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Tabla de contenidos
Presentación 1-9
Francisco José Aranda Pérez
VARIA
Reformadores, cavadores de huascas e 80-95
historiadores. “Relaciones de méritos” y
rebeliones en las indias, segunda mitad del siglo
XVI
Gregorio Salinero
PROYECCIONES
Los historiadores y las dos caras de Jano. 187-202
Entrevista a Francesco Benigno
María Luz González Mezquita
RESEÑA DE LIBROS
Reseña de: MULLER, P. E. (2012). Joyas en 203-205
España, 1500–1800. Madrid. Ediciones El Viso.
192 pp. 250. ISBN 978–84–95241–89–4
Bermejo de Rueda Leticia
Recibido: 12/06/2016
Aceptado: 13/06/2016
modernidad, Sílex, Madrid 2008. Así mismo, en su haber podemos encontrar una
setentena de artículos en revistas, capítulos de libros, colaboraciones en congresos
nacionales e internacionales. Correo electrónico: FcoJose.Aranda@uclm.es
2
“Alfonso Salmerón, cofundador… Francisco Aranda Pérez
3
“Alfonso Salmerón, cofundador… Francisco Aranda Pérez
música coral del siglo XVI (misa cantada en la iglesia jesuítica de San Ildefonso y
concierto en la iglesia de San Pedro Mártir, paraninfo de la UCLM, 19 de diciembre).
De la exposición quedó un bien manufacturado catálogo, al que remitimos.1 De las
conferencias, ofrecemos al público un extracto, este pequeño dossier.2
A poco que nos empecemos a acercar a la figura de Alfonso Salmerón, nos
daremos cuenta de la pertinencia de estudiarlo, por el cúmulo de circunstancias y
características venturosas que lo convirtieron en un jesuita-tipo; o como se dice hoy en
día, con lenguaje tecnificado, en un jesuita 1.0. Sobre él nos rondan muchas
incertidumbres e intuiciones y alguna que otra certeza. Los ítems de su currículo son
espectaculares y sabrosos. Para abrir boca: nacido en Toledo o en sus alrededores, en el
mejor trampolín para una carrera religiosa; procedente de una estirpe de conversos,
probablemente vicentinos (convertidos a finales del XIV en torno a los pogromos de
entonces y las prédicas de Vicente Ferrer), que nos puede hacer comprender su no
vuelta a la cuna familiar; estudiante en la nueva universidad del Arzobispo de Toledo, la
Complutense de Alcalá de Henares, donde se inició en el depurado conocimiento del
latín y el griego, la filosofía y la teología, y donde empezaron a agruparse los seducidos
por el camino ignaciano, entre ellos el soriano (y también de origen converso) Diego
Laínez3, que sería su mejor amigo toda la vida; le siguió hasta París, donde conoció al
de Loyola, y fue el más joven (con 18 años) que estuvo presente en el solemne voto de
San Pedro de Montmartre en 1534, junto con los mencionados y Pierre Favre, Simão
Rodrigues, Nicolás de Bovadilla y Francisco Javier, digamos los siete de la fama;
después de profesar los cuatro votos en el segundo año de la Compañía como institución
(1541), dada su preparación y éxito oratorio, fue continuamente enviado a diferentes
misiones en Europa, algunas incluso peligrosas por la enemiga de anglicanos y
protestantes, iniciando un largo periodo de peregrinaje entre Irlanda, Escocia, Italia (se
doctoró en teología en el Colegio Español de Bolonia, fundación también del arzobispo
1
Exposición virtual: http://www.castillalamancha.es/biblioclm/alfonso_salmeron.asp. Y el catálogo:
(MARTÍN LÓPEZ & MORALES MATEO, 2015) De este catálogo hemos extraído el material gráfico
que acompaña a este dossier.
2
Organizado por el que suscribe y por el también profesor de la UCLM Ignacio Javier García Pinilla.
Intervinieron en el ciclo los profesores Fernando García de Cortázar, SJ, U. de Deusto (La fundación de
la Compañía de Jesús en el contexto del Humanismo europeo), Santiago Madrigal Terrazas, SJ, U. P.
Comillas (Salmerón, un toledano en Trento), Enrique García Hernán, CSIC (El padre Alfonso Salmerón,
misionero en Europa) y Eduardo Vadillo Romero, Instituto Teológico San Ildefonso de Toledo (El
teólogo Salmerón y sus comentarios a las escrituras). El resto de los intervinientes son los que presentan
artículos en este dossier. También se hizo presentación del libro de Miguel LOP SEBASTIÁ SJ (2015)
3
Como es sabido, sería el sucesor de Loyola en el generalato de la Compañía. En 2012 se celebró su
propio centenario, con algo de resonancia en su patria Almazán, aunque lejos de sus merecimientos y con
poco resultado en investigaciones novedosas…
4
“Alfonso Salmerón, cofundador… Francisco Aranda Pérez
toledano), Alemania, Flandes, Polonia, para volver siempre a Italia; participó en grandes
acontecimientos de su tiempo como la decisiva Dieta de Augsburgo de 1546-47, y, por
encima de todo, fue uno de los grandes teólogos pontificios del Concilio de Trento
(1545-1563); a partir de 1551 fue el factotum de la Provincia de Nápoles, fundando y
dirigiendo varios de sus centros hasta su fallecimiento; y, por último, al final de su vida
fue impelido para poner por escrito muchos de sus elogiados sermones y estudios sobre
las Sagradas Escrituras (Nuevo Testamento completo: Evangelios, Hechos de los
Apóstoles, Cartas Apostólicas, Cartas Paulinas y Apocalipsis), que se publicaron en
procelosos tomos aunque después de su muerte, a modo de legado personal perpetuo, él
que fue siempre fiel representante de la Compañía allá donde fue enviado. Como
vemos, no pocos mimbres para un cesto rutilante. Pero al mismo tiempo hay que
reconocer que todos estos datos son una mera trama, una malla sustentante sobre la que
todavía tenemos que verter el hormigón compactante de un conocimiento más
concienzudo y comprensivo.
Pero mientras se confirma este necesario impulso en los estudios salmeronianos
hemos querido empezar a avivar la llama, con la inapreciable ayuda científico-
publicitaria de la revista Magallánica y la confianza de su directora, nuestra compañera
de grupo de investigación la profesora María Luz González Mezquita. Por ello, hemos
expuesto en primer lugar un marco general (Jesuitas de principio a fin. Algunas
consideraciones historiográficas sobre la Compañía de Jesús), una reflexión amplia de
lo que ha sido y puede ser la historiografía sobre los jesuitas, de cara a poner de relieve
la pertinencia del análisis de la figura y circunstancias que rodearon a Alfonso
Salmerón, también en este momento en el que nos aprestamos a conmemorar, a revisitar
la Compañía a través del prisma tradicional de su expulsión, en su 250º aniversario a
cumplir el próximo 2017. No somos la voz más autorizada al respecto pero como
aficionados externos pretendemos enriquecer un debate y ampliarlo a otros planos de
estudio. Llamamos la atención acerca del sobre-interés mostrado al momento de la
expulsión y de la extinción de la Orden, y al cortocircuito generado entre la Vieja y la
Nueva Compañía; esto es, en incidir en los factores de ruptura y mucho menos en los de
continuidad. La confrontación entre los favorables y los no simpatizantes de la
Compañía estuvo en el germen de la misma y atravesó diferentes etapas en los siglos
modernos. No fue una manía del llamado despotismo ilustrado civil -que a su vez
tildaba de despótica y tiránica a la Orden ignaciana-. Hemos intentado el comprender
este hemistiquio a través del análisis de la propia historiografía jesuítica hasta nuestro
5
“Alfonso Salmerón, cofundador… Francisco Aranda Pérez
siglo, a la vez que hemos constatado que conviene unir el examen del grupo particular
jesuítico con la evolución de la Monarquía Hispánica y Española, de la que formó parte
cualificada. De aquí nuestra modesta opinión sobre aquellas líneas de investigación que
habría que reforzar, como incidir en la socio-prosopografía jesuítica, aclarar la relación
entre el jesuitismo y la/s Inquisición/es, determinar mejor el jesuitismo barroco, hablar
más de los jesuitas como promotores y fundadores universitarios, resolver con más
datos el papel de la mujer en la Compañía y la presencia rural de la misma, y, por
último, afrontar el rescate de tantos y tantos jesuitas preteridos por diversos avatares, o
bien, completar el catálogo intelectual de la Compañía de tantos y tantos huecos
injustificados.
La aportación de David Martín López (Claroscuros de la vida de Alfonso
Salmerón Díaz, un jesuita ejemplar de primera generación) se mueve en la dificultad de
la extrema escasez de estudios previos sobre la persona y obra del padre Alfonso
Salmerón. Por ello primero bucea en las pocas -y concisas- biografías sobre Salmerón y
pone en evidencia como han tratado los rasgos más sobresalientes de su trayectoria,
constatando algunas contradicciones. Con todo, se da cuenta que con Salmerón, como
con otros padres de la Compañía, se intentó forjar un prototipo ejemplarizante, como
correspondía a uno de los jesuitas de primera hora; un miembro tan fiel a la Orden que
sacrificó cualquier vínculo sentimental y familiar, viviendo un casi continuo bregar por
Europa y asentándose finalmente lejos de España aunque en el confín de la Monarquía
Hispánica en Europa, en el Sur de Italia. Su ausencia total de su patria -desarraigo lo
llama Martín López, casi un exilio, como le sucediera también a Alonso de Pisa-,
contrasta con la vuelta asimismo forzada de otros compatriotas como Ribadeneyra,
Mariana y Vázquez, cuando se estaba dilucidando la influencia española o italiana en la
Compañía de Jesús. Observar las relaciones entre los jesuitas toledanos de uno y otro
lado, nos puede ayudar a comprender mejor este dilema que en el último cuarto del XVI
se dio entre el Monarca Católico y el Romano Pontífice, que sufrieron los jesuitas,
como vemos, en sus propias carnes. O simplemente la dinámica de crecimiento de la
propia orden en el citado periodo, y la influencia negativa o positiva del episcopado,
especialmente -de nuevo- del arzobispo toledano.
La intervención de Esther Jiménez (El p. Alfonso Salmerón S. I. Y el gobierno de
los colegios de Nápoles) ha sido proverbial, pues al Salmerón español del trabajo
anterior se complementa con el Salmerón italiano-napolitano, que es la segunda parte
de su inmensa labor jesuítica. Efectivamente, como ya indicamos, en 1551, en su plena
6
“Alfonso Salmerón, cofundador… Francisco Aranda Pérez
madurez (36 años) y después de haber hollado media Europa y toda Italia (Padua, Siena,
Venecia, Módena, Bolonia, Verona, Roma…), fue mandado en misión especial al reino
de Nápoles, como otros compañeros también fueron emitidos a las vecinas Córcega y
Sicilia. Sabedores de su vida trashumante, llama la atención como desde 1553 su asiento
en Nápoles será definitivo, como centro de su interés y base de sus operaciones en lo
por venir. Los sucesivos generales jesuitas confiaron en sus dotes de persuasión, de
diplomacia y en su buen juicio para ir construyendo una nueva provincia en lugar tan
crucial de la estratégica Italia, social y políticamente hablando (allí estaban los virreyes
españoles y lo más florido de los barones napolitanos). Fundó y levantó los colegios de
Nápoles, Nola, Catanzaro y Reggio Calabria, que gobernó con rigor hispánico. No
obstante, con la llegada de los generales italianos (Mercuriano, Aquaviva), o por el
consiguiente cambio de aires o también por su avanzada edad y menoscabo de su salud,
fue poco a poco pasado a la reserva, pero Salmerón lo aprovechó como una ventaja que
le permitió dedicarse a una de sus antiguas pasiones: la escritura. En este fértil ejercicio
le vino a buscar el ángel de la muerte en 1585 y en Nápoles reposan sus restos hasta que
suene la trompeta del Juicio Final.
Hubiera sido ideal haber contado con la intervención sobre la teología y la
escriturística novotestamentaria de Alfonso Salmerón, tan fértil. No es tarea asequible,
por la cantidad y por la calidad de su obra. Signo del buen concepto que sobre la misma
se había formado es que, pacientemente, se fueron imprimiendo hasta casi veinte tomos
en tamaño folio, apretado de notas, de los manuscritos que dejó, durante casi dos
décadas después de su fallecimiento. Sus comentarios, llenos de erudición, de sentido
común, de unión al magisterio eclesiástico, a buen seguro fueron grandes inspiradores
en la comprensión de la vida de Cristo y de sus apóstoles, y estaban expresados en el
más elegante latín humanista. Ahí yacen sus libros, también a la espera de su
rehabilitación historiográfica.
VALE
7
“Alfonso Salmerón, cofundador… Francisco Aranda Pérez
8
“Alfonso Salmerón, cofundador… Francisco Aranda Pérez
Bibliografía
9
MAGALLÁNICA, Revista de Historia Moderna: 2 / 4 (Dossier)
Enero-Junio 2016, ISSN 2422-779X
Recibido: 01/05/2016
Aceptado: 15/05/2016
RESUMEN
ABSTRACT
We are accustomed to contemplate and study at the Society of Jesus from distorted
perspectives, especially from the great trauma of his first expulsion and subsequent
extinction in 1767-1773. But the counter-jesuitism was not a fashion of the Eighteenth
Century, nor managed to fade in contemporary centuries. First at all, we’ll try to link the
bitter fight between the order of the Jesuits and the Bourbon Regalist State in the long
history of the Company since its inception in 1540. Subsequently, we’ll do a review of
the points of interest and facets in which it is done centered Jesuit historiography since
the Nineteenth Century to the XXIth; to, finally, propose some directions that should be
strengthened in future researches, which no longer seems to be linked to the professed
of the Company exclusively. All to explain why it is appropriate to devote major efforts
to the study of the figure of the founder Alfonso Salmeron.
11
“Jesuitas de principio… Francisco José Aranda Pérez
12
“Jesuitas de principio… Francisco José Aranda Pérez
1
En adelante, haremos referencias a este documento como DF (Dictamen Fiscal), indicando el número o
números de párrafos aludidos en cada asunto.
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“Jesuitas de principio… Francisco José Aranda Pérez
2
DF, números 1 al 151.
3
DF, números 152 a 171, la expresión en el nº 170.
4
DF, números 172-183.
5
DF, n. 184-224.
6
DF, n. 225-264, citas de 227 y 246. Es curioso destacar que, aparte del símil templario ya insinuado, en
los puntos 263 y 264 se mencione las famosas posturas contrarias a los jesuitas del humanista Benito
Arias Montano y del dominico (y obispo) Melchor Cano, como después se traerán a colación las del
obispo americano Palafox. A Arias Montano se le atribuía “aquel pronóstico fatal para las monarquías
donde se estableciesen los jesuitas, pues viéndoles tan unidos en máximas mundanas y tan introducidos
en los gabinetes, infirió que si a los treinta años, o poco más, de su fundación dominaban en Roma y en
las cortes, llegarían a hacerse con el tiempo tan formidables a los reyes, que [estos] apenas los podrían
contener”.
7
DF, n. 265- 520. El análisis indiano es mucho más detallado que el peninsular, distinguiendo la Nueva
España, Filipinas, Santa Fe, Quito, Perú y Chile, sin obviar la figura señera de las reducciones del “Reino
Jesuítico del Paraguay (y Uruguay)”, entre las provincias de Tucumán, Paraguay y Buenos Aires, que
Campomanes asimila al caso de los enclaves jesuíticos asiáticos en Japón, China, Tonkín (Vietnam) y
costa Malabar (India). Incluso se indica que los jesuitas usurparon en estos lugares la primacía misional
de otras órdenes religiosas y clérigos seculares. Otro imperio en donde no podía ponerse el sol, con miles
y miles de “súbditos”.
8
DF, n. 521-555. Es impresionante la nómina de autores que se aducen en contra del probabilismo y que
confirman a Campomanes como uno de los mayores eruditos del pensamiento y la historia de España,
como era de prever: contra Gabriel Vázquez, Francisco Suárez, Luis de Molina, Tomás Sánchez, Mateo
Moya, Juan Bautista Poza se opusieron Alfonso de Vargas, Francisco Roales, Juan de Palafox, Vicente
Más, o incluso algunos escritos el jesuita español Tirso González (que llegó a General), etc. Igualmente se
acusa a los jesuitas de intentar desautorizar la enseñanza Tomista, por mucho que en sus comienzos se
mostraran como férreos defensores y profesores de la obra del Aquinate; aquí hay que reconocer que
Campomanes ejecuta unos de sus mayores retorcimientos argumentales…
9
DF, n. 556-577.
14
“Jesuitas de principio… Francisco José Aranda Pérez
10
Aunque en este punto, el ilustrado y hasta episcopalista Campomanes se muestra contrario al clero
regular a favor del secular: “¿Por ventura la Iglesia universal necesita de los jesuitas, de los templarios o
de los claustrales para subsistir? Los ministros propios de la Iglesia son los obispos y los párrocos. Sin
éstos no puede haber Iglesia. Los religiosos son variables… “ (DF, n. 616). En esto menciona a otro azote
de la Compañía, el arzobispo de Toledo Juan Martínez Silíceo (1545-1557). Por todo ello tampoco hay
que poder de vista otra obra tan bien documentada de Campomanes como su Tratado de la regalía de
amortización (RODRÍGUEZ CAMPOMANES,1765-1975).
11
Les llega a acusar de haber favorecido “la revolución de Cataluña y Portugal en 1640” (DF, n. 583), y
de haber soliviantado el anticatolicismo en Inglaterra y la gloriosa revolución de 1688 contra los Estuardo
(n. 584).
12
DF, n. 578-700, cita en 579. Entre varios casos escoge uno muy sonado pues afectó a un grande de
España: “La guerra civil de sucesión por muerte de Carlos II, de principios de siglo [por el XVIII] se
puede decir que fue animada por el padre Álvaro de Cienfuegos, mediante el ascendiente en el ánimo del
almirante de Castilla, don Juan Tomás Henríquez [de Cabrera]” (DF, n. 650). Al respecto v. GONZÁLEZ
MEZQUITA, 2007, que analiza con notable oportunidad la literatura propagandística del momento.
13
DF, n. 701-743, citas 701 y 735.
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“Jesuitas de principio… Francisco José Aranda Pérez
han ido forjando a golpe de grandes sucesos internos, como la canonización de sus más
prestigiados hijos y hermanos, sobre todo entre los fundadores y primeros del Instituto.
Los jesuitas no eran muy distintos a otras órdenes mendicantes de más solera, sus
competidoras, en el misionar o en la recopilación de sus hechos más notables por
escrito, pero sí parece que fueron más eficaces y sistemáticos, sobre todo a posteriori;
quizá, fueron más imperialistas (Cfr. LUGONES, 1907) y, sin duda, más centralistas,
por tanto más modernos. Las muchas novedades que aportaron en su institución les
hicieron desde pronto blanco de críticas y suspicacias, a la vez que ellos combatieron
duramente en la recatolización de Europa y la acristianación del resto del mundo, lo
cual les hizo especialmente activos en la polémica oral y escrita. Siempre organizaron,
archivaron y reelaboraron con sumo cuidado y disciplina sus materiales, creando una
ingente documentación archivística y bibliográfica (correspondencia, catálogos,
constituciones, ejercicios espirituales, ratios studiorum, historias y biografías,
bibliografías) y hasta sus propios archivos y bibliotecas generales, amén de centros de
investigación, que seguirá ofreciendo sus tesoros a muchos estudiosos durante años.
Pero esta abundancia mayormente escrita también sirvió de munición y réplica contra-
jesuítica, como hemos visto durante la Ilustración. Hoy, la hagiografía o el amarillismo
sólo nos interesan como herramientas culturales que nos permiten conocer mejor la
Compañía, pero han dejado de tener razón de ser per se; la controversia ha sido
superada y debemos tener las manos libres para no ensimismarnos en la Compañía de
Jesús, sino que ésta vuelva a proporcionarnos instrumentos de comprensión de la
Modernidad. No hay que dejar de estudiar la primera expulsión y las sucesivas, así
como las consiguientes defensas numantinas o las hechuras de leña del árbol caído que
prácticamente han abarcado dos largos siglos, hasta mediados del XX, pero ya podemos
mirar el pasado jesuítico con ojos nuevos de futuro. Y entre todos salvar el actual
peligro que es que nos estamos quedando, por falta de vocación y vocaciones, sin esos
historiadores profesos que tanto nos han iluminado (cfr. MARTÍNEZ MILLÁN et ALII,
2012). No obstante, ya sabemos que los prejuicios son difíciles de disolver, pero en
nuestra mano está contenerlos acaso en el estrecho y controlado campo del artificio
literario14, siempre y cuando le dediquemos nuestros mejores esfuerzos a desentrañar las
leyendas rosas y las negras-anticlericales en torno a la Compañía.
