CANTIDAD Y CUALIDAD Capitulo 1 y 2

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 12

Sobre la pervivencia de las nociones de cantidad y cualidad en la filosofía

Capitulo I.

Nociones de cantidad y cualidad en la historia de filosofía

1.1 Antecedentes

El papel de las nociones de cantidad y cualidad en la historia de la filosofía

ha sido fundamental para comprender y analizar la realidad, sean las que fuesen las

diferentes perspectivas ontológicas.

Así a lo largo del tiempo, diversos filósofos han abordado estas nociones,

proporcionando diferentes enfoques y argumentos sobre su significado y relevancia

en el ámbito filosófico. En este capítulo, exploraremos brevemente el papel que han

desempeñado estas nociones desde la antigüedad hasta la actualidad.

En la filosofía antigua, la noción de cantidad fue ampliamente discutida

por los pitagóricos, quienes consideraban que los números y las relaciones

matemáticas eran la base fundamental de la realidad. Según ellos, todas las cosas

podían ser reducidas a cantidades y medidas, lo cual revelaba una estructura

armoniosa y ordenada en el universo. El filósofo Pitágoras afirmaba que "todo es

número", lo que evidencia la importancia que otorgaba a la cantidad como principio

organizador del mundo.

En contraste, la noción de cualidad ha sido explorada desde diferentes

corrientes filosóficas. En la filosofía de Platón, por ejemplo, las cualidades eran

consideradas como entidades universales e inmutables que existían

independientemente de los objetos particulares. Para Platón, las cualidades eran ideas

eternas y perfectas que constituían la realidad verdadera, mientras que los objetos

sensibles eran meras copias imperfectas de esas ideas. Esta distinción entre el mundo
sensible y el mundo de las ideas revela la importancia que Platón asignaba a la

cualidad como una dimensión trascendental.

En la filosofía moderna, René Descartes destacó la importancia de las

cualidades primarias y secundarias. Las cualidades primarias, como la extensión, la

forma y el movimiento, eran consideradas inherentes a los objetos y existían

objetivamente. Por otro lado, las cualidades secundarias, como el color, el olor y el

sabor, eran concebidas como subjetivas y dependientes de la percepción del sujeto.

Esta distinción entre cualidades primarias y secundarias mantiene aún, un

impacto significativo en la filosofía de la ciencia y en la comprensión de la relación

entre el sujeto y el objeto, lo que la hace ver desde el presente estudio, muy actual.

1.2 Planteamiento del problema ontológico generado por las nociones de cantidad y

cualidad

El planteamiento del problema ontológico generado por las nociones de

cantidad y cualidad en la filosofía ha sido objeto de debate a lo largo de la historia.

En concreto, estas nociones han suscitado interrogantes sobre la naturaleza de la

realidad y la relación entre los atributos cuantitativos y cualitativos de los objetos y

fenómenos. Intentaré aquí ofrecer una descripción e interpretación de este problema

ontológico, para establecer asimismo el objetivo y objeto de nuestra investigación,

como su actualidad en la filosofía.

En primer lugar, la noción de cantidad se refiere a la medida, magnitud o

extensión de un objeto o fenómeno. Implica la posibilidad de cuantificar y comparar

las propiedades o atributos de los objetos, como su tamaño, peso, duración, entre

otros. Por otro lado, la noción de cualidad se refiere a las características distintivas e

irreductibles de un objeto o fenómeno, tales como el color, la textura, el sabor, la

temperatura, etc.
El problema ontológico surge al intentar comprender cómo se relacionan

y coexisten estas nociones en la realidad. ¿Son las cualidades meramente subjetivas y

dependientes de la percepción humana, o tienen una existencia objetiva e

independiente de los sujetos que las perciben? Por ejemplo, ¿el color rojo de una

manzana existe en la manzana misma o solo en nuestra experiencia perceptual? Esta

pregunta plantea cuestiones acerca de la naturaleza de las cualidades y su estatus

ontológico.

