Mantis

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tbe

Mantis, un insecto
peculiar
Texto y fotografías: Jesús Quintan° Sánchez

Una inmerecida mala fama rodea a este cautivador e ino-


fensivo insecto. Lejos de causarnos daños, nos ayuda en la
huerta o el jardín alimentándose de otros insectos, muchos
de ellos perjudiciales para nuestras plantas. Cuanto más
adultos, más cantidad de presas devoran y, sin embargo,
muchas veces se les da muerte o se destruyen sus puestas,
ignorando que se trata de unos buenos colaboradores para el
equilibrio de nuestros cultivos. Su leyenda se ha formado con
historias insólitas, muchas veces sin fundamento real

r na forma extraña, una mirada inteligen-


te, un comportamiento intimidatorio y la
"costumbre" de aparecer inesperadamen-
G te, son los ingredientes necesarios para
promover todo tipo de creencias e historias insólitas.
Son muchas las civilizaciones que han prestado una
especial atención a las mantis. En el antiguo Egipto
la relacionaban con el mundo de los muertos, en
Oriente como símbolo de valor y fortuna, y para al-
gunas tribus africanas fue quien trajo el fuego.
Hoy día en algunas zonas de nuestra península, so-
bre todo en el medio rural, hay muchas creencias po-
pulares que no dejan de ser curiosas. Se les llama
Simbúscalo, ya que si las buscas no las encuentras y si
no lo haces aparecen. Y se dice que si te guardas una
de sus puestas en el bolsillo, se te quita el dolor de
muelas. Pero también que son venenosas y mordis-
quean las plantas. Por ello son muchas las que mue-
ren a manos de aquellos que no conocen su verdade-
ra identidad.

Un depredador inofensivo
Iris oratoria
en una
plantación de Las mantis son insectos depredadores no específicos.
naranjos Esto quiere decir que se alimentan, con gran avidez,
(Sevilla). de todo tipo de insectos que habiten donde ella. Los
El abdomen insectos pequeños constituyen la dieta de las ninfas y
abultado de esta
de algunas de las especies de menor porte. Cuando son
hembra delata
que la puesta adultas el tamaño de sus presas aumenta. No caigamos
está próxima en el error de pensar que, por no ser específica, puede
perjudicar a la comunidad de insectos beneficiosos.

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Nuestros aliados

Muchas especies pueden volar aunque suelen ha-


Ooteca
cerlo poco, más bien para buscar pareja o un lugar
reciente
mejor donde colocarse. Algunas se ven atraídas por la
luz en los meses cálidos del año. Al contrario de lo
que mucha gente piensa, no son venenosas, lo más
que pueden hacer es intentar intimidar adoptando
posturas amenazantes, pero si les acercamos la mano
de forma insistente, terminan por ceder y montarse
en ella.
El color no indica el sexo sino el entorno donde se
ha desarrollado.

¿Dónde están sus huevos?

Las mantis son insectos anuales cuyos huevos eclo- Ooteca de


sionan en primavera, cuando las temperaturas empie- unos 7 años
zan a suavizarse (excepto los de la Empusa pennata
que lo hacen en otoño, pasando el invierno en forma
juvenil). Las crías, similares a los adultos pero sin
alas, comienzan a alimentarse desde ese mismo mo-
mento para ir creciendo hasta llegar a adulto. A fina-
les de verano y otoño se aparean para realizar la pues-
ta antes de morir con los primeros fríos.
Los huevos son colocados formando unas estruc-
turas llamadas ootecas. Una vez decidido el lugar,
cuando la hembra se dispone a realizar la puesta,
comienza a segregar por el extremo de su abdomen
una espuma que poco a poco se va endureciendo al
Ooteca abierta
contacto con el aire. Entre la espuma va colocando
por la mitad:
filas de huevos, de forma que quedan situados en la En el centro de
parte central. Al finalizar, remata escrupulosamente esta puesta de
la ooteca, quedando una puesta perfectamente es- Mamis religiosa
tructurada. La espuma queda endurecida tomando se observa la
una consistencia corchosa que protege los huevos colocación de
los huevos,
durante el invierno. Un aislante natural perfecto
todos apuntan-
para el frío, la lluvia y la nieve. do hacia la
La forma y tamaño de estas ootecas depende de la banda superior
especie de mantis. Las de Sphodromantis y Mantis re- de salida.
ligiosa, son redondas o ligeramente alargadas. Suelen
tener un tamaño que oscila entre 2 y 4cm y pueden
contener una media de 200 huevos. Las de Iris orato-
ria son alargadas y tienen forma de tienda de campa- Ooteca parasi-
ña canadiense. Pueden medir entre 1 y 2cm y conte- tada, se
ner entre 20 y 50 huevos. Las de Empusa pennata observan los
puntos por
son parecidas a la anterior, aunque suelen ser más
donde salieron
largas y estrechas; y las de Ameles sp. son pequeñas, las larvas de
no superando el centímetro y con forma de torta otro insecto
aplastada, con una media de 15 huevos. Ninguna se-
grega tanta espuma alrededor de los huevos como las
dos primeras.
Las crías salen por la parte superior, ya que los hue-
vos quedan apuntando hacia arriba. Por ello, es fácil
saber si se trata de una puesta vieja o nueva. Las oote-
cas tienen una banda bien diferenciada que va de un
extremo a otro. Ésa es la zona de salida, y si está per-
fectamente sellada es que todavía no han salido las
crías. Cuando las ootecas de Sphodromantis o Mantis

