prestados a la Provincia…, en una época en que sus
campos estaban desiertos, cuando nada era seguro, cuando el derecho de propiedad
era un problema.” Con respecto al criterio de clasificación a partir del tiempo de
posesión, este señalaría “(…) que diez años atrás el ciudadano gozaba en la Provincia
de tantas garantías en su persona y bienes como podía gozarlos en el año 1861. Que
indudablemente esto no sucedía así 20 años atrás”.
El concepto que terminaría por acercar las posiciones entre Sagastume y
Montero fue la explicación del primero acerca del carácter continuo de la posesión,
donde dejó clarificado que el Gobierno no otorgaría derechos de posesión a los
pobladores que no hubiesen ocupado el terreno, y agregaba “(…) sin decir por esto que
la interrupción de uno o dos años fuera bastante para privarlos de este derecho”. Por lo
tanto, terminaría por consolidarse una idea de derechos de posesión con carácter
continuo, es decir, no interrumpido civil y naturalmente. Finalmente, los derechos de
posesión terminarán codificados en la Ley de 20-11-1862; donde se reconocía a: 1.- los
poseedores con título legal el derecho a la tercera parte del terreno que poseen, o de su
valor (Art. 13), y a, 2.- los poseedores de más de veinte años se les reconoce, por una
gracia especial, el derecho a la mitad del terreno, o de su valor (Art. 14). Para este
último caso, se aclaraba que favorecía al poseedor actual, sea que haya obtenido a título
oneroso o gratuito (Art. 15).

141
Ibídem, pp. 123-129.

[111]
Figura 8. Los derechos de posesión sobre tierras públicas rurales.
Entre
Gráfico. Los derechos Ríos, 1861-1872.
de posesión sobre tierras públicas rurales.

DERECHOS DE POSESION

DERECHO REAL
Enajenable y transmisible pero sin
relación con la propiedad (valor)

Posesión con Título Fuentes Jurídicas


Legal + 20 años Posesión con
1.- Leyes españolas y Título Legal
VEE (1823-1830)
Gracia
2.- Contrato =
Especial
Gobierno-Pobladores
Tercera parte del
Mitad del terreno terreno (o valor)
(o valor)

Posesión continua y pacífica, no


interrumpida civil ni naturalmente

Fuentes: elaboración propia a partir de Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Provincia de


Entre Ríos. En AHER. Libro de Actas Nº 9 de Junio 14 de 1860 a Marzo 13 de 1861 y Libro de Actas Nº
10 de Marzo 23 de 1861 a Mayo 7 de 1862.

5.2.3. Los derechos de propiedad.

La construcción teórica de los derechos de propiedad tuvo lugar en las sesiones


de la Convención Constituyente cuyo objeto fue la sanción de la Constitución Provincial
(entre enero y abril de 1860) y en las sesiones legislativas de la Cámara de Diputados
donde se concretaron los debates en torno al proyecto de ley sobre la venta de tierras de
pastoreo (entre octubre y noviembre de 1861). Los principales rasgos de los derechos de
propiedad fueron trazados en los documentos “Informe sobre el Proyecto de
Constitución” elaborado por la Comisión Permanente de Negocios Constitucionales
(07-02-1860), el “Manifiesto de la Convención Constituyente de la Provincia de Entre
Ríos a sus Comitentes Entre-Rianos” confeccionado por una Comisión Especial (30-03-
1860) y la propia Constitución Provincial del año 1860; a estos se sumó el “Informe
sobre el Proyecto de Ley sobre Venta de Campos de Pastoreo” (1861) producido por la
Comisión Especial designada por la Comisión Permanente de la Cámara de Diputados
de la Provincia de Entre Ríos. A su vez, este conjunto de documentos se dedujo de una
estructura de remisión histórico-jurídica con puntos de apoyo en el Estatuto Provisorio

[112]
Constitucional de la Provincia de Entre Ríos (1822)142, la Constitución de la
Confederación Argentina (1853) y al pensamiento alberdiano presente en Bases y
puntos de partida para la organización política de la República Argentina (1852) 143,
Elementos del Derecho Público Provincial (1853)144 y Sistema económico y rentístico
de la Confederación Argentina (1854).145
En primer lugar, el esfuerzo de los diputados entrerrianos estuvo dirigido a
homologar la propiedad con los derechos naturales. En el “Informe sobre el Proyecto de
Constitución” se puso de relieve que el conjunto de derechos relacionado con la
seguridad, conservación y protección de la vida y la disposición de bienes necesarios
para garantizar la subsistencia de los individuos conformaban el principal aspecto de la
construcción estatal por encontrarse previamente “escrito en la conciencia de los
pueblos”. Por lo tanto, las nuevas formas de ejercicio del poder político debían dirigirse
a garantizar aquellos derechos considerados anteriores a la constitución de la sociedad y
los arreglos contractuales. La Comisión Permanente de Negocios Constitucionales -
integrada por los diputados Manuel Basavilbaso, Lino Calderón, Martín Ruiz Moreno y
Vicente H. Montero- lo expresaba en los siguientes términos:

“El proyecto que motiva este informe de la Comisión contienen la división de poderes, q. forma la
esencia del sistema representativo, los principios y garantías q. constituyen la parte esencial de las
Constituciones (…) La Comisión… ha interrogado a la historia de la Provincia de Entre-Ríos, y
tomando en consideración su modo de ser, su estado y la altura de civilización en q. se encuentra,
ha deducido de allí los principios accidentales q. forman la parte principal en las constituciones,
porq. ellos son los q. directamente encaminan a los pueblos a su engrandecimiento. Sin duda la
combinación prudente de unos y otros, es lo q. forma una buena Constitución, pero los últimos son
más necesarios q. los primeros, porq. estos están escritos en la conciencia de los pueblos, y
146
aquellos solo la experiencia ilustrada puede conocerlos.”

142
El Estatuto de 1822 señalaba que “(…) los miembros del Estado deben ser protejidos con el goce de
los derechos de su vida, reputación, libertad, seguridad y propiedad. Nadie puede ser privado de alguno
de ellos sino conforme a las leyes”; en Estatuto Provisorio Constitucional de la Provincia de Entre-
Ríos en el de la Plata en la América del Sud sancionado y publicado en 4 de Marzo de 1822 por el
H. Congreso Provincial de ella reunido en la Villa Capital de Paraná en Diciembre de 1821; Paraná,
Imprenta de la Independencia, 1822, p. 13.
143
ALBERDI, Juan Bautista. Bases y puntos de partida para la organización política de la República
Argentina, derivadas de la Ley que preside al desarrollo de la civilización en la América del Sud;
Buenos Aires, Imprenta Argentina, 1852.
144
ALBERDI, Juan Bautista. Elementos del Derecho Público Provincial para la República Arjentina;
Valparaiso, Imprenta del Mercurio, 1853.
145
ALBERDI, Juan Bautista. Sistema Económico y Rentístico de la Confederación Arjentina según
su Constitución de 1853; Valparaiso, Imprenta y Librería del Mercurio, 1854.
146
Mensaje de la Comisión Permanente de Asuntos Constitucionales a la Convención Constituyente de la
Provincia de Entre Ríos”; en en Libro de Actas de la Convención Constituyente…; op. cit., p. 46

[113]
En el Manifiesto de la Convención Constituyente de la Provincia de Entre Ríos a
sus Comitentes Entre-Rianos que acompañó a la Carta Constitucional, los diputados
José Romualdo Baltoré, Anastasio Cardassi y Martín Ruiz Moreno -redactores de la
proclama- retomaron los conceptos de la Comisión Permanente de Negocios
Constitucionales y colocaron a la propiedad como parte de un “haz” de derechos
naturales inherentes a los hombres en estado de naturaleza por ser libres e iguales. En
este sentido, el Manifiesto asumió que la función de la Carta Constitucional era otorgar
seguridad jurídica a los derechos naturales mediante su codificación escrita y pública.
Pero por otro lado, señalaba que el mejor modo de garantizar los derechos naturales era
gobernar el Estado provincial bajo “el imperio de la ley”, a saber:

“El honor, la vida, la libertad, la propiedad y la igualdad, esos inalienables derechos del hombre, se
han asegurado en lo posible. Pero la mejor garantía de los derechos naturales y sociales está en no
tolerar la infracción de las leyes q. nos hemos dado y en no mirar con indiferencia la opresión de
147
los débiles.”

En segundo lugar, los diputados entrerrianos ensayaron una conceptualización


que apuntó a poner de relieve el carácter inviolable, absoluto e individual de los
derechos de propiedad. Las dos primeras características fueron recogidas desde el
Estatuto Provisorio de 1822148 y la Constitución Confederal de 1853.149 Los derechos de
propiedad eran considerados inviolables por constituir un derecho natural del individuo,
que el Estado y la carta constitucional debían reconocer y amparar pero nunca
desconocer, vulnerar o restringir. La condición de inviolabilidad fue incorporada a la
Constitución Provincial de 1860 a través del Artículo 81 en la Sección Derecho Público
Local, el cual señalaba: “La propiedad es inviolable y ningún habitante de la Provincia
puede ser privado de ella, sino en virtud de sentencia fundada en ley. La expropiación

147
Manifiesto “La Convención Constituyente de la P. de E.R. a sus comitentes Entre-Rianos”; en Libro
de Actas de la Convención Constituyente…; op. cit., p. 84.
148
En su Sección Derechos Particulares, señalaba que “Siendo la propiedad un derecho sagrado e
inviolable, los miembros de la Provincia no pueden ser privados de ella, ni gravados en sus facultades, sin
el consentimiento del Congreso, ó por un juicio conforme á las leyes” (Art. 105), en Estatuto Provisorio
Constitucional de la Provincia de Entre-Ríos…, op. cit., p. 14.
149
El Art. 17 de la Constitución de 1853 señalaba que: “La propiedad es inviolable, y ningún habitante de
la Confederación puede ser privado de ella, sino en virtud de sentencia fundada en ley. La expropiación
por causa de utilidad pública, debe ser calificada por ley y previamente indemnizada. Sólo el Congreso
impone las contribuciones que se expresan en el Artículo 4. Ningún servicio personal es exigible, sino en
virtud de ley o de sentencia fundada en ley. Todo autor o inventor es propietario exclusivo de su obra,
invento o descubrimiento, por el término que le acuerde la ley. La confiscación de bienes queda borrada
para siempre del código penal argentino. Ningún cuerpo armado puede hacer requisiciones, ni exigir
auxilios de ninguna especie.”

[114]
por causa de utilidad pública, debe ser calificada por la ley y previamente
indemnizada.” Por otro lado, se suponía que los derechos de propiedad eran absolutos
porque no debían admitir limitación alguna al momento del uso, apropiación, gravamen
y disposición de beneficios. Esto fue codificado mediante el Artículo 79, en la Sección
Derecho Público Local de la Constitución Provincial de 1860, de la siguiente manera:
“Todos los habitantes de la Provincia gozan de… usar y disponer de su propiedad”.150
Por último, el carácter individual de los derechos de propiedad fue subrayado en el
“Informe sobre el Proyecto de Ley sobre Venta de Campos de Pastoreo” (1861) que
elaboraron los diputados Cardassi, Redruello y Sagastume como respuesta al proyecto
de ley presentado por el Poder Ejecutivo. En su dictamen, la Comisión Especial remarcó
la idea de los derechos de propiedad en favor del individuo como modo de multiplicar
sus intereses o deseos personales innatos. Por consiguiente, garantizar el incremento de
las propiedades individuales representaba la reproducción automática de aquellos
intereses o deseos innatos que, en el fondo, eran la fuente de la riqueza personal y por
consiguiente del Estado. En palabras de la Comisión:

“Sin la propiedad absoluta no tendrán jamás los pobladores de la campaña aquel vivo interés que,
identificado con todos los deseos del propietario, es el primero y más fuerte de los estímulos que
vencen su pereza y le impelen a un asiduo e incesante trabajo. Y sin duda alguna se multiplicaría el
interés de los particulares, multiplicando la propiedad individual (…) Que vayan [las tierras
públicas]… en propiedad absoluta al dominio de los particulares, para que con tan poderoso
estímulo el poblador tenga más apego y verdadero amor al suelo que le produce su riqueza, y de la
que estará seguro de no ser despojado; para que, redoblando su asiduidad y trabajo, duplique su
151
tesoro y del Gobierno”

En tercer lugar, los derechos de propiedad fueron concebidos como una fuente
de conductas económicamente moralizantes que desplegarían en el territorio entrerriano
“el amor al suelo y el trabajo”. Pero ¿qué tipo de propiedad se reivindicaba y cual se
combatía? Según Alejo Peyret, la propiedad pastoril debía combatirse porque era
“aristocrática, pendolista, primitiva, retrograda”, mientras que el “pastoreo
generalizado” representaba “la decadencia y luego la muerte de los Estados” y el
régimen pastoril volvía “quimérica la práctica de las instituciones libres”. Por el

150
En el Estatuto Constitucional de 1822, en el Artículo 105 indicaba que “Siendo la propiedad un
derecho sagrado é inviolable, los miembros de la Provincia no pueden ser privados de ella, ni gravados en
sus facultades sin el consentimiento del Congreso, ó por un juicio conforme á las leyes.”
151
Dictamen de la Comisión Especial “Proyecto de Ley sobre venta de doscientas leguas de las tierras
públicas de pastoreo”; en RUIZ MORENO, Martin. La Provincia de Entre Ríos…, op. cit., p. 79.

[115]
consiguiente, el intelectual francés y hombre del Estado provincial reivindicó un tipo de
propiedad territorial agropecuaria que constituía “la base más firme de las sociedades”.
Como la propiedad representaba el “monopolio del instrumento de trabajo”, Peyret
señaló necesario una serie de “prescripciones y reglamentaciones” para evitar la
concentración de aquella en pocas manos y no perjudicar el interés colectivo. Peyret
consideró que los impuestos eran una forma de “(…) obligar a los propietarios
territoriales a adoptar una marcha más progresiva, a plegarse al interés común, en una
palabra, a socializarse, en lugar de permanecer como una rémora para la sociedad.”
De esta manera, señaló que “después del reinado de Abel, el pastor, vendrá
forzosamente el de Caín, el agricultor, o al menos tendrá que firmar un tratado de
alianza. Será menester combinar la agricultura con el pastoreo.”152

5.3. La titularización como mecanismo de acceso y reconversión de derechos.

En conjunto con el perfeccionamiento teórico de los derechos de ocupación,


posesión y propiedad fueron establecidas los procedimientos técnico-administrativos
para concretar la transición de los “viejos” títulos supletorios hacia los “nuevos” títulos
de posesión y propiedad. Esta transición fue uno de los principales síntomas de la
transformación institucional que se manifestó en la disolución gradual de los
mecanismos no formales para la solicitud de reconocimiento o acreditación de derechos
previos y la emergencia de nuevas pautas o accesos a los recursos públicos y privados.

5.3.1. De los títulos supletorios a los títulos de propiedad.


Para Martín Ruiz Moreno, los títulos supletorios eran resultado o producto de
una serie de leyes “deficientes” de raigambre hispano-criollo implantadas en un periodo
de desorden político a consecuencia de un estado de guerra permanente, entre los años
1821 y 1841. En este sentido, los títulos supletorios eran reflejo o expresión de los
derechos “imperfectos” -tolerados por el “Viejo Estado Entrerriano”- y conformados de
manera irregular a partir de la declaración de dos o más testigos que aportaban, en
última instancia, lo que Ruiz Moreno denominaba como “información sumaria”: un
“medio no autorizado por la jurisprudencia de países civilizados” que habilitó la

152
PEYRET, Alejo. Consideraciones sobre Villa-Colón y la Provincia de Entre-Ríos; en Boletín
Oficial de la Exposición Nacional de Córdoba en 1871. Volumen 7 – Serie de Memorias Nº 14; Buenos
Aires, Imprenta, Litografía y Fundición de Tipos a Vapor de la Sociedad Anónima, 1873.

[116]
“ocupación ilegal de tierras fiscales” y “el despojo de los verdaderos propietarios o
poseedores”.153
Sin embargo, la transición de “viejos” a “nuevos” títulos no era tan sencilla ni
simple como los representantes del gobierno entrerriano planteaban, pues, el parteaguas
sociedad tradicional/sociedad moderna no logró resolver de manera automática el
arraigo y la pervivencia de aquellas prácticas tradicionales para el reconocimiento de las
formas de acceso previo a las tierras públicas rurales. En gran medida, porque este
dispositivo presentaba un funcionamiento cíclico, voluntarista, valorativo y
personalizado que tenía sus raíces en aquella sociedad tradicional entrerriana y
continuaba funcionando según los estándares de apropiación de los recursos públicos
prefigurado por aquel entonces de la siguiente manera: las solicitudes se iniciaban con
la presentación de una nota o carta dirigida al Gral. Justo José de Urquiza, de manera
personal o a través de algún “intermediario” o “apoderado”. Las notas o cartas eran
recibidas en el despacho administrativo del Palacio San José y luego pasaban a manos
de Urquiza que emitía algún dictamen no formal. Por último, la respuesta –afirmativa o
negativa- era dirigida al solicitante a través de los secretarios privados de manera directa
o indirecta según la importancia del solicitante.154

Los tradicionales mecanismos no formales estuvieron personificados en la figura


del Gral. Justo José de Urquiza por constituir la principal fuente de autoridad política,
institucional, militar y económica de la provincia de Entre Ríos durante este período.
Por ser representante del Estado provincial –hacedor de normas o preexistente a estas-
fue capaz de movilizarse entre la frontera de los mecanismos formales y no formales de
titularización de tierras públicas rurales. En cierta manera, su figura encarnó la mutación
de una autoridad tradicional con el poder intermitente del nuevo Estado provincial.155

153
RUIZ MORENO, Martin. La Provincia de Entre Ríos…, op. cit., pp. 80-83.
154
Para ilustrar en parte esta situación, hemos recurrido a la nutrida y dispersa correspondencia de los
fondos documentales del Archivo Histórico del Palacio San José, principalmente, aquella relativa a
solicitudes personales para reconocimiento de las formas de acceso o usufructo previas dirigidas al Gral.
J.J. de Urquiza por parte de antiguos ocupantes de terrenos o predios rurales. Ver Juan José Paso a Justo
José de Urquiza; Gualeguaychú, 15-04-1860; Evaristo Martínez a Juan Mantero; Nogoyá. 04-03-1862;
Estanislao Panelo a Justo José de Urquiza; Concordia, 12-07-1862; José Gregorio Lezama a Justo José de
Urquiza; Buenos Aires, 10-08-1863; Vicente Corbalán a Benjamín Victoríca; Saladero Santa Cándida,
26-10-1863; Salvador Barceló a. Justo José de Urquiza; Buenos Aires, 29-05-1864; Ciriaco Barragán a
Justo José de Urquiza; Buenos Aires, 31-07-1866; Domingo Comás a Justo José de Urquiza; Paraná, 20-
07-1867; Ángel Reinafe a Justo José de Urquiza; La Paz, 12-09-1869; Ramona Banegas a Justo José de
Urquiza; s/d; en Archivo Histórico del Palacio San José. Fondo: Justo José de Urquiza. Serie 9. Estado.
Subserie: Gobierno de Entre Ríos. Legajo: Tierra Pública. Caja: 35. Carpeta: 125
155
DAS, Veena y Deborah POOLE “El estado y sus márgenes. Etnografías comparadas”; en Revista
Académica de Relaciones Internacionales, GERI-UAM, núm. 8 junio de 2008.

[117]
Este carácter bifronte de su figura apareció representado en la fórmula “Hombre Público
/ Hombre Privado” que expresaba la fusión de lo “legal/extra-legal” en la cumbre de un
sistema de confianza política basado en el intercambio -material y simbólico- de
premios, favores y reconocimientos. Dichos mecanismos estuvieron teñidos por una
concepción moral como modo de legitimación del acceso a los recursos públicos. Por un
lado, los solicitantes que recurrieron al “Hombre Público” apelaron a valores como
“lealtad” y “vocación de servicio”. Por otra parte, aquellos que se dirigieron al “Hombre
Privado” invocaron valores como “amistad”, “sinceridad” y “aprecio”. Esta fórmula no
solo era efectiva para el reconocimiento, sino también, como modo de bloquear el
acceso a los recursos públicos a los consideradores “traidores”, “desleales” y
“enemigos”.

Los legisladores liberales entrerrianos -particularmente Ruiz Moreno-


consideraron que los títulos de posesión y propiedad eran una expresión de la
readapatación e implantación de un conjunto de normas de raigambre francés que había
impulsado el “Nuevo Estado Entrerriano” hacia principios de la década de 1860. Para
Ruiz Moreno, los títulos de posesión y propiedad constituían “(…) la base fundamental
de las transacciones civiles: la que garante a la familia, a los huérfanos, su
tranquilidad y bienestar”, por lo tanto, solo podían pervivir en un “estado de paz”,
permanente y continuo, garantizado por el orden político abierto a partir de la
reinstalación de los poderes públicos provinciales. Para aquellos, una de las principales
contradicciones se hallaba en la incompatibilidad de los elementos probatorios para el
reconocimiento de derechos “previos” correspondientes a los mecanismos “formales” y
“no formales” o “extra-legal” con el dispositivo sociedad tradicional/sociedad moderna.
Es preciso señalar que, tanto unos como otros, tuvieron como propósito delinear o
construir identidades que respondieron los diversos intereses del orden social en los
cuales emergieron. Los elementos probatorios de los mecanismos “no formales” o
“extra-legales”-compuestos por “reivindicaciones” u “órdenes verbales” y “cartas
personales” emitidas por el Gral. Urquiza tuvieron como propósito multiplicar los
puntos de apoyo de una red de relaciones de patronazgo- se presentaron como formas
“ilegibles” o “incompatibles” con la nueva razón procedimental.156 Frente a esto, los

156
Como estas prácticas “extralegales” se trataron de mecanismos no formales es sumamente difícil
encontrar rastros unificados que den cuenta de su funcionamiento real más allá de las descripciones
literarias de claro sesgo anti-urquicista de la época. Los escritos de opositores como Juan Coronado
(1866), Evaristo Carriego (1867) y Clodomiro Cordero (1871) brindaron una de las escasas descripciones

[118]
elementos probatorios de los mecanismos formales estaban compuestos por un conjunto
de documentos oficiales que pretendían articular la formación de un sujeto propietario-
contribuyente, por lo tanto, debían tener un alto grado de legiblidad en sus instrumentos
teórico-empíricos como analizaremos a continuación.

Figura 9. Mecanismos no formales para solicitud de reconocimiento o


acreditación de derechos previos. Entre Ríos, 1860-1872.

Gral. Urquiza

“Reivindicaciones” y
Hombre Público = Lealtad “ordenes” verbales +
Hombre Privado = Amistad “cartas o “notas” personales

Solicitantes Intermediarios

Fuente: elaboración propia a partir de Archivo Histórico del Palacio San José. Fondo: Justo José de
Urquiza. Serie 9. Estado. Subserie: Gobierno de Entre Ríos. Legajo: Tierra Pública. Caja: 35. Carpeta:
125.

de primera mano acerca de los mecanismos no institucionales de transferencia de recursos públicos a


manos privadas -en este caso, terrenos, parcelas o predios rurales-, así como también, una serie de pistas
acerca del denso tejido social de raigambre tradicional subyacente a los mecanismos institucionales que
coexistieron con las operaciones técnico-administrativas de titularización. Según los opositores políticos,
el “urquicismo” había desplegado un sistema de “protección mentida” que tenía como objetivo garantizar
el “servilismo” y “obediencia” al gobernador-caudillo a través de la herramienta de “compensación de
servicios”. ¿Cómo se describía este sistema? En primer lugar, el Gral. Urquiza ordenaba el poblamiento
de campos de pastoreo previamente ocupados por sus legítimos dueños, en un contexto de tolerancia de la
“invasión” y reprobando el “desalojo”. En segundo lugar, los dueños legítimos o “antiguos vecinos -
calificados como “pobres”, “salvages unitarios” o “alagados para los negocios”- debían vender sus
campos de pastoreo invadidos por los intrusos que finalmente eran comprados por el Gral. Urquiza, sus
“Gefe Militares” y los “Agiostistas”. En tercer lugar, los intrusos o invasores debían comparecer ante el
Gral. Urquiza, reconocer la “gratitud” y notificarse de la compra-venta de fracciones de terrenos o
predios rurales. CORONADO, Juan. Misterios de San José. Escenas de la vida de Justo José de
Urquiza esplicadas y comentadas; Buenos Aires, Imprenta de la Sociedad Tipográfica, 1866, pp. 106-
110. CARRIEGO, Evaristo. Antecedentes para el proceso del Tirano Justo José de Urquiza; Buenos
Aires, Imprenta Republicana, 1867. CORDERO, Clodomiro. Revolución de Entre Ríos. La guerra y la
paz; Buenos Aires, Imprenta La Tribuna, 1871.

[119]
5.3.2. Los mecanismos formales de titularización.

El trazado de una serie de operaciones técnico-administrativas de titularización


fueron plasmadas en un conjunto de normas integradas por la Ley de 20-11-1861, y
posteriormente, la Ley de 17-05-1862, Decreto de 24-11-1862 y Ley de 13-02-1863. En
términos generales, la Ley de 20-11-1861, señaló una serie de etapas que incluyeron
métodos, secuencias, formas y áreas de responsabilidad relacionados a la titularización;
en términos particulares, las leyes de 17-05-1862 y 13-02-1863 establecieron formas
prescritas para el pago por transferencia de tierras públicas a manos privadas, y el
Decreto de 24-11-1862 añadió al Departamento Topográfico como nuevo ámbito de
control.

El primer tramo correspondió a las operaciones de solicitud de compra y


acreditación de derechos. Las solicitudes de compra debían realizarse ante el Gobierno,
acompañadas por documentos que acreditasen el carácter de “posesión legal” o “mera
ocupación” de los terrenos (Art. 5). El tiempo de “mera ocupación” debía ser probado
mediante la “deposición” de cinco vecinos (Art. 6).157 El segundo tramo estuvo
compuesto por un conjunto de operaciones que agrupó la mensura, tasación y
escrituración de terrenos. Concluida las operaciones de mensura, daba paso la tasación
(“avaluación” o “justipreciado”), es decir, al proceso de determinación de precio o valor
que ostentaban las tierras públicas rurales solicitadas en compra. La tasación debía ser
realizada por dos peritos: uno nombrado por el Gobierno y otro por el comprador. En el
caso de diferencias: a.- debía ser elegido un tercer perito de manera consensuada entre
ambas partes, b.-en desacuerdo, por un Juez de Paz Departamental (art. 7) y c.- en caso
de disconformidad, los poseedores u ocupantes podían conservar sus derechos
sujetándose al pago de un arrendamiento (Art. 11). En el caso de remate, convenido
entre Gobierno y los compradores, era descartada toda oferta menor al precio mínimo de
la tasación (Art. 12). A partir de la conformación del Departamento Topográfico, en

157
Según el diputado J.J. Sagastume, la elección del número de testigos trataba de “(…) evitar las
dificultades que más adelante pudiera sobrevenir muniendo al poseedor con documentos que le dieran
verdadera garantía. Que por otra parte pudiera suceder muy bien, que dos individuos tuvieran títulos sobre
un mismo campo. Lo que si no se averigua bien, vendría como antes había dicho, a ofrecer dificultades y
tal vez una cuestión entre el Gobierno y el comprador”. La acreditación se debía realizar frente al Juzgado
de 1º Instancia en lo Civil porque “(…) era el Fisco el principal interesado en evitar toda clase de fraude
que quisiera introducirse, debiendo por consiguiente intervenir su representante nato: el Agente Fiscal.”
Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Provincia de Entre Ríos, Sesión Extraordinaria;
Concepción del Uruguay, 14-11-1861; en AHER. Libro de Actas N° 10: del 23 de Marzo de 1861 a 7 de
Mayo de 1862, pp. 110-116.

[120]
mayo de 1862, los trámites de expedientes para la transferencia de tierras públicas
debían ser remitidos a la nueva repartición estatal para su control antes de la
escrituración (Art. 1). Esto tenía una doble implicancia en la instancia de solicitud de
terrenos; en primer lugar, porque las tramitaciones para adquirir los derechos de
propiedad, posesión o arrendamiento debían ser autorizados previamente por el
Departamento Topográfico (Art. 2); y en segundo lugar, porque los nuevos expedientes
de denuncia de tierras públicas tenían prioridad en el despacho (Art. 3). 158 El tercer
tramo correspondía a la publicación de venta o remate. Luego del control de la
secuencia mensura-tasación-escrituración por parte del Fiscal General, este emitía un
dictado o informe a partir del cual se anunciaba la venta por un periodo total de treinta
días en un periódico de la Capital. El cuarto tramo eran las formas de pago de los
terrenos solicitados en compra. El precio o valor debía ser abonado por el comprador
entregando una tercera parte al contado y las dos restantes en letras o pagarés a uno o
dos años (Art. 19).159 En caso de compra del terreno realizada por un tercero, el
Gobierno debía entregar al poseedor legítimo parte del valor o del terreno (Art. 16). Si
la compra se hacía por otros que no era poseedores u meros ocupantes, se debía abonar
a estos por los establecimientos y fincas que estuviesen en el terreno (Art. 17). Si el
primer plazo de pago era vencido, el comprador debía abonar un interés del 1.5%
mensual. Si la falta de pago correspondía al último plazo, lo abonaba con el mismo
interés en término fijado por el Gobierno. Si no realizaba el pago, el terreno solicitado
era vendido en subasta pública (Art. 20).

Posteriormente, las formas de pago de terrenos públicos fueron ampliadas a


través de las leyes de 27-01-1862 y 17-05-1862. Por un lado, la Ley de 27-01-1862
señalaba que los vales expedidos por reses del consumo del Ejercito y que no fuesen
158
Decreto de 24-11-1862; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos
desde 1821 a 1873. Tomo VIII: 1862 al 63; Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1876, pp. 287-288.
159
El Poder Ejecutivo pretendía límites de tiempo más estrechos para percibir los pagos por la venta de
terrenos públicos rurales (campos de pastoreo), pero luego, a través del Dr. Luis J. de la Peña -Ministro
General de Gobierno- acordó con la Comisión Especial la extensión de los plazos previstos. Según el
Ministro de la Peña “(…) el Gobierno en su proyecto había prefijado un plazo menor… pero que en las
repetidas conferencias que había tenido con la Comisión, había notado la necesidad de extenderlos para
facilitar los buenos resultados del ensayo de una ley tan trascendental e interés vital para la Provincia.
Que en las circunstancias actuales lo mismo de importancia era el déficit, sobre todo, cuando podía ser
llenado fácilmente con el primer pago q. se hiciese de las tierras compradas. Que la Comisión todavía
había disminuido el plazo, dejándolo en 10 y 20, pero que el Ministerio comprendía que lo único que
convenía era prestar todos los medios posibles para que la ley fuese bien acogida y feliz en su fin, no
había tenido embarazo en someter esas consideraciones a la Comisión y oponer para que el plazo fuera el
señalado por el Art. en cuestión.” Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Provincia de Entre
Ríos, Sesión Extraordinaria; Concepción del Uruguay, 19-11-1861; en AHER. Libro de Actas N° 10: del
23 de Marzo de 1861 a 7 de Mayo de 1862, pp. 123-129.

[121]
abonados en dinero, serían admisibles en pago de tierras públicas (Art. 1).160 Por otra
parte, la Ley de 17-05-1862, en primer lugar, estableció que los compradores que
pagaran al contado el precio integro de los terrenos se les descontaba un 20% del
importe total de la tasación (Art. 2), y también, que los terrenos podían ser abonados en
un período de diez años, con un interés anual del 6%, dividido en diez partes iguales, de
las cuales se abonaría la primera mitad al contado al recibir los documentos de
propiedad y las nueve restantes en años consecutivos (Art 3). En segundo lugar, pautaba
que por cada porción o parte del precio se entregaba al comprador documentos ovales,
que tenían por garantía el terreno y la tasación de letras de cambio (Art. 4), y también,
que si los compradores querían redimir sus vales o documentos, se descontaba de ellos
la suma a que ascendían los intereses por el tiempo que faltaba para cumplimentar las
obligaciones y sería abonado por el comprador (Art. 5).161

A través de la sanción de la Ley de 02-05-1864 se alternaron las etapas de la


estructura de procedimientos de titularización. Principalmente, los cambios consistieron
en la relocalización de la fase de Publicación de Venta o Remate y la incorporación de
puntos de control en las fases de (1) Solicitudes de Compra y Acreditación de Derechos
y (2) Mensura, Tasación y Escrituración. El primer control consistió en la obtención de
una certificación de “libre de deuda” de impuestos (contribución directa o
arrendamiento) emitido por la Receptoría Departamental para dar curso a las solicitudes
de compra (Art. 8); mientras que, el segundo control residió en la intervención de la
Fiscalía General para dictaminar acerca de las solicitudes de terreno según la Ley de 20-
11-1861 (Art. Nº 1). La publicación de venta o remate se abría con el mencionado
dictamen de la Fiscalía General, pues se enviaba a publicar el contenido de la solicitud
de compra durante treinta días en la Capital, en un periódico y carteles en el
Departamento donde esté ubicado el campo requerido (Art. 1). Finalizada la publicación
sin interpelación alguna, el Gobierno enviaba a practicar la mensura del campo
solicitado en compra (Art. 2). Una vez terminada y aprobada la mensura, se procedía al
nombramiento de peritos como lo establecía la Ley de 20-11-1861, quienes realizaban
la tasación correspondiente según el mínimo establecido (Art. 2). Mensurado y tasado
el terreno, el expediente era remitido nuevamente al Fiscal General quien debía aprobar

160
Ley de 27-01-1862; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos
desde 1821 a 1873. Tomo VIII: 1862 al 63; Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1876, pp. 26-27.
161
Ley de 17-05-1862; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos
desde 1821 a 1873. Tomo VIII: 1862 al 63; Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1876, pp. 176-178.

