GA Min 4
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Gestión Ambiental
en Minería
FUENTE: Foro Intergubernamental sobre Minería, Minerales, Metales y Desarrollo Sostenible (IGF). (2021). Guía para
Gobiernos: Gestión ambiental y gobernanza minera. Winnipeg: IISD.
Los impactos ambientales producidos por las minas se dividen en: atmósfericos, paisajisticos,
hidrológicos, edáficos, faunísticos y florísticos (Macias, 1996).
Las actividades mineras llevan consigo una modificación de los cauces. Producen
importantes cambios en el balance de agua entre infiltración y escorrentía debido a la
modificación del suelo y vegetación que lleva consigo una mayor capacidad erosiva y que son
responsables de los paisajes descarnados y con una morfogénesis específica.
FUENTE: http://edafologia.ugr.es/
Faunísticos y florísticos
Los impactos más importantes son debidos a la eliminación o alteración de los hábitats
de muchas especies, la ruptura de las cadenas tróficas, así como la introducción de
sustancias nocivas en la biosfera. Las medidas a tomar pasan por la regeneración de
la calidad de la atmósfera y, sobre todo, de los suelos y aguas de modo que pueda
instalarse la vegetación.
Edafológicos.
FUENTE: http://edafologia.ugr.es/
Los suelos que quedan tras una explotación minera son todo tipo de
materiales deteriorados, productos residuales de las extracciones,
escombreras de estériles, etc, por lo que presentan graves problemas para
el desarrollo de una cubierta vegetal, siendo sus características más
notables las siguientes:
● Clase textural desequilibrada. Las operaciones mineras, generalmente
producen un selección en el tamaño de las partículas, quedando
materiales homométricos. Frecuentemente abundan los materiales
gruesos, a veces sin apenas fracción menor de 2 mm.
● Ausencia o baja presencia de estructura edáfica. Se debe a la escasez
de componentes coloidales, especialmente de los orgánicos. Dada la
carencia de materiales coloidales y la ausencia de actividad biológica,
las partículas quedan sueltas o formando paquetes masivos o
estratificados.
FUENTE: http://edafologia.ugr.es/
● Propiedades químicas muy anómalas. Los suelos de mina son medios que
pueden presentar situaciones extremas en los principales parámetros
químicos. En general se trata de sistemas que han sufrido una oxidación
intensa y acelerada, lo que lleva consigo una abundante liberación de H +
(casi todas las reacciones de oxidación son acidificantes), que hacen
descender intensamente el pH del suelo (<3).
● La presencia de condiciones de acidez crea un ambiente hiperácido e
hiperoxidante (figura), en el que se produce un intenso ataque de los
minerales. Así mismo, aparecen especies iónicas características de estos
ambientes que son altamente tóxicas para los organismos acuáticos o
terrestres Al+3, Fe+2; Mn+2; Pb+2; Cu+2, Zn+2. En definitiva, todo ello
hace que el medio no sea apto para el desarrollo de los organismos (y por
ello muy difícilmente edafizable).
FUENTE: http://edafologia.ugr.es/
● Escasez o desequilibrio en el contenido de los nutrientes
fundamentales. Dado que la actividad biológica está
fuertemente reducida. Se presentan fuertes carencias de los
principales elementos biogénicos: C, N y P.
● Ruptura de los ciclos biogeoquímicos. Debido a que en los
procesos mineros se suele eliminar los horizontes
superficiales, que son precisamente los biológicamente
activos.
● Baja profundidad efectiva. El posible suelo (proto-suelo) tiene
un espesor muy limitado.
FUENTE: http://edafologia.ugr.es/
● Dificultad de enraizamiento. Como consecuencia de la extrema
delgadez del suelo las raíces solo pueden desarrollarse en la fina
capa superficial.
● Baja capacidad de cambio. Producida por la ausencia de materia
orgánica evolucionada y la escasez de fracción arcilla.
● Baja retención de agua. Debido a las ausencias de los materiales
dotados de propiedades coloidales citados en el punto anterior, y
también por efecto de la ausencia de estructura.
● Presencia de compuestos tóxicos, que impiden o cuando menos
dificultan la rápida colonización de los depósitos.
FUENTE: http://edafologia.ugr.es/
Daños al suelo
Impactos sobre la Topografía y Modificaciones a la topografía, pérdida
o contaminación de suelos, perturbaciones en el uso de la tierra y
generación de escorrentía, conteniendo sedimentos que se dirigirán a
los cuerpos de agua si no son tratados, debido a la construcción de
caminos de acceso.
FUENTE: http://edafologia.ugr.es/
El suelo es un recurso esencial, del cual depende la salud de las
personas, las especies animales y las plantas que lo habitan, así como
las potencialidades del desarrollo económico y social de las
comunidades que se benefician de este.
● Suelo mineralizado, esto se da cuando los suelos son tóxicos para los
microorganismos, que son los encargados de estimular la estructura
adecuada del suelo, además de regular los cambios de pH.
