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RECOMENDACIONES PARA EL USO E INTEGRACIÓN DE LAS TECNOLOGÍAS DE

LA INFORMACIÓN Y LAS COMUNICACIONES EN LAS ACTIVIDADES FORMATIVAS


DEL ÁREA CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS DE LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA

Introducción

El uso de TIC en la Educación superior abarca desde la utilización simple de


dispositivos y aplicativos, hasta la producción de materiales didácticos que sirven de
instrumento para presentar contenidos, entre otras actividades. La premisa de ese
enorme rango de posibilidades es que las TIC pueden elevar la calidad de la educación.
Hay un consenso más o menos aceptado en el sentido de que no es suficiente
abastecerse de equipos e infraestructura, para lograr una mejora de la calidad en
términos sustantivos. Es necesario también invertir tanto en la formación de las personas
que utilizarán estos dispositivos, sean estos profesores o estudiantes, como en las formas
de utilización.

Estos aspectos, junto con la evolución de las dinámicas educativas, más los costos
económicos y sociales que su adopción implica por la resistencia al cambio, derivaron en
el interés de las 10 dependencias que conforman el Área de Ciencias Sociales y
Humanas de la Universidad de Antioquia por establecer unos parámetros generales que,
considerando el contexto particular de cada dependencia, la institucionalidad, los objetos
de estudios y la dinámica compleja de opciones de acción, facilite la priorización de focos
de gestión y ayude a definir acciones articuladas.

Esta propuesta se concentra en formular orientaciones que buscan identificar los


problemas comunes de cada dependencia y público de interés, para concebir, de forma
participativa, escenarios y posibilidades de intervención, sin afectar el ámbito de decisión
concreto de cada Facultad, Escuela o Instituto.

Se presenta inicialmente una exploración conceptual y normativa del país, el


departamento y la Universidad, para luego identificar el estado en que se encuentran las
dependencias del área en relación a las TIC, buscando con ello una aproximación a la
adopción de las TIC en la Universidad. A partir de allí, y tomando como base ese marco
referencial integral, de carácter normativo e institucional, se procede a "construir y de-
construir" problemáticas (Andrews, 2014), como etapa previa a la definición de una serie
de recomendaciones propiamente dichas.
1. ASPECTOS METODOLÓGICOS

Unos lineamientos en sentido general, más allá de servir para definir estrategias o guías
para realizar acciones en torno a un determinado tema o problemática, deben contribuir a
la construcción de una perspectiva coherente de las situaciones que se enfrentan en un
tópico o tema, con el propósito de servir de parámetro para la toma de decisiones
orientadas a desarrollar una visión compartida de futuro. Los lineamientos deben ayudar a
establecer las prioridades de corto, mediano y largo plazo, determinar objetivos
estratégicos, determinar criterios de asignación de roles internos y orientar la selección de
los medios de acción y las formas de organización para obtener los fines
organizacionales. Sin embargo pensar en lineamientos en este caso constituiría un asunto
muy ambicioso que trasciende los alcances de este trabajo. Es así como luego de estos
hallazgos se plantean unas recomendaciones que pueden dar lugar a mejorar la
implementación de las TIC en el proceso de enseñanza aprendizaje, no solo del área de
Ciencias Sociales, sino también de toda la Universidad.

Para llegar a estas recomendaciones fue preciso establecer una ruta de trabajo que se
fue redefiniendo en la medida en que se hacía necesario implementar otras estrategias
inicialmente no contempladas, para contrastar la información que se tenía de manera
previa, es así como se fue consolidando a partir de las siguientes etapas:

● Etapa cero: Formación del Comité de TIC. Conformado por miembros de la


comunidad universitaria de las dependencias del Área de Ciencias Sociales y
Humanas en función del desarrollo de la temática.

● Etapa Uno: Delimitación Conceptual. Identificación, análisis y articulación de los


conceptos básicos aplicables al tema de las TIC y su incorporación a los ejes
misionales universitarios. Se seleccionaron los elementos y conceptos, para
construir una perspectiva desde la cual organizar la interpretación de los hechos o
fenómenos relacionados con el tema, partiendo de la revisión de la literatura y de
la documentación de experiencias similares en organizaciones pertinentes en
términos de dimensión y alcances.

● Etapa Dos: Análisis del marco institucional, normativo y de políticas en el ámbito


externo nacional y en el entorno interno de la Universidad. Partiendo del análisis
de la dimensión institucional, se hizo una revisión del entorno en las
subdimensiones normativa y de planificación y, dentro de las cuales se formularían
las políticas de acción en materia de desarrollo y uso de TIC.

● Etapa Tres: Fase experimental de la implementación de un modelo de TIC en unas


Caja de Herramientas desde las cuales las distintas dependencias que componen
el área aportaron sus docentes y material pedagógico, para la construcción de una
herramienta que sirviera como base en la enseñanza de la investigación social.

● Etapa Cuatro: Análisis de problemáticas relativas a las brechas de incorporación.


Las tareas desarrolladas en esta etapa del trabajo implicaron la identificación de
interesados clave, determinación de necesidades y expectativas, la valoración de
señales contextuales relacionadas, la formulación y planteamiento de
problemáticas (Bardach, 2011) (Andrews, 2014), la comprensión causal de las
situaciones problemáticas y la selección y priorización de situaciones
problemáticas.

Lo anterior, a través de instrumentos cuantitativos (aplicación de cuestionarios a


292 profesores y levantamiento de datos estadísticos) y de herramientas
cualitativas (grupos focales 4 y entrevistas 6). Para el caso de los grupos focales
se pensó en que fueran docentes con diferentes tipos de vinculación con la
universidad (cátedra, ocasional y planta) más un último grupo focal realizado en el
mes de diciembre de 2017 con los Decanos y Directores del área. Para las
entrevistas se tuvo en cuenta la trayectoria del entrevistado en el campo de las
TIC. La estructura de las preguntas para los grupos focales fue determinada por
los hallazgos identificados en el rastreo inicial, las cuales se fueron afinando para
el cuestionario de la entrevista, buscando resolver algunos vacíos de información.

El propósito fundamental era identificar las principales brechas en materia de


integración de TIC en aspectos como la filosofía acerca de las TIC en la
Universidad, el papel de las TIC como apoyo, medio y complemento a la
enseñanza y el aprendizaje, la posición de las TIC en el currículo y en la oferta
formativa del área, las estructuras organizativas que soportan la operación de los
recursos TIC, el talento humano, las prácticas de gestión, los criterios de
asignación de recursos y presupuesto, las formas de capacitación y las políticas y
procedimientos existentes, en sus fundamentos esenciales teniendo como base
las percepciones y valoraciones de los agentes y actores clave del proceso.

