Control de Convencionalidad Porwer Point

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DERECHOS HUMANOS

UNIVERSIDAD NACIONAL DE LOMAS


DE ZAMORA
FACULTAD DE DERECHO
ASIGNATURA: DERECHOS HUMANOS
CATEDRA: DRA. LOIANNO ADELINA
-Abogada y escribana UBA. Profesora de Derecho Constitucional y de Derechos
Humanos Universidad de Buenos Aires (grado y posgrado). Investigadora de la
Universidad de Buenos Aires. Profesora Titular de Derechos Humanos de la UCES.
Coordinadora de la Especialización en Derecho Constitucional de la Facultad de
Derecho de la Universidad de Buenos Aires. (Director: Dr. Daniel A. Sabsay).
Miembro del Consejo Directivo de la Facultad de Derecho de la UBA.-

DRA. LEON SANDRA A.


Abogada, Docente investigadora (catg. V) Docente Adjunta de
Derechos Humanos –Facultad de Derecho- y Docente Adjunta
de Derecho Laboral y Previsional –Facultad de Ciencias
Económicas- U.N.L.Z.
DERECHOS HUMANOS

UNIVERSIDAD NACIONAL DE LOMAS DE ZAMORA


FACULTAD DE DERECHO
ASIGNATURA: DERECHOS HUMANOS
CATEDRA: DRA. LOIANNO ADELINA

DOCENTES INTEGRANTES DE LA CATEDRA: DR. ROBERTO ALTAMIRANDA, DR. FRANCISCO TALMON, DRA. SANDRA A.
LEON, LIC. SELVA VALDEZ, DRA.MARIELA LAINO MONTOYA, DRA.SILVINA ESPERANZA Y DR. LAUTARO PITTIER.

Son objetivos generales de la materia:


a) Introducir al alumno en la problemática de la vigencia nacional e internacional de los derechos fundamentales, observando y analizando
las coincidencias y contradicciones entre la normativa y la realidad en materia de derechos humanos.
b) Incorporar el conocimiento de la normativa que integra el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, su jerarquía respecto de la
Constitución de la Nación Argentina y el marco normativo y valorativo de la Constitución y de los Tratados sobre Derechos Humanos.
c) Entrenar al alumno en la interpretación y aplicación de la normativa y la jurisprudencia nacional, internacional y de los órganos de
protección de los derechos humanos. Especialmente introducir parámetros de interpretación en materia de control de convencionalidad.
d) Promover la adquisición de herramientas procesales específicas en materia de litigio estratégico en derechos humanos, su permeabilidad
en los procesos judiciales internos e iniciar a los alumnos en los procedimientos y proceso internacionales de protección de los derechos humanos
 
Son objetivos particulares de la materia despertar y enriquecer el espíritu crítico del alumno, favorecer su
capacidad creadora y el desarrollo de su libertad intelectual.
Se pretende incorporar estrategias que permitan desarrollar habilidades de análisis de casos y solución de problemas, con un estricto marco
técnico pero imbuidas de un claro sentido ético en relación con el respeto irrestricto de los derechos humanos.
EN NUESTRO DERECHO INTERNO, LA CONSTITUCIÓN NACIONAL FIJO
EN 1953, UNA SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL (ART. 31)
Este artículo no aclara si la enumeración de las normas que hace implica o no un orden de prelación.
Atento a lo dispuesto por los arts. 28, 27 y 30 del mismo texto normativo no cabía dudas que la
Constitución estaba por encima de las leyes y los tratados por el carácter de escrita y rígida (art. 30),
y además porque el art. 28 hace mención a los principios, garantías y derechos reconocidos en los
anteriores artículos, los cuales no podrán ser alterados por las leyes que reglamenten su ejercicio, y
finalmente, el art. 27 impone al Gobierno Federal el deber de afianzar relaciones de paz y comercio
con los países extranjeros por medio de tratados