FUENTE: MINEM
ACIDIFICACIÓN DE LOS SUELOS
La acidificación y contaminación de las aguas para explotación minera puede
originarse por a) Drenaje de minas subterráneas y superficiales b) Aguas de
relaves y c) Agua de los procesos metalúrgicos; estas aguas al llegar a los
cursos de agua natural, los contaminan y acidifican.
FUENTE: MINEM
Como impacto indirecto de esta acidificación, se tiene que a pH ácidos,
disminuye la disponibilidad de algunos nutrientes mayores y
secundarios para las plantas, como sucede con el fósforo; este
elemento, en presencia de fierro y aluminio (presentes en forma
abundante en suelos ácidos) es totalmente bloqueado en forma de
quelato y no será disponible para la planta; es así como se presenta
problemas de toxicidad y de deficiencia de los micro – elementos y de
los macro – elementos, respectivamente.
FUENTE: MINEM
El suelo es alterado como resultado de las actividades mineras.
Una de las anomalías biogeoquímicas que se generan al momento de la
extracción, es el aumento de la cantidad de microelementos en el suelo
convirtiéndolos a niveles de macroelementos los cuales afectan
negativamente la biota y calidad de suelo; estos afectan el número,
diversidad y actividad de los organismos del suelo, inhibiendo la
descomposición de la materia orgánica del suelo (Wong, 2003).
Salomons (1995) comenta que son tóxicos para los organismos vivos y
son inhibidores de factores ecológicos afectando el crecimiento de las
plantas.
FUENTE: Soraya Puga , Manuel Sosa , Toutcha Lebgue , Cesar Quintana y Alfredo Campos. UNALM
Los suelos que quedan tras una explotación minera contienen todo tipo
de materiales residuales, escombros estériles, entre otros, lo que
representa graves problemas para el desarrollo de la cubierta vegetal,
siendo sus características más notables las siguientes: clase textural
desequilibrada, ausencia o baja presencia de la estructura edáfica,
propiedades químicas anómalas, disminución o desequilibrio en el
contenido de nutrientes fundamentales, ruptura de los ciclos
biogeoquímicos, baja profundidad efectiva, dificultad de
enraizamiento, baja capacidad de cambio, baja retención de agua y
presencia de compuestos tóxicos (García & Dorronsoro, 2002).
Las características del suelo juegan un papel importante en reducir o
aumentar la toxicidad de los metales en el suelo.
FUENTE: Soraya Puga , Manuel Sosa , Toutcha Lebgue , Cesar Quintana y Alfredo Campos. UNALM
Colombo et al. (1998) comentan que la distribución de los metales pesados
en los perfiles del suelo, así como su disponibilidad está controlada por
parámetros como propiedades intrínsecas del metal y características de los
suelos. Los metales tienden a acumularse en la superficie del suelo quedando
accesibles al consumo de las raíces de los cultivos (Baird, 1999).
Las plantas cultivadas en suelos contaminados absorben en general más
oligoelementos y la concentración de éstos en los tejidos vegetales está a
menudo directamente relacionada con su abundancia en los suelos, y
especialmente en la solución húmeda (Kabata-Pendias & Pendias, 2001)
Gulson et al. (1996) mencionan que excesivas concentraciones de metales en
el suelo podrían impactar la calidad de los alimentos, la seguridad de la
producción de cultivos y la salud del medio ambiente, ya que estos se
mueven a través de la cadena alimenticia vía consumo de plantas por
animales y estos a su vez por humanos.
FUENTE: Soraya Puga , Manuel Sosa , Toutcha Lebgue , Cesar Quintana y Alfredo Campos. UNALM
Los metales pueden tardar de varias decenas a miles de años en reducir
su volumen, ya que no pueden ser degradados; sólo se transforman a
otros estados de oxidación en el suelo reduciendo su movilidad y
toxicidad (McLean & Bledsoe, 1992).
No obstante, son un riesgo latente, ya que es en este estrato edáfico
donde crecen las gramíneas y hierbas las cuales son consumidas por los
animales y algunos de estos a su vez por el humano, entrando los
metales a la cadena trófica. Al respecto Brus et al. (2002) señalan que
las propiedades y características básicas del suelo, son las que
determinan la transferencia de los metales pesados a las plantas.