14
Por poner un ejemplo, en la penúltima novela del aclamado Umberto Eco, El cementerio de Praga
(2010), aparecen perversos jesuitas, casi como agentes secretos que alimentan el antisemitismo, que en el
conspiranóico siglo XIX fueron vistos como enemigos del modernismo acarreado por las revoluciones
16
“Jesuitas de principio… Francisco José Aranda Pérez
No hay duda de que el foco puesto sobre la expulsión de los jesuitas, sus
antecedentes y consecuentes, fue iniciado e impulsado por don Marcelino Menéndez
Pelayo en su cruzada conservadora (especialmente antidieciochista) de la Historia de
los heterodoxos españoles publicada en 1880-82, vademécum inagotable de
investigadores (MENÉNDEZ PELAYO, 1992, tomo II, libro VI, capítulo II). También
tuvo la virtud de sacar a los jesuitas del lado oscuro en donde habían sido colocados en
el último siglo, sin por ello lanzarlos al otro extremo del estrellato pues había muchos
más ortodoxos que reivindicar. Por ello, no puso el acento en el siglo XVI (salvo
rápidas alusiones a sus aportaciones teológicas en Trento) y prácticamente se olvidó del
XVII, como ya hemos notado en otra afirmación. Obviamente, había que ampliar y
completar estos trazos y a la vez reivindicar la españolidad de la Orden, que era lo
mismo que revolver en sus orígenes fundacionales, lo cual, en efecto, emprendió la
misma Compañía desde el generalato español de Luis Martín García (1892-1906)15. Así
las cosas, los propios jesuitas retomaron su propia historia, empezando por recopilar y
ordenar sus fuentes, si bien todavía con un marcado sentido curial-romano. Poco a poco,
y siguiendo el signo de los tiempos, se fueron abriendo a las asistencias nacionales y el
caso español fue adquiriendo relevancia ya no sólo por estar en la cuna de la Orden en
Europa sino por sus enormes extensiones indianas, americanas y asiáticas (y
marginalmente africanas); es decir, que el jesuitismo hispánico (incluso ibérico) era él
solo un imperio dentro del imperio; y —por qué no decirlo— empezó a ser visto con
interés por los norteamericanos y extremo-orientales como su progenitor. Empero, la
magnitud de la obra hizo que la mayoría de los estudios y repertorios se quedaran en la
consideración de la Vieja Compañía, mientras que se desdibujaba su continuidad con la
Nueva, desde la que se escribía; al mismo tiempo, no se trabajó lo suficiente la
continuidad hispánica, la relación íntima entre el jesuitismo peninsular y el
liberales, y que recuerda a otra novela de Vicente Blasco Ibáñez La araña negra (título elocuente).
Curiosamente, en la decadencia y dejación cultural del ya post-postmodernismo actual, los jesuitas han
sido desplazados por el Opus Dei y por algunas organizaciones esotérico-folklóricas. En todo caso, la
inercia antijesuítica continúa, salvo puntuales casos en el cine, como El hombre de la máscara de hierro
de Randall Wallace (1998, basada en una novela de Alejandro Dumas, El vizconde de Bragelonne) y,
sobre todo, La misión de Roland Joffé (1986). Con todo, este otoño va a estrenarse un filme antijesuítico,
Silencio, de Martin Scorsese, basada en la novela homónima del japonés Shusaku Endo y que en 1971 ya
fue adaptada al cine por Masahiro Shinoda. Lo dicho: mitos negros que siguen alimentando la fantasía.
15
Había que tener en cuenta que desde los tres primeros generales (Ignacio de Loyola, Diego Laínez,
Francisco de Borja) y de Tirso González de Santalla (1687-1705), o sea, desde los primeros años del siglo
XVIII no había habido un general español. Esta circunstancia sólo se repetirá con los niponólogos Pedro
Arrupe (1965-1983) y con el actual Adolfo Nicolás Pachón (2008-), sin perder de vista el papa
hispanoamericano Jorge Mario Bergoglio, Francisco, desde 2013; aunque no parece que este papado esté
en condiciones de promover de una manera especial los estudios jesuíticos dada la enorme diversidad de
la Iglesia católica. Sobre este y otros particulares v. MARTÍN LÓPEZ, 2016, cap. 3 (historiografía).
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“Jesuitas de principio… Francisco José Aranda Pérez
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los padres Constancio Eguía Ruiz (expulsión, EGUÍA, 1947), Miquel Batllori
(gracianista y la cultura de los expulsos, BATLLORI, 1958, 1966), Francisco de Borja
Medina Rojas (un todo terreno social, militar y americanista), Quintín Aldea Vaquero
(relaciones Iglesia y Estado, ALDEA, 20082, 1972-87), Alfonso Rodríguez Gutiérrez de
Ceballos (arquitectura jesuítica), José Martínez de la Escalera (que destacó el papel de
alma Mater jesuítica de la Universidad Complutense, MARTÍNEZ DE LA
ESCALERA, 1989), o Camilo María Abad, que empezó a desbrozar la segunda fila
jesuítica con los estudios sobre Luis de la Puente o Luis de la Palma en la Biblioteca de
Autores Españoles (BAE), amén de en la Biblioteca de Autores Cristianos (BAC), en
donde empezó a ser normal la recuperación de los viejos autores jesuitas como
Ribadeneira, Isla, Mariana, etcétera. No olvidemos tampoco las enormes aportaciones
de los foráneos: el carmelita Teófanes Egido López (EGIDO, 2004) o Luciano Pereña
Vicente, gran especialista en la lumbrera de Francisco Suárez (PEREÑA, 1965 y 1971-
1977), y tangencialmente los estudios sobre la famosa Escuela de Salamanca.
Pero en el cambio del siglo XX al XXI se está produciendo ese relevo casi
generacional de los historiadores jesuitas a otros nuevos historiadores en los que el
anterior protagonismo de la Orden cede paso a otros especialistas laicos, modernistas y
contemporaneístas. Con todo, el balance actual es brillante, un éxito sin paliativos -
aunque todo es susceptible de mejorar-, merced al mayor interés mostrado por la
historia de la Compañía en profundidad y detalle y en relación con otros fenómenos
históricos más amplios. Estamos en situación de encarar -ya se está haciendo- una
historia ayuna de fobias y filias, con buena perspectiva, en donde se estudien las
particularidades y las aportaciones, sin duda especiales, de un instituto tan avanzado
como ajetreado. Por otra parte, toda la labor de acopio bibliográfico y documental
llevada a cabo en el último siglo dota a la Compañía de unos recursos de investigación
privilegiados, que incluso ya se encuentran a la vista en las pantallas de ordenador,
como no podía ser de otra manera en una organización más abierta al mundo. Como el
proceso general ya se ha ejecutado -aunque tendrá que seguir renovándose en el futuro-,
es el momento de entrar en los detalles tanto geográficos como temáticos. De todas
formas, algo de la revisión universal se ha producido en parte por el impulso del Vº
Centenario del nacimiento de Íñigo de Loyola (1991, casualmente un año antes que el
Descubrimiento de América, etcétera) o el 450º aniversario de su muerte (2006), y
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“Jesuitas de principio… Francisco José Aranda Pérez
16
Y varios investigadores de su grupo, radicados en la Universidad de Alicante: Inmaculada Fernández
Arrillaga, Isidoro Pinedo Iparraguirre, Carlos Martínez Tornero, Mar García Arenas, y algunos otros.
20
“Jesuitas de principio… Francisco José Aranda Pérez
que ha dedicado su mejor quehacer a Borja y a Loyola como verdaderos hombres del
Renacimiento (GARCÍA HERNÁN, 1999, 2011, 2013).
En el continente institucional nos encontramos con el análisis de la fundación y
puesta en marcha de los diferentes centros jesuíticos, la mayor parte de ellos colegios,
por lo que también podemos destacar aquí otro factor cultural como es la educación, a
veces indistinguible del político… Estos focos jesuíticos servían para implantarse sobre
el espacio y también para proyectar ulteriores expansiones (misiones). Los huecos se
han ido rellenando poco a poco, al menos en la Corona de Castilla: en la provincia de
Castilla, en Valladolid (Javier Burrieza Sánchez e Íñigo Arranz Roa), en las provincias
vascas (Rosario Porres Marijuán), Asturias (Justo García Sánchez), Galicia (Evaristo
Rivera Vázquez) y Logroño (Noemí Armas Lerena); en la de Andalucía —la más
estudiada por ahora, por su mayor densidad universitaria—, en Jaén (Amparo López
Arandia), Marchena (Julián J. Lozano Navarro), Canarias (Julián Escribano Garrido,
S.I.), Málaga (Wenceslao Soto Antuñedo), Guadix (Antonio Lara Ramos), Carmona
(Felipe Pizarro Alcalde), o Andújar (Andrés Borrego Toledano); y por fin, en la de
Toledo, Toledo (David Martín López), Alcalá de Henares (Luis Miguel de Diego
Pareja), Oropesa (Ramón Sánchez González), con Madrid como caso excepcional y
peculiar (la ya mentada Ester Jiménez Pablo). Fuera de los reinos de Castilla, tenemos a
Barcelona (Ignacio Vila Despujol), o la zona valenciana por el grupo de la Universidad
de Alicante antes mencionado. En todo caso, el panorama es todavía muy fragmentado,
sin mucha argamasa. En lo que respecta a las misiones y congregaciones interiores
también ha habido un buen comienzo gracias a Burrieza Sánchez, López Arandia,
Arranz Roa, Federico Palomo del Barrio, Francisco Luis Rico Callado, Antonio
Peñafiel Ramón o Francisco Martínez Naranjo, sin olvidar el magnífico precedente de
Bernard Vincent. Respecto a las misiones exteriores queda casi todo por hacer, sobre
todo las de los jesuitas españoles en Europa, aunque la senda ha sido empezada a trazar
por el inquieto E. García Hernán (GARCÍA HERNÁN, 2015).
Esta presurosa como impresionista cabalgada de temas y autores últimamente
tratados en la historiografía jesuítica —perdónesenos las omisiones— nos lleva a la
deliberación de lo que quizá falte, proponer algunas líneas de lo habrá que desarrollar o
dar luz en algunas zonas todavía en penumbra. Rápidamente, a saber:
Sociografía jesuítica. El enfoque y método socio-prosopográfico de las diferentes
comunidades jesuíticas nos debe llevar a empezar a descender en el estudio de los que
pertenecieron y militaron en la Compañía. Queremos decir que, al margen de los
21
“Jesuitas de principio… Francisco José Aranda Pérez
fundadores, de los santos, de los generales, de los provinciales, en suma, de los cargos
de mayor responsabilidad y visibilidad, estuvieron los profesos de a pie, y, más allá, los
legos y demás personal de servicio17; incluso algunos laicos de mayor o menor entidad
social arrimados a la sombra de los ignacianos, como iremos viendo, por no detenernos
ahora en que el jesuitismo se cebó en algunas familias llevándose a varios de sus
miembros. Hay que evitar la dinámica de los grandes hombres de la Compañía, de los
que, por otra parte, se ha conservado más información, y mirar más abajo de la cúspide
para descubrir una base mucho más amplia y compleja. Precisamente, esta plataforma
de la Compañía esta más radicada en los diferentes lugares de su implantación, más
cuando su éxito le llevó a multiplicar sus efectivos y se hizo menos necesaria su
itinerancia. Si la prosopografía es la biografía colectiva, habría que aplicarla para
conocer más en particular la recluta social y geográfica de los diferentes miembros de la
Compañía, su educación y formación, su cursus honorum o meramente profesional, las
labores desempeñadas, su movilidad o su permanencia, etcétera. Si tanto se ha hablado
de las sociedades modélicas de las misiones paraguayas, habría que conocer mejor las
fundaciones europeas, especialmente las madres ibéricas. Ya que se menciona, también
habría que realizar más estudios paralelos hispano-lusos, aquende y allende los mares
(Hispanoamérica y Lusoamérica, Extremo Asiático, etcétera). O incrementar el examen
de las estructuras de gobierno provinciales más allá de los propios colegios, y cómo se
relacionaban las provincias dentro de la Asistencia española; o la trascendencia de las
congregaciones provinciales dentro del gobierno plenario desde Roma. Todos estos
niveles administrativos podrían traspasarse a la misma historiografía jesuítica, y habría
que estar atento al proceso de confección de historias locales y particulares, pasando por
las provinciales hasta la general. Finalmente, tampoco seremos muy originales si
decimos que el estudio de los colegios, casas u otros centros jesuíticos, incluso
agrupados en sus provincias y más allá, se tiene que realizar con el concurso de las
bases de datos informáticas, como ya usamos otras herramientas de información y
comunicación también gracias a los ordenadores, máxime en red. La documentación es
tan variada y está muy dispersa, debido a las dinámicas centro-periferias tan acusadas en
17
En este sentido, es necesario afianzar el conocimiento de los jesuitas subalternos, los coadjutores
temporales que se ocupaban de las labores menos espirituales de las casas jesuitas pero que eran
fundamentales para su buen desarrollo y para facilitar los desempeños de los que trabajaban de puertas
afuera: porteros, despenseros, refitoleros, limpiadores...
22
“Jesuitas de principio… Francisco José Aranda Pérez
la Compañía. En definitiva, que hay que pasar de las primeras filas a las segundas y
terceras, en esta militia Christi.
La Inquisición y los jesuitas. Son conocidos algunos episodios de encontronazos
de la Orden con la celosa Inquisición, especialmente en los primeros compases de su
andadura, en donde hubo intentos de confundir al Loyolismo con el Alumbradismo. O
los problemas con la condición conversa de muchos canditados de primera hora, pues
los jesuitas se resistieron inicialmente a instaurar los estatutos de limpieza de sangre. O
que esta fue utilizada como argumento antiespañol. De la misma forma, con algunos de
los escritos jesuíticos, aunque aquí la Suprema se mostraba quizá más protectora de los
derechos del Rey que de la Iglesia. Si hasta este momento, por ruidosos, se han
remarcado más los encontronazos, a buen seguro también hubo colaboración y hasta
estrecha, especialmente en los siglos XVII y XVIII. Es otra historia que contar, la de los
jesuitas como inquisidores o en las nóminas del Santo Oficio.
Jesuitismo y el Barroco. Se han trazado bien las influencias y aportaciones del
Renacimiento y el Humanismo (y hasta el lipsianismo) en el pensamiento religioso y
político de los jesuitas, con el punto más alto en Ribadeneyra, Mariana, La Puente y
algunos otros. Aunque la evolución cultural llevara directamente al Barroco, se ha
notado un menor interés por los escritores jesuitas, salvo las fenomenales excepciones
de Baltasar Gracián en España y António Vieira en Brasil-Portugal; esto es, más desde
el punto de vista literario y artístico que científico-histórico. En el siglo XVII y hasta en
el XVIII hay autores jesuitas que más que enciclopedistas fueron enciclopédicos. El
caso más paradigmático es el de Juan Eusebio de Nieremberg, que ha empezado a ser
desbrozado por el padre D. Scott Hendrickson (HENDRICKSON, 2015). Cuestión
aparte ha sido la producción plástica (arquitectura, pintura, escultura) realizada o
inspirada por los jesuitas dentro de la Contrarreforma y el Barroco. Por demás, no sólo
habría que centrarse en los autores jesuíticos sino en sus discípulos, aquellos que
formaron en diferentes disciplinas, desde las letras (incluida la Historia) y las ciencias.
Por ahora se han estudiado pocos casos, entre los que descuellan el regidor cordobés
Juan de Castilla y Aguayo (GARCÍA CANO, 2015); pero se puede rastrear la
formación jesuítica en muchos otros autores, como el inmenso historiador y uno de los
primeros académicos de la lengua española Juan Ferreras García (1652-1735). Por
último, hay que insistir en la participación jesuítica en el movimiento reaccionario y
conservador de la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX contra los
filósofos, ateístas y jansenistas, esto es, contra lo más significado de la Ilustración; de
23
“Jesuitas de principio… Francisco José Aranda Pérez
24
“Jesuitas de principio… Francisco José Aranda Pérez
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“Jesuitas de principio… Francisco José Aranda Pérez
brillo, por su mayor tamaño o cercanía, pero no hay que dejar de ver los anillos o
circunvoluciones de la galaxia completa. Una metáfora cósmica que hubiera sido muy
del gusto del padre Pierre Teilhard de Chardin, bandera discutida, como buen jesuita.
26
“Jesuitas de principio… Francisco José Aranda Pérez
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“Jesuitas de principio… Francisco José Aranda Pérez
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MAGALLÁNICA, Revista de Historia Moderna: 2 / 4 (Dossier)
Enero-Junio 2016, ISSN 2422-779X
Recibido: 01/05/2016
Aceptado: 15/06/2016
RESUMEN
ABSTRACT
This article seeks to increase the knowledge of the life of Father Alfonso Salmeron.
Despite being an important figure in his time, it has not been studied enough. In these
pages are presented the topics most known and, especially, those in which researchers
should emphasized, especially on three issues: first, how the jesuit historians have
analized the life of Salmeron; secondly, the characteristics that allow us to say that
Salmeron was a Jesuit prototype of the first generation, stressing the rootlessness that
was about his family and his hometown; thirdly, are analized the relations of Salmeron
“Claroscuros de la… David Martín López
with other Jesuits from Toledo, as Pedro de Ribadeneyra, Juan de Mariana and Dionisio
Vazquez.
30
“Claroscuros de la… David Martín López
1
La realización de este artículo se encuentra dentro del Proyecto de Investigación “Republicanismos,
fiscalismos, regalismos. Adhesiones y disidencias en el pensamiento político hispánico en la Alta Edad
Moderna (siglos XV al XVII)” (REFIRE), financiado por la Subdirección General de Proyectos de
Investigación del Ministerio de Economía y Competitividad (referencia HAR2013-45788-C4-3), que
tiene al Dr. Francisco José Aranda Pérez (UCLM) como Investigador Principal.
2
Los actos recibieron el título genérico de “Alphonsus Salmeronis, S.J., Toletanus. Homenaje a Alfonso
Salmerón en el V Centenario de su nacimiento”, y tuvo lugar entre los días 17 y 19 de diciembre de 2015.
Fueron coordinados por Francisco J. Aranda Pérez e Ignacio J. García Pinilla, catedráticos de la
Universidad de Castilla-La Mancha. El ciclo de conferencias se tituló “Alfonso Salmerón. Cofundador
jesuita, teólogo de Trento, comentarista sagrado y misionero europeo”. La exposición bibliográfica fue
titulada “Alfonso Salmerón y los libros de la Compañía de Jesús” y tuvo lugar en la Sala Borbón-
Lorenzana de la Biblioteca de Castilla-La Mancha (Alcázar de Toledo) entre los días 18 de diciembre de
2015 y 23 de marzo de 2016. Puede consultarse una versión virtual de la exposición en la web de la
mencionada biblioteca. El catálogo de la muestra puede descargarse gratuitamente desde la web del
Grupo de Investigación “DeReHis” de la Universidad de Castilla-La Mancha (www.derehis.com).
Finalmente, el concierto corrió a cargo de la Coral “Jacinto Guerrero”. Para más información sobre este
homenaje, véase la crónica escrita por Luis Escudero Escudero, investigador de la UCLM, que se
31
“Claroscuros de la… David Martín López
realizado algún tipo de estudio sobre su magna obra impresa o una completa biografía
actualizada. Sirvan estas páginas para completar lo realizado en diciembre de 2015 y
seguir cumpliendo con la memoria del padre Salmerón.
32
“Claroscuros de la… David Martín López
A las biografías de finales del siglo XVI siguieron otras que formaban parte de los
primeros catálogos de escritores que comenzaron a realizarse a principios del siglo
XVII, firmados por los ya mencionados Ribadeneyra, en su Illustrium scriptorium,
catálogo específico para la Compañía de Jesús, y Schott, en su bibliotheca de autores
hispanos, impresos ambos en 1608. La del toledano, que aparecería también en el
33
“Claroscuros de la… David Martín López
34
“Claroscuros de la… David Martín López
construcción del relato histórico jesuita en general, como del seguido por este religioso
en particular, puesto que la vida de Alfonso Salmerón no es el único tema en el que
converge su voluminosa obra escrita con la no menos vasta de Ribadeneyra.
Nuevamente hay que dar un salto en el tiempo de tres décadas para encontrarnos
con una nueva actualización del catálogo de escritores jesuitas. Nathanael Southwell
(Sotuelo) fue el encargado de realizarlo en 1676, siguiendo estrechamente a su
antecesor Alegambe, especialmente en lo relativo a los añadidos ya señalados de los
sermones salmeronianos (SOUTHWELL, 1676: 40-41). Sin embargo, en el repertorio
del jesuita británico observamos una gran diferencia en su relato, ya que, al contrario
que sus antecesores, no hace ningún tipo de referencia a la biografía/traducción latina de
Andreas Schott, sobre la que ya no se volverá a hacer ninguna referencia. En adelante,
la versión latina se atribuirá a Ribadeneyra, siguiendo lo señalado en los títulos de las
que introducen los Comentarios de 1597 y 1602.
A principios del siglo XVIII, dentro del segundo proyecto historiográfico de la
Compañía de Jesús, el padre Bartolomé de Alcázar escribió su Chrono-Historia de la
Provincia de Toledo, una magna obra que abarcaba el relato de los sucesos acaecidos en
los territorios toledanos durante los primeros 80 años de existencia jesuita (ALCÁZAR,
1710). Hay que señalar que solamente pasaron a la imprenta dos volúmenes, que se
ocupan de la mitad de ese período, hasta 1580. El resto puede consultarse en las copias
manuscritas que hay en los depósitos del Archivo de España de la Compañía de Jesús
(AESI-A), situado en Alcalá de Henares, excepto lo relativo a los años 1601-1610.3 Al
final del primer volumen manuscrito localizado en la ciudad complutense, en el capítulo
correspondiente al año 1585, el padre Alcázar incluía un elogio de Alfonso Salmerón.
Las palabras del historiador de la provincia toledana, aunque breves, se diferencian del
resto por el tratamiento que da a su persona, sin entrar en grandes detalles en las
diferentes misiones ejercidas y haciendo hincapié en su producción escrita y el modo en
que se produjo, revisó e imprimió tras su muerte.4 Lejos de hacer un extenso listado de
obras, como era el caso de los diferentes repertorios ya mencionados y los por citar a
continuación, Alcázar hacía referencia a sus obras impresas y, lo que es más interesante
para la investigación, a los materiales salmeronianos que se habían conservado en el
entorno madrileño a principios del siglo XVIII:
3
Alcázar, Bartolomé de, Chrono-Historia de la Provincia de Toledo de la Compañía de Jesús. Años
1581-1620. Archivo de España de la Compañía de Jesús (AESI-A). C-187.
4
AESI-A, C-187, 1: 489-503.
