Unidad 2.hitoria Universal Del Derecho
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La antigua Grecia.
Características:
La cultura griega antigua era una cultura eminentemente marítima, dado su
emplazamiento en el corazón del Mediterráneo, de fuerte talante comercial y
expansivo. Se organizaba político-socialmente en ciudades-estado, llamadas polis, las
principales de las cuales fueron Atenas, Esparta, Corinto y Tebas.
Los aportes de la Antigua Grecia no son nada desdeñables, y abarcan un enorme
conjunto de áreas. Enumeraremos algunos de los más relevantes a continuación:
La invención de la democracia directa, específicamente en Atenas, si bien era una
democracia para varones atenienses mayores de edad (excluyendo mujeres, esclavos y
metecos).
Creación de las Olimpíadas (y celebración continua durante siglos) las festividades
deportivas en honor a los dioses del Olimpo que acarreaban una “paz olímpica” entre
todas las ciudades griegas.
La invención formal de la filosofía, vocablo acuñado por Pitágoras en el siglo VI a. C., y
su práctica por parte de pensadores fundamentales para Occidente como Sócrates,
Platón, Aristóteles o Demócrito. Muchos de ellos incursionaron en lo que hoy en día
llamamos ciencias o matemáticas, legando también importantes conceptos como la
Teoría atómica (Demócrito), diversos teoremas matemáticos (Tales de Mileto,
Pitágoras, etc.), medicina (Hipócrates), la teoría de los cuatro humores (Empédocles), y
un enorme etcétera.
Variadas y valiosas tradiciones artísticas, de las cuales destaca sobre todo la literatura,
cargada del contenido mitológico que su religión y que cultivaron en verso, ocupando
un lugar destacado Homero (cultor de la épica: la Ilíada y la Odisea), Esopo (autor de
numerosas fábulas), Aristófanes (autor de comedias) o los grandes dramaturgos
griegos: Sófocles, Esquilo y Eurípides. También destacan Herodoto (geógrafo e
historiador) y Hesíodo (poeta y filósofo).
La vasta e importante mitología griega, en donde se reúnen los relatos fundacionales
del mundo y de los dioses (cosmogonía y teogonía), los mitos sobre el ascenso de los
Olímpicos al poder derrotando a sus predecesores titánicos, los mitos heroicos y un
enorme conjunto de símbolos, relatos y personajes.
Cultura
La cultura romana terminó siendo muy semejantes y casi indisolubles. Cuando los
romanos conquistaron a los griegos, fascinados por la robusta cultura que hallaron,
pasaron a asimilarla como propia.
Sólo se limitaron a cambiar los nombres de todo al latín, pero respetando un enorme
porcentaje del contenido original de la cultura helénica. Así nació la cultura greco-
romana o grecorromana, en la que Zeus pasó a llamarse Júpiter, Afrodita pasó a Venus,
Ares pasó a Marte, etc.
Fuente: https://concepto.de/cultura-griega/#ixzz7VraetCqb
http://www.saber.ula.ve/bitstream/handle/123456789/42874/articulo3.pdf?seque
nce=1&isAllowed=y
Roma y Bizancio.
Características:
El Imperio bizantino era un estado teocrático. A partir del reinado de Justiniano I se
inició el cesaropapismo, es decir, el emperador tenía el poder político (del césar) y
religioso (también era el papa). Por lo tanto, el emperador era un representante de
Dios en la tierra.
El imperio se organizaba como un Estado centralizado con una burocracia
administrativa extremadamente eficiente que se ocupaba de regular y controlar todos
los aspectos de la organización estatal: desde la organización del ejército, la justicia y
las cuestiones religiosas, hasta la moneda, los pesos y medidas, el control de calidad de
la producción artesanal, etc.
Organización social
La organización social del Imperio bizantino se
caracterizó de la siguiente manera:
La sociedad bizantina era jerarquizada. El lugar más alto en la sociedad lo ocupaban el
emperador, su familia y la aristocracia gobernante.
Existía también una amplia franja social compuesta por comerciantes, artesanos
especializados y profesionales de distintas disciplinas (literatos, médicos, abogados,
etcétera), que tenían riquezas y gozaban de comodidades.
En una escala más baja estaban los pequeños comerciantes y agricultores.
Finalmente, existían los esclavos que provenían del comercio y de las conquistas
territoriales.