[122]
si cumplía los siguientes requisitos de: 1.- conformidad con la tasación, 2.- asignación
de derechos según Ley de 20-11-1861, y 3.- celebración de contrato (Art. 3). Los
interesados en los expedientes en tramitación, cuya mensura y tasación estaba
practicada y aprobada, debían concurrir a formalizar la escritura en el término de tres
meses, bajo pena de perder el privilegio del 20% acordado en el Art. 2 de la ley de 17-
05-1862 y de tener que efectuar nuevamente la transacción. Los gastos de mensura,
tasación y escrituración eran pagados por los interesados en su totalidad debiendo
deducirse la mitad correspondiente al Gobierno al hacerse el pago del terreno (Art. 4).
Los gastos de mensura y demás que se originen serán satisfechos por mitad entre el
Gobierno y el particular según Art. 11 Ley 20-11-1861 (Art. Nº 5). Dichos gastos
debían ser pagados por el particular en solo la parte de terreno que se le reconoce en
propiedad y lo restante por el nuevo comprador o por el Gobierno según el caso por Art.
Nº 18 Ley 20-11-1861 (Art. Nº 6).162

5.4. ¿Un nuevo estatuto normativo de tierras públicas rurales?

En resumen, hemos analizado como durante los primeros años de la década de


1860 fueron instituyéndose un conjunto de clasificaciones y divisiones relacionadas
entre sí que fueron normativizando las relaciones sociales entre las instituciones, los
hombres y las tierras provinciales a través de una serie de procedimientos, reglas y
medidas administrativas tendientes a inculcar los principios o valores según los cuales
se perciben tales clasificaciones y valores. De manera concreta, el gobierno entrerriano
puso en marcha una transformación del estatuto normativo de tierras públicas rurales
que interrelacionó de manera novedosa nuevas formas de transferencia –venta y
arrendamiento-, la delimitación formal de terrenos o predios -tipos, extensión,
localización y valoración- y el perfeccionamiento teórico-procedimental de los derechos
–tipificación de la propiedad, posesión y ocupación; formas de asignación y
reconocimiento-. Este resultado fue clave para el gobierno entrerriano porque, por un
lado, logró dotar formalmente de “legibilidad” a un “haz de derechos” que hasta ese
momento se encontraban yuxtapuestos, y por otro, porque sentó los cimientos
institucionales para poner en marcha la reconversión efectiva de los derechos a través de
la definición de la compra-venta como el mecanismo privilegiado de transferencia de

162
Ley de 02-05-1864; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos
desde 1821 a 1873. Tomo IX: 1864 al 66; Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1876, pp. 113-115.

[123]
tierras públicas ejidales/rurales a manos privadas. No puede perderse de vista que la
transformación del estatuto normativo sobre tierras públicas rurales/ejidales implicó un
esfuerzo subyacente de abstracción y simplificación teórica que fue resultado de un
acuerdo o arreglo político previo entre los ámbitos ejecutivo y legislativo, así como
también, de negociación permanente -en algunos casos conflictiva- entre los propios
legisladores en el seno de la Cámara de Diputados. En este sentido, observamos que el
novedoso diseño institucional, y particularmente, el perfeccionamiento teórico-
procedimental de los derechos sobre tierras como camino hacia la consolidación de la
propiedad “sagrada, absoluta e individual” tuvo su raigambre en una “razón de Estado”
y fue impregnado por los valores de progreso, orden, paz y civilización como pilares de
la moderna sociedad entrerriana.

[124]
Figura 10. Mecanismos formales de titularización según leyes de 20-11-1861 y 02-05-1864. Entre Ríos, años 1861-1864 y 1864-1871.

Solicitud de Mensura, Publicación de


Compra y Gobernación Tasación y Fiscalía Venta o Adquisición de
Acreditación General Remate y derechos sobre
Escrituración
de Derechos Pago terrenos rurales

Juzgado de 1º Departamento
Instancia en lo Topográfico
Civil
Juzgado de Paz

Solicitud de Publicación de Mensura,


Compra y Fiscalía Tasación, Adquisición de
Venta o Gobernación
Acreditación Escrituración derechos sobre
General Remate
de Derechos y Pago terrenos rurales

Juzgado de 1º Departamento
Instancia en lo Topográfico
Receptorías
Civil
Departamentales
Juzgado de Paz

Fuente: elaboración propia a partir de Ley de 20-11-1861; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos desde 1821 a 1873. Tomo VII: 1856
al 61; Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1876, pp. 527-530. Ley de 02-05-1864; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos desde 1821
a 1873. Tomo IX: 1864 al 66; Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1876, pp. 113-115.

[125]
Cuadro 6. Formas de transferencia, delimitación de terrenos o predios y viejos/nuevos derechos. Entre Ríos, 1860-1872.

Delimitación de terrenos o predios Derechos sobre terrenos o predios


Forma de
Transferencia Extensión / Asignación de Reconocimiento de
Tipos Valoración teórica
Localización nuevo derechos derechos previos
Campos de Pastoreo: - Lotes de tres leguas 3.000 pesos oro por Se reconoce el derecho de la
- Terrenos baldíos cuadradas legua cuadrada (1861) tercera parte del terreno que
- Poseídos c/ titulo legal - Extensión de terreno 3.500 pesos oro por poseen o de su valor (tit. legal)
- Poseídos + 20 años que justifique cada legua cuadrada (1866) Propiedad Privada Gracia especial: se reconoce el
- Ocupados + 10 años comprador como derecho de la mitad del terreno o
poseída u ocupada de su valor (+20 años)
Venta
Ejidales (baldíos) Concepción del 1 peso la vara de frente
- Solares Uruguay, Concordia, con el fondo
- Quintas Gualeguaychú, correspondiente Propiedad Privada Ninguno
- Chacras Gualeguay, Victoria y 40 pesos la manzana
Nogoyá Tasación
Campos de Pastoreo 1 (mínimo) a 3 50 pesos anual por Actuales poseedores de El pago de arrendamiento por
- Terrenos baldíos (máximo) leguas legua cuadrada (1860) porciones menores de 1 legua “meros ocupantes” o “poseedores
- Poseídos c/ título legal cuadradas. 100 pesos anual por cuyos límites no puede de hecho” no reconoce derechos
Arrendamiento - Ocupados legua cuadrada (1871) extenderse pagaran un posesorios
arrendamiento en proporción
del terreno que ocupan
Ejidales (baldíos) San José de Feliciano,
- Solares Federación, La Paz, Servicios a la patria con armas en
- Quintas Conchas, Diamante, Gratuitos Propiedad Privada
Concesión- la mano
- Chacras Tala, Villaguay
Donación
Servicios a la patria con armas en
Sobrantes de mensuras En todo el territorio Gratuitos Propiedad Privada
la mano

Fuente: elaboración propia a partir de Ley de 20-11-1861; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos desde 1821 a 1873. Tomo VII: 1856 al 61; Uruguay,
Imp. de La Voz del Pueblo, 1876, pp. 527-530. Ley de 03-05-1866; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos desde 1821 a 1873. Tomo IX: 1864 al 66;
Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1876, pp. 489-490. Ley de 31-03-1870; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos desde 1821 a 1873. Tomo XI: 1870
al 71; Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1876, pp. 59.

[126]
CAPITULO 6.

La conformación del Departamento Topográfico como dominio


organizado del Estado provincial para la transferencia de tierras
públicas rurales.

En este capítulo nos proponemos analizar la conformación del Departamento


Topográfico como dominio organizado del Estado provincial para la transferencia de
tierras públicas rurales entre los años 1862 y 1871. Para ello, trataremos de caracterizar
los aspectos primordiales de la acumulación originaria de recursos de autoridad
topográfica (política, administrativa y técnica) del nuevo organismo gubernamental.
Específicamente, indagaremos sobre el trazado de funciones y operaciones ad hoc, la
delimitación de una estructura de cargos y la consecuente descomposición de tareas, las
formas de alistamiento de los agentes expertos, la normatización de las operaciones de
mensura y, por último, la asignación presupuestaria.163

Hacia principios de 1861, el Poder Ejecutivo propuso a la Cámara de Diputados


la conformación de un organismo gubernamental que tuviera como principal función el
control centralizado de los medios técnicos de producción y reproducción del espacio
rural entrerriano para evitar “un trastorno general en toda la propiedad rural de la
Provincia”.164 Esta acción respondía a la idea de que una masiva transferencia de tierras

163
Para el caso de Entre Ríos durante el periodo abordado contamos con el trabajo de MASTRICCHIO,
Malena. Los “Jueces de la Medida”, el rol de los agrimensores entrerrianos en el Departamento
Topográfico de Entre Ríos (1849-1871); en Revista Brasileira de História da Ciência, Rio de Janeiro, v.
11, n. 1, p. 7-20, 2018. Para Buenos Aires se destacan CANEDO, Mariana. “El restablecimiento del
Departamento Topográfico de Buenos Aires. Política y gestión de un proyecto con consenso (1852-1857);
Revista Andes, N° 25, 2014. D´AGOSTINO, Valeria. “Los orígenes de la agrimensura como profesión:
su relación con el Estado y el régimen de propiedad de la tierra (Provincia de Buenos Aires, primera
mitad del siglo XIX); en GIRBAL-BLACHA, Noemi. Cuestiones agrarias en Argentina y Brasil; Buenos
Aires, Prometeo Libros, 2007, pp. 271-288. D´AGOSTINO, Valeria. “Estado, instituciones y
funcionarios: el Departamento Topográfico bonaerense en la segunda mitad del siglo XIX”; en III
Congreso Latinoamericano de Historia Económica y XXIII Jornadas de Historia Económica, octubre de
2012. GARAVAGLIA, Juan Carlos y GAUTREAU, Pierre. Mensurar la tierra, controlar el territorio.
América Latina; siglos XVIII-XIX; Buenos Aires, Prohistoria Ediciones, 2011. PESOA MARCILLA,
Melisa “Conocer, medir y dibujar el territorio. Orígenes y etapa formativa del Departamento Topográfico
de Buenos Aires (1824-1851); en Boletín Americanista, Año XVII, N° 75, Barcelona, 2017, pp. 153-172.
164
El Poder Ejecutivo consideraba necesario “(…) atender a la necesidad que se siente de resoluciones
convenientes para deslindar los derechos adquiridos por ocupantes de las tierras de la Provincia
resguardando a la vez el sagrado derecho de propiedad y consagrando el de posesión legítima así como

[127]
públicas rurales a manos privadas podía tener como efecto no deseado la multiplicación
-fragmentada, inconexa y desregulada- de las operaciones de medición o mensura “a
pequeña escala” y, al mismo tiempo, bloquear el anhelo de construir un catastro
parcelario como herramienta para deslindar, de manera precisa y correcta, los derechos
sobre tierras rurales públicas y privadas, y consecuentemente, provocar un conflicto
social “a gran escala” producto de la confrontación entre ocupantes, poseedores y
propietarios por la superposición de intereses en el reconocimiento o acreditación de los
derechos previos o preexistentes.165

El Departamento Topográfico fue creado formalmente en abril de 1862, a través


de la Ley de 26-04-1862.166 Desde el momento de su conformación fue integrado a la
estructura organizativa (política-administrativa) del Ministerio General de Gobierno,
por compartir un ámbito de interés y actividades de trabajo en común dado que este
último estuvo a cargo de la administración de los recursos estatales -entre ellos, las
tierras públicas rurales-; los servicios, instalaciones e infraestructura -como la
construcción de caminos, puentes y obras de orden civil, así como también, del trazado
de límites departamentales y distritos jurisdiccionales-.167

los de dominio fiscal para que el valor de nuestro rico territorio llegue a la altura de su feracidad y riqueza
(…) Los derechos que pueden ser alegados por los ocupantes en virtud de una posesión inmemorial o de
insuficiencia del título de propiedad ofrecen también dificultades serias ante las cuales el P.E. ha hesitado
para aceptar la disposición sin que una nueva ley general de tierras haya fijado la perfección de los títulos
respectivos y sin que una mensura general haya deslindado y puesto en claro los derechos que cada uno
de los títulos emana (…) El P.E. se ha dedicado a reunir todos los datos y a procurar todos los elementos
para tan importante y benéfica obra. Con ella se relacionan los proyectos de ley que ha sometido a V.H.
creando la Oficina General de Tierras, el Departamento Topográfico y disponiendo el registro de todos
los títulos de cualquier naturaleza que sean.” Nota del Poder Ejecutivo a la Honorable Comisión
Peramente; Concepción del Uruguay, 07-04-1862; en AHER. Libro de Notas de la H.C. Legislativa de la
Provincia de Entre Ríos, 2° Periodo Legislativo, p. 167-169.
165
El principal argumento esbozado por el Poder Ejecutivo en el proyecto institucional presentado ante la
Cámara de Diputados era “(…) que al ponerse en ejecución las leyes que se relacionan con las tierras de
pastoreo en la Provincia, se promueven cuestiones que no pueden ser resueltas sino mensurando los
terrenos sobre que se versan i deslindando la propiedad i la posesión respectiva. Mas la operación de
mensurar los campos, limitada a casos particulares, trae necesariamente la consecuencia de lanzar sobre
los contiguos nuevas cuestiones que, comunicándose de unos en otros, ocasionan un trastorno general en
toda la propiedad rural de la Provincia”. En Proyecto de Mensaje del Poder Ejecutivo a la Honorable
Cámara Legislativa, Uruguay, 06-01-1861; en AHER. Sección Gobierno. Serie V. Correspondencia entre
el Poder Ejecutivo y la Legislatura, 1821-1893. Caja Nº 4: Años 1860 – 1863. Legajo 5: 1861.
Borradores de comunicaciones del Poder Ejecutivo a la Honorable Legislatura. Desde el 1 de enero hasta
el 24 de diciembre de 1861.
166
Ley de 26-04-1862; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos
desde 1821 a 1873. Tomo VIII: 1862 al 63; Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1876, pp. 121-123.
167
Decreto de 04-05-1860; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos
desde 1821 a 1873. Tomo VII: 1856 al 61; Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1876, pp. 105-108.

[128]
6.1. Funciones y operaciones.

Las funciones y operaciones del Departamento Topográfico fueron establecidas


en la Ley de 26-04-1862 y consistieron en levantar un carta topográfica de la provincia
(inc. 1), intervenir en el trazado de límites y demarcaciones de tierras públicas y
particulares (inc. 2), determinar clase y formas de mojones que deben ponerse en
propiedades rurales, la delineación de caminos, traza de pueblos y levantamiento de
planos (inc. 3), llevar un registro grafico y escrito de mensuras (inc. 4), examinar,
patentar y dirigir a los agrimensores (inc. 5), sentar en registros toda denuncia de tierras
de propiedad pública (inc. 6), informar a los Tribunales de Justicia sobre mensuras
practicadas y cuestiones de hecho respecto a posesiones o propiedades territoriales (inc.
7), y proponer un reglamento sobre agrimensores en que se metodicen sus trabajos y
determine su responsabilidad (inc. 8).

Estas funciones y operaciones se mantuvieron inalterables a lo largo de casi una


década y recién fueron revisadas en el contexto de reorganización del Departamento
Topográfico. En septiembre de 1871, el Agr. Julio V. Díaz -por entonces Presidente del
organismo gubernamental- presentó al Ministerio General de Gobierno un programa de
reforma en el cual propuso la modificación de alguna de las funciones del Departamento
Topográfico. Principalmente, apuntó a la incorporación de las obras públicas como una
de las funciones propias de la repartición estatal.168 Finalmente, en agosto de 1871 -
mediante la Ley de 24-08-1871- el Departamento Topográfico fue reorganizado
incorporando dicha novedad. Mientras que, las funciones y operaciones consignadas en
la Ley de 26-04-1862 no sufrieron ninguna modificación a excepción de la
incorporación de una clase especial de agrimensura a cago del Presidente o los Vocales

168
“(…) En la parte relativa a las atribuciones y deberes del Departamento Topográfico debía hacerse
alguna innovación. No hay actualmente en la Provincia un “Oficina de Obras Públicas”, ni convendría su
creación tal vez, considerando que en otras Provincias, donde ella ha existido ha sido refundida mas tarde
en el Departamento Topográfico; pero por estas mismas causas, debería darse intervención al
Departamento Topográfico en toda obra pública que se practicase en la Provincia, consultando el orden y
la economía de esta clase de asuntos y que nunca pueda ser sorprendido el Gobierno con proposiciones
que puedan se engañosas bajo una paz halagadora. En la construcción de mercados, puentes, caminos de
fierro, debería siempre oírse el dictamen de esta Oficina; y en las delineaciones de edificios de todo
género, nivelaciones, debería dársele intervención directa, a fin de que sujetando todas esas
construcciones y trabajos a un plan uniforme, respondan a las exigencias del presente y del porvenir, sin
que tengamos que arrepentirnos más tarde de nuestra imprecisión o indolencia.” Julio V. Díaz al
Ministerio General de Gobierno; Concepción del Uruguay, 28-07-1871; en AHER. División: Gobierno.
Serie XIV: Ministerio General de Gobierno. Subserie D: Departamento Topográfico. Carpeta Nº 1: 1860-
1872. Legajo 12: 1871, febrero-diciembre: correspondencia del Departamento Topográfico.

[129]
del Departamento Topográfico en las operaciones de formación-acreditación de
profesionales.169
Con respecto a las funciones y operaciones relacionadas específicamente al
control centralizado de medios técnicos de producción y reproducción del espacio rural
entrerriano estas se agruparon y eslabonaron “en la práctica” en un conjunto de
objetivos u propósitos y recursos técnico-administrativos en dos niveles o estamentos
diferentes de acuerdo a su grado de abstracción teórico y procedimental. Un primer
nivel o estamento incluyó la codificación de las operaciones básicas de medición o
mensura, singularmente, la demarcación y amojonamiento de terrenos rurales públicos y
privados.170 De manera simultánea, la regulación de las acciones de los agrimensores
públicos como los agentes expertos a cargo del “arte” de medir las tierras provinciales.
Un segundo nivel o estamento involucró la codificación de las operaciones de
almacenaje de información, en particular, la construcción de un registro de títulos de
propiedad y posesión de tierras privadas ejidales y rurales, así como también, sobre
denuncias de tierras públicas rurales. De forma consecuente, propuso la conformación
del catastro parcelario a partir de la constitución de un registro gráfico y escrito de
mensuras.
El punto de inflexión entre los dos niveles o estamentos era la acumulación de
recursos o productos técnico-administrativos resultante de las operaciones de medición
o mensura de las tierras rurales públicas y privadas, como por ejemplo Actas de
Mensura, Copias de Operaciones, Planos de Terrenos Rurales y, posteriormente, los
Títulos de Propiedad y Posesión. Estos representaban el insumo básico para llevar
adelante la formación de un acervo documental basado en la apropiación, agregación y
representación de registros individuales de propietarios y poseedores de tierras rurales
cuya actualización dependía de la propia dinámica de los agentes involucrados en el
mercado inmobiliario y la presión regulatoria de las autoridades estatales intermedias de
las diferentes jurisdicciones o departamentos de la provincia.

Conceptualmente, el propósito principal era organizar la memoria de


antecedentes de tenencia de terrenos, predios o parcelas rurales públicas y privadas para

169
Ley de 24-08-1871; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos
desde 1821 a 1873. Tomo XI: 1870 al 1871; Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1876, pp. 256-258.
170
Entre abril de 1861 y febrero de 1863, el gobierno entrerriano desvinculó forzosamente a los
poseedores y propietarios de las operaciones de mensura de terrenos, predios o parcelas rurales a través de
la sanción de una prohibición acordada con la Cámara de Diputados “hasta el tiempo que se determine en
la ley general de tierras”.

[130]
otorgar valor jurídico a las pruebas o evidencias -sobre la base de legalidad y
legitimidad- sobre la titularidad y la determinación de límites entre propiedades y/o
posesiones en proceso de conflicto o no. Posteriormente veremos como el Departamento
Topográfico logró avanzar en la normatización de las operaciones de mensura y el
almacenaje de información sobre títulos de posesión y propiedad, postergando para mas
adelante (entre las décadas de 1870 y 1880), el “mapeo de evidencia” o la construcción
del catastro parcelario.

Figura 11. Departamento Topográfico: funciones y operaciones relacionadas a la


transferencia efectiva de tierras rurales públicas y privadas. Entre Ríos, 1862-1871.

Operaciones de Mapeo de Registro gráfico y


representación evidencia o escrito de mensuras
catastro
parcelacio

Operaciones de Almacenaje Registro de títulos de


objetivación o archivado propiedad y posesión

Operaciones Medición o mensura


Reglamento para
(demarcación y
de codificación amojonamiento) los Agrimensores

Fuente: elaboración propia a partir de Ley de 26-04-1862; en Recopilación de Leyes, Decretos y


Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos desde 1821 a 1873. Tomo VIII: 1862 al 63; Uruguay, Imp. de La
Voz del Pueblo, 1876, pp. 121-123. Ley de 24-08-1871; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos
de la Provincia de Entre Ríos desde 1821 a 1873. Tomo XI: 1870 al 1871; Uruguay, Imp. de La Voz del
Pueblo, 1876, pp. 256-258.

6.2. Estructura de cargos y descomposición de tareas.

La estructura de cargos del Departamento Topográfico fue organizada por la Ley


de 26-04-1862 y modificada posteriormente por la Ley de 24-08-1871. El Departamento
Topográfico contó de manera inicial con un Presidente Ingeniero, dos Vocales
Agrimensores y dos Oficiales Delineadores que cumplían tareas de Escribiente y

[131]
Secretario (Art. 1).171 En el contexto de reorganización del organismo gubernamental la
planta fue ampliada de cinco a diez cargos, con la incorporación de un Vocal
Agrimensor, dos Oficiales Auxiliares y dos Oficiales Aspirantes.172 Con respecto a la
descomposición de tareas, en ambos textos normativos, fue establecido que el
Departamento Topográfico tenía que reglamentar el “orden y rejimen interior”. En el
año 1862 el organismo gubernamental presentó al Ministerio General de Gobierno dos
proyectos, uno de Reglamento Interior y otro de Reglamento para los Agrimensores.173
Ambos resultaron ratificados por el Poder Ejecutivo, pero no hallamos ninguna copia
del Reglamento Interior en el fondo documental, tampoco referencia alguna de su
aprobación en el Registro Gubernativo y en la Recopilaciones normativas (el
Reglamento para los Agrimensores fue aprobado mediante el Decreto de 29-11-1862).
En cambio, en el año 1871, el Reglamento Interior -aprobado por el Decreto de 25-09-
1871- estableció formalmente las pautas de funcionamiento cotidiano del organismo
gubernamental, y fundamentalmente, determinó la descomposición de tareas mediante
la descripción concreta de los puestos de trabajo y la combinación con las unidades de
mando.174 Dentro de las disposiciones generales especificó que los empleados del

171
Ley de 26-04-1862; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos
desde 1821 a 1873. Tomo VIII: 1862 al 63; Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1876, pp. 121-123.
172
En el año 1871, el reciente Presidente del Departamento Topográfico justificaba la ampliación de la
estructura de cargos de la siguiente manera: “Por una Ley de Abril 22 de 1862, la H. Cámara Legislativa
de la Provincia, creó el actual Departamento Topográfico con un personal que era muy suficiente
entonces para las necesidades de la época. Pero esta oficina ha ido tomando una importancia creciente día
en día, a causa del movimiento cada vez mayor de los asuntos sobre tierras; de manera que ese personal
no basta hoy para que el despacho se verifique con la prontitud exigida por el buen servicio público.
Como sabe Ssra., hay actualmente en tramitación cerca de 500 espedientes, de los que, más de la mitad
son en solicitud de tierras públicas. Las mensuras que deben verificarse en consecuencia de esas
solicitudes, deben ser estudiadas, comparadas e informadas por el Departamento Topográfico, lo que
requiere un personal inteligente, contraído y numeroso, pues cada uno de estos asuntos demanda un
estudio especial, prolijo y detenido, para poder informar con acierto sin recurrir a errores muy graves.
Además de estas consideraciones, juzga el infrascrito que, teniendo el Exmo. Gobierno la necesidad de
mandar a practicar por su cuenta operaciones profesionales de mensura y otras, convendría prevenir este
caso, a fin de que, en ninguna circunstancia tenga el Gobierno que encomendar esos trabajos a
particulares, haciendo fuertes erogaciones, o que ellas sean ejecutadas por los empleados con una
remuneración arbitraria o discrecional.” Julio V. Díaz al Ministerio General de Gobierno; Concepción del
Uruguay, 28-07-1871; en AHER. División: Gobierno. Serie XIV: Ministerio General de Gobierno.
Subserie D: Departamento Topográfico. Carpeta Nº 1: 1860-1872. Legajo 12: 1871, febrero-diciembre:
correspondencia del Departamento Topográfico. Ley de 24-08-1871; en Recopilación de Leyes, Decretos
y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos desde 1821 a 1873. Tomo XI: 1870 al 1871; Uruguay, Imp. de
La Voz del Pueblo, 1876, pp. 256-258.
173
Carlos Sourigues a Ministerio General de Gobierno, Concepción del Uruguay, 20-11-1862; en AHER.
División: Gobierno. Serie XIV: Ministerio General de Gobierno. Subserie D: Departamento Topográfico.
Carpeta Nº 1: 1860-1872. Legajo 2: 1862, junio-diciembre: correspondencia del Departamento
Topográfico al Ministerio General de Gobierno.
174
En septiembre de 1871, el Presidente del Departamento Topográfico Ing. Agr. Julio V. Díaz presentó
al Ministerio General de Gobierno el proyecto de Reglamento Interno en cumplimiento del Art. 6 de la
Ley de 24-08-1871. El mismo fue aprobado unos días después mediante el Decreto de 25-09-1871. El

[132]
Departamento Topográfico eran responsables “en el ramo que este a su cargo” (Art. 40)
así como también que ninguno de ellos era permanente en los cargos pudiendo ser
removido o alternado, todos indistintamente debían auxiliarse mutuamente y alternar
sus trabajos y ser útiles en los destinos que les asignasen; no obstante, podían ser
reelegidos en sus cargos (Art. 41).

En relación al control centralizado de los medios técnicos de producción y


reproducción del espacio rural y, más específicamente, la transferencia de tierras
públicas rurales a manos privadas, se destacaron las tareas asignadas a los Vocales
Agrimensores y los Oficiales Auxiliares/Aspirantes. En este sentido, el conjunto de
tareas de los Vocales Agrimensores era central, pues, tenían intervención técnica
simultánea en las operaciones de codificación, objetivación y representación. Una de
sus principales acciones se concentraba en las operaciones de codificación dado que
debían brindar instrucciones y/o antecedentes a los agrimensores públicos sobre “buenas
prácticas” en mensura (Art. 12) y, además, estudiar aquellos expedientes resultados de
las mensuras practicadas en todo el territorio entrerriano (Art. 9). Por otra parte, los
Vocales Agrimensores que cumplían funciones de Director de Dibujo y Constructor de
Cartas tenían intervención directa en las operaciones de representación ya que tenían
dentro de sus tareas construir el registro gráfico de propiedades territoriales (Art. 23) e
inspeccionar el registro particular y gráfico de cada propiedad y la construcción general
por distritos o secciones (Art. 25). Por último, los Oficiales Auxiliares y Aspirantes
debían ayudar al dibujo del registro gráfico, en las operaciones de cálculo y practicar
trabajos fuera del Departamento Topográfico de la mano de los Vocales Agrimensores.
En particular, los Oficiales Auxiliares Archiveros estaban relacionados con las
operaciones de objetivación, singularmente con el almacenaje o archivado de

Reglamento Interior del Departamento Topográfico estableció un funcionamiento diario a excepción de


los festivos en la misma franja horaria que las oficinas del Gobierno (Art. 1), por otra parte, establecía que
luego de haber ingresado los empleados a la repartición estatal no podían retirarse antes de horario de
salida sin hacerlo saber previamente al Presidente (Art. 42). El nuevo Reglamento Interno pautaba como
modalidad de trabajo las Sesiones o Acuerdos, ordinarios o extraordinarios, que se llevaban a cabo los
días martes y viernes (Art 2). Las resoluciones en el contexto de las Sesiones o Acuerdos debían ser por
pluralidad de votos y las escritas requerían de la firma del Presidente y los Vocales (Art. 38). Por último,
se establecía que en la primera Sesión o Acuerdo de cada año correspondía la designación de un
funcionario habilitado para la recepción de las asignaciones y sueldos de los empleados para su posterior
distribución (Art. 39). Julio V. Díaz al Ministerio General de Gobierno; Concepción del Uruguay, 11-09-
1871; en AHER. División: Gobierno. Serie XIV: Ministerio General de Gobierno. Subserie D:
Departamento Topográfico. Carpeta Nº 1: 1860-1872. Legajo 12: 1871, febrero-diciembre:
correspondencia del Departamento Topográfico. Decreto de 25-09-1871; en Recopilación de Leyes,
Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos desde 1821 a 1873. Tomo XI: 1870 al 1871; Uruguay,
Imp. de La Voz del Pueblo, 1876, pp. 409-416.

[133]
información territorial, pues debían recibir, clasificar e inventariar planos, cartas,
manuscritos, expedientes y duplicados de mensura (Art. 27, 28 y 29).

Cuadro 7. Estructura de cargos para el Departamento Topográfico.


Entre Ríos, 1862 y 1871.

Ley de 26-04-1862 Ley de 24-08-1871

Presidente Ingeniero Presidente Ingeniero

Vocal Agrimensor 1º Vocal Agrimensor 1º (Ingeniero)

Vocal Agrimensor 2º Vocal Agrimensor 2º

Vocal Agrimensor 3º

Oficial Delineador 1º (Secretario) Oficial Delineador 1º

Oficial Delineador 2º (Escribiente) Oficial Delineador 2º

Oficial Auxiliar 1º

Oficial Auxiliar 2º

Oficial Aspirante 1º

Oficial Aspirante 2º

5 miembros 10 miembros

Fuente: elaboración propia a partir de Ley de 26-04-1862; en Recopilación de Leyes, Decretos y


Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos desde 1821 a 1873. Tomo VIII: 1862 al 63; Uruguay, Imp. de La
Voz del Pueblo, 1876, pp. 121-123. Ley de 24-08-1871; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos
de la Provincia de Entre Ríos desde 1821 a 1873. Tomo XI: 1870 al 1871; Uruguay, Imp. de La Voz del
Pueblo, 1876, pp. 256-258.

6.3. Fuentes y mecanismos de asignación de los agentes topográficos.

Las formas de asignación de los agentes topográficos fue una característica


distintiva de la conformación del Departamento Topográfico como dominio organizado
del Estado provincial para la transferencia de tierras públicas rurales a manos privadas.
Los primeros agentes topográficos fueron designados en septiembre de 1862, cinco
meses después de la implantación formal del Departamento Topográfico. Cuando el
Poder Ejecutivo decretó la designación de los primeros agentes del nuevo organismo
gubernamental señaló que el principal propósito era “(…) dar mejor cumplimiento de
las leyes sobre ventas de tierras públicas y preparar los trabajos necesarios para la

[134]
mensura general de la provincia”. A partir de este momento, todas las designaciones de
los agentes topográficos fueron realizadas por el Poder Ejecutivo –que detentaba la
atribución de nombrar y remover a los empleados públicos que dependían de su ámbito
de competencia- con “recomendación” escrita por parte del Presidente Ingeniero del
Departamento Topográfico.175

Entre los años 1862 y 1870, el Departamento Topográfico fue integrado por el
Cnel. Carlos Tomás Sourigues (Presidente Ingeniero), los Agrimensores Luis Lavergne
y Juan B. Martínez (Vocales Agrimensores), el Cap. Agustín Villanueva y Juan L.
Martínez (Oficiales Delineadores).176 Más tarde, en reemplazo de algunos de ellos,
fueron incorporados Ambrosio Lantelme (Oficial Delineador), Juan Leo (Vocal
Agrimensor), Joaquín Teodoro Egaña (Vocal Agrimensor), Mariano Alicedo (Vocal
Agrimensor) y Fermín T. Espiro (Oficial Delineador). En su mayoría, los nuevos
agentes topográficos habían sido instruidos en las aulas del Colegio de Uruguay,
particularmente, en los “Cursos de Matemáticas” a cargo de francés Luis Lavergne,
durante la década de 1850 y 1860.177 Algunos de ellos eran estudiantes destacados y
colaboraban activamente en diversas tareas topográficas dirigidos por Carlos T.
Sourigues como. por ejemplo, Juan L. Martínez, Agustín Villanueva178 y Juan B.

