MARIA JOSE BOUZAS ARANGO Ya Tiene Pension RAI

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Señor

JUEZ SÉPTIMO LABORAL DEL CIRCUITO DE CALI


E. S. D.

REFERENCIA: ORDINARIO LABORAL


RADICACIÓN: 007 201800479 00

DEMANDANTE: MARIA JOSÉ BOUZAS ARANGO


DEMANDADAS: COLPENSIONES y OTRO

STEPHANIA MONTEALEGRE SANCHEZ, mayor de edad, y vecina Cali, identificada


con la C.C. No. 1.144.174.117 de Cali (Valle), Abogada titulada y en ejercicio, portadora
de la T. P. No. 290.703 del C. S. de la J., en mi calidad de APODERADA JUDICIAL
SUSTITUTA de COLPENSIONES representada legalmente por ADRIANA MARÍA
GUZMÁN, parte demandada dentro del proceso de la referencia, por medio del presente
escrito me permito efectuar la respectiva CONTESTACIÓN a la demanda y proposición
de las Excepciones, de la siguiente manera:

A LOS HECHOS

PRIMERO: es cierto.

SEGUNDO: es cierto.

TERCERO: es cierto.

CUARTO: no me consta las condiciones de modo y tiempo y lugar en que se traslado la


demandante, lo cierto es que, la Ley 100 de 1993 por medio de la cual se regula el
Sistema de Seguridad Social Integral, establece entre las características del Sistema
General de Pensiones, la facultad de los afiliados de escoger libremente el régimen
de pensiones que prefieran, esto es, el afiliado puede escoger entre el régimen de ahorro
individual con solidaridad o el régimen de prima media con prestación definida.

QUINTO: no me consta las condiciones de modo y tiempo y lugar en que se traslado la


demandante, lo cierto es que, la Ley 100 de 1993 por medio de la cual se regula el
Sistema de Seguridad Social Integral, establece entre las características del Sistema
General de Pensiones, la facultad de los afiliados de escoger libremente el régimen
de pensiones que prefieran, esto es, el afiliado puede escoger entre el régimen de ahorro
individual con solidaridad o el régimen de prima media con prestación definida.

SEXTO: no me consta las condiciones de modo y tiempo y lugar en que se traslado la


demandante, lo cierto es que, la Ley 100 de 1993 por medio de la cual se regula el
Sistema de Seguridad Social Integral, establece entre las características del Sistema
General de Pensiones, la facultad de los afiliados de escoger libremente el régimen
de pensiones que prefieran, esto es, el afiliado puede escoger entre el régimen de ahorro
individual con solidaridad o el régimen de prima media con prestación definida.
SÉPTIMO: no me consta las condiciones de modo y tiempo y lugar en que se traslado la
demandante, lo cierto es que, la Ley 100 de 1993 por medio de la cual se regula el
Sistema de Seguridad Social Integral, establece entre las características del Sistema
General de Pensiones, la facultad de los afiliados de escoger libremente el régimen
de pensiones que prefieran, esto es, el afiliado puede escoger entre el régimen de ahorro
individual con solidaridad o el régimen de prima media con prestación definida.

OCTAVO: no es un hecho, son juicios de valor o apreciaciones que hace el apoderado.

NOVENO: no es un hecho, son juicios de valor que profiere el apoderado y que entrañan
una pretensión.

DÉCIMO: es cierto.

DÉCIMO PRIMERO: no me constan las condiciones pensionales, en tanto que, la forma


de liquidación de la pensión es disímil en ambos regímenes.

DÉCIMO SEGUNDO: no me consta, el documento aludido no fue dirigido a mi


representada.

DÉCIMO TERCERO: no me consta, el documento aludido no fue dirigido a mi


representada.

DÉCIMO CUARTO: no me consta, el documento aludido no fue dirigido a mi


representada.

DÉCIMO QUINTO: no me consta, el documento aludido no fue dirigido a mi representada.

DÉCIMO SEXTO: no me consta, el documento aludido no fue dirigido a mi representada,


y, por tanto, no fue la encargada de ofrecerle respuesta.

DÉCIMO SÉPTIMO: no me consta, el documento aludido no fue dirigido a mi


representada, y, por tanto, no fue la encargada de ofrecerle respuesta.