Ya con la información recolectada se procedió a su análisis en una matriz de excel


en la cual se establecieron inicialmente las categorías “Conocimiento tecnológico,
conocimiento pedagógico y conocimiento de contenidos” teniendo como referencia
las propuestas por Koehler, Mishra y Cain (TPACK) (2015). Sin embargo al
estudiar a profundidad los hallazgos, fue determinante tomar decisiones frente a
estas categorías. De esta manera se agruparon “conocimientos pedagógicos y de
contenidos” y se renombraron como factores pedagógicos y de contenidos, se
descartó la categoría “conocimiento tecnológico” y se creó la categoría factores
institucionales.

Esta información se triángulo con los resultados del análisis cuantitativo derivado
del primer instrumento que se aplicó como cuestionario de Google a docentes del
área, para lograr mayores elementos de argumentación, sustentados en datos
estadísticos de las categorías definidas.

● Etapa Cinco: Recomendaciones específicas para la gestión de políticas. Las


políticas se deben gestionar, es decir, deben ser promotoras del cambio en la
organización universitaria. La idea es que promuevan las intervenciones en
condiciones de orden y coherencia. De igual manera, estas intervenciones
demandarán recursos, procesos operacionales generales, mecanismos de control
y formas de resolución de conflictos que prevengan la aparición de nuevos cuellos
de botella o situaciones problemáticas. En este componente el proceso se
concentró en proponer elementos esenciales para considerar el diseño de
herramientas que soporten estas demandas, dentro del marco institucional general
y universitario.
2. MARCO CONCEPTUAL, NORMATIVO Y DE POLÍTICAS PÚBLICAS

2.1 Referente conceptual

2.1.1 Enfoque base.

La teoría del valor público, propuesta por Moore (1995), asume que la finalidad de
las políticas es precisamente la creación de valor público, es decir, ella debe estar guiada
por tres ámbitos de gestión: la definición de valor público de las intervenciones, la gestión
política y la gestión operativa en torno a ellas. La creación de valor público, de acuerdo al
autor, consiste en el grado en el que la compensación derivada de la atención de las
demandas sociales supera los esfuerzos sociales y de la gestión pública. El valor público
se genera debido a que se atienden demandas ciudadanas específicas, definidas como
problemas de interés público, a través de determinados mecanismos de decisión e
intervención. La creación de valor también ocurre cuando la ciudadanía en general, a
través de sus representantes políticos, aprueba dicha intervención pública, debido a que
identifican que el problema público que esta atiende es particularmente relevante. Esta
perspectiva resulta especialmente útil en el análisis porque permite construir un marco
general de interpretación de las acciones de política en cualquier temática relevante o que
persiga un fin general aceptable como medio o ruta de tránsito para satisfacer intereses,
resolver problemas o atender necesidades. El tópico general de uso e incorporación de
las TIC en la educación en un contexto amplio, y en la educación superior en un ámbito
más estrecho, no se escapa de dicha interpretación, en la medida en que la misma
permite observar el proceso con una mirada desde el sentido del valor.

Los factores generadores de valor público, como en cualquier ámbito


organizacional, se localizan en las tareas de abastecimiento, operación y distribución
(Weiss, 1995), (Mc.Laughlin y Jordan, 1999), con sus elementos esenciales
correspondientes, esto es, talento adecuado, disponibilidad de equipos, herramientas e
infraestructuras, materiales y suministros suficientes y la aplicación de métodos,
tecnologías y políticas pertinentes. Este marco interpretativo general, aplicado a las
intervenciones en TIC para la educación, se presentaría como lo muestra la figura 1:
(Figura 1. Esquema de análisis contextual. Elaboración propia)

En la perspectiva planteada en estos lineamientos, en el ámbito de las


compensaciones, se reconoce que el uso de las TIC en educación se convierte en una
estrategia positiva en la medida en que puede ampliar el acceso a oportunidades de
aprendizaje, mejorar los logros de aprendizaje y calidad de la educación en general
mediante la incorporación de métodos avanzados de enseñanza, así como también por
intermedio de impulsar reformas de los sistemas educativos (UNESCO, 2009). Las TIC
deben ser consideradas como una palanca para producir cambios (Venezki, 2002), por lo
cual su utilización debe ser planificada cuidadosamente en función de los impactos que
con esas tecnologías se quieren producir, y que, de manera preliminar, se sitúan en el
terreno de la construcción colectiva de conocimiento, la mejora en las capacidades de
innovación y la facilidad de encajar en el concepto de aprendizaje a lo largo de la vida
(Hinostroza y Labbe, 2011). Este panorama hipotético de compensaciones sociales se
equilibra, en teoría, con la intervención compleja e integrada de ciertos factores
elementales de esfuerzo en un contexto y condiciones propios.

En este marco, en el ámbito de los esfuerzos, se deben señalar como factores


esenciales los siguientes:

● Talento Humano y Trabajo Colaborativo: Constituye el esfuerzo creativo e


intelectual que transforma la realidad y la oferta formativa real mediante la
utilización de las TIC. No incluye solo a los profesores u operadores de la oferta
formativa que utiliza las TIC, sino también implica el esfuerzo de estudiantes y
ciudadanos en general que se benefician de dicha utilización, pero a quienes
también les corresponde la ejecución de tareas preparatorias y de ajuste
colaborativo con los operadores de la oferta formativa para recibir la transferencia
de información que el proceso implica. Una referencia a este aspecto es que los
estudiantes deben saber manejar los equipos mediante los cuales reciben los
contenidos formativos para poder beneficiarse de ellos. En este sentido, uno de los
componentes más importantes para la evaluación de los procesos de integración y
uso de TIC en la educación es precisamente la intensidad en el uso de estas
tecnologías y las capacidades de uso de las mismas, como dos aspectos distintos
(Unión Internacional de Telecomunicaciones, 2009). Así las cosas, se debe
destacar como elementos clave del análisis tanto las capacidades de uso de las
TIC, es decir, la apropiación de competencias y la creación de habilidades (saber y
saber hacer) como la motivación para aplicarlas, es decir, la intencionalidad y la
voluntad para utilizarlas. La tarea crítica implica no solo crear competencias que
articulen las habilidades necesarias para hacer uso y apropiarse pedagógicamente
de las TIC, sino también la capacidad para implementar modelos de innovación
educativa colaborativa que permitan la construcción de sentido para el uso efectivo
de estas tecnologías.(Colombiaprende, 2015) (Reforzar con las etapas de
adopción de la tecnología del profesor Cartul).