FUENTE: Soraya Puga , Manuel Sosa , Toutcha Lebgue , Cesar Quintana y Alfredo Campos. UNALM
Fuente: Osvaldo Aduvire
Fuente: Osvaldo Aduvire
Fuente: Osvaldo Aduvire
El término drenaje contaminado se refiere al agua de drenaje que contiene
niveles de cualquier elemento o contaminante que no se encuentre dentro
de los límites reglamentarios para el agua que drena de un asiento minero, o
que podría ocasionar un impacto ambiental adverso. Por lo general, este
drenaje contaminado puede incluir, pero sin limitarse a ello, lo siguiente:
pH, acidez, alcalinidad;
sulfatos;
nutrientes;
metales (disueltos o totales);
núclidos radiactivos;
sólidos disueltos totales (SDT); y
sólidos suspendidos totales (SST)
FUENTE: MINEM
Generalmente este drenaje se caracteriza por:
• valores de pH por debajo de 7 hasta 1.5
• alcalinidad decreciente y acidez creciente
• concentraciones elevadas de sulfato
• concentraciones elevadas de metales (disueltos o totales)
• concentraciones elevadas de sólidos disueltos totales
FUENTE: MINEM
La generación de ácido es originada por la oxidación de los minerales sulfurosos cuando son
expuestos al aire y agua, lo cual da por resultado la producción de acidez, sulfatos y la
disolución de metales. No todos los minerales sulfurosos son igualmente reactivos, ni la
acidez se produce en igual proporción. Además, no todos los minerales sulfurosos o rocas
con contenido de sulfuro son potencialmente generadores de ácido. La tendencia de una
muestra particular de roca a generar acidez neta es una función del balance entre los
minerales (sulfurosos) productores potenciales de ácido y los minerales (alcalinos)
consumidores potenciales de ácido.
El proceso mediante el cual se consume ácido se denomina "neutralización". Teóricamente,
cada vez que la capacidad consumidora de ácido de una roca ("potencial de neutralización")
excede al potencial de generación de ácido, se consumirá toda la acidez y el agua que drene
de la roca se encontrará en el nivel de pH neutro o cerca de él. El drenaje ácido generado
por la oxidación de sulfuros puede neutralizarse por contacto con minerales consumidores
de ácido. Como resultado de ello, el agua que drena de la roca puede tener un pH neutro y
una acidez insignificante, a pesar de la continua oxidación de sulfuros.
FUENTE: MINEM
Generalmente, se le observa como un proceso en tres etapas, definidas por el
pH del agua en el microambiente de los minerales sulfurosos. Con frecuencia, las
siguientes descripciones son usadas para comprender la naturaleza del drenaje
dependiente del tiempo y para su interpretación en el campo.
Etapa I. La acidez es generada y rápidamente neutralizada en las etapas iniciales
cuando la roca que contiene minerales sulfurados es expuesta al oxígeno y al
agua. El drenaje de agua es casi neutro. Mientras se produce la oxidación de los
minerales sulfurosos, existe suficiente alcalinidad disponible como para
neutralizar la acidez y precipitar el hierro en forma de hidróxido. éste es
fundamentalmente un período de oxidación química. El oxígeno es el oxidante
principal, al producir sulfato y acidez a partir de la oxidación de los minerales
sulfurosos. Los minerales carbonatados, como la calcita (CaCO3) presente en la
roca, neutralizan esta acidez y mantienen condiciones que van de neutras a
alcalinas (pH>7)
FUENTE: MINEM
En esta etapa, el agua de drenaje se caracteriza generalmente por niveles
elevados de sulfato, con pH cercano al neutro. El ácido producido es
neutralizado mientras que el hierro férrico se precipita en forma de hidróxido.
Si existen minerales de zinc asociados con los sulfuros de hierro, también
podrían detectarse concentraciones elevadas de zinc en la solución.
Etapa II. A medida que continúa la generación de ácido y se agotan o se
vuelven inaccesibles los minerales carbonatados, el pH del agua disminuye y el
proceso se encamina hacia su segunda etapa. Cuando el pH del microambiente
disminuye hasta 4.5, ocurren reacciones de oxidación tanto químicas como
biológicas. En esta etapa, el agua de drenaje está generalmente cerca al nivel
neutro, con concentraciones elevadas de hierro ferroso y sulfato. Se observa
una acidez relativamente alta, aún cuando las concentraciones de metales en
la solución puedan ser bajas.
FUENTE: MINEM
Etapa III. A medida que los minerales alcalinos se consumen o recubren, o bien,
se produce acidez a mayor velocidad que alcalinidad, el pH se vuelve ácido. Las
reacciones dominantes se transforman de oxidación química a principalmente
oxidación biológicamente catalizada. De las reacciones de oxidación sulfurosa, se
produce hierro ferroso, que se oxida biológicamente y se convierte en hierro
férrico. Este, a su vez, reemplaza el oxígeno como el oxidante principal. En esta
etapa, la velocidad de oxidación es considerablemente más rápida que en la
Etapa I.
El descenso del pH incrementa la velocidad de oxidación. No hay estudios
científicos definitivos para cuantificar la aceleración de las velocidades de
oxidación debido a la oxidación catalizada biológicamente; sin embargo, en la
literatura existen informes sobre la observación del aumento de velocidades de
10 a un millón de veces más que aquéllas generadas por oxidación química. En
esta etapa, el agua de drenaje es generalmente ácida, caracterizada por sulfatos
y metales disueltos en concentraciones elevadas. El hierro disuelto se presenta
como hierro ferroso y férrico.
