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7.

TRANSHUMANISMO:
EL UMBRAL DE LA TRANSICIÓN
:
El trans-humanismo, con su proyecto de mejorar y potenciar
al ser humano, ha encontrado una amplia aceptación en la sen-
sibilidad actual, porque responde a expectativas y anhelos muy
profundos. En un momento en que se cuestiona la credibilidad de
las antiguas religiones y amplios sectores de la población se clau-
suran en el horizonte de la inmanencia, el trans-humanismo se
alza corno un proyecto atractivo de salvación, corno el ùnico pro­
yecto de salvación laica, presuntamente realizable en este mundo
sin sacrificios ni renuncias; por elio es lògico que intente conse­
guir la vida eterna (es decir, la inmortalidad) en este mundo1, y que
vaya adquiriendo en ocasiones rasgos de religión sustitutiva.
Transhumanismo es un concepto fluido: puede ser conside-
rado corno una prolongación del humanismo de la modernidad2
(una forma mas de humanismo) o corno la apertura de un nivel
nuevo de la evolución (el post-humanismo). De un modo u otro
nos situa en la lògica del post-darwinismo. Prueba de està flui-
dez de significado es el hecho de que cada vez mas autores
usan los términos de modo intercambiable.
Nick Bostrom, uno de sus portavoces mas cualificados, de-
fiende que «el transhumanismo tiene sus raices en el humanismo

1 A. Diéguez, Transhumanismo. La bùsqueda tecnològica del mejoramiento fiu­


mano, Herder, Barcelona 2017, 21.
2 Se puede ver en la linea del proyecto de F. Bacon (e incluso de su transfondo
religioso, pues los primeros cientfficos de la modernidad vefan su proyecto corno una
participación en el mismo proyecto de Dios): J. Wolyniak, Te Relief of Man s State:
Transhumanism, thè Baconian Project, and thè Theological Impetus for Material Sal-
vation, en C. Mercer-T. J. Tothen (eds), Religion and Transhumanism: The Unknown
Future of Human Enhancement, Praeger, Santa Bàrbara (California) 2015, 53-69.
182 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

racionalista»3, y tiene corno objetivo despiegar todas sus poten-


cialidades. C. Wolfe se expresa en el mismo sentido: «el posthu-
manismo es lo opuesto al transhumanismo»; este no es màs que
una intensificación del humanismo4, no pretende llevar al hombre
a un estadio que transcienda el actual, ni se deja llevar por las
fantasias de autonomia desmesurada ni por las criticas radicales
a la modernidad al estilo de Nietzsche; serà el post-humanismo
el que pretenda ir màs allà de los limites de lo humano.
Hay por tanto razones para diferenciar trans-humanismo y
post-humanismo: el primero aspira a potenciar al ser humano
pero sin superar el nivel de lo humano; el segundo busca superar
el estadio actual de la evolución para generar una especie distinta
y superior al homo sapiens. Està distinción sin embargo es vàlida
en un primer momento, cuando nace la idea de trans-humanismo
y cuando la idea de post-humanismo parecia cosa de ciencia-fic-
ción. Ahora bien, paulatinamente la lògica interna y los presu-
puestos del trans-humanismo acaban confluyendo en el post-hu­
manismo. Por elio la distinción acaba siendo màs teòrica que reai.
De hecho muchos autores usan indistintamente ambos términos,
sobre todo a medida que el post-humanismo se afirma con màs
fuerza porque cuenta con una enorme capacidad tecnològica.
A està conclusión nos conduce, corno veremos, el sentido
de los màs recientes manifiestos de la Asoclación Trans-huma-
nista. En està posición parece situarse Max More, que establece
una diferencia pero dentro del mismo dinamismo:

Llegar a ser posthumano significa superar las limitaciones que


definen los aspectos menos deseables de la «condición humana».
Los seres posthumanos no se verian nunca màs sometidos a la en-
fermedad, al envejecimiento y a la muerte inevitable... tendrian una
gran capacidad fisica y libertad de forma, a menudo denominada
libertad morfològica... Los posthumanos también poseerian capaci-

3 A History of Transhumanist Thought, Journal of Evolution and Technology 14


(2015)2.
4 C. Wolfe, What is Posthumanism, University of Minnesota Press, Minneapolis
2010, XV.
7. TRANSHUMANISMO: EL UMBRAL DE LA TRANSICIÓN 183

dades cognitivas mucho mayores y emociones mas refinadas (mas


alegria, menos ira, o cualquier tipo de cambio que cada individuo
prefiera). Los transhumanistas normalmente se preocupan de expan-
dir el abanico de los posibles futures para la vida posthumana, inclu-
yendo la colonización espacial y ricos mundos virtuales5.

En la misma lògica podemos situar a autores que no se re-


conocen corno post-humanistas, que identifican un componente
humanista en el trans-humanismo, a pesar de lo cual reconocen
que sus conclusiones apuntan mas alla del humanismo. G. Hot-
tois, por ejemplo, aboga por un «trans-humanismo moderado» (o
«de rostro humano»), que se alimenta de fuentes humanistas: a)
el humanismo de los ùltimos siglos, que confia en la perfectibili-
dad humana, segùn lo propugnaron Pico de la Mirandola, Bacon,
Kant...; b) el optimismo cientista y tecnófilo; c) la ciencia ficción,
que imagina escenarios futures y posibles para una vida humana
dotada de capacidades superiores a las actuales; d) la contracul­
tura de los anos sesenta del siglo pasado. A partir de ahi por su
propia lògica el transhumanismo desborda los marcos del huma­
nismo. Baste un ejemplo para percibir esa dinàmica: la eugene-
sia puede ser aceptada si supera los presupuestos racistas del
pasado y si respeta la libertad individuai y parental, asi corno la
igual dignidad de las personas; el deseo de corregir las desigual-
dades naturales es un ejercicio de justicia redistributiva; la justicia
era concebida hasta ahora corno medio para corregir la «loteria
social», es decir, para compensar las desigualdades socio-eco-
nómicas procedentes del nacimiento; en la actualidad se puede
y se debe corregir la «loteria naturai», es decir, la terapia genètica
permite eliminar las desigualdades producidas por la naturaleza6.
óNo estamos con elio entrando en un estadio en el que la distin-
ción entre trans-humanismo y post-humanismo se difumina?

5 M. More, The Philosophy ofTranshumanism, en M.More-N.Vita-More (eds.), The


Transhumanist Reader. Clasical and Contemporary Essays on thè Science, Techno­
logy, and Philosophy of thè Human Future, Wiley-Balckwell, Chichester UK 2013, 4.
6 H. Hottois, Le transhumanisme est-il un humanisme?, Académie Royal de Bel-
gique 2014, 54-55.
184 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

L. Ferry prefiere reservar post-humanismo para posiciones


corno la de Kurzweìl7, que veremos en su momento; rechaza
juicios negativos y condenatorios sobre el trans-humanismo,
pero a la vez identifica las cuatro rupturas que establece con el
humanismo:
a) el cambio experimentado por la medicina: pasa de ser un
arte fundamentalmente terapèutico (centrado en la cura-
ción de enfermedades) para actuar al servicio del mejora-
miento o potenciación del ser humano;
b) el hombre adquiere un protagonismo nuevo: pasa de lo
«sufrido passamente» a lo «controlado activamente»; cam­
bia notablemente la idea que se tiene de la evolución: no
acepta de modo pasivo lo que la evolución hace con él,
sino que se propone controlar y dirigir activamente el pro­
ceso evolutivo;
c) no existen derechos naturales vinculados a la naturaleza
fiumana, que debieran ser respetados, y que establecerian
limites a la capacidad manipuladora fiumana; si no existe
una naturaleza que deba ser respetada el ser humano que-
da expuesto a la intervención de las tecnologias de que
pueda disponer con el fin de mejorarlo y potenciarlo;
d) el mejoramiento del ser humano no debe limitarse al cam­
po politico, cultural o socio-econòmico, sino que debe
afectar a la misma estructura biológico-genética; nada en
la realidad humana quedaria al margen del intervencionis-
mo humano3.
El autor es consciente de està tensión entre lo positivo del
trans-humanismo y la peligrosa seducción del post-humanismo.
Reconoce el caràcter tràgico de està situación, porque plantea
un conflicto insoluble que enfrenta dos legitimidades, cada una
de las cuales tiene sus derechos: a) hay que aprovechar al màxi­
me los màrgenes de maniobra para mejorar la especie humana;

7 L. Ferry, La revolución transhumanista, Alianza, Madrid 2017,42.


8 Ibid.. 55.
7. TRANSHUMANISMO: EL UMBRAL DE LA TRANSICIÓN 185

b) a la vez se debe conservar el control sobre un mundo que tien-


de a escaparse de las manos. Los trans-humanistas defienden su
posición con buena fe, y la misma buena fe, admite Ferry, mueve
a quienes se oponen a ella. Se requiere por tanto una regulación
democràtica que establezca los limites adecuados9. A ese nivel
sin embargo, reconoce, se prolonga la tragedia, que no es fàcil
de resolver: hay que argumentar y razonar, porque no se debe
prohibir sin motivos; pero a la hora de la verdad esa voluntad de
diàlogo es desbordada por la presión del deseo de los individuos,
por la rapidez de las innovaciones, por los intereses económi-
cos o técnicos... ^,No Nega la ètica siempre con retraso respecto
a otros intereses y motivaciones? 4N0 acaba siendo imposible
el diàlogo pausado y sereno que establezca fronteras entre el
trans-humanismo y el post-humanismo?

1. Nacimiento y desarrollo del transhumanismo


El tèrmine aparece ya en 194010, pero tue el biologo Julian
Huxley11, director generai de la UNESCO, quien le dio mayor de­
sarrollo a partir de una conferencia de 1951, incluida bajo el titulo
Humanismo evoiucionista corno religión desarrollada en la segun-
da edición (1958) de Religión sin revelacióni

La especie humana puede, si lo desea, transcenderse a si misma


no sólo de forma esporàdica sino en su totalidad, corno humanidad.
Necesitamos un nombre para està nueva creencia. Tal vez transhu­
manismo puede servir: el hombre permanece hombre, sin abandonar
su propia esencia, pero transcendiéndose a si mismo al actualizar
nuevas posibilidades de y para su naturaleza humana.

9 Ibid., 172ss.
10 En un articulo de W. D. Lighthall, The Law ofCosmic Evolutionary Adaptation:
An Interpretation of Recent Thought, Royal Society of Canada. Ottawa. Proceedings
and Transactions / Mémoires et Comptes Redus de la Socleté Royale du Canada
1940, Ser. 3 v. 34, section 2, 135-141.
” Como signo de que se trataba de perspectivas extendidas en una amplia élite
cultural baste mencionar que era hermano de A. Huxley, autor de Brave New World
en 1932.
186 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

Parte de la convicción de que el tèrmine humanismo ha que-


dado demasiado estrecho para integrar las nuevas posibilidades,
al igual que resulta estrecha la concepción habitual de religión:

Tan amplia filosofia se podria tal vez denominar no humanismo,


porque ese término tiene ciertas connotaciones insatisfactorias, sino
transhumanismo. Es la idea de la humanidad tratando de superar
sus limitaciones y de alcanzar su piena realización; una realización
en la que tanto los desarrollos sociales corno individuales son proce-
sos de autotransformación.

En una obra posterior New Bottles for New Wine (1956) inclu-
ye un ensayo titulado Transhumanismo en el que sigue profun-
dizando en estas ideas. Subraya el tono religioso al presentarlo
corno un «credo» y al destacar su universalidad en cuanto cons-
tituye el futuro de toda la humanidad:
Si lo desea, la especie humana puede superarse a si misma,
pero no esporàdicamente, aqui un individuo de una manera, alla otro
individuo de un modo distinto, sino en su totalidad, corno humani­
dad. Necesitamos un nombre para este nuevo credo. Tal vez sirva
transhumanismo, esto es, el hombre permaneciendo hombre, pero
yendo mas alla, superàndose a si mismo al realizar nuevas posibili­
dades de su naturaleza humana y para su naturaleza humana. «Creo
en el transhumanismo». Una vez que haya bastante gente que pueda
decir esto sinceramente, la especie humana estarà en camino de un
nuevo gènero de existencia, tan diferente del nuestro corno lo es el
nuestro del gènero de vida del hombre de Pekin. Entonces, por fin,
estarà cumpliendo conscientemente su verdadero destino12.

Como se ve, este modo de hablar expresa la confianza en


que la humanidad entre en un «nuevo gènero de existencia»;
hay que dar pasos nuevos en el camino de la evoiución (corno
lo muestra su mención al «hombre de Pekin»). Queda todavia un
poco impreciso cuàl es el punto de llegada. Pero es patente la
confianza en las posibilidades de la ciencia. El nuevo gènero de
existencia, el futuro, estarà determinado por las capacidades tee-

12 Nuevos odres para vino nuevo, Hermes, Buenos Aires 1959,18.


7. TRANSHUMANISMO: EL UMBRAL DE LA TRANSICIÓN 187

nológicas. Como veremos, es precisamente la confluencia de las


nuevas tecnologias el factor que empuja al trans-humanismo a
reconocerse corno post-humanismo.
Està perspectiva estaba siendo perfilada desde tiempo atràs,
corno lo muestra Daedalus or Science and thè Future, breve ensa-
yo publicado por J. B. S. Haldane en 1923, que se convirtió en un
autèntico bestseller. Ha sido considerada por los transhumanistas
corno una visión anticipada de su propia propuesta. El autor, ge­
netista britànico, realizó aportaciones decisivas a la teoria evoluti­
va sintètica, es decir, conoce la lògica del darwinismo. Para expre-
sarla recupera los mitos de Prometeo y de Dèdalo, que anticipan
el itinerario que està iniciando la humanidad: todo inventor en el
campo de la fisica o de la quimica debe ser ensalzado corno un
autèntico Prometeo, pues cualquier innovación cientifica es con­
siderada corno insulto a algùn dios, corno una autèntica blasfemia
(asi lo indica el subtitulo A paper read to thè Heretics). El mismo es
consciente del paso revolucionario que significa ver a Prometeo
adentrarse con esos objetivos en la biologia:

El inventor en la fisica o en la quimica es siempre un Prometeo.


No hay ningùn gran invento, desde el fuego hasta la posibilidad de
volar, que no haya sido considerado corno un insulto a algùn dios.
Pero si todo invento fisico o quimico es una blasfemia, toda inven-
ción biològica es una perversión. Es dificil que haya alguien que, una
vez llegado al conocimiento de ella sin ningùn conocimiento previo,
no aparezca corno indecente o antinatural.
Los desarrollos en el campo de la biologia requeririan, re-
conoce, una profundización en los criterios éticos para evitar
efectos destructivos. No es elio sin embargo lo importante, sino
mostrar y realizar el mito de Dedalo: la humanidad puede planear
un futuro en el que controlarà su propia evolución a partir de la
biologia (mediante mutaciones provocadas o mediante el uso de
la fertilización in vitro). Elio nos hace volver a la tragedia que in-
dicaba L. Ferry. Las fuerzas de la ètica son muy fràgiles ante las
posibilidades técnicas. La obra finaliza presentando la imagen de
un biòlogo en un laboratorio, «un pobre hombre, desalinado y mal
188 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

pagado, tanteando a ciegas en el laberinto del ultramicroscopio»


pero consciente de «su misión terrible y orgulloso de ella».
En este escenario a partir de los anos cincuenta comenzaràn
a actuar personajes de tipo diverso, que comparten un allento
comùn desde posiciones diversas, contribuyendo a configurar
una mentalidad favorable a estos desarrollos. Hay proclamas vi-
sionarias, a veces extravagantes, expresadas de modo especial
en obras de ciencia ficción, tanto en la literatura corno en el cine.
Pero hay también filósofos y cientificos vinculados a centros
altamente cualificados, corno el Instituto Tecnològico (IMT) de
Boston, el Future of Humanity Institute en Oxford y posterior­
mente la Singularity University de Silicon Valley. En este periodo
se van dando los primeros pasos en la cibernètica e informàtica,
que seràn decisivos en el avance del post-humanismo.
El àmbito de las «humanidades», propio de la cultura tradicio-
nal, se va enriqueciendo con elementos que apuntan a un nuevo
paradigma y a un nuevo imaginario colectivo. La obra mencio-
nada de Haldane aportó elementos a la novela de Aldous Hu­
xley Un mundo feliz. Encontró asimismo amplia acogida la no­
vela de Mary Shelley Frankenstein, concebida en 1816 durante
un encuentro en la villa Diodati donde residia Lord Byron, que se
convertirà en simbolo de la capacidad creadora del ser humano
gracias a la imaginación y a la tècnica. Lo que en un momen­
to parecia irrealizable va adquiriendo progresivamente tintes de
realidad. En 1968 se estrenó 2001 - Una odisea del espacio de
Stanley Kubrick, en la que HAL, una màquina, un robot, alcanza
rango de protagonista. El arte muestra su función en el desplie-
gue de mundos que anticipan el futuro. Ya lo habia proclamado
Martinetti en su Manifiesto futurista (1909): «Ninguna obra de arte
sin caràcter agresivo puede ser considerada una obra maestra...
Pretendemos derribar las misteriosas puertas del imposible». Las
nuevas tecnologlas permitiràn que muchas de estas imaginacio-
nes se vayan haciende realidad. Casi un siglo después otro artis­
ta, el brasileno E. Kack, ofrece otro simbolo del alborear de una
nueva realidad: decidió crear para el ano 2000 una obra de arte
7. TRANSHUMANISMO: EL UMBRAL DE LA TRANSICIÓN 189

peculiar, un conejo verde fluorescente; para elio contactó con un


laboratorio francés para que le proporcionara un conejito radiante
conforme a sus indicaciones; los cientificos franceses tomaron
un embrión de conejo bianco corriente, implantaron en su DNA
un gen tornado de una medusa verde fluorescente y se logró el
objetivo. De modo simbòlico el artista bautizó Alba a su «obra de
arte». Es heraldo de lo que ha de venir.
Al margen del campo de las «humanidades» y del arte fue-
ron surgiendo precursores que pretendian dar concreción a esa
nueva visión.
F. M. Esfandiary (1930-2000) firmaba corno FM-2030 porque
confiaba en que los avances médicos le permitirian alcanzar los
cien afios en 2030. En 1973 publica la primera deciaración de
mentalidad trans-humanista Up-Wingers. A Futurist Manifes­
to y creò un grupo de futuristas optimistas bajo la designación
UpWingers: la humanidad podia despiegar sus alas para volar
hacia el futuro aportando notables mejoras para el ser humano.
Valoraba a los genetistas y a los bio-tecnólogos corno los autén-
ticos revolucionarios, pues la verdadera lucha revolucionaria no
se plantea en el campo social, politico o econòmico, sino en la
eliminación de la muerte, en querer seguir viviendo todavia el ano
2050; la aspiración humana se alimenta de la voluntad de vivir ili-
mitadamente, por lo que mientras haya muerte no somos autènti­
camente libres. Hasta ahora esa cuestión no estaba planteada en
ninguna agenda cientifica, porque se consideraba tarea imposi-
ble. Pero él no tuvo reparos en plantearla: buscaba efectivamente
la auto-divinización humana (sin que elio signifique jugar a Dios
o querer ser dioses). En Are you a Transhuman? (1989) presentò
al ser trans-humano corno «transitional human» (es decir, corno
una transición...hacia lo post-humano). Murió el ano 2000 cuando
estaba redactando un libro titulado Countdown to Inmortality.
La aspiración a la inmortalidad centra también la propues-
ta de R. Ettinger, que dibuja un futuro post-darwinista. La lucha
contra la enfermedad y la muerte es de hecho una apuesta en
favor de la inmortalidad, corno sostiene en Prospect of Immorta-
190 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

lity (1962). La mortalidad es una enfermedad de la que tenemos


que curarnos, una mas de las debilidades que compartimos con
los animales. Esa debilidad sera vencida a medida que nos va-
yamos liberando de la evolución naturai y planteemos una evo-
lución inteligente, es decir, dirigida por el hombre. Un ejemplo es
especialmente significativo: a medida que vayamos dominando
la naturaleza las mujeres podràn ser liberadas de la gestación,
pues durante nueve meses se encuentran en situación de escla-
vas, corno meras màquinas biológicas. El objetivo es avanzar
hacia el superman inmortai (Man into Superman, 1972). Como
realización concreta (era lo que permitia el cuadro mental del
momento) fundó el Cryonics Instituti la crionización del cuerpo
humano, agotado o vencido por la enfermedad, podrà recuperar
la vida una vez que se conozcan los medios para curar la enfer­
medad a la que sucumbió.
Max More ofrece una sistematización filosòfica del trans-hu-
manismo en Los principios de la extropia (1998). En 1988 habia
editado con Tom Morrow el primer nùmero de Extropy Magazi-
ne, donde apareció en 1990 Transhumanism: Toward a Futurist
Philosophy'3. Frente a la entropia que conduce a la muerte se
reivindica la extropia. Fundó el Extropy Institut, que se cerró el
ano 2006 porque consideraba que ya habia cumplido su misión:
ofrecer y asegurar a sus miembros un marco respetable y abietto
para discutir el impacto de las tecnologias emergentes, para la
colaboración entre expertos de diversas especialidades de cara a
explorar el futuro de la humanidad. El termino extropia, acunado
en la década de los setenta, condensa la nueva filosofia y refleja
el avance de la mentalidad post-darwinista que trata de sustraer-
se a los condicionamientos de la naturaleza: el principio de entro­
pia, a causa de la pérdida de energia, hace ver la amenaza de la
caducidad y de la muerte, lo que puede generar pesimismo y re-
signación en la conciencia humana; pero la razón y la tecnologia
son capaces de introducir una inflexión, fomentando el empode-
ramiento del ser humano (frente a la entropia hay que promover