DÉCIMO OCTAVO: es cierto.

DÉCIMO NOVENO: es cierto.

VIGÉSIMO: no es un hecho, es una pretensión.

A LAS PRETENSIONES

Ni me opongo ni me allano a las pretensiones de la demanda, ya que para la época en


que la parte demandante se trasladó de régimen pensional, Colpensiones no había
entrado en operación, y en todo caso, de la documental que se adjunta se evidencia que
el antiguo ISS nada tuvo que ver con el proceso de afiliación y asesoría que se brindó a la
parte actora respecto del traslado de régimen al fondo privado.
En efecto, la Ley 100 de 1993 por medio de la cual se regula el Sistema de Seguridad
Social Integral, establece entre las características del Sistema General de Pensiones,
la facultad de los afiliados de escoger libremente el régimen de pensiones que
prefieran, esto es, el afiliado puede escoger entre el régimen de ahorro individual con
solidaridad o el régimen de prima media con prestación definida.

En ese orden, es claro que debe probarse la nulidad de la afiliación y los vicios del
consentimiento que mediaron para ello, situación que no aflora en el caso de autos.

Luego, por la edad de la demandante, es claro que le está prohibido el traslado de


régimen en virtud de la regla general contenida en el art. 13 de la Ley 100 de 1993
conforme lo señaló la Corte en Sentencia SU 130 de 2013, la C 1024 de 2004 y la C 782
de 2002. Estando claro que la demandante no es beneficiaria del régimen de transición,
pues al 1º de abril de 1994 NO CONTABA con 15 años de servicios o su equivalente en
semanas para conservar el régimen de transición, única regla válida para aceptar el
traslado de régimen pensional en forma automática.

Por otro lado, ha de tenerse en cuenta que la ley 100 de 1993, estableció dos regímenes
de administración a los que pueden estar sometidos los recursos originados en los
aportes que están obligados a pagar trabajadores y empleadores, para efectos de cubrir
los riegos de invalidez, vejez y muerte. Estos son: el régimen solidario de prima media
con prestación definida y el régimen de ahorro con solidaridad. La finalidad de estos
regímenes es igual: el cubrimiento de los riesgos enunciados. Sin embargo, aunque
coexisten son excluyentes pues las características de uno y otro son disímiles. Quiere
decir ello, que la afiliación para el cubrimiento de los riesgos de IVM solo puede estar
dado para uno de ellos y no en ambos en forma simultánea.

Así las cosas, las declaraciones y condenas que presuponen el pago de una pensión de
vejez en el RPM, carecen de fundamento fáctico y legal, en tanto que la demandante no
solo tiene vinculación al RAI sino que ya se encuentra pensionada en dicho
régimen, y si en gracia de discusión se admitiera la supuesta nulidad de afiliación, es
claro que perdió el régimen de transición por no acreditar los requisitos legales para ello.
De manera que, por encontrar vinculación al fondo privado, debe someterse a las
disposiciones que lo regulan, no siendo competente esta entidad para pagar la prestación
que se alega.

De este modo, me opongo al pago de reajustes, indexación, intereses moratorios, costas


y demás peticiones accesorias por carecer de fundamento fáctico legal.

EXCEPCIONES DE MÉRITO

INEXISTENCIA DE LA OBLIGACION: No existe obligación por parte de mi representada


en aceptar el traslado de régimen pues las normas aplicables a su caso no lo permiten.

PRESCRIPCIÓN: Sin reconocer derecho alguno, la propongo para cualquier derecho no


reclamado dentro de los tres (3) años posteriores a su exigibilidad, conforme lo dispone el
art. 488 del CST y el art. 151 del CPL y por tenerse en cuenta que el fallador solo puede
declarar esta excepción a petición de parte.
BUENA FE: Por cuanto la entidad que represento siempre ha actuado bajo criterios
legales y constitucionales.

IMPOSIBILAD JURÍDICA PARA CUMPLIR LO PRETENDIDO: Las obligaciones jurídicas


tienen un fundamento en la realidad, ya que operan sobre un plano real. Lo imposible,
jurídicamente no existe; y lo que no existe no es objeto de ninguna obligación; por tanto,
la obligación a lo imposible no existe por ausencia de objeto jurídico. En el caso de autos,
es claro que, para poder aceptar el traslado de régimen, debe haber un fundamento real,
cual es el cumplimiento de los requisitos legales, mismos que no se encuentran
acreditados.