35
“Claroscuros de la… David Martín López
Junto a este breve elogio, Alcázar adjuntaba la transcripción de una carta que uno
de sus últimos compañeros, Bartolomé Pérez de Nueros, envió a Gil González Dávila
desde Nápoles a la semana del fallecimiento, contando cómo se habían desarrollado las
últimas jornadas de vida del ilustre teólogo, su funeral y entierro. Según relataba, éste se
produjo con nocturnidad en la intimidad de la comunidad de jesuitas napolitanos por la
gran afluencia de gente que hubo durante el día y el ánimo de los presentes en conseguir
algún tipo de reliquia del difunto.6 Este mismo documento ha sido incorporado tanto al
segundo volumen del Monumenta Salmeronis, como a la reciente publicación de Lop
Sebastiá.
Después de la biografía de Alcázar, no localizamos ninguna otra hasta mediados
del siglo XIX, cuando los hermanos Augustin y Alois De Backer publicaron su
actualización del catálogo de escritores jesuitas. Este lapso de tiempo es lógico si
atendemos al devenir de la propia Compañía de Jesús, las expulsiones de diferentes
monarquías europeas (Francia, Portural y España, fundamentalmente) y, sobre todo, la
supresión de 1773. Al regresar en 1814, la Compañía Restaurada tardó en poner en
marcha la maquinaria y, después de reformular su posición frente a la producción
historiográfica, volvieron a pasar por la imprenta obras históricas. La reseña que los
hermanos De Backer hicieron de Salmerón sigue a las anteriores ya mencionadas,
especialmente a Southwell, pero con algunas peculiaridades: no menciona las primeras
ediciones de los Comentarios de 1597 y 1598; sí hace referencia al prolegómeno
biográfico en las ediciones de 1602 y 1612, pero lo atribuye únicamente a Ribadeneyra;
presenta una biografía hecha por éste último, que formaría parte de unas Obras impresas
en Madrid en 1595; por último, señalan el año 1595 como el de su muerte, aunque
entendemos que este dato se debe a un error de imprenta más que de los autores (DE
BACKER, 1859: 654-656). Como vemos, ya se habría desterrado por completo la idea
de que Andreas Schott escribiera o tradujera una biografía de Salmerón.
Para las últimas décadas del siglo XIX nos encontramos con tres registros más, de
gran importancia dentro de la Compañía de Jesús. Los dos primeros llevan la firma del
5
AESI-A, C-187, 1: 491.
6
AESI-A, C-187, 1: 498-499.
36
“Claroscuros de la… David Martín López
37
“Claroscuros de la… David Martín López
38
“Claroscuros de la… David Martín López
7
El monográfico estaba compuesto por las siguientes biografías: Pierre Favre 1506-1546, por Giuseppe
Mellinato; Diego Laínez 1512-1565, por Mario Scaduto y Mario Colpo; Francisco Javier 1506-1552, por
László Szilas; Simao Rodrigues 1510-1579, por José Vaz de Carvalho; Jean Codure 1508-1541, por
Mario Colpo; y Nicolás Bobadilla 1509-1590, por Ulderico Parente.
8
En este caso, se aportan referencias epistolares extraídas de los Monumenta de Salmerón, Broët,
Ribadeneyra, Borja, el Chronicon de Polanco y las Eppistolae Ignatiana.
39
“Claroscuros de la… David Martín López
“no han tenido gran fortuna ni han sido objeto de una adecuada investigación histórica, en
cierta medida porque -podría observar alguno- no aparecen en ellos posturas teológicas
originales, mientras que gran parte de las argumentaciones escriturísticas y patrísticas no
han resistido a las posteriores profundizaciones exegéticas e históricas [...] A pesar de
esporádicas valoraciones y de investigaciones episódicas, no existen intentos de un
estudio integral de la obra”. (GEI, 2007: 1.600)
40
“Claroscuros de la… David Martín López
Desarraigo toledano
41
“Claroscuros de la… David Martín López
42
“Claroscuros de la… David Martín López
12
La lectura del artículo de Parente así lo demuestra especialmente, con continuos viajes y estancias de
poca duración.
13
No nos olvidamos en esta circunstancia de aquellos que marcharon a Extremo Oriente y a hacer las
Américas y sufrieron el martirio hasta que la Compañía y el catolicismo consiguieron consolidarse.
43
“Claroscuros de la… David Martín López
14
A este respecto, llama la atención que de Albacete procedieran pocos, en contraposición con el área
navarra.
15
Vivió 50 años en la casa profesa (1574-1624), con la salvedad del tiempo que estuvo preso después de
la publicación del tratado de la moneda de vellón. Todos sus escritos y ocupaciones más famosas se
produjeron en Toledo durante esos años.
44
“Claroscuros de la… David Martín López
16
Por desgracia, tenemos noticia de estas cartas por referencias externas, no porque se hayan conservado.
Sospechamos que su contenido podría ser de una gran utilidad para conocer asuntos tan diversos como el
funcionamiento de los colegios, los avatares que vivió en sus diferentes localizaciones centroeuropeas, así
como cuestiones de índole religiosa, pues ambos fueron destacados teólogos, aunque Alonso ha sido más
reconocido por ello que su hermano, que destacó en el ámbito de la Historia.
45
“Claroscuros de la… David Martín López
encuentros, pero, también, mediante otro de sus hijos, Diego, que, al poco de conocerse
la noticia de la nueva orden religiosa y que su hermano formaba parte del grupo
fundacional, apareció en Roma. Seguramente fue enviado por sus padres para
informarse y conocer de primera mano en qué consistía la empresa que había
emprendido Alfonso. Las consecuencias de este viaje serían imprevistas para la familia
Salmerón-Díaz, puesto que Diego decidió ingresar como novicio en Roma, viendo
cómo en cuestión de pocos años “perdían” a dos hijos, que habían sido seducidos por el
ejemplo de Ignacio de Loyola. Debió de tener influencia en esta decisión el que Diego
conociera en la Ciudad Eterna a otro joven toledano, Pedro de Ribadeneyra, que por
entonces ya se encontraba haciendo el noviciado. Pero la aventura jesuita del hermano
pequeño de Alfonso duró poco tiempo, puesto que en noviembre de 1545 murió en
Padua, siendo atendido en su lecho de muerte por el biógrafo de los primeros
generales.17 Por su parte, la relación de Ribadeneyra con el mayor de los hermanos duró
incluso más allá de su muerte, como ya hemos podido comprobar en el apartado
anterior. Pero sobre la amistad de estos dos jesuitas toledanos volveremos más adelante.
Los dos hermanos Salmerón Díaz no fueron los únicos miembros de la familia que
ingresaron en la Compañía de Jesús, puesto que mediada la década de 1550 ya se habría
producido la entrada de Baltasar, sobrino de Alfonso, sobre el que preguntaba por
escrito a Laínez y Polanco.18 Pero acabó cambiando la vida religiosa por la de soldado a
la altura de 1560, siguiendo el ejemplo de un hermano suyo.19 Las razones que
explicarían la falta de informaciones al respecto están relacionadas con la conservación
de la documentación, tanto por parte de la familia, como de la Compañía. No tenemos
constancia de que Alfonso Salmerón escribiera alguna carta a sus padres porque no nos
ha llegado ninguna. Pero ello no indica que no se escribiesen, sino que no nos han
llegado. Ante nuestros ojos, resulta sorprendente que alguien pudiera alejarse tanto de
sus familiares a edad tan temprana, hasta el punto de no volver a saber de ellos. A pesar
de las múltiples ocupaciones y viajes que tuvo en sus primeros años como jesuita, algún
momento sacaría para escribir unas líneas. Una de las posibilidades que manejamos para
comprender la situación es que, por una parte, la familia Salmerón-Díaz no sería lo
17
Confesiones. Monumenta Ribadeneyra, Tomo I, p. 48
18
Carta del P. Salmerón al P. Ignacio de Loyola, Augsburgo, 1 de septiembre de 1555, Monumenta
Salmeronis, Tomo I, p. 129; Carta del P. Salmerón al P. Ignacio de Loyola, Viena, 1 de enero de 1556,
Monumenta Salmeronis, Tomo I, p.137; Carta del P. Salmerón al P. Diego Laínez, Nápoles, 3 de junio de
1557, Monumenta Salmeronis, Tomo I, p. 1, 181.
19
Carta del P. Salmerón al P. Diego Laínez, Roma, octubre de 1560, Monumenta Salmeronis, Tomo I, p.
408; Carta del P. Juan de Polanco al P. Alfonso Salmerón, Roma, 25 de octubre de 1560, Monumenta
Salmerononis, Tomo I, p. 411.
46
“Claroscuros de la… David Martín López
20
Para más información acerca de la evolución de la Compañía de Jesús, véase MARTÍN, 2007 y
MARTÍN, 2016: 243-300.
47
“Claroscuros de la… David Martín López
21
Carta del P. Juan de Polanco al P. Alfonso Salmerón, Roma, 29 de octubre de 1558, Monumenta
Salmeronis, Tomo I, p. 252.
22
También se proyectó una fundación en Alcaraz, que no pudo llevarse a cabo hasta 1619 por cuestiones
económicas.
48
“Claroscuros de la… David Martín López
particular de encomendarlo cada día a nuestro Señor”.23 Este acercamiento hacia lo que
ocurría en Toledo induce a pensar que Salmerón mantuvo cierto interés en ello y que
hay que seguir investigando al respecto para ver hasta qué punto llegó.
23
Carta del P. Alfonso Salmerón al P. Pedro de Ribadeneyra, Nápoles, 8 de mayo de 1583, Monumenta
Salmeronis, Tomo II, pp. 723-724.
24
Carta del P. Francisco de Borja al P. Alfonso Salmerón, Roma, 13 de julio de 1567, Monumenta
Salmeronis, Tomo II, pp. 126-127.
25
Carta del P. Alfonso Salmerón al P. Pedro de Ribadeneyra, Nápoles, 8 de mayo de 1583, Monumenta
Salmeronis, Tomo II, pp. 723-724.
49
“Claroscuros de la… David Martín López
Paul Hoffa y Juan de Torres. También tienen en común ambas biografías el paso por
Polonia, aunque no significó lo mismo para los dos: Salmerón fue enviado allí en 1555
junto al nuncio apostólico Luis Lipomano para llegar hasta tierras lituanas en plena
madurez de facultades (GARCÍA, 2015), mientras que Pisa marchó en el ocaso de su
vida, a Poznan en 1577, a petición del provincial Francisco Sunyer, y a Kalisz, donde
acabó falleciendo en 1598 (ARANDA-MARTÍN, 2015). El viaje de Salmerón daría a
conocer la Compañía en tierras polacas y abriría el camino para que otros como Pisa
pudieran desarrollar sus trabajos apostólicos. A pesar de que pueda dar la impresión de
que uno fue siempre detrás del otro y de que no se llegaron a conocer, hay constancia de
que no fue así y que ambos coincidieron en la III Congregación General, en la que fue
elegido Everardo Mercuriano como sucesor de Francisco de Borja al frente de la
Orden.26 Además, unos años antes, en marzo de 1562, Pisa escribió desde Ingolstadt a
Salmerón, que era vicario general durante el tiempo que Laínez fue enviado por el papa
para predicar en Francia y participar en la conferencia de Poissy. Como consultor de la
Provincia Germana Superior, le informaba de los problemas que había por entonces
entre el provincial Pedro Canisio y Juan de Vitoria, de los que podían devenir
inconvenientes para los jesuitas, puesto que la situación incomodaba al emperador. Eran
tan complejo el escenario y tan difícil de solucionar, que incluso llegaba a proponer al
vicario que la provincia se dividiera en dos: Juan de Vitoria gobernaría el área de Viena,
Bohemia y Trnava, mientras que Canisio se encargaría del resto.27
Al margen de estos tres ejemplos, Salmerón mantuvo una estrecha relación con
dos jesuitas toledanos, los padres Dionisio Vázquez y Pedro de Ribadeneyra, aunque
con un talante muy diferente. El primero fue un jesuita un tanto díscolo, que ha pasado a
la historia de la Compañía por ser uno de los cabecillas de una grave crisis que estalló
durante el reinado de Felipe II, concretamente entre los religiosos de la Corona de
Castilla, que enviaron diversos memoriales al rey y a la Inquisición solicitando que la
Orden fuera visitada para revisar determinados aspectos del instituto jesuita. Ello se
produjo durante los generalatos de Mercuriano y, sobre todo, de Acquaviva, después de
que Vázquez y otros hermanos españoles fueran enviados de vuelta a España. No es este
el lugar para desarrollar más este asunto (MARTÍN 2007; MARTÍN, 2016; JIMÉNEZ,
2014; CATTO, 2009), pero lo traemos a colación para situar en su contexto al padre
26
Documento fechado entre el 28-29 de abril y el 5 de junio de 1573, Monumenta Canisio, Tomo 7, pp.
669-670.
27
Carta del P. Alonso de Pisa, profesor de Teología en la Universidad de Ingolstadt y consultor de la
provincia jesuítica de Germania Superior, a los PP. Diego Laínez y Alfonso Salmerón, prepósito y vicario
generales, respectivamente, Ingolstadt, 24 de marzo de 1562, Monumenta Canisio 3, 768-770).
50
“Claroscuros de la… David Martín López
“para que pueda en lugar de V.R. visitar los colegios de esa provincia y asistir al gobierno
de ella debajo de V.R. que podrá siempre hacer por sí lo que le pareciere, y en lo demás
descargarse sobre él; y así, no se faltando a las necesidades de la provincia, podrá V.R.
tanto más libremente atender a la obra que tiene entre manos. Esto es lo que me he
determinado, aunque no escribiré nada de ello a otro ninguno hasta que de esta tenga
respuesta de lo que a V.R. le parece”. 31
28
Carta del P. Dionisio Vázquez al P. Alfonso Salmerón, Roma, 18 de febrero de 1570, Monumenta
Salmeronis, Tomo II, p. 194.
29
Carta del P. Francisco de Borja al P. Alfonso Salmerón, Roma, 3 de octubre de 1570, Monumenta
Salmeronis, Tomo II, p. 223.
30
Carta del P. Alfonso Salmerón al P. Francisco de Borja, Nápoles, 23 de diciembre de 1570, Monumenta
Salmeronis, Tomo II, pp. 230-231.
31
Carta del P. Francisco de Borja al P. Alfonso Salmerón, Roma, 12 de enero de 1571, Monumenta
Salmeronis, Tomo II, pp. 233-234.
51
“Claroscuros de la… David Martín López
pluma.32 No tenemos constancia del momento exacto en que Vázquez marchó como
visitador-viceprovincial a Nápoles, pero sí se sabe que lo acabó haciendo, a pesar de la
discrepancia de Salmerón. Allí estuvo hasta que después de la elección de Mercuriano
comenzaron a producirse los nuevos destinos de los jesuitas españoles de vuelta a su
patria. Como ya hemos dicho, Vázquez fue uno de ellos. Salmerón no puso demasiadas
objeciones al traslado, como puede observarse en las cartas de junio-julio de 1575.33 El
único inconveniente que planteaba al general en sus cartas de esos meses era que desde
Roma tendrían que nombrar a una persona que pudiera ayudar en el gobierno provincial
o, en todo caso, que ocupase la rectoría napolitana.34 Al menos en un primer momento,
no fue atendida esta petición. La marcha y el que parece que fue un trato no tan
amistoso como el que mantuvo con Ribadeneyra o incluso con Mariana, no impidió que
Salmerón se acordarse de Vázquez en la ya citada carta de mayo de 1583, en la que,
aparte de saludar y preguntar por el talaverano, también mandaba saludos “para Gil
González, Dionisio Vázquez y a los demás antiguos y comunes amigos”.
Dejamos para el final el caso más conocido y con el que Salmerón tuvo una
mayor y mejor relación. Conoció a Pedro de Ribadeneyra prácticamente desde los
primeros tiempos de la Compañía, puesto que, tal y como se desprende de la
historiografía jesuita, Ribadeneyra sería prácticamente la primer persona en convertirse
en jesuita después del grupo fundador. Como hemos apuntado anteriormente, la relación
entre ambos trascendería la muerte de Salmerón en 1585, puesto que Ribadeneyra
publicaría en la década siguiente la primera biografía de su amigo junto a la de Laínez.
Ambos toledanos coincidieron en varias misiones del centro de Europa. Es destacable la
que realizaron entre los años 1556 y 1558 en Flandes, a donde habían ido acompañando
al cardenal Carlos Caraffa como legado a Felipe II de su tío, el papa Paulo IV. Fueron
enviados allí en agosto de 1556 y estarían en territorio flamenco hasta mediado el año
1558, cuando Salmerón marchó hacia Roma para participar en la I Congregación
General, de la que saldría elegido Diego Laínez como primer sucesor de Ignacio de
32
Carta del P. Francisco de Borja al P. Alfonso Salmerón, Roma, 10 de febrero de 1571, Monumenta
Salmeronis, Tomo II, pp. 234-235.
33
Carta del P. Everardo Mercuriano al P. Alfonso Salmerón, Roma, 10 de junio de 1575, Monumenta
Salmeronis, Tomo II, pp. 506, 508-509; Carta del P. Alfonso Salmerón al P. Everardo Mercuriano,
Nápoles, 11 de junio de 1575, Monumenta Salmeronis, Tomo II, p. 511; Carta del P. Everardo
Mercuriano al P. Alfonso Salmerón, Roma, 19 de junio de 1575, Monumenta Salmeronis, Tomo II, p.
512.
34
Carta del P. Alfonso Salmerón al P. Everardo Mercuriano, Nápoles, 29 de julio de 1575, Monumenta
Salmeronis, Tomo II, pp. 534-536.
52
“Claroscuros de la… David Martín López
Loyola.35 Entre otros asuntos, allí atenderían el envío de divisas para el Colegio
Romano36 y el Catecismo de Carranza, como ya se ha apuntado anteriormente, pero
también es posible que intervinieran en las gestiones para concluir el conflicto armado
entre Felipe II y el papa Caraffa, en las que también intervino el cardenal Morone.37 En
esta estancia en el norte de Europa tuvo lugar la conocida anécdota de la coz que
Salmerón había recibido de un caballo en Lieja ya en abril de 1558, por lo que se
encontraba indispuesto para la predicación.
En 1561, Ribadeneyra avisaba a Salmerón durante su vicariato en Roma sobre las
murmuraciones que se estaban vertiendo por las calles de Nápoles sobre su persona y su
condición herética.38 Poco tiempo después, en 1565, fue enviado Ribadeneyra a la
provincia napolitana nuevamente porque, en palabras del general Borja, “es bien
conocido de S. E., y voluntariamente le dará algún sermón”. 39 En ella coincidieron hasta
el retorno de Ribadeneyra a Toledo en torno a 1574. Allí se vio inmerso en la polémica
de los memorialistas, contra los que se apoyó en el ejemplo de Salmerón para defender
la idea de una Compañía de Jesús única y sin escisiones territoriales. 40 Sin decirlo,
entendemos que Salmerón era el representante perfecto de la universalidad de la Orden,
puesto que había salido de su ciudad a una edad temprana y en ningún momento se
quejaría de que no volviera y que hubiera marchado de un lado a otro, atendiendo
siempre a los mandatos del general.
En el último año de su vida, Salmerón se ocupó de realizar una censura positiva
de la biografía de Laínez.41 Resulta llamativa la situación e incluso podríamos entender
35
Carta del P. Pedro de Ribadeneyra al P. Ignacio de Loyola, Gandavo, 31 de agosto de 1556,
Monumenta Ribadeneyera, Tomo I, p. 191; Carta del P. Pedro de Ribadeneyra al conde de Feria, Roma,
octubre de 1557, Monumenta Ribadeneyera, Tomo I, p. 241; Carta del P. Diego Laínez al P. Pedro de
Ribadeneyra, Roma, 17 de enero de 1558, Monumenta Ribadeneyera, Tomo I, p. 260; Carta del P. Pedro
de Ribadeneyra al P. Diego Laínez, Bruselas, 4 de abril de 1558, Monumenta Ribadeneyera, Tomo I, p.
291; Carta del P. Pedro de Ribadeneyra al P. Diego Laínez, Bruselas, 24 de marzo de 1558, Monumenta
Ribadeneyera, Tomo I, p. 287.
36
Carta del P. Pedro de Ribadeneyra al P. Diego Laínez, Bruselas, 24 de marzo de 1558, Monumenta
Ribadeneyera, Tomo I, pp. 287-288; Carta del P. Pedro de Ribadeneyra al P. Diego Laínez, Bruselas, 4 de
abril de 1558, Monumenta Ribadeneyera, Tomo I, p. 293.
37
Carta del P. Pedro de Ribadeneyra a Juan de Vega, Bruselas, 20 de febrero de 1558, Monumenta
Ribadeneyera, Tomo I, p. 275.
38
Carta del P. Pedro de Ribadeneyra al P. Alfonso Salmerón, Nápoles, 13 de diciembre de 1561,
Monumenta Ribadeneyera, Tomo I, pp. 427-428; Carta del P. Pedro de Ribadeneyra al P. Francisco de
Borja, Padua, 8 de julio de 1569, Monumenta Ribadeneyra, Tomo II, pp. 659-665.
39
Carta del P. Juan de Polanco al P. Alfonso Salmerón, Nápoles, 20 de enero de 1565, Monumenta
Salmeronis, Tomo II, p. 3.
40
Conutatio libelli “De propio Societatis Jesu Hispaniensis Generali”, antes del mes de septiembre de
1578, Monumenta Ribadeneyera, Tomo II, p. 316.
41
Carta del P. Alfonso Salmerón al P. Francisco de Porres, Nápoles, 14 de septiembre de 1584,
Monumenta Salmeronis, Tomo II, p. 733.
53
“Claroscuros de la… David Martín López
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55
“Claroscuros de la… David Martín López
56
MAGALLÁNICA, Revista de Historia Moderna: 2 / 4 (Dossier)
Enero-Junio 2016, ISSN 2422-779X
Recibido: 01/05/2016
Aceptado: 20/06/2016
RESUMEN
ABSTRACT
We know of Father Alfonso Salmeron's early involvement in the project to found a new
religious order from the time he met Ignatius Loyola in Paris in 1532. The great
friendship he had with Diego Lainez is also important to consider. As theologians, they
both served the pontiffs in dogmatic disputes and controversies that led to their being
present at the Council of Trent. Most of Salmeron's work was done in the Italian
“El P. Alfonso Salmerón… Esther Jiménez Pablo
territories; he visited and preached in many places in the north such as Padua, Siena,
Venice, Modena, Bologna, Verona and even Rome. But the government of the Society
is necessarily linked to the kingdom of Naples. There are few studies analysing his
position as a Provincial Father in Naples, but this is essential to understand his way of
structuring and governing the Society of Jesus. And this is precisely the subject of
analysis in this article.
