La Cenicienta
La Cenicienta
La Cenicienta
Famoso cuento en el que se relata el ambiente hostil en que debe desarrollar su vida una hermosa jovencita,
junto a su madrastra y hermanastras, que la condicionan a una vida servil y miserable.
Como en muchos de estos cuentos la belleza aparece asociada a las cualidades morales, casi no hay
cuentos con protagonistas buenas y feas. Aparece la clásica antinomia entre el bien y el mal, y el triunfo final
del primero.
Figuras redentoras y justicieras como la madrina y el Príncipe, vienen a poner corolario a tanto sufrimiento. Un
zapatito de cristal será el símbolo que unirá el amor de la pareja protagónica.
El cuento fue escrito por Charles Perrault, escritor francés del siglo XVII, es conocido ante todo por sus cuentos,
entre los que figuran Cenicienta y La bella durmiente, que él recuperó de la tradición oral en Historias o cuentos
del pasado (1697).
Fue llevada al cine en 1915 y en 1950, en este caso por Disney, y recreada en obras escénico-musicales.
Personajes
Reloj - Hola amigos, me llamo Orondo y soy el reloj de palacio. Desde aquí arriba puedo ver casi todo lo que
pasa en esta ciudad. ¡Mirad!
Allí vive mi amiga Cenicienta . Esas dos son sus hermanastras. Son un par de chinchonas….
Cenicienta - Si Madrastra.
Amelia - Y luego me haces espaguetis para cenar
Amelia - Carbonara
Amelia - ¡Carbonara!
Madrastra - Niñas, niñas, calma. Ya has oído Cenicienta: carbonara para Amelia y tomate para Emilia… y para
mi una tortilla. Venga niñitas mías, vamos a ver la tele un rato.
Reloj - ¡Anda! Mirad quién está aquí. Es un paje de palacio. Me pregunto qué querrá…
Paje - Buenos días señorita, aquí le traigo esta carta del rey.
Cenicienta - Muchas gracias, que tenga buen día. (cierra la puerta) ¡Una carta de palacio!
Madrastra - Pues claro hija, pero no creo que te dejen entrar en palacio con
esas pintas. Anda, no digas tonterías y sigue limpiando
(salen las tres riéndose por un lado del escenario y Cenicienta, cabizbaja, por el otro)
Reloj - Como podéis ver no tratan muy bien a Cenicienta. Cada vez que veo a esas tres me entran ganas de,
de, de…no se de que.
Pero ¡atentos! Ya se han puesto sus mejores galas y se van al baile. ¡Adiós, petardas! Pero…¿y nuestra
amiga? ¿donde está
Cenicienta? Pobrecita, ahí está, llorando…
Hada madrina - No hija, soy yo la que te va a ayudar. Soy tu hada madrina y ya estoy harta de esas tres
pesadas que te hacen la vida imposible. (mira alrededor pensativa) A ver, a ver.. qué tenemos por aquí…
¡Genial! Una Barbi con coche, justo lo que necesitaba. Anda, échalos por la ventana, que si no luego no los
podremos sacar de casa.
Hada madrina - Abra cadabra hada madrina convierte este coche en una limusina
Hada madrina - Abra cadabra araña tejedora convierte esta Barbi en una conductora
(rebusca en su maleta)
Hada madrina - Anda vístete mientras yo te busco unos zapatos. Aquí están
Hada madrina - ¡Estás guapísima! Vamos, vamos, date prisa o llegarás tarde
Hada madrina - Una cosita más; como soy un poco novata mis encantamientos no duran mucho. Tendrás que
estar de vuelta antes de las doce.
Reloj - ¡Vaya fiestorra! Hay muchísima gente pero el príncipe no parece muy contento y ha salido al jardín él
solo.
¡Mirad! Ahí llega Cenicienta.
Cenicienta - He llegado un poco tarde y no se por dónde se entra, además me da un poco de vergüenza. ¿Y tú?
Príncipe - A mi no me gustan las fiestas, prefiero quedarme por aquí. ¿Quieres que te diga por dónde se entra?
Reloj - ¡Cenicienta! ¡Cenicientaaaa! Se lo está pasando tan bien que no se está dando cuenta de que ya casi
son las doce y yo no puedo aguantar más… ¡Ay,! ¡Ay! ¡Allá van!
Dong… dong… dong…
Cenicienta - ¡Ay madre! Me tengo que ir corriendo. Lo he pasado muy bien contigo, muchas gracias. ¡Adios!
(sale corriendo)
Principe - Espera, no te vayas por favor. Quiero volver a verte… Se ha ido y no se ni dónde vive.
¿Qué es esto? ¡Pero si es uno de sus zapatos! Por qué se habrá ido tan deprisa? Tengo que encontrarla como
sea.
Reloj - Pues así acabó la fiesta. Cenicienta consiguió salir del palacio por los pelos, justo antes de que su
precioso vestido y su cochazo desaparecieran. El príncipe se quedó desolado pero decidió que no se rendiría
hasta que encontrara a su nueva y especial amiga.
Madrastra - ¡Niñas, niñas! Aprisa, arreglaos que ya llega el paje de palacio. Ya sabéis que el príncipe ha dicho
que se casará con la muchacha que se pueda poner un zapato que encontró en el jardín de su palacio.
Madrastra - Ya sabemos ese rollo. Pase y pruebe el zapato a mis niñitas de una vez .
Paje - Si se-se-señora.
Amelia - Ese es mi zapato, traiga aquí. ¡Uy! ¡Uy! Pero qué pequeño es. ¡Ay! Que dañoooo!
Emilia - ¡Me toca, me toca! A mi seguro que me vale porque soy más pequeña .¡Buaaaa!¡Buaaaa! Mamiii… no
me entra ¡Buaaaa!
Reloj - Y así fue como el príncipe encontró a Cenicienta. Después de ese día ya nunca volvieron a separarse,
fueron felices y comieron perdices.