● Espacios, Infraestructura, Herramientas y Equipos: Hace referencia al grado


real de disponibilidad de hardware actualizado para el uso de TIC (Radiodifusión,
Televisión, Telefonía fija, Telefonía celular, tipos de computadoras, pizarras
electrónicas, tabletas redes de área local, conexiones a Internet, , etc.), la
disponibilidad de software no obsoleto para el uso de TIC (software de uso general
y específico, transferencia de voz, imágenes y datos, sistemas de gestión del
aprendizaje, herramientas evaluativas, etc.) y las rutas y barreras de acceso que
se presentan para el uso de dichos equipos y software (UNESCO, 2009)

● Formas y Modalidades de Uso y Transferencia. Se refiere al sentido de utilizar


las TIC en la educación y las formas para materializarlo. Se refiere esto a la
consecuencia de aplicar "la visión de la gestión escolar desde la perspectiva de la
pedagogía y las TIC abarcando tres dimensiones: el aprendizaje tradicional; el
aprendizaje a lo largo de la vida; y la conectividad" (UNESCO 2011). Estas formas
y modalidades abarcan desde las versiones más simples, hasta casos de la
máxima complejidad e integración. Para Roberts, Romm y Jones (2000), estas
modalidades se ubican en cuatro modelos crecientes en términos de complejidad
e integración: Modelo de iniciación en el cual solo se ofrecerían, como máximo,
apuntes o algún otro material en formato web. Generalmente no se facilitan
oportunidades para la interacción o el diálogo, ni se proporcionan recursos extra;
el Modelo estándar, en el cual se trata de utilizar las ventajas proporcionadas por
la tecnología para permitir un cierto grado de comunicación e interacción entre
estudiantes y profesores, además de proporcionar otro tipo de recursos, como los
recursos electrónicos en forma de enlaces o similares; El Modelo evolucionado, en
el que se introduce elementos complementarios de a manera de entorno de
enseñanza (seguimiento de los alumnos, gestión electrónica, etc.), y de
aprendizaje (distribución en CD-ROM, clases pregrabadas en audio, animaciones,
clases en «vivo», etc.) como respuesta a demandas específicas de situaciones
donde es preferible la distribución de actividades en formato electrónico buscando
la interacción y la retroalimentación; y el Modelo radical, en el cual se ignora el
concepto de clases y los estudiantes son organizados de tal forma que puedan
aprender interactuando entre ellos y utilizando una diversa cantidad de recursos
web existentes, con el profesor actuando como guía, asesor, facilitador, o solo
cuando es requerido. Para Severin (2010), estas etapas pasan por cuatro pasos
de maduración: Emergencia, Aplicación, Integración y Transformación, cada una
con distintos grados de complejidad creciente en los aspectos integradores
señalados.
● Políticas. De forma aplicada, este aspecto haría referencia al rol que ocuparan las
TIC en la oferta de bienes y servicios educativos y formativos, en condiciones de
coherencia. También implica la relación de incentivos y restricciones que impactan
el resto de componentes, así como la construcción de narrativas comunes en la
Universidad respecto al tema de las TIC. Se señalan como elementos clave de
este aspecto el grado de institucionalidad (reglas de juego formales e informales
que orientan el uso de TIC), el marco decisional que implica la formulación de
lineamientos e instrumentos de planificación en función de los fines propios de la
incorporación e integración de las TIC en la oferta formativa, y el potencial de
intervención y control para generar cambios en los factores de transformación
mencionados, lo que incluye la dinámica de formulación y ejecución de proyectos
de gestión de TIC, la apropiación y ejecución de recursos asociados a esos
programas y proyectos y los mecanismos de seguimiento y monitoreo. Estas
políticas se enfocan en la toma de decisiones para la identificación e intervención
sobre problemas, riesgos y oportunidades en un término relativamente largo en el
tiempo.

● Lineamientos. En este contexto, como elementos de política, el propósito de los


lineamientos es proporcionar una base de fundamentos para las normas que las
dependencias expidan, establecer disposiciones administrativas generales sobre
uso de las TIC en la oferta formativa, aportar un marco de referencia para orientar
la revisión, formulación e implantación de normas, prácticas, intervenciones y
regulaciones. Se deben constituir en una guía para diseñar las características
fundamentales que debe contener el conocimiento que se difunde por mediación
de TIC. También deben servir para facilitar y fortalecer la capacidad institucional y
ayudar a eliminar la incertidumbre que los agentes interesados encuentran cuando
proyectan incorporar las TIC a las prácticas curriculares y docentes. Deben
contribuir a dar una visión general del contexto en el que las intervenciones se
ejecutan y, con ello, orientar las decisiones universitarias en la materia.
En este orden, y más allá de los principios de coherencia, racionalidad, economía y
coordinación que le son propios, los lineamientos así concebidos deben fundamentar la
formulación de políticas precisas hacia prácticas compensatorias o diferenciadas para
cada caso, contribuir a aumentar la eficiencia del gasto, lograr que los servicios e
infraestructura en TIC se usen en la intensidad y forma adecuadas, ayudar a reducir los
costos integrales y conexos para los usuarios, promover el avance en el conocimiento
técnico y de gestión (control y evaluación de las intervenciones) y fortalecer la
construcción de una institucionalidad renovada (Cohen y Franco, 2006). De igual forma,
los Lineamientos, siguiendo a (PRITCHETT y WOOLCOCK; 2003), deben tener como
elementos referenciales los recursos, la información referente a las políticas, las formas
de la toma de decisiones entorno a las intervenciones, los mecanismos de transferencia, y
la rendición de cuentas. En función de estos elementos, los lineamientos deben proponer
una forma de estructurar los incentivos que hagan factible la aplicación de las políticas
desde los interesados.