13 Extropy Magazine 6 (1990) 6-12.


7. TRANSHUMANISMO: EL UMBRAL DE LA TRANSICIÓN 191

la extropia). En la base se encuentra una filosofia de la vida que


busca acelerar la evolución de la vida inteligente mas alla de su
actual forma y de las limitaciones de nuestra condición presente.
Max More remite su filosofia a la eupraxofia (buenas pràcti-
cas, sensatez) de Paul Kurtz14. Con elio More deja ver su filiación
intelectual, pero a la vez el futuro al que apunta. Kurtz propugna
un humanismo secular (al que ya aludimos), una cosmovisión no
religiosa, que enfatiza la posibilidad y la importancia de una vida
ètica y piena al margen de la fe, de la revelación o del misticismo.
Elio permite asumir sin contaminaciones el humanismo de las
Luces, el progreso, el racionalismo, el materialismo; merece ser
subrayada la insistencia en el funcionalismo: hay que rechazar
todo tipo de «justificacionismo» (es decir, la bùsqueda de funda-
mentos o causas metafisicas) o de autoridad; la actitud libertaria
es un modo de vivir la libertad moderna. Las raices, por tanto, se
encuentran en la modernidad, pero More insiste en la necesidad
de ir mas alla de la modernidad, a lo que denomina trans o hiper-
modernidad15. En este caso ir mas alla de la modernidad significa
ir mas alla del humanismo moderno.
En 1998 fue fundada la World Transhumanist Association por
N. Bostrom y D. Pearce, refundada posteriormente corno Huma-
nity+, que expresó su identidad y su estatuto fundacional y pro-
gramàtico en la Transhumanist Declaration. La personalidad de
sus promotores nos permitirà situar los presupuestos sobre los
que se levanta este proyecto, y la lectura de la Declaración mos­
trare con claridad que el trans-humanismo y el post-humanismo
se encuentran, porque en el fondo aquel conducia a este.
N. Bostrom, filòsofo de origen sueco, fundó en la universi-
dad de Oxford el Future of Humanity Institute, centro pionero
de investigación multidisciplinar para tratar las cuestiones que
configuraràn el futuro de la humanidad. En 2011 fundó el Pro-

14 The Humanist Alternative (1973), A Secular Humanist Declaration (1980), Hu-


manist Manifesto (2000).
15 M. More, The Philosophy of Transhumanism, en M.More-N.Vita-More (eds),
o.c. 1-4.
192 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

grama Oxford Martori sobre los impactos de la Tecnologia Fu­


turista. Como estudioso teòrico de la informàtica advirtió sobre
los riesgos que una Superinteligencia representa para la humani-
dad: un resultado adverso podria devastar la vida inteligente en
la tierra o restringir su potencial de modo dràstico16. David Pear-
ce es un filòsofo britànico, autor de El imperativo hedonista, en
el que presenta corno imperativo ètico fundamental la abolìción
del sufrimiento humano de todos los sentientes; segùn él, este
imperativo se encuentra en vias de realización, pues las nuevas
tecnologias iràn eliminando toda experiencia desagradable.
Senalaremos los puntos principales de la Declaración Trans-
humanista, que muestran de un modo magnifico que el trans-hu-
manismo ha ido desarrollando su dinamismo hacia el post-hu-
manismo:
1. La humanidad va a ser profundamente afectada en el fu­
turo por la ciencia y la tecnologia. Contemplamos la posi-
bilidad de ampliar el potencial humano superando el paso
de la edad, las insuficiencias cognitivas, el sufrimiento
involuntario y nuestro confinamiento en el pianeta Tierra.
2. Creemos que las capacidades de la humanidad en su ma-
yor parte no han sido realizadas. Hay escenarios posibles
que conducen a condiciones maravillosas para potenciar
al hombre.
3. Propugnamos el bienestar de todos los sentientes, inclu-
yendo a los humanos, a los animales no humanos y cual-
quier futura inteligencia artificial, formas de vida modifi-
cadas u otras inteligencias a las que pueda dar origen el
desarrollo cientifico y tecnològico.
4. Favorecemos la libertad morfològica, el derecho a modi­
ficar y potenciar el propio cuerpo, la capacidad cognitiva
y las emociones. Està libertad incluye el derecho a usar
o no usar técnicas y tecnologias que extiendan la vida,

15 En 2008 publicó Riesgo catastròfico global, y en 2014 Superinteligencia: ca-


minos, peligros, estrategias.
7. TRANSH UMANISMO: EL UMBRAL DE LA TRANSICIÓN 193

preserven el yo a través de la criónica, la descarga y otros


medios, y elegir ulteriores modificaciones y mejoras.
Conviene subrayar los aspectos que, a partir del proyecto de
potenciar al hombre, se adentran en el escenario post-humano:
a) el hombre es equiparado a los animales no humanos (preci-
sión que subraya el hecho de que el hombre es situado entre los
animales) y a cualquier tipo de inteligencia artificial que pueda
ser producida por el hombre; b) se pretende modificar el propio
cuerpo sin limitaciones; c) la preservación del yo (se supone que
para vencer la mortalidad) se puede lograr por medios corno la
descarga de la información del cerebro humano en un soporte no
biològico.

2. El timbrai de la transición
De este modo queda sustituido el criterio antropològico de
los griegos, tal corno lo formulò Pindaro: Llega a serio que eres.
Este principio encaja en el cósmos griego, basado en el equili­
brio y la armonia, sostenido por la noción de naturaleza. La in-
flexión actual marca otra orientación, claramente postdarwinista:
Llega a ser mas de lo que eres. Para lograr este objetivo han
quedado eliminados todos los obstàculos: Dios ha sido elimina-
do; tras la muerte de Dios quedaba la naturaleza, pero también
ha quedado reducida a objeto manipulable por los hombres o es
entendida corno producto cultural.
Signo darò del cambio es que la idea de naturaleza (espe-
cialmente la naturaleza humana) es mirada con ojos de sospe-
cha. En la idea de naturaleza se percibe una presencia de Dios
que està coartando el margen humano de decisión. No es con-
templada corno un don que debe ser acogido con respeto sino
corno un impedimento y un obstàculo. Por eso C. Rosset, prefie-
ren hablar de anti-naturaleza17. La idea de naturaleza, observa,
puede convertirse en un espejismo en la medida en que se vea
en ella «una instancia perenne...que asegura al hombre un eter-

17 C. Rosset, La antinaturaleza, Madrid 1974, 9-10.


194 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

no refugio tan tranquilizador corno la presencia de una madre»;


la naturaleza sigue siendo, en expresión de Nietzsche, una de las
principales «sombras de Dios18» que coartan la libertad humana;
por eso Rosset lanza su «panfleto antinaturalista» en defensa
del «artificio», de lo que la creatividad humana va haciendo con
la simplicidad caòtica de la existencia. Lo que constituye al ser
humano es por tanto un artificio, algo construido y reconstruido
conforme a un doble criterio: la capacidad tecnològica y la elec-
ción humana.
Este giro empuja a recordar la advertencia de la reflexión
griega y de la revelación judeo-cristiana. La primera advertia
sobre el riesgo de la hybris, es decir, de la desmesura, de la
obcecación por rebasar los propios limites de lo humano, pues
en tal caso se podria desatar el destino, la fatalidad, que se des-
cargarian sobre el hombre que olvida su vulnerabilidad. El relato
biblico recuerda permanentemente la seducción del pacto ofre-
cido por la serpiente. Es lo que repite el profeta Ezequiel con
palabras de Yahvé: «Se ensoberbeció tu corazón y dijiste “soy
un dios, habito en la morada de Dios”». Siendo tù un hombre,
no un dios, igualaste tu corazón al corazón de Dios... creyendo
que ningùn secreto se te ocuitaba; que con tu sabiduria y tu pru-
dencia creaste tu poderio...y con tu gran sabiduria y tu comercio
acrecentaste tu poder y en tu potencia se ensoberbeció tu cora­
zón...»; por eso vendrà sobre el hombre el castigo y la desgracia,
la guerra y la violencia.
A pesar de todo, los anhelos del trans-humanismo por mejo-
rar y potenciar al hombre dificilmente pueden ser frenados cuan-
do se dispone de los medios tecnológicos capaces de lograrlo,
y cuando se usan corno criterios de discernimiento los deseos
de los individuos narcisistas o las conveniencias del mercado.
^No nos topamos de nuevo con la tragedia porque la ètica llega
siempre tarde?

18 Dice el eterismo 109 de Gaya ciancia: «^Cuàndo dejaremos de estar obceca-


dos por todas esas sombras de Dios? ^Quando habremos desdivinizado compieta-
mente la naturaleza?».
7. TRANSHUMANISMO: EL UMBRAL DE LA TRANSICIÓN 195

3. La confluencia de las nuevas tecnologias:


llave y clave del futuro
Ya hemos visto que la tècnica daba sentido a la ciancia
moderna, porque sólo asi redundaba en beneficio del hom-
bre. El paradigma tecno-cientifico venia configuràndose desde
tiempo atràs, y ahora encuentra un escenario adecuado para
su aceleración. Lo mas significativo de los ùltimos decenios ha
sido la confluencia de estas tecnologias, es decir, el hecho de
que no funciona cada una en su campo, sino que se enrique-
cen y potencian mutuamente. Este es un cambio sustancial,
corno vamos a ver, y es la fuerza que ha conducido al trans-hu-
manismo hasta el umbral del post-humanismo. En ese umbral
la distinción o diferencia entre ambos queda superada en la
pràctica.
Este proceso de convergencia ha sido potenciado desde las
instituciones pùblicas, corno via de progreso y desarrollo. La
economia, en su alianza con la politica, encuentra aqui uno de
los campos privilegiados de actuación. El ano 2002 La Natio­
nal Science Foundation publicó un informe Converging Techno­
logies for Improving Human Performances, que permite ver la
cuestión de fondo: el desarrollo actual de las tecnologias i,no
nos empuja màs alla de la mejora del ser humano, a relanzar la
evolución màs alla del homo sapiens?, <,no hemos encontrado la
pieza clave para afrontar el estadio post-darwinista?
Vamos a presentar y cementar las cuatro ciencias fundamen-
tales recogidas en el acronimo NBIC: Nanotecnologia, Biotec­
nologia, Informàtica o tecnologias de la información, ciencias y
tecnologias Cognitivas. Alteraremos el orden de las dos ùltimas
dado que, a la luz de los ùltimos desarrollos, nos parece que
el circulo se cierra y se consuma en el dominio de los datos o
algoritmos, cuando la cibernètica (o la informàtica) se convierte
en la ciencia primera. Es digno de senalar que en varios de estos
desarrollos sus protagonistas proclaman la convicción de estar
asistiendo a uno de los cambios esenciales en la historia de la
evolución.
196 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

Nanotecnologia
La nanotecnologia designa la tecnologia que se aplica a ni-
vel nanométrico, lo ilimitadamente pequeno. Ya en 1959 el fisi­
co estadounidense R. Feinmann pronunciò un discurso famoso
There's Plenty of Room at thè Bottom (Hay mucho espacio en el
fondo). Propone la posibilidad de manipolar los àtomos y molé-
culas por medio de instrumentos de gran precisión capaces de
actuar en esos àmbitos fan pequenos. De ese modo se pueden
crear nuevos materiales con nuevas propiedades. Elio ha abierto
el camino a aplicaciones mùltiples en el campo industriai, mili­
tar, mèdico, electrónico..., ofreciendo soluciones a los problemas
que se encontraban en los materiales naturales y habituales. Su
desarrollo ha sido enorme porque tiene implicaciones sociales y
económicas inmensas.
La nanotecnologia se aplica fondamentalmente en el campo de
la materia fisica. ^Cómo no aplicarla también en el campo de la
biologia? Asi lo planteó ya en 1981 el ingeniero E. Drexler en un ar­
ticolo cuyo titulo es revelador Molecular engineering: An Approach
to thè Development of General Capabilities for Molecular Manipula-
tion. En 1986 usò el término nanotecnologia en el libro Motores de
la creación: la próxima era de la nanotecnologia, fruto de su tesis
doctoral: disena teòricamente una màquina nanotecnológica con
capacidad de autorreplicarse, es decir, de reproducir tanto su so-
porte fisico corno el programa que lo dirige. La ingenieria podia ser
aplicada a las estructuras mas intimas de la realidad biològica. Con
razón puede denominar este proceso corno autèntica revolución19.

Biotecnologia
La biotecnologia pretende aplicar las mas sofisticadas tec-
nologias a los organismos vivos. Se ha hablado a este respecto
de biologia sintètica, que incluye una autèntica ingenieria, so-
bre todo a raiz del descubrimiento de los genes y su estructura.
óQué impide actuar sobre ellos? F. Dyson, reconoce nuestra ig-

” E. Drexler-C. Peterson, The Nanotechnology Revolution, Nueva York 1991.


7. TRANSHUMANISMO: EL UMBRAL DE LA TRANSICIÓN 197

norancia sobre el origen de la vida, pero ante las posibilidades


abiertas por los nuevos descubrimientos concluye que el futuro
biotecnológico da por concluido el interludio darwiniano para en­
trar en un estadio nuevo20: la unión de biologia y nanotecnologia
permitirà crear sistemas quimicos capaces de reproducirse. Si la
biologia se convierte en ingenieria genètica, estamos en el esta­
dio post-darwinista. En este contexto resulta tentador hablar de
«creación», pues hemos llegado al santuario de la vida, hasta los
«motores de la creación». Con està capacidad de planificación
y de manipulación no es exagerado afirmar que se abre la revo-
lución biològica mas importante desde la aparición de la vida en
la Tierra. Con un matiz especialmente relevante: la vida apareció
por un proceso espontàneo de la naturaleza, ahora pasa a ser
artificial, algo fabricado por el ser humano.
Se ha vaiorado corno «dia que cambiò la historia» el descu-
brimiento de la doble hélice del ADN (1953). J. Watson, uno de
los dos co-descubridores, consciente del camino que se abria,
afirmaba irònicamente que no podemos dejar en manos de Dios
el futuro del ser humano (Dios actuaria con mayor arbitrariedad
que el hombre). La lectura y la secuenciación del ADN permi­
tirà el trasplante de genomas, la transformación de un tipo de
bacteria en otra, hacer que una especie se convierta en otra,
combinar cualidades de una especie con las de otra... Los cien-
tificos pueden manipular genèticamente los seres vivos, frenan­
do o reorientando las leyes de la selección naturai, sin sentirse
condicionados por las caracteristicas originales del organismo.
El ejemplo ya mencionado de E. Kac es significativo.
En este terreno el ritmo de los avances ha sido vertiginoso,
abriendo campos cada vez mas amplios. Destaquemos un par
de ellos: a) la aplicación al ser humano, que ha suscitado los
mas fuertes debates éticos y los mas fascinantes experimentos;
b) su convergencia con la cibernètica: la biologia tradicional se
situaba en el mundo analògico, pero la secuenciación del ADN

20 F. Dyson en J. 8. Brockman (ed.) Vida, Critica, Barcelona 2012, 91,123.


198 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

ha permitido digitalizar la biologia (al fin y al cabo información es


lo que contiene el ADN, por lo que pertenece de pieno derecho
al mondo digitai).

Ciencias y tecnologias cognitivas


Las ciencias y tecnologias cognitivas han adquirido también
un notable desarrollo. El estudio del cerebro ha sido objeto de
proyectos de investigación generosamente financiados por fon-
dos pùblicos21. La neurofisiologia ha buscado analizar la acti-
vidad de las neuronas y la interacción entre ellas, asi corno la
fuerza electromagnética que suscita y mantiene el movimiento.
Desde una visión naturalista no se contempla la existencia del
yo (o de la conciencia) corno soporte o protagonista de la activi-
dad22. El estudio del cerebro abre la puerta también a la interven-
ción externa (por medios diversos).
En este campo destaca el desarrollo de la Inteligencia Arti-
ficial23, con logros deslumbradores. Conviene senalar desde el
principio la ambiguedad que esconde un planteamiento natura­
lista: se da por supuesto que la inteligencia tiene un significado
univoco y que se puede atribuir sin ninguna distinción al hombre,
a los animales, a los seres vivos en generai y a las màquinas24;

21 El Proyecto Conectoma Humano se inició en Estados Unidos en 2010 con la


intención de realizar una cartografia en 3D del cerebro humano representando las
conexiones entre los cien mil millones de neuronas. Un proyecto semejante se inició
en Europa en 2014 para investigar la actividad cerebral durante el procesamiento de
la información.
22 Asi lo senala N. López Moratalla, Inteligencia artificial ^conciencia artificial?
Digital Reasons, Madrid 2017; 18; su tesis insiste en que no hay «propiedad biològi­
ca» que permita explicar caracteristicas que son exclusivas del ser humano.
23 Se suele distinguir entre Inteligencia Artificial fuerte y débil; pero parece màs
integradora la distinción de M. Bedau, Artificial Life: Organization, Adaptation and
Complexity from thè Bottom up, Trends in Cognitive Science 7 (2003) 505: soft, crea
simulaciones digitales que manifiestan un comportamiento semejante a la vida; hard:
implementación en maquinas de sistemas semejantes a la vida,- wet: sintetiza siste-
mas vivos a partir de sustancias bioquimicas.
24 M. Carabantes López, Inteligencia artificial: una perspectiva filosòfica, Escolar
y Mayo Editores, Madrid 2016, 10 abre su obra con una afirmación contundente:
la Inteligencia Artificial es una tecnologia que todavia no existe... porque no puede
7. TRANSHUMANISMO: EL UMBRAL DE LA TRANSICIÓN 199

pero es una falacia utilizar el mismo término para designar reali-


dades distintas25. Al eludir las distinciones adecuadas es lògico
que consideren que la Inteiigencia Artificial està en condiciones
de sostituir al cerebro humano.
La Inteiigencia Artificial se desarrolla a partir de la descompo-
sición de la inteiigencia en sus diversas funciones (la percepción,
el razonamiento, el càlcolo matemàtico, la lectura de un texto, la
solución de problemas...). En un momento posterior se van cons-
truyendo màquinas que puedan realizar esas tareas igual o mejor
que los seres humanos. Un hito de gran impacto en la opinion
pùblica fue el momento (1996) en el que el ordenador Deep Blue
derrotó al campeón mundial de ajedrez G. Kasparov. Se habia
abierto el camino para hablar con rigor de màquinas inteligentes
o incluso del reconocimiento de las màquinas corno personas.
Antes de (legar a estas conclusiones la Inteiigencia Artificial,
en sus mùltiples manifestaciones, ha pasado a formar parte de
nuestra vida cotidiana, resultando imprescindible para gran par­
te de nuestras actividades (los robots, la compra on line, el re­
conocimiento facial...). El desarrollo de los robots, capacitados
cada vez para màs y màs eficaces funciones, va impregnando el
paisaje de nuestra civilización. Elio suscita ventajas innegables

existir. La razón es clara, en la linea de lo que nosotros mismos hemos indicado:


la Inteiigencia Artificial se atribuye una denominación inexacta y falsa, porque nun-
ca podrà alcanzar la versatilidad de la inteiigencia humana, que es cualitativamente
distinta. No obstante reconoce su fuerte presencla en el imaginario colectivo corno
resultado de tres factores: la mercadotecnla, el optimismo de los investigadores que
han proclamado que en un tiempo muy breve se conseguirla producir màquinas in­
teligentes, la ciencia ficción.
25 Ibid., 347ss cementa los cuatro supuestos, que considera falsos: supues-
to biològico: el cerebro humano es una màquina, equivalente a una computadora
electrónica; supuesto sicológico: la mente no seria màs que un modelo de tipo in­
formàtico que utiliza procesos computacionales para generar conducta inteligente;
c) supuesto epistemologico: un sistema fisico de simbolos tiene las capacidades
suficientes para una acción inteligente; supuesto ontològico: semejante al atomismo
lògico, en cuanto el mundo entero es expresable por una masa de hechos discretos,
simples y autoevidentes. Estos supuestos se refieren a lo que denomina «Inteiigencia
Artificial simbòlica» explicable por sistemas formales al modo de las computadoras
electrónicas. Se trata, sin embargo, de un proyecto imposible.
200 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

acompanadas de interrogantes inquietantes: basta qué punto


estàn en condiciones de condicionar o manipular a los huma-
nos, en qué medida pueden ser utilizados de modo perverso
en acciones militares, qué transformación van a producir en la
evolución de las profesiones y del mercado laboral...