FUENTE: MINEM
FUENTE: Osvaldo Aduvire
FUENTE: Osvaldo Aduvire
Clasificación de los materiales para estimar la generación ácida.
Por lo general existen dificultades a la hora de determinar todos los factores que
intervienen en el proceso de formación de aguas ácidas. Al respecto se han
desarrollado diferentes métodos para determinar el potencial ácido de un
drenaje, los mismos que pueden clasificarse en tres grandes grupos:
Grupo 1. Los que estiman la capacidad máxima de generación de aguas ácidas,
mediante el análisis del contenido de sulfuros se calcula el total de sulfatos que la
muestra puede originar.
Grupo 2. Los que estiman la capacidad real de producción de aguas ácidas en un
determinado lugar y para un determinado material. Para ello, se realizan ensayos
in situ aislando una parte de la mina, escombrera o presa de residuos y
controlando durante un período mínimo de un año la evolución en la producción
de aguas ácidas.
Grupo 3. Los que combinan los dos anteriores que estiman la producción máxima
en laboratorio y ajustan el rendimiento (la cinética) con ensayos in situ.
Además, el drenaje ácido de roca puede ocurrir en otras áreas del asiento minero, las cuales
contienen generalmente menor volumen de roca, pero que deberían considerarse en la evaluación
del lugar (derrames de concentrados y relaves . almacenamiento de concentrados e instalaciones
de descarga, apilamiento de mineral, superficies de roca expuestas al cortar rocas para carreteras,
caminos por los cuales pasan camiones o ferrocarriles con concentrados, aliviaderos de
emergencia, pozas de almacenamiento de lodos en plantas de tratamiento).
FUENTE: MINEM
Una característica exclusiva de los depósitos del norte y centro del Perú
es la abundancia de la enargita (Cu3AsS4), un mineral
comparativamente raro.
Tal como lo describe Hulburt y Klein (1971), la enargita "...se encuentra
en vetas y depósitos de reemplazo formado a temperaturas
moderadas, asociada con la pirita, esfalerita, bornita, galena,
tetrahedrita, covelita y calcocita".
Otra característica de la minería en el Perú que contribuye a la
reactividad de los relaves es la necesidad de un grado de molienda muy
fino para poder ejecutar una adecuada recuperación por flotación de
estos minerales complejos.
FUENTE: MINEM
Estos drenajes son tóxicos en diverso grado para el hombre, la fauna y la
vegetación, contienen metales disueltos y constituyentes orgánicos solubles
e insolubles, que generalmente proceden de labores mineras, procesos de
concentración de minerales, presas de residuos y escombreras de mina.
Existen reportes de la muerte de miles de peces y crustáceos de ríos,
afecciones a ganado y destrucción de cultivos y riberas, así como la
introducción de una coloración y turbidez en aguas de ríos y lagos.
Los drenajes ácidos de mina además de un bajo pH contienen una gran
cantidad de sólidos en suspensión con un alto contenido en sulfato y metales
(Fe, Al, Mn, Zn, Cu, Pb, Hg, Cd, Ni), del orden de varios cientos de miligramos
por litro. Estos elementos en altas concentraciones son nocivos para la
actividad biológica, contaminan los cursos de aguas y pueden llegar a causar
daños a las estructuras construidas por el hombre. Debido al elevado coste
que representa el tratamiento en depuradoras convencionales, es necesario
buscar una solución a este problema.
FUENTE:
Jorge A.
Tovar
Pacheco
FUENTE: Jorge A. Tovar Pacheco
FUENTE: Jorge A. Tovar Pacheco
FUENTE: Jorge A.
Tovar Pacheco
FUENTE: Jorge A. Tovar Pacheco
LA GESTIÓN DE LOS DESECHOS MINEROS
En la minería normalmente se mueven y procesan grandes cantidades de
material para extraer la materia prima deseada, y durante esos procesos se
produce material no comercializable que se conoce como desecho minero. Estos
pueden incluir roca estéril, relaves, soluciones disolventes de pilas de lixiviación,
precipitados derivados del tratamiento de agua y los procesos químicos de
recuperación de minerales y polvo. Los desechos mineros suelen contener cierta
mineralización que puede ser reactiva o que la roca podría liberar cuando se la
extrae, tritura o expone al ambiente y al agua. Esto, sumado a los procesos
químicos que se necesitan para la extracción, conlleva al riesgo de que los
residuos mineros liberen altas concentraciones de elementos que pueden ser
perjudiciales en el medio receptor. Además, los grandes volúmenes de materiales
no mineralizados y el exceso de componentes procedentes del procesamiento de
minerales deben almacenarse a perpetuidad en estructuras artificiales, como los
depósitos de relaves, que presentan riesgos de estabilidad física.
FUENTE: Foro Intergubernamental sobre Minería, Minerales, Metales y Desarrollo Sostenible (IGF). (2021). Guía para
Gobiernos: Gestión ambiental y gobernanza minera. Winnipeg: IISD.