2.1.2 Delimitación conceptual

Los referentes conceptuales generales que se plantean en este texto de lineamientos


transitan por dos rutas principales: El grado general de penetración de las TIC en la
organización educativa y el grado de integración de las TIC en el proceso directo de la
oferta formativa institucional. En ambas rutas el marco de interpretación se configura a
partir de los siguientes conceptos:
● TIC. Se debe entender en estos lineamientos a las TIC, en consonancia con la
normativa colombiana, como “el conjunto de recursos, herramientas, equipos,
programas informáticos, aplicaciones, redes y medios; que permiten la
compilación, procesamiento, almacenamiento, transmisión de información como:
voz, datos, texto, video e imágenes” (Art. 6 Ley 1341 de 2009). Estos pueden ser
aprovechados en los procesos de aprendizaje y enseñanza siempre y cuando
sean integrados adoptando criterios pedagógicos que permitan a los estudiantes
conocer, comprender, comunicar; intercambiar, acceder y procesar la información.
Las TIC, enmarcadas en los procesos de aprendizaje y enseñanza, son una
alternativa didáctica que el docente adopta en función de sus estudiantes y de sus
necesidades (Sánchez, 2012). Desde una perspectiva más funcional, como
conjunto de recursos, las TIC están en dependencia de tres factores
interrelacionados: La Infraestructura, las capacidades de uso de esa
infraestructura y las modalidades de uso de los recursos (Hinostroza y Labbe,
2011)

● Educación mediada por las TIC. Se entiende la educación mediada por las TIC
como el uso de las tecnologías para dinamizar y apoyar el quehacer docente.
Éstas facilitan a los estudiantes, los procesos cognitivos de comprensión, análisis,
inferencia, interpretación, etc. y los procesos meta-cognitivos de planeación,
monitoreo, solución de problemas y evaluación de su propio aprendizaje
(Cifuentes, Vanderlinde; 2015). Para la UNESCO este aspecto hace referencia al
conjunto de "métodos de enseñanza o modelos de instrucción que emplean las
TIC para sostener, mejorar, y habilitar la transmisión de los contenidos del curso.
Incluye cualquiera, todos o combinaciones de los siguientes aspectos: instrucción
asistida por radio, instrucción asistida por televisión, instrucción asistida por
computadoras, e instrucción asistida por Internet. (IIPE-UNESCO, 2011).

● Integración de las TIC en el currículo. Se entiende por integración de las TIC en


el currículo como el proceso de incorporación de las tecnologías como
herramientas de apoyo a los procesos de aprendizaje y enseñanza. Esta
integración, como señala Gross (2000), debe hacerse de manera habitual y natural
a partir de las necesidades del contexto. Para esto, se requieren docentes con una
formación en el uso didáctico e instrumental de las TIC. En este componente
conceptual se debe incorporar los cambios curriculares para incorporar el uso de
TIC y también en qué medida se están enseñando estas tecnologías para mejorar
las capacidades de uso y diversificar las modalidades de utilización. Es
indispensable que cada propuesta curricular sea una construcción colectiva del
grupo de profesores responsables y donde a través de la discusión se clarifique el
papel de las TIC en el proceso enseñanza aprendizaje, su incidencia en el cambio
de rol de profesores y estudiantes, las necesidades de formación de los profesores
para asumir de manera exitosa el nuevo currículo, requerimientos de
infraestructura, adaptación de la normatividad de la institución, etc

● Uso didáctico de las TIC. El uso didáctico de las TIC consiste en la utilización de
las tecnologías en los procesos de aprendizaje y enseñanza con el fin de hacer
enseñable un concepto, un proceso o una disciplina.

● Uso instrumental de las TIC. Se entiende por uso instrumental de las TIC el
manejo operativo de las herramientas tecnológicas. Por ejemplo, la creación de
blogs, wikis, páginas web y manejo de programas para crear documentos y
contenidos multimedia (Salmon, 2000).

● Modalidades. Se contemplan tres tipos de formación mediada por las TIC:


o Presencial mediada por las TIC: es una modalidad que sin perder su
carácter presencial utiliza las TIC para desarrollar actividades en el aula o
por fuera de ella, para registrar los trabajos de los estudiantes, para
evaluar. Se da el caso de cursos que son publicados en web
completamente y se usa tanto en la clase presencial como para actividades
por fuera de clase.
o Semipresencial o blended: este tipo de modalidad implica una disminución
de la presencialidad, tiempo que es compensado con actividades donde se
utilizan las TIC.
o Virtual: es la modalidad donde la presencialidad es poca (menos de
20%) y todo el proceso enseñanza aprendizaje se orienta y desarrolla a
través de herramientas informáticas.

● Rol docente. El docente que integra las TIC como herramientas facilitadoras de
los procesos de aprendizaje y enseñanza, asume el rol de guía o facilitador,
proporcionando al estudiante las herramientas para que sea él quien realice los
procesos de autodescrubrimiento y aprendizaje. Según Salmon (2000), el docente
que utiliza las TIC debe estar en capacidad de: promover la interacción, el trabajo
colaborativo e independiente y dar realimentación. Debe poseer además ciertas
habilidades tecnológicas. (Salmon, 2000) Es necesario preparar al docente para
asumir su cambio de rol, es difícil que esto se haga de manera espontánea.

● Rol del estudiante. En un entorno de aprendizaje mediado por las TIC, el


estudiante abandona el rol de receptor de información para convertirse en gestor y
constructor de su conocimiento. De igual manera, el trabajo en línea le permite
interactuar con sus pares y le facilita el aprendizaje colaborativo (EAV, 2006). A
pesar de que el estudiante creció en un mundo mediado por TIC, esto no lo
prepara para asumir su proceso de formación apoyado con tecnologías;
generalmente el estudiante cuando llega a la universidad viene de un modelo de
educación presencial y determinístico del cual le será difícil desprenderse no sólo
por la costumbre sino también porque los modelos apoyados con tecnologías
tiende a exigir que el estudiante sea más autónomo con respecto al conocimiento.

2.2 Marco Normativo y de Políticas

2.2.1 General

La educación en Colombia es considerada constitucionalmente un derecho


fundamental y un servicio público con función social, y su fundamento constitucional está
principalmente los artículos 67, 68 y 69 de la carta política, pero adicionalmente los
artículos 26 y 27 de la Constitución garantizan a los colombianos la libertad de escoger
profesión u oficio, postulados importantísimos a la hora de poner un piso jurídico a la
construcción del Sistema Nacional de Educación en el marco del Estado Social de
Derecho.

Adicionalmente los artículos 365 y 366 de la Constitución Política al referirse a la


prestación de los servicios públicos, como es el de la educación, señala claramente que
es deber del Estado asegurar su prestación eficiente y al Congreso de la República
expedir las leyes relacionadas con la prestación de los servicios públicos. (Numeral 23
Art. 150 C. Pol.).

En Colombia no se cuenta con una ley estatutaria que desarrolle el Derecho


fundamental a la educación, pero sí varias leyes ordinarias que regulan la prestación del
servicio público, siendo las principales la Ley 115 de 1994, la ley 30 de 1992, la ley 749 de
2002, la ley 1188 de 2010, la 1064 de 2006, la 1174 de 2014.