Cibernética/informàtica: la ciancia primera


La informàtica y las tecnologias de la información han trans-
formado nuestro entorno y, màs aùn, nuestro modo de compren­
der la realidad. El cambio de paradigma que introdujo la ciber­
nètica se inició en la década de los cuarenta del siglo pasado.
Inicialmente su objetivo era potenciar y ampliar el humanismo de
la tradición liberal, no subvertirlo26; se pretendia que hubiera mà-
quinas que pudieran realizar determinadas funciones humanas,
pero no que pudieran sustituir a los humanos.
N. Wiener27 abrió un camino al concebir sistemas feed-back
y J. von Neumann aportó la arquitectura de casi todos los orde-
nadores: unificar el código semiotico de la màquina, cuantificar
la información para que sea bien utilizada por la màquina. En
1950 A. M. Turing28 predijo que un ordenador estaria en con-
dicìones de superar con éxito el «test de Turing» [Computing
Machinery and Intelligence, publicado en 1950 y reimpreso con
el titulo ,-,Puede una màquina pensar29?), cuando la cibernètica

26 N. Hayles, How We Secarne Posthuman: Virtual Bodies in Cybemetics, Li-


terature and Informatics, The University of Chicago Press 1999 distingue tres olas
o momentos que apuntan a la obtención de reflexividad en las nuevas entidades,
pero subraya que la intención de N. Wiener, el padre de la cibernètica, se situaba en
la tradición del humanismo liberal, si bien era consciente de los riesgos inherentes
al proceso (p. 84ss; 112ss). El capitelo cuarto de su obra lleva un titulo que expresa
esa tensióni «Liberal subjectivity imperiled: Norbert Wiener and cybernetic anxiety».
27 N. Wiener, Cybemetics, Nueva York 1948.
26 S. Turing, A. M. Turing. Màs que un enigma, Tecnos, Madrid 2018 es una bio­
grafia, parcial, de su madre, que también introduce en su itinerario intelectual.
29 El articulo originario fue publicado en el n. 236 de Mind. En o.c. 231 ss se re-
coge el guión de una conferencia de 1947 sobre La inteligencia de las màquinas. Una
teoria herética, en la que habla ya de «construir màquinas que simulen con un alto
grado de perfección el comportamiento de la mente humana». En un articulo de The
7. TRANSHUMANISMO: EL UMBRAL DE LA TRANSICIÓN 201

estaba dando sus primeros pasos. En 1956 J. von Neumann


preparò unas conferencias publicadas pòstumamente en 1958
bajo el titolo The Computer and thè Brain, vaiorado corno «el
proyecto mas grande e importante de la humanidad», pues es
la primera investigación seria sobre el cerebro humano llevada
a cabo por un cientifico de la computación. La neurociencia y la
computación eran islas sin comunicación. Ahora se abre el cami­
no para simular el procesamiento que realiza el cerebro gracias
a la computación.
Para captar todas las implicaciones de està nueva ciencia,
conviene distinguir diversos niveles: a) facilita la transmisión de
noticias, de mùsica y de imàgenes...; desde un punto de vista
facilita la comunicación entre las personas y desde otro punto de
vista puede contribuir al control de la mente de las personas por
medios cada vez màs sofisticados; b) acelera la confluencia de
las tecnologias potenciando sus capacidades: el manejo de los
algoritmos y de los datos hace postole que las màquinas realicen
funciones humanas o supra-humanas, la biologia molecular tra-
baja sobre los códigos de información contenidos en las células
y en los genes, cuya secuencia puede ser digitalizada; c) al final
se concluye que la realidad es «información», datos, algoritmos,
lo cual cambia radicalmente el modo de tratar y de manipolar
aquello que somos y que nos rodea.
Este proceso se ha acelerado hasta tal punto que se habla
de una revolución digitai, que Floridi valora corno la cuarta re-
volución que sucede a las operadas por Copérnico, Darwin y
Freud. En virtud de està revolución nos encontramos con un
nuevo tipo antropologia y de ontologia: los avances tecnológicos
«no sólo estàn reconstruyendo nuestro mundo, lo estàn re-onto-
logizando», se està produciendo «una transformación radicai de
la realidad y de nosotros mismos»30.

Times del 11.6.1949 ya se decla que ei objetivo de Turing desde anos atràs estaba
“encaminado a determinar el grado de actividad intelectual del que es capaz una
màquina y hasta qué punto puede pensar por si misma».
30 L. Floridi, La rivoluzione dell'informazione, Codice, Turin 2012,12-13.
202 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

a) En el campo de la antropologia los cambios son sustan-


ciales: experimentamos de otro modo nuestra interacción
con el mando; nos percibimos y nos vivimos no corno en-
tidades aisladas sino corno organismos informacionales
interconectados en la infoesfera, el ambiente global cons-
tituido en ùltimo término por la información (lo que hace de
nosotros inforg).
La revolución cibernètica hace ver que las fronteras del
sujeto humano son construidas, no estàn establecidas de
antemano; la cibernètica permite alterar sustancialmente
la concepción de esas fronteras; el hombre no acaba o se
cierra en su epidermis o en su piel; el audifono o las gafas,
por ejemplo, no pueden ser considerados corno ajenos al
sujeto, corno no lo es la lente introducida en el ojo para
curar lo miopia ni el perro que sirve de lazarillo a un ciego,
y por tanto tampoco el smartphone o tantos otros arte-
factos... El cambio en el modo de entender lo humano31 lo
podemos ver en un ejemplo limite que veremos mas ade-
lante: es posible descargar la información que constituye
al hombre sobre un material no biològico para garantizar
de este modo la inmortalidad (de este modo lo anorado
por los trans-humanistas es afrontado mas directamente
por los post-humanistas).
b) En el campo de la ontologia todo debe ser repensado por
medio de categorias informacionales. No se trata sólo de
valorar o de reconocer que la infoesfera transforma nues­
tra percepción de la realidad. Hay que dar un paso màs;
cualquier cosa u objeto pierde su connotación fisica para
desvelar que no es màs que información; el universo està
fundamentalmente compuesto por datos32 (no por materia
o energia); lo mismo se puede decir de la biologia, del ser
vivo y del hombre: las informaciones contenìdas en el ADN

31 lbid„ 84.
32 En p. 87 cita la expresión de J. A. Wheeler «it from bit», es decir, la naturaleza
ùltima de la realidad fisica —«lo que es»— es informacional, proviene de los bit.
7. TRANSHUMANISMO: EL OMBRAI DE LA TRANSICIÓN 203

confirman que la naturaleza es intrinsecamente informacio-


nal33. La frontera entre lo naturai y lo artificial queda difumi-
nada e incluso invertida, porque la información se arroga
una clara superioridad sobre la realidad material o corporal.
Estos presupuestos transforman la concepción de la vida y
de la realidad, porque ontologia y antropologia se difuminan y se
funden. Si la vida consiste en el procesamiento de datos se pue­
de concluir que todo ser que procesa o codifica datos debe ser
considerado corno ser viviente; el hombre serà un modo concre­
to de ese procesamiento de datos; no hay motivos para pensar
que ese modo concreto tenga una dignidad superior al proceso
que se produce en los animales o en las màquinas. <ì,No repre­
senta esto un cambio de època, un cambio de civilización?

4. iHacia un acontecimiento singular en la historia?


Las diversas tecnologias confluyen en un objetivo seductor:
crear seres no humanos dotados de una inteligencia y de una
capacidad de actuación inmensamente mas grande que la que
ha tenido hasta ahora la humanidad. Este proceso se ha ido ace-
lerando a un ritmo siempre credente. Se puede esperar por tan­
to que en un momento determinado se produzca una «explosión
de inteligencia» (I. J. Good34) de tal intensidad que convertirà al
homo sapiens en una especie superada, obsoleta, anticuada.
Ese momento es designado Singularidad (corno el big bang),
porque es ùnico, sin analogias. El termino tue acunado por J. von
Neumann, recuperado por Vernor Vinge, y desarrollado y publici-
tado por R. Kuzweil, que ya se atrevia a fijar la fecha en que ten-
dria lugar. De este nos ocuparemos en el capitulo siguiente, pues
forma parte del escenario post-humano. Senaiemos ahora que ya
fue anticipado en 1993 por V. Vinge durante la conferencia anual
de la Association for thè Advancement ofArtificial Intelligence:

M O.c. 69.
34 I. J. Good, Speculations Concerning thè First Ultraintelligent Machine, Advan-
ces in Computers 6 (1965) 33. El uso de la expresión se remonta a 1957.
204 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

Estamos entrando en un régimen tan radicalmente diferente de


nuestro pasado humano corno nosotros lo somos de los animales
inferiores.
La aceleración del progreso ha sido el rasgo centrai de este si­
glo. Nos encontramos en la orlila de un cambio comparable al sur-
gimiento de la vida humana sobre la tierra. La causa precisa de este
cambio es la creación inminente gracias a la tecnologia de entidades
con inteligencia màs grande que la humana. La ciencia puede lograr
este avance de modos varìos (lo cual es motivo para confiar en que
tal evento se producirà)35.

5. La controversia inevitable
Como es comprensible, ante las posibilidades abiertas se ha
provocado un fuerte debate entre los defensores de la poten-
ciación y mejora del hombre y quienes se oponen o expresan
reticencias36; estos son catalogados corno bioconservadores
porque defienden la necesidad de salvaguardar la vida sin intro-
misiones que la alteren sustancialmente; entre estos se pueden
identificar dos lineas de caràcter distinto: las fuerzas conserva-
doras y las corrientes ecológicas consecuentes.
Està segunda posición, podriamos decir, advierte contra el
riesgo de cruzar el umbral hacia el post-humanismo. Reconocen
las aportaciones del trans-humanismo en algunos campos, pero
consideran inquietantes algunos de sus desarrollos previsibles.
Las cuestiones éticas que presentàbamos en el pròlogo son un
buen ejemplo de elio. Piden cautela ante el dinamismo propio de
las tecnologias, del mercado, de la arbitrariedad humana. La re-
flexión ètica normalmente llega tarde, y se encuentra con hechos
consumados. F. Fukuyama, que habia defendido que el mundo
liberal habia llegado gozosamente al estadio final de la historia,
ha calificado al trans-humanismo corno la idea màs peligrosa del

35 V. Vince, Technological Singularity. en M. More-N. Vita-More (eds), TheTrans-


humanist Reader, Wiley-Blackwell, Chichester 2013, 365-366.
36 Como ejemplo del debate vivo actual cf. M. Boladeras, E! impacio de la tec-
nociencia en el mundo humano. Dlàlogos sobre la bioética, Tecnos, Madrid 2013.

I
7. TRANSHUMANISMO: EL UMBRAL DE LA TRANSICIÓN 205

mundo37. ^No es conveniente por elio establecer principios an-


tropológicos y ontológicos que no estén expuestos a la elección
fiumana, al capricho de algunos? Habermas en El futuro de la
naturaleza humana: pen camino hacia una eugenesia liberal? con­
sidera que las «irrupciones de una fuerza externa» en la dotación
genètica supone un atentado inaceptable contra la libertad ajena.
M. Sandel se posiciona Contra la perfección a la que se aspira,
porque con elio se elimina el reconocimiento corno don de lo que
nos constituye corno seres humanos. F. Fukuyama en Nuestro
futuro posthumano (2002) percibe el fantasma de la eugenesia en
tales proyectos, lo cual implica manipulación y exclusión de los
seres mas vulnerables.
J. Savulescu, defensor de un trans-humanismo que es ya
post-humano, sostiene por el contrario que hay que arriesgarse
a tornar decisiones peligrosas porque son una exigencia moral38:

No hay razón para que no podamos crear humanos con la visión


de un halcón, el oido y el olfato de un perro, el equilibrio y la grada
de un gato, la velocidad de un guepardo e incluso la capacidad de
generar energia mediante la fotosintesis a partir de la luz del sol. No
hay razón en principio por la que los «post-humanos» no puedan
beneficiarse de los genes del reino de los seres vivos.

En la posición defendida por Savulescu se unen y se poten-


cian los tres itinerarios que hemos recorrido: las posibilidades
ofrecidas por la tecnologia, la tarea de des-construcción del hu-
manismo y la configuración de un tipo humano salido de la crisis
de la modernidad.
No hay razones, segùn él, que deslegitimen esa posibilidad.
Una objeción podria venir de la naturaleza, de la esencia o de
las estructuras del hombre. Ahora bien, este argumento es poco
sòlido porque no existe una idea universalmente compartida que

37 F. Fukuyama, The World s Most Dangerous Ideas: Transhumanism, Foreign Po-


Iicy144 (2004)42-43.
38 J. Savulescu, pDecislones peligrosas? Una bioética desafiante, Tecnos, Ma­
drid 2012, 263.
206 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

fóndamente una dignidad inviolabile del hombre, supuestamente


amenazada por las mejoras genéticas. Mas bien hay argumentos
a favor de esas decisiones peligrosas. Se impone corno obliga-
ción moral la mejora humana: si alguien constata por anticipado
algùn errar en el feto que va a provocar una enfermedad ^quién
se puede oponer a actuar aunque sea interviniendo en el código
genètico? Es un servicio al hombre el control y la modificación
del genoma, constituye una prioridad para la humanidad actual.
Aunque para elio haya que mirar màs alla de està humanidad
actual. El mejoramiento de los seres humanos concretos debe
ser prioritario respecto a la preservación de la especie en su for­
ma presente; lo que importa es mejorar a los hombres actuales,
independientemente de las consecuencias que pueda tener para
las generaciones posteriores; negarse a està conclusión seria
corno si los simios hubieran intentado preservarse a si mismos a
costa de bloquear el camino evolutivo hacia el homo sapiens39.
Hay que superar por tanto el «prejuicio humanista» tanto en
lo que se refiere a la noción del hombre corno en lo que se refie­
re al hombre concretamente existente. Respecto a lo primero: no
hay consenso en que haya que reconocer dignidad a un hombre
simplemente por el hecho de pertenecer a una especie (aparte de
que la distinción entre especies es siempre artificial). Respecto
a lo segundo: apelar a la naturaleza humana corno fundamento
del humanismo tradicional resulta sumamente ambiguo porque en
nombre de la naturaleza se han justificado numerosas injusticias y
exclusiones (por ejemplo entre blancos y negros o entre varones
y mujeres) y se ha legitimado un imperialismo disimulado (distin-
guiendo por ejemplo entre bàrbaros o primitivos y civilizados).

39 J. Harris, Enhancing Evolution, University Press, Princeton 2007,11.


8. EL ROSTRO TECNOLÒGICO DEL POST-HUMANISMO

Hemos visto un largo camino que conduce hacia el post-hu­


manismo1. No hace su aparición por casualidad, es una gesta-
ción lenta que se ha producido a diversos niveles. Por eso su
llegada habia sido anunciada corno inevitable. El primer uso del
tèrmine fue introducido por Ihab Hassan en un articulo titulado
Prometheus as Performer Toward a Posthumanist Culture?2, que
finalizaba con estas palabras:

Necesitamos ante todo comprender que la forma humana puede


ser cambiada radicalmente y asl debe ser re-comprendida. Tenemos
que entender que quinientos anos de humanismo puede estar Ne­
gando a su final, cuando el humanismo se transforma en algo que no
nos queda mas remedio que Marnar potshumanismo.
Merece ser destacado un doble detalle que adquiere todo su
relieve a la luz de lo que venimos viendo: por un lado, la alusión
a Prometeo, que recoge la pretensión que ha acompanado a la
historia humana desde su nacimiento; por otro lado, està critica
del humanismo la realiza en el contexto de los debates entre
modernidad y postmodernidad, es decir, sobre el devenir de la
modernidad y del tipo humano que va a protagonizar (o padecer)
estos cambios.
Ahora bien, el post-humanismo tiene diversos rostros y re­
corre varios itinerarios, que a nuestro juicio conviene que sean
diferenciados para comprender la situación y para discernir sus
presupuestos e implicaciones. La sinfonia del post-humanismo

' E. Boemo de la Fuente, El post-humanismo: una revolución antropològica, en


E. Somavilla Rodrlguez (ed.), El transhumanìsmo en la sociedad actual, Madrid 2019,
23-68.
2 The Georgia Review 31 (1977) 830-850.
208 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

està interpretada por voces diversas. J. D. Bolster reconoce la


diversidad de voces y de actitudes, unidas por un criterio de
amplio respiro: es un termino usado por un grupo de investiga-
dores en el campo de la filosofia, de la ciencia, de estudios tec-
nológicos, de estudios literarios, de teoria critica, de sociologia
teòrica y de estudios sobre la comunicación; el termino designa
un modo nuevo de comprender al sujeto humano y su relación
con el mundo naturai; la teoria post-humanista pretende ofrecer
una nueva epistemologla que no esté centrada en el dualismo
cartesiano, busca socavar las fronteras, tradicionalmente fijas y
firmes, entre lo humano, lo animai y lo tecnològico3.
Es la perspectiva que hemos seguido. Hay caminos diver-
sos que conducen al trans-humanismo pero que finalizan en el
post-humanismo. Aqui ya se renuncia (al menos aparentemente)
a cualquier tipo de centralidad del homo sapiens, se deja atràs la
concepción antropològica que durante siglos ha acompanado a
la historia humana. Decimos «aparentemente», porque el allento
de los post-humanistas parece «humano, demasiado humano»
ì
(por utilizar la expresión de Nietzsche), ya que prolonga a pesar
de todo la alternativa ante la que se encontraba el Adàn del pa- :
raiso: el deseo de cultivar la tierra segùn el proyecto de Dios y la
seducción de una sabiduria que le permitiera ocupar el puesto
de ese Dios.
Para mayor claridad conviene distinguir una doble vertiente
del post-humanismo, que frecuentemente se pasa por alto: a)
la orientación tecnològica que suena con re-crear al ser huma­
no recurriendo a todas las posibilidades actuales, incluso dan­
do origen a seres que sustituyan a los humanos actuales; b) la
orientación pragmàtica transgresora, que apunta a la creación de
otro tipo humano, de subjetividades que rompan con los moldes
que lo humano ha ido adoptando a través de los siglos; es trans­
gresora porque trata de romper los esquemas considerados nor-
mativos; es pragmàtica, porque transforma las relaciones y las

3 J. D. Bolster, Posthumanism, en K. B. Jensen- R. T. Craigh, The International


Encyclopedia of Communication, Theory and Philosophy.
8. EL ROSTRO TECNOLÒGICO DEL POST-HUMANISMO 209

realidades sociales (parentescos, afectividades...); D. Haraway,


una de sus promotoras afirma con claridad: «mi mito sobre el
cyborg trata sobre la transgresión de fronteras». Ambas corrien-
tes beben de las mismas fuentes y estàn relacionadas entre si
(D.Haraway es un buen ejemplo) pero su repercusión se mani-
fiesta de dos modos distintos.
El término post-humano expresa una autoconciencia clara
de su propuesta, pues es usado por ambas tendencias (aunque
en ocasiones lo maticen). Se trata de una visión global de la rea-
lidad, corno ya se ha ido insinuando en el devenir del trans-hu-
manismo. Implica una ontologia y una antropologia, con amplias
repercusiones en el campo de la ètica y de la politica. Es una
ontologia: la realidad es, se manifiesta, se desvela y se ofrece
corno un código informacional universal que subyace a la estruc-
tura de la materia y de la energia, corno un programa que se va
ejecutando a nivel còsmico. Es una antropologia, pues el ser fiu­
mano (corno el conjunto de los seres) acaba siendo considerado
corno un conjunto de datos que ha adoptado una determinada
figura corporei. Y es una ètica y una politica, corno se manifiesta
sobre todo en el post-humanismo pragmàtico y transgresor, que
nos ocuparà el capitalo próximo. Todo elio no puede sorprender
si tenemos en cuenta que el sujeto ha quedado descompuesto
en una amalgama de componentes heterogéneos, abiertos a una
construcción, des-construcción y re-construcción permanente,
ya que no existen limites o fronteras claras.
K. Hayles, una de las primeras autoras que pensaron el
post-humanismo desde el punto de vista genealògico y sistemà­
tico, senaló los cuatro presupuestos sobre los que se levantaba
el post-humanismo: a) privilegia el modelo computacional sobre
la instanciación material, de modo que la corporeización en un
sustrato biològico es un accidente de la historia (que puede, por
tanto cambiar), no un rasgo imprescindible para la vida humana;
b) la conciencia, considerada durante siglos corno la sede de la
identidad humana, es un epifenomeno, sobrevenido en el proce­
so evolutivo, algo por tanto que se encuentra en los màrgenes,
!