FUENTE: Foro Intergubernamental sobre Minería, Minerales, Metales y Desarrollo Sostenible (IGF). (2021). Guía para
Gobiernos: Gestión ambiental y gobernanza minera. Winnipeg: IISD.
El objetivo general de la gestión de desechos mineros es, sobre todo, reducir
el volumen de desechos que se produce y después asegurar la estabilidad
física y química a largo plazo de todas las instalaciones destinadas a dicha
gestión. La reducción del volumen de desechos mineros debe considerar la
innovación, el procesamiento, la reconversión y la disminución de
obligaciones.
FUENTE: Foro Intergubernamental sobre Minería, Minerales, Metales y Desarrollo Sostenible (IGF). (2021). Guía para
Gobiernos: Gestión ambiental y gobernanza minera. Winnipeg: IISD.
Por lo general, para extraer la mena que contiene el mineral de valor,
primero se debe remover la roca estéril sin valor que envuelve al cuerpo
mineralizado y luego se procesa la mena para recuperar los minerales de
valor económico. Una excepción a esta práctica es la lixiviación in situ o la
extracción por disolución, en la que se inyectan soluciones en el cuerpo
mineralizado que disuelven los minerales de interés económico en la
solución, para luego extraerlos en forma líquida con vistas a su posterior
procesamiento (por ejemplo, algunas minas de oro, cobre y uranio). El
manejo seguro y eficiente de estos materiales de desecho es crucial para
garantizar la seguridad del personal, las comunidades aledañas, el
ecosistema en general, y la explotación continua. Durante la evaluación de
alternativas en la etapa de planificación de las plantas de gestión de
desechos de alto riesgo se debe poner en marcha un proceso de consultas,
en el que participen las partes posiblemente afectadas.
FUENTE: Foro Intergubernamental sobre Minería, Minerales, Metales y Desarrollo Sostenible (IGF). (2021). Guía para
Gobiernos: Gestión ambiental y gobernanza minera. Winnipeg: IISD.
Los desechos mineros pueden representar una proporción importante de
todo el material que se manipula en la minería; por lo general, su volumen
supera ampliamente el de la mena. La relación desecho o estéril-mineral
define la cantidad de roca estéril presente en comparación con la de mena, y
puede oscilar entre menos de una parte de desecho por una parte de mena y
más de 10 partes de desecho por una parte de mena. En una tonelada de
mena, la cantidad de mineral de valor económico se calcula en gramos por
tonelada si se trata de metales preciosos o en pequeños porcentajes en el
caso de otros minerales, mientras que los minerales remanentes sin valor
económico quedan aparte para ser manipulados y almacenados. Además,
cuando la roca se dinamita y se remueve del suelo, adquiere mayor volumen
y pierde densidad respecto de cuando se encontraba intacta en la tierra. Esto
suele denominarse “factor de esponjamiento”. Deben considerarse las
innovaciones y las oportunidades para encontrarles valor a los desechos
mineros en consonancia con los principios de economía circular y para
reducir los riesgos
FUENTE: Foro Intergubernamental sobre Minería, Minerales, Metales y Desarrollo Sostenible (IGF). (2021). Guía para
Gobiernos: Gestión ambiental y gobernanza minera. Winnipeg: IISD.
FUENTE: Foro Intergubernamental sobre Minería,
Minerales, Metales y Desarrollo Sostenible (IGF). (2021).
Guía para Gobiernos: Gestión ambiental y gobernanza
minera. Winnipeg: IISD.
ROCA ESTÉRIL
Los depósitos de roca estéril (y de sobrecapa o cubierta de material), las plataformas de
lixiviación y los depósitos de relaves son estructuras de gran envergadura que deben diseñarse y
construirse diligentemente para asegurar su estabilidad física y química a largo plazo (es decir,
que no se produzcan fallas en los taludes, ni que estos se erosiones en exceso y depositen
material aguas abajo). Estas estructuras deben diseñarse de modo tal que gocen de estabilidad
física y química a fin de garantizar la seguridad de los trabajadores y la población, en función de
las características del material que se deposite y de las condiciones climáticas, geotécnicas y
sísmicas del sitio de explotación. El diseño también debe contemplar cómo estos factores
podrían cambiar con el paso del tiempo. La estabilidad química de estas instalaciones también
es fundamental, ya que pueden originar filtraciones de contaminantes a largo plazo hacia el
medio receptor. Por ejemplo, la roca estéril (y posiblemente la sobrecapa) puede actuar como
fuente de generación de ácido y/o lixiviación de metales durante siglos si no se almacena
correctamente. Se debe prestar especial atención a los desechos mineros radiactivos que se
generan en la minería de tierras raras y de uranio, ya que en esos casos la roca estéril posee
uranio y torio. Por el contrario, algunos yacimientos contienen roca estéril sin minerales
nocivos, que se considera “limpia” y puede usarse en la construcción.