58
“El P. Alfonso Salmerón… Esther Jiménez Pablo
En 1551 el P. Alfonso Salmerón pisó por primera vez suelo napolitano, enviado
como el resto de sus compañeros a extender la Compañía por el territorio italiano.
Mientras que él fue enviado a Nápoles, Domenech y Landini lo fueron a Sicilia y
Córcega respectivamente (RIBADENEYRA, 1945: 595-597). Llegó a Nápoles con la
idea de buscar benefactores y levantar simpatías entre el pueblo para poder fundar un
colegio, actividad que quedó interrumpida por su ida a Trento ante el llamamiento de
Julio III al inicio de la segunda sesión del Concilio (CERECEDA, 1932: 212-266).
Definitivamente, en 1553, se asentó en Nápoles, ciudad que prácticamente no abandonó
si no fue para asistir a las congregaciones generales o alguna misión diplomática a las
órdenes de la curia papal (SCHINOSI, 1706: 58). El 27 de enero de 1555 informaba
Salmerón a Ignacio de Loyola del avance del colegio de Nápoles señalando que ya eran
un total de catorce jesuitas, de los cuales cuatro servían en la casa, el resto realizaba su
formación sacerdotal. La casa que había encontrado era estrecha y pobre, suficiente para
catorce, pero si el colegio quería prosperar y crecer en número era necesario, cuanto
mínimo, una ampliación o mejor un traslado.2 Esperaba en cuaresma poder predicar ante
los señores marqueses del Vasto3, para poder así intentar asegurar una mejora de la
casa.4 Comenzaba de esta forma el gobierno de Salmerón en la provincia napolitana que
duró casi dos décadas (LOP SEBASTIÀ, 2015: 29). Sus cartas reflejan el compromiso
1
Este artículo ha sido posible gracias a la subvención del Proyecto del Ministerio de Economía y
Competitividad HAR2014-52850-C3-2-P: “Maneras de vivir en la España Moderna: Condiciones
materiales y formas culturales de lo cotidiana. 3. Cultura, religiosidad y asistencia social”, que dirige la
Profª. Inmaculada Arias de Saavedra Alías.
2
Carta (49) del P. Salmerón al P. Ignacio de Loyola, Nápoles, 27 de enero de 1555; Monumenta Historica
Societatis Iesu (MHSI), Epistolae P. Alphonsi Salmeronis S.I., Tomo I (1536-1565). Madrid, 1906: pp.
120-121.
3
Alfonso de Ávalos y Aquino, marqués de Pescara y del Vasto. Camarero Mayor del reino de Nápoles,
virrey de Sicilia, y caballero del Toisón de Oro. Se casó con Isabel, hija de Federico de Gonzaga, marqués
de Mantua, con la que tuvo a Alfonso, su heredero y a Tomás, patriarca de Antioquía. Falleció en 1571.
Cfr. El gran diccionario histórico, o Miscellanea curiosa de la Historia sagrada y profana (ampliado por
don Joseph de Miravel y Casadevante de la RAH). París, 1753: p. 823; Más datos del marqués de Pescara
en HERNANDO SÁNCHEZ, 1994: 276-281.
4
Carta (49) del P. Salmerón al P. Ignacio de Loyola, Nápoles, 27 de enero de 1555; MHSI, Salmeronis, I:
p. 122. Añadía: “Spero anchora che si va guadagnando la benevolentia d’alcune persone principali, le
quali intendo vogliono aiutar’ a dotar questo collegio, et già d’alcuna ho inteso che li vol lasciar nel suo
testamento duecento ducati d’intrata a questo collegio; et spero anchora, che qualch’un’altra la seguirà, et
alhora quando haveremo qualche intrata, potremo fabricar’ in questa casa, che è assai grande et
commoda, et potremo tener più numero di gente”.
59
“El P. Alfonso Salmerón… Esther Jiménez Pablo
del jesuita toledano con la expansión de la Orden por el sur de Italia. Se escribía con los
Generales de la Compañía con un intervalo de dos a tres semanas, a veces incluso
menos tiempo, informando detalladamente de lo que pasaba tanto dentro como fuera de
los colegios. Una correcta dirección de los colegios jesuitas en el reino de Nápoles
pasaba por mantener una buena relación con la nobleza napolitana (aragonesa y
castellana que residía en el reino Nápoles) que era devota de la Orden, por conocer el
humor y la actitud de los virreyes españoles con respecto a la Compañía de Jesús, por
atender a las visitas de obispos, nuncios, y desde luego, por organizar la actividad de la
Compañía en las ciudades a través de la predicación y la confesión. En definitiva, un
gobierno complejo que pasó por tres generalatos siendo el P. Salmerón provincial de
Nápoles, bajo los generales Laínez, Borja y Mercuriano (JIMÉNEZ PABLO, 2014: 7-
21), siendo éste último quien le relevó en el cargo de provincial, en 1576, por el jesuita
napolitano Claudio Aquaviva (GUERRA, 2001; MOSTACCIO, 2014; BROGGIO,
CANTÙ, FABRE, ROMANO, 2007). Alejado del gobierno, ya en avanzada edad,
Salmerón no volvió a ejercer ningún cargo de superior dentro de la Orden ignaciana,
dedicándose a escribir.
En cuanto al gobierno de los colegios napolitanos, tenía bajo su responsabilidad el
de Nápoles, el de Nola, el de Catanzaro y el de Reggio Calabria (SCHINOSI, 1706:
134, 162). Gobernaba con rigidez, no dudando en apartar de los cargos superiores a
jesuitas que no presentaban buenas cualidades para dirigir un colegio, incluso llegó a
expulsar y castigar a aquellos jesuitas que consideraba contrarios al espíritu y gobierno
de la Compañía. Su objetivo primordial, que se refleja perfectamente en su
correspondencia, era demostrar a toda costa la observancia que se vivía en las casas
jesuitas de Nápoles, informando continuamente de los progresos y piedad de los
religiosos a su cargo, y comparando constantemente las actividades de Nápoles con las
del resto de provincias de la Asistencia italiana. Este fue el caso del teatro jesuítico
(FUMAROLI, 1995: 39-56; GRANJA, 1979: 145-160; RODRÍGUEZ G. DE
CEBALLOS, 2012: 727-740) que en Nápoles, señalaba Salmerón, se vivía con más
orden y crédito que en el resto de provincias italianas:
60
“El P. Alfonso Salmerón… Esther Jiménez Pablo
5
La traducción del italiano al español es mía. Carta (434) del P. Salmerón al P. Everardo Mercuriano.
Nápoles, 12 de febrero de 1575; MHSI, Epistolae P. Alphonsi Salmeronis S.I., Tomo II (1565-1585).
Madrid, 1907: p. 475. Hércules en la encrucijada fue una obra que representaba el símbolo de la
bifurcación de dos caminos en la vida: la dura y sacrificada o la fácil y placentera. Pero esta fábula no
pertenece a la larga y antigua mitografía del héroe. Fue el resultado de una invención de un episodio de la
vida del héroe, escrito por el sofista Pródico de Ceos (siglo V a.C.). Jenofonte en su obra Recuérdos de
Sócrates explica que:
“El joven Hércules, en su paso de la niñez a la juventud, se encuentra en “aporía” acerca de que camino
emprender en su vida. En esto se le aparecen dos matronas: la una, noble, perfecta, ataviada con una
blanca túnica, es Arete, la Virtud. La segunda, hermosa, llena de afeites y con vestidos vaporosos para
excitar la sensualidad, es denominada Eudaimonía (Felicidad), por sus amigos, y Kakía (Maldad), por sus
detractores. Así, el vicio y la virtud se acercan al joven Hércules, bajo la apariencia de dos mujeres, una
de austera y auténtica belleza, la otra disfrazando su abyección con engañosas artes. Ambas quieren
conquistarle: una prometiéndole una vida ociosa en la riqueza, la abundancia y los placeres; la otra
describiéndole el largo y duro camino, lleno de fatigas y tribulaciones, que lleva a la excelencia, al honor
y a la gloria. El héroe se decide, sin vacilaciones, por el camino del esfuerzo y la virtud”.
El tema de la doble elección o bifurcación de caminos que en el mundo greco-romano se asimila con la
virtud, en el caso cristiano, y en esta reelaboración del teatro jesuítico que refleja el momento barroco,
trata más bien un tema moral; el del bien y el mal, el de la luz y las tinieblas, que se refleja en los Salmos
y en los evangelistas. LUCAS GONZÁLEZ, 1991: 89-104.
61
“El P. Alfonso Salmerón… Esther Jiménez Pablo
6
Carta (399) del general Mercuriano al P. Salmerón, Roma, 5 de junio de 1574; MHSI, Salmeronis, II:
pp. 383-385.
7
Carta (402) del P. Salmerón al general Mercuriano. Nápoles, 15 de junio de 1574, ibídem: pp. 390-392.
8
La traducción es mía. Carta (375) del general Mercuriano al P. Salmerón. Roma, 19 de noviembre de
1573; ibídem: pp. 335-336.
62
“El P. Alfonso Salmerón… Esther Jiménez Pablo
9
El P. Alonso Ruiz se encontraba en Roma cuando fue enviado por Mercuriano como rector del colegio
de Granada en 1574, por las quejas de los jesuitas italianos ante su rigor a la hora de gobernar. Años más
tarde, en 1580, fue enviado por Mercuriano al Perú. P. Juan de Santibáñez, Historia de la provincia de
Andalucía de la Compañía de Jesús. Parte II; libro I, 1600: p. 530
63
“El P. Alfonso Salmerón… Esther Jiménez Pablo
(ABAD, 1958: 203-224), era destituido de su cargo en Roma y enviado por orden de
Mercuriano como rector del colegio de Granada en 1574 (SCADUTO, 1968: 132), ante
las continuas quejas de los jesuitas italianos por su rigor a la hora de gobernar. 10 Por su
parte, el P. Doménech, era destituido de su cargo en la primavera de 1576, regresando a
Valencia como rector del colegio jesuita. En su lugar, Mercuriano nombraba como
provincial de Sicilia al napolitano Giulio Fazio (ZANFREDINI, 2001: 1384). Por
último, el P. Salmerón, dejaba el provincialato napolitano en abril de 1576, y era
sustituido por el rector de Nápoles, el joven napolitano Claudio Aquaviva (futuro quinto
general de la Orden).
El P. Salmerón dejó su provincialato sin negarse a ello, entre otras cosas, porque
él llevaba tiempo pidiendo que le ayudaran en el gobierno por la fragilidad de su salud.
Pero sí que hubiera preferido haber sido sustituido por un jesuita hispano como reclamó
siempre desde Nápoles, no obstante, Mercuriano actuó como mucha discreción y
cuidado a la hora de cambiar al P. Salmerón. En más de una ocasión Salmerón se había
quejado a Mercuriano de la ida de los rectores hispanos de las provincias italianas,
obligados a regresar a las provincias españolas. Es preciso explicarlo con mayor
detenimiento para mostrar la delicadeza con la que actuó el General flamenco.
El 20 de agosto de 1575, el general Mercuriano escribía a Salmerón avisándole de
la llegada del jesuita Claudio Aquaviva a Nápoles como nuevo rector de aquel colegio 11,
y así de esa forma, Salmerón tendría -si quisiera- ayuda para gestionar la provincia
(LOP SEBASTIÀ, 2015: 318-324). No sin antes advertir a Salmerón de que no tratase
con dureza al joven rector “dejándole realizar el cargo de rector libremente, como yo
deseo”.12 De la misma manera que Mercuriano escribió al P. Aquaviva que “V.R. tratará
de excusar cuando sea necesario el rigor del P. Salmerón, atribuyéndolo al celo del bien
común, y diciendo que de esto no deben escandalizarse, es más, esperarán, como así lo
deseamos, algún bien de todo esto”.13 Seis meses más tarde, el 10 de marzo de 1576,
tras ver que Salmerón mantenía una buena relación con el nuevo rector, le proponía
nombrar a Aquaviva como provincial de Nápoles. En su carta, añadía las cualidades de
Aquaviva que Salmerón había podido comprobar, con sus propios ojos, en los meses
10
Años más tarde, en 1580, el General envió al P. Ruiz al Perú, donde falleció en Arequipa en 1599.
Sobre este jesuita en P. Juan de Santibáñez, op. cit.: p. 530.
11
Carta (457) del general Mercuriano al P. Salmerón. Roma, 20 de agosto de 1575; MHSI, Salmeronis,
II: pp. 559-560.
12
La traducción es mía. Carta (475b) del general Mercuriano al P. Salmerón. Roma, 22 de octubre de
1575; ibídem: p. 609.
13
La traducción es mía. Carta (484a) del general Mercuriano al P. Claudio Aquaviva. Roma, 2 de
diciembre de 1575; Ibídem: nota 3 de la p. 627.
64
“El P. Alfonso Salmerón… Esther Jiménez Pablo
14
Carta (491a) del general Mercuriano al P. Salmerón. Roma, 10 de marzo de 1576; MHSI, Salmeronis,
II: pp. 642-643.
15
Carta (492a) del general Mercuriano al P. Nicolás Bobadilla, Roma, 23 de marzo de 1576; ibídem: pp.
644-645.
65
“El P. Alfonso Salmerón… Esther Jiménez Pablo
imprudencia del P. Bobadilla, que no entendía por qué lo había hecho si en Roma,
Bobadilla, en presencia de Mercuriano y del asistente italiano, el P. Palmio, había
aceptado de buen grado el cambio de Salmerón.16 Finalmente, el General nombró al P.
Claudio Aquaviva como provincial de Nápoles, por lo que el P. Salmerón se retiró y se
ocupó, a partir de entonces, en escribir hasta el final de sus días (SCHINOSI, 1706:
302).
Este episodio de desobediencia al General por parte del P. Bobadilla fue uno de
los últimos intentos de rebelarse ante los cambios de gobierno que se estaban
produciendo en el seno de la Orden. El P. Bobadilla ya se había quejado con
anterioridad por la destitución de sus compañeros jesuitas castellanos, Dionisio Vázquez
y Pedro de Ribadeneyra, quienes fueron enviados por Mercuriano a las provincias
españolas en 1574. Todavía, el 15 de agosto de 1576, recordaba Bobadilla a Mercuriano
la importancia de mandar españoles a Italia: “nunca dejaré de recordarla que no tenga
escrúpulos a la hora de mandar españoles de Italia a España, pero haciendo venir otros
de España a Italia que es cosa muy necesaria en general”. 17
El general Mercuriano atribuyó estos cambios en el gobierno de la Compañía a la
necesidad de situar en los puestos relevantes a jesuitas naturales del lugar en el que
ejercer sus cargos de superiores, por ser más aceptados tanto dentro de los colegios,
como fuera en las ciudades. Sin embargo, esto simplemente fue una justificación, si se
tiene en cuenta las continuas quejas de los italianos hacia los superiores hispanos y, lo
que es más interesante, si se analiza el descontento de los propios superiores hispanos a
su vuelta a España. Y es que las repercusiones a estos relevos en la cúpula de la Orden
no se hicieron esperar. Algunos padres que regresaron a España, acumularon un
profundo resentimiento y desilusión hacia el General extranjero y su modo de gobernar;
destacando el caso del P. Pedro de Ribadeneyra (BARRIOS SOTOS, 2004: 79-147),
que había ejercido cargos superiores en Toscana, Roma y Sicilia (ALCÁZAR, 1710:
450-452), y el caso del P. Dionisio Vázquez, quien ejerció de rector del colegio de
Roma (PADBERG, 2004: 50). Ambos recibieron quejas de su rigurosa forma de
gobernar al estilo “hispano”, pero no fue hasta Mercuriano que fueron removidos de sus
cargos. Tanto Ribadeneyra como Vázquez regresaron a la provincia de Toledo en 1574
(DALMASES, 2001: 3911). En los primeros años de su vuelta, estos dos jesuitas, junto
16
Carta (492b) del general Mercuriano al P. Salmerón, Roma 24 marzo 1576; MHSI, ibídem: pp. 645-
646.
17
La traducción es mía. Carta (322) del P. Nicolás Bobadilla al general Mercuriano, Nola, 15 de agosto
de 1576; MHSI, Bobadillae Monumenta, Madrid, 1913. p. 533.
66
“El P. Alfonso Salmerón… Esther Jiménez Pablo
18
Memorial original del P. Francisco de Abreo (1591). Archivo Histórico de la Provincia de Toledo de la
Compañía de Jesús, Alcalá de Henares (en adelante AHPTSI), Fondo Astrain, Estante 4A. Caja I,
subcarpeta 7ª. En el memorial que envió a la Inquisición el P. Francisco Abreo, uno de los jesuitas
descontentos más activos en tiempos de Aquaviva, se señalan los males de la Compañía al estar en manos
de Generales extranjeros (esto es, no hispanos), y se añade el nombre de algunos jesuitas que se quejaban:
“(…) Las cosas dichas y otras dependientes que hay dignas de remedio son notorias y patentes en la
Compañía y mayormente acerca de los que bien entienden y de ellas se havra dado noticia por otras vias
mas podranla dar también en la provincia de Castilla Dionisio Vázquez, Manuel López, el Dr. Enriquez,
Juan Osorio, Santander, Gonzalo González, y en esta de Toledo Gaspar Sánchez, Mariana, Luis de
Mendoza, Dr. Ruiz y Ribadeneira. Todos Padres profesos que han sido provinciales prepósitos, rectores y
otros muchos que se nombrarán siendo necesario y los interesados en este modo de gobierno no deben ser
creidos”.
El nombre de Ribadeneyra aparece tachado en este memorial, no obstante, se puede leer su nombre.
67
“El P. Alfonso Salmerón… Esther Jiménez Pablo
19
Carta (370a) del general Mercuriano al P. Salmerón, Roma, 9 de octubre de 1573; MHSI, Salmeronis,
II: pp. 329-330. “Ho finalmente dopo molte orazioni dichiarato provinciale dell’Andaluzia il P. Bernal, di
Castiglia il P. Suarez, di Toledo il P. Cordeses, et di Aragona il P. Villalva, i quali essendosi trovati qui
tutti alla congregazione generale, hanno potuto intendere in che possiamo aiutare alla Compagnia, et
hanno anco havuto particolari avisi di quelle provincie: si che vanno con grande animo, et ne spero
speciale consolazione a tutti i Padri et fratelli di Spagna”.
20
Carta (526) del P. Salmerón al P. Pedro de Ribadeneyra, Nápoles, 8 de mayo de 1583; ibídem: pp. 723-
724.
68
“El P. Alfonso Salmerón… Esther Jiménez Pablo
“En cuanto al virrey que vendrá, no sé cuánto será propicio a la Compañía, habiendo sido
tan recientes los sucesos de Valencia con el P. Gobierno (Miguel), que Dios lo perdone.
He sabido que el P. Sanazaro, antes de que partiera el virrey nuevo de España, fue con él
para hacer las paces de S. Sria. Illma. con la Compañía: no sé qué habrá sucedido. Si la
P.V. supiera algo, nos avise para animarnos a visitarlo y ofrecerle el servicio de la
Compañía como V.P. ordena”. 22
21
La traducción es mía. Carta (394a) del general Mercuriano al P. Salmerón, Roma, 1 de mayo de 1574;
MHSI, Salmeronis, II: p. 372.
22
La traducción es mía. Carta (445) del P. Salmerón al general Mercuriano. Nápoles, 10 de junio de
1575; ibídem: p. 510.
69
“El P. Alfonso Salmerón… Esther Jiménez Pablo
23
El P. Astrain (1909) reproduce el escrito del P. Gobierno en el que explica al General lo que pasó, cuyo
sermón discurría de la siguiente manera:
“Descendiendo más en particular en este punto (del respeto debido á los eclesiásticos), declaramos el
lugar altísimo que tiene el sacerdote que celebra, cómo estaba allí en lugar de Cristo, sumo sacerdote, y el
mismo Cristo en lugar de sacrificio; y así les dice: «Hoc facite in meam commemorationem: Sacrificad,
haced esto en memoria de lo que yo padezco». De manera que al sacerdote convenía consagrar y ofrecer,
y á Cristo ser ofrecido, al sacerdote echar su bendición sobre aquella hostia consagrada y ofrecida por él,
y á Cristo en aquel divino Sacramento ser hostia viva, consagrada, ofrecida y bendecida por el sacerdote,
que tiene el lugar de Cristo, sumo sacerdote. Dije, que de aquí se sacaba cómo debían de temblar los
príncipes seculares de pretender preferirse al sacerdote, puesto en aquel lugar, en cosa alguna, como sería
en pretender besar el libro de los Evangelios primero que él. Dije más: que á un monarca del mundo suele
la Iglesia dar estos favores, y que él se debe tener por indignísimo, y recibirlo con humildad y nacimiento
de gracias, reconociendo que se le dan, para que se anime á poner su estado y poder por la defensión de
aquel Evangelio; que no juzguemos á los santísimos obispos, sino que los dejemos abundar en su sentir en
esta materia; que según el mundo está, más peligro hay de que excederán en dar estos favores, que no de
faltar en ellos. Que cuando se dan, se han de recibir por favor, y cuando no se dan, no se ha de formar
agravio, pues no nos quitan nada de nuestra hacienda. Y si á los padres de carne los reverenciamos, como
dice San Pablo, ¡cuánto más hemos de reverenciar al Padre espiritual!”. (p. 49)
70
“El P. Alfonso Salmerón… Esther Jiménez Pablo
Tras este conflicto, en el año 1575, el marqués de Mondéjar fue nombrado virrey
de Nápoles, siendo todavía provincial el P. Salmerón. El general Mercuriano temía que
tras lo sucedido con la Compañía en Valencia, el virrey estuviera en contra de la
actividad de la Compañía en el reino de Nápoles. Lo primero que debía hacer el P.
