Contrato DE Maquila
Contrato DE Maquila
Contrato DE Maquila
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DR. GUSTAVO GONZALEZ ACOSTA
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In re: Azucarera Concepción S. A. s/conc. prev. s/inc. de dominio por: González, Roberto O.
• 24/03/2000 Publicado en: LA LEY 2001-B , 707 . Cita online: AR/JUR/3143/2000
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CATALANO, Edmundo F, BRUNELLA, María E., GARCIA DIAZ (h), Carlos J., LUCERO, Luis E.,
“Lecciones de Derecho Agrario y de los Recursos Naturales” (Zavalía Editor - Buenos Aires - 1998), pág.
8.
propuesta de tesis, del siguiente modo: 1) “...El productor maquilero deberá entregar la
materia prima comprometida, en condiciones orgánicas adecuadas, para su
industrialización, de acuerdo a la naturaleza del producto. 2) “...La materia prima, se
entregará, en el lugar y fecha pactado. Cuando se haya omitido su determinación, se
efectuará en el lugar de pesada más próximo al establecimiento del productor
primario...”
El segundo, adquiere relevancia desde los costos del flete para el transporte
del producto que será a cargo de una u otra de las partes hasta el momento de la
tradición. La opción por el lugar mas cercano, en caso de omisión, al lugar donde sitúa
su actividad el productor primario parte de la presunción de que éste es la parte más
débil del contrato.
Por otra parte, y en una hermenéutica a contrario sensu del inc. e) del art. 2 y
4 de la Ley 25.113, es deber del procesador aceptar y colaborar con el control que
hiciere el productor agropecuario del procesamiento y depósito del producto resultante.
También es obligación del industrial, conforme el requisito del art. 7 de la ley
maquilera registrar el contrato en un registro público. Este deber que no ha sido
regulado como una carga para el industrial, sino como un requisito para ejercer la
acción de restitución de bienes de terceros en el concurso o quiebra del elaborador
prevista en el art. 138 de la Ley 24.522, creemos que debe ser impuesto al empresario
industrializador porque normalmente se encuentra en mejores condiciones técnicas para
viabilizar la protocolización del contrato que el productor agropecuario.
2. 2 - El contrato por el cual una empresa, que adquirió la materia prima a terceros,
encargó a una bodega la elaboración de vino y jugo de uva aptos para el consumo
por la comunidad judía, con la certificación rabínica correspondiente, que luego sería
fraccionado y comercializado por la primera, no configura un contrato de maquila en
los términos de la Ley 25.113, pues este último es el convenio por el cual el
bodeguero se compromete a elaborar, cuidar, conservar y mantener en depósito por
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Daromsur S.R.L. c. Saint Germain S.A. s/ d. y p. (con excepción contrato alquiler) • 23/09/2013
Publicado en: LLGran Cuyo 2013 (diciembre) , 1214 . Cita online: AR/JUR/63877/2013
un tiempo determinado el vino obtenido con las uvas aportadas por el viñatero,
recibiendo como pago una porción del propio caldo vínico industrializado o su
equivalente en dinero.
10.2.4. Requisitos.
10.2.6. Registración
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Zamagro S.A. c. Bodegas y Vdos. Santa Ana S.A. • 19/12/2007 .Publicado en: LLGran Cuyo 2008
(junio) , 508 Cita online: AR/JUR/11465/2007
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Conf. Art. 4º Ley 25.113
Los criterios deberán establecer sistemas y procedimientos de control del
procesamiento del producto, que podrán ejercer el productor agropecuario contratante a
los efectos de permitir la verificación de las calidades y cantidades de lo pactado y lo
entregado al finalizar el contrato, y asimismo las condiciones de procesamiento y
rendimiento de la materia prima conforme pautas objetivas de manufacturación durante
su realización.9
11.1. Definición
9
Conf. Art. 4º Ley 25.113
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Conf. Art. 9º Ley 25.113
11.2. Generalidades
12.1. Definición
12.2. Modalidades
Nos encontramos ante un contrato formal “ad probationem”, el cual debe ser
registrado ante la Autoridad competente. Los productores “cañeros” deben entregar la
materia prima en buenas condiciones, es decir contener el mismo tenor de sacarosa y
pureza fijado por la ley.
La melaza y excedentes en azúcares quedan en el ingenio en pago de su participación.
El ingenio debe entregar el producto elaborado en envases determinados, en virtud del
acuerdo de partes.
Por otra parte, es oportuno recordar que art. 138 de la ley 24.522 es una
adecuación de la reivindicación civil (art. 2758, sig. y conc. Cód. Civil) al proceso
concursal, por lo cual, atendiendo a las particularidades del comercio, no se exige
acreditar el título de dominio, sino que basta acreditar que el bien esté en posesión del
elaborador fallido por un título no destinado a transferirle el dominio. Por ello, si un
productor maquilero acredita la celebración del contrato y la entrega del producto
primario a ser elaborado, nada obsta a la procedencia de la acción de restitución del bien
resultante en poder de la masa concursal o de la quiebra. En otras palabras, el
requisito regulado por el art. 8 de la Ley 25.113 impide el libre ejercicio de las
facultades emergentes del derecho real de dominio al punto de extinguir el mismo en
favor de la masa del concurso o de la quiebra, por cuya razón esta reforma puede ser
calificada de inconstitucional por vulnerar el art. 17 C.N.