FUENTE: Foro Intergubernamental sobre Minería, Minerales, Metales y Desarrollo Sostenible (IGF). (2021). Guía para
Gobiernos: Gestión ambiental y gobernanza minera. Winnipeg: IISD.
La gestión de desechos suele extenderse más allá de las operaciones mineras, hacia
la transición posterior al cese de la actividad minera.
FUENTE: Foro Intergubernamental sobre Minería, Minerales, Metales y Desarrollo Sostenible (IGF). (2021). Guía para
Gobiernos: Gestión ambiental y gobernanza minera. Winnipeg: IISD.
Para la gestión de los desechos mineros, los Gobiernos deben realizar lo siguiente:
• Garantizar que las estructuras tales como los vertederos de desechos y los
depósitos de relaves se planifiquen, diseñen y manejen de un modo que permita
evaluar y gestionar adecuadamente los riesgos y los efectos geotécnicos y
ambientales durante todo el ciclo de vida de la mina y después de su cierre.
• Exigir que las entidades mineras diseñen, manejen y mantengan las estructuras de
los desechos mineros en conformidad con los estándares reconocidos
internacionalmente.
• Exigir que las entidades mineras encomienden la realización de exámenes a
expertos independientes y presenten un informe al Gobierno antes de la aprobación
del proyecto de desarrollo, cada vez que se propongan modificaciones al diseño y
periódicamente durante la fase de explotación.
FUENTE: Foro Intergubernamental sobre Minería, Minerales, Metales y Desarrollo Sostenible (IGF). (2021). Guía para
Gobiernos: Gestión ambiental y gobernanza minera. Winnipeg: IISD.
El objetivo general de la gestión de desechos mineros es asegurar la
estabilidad física y química a largo plazo de todas las instalaciones destinadas
a dicha gestión.
El logro de este objetivo permitirá proteger las comunidades y sus recursos
hídricos y ecosistemas y, a la vez, seguir respaldando las actividades mineras
que, en muchas zonas, son necesarias para la prosperidad económica local.
Tal como sucede con muchos aspectos de la gestión ambiental en el campo
de la minería, el manejo de los desechos debería regirse por un marco
basado en los riesgos para establecer las prioridades.
La gestión de desechos en la minería es una labor compleja y engloba a una
serie de disciplinas, como la geología, la geoquímica, la ingeniería civil y la
ingeniería geotécnica. Además, las obras de ingeniería deben cumplir con
criterios de diseño específicos para cada sitio que contemplen las
condiciones sísmicas y el clima del lugar, y que permitan adaptarse a
supuestos de cambios climáticos.
FUENTE: Foro Intergubernamental sobre Minería, Minerales, Metales y Desarrollo Sostenible (IGF). (2021). Guía para
Gobiernos: Gestión ambiental y gobernanza minera. Winnipeg: IISD.
FUENTE: Foro Intergubernamental sobre Minería,
Minerales, Metales y Desarrollo Sostenible (IGF).
(2021). Guía para Gobiernos: Gestión ambiental y
gobernanza minera. Winnipeg: IISD.
Los relaves son un material residual derivado del procesamiento de los minerales, y pueden
contener materiales finos, como arenas, arcillas, limos y distintas cantidades de agua. Es
preciso realizar un diagrama de flujo de los procesos que muestre cómo se recuperarán los
minerales de una mina específica, a fin de determinar los tipos de relaves que se generarán
y manejarán en la mina. Los relaves, así como las especificaciones sobre el diseño de sus
depósitos, variarán en función de las condiciones específicas de la mina. Los relaves pueden
ser inocuos desde el punto de vista químico, tener la capacidad potencial de generar ácidos
y/o causar la lixiviación de sales, metales u otros elementos. Por lo general, se encuentran
en forma de pasta al final del procesamiento de minerales, tras lo cual pueden secarse,
espesarse o dejarse en el mismo estado. Una vez listos, pueden almacenarse en el mismo
lugar de la mina en estructuras de embalse, apilarse en seco, depositarse en canteras,
utilizarse como material de relleno subterráneo o, a veces, (en <1% de las instalaciones
[Kwong, 2019]) desecharse en ríos, lagos o mares. Sin embargo, como práctica aceptable el
no confinamiento de los desechos de relaves está en tela de juicio porque se debe
demostrar que presentan estabilidad física y química y se reducen los impactos ambientales
a niveles socialmente aceptables.
FUENTE: Foro Intergubernamental sobre Minería, Minerales, Metales y Desarrollo Sostenible (IGF). (2021). Guía para
Gobiernos: Gestión ambiental y gobernanza minera. Winnipeg: IISD.
CARACTERIZACIÓN GEOQUÍMICA DE LOS DESECHOS MINEROS
FUENTE: Foro Intergubernamental sobre Minería, Minerales, Metales y Desarrollo Sostenible (IGF). (2021). Guía para
Gobiernos: Gestión ambiental y gobernanza minera. Winnipeg: IISD.