La ciudad de Constantinopla estaba habitada además por colectividades de prósperos
comerciantes como los venecianos y los genoveses que ocupaban barrios enteros y
solían ejercer también funciones diplomáticas.
Para mediados del siglo XV el Imperio estaba reducido prácticamente a la ciudad de
Constantinopla y sus alrededores. Sus constantes disputas con el papado, así como la
pérdida de la preeminencia comercial en manos de venecianos y genoveses, sumado al
asedio permanente de los árabes y de los turcos otomanos lo habían llevado a una
situación de extrema debilidad.
En abril de 1453, la ciudad fue sitiada por un enorme ejército del Imperio otomano. A
pesar de la heroica resistencia de sus habitantes fue ocupada por los turcos el 29 de
mayo de ese año.
La caída de Constantinopla significó el fin del Imperio bizantino, así como el colapso de
las rutas comerciales entre Oriente y Occidente. Este evento también es tomado por
algunos autores como el final de la Edad Media.
Cultura:
1. Constantinopla
Actualmente esta ciudad no existe con este nombre, hoy en día esta antigua ciudad se
llama Estambul.
Fue construida por el emperador Constantino en el año 330, se construyó sobre la
antigua ciudad griega de Bizancio. En sólo seis años edificó una ciudad cuyo tamaño y
arquitectura eran equiparables a los de Roma y la llamo Constantinopla.
Constantinopla se ubicó entre el Mar Negro y el Mar Mármaro; estaba rodeado de mar
y era el paso obligado de todos los comerciantes que viajaban por mar o por tierra
entre Asia y Europa. Hasta el siglo XIII fue una de las ciudades más pobladas del
mundo: sólo Bagdag la gran ciudad del Islam la igualó.
Para proteger Constantinopla de los germanos, el emperador Teodosio II, construyo en
el siglo V una muralla triple de unos 12 metros de altura que rodeo la ciudad. Esta
muralla recorre unos 19 km y tiene 96 torres, desde las cuales los soldados bizantinos
divisaban al enemigo.
2. La historia de un gran imperio
Desde la caída del Imperio Romano de Occidente, los gobernantes bizantinos añoraban
los tiempos en que este imperio dominaba todo el Mediterráneo. Uno de ellos fue el
emperador Justiniano, intento restaurar la grandeza del viejo imperio.
2.1 Justiniano
Justiniano, sobrino del emperador Justino, llego al trono en el año 527. Justiniano era
como su tío, hijo de un simple campesino. Sin embargo desde joven, recibió una
excelente formación militar. Al momento de su ascensión al trono, el Imperio Bizantino
incluía la Península Balcánica, Asia Menor, Siria, Palestina y Egipto. Sin embargo,
Justiniano pensaba que el mundo cristiano debía tener una única autoridad política: el
emperador bizantino.
Con estas ideas y con la ayuda de los generales Belisario y Narsés, Justiniano se
apoderó de los territorios vándalos del norte de África, Córcega, Cerdeña y de las Islas
Baleares; conquisto Italia y Sicilia, dominadas por los ostrogodos y por último ocupó el
suroeste de la España visigoda.
Luego Justiniano emprendió la reforma del estado bizantino para renovar las bases
sobre las que se asentaba el imperio. Reorganizó la administración central, residente
en Constantinopla, que supervisaba a los funcionarios de provincias.
Además, decidió clasificar y editar las leyes romanas. Para ello, encargo al jurista
Triboniano la redacción del código Justiniano, que incluyo todas las constituciones
dictaminaras desde la época del emperador Adriano. Por otra parte, mejoro la
situación de la hacienda pública y de la recaudación de impuestos, para sostener una
organización civil y militar más eficiente.
Justiniano murió en el año 565, año en que concluyó uno de los periodos más
brillantes de la larga historia bizantina.
2.2 El imperio de los sucesores de Justiniano
Poco tiempo después de la muerte de Justiniano, los bizantinos perdieron posesiones
conquistadas en Europa Occidental y debieron afrontar el avance de los ávaros,
eslavos y búlgaros que presionaban para internarse en la Península de los Balcanes.
Los persas por su parte de adentraron cada vez más en las provincias orientales del
Imperio Bizantino. Sin embargo, el peligro persa fue sustituido por el árabe, que se
convirtió en el adversario más temible, ya que en el siglo VII ocupo Siria, Palestina y el
norte de África. Entonces, el imperio se redujo a Grecia, Asia Menor y el sur de Italia.