En función de lo anterior y como soporte normativo general al uso de las TIC en la


educación, se considera necesario hacer referencia a las siguientes normas específicas:

● Ley 1341 de 2009, Por la cual se definen Principios y conceptos sobre la sociedad
de la información y la organización de las Tecnologías de la Información y las
Comunicaciones -TIC-, se crea la Agencia Nacional del Espectro y se dictan otras
disposiciones. En su artículo segundo establece que el Estado y en general todos
los agentes del sector de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones
deberán colaborar, dentro del marco de sus obligaciones, para priorizar el acceso
y uso a las TIC en la producción de bienes y servicios, en condiciones no
discriminatorias en la conectividad, la educación, los contenidos y la
competitividad. En ese mismo artículo se hace referencia a que en desarrollo de
los artículos 20 y 67 de la, Constitución Nacional el Estado propiciará a todo
colombiano el derecho al acceso a las tecnologías de la información y las
comunicaciones básicas, que permitan el ejercicio pleno del derecho a la
educación y el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica, entre otros
derechos conexos, así como a los demás bienes y valores de la cultura.
Adicionalmente el Estado establecerá programas para que la población de los
estratos menos favorecidos y la población rural tengan acceso y uso a las
plataformas de comunicación, en especial de Internet y contenidos informáticos y
de educación integral.

De igual manera, en el artículo 18 se hace referencia a que el Ministerio de las TIC


deberá formular políticas, planes y programas que garanticen a través del uso de
Tecnologías de la Información y las Comunicaciones: el mejoramiento de la
calidad de vida de la comunidad, el acceso a mercados para el sector productivo, y
el acceso equitativo a oportunidades de educación, trabajo, salud, justicia, cultura
y recreación, entre otras.

En su artículo 39 se estipula igualmente que el Ministerio de Tecnologías de la


Información y las Comunicaciones coordinará la articulación del Plan de TIC, con
el Plan de Educación y los demás planes sectoriales, para facilitar la
concatenación de las acciones, eficiencia en la utilización de los recursos y
avanzar hacia los mismos objetivos. Se indica en este punto de la norma que el
Ministerio de Educación Nacional tiene el deber de fomentar el emprendimiento en
TIC, desde los establecimientos educativos, con alto contenido en innovación,
poner en marcha un Sistema Nacional de alfabetización digital, capacitar en TIC a
docentes de todos los niveles, e incluir la cátedra de TIC en todo el sistema
educativo, entre otras responsabilidades relacionadas.
● Ley 1419 de 2010, Por la cual se establecen los lineamientos para el desarrollo de
la Telesalud en Colombia. Esta norma se define la Telesalud como el conjunto de
actividades relacionadas con la salud, servicios y métodos, los cuales se llevan a
cabo a distancia con la ayuda de las tecnologías de la información y
telecomunicaciones, señalando que dentro del respeto por la autonomía
universitaria, se promoverá, por parte del Comité Asesor de Telesalud y las
entidades competentes en materia de educación superior, la inclusión en el
pénsum académico, de los conocimientos y técnicas de TELESALUD, con sus
componentes, a través de un proceso escalonado y progresivo, así como los
cursos de capacitación necesaria a los docentes. En su artículo séptimo se
menciona que el Ministerio de Comunicaciones, con el apoyo del Comité Asesor
de Telesalud, desarrollará un mapa de conectividad, acorde con las prioridades en
salud, educación, alfabetismo digital, penetración de las TIC, agendas de
desarrollo regionales e intereses, teniendo en cuenta las características de las
poblaciones, explorando y valorando otros tipos de conectividad que se diseñen
para la implantación y desarrollo de la Telesalud.

● Ley 1753 de 2015, por la cual se expide el Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018
“Todos por un nuevo país”. En su artículo décimo se señala que En los casos de
proyectos de investigación y desarrollo de ciencia, tecnología e innovación y de
tecnologías de la información y las comunicaciones, adelantados con recursos
públicos, el Estado podrá ceder a título gratuito, salvo por motivos de seguridad y
defensa nacional, los derechos de propiedad intelectual que le correspondan, y
autorizará su transferencia, comercialización y explotación. Igualmente se
menciona en el artículo treinta y nueve que “El Ministerio de las Tecnologías de la
Información y las Comunicaciones (MinTIC), a través del Fondo de Tecnologías de
la Información y las Comunicaciones (Fontic), apoyará la creación de planes
específicos de TIC para cada sector, que impulsen el desarrollo de aplicaciones y
contenidos digitales con enfoque social, incluyendo las multiplataformas, por parte
de compañías colombianas.”. De igual manera se menciona que El Gobierno
nacional, a través del MinTIC, diseñará e implementará políticas, planes y
programas que promuevan y optimicen la gestión, el acceso, uso y apropiación de
las TIC en el sector público, cuya adopción será de obligatorio cumplimiento por
todas las entidades estatales y conforme a la gradualidad que para el efecto
establezca el MinTIC. La norma también señala la creación del Fondo Nacional de
Tecnologías de la Informaciòn y las Telecomunicaciones, que, entre otras
actividades, debe Financiar planes, programas y proyectos que contribuyan al
mejoramiento de la calidad educativa en el país a través del uso de las
Tecnologías de la Información y las Comunicaciones.

● Decreto número 1295 de 2010, por el cual se reglamenta el registro calificado de


que trata la Ley 1188 de 2008 y la oferta y desarrollo de programas académicos de
educación superior. En la norma se señala que, como obligación para el
otorgamiento de los registros calificados de los programas, es necesario describir
los procedimientos para incorporar el uso de las tecnologías de la información y de
la comunicación en la formación investigativa de los estudiantes, garantizar la
Idoneidad de los profesores encargados de desarrollar los programas a distancia o
virtuales, si es el caso, así como los mecanismos de acompañamiento y de
seguimiento de su desempeño, garantizando igualmente la capacitación de los
profesores en uso de las TIC y la existencia de la infraestructura y equipamientos
necesarios. Del mismo decreto es necesario resaltar:

Artículo 16. Programas a distancia.- Corresponde a aquellos cuya metodología


educativa se caracteriza por utilizar estrategias de enseñanza - aprendizaje que
permiten superar las limitaciones de espacio y tiempo entre los actores del
proceso educativo

Artículo 17. Programas virtuales.- Los programas virtuales, adicionalmente,


exigen el uso de las redes telemáticas como entorno principal, en el cual se
lleven a cabo todas o al menos el ochenta por ciento (80%) de las actividades
académicas

Artículo 18. Verificación de condiciones. Para obtener el registro calificado de


los programas a distancia y virtuales, las instituciones de educación superior
además de demostrar el cumplimiento de las condiciones establecidas en la ley
y en el presente Decreto, deben informar la forma como desarrollarán las
actividades de formación académica, la utilización efectiva de mediaciones
pedagógicas y didácticas, y el uso de formas de interacción apropiadas que
apoyen y fomenten el desarrollo de competencias para el aprendizaje
autónomo.