175
Constitución de la Provincia de Entre Ríos de 1860, op. cit., en particular Art. 46 Inc. 4.
176
El Poder Ejecutivo requirió a los nuevos empleados presentarse en Concepción del Uruguay dentro de
los quince días de realizada su designación para la inmediata instalación de la oficina. Decreto de 20-09-
1862; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos desde 1821 a 1873.
Tomo VIII: 1862 al 63; Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1876, p. 257.
177
La Comisión Examinadora señaló que los estudiantes “(…) fueron sujetos a un examen teórico y
práctico, y después de haber sido aprobados por unanimidad de votos, el Señor Presidente de la Comisión
Examinadora declaró a estos alumnos que quedaban concluidos sus estudios de Matemáticas en el
Colegio Nacional del Uruguay. Libro de Actas de Exámenes. Años 1855-1865 y 1866-1868 [H1], p. 28;
en Archivo Histórico “Oscar Urquiza Almandoz” del Colegio del Uruguay.
178
El estudiante Agustín Villanueva fue el único egresado de los “Cursos de Matemáticas” que obtuvo la
máxima calificación durante todo este período. Pero además resultó premiado en los Certámenes
Científico-Literario del Colegio Nacional por sus trabajos en el área de “Matemática Aplicada”.
Posteriormente fueron incluidos en la Sección “Dibujo Lineal” del Programa del Clase de Matemática de
2º Año, a cargo del francés Luis Lavergne. Singularmente, fueron adoptados los planos de una Iglesia,
una Cárcel y un Mercado, señalados como “proyectos que pudieran realizarse en la ciudad de Concepción
del Uruguay”. A partir de su condición de “premiado”, Agustín Villanueva fue enviado por Alberto
Larroque frente al Gral. Justo José de Urquiza. Este último le manifestó al rector del Colegio del Uruguay
que: “(…) el joven Villanueva ha puesto en mis manos los planos de que era conductor y que por
indicación suya vino a presentármelos. Son trabajos que verdaderamente dan una idea del progreso que
hacen los alumnos del Colegio del Uruguay. El joven Villanueva cuya aplicación me propongo estimular
más aun, es ya una esperanza para el país.” Gral. Justo José de Urquiza al Dr. Alberto Larroque; San José,
13-12-1856; en Archivo Histórico del Colegio del Uruguay. Libro de Notas, Resoluciones y
Correspondencia recibida entre 1854-1856 [C1]. Martin Zapata (Presidente de Comisión Informante) al
Juan del Campillo (Ministro de Instrucción Pública); Paraná, 02-09-1856; Lavergne, Luis. Programa de
Matemáticas y Dibujo Lineal de 2º Año. Colegio del Uruguay, 28-11-1856; en SAGARNA, Antonio. El
Colegio del Uruguay; Buenos Aires, Instituto de Didáctica FFyL-UBA, 1943, p. 109.

[135]
Martínez.179 Durante esta etapa se registraron exiguos casos de cese de los agentes
topográficos: tres por renuncia (Juan L. Martínez y A. Lantelme, 1864 y Juan Leo,
1866) y uno por fallecimiento (L. Lavergne, 1868). En contraposición, el asalto militar a
la ciudad de Concepción del Uruguay en el marco de la primera Rebelión Jordanista
(1870) trajo como consecuencia la muerte del Cnel. Carlos T. Sourigues (a cargo de la
defensa), la suspensión de acciones del organismo gubernamental y el cese de las
actividades de los agentes topográficos.

En el año 1871, el reorganizado Departamento Topográfico fue conformado por


el agrimensor Julio V. Díaz (Presidente Ingeniero), los agrimensores Melitón González,
Juan B. Martínez y Ambrosio Lantelme (Vocales), los agrimensores Juan L. Caminos y
Juan Leo (Oficiales Auxiliares) y Victoriano Guzmán y Fausto Pajares (Oficiales
Delineadores). Al año siguiente se suscitaron una serie de renuncias y promociones
internas. Dejaron sus cargos Julio V. Díaz, Juan B. Martínez y Fausto Pajares. Como
Presidente Ingeniero asumió el uruguayo Melitón González; mientras que, Juan Leo y
Juan L. Caminos lo hicieron como Vocales Agrimensores. En tanto, Domingo Vico lo
hizo en el lugar de Oficial Delineador para luego ser reemplazado por José Rígoli. Por
último, José María Rodríguez y Eduardo Masramón tomaron los lugares de Oficiales
Auxiliares. En este nuevo período la fuente de reclutamiento continúo siendo el Colegio
del Uruguay, aunque ahora en convergencia con el propio Departamento Topográfico ya
que fueron reincorporados agentes estatales que habían formado parte del mismo
durante la década de 1860 y no fueron formados en las aulas del establecimiento
educativo. Pero uno de los cambios mas significativos en la forma de acceso a los
cargos del Departamento Topográfico fueron las exigencias de la Carrera de
Agrimensor y la matriculación en el Registro de Agrimensores Públicos. A continuación
caracterizaremos estos tres mecanismos de acceso al nuevo organismo gubernamental.

179
Luego de finalizar sus estudios en el Colegio del Uruguay, Juan B. Martínez pasó a desempeñarse
como Oficial 2º de la Administración de Rentas de la Aduana de Gualeguay En el año 1859, el Cnel.
Sourigues destaca las cualidades de Martínez ante el Gral. Justo J. de Urquiza señalándole que "(…) este
joven es muy aplicado, desea aprender y tengo esperanza de hacer algo provechoso de él". Dos años
después, en el 1861, Martínez es reclutado por Sourigues para realizar el trazado de la ciudad de Colón.
F.A. “Juan B. Martínez: el último alumno fundador del Colegio del Uruguay”; La Mesopotamia, Buenos
Aires, 31-01-1921; en Comisión Nacional de Homenaje. Urquiza, el juicio a la posteridad; Buenos
Aires, Editorial Coni, 1921, pp. 539-541. Cnel. Carlos T. Sourigues al Gral. Justo J. de Urquiza;
Gualeguay, 08-02-1859; Archivo General de la Nación, Archivo del Gral. Urquiza; en COCCA, Aldo
Armando. El coronel Carlos Tomas Sourigues: maestro francés en la paz y soldado argentino en la
guerra; Buenos Aires, 1950 p. 77. MACCHI, Manuel. Urquiza colonizador: la Colonia San José y la
fundación de la ciudad de Colón; Buenos Aires, 1949.

[136]
6.3.1. Los “Cursos de Matemáticas” del Colegio del Uruguay.

Desde el punto de vista del programa de escolarización republicana del Colegio


del Uruguay, entre los años de 1854 y 1861, los “Cursos o Clases de Matemáticas”
integraron espacios generales de conocimiento y enseñanza organizados bajo los
principios generales de religiosidad moral: hombre-naturaleza-dios (Filosofía),
humanidad (Política y Legislación o Derecho), orbe (Geografía, Química y Física) y
universo (Astronomía); y por último, las matemáticas: “la ciencia madre para todo”
(Victorica, 1856). En este sentido, las matemáticas cumplieron un rol estratégico en el
programa de escolarización republicana del Colegio del Uruguay y su presencia en la
malla curricular fue puesta de relevancia por las propias autoridades del establecimiento
educativo, así como también por las Comisiones Examinadoras que anualmente
evaluaban a los estudiantes en todos los Cursos o Clases. Señalaban que el proyecto
republicano requería de mayor cantidad de matemáticos que literatos, por lo tanto, era
necesario “fomentar fervorosamente su enseñanza… para que cada generación de
jóvenes se dedique a su aplicación” (Comisión Examinadora, 1859). Lo cierto es que,
desde sus orígenes, el proyecto republicano había demandado al Colegio del Uruguay
jóvenes formados en el campo de las matemáticas y, que particularmente, dominaran
algebra, geometría, trigonometría rectilínea y secciones cónicas, con el objetivo que
continuaran los estudios de agrimensor público e ingeniero militar en la ciudad de
Paraná, por entonces, capital de la Confederación Argentina.180

Durante este periodo, los “Cursos o Clases de Matemáticas”, a cargo del francés
Luis Lavergne, formaron parte de la importante transformación curricular del programa
de escolarización republicana que llevó adelante el rector Alberto Larroque. En primer
lugar, estuvieron integrados a la “Carrera Literario o de Estudios Superiores” (1854-
1856), y luego, a la “Carrera de Ciencias Exactas” (1857-1863). Durante la primera
reforma curricular, las “Clases de Matemáticas” se dividieron en dos niveles, cada uno
de duración anual. Por un lado, el Primer Año comprendió, en su Programa de Estudios,

180
Santiago Derqui a Dr. Alberto Larroque; Paraná, 21-08-1854; en Archivo Histórico del Colegio del
Uruguay. Libro de Notas, Resoluciones y Correspondencia, 1854-1856 [C1].“El infrascripto recomienda
a Ud. la mas pronta remisión de seis jóvenes que sepan matemáticas en los ramos de Algebra, Geometría
y Trigonometría Rectilínea, y que quieran venir a seguir en esta Capital la Carrera de Agrimensor. Los
gastos que ocasionen serán de cuenta del Erario. Del mismo modo remitirá V. a este Ministerio una
relación de los jóvenes que tengan conocimientos en Secciones Cónicas o en los ramos antedichos, y que
puedan también venir a seguir la Carrera de Ingeniero Militar en esta Capital. En uno y otro caso dará V.
preferencia a los jóvenes que en igualdad de aptitudes hayan dado más pruebas de juiciosidad y
aplicación”

[137]
los siguientes contenidos: Álgebra hasta las ecuaciones de 2º inclusivamente. Teoría de
las Proporciones Aritméticas y Geométricas. Teoría de las Progresiones Aritméticas y
Geométricas. Teoría de los Logaritmos y su aplicación a la elevación de las potencias y
extracción de raíces de un grado cualquiera.181 Por otra parte, el Segundo Año incluyó,
siguiendo su Programa de Estudios, los siguientes contenidos: Geometría.
Trigonometría rectilínea. Idea general de la resolución de los triángulos esféricos.
Aplicación de la Geometría a la Agrimensura. Nivelación. Dibujo Lineal.182

Durante la segunda reforma curricular, de mayor alcance y duración que la


anterior, se incluyó una “Carrera de Ciencias Exactas” a partir de la cual se organizaron
los nuevos “Cursos de Matemáticas”. Este Plan de Estudios planteó la conformación de
tres Cursos, cada uno de ellos de duración anual para su dictado, con una secuencia de
contenidos iban de la teoría hacia la práctica. El trayecto se iniciaba con el Curso de
“Aritmética y Algebra”183, donde se estudiaban los manuales “Tratado Elemental de
Matemáticas” del español José Mariano Vallejo y Ortega y “Elementos de Aritmética”
del frances P.L.M. Bourdon.184 Luego, continuaba con el Curso de “Geometría y
Trigonometría”185 y finalizaba con el Curso de “Geometría Aplicada” (Agrimensura,
Nivelación y Dibujo Lineal).186 Para los últimos Cursos, los alumnos debían estudiar el
manual “Tratado Elemental de Matemáticas” -Sección Geometría, Trigonometría
Rectilínea y Geometría Práctica- de José María Vallejo y Ortega.

Los “Cursos de Matemáticas” eran evaluados según el régimen general


establecido por el Reglamento del Colegio del Uruguay [1857]. Al final de cada año
escolar se debían llevar adelante exámenes públicos para los estudiantes (Art. 180)
conducidos por una Comisión Examinadora designada por el Gobierno Nacional (Art.
181), en singular el Poder Ejecutivo a través del Ministerio de Justicia, Culto e

181
Lavergne, Luis. Programa de Matemáticas de 1º Año. Colegio del Uruguay, 28-11-1856; en
SAGARNA, Antonio. El Colegio del Uruguay…, op. cit., pp. 108-109.
182
Lavergne, Luis. Programa de Matemáticas y Dibujo Lineal de 2º Año. Colegio del Uruguay, 28-11-
1856; SAGARNA, Antonio. El Colegio del Uruguay…, op. cit., pp. 109.
183
Lavergne, Luis. Programa Curso de Matemáticas de 1º Año. Colegio del Uruguay, SAGARNA,
Antonio. El Colegio del Uruguay…, op. cit., pp. 141.
184
El matemático José Mariano Vallejo y Ortega (1779-1846), una de las figuras matemáticas destacadas
de la primera mitad del siglo XIX en España, quien publica obras de un gran valor matemático y
pedagógico. RICO ROMERO, Luis y MACHADO, Alexander. “Libros de texto de matemáticas
durante los siglo XVIII y XIX”; en… GENTIL BALDRICH, José. “Nuevos datos sobre la vida y obra
de José Mariano Vallejo y Ortega (1779-1846)”; en LLULL, Vol. 22, 1999, pp. 381-404.
185
Lavergne, Luis. Programa Curso de Matemáticas de 2º Año. Colegio del Uruguay, en SAGARNA,
Antonio. El Colegio del Uruguay…, op. cit., p. 142.
186
Lavergne, Luis. Programa Curso de Matemáticas de 3º Año. Colegio del Uruguay, en SAGARNA,
Antonio. El Colegio del Uruguay…, op. cit., p. 142

[138]
Instrucción Pública de la Confederación Argentina. Fueron presidentes de la Comisión
Examinadora el Gral. Manuel A. Urdinarraian (1855-1856) y el Dr. Benjamín Victorica
(1858-1861). Las Comisiones Examinadoras organizaban las mesas de evaluación,
declaraban la apertura de los exámenes públicos, calificaban a los estudiantes, votaban o
establecían acuerdos por las calificaciones y transmitían los resultados. La duración era
variable, podían ir desde cuatro a treinta días aproximadamente, según la cantidad de
estudiantes que debían ser evaluados. Las calificaciones establecidas para los exámenes
eran: Mediano, Bueno y Sobresaliente; y debía declararse, si el resultado del escrutinio
era por mayoría o unanimidad de votos (Art. 185). Los estudiantes que aprobaban los
exámenes recibían un “testimonio” correspondiente a la calificación obtenida. Este
documento debía estar firmado por el Presidente y Vice-Presidente de la Comisión
Examinadora, por dos Vocales y el Catedrático (Art. 187).187

187
Reglamento del Colegio del Uruguay (1857). Los docentes debían remitir al Director tres copias de los
programas de las asignaturas (Art. 183) y este último debía presentarlo ante el Gobierno Nacional para su
aprobación (Art. 184). Un aspecto complementario en la formación del campo de las matemáticas eran los
Certámenes Científicos-Literarios que se desarrollaban entre los meses de julio y agosto de cada año. Este
consistía en una serie de concursos por disciplina donde los estudiantes presentaban trabajos sobre una
serie de tópicos que pautaban el Director y los docentes del establecimiento educativo. El concurso
general tenía lugar el día nueve de agosto en “homenaje de gratitud” a su fundador, el Gral. Justo José de
Urquiza. (Art. 26). Los trabajos del concurso general eran evaluados “a pluralidad de votos” por una
Comisión Especial nombrada por el Director del Colegio del Uruguay (Art. 27). Los estudiantes podían
consultar obras “que les faciliten la inteligencia de los ramos que estudien” (Art. 28). Estaban prohibidos
los trabajos que “ataquen la pureza de las costumbres, los principios de moral eterna y de nuestra
sacrosanta religión” (Art. 29). El temario de la Clase de Matemáticas Aplicadas elaborado por Larroque
incluía: Lámina Nº 10. Un plano de casa, copia. Lámina Nº 11. Un frontis, copia. Lámina Nº 12. Un
ornamento de arquitectura, copia. Lámina Nº 13. Un plano de establecimiento público, comprendiendo
escuela de varones y niñas, mercado y cuerpo de guardia, copia. Lámina Nº 14. Estudio de elevación de
una fachada de Administración de Ferro-Carril, copia. Lámina Nº 15. Elevación del frente oeste interior
del Colegio del Uruguay. Original y obra exclusiva del alumno. Lámina Nº 16. Elevación de una parte del
frente este del Colegio del Uruguay, exterior, en mayor escala. Original. Lámina Nº 17. Plano y
elevación del Colegio frente a la Plaza Ramírez. Original y obra exclusiva del alumno. Lámina Nº 18.
Plano levantado. Arquitectura. Lámina Nº 19. Cuadro dedicatoria a S.E. el Señor Presidente de la
Confederación. Original. Temario de la Clase de Matemáticas Aplicadas; en MACCHI, Manuel. Urquiza
y la Instrucción Pública.; Santa Fe, Editorial Castellvi, 1966, p. 33.

[139]
Cuadro 8. Trayecto escolar de agentes expertos formados en los Cursos de
Matemáticas del Colegio del Uruguay. Entre Ríos, 1855-1861.

Apellido y Nombre Curso 1 Curso 2 Curso 3


Año 1855 Año 1856 Año 1856
MARTINEZ, Juan B. Sobresaliente Sobresaliente
Sobresaliente
por mayoría por mayoría
Año 1856
VILLANUEVA, Agustín Sin información Sin información Sobresaliente
por aclamación
Año 1856 1858
DIAZ, Julio V. Sobresaliente por Bueno por Sin información
mayoría unanimidad
Año 1859-1860 Año 1859-1860 Año 1859-1860
LANTELME, Ambrosio
Sin información Sin información Sin información

Año 1860 Año 1861


MARTINEZ, Juan L. Sin información Sobresaliente por Sobresaliente
mayoría primera línea

Año 1858 Año 1859


Año 1860
ESPIRO, Fermín Sobresaliente por Bueno por
Sin información
mayoría unanimidad

Año 1858
ALICEDO, Mariano Bueno por Sin información Sin información
unanimidad

Fuente: elaboración propia a partir de Archivo Histórico del Colegio del Uruguay “Justo José de
Urquiza”. Libro de Notas Varias. Años 1854 a 1857 [A1]; Libro de Notas Varias. Años 1860 a 1865
[A3]; Libro Copiador de la Secretaría del Colegio Nacional del Uruguay. Años 1860-1861 [F], Libro de
Actas de Exámenes. Años 1855-1865 y 1866-1868 [H1]. Libro de Matricula del Colegio del Uruguai.
Años de 1858, 1859 i 1860. Nota: en los Libros de Actas de Exámenes los Cursos aparecen bajo la
siguiente nominación: Clase de Matemáticas 1º Año – Algebra y Aritmética; Clase de Matemáticas 2º
Año – Geometría completa; Clase de Matemáticas Aplicadas 3º Año – Trigonometría rectilínea con
aplicación a la agrimensura y dibujo lineal.

6.3.2. La Carrera de Agrimensor.

A principios de la década de 1860, el gobierno entrerriano decidió implementar


una “Carrera de Agrimensura” a partir de las solicitudes de los egresados de los Cursos
de Matemáticas del Colegio del Uruguay al Ministerio General de Gobierno para ejercer
como “Agrimensor de la Provincia.” 188 El proyecto original fue presentado por el Cnel.

188
“Joaquín Corbalán, estudiante del Colegio Nacional del Uruguay, ante V.S. me presento y digo: que
habiendo concluido mis estudios en el Curso de Matemáticas, como lo atestiguan mis certificados, me
encuentro apto para desempeñar dicha carrera en la mensura y alineación de los terrenos en esta Ciudad.

[140]
Simón Santa Cruz –yerno del Gral. Justo José de Urquiza- y se denominaba “Programa
de las Materias que se exigen a los candidatos que se presenten para la Carrera de
Agrimensura” [1860]. En palabras del Cnel. Santa Cruz, este proyecto de Programa
había sido confeccionado atendiendo a las características de “primeros jóvenes que se
dedicaban a esa carrera”, es decir, era simple, indulgente e indispensable.189

El grupo de “materias” o contenidos del proyecto de Programa estaba compuesto


por: 1.- Gramática castellana; 2.- Aritmética inclusas la teoría de nombres primarios, la
de logaritmos, y los diferentes sistemas de medidas, con especialidad el sistema
decimal; 3.- Algebra, hasta las ecuaciones de 2º grado; 4.- Los cuatro primeros libros de
geometría elemental, en los que se trata de líneas, triángulos, circunferencias y planos;
5.- Trigonometría rectilínea: resolución de triángulos; 6.- Geometría descriptiva o
aplicada: la primera parte que trata de líneas en general y planos; 7.- Modos de medir
las superficies de lados regulares e irregulares; 8.- Levantamiento de planos y
explicaciones de los instrumentos que se emplean con ese objeto; 9.- Dibujo lineal y
topográfico; y 10.- Conocimiento de las leyes y decretos sobre tierras públicas en la
Provincia de Entre Ríos.190

El Ministerio General de Gobierno decidió modificar la propuesta del Cnel.


Santa Cruz y confeccionó un denominado “Programa de las materias sobre que deben
ser examinados los aspirantes al ejercicio de la Agrimensura” [1860]. Este reducía de
diez a cinco las materias o contenidos del primer proyecto, agrupando algunos ítems y

Por tanto, a V.S. pido y suplico se digne otorgarme la autorización que me es necesaria para ejercer y
servir al vecindario en defecto del Agrimensor de la Provincia.” Joaquín Corbalán al Ministerio General
de Gobierno; Concepción del Uruguay, 25-09-1860; en AHER. Gobierno. Serie XIV. D. Caja 1. Legajo
1. Documentos relativos al examen de los Sres. Corbalán y Lantelme para Agrimensores. Año 1860.
“Ambrosio Lantelme, alumno del Colegio Nacional del Uruguay, habiendo en este año 1859-60 estudiado
paralelamente los tres años de Matemáticas, ha concluido aquellos estudios necesarios para poner en
ejecución aquellos casos mas comunes, cuyo modo de proceder indica la teoría. Por lo tanto, el
mencionado joven pide a V.S., se digne tener la bondad de permitirle pueda presentarse ante un examen
donde sea juzgado digno o no de la aprobación del Gobierno para Agrimensor de la Provincia.” Ambrosio
Lantelme al Ministerio General de Gobierno; Concepción del Uruguay, 25-09-1860; en Gobierno. Serie
XIV. D. Caja 1. Legajo 1. Documentos relativos al examen de los Sres. Corbalán y Lantelme para
Agrimensores. Año 1860.
189
“Tengo el honor de adjuntar a V.S. el Programa que se digno encomendarme hiciese para los
candidatos que se presenten para la Carrera de Agrimensor. He tratado de simplificarlo en cuanto he
creído posible, teniendo en vista la indulgencia que debe tenerse con los primeros jóvenes que se dedican
a esa carrera, dejando únicamente aquello que creo indispensable sepa un Agrimensor para que pueda
llenar los trabajos que tal cargo impone.” Cnel. Simón Santa Cruz al Ministerio General de Gobierno; San
José, 24-10-1860; en AHER. Gobierno. Serie XIV. D. Caja 1. Legajo 1. Documentos relativos al examen
de los Sres. Corbalán y Lantelme para Agrimensores. Año 1860.
190
Cnel. Simón Santa Cruz al Ministerio General de Gobierno; San José, 24-10-1860; en AHER.
Gobierno. Serie XIV. D. Caja 1. Legajo 1. Documentos relativos al examen de los Sres. Corbalán y
Lantelme para Agrimensores. Año 1860.

[141]
eliminando otros -como por ejemplo, gramática castellana y legislación sobre tierras
provinciales-. En este sentido, el nuevo Programa propuso los siguientes contenidos: 1.-
Aritmética: en todos sus detalles. Sistema decimal. Logaritmos. Extracción de la raíz
cuadrada; 2.- Principios de Álgebra: hasta la resolución de las ecuaciones de 2º grado;
3.- Geometría: líneas proporcionales. Triángulos. Su semejanza. Polígonos. Figuras
semejantes. Circunferencia. Aéreas de los Polígonos y del Círculo. Comparación de
áreas; 4.- Trigonometría Rectilínea: resolución de los triángulos; 5.- Levantamiento de
planos: dibujo lineal y topográfico.

Las evaluaciones del Programa estuvieron a cargo de una Comisión


Examinadora integrada por el Cnel. Santa Cruz (Presidente), Luis Lavergne y Juan
Fosatti (Vocales). Estos eran, al mismo tiempo, evaluadores de la Sección “Matemática
y Física” de los Estudios Superiores del Colegio del Uruguay. 191 Las evaluaciones
consistían en un examen teórico-práctico, tenían una duración de treinta minutos y se
dividían en dos partes: una oral y otra escrita. Las evaluaciones orales correspondían a
los puntos de 1 al 4 y las evaluaciones escritas correspondían al punto 5 “sobre un punto
designado por los Examinadores”.

Una vez finalizado el examen teórico-práctico, el Ministerio General de


Gobierno propuso a Luis Lavergne para tutelar las prácticas de los aspirantes durante el
período de un año192 para que de esta manera estén “al lado de unos de los
Agrimensores de la Provincia, antes de extenderles los diplomas que los faculten a
ejercer los obligados trabajos de esa carrera por si solos.”193 Las prácticas “en terreno” o
“a campo” era consideradas una pieza fundamental en la formación de los agrimensores,
pues, según la evaluación del gobierno entrerriano estas brindaban a los aspirantes la
“pericia y destreza” necesaria que solo podían adquirirse a través de la reproducción de
las operaciones de mensura. Por su parte, el Fiscal General de Entre Ríos, Juan
Vázquez, señalaba al respecto que: “la práctica de un año al lado de uno de los
Agrimensores de la Provincia pondrá en aptitud a esos Señores de poderse desempeñar

191
Decreto de 03-12-1861; en Rejistro Nacional de la República Argentina que comprende los
documentos espedidos desde 1810 hasta 1873. Tomo Cuarto: 1857 a 1862; Buenos Aires, Imprenta La
República, 1888, p. 420.
192
Comunicación de Ministerio General de Gobierno; Concepción del Uruguay, 18-12-1860; en AHER.
Gobierno. Serie XIV. D. Caja 1. Legajo 1. Documentos relativos al examen de los Sres. Corbalán y
Lantelme para Agrimensores. Año 1860.
193
Cnel. Simón Santa Cruz al Ministerio General de Gobierno; San José, 18-11-1860; en AHER.
Gobierno. Serie XIV. D. Caja 1. Legajo 1. Documentos relativos al examen de los Sres. Corbalán y
Lantelme para Agrimensores. Año 1860.

[142]
con facilidad cuando más tarde se les confíe la dirección de trabajos del ramo (…) y
para entonces, todo lo que tendría de ventajoso un Agrimensor entendido que supiese
señalar con precisión el término de una heredad cualquiera; tendría de peligroso el de
otro, que aun reuniendo varios conocimientos teóricos, careciese de la pericia y
destreza que se adquiere con la repetición de las operaciones de mensura.”194

Durante casi una década este Programa se mantuvo vigente. Pero en el contexto
de reorganización del Departamento Topográfico, en el año 1871, una comisión
integrada por los agrimensores Vicente Matti, Ambrosio Lantelme y Mariano Alicedo
presentó el “Proyecto de Programa de Exámenes para los Agrimensores de la
Provincia.”195 El mismo fue aprobado por el Decreto de 27-09-1871 a través del cual se
instituyeron las nuevas “condiciones que deben reunir los que pretendan ejercer la
profesión de agrimensor en la Provincia, como así mismo, las pruebas a que deben
sujetarse.”196 De esta manera, fueron modificadas las pautas de evaluación elaboradas
por el Ministerio General de Gobierno a principios de la década de 1860. En el fondo,
estas modificaciones fueron realizadas a partir de una adaptación del Acuerdo de 24-
07-1861 del Departamento Topográfico de la provincia de Buenos Aires.197 El nuevo
programa establecía que el Departamento Topográfico debía instituir una instancia
general de evaluación –teórica y práctica- para los sujetos que pretendían ejercer la
profesión de Agrimensor en la provincia de Entre Ríos (Art. 1).

El examen teórico tenía una duración de dos horas (Art. 2) y su calificación era
“Aprobado” o “Reprobado” (Art. 3). En el caso de reprobar, el aspirante podía solicitar
un nuevo examen pero con un Tribunal ampliado con dos Agrimensores matriculados, y
en caso de ser nuevamente reprobado, podía solicitarse nuevamente rendir el examen
pero luego de transcurrido un año (Art. 3). Los contenidos del examen teórico incluían:
1.- Aritmética; 2.- Algebra hasta las ecuaciones de segundo grado inclusive, con la
resolución de los problemas que producen estas ecuaciones y comprendiendo la serie

194
Juan A. Vázquez (Fiscal General) a Ricardo López Jordán (Ministro Gral. de Gobierno); Concepción
del Uruguay, 22-11-1860; en AHER. Gobierno. Serie XIV. D. Caja 1. Legajo 1. Documentos relativos al
examen de los Sres. Corbalán y Lantelme para Agrimensores. Año 1860.
195
Julio V. Díaz al Ministerio General de Gobierno; Concepción del Uruguay, 09-09-1871; en AHER.
División: Gobierno. Serie XIV: Ministerio General de Gobierno. Subserie D: Departamento Topográfico.
Carpeta Nº 1: 1860-1872. Legajo 12: 1871, febrero-diciembre: Corresp. Depto. Topográfico.
196
Decreto de 27-09-1871; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos
desde 1821 a 1873. Tomo XI: 1870 a 1871; Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1876, pp. 431-434.
197
Acuerdo de 24-07-1861; en Instrucciones a los Agrimensores y Colección de Leyes, Decretos y demás
disposiciones sobre Tierras Públicas desde 1811 hasta febrero de 1865; Buenos Aires, Imprenta del
Comercio del Plata, 1865, pp. 53-58.

[143]
binominal y las que se necesitan para el cálculo de las tablas logarítmicas; 3.- Geometría
elemental plana y del espacio; 4.- Geometría descriptiva. Proyección de planos,
tangentes e intersecciones de superficie. Trigonometría rectilínea; 5.- Geometría
esférica; 6.- Proyección de un plano y cálculo de superficie, por medio de las
coordenadas de todos los puntos; 7.- Subdivisión de terrenos analítica y gráficamente;
8.- Nivelación; 9.- Cosmografía, cálculo de latitud, traza de meridianos y medición de
bases; y, 10.- Instrumentos, incluyendo los de reflexión, su teoría. (Art. 2)

Una vez aprobado el examen teórico, los aspirantes al título de Agrimensor


debían realizar de manera obligatoria una “práctica” de un año de duración junto a un
Agrimensor recibido en la Provincia. Este debía haber realizado seis operaciones de
mensura para acreditar “su capacidad práctica por el certificado de Agrimensor o
Agrimensores con quienes las hubiera hecho”. Luego, el aspirante podía solicitar al
Departamento Topográfico el examen práctico definitivo (Art. 4).

El examen práctico o de “conocimientos de las operaciones sobre el terreno”


tenía duración de dos horas (Art. 5) y su calificación era “Aprobado” o “Reprobado”
(Art. 6). Los contenidos del examen práctico eran: 1.- Aptitud y discreción bastante para
la resolución de las cuestiones que constantemente se suscitan en el ejecución de las
mensuras en cuanto a la terminación de los deslindes en los casos superposición y en
cuanto a la subdivisión de terrenos y preferencia de ubicación; y, 2.- Conocimiento de
las leyes y disposiciones que se relacionan con la profesión. (Art. 6). En el caso de
reprobar, los aspirantes podían solicitar un nuevo examen pero integrado por dos
Agrimensores matriculados más antiguos en el orden de inscripción. Si fuera reprobado
nuevamente no podrá solicitar otro examen sin presentar otro nuevo certificado de
práctica (Art. 6). Los agrimensores que presenten certificados de práctica falsos serán
suspendidos por un año en el ejercicio de su profesión (Art. 9).