En el siglo XI la situación empeoró, cuando los turcos, en especial la tribu de los
seldjúcidas se apoderaron del Asia Menor. Estos acontecimientos marcaron el inicio de
la decadencia de Bizancio, que concluyo en 1453, cuando otra tribu de turcos, los
otomanos, ocupo Constantinopla.
3. Organización política en el Imperio Bizantino
En contraste con las monarquías germanas, el Imperio Bizantino contó con una sólida
organización política.
El imperio constituía una monarquía teocrática en la que el emperador o basileus era
considerado el delegado de Dios en la Tierra y por lo tanto un personaje sagrado. Por
eso fue el jefe de la Iglesia y com tal podía nombrar a los patriarcas. Al emperador se lo
representó como a los santos con la cabeza rodeada por un halo de luz.
Con un poder absoluto, el emperador fue también el jefe supremo de la
administración y del ejército bizantino. Para su acción de gobierno contaba con tres
instrumentos.
La burocracia civil, conformada por funcionarios que eran verdaderos pofesionales de
la administración pública.
El ejército, muy numeroso, integrado por soldados de las más diversas nacionalidades.
En las zonas de frontera la defensa se completó con los estratiotas, que eran soldados
campesinos a quienes se les pagaba mediante la entrega de tierras.
La iglesia bizantina que a diferencia de lo que ocurría en Occidente, se encontraba
subordinada al emperador. Esta característica se le conoce como césaro-papismo.
Fuente: https://enciclopediadehistoria.com/imperio-
bizantino/#:~:text=El%20Imperio%20bizantino%20era%20un,de%20Dios
%20en%20la%20tierra.
https://mihistoriauniversal.com/edad-media/imperio-romano-oriente-bizantino
El renacimiento
Características:
El renacimiento es un movimiento cultural que pone fin a la edad media y que
comenzó en torno al año 1453, año en el que los turcos conquistaron Constantinopla.
Hubo dos hechos de vital importancia que se consideran iniciadores del renacimiento:
La invención de la imprenta: antes de la invención de la imprenta, los libros eran
copiados a mano por monjes y podían tardar hasta 10 años en finalizar la tarea. No
obstante, cuando Johannes Gutenberg inventó la imprenta, la literatura y la cultura se
expandió, puesto que ofreció la oportunidad de “imprimir” una gran cantidad de libros
de manera automática y en muy poco tiempo. Desde luego, los avances científicos de
estos últimos siglos no se hubiesen dado (o por lo menos no a tal magnitud) de no ser
por la invención de Gutenberg.
Copérnico: otro de los cambios que coadyuvó a que se produjese el Renacimiento fue
la presentación de un sistema heliocéntrico, es decir, un modelo astrológico que sitúa
a la tierra y al resto de planetas, orbitando alrededor del sol, donde el sol se plantea
como centro del universo. Copérnico descarta la teoría geocéntrica imperante de la
época en la que la tierra se sitúa como centro del universo.
Estos dos cambios fueron los iniciadores de toda una revolución social y científica que,
para aquella época, era inimaginable.
El Renacimiento fue una época en la que se cortó con la edad media y se fue abriendo
paso la Edad Moderna, que fue la época histórica que se desarrolló entre los siglos XVI
y XVIII y que su inicio coincide aproximadamente con el descubrimiento de América en
1492 y su final con la Revolución Francesa en 1789. El renacimiento, al contrario de lo
que muchos piensan, fue mucho más que un simple movimiento artístico o cultural.
Fue todo un cambio revolucionario que sacudió los pilares de la sociedad de la época y
trascendió a todos los ámbitos de la vida.
El renacimiento es una época compleja, que supone el paso gradual de la época
medieval a la edad moderna y se pasa de un modelo feudal a un modelo de sociedad
más mercantilista, donde buscar el poder económico, la fama y la gloria no están
perseguidos. Las principales características del renacimiento son:
Fuente: https://tiposde.pro/caracteristicas-del-renacimiento/
https://blogs.ua.es/renacimientocultura/2015/12/13/la-cultura-del-
renacimiento/#:~:text=Arte%20del%20Renacimiento,de%20Venecia%2C
%20Padua%20y%20Ferrara.
El Renacimiento.