INNOMINADA: Las que resulten probadas en el transcurso del proceso.

PETICIÓN

Le solicito muy comedidamente señor Juez, declare probadas las excepciones formuladas
y deniegue cada una de las pretensiones contenidas en la demanda, procediendo a
condenar en costas a la parte demandante y a favor de mi representada.

RAZONES DE DERECHO DE LA DEFENSA

De los regímenes pensionales.

El sistema general de pensiones tiene como finalidad cubrir las contingencias derivadas


de la vejez, invalidez y muerte, por esta razón una vez cumplidos los requisitos
establecidos por la ley para adquirir el derecho a la pensión y reconocido el mismo,
desaparece el riesgo al cual estaba cotizando el afiliado. Así la Ley 100 de 1993
estableció dos regímenes de administración que, aunque coexisten son excluyentes entre
sí.

Dentro de este contexto, la Corte Constitucional en sentencia C-378/1998, estableció:

Tercera.- Naturaleza de los fondos de pensiones en la ley 100 de 1993. La ley 100 de 1993,
estableció dos regímenes de administración a los que pueden estar sometidos los recursos
originados en los aportes que están obligados a pagar trabajadores y empleadores, para
efectos de cubrir los riegos de invalidez, vejez y muerte. Estos son: el régimen solidario de
prima media con prestación definida y el régimen de ahorro con solidaridad. La finalidad de
estos regímenes es igual: el cubrimiento de los riesgos enunciados. Sin embargo, las
características de uno y otro son disímiles.

En el régimen de prima media con prestación definida, según la definición que de él hace la
propia ley 100 de 1993, es aquel “mediante el cual los afiliados o sus beneficiarios obtienen
una pensión de vejez, de invalidez o de sobrevivientes, o una indemnización, previamente
definidas” (artículo 31 de la ley 100 de 1993). En éste, los aportes de los trabajadores y
empleadores, constituyen un fondo común, del cual se extraen los recursos necesarios para
cubrir la pensión, si el afiliado cumple los requisitos para acceder a ella.

Por su parte, el régimen de ahorro individual con solidaridad, se basa “en el ahorro
proveniente de las cotizaciones y sus respectivos rendimientos financieros...” (Artículo 59 de
la ley 100 de 1993), en donde la cuantía de la pensión dependerá “de los aportes de los
afiliados y empleadores, sus rendimientos financieros, y de los subsidios del Estado, cuando
a ellos hubiere lugar” (artículo 60, literal a) de la ley 100 de 1993). A diferencia del sistema
de prima media con prestación definida, en el que los aportes de cada afiliado ingresan a un
fondo común, en el régimen de ahorro individual con solidaridad, éstos se destinan a una
cuenta individual de ahorro para cada afiliado. Como puede observarse, la diferencia en
este punto es básica para efectos de contestar los cargos de la demanda, pues la
administración de los recursos en uno y otro régimen responden a conceptos diferentes.

Así, el conjunto de cuentas individuales de ahorro, según el literal d) del artículo 60 de la ley
100 de 1993, constituyen un patrimonio autónomo de propiedad de los afiliados,
administrado por las entidades que se autoricen para tal efecto. A diferencia del régimen de
solidaridad de prima media con prestación definida, donde se constituye un fondo común de
naturaleza pública, administrado por el Instituto de Seguros Sociales, y las cajas, fondos o
entidades de seguridad social existentes al momento de entrar en vigencia la ley 100 de
1993 (diciembre 23 de 1993).

Administración que, en uno y otro caso, se encuentra bajo el control del Estado, tal como lo
ordena el artículo 48 de la Constitución, a través de la Superintendencia Bancaria

De la pensión de vejez.