210 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

no en el centro de la realidad o de las preocupaciones humanas;


c) el cuerpo es una prótesis originaria, con la que hemos nacido,
pero puede ser completada — o incluso reemplazada— por otras
prótesis que ofrecen màs prestaciones; d) el ser humano puede
ser completado asimismo con artefactos cibernéticos o con mà-
quinas inteligentes4.
Junto a estos presupuestos, hay que senalar las fronteras que
se difuminan. M. Hardt y A. Negri mencionan el intento de deru­
bar las barreras entre seres humanos y animales por una parte,
y entre animales y màquinas por otra; sólo entonces se abre el
escenario en el cual el ser humano podria desaparecer5. Ya en
1985 D. Haraway6 en su Manifiesto cyborg habia propugnado la
quiebra de tres confines: entre lo humano y lo animai, entre el or­
ganismo animal/humano y la màquina, entre lo fisico y lo no fisico
(entre lo material y lo Virtual). Rompiendo esas barreras se en-
cuentra una realidad continua (sin umbrales ni saltos ontológicos)
que puede sertrabajada sin pre-juicios de caràcter humanista. El
post-humanismo por tanto se construye mediante la fusión entre
hombre y màquina, pero también mediante la unión de hombre
y animai.

1. El cyborg, corno metàfora y corno realidad


El tèrmine cyborg1 sintetiza este proyecto: cyb se refiere a ci­
bernètico, y org a organismo; designa un organismo cibernètico,
es decir, una realidad constituida por un doble elemento: una parte
biològica y una parte cibernètica. Para evitar confusiones convie­
ne no identificar apresuradamente el cyborg con el robot. El robot
se sitila en el campo de la cibernètica, pero refendo a màquinas

4 K. Hayles, o.c. 2-4.


5 M. Hardt-A.Negri, Imperio, Paidós, Barcelona 2002, 95: el «Imperio» designa
la maquinaria biopolitica imperiai que aspira a instalarse corno instancia universal.
6 C. Chana Seco, ì Teologia y posthumanismo? Una propuesta de lectura de D.
J. Haraway, Burgense 60 (2019) 497-534.
’ P. Benanti, The Cyborg: corpo e corporeità nell'epoca del post-umano, Citade-
lla, Assisi 2012,23ss ofrece aclaraciones terminológicas y precisiones conceptuales.
8. EL ROSTRO TECNOLÒGICO DEL POST-HUMANISMO 211

con prestaciones especiales, sobre todo gracias a la Inteligencia


Artificial, es decir, es una potenciación de la màquina. El cyborg es
un mejoramiento del hombre recurriendo a la cibernètica.
El cyborg es una realidad porque està presente en nuestras
vidas y en nuestros cuerpos, de modo beneficioso la inmensa
mayoria de veces. Baste pensar, corno indicàbamos antes, en las
enormes posibilidades abiertas a la medicina y a la curación de
insuficiencias humanas. Pero a la vez es una metàfora, la metà­
fora de un mundo que se abre y que aùn tiene que ser habitado.
A partir de ese umbral los interrogantes brotan de modo espon-
tàneo: i,cuàl ha de ser el grado de presencia de cada uno de los
elementos?, <i,se puede pensar en la hipótesis de que el elemento
cibernètico vaya adquiriendo màs protagonismo hasta el punto
de desplazar al humano?
El término cyborg nos permite ver la convergencia de tecno-
logias. Habia sido utilizado en los afios sesenta por los neuro-
cientificos M. E. Clynes y N. S. Kline para indagar sobre las posi­
bilidades de viajar màs allà de la atmosfera terrestre. Pretendian
unir las funciones homeostàticas estudiadas por la cibernètica
con la biologia de los seres humanos enviados al espacio a fin
de facilitar su adaptación al nuevo entorno3. Estas indagaciones
se produjeron sobre el transfondo de la competencia en la in-
vestigación espacial entre Estados Unidos y la Union Soviètica9.
óNo hay que aplicar la misma metodologia al ser humano en
cuanto tal? La respuesta està implicita en el ejemplo que propo-
nen: un pez en tierra firme tiene que buscar la forma adecuada
para sobrevivir, pues se encuentra en una encrucijada: o bien

0 «Para los complejos organizacionales extendidos exógenamente funcionando


corno un sistema inconsciente homeostàtlcamente ìntegrado proponemos el término
"cyborg”. El cyborg incorpora deliberadamente componentes exógenos extendiendo
la función de control auto-regulador del organismo para adaptarse a nuevos entor-
nos»: Cyborgs and Space, Astronautics (septiembre 1960) 27.
9 Ante el éxito obtenido por la Union Soviètica con el lanzamiento de un Sputnik
en octubre de 1957, que tue visto corno un peligro por los Estados Unidos ante un
desarrollo cientifico superior, el presidente Eisenhower promovió la creación de Na­
tional Aeronautics and Space Aministration (NASA), entre cuyos objetivos estaba la
exploración de formas de supervivencia del ser humano en el espacio.
212 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

encapsularse en un contenedor de agua para seguir viviendo en


tierra firme pero corno pez, o bien transformar sus agallas de
modo que puedan respirar corno pulmones. Esa es la opción lò­
gica. En el caso humano la solución es obvia: tiene que desarro-
llartodas sus posibilidades de adaptación a los nuevos entornos
que vaya creando él mismo con su ciencia y su tècnica.
El primer encuentro del gran pùblico con un cyborg se produ-
cirà en el cine. Sus ficciones iràn acostumbrando a los especta-
dores a pensar en categorias nuevas: el hombre-màquina repre-
sentado por A. Schwarzenegger en Terminator (1984) adquiere
contornos de realidad. Con el paso de los anos la pelicula se
ha convertido en punto de referencia, hasta el punto de que en
2008 fue vaiorada corno «cultural, histórica y estèticamente sig­
nificativa» por la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos
y seleccionada para su conservación en el National Film Registry. I
La pelicula hace visible no sólo un cyborg, representado por Ar­
nold Schwarzeneger, sino una entidad aùn mas impensable en
aquel momento: se ha producido la Singularidad y ha hecho su
aparición una Superinteligencia. Singularidad y Superinteligencia
son categorias clave de un mundo post-humano, anticipado en la
ficción cinematogràfica.
La acción se situa en el ano 2029, cuando las màquinas ya
han esclavizado a la humanidad, y estàn gobernadas por la In-
teligencia Artificial conocida corno Skynet; no obstante estàn a
punto de perder la guerra contra la humanidad, a causa de la re-
sistencia liderada por John Connor. Por elio deciden terminar con
él. Ahora bien no tendria sentido acabar con él en 2029, cuando
la rebelión ya està en marcha. Hay una solución màs inteligente
y màs segura: exterminar a Sarah Connor, madre de John, en
1984, cuando él aùn no habia nacido. De este modo se corta el
problema de raiz. Y con està finalidad, a través de la màquina del
tiempo, envian desde el futuro a Terminator, un cyborg asesino,
para que cumpla su tarea en el pasado.
En 1985 publica Donna Haraway su Manitlesto cyborg, recu-
rriendo a un gènero literario cargado de todas las reivindicaciones
8. EL ROSTRO TECNOLÒGICO DEL POST-HUMANISMO 213

que vimos nacer en torno a 1968. Su pretensión y su transfondo


lo desvela el titulo completo del libro en que fue incorporado,
publicado en 1991'°: Symians, Cyborgs and Women. The rein-
vention of Nature". (Simios, cyborgs y mujeres. La reinvención
de la naturaleza). El subtitulo recuerda que la naturaleza no posee
estructuras vinculantes sino un material abierto a reinvenciones
siempre nuevas. El titulo por su parte menciona a los simios, los
cyborgs y las mujeres, en virtud de un rasgo que los une: son
tres categorias de seres oprimidos, constituidos corno «otros»,
corno marginados, corno raros y extranos, y por eso inferiores,
por el poder dominante, por el patriarcalismo, el capitalismo y
el racismo. El humanismo tradicional deja ver asi su verdadero
rostro: el «hombre» es en realidad el varón Occidental y burgués,
que rechaza corno extranos a los simios, a las mujeres y a los cy­
borgs. La autora manifiesta con claridad su adscripción marxista
y feminista, que busca la liberación de los marginados. Aqui se ve
la dimensión politica del post-humanismo transgresor:

Los habitantes de estas pàginas son extranas criaturas fronterizas


—simios, cyborgs y mujeres— que han ocupado un lugar desestabi-
lizador en las grandes narrativas biológicas y tecnológicas occidenta-
les. El libro trata, por encima de todo, de la invención y la reinvención
de la naturaleza, pues ofrece el terreno mas importante de esperanza,
opresión y antagonismo para los habitantes del pianeta tierra.

El aspecto transgresor lo veremos mas adelante. Ahora nos


fijaremos en el otro aspecto. i,Dónde radica el caràcter extrano
del cyborg y su novedad desestabilizadora? La novedad no radi­
ca simplemente en la implantación de artefactos cibernéticos en
el cuerpo humano, pues de algùn modo —corno habia senalado
Andy Clark— los seres humanos somos cyborgs por y desde
el nacimiento12. Tampoco consiste en su materialismo, pues en

10 A Cyborg Manifesto. Science, Technology, and Socialist-Feminism In thè Late


Twentieth Century.
n Es curioso, y también significativo, que su traducción y publicación por Càte-
dra en 1995 ha alterado el titulo ya que «symians» ha sido sustituido por «ciencia».
12 A. Clark, Natural-Born Cyborgs, Oxford University Press 2003.
214 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

1748 La Mettrie habia publicado L'Homme-Machine'3, presen­


tando al hombre corno un mecanismo altamente complejo. Tam­
poco en principio en la re-invención de la naturaleza, ya que en
esa dirección venian trabajando la ciencia y la tècnica moderna.
La verdadera novedad radica en que la re-invención se refiere
de modo directo a la naturaleza fiumana mediante la creación de
un ser que sera mezcla «de màquina y organismo, una criatura
tanto de la realidad social corno de la ficción», un hibrido en el que
lo tecnològico acabe tornando preeminencia sobre lo biològico
humano. Eso es lo autènticamente innovador y transgresor, mito y
metàfora del estadio post-darwinista: lo humano — porque asi ha
sido decidido— debe ir cediendo ante la primacia de ia tècnica, la
voluntad de dominio, la primacia del mercado y del capitalismo...
^Hasta dónde llegarà està dinàmica? El hombre no puede reivin-
dicar ningùn derecho. La primacia se encuentra en otro lugar. Por
eso la tecnologia puede llegar a privar al hombre de su corporali-
dad, pues en ùltimo término no es màs que un proceso de datos.
Este dominio de la tecnologia plantea sobre el post-huma-
nismo un interrogante que en el caso concreto y biogràfico de
Haraway adquiere tintes especiales. Ella misma reconoce que «el
Principal problema con los cyborgs es que son hijos ilegitimos
del militarismo y del capitalismo patriarcal, por no mencionar el
socialismo estatal». Es paradójico que el cyborg, vaiorado corno
camino de liberación, provenga de los poderes que ella aspira a
exterminar. ^No està cayendo en el mismo circulo vicioso del que
pretende salir?, ^,no sigue sirviendo a los mismos senores, que se
revisten con ropajes màs modernos y atractivos?, <j,no serà ese el
destino del post-humanismo?
En cualquier caso el cyborg irà ganando cada vez màs pre­
senta en el escenario pùblico y en el imaginario colectivo. Se

13 Dentro del mecanicismo ya Descartes, corno dijimos, habia reducido los ani-
males a meras màquinas. Ahora esa visión se amplia al hombre: «El cuerpo humano
es una màquina autopropulsada, una representación viva del movimiento perpetuo...
El hombre es una màquina, y el universo entero contiene ùnicamente una sustancia
con diversas modificaciones»: Denoel, Paris 1999, 152, 214.

I
8. EL ROSTRO TECNOLÒGICO DEL POST-HUMANISMO 215

multiplican los relatos de ficción protagonizados por cyborgs.


Cada vez adquiere mayor fuerza el componente tecnològico, si
bien su forma androide facilita la interacción de lectores o es-
pectadores con esas figuras imaginadas. También se realizan ex-
perimentos en primera persona para que el investigador pueda
penetrar en la «intimidad» del cyborg. Kevin Warwick, profesor
de cibernètica de la universidad de Reading, en 1998 impiantò
en su brazo un dispositivo con el que actuaba sobre otros dispo-
sitivos, y en 2002 conectó mediante un dispositivo su propio sis­
tema nervioso con el de su esposa a través de un ordenador14.
Al quebrar la distinción entre io naturai y lo artificial, en el cyborg
lo externo se vuelve humano y lo humano amplia sus fronteras15.
El reconocimiento del cyborg ha llegado incluso al nivel juridi-
co y politico, corno lo muestra el caso del artista Neil Harbisson,
la primera persona en el mundo reconocida corno cyborg por un
gobierno. Lo singular del caso es que tenia una antena implanta-
da en la cabeza. Desde su nacimiento una particularidad visual le
hacia ver todo en escala de grises. Para soiucionar esa limitación
se le impiantò permanentemente una antena en la cabeza que le
permitia oir (sic) las frecuencias del espectro de la luz incluyen-
do los colores invisibles (infrarrojos o ultravioletas). El gobierno
britànico le prohibió renovar su pasaporte porque no era legai
incluir una foto con aparatos electrónicos en la cabeza. El argo­
mentò que se habia convertido en cyborg, pues la antena forma-
ba parte de su cuerpo. Tras el debate suscitado sobre el tema, el
gobierno aceptó su protesta y su reivindicación. Lo significativo
para nuestro tema se encuentra en dos aspectos: a) Harbisson
declara que se convirtió en cyborg cuando dejó de sentir la di-
ferencia entre su cerebro y el software, cuando experimentó la
unión entre ambos («no siento que uso tecnologia, siento que
soy tecnologia»); b) por eso se abre el camino al reconocimiento
de seres «trans-especie», pues la distinción entre especies es
artificial y cultural.

14 K. Warwick, /. Cyborg, Century, Londres 2002.


15 F. Broncano, La melancolia del ciborg, Herder, Barcelona 2009.
216 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

2. El animalismo: la quiebra de la frontera hombre-animal


Aunque pueda parecer paradójico, uno de los rasgos carac-
teristicos del post-humanismo es su vinculación al animalismo.
Ya hemos visto que la obra de Haraway incluye a los simios
corno punto de partida de su anàlisis. Las mujeres y los cyborgs,
segùn algunos, estaban conquistando el estatuto que les corres-
ponde. Los animales sin embargo siguen siendo «la revolución
pendiente»16.
Podriamos decir de modo simple, desde la perspectiva hu-
manìsta, que ir màs alla de lo humano implica retornar mas acà
de lo humano, avanzar hacia lo post-humano exige el regreso a
lo pre-humano. Si el ser humano se desdibuja ante la màquina
igualmente se desdibuja ante el animai, porque este en ocasio-
nes puede tener màs entidad o màs dignidad que él. Toda la rea-
lidad ha de ser vista desde la materia comùn a todo lo que existe,
en una continuidad que no admite diferencias ontológicas. El pre-
juicio humanista no tiene ningùn sentido.
En està perspectiva el foco no està puesto en el respeto que
merecen los animales (pues efectivamente no pueden ser tra-
tados corno cosas, pues poseen un valor intrinseco). Lo que se
plantea es si los animales tienen derechos y dignidad equipa-
rables a los que el humanismo reconocia a los miembros de la
especie homo sapiens. Con elio se quiebra la dignidad otorgada
al hombre creado por Dios a su imagen. Una vez destruido el
prejuicio humanista, el homo sapiens no posee un valor especial,
debe ser visto y tratado corno una especie animai entre otras.
El antropocentrismo peculiar de nuestra cultura humanista
es denunciado corno especieismo: se establece que el homo sa­
piens tiene una categoria especial, con lo cual reduce al resto
de las especies a un nivel interior. Seria equivalente al racismo o
al sexismo. Se reprocha al cristianismo, concretamente al relato

16 S. Barquero, Animales. La revolución pendiente, La estera de los libros, Ma­


drid 2017, 21: hay que «derribar las barreras mentales que hemos construido para
separarnos del resto de los animales»; asi (p. 44) alcanzaremos los «albores de una
nueva concepción civilizatoria».
8. EL ROSTRO TECNOLÒGICO DEL POST-HUMANISMO 217

fundador del Génesis, haber provocado està visión distorsiona-


da. Es una actitud equivalente a la del racismo: considerar a una
raza (normalmente la raza bianca) superior a las demàs. Frente
a està opresión bay que promover la liberación animai, de modo
semejante a corno hubo un movimiento de liberación para lograr
la emancipación de los esclavos negros. Es una exigencia mo­
ra! liberar a los animales de la tirania que vienen ejerciendo los
hombres sobre ellos, utilizàndolos para su compania o para su
consumo.
Esto obliga a replantear la ètica desde otros presupuestos.
Por un lado, corno ya vimos, los animales deben ser considera-
dos sentientes, y por tanto no pueden ser vistos corno cosas a
disposición del arbitrio humano. Por otro lado, el primer impera­
tivo moral debe ser la eliminación del sufrimiento. Y los animales
también sufren. Màs aùn, han de soportar unas dosis inmen-
sas de sufrimiento. Se ha afirmado, por ejemplo, que una granja
constituye para los animales un Auschwitz permanente, aunque
està atrocidad sea observada con indiferencia por la mayor parte
de la población. La costumbre de corner carne, la rutina de unos
hàbitos alimenticios, el uso de animales para experimentos mé-
dicos, no pueden ocultar la crueldad de semejantes pràcticas.
Iniciativas corno las de Proyecto Gran Simio no es màs que una
conclusión lògica: atribuir o reconocer a los animales los mismos
derechos fundamentales que se reconocen a los humanos17.
De està lògica emergerà otra conclusión que nos ocuparà
màs adelante. No hay que considerar corno sinónimos la cate­
goria persona y ser humano (miembro de la especie homo sa­
piens). Persona no designa una entidad ontològica vàlida por si
misma, radicada en cada ser humano. La dignidad de persona
requiere unas condiciones, por ejemplo un grado determinado
de racionalidad, de autoconciencia o de salud. En consecuen-
cia no se deberia sostener por principio que salvar la vida de
un feto, de un bebé discapacitado o de un agonizante sea màs

17 T. Regan, Animai Rights, Human Wrongs: An Introduction to Moral Philosophy,


Lanham (USA) 2003.
218 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

urgente que salvar la vida de un animai no humano pletòrico de


vitalidad. Suprimir la vida de humanos que carezcan de deter-
minadas caracteristicas no puede ser equiparado al asesinato
de seres humanos normales. Si la noción de persona queda fle-
xibilizada de este modo, i,por qué no actuar del mismo modo
respecto a las màquinas?, <,por qué no reconocerlas corno per-
sonas, dado que son inteligentes?