PRECIPITADOS DE LOS PROCESOS DE RECUPERACIÓN QUÍMICA Y
TRATAMIENTO DEL AGUA
Los procesos mineros de recuperación química y tratamiento del agua
también producen desechos residuales, como los fangos metalíferos,
que deben gestionarse de un modo que garantice la estabilidad a largo
plazo de los desechos y evite la movilización futura de los
contaminantes. Por lo general, solo generan pequeñas cantidades de
desechos residuales; sin embargo, es necesario estimar con
anticipación los potenciales volúmenes futuros y elaborar planes de
eliminación, en especial, si el plan de cierre incluye el tratamiento de
agua a perpetuidad.
FUENTE: Foro Intergubernamental sobre Minería, Minerales, Metales y Desarrollo Sostenible (IGF). (2021). Guía para
Gobiernos: Gestión ambiental y gobernanza minera. Winnipeg: IISD.
MANEJO DE RELAVES
A la hora de establecer estándares para la gestión de desechos mineros, se ha
prestado especial atención a las presas de relaves. Muchas presas de relaves han
sufrido fallas con el paso de los años, lo que ha ocasionado diversas consecuencias
desagradables. Por lo general, estas estructuras son una de las construcciones de
mayor riesgo en una mina. Debido a ello, los estándares y el manejo de los relaves han
ido avanzando y fortaleciéndose a lo largo del tiempo. En agosto de 2020, el Consejo
Internacional de Minería y Metales (ICMM), el Programa de las Naciones Unidas para
el Medio Ambiente (PNUMA) y los Principios para la Inversión Responsable (PRI)
publicaron el Estándar Global de Gestión de Relaves para la Industria Minera. Los
estándares más recientes presentan principios y requisitos claros para efectuar
controles estrictos en la gestión de relaves y abordan seis temas clave: base de
conocimientos; comunidades afectadas; diseño, construcción, operación y monitoreo;
gestión y gobernanza; respuesta ante emergencias y recuperación a largo plazo; y
divulgación pública y acceso a la información.
FUENTE: Foro Intergubernamental sobre Minería, Minerales, Metales y Desarrollo Sostenible (IGF). (2021). Guía para
Gobiernos: Gestión ambiental y gobernanza minera. Winnipeg: IISD.
FUENTE: José O. Valderrama, Richard Campusano, Cesar Espindola.
PARTÍCULAS EN SUSPENSIÓN EN EL AIRE
Las partículas en suspensión en el aire se pueden generar a partir de las
voladuras, la roca estéril, los relaves, las pilas de lixiviación, así como en los
caminos de las minas y las áreas despejadas. Las partículas que allí se producen
pueden contener componentes de los materiales explotados que son
potencialmente perjudiciales para los seres humanos (por ejemplo, pueden
causar enfermedades respiratorias), así como para la flora y la fauna silvestre.
Asimismo, este polvo puede contener sulfuros o metales que pueden filtrarse y
afectar las aguas superficiales o subterráneas. La mejor manera de reducir al
mínimo el nivel de polvo es mediante la inclusión de estructuras de contención
y filtración del polvo en los puntos de traslado y transporte de la mena durante
el diseño del proyecto (por ejemplo, filtros de mangas), el saneamiento
progresivo para minimizar los materiales al descubierto y la aplicación de
medidas de supresión de polvo, como el uso de sistemas de rociado de agua o
productos químicos no tóxicos que suprimen el polvo
FUENTE: Foro Intergubernamental sobre Minería, Minerales, Metales y Desarrollo Sostenible (IGF). (2021). Guía para
Gobiernos: Gestión ambiental y gobernanza minera. Winnipeg: IISD.
Sobre la base de los distintos marcos jurídicos y la experiencia de la industria,
los estándares de gestión de desechos mineros deberían abarcar lo siguiente:
• Los objetivos generales de la gestión competente de los desechos mineros
• Aquellas prácticas de gestión o diseños de depósitos de desechos mineros
que estén prohibidos o sean inaceptables
• La exigencia de someter los diseños y planos a evaluaciones a cargo de
terceros independientes
• Los análisis necesarios para la evaluación y gestión de riesgos.
(Análisis de alternativas, Estabilidad de taludes, Caracterización de desechos,
sobrecapa y materiales de construcción, Estudios de cimentación, Análisis del
agua subterránea e infiltraciones, Análisis de modos y efectos de fallas,
Análisis de ruptura de presas e inundaciones)
FUENTE: Foro Intergubernamental sobre Minería, Minerales, Metales y Desarrollo Sostenible (IGF). (2021). Guía para
Gobiernos: Gestión ambiental y gobernanza minera. Winnipeg: IISD.
• Diseños ingenieriles, con criterios específicos de diseño
• Requisitos relativos a planes de gestión y monitoreo.
(Plan de control y garantía de la calidad de la construcción, Plan de separación
de desechos, Plan de monitoreo, mantenimiento, vigilancia y operación, Plan de
cierre y saneamiento, Plan comunitario de respuesta ante emergencias)
• Planes de cierre y de etapa posterior al cierre.