La Constitución Argentina según el texto de 1853/60


incorporó en el art. 31 el principio de supremacía de dicha CONSTITUCION NACIONAL
ART. 31.- ESTA Norma Fundamental y el del derecho federal sobre los
CONSTITUCION, LAS
LEYES DE LA NACIÓN distintos órdenes jurídicos provinciales. Dicha norma tuvo TRATADOS
QUE EN SU la expresa finalidad de advertir a las provincias que no INTERNACIONALES
CONSECUENCIA SE solamente la Constitución Nacional sino también las leyes
DICTEN POR EL
CONGRESO Y LOS
que en su consecuencia dictara el Congreso Nacional y los LEYES NACIONALES
TRATADOS CON LAS tratados que firmara con las naciones extranjeras, serian
POTENCIAS supremos
EXTRANJERAS SON LA
LEY SUPREMA DE LA
NACIÓN; Y LAS La jurisprudencia de la Corte Suprema argentina TRATADOS
AUTORIDADES DE fue vacilante en el tema. Así, en un fallo de la INTERNACIONALES
CADA PROVINCIA
ESTÁN OBLIGADAS A década de 1940 el Alto Tribunal afirmó que en
CONFORMARSE A tiempos de guerra, el derecho internacional estaba CONSTITUCION NACIONAL
ELLA, NO OBSTANTE
CUALQUIERA incluso por encima de la Constitución (“Merck
DISPOSICIÓN EN Química Argentina c. Gob. Nacional”, 9/06/1948, LEYES NACIONALES
CONTRARIO QUE
CONTENGAN LAS Fallos: 211:297)
LEYES O
CONSTITUCIONES
PROVINCIALES, SALVO En el año 1963 en la causa “Martin y Cía. Ltda. S.A.
PARA LA PROVINCIA DE CONSTITUCION NACIONAL Y
BUENOS AIRES, LOS
c. Administración General de Puertos” (Fallos: LAS LEYES NACIONALES
TRATADOS 257:99) sostuvo que las leyes y los tratados se =igualdad jerárquica=
RATIFICADOS DESPUÉS
DEL PACTO DE 11 DE
hallaban en igualdad jerárquica y por lo tanto regía TRATADOS
NOVIEMBRE DE 1859 el principio de que la norma posterior derogaba a INTERNACIONALES
la anterior, postura que ratificó después “Esso S.A.
c. Nación Argentina” (Fallos: 271:7) (1968)
En el año 1972 Argentina ratificó la Convención Internacional de Viena sobre Derecho de los Tratados de 1969 —que entró en
vigencia en 1980—, cuyo art. 27 expresamente dice: “Una parte no podrá invocar las disposiciones de su derecho interno
como justificación del incumplimiento de un tratado”, lo cual implicó un avance hacia la jerarquización de los tratados sobre las
leyes.
Luego con el advenimiento de la democracia se ratificó por ley la Convención Americana de Derechos Humanos en el año
1984,el estado se adecuo a lo dispuesto en el art. 2º Deber de Adoptar Disposiciones de Derecho Interno y lo establecido
en la cláusula federal en su art. 28.
15) Que, en nuestro ordenamiento jurídico, el derecho de
En este camino, la Corte respuesta, o rectificación ha sido establecido en el art. 14
Suprema sentó su posición del Pacto de San José de Costa Rica que, al ser
en un fallo de gran aprobado por ley 23.054 y ratificado por nuestro país el 5
trascendencia de setiembre de 1984, es ley suprema de la Nación
conforme a lo dispuesto por el art. 31 de la Constitución
Nacional. Cabe, entonces, examinar si -como afirma el
En el caso Ekmekdjian c. Sofovich, (1992) recurrente- aquella disposición resulta directamente
donde se discutio la operatividad del art. 14 operativa en nuestro derecho interno o si, por el
de la CADH; es decir, del derecho de contrario, es menester su complementación legislativa.
rectificación y respuesta 17) Que un tratado internacional constitucionalmente
La Corte Suprema de Justicia de la Nación, celebrado, incluyendo su ratificación internacional, es
estableció otro orden de interpretación, orgánicamente federal, pues el Poder Ejecutivo concluye
basándose por ejemplo, en lo expuesto de y firma tratados (art. 86, inc. 14, Constitución Nacional),
los siguientes considerando El Congreso Nacional los desecha o aprueba mediante
leyes federales (art. 67, inc. 19, Constitución Nacional) y
el Poder Ejecutivo nacional ratifica los tratados
Quedando por lo aprobados por ley, emitiendo un acto federal de
tanto de esta
autoridad nacional.
forma el
ordenamiento 18) Que la Convención de Viena sobre el derecho de los
jurídico tratados -aprobada por ley 19.865, ratificada por el Poder
Ejecutivo nacional el 5 de diciembre de 1972 y en vigor
desde el 27 de enero de 1980- confiere primacía al
derecho internacional convencional sobre el derecho
TRATADOS INTERNACIONALES interno. Ahora esta prioridad de rango integra el
ordenamiento jurídico argentino. La convención es un
CONSTITUCION NACIONAL tratado internacional, constitucionalmente válido, que
asigna prioridad a los tratados internacionales frente a la
LEYES NACIONALES ley interna en el ámbito del derecho interno, esto es, un
reconocimiento de la primacía del derecho internacional
por el propio derecho interno.