Sobre la definición de la pensión de vejez, la sentencia C-107 de 2002 expresó:


 
“En la actualidad la pensión de vejez se define como “un salario diferido del trabajador, fruto
de su ahorro forzoso durante toda una vida de trabajo -20 años -, es decir, que el pago de
una pensión no es una dádiva súbita de la Nación, sino el simple reintegro que del ahorro
constante durante largos años, es debido al trabajador”

Asimismo, el artículo 48 de la Carta Política establece el régimen de seguridad social,


dentro del cual se encuentra el reconocimiento del sistema pensional, y en éste la
pensión de vejez.

En desarrollo de dichos mandatos, el legislador previo, según el régimen en que se


encuentre el afiliado, una serie de requisitos para acceder a dicha prestación, que
deberán acreditarse si se quiere gozar de la misma, tal es el caso de la Ley 100 de 1993,
el Acuerdo 049 de 1990, la Ley 33 de 1985 entre otras. Luego, resulta claro, que cuando
se acredita el cumplimiento de estos requisitos consagrados en la ley, la persona se hace
acreedora de la obtención de la pensión de vejez, la cual se encuentra en consonancia
con el derecho a la seguridad social.

Por el contrario, si no se logra acreditar los requisitos que para cada caso, disponga la
norma, es lógico que no se podrá acceder a la prestación.

Por otro lado, debe tenerse en cuenta además, que el legislador precisó que el régimen
de transición va dirigido a tres categorías de trabajadores, a saber:
 
 Mujeres con treinta y cinco (35) o más años de edad, a 1° de abril de 1994.

 Hombres con cuarenta (40) o más años de edad, a 1° de abril de 1994.


 Hombres y mujeres que, independientemente de la edad, acrediten quince
(15) años o más de servicios cotizados, a 1° de abril de 1994.

Sin embargo, debe tenerse en cuenta que el régimen de transición consagrado en el


artículo 36 de la Ley 100 de 1993 fue modificado por medio del parágrafo transitorio 4°
del artículo 1° del Acto Legislativo 01 de 2005. En la reforma constitucional, el
constituyente derivado limitó la vigencia del régimen de transición hasta el 31 de julio de
2010, y como medida para proteger las expectativas legítimas de quienes estuvieran
próximos a pensionarse, consagró que las personas que cumplan con los requisitos para
beneficiarse del régimen de transición de la Ley 100 de 1993, y que al momento de la
entrada en vigencia del Acto Legislativo 01 de 2005 (25 de julio de 2005), tuvieran
cotizadas al menos 750 semanas o su equivalente en tiempo de servicios, tendrán
derecho a beneficiarse de dicho régimen hasta el año 2014.

Por otro lado, todos los usuarios del SGP, incluidos los sujetos del régimen de transición,
bien por edad o por tiempo de servicios, pueden elegir libremente entre el régimen de
prima media o el régimen de ahorro individual, conservando la posibilidad de trasladarse
entre uno y otro, en los términos del literal e) del artículo 13 de la Ley 100/93, tal como fue
modificado por el artículo 2° de la Ley 797 de 2003, es decir, cada cinco años contados a
partir de la selección inicial y siempre que no les falte menos de 10 años para cumplir la
edad para tener derecho a la pensión de vejez. Sin embargo, en el caso de los
beneficiarios del régimen de transición por tiempo de servicios (15 años o más de
cotizaciones), estos pueden cambiarse de régimen sin límite temporal, es decir, en
cualquier tiempo, por ser los únicos que no quedan excluidos de los beneficios del
régimen de transición, en los términos de las Sentencias C-789 de 2002 y C-1024 de
2004. Para tales efectos, la única condición será trasladar al régimen de prima media todo
el ahorro efectuado en el régimen de ahorro individual, el cual no podrá ser inferior al
monto total del aporte legal correspondiente en caso de que hubieren permanecido en
aquél régimen.
 
Con el propósito de aclarar y unificar la jurisprudencia Constitucional, la Sala Plena de la
Corte Constitucional concluye que únicamente los afiliados con quince (15) años o más
de servicios cotizados a 1° de abril de 1994, fecha en la cual entró en vigencia el SGP,
pueden trasladarse “en cualquier tiempo” del régimen de ahorro individual con solidaridad
al régimen de prima media con prestación definida, conservando los beneficios del
régimen de transición. Para tal efecto, deberán trasladar a él la totalidad del ahorro
depositado en la respectiva cuenta individual, el cual no podrá ser inferior al monto total
del aporte legal correspondiente en caso de que hubieren permanecido en el régimen de
prima media. De no ser posible tal equivalencia, conforme quedó definido en la Sentencia
C-062 de 2010, el afiliado tiene la opción de aportar el dinero que haga falta para cumplir
con dicha exigencia, lo cual debe hacer dentro de un plazo razonable.