Salmerón, según ordenaba el General, era presentar sus respetos en nombre de toda la
Compañía al nuevo virrey,24 y en segundo lugar, pedirle disculpas en caso de que se
lamentase sobre los altercados en Valencia, si no se quejaba el virrey, era mejor tratar
de evitar los problemas de Valencia. 25 Por su parte, el P. Salmerón tranquilizaba a
Mercuriano al averiguar, por medio de otros caballeros que habían pasado por Nápoles,
que uno de los nobles que acompañaba al virrey en su séquito era devoto de la
Compañía de Jesús, y se confesaba con miembros de ella cada ocho días. Por medio de
este noble que se confesaba con jesuitas, el P. Salmerón pretendía conseguir ser
escuchado por el virrey y ofrecerle los servicios de la Compañía.26
Cuando por fin se pudo reunir el P. Salmerón con el nuevo virrey, en julio de
1575, supo cómo ganarse la confianza del mismo. La carta del P. Salmerón al general
Mercuriano reflejaba la satisfacción del jesuita por haber conseguido que el virrey se
mostrase favorable a la Compañía. Informaba de que el virrey había prometido
favorecer a la Compañía, porque toda su familia había protegido siempre a los jesuitas,
y porque además, había oído hablar muy bien de la persona del P. Salmerón en territorio
hispano y en Nápoles. Días más tarde, el marqués de Mondéjar le pidió a Salmerón que
le confesara a él y a su familia. 27 Todos, señalaba Salmerón, se servirán de la Compañía
y a pesar del esfuerzo por confesar a toda la familia “no me he negado asistir a estos
príncipes, porque con el tiempo se contentarán de cualquier persona de casa que sea
española”.28 El virrey quiso contar más a menudo con Salmerón para su consuelo
24
“Il vicerè novo (marqués de Mondejar) non è ancor venuto, nè s’aspetta cosi presto. Come venga, farrò
l’offitio che V. P. m’impone, ancorchè harei caro a sapere como li nostri Padri di Spagna si sono
reconciliato con lui, e medicata quella differenza”. Carta (447) del P. Salmerón al general Mercuriano.
Nápoles, 18 de junio de 1575; MHSI, Salmeronis, II: p. 514.
25
“Intendo che il signor marchese di Mondejar è arrivato costà; et anchorchè penso che la R.V. l’havrà
visitato da parte della Compagnia, nondimeno mi è parso rifrescarle la memoria di questo, dicendo a S.E.
(se pure parletà delle cose avenute in Valentia) il dolore che io ne hebbi conforme alla copia di una lettera
che gli si scrisse, la quale copia mando alla R.V. Non ho dapoi havuto altre nuove, et della provintia di
Aragon, et così non glie la mando. Se anco S.E. non parlerà delle dette cose a V.R., potrà forse
dissimularle per hora, et fra tanto procurare di guadagnare la sua buona voluntà, como non dubitiamo che
già havrà fatto”. Carta (448a) del general Mercuriano al P. Salmerón, Roma, 2 de julio de 1575; ibídem:
pp. 519-521.
26
Carta (451) del P. Salmerón al general Mercuriano, Nápoles, 9 de julio de 1575; ibídem: pp. 525-526.
27
Además del virrey, pidieron confesarse con el P. Salmerón la virreina, su hija doña Elvira y el hijo
menor, don Bernardino, teólogo.
28
Carta (452), del P. Salmerón al general Mercuriano, Nápoles, 22 de julio de 1575; MHSI, Salmeronis;
pp. 528-529.
71
“El P. Alfonso Salmerón… Esther Jiménez Pablo
espiritual, de modo que le pedía constantemente que le diera misa. La familia virreinal
se confesaba con Salmerón cada ocho días, y si estaban muy ocupados, cada quince.
Mostraban -según Salmerón- mucha piedad y religión, siendo temerosos de Dios. De
todo esto avisaba el jesuita al general Mercuriano para que se quedara consolado de que
el virrey había olvidado lo ocurrido con la Compañía en Valencia.29
Los colegios de la Compañía en la provincia napolitana necesitaban de la ayuda
económica del virrey y del sostén de la alta nobleza napolitana. El virrey estaba
dispuesto a ayudar a los jesuitas siempre y cuando no fuera ningún jesuita a Roma para
solicitar del Pontífice algún beneficio para los colegios del reino de Nápoles,
señalándose él como el principal benefactor de la Orden en su reino. 30 Las relaciones de
la Iglesia con el virrey no pasaban por un buen momento, de manera que era mejor no
desobedecer las órdenes del virrey impuestas a los jesuitas. Esta situación con Mondéjar
colocaba a la provincia jesuita de Nápoles en una situación de especial cuidado con
respecto al resto de provincias italianas. En este caso, el virrey dejaba claro que la
Compañía le servía a él, y que era él quien debía velar por el progreso de los jesuitas en
Nápoles. Esta circunstancia, y dada la confianza del virrey depositada en el P. Salmerón
que le confesaba, colocaba a nuestro protagonista en una posición en cierto modo
“privilegiada” para reclamar a Mercuriano ciertas cuestiones. Este fue el caso de
reclamar la llegada de jesuitas de las provincias hispanas a Nápoles, dado que el virrey
exigía confesarse con jesuitas españoles. Durante la cuaresma del año 1575, el P.
Salmerón escribía a Mercuriano exigiéndole que enviase jesuitas castellanos, porque
toda la familia del virrey así lo deseaba. Al conocer Salmerón las reticencias del
General a enviar jesuitas de las provincias castellanas a Nápoles, y al mismo tiempo,
sabiendo que por Roma andaban sus compañeros y amigos castellanos, el P. Gaspar
Hernández, el P. Antonio Ramiro y el P. Dionisio Vázquez, el provincial toledano no
dudó en pedir a Mercuriano que enviara desde Roma a uno de estos tres jesuitas, que
sería lo más conveniente y sencillo, porque además cualquiera de ellos resultaba idóneo
para predicar ante el virrey. 31 Pero Mercuriano no quiso a ninguno de los tres
propuestos por Salmerón para estar cerca del virrey, y para no desobedecer al marqués
de Mondéjar, propuso Mercuriano a un jesuita hispano, el P. Juan Pareja, pero cuya
formación la había llevado siempre en los territorios italianos, desde que entró en el
29
Ibídem.
30
“(...) Dal vicerè, che prohibisce in Roma che nissuno dei nostri vada a domandare benefitii al Papa per
aplicar ad alcun collegio della Compagnia”. Carta (454) del P. Salmerón al general Mercuriano, Nápoles,
29 de julio de 1575, ibídem: p. 533.
31
Carta (454) del P. Salmerón al general Mercuriano, Nápoles, 29 de julio de 1575, ibídem: p. 534.
72
“El P. Alfonso Salmerón… Esther Jiménez Pablo
“le represento a V.P. que de tantos buenos predicadores que hay en España, podría, de
manera justa, enviar a uno de ellos que desee venir para Nápoles (los cuales no son
pocos); y así se mostraría que aquí no se tiene aversión a esta nación, y que de ella se
sirve para las necesidades requeridas”.32
Una semana más tarde llegaba la carta de Mercuriano con su parecer a este
respecto. En primer lugar Mercuriano advertía al provincial que él no tiene ningún
reparo en hacer venir un jesuita de las provincias hispanas, tal y como Salmerón
demandaba, y que haría llegar a algunos padres y hermanos de los territorios hispanos
para que estudiasen y le ayudasen en los ministerios. En segundo lugar, Mercuriano
continuaba su carta aclarando que no existía ninguna aversión en las provincias italianas
a la nación española, y que no debía existir duda alguna a este respecto. En caso de que
Salmerón se esté lamentando por la vuelta de sus compañeros superiores españoles de
las provincias italianas a las provincias hispanas, se hizo porque era conveniente y
necesario para la Compañía, al igual que en otras provincias se ha hecho con otras
naciones.33 Por último, Mercuriano iba a mandar a Nápoles a algún jesuita para que le
quitara peso de la administración de la provincia. En su mente, ya estaba el envío de
Aquaviva, primero como rector de Nápoles, y después como provincial, relevando a
Salmerón de su cargo.
32
La traducción es mía. Carta (457) del P. Salmerón al general Mercuriano, Nápoles, 13 de agosto de
1575, ibídem: p. 556.
33
Las palabras exactas de Mercuriano al P. Salmerón fueron “non si è tenuta, nè si tiene alcuna aversione
dalla natione spagnola, di che se alcuni hanno havuto ombra, per essere andati alcuni in Ispagna, è stato
perchè si è giudicato esser`conveniente et (si può dire) necessario, sì come anco nelli altri paesi si è fatto
di diversi d’altre nationi”. Carta (457a) del general Mercuriano al P. Salmerón, Roma, 20 de agosto de
1575; ibídem: pp. 559-560.
73
“El P. Alfonso Salmerón… Esther Jiménez Pablo
34
Como provincial, Salmerón había confesado a importantes nobles. Entre otros, el regente de la
cancillería del reino de Nápoles, don Francisco Antonio Villano, reclamaba al P. Salmerón para que le
absolviera en sus últimos días de vida, arrepintiéndose de lo contrario que había sido a la jurisdicción
eclesiástica del reino de Nápoles. Le narraba la agonía y muerte del regente, y cómo por su actitud en
contra de la jurisdicción eclesiástica no fue fácil encontrarle confesor, accediendo el P. Salmerón. Carta
(378) del P. Salmerón al nuncio apostólico Antonio Sauli. Nápoles, 4 de diciembre de 1573; ibídem: pp.
338-341.
35
Carta (512a) del general Mercuriano al P. Salmerón, Roma, 22 de junio de 1579; ibídem: p. 685. El
General le avisa de que han resuelto nombrar por provincial de Roma al P. Claudio Aquaviva, y que con
cargo interino se va a nombrar al P. Giovanni Cola de Notariis, prepósito de la casa profesa, hasta que se
nombre a otro.
36
Carta (495a) del general Mercuriano al P. Alfonso Salmerón, Roma, 7 de abril de 1576; ibídem: p. 650.
74
“El P. Alfonso Salmerón… Esther Jiménez Pablo
de Roma la licencia para poder comer otros alimentos, como leche y huevos, que no
fueran sólo pescado. Inmediatamente el P. Salmerón escribió al cardenal Antonio
Caraffa para que consiguiera esta licencia porque era primordial tener contento al
virrey.37 Hasta tal punto era importante que el virrey estuviera satisfecho de la labor de
Salmerón, a pesar de que ya estaba retirado del provincialato, que Mercuriano pedía
insistentemente que quien debía reunirse con el virrey español fuera el P. Salmerón y no
el provincial Aquaviva. Como por ejemplo cuando Salmerón fue a hablar con el virrey
para solicitarle una ayuda económica, ante la grave crisis que atravesaba el colegio de la
Compañía en Roma.38 Al igual que hacía el General de la Compañía, también
influyentes personajes de la corte romana, como el cardenal Guillermo Sirleto
aprovechaba la buena reputación de Salmerón con el virrey para pedirle que intercediera
ante un gentil hombre llamado Metello Coletta, para que le recomendara ante el
marqués de Mondéjar. Consciente de que ya no confesaba al virrey, Salmerón prometió
al cardenal que aunque ya no estaba tan cerca del virrey como antes, haría lo posible por
medio de otros ministros y oficiales para conseguir lo que le solicitaba.39
Continuando con su papel de mediador entre la Compañía y el poder político,
Salmerón siempre buscó el progreso y aumento de la Compañía. Así ocurrió cuando
Mercuriano le encargó que escribiera al duque de Sessa, don Gonzalo Fernández de
Córdoba, como embajador del monarca en Roma, para conseguir que el colegio jesuita
de Córdoba fuera erigido como Universidad, dado que era uno de los más importantes
de la Monarquía, con más de 800 escolares en sus aulas (REVUELTA, 2007: 13-46). Se
debía escribir a Sessa porque su tío había sido el fundador de este colegio, de manera
que se le implicaba en este negocio.40
Su conocimiento de las redes clientelares y del funcionamiento de la corte
virreinal, fue sin duda, uno de los motivos que le hicieron ser un jesuita imprescindible
para la relaciones entre la Compañía de Jesús y la corte virreinal. En una carta que
37
Carta (463) del P. Salmerón al cardenal Antonio Caraffa, Nápoles, 27 de agosto de 1575; ibídem: p.
584.
38
El colegio y casa profesa de roma pasaban por un mal momento debido a la peste y a la hambruna, por
lo que el General Mercurinao solicitaba al P. Salmerón que pidiera al virrey que hiciera gracia de 140
botellas de vino, cien para el colegio y cuarenta para la casa. Carta (502a) del general Mercuriano al P.
Salmerón, Roma, 3 de diciembre de 1576, pp. 666-667.
39
Carta (508) del P. Salmerón al cardenal Guillermo Sirleto, Nápoles, 22 de noviembre de 1577; MHSI,
Salmeronis, II: p. 677.
40
Carta (499a) del general Mercuriano al P. Salmerón, Roma 29 de julio de 1576; ibídem: p. 659.
Salmerón contestaba a Mercuriano que ya había escrito al duque de Sessa pero que éste no le había
contestado por la gota que padecía en el brazo y la mano. Había pensado Salmerón que sería bueno que
escribiese una carta también el P. Francisco de León, hermano del secretario del duque, para favorecer
este asunto. Carta (500) del P. Salmerón al general Mercuriano, Nápoles, 24 de agosto de 1576; ibídem:
pp. 659-660.
75
“El P. Alfonso Salmerón… Esther Jiménez Pablo
Salmerón escribió a su amigo el P. Antonio Ramiro, que había sido rector de Nápoles,
pero había vuelto a Toledo por orden de Mercuriano en 1573, le detallaba todo lo que
acontecía en la corte virreinal a la llegada del nuevo virrey; se marchaba el marqués de
Mondéjar y llegaba don Juan de Zúñiga y Requeséns (BORT TORMO, 2007: 451-460)
que había sido embajador en Roma:
41
Carta (514) del P. Salmerón al P. Antonio Ramiro, Nápoles, 31 de octubre de 1579; ibídem: pp. 689-
690.
42
Carta (517) del P. Salmerón al P. Oliverio Manareo, Nápoles, 24 diciembre 1580; ibídem: p. 695.
76
“El P. Alfonso Salmerón… Esther Jiménez Pablo
77
“El P. Alfonso Salmerón… Esther Jiménez Pablo
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78
“El P. Alfonso Salmerón… Esther Jiménez Pablo
79
MAGALLÁNICA, Revista de Historia Moderna: 2 / 4 (Varia)
Enero - Junio de 2016, ISSN 2422-779X
Gregorio Salinero
Université Paris I Panthéon-Sorbonne, Francia
Recibido: 12/01/2016
Aceptado: 01/03/2016
RESUMEN
Debido a la falta de un auténtico ejército colonial para luchar contra los rebeldes
españoles en las Indias, la Corona de Castilla tuvo que movilizar y recompensar a sus
súbditos. Durante el reparto de Guaynarima, en agosto de 1548, el presidente de la
Audiencia de Lima, Pedro de La Gasca, distribuyó numerosas encomiendas a aquellos
que habían luchado contra la insurrección de Gonzalo Pizarro. Pero esto resultó
insuficiente. Para las décadas de 1540 a 1560 disponemos de un centenar de expedientes
con relaciones de méritos enviadas desde las Indias por estos leales al rey de Castilla.
Las relaciones de méritos, con la información que envían a España sobre los asuntos de
esos territorios, contribuyen también a presentar una mirada diferente de la que podían
transmitir las investigaciones oficiales. Los expedientes más voluminosos diseñan el
perfil ideal de un buen súbdito de Su Majestad. Los relatos de los esfuerzos realizados
por sus autores para luchar contra las insurrecciones se mezclan con los proyectos más
extravagantes y las desmedidas pretensiones de los demandantes.
ABSTRACT
Because of a lack of a real colonial army to fight against the Spanish rebels in the West
Indies, the Castile crown has to rally its subjects and then reward them. During the
division of Guaynarima, in August 1548, the president of Lima’s hearing, Pedro de La
Gasca, distributes many “encomiendas” to whom who fought against the insurrection of
Gonzalo Pizarro. But it turns out that it isn’t enough. For decades 1540 to 1560, we
have a hundred favors application files, “relaciones de méritos”, sent by the loyalists to
“Reformadores, cavadores de huascas… Gregorio Salinero
the king of Castile from the West Indies. They also help to inform Spain about
country’s business other than through official investigations. The more voluminous files
provide an ideal profile of a good subject of his Majesty. The accounts written by those
who are making financial contributions to fight against insurgencies associate with the
most outrageous reform projects of the West Indies and the most extravagant demands
from the applicants
81
“Reformadores, cavadores de huascas… Gregorio Salinero
Cantar las propias alabanzas para captar la gracia del rey constituía un ejercicio
delicado que exigía la demostración de cualidades excepcionales. Las relaciones
enviadas a Madrid durante los años 1540 a 1560, en número de más de un centenar,
relacionadas con las rebeliones contra la Corona, se apoyaban en cuatro virtudes
cardinales: el solicitante pertenecía al círculo reducido de los primeros conquistadores
de las Indias; había contribuido con sus propios medios y su persona a los esfuerzos
militares realizados para ocupar territorios y consolidar la autoridad de la Corona;
cuando tuvieron lugar las insurrecciones, y a pesar de sufrir dolencias físicas, se había
alistado en las tropas del rey. En fin, cada uno destacaba una cualidad particular,
cualquier cosa de la que otros carecieran.1
1
Sobre las rebeliones coloniales, (SALINERO, 2014)
MAGALLÁNICA, Revista de Historia Moderna ISSN 2422-779X
2/4, (2016: 80-95) http://fh.mdp.edu.ar/revistas/index.php/magallanica
82
“Reformadores, cavadores de huascas… Gregorio Salinero
83
“Reformadores, cavadores de huascas… Gregorio Salinero
proyectó, con otros hidalgos leales, asesinar a Cepeda quien traicionaba, según ellos, el
estandarte de Su Majestad. Por esta razón el oidor y sus cómplices torturaron a Alonso-
padre, lo condenaron a muerte y al final le cortaron la mano derecha después de cuatro
años de calabozo.
84
“Reformadores, cavadores de huascas… Gregorio Salinero
Está claro que, a quienes sirvieron con más celo a Su Majestad les fue permitido
multiplicar las peticiones. La acción del teniente de gobernador Rodrigo de Salazar
había contribuido al arresto del rebelde Almagro y luego a la derrota de sus partidarios.
Más tarde, consiguió herir al temible Pedro de Puelles, un teniente de Gonzalo Pizarro,
antes de participar en las batallas de las fuerzas de La Gasca contra el tirano.4 Semejante
trayectoria le valió al teniente de gobernador recibir una encomienda en la región de
Quito que solicitó transmitir a su mujer y a sus dos hijos. Asimismo, consiguió que la
viuda de Alonso de Loaysa y la hija ilegítima que había tenido con ella fueran
autorizadas a volver a España. En la ocasión de su viaje a la Península, todas las
demandas fueron favorables a Rodrigo quien en una sucesión de autos del mes de
3
“Información de los méritos y servicios de Hernando de Santa Cruz”, A.G.I. Patronato 127, N. 2, R. 6;
“Información de los méritos y servicios de Alonso de Covarrubias”, A.G.I. Patronato 120 N. 1, R. 7.
4
“Méritos y servicios de Rodrigo de Salazar”, A.G.I. Patronato 94, N. 1, R. 1 y Patronato 100, R. 7.
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“Reformadores, cavadores de huascas… Gregorio Salinero
octubre del dicho año, obtuvo que su encomienda fuera transmitida a su segundo hijo en
caso de deceso de su primogénito. También, recibió una exención de los derechos de
aduana (almojarifazgo) por un monto total de 1 500 pesos. Además, Rodrigo pudo
ingresar a Perú seis esclavos para su servicio doméstico y 40 marcos de plata en vajilla
labrada5. La Corona sabía recompensar a sus servidores más destacados.
Desde 1535, Juan García de Hermosilla viajó hacia Tierra Firme en compañía del
virrey Mendoza. Originario de Granada, pasó rápidamente a Perú y se instaló en
Arequipa. En 1556, viajó a Valladolid para defender, por primera vez, la causa de su
petición de méritos. En el curso de los años 1560, elevó una docena de memorias al
Consejo de Indias en las que exponía su acción y sus puntos de vista sobre los más
diversos temas de gobierno. El visitador Ovando le remitió todos los papeles de sus
relaciones de méritos en enero de 1569: un pequeño rollo acompañado de ilustraciones
que exponían los méritos del demandante y gran reformador; un proyecto de 46 folios
recomendando la construcción de un puerto en Honduras; una extensa memoria sobre
las vías de navegación y la actividad de los maestres de navíos; un sólido testimonio a
propósito de la actuación de Juan García de Hermosilla en Guatemala; una información
de 80 folios sobre la utilidad de la Audiencia de Guatemala.6 En total, una decena de
voluminosos expedientes que ocupaban cerca de 2 000 folios. Una vez firmado el
informe de la concesión de un favor, el expediente archivado por el Consejo de Indias
superaba la centena de folios.
5
A.G.I., Lima 567 L. 8, f. 405v, 1558-10-03; A.G.I., Lima 567, L. 8, f. 408- 408v, 1558-10-03
(Valladolid) ; A.G.I., Lima 567, L. 8, f. 409 misma fecha.
6
“Orden del licenciado Juan de Ovando visitador del Consejo de Indias”, Madrid, 6 de enero del 1569,
A.G.I. Patronato 116 N. 1, R. 1, fs. 13-13v.