Consideraciones que reitera en el caso “Fibraca” y poco después en la causa “Cafés La Virginia S.A. s/apelación”
CON LA REFORMA CONSTITUCIONALDE 1994, SE ESTABLECE UNA
JERARQUIA NORMATIVA (ART. 75 INC.22)

Art. 75 inc. 22. Aprobar o desechar tratados concluidos con las demás naciones y con las organizaciones
internacionales y los concordatos con la Santa Sede. Los tratados y concordatos tienen jerarquía superior a las leyes .
La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; la Declaración Universal de Derechos Humanos; la
Convención Americana sobre Derechos Humanos; el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo; la Convención sobre la
Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio; la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas
de Discriminación Racial; la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer; la
Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; la Convención sobre los
Derechos del Niño; en las condiciones de su vigencia, tienen jerarquía constitucional, no derogan artículo alguno de la
primera parte de esta Constitución y deben entenderse complementarios de los derechos y garantías por ella
reconocidos. Sólo podrán ser denunciados, en su caso, por el Poder Ejecutivo Nacional, previa aprobación de las dos
terceras partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara.
Los demás tratados y convenciones sobre derechos humanos, luego de ser aprobados por el Congreso, requerirán del
voto de las dos terceras partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara para gozar de la jerarquía
constitucional.

Art 75 inc. 24. Aprobar tratados de integración que deleguen competencias y jurisdicción a organizaciones
supraestatales en condiciones de reciprocidad e igualdad, y que respeten el orden democrático y los derechos
humanos. Las normas dictadas en su consecuencia tienen jerarquía superior a las leyes.
La aprobación de estos tratados con Estados de Latinoamérica requerirá la mayoría absoluta de la totalidad de los
miembros de cada Cámara. En el caso de tratados con otros Estados, el Congreso de la Nación, con la mayoría
absoluta de los miembros presentes de cada Cámara, declarará la conveniencia de la aprobación del tratado y sólo
podrá ser aprobado con el voto de la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara, después de
ciento veinte días del acto declarativo.
La denuncia de los tratados referidos a este inciso, exigirá la previa aprobación de la mayoría absoluta de la totalidad
da los miembros de cada Cámara.
JERARQUIA NORMATIVA (ART. 75 INC.22)

O.N.U O.E.A
DECLARACIONE DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS DECLARACIÓN AMERICANA DE LOS
S HUMANOS DERECHOS Y DEBERES DEL HOMBRE

PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS


CIVILES Y POLÍTICOS Y SU PROTOCOLO
INSTRUMENT CONVENCIÓN AMERICANA DE LOS
FACULTATIVO
O JURIDICO DERECHOS HUMANOS
PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS
CENTRAL
ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES

CONVENCIÓN SOBRE LA PREVENCIÓN Y LA


SANCIÓN DEL DELITO DE GENOCIDIO
CONVENCIÓN INTERNACIONAL SOBRE LA
ELIMINACIÓN DE TODAS LAS FORMAS DE
DISCRIMINACIÓN RACIAL
CONVENCIÓN SOBRE LA ELIMINACIÓN DE
TODAS LAS FORMAS DE DISCRIMINACIÓN
CONTRA LA MUJER
CONVENCIÓN INTERAMERICANA
CONVENCIÓN CONTRA LA TORTURA Y OTROS SOBRE DESAPARICIÓN FORZADA DE
INSTRUMEN TRATOS O PENAS CRUELES, INHUMANOS O PERSONAS
TO JURIDICO DEGRADANTES
ESPECIFICO
CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO

CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DE LAS


PERSONAS CON DISCAPACIDAD

CONVENCION SOBRE LA
IMPRESCRIPTIBILIDAD DE LOS CRIMENES DE
GUERRA Y DE LOS CRIMENES DE LESA
HUMANIDAD
Gordillo, afirma que, desde el año 1984 con la ratificación del Pacto de San José de Costa Rica, la Constitución ha dejado
de ser la cúspide de nuestro ordenamiento jurídico. Pese a que reconoce que la Constitución luego de la reforma del año
1994 reconoce el carácter supralegal de los Tratados, para este autor los mismos tienen una jerarquía supranacional
y por lo tanto superior a la Constitución en la actualidad, como el mismo autor señala, no puede sostenerse en nuestra
Constitución , en la actualidad, pero se adelanta diciendo que a corto tiempo, es casi un hecho.