Al mismo tiempo, la relación entre cantidad y cualidad también es un tema

de debate ontológico. ¿Son las cualidades susceptibles de ser cuantificadas? ¿Es

posible reducir todas las cualidades a cantidades o existe una distinción fundamental

entre ambas nociones? Por ejemplo, ¿puede el color de una pintura ser expresado

numéricamente o se trata de una propiedad irreducible a la cantidad?

Estas cuestiones ontológicas han sido abordadas por diferentes corrientes

filosóficas a lo largo de la historia. Desde el enfoque pitagórico que consideraba que

todo es reducible a cantidades matemáticas, hasta la filosofía de Platón que postulaba

la existencia de ideas universales y perfectas como base de las cualidades, a filósofos

modernos como René Descartes y su distinción entre cualidades primarias y

secundarias, la que sobra mencionarlo, ha influido en la comprensión posterior de la

realidad de manera determinante, zanjando por algún tiempo, para decirlo en términos

psicoanalíticos, reprimiendo, la resolución o por lo menos, puesta en discusión de este

problema.

Distinción que por otra parte, para acercarnos cada vez más a la actualidad

temporal de la reflexión ontológica; es la que ha generado -de un modo reactivo

quizás- lo que en la actualidad, a decir de autores como Markus Gabriel ó Mauricio

Ferraris, es el estado actual del pensamiento continental, algo que se puede venir a
llamar «el giro ontológico». Propuesta que busca una alternativa a este exceso de

racionalismo, de subjetivación de la experiencia, a la que llama correlacionista,

En resumen, el planteamiento del problema ontológico generado por las

nociones de cantidad y cualidad en la filosofía radica en la búsqueda de comprender

la naturaleza de las cualidades, su relación con las cantidades y su estatus ontológico.

Las interrogantes sobre la existencia objetiva o subjetiva de las cualidades,

así como la posible reducción de estas a cantidades, han dado lugar a debates y

reflexiones filosóficas a lo largo de la historia.

1.3 Revisión de la principal literatura filosófica en torno a las nociones de cantidad

y cualidad

La exploración de las nociones de cualidad y cantidad ha sido un tema

central en la filosofía desde los primeros tiempos. En la antigua filosofía griega, los

pitagóricos dieron gran importancia a la cantidad y la consideraron como la base de

la realidad. Para ellos, todo podía ser reducido a relaciones numéricas y proporciones

matemáticas.

En la filosofía platónica, se desarrolló una distinción entre el mundo

sensible y el mundo de las Ideas. Platón consideraba que las cualidades perfectas y

eternas, como la belleza y la justicia, residían en el mundo de las Ideas, mientras que

el mundo sensible estaba sujeto al cambio y a las imperfecciones.

En la filosofía aristotélica, las nociones de cualidad y cantidad también

tuvieron un papel destacado. Aristóteles exploró diferentes categorías de cualidades

y desarrolló una teoría de la substancia y los accidentes. Además, abordó la noción de

cantidad en su obra sobre la física y la metafísica.

Durante la Edad Media, el pensamiento filosófico estuvo influenciado por

la teología cristiana. Sin embargo, figuras como Santo Tomás de Aquino buscaron
conciliar la filosofía aristotélica con la doctrina religiosa, y la noción de cualidad y

cantidad continuó siendo discutida en este contexto.

En la era moderna, filósofos como René Descartes, Baruch Spinoza y

Gottfried Leibniz abordaron las nociones de cualidad y cantidad en relación con la

metafísica y la naturaleza de la realidad. Descartes, por ejemplo, como lo referimos

anteriormente, hizo una distinción entre cualidades primarias y secundarias,

considerando que las primeras eran objetivas y medibles, mientras que las segundas

eran subjetivas y dependientes de la percepción.

En la filosofía contemporánea, la discusión sobre las nociones de cualidad

y cantidad ha continuado en diversas corrientes filosóficas. Desde el positivismo

lógico hasta el existencialismo y el postestructuralismo, se han explorado diferentes

perspectivas sobre la naturaleza de estas nociones y su papel en la comprensión del

mundo y la experiencia humana.