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“Reformadores, cavadores de huascas… Gregorio Salinero
a Juan.7 Había servido al virrey Mendoza en Nueva España. Luego, se había puesto al
servicio del gobernador Francisco Pizarro antes de haber ayudado al capitán realista
Diego Centeno contra Gonzalo Pizarro. Poco a poco, se había convertido en un
especialista en asuntos marítimos y expediciones militares, temas en relación con los
cuales, el estimaba poseer un grado de competencia excepcional.
7
“Ordenanza del 25 de enero de 1568 en favor de Juan García de Hermosillo”, A.G.I. Patronato 116 N. 1,
R. 1, fs. 14v-15.
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“Reformadores, cavadores de huascas… Gregorio Salinero
de Dios. Pero finalmente fue reabierta a gran costo. No había nadie que viviera en las
zonas de Panamá y Nombre de Dios, deshabitadas a causa de la desaparición de al
menos 25 000 personas, diezmadas por las enfermedades que asolaban la región. La
seguridad debía ser reforzada so pena de que los mercaderes la abandonaran por
completo. Para mantener los negocios de la región y a la buena comunicación con Perú,
el cruce de intercambios en el Istmo y las aduanas se debían transferir cuanto antes a
Honduras.8 Los testimonios aportados por Juan en apoyo de esta última proposición
eran apabullantes. Un cierto Ponce de León, vecino de Sevilla, que pasó por el puerto
atlántico un año y medio antes señalaba:
“Murieron en esta flota pasada más de setecientos hombres e mujeres y muchos de una
enfermedad que ordinariamente anda en aquella tierra que en dando una calentura a sola a
una persona le priva luego los sentidos... locos se arrojan muchas veces par las ventanas...
y ansí los entierran en la iglesia por ser tantos los muertes de tres en tres... esta tan mala la
constelación de la tierra que en tres e cuatro días se come un cuerpo... e no pare mujer en
ella por maravilla e aunque para las criaturas que nascen no son para hombres porque
andan como éticos y amarillos... no se cría en la tierra sino Juayanas y plátanos que matan
la gente española... por lo cual sería justo que aquel puerto allí no estuviese”.9
8
“Petición de Juan Garcia de Hermosillo al Consejo de Indias”, julio de 1569, A.G.I. Patronato 116 N. 1,
R. 1, fs. 5-7v.
9
“Presentación de la petición sobre Panamá de Juan García de Hermosillo delante el licenciado Ortiz del
Consejo de S. M.”, 31 julio de 1568 y días siguientes, A.G.I. Patronato 116 N. 1, R. 1, fs. 43-46.
10
Ver el caso siguiente de Alonso de Borragán.
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“Reformadores, cavadores de huascas… Gregorio Salinero
gobernador Francisco Pizarro, al que Juan había servido, rubricaba sus órdenes con dos
espirales de tinta mal definidas.
89
“Reformadores, cavadores de huascas… Gregorio Salinero
mejor posición para conseguir que se concretara su merced real. En enero de 1582,
pasados 14 años de su primera solicitud de favor, le fue asignada una modesta renta de
300 ducados sobre el tributo de los indios confiscados al capitán rebelde Francisco de
Montejo. Juan se instaló entonces en Yucatán donde se encontraba el dicho reparto de
indios. Al envejecer, solicitó que la renta fuera por dos vidas con el fin de transmitirla a
su hija y luego a su nieta, una última voluntad a la que el Consejo de Indias parece
haber consentido12.
Alonso de Borragán
12
“Carta del licenciado Ramos del Consejo de Indias, 15 de enero del 1582, y petición de dos vidas de
Juan García Hermosillo”, sin fecha, A.G.I. Patronato 116 N. 1, R. 1, fs. 4v-5.
13
A.G.I. Patronato 90 B, N. 1, R. 54, sf., p. 1.
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“Reformadores, cavadores de huascas… Gregorio Salinero
“(Y) en los lugares donde se ha realizado… se han obtenido (el equivalente de) dos
millones de monedas y han sido descubiertas las tumbas de Guaina Caba (sic) y de Topa
Inca su padre y las y las huascas de sus hijos y nietos y de su coya, esposa principal (del
Inca)… Y los cuerpos embalsamados estaban tan bien conservados por un bálsamo
aborigen y tan rico, que transportamos el cuerpo hasta la ciudad de Los Reyes”. 14
14
A.G.I. Patronato 90 B, N. 1, R. 54, sf., p. 4.
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“Reformadores, cavadores de huascas… Gregorio Salinero
indígenas pues en ello se pone en juego el servicio a Su Majestad”.15 Parecía muy claro
que, para Alonso, el saqueo legal de las tumbas indígenas principescas constituía una
forma de servicio a Su Majestad y la principal justificación de su petición de méritos.
15
A.G.I. Patronato 90 B, N. 1, R. 54, sf. p. 14.
16
A.G.I. Patronato 90 B, N. 1, R. 54, f. 8v.
17
A.G.I. Patronato 90 B, N. 1, R. 54, 3v.
18 A principio del año de 1557, la noticia voló hasta España que de nuevo Perú estaba revuelto, antes que
tal información fuese desmentida en el mes de septiembre del mismo año, “hemos holgado de entender
que haya sido burla lo que se había dicho”, carta del Consejo de Indias al rey, 13/9/1557 citado por
Schafer (2003:39); el gobierno del virrey era sospechoso de apoyar un complot: “el marqués de Cañete
quiere preocupar para si todas las preeminencias y poderes de Va Mt sin dejar nada a disposición de Va
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“Reformadores, cavadores de huascas… Gregorio Salinero
Nieva, una licencia para volver a España y poder explicar el asunto ante el rey. Pero
Nieva se adaptó rápidamente a las prácticas fraudulentas en vigor en Perú y se preocupó
sobre todo por cubrir sus propias infamias. Los miembros de su camarilla ocuparon los
principales cargos del gobierno19. Borragán, que pretendía sucesivamente cada uno de
esos cargos se sintió estafado. Lo que era peor aún, los hombres del conde le impedían
despachar cartas a España aunque fuera mandando que se las robara algún monje u otro
de sus amigos. Jerónimo de Loaysa, arzobispo de Lima, y el oidor Cepeda, no merecían
mucho más. Alonso denunciaba también al llamado Melgarejo, un criado del virrey por
demás infame.
Al comienzo del año 1565, Borragán se encontraba por fin en España para hacer
valer sus derechos. Su memoria dirigida al rey detallaba, en una larga lista, los abusos
de todos los hechos de Perú desde el fin de la insurrección de Gonzalo Pizarro:
corrupción, muertes dudosas, desapariciones de bienes y otros comportamientos
sospechosos. Curiosamente, el comisario Diego Briviesca de Muñatones del Consejo de
Castilla tuvo su aprobación. Es cierto que él se había hecho eco de las memorias de
Borragán en España. Junto a otros enviados de Su Majestad, Briviesca había integrado
la Comisión sobre la perpetuidad de las encomiendas encargado de hacer un informe
sobre esta reivindicación de los colonos. Estaba dotado de toda la autoridad necesaria
para hacer un balance del ejercicio de los oficiales al fin de su mandato. En realidad,
pronto quedaría demostrado, que el licenciado Briviesca estaba tan corrompido como
los otros representantes de la autoridad real denunciados por Borragán. Sin dudas,
Alonso había utilizado durante un tiempo las denuncias del solicitante como un medio
de presión contra el conde de Nieva. Las palabras favorables del desconocido Borragán
en favor de Muñatones no contribuyeron a mejorar la suerte del comisario que cayó en
desgracia luego de su regreso a España en 1563.
Mt, contra sus instrucciones, porque estas cosas no pueden tener buen fin, a lo que sospechamos... se debe
enviar (otra) persona en su lugar”, A.G.I., Indiferente General 738, consulta de 7-11-1557, idem, p. 41.
1919
El corregidor de Lima, el dicho Salazar Corcovado era “el peor tirano y traidor del reino”. El virrey
había concedido el cargo de alguacil mayor a don Pedro Portocarrero, el antiguo tesorero del virey
Cañete.
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“Reformadores, cavadores de huascas… Gregorio Salinero
y esto permitió a los agentes del Consejo de Indias entrar en posesión de una importante
cantidad de cartas con destino a Nieva. El contenido de dos de ellas era tan abrumador
contra el conde que el Consejo transmitió una copia al rey. Diego López de Zúñiga y
Velasco, conde de Nieva, recurría en gran medida a los contrabandistas y a los
testaferros para traer a España toda la plata acumulada ilegalmente en las Indias.
Rapiñas, tráfico de influencias y malversación de fondos, nada faltaba en las actividades
de Nieva. Es necesario recordar que Ernesto Schäfer publicó estos textos poco comunes
que el yerno de Nieva, Alvaro de Zúñiga, no tomó la precaución de cifrar. Relataba la
incautación de un navío que salió de las Indias para Sevilla al comienzo del año 1563 en
el cual viajaban el licenciado Muñatones y el tesorero Melgaroso, ambos sospechosos
de transportar a la Península los resultados de su corrupción.20 Además revelaba todas
las estratagemas del los negocios de Nieva:
“Muñatones tomó el batel de su nao y fuese a tierra con su mujer... y los comisarios
tornaron a hacerle embarcar y volver a la nao... donde hicieron muchas diligencias,
buscando los papeles y dineros de Muñatones y Melgosa... de manera que hasta la
arquilla de tocar de su mujer de Muñatones anduvieron trastornando (...). No hallaron
sino 4 tejos de oro que dijo Melgosa que... los traía en encomienda de un amigo... dijo
que era de Va Sria (...). Fue Dios servido que no se averiguó del dinero más de lo que dijo
Melgosa que traía para Va Sia (...). Lo que se averiguó fue que unos 20 000 ducados
envió Gonzalo de Palma a Francsico de Torres en el armada pasada eran de V a Sía... y
ahora parecen 42 barras de plata registradas que se envían a Francisco de Torres... Lo que
de aquí en adelante se enviare, es menester venga por otro camino, que éste está muy
sabido... mejor viene por registrada con maestres de confianza, como los de ahora, que
mil veces han jurado falso por encubrir la hacienda de Va Sía, y si fueren vasallos de mi
madre, mejor, que los que trajeron esto lo son y han de tornar con la primera flota... Aquí
se trata públicamente como Va Sía negocia y tiene compañía con Pedro de Alcedo en
Nombre de Dios…”.21
20
El letrado fue mandado a Perú para presidir la comisión de la perpetuidad de las encomiendas. El
trabajo de la comisión resultó inútil y sus miembros no pensaron sino en enriquecerse rápidamente.
21
Consejo de Indias al rey, 4-2-1564, (SCHÄFER, 2003).
94
“Reformadores, cavadores de huascas… Gregorio Salinero
los hombres de Nieva. Mientras Borragán reclamaba ser favorecido por la información
aportada a la Corona, el conde Nieva murió en Lima el 19 de febrero de 1564.
Bibliografía
SALINERO, G. (2014). La trahison de Cortés. Désobéissances, procès politiques et
gouvernement des Indes de Castille, seconde moitié du XVIe siècle. Paris: PUF.
SCHÄFER, E. (2003). El Consejo real y supremo de las Indias. Historia y organización del
Consejo y de la Casa de la Contratación de Indias. Valladolid: Junta de Castilla y León.
95
MAGALLÁNICA, Revista de Historia Moderna: 2 / 4 (Varia)
Enero-Junio 2016, ISSN 2422-779X
Recibido: 29/04/2016
Aceptado: 28/06/2016
RESUMEN
Richard Stanihurst fue uno de los alquimistas más importantes en la corte de Felipe II.
La segunda mitad del siglo XVI asiste a un escenario cultural de persecuciones,
prohibiciones e impugnaciones contra la alquimia, heredero del que se venía
desarrollando en Occidente desde, al menos, tres siglos, dentro y fuera de España. En
ese marco, con su El toque de alquimia (1593) el Dublinense va a citar a Paracelso,
Mattioli, Ripley y Llull como fuentes de autoridad, buscando no sólo distinguir a los
verdaderos de los falsos philosophos, sino construir un verdadero discurso apologético
sobre el arte.
ABSTRACT
Richard Stanihurst was one of the most important alchemists in the court of Philip II.
The second half of the sixteenth century attends a cultural scene, with persecutions,
prohibitions and objections to alchemy, heir that had been developed in the West since,
at least, three centuries, inside and outside Spain. In this context, with his El toque de
alquimia (1593) the Dubliner will quote Paracelsus, Mattioli, Ripley and Llull as
sources of authority, seeking not only to distinguish the true from the false philosophos,
but to build a true apologetic discourse on the art.
97
“Apologética de la… Juan Pablo Bubello
Uno de los miembros del círculo filipino, Juan de Herrera (1539-1597), poseía en
su biblioteca personal al De vita coelitus comparanda de Ficino; el Heptaplus de Pico
della Mirándola; Polygraphia de Tritemius; De vita longa de Paracelso; Magia naturalis
de Giambattista della Porta; De umbris idearum de Giordano Bruno y Monas
Hieroglyphica de John Dee. 2 Y si Felipe II falleció en 1598, en un registro de los libros
que el sevillano Luis de Padilla enviaba desde España a las Indias apenas un lustro
después (1603), leemos:
“154r: tratado de yerbas y piedra Teofrasto…, Porta, fisionomia y de yerbas, Firmicua de
astrologia. … 156v: Teofrasto de plantas… 158v: lemnio de astrologia, lulio de
cabalistica,... 159r: los secretos de Leonardo Fierabante. en ytaliano… 8 rs., marsilio
ficino de triplici vita,… 163r: agricola de re metalica 12 rs, la practica medicinal de
paracelso en latin, plantas de fusiio, 164r: poligrafia de juan tritemio 5r, lulio de alquimia
en 3 reales… 165v: Theofastri Paraselsi Medicini compendium, Reymundo Lullio de
secretis naturae, latin, Juanes Piçi cabalistarum dosmata, Reymundi Luli testamentum,
latine en 2 r”3
1
STANIHURST, R., El toque de alquimia, en el qual se declaran los verdaderos y falsos efectos del arte,
y como se conosceran las falsas practicas de los engañadores y haraneros vagamundos (1593). Este
tratado se encuentra reservado en la Biblioteca Nacional de Madrid (BNE), ms. 2058, 95. T. V, fols. 248r-
257v., (está compuesto por diez folios y dividido en seis capítulos). Aunque una edición fue publicada a
fines de la década de 1980 (ESLAVA GALÁN, 1987:134-148), utilizamos aquí la de mediados de la
década de 1990 (TAUSIET, 1994:544-558).
2
Tema que analizamos particularmente en un trabajo publicado hace seis años (AUTOR, 2011:231-241)
3
El listado completo es: “Horatius Augenius, epistolae medicinae, secreta alquimia diui tome, en 2 reales,
Fernelio opera omnia, 154r: tratado de yerbas y piedra Teofrasto, Agricola de suterraneis, Bartthelemy
Faye, de los endemoniados, Victor Trincavellius, epistolae de consilia medicinalia, Porta, fisionomia y de
yerbas, Firmicua de astrologia. Juan de Carmona de peste y astrologia, Margarita novella, libro de
alquimia compuesto por Bono Lamborod el año de 1538 20 rs (156r), 156v: Teofrasto de plantas. 157v:
Secretos de evonimus, en latin en real y medio, Peres de bargas de re metalica. 158r: alberto magno de
metales y minerales, don alejo piamontes en romance. 158v: lemnio de astrologia, lulio de cabalistica,
cirugia de Ambroise Paré. 159r: los secretos de Leonardo Fierabante. en ytaliano, los secretos de Fallopio.
159v: leonardo fucsio ystoria de las plantas. 161r: el espejo de astrologia judiciaria de francisco juntino: 8
rs., marsilio ficino de triplici vita, historia natural de indias de acosta. 162r: jardin de flores curiosas de
torquemada, en romance y 3 rs. Leonardo Fiorabante, Espejo de çiencia vnibersal. En ytaliano, en 3 rales.
98
“Apologética de la… Juan Pablo Bubello
162v: Geronimo rucelli, Matiolo sobre Dioscorides, epistolas medicinales de manardus, massa y otros,
domingo bañez de generacione et corricciones. 163r: agricola de re metalica 12 rs, la practica medicinal
de paracelso en latin, plantas de fusiio, 164r: poligrafia de juan tritemio 5r, lulio de alquimia en 3 reales.
165r: coelum filosoforum Phelipe Vstadi en 2 rs. , secretos raçionales de Fierabante en ytaliano, santes de
ardoinis de benenis en 2 rales. 165v: Theofastri Paraselsi Medicini compendium, Reymundo Lullio de
secretis naturae, latin, Juanes Piçi cabalistarum dosmata, Reymundi Luli testamentum, latine en 2 r., 166r:
Andreas Bacius de benenis, 167r: La fisica de Fierabante, en ytaliano, Fragoso de las cosas aromaticas
que se traen de las indias . . . Jouberto de los errores de la medicina en frances. 168r: musa de jarabes,
Çelum philosophorum en latin en 2 rs.”. Cfr. Registro de Luis de Padilla, vecino de Sevilla que tiene
cargado en la nao la Trinidad, para dar en el puerto de San Juan de Ulua a Martin de Ibarra y en su
ausencia a Francisco de Lara”. (cfr. AGI, Contratación, 1135, 153r-169v, Sevilla, 1603).
4
Para recordar un caso célebre -entre otros: Theophrastus Phillippus Aureolus Bombastus von
Hohenheim -Paracelsus, 1493-1541- en su Archidoxis -circa 1525-, describió prácticas alquímico-
destilatorias para extraer quintaesencias recordando al De consideratione quintae essentiae –circa 1351-
1352- de Jean de Roquetaillade -Johannes de Rupescissa, circa 1302-1366.
99
“Apologética de la… Juan Pablo Bubello
circulación de tratados esotéricos en la España de fin del siglo XVI, sino ahora,
también, en la actividad de los propios esoteristas extranjeros en la península ibérica. 5
Así, a partir de la categoría esoterismo entendido como fenómeno histórico 6,
desde el enfoque y con las herramientas metodológicas de la historia cultural
(SHORKE, 2001:355; CHARTIER, 1992:41), y en diálogo crítico con los historiadores
españoles de la medicina, la farmacia y de la ciencia que ya abordaron nuestra fuente,
nos introduciremos en el sentido que Stanihurst atribuyó a su arte (enfocando -sin
perder de vista los datos de su biografía- en la apologética de sus prácticas y
representaciones alquímicas a la luz de un marco cultural general que, dentro y fuera de
España, impulsaba persecuciones y críticas antialquímicas). Ello, con el objeto de
iluminar, sobre todo, ciertos aspectos de la historia del esoterismo en la España filipina
que -todavía- continúa siendo marginal en las investigaciones dentro de nuestro campo.
5
Bajo ciertas preguntas cardinales que guían nuestra pesquisa (¿cuáles son las características que asumió
el esoterismo occidental en esta región particular de Europa durante la temprana modernidad? ¿cuáles
fueron sus prácticas, representaciones, textos fundamentales? ¿qué vínculos tuvo este esoterismo español
con el vigente fuera de España?) hemos dirigido proyectos de investigación (PRI 2010-2012 “Esoterismo,
polémicas antimágicas, apologías mágicas y poder (España, siglos XV-XVI)” y PRI. 2012-2014
“Esoterismo y política en la España de Carlos V y Felipe II (siglo XVI)” -ambos en la Facultad de
Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires). También publicamos diversos avances de pesquisa
listados aquí en el apartado Bibliografía.
6
Nos remitimos a la conceptualización propuesta por Faivre hace casi tres décadas, entendiendo al
esoterismo como un conjunto de tradiciones históricas en occidente que, aunque con múltiples matices,
tienen un “aire de familia”, que abarcan desde el siglo XVI hasta nuestros días –aunque sus fuentes se
pueden rastrear hasta el mundo greco-romano-, y que están caracterizadas por una representación basada
en la íntima vinculación analógica de todas las partes de un cosmos que es representado como vivo; donde
operan los principios de correspondencia y de naturaleza viva, aplicables a partir del intento de vincular
al mundo con el más allá; la práctica de la mediación en la relación hombre/universo; y el objetivo de la
búsqueda de la experiencia de transmutación (transformación) del mundo (FAIVRE, 1986:13-42). No
desconocemos los intensos debates en torno al concepto de esoterismo, sus alcances y límites, que han
jalonado los últimos veinte años y a los que remitimos (Cfr.: FAIVRE; VOSS, 1995: 48-77;
HANEGRAAFF, 1999: 3-21; HANEGRAAFF, 2001: 5-37; VERSLUIS, 2002: 1-15; VERSLUIS, 2003:
27-40; HANEGRAAFF, 2005: 225-254; STUCKRAD, 2005: 7-97; FAIVRE, 2006: 205-214;
ZOCCATELLI, 2006: 222-234; PASI, 2008: 205-228; GRANHOLM, 2008 : 50-67; HANEGRAAFF,
2012: 113-129; BOGDAN; DJURDJEVIC, 2013: 1-15; HAMMER, 2013: 241-251; HANEGRAAFF,
2013: 1-24; HANEGRAAFF, 2013: 252-273; PASI, 2013:201-212; ASPREM, 2014: 3-33).
7
Nuestro alquimista era hijo del celoso protestante James Stanihurst (1522-1573). Se formó en los
primeros años de su vida en el marco del cristianismo reformado y estudió leyes. Comenzó sus estudios
en el College de Oxford, interesándose por la obra de Porfirio (al que dedicó un comentario en latín
publicado con el título ‘Harmonia sive Catena Dialectica in Porphyrianas Constitutiones en 1570).