3. Hacia el protagonismo de las màquinas


El desarrollo de la Inteligencia Artificial hace posible no sólo
que las màquinas tengan cada vez mas prestaciones, sino que
puedan ser incluidas en el àmbito de los sentientes, de los seres
inteligentes, de las personas.
En adelante, decia Hayles, los seres humanos seràn vistos
corno entidades procesadoras de información («information pro­
cessing entities»), esencialmente semejantes a màquinas inteli­
gentes’8. Como consecuencia lògica hay que decir que las mà­
quinas inteligentes, es decir, todo artefacto procesador de datos,
es esencialmente semejante al ser humano. Tanto la vida corno
la inteligencia consisten esencialmente en ese proceso de datos.
El camino abierto por N. Wiener y J. von Neumann con los arte-
factos autómatas alcanza aqui un estadio inesperado.
R. Kurzweil ha sido uno de los propugnadores de las conclu-
siones màs incisivas. No sólo se ha comprometido en fijar fechas
a la Singularidad sino que ha descrito el proceso que conduce
a la creación de una mente radicada en una màquina, no en un
organismo biològico19. La evolución biològica ha mostrado la
centralidad del neocórtex, que tue creciendo hasta que pràcti-
camente ocupó todo el cerebro del homo sapiens. El neocórtex

18 K. Hayles, o.c. 7; recoge la opinion en la misma dirección de diversos autores:


el hombre corno “input/output device» de Stroud (p. 68); el cuerpo post-humano
corno “data made flesh» de W. Gibson.
18 R. Kurzweil, Còrno crear una mente. El secreto del pensamlento humano, Lola
Book, Berlin 2013.
8. EL ROSTRO TECNOLÒGICO DEL POST-HUMANISMO 219

es responsable de nuestra capacidad para manejarnos con pa-


trones de información20. El ordenador puede simular el procesa-
miento que realiza un cerebro, captando los patrones que reali-
zan las neuronas a partir de sus inputs. La tarea del cientifico es
por tanto captar el software cerebral, buscando el algoritmo que
convierta un ordenador en una entidad equivalente a un cerebro
humano o, lo que es lo mismo, conseguir que un ordenador pue-
da implementar cualquier algoritmo21. Si hay equivalencia entre
ordenador y cerebro, hay equivalencia entre un ordenador dotado
del software adecuado y una mente (consciente).
A partir de aqui resulta lògico hablar no sólo de màquinas
inteligentes, sino incluso de reconocerles una dimensión «espi-
ritual22» y por tanto su estatuto corno personas. Si son inteligen­
tes, no se les podrà negar un sentido del yo y cierta noción de su
propia existencia en cuanto distintas de otras cosas, asi corno la
preocupación de garantizar su propia supervivencia. Llegarà el
momento, sostiene Kurzweil, en que las màquinas llegaràn a ser
conscientes y seràn tratadas corno personas23. Es posible sepa­
rar y diferenciar la inmaterialidad de la información y la materia-
lidad del soporte. Podràn por tanto surgir subjetividades que no
dependan del cuerpo. En la pelicula Ex machina (2014) Nathan
exclama dirigiéndose al androide (genoide, para ser màs preci­
sosi Èva (nombre también simbòlico): «Un dia nos miraràn corno
si fuésemos simios condenados a la extinción». Se alcanza una
inflexión de relevancia histórica: «En la època post-humana las
màquinas dejan de ser màquinas». Se produce una inesperada
paradoja: «Las computadoras se desarrollan para parecerse màs
a los humanos, los humanos se desarrollan para parecerse màs
a las computadoras24».

20 O.c. 32.
21
Ibid., 172.
22 R. Kurzweil, The Age of Spiritual Machines, Viking Press, Nueva York 2000.
23 R. Kurzweil, La singularidad està cerca, Lola Books, Berlin 2017, 213.

24
Cf. Eì Manifiesto posthumano 1/7.14 en R. Pepperell. The Posthuman Condi-
tion, Intellect, Bristol 2009.
220 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

En consecuencia deja de ser mera hipótesis la posibilidad


de expandir el cerebro humano25, es decir, expandir el neocórtex
mediante un equivalente no biològico. El neocórtex no biològico
se volverà mas ràpido que el biològico. Està inteligencia adicional
residirà fundamentalmente en la nube (donde ya hoy se encuen-
tra almacenada la mayor parte de la inteligencia de nuestras mà-
quinas). Es secundario si accedemos a dicha inteligencia a través
de la conexión neuronal directa o mediante dispositivos ciber-
néticos adecuados26. A la luz del papel que juega hoy la «nube»
(o el big data) se puede pensar que ella constituye el verdadero
«cerebro» capaz de regir a la humanidad entera. Resulta por elio
comprensible depositar las grandes decisiones de nuestra vida
en màquinas con màs capacidad para procesar datos sobre to-
das las soluciones posibles.Se abre camino la idea de un «cere­
bro global», una «mente superior a nivel de toda la tierra», una
mente superior e independiente27, una Superinteligencia. Està
posibilidad adquiere caràcter de realidad en la fantasia de Orwell
en 1984, en Skynet de Terminator o en la Inteligencia màxima de
Transcendence.
Estos avances tecnológicos hacen plausible la idea de una
Singularidad, propugnada y vaticinada sobre todo por el mismo
R. Kuzweil. Aunque en algunas expresiones parece reticente al
lenguaje post-humano y a la emergencia de una especie nueva,
se atreve a fijar una fecha: el aho 204528, precisando incluso que
su llegada es inevitable, si bien confia en que se produzca de
modo amistoso y sin cataclismos29. Como precedente, recurre
a una cita de Stan Ulam en 1957: «El progreso cada vez màs
acelerado de la tecnologia y de los cambios en el modo de vida

25 Es la «extensionist vew» de la naturaleza humana, una «conciencia màs allà


del cerebro», corno indica el titolo completo de la obra de R. Pepperell, The Posthu­
man Condition. Consciousness beyond thè Brain, Intellect Books, Bristol 2009,152.
26 O.c. 111.
27 Pepperell, The Posthuman... 155.
28 R. Kuzweil, La singularidad...
29 La revista Time tituló su primera pàgina «2045: El arto en que el hombre se
hace inmortai» (21.2.2011).

i
8. EL ROSTRO TECNOLÒGICO DEL POST-HUMANISMO 221

humano dan la apariencia de estar acercàndose a algùn tipo de


Singularidad esencial en la historia de nuestra raza mas alla de
la cual los asuntos humanos no podràn seguir siendo tal y corno
los conocemos30». La «ley de Moore», en virtud de la convergan­
ola de tecnologlas, establece un desarrollo exponencial y un pro-
greso acelerado en el despliegue de la inteligencia31 (si bien la
mayoria cree que esa ley pierde fuerza en la actualidad). En la
Singularidad la Inteligencia Artificial habrà alcanzado la suprema-
cia y el dominio sobre los humanos: llegarà un punto en el que
sera imposible desconectarnos de esa red omnisciente, pues tal
desconexión significarla la muerte.
Ese acontecimiento ùnico y sin analogias escapa a nuestros
conceptos y a nuestras predicciones. Pero hay motivos para
valorar posibilidades sorprendentes. No se puede excluir por
ejemplo que esa Inteligencia Artificial consiga la programación
de nuevas màquinas o una repetición de si' misma, dando origen
a sistemas cada vez mas perfectos, que el hombre mismo no
podria alcanzar. Ese futuro no se puede prever, dado que han
tornado el mando seres mas inteligentes que el hombre y que
por tanto tomaràn las decisiones conforme a sus criterios. Eso
ya escapa a nuestra decisión. Seria, dice N. Soares, corno si
el chimpancé hubiera intentado predecir lo que iba a suceder
cuando los hombres hicieran su aparición32.
Es lògico que ante tal escenario se susciten inquietudes y
miedos, dado que las màquinas se iràn spoderando de nuestras
vidas33. Kurzweil, corno hemos dicho, mira con optimismo ese
futuro. Vinge es menos confiado respecto a unas consecuencias
que pueden ser imprevisibles, y no excluye la extinción de la raza

30 Ibid., 185.
31 Aumenta el progreso en cada vez menos tiempo: baste pensar en que las me-
morias de los discos aumenta su capacidad mientras su coste disminuye. Ese ritmo
se acelera permanentemente.
32 Cf. P. Jorion, Défense et illustration du genre humain. Fayard 2018,117.
33 B. Goertzel, Artificial General Intelligence and thè Future of Humanity, en The
Transhumanist Reader 129; J-G. Ganascia, Le mythe de la singularité. Faut-il craindre
llntelligence artifideile? Seuil, Paris 2017.
222 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

humana34. S. Hawking, con referencia expresa a Transcendence,


y Bill Gates expresan su pesimismo ante desarrollos que pue-
den desembocar en un «cerebro» no menos dominador que el de
1984 de Orwell o en la desaparición de la raza humana. Frente
a ese horizonte surgen voces que piden recurrir a la Razón para
frenar esas derivaciones no deseadas35. Pero sucede aqui corno
en el recurso a la profundización ètica: normalmente llega con
retraso y sin el consenso necesario para que sea atendida.

4. A la bùsqueda de una inmortalidad sin cuerpo


La información, la vida, la inteligencia, tienen una existencia in-
dependiente del sustrato en el que se encuentran en un momento
determinado. Por elio hay que pensar de otro modo la dimensión
biològica y corporal humana en la època de la realidad Virtual. La
realidad Virtual acaba relegando la dimensión corporal. Con elio se
alcanza una de las mas sorprendentes e inesperadas paradojas
de este desarrollo cultural y cientifico: una civilización que habia
luchado por conseguir la dignificación del cuerpo y de lo material,
que incluso habia re-descubierto el cuerpo corno expresión de la
propia belleza y de la salud, incluso corno via privilegiada de pia­
cer, acaba postergando su importancia y su centralidad36.
Està paradoja se explica por una aspiración que ya expresa-
ba Gilgamés: la bùsqueda de la inmortalidad tal vez no se puede
conseguir mientras dure nuestra radicación en el cuerpo. Pero la
radicación en el cuerpo (es decir, nuestra encarnación, nuestra
carnalidad) no es esencial a la condición humana. Lo decisivo es
los datos o la información que nos constituyen.
Marovec ya previo un futuro post-biológico de la raza huma­
na37. Elio està en piena coherencia con los elementos ya conoci-

34 Vinge en Transhumaniste Reader... 368. También Y. N. Harari, 21 lecciones


para el siglo xxi, Penguin, Barcelona, 25 expresa su incertidumbre al reconocer que
nadie puede predecir las consecuencias.
35
P. Jorion, o.c. 352, y ya antes en Le demier qui sèn va éteint la lumière.
36
I. Queval, Le corps aujourdhui, Gallimard 2008.
37
Mind Children: The Future of Robot and Human Intelligence, Harvard Univer­
sity Press 1998.
8. EL ROSTRO TECNOLÒGICO DEL POST-HUMANISMO 223

dos: si los humanos no son en ùltimo término mas que informa-


ción, si la vida consiste en la capacidad de procesar y elaborar
información y si esos datos pueden estar unidos a soportes de
diverso tipo, se abre un camino prometedor para la supervivencia
humana: descargar la información que somos nosotros en so­
portes de caràcter tecnològico. Se podrian descargar datos sufi-
cientes de nuestra vida, un «archivo mental», una base de datos
digitalizado de la vida de uno mismo; el cerebro biològico origi­
nai puede continuar existiendo hasta que la persona muere, y
a partir de entonces el don continuarla viviendo corno persona.
Elio implica ampliar la noción del yo, pues el «don mental» y la
persona originai serian una misma. Con actitud de triunfo puede
proclamar R. Kurzweil: «Estamos derrocando completamente a la
evolución biològica38».
Con elio, por esas rarezas de la historia y de la sicologia hu­
mana, se desemboca en un nuevo tipo de dualismo: al dualismo
clàsico que separaba el alma/esplritu del cuerpo/carne sucede
ahora el dualismo entre lo Virtual y lo material, entre los datos y el
cuerpo biològico. Incluso podriamos pensar que retorna de modo
inesperado una de las mas antiguas ideologias: el gnosticismo.
Este rechazaba el cuerpo corno algo malo, de lo que habia que
liberarse para obtener la salvación, retornando a una situación
no corporal. Està ideologia penetrò también en el cristianismo
primitivo, que se vio obligado a reivindicar la dignidad del cuerpo
y de la materia, defendiendo la resurrección de la carne (y no sólo
la inmortalidad del alma), corno vimos que hizo Tertuliano. En la
actualidad parece necesaria una nueva defensa de la carne, ante
la seducción de los cuerpos enteramente ciborgizados o ante la
virtualización de nuestro presente y de nuestro futuro.
Ahora podemos comprender todo el alcance de la re-onto-
logización provocada por la revolución digitai39 que afecta tan
directamente al ser del hombre. El cyborg, deciamos, es una me­
tàfora de un fenòmeno mas amplio, de un dinamismo que va mas

38 La singularìdad... 374.
39 L. Floridi, La rivoluzione dell Informazione, Codice, Turiti 2012,12-13.
224 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

alla del humanismo. El post-darwinismo ha mostrado todas sus


pretensiones. ^Conseguirà garantizar una duración inacabable al
ser humano? ^Ha dejado este de ser orlatura y mortai? El hombre
que tomo el timón de la evolución para programarla y orientarla,
Ilega hasta sentirse un dios, con la pretensión de sostituir a Dios.
Està perspectiva la ha tematizado de modo exitoso Harari. Como
dijo K. Hayles, el post-humanismo es un fenòmeno que esconde
«mùltiples ironias40». Precisamente por elio debe ser tornado muy
en serio.

5. Del homo cyberneticus al homo deus, del homo faber


al homo creator
La «mejora» del homo sapiens puede conducir a una especie
nueva, confirmando que el anticuado homo sapiens ha termi-
nado su recorrido histórico y que el «humanismo» no està en
condiciones de legitimar su existencia. El homo cyberneticus
(el cyborg/màquina inteligente) anticipa la figura de esa nueva
«especie» que va a poblar el cosmos cuando irrumpa la Singu-
laridad. El homo faber, el artesano que desde los origenes de la
humanidad ha ido desarrollando ùtiles e instrumentos, ha alcan-
zado la cima de su poder y de su dominio, porque puede ejercer
su senorio sobre si mismo y sobre la estructura mas intima de la
realidad. Tras un largo recorrido se reencuentra a si mismo corno
deus. Y desde esa posición divina puede seguir pianificando el
futuro.
Tal vez sea una de esas ironias de las que hablaba K. Ha-
yles, pero este homo deus sigue conservando rasgos peculia-
res de aquel Adàn que escuchó las seducciones de la serpiente.
Y. N. Harari recupera y re-actualiza, aunque sea inconsciente-
mente, el viejo mito de sus origenes judios41. El homo sapiens ha
terminado su recorrido histórico porque empieza a actuar corno
deus. Elio marca una inflexión en la historia.

« K. Hayles, o.c. 5, 61-62.


*' Y. N. Harari, Homo deus, Debate, Barcelona 2014; De animales a dioses. Bre­
ve historia de la humanidad, Debate, Barcelona 2015.
8. EL ROSTRO TECNOLÒGICO DEL POST-HUMANISMO 225

En el periodo anterior, la època de los humanos, erari tres las


grandes cuestiones que centraban la agenda humana: la ham-
bruna, la peste, la guerra. Esas grandes plagas sin embargo han
entrado en vias de solución, ya que existen los presupuestos
para superarlas si se recurre adecuadamente a la razón y a las
posibilidades tecnoiógicas: hay alimentos suficientes para ali­
mentar a toda la humanidad, hay medidas de prevención y de
tratamiento mèdico capaces de frenar las plagas y las pestes,
hay asimismo instrumentos y organismos politicos para encon-
trar salidas diplomàticas a las crisis entre paises. Por tanto po-
demos decir que han sido resueltas o, al menos, pueden serio.
El siglo xxi ofrece condiciones para proponer otro gran pro-
yecto para la humanidad. La agenda se despliega en un triple ob-
jetivo a conseguir: la felicidad, la inmortalidad, la divinidad. Para
alcanzar està ùltima meta, la divinidad, es necesario garantizar
la felicidad y vencer a la muerte. Harari no plantea està agenda
corno una profecla o corno una descripción del futuro. Buscar­
lo no significa que se vaya a lograr de modo seguro, pues no
siempre se cumplen las expectativas. Harari mantiene en su ra-
zonamiento una dosis de incertidumbre. Lo que pretende ante
todo es senalar el foco en el que hay que centrarse y apoyarse
para seguir avanzando: ha llegado el post-humanismo y hemos
aprendido que todos los organismos son algoritmos; todo animai
(homo sapiens incluido) es un conjunto de algoritmos orgànicos
modelados por la selección naturai a lo largo de millones de anos
de evolución. Este presupuesto cientifico aporta los recursos
para cumplir la agenda propia del siglo xxi.
Epicuro ya habia senalado la felicidad corno el verdadero ob-
jetivo de la vida humana, y la modernidad lo estableció corno
proyecto colectivo. Ahora bien, la felicidad consiste en las sen-
saciones placenteras del cuerpo, las cuales estàn determinadas
por el sistema bioqulmico. Por tanto hay solución para superar
la infelicidad: intervenir en la bioquimica humana. La felicidad se
lograrà por via quimica, ya que se puede ofrecer la medicación
adecuada para experimentar un piacer constante. Esto ya lo ha-
226 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

bia vaticinado novelas de ciencia ficción, pero ahora se ha com-


probado que es tècnicamente posible.
La muerte no puede ya ser considerada corno un destino al
que el ser humano sucumbirà de modo fatai. La muerte no es
una fatalidad, es una enfermedad, y corno tal debe ser tratada: se
puede potenciar el rejuvenecimiento constante que frenarà el en-
vejecimiento y la degradación del organismo vivo. Y corno ùltimo
recurso, segùn hemos visto, existe la posibilidad de descargar la
información que somos cada uno de nosotros en materiales no
biológicos. Pero sin llegar a ese extremo nuestro cuerpo puede
ser rescatado de la degradación constante. En està perspectiva se
han publicado obras con titulos tan explicitos corno La muerte de
la muerte. La posibilidad cientifica de la inmortalidad fisica debe
ser realizada, corno obligación moral. Los autores del libro, J. L.
Cordeiro y D. Wood, justifican que la muerte serà una opción de
aquellos que lo deseen, pero no un destino que se impone a todos.
La victoria sobre la muerte està al alcance de la mano. Por elio
dedican la obra a la primera generación de humanos inmortales42.
La humanidad actual se encuentra en el umbra! entre la ùlti­
ma generación de humanos mortales y la primera generación de
humanos inmortales. La muerte es el mayor enemigo de la huma­
nidad, y por fin puede ser vencido43. Es un deber ètico del màxi­
me interés y urgencia avanzar lo màs ràpidamente posible hasta
alcanzar ese noble objetivo, porque la vida es el màs importante
de los derechos y la vida surgió para permanecer y para prolon-
garse, no para ser vencida por la muerte. Dadas nuestras capa-
cidades tecnológicas la cuestión no es si eso serà posible sino
cuàndo se producirà. El envejecimiento es la causa mayor de las
muertes, por lo que debe ser considerado corno una enfermedad
que puede y debe ser curada. La naturaleza ofrece ejemplos que
pueden servir de modelo y de estimulo: las bacterias son biolò­
gicamente inmortales bajo condiciones ideales de crecimiento,
pues la célula se divide produciendo dos células hijas, en un es-

“ Barcelona 2018,17.
43 O.c. 185.
8. EL ROSTRO TECNOLÒGICO DEL POST-HUMANISMO 227

tado permanentemente joven; las hidras muestran también una


capacidad sorprendente de generación continua. Elio estimula el
esfuerzo para seguir desarrollando las terapias que puedan rever-
tir el envejecimiento biològico. En està gran conquista de la hu-
manidad establecen también el momento cronològico del umbral:
el ano 2045; este sera el ano cero que permite designar la historia
pasada corno «antes del Rejuvenecimiento44». Por eso pueden
concluir con tono èpico: desde nuestros humildes origenes corno
pequenos organismos unicelulares hace miles de millones de
anos ya podemos ver finalmente la luz al final del tùnel en està
carrara por la vida45. Es curiosa la coincidencia con la fecha que
Kurzweil preveia para la Singularidad.
Feliz e inmortai, segùn Harari, el homo deus puede conside­
rar viable alcanzar la divinidad. Conviene senalar que no es el
ùnico que lo considera viable. El mèdico P. Diamandis, director
generai de la universidad Singularity, decia:

Seremos corno dioses... Seremos omniscientes, capaces de sa-


berlo todo, de conectar nuestros cerebros directamente a Google.
Seremos omnipotentes, podremos dominar un objeto en el otre ex-
tremo del pianeta. Seremos omnipresentes, capaces de conocer los
pensamientos de alguien que està en Japón o en Hawai.
Este modo de hablar puede ser leido o interpretado corno una
fantasia o un ensueno, dado lo que se considera «divino». Por eso
Harari precisa el sentido de divinidad: él se refiere a la condición
divina de los dioses griegos, no al omnipotente Dios del relato bi­
blico46. El Dios biblico no resulta ni atractivo ni aceptable. Tiene
una figura antropomòrfica, corresponde a una mentalidad huma-
nista que siente la necesidad de adorar a seres humanoides. Pero
esa actitud es inaceptable en una mentalidad post-humanista. Las
religiones tradicionales han quedado desautorizadas y superadas
por la nueva conciencia humana. No tienen espacio en el perio-