Por último, la extensión del Diploma de Agrimensor -a cargo del Departamento


Topográfico- se realizaba luego de la aprobación del examen práctico (Art. 6). Para
acceder al mismo, los aspirantes –además de las evaluaciones- debían cumplir con las
condiciones de haber cumplido los 21 años, tener “buena fama” y poseer
“suficientemente el idioma del país” (Art. 7). La titulación, es decir, la obtención del
diploma, era fundamental, pues las operaciones de mensura realizadas por aquellos que
no eran “agrimensores recibidos” eran consideradas nulas y sin valor jurídico. ¿Qué

[144]
sucedía con los agrimensores diplomados fuera del territorio entrerriano? Para estos
existía una clausula de “reválida” o “reconocimiento” de diploma. Según el Decreto de
22-09-1871, los agrimensores “patentados” en otras provincias o países estaban
exceptuados de rendir los exámenes teórico-práctico y solo tenían la obligación de
“presentar el diploma y constar la identidad de la persona” (Art. 9). 198 En palabras de
Melitón González -Presidente del Departamento Topográfico- esta medida respondía a
“(…) romper la valla que a este respecto lo separa de las oficinas semejantes de la
República se preocupa de la manera de aliviar esta traba sin oponerse a las
inconveniencias que pudieran surgir de la aceptación de todos los que se presentasen
solicitando título de Agrimensor de la Provincia de Entre Ríos. Estos inconvenientes
nacerán, no de los títulos expedidos en esta República, sino de los que traigan del
extranjero, pues se necesita un conocimiento exacto y completo de las leyes de la
Provincia, a más del idioma, para ejercer cumplidamente la difícil misión de
Agrimensor entre nosotros.”199 A los pocos meses, estas condiciones fueron
modificadas. Mediante la Ley de 16-04-1872 se estableció que los “agrimensores
recibidos fuera de la Provincia” estaban eximidos del año de práctica pero de manera
obligatoria debían tomar los exámenes teórico-práctico (Art. 2).200

198
Decreto de 27-09-1871; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos
desde 1821 a 1873. Tomo XI: 1870 a 1871; Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1876, pp. 431-434.
199
Memoria del Departamento Topográfico de la Provincia de Entre Ríos perteneciente a 1871;
Concepción del Uruguay, 18-01-1872; en Memoria del Ministerio General de Gobierno de la Provincia de
Entre Ríos, Año 1871; Buenos Aires, Imprenta del Porvenir, 1872, pp. 499-500.
200
Ley de 16-04-1872; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos
desde 1821 a 1873. Tomo XII: 1872; Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1877, pp. 148-149. Según
Melitón González, el Art. N° 2 se introdujo a partir de la solicitud del francés Fabían Cougombles para
ejercer la profesión de agrimensor en la provincia de Entre Ríos. El Ministerio General de Gobierno
respondió a la solicitud en los siguientes términos: “Visto – El informe del Departamento Topográfico y
los fundamentos de la solicitud del Agrimensor Don Fabián Cougombles, apoyada por su título de
Agrimensor de la República Oriental y los certificados de práctica, extiéndase por dicho Departamento el
Diploma de Agrimensor de la Provincia, teniéndose por resolución para los casos idénticos, que es
suficiente el Diploma que acredite a cualquier peticionario, para que luego a los exámenes teórico y
práctico se le extienda el título” (…) “Con esta resolución queda suprimida la resolución del año de
práctica quedando subsistente los exámenes teórico y práctico sin interrupción.”; en Memoria del
Departamento Topográfico de la Provincia de Entre Ríos desde el 1º de enero de 1872 hasta el 1º de mayo
de 1873; en Archivo Histórico de la Provincia de Entre Ríos. Sección Gobierno. Serie X. Subserie.
Carpeta 2. Legajo 1. Año 1873.

[145]
Gráfico 1. Formación inicial de los agentes expertos del Departamento
Topográfico. Entre Ríos, 1862-1872.

Fuente: elaboración propia a partir de AHER. Fondo Gobierno. Serie XIV: Ministerio de Gobierno.
Subserie D: Departamento Topografico. Carpeta N° 1: 1860-1872. AHCU. Libro de Notas Varias. Años
1854 a 1857 [A1], Libro de Notas Varias. Años 1860 a 1865 [A3], Libro Copiador de la Secretaría del
Colegio Nacional del Uruguay. Años 1860-1861 [F], Libro de Actas de Exámenes. Años 1855-1865 y
1866-1868 [H1] y Libro de Matricula del Colegio del Uruguai. Años de 1858, 1859 i 1860.

6.3.3. El Registro de Agrimensores Públicos.

Con la sanción de las “Instrucciones para los Agrimensores de la Provincia de


Entre Rios”, a través del Decreto de 25-09-1871, se estableció como obligación para el
ejercicio de agrimensor publico el patentamiento en el Departamento Topográfico (Art.
1).201 De forma previa, cuando tuvieron lugar las tareas de “inspección” del organismo
gubernamental en el año 1871, los nuevos agentes topográficos encontraron un desorden
generalizado respecto a “(…) los cuadernos en que estaban asentados los Diplomas
expedidos en épocas anteriores de no se encontraba en orden, ni estaban en el
asentados los registros de todos los diplomas expedidos antes del 15 de julio de 1871.”
Además señalaron que en algunos casos “(...) no existía dato alguno hasta ese día 15
de julio, en que buscara antecedentes, y contando además que algunos Agrimensores
solo tenían un simple certificado de haber rendido las pruebas requeridas y obtenido
permiso para ejercer la profesión.” Como consecuencia, en noviembre de 1871, el

201
Instrucciones para los Agrimensores de la Provincia de Entre Ríos; Concepción del Uruguay, 26-09-
1871; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos desde 1871 a 1873.
Tomo XI: 1870 al 71; Concepción del Uruguay, Imprenta La Voz del Pueblo, 1876, pp. 417-429.

[146]
Departamento Topográfico realizó una solicitada en los periódicos entrerrianos
denominada “A los Agrimensores Públicos de la Provincia”·mediante la cual informó a
los agrimensores que debían registrar sus diplomas y matricularse en el registro abierto
por el Departamento Topográfico. Pero además, agregaba que “(…) desde el 1º de
Enero de 1872, no serán admitidos por el Departamento Topográfico las mensuras que
se presenten si ellas han sido practicadas por Agrimensores que no estén inscriptos en
la matrícula, aunque existan en esta Oficina terminados y despachados favorablemente
los expedientes en que hayan solicitado títulos de tales.”202

Dicho registro consistió en la inscripción de datos personales, certificaciones y


diplomas en un libro general a cargo del Departamento Topográfico, a través del cual,
se establecía un número de orden otorgado a los agrimensores al momento de su
alistamiento. El resultado inmediato fue la conformación de un conjunto o grupo de
expertos o especialistas habilitados formalmente por el Estado provincial, a través del
Departamento Topográfico, para practicar operaciones de mensura en todo el territorio
entrerriano con valor jurídico-legal. Esto se complementaba con el patentamiento (o
pago de patente) para el ejercicio de la profesión de agrimensor, una práctica regulada
legalmente por el Estado entrerriano desde el año 1864. Los montos de las patentes
fueron variando de $10 a $80 pesos fuertes desde el inicio hacia el final de este período.
En este sentido, los agrimensores eran considerados “profesionales” como los abogados,
cirujanos, arquitectos, y más tarde, escribanos, rematadores y contadores.

En un periodo de aproximadamente dos meses fueron matriculados un total de


dieciocho “agrimensores diplomados”. Todos los agentes topográficos de primera línea
(Presidente Ingeniero, Vocales Agrimensores y Oficiales Secretarios o Delineadores) se
encontraban matriculados, entre ellos: Julio V. Díaz, Melitón González, Juan Leo, Juan
B. Martínez, Juan L. Caminos, Ambrosio Lantelme y Domingo Vico; con excepción de
los oficiales auxiliares que cumplían tareas de apoyo administrativo; en segundo lugar,
algunos medidores públicos que cumplían funciones en los principales núcleos urbanos
entrerrianos y dependían directamente del Departamento Topográfico también se
encontraban matriculados, entre estos: Pablo Ávila, Francisco Madariaga, Fermín
Espiro y Donato Zavalía; y en tercer lugar, los colaboradores expertos que intervenían

202
“A los Agrimensores públicos de la Provincia”; Concepción del Uruguay, 20-11-1871; en AHER.
División: Gobierno. Serie XIV: Ministerio General de Gobierno. Subserie D: Departamento Topográfico.
Carpeta Nº 1: 1860-1872. Legajo 12: 1871, febrero-diciembre: Corresp. Depto. Topográfico.

[147]
en la confección de proyectos institucionales en conjunto con el Departamento
Topográfico cumplían la condición de matriculación, como por ejemplo, Mariano
Alicedo, Vicente Matti y Juan B. Martínez..

Gráfico 2. Agrimensores matriculados según relación con el Departamento


Topográfico. Entre Ríos, 1871-1872.

Fuente: elaboración propia a partir de Memoria del Departamento Topográfico de la Provincia de Entre
Ríos desde 1 de Enero de 1872 al 1º de mayo de 1873; en Archivo Historia de Entre Ríos. División
Gobierno. Serie XIV. Ministerio de Gobierno. Subserie D: Departamento Topográfico. Carpeta Nº2:
1873-1882. Legajo 1.

6.4. La normatización de las operaciones de mensura.

En este punto nos preguntamos: ¿qué características prescriptivas plantearon a


las actividades de los agrimensores públicos?, ¿qué espacios o segmentos
circunscribieron?, ¿qué aspectos fueron señalados como obligatorios?, ¿qué tipo de
infracciones marcaron? y ¿qué procedimientos fueron considerados como “óptimos”
para obtener los resultados deseados?

Entre los años 1862 y 1871, el Departamento Topográfico circunscribió una


serie de prescripciones formales que tuvieron como principal propósito disciplinar
técnicamente el “arte” de medir las tierras rurales públicas y privadas. Para ello, este
nuevo organismo gubernamental plasmó en dos textos normativos, por un lado, un
conjunto de obligaciones, prohibiciones, infracciones y sanciones, y por otro, la
descomposición de las reglas de medición, registro y mapeo de terrenos rurales. El

[148]
primero denominado “Reglamento para los Agrimensores”, aprobado por Decreto 20-
11-1862203, fue un proyecto elaborado por el Cnel. Carlos Tomás Sourigues204,
Presidente del Departamento Topográfico. Estuvo compuesto por un total de 18
artículos y fue confeccionado a partir de otros textos normativos -de los cuales replicó
algunos artículos- como el Decreto de 25-09-1824 (Comisión Topográfica de la
Provincia de Buenos Aires), el Decreto de 26-04-1825 (Instrucciones para
Agrimensores de la Provincia de Buenos Aires) y los Acuerdos de 09-10-1835 y 18-12-
1839 (Adición a las Instrucciones para Agrimensores de la Provincia de Buenos Aires).
El segundo designado “Instrucciones para los Agrimensores”, aprobado por Decreto 26-
09-1871, fue un proyecto fue elaborado por una comisión de agrimensores integrada por
Melitón González, Juan B. Martínez y Ambrosio Lantelme -Vocales del Departamento
Topográfico- y los agrimensores Mariano Alicedo y Vicente Matti.205 Las Instrucciones
incluyeron 53 artículos, que en su mayor parte, resultaron una reproducción textual de
las Instrucciones para Agrimensores de la Provincia de Buenos Aires, aprobado por
Decreto de 28-09-1861.206

En primer lugar, el Reglamento (1862) y las Instrucciones (1871) plasmaron un


conjunto de obligaciones, infracciones, prohibiciones y sujeciones entre las operaciones
de mensura de terrenos rurales y la figura de los agrimensores públicos. La principal
obligación impuesta era el cumplimiento integral de las prescripciones pautadas por el
Departamento Topográfico. En el caso que los agrimensores públicos incumplieran las
disposiciones o actuaran de “mala fe” (artículos 17 y 18 -1862-), se apartaran de los
procedimientos prescriptos, omitieran las protestas verbales en la confección de
diligencia de mensuras o firmaran las operaciones de otros agrimensores (Arts. 6, 36 y
44 -1871-) podían caer en la “suspensión del ejercicio de la profesión”. Dentro del
cuadro de prohibiciones, el Reglamento (1862) estableció como única prohibición la

203
Reglamento para los Agrimensores; Concepción del Uruguay, 29-11-1862; en Recopilación de Leyes,
Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos desde 1871 a 1873. Tomo VIII: 1862 al 63;
Concepción del Uruguay, Imprenta La Voz del Pueblo, 1876, pp. 290-292.
204
Carlos Sourigues al Ministerio General de Gobierno; Concepción del Uruguay, 24-11-1862; en AHER.
División Gobierno. Serie XIV: Ministerio General de Gobierno. Subserie D: Departamento Topográfico.
Carpeta Nº 1: 1860-1872. Legajo 2: 1862, junio-diciembre. Correspondencia del Departamento
Topográfico al Ministerio General de Gobierno.
205
Instrucciones para los Agrimensores de la Provincia de Entre Ríos; Concepción del Uruguay, 26-09-
1871; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos desde 1871 a 1873.
Tomo XI: 1870 al 71; Concepción del Uruguay, Imprenta La Voz del Pueblo, 1876, pp. 417-429.
206
Instrucciones a los Agrimensores y Colección de Leyes, Decretos y demás disposiciones sobre Tierras
Públicas desde 1811 hasta febrero de 1865; Buenos Aires, Imprenta del Comercio del Plata, 1865, pp. 19-
49.

[149]
ejecución de mensuras sin reconocimiento previo del Departamento Topográfico (Art.
1). Mientras que las Instrucciones (1871) prohibieron el ejercicio de la profesión de
agrimensor público a quienes no estuvieran matriculados por el Departamento
Topográfico (Art. 1), declararon nulas y sin valor legal las operaciones de mensura
llevadas a cabo por sujetos sin titulo oficial de Agrimensor Público y sin autorización
del Departamento Topográfico (Arts. 1 y 2); y además, estableció que los Agrimensores
Públicos tenían prohibido ejecutar las operaciones de mensura sin nombramiento por
parte de “autoridades competentes”, sin corroborar previamente los títulos relativos o
autorización por instrucciones generales o especiales, y que tuvieran involucrados
intereses personales, de socios o parientes (Arts. 2, 26 y 50).207 En este sentido, las
operaciones de mensura y los agrimensores públicos mostraron una fuerte sujeción a la
intervención, no solo del Departamento Topográfico, sino también, a las Jefaturas
Departamentales, Alcaldes de Distrito, linderos y colindantes de los terrenos rurales y,
en caso de conflicto, a una Comisión Topográfica. Dentro del cuerpo de obligaciones, el
Reglamento (1862) estableció como prioritario la revisión de los instrumentos de
medición utilizados por los agrimensores públicos en las operaciones de mensura de
terrenos rurales. Mientras que en las Instrucciones (1871) incluyó levantar “planos de
hecho existentes en el terreno” relacionando antecedentes, formular opiniones y
comunicaciones (Art. 29), consignar protestas verbales contra las operaciones
ejecutadas (Art. 36), contrastar los elementos de medición (Art. 49), servir de conjueces
cuando se encuentren en la capital de la provincia y sean convocados (Art. 51) y brindar
explicaciones de los trabajos facultativos ejecutadas cuando sean requeridos (Art. 51).
Por último, es importante señalar que las operaciones de mensura conformaron una
instancia más del largo proceso técnico-administrativo que involucró la solicitud de
antecedentes, instrucciones y permisos, presentación de extractos de expedientes,
citación de linderos, entre otros. En este contexto disciplinario, los agrimensores
públicos fueron considerados como “el solo juez de la mensura” (Art. 4), es decir que
tenían la autoridad para resolver o decidir sobre las acciones de medición, registro y
mapeo de tierras rurales “a pequeña escala”.

En segundo lugar, el Reglamento (1862) y las Instrucciones (1871) modelaron


una cuadrícula disciplinaria que descompuso los elementos mínimos de las operaciones

207
Al mismo tiempo, autorizaban a los Agrimensores Públicos a llevar adelante “trabajos profesionales en
campaña” (mensura de terrenos y no linderos) que podían concretarse mientras tanto no se encontrara
dificultades o motivos de consulta al Departamento Topográfico (Art. 13).

[150]
de mensura de terrenos rurales con el propósito de visibilizarlos, clasificarlos,
secuenciarlos y, si era necesario, modificarlos. Estas incluyeron las operaciones
medición, es decir, las acciones involucradas en el “arte” de medir tierras públicas”; las
operaciones de mapeo, o sea, las actividades relativas a la construcción de planos de
terrenos rurales; y por último, las operaciones de registro, es decir, las formas de
producción de informes escritos sobre las actuaciones a “ras del suelo” de los
agrimensores públicos. Estas, a su vez, fueron divididas en un conjunto de sub-
operaciones plasmadas en diferentes artículos en Reglamento (1862) y las Instrucciones
(1871) que fueron multiplicándose, siendo cada vez, mas rigurosas y precisas (de 5 a 21
artículos). Por un lado, el Reglamento (1862) contempló criterios para llevar adelante el
amojonamiento y relevamiento de terreno (operaciones de medición, artículos 7 a 10), la
confección del Acta de Mensura y Copia de Operaciones (operaciones de registro,
artículos 11 y 12) y la representación gráfica de terrenos rurales (operaciones de mapeo,
artículo 13). Por otra parte, las Instrucciones (1872) incluyeron el amojonamiento,
arrumbamiento y relevamiento de terrenos (operaciones de medición, artículos de 15 a
19 y 23 a 27), la elaboración de Diligencia y Duplicado de Mensura (operaciones de
registro, artículos 31 a 36 y 41 a 44) y la representación terrenos rurales (operaciones de
mapeo, artículos 28 a 29 y 37 a 40).

Cuadro 9. Operaciones y sub-operaciones de mensura. Entre Ríos, 1862 y 1871.

Reglamento para los Instrucciones para los


Agrimensores [1862] Agrimensores [1871]

Operaciones Sub-operaciones Artículos Sub-operaciones Artículos

Amojonamiento,
Amojonamiento y Artículos (2) Artículos (8)
MEDICION Arrubamiento y
Relevamiento 7-10 15-19 y 23-27
Relevamiento

Producción de
Producción de Acta
Artículos (2) Diligencia y Artículos (8)
REGISTRO de Mensura y Copia
11-12 Duplicados de 31-16 y 41-44
de Operaciones
Mensura

Construcción de Construcción de
Artículo (1) Artículos (5)
MAPEO planos sobre planos sobre
13 28-29 y 37-40
terrenos rurales terrenos rurales

Fuente: elaboración propia a partir de Reglamento para los Agrimensores; Concepción del Uruguay, 29-11-1862; en Recopilación
de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos desde 1871 a 1873. Tomo VIII: 1862 al 63; Uruguay, Imprenta La Voz
del Pueblo, 1876, pp. 290-292. Instrucciones para los Agrimensores; Concepción del Uruguay, 24-08-1871; en Recopilación de
Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos desde 1821 a 1873. Tomo XI: 1870 al 1871; Uruguay, Imp. de La Voz del
Pueblo, 1876, pp. 256-258.

[151]
6.5. Los recursos presupuestarios.

Para comprender la naturaleza del Departamento Topográfico -como “resultado”


o “producto” de la diferenciación de control estatal provincial y “brazo ejecutor” de la
transferencia de tierras públicas rurales- consideramos oportuno abordar someramente
los recursos presupuestarios de este nuevo organismo gubernamental durante sus
primeros años de funcionamiento. El Departamento Topográfico, en comparación con
otros organismos gubernamentales, tuvo un peso significativamente menor en el
presupuesto general del Estado provincial. En los primeros años de la década de 1860,
éste representó un 1,6% en 1862, un 1,3% en 1863 y un 0,9% en 1864. A partir de los
primeros años de la década siguiente comenzó a tener un peso relativamente mayor
dado que pasó de un 0,8% en 1870 a 2,6% en 1871, y luego, a 2,7% en 1872. Esto
respondió al aumento del número de empleados y la mejora de la remuneración de los
cargos existentes. La partida presupuestaria asignada al Departamento Topográfico
durante esta primera década estuvo conformada por dos grandes rubros: 1.- Sueldos de
personal y 2.- Gastos de oficina, compra y conservación de instrumentos.
Posteriormente, se incorporó otro: 3.- Alquiler de Casa. El primer rubro absorbió el
mayor porcentaje de la partida presupuestaria, pues, en 1862 representó un 91%, en
1863 un 93% y en 1864 un 97%. Sin embargo, mientras que este concepto iba en
aumento, por el contrario, el sueldo nominal abonado al personal tendió a disminuir
notablemente. Por ejemplo, en el caso de los Vocales Agrimensores vieron reducidos
hasta un 50% de sus ingresos, quedando por debajo de lo percibido por los Oficiales
Secretario y Delineador. Hacia principios de la década de 1870, a partir de la
reorganización del Departamento Topográfico, esta tendencia siguió consolidándose. En
el año 1871, el sueldo de personal representó un 96,3%, mientras que en 1872 un
96,2%.208 El segundo rubro representó en 1862 un 9%, en 1863 un 7% y en 1864 un
3%. Luego de la reorganización del Departamento Topográfico continuó disminuyendo
hasta llegar al 1,6% entre los años 1871 y 1872. De igual forma que en el rubro anterior
las asignaciones fueron decrecientes. Esta exigua partida presupuestaria se reflejó en la
insuficiencia de mobiliario, instrumentos administrativos y técnicos para llevar a cabo

208
A partir de 1871, la Ley de 24-08-1871 dispuso que los miembros del Departamento Topográfico que
practicasen en la campaña trabajos por cuenta del Gobierno cobren un sobresueldo de tres pesos fuertes
diarios mientras dure su comisión contando desde el día de salida hasta su arribo (Art. 3).

[152]
las tareas cotidianas, lo que fue una constante en su primera década de
funcionamiento.209

6.6. Un nuevo dominio organizado: ¿diferenciado y regulador?


Hemos podido observar -a lo largo de la década de1860- cómo fue construyéndose
paulatinamente un nuevo organismo topográfico “a medida”, resultado del interés
gubernamental de llevar delante de manera efectiva la transferencia de tierras públicas
rurales a manos privadas. Este inédito dominio organizado fue alcanzado, de manera
primigenia, algunos rasgos singulares producto de la delimitación de un ámbito de
intervención propio diferenciado en sus competencias de otros organismos
gubernamentales y, al mismo tiempo, el funcionamiento como agente regulador al
establecer clasificaciones, divisiones y rutinas en el “arte” de medir tierras rurales. Los
rasgos adquiridos por el Departamento Topográfico en su momento fundacional pueden
sintetizarse de la siguiente manera: (1) el arraigo político en la estructura estatal frente a
la ausencia de experiencias previas y un contexto económico y social desfavorable, así
como también, la capacidad de reorganización luego de un periodo de interrupción o
inactividad institucional; (2) la codificación de la división interna del trabajo que
permitió rutinizar las tareas de los agentes expertos, garantizar la continuidad
administrativa y consolidar la condición de dominio organizado del Estado provincial;
(3) el fortalecimiento de la autonomía relativa respecto a otros organismos
gubernamentales a partir de establecer un ámbito de intervención propio y diferenciado
209
Con respecto a la escasez de recursos, el Cnel. C.T. Sourigues señaló que: “(…) no teniendo esta
Oficina… para sus gastos, los que apenan alcanzan para comprar los útiles de escritorio, que se precisan
para el despacho diario; se halla careciendo de todos los demás útiles necesarios, como son pinturas,
pinceles, lápices y varios otros útiles, entre ellos, los más indispensables son libros para registro de
títulos, cuyo registro según la ley debe llevarse en libros foliados, los que hasta esta fecha no tenemos en
esta Oficina; y por la relación que se adjunta se impondrá SS. de los libros que se necesitan para cada
Departamento, como también, de las hojas de papel de dibujo y tela de calcar, para su despacho, a mas
dos libros: uno para los documentos que entran, y otro para lo que salen, y carpetas grandes para el
archivo para el archivo de planos.” Carlos Sourigues al Ministerio General de Gobierno; Uruguay, 12-11-
1867; en AHER. División: Gobierno. Serie XIV: Ministerio General de Gobierno. Subserie D:
Departamento Topográfico. Carpeta Nº 1: 1860-1872. Legajo 7: 1867, octubre-noviembre:
correspondencia del Departamento Topográfico. Cuando el Agr. Julio V. Diaz, años más tarde, asumió
como presidente del organismo topográfico realizó un planteo similar al Cnel. Sourigues: “(…) tengo el
honor de dirijirme a SS. haciendo presente, que la Oficina que se ha puesto a mi cargo, carece
absolutamente de todo, no tiene muebles ni instrumentos que son indispensables para el buen desempeño
en el servicio público. Entiendo que esta Oficina que debe prestar en adelante importantes servicios al
país y al Gobierno, debe colocarse bajo cierto pie de decencia que contribuya a darla la respetabilidad que
necesita; y que ella debe ser provista de algunos instrumentos indispensables, que le permitan ejecutar
todos aquellos trabajos topográficos o de otro género que el Gobierno tenga necesidad de encomendarle”.
Juan V. Díaz al Ministerio General de Gobierno; Concepción del Uruguay, 14-07-1871; en AHER.
División: Gobierno. Serie XIV: Ministerio General de Gobierno. Subserie D: Departamento Topográfico.
Carpeta Nº 1: 1860-1872. Legajo 12: 1871, febrero-diciembre: Corresp. Depto. Topográfico.

[153]
y, al mismo tiempo, integrado horizontal y verticalmente con el campo burocrático-
estatal entrerriano y (4) la formación de un cuerpo de agentes expertos, los agrimensores
públicos, y por consiguiente, la normatización de las operaciones de mensura, como
mecanismo regulatorio de las propias prácticas profesionales y de la intervención
concreta sobre el espacio rural “a pequeña escala”.

Cuadro 10. Presupuesto del Departamento Topográfico de la Provincia de Entre


Ríos, períodos 1862-1864 y 1870-1872.

Conceptos 1862 1863 1864 1870 1871 1872

Ingeniero Presidente $1.800 $1.800 $1.200 $1.140 $1.250 $3.000

Vocal Agrimensor $1.200 $1.200 $600 $564 $1.000 $2.400

Vocal Agrimensor $1.200 $1.200 $600 $564 $1.000 $2.400

Vocal Ingeniero - - - - $1.000 $2.400

Oficial Delineador (Secretario) $900 $900 $720 $564 $500 $1.200

Oficial Delineador $720 $720 $720 $564 $500 $1.200

Oficial Auxiliar - - - - $250 $600

Oficial Auxiliar - - - - $250 $600

Portero $180 $240 $216 $192 $80 $192

Subtotal $6.000 $5.340 $4.056 $3.588 $5.805 $13.992

Compra y conservación de instr. $600 $360 $120 $144 $100 $240

Alquiler de Casa - - - $228 $125 $300

Subtotal $600 $360 $120 $372 $225 $540

Total DT $6.600 $5.700 $4.176 $3.960 $6.030 $14.532

Total Presupuesto $419.639 $434.034 $448.148 $417.472 $227.094 $524.900

Fuente: elaboración propia a partir de Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre
Ríos; Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1876. Ley de 16-05-1862 y Ley de 30-04-1863, en Tomo VIII:
1862 al 63, pp. 155-174 y 441-473; Ley de 18-06-1864, en Tomo IX: 1864 al 66, pp. 187-214; Ley de 28-05-
1869, en Tomo X: 1867 al 69, pp. 387-419; Ley de 05-07-1870, en Tomo XI: 1870 al 71, pp. 300-327; Ley de
14-09-1871, en Tomo XI: 1872, pp. 345-375. Nota: hemos utilizado las diferentes leyes del presupuesto
general aprobadas por la Cámara de Diputados durante los períodos 1862-1864/1870 y 1871-1872. Si bien esta
fuente no brinda información acerca de la ejecución real, pudimos constatar su efectivización a través del
intercambio de correspondencia oficial entre el Departamento Topográfico y el Ministerio General de
Gobierno. No consideramos el año 1865 porque se dio continuidad al presupuesto proyectado para 1864,
mientras que para los años incluidos en el período 1866-1869 no encontramos información relacionada al
mismo. Desconocemos si se trató de una falta de consolidación del presupuesto general o ausencia en los
registros gubernativos. A pesar de estas limitaciones, discurrimos que tenemos información suficiente para, por
un lado, corroborar la “continuidad administrativa” del Departamento Topográfico, y por otro lado, tener una
idea real acerca del lugar asignado en el Estado provincial

[154]
CAPITULO 7.

El Registro General de Títulos: un espacio de almacenaje de


información catastral en el ámbito del Departamento Topográfico.

Este capítulo tiene como propósito analizar la conformación del Registro


General de Títulos, dependiente del Departamento Topográfico, como unidad de
almacenaje de información catastral sobre derechos de propiedad y posesión resultado
de las operaciones de transferencia efectiva de tierras rurales. Para ello, nos proponemos
abordar los intereses que motivaron su puesta en marcha, así como también, las
dificultades para obtener información sobre las titularizaciones y, finalmente, el cambio
de rumbo conceptual y operativo en el contexto de reordenamiento del Departamento
Topográfico, hacia principios de 1870, que marcó la transición de una representación
estática de los derechos de posesión y propiedad hacia la formulación de principios
relacionados con una construcción -dinámica y en transición- de una memoria histórico-
catastral de las tierras provinciales.210

A pesar de su importancia esta cuestión ha sido un tema de poco interés en los


estudios históricos, por lo tanto no ha tenido un tratamiento adecuado y adolece de un
cuerpo de trabajos empíricos que de cuenta de su importancia como una de las
expresiones de la políticas estatales de control y regulación de tierras provinciales
durante la década de 1860 y principios de la década de 1870. Consideramos que la
conformación del Registro General de Títulos -en el ámbito del Departamento
Topográfico- fue una medida estratégica ya que resultó uno de los primeros espacios de
concentración, tratamiento y redistribución de información catastral proveniente de la
210
Este capítulo asume algunos de los argumentos de Alan Pottage quien entiende que las operaciones de
registro de títulos: (1) forman parte de una densa trama de prácticas, mentalidades e instituciones que
tienen una realidad o materialidad especifica; (2) están formadas por influencias económicas políticas e
institucionales pero tienen que ser traducidas en esquemas factibles dentro de las limitaciones impuestas
por la tradición o la capacidad de aprendizaje de la burocracia; y (3) representan un cambio en la
comprensión de las tareas por parte de los agentes estatales que deben enfrentarse y resolver problemas
relacionados a las “brechas” y “desacoples” institucionales. Ver POTTAGE, Alain. “The originality of
registration”; Oxford Journal of Legal Studies, Vol. 15, Nº 3, 1995, pp. 371-401. También puede
consultarse BHANDAR, Brenna. “Title by Registration: instituting modern property law and
creating racial value in the settler colony” y BHANDAR, Brenna. “Possession, occupation and
registration: recombinant ownership in the settler colony”, in Settler Colonial Studies, 6:2, 2015, pp.
119-132.

[155]
inscripción de títulos de posesión y propiedad. Esta tarea de almacenaje de información
catastral tuvo un carácter fundamental a posteriori debido que resultó el principal punto
de apoyo para que el gobierno provincial pudiera llevar adelante la representación
unitaria del espacio entrerriano durante las década de 1870 y 1880, a partir de la
producción estadística sobre tierras públicas/privadas y la confección de mapas o planos
cartográfico-catastrales a gran escala.

7.1. La construcción de un espacio de almacenaje de información catastral.

7.1.1. Génesis de un modelo registral propio.

Uno de los primeros proyectos institucionales relacionados a la conformación de


espacios de almacenaje de información catastral fue elaborado por el diputado Martín
Ruiz Moreno, inspirado conceptualmente, según sus palabras, en el modelo liberal
francés y la experiencia autónoma provincial de la primera mitad del siglo XIX. Para
Ruiz Moreno, el principal objetivo que perseguía el Estado entrerriano con la
construcción de un espacio de almacenaje de información catastral era “(…) garantir el
derecho de propiedad sobre la tierra; estableciendo libros con carácter público y con
fuerza probatoria, como los protocolos de los Escribanos, [pues] la falta de un Registro
General ocasionaba dudas sobre la validez de muchos títulos. Era necesario…
normalizar ese estado de cosas, que influía mucho para la depreciación de las tierras
de la Provincia.” En el fondo, la metáfora de la seguridad jurídica buscaba reafirmar el
carácter conmutativo del Estado liberal entrerriano que anudaba la figura del Registro
General de Títulos como “(…) la base fundamental de las transacciones civiles: la que
garante a la familia, a los huérfanos, su tranquilidad y bienestar.”211

Como señalamos más arriba, este diseño estuvo infundido del modelo liberal
francés y, en particular, de la obra De la preuve du droit de propiété (1843) del francés

211
Encontramos una estrecha coincidencia entre el balance realizado por M. Ruiz Moreno en el apartado
“Noticias sobre la distribución de las tierras de pastoreo y agricultura”, de la mencionada obra, con las
reflexiones que aparecen en la Tesis (1863) de Juan Segundo Fernández, particularmente, en el apartado
denominado Título del Capítulo De la determinación de la propiedad particular. Ver FERNANDEZ, Juan
Segundo. Tesis presentada para obtener el grado de Doctor en Jurisprudencia; Buenos Aires,
Imprenta “Comercio del Plata”, 1863, pp. 19-27. Este trabajo fue publicado en la Revista Anales de la
Sociedad Rural Argentina en sus Nº 10 (30-06-1867), Nº 11 (31-07-1867), Nº 12 (31-08-1867), Nº 13
(30-09-1867) y Nº 15 (30-11-1867); en Revista Anales de la Sociedad Rural Argentina. Primer
Volumen (desde Septiembre de 1866 hasta Diciembre de 1867); Buenos Aires, Imprenta Americana,
1867, pp. 291-300, 323-333, 363-368, 395-402 y 459-465.