100
“Apologética de la… Juan Pablo Bubello
Fue señalado que la causa de que Stanihurst se hallara, hacia 1584, en los países
bajos españoles, fue un exilio “autoimpuesto” (LENNON, 1978:121). Pero sabemos,
por un lado, que en 1579 abandonó Inglaterra e Irlanda -para nunca regresar- tras
fallecer, a los 19 años de edad, su esposa Janet (hija de Sir Christopher Barnewall); y,
por otro, que, en fecha no precisada, abrazó fervientemente el catolicismo -aunque se
desconoce si lo hizo antes o después de abandonar su tierra natal (LEE, 1898). Se
conoce además que, en los países bajos españoles, participó en actividades anti-inglesas
con otros católicos exiliados, que contrajo matrimonio nuevamente (ahora, con la
ferviente católica Helen Copley -con quien tuvo dos hijos) y que, paralelamente, se
dedicó a traducir y a escribir (en 1582, publicó su traducción de la Eneida con el título
The first foure Bookes of Virgil his Æneis, intoo English Heroicall Verse, by Richard
Stanyhurst. Wyth oother Poëticall deuises theretoo annexed. Imprinted at Leiden in
Holland by John Pates, Anno mdlxxxii; y, en 1584 y 1587, publicó -en Amberes- un
tratado sobre la historia de Irlanda -De rebus in Hibernia gestis- y otro sobre la vida de
San Patricio -‘De Vita S. Patricii Hyberniæ Apostoli-) (LEE, 1898).
Ya sea por ese exilio “autoimpuesto” o motivado por razones políticas, de
erudición, religiosas y/o inclusive, por la muerte de su primera esposa, en lo que a
nosotros atañe, subrayamos que, a partir de nuestro documento histórico, sabemos que
vivía en Lieja en 1590 y que, en ese marco puntual, continuó también su contacto con la
alquimia:
“En el año 1590, en ocho de octubre, un mercader flamenco llamado Fr(ancisc)o Vangel,
vino a Lieja con proposcito de conocerme y tratarme, el qual me dio un grano de peso de
un cierto polvo roxo que, echándole sobre una onça de azogue que estuviesse en fuego
grande de carbones encendidos, en espacio de dos oras se convirtio todo en oro
purissimo, y tan fino y bueno como podía ser. Este mercader flamenco avia avido este
polvo de un su amigo, que era el autor, cuyo nombre, nación ni vivienda no quiso decir”
(citado en TAUSIET, Op. cit., 551)..
Con estas experiencias culturales en su haber, apenas dos años después y hasta
1595-, encontramos a Stanihurst desarrollando sus apologías alquímicas en un escenario
Luego, su tutor, Edmund Campion, lo incentivó a estudiar historia de Irlanda y su esfuerzo se coronó
participando con un texto titulado “Description of Ireland” -así como otro titulado “History of Ireland”-
que integraron el primer volumen del famoso Holinshed's Chronicles publicado en 1577 (LEE, 1898).
101
“Apologética de la… Juan Pablo Bubello
político y religioso preciso (que, cabe señalar, podría considerarse más afín a su
adoptado catolicismo en relación a una Europa cruzada por los conflictos de religión):
España. Más precisamente, lo hallamos integrando el mismísimo círculo filipino en El
Escorial (poco se sabe de los acontecimientos de su vida en los años posteriores, pero,
al parecer, falleció en Bruselas en 1618).8
Ahora, por otra parte, en nuestra fuente hallamos también la mención a la
ejecución de un alquimista efectuada en Baviera, hacia 1590. Cuando está tratando de
distinguir los verdaderos alquimistas de los que a su juicio no lo son -a los que tilda de
“burladores”-, encontramos que señala:
“Otros toman carbones y, haciéndoles agujeros, echan dentro polvos de oro
atrapándolos con çera y, quando el crisol esta al fuego con el azogue, ponen enzima de
los dichos carbones, derrítese la çera, los polvos caen y se funden, y el azogue
desvanece en humo. Con este engaño un bragadín, avrá tres años, burlo unos ciudadanos
venecianos y después, pensando engañar al Duque de Baviera de la misma manera,
descubrio el Duque su trampa y le mando por ello cortar su cabeza, que se executo.”
(citado en TAUSIET, Op. cit., 556)..
Nuestro alquimista interpretó que aquél hombre había sido decapitado a causa de
su intención de engañar al Duque. Más allá de la imposibilidad histórica de profundizar
en las peculiaridades de aquél caso específico ante la carencia de otras fuentes, esa
mención nos lleva a un asunto importante. Pues, el propio Stanihurst y todos aquellos
que dedicaban sus vidas a practicar el arte -como desarrollamos a continuación-
también estaban expuestos a la posibilidad de ser descalificados, prohibidos,
perseguidos y hasta, eventualmente, encerrados, torturados y/o ejecutados.
Por ende, su apologética del arte, así como sus menciones a prácticas y
representaciones alquímicas específicas, deben ser abordadas en el marco cultural más
amplio de las impugnaciones y persecuciones anti-alquímicas.
Combinando una mirada sincrónica con otra diacrónica sobre nuestra fuente,
señalemos, entonces, en primer lugar, que ese contexto cultural no sólo era
contemporáneo al dublinense, sino que, al menos, tenía tres siglos de antigüedad en
Europa occidental, aunque asumía diversas formas.
Entre los discursos de autoridad construidos contra la alquimia en los ámbitos
institucionales religiosos, hallamos, ya en 1317, al Papa Juan XXII, quien prohibió e
impugnó toda actividad alquímica por medio del decreto Spondent quas non exhibent
8
Se sabe que, tras morir su segunda esposa (1602), tomó los hábitos y, en 1609 y 1614, escribió dos
tratados devocionales: Hebdomada Mariana ex Orthodoxis Catholicæ Romanæ Ecclesiæ Patribus
collecta; in memoriam septem festorum Beatissianæ Virginis Mariæ y Hebdomada Eucharistica (LEE,
1898).
102
“Apologética de la… Juan Pablo Bubello
(“Prometen lo que no pueden producir..."). En 1326/27, aunque la bula del mismo Papa,
Super illius specula, condenó prácticas mágicas pero no incluía explícitamente la
alquimia, la Orden Franciscana la incluyó -con la magia- en la lista de prácticas ilícitas
prohibidas para sus miembros. Por su parte, si la Orden Domínica venía condenando
estudiar, enseñar o practicar la alquimia entre los suyos desde el siglo anterior en forma
reiterada (1272, 1287, 1289) y continuó haciéndolo en el XIV (1323, 1378); la Orden
Cisterciense también la prohibió en 1317.
En este horizonte, hallamos paralelamente discursos antialquímicos que continúan
tejiendo un escenario cultural adverso contra el arte. Hacia 1300, como rector del
convento de St. Gangolf (Bemberg), el poeta Hugo de Trimberg, en su Renner, incluyó
la alquimia -y a la religión judía- en la lista de prácticas perniciosas contrarias a la Santa
Escritura. Más explícito fue el inquisidor Nicolas Eymeric, quien levantó su pluma en
Contra alchymistas (1396), para tildarlos de charlatanes, afirmando que, aún en el
supuesto que obtuvieran alguna clase de transmutación, ello se debía a la ayuda
demoníaca.
A estas vías de prohibición e impugnación debemos añadir también las prácticas
persecutorias impulsadas por las instituciones reales. Mientras el rey Carlos V prohibió
la alquimia en Francia (1380); bajo el reinado de Enrique IV, en 1403, un estatuto
estableció en Inglaterra:
"Se ordena y establece, que de aquí en adelante nadie se dedicará a multiplicar el Oro o la
Plata, ni se ejercitará en el Arte de la Multiplicación; y si alguno hace tal y tiene esa
tacha, incurrirá en el delito de felonía" (citado en TAYLOR, 1957:124).
En ese marco y por caso, en 1419 el alquimista inglés William Morton fue
apresado en la cárcel de Colchester, tras haber sido encontrado culpable de haber
engañado a la Condesa de Hereford, al afirmarle que, a cambio de su mecenazgo, podía
fabricar un elixir en forma de polvo de color rojo para convertir el bronce, cobre o latón
en oro (TAYLOR, 1957:126). Paralelamente, la práctica de la alquimia fue también
prohibida por el gobierno veneciano en toda la república hacia 1468 y, en 1493, por las
autoridades de la ciudad de Nuremberg.
Asimismo, otra forma en que se manifestó la tradición antialquímica occidental
fue la literatura. Recordemos tres ejemplos célebres entre tantos: a comienzos del siglo
XIV, Dante Alighieri (1265-1321), en el canto 29 de su La Divina Comedia, ubicó a dos
alquimistas en el Inferno. Por su parte, Geoffrey Chaucer (1343-1400), en su
Canterbury Tales (circa 1390), satirizó la alquimia en The Canon's Yeoman's Tale. Por
103
“Apologética de la… Juan Pablo Bubello
9
Las cartas reales que evidencian la presencia de ese alquimista en la corte aragonesa y el problema
suscitado con el rey, fueron publicadas hace más de un siglo (LUANCO, 1889:72-76).
10
“El más estúpido de los discursos humanos y que por tal debe ser tenido, es aquél que se dirige a la
credulidad por la nigromancia, hermana de la alquimia... ya que ella nada produce, sino algo que es
idéntico a sí misma: es decir, la mentira... Cfr. DA VINCI, L., “Manuscritos de Leonardo”, edición de I.
P. Richter, Londres, 1883 (Citado en DE ESPAÑA, 1949:187-188).
104
“Apologética de la… Juan Pablo Bubello
Asimismo, entre 1593 y 1596, el alquimista fray Juan de Santa Ana, por sus
actividades alquímicas en el monasterio de Santa Engracia de Zaragoza, fue sometido a
proceso acusado de acuñar moneda falsa, permaneciendo en la cárcel cuatro años.12
En síntesis, al momento en que el dublinense construye su texto, dentro y fuera de
España hay un clima cultural general antialquímico -no exento obviamente de matices
11
Archivo Histórico Nacional de España (AHN), Inq., Lib. 966, h. 254 r.
12
Proceso contra fray Juan de Santa Ana (Zaragoza, 1593-1596), Archivo Diocesano de Zaragoza, S/C,
vol. I, fol. 264r. Para mayor ilustración, subrayemos que este escenario contra la alquimia en España
continuó aún después de que Stanihurst escribiera sobre su Arte para Felipe II. Mencionemos brevemente
que, en 1603, el jesuita Benito Pereiro (1535-1610), en su Adversus fallaces et superstitiosas artes, id est,
de Magia, de observatione somniorum et de divinatione astrológica, enfatizó que la práctica alquímica
era un arte no sólo inútil sino hasta pernicioso para la república. Al mismo tiempo, el alquimista germano
–educado en Flandes- Giraldo de París, fue condenado por la Inquisición en 1603 a estar recluido en un
convento por un año –aunque a los tres meses fue liberado-; mientras que el alquimista riojano Diego
Alfonso de Medrano fue, en 1611, azotado, obligado a pagar 30.000 maravedíes para gastos del Santo
Oficio y recluido en un monasterio u hospital. En 1609, el teólogo jesuita Juan de Pineda (1558-1637)
atacó la práctica de la alquimia cuando abordó los tratados alquímicos atribuidos al Rey Salomón en su
Ad suos in Salomonem commentarios Solomon praevius, id est, De rebus salamonis regis, libri octo.
105
“Apologética de la… Juan Pablo Bubello
regionales que debemos atender pero que por razones de espacio no ahondaremos aquí-
y que se traduce en impugnaciones, críticas, prohibiciones y persecuciones de los
alquimistas, así como una tradición antialquímica que, aunque abreva en diversas
fuentes, tiene, al menos, casi tres siglos de antigüedad.
Vayamos entonces, en este marco sumariamente descripto y en segundo término, a
nuestro punto central: ¿cuáles son las tácticas discursivas apologéticas que desarrolla
Stanihurst para legitimar sus prácticas y representaciones?
Como observamos en el párrafo del capítulo segundo de su tratado que fuera
citado al comienzo, despliega una representación específica para filiar a su arte con los
antiguos, tanto con los de Grecia como sus sucesores árabes, señalando que, entre
ambas tradiciones, dieron origen a la palabra al-chimia. En este sentido, no escapa a la
tendencia cultural general del Renacimiento, en relación a la búsqueda de un saber que
se cree ha sido desarrollado en el principio de los tiempos pero que fue olvidado o se ha
perdido (tópico que los colegas especialistas del período han venido trabajando desde
hace décadas).13
Ahora, este señalamiento debe ser profundizado. Pues el entramado de sentidos
para legitimar sus prácticas y representaciones se nutre de otra táctica, consistente en
citar el nombre de eruditos de los tres siglos anteriores como fuente de autoridad.
Específicamente, Stanihurst recordará a “Paracelso”, “Mathiolo”, “Ripleo” y “Llull”.
En este punto, al presentar una nueva edición de nuestra fuente, se ha calificado a
los dos primeros de esta lista como científicos (TAUSIET, 1994:530). Desde nuestro
enfoque, empero, debemos recordar que los cuatro eruditos citados por el dublinense
integran el esoterismo occidental (HANEGRAAFF; FAIVRE; VAN DER BROEK;
BRACH; 2005: 922-931; 46; 694-696; 918). Por ende, esas citas de autoridad nos
introducen no sólo en la historia de lo esotérico en el período tardo-medieval/temprano-
moderno, sino además en un tópico central que se viene profundizando en el campo
desde hace una década: los mitos y significados culturales que caracterizan la
“construcción de una tradición en el esoterismo occidental”. 14
13
La cuestión de la “sabiduría antigua” (egipcia, persa, judía, griega) en torno a las figuras míticas y/o
históricas de Hermes Trismegisto, Zoroastro, Moisés, Platón, Orfeo o Pitágoras -por nombrar los más
relevantes-, ha sido ampliamente abordada y debatida por extensa bibliografía a lo largo del último medio
siglo (entre tantos, cfr.: VAN BLADEL, 2009; EBELING, 2007; LEHRICH, 2007:1-17; PORTER,
2005:120-172-; KILCHER, 2004; ALAMAN, 2002; HORNUNG, 2001:83-92-; ASSMANN, 1997:1-22;
FAIVRE, 1995:13-54; COPENHAVER, 1988; YATES, 1964:44-62; IVERSEN, 1958; WALKER, 1954)
14
Fue señalado -con acierto a nuestro criterio- que los agentes culturales que integran el llamado
esoterismo occidental no sólo tienen por característica la apelación constante a una tradición que se
construye una y otra vez como precedente, original, secreta y/o primordial; sino que el esoterismo todo
106
“Apologética de la… Juan Pablo Bubello
puede concebirse, en sí mismo, como una forma específica de tradición y de transmisión, con
características específicas y particulares que deben ser analizadas y precisadas (KILCHER, 2010: IX-XV)
15
En la carta enviada por Conrad Gesner a Coto Von Kraffteim, ampliamente citada y contextualizada
hace casi dos décadas (SHIPPERGES 2000:233).
16
ERASTUS, T., Explicatio quaestionis, qua quaeritur: utrum ex metallis ignobilibus arte conflari
aurum posit verum et naturale … in Disputationum de medicina nova Philippi Paracelsi pars prima
(Basilea, 1571).
17
No entraremos en esa arista aquí, la cual, además, ha sido y sigue siendo estudiada por eminentes
especialistas (desde los clásicos, como Allen Debus, a los aportes de Didier Khan) acumulando al día de
la fecha una impresionante bibliografía especializada (entre tantos, DEBUS, 1998:225-244; KAHN,
2007).
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“Apologética de la… Juan Pablo Bubello
en la España de 1593, puede ser considerada una -no la única- de las vías por las cuales
las prácticas y representaciones del germano ingresaron y circularon por la península
ibérica en el marco de esas polémicas. Más aún, su discurso apologético de Paracelso
adquiere trascendencia si recordamos que, en la propia España, apenas una década
antes, el Indice publicado en 1583 por Gaspar de Quiroga (1499-1593), ya había
prohibido dos textos del germano (se expurgó Chirurgia minor -Basilea 1570- y se
desautorizó Chirurgia Magna -Estrasburgo, 1573).
Pero el discurso de nuestro agente cultural es más complejo. Porque Stanihurst no
sólo está haciéndose eco de la alquimia paracélsica germana de la primera parte del
siglo XVI, sino que también vinculó su arte con la Inglaterra de fin del siglo XV:
“Para hallar senda por medio destos extremos de credulidad e incredulidad la primera
cosa que se deve considerar es la vida del philosopho, porque si es dado a vicios poca
esperanças se puede tener del bueno suceso de sus obras… Mas por quanto este señorio
es un don especial de Dios, es mas aparente que quando un philosopho cristiano se da al
servicio de Dios, que prosperar mejor en la obra q tomare entre manos, que no el que se
da a viçios. Y por esto Jorge Ripleo, philosopho ingles y sancto monje, dixo muy bien: si
tu philosopho vive virtuosamente, fíate mejor de su filosophia… La segunda es que
consideremos si el philosopho entiende de philosophia… Y assi considero bien este punto
el mismo Ripleo, respondiendo a los ignorantes lectores que culpavan los philosophos
porque escrivian tan obscuramente, dize estas palabras: Los ignorantes culpan a los
philosophos, mas ellos deven ser culpados que, no siendo letrados, tratan de philosophia”.
(citado en TAUSIET, Op. cit., 554).
18
RIPLEY, G., The Compound of Alchymy ... Divided into twelue gates ... Set foorth by Raph Rabbards
Gentleman, studious and expert in archemicall artes (1471; London, 1591).
19
Este asunto fue comenzado a estudiarse recientemente (RAMPLING, 2012:482).
108
“Apologética de la… Juan Pablo Bubello
20
En italiano lo fue también en 1548, 1549, 1550 y 1555. Pero; en 1554, Mattioli publicó otra edición, en
latín, la cual, en 1558, reeditó en versión modificada, que a su vez se volvió a publicar en 1560, 1562,
1564, 1569 y 1583.
109
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21
No era la primera edición publicada en España. En latín, apareció antes la de Antonio de Nebrija
(Alcalá, 1518) y en castellano, otra edición salió de la imprenta en 1557, cuando Juan Jarava publicó
Historia de las yerbas y plantas, sacada de Dioscoride Anazarbeo y otros insignes autores (Amberes,
1557). Pero señalemos también que esa traducción al castellano de Laguna fue ampliamente reeditada en
España durante los dos siglos siguientes: Salamanca (1563, 1566, 1570, 1586); Valencia (1636, 1651,
1677, 1695), Barcelona (1677), Madrid (1733).
110
“Apologética de la… Juan Pablo Bubello
111
“Apologética de la… Juan Pablo Bubello
Conclusiones
25
Este enfoque lo mantuvo en los años sucesivos, afirmando que Stanihurst “…expone los diversos trucos
con que los falsos alquimistas solían engañar a los poderosos”. (PUERTO, 2001:355).
112
“Apologética de la… Juan Pablo Bubello
26
Como sabemos, aunque dedicó buena parte de su esfuerzo en numerosos artículos, tres grandes estudios
de la célebre historiadora inglesa fueron centrales en sus planteos (YATES, 1964; YATES, 1972; YATES,
1993).
27
Entre muy extensa bibiografía, consideramos que los estudios del historiador italiano Paolo Rossi son de
los que mejor abordan el tópico (ROSSI, 1998).
113
“Apologética de la… Juan Pablo Bubello
sería mejor concebir al arte como un lugar de lucha cultural por su significado, donde
su sentido cambia en función del discurso que lo califica o descalifica desde cada marco
de producción discursiva particular.
En segundo lugar, este texto del dublinense no sólo permite continuar
demostrando la circulación de prácticas y representaciones esotéricas europeo-
occidentales en la corte de Felipe II. Paralelamente, al vincular Stanihurst a su arte con
las alquimias precedentes de Inglaterra -quizás también flamencas y del norte de Italia,
de regiones germanas, la península itálica y la propia España-, queda en línea con las
tácticas desplegadas por todos aquellos que habían sufrido y/o sufrían las consecuencias
del clima antialquímico general vigente en occidente desde, al menos, comienzos del
siglo XIV.
Ha de continuarse entonces, impulsando la investigación académica sobre algunas
características del llamado Western Esotericism que siguen siendo aún muy poco
abordadas por los colegas especialistas de nuestro campo.
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Enero-Junio 2016, ISSN 2422-779X
Carolina Martínez
Universidad de Buenos Aires/CONICET, Argentina
Recibido: 30/05/2016
Aceptado: 21/06/2016
RESUMEN
ABSTRACT
The Universal Cosmography that the sailor and cosmographer Guillaume Le Testu
dedicated to Garpard de Coligny, Admiral of France, in 1556, bears 56 in-folio
manuscript maps out of which 16 represent American land. The political dimension of
this work, just as its prospective value, allow us to suppose that, more than in any other
century, tracing the whole globe was the first step in the appropriation of areas that
theoretically existed but were yet undiscovered. In this renewed construction of the
“Relatos de viaje… Carolina Martínez
Orbis Terrarum, the impact of travel narratives in the geographical imagery of the New
World played, no doubt, a major role. In fact, the sources out of which Le Testu
elaborated a suggestive image of America were re-signified in the light of the economic
and political interests of an expansionist France. It is on these topics that the article will
look into.
119
“Relatos de viaje… Carolina Martínez
1
La obra llevó por título: Cosmographie universelle, selon les navigateurs tant anciens que modernes,
par Guillaume Le Testu, pillotte en la mer du Ponent, de la ville francoyse de Grâce. Puede accederse a
su versión digitalizada en: http://gallica.bnf.fr/ark:/12148/btv1b8447838j.r=le%20testu
2
Más allá de que rechace la idea de una “escuela de Dieppe”, Frank Lestringant (2012) considera que la
Cosmografía Universal fue el producto del trabajo conjunto de más de un cartógrafo, y no
exclusivamente obra de Le Testu.
3
Tal como señala Lestringant (2013), “Le Testu se involucra rápidamente en la aventura de la Francia
Antártica de Villegagnon, establecida en la bahía de Río de Janeiro desde 1555, es él quien, en la
primavera de 1557, conduce la “misión” ginebrina de refuerzo, de la cual forma parte Jean de Léry ; y él
nuevamente quien lleva a Villegagnon de regreso a Francia, hacia 1559, algunos meses antes de la caída
de la colonia” (p. 92).
4
Véase también Anthiaume, A. (1916). Cartes marines, constructions navales, voyages de découverte
chez les Normands, 1500-1650, Tomo 1. París. E. Dumont, p. 56.