***Criterios mínimos de diseño (p. ej. taludes, factores de seguridad,
fenómenos hidrometeorológicos y sísmicos)
***Establecimiento de estándares para las estructuras de desechos mineros,
teniendo en cuenta las características locales (p. ej. las instalaciones existentes,
las condiciones meteorológicas y geotécnicas, la capacidad ingenieril y la
capacidad de respuesta ante emergencias a nivel nacional)
FUENTE: Foro Intergubernamental sobre Minería, Minerales, Metales y Desarrollo Sostenible (IGF). (2021). Guía para
Gobiernos: Gestión ambiental y gobernanza minera. Winnipeg: IISD.
¿La minería emite CO2?
Sí, lo hace. La industria minera requiere energía para mover y procesar
el mineral, trabajadores para realizar el trabajo, agua y todo tipo de
suministros y equipos situados en lugares remotos. Todas estas
actividades e insumos utilizan procesos de emisión directa o indirecta
de CO2 en diferentes grados y generan desechos.
En definitiva, las minas de cobre, las arenas bituminosas, el oro, el
mineral de hierro y otros recursos naturales liberan cada día toneladas
de CO2 que contribuyen en gran medida al riesgo climático.
FUENTE: abcdust.net
Por la intervención humana, el cambio climático está llegando a límites que la
naturaleza no puede soportar. Es así que este fenómeno no es hoy en día solo un
problema ambiental, sino que constituye un problema de desarrollo, con profundos
impactos potenciales en la sociedad, la economía y los ecosistemas (Pandey et al.,
2010). Solo por considerar uno entre muchos otros impactos del cambio climático, la
absorción oceánica de las emisiones antropogénicas de dióxido de carbono está
cambiando la química del agua de mar, en un proceso conocido como acidificación
oceánica, lo que provoca cambios en el dominio de las macroalgas, la degradación del
hábitat y la pérdida de biodiversidad (Hall-Spencer y Harvey, 2019), considerando que
los océanos, regulan el clima, producen oxígeno, son el hábitat de una gran variedad de
seres vivos, nos proporcionan medicinas, alimentos, trabajo y que además ocupan el
71% de la superficie del mundo, los riesgos para los bienes y servicios marinos se
amplifican y proyectan graves consecuencias para millones de personas. Además, el
acelerado proceso de acidificación de los océanos, producto de las emisiones excesivas
del CO2 hacia la atmósfera, ha hecho que se ponga en riesgo el sano desarrollo de los
arrecifes de coral, los mariscos y otras formas de vida presentes en los océanos
(ECOticias, 2018).
FUENTE: José O. Valderrama, Richard Campusano, Cesar Espindola.
LA HUELLA DE CARBONO
En los últimos años se han desarrollado varias herramientas de cuantificación y
metodologías para determinar el nivel de emisiones de GEI de individuos,
organizaciones y unidades administrativas o territoriales, y la huella del carbono
(HdC), es una de ellas (Padgett et al., 2008). La HdC, definida en forma muy general,
representa la cantidad de gases efecto invernadero (GEI) emitidos a la atmósfera
derivados de las actividades de producción o consumo de bienes y servicios y es
medido en toneladas de CO2 por unidad de tiempo (Pandey et al., 2010). Como hay
varios gases efecto invernadero, y no solo CO2, cuando se cuantifica la huella del
carbono se considera el potencial de estos gases para expresar sus efectos como si
fuera solo dióxido de carbono, concepto que se conoce como dióxido de carbono
equivalente. Por ejemplo, el Potencial de calentamiento global (PCG), del metano
(CH4) es 25 veces más grande que la del CO2, y el PCG del óxido nitroso (N2O) es
300 veces.
FUENTE: abcdust.net
En general, se estima que las emisiones de GEI asociadas con la producción
de minerales y metales primarios equivalen a alrededor del 10% de las
emisiones globales de gases de efecto invernadero relacionadas con la
energía en 2018.
Con 0,85 tCO2e y 0,40 tCO2e, respectivamente, las minas a cielo abierto
generan aproximadamente el doble de CO2 por onza de oro producida
que las minas subterráneas. Además, las minas a cielo abierto procesan
unas cinco veces la cantidad de mineral, con una ley media de alrededor
de 1,05 g/t (gramos por tonelada) de Au, frente a los 3,25 g/t de Au de las
minas subterráneas.
FUENTE: abcdust.net
CO2 en la minería del cobre
La minería del cobre contribuye al cambio climático a través de
emisiones de gases de efecto invernadero tanto indirectas como
directas.
Una gran mina de cobre a cielo abierto puede utilizar alrededor de
200.000 L / d de diésel con un factor de emisión de alrededor de 2,7 kg
CO2 e / L. Esto equivale a 200.000 t CO2 e / año de emisiones para unas
2 – 4 t CO2e / t Cu producido
FUENTE: abcdust.net
Muchas Gracias