[156]
Felix de Robernier.212 En ella, el título era concebido como un instrumento o
monumento escrito que relacionaba: 1.- el inmueble (fundo), 2.- las circunstancias
características de su individualidad (líneas matemáticas del perímetro), y 3.- el
individuo al que está unido (forma de tenencia), y 4.- el “recuerdo perpetuado” de estas
relaciones (registro). Este expresaba jurídicamente “(…) la relación abstracta que liga
la cosa al propietario y que es lo que constituye el derecho de propiedad” [por
consiguiente]… el verdadero título de propiedad lo establece la causa de la
adquisición, y lo demuestran los documentos públicos, que reúnen las solemnidades
establecidas por la ley.” Mientras que el modelo institucional a seguir por el Estado
entrerriano eran los “repertorios territoriales de Roma y de la Francia”,
fundamentalmente, el Cadastre Napoléonien, y sus antecedentes, el Liber Censualis y el
Compoix Terrein. Para Ruiz Moreno, estas formalidades habían sido creadas con el fin
de facilitar el cobro de impuestos pero, con el amojonamiento, completaban la prueba
eficaz de la propiedad y servían para resolver las cuestiones suscitadas entre linderos.
Los grandes registros conformaban un género de prueba que tenía preferencia por sobre
el carácter testimonial de testigos, que solo podían alcanzar a constatar el hecho de la
ocupación (nombre y tiempo del ocupante) y meramente tenían un carácter
complementario o supletorio.213 En suma, títulos y registros, constituían formas y
solemnidades que representaban elementos de prueba suficiente para “demostrar el
dominio de un bien raíz” 214

Por otro lado, Ruiz Moreno pretendió recuperar algunas iniciativas aisladas de
los gobiernos entrerrianos durante la primera mitad del siglo XIX que se reflejaron en
las leyes de 27-07-1824, 28-07-1826 y 15-02-1850.215 Lo cierto es que ninguna de ellas
propuso la formalización de una estructura de procedimientos u operaciones de
212
El francés Felix de Robernier fue los promotores del catastro jurídico apoyado en la cuadriculación del
territorio en Francia y España. PRO RUIZ, Juan. Estado, geometría y propiedad: los orígenes del catastro
en España, 1715-1941; Madrid, CGCyCT, 1992. La obra a la que se hace referencia es ROBERNIER,
Felix. De la preuve du droit de propiété en fai d'immuebles ou nécessité et moyens d'organiser selon
le même príncipe l'abornement invariable et le terrier perpetuel des possesions foncières; ouvrage
ou sont exposèes les reformes que cette institution permettrait d'introduire dans quelques parties de
la législation civile et particulièrement dans le régime hypothécaire; Alais-Paris, P. Veirun Impremeur
Libraire-Videcocq Libraire, 1843.
213
RUIZ MORENO, Martin. La Provincia de Entre Ríos…, op. cit., pp. 81-83.
214
Ibídem, p. 81.
215
Ley de 27-07-1824; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos
desde 1821 a 1873. Tomo I: 1821 al 24; Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1876, pp. 421-423. Ley de
28-07-1826; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos desde 1821 a
1873. Tomo II: 1825 al 28; Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1876, pp. 176-177. Ley de 15-02-1850;
en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos desde 1821 a 1873. Tomo
VI: 1850 al 59; Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1876, pp. 21-22.

[157]
almacenaje de información catastral, sino que marcaron cierta vocación de los gobiernos
provinciales de ejercer un tímido control sobre propietarios o poseedores mediante la
obligación de verificar, acreditar o exhibir los títulos o “documentos”que legitimaran la
ocupación efectiva de las tierras rurales frente al Estado provincial. Ruiz Moreno
explicaba que estos antecedentes fueron los primeros que intentaron poner,

“(…) término al abuso de inventar títulos de propiedad por medio de declaración de testigos. A
pretexto de las deficiencias de las leyes agrarias de la Provincia, y de los desordenes que había
ocasionado la guerra civil, empezaron algunos a solicitar lo que llamaban titulo supletorio. Ese
pretendido título lo hacían consistir en la declaración de dos o más testigos, que sabían tanto de
derecho como un carnicero de Astronomía. Por ese medio no autorizado por ninguna Ley, no por
la jurisprudencia de países civilizados, muchos se han constituido en propietarios de terrenos
fiscales, que jamás habían ocupado algunos de ellos; y en otros casos el supuesto titulo
supletorio, ha servido de pretexto para despojar a los verdaderos dueños o poseedores legales.”216

Para Ruiz Moreno esto explicaba la marcada diferencia entre el conjunto de leyes
sobre tierras rurales del siglo XIX. Mientras que la normativa de la primera mitad del
período decimonónico acentuó el carácter punitivo imponiendo la expropiación por
declaración de “patriolengas” de aquellas propiedades o posesiones cuyos ocupantes
efectivos incumplieran los controles estatales, a partir de la segunda mitad del siglo
XIX, sobre todo luego de la sanción de la Constitución Provincial de 1860, estas formas
jurídicas fueron erradicadas por el nuevo Estado liberal entrerriano que tenía como
principio inalterable la inviolabilidad de los derechos de propiedad privada.

7.1.2. Estructura de procedimientos u operaciones.

En mayo de 1862, el gobierno entrerriano conformó el Registro General de


Títulos cuya organización estuvo regulada por la Ley de 18-05-1862, de manera
complementaria, por el Acuerdo de 05-07-1862 y la Circular de 05-07-1862, y
posteriormente, por la Circular de 05-02-1869 y el Decreto de 29-07-1871.217 Este
conjunto de normas delimitó una estructura de procedimientos u operaciones que
involucraron métodos, secuencias, formas y áreas o ámbitos de competencia relacionada
a las prácticas registrales sobre títulos de propiedad y posesión de terrenos rurales y
ejidales.

216
RUIZ MORENO, Martin. La Provincia de Entre Ríos…, op. cit., p. 82.
217
Ley de 18-05-1862; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos
desde 1821 a 1873. Tomo VIII: 1862 al 63; Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1876, pp. 179-181.

[158]
El punto de partida consistió en la inscripción de títulos por parte de propietarios
y/o poseedores ante los Jefes Políticos de los Departamentos, los cuales eran devueltos a
los interesados con una constancia al pié o al margen de haber sido registrados (Arts. 2
y 7). Las inscripciones se realizaban en libros foliados (Art. 6) y eran registrados los
títulos de propiedad y posesión de terrenos ejidales (solares, quintas y chacras) y rurales
(campos de pastoreo) (Art. 1). Los datos consignados eran los siguientes: 1.- Nombre
del poseedor o propietario, 2- Extensión del terreno, 3.- Linderos, 4.- Fecha del
documento, 5.- Escribanía donde se protocolizó la escritura original (Art. 3). Aquellos
títulos que no contaban con dicha constancia eran rechazados en juicios y las
transacciones u obligaciones sobre ellos no tenían ningún valor (Art. 8).

Para hacer efectiva la inscripción en el registro parcial, los propietarios y


poseedores debían abonar dos pesos ($2) por cada título de terrenos ejidales y un peso
($1) por cada legua cuadrada de terrenos rurales (Art. 4). Mientras que los compradores
de tierras públicas eran agraciados con un abono del 50% (Art. 5). Los plazos de
inscripción eran de dos meses para los terrenos ejidales y de seis meses para los terrenos
rurales (Art. 3), mientras que ese plazo era extensible a un año para los ausentes que no
tuvieran apoderados en la Provincia (Art. 10). Los que no cumplimentaban con los
tiempos estipulados por el Art. 3 debían pagar un 10% del importe del derecho (Art. 9).

Mediante el Acuerdo de 05-07-1862 se fijó que el pago por inscripción de los


títulos se realizaría en las Receptorías Departamentales. A partir de este momento, los
propietarios o poseedores debían presentar el boleto o constancia con el recibo emitido
por la Receptoría al Jefe Político quien luego efectivizaba la inscripción o anotación del
título (Art. 1). Por otra parte, se estableció que los títulos menores de una legua debían
abonar un peso ($1) (Art. 2); mientras que, para los casos de solicitud de título de
posesión sin finalizar la tramitación solo serian registrados cuando los tenedores sean al
mismo tiempo poseedores del terreno denunciado, especificando en el registro las
circunstancias y términos (Art. 3).218

A través de la Circular de 05-07-1862 se pautó que los “vecinos de cada


Departamento rejistren todos sus títulos en el mismo, aun cuando las propiedades estén
ubicadas en otro” con el objetivo de evitar movilizar los títulos de un punto a otro y
atendiendo que el Registro General de Títulos debe conformarse en la Capital

218
Acuerdo de 05-07-1862; Ibídem, pp. 217-218.

[159]
(Concepción del Uruguay). También se estableció que en la operación de inscripción en
el registro parcial se especifique con claridad los títulos de propiedad localizados en
otros Departamentos y se informe al Jefe Político del respectivo distrito
departamental.219 Una vez finalizada la inscripción, los Jefes Políticos debían remitir al
Poder Ejecutivo los registros parciales para la conformación de Registro General a
cargo de la Escribanía General de Gobierno y luego del Departamento Topográfico
(Art. 2).220

En diciembre de 1871 se produjeron algunos cambios en la estructura de


procedimientos u operaciones registrales. Mediante el Decreto de 14-12-1871 se
modificó parcialmente la normativa reglamentaria de la Ley de 18-05-1862. Esta nueva
regulación planteó que luego de finalizar las diligencias de compra de tierras, el
expediente generado en dicho proceso debía ingresar, en primer lugar, a la Escribanía
General de Gobierno. Esta última debía entregar a propietarios y poseedores un “boleto”
que contenía información sobre “el área de campo y el derecho”. Propietarios y
poseedores debían acreditar el pago o abono en las Receptorías Departamentales,
mientras que los Receptores luego de “verificar el abono del derecho” emitía un
“recibo” a propietarios y poseedores que debían entregar en la Escribanía General de
Gobierno. A partir de aquí, este ámbito gubernamental extendía el nuevo título de
propiedad o posesión y comunicaba al Departamento Topográfico mediante un
“testimonio” para “la toma de razón” (Arts. 2-5). Con respecto a los medios de pago,
este nuevo decreto ratificaba lo dispuesto por los artículos 4 y 5 de la Ley de 18-05-
1862.221

219
Circular de 05-07-1862; Ibídem, pp. 218-219.
220
Ley de 18-05-1862; Ibídem, pp. 179-181.
221
Decreto de 14-12-1871; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos
desde 1821 a 1873. Tomo XI: 1870 al 71; Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1876, pp. 563-565.

[160]
Figura 11. Registro General de Títulos: flujos formales de información. Entre Ríos, 1862-1871.

Fuentes: elaboración propia a partir de Ley de 18-05-1862, Circular de 05-07-1862 y Acuerdo de 05-07-1862; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia
de Entre Ríos desde 1821 a 1873. Tomo VIII: 1862 al 63; Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1876, pp. 179-181, 217-218 y 218-219.

[161]
7.1.3. “Brechas” y “lagunas” en los ensambles institucionales.

Como contrapunto, la puesta en marcha del Registro General de Títulos


comenzó rápidamente a mostrar “brechas” entre los ensambles institucionales. En
octubre de 1862, el Ministerio General de Gobierno comunicó a los Jefes Políticos de
los Departamentos que a partir de ese momento eran responsables de “(…) informar al
Gobierno en la parte que V.S. corresponde, sobre la Ley de Arrendamiento de Tierras y
la de Rejistro de Tierras, espresando los medios empleados para dar cumplimiento a
dichas leyes, la manera como han sido cumplidas, y a las razones alegadas para
eludirlas.”222 Sin embargo, casi dos años después de vencido el plazo para la inscripción
de los títulos -previsto por la Ley de 18-05-1862-, los Jefes Políticos no habían
informado acerca de los registros parciales de sus respectivas jurisdicciones
departamentales.
El Cnel. Tomas Sourigues -Presidente del Departamento Topográfico- reclamó
de manera permanente dichos registros al Ministerio General de Gobierno sin obtener
los resultados esperados. En una de sus comunicaciones indicaba el estado de situación
en los siguientes términos:

“(…) debiendo este Departamento reunir lo más urgente posible de datos sobre el estado de
terrenos de la Provincia, tanto de propiedad particular, como de propiedad del Fisco y
considerando: Que los diversos registros de títulos que deben haberse formado en cumplimiento de
la Ley de 18 de Mayo del año 1862, le serian de mucha utilidad. Que en el Art. 2 de dicha Ley se
manda que sean remitido a este Departamento Topográfico y q. por los artículos 3º y 10º se ha
concluido el plazo señalado. Pido a SS. que si lo hallan a bien, ordenen sean remitidos dichos
Registros de Títulos a esta oficina, para el mejor desempeño de sus obligaciones.”223

Entre junio y octubre de 1864, el Departamento Topográfico logró reunir por


primera vez información dispersa e incompleta acerca de títulos de propiedad sobre
terrenos ejidales (solares, quintas y chacras) y terrenos rurales (“estancias”). En el caso
de los últimos eran los denominados “campos solicitados en compra”. Hacia principios
de noviembre de ese año, Luis Lavergne -Vocal Agrimensor del Departamento
Topográfico- envió al Ministerio General de Gobierno un “Estado de los Registro de

222
Circular de 20-10-1862; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos
desde 1821 a 1873. Tomo VIII: 1862 al 63; Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1876, pp. 264-265.
223
Carlos Sourigues al Ministerio General de Gobierno; Concepción del Uruguay, 28-05-1864; en
AHER. División: Gobierno. Serie XIV: Ministerio General de Gobierno. Subserie D: Departamento
Topográfico. Carpeta Nº 1: 1860-1872. Legajo 4: 1864, febrero-diciembre: correspondencia del
Departamento Topográfico al Ministerio General de Gobierno.

[162]
Propiedad” con los datos antes consignados sobre los departamentos Uruguay,
Gualeguay, Diamante, Villaguay, Tala y Paraná. Al mismo tiempo, solicitó “impartir
las ordenes que crean oportunas a los efectos de la Ley” para acceder a los registros
faltantes de los Departamentos Gualeguaychú, Concordia, Victoria, Nogoyá y La Paz.224
Estas “brechas” entre los ensambles institucionales y “lagunas” en la
acumulación de información catastral pervivieron en los años venideros. Hacia finales
de la década de 1860, el Ministerio General de Gobierno volvió a ordenar a los Jefes
Políticos que remitieran “sin pérdida de tiempo” los registros parciales de las
jurisdicciones departamentales. Por otro lado, a los Escribanos Públicos les exigió la
presentación de “una relación de transferencia de títulos de campos y terrenos de
propiedad… de cuyo cumplimiento serán responsables inmediatamente.”225 Por su
parte, el Departamento Topográfico también extendió su reclamo hacia el Ministerio
General de Gobierno sobre la falta de apéndices de los registros parciales que debían
abrirse en las jurisdicciones departamentales. Según esta repartición, dicho faltante
imposibilitaba la tarea de “expedirse con exactitud” acerca de los “asuntos de campos
de pastoreo”.
En el contexto de reorganización del Departamento Topográfico, a mediados del
año 1871, tuvieron lugar una serie de “tareas de reconocimiento” en el Archivo del
propio organismo gubernamental. El informe del Agr. Julio V. Díaz arrojó como saldo
negativo la falta de los apéndices de los registros parciales y las relaciones de
transferencia de títulos. En palabras del Presidente del Departamento Topográfico:

“(…) es importante para esta oficina tener un estracto de cada uno de esos antecedentes para
aumentar con ellos los pocos que posee, pues en este Departamento por ejemplo, apenas existen
hoy rejistrados diez y seis títulos de propiedad de campos desde el año 68 para adelante… Todavía
faltan en esta Oficina los Registros de Títulos de los Departamentos de Concordia y
Gualeguaychú; y no existe de ningún Departamento el apéndice que fue abierto después de
entregados los registros a esta Oficina. Muy raro es también el Escribano que aunque de modo
muy imperfecto, ha dado a conocer a esta Oficina las transferencias de títulos que ha autorizado.

224
Luis de la Vergne al Ministerio General de Gobierno; Concepción del Uruguay, 02-11-1864; en
AHER. División: Gobierno. Serie XIV: Ministerio General de Gobierno. Subserie D: Departamento
Topográfico. Carpeta Nº 1: 1860-1872. Legajo 4: 1864, febrero-diciembre: correspondencia del
Departamento Topográfico al Ministerio General de Gobierno.
225
Circular de 05-02-1869; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos
desde 1821 a 1873. Tomo X: 1867 al 69; Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1876, pp. 330-331

[163]
La única excepción es la del Escribano Público de Victoria, que ha cumplido aquella disposición
hasta Febrero de 1870.”226

En el mismo informe, Julio V. Díaz recordó que estas “brechas” y “lagunas” habían sido
señaladas en el año 1864 y solicitó “que recuerde a todos los Escribanos Públicos, la
obligación que les impone la ley y el superior Decreto de 24 de Noviembre de 1862.”
Como respuesta, el Ministerio General de Gobierno emitió el Decreto de 29-07-1871
por el cual ordenó a los Escribanos Públicos remitir las relaciones de transferencia de
títulos -para dar cumplimiento al Decreto de 24-11-1862- hacia dicha repartición estatal
en un período de treinta días (Art. 1). Una vez cumplido ese plazo, el Departamento
Topográfico debía informar al Poder Ejecutivo los nombres y residencia de los
Escribanos Públicos que no hubieren remitido las relaciones ordenadas (Art. 2).227
Casi un mes después, Julio V. Díaz se dirigió nuevamente al Ministerio General
de Gobierno, solicitando que se incluyera en la solicitud a los Jueces de Paz de Rosario
del Tala, Diamante, Villa Urquiza, La Paz, San José de Feliciano, Federación y Colón,
debido a que estos eran los responsables de las relaciones de transferencia de títulos ante
la ausencia de Escribanos Públicos en dichas localidades.228 Posteriormente, el
Departamento Topográfico informó al Ministerio General de Gobierno que los
Escribanos Públicos de los Departamentos de Gualeguay, La Paz -Delegación San José
de Feliciano-, Paraná -Delegación Villa Urquiza-, Nogoyá, Diamante, Colón y
Delegación de Federación no habían remitidos las relaciones de transferencias de
títulos.229 A principios de diciembre de ese mismo año, el Departamento Topográfico
recibió los libros con las relaciones de transferencia del Departamento Gualeguaychú -
que venía solicitando desde febrero de 1869- pero aclaraba al Ministerio General de
Gobierno que “(…) aún faltan para este archivo los relativos a Concordia y todos los
apéndices que fueron abiertos en los Departamentos después que entregaron a esta

226
Julio V. Díaz al Ministerio General de Gobierno Leónidas Echagüe; Concepción del Uruguay, 28-07-
1871; en AHER. División: Gobierno. Serie XIV: Ministerio General de Gobierno. Subserie D:
Departamento Topográfico. Carpeta Nº 1: 1860-1872. Legajo 12: 1871, febrero-diciembre: Corresp.
Depto. Topográfico.
227
Decreto de 29-07-1871; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos de la Provincia de Entre Ríos
desde 1821 a 1873. Tomo XI: 1870 al 71; Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo, 1876, p. 207.
228
Julio V. Díaz al Ministerio General de Gobierno Leónidas Echagüe; Concepción del Uruguay, 07-08-
1871; en AHER. División: Gobierno. Serie XIV: Ministerio General de Gobierno. Subserie D:
Departamento Topográfico. Carpeta Nº 1: 1860-1872. Legajo 12: 1871, febrero-diciembre: Corresp.
Depto. Topográfico.
229
Melitón González al Ministro General de Gobierno Secundino Zamora; Concepción del Uruguay, 22-
11-1871; en AHER. División: Gobierno. Serie XIV: Ministerio General de Gobierno. Subserie D:
Departamento Topográfico. Carpeta Nº 1: 1860-1872. Legajo 12: 1871, febrero-diciembre: Corresp.
Depto. Topográfico.

[164]
oficina los Registros de Títulos.” 230 Por otra parte, comunicó que había recepcionado
“(…) las planillas de transferencia de títulos… de los escribanos Dn. Andrés G. del
Solar del Paraná y Dn. Juan A. Miguez de la Paz.” 231

Los primeros resultados parciales aparecieron publicados en la “Memoria del


Departamento Topográfico perteneciente a 1871”, elaborada por Melitón González y
presentada a principios de 1872 al Ministerio General de Gobierno.232 En el apartado
denominado “Transferencia de Títulos”, M. González volvió a remarcar que, “(…) el
Archivo de la Oficina… estaba sumamente incompleto, y solo se iría aumentado a
medida que vinieran títulos a registrarse.” Pero por otra parte, sostuvo que “(…) para
proceder más rápidamente a completarlo se adoptó el espediente de pedir al Gobierno
que hiciera cumplir a los escribanos de la Provincia o a los encargados de estender las
escrituras, lo que dispone el Superior Decreto de fecha, 24, de Noviembre de 1871.” Lo
cierto es que las autoridades del Departamento Topográfico continuaron presionando al
Ministerio General de Gobierno para que ejerciera una mayor vigilancia sobre las
actividades de los Escribanos Públicos luego de detectar un conjunto de irregularidades
que involucró errores en elaboración de Planillas de Registro de Transferencia de
Títulos en el Departamento Tala233, la desaparición de los Libros Parciales del Registro
de Títulos de Concordia234 y la inscripción no autorizadas en los Libros Parciales del
Registro de Títulos de Gualeguaychú.235 Dicha vigilancia consistió en la presentación

230
Melitón González al Ministro General de Gobierno Secundino Zamora; Concepción del Uruguay, 01-
12-1871; en AHER. División: Gobierno. Serie XIV: Ministerio General de Gobierno. Subserie D:
Departamento Topográfico. Carpeta Nº 1: 1860-1872. Legajo 12: 1871, febrero-diciembre: Corresp.
Depto. Topográfico.
231
Melitón González al Ministro General de Gobierno Secundino Zamora; Concepción del Uruguay, 04-
12-1871; en AHER. División: Gobierno. Serie XIV: Ministerio General de Gobierno. Subserie D:
Departamento Topográfico. Carpeta Nº 1: 1860-1872. Legajo 12: 1871, febrero-diciembre: Corresp.
Depto. Topográfico.
232
Memoria del Departamento Topográfico de la Provincia de Entre Ríos perteneciente a 1871; Uruguay,
18-01-1872; en Memoria del Ministerio General de la Provincia de Entre Ríos. Año 1871; Buenos Aires,
Imprenta del Porvenir, 1872, pp. 500-502.
233
Julio V. Díaz al Ministerio General de Gobierno Secundino Zamora; Concepción del Uruguay, 27-09-
1871; en AHER. División: Gobierno. Serie XIV: Ministerio General de Gobierno. Subserie D:
Departamento Topográfico. Carpeta Nº 1: 1860-1872. Legajo 12: 1871, febrero-diciembre: Corresp.
Depto. Topográfico.
234
Decreto de 02-01-1872 y Resolución de 10-02-1872; en Recopilación de Leyes, Decretos y Acuerdos
de la Provincia de Entre Ríos desde 1821 a 1873. Tomo XII: 1872; Uruguay, Imp. de La Voz del Pueblo,
1876, pp. 563-565. Melitón González al Ministerio General de Gobierno; Concepción del Uruguay, 10-
02-1872; en AHER. División: Gobierno. Subserie XIV: Ministerio General de Gobierno. Subserie D:
Departamento Topográfico. Carpeta N° 1: 1860-1872. Legajo 16: 1872, enero – diciembre:
correspondencia Departamento Topográfico.
235
Melitón González al Ministro General de Gobierno; Concepción del Uruguay, 04-10-1872; en AHER.
División: Gobierno. Subserie XIV: Ministerio General de Gobierno. Subserie D: Departamento

[165]
obligatoria -de manera mensual- del movimiento de registro de transferencia de títulos
por parte de los Escribanos Públicos y en la confección de informes de aquellos
Escribanos Públicos que no cumplían con dicha prescripción.236 Asimismo, desde el
Departamento Topográfico insistió al Ministerio General de Gobierno que era “(…)
indispensable que el Gobierno haga saber a todos los Escribanos que al fin de cada
mes debe mandar aviso al Departamento, del movimiento de sus registros, aunque sea
para decir que no hay transferencias que comunicar; pues por la falta de un Escribano
se suspenden en esta Oficina los asientos de un mes pertenecientes a toda la Provincia,
y con avisar oportunamente, se podrá continuar el trabajo.” 237

Finalmente, un total de veinte escribanos públicos remitieron 2.988 relaciones de


transferencia de títulos al Departamento Topográfico (Ver Cuadro 1). El mayor número
correspondió a los departamentos Concordia y Uruguay que concentraron el 70,7% de
las operaciones, el primero con 1.703 (35,9%) y el segundo con 1.046 (34,85%). En el
departamento Concordia, las relaciones de transferencia estuvieron en manos del
escribano público Emilio Coronel que concretó 795 operaciones y Juan Tejedor con 278
operaciones. En el departamento Uruguay, se repartieron entre los escribanos públicos
Porfirio G. Tenreiro con 281 operaciones, Jesús Bustamante con 234 operaciones,
Benito G. Cook con 165 operaciones, Rodolfo Pita con 164 operaciones, Prágedes
Míguez con 160 operaciones y Campio Rodríguez con 42 operaciones.

7.2. Cambio de rumbo: la búsqueda por consolidar la memoria histórico-catastral.

Cuando el agrimensor Melitón González se hizo cargo de manera definitiva del


Departamento Topográfico en mayo de 1872, propuso un cambio de rumbo en la forma
de construcción estatal de la memoria histórico-catastral. El principal objetivo de su
nuevo programa fue “conocer por completo y del modo más exacto la historia de la
propiedad territorial de la provincia de Entre Ríos” para “formar la doctrina de cada

Topográfico. Carpeta N° 1: 1860-1872. Legajo 16: 1872, enero – diciembre: correspondencia


Departamento Topográfico.
236
Julio V. Díaz al Ministro General de Gobierno Secundino Zamora; Concepción del Uruguay, 11-05-
1872; en AHER. División: Gobierno. Subserie XIV: Ministerio General de Gobierno. Subserie D:
Departamento Topográfico. Carpeta N° 1: 1860-1872. Legajo 16: 1872, enero – diciembre:
correspondencia Departamento Topográfico.
237
Melitón González al Ministro General de Gobierno Secundino Zamora; Concepción del Uruguay, 20-
06-1872; en AHER. División: Gobierno. Subserie XIV: Ministerio General de Gobierno. Subserie D:
Departamento Topográfico. Carpeta N° 1: 1860-1872. Legajo 16: 1872, enero – diciembre:
correspondencia Departamento Topográfico.

[166]
período” que permita “quebrar abusos y malas prácticas” e “iniciar la cruzada que de
una vez por todas estirpe los resabios y haga que la Provincia goce de su riqueza”. Para
M. González debía superarse la representación fotográfica, estática e inmutable, que
devolvía el Registro General de Títulos conformado en el año 1862. Para ello, era
necesario consolidar un nuevo catastro territorial que atendiese la posibilidad de
constituir una sucesión dinámica de imágenes sobre las formas de apropiación de las
tierras provinciales a lo largo del tiempo. De otro modo, debía reemplazarse por otra
que incluyera no solo una orientación presente-futuro, sino también, una alineación
presente-pasado que contemplase el derrotero de dichas formas previas a la década de
1870, hasta donde los propios límites institucionales permitiesen llegar. Entonces, la
propuesta de M. González puso acento en capturar el movimiento progresivo -
diacrónico y sincrónico- -de la historia de la propiedad territorial. Esto significó la
implementación de una doble tarea de almacenaje de información catastral a “gran
escala”, por un lado, la revisión conceptual y operativa de la recolección de datos y, por
otro, el acopio efectivo y totalización de datos sobre terrenos urbanos y rurales.

7.2.1. Un primer paso: el acopio efectivo de información catastral.

Para Melitón González una de las principales tareas era “dotar al archivo [del
Departamento Topográfico] de todos los antecedentes que sea posible compilar”. En
términos operativos representó (1) “dividir por épocas los registros de títulos”, (2)
“agregar a cada una de estas épocas o secciones todo lo que sobre tierras se haya
dispuesto” y (3) “formar los índices indispensables y sacar los extractos respectivos”.238
Con el propósito de llevar adelante esta tarea planteó al Dr. Secundino Zamora -
Ministro General de Gobierno- conformar una Comisión integrada por empleados de la
Contaduría General, el Ministerio General de Gobierno, el Departamento Topográfico y
el Archivo General de la Provincia para que “(…) procedan a organizar los
antecedentes de aquella oficina, formar los índices indispensables y sacar los estractos
respectivos, numerando los varios papeles que con escrupulosidad deben
compulsarlos.”

238
Melitón González al Ministro General de Gobierno; Concepción del Uruguay, 18-01-1872; en AHER.
División: Gobierno. Subserie XIV: Ministerio General de Gobierno. Subserie D: Departamento
Topográfico. Carpeta N° 1: 1860-1872. Legajo 16: 1872, enero – diciembre: correspondencia
Departamento Topográfico.

[167]
La Comisión comenzó su trabajo obteniendo sus primeros resultados parciales a
mediados de mayo de 1872. Esta logró reconstruir un total de ocho Libros de Registro
Departamentales, cinco para terrenos rurales (campos de pastoreo) y tres para terrenos
ejidales (solares, quintas y chacras). Los Libros de Registro de Terrenos Rurales se
subdividieron, por un lado, en Registro de Títulos de Campos solicitados en Compra
(Libro Nº 1), Registro de Mensuras de Campos solicitados en Compra (Libro Nº 2) y
Registro de Títulos de Campos solicitados en Arredramiento (Libro Nº 3); y por otro,
Registro de Títulos de Campos de Propiedad (Libro Nº 4) y Registro de Mensura de
Campos de Propiedad (Libro Nº 5). Mientras que los Libros de Terrenos Ejidales se
compusieron del Registro de Títulos de Chacras (Libro Nº 6), Registro de Títulos de
Quintas (Libro Nº 7) y Registro de Títulos de Solares (Libro Nº 8). El periodo relevado
alcanzó el bienio 1868-1870, y en algunos casos, solo pudo darse cuenta de lo
acontecido durante el estado de un año, según M. González, “(…) para formarse un
idea del trabajo que había ya acometido esta oficina debe tenerse presente, que los
rejistros están llevados desde el año 1868, para adelante en 96 libros, ocho para cada
Departamento, Antes de 1868 en porción de cuadernos, y en cuatro cuadros de que
hubo de pedir copia y en los que constan títulos por más de 300 leguas de tierras.”239

El resultado de esta reconstrucción parcial dio cuenta de un problema que el


propio Departamento Topográfico venía señalando hace tiempo al Ministerio de
Gobierno: la ausencia casi absoluta de los planos de terrenos o cartografía de
propiedades y posesiones rurales. Por un lado, en el Registro de Mensuras de Campos
solicitados en Compra (Libro N° 2) solo pudieron incorporase los registros parciales de
los departamentos Uruguay (1868), Victoria (1868) y La Paz (1868-1869); y por otra
parte, en el Registro de Mensuras de Campos de Propiedad (Libro N° 5) únicamente los
registros parciales de los departamentos Uruguay (1868-1869), Nogoyá (1868-1869) y
Villaguay (1869). El estado de situación fue calificado como inadmisible por Melitón
González dejando al descubierto un problema de mayor envergadura que fue señalado
de manera taxativa al Ministerio General de Gobierno: la “riqueza” entrerriana era
meramente “nominal” o “ilusoria” si el Estado provincial no podía identificar, medir y

239
Memoria del Departamento Topográfico de la Provincia de Entre Ríos perteneciente a 1871; Uruguay,
18-01-1872; en Memoria del Ministerio General de la Provincia de Entre Ríos. Año 1871; Buenos Aires,
Imprenta del Porvenir, 1872, p. 505.

[168]
valorar las tierras públicas y privadas, así como también, extraer información catastral
para imponer contribuciones o cargas impositivas de manera más ecuánime.240

Imagen 2. Relevamiento sobre registros parciales de títulos de propiedad y


posesión en los Departamentos. Entre Ríos, 1871.

Fuente: Memoria del Departamento Topográfico de la Provincia de Entre Ríos perteneciente a 1871;
Uruguay, 18-01-1872; en Memoria del Ministerio General de la Provincia de Entre Ríos. Año 1871;
Buenos Aires, Imprenta del Porvenir, 1872, pp. 530-531.