De la afiliación.

El asunto que hoy se pone de presente fue expuesto en la reciente Sentencia de


Unificación SU-130 de 2013, de la cual se transcribirán los apartes relevantes, con el fin
de hacer claridad en lo que respecta a la aplicación de los regímenes pensionales que
aún subsisten por aplicación del artículo 36 de la Ley 100 de 1993. 
Se tiene entonces que los beneficiarios del régimen de transición pueden encontrarse en una de las
siguientes hipótesis: i) aquellas personas con más de 15 años de servicios cotizados al 1° de abril de
1994, independientemente de que se hubieran o no trasladado de régimen; ii) aquellas personas
beneficiarias de la transición por cuanto cumplen con el requisito de edad (35 años mujeres, 40 años
hombres), pero que en algún momento de su vida laboral se trasladaron al régimen de ahorro
individual con solidaridad; y iii) aquellos beneficiarios de la transición por edad que nunca se cambiaron
de régimen pensional.

En el primer evento no hay duda de que estas personas al tener cotizado más del 75% del tiempo
requerido para causar su pensión, bajo ninguna circunstancia pierden el régimen de transición.

Ahora, no sucede lo mismo con el segundo grupo, es decir, cuando el trabajador decide trasladarse de
nuevo al régimen de prima media, luego de haber escogido el régimen de ahorro individual, o cuando
escogió un fondo privado como primera opción de afiliación al sistema, toda vez que en este caso, tal
decisión tiene importantes repercusiones en las aspiraciones pensionales de dichos trabajadores, ya
que, como se dijo anteriormente, ello acarrea la pérdida del régimen de transición. Desde esa
perspectiva, el traslado deja de ser un asunto de simple connotación legal y adquiere una indudable
relevancia constitucional, por comprometer derechos fundamentales como la seguridad social y el
mínimo vital.

Bajo esa orientación, en la Sentencia C-789 de 2002, se declaró la exequibilidad condicionada de los
incisos 4° y 5° de la Ley 100/93, en cuanto se entienda que su contenido no aplica para las personas
que tenían 15 años o más de servicios cotizados para la fecha en que entró en vigencia en SGP. Es
decir, que únicamente esta categoría de trabajadores no pierde el régimen de transición por el hecho
de trasladarse al régimen de ahorro individual, pudiendo hacerlo efectivo una vez retornen al régimen
de prima media con prestación definida. Para tal efecto, se fijaron dos importantes condiciones, a
saber: (i) que al regresar nuevamente a al régimen de prima media se traslade a él todo el ahorro
efectuado en el régimen de ahorro individual  y (ii) que dicho ahorro no sea inferior al monto total del
aporte legal correspondiente en caso de que hubieren permanecido en el régimen de prima media.

En cuanto a la oportunidad para realizar el traslado del régimen de ahorro individual con solidaridad al
régimen de prima media con prestación definida, a partir de la Sentencia C-1024 de 2004, se entendió
que la prohibición contenida en el literal e) del artículo 13 de la Ley 100/93, modificado por el artículo 2°
de la Ley 797 de 2003, en el sentido que no podrán trasladarse entre regímenes quienes les falte diez
(10) años o menos para cumplir la edad para tener derecho a la pensión de vejez, no aplica para los
sujetos del régimen de transición por tiempo de servicios cotizados, quienes podrán hacerlo “en
cualquier tiempo”, conforme a los términos señalados en la Sentencia C-789 de 2002. La referencia
hecha a este último fallo, por parte de la Sentencia C-1024 de 2004, no significa cosa distinta a que
solo quienes cumplen con el requisito de tiempo de servicios cotizados  (15 años o más) pueden
retornar sin límite temporal alguno al régimen de prima media, pues son los únicos afiliados que no
pierden el derecho al régimen de transición por efecto del traslado. 

