Tema 2. Relieve Español
Tema 2. Relieve Español
Tema 2. Relieve Español
La situación
La casi totalidad de España – a excepción de las islas Canarias, Ceuta y Melilla que pertenecen
a la placa africana – se localiza en el borde sur de la placa eurasiática. Este hecho ha provocado
que se haya visto afectada por las últimas orogenias, que han dejado un relieve de forma
maciza, escasamente recortado y fragmentado en varias unidades estructurales bien
diferenciadas.
Los materiales
A diferencia de otros países, en España se pueden encontrar rocas de todas clases.
§ Rocas silíceas muy duras, procedentes de los zócalos del Primario y que se extienden por el
noroeste peninsular.
§ Rocas calizas, procedentes de los sedimentos que se acumulan en los fondos marinos, y que
son más blandas y fáciles de alterar. Predominan en el noreste y gran parte del este de la
Península y en ciertas zonas de Baleares.
§ Rocas arcillosas, formadas por la erosión de las calizas. Se sitúan en el interior de la
Península
§ Rocas volcánicas, procedentes del magma solidificado que asciende al exterior.
Principalmente se encuentran en las Canarias.
Cada una de estas rocas tiene un comportamiento diferente ante las fuerzas internas y los
agentes externos, dando lugar a formas del relieve muy variadas.
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España tiene una altitud media muy elevada sobre el nivel del mar, que en Europa sólo es
superada por Suiza con 1.300 m. Y ello se debe fundamentalmente a tres hechos: a que la altitud
media de la Península, debido a la gran extensión de la Meseta, es de unos 660 m.,a que las
montañas son muy numerosas, algunas de las cuales superan los 3.000 m., y, finalmente, a que
el relieve de las islas es muy accidentado.
La evolución geológica:
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la Meseta (Cordillera Cantábrica, Macizo Galaico, Montes de Toledo, Sistema
Central y Sierra Morena).
Era cuaternaria: glaciares, en las cordilleras de los Pirineos, cordillera
Cantábrica, sistema Central, Sistema Ibérico y Macizo Galaico, provoca erosión
y formación de circos.
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§ Los cerros, pequeñas elevaciones que la erosión fluvial ha dejado en resalte. Son los
llamados oteros y tesos, que salpican la meseta.
§ Los valles fluviales muy amplios, que dan lugar a las extensas campiñas de tierras arcillosas
utilizadas para la agricultura, como la Tierra de Campos.
§ La penillanura, originada por la erosión continuada del zócalo herciniano en el sector
occidental de Zamora y Salamanca, donde los ríos se encajan aprovechando las fracturas.
El Sistema Central
El Sistema Central sirve de separación entre las dos submesetas. Es una gran alineación
montañosa en dirección sudoeste noreste con una longitud de unos 400 km. Sus cumbres son
superiores a los 2.000 m., y la altura máxima es el Pico del Moro Almanzor, de 2.592 m. Tiene
las siguientes características:
Se trata de una gran zona elevada dentro del antiguo zócalo primario o paleozoico, levantado
por la orogenia alpina. Está constituido por un conjunto de bloques levantados, que forman las
sierras, y de bloques hundidos, que forman los valles interiores.
Los materiales de sus montañas, como el granito, son muy duros. Son rocas ígneas procedentes
del interior donde permanecen fundidas, pero que sufren un rápido endurecimiento y
cristalización cuando se acercan a la superficie. La mayor parte de las cimas se sus sierras son
suaves, con excepción de algunos casos, como en la Sierra de Gredos en donde aparecen los
galayos o salientes rocosos.
En las montañas más altas quedan restos de modelado glaciar. Son reliquias de un pasado más
frío, con formas de relieve características, como pequeñas lagunas, circos glaciares y morrenas.
Las sierras más altas, que superan los 2.500 m en Gredos, Bejar, Guadarrama, se sitúan en la
parte central. Otros accidentes significativos son las sierras de Ayllón, Gata y la Estrella, y los
valles de Lozoya, Tietar, Jerte y Alagón.
La Submeseta Sur
Ha tenido una evolución similar a la Submeseta Norte, por eso muchas veces se las estudia en
conjunto. Como en la Submeseta Norte, sobre el antiguo zócalo herciniano que constituye su
base, se formó un lago interior en el Terciario que, al colmatarse, dio origen a una cobertera
sedimentaria horizontal sin plegamientos. Sin embargo, hay algunos rasgos que diferencian a la
Submeseta Sur. Entre sus principales características destacan una altitud algo menor, entre 600
y 700 m, con un relieve llano y la presencia en su interior de los Montes de Toledo, que la
divide entre las cuencas del Tajo y del Guadiana.
Según su origen, formación y materiales se pueden distinguir varias zonas:
Las parameras de la parte noroccidental de las provincias de Cuenca y Guadalajara. Son
lugares en los que el estrato calizo superior ha resistido la erosión fluvial y forma de
páramos, mesas y cerros testigo con cimas planas. Cuando ese estrato se erosiona, entre
ellas se encaja la red hidrográfica, excavando valles en las rocas blandas y formando
cárcavas y laderas de fuertes pendientes con zonas de suelos pobres.