CONSTITUCIÓN NACIONAL TRATADO DE DERECHOS HUMANOS

(ART. 75 INC. 22, PÁRRAFOS 2° Y 3°) CON JERARQUÍA CONSTITUCIONAL

TRATADOS NO INCLUIDOS EN LOS ÍTEMS ANTERIORES CELEBRADOS CON OTRAS


NACIONES O CON ORGANIZACIONES INTERNACIONALES Y CONCORDATOS CON
LA SANTA SEDE ( ART. 75 INC. 22, PÁRR. 1°)

TRATADOS DE INTEGRACIÓN (ART. 75 INC. 24)

LEYES NACIONALES
Bidart Campos, seguido luego por varios autores, habla del bloque de constitucionalidad entendiendo por tal, a un
conjunto normativo que parte de la Constitución y que añade y contiene disposiciones fuera del texto de la Constitución
escrita, situándose en dicho bloque a los tratados internacionales, al derecho consuetudinario, a la jurisprudencia, etc.
que toda la Constitución (su primera parte más el resto del articulado) en común con los instrumentos internacionales
sobre derechos humanos de jerarquía constitucional (más los que la adquieran en el futuro) componen un “bloque” que,
por un lado, tiene igual supremacía sobre el derecho infraconstitucional, y, por el otro, forman una cabecera en la que
todas sus normas se encuentran en idéntico nivel entre sí
Manili agrega que dichos instrumentos no han sido incorporados a la Constitución ni constitucionalizados, sino que han
sido elevados a la jerarquía constitucional. Mantienen su carácter de fuente de derecho internacional y permanecen
afuera de la Constitución, compartiendo con ésta su carácter de norma suprema

Por su parte, la Corte Suprema de Justicia tuvo ocasión de pronunciarse a un año de la reforma de 1994 en el caso “Monges” (12)
donde afirmó que “el art. 75, inc. 22, mediante el que se otorgó jerarquía constitucional a los tratados cuyas disposiciones se han
transcripto, establece, en su última parte, que aquéllos no derogan artículo alguno de la primera parte de esta Constitución y deben
entenderse complementarios de los derechos y garantías por ella reconocidos”. “Ello indica que los constituyentes han efectuado un
juicio de comprobación, en virtud del cual han cotejado los tratados y los artículos constitucionales y han verificado que no se
produce derogación alguna, juicio que no pueden los poderes constituidos desconocer o contradecir” (Considerando 20).
Mientras que otra posición doctrinaria entiende que, cuando el inc. 22 del citado art. 75 habla de la “no derogación” por parte de
los tratados de artículo alguno de la primera parte de la Constitución, significa que dicha parte —con el plexo de derechos y
garantías— tiene prelación sobre los tratados con jerarquía constitucional.

En este sentido, Badeni advierte que teniendo en cuenta las opiniones expuestas en la Convención Constituyente de 1994,
ajustándolas a los límites dispuestos por la ley 24.309 (Ley de Ref. Const), surgen los siguientes lineamientos rectores:

1) Los tratados internacionales sobre derechos humanos, al igual que cualquier otro tratado, tienen jerarquía superior a
las leyes. Esta decisión no altera al art. 31 de la Constitución, porque el derecho federal prosigue teniendo preeminencia
sobre el derecho provincial.
2) Los tratados internacionales sobre derechos humanos no integran la Constitución sino que la complementan y que, lo
complementario, es accesorio de lo complementado. Ellos pueden incluir nuevos derechos y garantías en la medida que
emanan del art. 33 de la Constitución y siempre que no alteren los derechos y garantías expresamente enunciados en la
Ley Fundamental reduciendo su magnitud y efectos. Esto es así porque, caso contrario se estará violando el art. 7 de la
ley 24.309 y la supremacía de la Constitución.