No sucede lo mismo, en cambio, con quienes son beneficiarios del régimen de transición por edad,
pues como quiera que el traslado genera en esta categoría de afiliados la pérdida automática del
régimen de transición, en el evento de querer retornar nuevamente al régimen de prima media, por
considerar que les resulta más favorable a sus expectativas de pensión, no podrán hacerlo si les
faltaren diez (10) años o menos para cumplir la edad para tener derecho a la pensión de vejez, dada la
exequibilidad condicionada del artículo 13 de la Ley 100/93, modificado por el artículo 2° de la Ley 797
de 2003, declarada en la Sentencia C-1024 de 2004.

Así las cosas, más allá de la tesis jurisprudencial adoptada en algunas decisiones de tutela, que
consideran la posibilidad de traslado “en cualquier tiempo”, del régimen de ahorro individual al régimen
de prima media, con beneficio del régimen de transición para todos los beneficiarios de régimen, por
edad y por tiempo de servicios, la Corte se aparta de dichos pronunciamientos y se reafirma en el
alcance fijado en las sentencias de constitucionalidad, en el sentido de que sólo pueden trasladarse del
régimen de ahorro individual al régimen de prima media, en cualquier tiempo, conservando los
beneficios del régimen de transición, los afiliados con 15 años o más de servicios cotizados a 1° de
abril de 1994.
Ello, por cuanto, se reitera, las normas que consagran el régimen de transición, así como la pérdida del
mismo, y la posibilidad de traslado entre regímenes pensionales con sus correspondientes
restricciones, fueron objeto de control constitucional por parte de esta corporación, a través de las
Sentencias C-789 de 2002 y C-1024 de 2004, analizadas con detalle en el acápite precedente, que
definieron su verdadero sentido y alcance, considerándolas acordes con la Constitución, y al tratarse
de decisiones con efectos de cosa juzgada, adquieren un carácter definitivo, incontrovertible e
inmutable, de tal manera que sobre ellas no cabe discusión alguna.

Bajo ese contexto, y con el propósito de aclarar y unificar la jurisprudencia Constitucional en


torno a este asunto, la Sala Plena de la Corte Constitucional concluye que únicamente los
afiliados con quince (15) años o más de servicios cotizados a 1° de abril de 1994, fecha en la
cual entró en vigencia el SGP, pueden trasladarse “en cualquier tiempo” del régimen de ahorro
individual con solidaridad al régimen de prima media con prestación definida, conservando los
beneficios del régimen de transición. Para tal efecto, deberán trasladar a él la totalidad del
ahorro depositado en la respectiva cuenta individual, el cual no podrá ser inferior al monto total
del aporte legal correspondiente en caso de que hubieren permanecido en el régimen de prima
media. De no ser posible tal equivalencia, conforme quedó definido en la Sentencia C-062 de
2010, el afiliado tiene la opción de aportar el dinero que haga falta para completar dicha
exigencia, lo cual debe hacer dentro de un plazo razonable.

Negrillas intencionales.

Del criterio jurisprudencial expuesto, queda claro entonces que solo aquellos que cuenten
con 15 años de cotización al 1º de abril de 1994 podrán conservar el régimen de
transición.

PRUEBAS

Sírvase Señor Juez, tener como pruebas y reconocerle su valor en el momento procesal
oportuno, las siguientes:

INTERROGATORIO DE PARTE:

Sírvase Señor Juez, decretar la práctica de interrogatorio de parte, con exhibición y


reconocimiento de documentos, por parte de MARIA JOSÉ BOUZAS ARANGO para que
absuelva el cuestionario que en forma oral o escrita le formularé, sobre los hechos de la
demanda y de esta contestación. En especial en lo que tiene que ver la forma como se dio
la afiliación al fondo privado y la supuesta falta de asesoría.

ANEXOS

1.- Poder para actuar y anexos.

NOTIFICACIONES

 La demandada COLPENSIONES en la secretaria de su despacho o en


Calle 24N # 6AN-42

 El apoderado en la calle 5 # 10-63 oficina 814 Cali – teléfono: 396 88 73

 El demandante en la dirección indicada en la demanda.


Atentamente,

STEPHANIA MONTEALEGRE SANCHEZ


C. C. No. 1.144.174.117 de Cali (V).
T.P. 290.703 del C.S. de la J.

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