En resumen, las nociones de cualidad y cantidad han sido objeto de estudio

y debate a lo largo de la historia de la filosofía. Desde los primeros filósofos griegos

hasta la filosofía contemporánea, estas nociones han sido abordadas en relación con

la metafísica, la epistemología y la comprensión de la realidad

Capitulo II

2.1 Problemas ontológicos generados por las nociones de cantidad y cualidad

Según Pedro Mesquita, en la filosofía aristotélica, la sustancia posee un contenido

ontológico propio e invariable y se refiere constitutivamente a un conjunto determinado

de entes, los individuos. La noción de sustancia en Aristóteles está estrechamente

relacionada con su contenido ontológico, que es considerado como algo propio e

invariable.
Sin embargo, es común que los filósofos contemporáneos se refieran a las ideas

de Platón y Aristóteles en sus propias teorías y argumentos, por lo que el estudio de estas

ontologías sigue siendo relevante en la filosofía actual y de algún modo variable e

invariable.

Primero aclaremos que la cantidad y la cualidad son consideradas como

predicados de los individuos en la ontología aristotélica. En cuanto a Platón, su teoría de

las Ideas sostiene que las cualidades y cantidades son características imperfectas e

inestables del mundo sensible, mientras que la verdadera realidad se encuentra en el

mundo inteligible de las Ideas.

En cuanto al papel de las categorías ontológicas en las filosofías anteriores y

contemporáneas, se puede argumentar que las categorías ontológicas son fundamentales

para cualquier teoría ontológica, ya sea aristotélica o contemporánea.

Sin embargo, las filosofías contemporáneas han ampliado y cuestionado las

categorías ontológicas tradicionales, como la sustancia, la causa y el ser. Por ejemplo,

algunos filósofos contemporáneos han propuesto nuevas categorías ontológicas, como el

evento, el objeto y la red. Además, se ha cuestionado la idea de que las categorías

ontológicas son universales y aplicables a todos los ámbitos de la realidad. En cambio,

algunos filósofos argumentan que las categorías ontológicas son contextuales y dependen

del marco conceptual en el que se utilizan. En general, se puede decir que las perspectivas

ontológicas contemporáneas son más diversas y flexibles que las anteriores, lo que refleja

una mayor sensibilidad a la complejidad y diversidad del mundo en el que vivimos.

En la filosofía, la metafísica y la ontología se dedican al estudio del ser y la

realidad, y en este proceso, se enfrentan a diversos desafíos al tratar con conceptos

fundamentales como la cualidad y la cantidad. Estos conceptos, aunque aparentemente


simples, plantean problemas y dilemas filosóficos que han sido objeto de debate a lo largo

de la historia. En este capítulo exploraremos los desafíos que la cualidad y la cantidad

presentan para la práctica de la metafísica y la ontología, y cómo estos problemas

continúan siendo relevantes en la actualidad.

a. La naturaleza de la cualidad La cualidad se refiere a las características o atributos

de algo, pero su definición precisa y su relación con la realidad han sido objeto

de discusión filosófica. Uno de los desafíos es determinar si las cualidades son

inherentes a los objetos o si son meramente construcciones subjetivas de nuestra

mente. Por ejemplo, ¿el color rojo es una propiedad objetiva del objeto o es

simplemente una interpretación subjetiva de nuestra percepción? Este desafío se

conoce como el problema de la cualidad y plantea interrogantes sobre la

naturaleza misma de la realidad y cómo la experimentamos.

b. La medición y la cuantificación La cantidad, por otro lado, implica la medida y

la cuantificación de los objetos. Sin embargo, este concepto también presenta

problemas filosóficos. Uno de ellos es determinar si la cantidad es una propiedad

real de los objetos o si es simplemente una construcción conceptual. Por ejemplo,