3) Como no se modificó, ni se podía modificar, el art. 27 de la Constitución, la validez de todos los tratados internacionales y condición
para quedar incorporados al derecho interno, está supeditada a su adecuación a la Ley Fundamental.

4) Los tratados internacionales, cualquiera sea su categoría, tienen carácter supralegal e infraconstitucional.
5) Los tratados internacionales rigen en las condiciones de su vigencia. Esas condiciones son las establecidas por las
leyes del Congreso que disponen su aprobación, y se expresan en las reservas y declaraciones interpretativas, así como
también en su concordancia con el art. 27 de la Ley Fundamental. Estas limitaciones se aplican a los tratados
internacionales sobre derechos humanos porque, precisamente, la referencia a las condiciones de su vigencia alude
explícitamente a ellas.
6) La jerarquía constitucional atribuida a los tratados internacionales sobre derechos humanos significa que son, en
principio, normas operativas que reglamentan los derechos y garantías constitucionales y que deben ser aplicados
siempre que, tales derechos y garantías, no disfruten de una tutela superior proveniente del derecho interno.

7) Los tratados internacionales sobre derechos humanos no pueden desconocer los derechos y garantías expuestos en la primera
parte de la Constitución (conf. art. 7, ley 24.309), ni asignarles una protección inferior a la resultante de las leyes reglamentarias que
sanciona el Congreso, con total prescindencia de las personas beneficiadas, en salvaguarda del principio de igualdad (art. 16, C.N.).

8) La Convención Reformadora de 1994 no aceptó que los principios del derecho internacional y la costumbre
internacional tengan vigencia supraconstitucional. Tampoco supralegal a menos que, respetando el principio de legalidad
(art. 18, CN), se opere la mutación de ellos por su incorporación a un tratado internacional aprobado por el Congreso.
DIFERENCIAS ENTRE CONTRO CONSTITUCIONAL Y CONVENCIONAL

El control de convencionalidad
Control de Constitucionalidad. supone un reformulación dentro de la teoría de las
Como ya sabemos, en distintos países se ejerce el fuentes del Derecho, es decir un replanteamiento
llamado “Control de Constitucionalidad”, el cual de una serie de categorías dogmáticas y el
se encarga de realizar una comparación entre la surgimiento de otras absolutamente novedosas.
Constitución y las demás normas del sistema En efecto, ahora podemos hablar de un
jurídico de jerarquía inferior, estableciendo que la “parámetro o bloque de convencionalidad” que
primera debe prevalecer por sobre las demás. Es debe ser interpretado y aplicado por los jueces
así que encontramos un sistema Difuso de Control constitucionales nacionales, de una aplicación
de Constitucionalidad, en donde dicho control es positiva del principio de la supremacía
llevado a cabo por todos los jueces, ya sean constitucional, de la “inconvencionalidad” de las
provinciales o nacionalesy un sistema normas locales y de la “declaratoria de
Concentrado, donde un cuerpo único es el inconvencionalidad” de una norma o disposición
encargado de llevar a cabo la revisión, el cual es nacional. que deben ejercer, incluso, de oficio, los
creado para ese fin exclusivamente, sistema que Tribunales, salas, etc. cuyos Estados pertenecen
ha sido adoptado en algunas constituciones al Sistema Interamericano de protección de los
europeas, y también latinoamericanas Derechos Humanos, por lo tanto deberán aplicar
estos retos y desafíos en el ejercicio de sus
funciones de fiscalización constitucional.
Por lo tanto, implica que los jueces nacionales, además de verificar que las normas jurídicas internas que resulten
aplicables a un caso judicial se adecuen a la Constitución nacional, deben verificar la adecuación de ellas a la
Convención Americana de Derechos Humanos; a la interpretación que de ella haga la Corte Interamericana de Derechos
Humanos y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Si bien el derecho internacional no obliga a los Estados a reconocer la primacía de las normas internacionales al interior
de su ordenamiento jurídico interno, el artículo 27 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 1969
sí establece que un Estado Parte no podrá invocar las disposiciones de su derecho interno como justificación para el
incumplimiento de un tratado. La necesidad de cumplir lo dispuesto en un tratado respecto del cual un Estado consintió
implica que éste debe aplicar e implementar el derecho internacional que corresponda en su derecho interno mediante
la creación de normas o toma de medidas que se ajusten al compromiso asumido y la derogación de aquellas
incompatibles con ese compromiso.
CONTROL DE CONVENCIONALIDAD