240
En sus palabras, “así mismo verá S.S. el resultado inverosímil que se obtiene ciñéndose a la tierra que
ha sido registrada. Eso solo basta para demostrar lo que se detenta y que no es posible una administración
que llega a convencerse de tal estado de cosas, continúe por la mala senda que se encuentra trazada.
Siempre que se quieren quebrar abusos y malas prácticas hay graves dificultades que vencer, pero fuerte
en la bondad de la obra que va acometer y fuerte en su deber y en su derecho, el Gobierno debe iniciar la
cruzada que de una vez por todas estirpe los resabios y haga que la Provincia goze de su riqueza, que
hasta hoy es nominal, puesto que si se cree rica porque tiene tierras, esa riqueza es ilusoria, porque no
puede decir determinadamente, adonde está, ni disponer de ella en un momento dado.” Ibídem, pp. 506-
507

[169]
7.2.2. Un segundo paso: la totalización de la información catastral.

Otra de las tareas fundamentales planteadas por Melitón González consistió en


“seguir el movimiento de la propiedad o posesión territorial” para “poder informar
sobre toda la historia de un título desde que fue estendido hasta el momento en que el
Departamento se espida.”241 Esto se traducía en la construcción de un lenguaje matricial
basado en una selección, definición (conceptual y operacional) y agrupamiento previo
de categorías sobre lo urbano/rural y lo legitimo/ilegitimo en relación a las formas de
apropiación material/simbólica de los terrenos, predios o parcelas. Específicamente,
significaba correlacionar de manera progresiva un conjunto de datos referidos a (1) el
origen de los títulos, (2) los diferentes dueños de un mismo terreno, y (3) las
desmembraciones y/o acumulaciones sufridas por los predios o parcelas. 242

Para llevar adelante la tarea de correlación de datos Melitón González propuso la


confección de lo que llamaba los “Grandes Libros”. Esto era un mecanismo
institucional para procesar, reflexionar y extraer regularidades de aquellos datos
catastrales dispersos y fragmentados. Este trabajo de reunificación teórica significó el
reemplazo del conjunto de datos solicitados por la Ley de 18-05-1862, siendo
incorporado el nombre de vendedor o transferente y comprado o transferida, el origen
de propiedad o derecho; y el reemplazo de la categoría de extensión del terreno por la de
superficie y dimensión (frente al Norte o Sur / Este u Oeste), y por último, la anulación
de la referencia a la Escribana donde era protocolizada la escritura. En el caso del nuevo
Registro General de Títulos esta modelización permitiría la realización de cruces o
tabulados y cálculos de cifras de resumen sobre los títulos rurales y urbanos inscriptos
entre los años 1871 y 1873. Los datos sobre los terrenos rurales o “campos” fueron
agregados en torno a las categorías de propiedad / posesión; mientras que, aquellos
relacionados a los terrenos urbanos o ejidales en relación a las figuras de solares,
quintas y chacras. Explicaba M. González que:

“(…) se ha mandado hacer un gran libro para asentar en orden esos datos, y en ese libro habrá una
columna de resumen que ligará las partidas referentes a un mismo terreno, y libros suplementarios
o indicadores sintetizarán el trabajo, y al par que muestren el movimiento hasta hoy de los títulos
de tierra, estarán calculados para seguirlo en lo sucesivo – Es pues la base del catastro de la parte
territorial. El resultado de semejantes libros, conservados con esmero y de un mecanismo

241
Ibídem, p. 501
242
Ibídem, p. 501-502

[170]
sencillísimo, ha sido justamente apreciado por todos los pueblos que los han establecido; y el
Departamento Topográfico solo tendrá la satisfacción de haberlos introducido aquí, pues su
invención es el resultado de la experiencia de pueblos más viejos y más adelantados que el nuestro.
En breve vendrá el libro que se ha mandado hacer en Buenos Aires y comenzarán a copiar los
asientos.”243

Luego de casi una década de funcionamiento, el Departamento Topográfico


logró -de manera efectiva- acopiar información catastral, y al mismo tiempo, llevar
adelante una tarea de síntesis de datos acerca de los títulos registrados entre los años
1871-1873. En el informe denominado “Registro de Títulos” -elaborado por el
Agrimensor Victoriano C. Guzmán244 e incluido en la Memoria del Departamento
Topográfico presentada al Ministerio General de Gobierno en el año 1873- se brindó la
primera síntesis de títulos inscriptos en el Registro General de Títulos del Departamento
Topográfico. En éste puede observarse que entre los años 1871 y 1873 fueron inscriptos
un total de 1.913 títulos de terrenos rurales (denominados “campos”) frente 818 títulos
de terrenos urbanos o ejidales (solares, quintas y chacras). De los primeros, un 74%
correspondieron a títulos de posesión (n=1.416) y un 26% a títulos de propiedad
(n=497). Cuando miramos con mayor detenimiento la distribución de los títulos
inscriptos por jurisdicciones puede notarse que el mayor número se constató en los
departamentos La Paz, Villaguay, Gualeguay, Victoria y Gualeguaychú alcanzando un
51,1% del total durante este período.245

243
Ibídem, pp. 501-502.
244
El agrimensor Victoriano C. Guzmán, de origen español, fue el autor de la obra “Recopilación de
leyes, decretos y disposiciones relativas a campos de pastoreo, creación de pueblos, egidos, colonias
y las que se relacionan con el ejercicio de los agrimensores públicos sancionadas en la Provincia de
Entre-Ríos desde 1821 hasta 1879”; Buenos Aires, Litografía e Imprenta de Guillermo Kraft, 1879.
245
Memoria del Departamento Topográfico de la Provincia de Entre Ríos desde 1º de Enero de 1872
hasta 1º de Mayo de 1873; en AHER. Sección Gobierno. Serie X. Subserie. Carpeta 2. Legajo 1. Año
1873.

[171]
Cuadro 11. Registro General de Títulos: títulos de propiedad y posesión sobre
tierras rurales inscriptos. Entre Ríos, 1871-1873.

Títulos de Títulos de
Departamentos Total %
Propiedad Posesión
Colón 35 46 81 4,3
Concordia 18 95 113 5,9
Diamante 24 123 147 7,7
Gualeguay 63 127 190 9,9
Gualeguaychú 49 129 178 9,3
La Paz 54 179 233 12,2
Nogoyá 56 115 171 8,9
Paraná 52 112 164 8,6
Tala 23 68 91 4,7
Uruguay 47 122 169 8,8
Victoria 48 137 185 9,7
Villaguay 28 163 191 10
Total 497 1.416 1.913 100

Fuente: elaboración propia a partir de Memoria del Departamento Topográfico de la Provincia de Entre
Ríos desde el 1º de enero de 1872 hasta el 1º de mayo de 1873; en Archivo Histórico de la Provincia de
Entre Ríos. Sección Gobierno. Serie X. Subserie. Carpeta 2. Legajo 1. Año 1873.

7.6. ¿Un nuevo capital informacional?

Llegado a este punto, hemos recorrido el trayecto sinuoso de conformación del


Registro General de Títulos en el ámbito del Departamento Topográfico entre los años
1862 y 1871. La institucionalización de este espacio de almacenaje de información
catastral sobre derechos de propiedad y posesión no estuvo exenta de los avatares que
atravesó el propio organismo topográfico pero, como una de las primeras acciones que
llevó adelante, fue una de las que más obstáculos sufrió a lo largo del periodo señalado.
Una posible explicación podría encontrarse en que la puesta en funcionamiento del
Registro General de Títulos requería de intervención de varios organismos
gubernamentales y no gubernamentales lo cual hacia dificultosa las acciones de acopio,
tratamiento y distribución de información catastral relacionada a los títulos de propiedad
y posesión de tierras rurales / ejidales. Para que esto último tuviera lugar, el Ministerio
General de Gobierno, las Jefaturas y Receptorías Departamentales, los Escribanos
Públicos y el Departamento Topográfico debían intercambiar de manera fluida datos
catastrales que inclusive en ese mismo momento estaban construyéndose. Por lo tanto,

[172]
era improbable que este primer ensayo fuera auspicioso para el gobierno entrerriano en
su intento de conocer de manera precisa la riqueza territorial para imponer
contribuciones sobre las propiedades y tener una mirada clara acerca de su stock en
tierras públicas rurales. Durante los primeros años ninguna de ambas cosas sucedió de
esta manera. Recién hacia principios de la década de 1870, cuando del Departamento
Topográfico fue reorganizado y Melitón González ocupo su presidencia, en conjunto de
acciones relacionadas a la acumulación de información catastral dieron un giro
necesario para poner en marcha nuevamente el Registro General de Títulos. Esta
transformación fue de la mano del desplazamiento de una concepción jurídica estanca y
fragmentada de las prácticas registrales por otra más dinámica asociada a la búsqueda
de una “historia de los títulos” o el “movimiento de la propiedad o posesión”. Esta
cuestión será clave para la etapa que abrirá a partir de la década de 1870, pues, la
consolidación de “la base del catastro de la parte territorial” será fundamental para
poner en marcha los proyectos cartográficos-catastrales a gran escala.

[173]
Imagen 3. Planilla de inscripción para relaciones de transferencia de tierras
provinciales. Entre Ríos, 1871.

Fuente: Memoria del Departamento Topográfico de la Provincia de Entre Ríos perteneciente a 1871;
Uruguay, 18-01-1872; en Memoria del Ministerio General de la Provincia de Entre Ríos. Año 1871;
Buenos Aires, Imprenta del Porvenir, 1872, pp. 524.

Imagen 4. Registro General de Títulos. Entre Ríos, 1871-1873.

Fuente: Memoria del Departamento Topográfico de la Provincia de Entre Ríos desde el 1º de enero de
1872 hasta el 1º de mayo de 1873; en Archivo Histórico de la Provincia de Entre Ríos. Sección Gobierno.
Serie X. Subserie. Carpeta 2. Legajo 1. Año 1873.

[174]
CAPITULO 8.

La transferencia efectiva de las tierras públicas rurales a manos


privadas.

En este capítulo nos proponemos caracterizar la transferencia de tierras públicas


rurales a manos privadas o particulares en el territorio entrerriano a partir de la
aplicación de la Ley de 20-11-1861. Este proceso inició de manera efectiva a partir de
marzo de 1863, casi dos años después de la aprobación de dicha norma legal que
prefiguró las formas de acceso y apropiación –material y simbólica- de los “campos de
pastoreo” o terrenos rurales. Como hemos podido observar en los capítulos anteriores,
este “impasse” fue consecuencia de la ausencia del Departamento Topográfico y del
Registro General de Títulos -dependiente del primero-, que se pusieron en
funcionamiento entre mayo y noviembre de 1862. De manera singular, describiremos
de forma detallada la venta de tierras públicas rurales entre los años 1863 y 1866, en lo
que refiere a la extensión transferida, las operaciones de traspaso, la distribución
territorial y la estructura de tenencia consolidada. Pero también, nos referiremos a los
compradores de los terrenos o parcelas rurales así como la reconversión práctica de los
antiguos derechos de posesión a los nuevos derechos de propiedad. Por otro lado,
analizaremos los ingresos fiscales a partir de la venta de las tierras públicas durante el
periodo señalado.246 Por último, examinaremos la demanda de tierras públicas rurales a
inicios de la década de 1870 según la extensión solicitada, los tipos de terrenos o
predios, las operaciones o solicitudes de compra-venta y la distribución en el territorio
entrerriano.247

246
La construcción de los datos necesarios para cuantificar este fenómeno concreto fue realizada a partir
del relevamiento de información del Libro Copiador de Informes de la Contaduría General de Entre Ríos.
Específicamente, esta fuente nos permitió dar cuenta -de manera parcial- de: (1) la venta de tierras
públicas rurales: período, ubicación y estructura de propiedad; (2) los compradores de tierras públicas
rurales: derechos reconocidos, hectáreas titularizadas y operaciones concretadas; y (3) la valoración,
modalidades de pago y valores percibidos por las tierras públicas rurales. AHER. Fondo: Hacienda.
Carpeta Nº 165. Serie: 1. Año 1863-1864-1865-1866. Legajo Nº 5: 1863-1866. Libro Copiador de
Informes de la Contaduría General de Entre Ríos
247
Este último apartado fue elaborado a partir de los datos elaborados a partir de información relevada del
documento “Relación de los Expedientes en Tramitación” del Departamento Topográfico de la provincia
de Entre Ríos, año 1871. En este caso concreto se tratan de operaciones legales de compra-venta que no
habían concluido o finalizado, es decir, se tratan de operaciones en proceso de titularización. En el caso

[175]
8.1. La venta de tierras públicas rurales entre 1863 y 1866.

Para el conjunto de la provincia de Entre Ríos, entre los años 1863 y 1871,
fueron transferidas un total de 465.091 hectáreas de tierras públicas rurales a manos
privadas.248 Estas representaron un 43.1% sobre 1.080.000 hectáreas (400 leguas de
campos de pastoreo) que la Cámara de Diputados había autorizado al Poder Ejecutivo a
vender mediante la Ley de 20-11-1861. Lo más significativo fue que la mayor parte de
la transferencia de tierras públicas rurales tuvo lugar entre los años 1863 y 1866, cuando
se vendieron un total de 441.742 hectáreas (94,9%), a través de 99 operaciones, con un
promedio por operación de 4.462 has. La mayor extensión transferida a manos privadas
y el número más alto de operaciones se aglutinaron en los departamentos de Gualeguay
y Concordia. Entre ambos, concentraron el 50,6% de las tierras públicas rurales
transferidas, un total de 231.695 has. en 44 operaciones registradas. En el primero, se
transfirieron 136.529 has., equivalente al 30,1% de total; en el segundo, 95.166 has.,
correspondiente al 21,5% sobre el total. En el departamento Gualeguay el promedio por
operación fue de 6.797 has. y en el departamento Concordia de 4.550 has.
Con respecto a la estructura de propiedad resultante de la venta de la tierras
públicas rurales podemos señalar que la mayor superficie transferida a manos privadas
estuvo entre los rangos intermedios, de manera concreta, de 3.001 a 6.000 un total de
109.809 has. (24.8%) y de 6.001 a 9.000 un total de 86.901 has. (19.7%). Entre ambos
sumaban un 44.5%. Por otra parte, el mayor número de operaciones de transferencia se
concentró entre las extensiones de terrenos o predios de menor rango y rango
intermedio: 51 operaciones de 0 a 3.000 has. (51.1%), 24 operaciones de 3.001 a 6.000
has. (24.2%) y 11 operaciones de 6.001 a 9.000 has. (11.1%). En total sumaron 86
operaciones (86,7%) mediante las cuales fueron transferidas un total de 253.530 has.
(57,3%). En contraposición, encontramos que a través de un número menor de
operaciones, un 13,2% (13 operaciones), fueron transferidas las extensiones de terrenos
o predios rurales más grandes, de 9.001 a 25.000 has., que alcanzó un total 188.212 has
(42,7%).

anterior, se tratan de titularización efectivas. De igual forma, y ante la ausencia de los Libros Copiadores
restantes, lo hemos incorporado por consideramos que aportan información sumamente valiosa para
ponderar la continuidad (o no) del proceso de transferencia de tierras públicas rurales a manos privadas.
AHER. División Gobierno. Serie XIV: Ministerio de Gobierno. Subserie D: Departamento Topográfico.
Carpeta N° 1: 1860-1872. Legajo 13: 1871 – Relación de los Expedientes en Tramitación.
248
Contaduría General de la Provincia de Entre Ríos: “Resumen de los Campos Fiscales vendidos desde
1863 hasta 1871 inclusive”; Uruguay, 15-07-1872; en Memoria del Ministerio General de la Provincia de
Entre Ríos. Año 1871; Buenos Aires, Imprenta del Porvenir, 1872 [Anexo 49].

[176]
Los departamentos Gualeguay, Concordia, Nogoyá y Gualeguaychú fueron los
distritos que presentaron mayor número de superficie transferida y operaciones de
transferencia entre los segmentos menores. Por un lado, el Departamento Gualeguay
registró el mayor número de superficie transferida y operaciones de transferencia en los
rangos de 0 a 3.000, con 16.581 has. (29.1%) en 15 operaciones (1.105 has. promedio
por operación); de 3.001 a 6.000, con 23.575 has. (21.4%) en 6 operaciones (3.929 has.
promedio por operación); y de 6.001 a 9.000, con 37.656 has. (43.3%) en 5 operaciones
(7.531 has. promedio por operación). Por otro lado, el departamento Concordia ocupó el
segundo lugar en superficie transferida y operaciones de transferencia en los rangos de
3.001 a 6.000, con 20.204 has. (18.4%) en 4 operaciones (5.051 has promedio por
operación); y de 6.001 a 9.000, con 17.053 has. (19.6%) en 2 operaciones (8.526 has
promedio por operación).
Cabe señalar que los departamentos Gualeguay y Concordia formaban parte de
dos espacios de ocupación del espacio entrerriano con diferentes rasgos. El primero,
integraba la denominada “zona de vieja colonización tardo-colonial” dedicada
tradicionalmente a la producción ovina, que entre los años 1861 y 1868, había
aumentado un 47.9% su stock de ganado lanar. El segundo componía la llamada “área
de ocupación de la primera mitad del siglo XIX” que había incrementado un 3,7% su
población y se encontraba en plena transición de la producción del ganado vacuno al
ovino donde este último creció un 41,1% frente al 11,7% del primero.249 A continuación
nos desplazaremos de este enfoque basado en propiedades a uno centrado en los
propietarios –a decir de V. D´Agostino- para dar cuenta de una situación de mayor
complejidad y disparidad en la transferencia efectiva de tierras públicas rurales a manos
privadas.250

249
SCHMIT, Roberto. Los límites del progreso…, op. cit., Capítulos II y IV.
250
D´AGOSTINO, Valeria. Expansión de la frontera y ocupación del nuevo sur: los partidos de
Arenales y Ayacucho (Provincia de Buenos Aires, 1820-1900); Buenos Aires, Prometeo Libros, 2012.

[177]
Cuadro 12. Superficie transferida y operaciones de transferencia
según años. Entre Ríos, 1863-1866.

Promedio por
Nº de Nº de
Años % % operación
Hectáreas Operaciones
(en has.)
1863 47.735 10,8 7 7,1 6.819

1864 184.293 41,7 30 30,3 6.143

1865 80.392 18,2 24 24,3 3.349

1866 129.322 29,3 38 38,3 3.403

Total 441.742 100 99 100 4.462

Fuente: elaboración propia a partir de AHER. Fondo: Hacienda. Carpeta Nº 165. Serie: 1. Año 1863-
1864-1865-1866. Legajo Nº 5: 1863-1866. Libro Copiador de Informes de la Contaduría General.

Cuadro 13. Superficie transferida y operaciones de transferencia


según departamentos. Entre Ríos, 1863-1866.

Nº de Nº de Promedio por
Departamentos % %
Hectáreas Operaciones operación (en has)
Concordia 95.166 21,5 14 14,1 6.797

Diamante 11.048 2,5 1 1,1 11.048

Gualeguay 136.529 30,1 30 30,3 4.550

Gualeguaychú 39.938 9,1 12 12,1 3.328

La Paz 18.045 4,1 3 3,1 6.015

Nogoyá 35.226 7,9 13 13,1 2.709

Paraná 24.078 5,5 8 8 3.009

Tala 13.192 2,9 4 4,1 3.298

Uruguay 35.982 8,1 8 8 4.497

Victoria 319 1 1 1,1 319

Villaguay 32.219 7,3 5 5 6.443

Total 441.742 100 99 100 4.462

Fuente: elaboración propia a partir de AHER. Fondo: Hacienda. Carpeta Nº 165. Serie: 1. Año 1863-
1864-1865-1866. Legajo Nº 5: 1863-1866. Libro Copiador de Informes de la Contaduría General.

[178]
Cuadro 14. Superficie transferida y operaciones de transferencia
según estructura de propiedad. Entre Ríos, 1863-1866.

Nº de Nº de
Rangos % %
hectáreas operaciones
0-3000 56.811 12,8 51 51,5

3001-6000 109.809 24,8 24 24,2

6001-9000 86.910 19,7 11 11,1

9001-12.000 42.627 9,6 4 4

12.001-15.000 55.064 12,5 4 4

15.001-18.000 49.280 11,3 3 3

18.001-21.000 19.398 4,4 1 1,1

21.001-25.000 21.843 4,9 1 1,1

Total 441.742 100 99 100

Fuente: elaboración propia a partir de AHER. Fondo: Hacienda. Carpeta Nº 165. Serie: 1. Año 1863-
1864-1865-1866. Legajo Nº 5: 1863-1866. Libro Copiador de Informes de la Contaduría General.

8.2. Los compradores: de antiguos poseedores a nuevos propietarios.

Un aspecto central de la transferencia de tierras públicas rurales a manos


privadas fue la acreditación o reconocimiento de los derechos previos como forma de
acceso y apropiación a los terrenos o predios. Como hemos analizado anteriormente, la
modelación de los derechos de posesión fue resultado de un arreglo político más amplio,
que tuvo lugar en el seno de la Cámara de Diputados, codificado en los artículos 13 y 14
de la Ley de 20-11-1861. Por lo tanto, un punto de partida ineludible es interrogarnos
acerca de quiénes fueron los compradores de tierras públicas rurales en relación a los
derechos previos acreditados o reconocidos por el Estado provincial.
Hemos podido establecer que el 78,5% de la superficie transferida, es decir un
total de 364.614 has., fueron adquiridas en 78 operaciones (78,8%) por compradores
que acreditaron derechos posesorios por gracia especial. Según el Art. 14 de la Ley de
20-11-1861, este reconocimiento otorgaba la mitad del dominio directo y usufructo total
sobre terrenos o predios rurales a aquellos poseedores que demostraran una ocupación
efectiva y continua mayor a veinte años. Por otro lado, un 20,3% de la superficie
transferida, esto es un total de 89.513 hectáreas, fueron adquiridas en 20 operaciones
(20,1%) por compradores que acreditaron derechos posesorios con título legal. De

[179]
acuerdo al Art. 13 de la Ley 20-11-1861, este reconocimiento concedía la tercera parte
del dominio directo y el usufructo total sobre terrenos rurales. Por último, encontramos
que el 1,2% de la superficie transferida, o sea, un total de 5.615 hectáreas, fueron
adquiridos en una operación (1,1%) por un comprador sin derechos previos
reconocidos.
Una mirada hacia el interior del territorio entrerriano nos develó que la “zona de
vieja colonización tardo-colonial” concentró el mayor número de superficie transferida
bajo el régimen posesorio por gracia especial, con 209.489 has. (60,4%) en 45
operaciones concretadas (57,7%). En esta zona se destacaron los departamentos
Gualeguay, Gualeguaychú y Uruguay que registraron: 134.245 has. (35,9%) en 28
operaciones (35,9%), 38.937 has. (11,3%) en 10 operaciones (12,8%), 35.307 has.
(9,6%) en 7 operaciones (8,9%), sucesivamente. Por otro lado, el “área de ocupación de
la primera mitad del siglo XIX” concentró la mayor superficie transferida bajo el
régimen posesorio con título legal. Principalmente, el departamento Concordia registró
67.739 has. (75,7%) en 11 operaciones de transferencia (55%).
¿Quiénes fueron los principales compradores que accedieron a las tierras
públicas rurales a través de la acreditación de derechos posesorios? Un grupo de 13
grandes compradores (entre los rangos de 9.001 y 25.000 has.) adquirió un total de
210.559 has. (47,7%) de la superficie transferida en 18 operaciones de compra-venta
(18,1%), con 11.697 has. promedio por operación. Dentro de este grupo de grandes
compradores encontramos a la Sociedad José Benítez e Hijo (Apolinario Benítez),
Salvador María del Carril, Gral. Justo José de Urquiza, Cnel. Emiliano Ferreira, Lucia
Leman de Millán (e hijos), Benjamín Victorica (junto a Marcos Benítez), Gral. Manuel
A. Urdinarrain, Gral. José Ma. Francia, Sociedad Devoto Hermanos, Cnel. Santos
Correa, Jacinto y Salustiano Calderón y Cnel. Manuel Caraballo. Como puede
observarse en el grupo de grandes compradores se encontraba Urquiza. Este poseía uno
de los patrimonios rurales más importantes de la provincia de Entre Ríos, así como
también, grandes extensiones de tierras en el oriente entrerriano. Según los informes del
Departamento Topográfico, el Gral. Urquiza era propietario de 673.511 has. distribuidas
entre los departamentos Concordia, Colón, Uruguay y Concordia.251 Las tierras rurales
adquiridas por “gracia especial” en el año 1864 correspondió al campo denominado

251
En AHER. División Hacienda. Apartado: Catastro de la Provincia de Entre Ríos. Copiadores de
Geodesia y Topografía. Libro N° 1 de Notas e Informes.

[180]
“San José” que tenía una extensión de 21.837 has. y estaba localizado en el
departamento Uruguay.
A esta altura podemos interrogarnos: ¿se conformó un nuevo sector propietario o
se consolidó uno ya existente? La situación descripta arriba pone de manifiesto que los
compradores de tierras públicas rurales de la década de 1860 adquirieron el derecho de
propiedad privada sobre terrenos o predios que poseían u ocupaban previamente. Casi
en su totalidad, los antiguos poseedores que ocupaban la campaña entrerriana antes de la
década de 1840 fueron beneficiarios directos de la Ley de 20-11-1861. Los datos dan
cuenta de la consolidación, a través de una transformación jurídica-legal efectiva, de
una tradicional estructura de grandes extensiones de tierras rurales en manos de un
grupo de notables locales premiados o agraciados por el poder político provincial. En
suma, observamos que la puesta en marcha de la titularización de tierras públicas trajo
como resultado un doble efecto institucional recíproco: la consolidación de un grupo
social preexistente y nuevo régimen de propiedad privada de las tierras rurales.

Cuadro 15. Propiedades rurales del Gral. J.J. de Urquiza. Entre Ríos, 1860-1870.

Extensión
Campos Departamento
(en has.)
Conchera e Ibucuy Gualeguaychú 324.000

Calera de Barquín Colón 81.124

Yerua Concordia 62.899

Mármol Colón 62.137

Rincón de Urquiza Uruguay 43.200

Rincón del Salto Concordia 33.136

San José (norte de Rincón de Urquiza) Uruguay 29.700

San José Uruguay 21.837

Perucho Verna Colón 8.112

Pantanoso Colón 3.723

Campo de Chanes Uruguay 3.643

Total 673.511

Fuente: elaboración propia a partir de AHER. División Hacienda. Apartado: Catastro de la Provincia de
Entre Ríos. Copiadores de Geodesia y Topografía. Libro N° 1 de Notas e Informes.

[181]
Cuadro 16. Superficie transferida y operaciones de transferencia
según derechos previos acreditados. Entre Ríos, 1863-1866.

Nº de Nº de
Derechos previos % %
hectáreas operaciones

Poseedores con gracia especial 346.614 78,5 78 78,8

Poseedores con título legal 89.513 20,3 20 20,1

Sin derechos previos 5.615 1,2 1 1,1

Total 441.742 100 99 100

Fuente: elaboración propia a partir de AHER. Fondo: Hacienda. Carpeta Nº 165. Serie: 1. Año 1863-
1864-1865-1866. Legajo Nº 5: 1863-1866. Libro Copiador de Informes de la Contaduría General.

Cuadro 17. Grandes compradores de tierras públicas rurales.


Entre Ríos, 1863-1866.
Nº de
Comprador Nº de Hectáreas
operaciones
BENITEZ, José e Hijo (BENITEZ Apolinario) 28.751 3

DEL CARRIL, Salvador Ma. 21.886 2

URQUIZA, Justo José de 21.843 1

FERREYRA, Emiliano 19.398 1

LEMAN DE MILLAN, Lucia e Hijos 17.896 2

VICTORICA, Benjamín y BENITEZ, Marcos 16.266 1

DEL CARRIL, Salvador Ma. y BARBER, Antonio 16.200 1

URDINARRAIN, Manuel A. 13.606 1

FRANCIA, José Ma. Francia (Gral.) 12.825 1

DEVOTO Hermanos 11.048 1

CORREA, Santos 10.933 1

CALDERON, Jacinto y Salustriano 10.114 2

CARABALLO, Manuel (Cnel.) 9.793 1

Total 210.559 18
Fuente: elaboración propia a partir de AHER. Fondo: Hacienda. Carpeta Nº 165. Serie: 1. Año 1863-
1864-1865-1866. Legajo Nº 5: 1863-1866. Libro Copiador de Informes de la Contaduría General.

[182]
8.3. Los ingresos fiscales a partir de la venta de tierras públicas rurales.
La búsqueda de ingresos fiscales para aumentar el Tesoro provincial siempre
estuvo dentro de los objetivos prioritarios de la agenda gubernamental, en singular, a
partir de la transferencia de tierras públicas rurales a manos privadas a partir de la
década de 1860. Un aspecto relevante –y hasta el momento no abordado para nuestro
caso- han sido los factores impositivos que intervinieron en la formación de los valores
finales percibidos por el Estado provincial por la venta de tierras públicas rurales. Estos
factores formaron parte de una secuencia que integró -de manera secuenciada- la
valoración o tasación “efectiva” de terrenos o predios rurales; luego, las deducciones
por “reconocimiento” o “gracia” y los incrementos por deudas impagas; y por último, el
monto final -en pesos oro- recibido por el pago de la compra de tierras públicas.
En primer lugar, la tasación “teórica” de la superficie transferida fue regulada
por las leyes de 1861 y 1866. Éstas asignaron un valor entre $3.000 y $3.500 pesos oro
por legua cuadrada, respectivamente. Entre los años 1863 y 1866, el promedio de la
superficie transferida a manos privadas fue de 4.462 has. en 99 operaciones de
transferencia. La tasación por legua cuadrada, en promedio, fue de $3.353 pesos oro;
mientas que la tasación final, en promedio, alcanzó a $6.102 pesos oro, siendo el total
de $604.091 pesos oro. Los valores más altos en relación a la tasación por legua
cuadrada los encontramos en Concordia, donde se registraron 4 operaciones que
oscilaron entre los $4.000 a $4.500 pesos oro; en Gualeguay con 3 operaciones entre
$4.000 a $5.000 pesos oro; Nogoyá con 1 operación de $4.000; Victoria con 1
operación de $4.000 y, por último, Villaguay 3 operaciones entre $4.000 a $4.400 pesos
oro.
En segundo lugar, el resultado de la tasación efectiva de los terrenos o predios
rurales era sometido a una deducción que podía responder a tres factores: (1) un
beneficio por reconocimiento de los derechos posesorios previos, donde según el tipo,
oscilaba entre un 33% y 50% (Ley de 20-11-1861, Art. 13 y 14); (2) un beneficio por
reconocimiento del pago contado de la operación de titularización que alcanzaba un
20% (Ley de 17-05-1862, Art. 2); y (3) un beneficio por pago contado de la operaciones
de mensura y escrituración, que representaba un 50% y 50%, respectivamente (Ley de
02-05-1864, Art. 4 y 5). El reconocimiento de los derechos posesorios previos produjo
una reducción de $278.286 pesos oro sobre la tasación final de las tierras públicas
rurales transferidas a manos privadas. Por un lado, una suma de $43.139 pesos oro
correspondió al reconocimiento de derechos posesorios con título legal (20 operaciones
[183]
de transferencia); por otra parte, un monto de $235.147 pesos oro a derechos posesorios
por gracia especial (78 operaciones de transferencia). El reconocimiento por pago al
contado de la titularización representó una reducción de $56.953 pesos oro. Esta medida
alcanzó a 85 operaciones de transferencia, un 85,8% del total, equivalente a 390.022
has, es decir, un 88,3% de la superficie transferida. El reconocimiento por pago al
contado de las operaciones de mensura-escrituración significó una reducción de $6.896
pesos oro. Estuvieron involucradas 52 operaciones de transferencia, un 52,2% del total,
equivalente a $213.696 has., siendo esto, un 48,22% de la superficie transferida Un
grupo de menor obtuvo un reconocimiento parcial por el pago contado de la
escrituración (la operación menos costosa de las dos mencionadas). Este involucró a 27
operaciones de transferencia, que representó un 27,3%, semejante a una superficie
transferida de 128.024 hs., es decir, un 29,2% sobre el total. Por último, otro grupo más
reducido no obtuvo ningún reconocimiento. Este incluyó a 20 operaciones de
transferencia, un 20,2%, equivalente a una superficie transferida de 100.022 has., que
representó un 22,6% sobre el total.
En tercer lugar, los incrementos estuvieron sujetos a deudas impagas por
arrendamiento o contribución directa. La mayor composición de la deuda se registró en
el arrendamiento de tierras públicas rurales entre los años 1860 y 1866. Este afectó a 47
operaciones de transferencia y ascendió a $11.042 pesos oro. Por último, sólo se
registraron 2 operaciones de transferencia donde se adeudaban $ 137 pesos oro por pago
de contribución directa. En suma, luego de la aplicación del conjunto de incrementos y
deducciones, el saldo final que el conjunto de compradores de terrenos o predios rurales
debían abonar al Estado provincial alcanzó a $279.103 pesos oro, es decir un 46,2% del
valor de la tasación inicial. Hacia el año 1871, la Contaduría General de la Provincia de
Entre Ríos señaló que la transferencia de tierras públicas rurales a manos privadas había
dejado un saldo de $544.718,87 pesos oro, de los cuales un 83,5%, correspondió a
pasivos recuperados -libramientos- ($454.472,65 pesos oro); mientras que lo restante,
un 7,7% concernía a fondos públicos ($42.123,11 pesos oro) y un 8,8% a efectivo
($48.123,11 pesos oro).252

252
Alzugaray, Ramón. “Resumen de los Campos Fiscales vendidos entre 1863 hasta 1871 inclusive” -
Contaduría General; Concepción del Uruguay, 15-06-1871; en Memoria del Ministerio General de
Gobierno de la Provincia de Entre Ríos, Año 1871; Buenos Aires, Imprenta del Porvernir, 1871.