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Mantis, un insecto peculiar

ros insectívoros saben que dentro de esas bolitas corchosas


hay un festín de huevos. Cuando localizan una, proceden a
pegarle picotazos hasta llegar a ellos. Entonces sólo pican
en el centro. Por ello podemos ver ootecas con grandes
agujeros y la parte central casi hueca. Por suerte, la gran
mayoría de las veces, no terminan con todos los huevos y
son muchas las ootecas que se libran. Otra cosa es el para-
sitismo producido sobre todo por avispillas parásitas del gé-
nero Podagrion o Podagrionella. Si una ooteca es parasitada,
por norma general lo único que saldrá de ella serán avispi-
llas. Sabremos si ha sido parasitada si observamos varios
agujeritos circulares situados por toda la ooteca, sin orden
aparente.

Lugares insólitos

En un principio podemos encontrar puestas de mantis


en cualquier planta que mantenga su estructura en invier-
no. Pero esos no son su lugar preferido. Le gustan sobre to-
do las piedras, muros, pozos, canaletas, troncos secos, va-
llas, cancelas, el vuelo o saliente de las tejas y un largo et-
cétera. Y es que tienen una especial predilección por los
elementos físicos del entorno, estimulando su puesta la he-
terogeneidad de texturas. Ya se comentó en el número an-
Detalle
terior la importancia que tienen estos elementos dentro
del colorido
del segundo
del agroecosistema, y que normalmente no los tenemos en
par de alas cuenta como parte activa de él. En algunos lugares las po-
de una mantis blaciones de mantis dependen casi en exclusividad de la
Iris oratoria existencia de estos elementos. Por ejemplo, en algunas zo-
nas agrícolas de Sevilla, donde el entorno no le es favora-
ble, pueden contarse en una canaleta hasta más de diez oo-
tecas por metro. Si esta canaleta desapareciera, la pobla-
ción de mantis se vería muy resentida, y con ello su contri-
bución en el control biológico natural.
Es frecuente que coloquen sus puestas en los mismos lu-
Sphodrornantis gares ario tras año. Por ello podemos encontrar determina-
viridis hallada dos árboles, arbustos, piedras y otros muchos elementos de
en una zona nuestra huerta o plantación con numerosas ootecas, tanto
de olivar y nuevas como viejas.
frutales
(Sevilla)
Qué hacer para favorecerlas

religiosa están vacías, puede observarse que la banda está En principio, cualquier medida que fomente la heteroge-
formada por una serie de escamas. Al pasarles el dedo a lo neidad de la finca estimulará la presencia de mantis y favo-
largo notaremos al tacto como si fuera una baraja de car- recerá su permanencia, ya que multiplicaremos los lugares
tas. Si se trata de una puesta de Iris o Empusa observare- de alimentación, puesta y protección. Por ello, conservare-
mos en esta banda dos filas paralelas de agujeros abiertos. mos e instalaremos zonas con la vegetación adecuada: ár-
Estas ootecas se degradan con el tiempo. Al cabo de un boles, arbustos y plantas herbáceas que mantengan su es-
par de años la superficie comienza a pudrirse por efecto de tructura seca durante el invierno.
la lluvia, granizo, humedad, sol... y va adquiriendo una co- Es más fácil y rápido evaluar su presencia a través de las
loración más oscura. La parte central, donde se localizan ootecas que por la observación de los dispersos y camufla-
los huevos, es la más dura, pudiendo encontrarse ootecas dos adultos. Por ejemplo, en los tarajes (Tamariz sp.) es
de varios años oscurecidas e incluso colonizadas por líque- muy habitual observar sus ootecas en las ramas cuando és-
nes. Sabiendo esto podemos evaluar si en nuestra zona hay tas pierden las hojas.
presencia activa de mantis sólo con observar las puestas. También vamos a encontrar mantis en los cultivos. En
No hemos de confundir los efectos del paso del tiempo con los frutales, cuando estemos podando y veamos que la
los producidos por la depredación o parasitismo. Los pája- puesta queda en la rama podada, podemos volver a ponerla

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Nuestros aliados

Nuestro catálogo
de mantis
En la península ibérica somos afortunados por poder
contar con un buen número de especies, incluso con varios
endemismos. Veamos cuáles son las que podemos encon-
trar con mayor frecuencia en nuestros agroecosistemas y
cómo podemos diferenciarlas a simple vista:

Sphodromantis viridis. Es la mantis que puede alcanzar


mayor tamaño, unos 7 u 8cm aproximadamente. Se carac-
teriza por tener un ocelo de color crema en la mitad de las
alas delanteras. En comparación con la Mantis religiosa,

Ninfa de Empusa pennata en la Adulto de Ameles sp. en una huer- sus ojos sobresalen claramente de su cabeza pareciendo

cubierta seca de un campo ta de aromáticas y algunas hortali- saltones y sus antenas son más largas que su pronoto

de cítricos (Sevilla) zas (Cuenca)
(parte que une la cabeza con el abdomen) llegando a tocar
las alas. Se localiza sobre todo en árboles, arbustos y otras
plantas de porte alto o medio. De adulto, su alimentación
la forman insectos como saltamontes, escarabajos, mari-
posas y polillas.