En consecuencia:
Todo el Derecho Nacional debe adecuarse a los Compromisos Internacionales asumidos por el Estado Argentino, ya
sea que esos compromisos tengan Jerarquía Constitucional (Art. 75 inc. 22) o infraconstitucional, pero supralegal
(Art. 75 incs. 22 y 24)

Argentina integra el Sistema Interamericano de los Derechos Humanos


- Argentina admite la competencia de órganos supraestatales y Tribunales Internacionales;
Por el Principio de convencionalidad como la Obligación Judicial de velar por el cumplimiento de la Convención Americana y
de inaplicar normas internas que la contravengan - Se somete a ella voluntariamente; - Art. 2º Deber de Adoptar
Disposiciones de Derecho Interno de la ley N º23.054 -Convención Americana de Derechos Humanos de

Nacionales SENTENCIAS Corte


Interamericana de
Derechos
TAMBIEN SON OPINIONES Humanos
DE APLICACIÓN
OBLIGATORIA
CONSULTIVAS
EN LA
Provinciales
ARGENTINA INFORMES
TANTO PARA
AUTORIDADES Comisión
DECISIONES Interamericana de
Municipales Derechos Humanos
DICTAMENES
CREACIÓN DEL CONTROL DE CONVENCIONALIDAD

Ante el incumplimiento la Corte


Interamericana de Derechos Humanos ha
Principio de Convencionalidad: los Estados
ido elaborando en su Jurisprudencia el
partes deben dictar las normas necesarias
concepto de Control de Convencionalidad,
para hacer efectiva la Convención y además como la Obligación Judicial de velar por el
derogar las normas del derecho interno cumplimiento de la Convención Americana y
contrarias a la misma. de inaplicar normas internas que la
contravengan.

El “control de convencionalidad” ha sido creado pretorianamente por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. La
institución surge, a nivel del pleno de esa Corte
Regional, a partir del caso “ALMONACID ARELLANO Y OTROS C/. EL GOBIERNO DE CHILE” de 26 de septiembre de 2006.

Quedando de manifiesto en los siguientes considerandos del fallo a saber:


En el considerando 122. Por tales razones, la Corte encuentra que el Estado ha incumplido con los deberes impuestos por
el artículo 2 de la Convención Americana, por mantener formalmente dentro de su ordenamiento un Decreto Ley contrario
a la letra y espíritu de la misma.
En el considerando 124 “La Corte es consciente que los jueces y tribunales internos están sujetos al imperio de la ley y,
por ello, están obligados a aplicar las disposiciones vigentes en el ordenamiento
jurídico. Pero cuando un Estado ha ratificado un tratado internacional como la Convención
Americana, sus jueces, como parte del aparato del Estado, también están sometidos a ella, lo que obliga a velar porque los
efectos de las disposiciones de la Convención no se vean mermadas por la aplicación de leyes contrarias a su objeto y fin,
y que desde un inicio carecen de efectos jurídicos. En otras palabra, el Poder Judicial debe ejercer una especie de “control
de convencionalidad” entre las normas jurídicas internas que aplican en los casos concretos y la Convención Americana
sobre Derechos Humanos. En esa tarea, el Poder Judicial debe tener en cuenta no solamente el tratado, sino también la
interpretación que del mismo ha hecho la Corte Interamericana, intérprete última de la Convención Americana”.
En el considerando 125 que el “control de convencionalidad” tiene sustento en el principio de la buena fe que opera en el
Derecho Internacional, en el sentido que los Estados deben cumplir las obligaciones impuestas por ese Derecho de buena
fe y sin poder invocar para su incumplimiento el derecho interno, regla que se encuentra recogida en el artículo 27 de la
Convención de Viena sobre los Tratados.
Este concepto fue elaborando con mayor precisión en el fallo “Trabajadores Cesados del Congreso vs. Perú”(2006) donde dijo:
“Cuando un Estado ha ratificado un tratado internacional como la Convención Americana, sus jueces también están sometidos a
ella, lo que les obliga a velar porque el efecto útil de la Convención no se vea mermado o anulado por la aplicación de leyes
contrarias a sus disposiciones, objeto y fin. En otras palabras los órganos del Poder Judicial de cada Estado Parte en la
Convención Americana deben conocer a fondo y aplicar debidamente no sólo el Derecho Constitucional sino también el Derecho
Internacional de los Derechos Humanos; deben ejercer ex officio el control tanto de constitucionalidad como de
convencionalidad, tomados en conjunto, por cuanto los ordenamientos jurídicos internacional y nacional se encuentran en
constante interacción en el presente dominio de protección de la persona humana...”.Estas mismas consideraciones fueron
reiteradas por la Corte Interamericana en otros casos “La Cantuta c/. Perú” de 29 de noviembre de 2006 (considerando 173) y en
“Boyce y otros c/. Barbados” de 20 de noviembre de 2007.

FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL CONTROL

Las razones dadas por la Corte Interamericana para sentar el control de convencionalidad son dos, y ambas de
derecho internacional:

no es posible alegar el derecho interno para


las obligaciones internacionales deben incumplirlas, conforme el art. 27 de la
ser cumplidas de buena fe Convención de Viena sobre el derecho de los
tratados.
El control de convencionalidad lo realiza la Corte Interamericana cuando en sus veredictos ella descarta normas locales,
incluso constitucionales, opuestas al Pacto de San José de Costa Rica. A eso se lo ha denominado “control de
convencionalidad en sede internacional”, para diferenciarlo del que imperativamente asigna a los jueces domésticos en
“Almonacid Arellano” y los demás fallos posteriores como es la sentencia dictada en “Trabajadores Cesados del
Congreso vs. Perú” aclaró el fallo “Almonacid Arellano”, en el sentido que el control de convencionalidad puede
practicarse a pedido de parte, pero también de oficio, esto es, por la propia iniciativa del juez. Al respecto, habla
expresamente de un “deber” de practicar tal revisión.
Por lo tanto, obliga al juez local a practicar directamente el control de convencionalidad, en el sentido que ese oficio no
necesita estar autorizado por la Constitución o por las autoridades domésticas, es mas si una norma local,
constitucional o subconstitucional, intentara impedir el control de convencionalidad al juez apto para realizar control de
constitucionalidad, esa regla concluiría necesariamente “inconvencional” y una observación adicional, corresponde
destacar que a partir de la aplicación del control de convencionalidad por los jueces nacionales, se incrementa
notoriamente su carga laboral, dado que tendrán que conocer en detalle la jurisprudencia sentada por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, y proyectarla en los fallos que emitan, a fin de realizar dicho control.
El control de convencionalidad desempeña un doble papel

ES REPRESIVO, PUESTO QUE OBLIGA A LOS


JUECES NACIONALES A INAPLICAR LAS ES CONSTRUCTIVO, TAMBIÉN LOS OBLIGA A
NORMAS INTERNAS (INCLUSO LAS INTERPRETAR EL DERECHO DOMÉSTICO DE
CONSTITUCIONALES) OPUESTAS AL REFERIDO CONFORMIDAD AL PACTO Y A SU
PACTO, Y A LA INTERPRETACIÓN QUE SOBRE INTERPRETACIÓN POR LA CORTE
DICHO PACTO HA REALIZADO LA CORTE INTERAMERICANA.
INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS.
ES LA INTERPRETACIÓN ARMONIZANTE O ADAPTATIVA DEL DERECHO LOCAL CON EL PACTO Y LA EXÉGESIS DADA
AL PACTO POR LA CORTE INTERAMERICANA. ELLO CONDUCE A DESECHAR LAS INTERPRETACIONES DEL DERECHO
NACIONAL OPUESTAS AL REFERIDO PACTO Y/O A LA MANERA EN QUE FUE ENTENDIDO POR LA CORTE
INTERAMERICANA.

Rosatti plantea que la reforma constitucional de 1994 no autoriza a hablar de un control de convencionalidad ‘por fuera’ del control
de constitucionalidad porque los tratados (aprobados y ratificados por nuestro país) no están desligados de la Constitución, ya
que la introducción del art. 75, inc. 22 no autoriza a desligar la interpretación judicial de los tratados realizada por un tribunal
nacional en el marco de un caso concreto (el llamado control de convencionalidad) del control general de constitucionalidad. En
este sentido, Rosatti hace hincapié en que el inc. 22 del art. 75 de la C.N. expresa que los tratados internacionales ingresan al
orden jurídico argentino “en las condiciones de su vigencia” no estaba en el ambiente de la Convención Constituyente de 1994
inaugurar un control jurídico “nuevo” (de convencionalidad) desligado del control jurídico “viejo” (de constitucionalidad) y —
menos aún— darle prevalencia al control “nuevo” sobre el control “viejo”.