Las campiñas de los cursos medios del Tajo y del Guadiana. Como en la Submeseta
Norte, son valles amplios donde se escalonan varios niveles de terrazas. En ellas se
sedimentan restos calizos, arcillosos y los cantos arrastrados por los ríos desde las
montañas. Son tierras muy fértiles de gran aprovechamiento agrícola.
La llanura manchega es la mayor superficie horizontal de nuestro país, con una dirección
norte-sur, que en algunas zonas supera los 90 km. Está compuesta por estratos calizos sin
deformar. Se trata de una región casi plana en la que los arroyos y los ríos, como el
Guadiana, han podido erosionar en profundidad.
El Campo de Calatrava constituye una zona ligeramente elevada. En ella destaca la
presencia de relieve volcánico, donde encontramos algunos conos y cráteres apenas
perceptibles, formado en la Era Terciaria a partir de algunas fracturas que permitieron la
salida del magma.
La penillanura extremeña tiene una altitud entre los 300 y 500 m. Como su homóloga de
Zamora y Salamanca, constituye la superficie de erosión del antiguo zócalo. Su
monotonía se rompe a veces por la presencia de montes isla, formados por rocas muy
duras (cuarcitas) más resistentes a la erosión.
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Los Montes de Toledo
Sirven de separación entre las cuencas del Tajo y del Guadiana. Se trata de una alineación
montañosa de unos 200 km de largo y con cimas superiores a los 1.200 m.
Su origen se enmarca dentro de la evolución del antiguo macizo herciniano, fracturado con la
orogénesis alpina. Constituye una serie de bloques elevados o horst dentro de la Submeseta Sur.
Sin embargo, los Montes de Toledo no forman un escalón muy fuerte con respecto a las zonas
más bajas, sino que su pendiente se va suavizando por una rampa formada con los restos de la
erosión.
En las zonas más elevadas, la erosión ha actuado sobre los materiales de modo desigual, hasta
dejar resaltadas las cuarcitas y desgastadas las pizarras, que son más blandas. Entre sus
elementos más destacados están la Sierra de Guadalupe, que supera los 1.600 m, la Sierra de
San Pedro y la de San Mamede, ya en Portugal.
Bordeando la Meseta Central existen una serie de cinturones montañosos, cada uno de los
cuales cuenta con características propias.
El Macizo Galaico
Está situado en el extremo noroccidental de la Península. Se trata de un macizo montañosos
antiguo, con una altitud media aproximada de 500 m. Su mayor altura es Cabeza de Manzaneda,
con 1.778 m.
Forma parte del antiguo zócalo paleozoico o primario arrasado en la era Secundaria. En la
Terciaria se vio afectado por la orogenia alpina, que lo fracturó en bloques. Tiene tres
características fundamentales:
Sus cimas son aplanadas, con relieves suaves y se aprecia la influencia de una gran humedad en
la erosión. La red fluvial ha aprovechado las numerosas fracturas del terreno (granítico) para
encajarse en profundos valles. Allí han formado depósitos de sedimentos con varios niveles de
terrazas.
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La costa es muy recortada y el mar penetra en las fracturas del terreno formando rías. Como
elementos del relieve destacan las sierras de los Ancares, Xurés y Queixa la meseta de Lugo y la
fosa de Monforte.
Cordillera Cantábrica
Es una barrera montañosa con una línea de cumbres entre los 2.000 y 2.500 m que discurre
paralela a la costa durante 400 km. Esta cadena montañosa separa la Meseta del mar y la aísla
de las influencias marinas. Formada durante la orogenia alpina sobre el macizo herciniano que
formaba el borde norte de la Meseta. Presenta dos sectores diferenciados:
El macizo occidental o asturiano que es una prolongación del Macizo Galaico. Pertenece a la
antigua cordillera herciniana y fue rejuvenecido por la orogenia alpina. El sector oriental es el
de los Picos de Europa, el más alto de la Cordillera con cimas que superan los 2.500 m, como
Torre Cerredo, Naranco de Bulnes. Están formadas por calizas muy antiguas de la Era Primaria
en las que los ríos han labrado profundas gargantas.
Las montañas orientales no pertenecen al antiguo zócalo ibérico, sino que es un relieve
típicamente alpino, formado por las calizas del Secundario plegadas en la orogenia alpina.
Destacan las sierras de Peña Prieta y Peña Labra que superan los 2.000 m.
El Sistema Ibérico
Es el límite nororiental del antiguo zócalo paleozoico. Tiene una longitud de más de 400 km y
llega a supera los 100 km de anchura. Está formado por un sistema de sierras aisladas de las que
sólo las más altas superan los 2.000 m.
Su estructura tiene en la base materiales del zócalo fracturados por la orogenia alpina en una
serie de horst y fosas. Sobre ellos se superpone la cobertera sedimentaria, plegada en la misma
orogenia. A lo largo del Terciario y Cuaternario sus cimas han sido arrasadas por la erosión, se
han formado rampas y páramos en los bordes y se han rellenado de sedimentos las numerosas
cuencas interiores.