Características:
1. Secularización y laicización del saber
2. Antropocentrismo y humanismo
El Renacimiento se define como un período antropocéntrico. Esto quiere decir que el ser
humano se convierte en el centro de referencia a partir del cual se estructura el orden
sociocultural, desplazando el pensamiento teocéntrico (lo que no debe entenderse como el
paso de una sociedad creyente a una agnóstica o atea).
La curiosidad científica estuvo a la orden del día en el Renacimiento. Fueron muchos los
avances que se registraron en todas las áreas, como la astronomía, la anatomía, la biología, la
botánica, etc. Fue también una época signada por importantes invenciones como la imprenta,
que permitió la divulgación del pensamiento entre la élite alfabetizada.
Los creadores de las artes plásticas que trabajaron a partir del estudio concienzudo de la
naturaleza, animados por el espíritu de la época entendieron el arte como forma de
conocimiento. Gracias a esto se fue gestando la separación entre el arte y la artesanía, lo que
culminó en la reaparición de la firma del artista, que había caído en desuso durante la Edad
Media.
La nueva separación entre arte y artesanía, enfatizada el cambio de los modos de producción
(paso del gremio al taller del artista), se antepuso al sistema de clasificación corriente en el
medioevo, que jerarquizaba las artes de acuerdo al contenido (arte sacro / arte profano).
Con la Antigüedad Clásica como referencia, los valores estéticos basados en la simetría, la
proporción y el equilibrio, desarrollados ampliamente hacia durante el período clásico griego.,
se convirtieron en modelos aplicados en las artes y la literatura.
A imitación de Cayo Mecenas, los sectores seculares del Renacimiento (ya no solo los
monarcas y la Iglesia) se dedicaron a promover todo tipo de artes para honra de Dios, de la
ciudad y de sí mismos, como decía el florentino Rucellai. Con el mecenazgo renacentista nacía
también el arte como inversión económica.
El crecimiento de las ciudades ya había iniciado desde la Baja Edad Media, cuando el
excedente de la producción agrícola, junto a otros factores, estimuló el comercio y la
formación de burgos, donde se establecieron mercados. En el Renacimiento, las ciudades
alcanzaron mayor auge y se impusieron como centros de referencia. De hecho, en la península
itálica, la organización sociopolítica se realizó a través de la polis, ciudades-estado que
competían entre ellas, tales como Florencia, Roma y Nápoles.
INVASIÓN DE VERSALLES
Unas semanas después, el palacio de Versalles era invadido por la masa revolucionaria, y Luis y
María Antonieta eran llevados a París, donde se vieron obligados a actuar como reyes
constitucionales. Tras el fracaso de su intento de huida en 1791, la hostilidad contra la
monarquía se acentuó, hasta la insurrección de 1792 y la puesta en marcha del Terror
revolucionario, una de cuyas primeras víctimas fue el mismo Luis XVI, guillotinado en 1793.
Con esta ejecución y la proclamación de la República, los revolucionarios creían haber puesto
fin a lo que veían como una larga época de opresión del pueblo por los reyes y la aristocracia,
inaugurando una era de libertad, de igualdad y de fraternidad, como rezaba la principal
máxima inspiradora de la revolución.
Crisis económica: Para colmo de males, las malas cosechas ocasionaron problemas de
abastecimiento de alimentos básicos como el pan. Las sequías y las heladas originaron unos
problemas de abastecimiento que afectaron a la salud de la población no privilegiada.
Añadiendo así mayor descontento al clima social. Además, únicamente el tercer estamento (la
burguesía y los campesinos) era el único que debía pagar impuestos. Todo lo anterior, acabó
provocando un círculo vicioso a nivel económico. La escasez de producción hizo subir los
precios, la gente dejó de gastar en otros sectores y el desempleo aumentó. Todo ello provocó
un circulo vicioso que afectó a la capacidad del Estado de hacer frente a su deuda, dando lugar
a una crisis financiera notable.
Libertades y derechos limitados: La monarquía absoluta a cargo de Luis XVI no daba opción de
soberanía más que a Dios. No existía, por tanto, división de poderes. Debido a ello, los
derechos y libertades de los franceses eran muy limitados. Como consecuencia, se
desarrollaron las bases de la Declaración de Derechos Humanos, los cuales se asientan en los
principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad. En francés, Liberté, Égalité, Fraternité.
Así pues, ante la situación tan dura que vivía Francia, se convocaron a los Estados Generales.
