Guía de Trabajo
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ACTIVIDADES
HERA Y ZEUS
Cierta vez, Zeus se encontraba tomando un descanso en un verde bosquecillo rodeado de ninfas
con las cuales conversaba divertido. De repente apareció la celosa Hera, su esposa, y las ninfas, que
conocían su carácter vengativo, se preguntaban cómo escapar sin que ella las reconociera. Entonces, la
ninfa Eco, que era un gran conversadora, se interpuso en el camino de Hera y comenzó a hablar y a hablar
sin parar, mientas las otras ninfas aprovechaban para huir. Enojadísima la diosa, cuando se dio cuenta de
la estratagema, le dijo a la atrevida:
- ¡Desde hoy, tú sólo hablarás última!
Y así fue. Desde entonces, Eco sólo puede repetir lo que los demás dicen.
Mito Griego.
El minotauro era hijo de Pasifae, esposa del rey Minos de Creta y de un toro blanco enviado por
Poseidón, dios del mar. Minos había ofendido gravemente a Poseidón quien como venganza hizo que
Pasifae se enamorase del animal. Fruto de dicha unión nació el Minotauro, un ser violento, mitad hombre,
mitad toro, que se alimentaba de carne humana. Para esconder su vergüenza y proteger a su pueblo, el rey
Minos rogó al inventor Dédalo que le construyera un laberinto del que el monstruo nunca pudiera salir.
Cada nueve años, a fin de apaciguarlo, Minos le ofrecía la bestia, siete mujeres y siete jóvenes que
imponía como tributo a la ciudad de Atenas.
En una ocasión, Teseo se ofreció voluntario como víctima, con la intención de matar al Minotauro y
liberar a Atenas de un cruel destino. Con la ayuda de Adriadna, la hija del rey, que se había enamorado de
él, logro su propósito: Adriadna le ofrece a Teseo un ovillo de hilo que le ha dado Dédalo, el arquitecto
del laberinto. Habiéndo atado uno de sus extremos en la entrada y siguiendo el hilo por los intrincados
vericuetos del laberinto, Teseo puede, efectivamente, encontrar la salida.