¿la longitud de un objeto es una propiedad objetiva o es una convención humana

basada en nuestras necesidades prácticas? Además, la cuestión de la medida

precisa plantea problemas filosóficos relacionados con la divisibilidad infinita y

los límites de la cuantificación.

c. La relación entre cantidad y cualidad Otro desafío se encuentra en la relación

entre la cantidad y la cualidad. ¿Cómo se relacionan estos dos conceptos en la

comprensión de la realidad? Algunas corrientes filosóficas han argumentado que

la cantidad determina la cualidad, mientras que otras sugieren que la cualidad es

fundamental y la cantidad es una consecuencia de las cualidades inherentes. Este


dilema filosófico tiene implicaciones profundas en la forma en que

comprendemos la estructura y la esencia de los objetos.

Para ilustrar estos desafíos, consideremos el ejemplo del color. El color de

un objeto se percibe como una cualidad, pero su naturaleza exacta ha sido objeto de

debate. Mientras que algunos filósofos sostienen que el color es una propiedad objetiva

del objeto, otros argumentan que es una construcción subjetiva de nuestra mente. Este

debate tiene implicaciones en la forma en que entendemos la realidad y cómo

interpretamos la información sensorial.

Otro ejemplo está relacionado con la medida del tiempo. El tiempo se puede

considerar tanto una cualidad (en términos de duración) como una cantidad (en términos

de unidades de medida). Sin embargo, el problema filosófico radica en determinar si el

tiempo es una entidad objetiva o si es simplemente una construcción humana. Además,

la cuestión de la divisibilidad infinita del tiempo plantea preguntas sobre la naturaleza

misma del tiempo y su relación con otros aspectos de la realidad.

En la práctica de la metafísica y la ontología, los conceptos de cualidad y cantidad

presentan desafíos filosóficos significativos. La naturaleza de la cualidad, la medición y

la cuantificación, y la relación entre la cantidad y la cualidad son temas complejos que

continúan siendo objeto de debate y reflexión. Estos desafíos nos invitan a explorar la

naturaleza de la realidad, la forma en que percibimos el mundo y cómo construimos

nuestro conocimiento. Al abordar estos problemas, nos adentramos en el corazón de la

filosofía y ampliamos nuestra comprensión de la existencia y la naturaleza de la realidad.

2.1 Análisis de la actualidad de los problemas ontológicos que plantean las nociones

de cantidad y cualidad
En las reflexiones ontológicas actuales, las nociones de cantidad y cualidad siguen

siendo relevantes, aunque se han cuestionado y ampliado en cierta medida. Por ejemplo,

algunos filósofos contemporáneos han propuesto nuevas categorías ontológicas que

incluyen la cantidad y la cualidad como aspectos importantes de la realidad. Además, se

ha cuestionado la idea de que la cantidad y la cualidad son categorías universales y

aplicables a todos los ámbitos de la realidad.

En cuanto a su supervivencia en las reflexiones ontológicas actuales, se puede

decir también que estas nociones siguen siendo importantes para comprender ciertos

aspectos de la realidad. Por ejemplo, en la filosofía de la ciencia, la noción de cantidad es

fundamental para entender los fenómenos físicos y matemáticos. De manera similar, en

la filosofía del arte, la noción de cualidad es importante para comprender las experiencias

estéticas.

Por otra parte también se actualizan negativamente tales nociones, se ha

cuestionado la idea de que la cantidad y la cualidad son categorías universales y aplicables

a todos los ámbitos de la realidad.

2.2 Discusión de las limitaciones y fortalezas de cada una de las perspectivas

ontológicas analizadas.

En el ámbito de la filosofía, el estudio de la realidad y el ser ha sido objeto de

numerosas perspectivas y enfoques a lo largo de la historia. Entre las categorías

fundamentales que han captado la atención de los filósofos se encuentran la cualidad y la

cantidad. Estas dos categorías han desempeñado un papel central en la comprensión de la

realidad, pero también presentan fortalezas y debilidades que deben tenerse en cuenta al

abordar su estudio. En este artículo, exploraremos las perspectivas actuales en filosofía y


analizaremos las fortalezas y debilidades de dar prioridad a las categorías de cualidad y

cantidad en el estudio de la realidad.