Se pueden diferenciar varias zonas:
Un sector noroeste, donde había menor espesor sedimentario, y la erosión ha hecho
aflorar el zócalo. Son las Sierras de La Demanda y Moncayo, que, junto a los Picos de
Urbión, superan los 2.200 m y tienen restos de glaciarismo.
En la parte central está la gran fosa de Calatayud, en la que encajan los ríos Jalón y
Jiloca, rellenada por los sedimentos terciarios y cuaternarios.
Al sur y al este las sierras están formadas por el plegamiento de rocas sedimentarias.
Las sierras son más bajas y apenas llegan a 2.000 m. Por su importancia destacan las sierras
de Albarracín, Jabalambre y el Maestrazgo, además de la Serranía de Cuenca con
importantes fenómenos kársticos (Este proceso genera variedad de formas como cañones,
cuevas de estalactitas o poljés, entre muchas otras.)
Sierra Morena
Supone un escalón rectilíneo de unos 400 km de longitud, con un desnivel entre la Meseta y el
valle del Guadalquivir de unos 1.000 m sobre el que los ríos han excavado profundas gargantas
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como Despeñaperros. Pertenece al antiguo zócalo herciniano, con rocas paleozoicas como
cuarcitas y pizarras, excepto en los Pedroches, donde hay un afloramiento de granito. Son
importantes las sierras de Alcudia, Madrona y Aracena.
Los Pirineos
Forman la frontera entre España y Francia. Se trata de una gran cordillera con una longitud de
440 km. Es el cinturón montañoso más elevado de España con varias cimas por encima de los
3.000 m como el Aneto (3.308), Monte Perdido (3.355) y la Maladeta (3.308). En la cordillera
se distinguen dos partes:
El Pirineo axial, en la zona central, es el eje de la cordillera con las mayores alturas.
El Pre-Pirineo, que se divide entre las sierras interiores de cimas superiores a 2.500 m y
las sierras exteriores de unos 1.500 m, separadas por la depresión media.
Los Pirineos son unas montañas jóvenes levantadas durante la orogenia alpina. Cuando las
fuerzas tectónicas comprimieron las rocas que formaban el geosinclinal del mar de Tethys, éstas
se plegaron dando lugar a la actual cordillera. Eran rocas muy plásticas y deformables que se
adaptaron a un antiguo macizo de la era Primaria situado en el Pirineo axial. En este antiguo
zócalo, muy deformado y fracturado por la orogenia alpina, destaca la presencia de cuarcitas,
pizarras e incluso granito.
Las características más importantes de estas montañas pirenaicas son las siguientes:
Se trata de montañas recientes, cuyas cimas todavía no han sido arrasadas por la
erosión. Por eso presentan cimas escarpadas.
Es una cordillera asimétrica, cuyas cimas más altas descienden progresivamente hacia
el golfo de Vizcaya, pero se mantienen por encima de los 2.000 m hasta el cabo de
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Creus. Además, tienen un gran desnivel hacia la vertiente francesa, mientras que hacia
el sur los cinturones de sierras del Pre-Pirineo descienden de forma mucho más gradual.
Por la humedad y la altura la erosión fluvial es muy fuerte, con numerosos valles
transversales, labrados por el Ebro y sus afluentes (Aragón, Gállego, Cinca, Segre).
En sus cimas están los únicos glaciares activos de España, aunque son muy pequeños.
Es abundante el modelado glaciar, destacando la presencia de pequeños lagos, llamados
ibones o estanys. En las zonas calizas el relieve ha sido retocado por los ríos y por
fenómenos kársticos que han labrado cañones, gargantas y cuevas.
Presenta relieve volcánico, con varias decenas de conos en el macizo de la Garrotxa, en
la provincia de Girona.
La Cordillera Costero-Catalana
Es un sistema de sierras que discurre paralelo a la costa mediterránea durante 250 km, cerrando
por el este la Depresión del Ebro.
La base de la cordillera es el antiguo macizo herciniano del Ebro, que durante la orogenia alpina
se fracturó levantando algunos bloques que afloran en las montañas del norte. Es un sector de
roquedo duro cuyas cimas quedaron arrasadas por la erosión durante el Secundario.
Sin embargo, la mayoría del sistema se corresponde con rocas sedimentarias que se plegaron
con motivo de la orogenia alpina.
Durante el Cuaternario la erosión ha dejado en resalte las rocas más resistentes: los ríos han
trazado valles fluviales aprovechando las fallas transversales; y se han formado terrazas en las
cuencas interiores.
En la Cordillera Catalana se distinguen tres alineaciones paralelas:
La Cordillera Litoral con unos 100 km de largo y alturas en torno a los 600 m. Destaca
el macizo calizo de Garraf con modelado kárstico.
La Depresión Prelitoral, una fosa tectónica que separa las dos cordilleras, cubierta por
sedimentos. Es una zona de gran riqueza agrícola.
La Cordillera Prelitoral, de 250 km . Tiene las sierras más altas como el macizo del
Montseny, que supera los 1.700 m. En su mitad meridional existen algunos macizos
formados por conglomerados muy resistentes a la erosión. Entre ellos están Montserrat
y Montsant, que superan los 1.000 m de altitud.
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