[184]
Cuadro 18. Tasación de tierras públicas rurales según departamentos.
Entre Ríos, 1863-1866.

Hectáreas Tasación Legua


Tasación Final
Departamentos transferidas Cuadrada
(Promedio)
(promedio) (Promedio)
Concordia 6.798 3.586 9.279

Diamante 11.048 3.200 13.546

Gualeguay 4.551 3.324 6.077

Gualeguaychú 3.328 3.260 4.697

La Paz 6.015 3.348 8.258

Nogoyá 2.710 3.310 3.811

Paraná 3.010 3.081 3.977

Tala 3.298 3.363 4.556

Uruguay 4.498 3.165 6.415

Victoria 319 4000 1.200

Villaguay 6.444 3.842 9.018

Fuente: elaboración propia a partir de AHER. Fondo: Hacienda. Carpeta Nº 165. Serie: 1. Año 1863-
1864-1865-1866. Legajo Nº 5: 1863-1866. Libro Copiador de Informes de la Contaduría General.

Cuadro 19. Deducciones por “reconocimiento” o “gracia” según hectáreas y


operaciones. Entre Ríos, 1863-1866.

Nº de Nº de
Reconocimientos % %
hectáreas operaciones
Ley de 20-11-1861
Art. 13 PL (33%) 89.513 20,3 20 20,1
Art. 14 PL+20 (50%) 346.614 78,5 78 78,8
Sin derechos previos 5.615 1,2 1 1,1
Total 441.742 100 99 100
Ley de 17-05-1862 - Art. 2
20% pago contado 390.022 88,3 85 85,8
No abonan al contado 51.720 11,7 14 14,2
Total 441.742 100 99 100
Ley de 02-05-1864 (Art. 4 y 5)
Abona Mensura (50%) y Escritura (50%) 213.696 48,2 52 52,5
Abona Escritura (50%) 128.024 29,2 27 27,3
No abona escritura/mensura 100.022 22,6 20 20,2
Total 441.742 100 99 100
Fuente: elaboración propia a partir de AHER. Fondo: Hacienda. Carpeta Nº 165. Serie: 1. Año 1863-
1864-1865-1866. Legajo Nº 5: 1863-1866. Libro Copiador de Informes de la Contaduría General.

[185]
8.4. La demanda de tierras públicas rurales a inicios de la década de 1870.
Hacia principios de la década de 1870, el mercado de tierras daba sus primeros
indicios de funcionar incipientemente como un sistema institucionalizado de
intercambios a partir de la consolidación de las operaciones o transacciones legales de
compra-venta de terrenos o predios, así como también, de la objetivación o
modelización de las cualidades de dichas operaciones o transacciones cuya expresión
fue el registro denominado “Relación de Expedientes en Tramitación” elaborado por el
Departamento Topográfico en el año 1871.253 Para entonces, el mercado de tierras
mostraba un importante movimiento de acuerdo a la cantidad de hectáreas en proceso de
transferencia y al número de operaciones o transacciones a través de las cuales eran
solicitados terrenos o predios rurales y ejidales. Según los informes del organismo
topográfico, la demanda de tierras provinciales a inicios de la década de 1870 había
alcanzado un total de 795.603 hectáreas a través de 487 operaciones o solicitudes de
compra-venta. Uno de los rasgos más notorios es la demanda o presión de tierras
provinciales en aquellos departamentos de la región norte-centro del territorio
entrerriano que formaban parte del área de ocupación reciente de la primera mitad del
siglo XIX. En este sentido, Concordia, Villaguay y La Paz concentraron un 72,2% de la
extensión total demandada (579.718 has.) y un 41,7% de las operaciones legales de
compra-venta (203 solicitudes).
Cuando observamos la composición de la demanda de tierras provinciales según
el origen de la tenencia podemos distinguir claramente tres grandes universos: (1) las
tierras públicas, (2) las tierras privadas y (3) las tierras sin identificar. Al comparar el
comportamiento de estos grupos podemos dar cuenta de importantes disparidades. En
primer lugar, podemos señalar que las tierras públicas rurales y las tierras sin identificar
representaron el 88,8% de la superficie total solicitada en compra-venta. Las tierras
públicas abarcaron un 45,3%, equivalente a 360.065 has; mientras que las tierras sin
identificar comprendieron un 43,5%, equiparable a 346.120 has. En menor medida, las
tierras privadas alcanzaron un 11,2%, es decir 89.416 has. En segundo lugar, podemos
indicar que el conjunto de solicitudes de compra-venta presentó fuertes contrastes pues
la mayor concentración de operaciones estuvo ligada a las tierras públicas dado que
representaron un 61,7% del total (300 operaciones). A esta le siguieron las tierras sin

253
En AHER. División Gobierno. Serie XIV: Ministerio de Gobierno. Subserie D: Departamento
Topográfico. Carpeta N° 1: 1860-1872. Legajo 13: 1871 – Relación de los Expedientes en Tramitación.

[186]
identificar que alcanzaron un 36,9% (180 operaciones) y, por último, las tierras privadas
que rondaron un 1,4% (7 operaciones).

¿Qué resultados obtenemos cuando nos detenemos en el conjunto de tierras


públicas? Las tierras públicas fueron divididas en tres grupos, a saber: (1)
arrendamiento, (2) fiscales (presumiblemente baldías) y (3) posesión. El mayor número
de hectáreas y operaciones de compra-venta correspondieron a las tierras fiscales que
representaron un 54,8% sobre el total de la extensión demandada (197.665 has.) y un
64,6% de las solicitudes (194 operaciones). Luego se ubicaron las tierras de posesión
que involucraron un 43,1% de la superficie (155.058 has.) y un 33,1% de las solicitudes
(99 operaciones) y, por último, las tierras de arrendamiento, que alcanzaron un 2,1% de
la extensión (7.342 has.) y un 2,1% de las solicitudes (7 operaciones). Los promedios
por extensión en proceso de compra-venta resultaron similares al promedio de las tierras
provinciales, que alcanzó a 1.633 has. por operación y al promedio de las tierras
públicas, que alcanzó a 1.200 has. por operación. Particularmente, las tierras de
arrendamiento, fiscales y de posesión alcanzaron un promedio por operación de 1.048
has, 1.018 has y 1.566 has., respectivamente. La demanda territorial de tierras públicas
siguió la tendencia de distribución general trazada para el caso de las tierras
provinciales. Los departamentos Concordia, La Paz y Villaguay concentraron un 66.3%
de la extensión total demandada (238.878 has.) y un 34,8% de las operaciones legales
de compra-venta (104 operaciones). En el primero, fueron solicitadas 109.481 has., en
el segundo, 79.518 has., y en el tercero, 49.879 has. representando respectivamente un
30,4%, 22,1% y 13,8% del total de las tierras públicas demandadas.

[187]
Cuadro 20. Demanda de tierras provinciales según tenencia. Entre Ríos, 1871.

Promedio por
N° de N° de
% % operación
hectáreas operaciones
(en has.)

Tierras públicas 360.065 45,3 300 61,7 1.200

Tierras privadas 89.418 11,2 7 1,4 12.774

Tierras sin identificar 346.120 43,5 180 36,9 1.922

Total 795.603 100 487 100 1.633

Fuente: elaboración propia a partir de AHER. División Gobierno. Serie XIV: Ministerio de Gobierno.
Subserie D: Departamento Topográfico. Carpeta N° 1: 1860-1872. Legajo 13: 1871 – Relación de los
Expedientes en Tramitación.

Cuadro 21. Demanda de tierras públicas rurales según tipo. Entre Ríos, 1871

Promedio por
N° de N° de
% % operación
hectáreas operaciones
(en has.)

Arrendamiento 7.342 2,1 7 2,3 1.048

Fiscal 197.665 54,8 194 64,6 1.018

Posesión 155.058 43,1 99 33,1 1.566

Total 360.065 100 300 100 1.200

Fuente: elaboración propia a partir de AHER. División Gobierno. Serie XIV: Ministerio de Gobierno.
Subserie D: Departamento Topográfico. Carpeta N° 1: 1860-1872. Legajo 13: 1871 – Relación de los
Expedientes en Tramitación.

[188]
Cuadro 22. Demanda de tierras públicas rurales según departamentos.
Entre Ríos, 1871.

Promedio por
N° de N° de
% % operación
hectáreas operaciones
(en has.)

Colon 4.909 1,4 6 2 818

Concordia 109.481 30,4 37 12,4 2.958

Diamante 6.990 1,9 21 7 332

Gualeguay 6.852 1,9 16 5,3 428

Gualeguaychú 38.524 10,7 34 11,3 1.133

La Paz 79.518 22,1 29 9,7 2.742

Nogoyá 12.797 3,5 16 5,3 799

Paraná 12.093 3,4 19 6,3 636

Tala 24.785 6,8 39 13 635

Uruguay 699 0,2 15 5 46

Victoria 13.538 3,7 30 10 451

Villaguay 49.879 13,8 38 12,7 1.313

Total 360.065 99,8 300 100 1.200

Fuente: elaboración propia a partir de AHER. División Gobierno. Serie XIV: Ministerio de Gobierno.
Subserie D: Departamento Topográfico. Carpeta N° 1: 1860-1872. Legajo 13: 1871 – Relación de los
Expedientes en Tramitación.

[189]
Mapa 1. Venta de tierras públicas rurales. Entre Ríos, 1863-1866.

Fuente: elaboración propia a partir de Carta topográfica de la Provincia de Entre Ríos con la demarcación
de Terrenos de Particulares compilada y construida por Melitón González y adoptada por el Exmo.
Gobierno de la Provincia en Decreto de 15 de Setbre. 1873 y AHER. Fondo: Hacienda. Carpeta Nº 165.
Serie: 1. Año 1863-1864-1865-1866. Legajo Nº 5: 1863-1866. Libro Copiador de Informes de la
Contaduría General.

[190]
Mapa 2. Demanda de tierras públicas rurales. Entre Ríos, 1871.

Fuente: elaboración propia a partir de Carta topográfica de la Provincia de Entre Ríos con la demarcación
de Terrenos de Particulares compilada y construida por Melitón González y adoptada por el Exmo.
Gobierno de la Provincia en Decreto de 15 de Setbre. 1873 y AHER. División Gobierno. Serie XIV:
Ministerio de Gobierno. Subserie D: Departamento Topográfico. Carpeta N° 1: 1860-1872. Legajo 13:
1871 – Relación de los Expedientes en Tramitación.

[191]
Mapa 3. Departamento Gualeguay: ubicación de los terrenos o predios públicos
transferidos a manos privadas a partir de la Ley de 20-11-1861. Entre Ríos, 1863-1866.

Fuente: elaboración propia a partir de Carta topográfica de la Provincia de Entre Ríos con la demarcación
de Terrenos de Particulares compilada y construida por Melitón González y adoptada por el Exmo.
Gobierno de la Provincia en Decreto de 15 de Setbre. 1873 y AHER. Fondo: Hacienda. Carpeta Nº 165.
Serie: 1. Año 1863-1864-1865-1866. Legajo Nº 5: 1863-1866. Libro Copiador de Informes de la
Contaduría General.

[192]
CONCLUSIONES

¿Riqueza pública o riqueza fiscal?: los alcances y límites de las


políticas estatales de control y regulación sobre tierras provinciales.

Hemos estudiado, a lo largo de este trabajo, el proceso de diseño y ejecución de


las políticas estales de control y regulación de tierras provinciales en la provincia de
Entre Ríos, entre los años 1860 y 1872. De manera singular, hemos abordado el
conjunto de acciones, intervenciones y decisiones de tipo político-institucional que
proporcionaron al nuevo Estado provincial la capacidad efectiva para movilizar,
concentrar, extraer o capturar uno de los recursos más valiosos de la sociedad
entrerriana, las tierras públicas rurales, a través de un grupo de tecnologías logísticas
dentro de las cuales se encontraron: (1) la conformación de una red de organismos
gubernamentales –creados ad hoc o reformulados en sus funciones- con epicentro en el
Departamento Topográfico articulado con el Ministerio General de Gobierno, las
Jefaturas Departamentales (Receptorías y Escribanías Públicas), los Juzgados de Paz y
la Fiscalía General; (2) la transformación del estatuto normativo de tierras públicas
rurales a partir de la redefinición de las pautas de acceso, uso y apropiación (formas de
traspaso, delimitación conceptual de terrenos o predios, reconocimiento y asignación de
derechos) y la conformación del Registro General de Títulos, como mecanismo de
almacenaje (acopio, tratamiento y distribución) de información catastral; y (3) los
nuevos procedimientos de titularización que permitieron o facilitaron la transferencia
efectiva de las tierras públicas rurales a manos privadas, dentro de los cuales se destacó
la normatización de las operaciones de mensura y la formación de agentes expertos -los
agrimensores públicos- en manos del Departamento Topográfico.

El contexto o marco de regulatorio general que impuso una serie de restricciones


y facilidades sobre las acciones de diseño y ejecución de las tecnologías logísticas fue el
proyecto de gubernamentabilidad impulsado por la elite política entrerriana a partir de
1860 que tuvo como punto de partida los acuerdos institucionales establecidos en la

[193]
Convención Constituyente en Concepción del Uruguay y la introducción de la agenda
gubernamental por parte del Poder Ejecutivo en el seno de la Cámara de Diputados. El
principal trazado de limitaciones regulatorias fue aquel que precisó la finalidad del
Estado provincial -el progreso-, un principio valedero en todo momento -el orden
político- y la identificación de un personaje excepcional como destinatario de las
acciones estatales -el pueblo entrerriano-. El progreso era comprendido como
crecimiento de la población, aumento de las empresas agropecuarias, incremento de
créditos y ramificación de actividades comerciales; el orden político era interpretado
como imperio de la ley (justicia e interés de la conveniencia pública, aseguramiento de
los derechos liberales y ejercicio de la autoridad política a través de prácticas
constitucionales), separación de poderes públicos y conquista del estado de paz para
alcanzar la libertad/justicia. Desde el punto de vista práctico, la regulación más
importante fue la redefinición del contenido de la actividad estatal en el contexto del
trazado de una nueva división de los poderes públicos; en singular, la transferencia de la
formación, control y utilización de los recursos públicos (contribuciones, préstamos,
inversiones, expropiación y enajenación de tierras o propiedades provinciales) del
Estado provincial de la esfera gubernamental al entrecruzamiento del poder ejecutivo y
legislativo. El principio general que impregnó este giro institucional fue la máxima “la
riqueza pública antes que la riqueza fiscal” -presente en las obras de J.B. Alberdi (1852
y 1854)- que señaló lo que el Estado podía o debía hacer en relación a la división del
poder rentístico.

Los intereses concretos que dominaron la agenda gubernamental durante la


década de 1860 estuvieron dirigidos hacia la reconstrucción del poder administrativo del
Estado provincial. Esta reconstrucción dependió, en gran medida, de la multiplicación
de “agentes intermedios” de la rama jurídica y policial en todo el territorio entrerriano,
principalmente, de los Soldados de la Guardia de Seguridad, los Comisarios de
Campaña de la Jefaturas Departamentales y los Jueces de los Juzgados de Paz. La
puesta en marcha de estas medidas puso en jaque las finanzas públicas y el programa de
“equilibrio” presupuestario del Ministerio General de Gobierno, a cargo de Luis J. de la
Peña, debido a que los “Gastos de Administración del Estado” en las ramas señaladas
representaron un 59,1%, 56,9%, 57,7% y 60,3% del total presupuestado entre los años
1861 y 1864. Pero el principal problema era que casi la totalidad de los gastos
consignados estaban destinados al pago de sueldos que no podía cubrirse con los

[194]
recursos estatales que en ese momento formaban parte de las “Rentas Generales del
Estado”. Para zanjar esta situación el Poder Ejecutivo autorizó a la Tesorería Provincial
a emitir títulos cambiarios para pagar los sueldos de los agentes estatales pero, ante el
aumento desmedido la deuda pública, resolvió recurrir a la venta de tierras públicas
rurales. Esta medida tuvo como principal propósito retrovertir los vales, pagarés y
libramientos emitidos por la Tesorería Provincial aceptándolos como forma de pago en
las transacciones legales de los denominados “campos de pastoreo”. Pero esta tarea no
era automática y requería de la construcción una arquitectura estatal compleja.

Para llevar adelante la transferencia de terrenos o parcelas de la campaña


entrerriana (“campos de pastoreo”) a manos privadas fue necesario emprender una
transformación del estatuto normativo de tierras públicas rurales. Dicha transformación
constituyó el emergente de un arreglo político que tuvo lugar en la Cámara de
Diputados, entre los años 1860 y 1861, cuando los miembros de la elite política
entrerriana debatieron, con mayor o menor incisión, acerca de la venta de terrenos
públicos ejidales, arrendamiento de tierras publicas rurales, contribución directa y la
venta de tierras publicas rurales mediante un nuevo sistema de formación de leyes
mediante la presentación de proyectos institucionales evaluados por comisiones
legislativas. Este acontecimiento fue doblemente disruptivo. En primer lugar, porque
resultó del entrecruzamiento de los ámbitos ejecutivo y legislativo, singularmente, de
las intervenciones de la Comisión Permanente y las Comisiones Especiales de la
Cámara de Diputados así como también del Ministerio General de Gobierno. En
segundo lugar, porque fueron interrelacionadas de forma novedosa formas de
transferencia -venta y arrendamiento-, la clasificación de terrenos o predios –tipos,
extensiones, localización y valoración- y la tipificación de los derechos de ocupación,
posesión y propiedad. Pero también, con la implantación de los modernos mecanismos
formales de titularización -orientados a la reconversión de viejos títulos “supletorios”
hacia los nuevos títulos de propiedad y posesión, que comenzaron a colisionar -al menos
formalmente- con las antiguas formas de asignación o acceso y reconocimiento a las
tierras públicas rurales que comenzaron a entrar en franca disolución. Pero hacer
efectiva, cierta y concreta las expectativas de los hombres del Estado provincial acerca
de la transferencia de las tierras públicas rurales a manos privadas era necesario que
dieran algunos pasos más.

[195]
En el año 1862, el Poder Ejecutivo decidió conformar el Departamento
Topográfico en la órbita del Ministerio General de Gobierno. Este inédito organismo
gubernamental fue arraigándose a partir de establecer una división interna del trabajo
(funciones, operaciones y tareas) y la asignación de recursos presupuestarios (en
relación a una estructura de cargos). También, la transferencia de tierras públicas rurales
a manos privadas demandó de un cuerpo de agentes expertos -los agrimensores
públicos- que fueron formados de manera inicial en el Colegio del Uruguay, luego
enrolados en el nuevo organismo topográfico a través de una Carrera de Agrimensor y,
finalmente, acreditados en un Registro de Agrimensores Públicos que los habilitaba para
el ejercicio de la actividad profesional. Pero quizás el aspecto más importante del
Departamento Topográfico, como dominio organizado del Estado provincial y brazo
ejecutor de la transferencia de tierras públicas rurales a manos privadas, fueron sus
acciones como agente regulador al delimitar un conjunto de funciones y operaciones
relacionadas al control centralizado de medios técnicos de producción y reproducción
del espacio rural entrerriano que se expresó en sus objetivos y recursos técnicos-
administrativos en dos niveles: (1) la codificación de las operaciones básicas de
medición o mensura, singularmente, la demarcación y amojonamiento de terrenos
rurales públicos y privados. De manera simultánea, la regulación de las acciones de los
agrimensores públicos como los agentes expertos a cargo del “arte” de medir las tierras
provinciales (Reglamento para los Agrimensores de 1862 y las Instrucciones para los
Agrimensores de 1871) y (2) la codificación de las operaciones de almacenaje de
información. En particular, la construcción un registro de títulos de propiedad y
posesión de tierras privadas ejidales y rurales, así como también, sobre denuncias de
tierras públicas rurales. De forma consecuente, propuso la conformación del catastro
parcelario a partir de la constitución de un registro gráfico y escrito de mensuras que
durante este periodo no logró concretarse.

De manera simultánea, el gobierno entrerriano conformó el Registro General de


Títulos (1862) que se inscribió dentro de la estrategia general del nuevo organismo
topográfico para obtener información catastral a partir del proceso de transferencia
efectiva de tierras públicas y privadas , tanto rurales como ejidales. Éste constituyó el
primer y único espacio de almacenaje o archivado (acopio, tratamiento y distribución)
relacionado a los derechos adquiridos de manera efectiva y legal a través de un
complejo procedimiento de titularización que funcionó durante la década de 1860 y

[196]
principios de la década de 1870. De acuerdo con las expectativas del gobierno
entrerriano este debía generar información de base para conocer de manera precisa y
certera la riqueza territorial con el propósito de imponer contribuciones sobre los bienes
inmuebles del mundo rural entrerriano. Pero, por otra parte, la acumulación de los
planos de terrenos o parcelas rurales resultado de las operaciones de mensura debía
conformar una base de información sustantiva para emprender el “mapeo de evidencia”
o catastro rural, más específicamente, los registros gráficos departamentales y los mapas
topográfico-catastrales a gran escala, donde se estableciera la localización y
disponibilidad de las tierras públicas rurales, además de precisar los limites concretos de
las tierras privadas. Las tareas de almacenaje de información catastral a través del
funcionamiento del Registro General de Títulos dependieron en mayor medida del
intercambio de documentación entre el Ministerio General de Gobierno, las Jefaturas
Departamentales (Receptorías y Escribanías) y el Departamento Topográfico. Esta
complejidad atentó en contra de las posibilidades iniciales del acopio de información
catastral, por lo tanto en los primeros años prácticamente no fueron registrados títulos
de manera centralizada y poco pudieron hacer las autoridades del organismo topográfico
para modificar esta situación. Recién a principios de la década de 1870 esta situación
fue modificándose y rápidamente, un reorganizado Departamento Topográfico,
comenzó a presionar a las autoridades intermedias a través del Ministerio General de
Gobierno para que remitieran las transferencias de títulos hacia la capital provincial para
elaborar las primeras tareas de síntesis acerca del número de títulos de posesión y
propiedad en manos de las escribanías departamentales en casi una década de acopio
parcial de esta información. Esto fue de la mano de una nueva concepción vinculada a la
búsqueda de una “historia de los títulos” o el “movimiento de la propiedad o posesión”
lo cual será fundamental en la etapa venidera ya que pretendía consolidar un acervo de
información catastral para dar lugar a los proyectos cartográficos-catastrales “a gran
escala”.

De la mano de la conformación del Departamento Topográfico y el Registro


General de Títulos comenzó, en marzo de 1863, la transferencia efectiva de tierras
públicas rurales a manos privadas. Durante los tres primeros años, entre 1863 y 1866,
fueron vendidas un total de 441.742 hectáreas a través de 99 operaciones, con un
promedio por operación de 4.462 has. La mayor superficie transferida a manos privadas
y el número más alto de operaciones se aglutinaron en los departamentos de Gualeguay

[197]
y Concordia. Entre ambos, concentraron el 50,6% de las tierras públicas rurales
transferidas, un total de 231.695 has. en 44 operaciones registradas. Los grandes
compradores de tierras públicas rurales fueron la Sociedad José Benítez e Hijo
(Apolinario Benítez), Salvador María del Carril, Gral. Justo José de Urquiza, Cnel.
Emiliano Ferreira, Lucia Leman de Millán (e hijos), Benjamín Victorica (junto a
Marcos Benítez), Gral. Manuel A. Urdinarrain, Gral. José Ma. Francia, Sociedad
Devoto Hermanos, Cnel Santos Correa, Jacinto y Salustiano Calderón y Cnel Manuel
Caraballo. Este conjunto de compradores adquirió un total de 210.559 has. (47,7%) en
18 operaciones de compra-venta (18,1%), con 11.697 has. promedio por operación. Casi
la totalidad de la extensión transferida a manos privadas, es decir un 98,8% (454.127
has.) fueron adquiridas por compradores que acreditaron derechos posesorios previos,
por gracia especial o título legal, lo cual da cuenta que la apropiación material y
simbólica de los derechos de propiedad fue realizada sobre terrenos o predios que era
poseídos u ocupados de manera efectiva en forma previa. En este sentido, los datos
demuestran la consolidación socio-jurídica, mediante mecanismos de titularización, de
una tradicional estructura de grandes extensiones de tierras rurales en manos de un
grupo de notables locales premiados o agraciados por el poder político provincial.
Durante la década de 1860 y principios de 1870, a pesar de los esfuerzos
señalados anteriormente, la provincia de Entre Ríos continuó siendo -desde el punto de
vista estatal- un espacio rural indisciplinado, fundamentalmente, por la ausencia de
tecnologías logísticas necesarias para unificar teóricamente el territorio y los recursos
económicos. La imposibilidad del Estado provincial de organizar centralizadamente un
servicio o empresa que se ocupase de concentrar, tratar y distribuir información
parcelaria o catastral resultó un serio limitante al momento de la extracción o captura de
uno de los recursos más importantes de la sociedad entrerriana: las tierras públicas
rurales.
Una de las tecnologías logísticas ausente durante este periodo fue un proyecto
topográfico-catastral. Aunque la actividad cartográfica había sido asumida como
objetivo del Departamento Topográfico en el año 1862, puntualmente, el inicio de la
construcción de una carta topográfica y los registros gráficos departamentales no dieron
su puntapié inicial sino hacia el año 1872. Sin lugar a dudas, la década de 1870
representó un cambio de época en este sentido.254 Destacamos la ausencia de esta

254
Fue el agrimensor Melitón González, que se encontraba frente del reorganizado organismo
gubernamental, quien comenzó el trabajo concreto de construcción de los registros gráficos de los

[198]
tecnológica logística durante el periodo abordado porque los mapas topográfico-
catastrales a mediana y gran escala constituían, por un lado, “una representación a gran
escala, precisa y uniforme del territorio… necesarios para dirigir cualquier operación
planificada y plasmar la división administrativa”, por otro lado, “un inventario gráfico
consistente en la identificación, medición y valoración de la propiedades… necesario
para gravar de manera equitativa la propiedad”, pero también, una herramienta en
manos del gobierno entrerriano para determinar la reserva real o stock fijo de tierras
públicas rurales en manos del Estado provincial (extensión, localización, calidad y
valoración) en manos del Estado provincial.255
Otra de las tecnologías logísticas ausente fue la organización de un trabajo mixto
entre un sistema de estadística fiscal y el establecimiento del catastro. Entre los años
1866 y 1869, funcionó una Mesa de Estadística bajo la órbita del Departamento
Topográfico. Al frente de este organismo gubernamental estuvo el francés Alejo Peyret
acompañado por agrimensores Juan Leo y Domingo Vico, en el cargo de Oficial
Escribiente.256 Peyret presentó los resultados de sus primeros relevamientos generales
ante el Ministerio General de Gobierno a principios del año 1868 y poco tiempo después
renunció al cargo dejando en suspenso el funcionamiento de la Mesa de Estadística que
finalmente terminó disolviéndose.257 Más allá de estos aspectos anecdóticos es
importante remarcar que este organismo gubernamental no incluyó en sus operaciones

departamentos Uruguay y Gualeguay, así como también, de la “Carta Topográfica de la Provincia de


Entre Ríos con la demarcación de Terrenos Particulares” (1873). Una comisión integrada por los
agrimensores Ambrosio Lantelme, Juan Leo y Victoriano Guzmán recomendó al gobierno provincial la
aprobación de la Carta de M. González, la cual fue adoptada oficialmente a través del Decreto de 15-09-
1873. Al mismo tiempo, el gobierno entrerriano recibía proyectos cartográficos de los agrimensores Juan
Leo (Carta Topográfica, 1871) y Justiniano Lynch (Mapa Catastral, 1873). La propuesta de J. Leo fue
rechazada por imperfecta y no fue autorizada como publicación oficial, aunque el Departamento
Topográfico sugirió al Ministerio Genera de Gobierno la colaboración con el constructor para su
publicación y la adquisición de algunos ejemplares “para los usos de comercio”. Mientras que la
propuesta de J. Lynch fue aprobada por el Departamento Topográfico, pero no prosperó debido al alto
costo de su ejecución.
255
MURO, José Ignacio, NADAL, Francesc, URTEAGA, Luis. Geografía, estadística y catastro en
España, 1856-1870; Barcelona, Ediciones del Serbal, 1996, pp. 7-10.
256
El programa de trabajo presentado por A. Peyert ante Ministerio General de Gobierno dividió las
operaciones estadísticas en seis bloques descriptivos: (1) Física y Geográfica (situación topográfica en
relación a las divisiones administrativas y clases/calidades de terrenos útiles para la agricultura y
ganadería); (2) Material o Industrial (productos del sector agrícola y ganadero); (3) Comercial, Crédito y
Circulación (instituciones financieras y medios de comunicación terrestre/fluvial); (4) Población; (5)
Administración Pública (servicios públicos, números de agentes y recursos para atender gastos generales);
e (6) Intelectual y Moral (colegios, escuelas, sociedades filantrópicas, socorros mutuos, hospitales, clubes,
casinos, teatros, imprentas, periódicos, bibliotecas públicas, religión y culto).Informe de Alejo Peyret al
Ministerio General de Gobierno; Concepción del Uruguay, 04-10-1866; en AHER, Sección Gobierno,
Serie VII, Caja 10, Legajo 18 “A”, Octubre a Diciembre de 1866. Comunicaciones entre el Jefe de la
Mesa de Estadística a los Ministros.
257
Informe de Alejo Peyret al Ministerio General de Gobierno; Concepción del Uruguay, 04-01-1868; en
AHER, Sección Gobierno, Serie VII, Caja 11, Legajo 1.

[199]
técnicas y administrativas el relevamiento y tratamiento de información catastral y
fiscal, más aún, presentó un comportamiento desacoplado o desarticulado con el
Departamento Topográfico, de quien dependía de forma directa y era el principal
responsable de la ejecución de las políticas estatales de tierras provinciales. Como
hemos podido ver a lo largo de este trabajo quien brindó una primera síntesis general
acerca del proceso de transferencia de tierras públicas rurales a manos privadas fue la
Contaduría General de la Provincia, a cargo de Ramón Alzugaray, que dio los primeros
datos agregados acerca de la trasferencia efectiva de terrenos o parcelas rurales según
departamentos, superficie vendida y escriturada e ingresos fiscales correspondiente al
período 1863-1871.

Intuimos que los principales obstáculos para el desarrollo de estas tecnologías


logísticas fueron consecuencia de las escasas posibilidades presupuestarias de los
sucesivos gobiernos entrerrianos, cuyos recursos o rentas públicas, fueron orientados a
resolver necesidades políticas y administrativas de mayor urgencia, sobre todo,
pensando que dichas tecnologías –como el caso puntual de los proyectos cartográficos-
catastrales- tenia elevadísimos costos; por otra parte, una corporación técnico-
profesional en formación regulada por el Estado provincial, como lo eran los
agrimensores públicos, no se encontraba aún preparada para llevar adelante operaciones
geodésicas, topográficas y de representación gráfica a mediana y gran escala, pues su
práctica concreta a “ras del suelo” habían sido las operaciones de mensura de terrenos o
parcelas rurales a “pequeña escala”.