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B.O. 25/11/1959
De las consideraciones expuestas se desprende que la desregulación
legal de la economía ha tenido un impacto directo en la reglamentación del contrato de
maquila vínica, pasando de una formalidad totalmente pautada en sus cláusulas y
celosamente fiscalizada en su ejecución a un régimen donde la autonomía de la voluntad
tiene actuación relevante.
La ley 19.551 regulaba originalmente, en los arts. 142 y 181, el modo para
operar la acción de restitución de los bienes de terceros en el concurso o quiebra del
industrial elaborador, con el mismo texto dado en la ley 24.522 a los artículos 138 y
188. Pero, el Congreso Nacional, sancionó en fecha 17 de diciembre de 1.991, la Ley
24.05412 modificadora del artículo 142 de la Ley 19.551. El artículo primero de esta ley
ordena: “...agrégase al primer párrafo del art. 142 de la Ley 19.551: Se incluyen en esta
norma los bienes obtenidos de la transformación de productos elaborados por el sistema
denominados "a maquila", cuando la contratación conste en registro público...”. Como
se colige, esta primera redacción del agregado es idéntica en su texto y ratio legis a la
ordenada por el art. 8 de la ley 25.113.
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B.O. 17-01-92
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Corte Suprema de Justicia de la Nación, fallo 31.005, 23/05/1978, “Bodegas Quiroz S.A.”, E.D., tomo
Por otra parte, es dable recordar que se calificó al pacto de maquila dentro de
los contratos consensuales, con la especial advertencia de que en su conformación
participa un contrato de carácter real, el depósito; razón por la cual, para el
cumplimiento acabado del mismo (no para su perfeccionamiento), es necesaria la
entrega efectiva de la cosa objeto de la transformación. Por ello, para iniciar el reclamo
contra la masa concursal por la acción de restitución de bienes de terceros, no basta
acreditar la celebración del contrato y su registración, sino que se debe probar la
efectiva entrega del producto. Por ejemplo, con los recibos de entrega de uvas o
toneladas de cañas, las pertinentes pesadas en las balanzas, libros de ingreso de materias
primas, etc.
En los anteriores: Cod. Civil, art. 2183; Cod. de Comercio, art. 8o, incs.
1°y 5o. El depósito comercial era oneroso, aun cuando era el Código Civil el cuerpo
normativo que regulaba el supuesto fáctico, tal como ocurría con el contrato de
hospedaje, que es un acto objetivo de comercio (art. 8o, incs. 1o y 5o, Cod. de
Comercio). Sin perjuicio de ello, una remuneración espontánea ofrecida por el
depositante al depositario o la concesión a este del uso de la cosa al celebrar el contrato
o después de celebrado no le quitaba al depósito civil el carácter de gratuito.
Actualmente en virtud de la normativa del CCC, existe la presuncion de onerosidad y si
se pacta la gratuidad se le deben al depositario los gastos.
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Art. 1356 del CCyC establece: “Hay contrato de deposito cuando una parte se obliga a recibir de otra
una cosa con la obligación de custodiarla y restituirla con sus frutos”.
“
15.2. Obligación del depositario
15.3. Plazo
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HERSALIS, Marcelo. En: Código Civil y Comercial de la Nación. Analizado, comparado y
concordado. Dirigido por Alberto J. Bueres. 1ª Edic., Bs. As., Hammurabi; 2014
15.4. Depósito oneroso
El art. 1.364 del CCyC establece: “Si la cosa depositada perece sin
culpa del depositario, la perdida debe ser soportada por el depositante”.
Constituye, lo antedicho, la manifestación del principio e que la cosa perece para su
dueño.
15.10. Herederos
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HERSALIS, Marcelo. En: Código Civil y Comercial de la Nación. Analizado, comparado y
concordado. Dirigido por Alberto J. Bueres. 1ª Edic., Bs. As., Hammurabi; 2014
En el Código anterior, los herederos del depositario, que hubieran
vendido de buena fe la cosa mueble cuyo depósito ignoraban, no estaban obligados sino
a devolver el precio que hubieran recibido. Quedaban sujetos a las reglas ordinarias,
respondiendo por el valor de la cosa y los restantes danos y perjuicios.
El Código Civil anterior en el art. 2220 del Cod. Civil establecía que si el
deposito era irregular, de dinero o de otra cantidad de cosas, cuyo uso hubiera sido
concedido por el depositante al depositario, quedaba este obligado a pagar el todo y no
por partes, otro tanto de la cantidad depositada, o a entregar otro tanto de la cantidad de
cosas depositadas, con tal de que fueran de la misma especie.