44 O.c. 227.
45 O.c. 273.
46 Y. N. Harari, Homo deus... 59-61.
228 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

do post-humano. El cristianismo por ejemplo no tiene respues-


tas para las cuestiones y los desafios actuales. Jesùs realizó una
aportación a la mejora de la humanidad, pero dentro de los mar-
cos limitados de su època. La Iglesia (y las religiones en su con-
junto) ha dejado de ser fuerza creativa para convertirse en un peso
reactivo: adopta una actitud negativa ante las nuevas tecnologias
y sus desarrollos intelectuales, pero no puede proponer una alter­
nativa reai en las encrucijadas actuales, sus Escrituras no tienen
nada que decir sobre ingenieria genètica, sobre Inteligencia Artifi-
cial... Por elio deberian dedicar màs tiempo a estudiar los nuevos
descubrimientos antes de opinar apresuradamente sobre los de-
bates del momento47. Las religiones, reconoce Harari, siguen fu­
gando todavia un importante papel en la configuración de la iden-
tidad de las personas. Pero eso es lo que las convierte en parte
del problema, no de la solución48. Si se reconoce una función a la
religión, està deberà ser de un tipo radicalmente diferente.
El homo sapiens impregnò la religión de una visión humanis-
ta. En la època moderna se llegó a un «pacto»: el pensamiento
rechaza la existencia de un pian còsmico de origen divino y vene­
ra al hombre otorgàndole el puesto que ocupaba Dios. Pero fue
un periodo transitorio. Ahora se ha hundido el humanismo, y con
él se han hundido las religiones clàsicas. Es un acontecimiento
muy positivo y beneficioso. Puede parecer traumàtico a quienes
nunca imaginaron que se pueda vivir sin Dios. Eso pudo ser asi
para los egipcios del periodo de los faraones o para los cristia-
nos de la època medieval. Pero no para el habitante del mundo
post-humano.
òNo queda un vacio importante ante la desaparición de las
religiones?, óhay incompatibilidad entre la mentalidad religiosa
y la mentalidad humana?, ^los beneficios que aportan los desa­
rrollos tecnológicos pueden cumplir las funciones que realizaban
las religiones?, io ta| vez el post-humanismo acaba asumien-
do la función de la religión? El tema de la religión no ocupa un

47 Y. N. Harari, Homo deus... 305.


48 ID., 21 lecciones... 150.
8. EL ROSTRO TECNOLÒGICO DEL POST-HUMANISMO 229

espacio importante en las reflexiones de los autores post-hu-


manistas. Las valoraciones que emiten son previsibles. M. More
considera que en principio seria posible para un transhumanista
mantener algunas creencias reiigiosas, si bien la mayoria de los
transhumanistas son materialistas, no se identifican con ninguna
religión; reconoce no obstante que el trans-humanismo cumple
algunas funciones de la religión sin necesidad de apelar a un
poder superior o a una entidad sobrenatural49. También Kuzweil
reconoce la necesidad de una nueva religión: el optimismo tec­
nològico es casi una fe religiosa, pues satisface lo que prome-
tian las religiones tradicionales (racionalizar la muerte, establecer
normas de comportamiento desde el respeto a la conciencia hu-
mana); el universo, convertido en un ordenador inteligente, ven-
drà a ser corno un dios omnipotente y onnisciente50. En la mis-
ma linea se puede entender la centralidad que Braidotti (corno
veremos en el próximo capitolo) otorga a la Vida corno energia
còsmica. Ya dijimos en su momento que el allento del trans-hu­
manismo podia realizar la función de una religión laica en cuanto
propuesta de salvación radicalmente inmanente.
Harari reconoce la validez de la religión, pero siempre que
sea adecuada al momento actual: en Silicon Valley (calificado
corno el lugar màs interesante de la vida) se estàn elaborando
religiones nuevas y valientes que poco tienen que ver con la idea
tradicional de Dios. Surgiràn las tecnoreligiones o la religión de
los datos, las ùnicas que pueden estar a la altura del tecnohu-
manismo51. El dataismo es la religión emergente màs interesan­
te: en el escenario posthumano se adoraci los datos, nunca una

49 The Philosophy... 8. Considera que son raros los cristianos que militan en este
campo, hay algunos budistas de orientación secular o judios de caràcter caramen­
te liberal. C. A. J. Coady, Playing God, en J. Savulescu-N. Bostrom (eds.) Human
Enhancement, Oxford 2011, 179 se reconoce católico y, sin mayores explicaciones,
aporta algunas observaciones: también la Iglesia tiene sus propias manchas, el clero
deberia informarse màs antes de establecer lo que Dios ha decretado, no resulta
fàcil detectar cuàl es la voluntad de Dios en situaciones tan complejas corno las que
venimos estudiando.
50 La singularidad... 430, 446-447.
51 B. Vergely, o.c. 479ss presenta algunas realizaciones concretas.
230 LA REVOLUCIÙN ANTROPOLÒGICA

figura divina antropomòrfica o seres humanoides. Eso era una


necesidad que sentia el homo sapiens. Ahora han tornado el re­
levo entidades de un tipo completamente nuevo52 que se relacio-
nan con la realidad también de un modo nuevo. Dada la primacia
que hay que reconocer a los datos es lògico que surja la ùnica
religión posible: el Datalsmo. El imperio de los Datos se convier-
te en el criterio ùltimo para determinar lo que està bien y lo que
està mal. No puede haber —corno veiamos en el relato fundador
del Génesis— un Dios personal previo a la decisión del hombre
o de la Inteligencia Artificial. El valor supremo de està nueva y
definitiva religión es el flujo de información. En ese dinamismo
los humanos son simplemente herramientas para crear el Inter­
net de todas las cosas. Es la Realidad, la Divinidad, el Sistema,
el Todo: corno Dios, estarà en todas partes, lo controlarà todo
y lo penetrerà todo. En consecuencia los post-humanos estàn
destinados a vivir en él y de él, a fusionarse con él.

6. El parque fiumano: una educación para domesticar al hombre


En las nuevas circunstancias debe configurarse el tipo de
educación acorde a las necesidades. Pare elio no sirven los mé-
todos del humanismo clàsico, que se basaban en las «humanida-
des». La educación «humanista» pretendia construir personalida-
des sólidas, corno casas de piedra levantadas sobre roca. Pero
eso es inviable hoy. Actualmente el cambio de ideas y los avan-
ces tecnológicos exigen que nos inventemos cada diez anos. Por
eso tenemos que ser corno tiendas de campana, siempre prepa-
radas para ser desmontadas y vueltas a montar. <i,Qué criterios
adoptar para la educación en el escenario post-humanista?
Una solución y aplicación concreta la ofreció Peter Sloterdijk
en 1999 con una obra que es provocadora desde el titolo: Re-
glas para el parque fiumano53. Fue concebida corno respuesta a

52 Homo deus... 383.


53 Regeln fur den Menschenpark: Ein Antwortschreiben zu Heideggers Brief ùber
den Humanismus, Suhrkamp, Frankfurt a.M. 1999.
8. EL ROSTRO TECNOLÒGICO DEL POST-HUMANISMO 231

la Carta sobre el humanismo de Heidegger teniendo en cuenta el


medio siglo transcurrido. Levanta acta de la muerte del humanis­
mo y busca sondear los nuevos modos de hacerse humano. En
la antigùedad el humanismo nació a partir de la lectura, que unia
a los hombres en el amor por los escritos que los inspiran. Desde
el siglo xix, con la afirmación de los Estados nacionales, el huma­
nismo experimenta una inflexión, y por elio celebra a los autores
nacionales, cuya lectura permite la configuración de una comuni-
dad que se ha ido construyendo a través de los siglos y que se
ha ido sedimentando en valores compartidos. Pero son épocas ya
pasadas. No basta la lectura para cohesionar las modernas so-
ciedades de masa. Ahora se funciona desde otros vlnculos: radio,
teievisión, internet, que son post-literarios y post-humanistas.
Un problema permanente debe ser afrontado desde los mé-
todos actuales. <<,Cómo gestionar la agresividad humana? Se
han abandonado los medios tradicionales de humanización, lo
cual acentùa la angustia ante las tendencias salvajes y bestiales
del hombre. Frente a elio el humanismo, para yugular la violen-
cia, proponla la buena lectura porque aportaba criterios, ideales
y controles. Actualmente, ante la permanencia de las tenden­
cias bestiales, hay que utilizar otros medios de «domesticación»,
pues la educación humanista nunca lo podrà conseguir. Ahora
podemos contemplar a la humanidad corno un «parque huma­
no» (equivalente a un parque zoològico) en el que se pueden
aplicar «antropotécnicas» para eliminar las tendencias agresivas.
La «domesticación» requiere un código de antropotécnicas que
permita a unos hombres criar a otros hombres.
Un paso mas decidido està patente en Das Menschentrei-
bhaus: Stichworte zur historischen und prophetischen Anthro-
pologie54 (2001). El hombre no es un producto cerrado o clausu-
rado, sino un producto abietto para ulteriores configuraciones.
No sabemos quién o qué lo ha producido. Por eso somos libres
para conocerlo mejor y para tratarlo mejor. Para elio puede ser-

54 Weimar 2001.
232 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

vir una «biotécnica humana», que recurra a la biotecnologia o


a la tecnologia genètica55. Hay que evitar los hàbitos humanis-
tas del pasado y la huida a un mundo pretèrito, e igualmente
hay que vencer la histeria ante la tecnologia. En una situación
post-humana hay que utilizar métodos post-humanistas. Ya La
naranja mecànica (1971) de S. Kubrick habia mostrado que la
delincuencia se podia solucionar mediante la modificación del
cerebro humano.
Ante està conclusión se imponen tres observaciones: a) la
dinàmica establecida introduce inevitablemente desigualdades,
mas aùn, abre el camino a la fijación de dos clases de seres
humanos: los que controlan y los que son controlados, con el
riesgo de considerar a una gran mayoria corno inservibles, corno
prescindibles; b) se insinua el riesgo de dejar todo el proceso en
manos de poderes anónimos, gestionados desde los criterios
del capitalismo sin controles; c) en el fondo sigue manifestàndo-
se una lògica «humana, demasiado humana», que sigue siendo
un modo de antropocentrismo. A la luz de estas conclusiones
las advertencias de Benson y de Lewis muestran su relevancia
y su actualidad: <j,no se deja la «domesticación» en Manos del
Senior del mundo, que actùa a través de sus Manipuladores? La
infoesfera de que hablaba L. Floridi puede conducir a lo que J.
Lanier denomina «totalitahos cibernéticos» o «maoistas digita-
les» porque ahogan la individualidad creadora en beneficio del
rebano anònimo56. Mas recientemente J. M. Lasalle advierte del
peligro del Ciberleviatàn, una dictadura tecnològica, provocada
por la revolución digitai dominada por una visión post-humana,
que se instaurarà por aclamaclón y conducirà al «colapso de
nuestra civilización democràtica y liberal57».

55 Estas conclusiones suponen un transfondo metafisico que merece ser aludi-


do: la tècnica es, en su esencia, una destinación de la bistorta del ser. En vez del «Es
gibt Sein» habria que decir «Es gibt Information» o «Es gibt Gene»; cf. el tratamiento
que ofrece F. Duque, En tomo al humanismo, Tecnos, Madrid 2002; previamente
Filosofìa de la tècnica, Tecnos, Madrid 1986.
56 Centra el rebano digitai. Un manifiesto, Debate, Barcelona 2001,19.
57 J. M. Lasalle, Ciberleviatàn, Arpa, Barcelona 2019,18-22.
9. EL ROSTRO PRAGMÀTICO Y TRANSGRESOR
DEL POST-HUMANISMO
Ya hemos dicho que el post-humanismo es un ancho mar en
el que confluyen rios de procedencias diversas y que a su vez
bana y riega con su agua continentes diversos. No obstante, de-
bajo de las diferencias, comparten un «aire de familia» en cuanto
introducen una quiebra en las claves de nuestra civilización hu-
manista: pretenden desmontar las categorias habituales de nues­
tra visión del mundo y la articulación de las relaciones sociales
(sexualidad, matrimonio, familia, paternidad, gènero...). Por vias
diversas, también en estos campos de la experiencia humana, el
post-humanismo va llenando con nuevos contenidos y pràcticas
el espacio pùblico y el imaginario colectivo.
Hemos presentado un post-humanismo tecnològico, que de-
sarrolla todas las posibilidades de la tecnociencia, desde una
concepción reduccionista de la realidad y del ser humano. En
està linea se Ilega a una conclusión cuando menos sorprenden­
te: la dinàmica reduccionista acaba considerando prescindible
el cuerpo, la carne, porque la autèntica realidad se encuentra en
los datos, en la información, en los algoritmos.
El post-humanismo pragmàtico y transgresor privilegia el
cuerpo y la expresión carnai. Es en ese punto donde se manifies-
ta la actitud post-humana con voluntad conscientemente trans-
gresora (corno se ve sobre todo en el campo del matrimonio y
de la familia). Su caràcter post-humano consiste sobre todo en
considerar superada la naturaleza humana, y por tanto las con-
secuencias que se pretendia sacar de ella (respecto a lo cual la
dimensión tecnològica queda en segundo lugar). Determinadas
pràcticas sociales eran consideradas naturales por el humanismo
clàsico. Ahora son des-construidas, y declaradas no naturales,
234 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

construcciones artificiales. Ahi radica el aspecto transgresor y


pragmàtico. Transgresor, en cuanto que pretender! liberarse de
las pràcticas y costumbres que parecian establecidas en virtud
de la ley naturai o de la naturaleza humana, recurriendo a ini-
ciativas o performances provocadoras. Pragmàtico, porque intro-
ducen nuevas pràcticas, nuevas relaciones, en el campo social
y politico, generando asi comportamientos de tipo alternativo
corno denuncia del caràcter artificial de la ètica dominante.

1. El feminismo se hace post-humano


No es irrelevante el hecho de que este tipo de post-huma-
nismo esté protagonizado en gran medida por feministas o, màs
precisamente, por post-feministas que encuentran la justifica-
ción de sus pràcticas en el post-humanismo. Ya hemos men-
cionado el caso de Donna Haraway, que vinculaba en la misma
lògica la reivindicación del simio, del cyborg y de la mujer. La
volveremos a encontrar ahora en està perspectiva que estamos
desarrollando. Como ejemplo paradigmàtico nos centraremos
sobre todo en Rosi Braidotti, de cuya producción destacamos
tres libros cuyos titulos resumen de modo magnifico su proyecto
y su propuesta: Lo posthumano', Teoria nómada y Por una po­
litica afirmativa. Itinerarios éticos2. Con elio se nos desvelan las
dos coordenadas fundamentales: a) estamos situados en el es-
cenario post-humano que hemos dibujado; b) en ese escenario
hay que introducir actos, gestos, acciones afirmativas, estilos de
vida, actitudes éticas y opciones politicas de otro modo de ser
humano. Como primer acercamiento vamos a referirnos a una
entrevista concedida el 2 de abril de 2019 a CCCBLAB, Maga-
zine digitai sobre investigación e innovación cultural del Centro
de Cultura Contemporànea de Barcelona, que trata de indagar
sobre los temas que definen el presente y el futuro de una nueva
cultura y sobre las nuevas metodologias para la praxis cultural.
En ese marco encaja perfectamente nuestra autora.

1 Gedisa, Barcelona 2015.


2 Gedisa, Barcelona 2018.
9. EL ROSTRO PRAGMATICO Y TRANSGRESOR DEL POST-HUMANISMO 235

En estas declaraciones se ve con claridad que R. Braidot-


ti pone el acento en este aspecto del post-humanismo, relativi-
zando el primero. En sus libros anteriores se declara «pensadora
post-humana hasta la médula», sin «ninguna nostalgia por el Hom­
bre», dispuesta a recorrer «los horizontes mùltiples desplegados
por el derrumbe del humanismo eurocèntrico y androcéntrico3». El
adversario por tanto se encuentra en el humanismo, que es con-
denado por ser la fuente de numerosas desgracias para la huma­
nidad. El post-humanismo es un modo de vengarse de la violencia
y opresìón que anida en cualquiera de los tipos de humanismo.
Se trata por tanto de una condena total y globai. Ni el humanismo
ni la humanidad, ni la civilización apoyada en ellos, merecen una
justificación porque son la fuente de todos los males:

Todos los humanismos hasta ahora han sido imperialistas. Estos


hablan de lo humano en los términos y desde los intereses de una
clase, de un sexo, de una raza y un genoma... Es casi imposible
pensar en un crimen que no se haya cometido en nombre de la hu­
manidad4.

Los diversos tipos de humanismo han servido a la burgue-


sia y a la modernidad europeas a ejercer una hegemonia totali­
taria y excluyente. Han estado siempre unidos al eurocentrismo,
machismo y antropocentrismo, considerando corno universal un
modelo de Hombre, siempre parcial y unilateral: varón, bianco,
urbanizado, heterosexual, inserto en la unidad reproductora base
que es la familia... Son los rasgos «demasiado humanos» del hu­
manismo, que obligan por elio a optar por el anti-humanismo,
por el post-humanismo. Ahora bien, lo post-humano no es tanto
un conjunto de artefactos cuanto una metàfora (corno el cyborg
en el Manifiesto de D. Haraway) para pensar y proyectar de otro
modo el estado de la humanidad y del mundo,
En la entrevista mencionada sin embargo precisa que no cree
que lo post-humano sea algo que llegarà en el futuro, al estilo

3 R. Braidotti, o.c. 231.


4 T. Davis, Humanism, Routledge, Londres 1997,141.
236 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

de Biade Runner o de peliculas semejantes. No se siente unida


a quienes trabajan en Silicon Valley con el objetivo de cargar la
conciencia en un ordenador para convertirnos en superhumanos.
Sus objetivos van en otra dirección. El post-humanismo es mas
bien «un indice para describir en qué momento nos encontramos
ahora», hacia dónde queremos avanzar, en qué tipo de ser huma-
no aspiramos a convertirnos.

«Posthumano» no es un gran concepto. A mi personalmente no


me gusta, pero por el momento no tenemos otro mejor para designar
las investigaciones y los experimentos que se estàn llevando a cabo
en universidades y centros culturales, que se centran en nuevas for-
mas de pensar en que nos estamos convirtiendo. Hemos desarrolla-
do nuevas posibilidades fasoinantes, corno por ejemplo la manipu-
lación genètica, pero nuestros valores, nuestras representaciones y
nuestras formas de comprender todavia estàn atadas a concepcio-
nes antiguas del ser humano. Tenemos que ser valientes y discutir
conjuntamente, de forma democràtica y critica, en qué queremos
convertirnos. Qué somos capaces de devenir.

Lo que se mantiene constante es que el ser humano es ac-


tualmente un concepto en discusión, corno lo muestran dos
hechos: a) no hay consenso a la hora de definirlo, sobre todo
porque està en constante evolución; b) el concepto «humano»
nunca ha sido neutro e inclusivo, siempre ha estado unido a re-
laciones con el poder, y por elio ha sido generador de violencia y
exclusión; la llustración por ejemplo hizo posible la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, pero no contemplaba los
derechos de los judios, los negros, los ninos.
La conclusión por tanto es obvia: «El ser humano debe defi-
nirse a si mismo en un contexto de cuarta revolución industriai,
con la explosión de la ciencia y de la tecnologia». Queda por tan­
to clara la jerarquia de motivaciones: la revolución tecnològica es
el contexto que puede ayudarnos a desembarazarnos del viejo
humanismo y poder entonces sondear y experimentar qué tipo
de seres deseamos devenir. El post-humanismo es la posibilidad
de devenir otro tipo de ser humano. Somos siempre sujetos en

'Il
9. EL ROSTRO PRAGMATICO Y TRANSGRESOR DEL POST-HUMANISMO 237

construcción, estamos siempre convirtiéndolos en algo. Devenir


es una idea clave porque permite destrozar el concepto de iden-
tidad (cerrado y clausurado en una esencia estàtica) para incor­
porar las relaciones con los otros, entendidas en el sentido mas
amplio e innovador posible.
En la actualidad la primacia la sigue manteniendo el capita­
lismo. Ha cambiado desde los tiempos de los anàlisis marxistas,
pero no ha muerto, nunca muere. En realidad se va transforman­
do, va adquiriendo modalidades mùltiples gracias a las cuales
nos envuelve por todas partes. Recurre incluso al consumo o al
conocimiento (por ejemplo la información, los algoritmos) para
seguir ganando dinero. Por vias mùltiples nos envuelve y nos Im­
plica a todos, convirtiéndonos asi en parte del problema. Para
convertirnos en parte de la solución debemos adoptar el camino
y las modalidades adecuadas: la solución no es la revolución glo-
bal (concepto fascista, pues es reclamada hoy por la extrema de-
recha, que trata de reimplantar la centralidad de Dios, nación, fa-
milia). En las actuales circunstancias es preferible el activismo, el
compromiso activo, que incluye tres aspectos: a) distanciamiento
y desvinculación de los modelos humanistas y de los modos de
consumo equivocados; es corno un ejercicio de desintoxicación
de los malos hàbitos; b) hacerlo paso a paso, poco a poco, al
modo corno las mujeres se fueron distanciando de la violencia
mascolina; c) mediante una actitud de resistencia que se expresa
en el espacio pùblico a través de gestos de politica afirmativa,
con valores afirmativos, creando sistemas de relaciones mas am-
plios y enriquecedores, generando nuevas subjetividades.
El feminismo es vaiorado corno una preparación y una via
hacia el post-humanismo, porque mostrò el modo de desmon­
tar y des-construir la visión antropocéntrica; el feminismo se ha
configurado corno un espacio en el que se va ensayando una
enorme variedad de subjetividades posibles. Esa es la bandera
del post-feminismo.
Después de està presentación podemos presentar los dos
niveles de la propuesta de Braidotti: a) la base metafisica; b) la
238 LA REV0LUC1ÓN ANTROPOLÒGICA

politica afirmativa por medio de la creación de subjetividades


post-antropocéntricas (la des-territorialización de la sexualidad,
la zoontologia, el éxodo antropològico, el comportamiento nó-
mada, las nuevas relaciones con los otros...). La «ironia» del cy­
borg, corno decia D. Haraway, tiene una dimensión ontològica,
antropològica, ètica y politica.