● Propuesta de Política Pública para la Educación a Distancia en modalidad Virtual.


Esta norma se plantea como propósito el precisar los diferentes aspectos o
consideraciones sobre el aseguramiento de la Calidad en la Educación Virtual. Su
objetivo, entonces, es plantear lineamientos para desarrollar, mejorar y fortalecer
la Educación a Distancia en Colombia, en su modalidad virtual; articular las
normas vigentes a nivel nacional y adecuar estrategias al entorno globalizado.

● Política Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2016-2025. Señala esta


propuesta de política pública las principales acciones que debe adelantar el país
en una década en la materia, enfatizando en la concurrencia de recursos públicos
y privados en las acciones de mediano y largo plazo. Se menciona allí que el país
y sus regiones no han logrado impulsar el desarrollo económico y social a través
de la ciencia, tecnología e innovación, como consecuencia de la baja generación
de conocimiento de alto impacto, las insuficientes condiciones para la cooperación
entre los sectores público y privado en la identificación, demanda y apropiación del
conocimiento y la tecnología, la baja actividad innovadora y de emprendimiento en
el aparato productivo y el débil marco de gobernanza para un adecuado desarrollo
de la política de CTI.

2.2.2 Normas del ámbito universitario

La Universidad de Antioquia, conforme al artículo 69 de la Constitución Política, a los


artículos 28 y 29 de la Ley 30 de 1992, y al artículo 1 del Estatuto General (Acuerdo
Superior 1 del 5 de marzo de 1994), es una organización autónoma con capacidad para
dictar y modificar sus estatutos a fin de satisfacer sus necesidades y expectativas. En ese
orden de ideas, las normas internas orientadas al uso y disposición de TIC para el
desarrollo de su misión se concentran en los siguientes referentes:
● Acuerdo Académico 290/2006. Por el cual se crea el Programa de Integración de
Tecnologías a la Docencia. En esta norma se definen las funciones, estructura y
naturaleza del programa como dependencia adscrita a la Vicerrectoría de
Docencia, destacando entre otros aspectos el deber de sugerir políticas que la
Universidad deba adoptar para integrar tecnologías de la información y la
comunicación a los procesos de docencia y de aprendizaje de los estudiantes.

● Acuerdo Superior 236 del 19 de noviembre del 2002, por el cual se modifica el
artículo 49 del Acuerdo Superior 083 de 1996. Esta norma que modifica el estatuto
profesoral en su artículo único plantea que para ingresar al escalafón profesoral
será indispensable haber obtenido una calificación aprobatoria del desempeño y
deberá haber aprobado un curso sobre docencia universitaria, y un curso sobre el
empleo de nuevas tecnologías para apoyar el proceso de enseñanza -
aprendizaje, realizados ambos cursos durante el período de prueba haciendo
referencia a que al concertar el plan de trabajo que se realizará durante el período
de prueba, el profesor dejará constancia de los productos esperados al finalizar
dicha capacitación.

● Resolución Superior 1591/2009. Por la cual se establecen las Políticas de


Informática y Telecomunicaciones de la Universidad de Antioquia. En este
referente normativo se definen parámetros de política y toma de decisiones en
materia de gobernabilidad, planeación, implementación, administración y
mantenimiento en materia de uso de recursos y utilización de medios informáticos
y de telecomunicaciones en la Universidad y sus dependencias. Sirve de marco
general para la disposición de recursos de la actividad.

● Resolución Rectoral 26091/2008. Por la cual se crea y se reglamenta el Premio


Material Educativo apoyado con Tecnologías de la Información y la Comunicación
de la Vicerrectoría de Docencia. En el referente se establecen las bases para su
entrega a profesores vinculados a la Universidad, con contrato como ocasionales,
o de cátedra a dos trabajos presentados considerando el diseño gráfico, los
contenidos temáticos, las estrategias didácticas, la interactividad y la usabilidad
de los mismos.

3. Análisis y hallazgos

● Factores pedagógicos y de contenidos

Aprendizaje significativo: El uso de tecnología en el proceso de enseñanza


aprendizaje ha tenido un desarrollo vertiginoso en los últimos años en el mundo, con la
aparición de las TIC (Tecnologías de Información y Comunicación). Antes de ellas, la
prensa, la radio y la televisión también fueron utilizados como medios para la enseñanza,
incluso en la Universidad de Antioquia, pero es innegable que la llegada de Internet
cambió el ámbito general de la cultura y obviamente también el de la educación. (García,
2010 La educomunicación más allá del 2.0)

En ese contexto, según las indagaciones hechas en el área de Ciencias Sociales


de la Universidad de Antioquia, la adopción de tecnologías en el proceso de enseñanza
aprendizaje es desigual entre dependencias, profesores y estudiantes, por diversos
motivos como el objeto de estudio, la apropiación tecnológica de docentes y estudiantes,
la infraestructura de cada dependencia, etc. (Ver resultados Etapas de adopción de
tecnología 2016) Con este panorama tan diverso, es importante proponer una meta para
la adopción de TIC en la Universidad, dados los hallazgos que se presentan en este
documento: Reconocer que las etapas de apropiación de tecnología, van desde el manejo
instrumental, hasta la aplicación del conocimiento disciplinar a dicho manejo tecnológico,
en función del proceso de enseñanza - aprendizaje.

En los cuestionarios, entrevistas y grupos focales realizados, se nota claramente


una tensión entre la apropiación tecnológica instrumental y la apropiación tecnológica en
función de la enseñanza (Koehler, Mishra y Cain, 2015) Para algunos docentes con
trayectoria en la Universidad Como Donna Zapata o Guillermo Ospina, quienes fueron
entrevistados, se equipara la apropiación de TIC solo con la buena dotación tecnológica,
cuando en realidad también se hace necesario que tanto docentes como estudiantes
aprovechen las potencialidades de las herramientas, en función del proceso educativo, en
la enseñanza de sus contenidos disciplinares. Ejemplo de ello es que el 65,7 por ciento de
los docentes que respondieron el cuestionario está de acuerdo y completamente de
acuerdo con que la dependencia en la que trabaja cuenta con los equipos tecnológicos
necesarios para desarrollar sus labores de clase presencial, el 36,6 por ciento considera
que la Universidad cuenta con espacios para desarrollar labores de docencia virtual y el
50,3 por ciento considera que la Universidad cuenta con plataformas de e-learning que se
ajustan a sus necesidades docentes.