La cualidad, entendida como las características o atributos de los objetos, ofrece

una gran cantidad de información para comprender la realidad. Al dar prioridad a la

cualidad, podemos centrarnos en aspectos significativos como el color, el sabor, la textura

y otras cualidades sensoriales que enriquecen nuestra experiencia. Esto nos permite

apreciar la diversidad y singularidad de los objetos y cómo estas cualidades influyen en

nuestra percepción y comprensión del mundo.

a. Dar importancia a la cualidad.

Podemos adentrarnos en el estudio de los aspectos subjetivos y

fenomenológicos de la realidad. Podemos explorar cómo las cualidades se

relacionan con nuestras experiencias individuales y cómo influyen en nuestra

construcción de significado. Esto permite un enfoque más completo y holístico

del estudio de la realidad, reconociendo la importancia de la experiencia personal

y la subjetividad en nuestra comprensión del ser.

b. Asimismo hay manifiestas debilidades al priorizar exclusivamente la

cualidad es el desafío de la objetividad.

La cualidad es inherentemente subjetiva, ya que está influenciada por

nuestras percepciones individuales y la interpretación que hacemos del mundo.

Esto plantea la pregunta de si las cualidades son características intrínsecas de los

objetos o construcciones subjetivas de nuestra mente. Al enfocarnos únicamente

en la cualidad, podríamos pasar por alto aspectos objetivos y universales de la

realidad, limitando así nuestra comprensión de la misma.

Otra debilidad es que la cualidad, aunque rica en matices, puede ser difícil de

medir y cuantificar. A diferencia de la cantidad, que se puede expresar en términos


numéricos o métricos, la cualidad es más abstracta y subjetiva. Esto puede dificultar la

comparación y el análisis sistemático de objetos y sus características cualitativas. La falta

de una base cuantitativa puede limitar nuestra capacidad para establecer generalizaciones

y leyes sobre la realidad.

c. Las Fortalezas de Priorizar la Cantidad en el Estudio de la Realidad

Por otro lado, la cantidad ofrece una perspectiva más objetiva y medible

de la realidad. Al dar prioridad a la cantidad, podemos analizar aspectos como la

medición, la magnitud y las relaciones numéricas entre los objetos. Esto facilita el estudio

científico y el desarrollo de teorías explicativas. La cantidad nos permite establecer

parámetros claros y realizar análisis cuantitativos que pueden respaldar descubrimientos

y avances en diferentes campos del conocimiento.

Además, la cantidad nos proporciona una base sólida para la comparación y la

clasificación. Al cuantificar las características de los objetos, podemos establecer

relaciones de igualdad, mayor o menor, y comprender mejor las proporciones y las

variaciones en la realidad. Esto nos ayuda a establecer patrones, identificar regularidades

y hacer generalizaciones sobre el mundo que nos rodea.

d. Las Debilidades de Priorizar la Cantidad en el Estudio de la Realidad

A pesar de sus fortalezas, priorizar exclusivamente la cantidad también tiene sus

limitaciones. Al enfocarnos únicamente en los aspectos cuantitativos, corremos el riesgo

de reducir la realidad a meros números y perder de vista la riqueza y diversidad de las

cualidades individuales de los objetos. La cantidad por sí sola no puede capturar la

complejidad y la singularidad de la realidad, lo que puede llevar a una comprensión

superficial y simplificada de la misma.


Otra debilidad es que la cuantificación puede ser limitante en ciertos contextos.

Hay aspectos de la realidad que no pueden reducirse a medidas numéricas, como las

experiencias subjetivas, las emociones o los valores éticos. Es por eso que, al priorizar

exclusivamente la cantidad, corremos el riesgo de descartar o ignorar estos aspectos

importantes de la realidad, lo que puede llevar a una visión parcial y sesgada.

También podría gustarte