2. Del feminismo al post-feminismo (post-humano)


a través de la ideologia de gènero
La lucha de las mujeres por sus derechos en el campo politi­
co, juridico, profesional, intelectual y artistico se puede remontar
varios siglos atràs, pero tue dando pasos màs seguros desde
finales del siglo xvm. Para comprender su lògica interna sobre
todo en conexión con nuestro tema, conviene distinguir tres es-
tadios («olas») del feminismo. Las dos primeras las podemos si­
tuar en un marco aùn humanista. Expondremos brevemente las
dos primeras, para detenernos en la tercera, que se adentra en
el escenario post-humanista:
a) el sufragismo durante el siglo xix, que ponia en el centro
de sus reivindicaciones la educación y el derecho al voto,
recogiendo el aliento racionalista e ilustrado, que caracte-
rizó a sus primeros representantes;
b) el feminismo de igualdad, que reivindica libertad e igual-
dad a nivel sexual y politico, explosionó en mayo del 68;
en este momento se convirtió en punto de referencia la
obra que Simone de Beauvoir habia publicado en 1949 El
segundo sexo. En ella se proclama un principio-slogan cla­
ve para comprender el futuro: la mujer no nace, se hace.
La fisiologia de la mujer la convierte en prisionera de la es-
pecie de cara a la reproducción. Sin embargo debe eman-
ciparse, no està vinculada a ninguna naturaleza o esen-
cia, debe estar eligiendo a cada instante lo que quiere ser.
Hasta ahora el hombre, corno macho, estaba en el centro
y definia a la mujer desde si mismo: corno esposa y ma­
dre. La mujer debe oponerse a ese destino que la obliga a

i
9. EL ROSTRO PRAGMATICO Y TRANSGRESOR DEL POST-HUMANISMO 239

pasar por el matrimonio y la maternidad para ser ella pris­


ma. El origen de su opresión se situa en las relaciones de
reproducción. Por elio se insinùan perspectivas que seràn
afrontadas los decenios siguientes: ^No habrà que superar
la diferencia sexual?, ino habrà que liberarse de la natura-
leza biològica, dado que es utilizada corno estrategia para
justificar la dominación que padece la mujer?
c) A partir de la revolución contracultural de los sesenta se
desarrolló el feminismo radicai y el post-feminismo, que se
plantean corno objetivo desenmascarar los mecanismos
ideológicos y sociales del patriarcalismo, del androcen-
trismo, proyecto que se va concentrando en la eliminación
del esquema binario que subyace a la vivencia de la se-
xualidad y de las relaciones socio-pollticas; sólo por esa
via se podràn conseguir nuevos espacios para la libertad.
En este proceso del post-feminismo conviene senalar seis
momentos o aspectos, para captar todas sus repercusiones:
corno presupuesto, la des-naturalización que hace posible la
des-construcción de las evidencias adquiridas.; una nueva com-
prensión de la politica: la ideologia de gènero; la incorporación
del elemento queer, la eliminación de la categoria «mujer»; la
aparición de nuevas subjetividades post-antropocéntricas.
1. Para refutar el razonamiento que sostenta la inferioridad de
la mujer hay que mostrar que no se puede apelar a la na-
turaleza. Se solia argomentar que la superioridad del varón
se apoyaba en la naturaleza; del mismo modo la superio­
ridad de los blancos sobre los negros o de los aristócratas
sobre los plebeyos. è,No se hablaba de sangre azul para
justificar la superioridad de la monarquia? La llustración
habia denunciado la falsedad de los derechos aristocràti-
cos. No se preocupó sin embargo de la situación de infe­
rioridad de las mujeres. Seguia aceptando corno evidente
esa inferioridad. La ùnica via de salida es des-construir la
falsedad de ese argomento que se asumia corno eviden­
te. Habrà que mostrar y demostrar que esa situación no
240 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

es ni racional ni naturai, sino que se trata de un prejuicio


interesado: la piel del negro y el sexo de la mujer condena
a negros y a mujeres a someterse al hombre bianco de
origen sajón (Cady Stanton). La via mas ràpida y eficaz
para desbloquear ese prejuicio sera decir que no existe
esa naturaleza sobre la que pretenden apoyarse.
2. En este proyecto es especialmente importante y eficaz la
ampliación del significado de la politica: està tiene que in­
corporar el lema lo privado es politico. Como afirma Kati
Miller, una de las principales teóricas del feminismo ra­
dicai, la politica convencional no ha tenido en cuenta la
subordinación de las mujeres, ni le daba importancia ni lo
consideraba tema de relevancia politica. Por elio hay que
hacer ver que la politica no se reduce al limitado mundo
de las reuniones de los partidos o a la iniciativa de los go-
biernos o a la pràctica de votar. La politica es mucho mas
que eso: debe ocuparse del conjunto de relaciones y com-
promisos en el seno del cual funciona el poder; el poder
funciona de modos diversos y tiende a situar a un grupo
de personas bajo el control de otro. Pues bien, elio recla­
ma una concepción mas amplia y mas reai de la politica. El
mecanismo del poder actùa ya en el àmbito màs privado
y personal, en el modo corno se practica y se ejerce la se-
xualidad5. Y a ese nivel, en el seno de la familia tradicional,
comienza el sometimiento de las mujeres. El centrato se­
xual6 es un engafio, porque esconde un sometimiento ra­
dicai. Por elio la politica debe incluir en su agenda lo màs
intimo y privado: lo privado es radicalmente politico.
3. En este contexto se despliega la ideologia de gènero: pre­
tende desvincular sexo y biologia. Como no hay una na­
turaleza vinculante, corno la biologia està a disposición de
la intervención humana, corno la cultura gestiona la natu­
raleza, hay que liberar la sexualidad de la dictadura de la

5 K. Millet, La politica sexual, Aguilar, México 1975 (el originai es de 1970).


5 C. Pateman, El centrato sexual, Anthropos, Barcelona 1995.
9. EL ROSTRO PRAGMATICO Y TRANSGRESOR DEL POST-HUMANISMO 241

biologia; de este modo sera la propia subjetividad la en-


cargada de configurar la experiencia sexual mas adecuada
para cada individuo. Mas alla de lo que era considerado
naturai, es la creación cultural la que establece la propia
orientación o adscripción sexual: el gènero. Se producen
«cambios dramàticos en actitudes sobre sexualidad y gè­
nero» porque mucha gente en todo el mundo sienten que
las condiciones bàsicas de sus vidas estàn marcadas fon­
damentalmente por su identificación corno pertenecientes
a un grupo de gènero o de sexo7; se puede hablar de una
«revolución incompleta0» porque todavia debe irse abrien-
do camino por medio de la reivindicación de los nuevos
derechos y de la nueva comprensión de la politica. Se va
configurando asi un gendered worid.
Judith Butler con Gender Trouble: Feminism and thè
Subversion of Identitty (1990) se convierte en una de sus
principales teorizadoras. No se puede basar la identidad
sexual en el sexo biològico. El sexo no es un dato neutro
y objetivo. El cuerpo tampoco es algo pasivo y vacio. Es
un proyecto cultural, que cada individuo puede proyectar
y reescribir. El gènero es adscrito al cuerpo en virtud de la
opción del sujeto o de las pràcticas sociales. Ni el Estado ni
el derecho tienen nada que decir, simplemente acoger y re-
conocer lo que los individuos deciden. No se nace hombre
y mujer, se hace y se deviene. Està nueva categoria de gè­
nero se fue legitimando en la opinion pùblica gracias sobre
todo a la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada
en Pekin en 1995, organizada por la Naciones Unidas: el
gènero se define no por nacimiento sino por los roles artifi-
ciales que se desempenan en función de procesos sociales
y culturales. La orientación sexual queda abierta a la elec-
ción del sujeto.

7 Introduction a G. Weylen-K. Celis-S. L. Welden (eds), Gender and Politics,


Oxford University Press 20013, 1ss.
8 Ibid., 4.
242 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

4. El planteamiento post-humanista, que defiende una iden-


tidad fiotante y fluida, cuyos confines pueden ser reinven-
tados por cada sujeto, desemboca en la recuperación de
la categoria queer, adoptado ya en està clave por Teresa
de Lauretis en 1990. Des-construido el sujeto, fragmen-
tado el sexo, legitimado el gènero, ensalzado el deseo,
hay que superar los h'mites del feminismo. Es lo peculiar
del post-feminismo: el feminismo està todavia preso de
las categorias masculino-femenino, y aspira a la equipa-
ración con el varón; pero elio es una visión muy estrecha;
se requiere abrir todo el abanico de las subjetividades y
orientaciones sexuales. Entonces se habrà logrado el ver-
dadero triunfo de las mujeres: cuando sustituyan la visión
conquistadora del mundo (propia de los varones) por una
visión creadora de nuevas orientaciones sexuales, de nue-
vas subjetividades.
Queer significa «extrano», «raro», y era utilizado en el
lenguaje cotidiano en sentido despreciativo, para ridiculi-
zar a quienes tenian orientaciones sexuales consideradas
«anormales». Posteriormente fue reivindicado hasta al-
canzar rango académico e incluso simbòlico. Inicialmente
este cambio se produjo en Estados Unidos, en el àmbito
universitario, para designar los estudios sobre gays y les-
bianas. Pretendian legitimar intelectualmente un espacio
de investigación equivalente a la que se venia realizando
sobre otras minorias (afroamericanos, chicanos, indios...).
En 1995 se constituyó en Berkeley un departamento de-
nominado Lesbian, Gay, Bisexuels et Transgender Studies.
Pretendian descubrir las huellas históricas de estas mani-
festaciones culturales, generalmente ocultadas o disimula-
das por la cultura dominante.
Progresivamente se utilizò para designar las propues-
tas del feminismo radicai, que no consideraba ni suficien-
te ni coherente lograr la igualdad con los hombres. Elio
seguirla prolongando el esquema patriarcalista. Lo que
9. EL ROSTRO PRAGMÀTICO Y TRANSGRESOR DEL POST-HUMANISMO 243

hay que reivindicar es el derecho al reconocimiento de


una cultura distinta y alejada de los objetivos masculinos.
El post-feminismo aparece asi corno el conjunto de pràc-
ticas y de teorias, siempre en movimiento, que se rebelan
contra las opresiones padecidas, haciendo ver la comple-
jidad de los nuevos retos del feminismo y de sus luchas
sexuales.
5. Por eso las representantes del post-feminismo llegan a
cuestionar la categoria «mujer». Ese término aùn nos man­
tiene en el esquema heterosexual. Incluso es cuestiona-
do el «gènero» en cuanto no admita mas que dos valores:
hombres y mujeres. Hay otras variables que pueden y de-
ben intervenir. En el Manifiesto transfeminista Emi Koyama
cuestiona el supuesto de que todas las mujeres compar-
tan una experiencia comùn. Las negras, las lesbianas, las
obreras, no se reconocerian en un esquema tan unitario
y tan simple corno el de «mujer». ì,Por qué no reconocer
a una lesbiana el derecho a ser reconocida corno tal y no
corno mujer? J. Butler sostiene que la categoria «mujer» se
construye en el seno del dominio masculino. Por eso hay
que dejar de definirse corno mujer, ya que este término no
expresa su subjetividad sexual concreta y particular. A la
luz de este presupuesto Monique Wittig no queria ser de-
finida màs que corno lesbiana, no corno mujer. Por esa via
quedaria realmente des-construida tanto la categoria de
sexo corno la de gènero. Solo asi las mujeres lograràn su
verdadera victoria reconfigurando nuestra cultura entera9.
6. Dentro de està ola de des-naturalización se van moltiplican­
do lo que R. Braidotti denominarà «subjetividades post-an-
tropocéntricas»; el ecofeminismo y el xenofeminismo.
El ecofeminismo reivindica el valor y la integridad de cada ser
vivo, integrados todos en el conjunto de la tierra y del cósmos. La
devastación de la Tierra y de los seres que la pueblan por obra

9 A. Touraine, o.c. 356ss.


244 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

de las huestes empresariales forma parte de las preocupaciones


feministas, porque esas consecuencias provienen de la mentali-
dad masculinista, la misma que pretende negar a las mujeres el
derecho a su cuerpo y a su sexualidad. Estas nuevas subjetivi-
dades reivindican la importancia del cuerpo. Como dice A. Puleo
en Ecofeminismo para otro mondo posible: «Los seres humanos
somos cuerpos que han de adquirir la autoconciencia de perte-
necer al tejido de la vida mùltiple y multiforme del pianeta que
habitamos, y de que su destrucción es, a medio o largo plazo, la
nuestra».
El xenofeminismo es una conclusión lògica y consecuente del
post-feminismo en contexto post-humanista. El movimiento na-
ció en junio de 2015 con el colectivo Laboria Cuboniks, que se
presentò en pùblico a través de un manifiesto: Xenofeminismo:
una politica para la alienación. Para comprenderlo adecuadamen-
te hay que advertir que aqui el termino «alienación» no tiene un
sentido negativo, corno si designara una situación de la que hay
que liberarse. Es justamente lo contrario. La alienación està en
el centro de la propuesta: es positivo alienarse, es decir, salirse
de lo que es considerado naturai. Cualquier teoria que haga de
la naturaleza una norma o un principio moral o politico debe ser
destruida.
Las xenofeministas proclaman: «Necesitamos nuevas posi-
bilidades concretas de percibir y actuar, sin las anteojeras de las
identidades naturalizadas. En nombre del feminismo la “Naturale­
za” ya no sera receptàculo de injusticias o la base para cualquier
tipo de justificación politica», «nosotras, chicas en lucha, chicas
malas, reivindicamos nuestro imaginario, nuestro yo proyectado,
queremos trazar el mundo a nuestra gloriosa imagen»; por eso
no tienen reparo en proclamar: «jQue florezca un centenar de se-
xos». H. Hester10, referencia ideològica del movimiento, résumé
las coordenadas del movimiento: feminismo, tecnomaterialismo,
antinaturalismo y abolicionismo de gènero.

” H. Hester, Xenofeminismo: tecno/ogfas de gènero y poh'ticas de reproducción,


Caja Negra Editores Madrid 2018.
9. EL ROSTRO PRAGMÀTICO Y TRANSGRESOR DEL POST-HUMANISMO 245

3. El vitalismo naturalista: el éxodo antropològico


de los sujetos nómadas
Ya indicàbamos al hablar de la dimensión religiosa que den­
tro del post-humanismo hay corrientes cuya propuesta preten­
de desbancar a las religiones ofreciendo una cosmovisión que
las sustituya. A nuestro juicio en està posición se encuentra R.
Braidotti, que se situa en un posición «post-secular», opuesta
al secularismo militante11. La fuerza (de caràcter pràcticamente
divino) que se encuentra en el fondo de la realidad es la que
provoca y suscita la generación de mùltiples subjetividades. El
fondo de la realidad, podrlamos decir, no la constituyen los da-
tos o algoritmos, sino la Zoé (la Vida). En todo caso se podrla
decir que esos datos o algoritmos viven de Zoe y expresan su
fecundidad: somos expresión de la fuerza de la vida que es Zoé
y no la emanación de una esencia divina12.
En el transfondo se encuentra el influjo de la filosofia de Spi­
noza, que se ha manifestado en los post-estructuralistas france-
ses (Foucault, sobre todo Deleuze y Guattari) y numerosas teorias
feministas (especialmente las que se sitùan en la corriente ecofe-
minista). Està visión de la realidad propugna una inmanencia ra­
dicai, es decir la negación de cualquier dimensión supra-natural
o sobre-natural y la valoración de la fuerza y de la energia vital de
la realidad mundana.
En su planteamiento se conjugan de modo armònico y cohe-
rente las dimensiones ontològica, antropològica, ètica y politica.
1. Su ontologia, monista y procesual, gira en torno a la ca­
tegoria Zoé, la energia còsmica, la potencia generadora
de la vida. La Sustancia ùnica de Spinoza es denominada
Zoe/Vida para resaltar la vitalidad generadora de posibi-
lidades mùltiples e inacabables. La Vida es un flujo con-

11 Nomadic... 202; matiza que su postura no se situa en la linea de Ch. Taylor sino
en la de la inmanencia radicai segùn la entiende G. Deleuze; corno ejemplo puede
verse la «secular prayer» con motivo de la muerte de un tlo sacerdote y filòsofo.
12 Ibid.» 365.
246 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

tinuo que une a todo lo que existe Es una ontologia de


caràcter monista, pues todo forma parte de la sustancia
ùnica y cada cosa le da concreción, siempre mùltiple y en
movimiento. La sustancia ùnica se expresa en atributos
diferentes, que buscan su propio espacio para mostrar y
despiegar las diferencias especificas.
Este dinamismo està provocado por el conatus (impul­
so, empuje, aspiración) que allenta a Zoe en su diversifi-
cación de expresiones. Todo es parte o concreción de la
misma fuerza vital. Esa fuerza, en continuidad con Deleuze,
es entendida corno Deseo, una Potencia amorfa que va ex-
presàndose de modo polimorfo. Lo peculiar de Braidotti es
que ese Inconsciente no debe ser reprimido o domesticado,
sino mas bien io contrario: debe ser acogido y desarrollado
en teda su capacidad de manifestaciones y provocaciones.
2. Este Deseo, por su dinamismo, suscita el surgimiento de
mùltiples diferencias y subjetividades13. Los sujetos son
modalidades de individualización de Zoé, por lo que no
pueden ser entendidos de modo aislado o independien-
te, sino en el fluir que arrastra todas las cosas. No hay
un sujeto fijo y estable, sino sujetos nómadas: es lo que
denomina «éxodo antropològico», que es el abandono
del mundo humanista o antropocéntrico. El sujeto nóma-
da recorre y experimenta itinerarios mùltiples porque ha
prescindido de cualquier tipo de identidad humana o de
esencialismo cultural14. La subjetividad nómada no nace,
se deviene en formas mùltiples y diversas15. Elio se mani-
fiesta de modo especial en el campo de la sexualidad, por
medio de lo que denomina «des-territorialización de la se­
xualidad», es decir, la experiencia sexual no puede quedar
reducida a esquemas binarios. Por eso hay que dar todo
su valor y reconocimiento a las subjetividades LGTBQ...