Llegando al punto final de nuestro trabajo hemos intentado responder a los


interrogantes planteados al comienzo del mismo, aunque algunos de ellos quedan por
profundizar, al mismo tiempo que han surgido nuevos interrogantes. Entre ellos se
encuentra lo relativo al funcionamiento, real y concreto, de los agentes intermedios que
integraron la red de organismos gubernamentales en relación a la transferencia de tierras
públicas rurales a manos privadas ¿cómo operaron las Jefaturas Departamentales y los
Juzgados de Paz en la resolución de conflictos y disputas por el acceso, uso y control de
los terrenos o parcelas rurales entre ocupantes, poseedores y propietarios? En relación a
esta pregunta ¿Cómo fueron las relaciones, dentro de las propias jurisdicciones, entre las
Jefaturas Departamentales, los Escribanos Públicos y las Receptorías Departamentales
frente a las presiones del poder central por hacer cumplir las exigencias del nuevo
estatuto normativo de tierras provinciales? Otro de los interrogantes abierto podemos

[200]
ubicarlo entre la formalización de los nuevos procedimientos de titularización, la
normatización de las operaciones de mensura y las acciones concretas de los
agrimensores públicos. Esto nos lleva a la incorporación de los duplicados y planos de
mensuras como fuente de estudio, y también nos remite a uno de los nodos más
sensibles de la red de organismos e instituciones gubernamentales desplegado por el
Estado provincial para controlar el territorio: ¿Cuáles fueron los obstáculos con los que
se encontraron los agrimensores públicos al momento de llevar adelante su tarea de
campo en las operaciones de medición, registro y mapeo? Seguramente esto nos
brindará una mirada más compleja y acabada de este proceso de disciplinamiento social,
al poner en tensión la normatización de las prácticas de intervención técnica-ingenieril
frente a los emergentes del espacio rural entrerriano. Por último, otro aspecto a
considerar es la necesidad de una reconstrucción, más o menos completa, a mediano y
largo plazo, del proceso de transferencia de tierras públicas rurales a manos privadas.
En este sentido, nuestra tarea fue absolutamente parcial, por lo tanto, no pudimos
presentar datos o series homogéneas y comparables que nos permitieran poder extraer
alguna interpretación general acerca del ritmo de apropiación, la localización espacial,
los sectores y actores que reconvirtieron derechos, la estructura de propiedad
consolidada, etc. Sin lugar a dudas esto requiere de una vuelta al trabajo de búsqueda o
pesquisa de fuentes documentales dispersas o fragmentadas localizadas en diferentes
repositorios institucionales. Todo ello, deseamos poder profundizar y ampliar en futuros
trabajos de investigación.

[201]
ANEXOS

[202]
CAPITULO 3

Anexo 1. Gastos de la Administración del Estado en el Presupuesto General. Entre


Ríos, 1861-1864.

1861 1862 1863 1864

$ fuertes % $ fuertes % $ fuertes % $ fuertes %

Cámara Legislativa 24.501 6.5 26.162 6.3 21.820 5.1 19.468 5.6

Gobernación 8.920 2.4 10.420 2.5 8.920 2.1 7.264 2.1

Ministerio General 12.804 3.4 11.880 2.8 11.640 2.7 10.588 3.1

Archivo General 1.100 0.2 1.140 0.3 1.140 0.3 600 0.1

Departamento Topográfico - - 6.600 1.6 6.420 1.5 4.176 1.2

Hospitales y Médicos de Policía - - 17.560 4.2 10.000 2.3 6.000 1.7

Contaduría General 6.384 1.6 8.344 1.9 12.040 2.7 9.952 2.8

Tesorería General 2.520 0.6 2.460 0.6 2.860 0.7 2.316 0.6

Receptorías 14.400 3.8 13.740 3.3 13.620 3.1 9.960 2.8

Publicaciones Oficiales 6.000 1.6 4.000 0.9 4.000 0.9 3.000 0.8

Administración de la Justicia 51.356 13.6 62.754 14.9 65.522 15.1 54.918 15.7

Culto 2.600 0.6 10.210 2.4 15.178 3.5 4.840 1.4

Instrucción Pública 40.600 10.8 45.716 10.9 43.900 10.1 36.092 10.4

Administración Departamental 172.058 45.5 176.152 42.2 185.184 43.2 155.006 44.5

Obras Públicas 25.000 6.7 10.000 2.4 15.000 3.5 10.000 2.8

Pensiones y Eventuales 10.000 2.6 12.000 2.8 16.788 3.8 14.068 4.1

Total 378.243 100 419.138 100 434.032 100% 348.248 100

Fuente: elaboración propia a partir de Ley de 29-04-1861; RLDAER, Tomo VII: 1856 a 1861…, pp.
405-419. Ley de 16-05-1862 y Ley de 21-04-1863; en RLDAER, Tomo VIII: 1862 a 1863…, pp. 155-
174 y 441-472. Ley de 30-04-1864; en RLDAER, Tomo IX: 1864 a 1866; pp. 187-213.

[203]
Anexo 2. Agentes de Administración de la Justicia. Entre Ríos, 1861-1864

Año 1861 Año 1862 Año 1863 Año 1864


Cargos
Nº Nº Nº Nº
Camaristas 5 5 5 5
Cámara de

Relatores 1 1 1 1
Justicia

Escribano Gral. 1 1 1 1
Oficial de Justicia 1 1 1 1
Oficial Escribiente - 1 1 1
Alzada

Juez de Alzada 2 2 2 1
Escribano de Alzada - 2 2 1
Juez de 1º Instancia (Crim.) 2 2 2 4
Circunscripciones Judiciales

Juez de 1º Instancia (CvCm) 2 2 2 4


Uruguay - Nogoyá

Agente Fiscal 2 3 3 4
Defensor de Menores 2 3 3 4
Escribano del Crimen 2 3 3 3
Alguacil Ejecutor 2 3 3 2
Escribiente Criminal - 3 3 3
Portero - 4 4 4
Alcalde de Cárcel 2 3 3 3
Juzgados

Juez de Paz 12 17 17 16
de Paz

Escribiente 12 17 17 14
Ordenanza 12 17 17 5
Total 60 90 90 77

Anexo 3. Agentes de Administración Departamental. Entre Ríos, 1861-1864.

Año 1861 Año 1862 Año 1863 Año 1864


Cargos
Nº Nº Nº Nº
Jefe Político 10 9 11 11
Secretario 10 10 10 -
Oficial 1º 10 10 8 11
Jefatura Política

Oficial 2º 6 7 7 7
Escribiente 3 1 7 9
Médico 12 15 11 11
Comisarios - 7 52 47
Encargados /Celadores - 12 9 17
Delegado Político 2 2 2 4
Subtotal 53 73 117 117
Capitanes 7 7 8 -
Tenientes 7 14 14 -
Guardia de Seguridad o Policía

Alférez 14 14 14 -
Sargento Mayor - 1 2 -
Jefe de Guardia - - - 5
Oficial - - - 11
Sargento 1º 7 7 7 18
Sargento 2º 28 28 28 5
Cornetas 10 10 11 -
Cabos 1º y 2º 56 50 50 52
Soldados / Guardia 259 259 300 347
Subtotal 388 390 434 438
Total 385 463 551 555

Fuente: elaboración propia a partir de Ley de 29-04-1861; RLDAER, Tomo VII: 1856 a 1861…, pp.
405-419. Ley de 16-05-1862 y Ley de 21-04-1863; en RLDAER, Tomo VIII: 1862 a 1863…, pp. 155-
174 y 441-472. Ley de 30-04-1864; en RLDAER, Tomo IX: 1864 a 1866; pp. 187-213. (Anexo 2 y 3).

[204]
CAPITULO 6

Anexo 1. Departamento Topográfico: agentes contratados, ascendidos y cesados.


Entre Ríos, 1862-1872.

Fuente de
Año Cargo Agente Periodo Designación Cese
reclutamiento
Rebelión
Carlos Tomas 20-09-1862 a
Presidente Decreto de P.E. Sin datos Jordanita
Sourigues 12-07-1870
(m. 1870)
Vocal 20-09-1862 a Colegio del Epidemia
Luis Lavergne Decreto de P.E.
Agrimensor 1º 28-04-1868 Uruguay (m. 1868)
Colegio del Rebelión
Vocal Juan B. 20-09-1862 a Uruguay Jordanista
Decreto de P.E.
1862 Agrimensor 2º Martínez 12-07-1870 Recomendación (interrupción
de C.T. Sourigues institucional)
Colegio del Rebelión
Agustín 20-09-1862 a Uruguay Jordanista
Oficial 1º Decreto de P.E.
Villanueva 12-07-1870 Recomendación (interrupción
de C.T. Sourigues institucional)
Juan L. 20-09-1862 a Colegio del
Oficial 2º Decreto de P.E. Renuncia
Martínez 09-04-1864 Uruguay
Colegio del
Ambrosio 12-06-1864 a Uruguay
1864 Oficial 2º Decreto de P.E. Renuncia
Lantelme 09-11-1868 Recomendación
de C.T. Sourigues
Sin datos
Vocal 24-08-1866 a
1866 Juan Leo Decreto de P.E. Recomendación Renuncia
Agrimensor 3º 19-08-1868
de L. Lavergne
Rebelión
Sin datos
Vocal Joaquín 28-04-1868 a Jordanista
Decreto de P.E. Recomendación
Agrimensor 1º Teodoro Egaña 12-07-1870 (interrupción
de J.J. de Urquiza
institucional)
Colegio del Rebelión
Vocal Mariano 23-08-1868 a Uruguay Jordanista
1868 Decreto de P.E.
Agrimensor 3º Alicedo 12-07-1870 Recomendación (interrupción
de C.T. Sourigues institucional)
Colegio del Rebelión
Fermín T. 09-11-1868 a Uruguay Jordanista
Oficial 2º Decreto de P.E.
Espiro 12-07-1870 Recomendación (interrupción
de C.T. Sourigues institucional)
Presidente 01-07-1871 a Colegio del
Julio V. Díaz Decreto P.E. Renuncia
Ingeniero 16-05-1872 Uruguyay
Vocal Melitón 01-07-1871 a
Decreto de P.E. Promoción
1871 Agrimensor 1º González 16-05-1872
Vocal Juan B. 01-07-1871 a Departamento
Decreto de P.E. Renuncia
Agrimensor 2º Martínez 03-10-1872 Topográfico
Vocal Ambrosio 16-10-1871 a Decreto de P.E. Departamento -

[205]
Agrimensor 3º Lantelme 1876 Topográfico
Juan L. 01-07-1871 a Departamento
Oficial 1º Decreto de P.E. Promoción
Caminos 03-10-1872 Topográfico
01-07-1871 a Departamento
Oficial 2º Juan Leo Decreto de P.E. Promoción
22-05-1872 Topográfico
Oficial Victoriano 07-09-1871 a
Decreto de P.E. - Renuncia
Delineador Guzmán 03-10-1872
Oficial 07-09-1871 a Colegio del
Fausto Pajares Decreto de P.E. Renuncia
Delineador 09-11-1872 Uruguay
Presidente Melitón 16-05-1872 a
Decreto de P.E. - -
Ingeniero González 15-01-1876
Vocal 22-05-1872 a Departamento
Juan Leo Decreto de P.E. -
Agrimensor 1º 01-06-1874 Topográfico
Vocal Juan L. 03-10-1872 a Departamento
Decreto de P.E. Renuncia
Agrimensor 2º Caminos 31-12-1872 Topográfico
Oficial 05-06-1872 a
1872 Domingo Vico Decreto de P.E - Renuncia
Delineador 2º 19-10-1872
Oficial 19-10-1872 a Colegio del
José Rígoli Decreto de P.E. Renuncia
Delineador 2º 07-07-1873 Uruguay
Oficial José M. Colegio del
09-10-1872 Decreto de P.E. -
Auxiliar 1º Rodriguez Uruguay
Oficial Eduardo 09-11-1872 a Colegio del
Decreto de P.E. -
Auxiliar 2º Masramón 08-10-1873 Uruguay

Fuente: elaboración propia a partir de AHER. Fondo Gobierno. Serie XIV: Ministerio de Gobierno.
Subserie D: Departamento Topografico. Carpeta N° 1: 1860-1872. AHCU. Libro de Notas Varias. Años
1854 a 1857 [A1], Libro de Notas Varias. Años 1860 a 1865 [A3], Libro Copiador de la Secretaría del
Colegio Nacional del Uruguay. Años 1860-1861 [F], Libro de Actas de Exámenes. Años 1855-1865 y
1866-1868 [H1] y Libro de Matricula del Colegio del Uruguai. Años de 1858, 1859 i 1860.

[206]
Anexo 2. Departamento Topográfico: registro de agrimensores públicos
matriculados. Entre Ríos, 1871 y 1884.

Periodo 1871-1873 Período 1874-1878

Nº Apellido y Nombre Nº Apellido y Nombre

1 MARTINEZ, Juan B. 19 PIROVANO, Juan

2 DIAZ, Julio V. 20 SOL, Arístides

3 GONZALEZ, Melitón 21 VILLANUEVA, Agustín

4 LEO, Juan 22 PICOT, León

5 LANTELME, Ambrosio 23 CZETZ, Juan

6 DELORT, Carlos V. 24 ARUGOS RODRIGUEZ, Francisco

7 AVILA, Pablo C. 25 COUGOMBLES, Fabián

8 ALICEDO, Mariano 26 LABADIÉ, Félix

9 VICO, Domingo 27 VIDAECHEA, Teodoro

10 MADARIAGA, Francisco Período 1879-1884

11 MATTI, Vicente 28 MARZIN, Juan

12 MARTINEZ, Juan L. 29 MEDUS, Daniel

13 ESPIRO, Fermín T. 30 SOL, Genulfo

14 ZAVALÏA, Donato 31 SALVAT, Raimundo

15 HERNANDEZ, Rafael 32 THOMPSON, Carlos

16 TRIACA, Sebastián 33 PIETRANERA, Edmundo

17 CAMINOS, Juan L. 34 ULIBARRE, G.

18 ARRIOLA, Nicolás 35 PRESAS, Lorenzo

Fuente: elaboración propia a partir de Memoria del Departamento Topográfico de la Provincia de Entre
Ríos desde 1 de Enero de 1872 al 1º de mayo de 1873; en Archivo Historia de Entre Ríos. División
Gobierno. Serie XIV. Ministerio de Gobierno. Subserie D: Departamento Topográfico. Carpeta Nº2:
1873-1882. Legajo 1.

[207]
CAPITULO 7

Anexo 1. Relaciones de transferencia de títulos remitidas por escribanos públicos al


Departamento Topográfico según departamentos. Entre Ríos, 1871.

Nº de
Departamento %
Transferencias
Concordia 1.073 35.9

Uruguay 1.046 34.8

Paraná 336 11.2

Gualeguaychú 174 5.8

Federación 109 3.6

Colón 71 2.5

Rosario del Tala 62 2.1

Victoria 43 1.4

La Paz 38 1.3

Diamante 29 0.9

Villaguay 17 0.5

Total 2.998 100

Fuente: elaboración propia a partir de Memoria del Departamento Topográfico de la Provincia de Entre
Ríos perteneciente a 1871; Uruguay, 18-01-1872; en Memoria del Ministerio General de la Provincia de
Entre Ríos. Año 1871; Buenos Aires, Imprenta del Porvenir, 1872, pp. 515-518.

[208]
CAPITULO 8

Anexo 1. Superficie vendida y operaciones de transferencia por departamentos. Entre Ríos, 1863-1866.

0-3000 3001-6000 6001-9000 9001-12.000 12.001-15.000 15.001-18.000 18.001-21.000 21.001-25.000


Hect. Oper. Hect. Oper. Hect. Oper. Hect. Oper. Hect. Oper. Hect. Oper. Hect. Oper. Hect. Oper.
Trans. Trans. Trans. Trans. Trans. Trans. Trans. Trans. Trans. Trans. Trans. Trans. Trans. Trans. Trans. Trans.
Concordia 4.279 4 20.204 4 17.053 2 10.933 1 26.431 2 16.266 1 - - - -

Diamante - - - - - - 11.048 1 - - - - - - - -

Gualeguay 16.581 15 23.575 6 37.656 5 10.853 1 14.850 1 33.014 2 - - - -

Gualeguaychú 9.284 7 13.434 3 7.427 1 9.793 1 - - - - - - - -

La Paz 673 1 3.589 1 - - - - 13.783 1 - - - - - -

Nogoyá 9.912 9 16.708 3 8.606 1 - - - - - - - - - -

Paraná 6.665 5 9.310 2 8.103 1 - - - - - - - - - -

Tala 4.275 2 8.917 2 - - - - - - - - - - - -

Uruguay 3.211 5 10.928 2 - - - - - - - - - - 21.843 1

Victoria 319 1 - - - - - - - - - - - - - -

Villaguay 1.612 2 3.144 1 8.065 1 - - - - - - 19.398 1 - -

TOTAL 56.811 51 109.809 24 86.910 11 42.627 4 55.064 4 49.280 3 19.398 1 21.843 1

Fuente: elaboración propia a partir de AHER. Fondo: Hacienda. Carpeta Nº 165. Serie: 1. Año 1863-1864-1865-1866. Legajo Nº 5: 1863-1866. Libro Copiador de Informes
de la Contaduría General.

[209]
Anexo 2. Superficie demandada y operaciones de solicitud por departamentos. Entre Ríos, 1871.

TIERRAS PUBLICAS TIERRAS PRIVADAS SIN IDENTIFICACION


Arrendamiento Fiscal Posesión Propiedad Desconocido Sin Informar
N° de has. N° de op. N° de has. N° de op. N° de has. N° de op. N° de has. N° de op. N° de has. N° de op. N° de has. N° de op.
Colon - - 4.909 6 - - - - - - 11.634 4
Concordia 3.704 1 66.847 29 38.930 7 - - 47.465 5 67.375 36
Diamante 88 1 4.782 14 2.120 6 - - 48 1 1.931 5
Gualeguay - - 3.578 11 3.274 5 - - 266 1 11.507 20
Gualeguaychú - - 30.768 22 7.756 12 - - - - 41.730 19
La Paz 3.387 3 26.291 13 49.840 13 - - 532 1 87.247 25
Nogoyá 26 1 4.948 8 7.823 7 496 1 - - 7.229 12
Paraná - - 10.331 15 1.762 4 246 1 - - 6.628 6
Tala 137 1 2.441 9 22.207 29 - - - - 1.743 3
Uruguay - - 541 14 158 1 241 1 - - 9.031 4
Victoria - - 12.109 23 1.429 7 - - 838 4 1.130 6
Villaguay - - 30.120 30 19.759 8 88.435 4 4.046 3 45.740 25
Total 7.342 7 197.665 194 155.058 99 89.418 7 53.195 15 292.925 165

Fuente: elaboración propia a partir de AHER. División Gobierno. Serie XIV: Ministerio de Gobierno. Subserie D: Departamento Topográfico. Carpeta N° 1: 1860-1872.
Legajo 13: 1871 – Relación de los Expedientes en Tramitación.

[210]
Anexo 3. Deducciones e incrementos en el pago de tierras públicas rurales.
Entre Ríos, 1863-1866.

Conceptos Pesos oro

Tasación Final $604.091

Deducciones $324.726

Ley de 20-11-1861
Art. 13 (TL) (33%) $43.139
Art. 14 (GE) (50%) $235.147

Ley de 17-05-1862
Art. 2 (50%) 56.953

Ley de 02-05-1864 (Art. 4 y 5)


Mensura $5.136
Escritura $1.580

Incrementos $11.179

Arrendamiento $11.042
Contribución directa $137

Saldo Final $279.103

Fuente: elaboración propia a partir de AHER. Fondo: Hacienda. Carpeta Nº 165. Serie: 1. Año 1863-
1864-1865-1866. Legajo Nº 5: 1863-1866. Libro Copiador de Informes de la Contaduría General.

[211]
Anexo 4. Listado de compradores de tierras públicas rurales según Ley de 20-11-
1861. Entre Ríos, años 1863-1866.

Fecha de
Nº Compradores (Apellido y Nombre) Departamento Hectáreas Derecho reconocido
Operación
1 URDINARRAIN, Manuel A. (Gral) Concordia 13.606 Poseedor con título legal 05-03-1863
2 MONTERO, Vicente H. Concordia 5.802 Poseedor con "gracia especial" 23-04-1863
3 CORREA, Santos (Cnel.) Concordia 10.933 Poseedor con título legal 22-06-1863
4 BELGRANOS Hermanos Concordia 3.232 Poseedor con título legal 22-06-1863
5 BENITEZ, Juan Uruguay 246 Poseedor con "gracia especial" 10-09-1863
6 DE SOUSA, Irineo E. - Barón de Maua Gualeguay 8.425 Poseedor con "gracia especial" 21-10-1863
GALVAN Hnos. (Constancio, Martín, Dionisia
7
y Francisca) Uruguay 5.491 Poseedor con "gracia especial" 16-11-1863
8 DUPORTAL, Teófilo Anne Gualeguay 8.952 Poseedor con "gracia especial" 08-01-1864
9 BENITEZ, José Ignacio Concordia 8.800 Poseedor con "gracia especial" 18-01-1864
10 HUGHES, Luis Uruguay 675 Poseedor con título legal 18-01-1864
11 FERNANDEZ, Antonio Uruguay 452 Poseedor con "gracia especial" 15-02-1864
12 LOPEZ, Anselmo Uruguay 712 Poseedor con "gracia especial" 18-02-1864
13 HAYMES, Enrique Gualeguay 3.573 Poseedor con "gracia especial" 24-02-1864
14 AGILOY, Francisco Nogoyá 5.400 Poseedor con "gracia especial" 01-03-1864
15 CALDERON Hermanos (Jacinto y Salustriano) Gualeguay 4.050 Poseedor con "gracia especial" 16-04-1864
16 CALDERON Hermanos (Jacinto y Salustriano) Gualeguay 6.064 Poseedor con "gracia especial" 16-04-1864
VENTOS ALVAREZ, Manuel y ZEVALLOS,
17
Anselma Gualeguay 6.115 Poseedor con "gracia especial" 09-06-1864
18 RAMIREZ, Juan B. Paraná 970 Poseedor con "gracia especial" 09-06-1864
19 VICTORICA, Bejamín y BENITEZ, Marcos Concordia 16.266 Poseedor con título legal 1864
20 VICTORICA, Enrique Paraná 5.615 Sin derecho previo 12-06-1864
DEL CARRIL, Salvador Ma. y BARBER,
21
Antonio Gualeguay 16.200 Poseedor con "gracia especial" 12-08-1864
22 BENITEZ, José e Hijo (BENITEZ Apolinario) Gualeguay 14.850 Poseedor con "gracia especial" 18-08-1864
23 GELABERT, Franciso Paraná 2.758 Poseedor con "gracia especial" 20-09-1864
24 GONZALEZ, Pedro M. (Cnel.) Villaguay 3.144 Poseedor con título legal 20-09-1864
25 BENITEZ, Apolinario Gualeguay 3.048 Poseedor con "gracia especial" 03-11-1864
26 JAIME, Pedro y JAIME, Transito Gualeguay 82 Poseedor con "gracia especial" 22-11-1864
27 VELA, Ambrosio Gualeguaychú 2.700 Poseedor con "gracia especial" 03-12-1864
28 LAZO, Julian Gualeguay 8.100 Poseedor con "gracia especial" 05-12-1864
29 BENITEZ, Apolinario Gualeguay 10.853 Poseedor con "gracia especial" 06-12-1864
30 MAC DOUGALL, Diego Gualeguay 2.700 Poseedor con "gracia especial" 06-12-1864
31 MAC DOUGALL, Hugo Gualeguay 5.400 Poseedor con "gracia especial" 06-12-1864
32 RAMOS, Pascual (o RAMMS) Nogoyá 8.606 Poseedor con "gracia especial" 20-12-1864
33 ESPIL, Domingo Concordia 5.642 Poseedor con título legal 21-12-1864
34 DEL VALLE, Modesto Gualeguay 2.025 Poseedor con título legal 23-12-1864
35 LAPALMA, José Nogoyá 5.908 Poseedor con "gracia especial" 21-12-1864
36 GARCIA, Alvon??? Gualeguay 2.790 Poseedor con "gracia especial" 30-12-1864
37 URQUIZA, Justo José (Gral.) Uruguay 21.843 Poseedor con "gracia especial" 30-12-1864
38 REFFINO, Luis Paraná 3.695 Poseedor con "gracia especial" 1865
39 DEL CARRIL. Salvador La Paz 13.783 Poseedor con título legal 13-02-1865
40 OTAÑO, Ramón La Paz 3.589 Poseedor con "gracia especial" 1865
41 VILLANUEVA, Gabriel Paraná 66 Poseedor con "gracia especial" 03-03-1865
42 FOREST, Claudio Gualeguay 259 Poseedor con título legal 16-03-1865
43 FERNANDEZ, Pedro Gualeguay 909 Poseedor con "gracia especial" 1865
44 MARTINEZ, Agustín Tala 3.252 Poseedor con "gracia especial" 07-04-1865
45 SOLA, Ramón Nogoyá 2.810 Poseedor con "gracia especial" 17-04-1865

[212]
46 ALVAREZ, Vicente Nogoyá 675 Poseedor con "gracia especial" 17-04-1865
47 CARBALLO, Regina Nogoyá 491 Poseedor con título legal 20-04-1865
48 OXANDABURU, Juan Gualeguaychú 3.727 Poseedor con "gracia especial" 06-05-1865
49 LOPEZ, Mariano Paraná 1.458 Poseedor con "gracia especial" 15-05-1865
50 DEL CARRIL, Salvador Ma. Paraná 8.103 Poseedor con "gracia especial" 15-05-1865
51 FERREYRA, Martin Gualeguay 3.454 Poseedor con "gracia especial" 16-05-1865
52 ROMERO, Froilan Guelaguychu 829 Poseedor con "gracia especial" 19-05-1865
53 VELAZQUEZ, Hadelín y MIGUEZ, Benito Tala 5.665 Poseedor con "gracia especial" 22-05-1865
54 NUÑEZ, Máximo Gualeguaychú 5.463 Poseedor con "gracia especial" 30-05-1866
55 RODRIGUEZ DE RODRIGUEZ, Marcelina Gualeguaychú 582 Poseedor con título legal 02-06-1865
56 GALARZA, Máximo Gualeguaychú 419 Poseedor con título legal 20-07-1865
57 DUEJO, José Gualeguaychú 2.700 Poseedor con "gracia especial" 05-08-1865
58 DEVOTO Hermanos Diamante 11.048 Poseedor con "gracia especial" 19-09-1865
59 ORTIZ, Celestino Nogoyá 5.400 Poseedor con "gracia especial" 28-10-1865
60 GUERRA, Tomás Gualeguaychú 602 Poseedor con "gracia especial" 14-12-1865
61 ORTIZ, José Ma. Paraná 1.413 Poseedor con "gracia especial" 29-12-1865
62 BARROETAVEÑA, Francisco Gualeguay 541 Poseedor con "gracia especial" 30-01-1866
63 ALFARO, Estefanía Nogoyá 280 Poseedor con "gracia especial" 30-01-1866
64 LEMAN DE MILLAN, Lucia e Hijos Gualeguay 16.814 Poseedor con "gracia especial" 06-02-1866
65 MENDIETA, Dionisia Tala 2.925 Poseedor con "gracia especial" 10-02-1866
66 VILLALBA, Julian y FERNANDEZ, Leonarda Uruguay 1.126 Poseedor con "gracia especial" 23-02-1866
67 CARABALLO, Manuel (Cnel.) Gualeguaychú 9.793 Poseedor con "gracia especial" 06-03-1866
68 ALMADA, Apolinario (Gral.) Gualeguaychú 7.427 Poseedor con "gracia especial" 10-03-1866
69 GALVAN, Manuel Gualeguay 1.350 Poseedor con "gracia especial" 12-03-1866
70 HEREÑU, Pablo F. Nogoyá 746 Poseedor con "gracia especial" 16-03-1866
71 LEMAN DE MILLAN, Lucia e Hijas Gualeguay 541 Poseedor con "gracia especial" 21-03-1866
72 ROMERO, Aselmino Nogoyá 1.358 Poseedor con "gracia especial" 23-03-1866
73 MARTINEZ, Bernardo Nogoyá 451 Poseedor con "gracia especial" 05-04-1866
74 PABON, Juan C. (Cdte.) Concordia 8.253 Poseedor con título legal 15-05-1866
75 OTAÑO, José Ma. [MARCO] Concordia 461 Poseedor con título legal 29-05-1866
76 GALVAN, Manuel Gualeguay 1.350 Poseedor con "gracia especial" 03-07-1866
77 MERNES, Ambrosio Tala 1.350 Poseedor con "gracia especial" 17-07-1866
78 SALAS, José A. Villaguay 8.065 Poseedor con "gracia especial" 24-07-1866
79 FRANCIA, José Ma. Francia (Gral.) Concordia 12.825 Poseedor con "gracia especial" 01-08-1866
80 DOELLO, Andrés (herederos) Gualeguaychú 4.244 Poseedor con "gracia especial" 06-08-1866
81 NUÑEZ, Máximo Gualeguaychú 1.452 Poseedor con "gracia especial" 23-08-1866
82 BARRETO, Angel Concordia 5.528 Poseedor con título legal 17-09-1866
83 CARABALLO, Regina Gualeguay 90 Poseedor con "gracia especial" 12-09-1866
84 SEGURA, Wenceslao Gualeguay 479 Poseedor con "gracia especial" 28-09-1866
85 PEREYRA G. MEORO, Vesilación Gualeguay 4.050 Poseedor con "gracia especial" 28-09-1866
86 ENRIQUE, Bautista y ENRIQUE, Gregorio Villaguay 639 Poseedor con "gracia especial" 28-09-1866
87 Bernado PARACHU y RIVAROLA, Martín Gualeguay 224 Poseedor con "gracia especial" 08-09-1866
88 MARTINEZ, Mariano Concordia 637 Poseedor con título legal 03-10-1866
89 SILVA, Patricio Concordia 1.009 Poseedor con título legal 03-10-1866
90 FERREYRA, Emiliano Villaguay 19.398 Poseedor con "gracia especial" 17-10-1866
91 SAGASTUME, Fidel Victoria 319 Poseedor con "gracia especial" 23-10-1866
92 MORA, Juan Nogoyá 396 Poseedor con título legal 29-10-1866
LOZA, Felix y Margarita ASTORGA DE
93
HERRERA Nogoyá 2.705 Poseedor con "gracia especial" 10-11-1866
94 MENDEZ CASARIEGO, Benito Gualeguay 2.770 Poseedor con "gracia especial" 10-11-1866
95 GARCIA, Miguel Villaguay 973 Poseedor con "gracia especial" 12-11-1866
96 CALDERON, Jacinto y Sebastian Gualeguay 471 Poseedor con "gracia especial" 17-11-1866
97 GOMEZ, Sebastián Concordia 2.172 Poseedor con título legal 19-11-1866

[213]
98 CABRAL, Mariano Uruguay 5.437 Poseedor con "gracia especial" 29-11-1866
99 RAMIREZ,Juan La Paz 673 Poseedor con "gracia especial" 20-11-1866

Fuente: elaboración propia a partir de AHER. Fondo: Hacienda. Carpeta Nº 165. Serie: 1. Año 1863-
1864-1865-1866. Legajo Nº 5: 1863-1866. Libro Copiador de Informes de la Contaduría General.

[214]
FUENTES

Fuentes inéditas

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Fondo: Gobierno
- Serie I. Ministerios Generales, 1860-1869: memorias ministeriales.
- Serie V. Correspondencia entre el Poder Ejecutivo y la Legislatura (1821-1893)
Caja Nº 4: Años 1860-1863 (Legajo Nº 2, Legajo Nº 3 y Legajo Nº 5)
Caja Nº 5: Años 1864-1872 (Legajo N° 1)
- Serie VII. Estadística: correspondencia, informes, memorias.
- Serie VIII: Tierras, Propiedades del Estado y Colonización, 1778-1897: registros
y relaciones de expedientes.
- Serie XIV: Ministerio de Gobierno. Subserie D: Departamento Topográfico:
correspondencia, memorias, apuntes, expedientes, registros y proyectos.

Fondo: Hacienda
- Serie I: Contaduría y Tesorería General, 1818 a 1893.
Carpeta Nº 165 – Serie I - Años 1863 – 1864 – 1866. Legajo Nº 5: 1863 –
1866. Libro Copiador: de Informes de la Contaduría General

Honorable Cámara Legislativa de la Provincia de Entre Ríos


- Libros de Notas de la Comisión Permanente: correspondencia.
- Libros de Actas de la Cámara de Diputados: Diario de sesiones.
Libro de Actas Nº 8 del 14 de Junio de 1860 a 21 de Septiembre de 1860.
Libro de Actas Nº 9 del 14 de Junio de 1860 a 21 de Marzo de 1861.
Libro de Actas Nº 10 del 23 de Marzo de 1861 a 7 de Marzo de 1862.
Libro de Actas Nº 11 del 8 de Marzo de 1862 al 25 de Enero de 1865.
Libro de Actas Nº 12 del 9 de Febrero de 1866 al 19 de mayo de 1869.
Libro de Actas Nº 14 del 1 de Mayo de 1871 al 19 de Mayo de 1872.

[215]
(b) Archivo Histórico del Palacio San José (AHPSJ)

Fondo: Justo José de Urquiza (1773 – 1870)

- Serie: Estado. Sub-serie: Provincia de Entre Ríos - Tierra Pública:


correspondencia variada.
- Serie: Estado. Sub-serie: Provincia de Entre Ríos – Economía (propiedades,
contribuciones, préstamos, derechos de aduana y contribución directa):
correspondencia variada.

(c) Archivo Histórico del Colegio del Uruguay “Oscar Urquiza Almandoz”
(AHCU)

- Libro de Notas Varias. Años 1854 a 1857 [A1].

- Libro de Notas Varias. Años 1860 a 1865 [A3].


- Libro Copiador de la Secretaría del Colegio Nacional del Uruguay. Años 1860-
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- Libro de Actas de Exámenes. Años 1855-1865 y 1866-1868 [H1].

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