La tendencia que se observa en estas respuestas, da cuenta de que para los


docentes encuestados la infraestructura actual es aceptable para la clase presencial, pero
pobre para las clases virtuales, y regular en el tema de plataformas que suplan sus
necesidades docentes.

Tanto el análisis de los formularios aplicados (292), como el de los grupos focales
(4), y las entrevistas (8) muestran que los docentes son conscientes de la transformación
que han tenido las TIC en el tiempo, su inserción en el proceso educativo y los cambios
que implica usarlas en el aula de clase, en cuanto a las relaciones con los estudiantes y
con el objeto de estudio, como se puede ver en que el 82,1 por ciento de quienes
respondieron el cuestionario está de acuerdo y completamente de acuerdo con que las
TIC les permiten mejorar su práctica docente.

La mayor dificultad es la resistencia de docentes y estudiantes a adaptar la


metodología y las actividades de los cursos, al uso de aplicaciones que impliquen trabajo
colaborativo en red y aprovechamiento de la ruptura del espacio y tiempo, entre otras
posibilidades. En los grupos focales fue recurrente la mención de los 214 años de la
Universidad y el peso de su tradición escrita, así como la brecha generacional de los
docentes. Tema que resulta polémico, debido a que la apropiación de tecnologías en la
Universidad, al parecer no es un tema de edad, sino tal vez de cultura, como lo muestran
las respuestas de los 9.280 estudiantes admitidos a programas del área en los
semestres 2014 – 1 a 2017 - 1. De ellos 3.770 dicen no estar interesados en recibir
cursos virtuales, 4.635 dicen preferir la modalidad mixta entre presencialidad y virtualidad,
y solo 875 manifiestan querer recibir cursos completamente en línea. (Datos
suministrados por Admisiones y Registro, Diciembre de 2016). Estos datos coinciden con
las respuestas de los docentes que diligenciaron la encuesta, de los cuales el 80,4 por
ciento está de acuerdo y completamente de acuerdo con que los cursos que orienta en
pregrado se pueden ofrecer de manera presencial, con apoyo de TIC.

Según los profesores MatthewJ. Koehler, Punya Mishra y William Cain, de la


Universidad de Estado de Michigan (TPACK) (2015), la inclusión de la tecnología
complejiza la enseñanza, debido a que el docente debe interactuar tanto en la teoría
como en la práctica, con tres saberes, para integrar exitosamente la tecnología. Estos
son: el contenido tecnológico o de la herramienta, el contenido pedagógico o
metodológico de modelo de enseñanza y finalmente los contenidos disciplinares. Así
pues, como pudo evidenciarse tanto en los cuestionarios, como en los grupos focales, y
en las entrevistas, para llegar al uso o creación de material educativo aplicando las TIC
con intención pedagógica, es necesario que docentes y estudiantes tengan el
conocimiento tecnológico (que aún es escaso y desigual. Ver anexo etapas de adopción
de tecnología). Prueba de ello es que solo el 55,8 por ciento de los docentes que
respondieron el cuestionario, está de acuerdo y completamente de acuerdo con que la
Universidad cuenta con ofertas formativas para suplir sus necesidades de aprendizaje
sobre el uso de herramientas tecnológicas y el 29,1 por ciento está de acuerdo y
completamente de acuerdo con que la dependencia en la que trabaja tiene opciones de
formación o soporte para el uso pedagógico y/o didáctico de TIC.

Luego de que los profesores logren adoptar la tecnología para su práctica docente,
entonces sí se podrá abordar el tema disciplinar, siempre y cuando la Universidad
reconozca este tipo de actividades, como académicas, dado que solamente el 18,8 por
ciento está de acuerdo y completamente de acuerdo con que la Universidad considera los
tiempos necesarios para preparar actividades o materiales mediados por TIC y estas
actividades no nos reconocidas tampoco por el Comité de Asignación de Puntaje, que
trabaja en un proyecto de reforma al respecto.

Así las cosas, en el Área de Sociales y probablemente en toda la Universidad se


hace necesaria una sensibilización que le permita a la comunidad académica entender
que se requiere una adecuación de los contenidos a las TIC desde el currículo de los
programas, para que el proceso educativo no sea tan distante del contexto general de la
cultura, mediado permanentemente en la vida diaria por aplicativos y prácticas que
involucran el uso de TIC. Así lo expresan claramente los docentes Mary Ángel, Guillermo
Ospina, Luis Tamayo y Donna Zapata, entrevistados para esta indagación.

Esto coincide con uno de los temas más recurrentes en los grupos focales, donde se
nombró el uso de TIC en el proceso de enseñanza aprendizaje como una herramienta
pedagógica de mediación, que transforma la manera como profesores y estudiantes se
relacionan entre sí, y con el conocimiento.

Políticas institucionales: En los hallazgos tanto en entrevistas como en los grupos


focales y cuestionarios, se encontró que existen algunos esfuerzos aislados en la
conformación de programas y construcción de plataformas que apoyen el uso y
apropiación de las TIC, como es el caso de Ude@ y el programa de Integración de
Tecnologías a la Docencia. La profesora Donna Zapata, quien lideró este último hasta
2016 expresó las dificultades que tuvo por la falta de políticas instituciones y de respaldo
económico para llevar a cabo estos proyectos. Por otro lado, Guillermo Ospina, de Ude@
también manifestó la necesidad de contar con dichas políticas en la Universidad.

Como se mencionó antes, otro de los aspectos encontrados es la falta de


incentivos a los docentes que participan en la creación de material que facilita el
conocimiento mediante el uso de las Tecnologías. De acuerdo con los Criterios del comité
interno de asignación de puntaje de la Vicerrectoría de Docencia de la Universidad de
Antioquia, ésta no está contemplada en la actualidad, dado que el decreto 1279 que
reglamenta el tema, es del año 2002 cuando el desarrollo de las TIC era diferente al de
hoy. El nuevo reglamento en el que trabaja el Comité lo tendrá en cuenta. El borrador de
la propuesta fue hecho por la profesora Donna Zapata y está en discusión la proporción
de puntaje.

De otro lado, se ve la necesidad de estandarizar las capacitaciones en el uso de


las TIC tanto para docentes como estudiantes, tomando como ejemplo el proceso que se
lleva en la facultad de Medicina, con incorporación de la cátedra “Introducción de las TIC
al currículo” y para el caso de los profesores, proveer cursos ofrecidos desde la
Vicerrectoría de Docencia para que los docentes tengan la posibilidad de profundizar en el
conocimiento en su disciplina y en el uso de herramientas tecnológicas que faciliten el
aprendizaje.