En este sentido, la Corte Federal a pocos meses de la vigencia de la reforma se expidió sobre el alcance de la frase en análisis en
el caso “Giroldi” donde afirmó que “La jerarquía constitucional de la Convención Americana sobre Derechos Humanos ha sido
establecida por voluntad expresa del constituyente en las condiciones de su vigencia (artículo 75, inc. 22, 2º párrafo), esto es, tal
como la Convención citada efectivamente rige en el ámbito internacional y considerando particularmente su efectiva aplicación
jurisprudencial por los tribunales internacionales competentes para su interpretación y aplicación”. Asimismo, destacó que “La
jurisprudencia de los tribunales internacionales competentes para la interpretación y aplicación de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos debe servir de guía para la interpretación de los preceptos convencionales en la medida en que el
Estado Argentino reconoció la competencia de la Corte Interamericana para conocer en todos los casos relativos a la
interpretación y aplicación de la Convención Americana (conf. art. 75 de la Constitución Nacional, 62 y 64 Convención Americana y
artículo 2º ley 23.054)”. Así es como recibe fortalecimiento y comienza a imponerse la doctrina de la Corte Suprema sobre el
carácter vinculante de la jurisprudencia internacional . Al respecto se afirma que esta interpretación permite invocar ante los
tribunales domésticos la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que ingresa así a nuestro sistema
CONCLUSIONES DE LA DRA. ADELINA LOIANNO (1) EL CONTROL DE
CONVENCIONALIDAD Y LA JUSTICIA CONSTITUCIONAL RETOS DE LA JUSTICIA
CONSTITUCIONAL Y EL CONTROL DE CONVENCIONALIDAD.

El desarrollo progresivo de los derechos humanos exige el esfuerzo de complementación


y coordinación del derecho nacional e internacional en lo que hace a la interpretación
conforme a la protección de los derechos humanos, porque la finalidad del sistema es lograr
que los jueces domésticos, siendo quienes tienen la inmediación con el problema, sean
quienes resuelvan mediante la utilización de los mencionados estándares internacionales.
Sería poco favorable al avance de los mecanismos de protección de los derechos humanos
que ante cada violación el único camino posible fuera acceder a las instancias
supranacionales. La cercanía de los jueces locales es la que debe asegurar el goce de los
derechos y la sanción y reparación cuando fueren
violados.

En ese sentido resultan más que apropiadas las palabras del ex juez de la Corte IDH Sergio
García Ramírez.
“…un tribunal internacional de derechos humanos no aspira –mucho menos todavía que el
órgano nacional- a resolver un gran número de litigios en los que se reproduzcan
violaciones previamente sometidas a su jurisdicción y acerca de cuyos temas esenciales ya
ha dictado sentencias que expresan su criterio como intérprete natural de las normas que
está llamado a aplicar, esto es, las disposiciones del tratado internacional que invocan los
litigantes…”

(1) -Abogada y escribana UBA. Profesora de Derecho Constitucional y de Derechos Humanos Universidad de Buenos Aires (grado y posgrado).
Investigadora de la Universidad de Buenos Aires. Profesora Titular de Derechos Humanos de la UCES. Coordinadora de la Especialización en
Derecho Constitucional de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. (Director: Dr. Daniel A. Sabsay). Miembro del Consejo
Directivo de la Facultad de Derecho de la UBA.-
“...Si no existe una vinculación espiritual
entre el que enseña y el que aprende, toda
enseñanza es hostil y de consiguiente
infecunda. Toda la educación es una obra
de amor a los que aprenden.....”
Manifiesto Liminar Reforma Universitaria - 1918

1er Congreso Argentino de Sistemas de Tutorías - Facultad de Ciencias Económicas UNLZ


Muchas gracias
por su atención
DRA. LEON SANDRA A.
Abogada, Docente investigadora (catg. V) Docente Adjunta de
Derechos Humanos –Facultad de Derecho- y Docente Adjunta
de Derecho Laboral y Previsional –Facultad de Ciencias
Económicas- U.N.L.Z.
1er Congreso Argentino de Sistemas de Tutorías - Facultad de Ciencias Económicas UNLZ

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