13 Por una polìtica... 73.


14 Soggetto nomade: Feminismo e crisi della modernità, Donzelli, Roma 1995.
15 Por una polìtica... 30.
9. EL ROSTRO PRAGMÀTICO Y TRANSGRESOR DEL POST-HUMANISMO 247

3. Està ontologia y antropologia se deben concretar en el


comportamiento ètico de los sujetos nómadas, gracias a
lo cual se va generando una mutación cultural. Elio implica
superar la tradicional distinción entre bien y mal y entre na-
turaleza y cultura. La cultura no es algo que viene después
o que se anade a la naturaleza. No hay una naturaleza que
encarne el bien y que deba ser obedecida. La «filosofia
monista del devenir (maestra) que la materia...no està dia-
lécticamente opuesta a la cultura16». Elio permite mezclas
y fusiones entre realidades que parecian separadas y he-
terogéneas. Seria erròneo rechazar una expresión cultural
argumentando que se opone a la naturaleza. Su legitimi-
dad le viene del Deseo que la hace posible y la impulsa.
Està ètica (mas alla de la distinción entre bien y mal y
entre naturaleza y cultura) se debe despiegar sobre todo
en la valoración del cuerpo y en el encuentro con los otros.
El cuerpo no sólo conserva toda su importancia sino
que pasa a convertirse en el escenario en el que se ma­
nifesta la Vida de un modo privilegiado. En este punto
se percibe la diferencia respecto a la otra corriente del
post-humanismo. La misma Braidotti dice que, en medio
del actual clamor tecnològico, que tiende a desvalorizar
la materia corpòrea y a celebrar los cuerpos virtuales, hay
que volver a la tierra, al cuerpo en su radicai materialidad17.
Elio no significa que haya que renunciar a posibilidades
tecnológicas en la medida en que ofrecen potencialidades
al cuerpo. El cuerpo tiene que ser pensado y vivido en su
radicai materialidad, pero también en su cùmulo de afec-
tos y en una nueva experiencia de la sexualidad. El cuerpo
debe despiegar con imaginación y creatividad el Deseo
por medio de los afectos, de las pràcticas mas diversas.
En este punto juega todo su papel la «des-territorializa-

’• Ibid., 49.
” Ibid., 41.
248 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

ción» de la sexualidad, superando los esquemas binarios


tradicionales.
Ademàs debe mantener y expresar la conexión con
todo lo que se mueve y existe18. La Vida no es propiedad
de una sola especie, porque es trans-especie, y por eso
profundamente democràtica: reclama la participación y la
mezcla de todos los seres (lo que denomina «igualitarismo
bio/zoé-geocentrado»). Remitiéndose a Haraway, también
Braidotti reivindica la alterldad u otredad de un modo conse-
cuente: hay que recorrer el itinerario post-humano juntamen-
te con Dolly, con el oncorratón, con los medios generativos
desconcertantes..., en definitiva con todo lo que se aleja del
antropocentrismo. Merece una mención especial la figura
peculiar y novedosa del oncorratón: un ratón de laboratorio,
genèticamente modificado, para que sea portador de un gen
especifico que le hace desarrollar ràpidamente el càncer, lo
cual lo hace màs apto para ser utilizado en investigaciones
cientlficas sobre el càncer en favor de otros. No tiene màs
que una existencia provisionai y artificial. Pero precisamen­
te por elio es una metàfora del nomadismo propugnado. El
aprecio que le merece le lleva a designarlo «mi hermano/mi
hermana menor», comparàndolo incluso con Cristo, victima
y chivo expiatorio, sacrificado para encontrar la curación de
otros19. Marginados y relegados en la actualidad, deben sin
embargo ser considerados corno los abanderados del ma­
nana. Por eso exclama en tomo solemne: «jSujetos nóma-
das del Cósmos, unios!20». D. Haraway denominarà «testigo
modesto» a este tipo de nuevos organismos, elementos del
mundo, cualquier tipo de organismo transgénico que permi-
ta crear, poseer y patentar nuevas formas de vida21.
18
Ibid., 38.
is
Por una politica... 69-70.
20
Ibid., 67.
21
D. Haraway, Testigo-modesto@segundo-milenio@hombrehembra@conoce’On-
Barcelona 2001 (el originaies de 2003): el
' Editoria! Uoc. “
corretón. - «testigo modesto»
era una figura acuriada en los albores de la revolución clentlfica en el siglo xvii, cuyos
relatos pudieran ser acreditados corno espejos de la realidad, pero desaparece en el
9. EL ROSTRO PRAGMÀTICO Y TRANSGRESOR DEL POST-HUMANISMO 249

4. La ètica implica enormes repercusiones politicas. Estas


se manifiestan sobre todo respecto al capitalismo, por-
que es el que domina las estructuras de poder del mondo
Occidental. El verdadero peligro es el capitalismo, porque
es capaz de instrumentalizar la tecnologia y la Vida: hay
que distanciarse de él porque busca entender la «Vida»
corno sistema informacional (asumiendo por tanto rasgos
post-antropocéntricos) pero sometiéndolo a las fuerzas
del mercado y ai interés del beneficio. Como ejercicio de
oposición propugna las pràcticas afirmativas22, capaces
de introducir alternativas sostenibles y escenarios de re-
sistencia y de esperanza. El post-humanismo muestra asi
su relevancia politica.
Como ejemplo concreto menciona performances que pre-
tenden ser llamativas y provocadoras. Alude expresamente a los
grupos musicales feministas del punk Riot Grrrls (que surgió en la
década de los noventa en Estados Unidos) y Pussy Riot de Ru-
sia: a través de sus cuerpos se hacen presentes perturbando los
lugares pùblicos, con el objetivo de desafiar las restricciones del
poder represivo, corno hicieron patente cuando irrumpieron en la
catedral de Cristo Salvador en Moscù. Subjetividades nómadas y
singulares, por exigencias éticas, no sólo intentan demoler formas
establecidas sino desafiar y perturbar las relaciones de poder.
Como expresión de la mezcla naturaleza/cultura que se tra­
duce en ètica y en politica hay que entender su defensa de la
«zoontologia23». Està es un sistema innovador de parentescos:
el sistema de parentesco no puede quedar anclado a los vin-
culos afectivos humanos. El conatus es Deseo de cooperar con
los otros y de conectarse con ellos24, aunque no sean (o preci-

acto de transmitir aquello que habian logrado conocer. Algo semejante debe suceder
en el mondo de la tecnociencia, pero ahora bajo la figura feminista o antirracista.
22 Denuncia con fuerza los actos vandàlicos y las manifestaciones violentas que
percibe en los movimientos pro-vida, valorados corno neofundamentalismo cristia­
no, sobre todo en los atentados centra las clfnicas de Planned Parenthood.
23 Lo posthumano... 87.
24 Por una politica... 28s.
250 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

samente porque no son) humanos. Se ha difuminado la frontera


hombre/animal, se ha desdibujado la diferencia hombre/màquina,
se ha des-territorializado la sexualidad, se ha reconocido la pri-
macia del Deseo y de la Vida... por tanto hay que optar por un
rrtundo trans-especie: avanzar en el camino de la criollización,
de la hibridación, de mezclas y fusiones, de pertenencias mùlti-
ples, de interconexión con los otros... Lo peculiar e innovador es
incluir también a los no-humanos, abriendo con ellos un abani-
co de parentescos que se apoye en la amplia gama de afectos,
de empatia, de responsabilidad y de reconocimiento mutuo. Hay
que admitir y reconocer el deseo de amor trans-especie, pues los
afectos positivos fluyen en todo tipo de cuerpo. Màs que la au-
tenticidad del yo, el sujeto nómada se descubre corno aparato de
fuerzas y afectividades que se dirige a lo otro de cualquier tipo,
sin limites ni exclusiones25.
La otredad debe ser entendida y extendida de modo radi­ I
cai y consecuente, corno lo muestra Donna Haraway, asumiendo
«el legado complejo e inacabable de la relación multi-especies,
que va atravesando la función que los animales de compania ha
recorrido todo el proceso evolutivo». Asi lo expresa el titulo de
su obra: The Companion Species Manifesto. Doggs, People and
Significant Otherness26 (Manifiesto de las especies de compania.
Perros, gente y otredades significtivas). No hay un momento o
lugar en el que acaba lo genètico y empieza el entorno27, corno
no hay que separar naturaleza y cultura (por eso habla de «na-
tureculture»), no hay sujetos pre-constituidos sino que van sur-
giendo en virtud de la co-habitación, de la co-evolución, de una
«socialidad corporeizada transversai a las especies» (embodied
cross-species sociality); los perros «son mi historia aqui, pero son
solo un actor en el amplio mundo de la compania20»; los cyborgs
y las «especies de compania» incluyen lo humano y lo no huma-

25
Ibid., 36.
26
Prickly Paradigm Press, Chicago 2003, 96.
27
Ibid., 32.
29
Ibid., 12.
9. EL ROSTRO PRAGMATICO Y TRANSGRESOR DEL POST-HUMANISMO 251

no, lo orgànico y lo tecnològico, el carbone y la silicona, la liber­


tari y la estructura29. Por eso ya desde el titulo habla de «especies
de comparila» y no de «animales de compania». Sujetos, objetos,
razas, especies, géneros, son producto de las relaciones. Todo
elio permite hablar de «mi familia multi-especie» que reclama
otros términos para los diversos tipos de parentesco que vayan
surgiendo30. Està lògica no puede detenerse ante ningùn limite
o frontera, por lo que al final Ilega a declararse «compostista31»,
bajo el lema «cread vinculos, no ninos».

4. Des-construcción y re-construcción de las relaciones humanas


Una vez establecida la mezcla y fusión naturaleza/cultura surge
de modo espontàneo la dinàmica de rearticular las relaciones de
parentesco tradicionales. Està se manifiesta en campos diversos.

Matrimonio homosexual
Un paso decisivo lo representa el matrimonio homosexual:
el matrimonio es un hecho cultural, que puede ser reivindicado
por cualquier orientación sexual. El Estado, el derecho y la ob-
jetividad institucional deben renunciar al papel que han venido
ejerciendo hasta el presente. Las instancias tradicionales de le-
gitimación deben renunciar a la función que se habian arroga-
do. Mas bien deben atender a las reivindicaciones de las nuevas
subjetividades que se van afirmando por medio de los nuevos
derechos que reclaman.
El movimiento homosexual en su corto tiempo de actividad
ha logrado éxitos sorprendentes. No sólo ha logrado establecer

2B C. Wolfe, o.c. XXV: en vez de rechazar sin mas lo humano, rebasar los estre-
chos limites de la conciencia y de la reflexión.
30 Ibid., 96.
31 «Humanidad» no debe entenderse a la luz de «homo», sino de «humus», el
suelo, la tierra; por elio hay que buscar la «composición»- y la «vinculación» con
todo tipo de entidades, sean orgànicas o màquinas, porque con ellas compartimos
la tierra, algo indistinto en lo que todos nos encontramos desapareciendo corno sin-
gularidades. Con elio parece imponerse el motivo freudiano del instinto de muerte.
252 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

su orientación sexual corno un elemento de identidad equivalen­


te a la heterosexualidad sino que ha conseguido que la homofo-
bia sea equiparada al racismo y a la xenofobia. Por elio estaban
en condiciones de reclamar que la unión entre dos personas del
mismo sexo fuera reconocida corno matrimonio, incluso con de-
recho a adopción (todo lo cual hubiera sorprendido a los mismos
atenienses, recordados por su apertura en este campo). Tras la
correspondiente des-construcción (el matrimonio y la familia no
responden a una exigencia de la naturaleza) el individuo narcisis­
ta se acerca al «mercado del matrimonio» para adaptarlo a sus
necesidades o conveniencias.
En este paso se manifiestan todas las paradojas de este pro­
ceso, pero por eso mismo se hace patente su lògica de fondo: la
mentalidad post-humanista permite des-construir una identidad
heredada del periodo humanista para re-construirla desde la
perspectiva post-humana. En el fondo de estas reivindicaciones
de los homosexuales se puede detectar el sufrimiento que pro­
duce una carencia (no poder tener hijos); ese sufrimiento susci­
ta la bùsqueda de una compensación, que parece conseguida
solamente a través de una reconfiguración del matrimonio y de
la familia.
La reivindicación post-humana sin embargo no se satisfa-
ce con el reconocimiento legai de su unión afectiva. Pretenden
que esa unión no se diferencie de lo que tradicionalmente se ha
entendido corno matrimonio. Ahi se muestra la paradoja: igualar
lógicas distintas anulando (precisamente en este tema) las dife-
rencias. La unión homosexual y la heterosexual no se relacionan
del mismo modo con las exigencias de la vida social (pues el ma­
trimonio heterosexual genera vidas nuevas que garantizan la per-
vivencia de la sociedad). La visión individualista de los derechos
subjetivos sustrae a la sociedad la regularización de esa institu-
ción que garantiza su pervivencia: el matrimonio y la procreación.
Con elio se abre el camino a interrogantes insospechados en
el pensamiento humanista: si el vinculo sexual y la procreación
no entran en la definición de familia, ópor qué no reconocer el
9. EL ROSTRO PRAGMÀTICO Y TRANSGRESOR DEL POST-HUMANISMO 253

casamiento entre familiares cercanos o entre varias personas?,


cpor qué excluir un matrimonio inter-especie dado que existen
afectos indudables màs alla de las relaciones entre humanos? La
filosofia se ha vuelto loca, podriamos decir con J-F. Braunstein32,
porque a la luz de los presupuestos presentados se desarrollan
hipótesis de diversa indole, cayendo incluso en contradicciones
innegables. La lògica de la nueva episteme tiene su propia fuerza,
que encuentra fàcil acogida en los individuos narcisistas. Aqui se
sitùan sin duda grandes debates sociales del futuro.

De la paternidad a la parentalidad: la re-construcción de la familia


La noción de parentalidad33 surgió hace menos de cuarenta
anos y se ha ido imponiendo corno denuncia de la familia tradi-
cional (acusada de «patriarcal») y corno reconocimiento del nue-
vo modo de gestionar la sexualidad y los afectos. La paternidad
(en el contexto humanista) supone la presencia de dos sexos, y
designa directamente el protagonismo del padre corno varón. La
parentalidad es un concepto cultural que pretende poner de re­
lieve la igualdad democràtica de ambos cónyuges. Este cambio
de lògica se manifiesta sobre todo cuando se habla de homo-
parentalidad34, pues significa que cualquiera de los progenitores
(independientemente de si es hombre o mujer) puede mantener
una relación adecuada con el hijo. La des-construcción de la
estructura naturai queda acentuada por las nuevas posibilidades
de fecundación artificial: la procreación no depende del acto se-
xual conyugal porque puede ser producida por cualquier inter-
vención ajena a la relación matrimoniai.
De este modo se desplaza (o se elimina) el sentido de la pa­
ternidad. Se hace realidad en un sentido amplio la configuración
de una sociedad sin padres. Por un lado, por la critica dirigida
contra toda autoridad o simbolo que atente contra la autonomia.

32 La filosofia se ha vuelto loca. Un ensayo politicamente incorrecto, Ariel, Bar­


celona 2019.
33 J-R Lebrun, Les paradoxes de la parentalité, Et 410 (2004) 763-774.
34 X. Lacroix, Homoparentalité, Et 299 (2003) 201-211.
254 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

Por otro lado, porque el padre puede quedar reducido a una fun-
ción: entregar una gota de esperma (que serà tratada con medios
artificiales), realizar un encargo tècnico, satisfacer un afecto (a
través de la adopción) mediante un nino, gestionar la soledad
recurriendo a la presencia de un nino... Ni el espermatozoide ni
la regulación juridica pueden sostituir al padre, pues (por mucho
que se relativice) la diferencia entre los padres tiene algo de in­
eludibile35. No obstante en el pensamiento dominante triunfa la
lògica narcisista: el encuentro personal con el otro queda deter-
minado por la propia subjetividad, sin preocuparse por la pecu-
liaridad del otro.
Està concepción de la parentalidad repercute necesaria-
mente sobre el nino: queda convertido en mercancia, en medi­
cina de la esterilidad o en compensación de las propias caren-
cias afectivas. Se desdibujan los presupuestos para que el nino
surja corno expresión de una donación reciproca y corno ga-
rantia y expresión de una promesa de amor. El crecimiento del
nino queda limitado y condicionado, corno confirma la pràctica
sicoanalitica: el siquismo del nino madura en la medida en que
el padre acompafia la separación del nino del disfrute narcisista
de la madre; se abre asi el camino para su vida propia, autòno­
ma y responsable36. Como suele suceder en estos casos, los
estudios sicológicos no detectan las repercusiones negativas
en los ninos o banalizan los riesgos y las objeciones. La con-
clusión de tales estudios queda determinada de antemano por
lo politicamente correcto y por su dogma indiscutible (aunque
se disimule): la primacia del individuo, la lògica del narcisismo.
Las instancias politicas no pueden actuar desde una normativa
que se apoya en la naturaleza, su función es regular las trayec-
torias particulares para evitar — u ocultar— el conflicto de las
diferencias.

35 Desde el punto de vista sicoanalitico J. P. Winter, El futuro del padre, Didàska-


los, Madrid 2020,159; el riesgo està en que si no hay identificación simbòlica con el
padre puede abrir el espacio a identificaciones imaginarias (p. 150).
36 J-P. Lebrun, La perversion ordinaire. Vivre ensemble sans autrui, Denoel, Paris
2007.
9. EL ROSTRO PRAGMÀTICO Y TRANSGRESOR DEL POST-HUMANISMO 255

La fragmentación e instrumentalización de la filiación


En està perspectiva el nino —en cuanto hijo— no es tenido
en cuenta por si mismo, en sus derechos y en las condiciones
mas favorables para su desarrollo. También la filiación, desvincu-
lada de la naturaleza, se transforma en realidad cultural. Desde
la lògica del narcisismo, el nino es visto desde las necesidades o
expectativas de quien lo desea o de quien lo encarga.
De este modo la concepción y el nacimiento del sujeto que-
dan sometidos a la des-construcción. El verdadero criterio es la
gestión de los afectos de los adultos. Y el nino queda sometido
al cambio y a la evolución de los afectos: si los padres se divor-
cian aparece el nino corno victima, segùn lo muestra la pregunta
habitual <ra dónde va el nino?, iqué hacemos con el nino? Los
derechos o las posibles consecuencias sobre el nino vienen des-
pués, cuando ya està decidido lo mas importante en función de
;
la afectividad de los padres.
La parentalidad y la filiación van a la par. Se afirman o se di-
luyen a la par. La parentalidad parece olvidar que el padre aporta
algo que no puede aportar la madre (la experiencia, tanto ordina­
ria corno clinica, hace ver que lo que un hombre espera de una
mujer no es lo que una mujer espera de un hombre), y por elio su
desaparición crea una confusión que puede ser alienación para
quien la padece37. Està nueva comprensión de la parentalidad
queda potenciada por las posibilidades tecnológicas que la ha-
cen màs accesible: la inseminación artificial (especialmente hete-
róloga), la fabricación o manipulación de embriones o de óvulos,
el recurso a las madres de sustitución (o de encargo)... Es cuando
se percibe con màs claridad que el hijo puede quedar reducido a
«medicina de la esterilidad» o a compensación narcisista. La mer-
cantilización se introduce a diversos niveles: a) desde el punto
de vista del nino, queda incorporado en un contrato, del cual es
excluido: se requiere su presencia, pero corno condición o medio
de cara a otros objetivos ante los que queda supeditado (el goce

37 J-Y. Hayez-Ph.Kinoo, Aliénatlon parental, un concepì à haut risque, Et 410


(2009) 187-198.
256 LA REVOLUCIÓN ANTROPOLÒGICA

o la satisfacción de quienes pagan el contrato); b) desde el punto


de vista de la mujer contratada corno portadora: su cuerpo es
contratado, convertido también en instrumento o mercancia; se
da por supuesto que ella no sufre con la separación, incluso es
olvidado su cuerpo, a pesar de que las células fetales permane-
cen (con los consiguientes efectos) durante anos...
La filiación cargarà con una fragilidad intrinseca al levantarse
sobre una experiencìa de abandono y de carencia de origen. Una
herida primordial queda inserita en el inconsciente del nino, de
dificil cicatrización. La pregunta habitual quién se parece? no
incluye simplemente una referencia biològica o genètica, sino el
mundo simbòlico del origen, de una historia de la que es pro­
tagonista. Las percepciones memorizadas en el vientre materno
(el sonido de las voces, las muestras de carino, los ruidos del
cuerpo, la presencia del padre...) se prolongan en la experiencia
postnatal: la hospitalización junto con la madre, el contacio cor­
porei... Introducir en esa dinàmica la obligación de abandono y
de ruptura, la presencia de una extrana, suele producir desajus-
tes y basta experiencia de caos. Se ha introducido una alteración
en el origen de la persona, en su historia, que en algùn momento
deberà ser contada.
La banalización de estas cuestiones y de estos riesgos con­
firma que esa historia es contada y elaborada por los dominado-
res, por los que disponen de medios económicos o consiguen
hacer prevalecer sus intereses o sus deseos. La filiación no tiene
mas espacio o mas derechos que los tolerados por quienes deci-
dieron de antemano. Frecuentemente este modo de pensar y de
actuar se justifica con motivos humanistas, pero se lleva a cabo
desde presupuestos post-humanos, desde los cuales se niega a
admitir «efectos colaterales» des-humanizadores o in-humanos.

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