En cuanto a los recursos tecnológicos de cada facultad se encontró una


disparidad, ya que esto depende de los ingresos económicos de cada dependencia por
fondos especiales y a la voluntad política de sus directivos, así como al objeto de
estudio. Así mismo, la conformación de grandes proyectos en conjunto con diferentes
áreas de conocimiento que permitan aumentar los recursos tecnológicos en relación con
los espacios, plataformas, equipos, software y mejor disponibilidad para las
dependencias.

Algunos docentes expresaron en los grupos focales la necesidad de integrar las


TIC en el proceso enseñanza-aprendizaje. Por lo tanto, vemos muy positiva la creación
de la Unidad de virtualización desde la Universidad con el fin de integrar y atender los
aspectos antes mencionados.

Infraestructura: Referente a la infraestructura encontramos una manifestación de


los profesores respecto a la carencia de recursos tecnológicos y humanos para suplir
todas las necesidades que tienen las dependencias. Quisieran contar con los
requerimientos necesarios para ofrecer una educación con calidad, pues afirman que se
requieren más salas de cómputo, plataformas, bases de datos, servidores, ancho de
banda en la red, software y personal calificado para atender las necesidades y desarrollar
e implementar tecnologías de punta. Sugerimos al área de Gestión Informática realizar un
inventario de programas, software y desarrollos que otras dependencias de la Universidad
puedan tener de manera que se puedan compartir y/o potencializar si es necesario.

Transformación del proceso:

Sin duda en el campo de las tecnologías ha habido transformaciones sustanciales


en las últimas dos décadas, incluso han sido objeto de investigación buscando identificar
los niveles de apropiación y/o el impacto de las TIC en el proceso de enseñanza
aprendizaje (Uribe Tirado et al 2015). Sin embargo esto no implica que al ritmo que
suceden estos cambios, se vayan asumiendo en el proceso de enseñanza aprendizaje.

De eso da cuenta una parte importante de los hallazgos de este trabajo, no solo
por un asunto de percepción de los docentes que participaron en los grupos focales, sino
también de quienes llevan una trayectoria en el conocimiento y manejo del tema. Algunas
de las razones que aparecen para que esta transformación en el proceso se dé, van
desde la forma cómo las TIC se han asumido, hasta asuntos generacionales, aunque en
especial éste último tuvo contradicciones importantes, como pudo verse en el apartado
anterior.

Según se pudo contrastar una hipótesis inicial se soportaba en que el asunto


generacional tenía una gran incidencia al momento de pensar en la implementación de
las TIC, dentro del proceso. Sin embargo se pudo establecer que es más un prejuicio que
en una realidad, ya que en términos generales las TIC más que estar mediadas por la
edad de los docentes, se encontró que está condicionada por la actitud de los docentes y
estudiantes hacia ellas. Se pudo encontrar profesores muy jóvenes con algún grado de
prejuicio frente a la utilización de las TIC en tanto asumían que esto restaba la calidad de
las clases, como también profesores mayores (incluso ya jubilados) con apertura a estas
nuevas propuestas tecnológicas (Grupo focal 25/08/16).

Pese a lo anterior también es necesario destacar la apropiación por parte de los


estudiantes, en la cual hay una lectura general en la que se reconocen las capacidades
que tienen las nuevas generaciones de jóvenes para asumir los retos de las TIC en su
proceso de formación. Se asume que estos “Vienen con un chip diferente” como dijo uno
de los expertos entrevistados y es quizás este chip el que lleva a algunos profesores a
utilizar herramientas novedosas e innovadoras en la enseñanza que de alguna manera
involucren el uso de TIC.

En el caso concreto de la Universidad de Antioquia la utilización de manera


progresiva de una plataforma desde la cual se diseñaran y se compartieran los cursos con
estudiantes, permite dar cuenta de la transformación que este recurso ha venido teniendo
en los últimos 10 años, llevando con ello a importantes desafíos en relación a la demanda
que se va generando no solo de la posibilidad de almacenamiento de información en una
plataforma virtual para un curso, sino a la eficacia real de la plataforma y las posibilidades
de interacción que esta puede ofrecer.

La relación que se establece a partir de la implementación de las TIC ha permitido


no solo usar nuevas estrategias en el proceso pedagógico, sino establecer y consolidar
las posibilidades del trabajo colaborativo, de allí que estas sean siempre susceptibles de
ajustes para su mejoramiento continuo, demandando a quien las usa mayor creatividad,
pues no hay que olvidar que las TIC, como lo confirmó una de las expertas entrevistadas
“son recursos de apoyo para procesos de cooperación y más que receptores de
información, son productores de contenido”.

4. Recomendaciones

1. Es urgente para la Universidad definir las modalidades y especificidades de la


integración de las TIC al currículo, sin descuidar la calidad y sostenibilidad, con
base en las políticas curriculares de la dependencia, el área y/o la Universidad en
general, y las recomendaciones hechas por pares académicos en los procesos de
calidad.
2. Es importante aumentar el recurso humano por parte de la Administración Central
para el soporte y administración informática de las dependencias o considerar la
estabilidad de contratación o creación de estos cargos que asumen las facultades,
escuelas e institutos, con sus propios recursos.
3. Promover equidad en la infraestructura tecnológica de las dependencias y trabajo
colaborativo entre ellas, a partir de un inventario de recursos disponibles para la
ejecución de proyectos que permitan potencializar su trabajo.
4. Integrar los esfuerzos del área a la recientemente creada Unidad de Virtualidad,
respetando los diversos modelos de e - learning (completamente virtual, mixto,
presencial con apoyo de TIC) con orientaciones claras para toda la Universidad.
Sin desconocer los logros obtenidos por experiencias anteriores.
5. Tener claridad en la administración de recursos de la nueva Unidad de Virtualidad
para que no afecte negativamente la calidad ni las finanzas de las dependencias.
6. Incluir incentivos docentes para el crecimiento de la integración de TIC como
reconocimiento de puntos por producción de contenidos y materiales, así como la
destinación de tiempos adecuados en los planes de trabajo, dedicaciones
exclusivas, proyectos de año sabático, entre otros.
7. Fortalecer el plan de capacitaciones tanto para docentes como para estudiantes
sin cobro, para estimular la apropiación de TIC y motivar la participación.
8. Definir con premura una política y modelo de integración de TIC de la Universidad:
centralización o autonomía, montaje y administración de cursos financiados por
fondos generales o fondos especiales, teniendo en cuenta las diferencias
disciplinares o no, etc.

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