Mantis religiosa. Casi tan grande como la anterior. No


presenta el ocelo en el primer par de alas y sus antenas
son cortas, no superando su pronoto. Tiene una mancha
blanca bordeada de negro en la cara interior del fémur de
las patas delanteras. Se localiza sobre todo en árboles, ar-
bustos y otras plantas de porte alto o medio. Presas simi-
lares a la anterior.

Iris oratoria. Mide unos 4cm y se caracteriza por tener el


segundo par de alas coloreado. La hembra tiene las alas
más cortas que el macho y ambos sexos tienen una man-
cha crema bajo el abdomen. Se localiza sobre todo en ar-
bustos y plantas de porte medio o bajo, incluso en el suelo.
Presas de tamaño medio y pequeño.
Mantis religiosa sobre hinojo en un olivar (Albacete)

Empuso permuta Puede medir unos 7cm y es la mantis


más peculiar de la península. Tiene una especie de cuerno
sobre su cabeza. De adultos, sus presas siguen siendo de
tamaño pequeño, por ejemplo moscas y polillas. Se localiza
sobre todo en plantas de porte bajo y en el suelo.

Ameles sp. De unos 2cm. Hay varias Ameles. Las hem-


bras no poseen alas y suelen tener el abdomen abultado.
Los ojos los tienen apuntados, siendo en algunas especies
más notable. De gran apetito, se alimenta de presas de ta-
maño pequeño. Se localiza sobre todo en plantas de porte
bajo y en el suelo.

Un adecuado manejo global de la finca se traducirá en


un mayor número de especies de mantis originado por una
Distintas ootecas: de izquierda a derecha, dos verrugas de tuberculosis
buena actividad biológica. Así que cuantas más especies
del olivo con las que pueden confundirse las ootecas; dos puestas de
Mantis religiosa; una de Empusa pennata; dos de Iris oratoria y dos de veamos, mejor.
Ameles sp. Estas últimas no superan el centímetro.

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Muntis, un insecto peculiar

Zona de olivar
y almendro
en Málaga,
abajo a la
derecha un
mojón de piedra
señalizando
la linde.
Si nos
acercamos,
veremos en
la piedra varias
puestas de
mantis

cas agroecológicas favorecen a las mantis y a otros muchos


organismos beneficiosos. Es muy curioso el caso de una fin-
ca de olivar en producción ecológica de Jaén, que tiene
una microalmazara y recoge la aceituna con vibrador.
Prácticamente cada año tiene que contratar a una o dos
personas para recuperar, de la cinta que las transporta a la
tolva, a las mantis que vienen con la aceituna. Hay que
darse cuenta de que esa cantidad de mantis viene de las
copas de los olivos donde, hasta llegar a adultos, se han es-
tado alimentando de los insectos que llegaban o se encon-
traban allí. Interesante la aportación de la mantis en el
control biológico natural de esta finca.

Apliquemos lo que ya sabemos

en el árbol, amarrándola a otra rama. Podemos recolectar Nos encontramos, por ejemplo, en una zona de olivar y
ootecas del entorno y colgarlas de los árboles, utilizando almendro. Aquí en diciembre veremos en primera línea
por ejemplo esas bolsitas de malla en las que vienen a ve- una linde de hinojos y cardos secos. También se ve un mo-
ces las patatas o las nueces. Cuando eclosionen los huevos, jón de señalización formado por cuatro piedras. Si quere-
podrán salir por la malla y trepar al árbol. De hecho este mos saber si en esta zona hay presencia de mantis (es in-
mismo formato lo podemos encontrar en los Garden Cen- vierno) ¿dónde miraríamos primero? Acerquémonos a este
ter de países como Inglaterra o Estados Unidos, donde las montón de piedras y ¿qué vemos?: podemos contar hasta
compras y te las llevas de la tienda a la huerta... cinco ootecas de mantis. Hay viejas y nuevas, por lo que
Es mejor fomentar las que ya tenemos y, por supuesto, es podemos deducir que la presencia es continua. Además,
necesario conservar e incluso multiplicar cualquier ele- vemos ootecas tanto de Mantis religiosa como de Iris orato-
mento del entorno en el que veamos sus puestas. na, dos especies que suelen alimentarse en alturas distin-
Por último, comentar que todo lo anterior se comple- tas. Seguramente de año en año las veremos por las copas
menta con medidas que reduzcan o hagan innecesaria la de los árboles o en las cubiertas y lindes, siempre y cuando
aplicación de cualquier biocida. En este sentido las prácti- no se apliquen biocidas en estos lugares..

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