Los cuales representaban a los tres estamentos. Para solventar la crisis económica se propuso
que la nobleza también pagase impuestos. Sin embargo, como el voto se realizaba mediante
estamentos, la propuesta estaba condenada al fracaso.
Ya en 1791, Francia contaba con una Constitución que establecía una división de poderes y que
limitaba el poder del Rey, que sería controlado por la Asamblea. En otras palabras, Francia
dejaba de ser una monarquía absoluta, transformándose en una monarquía constitucional.
Los girondinos: Eran de carácter moderado. Querían una revolución pacífica, limitando el
derecho a voto y defendiendo una monarquía parlamentaria.
Los jacobinos: Eran revolucionarios radicales. Defensores del sufragio universal masculino,
encabezados por Robespierre, que sostenían que Francia debía ser una república.
La Convención (1792-1794)
Así pues, los jacobinos consiguieron prevalecer y la Asamblea pasó a ser la Convención. Así, la
Convención se convirtió en el órgano que detentaba el gobierno y la capacidad para legislar.
Esta época estuvo marcada por lo que se conoció como el “reinado de terror”. Durante el cual,
el Comité de Salvación Pública persiguió a todos aquellos contrarios a la Revolución francesa,
ejecutando por ello a miles de franceses. Entre los miembros del Comité de Salvación Pública
cabe destacar a Robespierre.
Bajo el auspicio de la Convención se decidió ejecutar al rey Luis XVI, mientras que se aprobaba
el sufragio universal masculino y entre otras particularidades, se implantaba el sistema métrico
decimal.
Si antes de la Revolución francesa, la Iglesia y el clero habían acaparado las riquezas, con la
Convención, sus bienes terminaron siendo confiscados. También quedó abolida la esclavitud y
se introdujeron reformas en el campo para que la revolución trascendiese al campesinado.
Sin embargo, la Revolución francesa se tomó con la oposición de las potencias europeas. Y es
que, las ideas de la revolución eran contrarias a lo que representaban las monarquías
europeas. A pesar de entrar en guerra con diversas potencias europeas, la República de
Francia logró sobrevivir al acoso internacional.
Hacia 1794 Robespierre y el Comité de Salvación Pública cayeron fruto de las luchas internas.
De hecho, tanto Robespierre como los demás miembros del Comité de Salvación Pública
terminaron siendo ejecutados en la guillotina. Así, el ala más radical de la Revolución francesa
caía para desembocar en una etapa más moderada conocida como el Directorio.
El Directorio (1795-1799)
Dejando atrás los elementos más radicales, la Revolución francesa entraba en una fase
marcada por la moderación. La nueva Constitución echaba atrás parte de los derechos ganados
por los jacobinos, pues se restringía el derecho de sufragio. Por otro lado, se repartía el poder
legislativo en dos cámaras: el Consejo de los Quinientos y el Consejo de los Ancianos.
El órgano que detentaba el poder ejecutivo era el Directorio, compuesto por cinco integrantes,
que en adelante se redujo a tres. No obstante, con el golpe de Estado de Napoleón (9 de
noviembre de 1799), pasaría a ser solo una persona quien formase el Directorio.
Con la toma del poder por parte del entonces joven genio militar Napoleón Bonaparte, Francia
entraba en una nueva etapa histórica. La Revolución francesa daba paso a la era napoleónica.
Consecuencias de la Revolución francesa
En resumen, entre las consecuencias de la Revolución francesa
que más destacan, se encuentran:
Final de la monarquía absoluta: Desde el inicio de la Revolución, el Antiguo Régimen llegaba a
su fin. Según se fue desarrollando, las consecuencias fueron empeorando para la corona, hasta
la ejecución de Luis XVI.
Más derechos y libertades: Una de los objetivos de la Revolución francesa era tener más
derechos y libertades. Aunque cabe destacar que se trata de un proceso que fue ganando
enteros con el paso de las décadas, este evento sentó un precedente crucial.
Se abolieron los privilegios de la Iglesia y la nobleza: La sociedad estamental tal como estaba
estructurada en el Feudalismo finalizó. Además, al mismo tiempo que la Iglesia y la Nobleza
cayeron en la escala social, la burguesía comenzó a crecer.
Referencias
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/revolucion-francesa-fin-antiguo-regimen_6774
https://economipedia.com/historia/revolucion-francesa.html