120
“Relatos de viaje… Carolina Martínez
5
En la opinión de Anthiaume (1916), el portulano de Le Testu deriva de un tipo portugués, que también
sirvió a aquellos de Dieppe en la misma época. La cartografía de Dieppe, a pesar de su originalidad,
estuvo ciertamente bajo la influencia de la cartografía portuguesa. Al modelo que consultó, Le Testu le
cambió algunos nombres que francisó, e incluso su portulano, más allá de estar dedicado al almirante
Coligny, conservó la nomenclatura lusitana para muchas de las posesiones francesas en el Nuevo Mundo”
(p. 104).
6
La búsqueda de simetría, también heredada de los Antiguos, se manifiesta en la delimitación de las
mismas regiones climáticas del hemisferio norte en el hemisferio sur seguidas por el prefijo “antidia”
(Lestringant, 2015 : 4).
7
Todas las traducciones del presente artículo han sido realizadas por la autora.
121
“Relatos de viaje… Carolina Martínez
Al igual que España, desde comienzos del siglo XVI tanto la corona francesa
como Inglaterra aspiraron a fundar un imperio auténticamente universal (Pagden, 1997:
62). En el caso de América, el impacto de la competencia ultramarina tuvo su expresión
más acabada en los proyectos expansionistas que la monarquía francesa emprendió en
las primeras décadas del siglo XVI. En efecto, frente al dominio efectivo de España y
Portugal en América, tanto Francisco I (1515-1547) como Enrique II (1547-1559) de
Francia propiciaron una política activa de exploración con la clara intención de dar con
cualquier región que no hubiese sido ya reclamada por las potencias rivales o, en el
mejor de los casos, con la Tierra Austral incógnita. 8 En 1534, los viajes de exploración
de Jacques Cartier a lo largo del río San Lorenzo constituyeron el primer intento francés
de ocupación estratégica de los territorios septentrionales de América del Norte y una
avanzada en el posible hallazgo de un pasaje interoceánico noroeste que la beneficiara
comercialmente. Sus intereses en la América meridional fueron, al menos hasta 1555,
de tipo económico, pues en Brasil los comerciantes normandos podían obtener a través
del intercambio con las poblaciones locales el palo-brasil, madera cuya tintura era
fundamental para la industria pañera en Francia (Elliott, 2009: 116).
8
Los cambios en las políticas expansionistas de la corona francesa han sido señalados por Frank
Lestringant en su estudio sobre la experiencia hugonota en América (Lestringant, 2004: 41).
122
“Relatos de viaje… Carolina Martínez
Bajo el reinado de Enrique II, sin embargo, se acrecentó el interés de esta nación
por tierras que nominalmente pertenecían a Portugal. Tanto es así que en 1555, con la
autorización y el financiamiento secreto del rey y bajo el auspicio de Gaspard de
Coligny, Almirante de Francia, partió una expedición a Terra Brasilis con la intención
de fundar una colonia francesa en Bahía de Guanabara. La pérdida de la misma en
manos del ejército portugués en 1560 y, algunos años después, del territorio ocupado
por los franceses en la península de Florida (1562-1565), puso en evidencia no
solamente que Francia había decidido establecerse en plazas que nominalmente
pertenecían tanto a España como a Portugal, 9 sino también que toda empresa colonial
que se considerara verdaderamente exitosa debía sobrevivir los primeros años de
asentamiento.
La producción de la Cosmografía Universal de Le Testu se ubica entonces en el
momento previo a que la Corona patrocine y lance el proyecto de fundar una “Francia
Antártica” en tierra portuguesa. La obra que Le Testu obsequia a Coligny se presenta,
en este sentido, como un medio visual a partir del cual refrendar la acción de la
monarquía francesa en ultramar. En efecto, en un contexto favorable a los proyectos
franceses de colonización, tanto la caracterización que el cosmógrafo realiza de las
tierras americanas como la alusión a sus posibles riquezas (el oro y las piedras
preciosas) parecieran actuar como mecanismos de sugestión para una potencia en
ciernes. Asimismo, la abundante caza que puede hallarse en los 12 mapas destinados a
la Tierra Austral y la forma en la que las poblaciones locales imaginadas son
representadas iconográficamente, auguran la conquista de nuevos territorios a una
Francia que aún no ha sido derrotada por las potencias rivales.
A su vez, el hecho de que se tratara de una única copia manuscrita cuyo
destinatario se encontraba directamente involucrado en la promoción de proyectos
expansionistas, permite suponer que las tierras y mares que en la Cosmografía
Universal (1556) aparecen representados bajo el control de Francia, no expresan más
que una posibilidad, acaso una voluntad secreta, basada en un presente promisorio. 10
Ciertamente, tanto Le Testu como la corona francesa conocían con exactitud las
9
En la firma del tratado de paz de Cateau-Cambrésis en 1559 se había discutido en torno a la presencia
francesa en Brasil. Al respecto, John McGrath (1996) ha sostenido: “Los negociadores españoles
insistieron específicamente en marzo que los franceses debían abandonar cualquier reclamo futuro de
territorios en América del Sur, y los franceses fueron alertados que su presencia en Brasil era considerada
agresiva frente a los intereses españoles” (p. 395).
10
Lestringant (1991) se ha referido incluso a la exaltación de la política expansionista y conquistadora del
ministro de Enrique II (p. 245).
123
“Relatos de viaje… Carolina Martínez
restricciones que a partir de la bula Inter Caetera II (1493) y, luego, del Tratado de
Tordesillas (1494) regían para Inglaterra y Francia respecto de los dominios de España
y Portugal en ultramar (Elliott, 2009: 114-116). En este sentido, lejos de cumplir un fin
decorativo, la presencia del escudo de armas de la familia Valois en Brasil y Canadá
(Figuras 1 y 2), tuvo por objetivo marcar el dominio de esta potencia sobre un mar o
territorio particular. Sobre este punto, merecen atención las reflexiones de Richard
Unger, para quien “los mapas eran convenientes pues podían justificar el derecho a un
territorio” e incluso “anunciar un reclamo de soberanía más allá de que fuese
virtualmente imposible, de tomarse en cuenta las distancias y la tecnología existente,
hacer lugar al mismo” (Unger, 2010: 168). Es preciso recordar, sin embargo, que
además de los obstáculos tecnológicos mencionados por este autor, la incidencia de
impedimentos de naturaleza política para dominar o acceder a un espacio geográfico
determinado también fue crucial en este primer período de expansión.
(Figura 1) Escudo de armas de Portugal en mapa ilustrando las tierras de Brasil (detalle).
(Le Testu: 1556, f. XLVI v.)
(Figura 2) Insignia del Reino de Francia en mapa sobre las tierras de Canadá (detalle). (Le
Testu, 1556 : f. LVI).
124
“Relatos de viaje… Carolina Martínez
11
Frank Lestringant (1991), sin embargo, sostiene que a pesar de su título y de los elementos
cartográficos que contiene, “la Cosmografía de Münster es bastante tradicional” (p. 241).
12
Las descripciones de las distintas partes del mundo siguen el orden y la jerarquía de las
representaciones cartográficas introducidas al comienzo o en el transcurso de cada cosmografía. Jean-
Marc Besse ha sugerido la primacía de dos lógicas, una geográfica y otra de tipo analítica, al analizar los
modos en los que se representa al espacio y se ordena la descripción de cada una de las partes del mundo
en textos de naturaleza geográfica (Besse, 2005: 110).
13
Anthony Grafton, quien ha estudiado en profundidad la Cosmografía de Münster, explica que más allá
de que en términos geográficos y representacionales Münster haya intentado incorporar y reconocer la
novedad de América, a nivel textual no se aleja de las obras clásicas sobre las que construye su
descripción del mundo. Opinión que comparte con Lestringant en lo que concierne a este cosmógrafo
(Lestringant, 1991: 241).
125
“Relatos de viaje… Carolina Martínez
que, tal como fue señalado, su único destinatario fue Gaspard de Coligny, resta aún
dilucidar cuáles fueron los insumos (i.e. las informaciones e imágenes sobre América y
demás terra incognita) con los que Le Testu construyó el imaginario geográfico que
presenta su obra. En este sentido, la noción de “arqueología textual”, esbozada por
Roger Chartier para referir al proceso de acumulación interpretativa de los textos
(Chartier, 1999: 109), bien podría servir a los fines de reconstruir las lecturas realizadas
por el propio Le Testu en los años previos a la confección de su cosmografía. En
términos de Chartier, en la medida en que son leídos, los textos son apropiados,
utilizados e interpretados por sus lectores. Estas lecturas sedimentadas, de las que el
historiador francés invita a hacer una búsqueda arqueológica, 14 pueden manifestarse a su
vez en nuevas producciones textuales, que retoman aquellos textos e imágenes pero los
colocan en nuevos contextos.
En el caso de Le Testu, el análisis de las imágenes y del texto que acompaña cada
uno de los mapas de su cosmografía, permite distinguir, por un lado, el uso de fuentes
que, tal como el Libro de las maravillas de Marco Polo o los viajes de Jean de
Mandeville, respondían a una larga tradición en materia de viajes y circulaban
asiduamente en Europa. Por el otro, también se percibe el impacto de los relatos de viaje
a la recientemente explorada América, disponibles en ediciones individuales o grandes
compilaciones. Sobre la incidencia del primer tipo de fuentes, Frank Lestringant ha
sugerido que los mapamundi medievales así como la Crónica Universal (1493) de
Hartmann Schedel pudieron haber ejercido cierto impacto en la representación que Le
Testu hace del continente asiático y África, o al menos parecieran ubicar la obra del
piloto en línea con este tipo de imaginería (Lestringant, 1991: 248; Broc, 1986: 49).15
Más allá del posible impacto de la obra de Schedel, es posible afirmar que la
presencia de blemios/acéfalos y esciápodos en India y África obedeció en realidad a una
larga tradición que, iniciada por Plinio el Viejo (s. I d. C.) en su Historia Natural, fue
retomada en los siglos siguientes por Pomponio Mela (Chorographia, s. I. d. C.),
Isidoro de Sevilla (Etimologías, s. VII), Jean de Mandeville (Maravillas del mundo,
1356) y, aún después de Schedel, por el propio Sebastián Münster. En efecto, siguiendo
14
Ibidem, p. 109: “Los textos de viaje son un buen ejemplo de esto, ya que fueron publicados de manera
suelta, dentro de antologías, con comentarios o sin comentarios, con láminas o sin láminas, con mapas o
sin mapas.”
15
Hartmann Schedel, quien poseía numerosas obras de los geógrafos Ptolomeo y de Pomponio Mela,
habría trabajado con Martín Behaim y Sebastian Münster en la realización de un mapa del globo que
incluyera los últimos descubrimientos a pedido del consejo de la ciudad de Nüremberg (Dosat, 1993: 41-
42).
126
“Relatos de viaje… Carolina Martínez
16
La descripción continúa en la página siguiente donde, retomando una vez más a los Antiguos, Münster
explica: “También se hace mención a otras gentes, que tienen cada una una pierna y un gran pie, .... y
corren siempre bien rápido, se los llama Sciápodos, los cuales (como dice Plinio) en verano se recuestan
sobre la tierra con la espalda sobre el suelo y se cubren con la sombra de sus pies. Se dice que hay otros
que no tienen cuello, sino que tienen los ojos sobre los hombros” (Münster, 1552: 1418).
127
“Relatos de viaje… Carolina Martínez
En relación con este último punto, reviste suma importancia el hecho de que en la
traducción libre de la cosmografía de Münster que François de Belleforest realizó hacia
1575, Belleforest haya desestimado la existencia de blemios, esciápodos y demás seres
monstruosos, a los que dedica una pocas líneas en la sección destinada a África mientras
advierte al lector que considera inverosímiles las aseveraciones de los Antiguos. 18 Dos
décadas antes, sin embargo, la presencia de dichos seres en al menos cuatro de las cinco
partes del mundo representadas por Le Testu no pareciera haber entrado en conflicto
con el carácter prospectivo de su cosmografía. En cuanto a otras lecturas posiblemente
hechas por Le Testu, el propio cosmógrafo refiere abiertamente a los escritos de Marco
Polo y Américo Vespucio cuando describe la región de África situada por debajo de la
zona tórrida:
“En ella hay tigres, elefantes, leones, onzas, leopardos, rinocerontes y muchos tipos de
bestias y serpientes, entre las cuales hay una culebra que crece un largo de 600 a 700 pies;
tal como lo atestigua Américo Vespucio, florentino, en su Cosmografía del nuevo mundo,
dicha culebra come reses y cabras” (Le Testu, 1556: f. XIX)
Le Testu también hace una mención explícita a Marco Polo, un tal “Marc
venitien”, en el folio XXIX, cuando enumera los seres fantásticos que pueblan la India
17
Al hablar de la India sostiene: “Cerca de la fuente del Ganges se encuentran gentes llamadas monoceli,
que no tienen más que un único pie, de prodigiosa liviandad para saltar, así como otras llamadas
sciopedes, los cuales cuando hace calro se tiran al suelo sobre la espalda y se cubren del sol con la sombra
de su pie, que es de un tamaño suficiente como para estar cubiertos enteramente. En las montañas Rifeas
se encuentran gentes con cabezas de perro” (Le Testu, 1556: f. XXIX)
18
En la sección destinada a las locas figuras narradas por los antiguos, Belleforest (1575) explica: “Dejo
(digo) todas estas locuras, más allá de que Solino se haya detenido a especificarlas, y de que algunos de
nuestros modernos las hayan representado para no salirse del camino no imitable de los antiguos, ya que
no puedo admitir las imposibilidades en la naturaleza... ” (p. 1793). Lestringant, por su parte, ha sugerido
que la presencia de estos seres fantásticos en la cosmografía de Le Testu carece de significación
simbólica y obedece principalmente a fines decorativos: “Las criaturas fabulosas del atlas universal ganan
entonces en términos pintorescos lo que pierden en términos alegóricos, y rinden tributo al principio de la
varietas” (Lestringant, 1991: 248).
128
“Relatos de viaje… Carolina Martínez
(Le Testu, 1556: f. XXIX). En términos generales, sin embargo, las informaciones
provistas por Polo sobre India y Asia son retomadas en más de una ocasión por Le
Testu sin aludir abiertamente al Libro de las maravillas. El viajero veneciano se
presenta así como una de las mayores autoridades sobre las que el cosmógrafo francés
se ha basado para crear su Cosmografía en lo que refiere a los seres fantásticos que se
encuentran en Etiopía y Asia, a su descripción del reino de Zanzíbar, de la isla de
Madagascar, de la Gran Java (denominada así por el joven veneciano) y de los reinos
bajo la sujeción del Gran Kan (Lestringant, 2015: 10).
Su conocimiento de ambos autores muy probablemente proviniera de las
numerosas impresiones que por entonces circulaban de los viajes de Marco Polo así
como de las reediciones de las cartas de Vespucio. Ciertamente, desde su editio
princeps en 1503, estas últimas habían sido incluidas en numerosas compilaciones de
viaje tales como los Paesi Novamente Retrovati (1507) de Fracanzano Montalboddo o
el primer tomo de Delle navegationi et viaggi (1550) de Giovanni Battista Ramusio. 19
Por otra parte, la descripción del “Reino de Gigantón” en tierras patagónicas o la
ubicación de la “Isla de los Grifos” en la proximidades de Java la Grande permiten
suponer que Le Testu también estaba familiarizado con la Relación del primer viaje
alrededor del mundo (1536) de Antonio Pigafetta. El texto se había impreso en italiano
por primera vez en 1536, pero contaba ya con una traducción en francés, próxima al
regreso de la nave Victoria en 1521 (Buarque de Holanda, [1959] 2010: 359). Su
verdadera difusión, sin embargo, estuvo a cargo de Ramusio, quien en 1550 incluyó la
relación de este navegante en el primer volumen de su compilación de viajes.
Pigafetta fue el primero en describir a los habitantes de la América austral y
adjudicarles un enorme tamaño. Según consta en su relato, aquel encuentro con “un
hombre de figura gigantesca” se había producido en 1520 en las proximidades del
Puerto de San Julián. Al destacar la altura entre otros atributos de su singular fisonomía,
Pigafetta inauguraba así el mito de los gigantes patagones, llamados de esta forma por el
propio Magallanes (Pigafetta, [1536] 1922: 60). En términos del navegante, su tamaño
era “tan grande que nuestra cabeza llegaba apenas a su cintura” ([1536] 1922: 52).
19
De los cuatro viajes realizados por Vespucio a América entre 1497 y 1503, fueron tres las
publicaciones que, a partir de las cartas escritas por el humanista florentino, alcanzaron más éxito.
Mundus Novus, la Lettera y las Quatuor Navigationes. Publicadas por primera vez entre 1503 y 1507,
recorrieron Europa en múltiples ediciones, traducciones y formatos durante las primeras décadas del siglo
XVI.
129
“Relatos de viaje… Carolina Martínez
Las informaciones provistas por Pigafetta fueron retomadas poco después por Le
Testu, quien dedicó algunas líneas de los folios destinados a América al “Reino de
Gigantón”. Al describir las costumbres de sus habitantes, el cosmógrafo francés
explicaba: “cerca del reino de Giganton hay hombres de diez y doce codos de alto, que
no hablan más que silbando” (Le Testu, 1556: f. XLIIII).20 Haya accedido a una edición
individual del texto de Pigafetta o a una compilación que lo incluyera, lo cierto es que al
momento de realizarse la Cosmografía el único testimonio sobre los llamados patagones
fue aquel provisto por el navegante italiano. 21 Ciertamente, una descripción actual y
“completa” de América no podía dejar de lado a los relatos de viaje contemporáneos,
pues frente al desafío de describir tierras “jamás vistas por los Antiguos” (y siquiera
imaginadas en los relatos de Mandeville o Polo) fueron estos últimos los que
necesariamente completaron la información requerida por los cosmógrafos.
En cuanto a la inserción de una “Isla de los Grifos” (Figura 4) próxima a la Tierra
Austral en el mar de la India Oriental (Le Testu, 1556: f. XXXIIII v), su presencia en el
mapa pareciera ser una clara referencia al episodio narrado por Pigafetta hacia el final
de su Relación, cuando señala que “al norte de Java la mayor, en el golfo de China,
llamado por los Antiguos Sinus Magnus, hay (…) un árbol enorme llamado
campanganghi, donde se posan ciertas aves, a las que denominan guruda, tan grandes y
tan fuertes que pueden elevar un búfalo y hasta un elefante, y le llevan volando...”
(Pigafetta, [1536] 1922: 178). La presencia de esta ave en aguas asiáticas no era en
realidad nueva, pues con distintas características físicas, las proezas de los “grifos” o
aves gigantes se encontraban ya en los relatos de Marco Polo, quien al igual que
Pigafetta había negado haberlos visto pero los describía de la misma forma.22
20
Llama la atención en esta última frase el hecho de que Le Testu sostenga que los gigantes patagónicos
silban en lugar de hablar, pues esta forma de comunicación ya había sido (paradójicamente) atribuida por
Jean de Mandeville a los pequeños habitantes de una isla en los mares de Asia. Un poco más grandes que
los pigmeos, sostenía el supuesto Mandeville, los mismos no hablaban sino que silbaban y, haciéndose
signos unos a los otros, comprendían muy bien lo que cada uno decía (Mandeville, 1900: 134).
21
Recién en 1578 y 1592, los cronistas de las expediciones inglesas lideradas por Drake y Cavendish
respectivamente, y el propio Anthony Knivet en sus Admirable Adventures (1625), harían nuevamente
alusión al gran tamaño de este pueblo (Bolens-Duvernay, 1988: 163).
22
En la narración de Polo, “los que los han visto dicen que en realidad son como inmensas águilas. Y
cuentan que son tan fuertes que se llevan en el aire a un elefante y lo dejan caer desde lo alto, de modo
que se revientan al llegar al suelo. Entonces el grifo baja a comer y a saciarse de él.” “Con las alas
abiertas mide treinta pasos, y las alas miden doce pasos de largo” (Polo, 1951: 189). Un excelente estudio
sobre la presencia de estas aves en la literatura asiática y su “migración” al imaginario occidental puede
encontrarse en Wittkower, R. (1991). L´Orient fabuleux. París. Thames & Hudson.
130
“Relatos de viaje… Carolina Martínez
Por último, la precisión con la que Le Testu traza las costas de Canadá y Brasil
incita a pensar en su posible lectura de los relatos de viaje de Giovanni Verrazzano,
Jacques Cartier y Jean-François La Rocque de Doberval (Broc, 1986: 178), que
circularon de forma manuscrita hasta 1556 cuando fueron publicados en el tercer
volumen de Delle navigationi et viaggi.
En cuanto a las influencias metodológicas presentes en la Cosmographie
Universelle, resta señalar que la confección de una obra de esta naturaleza en Francia
sólo puede comprenderse en la medida en que se contemple el flujo de informaciones y
personas que operó desde la península ibérica, epicentro de la expansión transoceánica
en la primera mitad del siglo XVI, a aquellos países cuya participación en la carrera
ultramarina fue posterior (Figura 5). Tal como señala David Buisseret, la Escuela de
Dieppe, de la que Le Testu fue uno de sus máximos representantes, 23 debe mucho a la
cartografía portuguesa y a su arte en la elaboración de mapas que, siguiendo el estilo de
los portulanos mediterráneos y a diferencia del más austero estilo español, fueron ricos
en imágenes (Buisseret, 2003: 92, 111).24
Este contacto con cartógrafos portugueses, que muchas veces llegaban a Francia y
a otros países de Europa con la intención de vender sus conocimientos, se complementa
a la vez con la experiencia directa de los navegantes franceses quienes, como Le Testu,
23
Para Lestringant (2012), no existió necesariamente una Escuela de Dieppe sino un “atélier normando”,
concentrado en los principales puertos del norte de Francia a donde arribaban cartógrafos y navegantes
portugueses.
24
Véase también Lestringant (2013: 96).
131
“Relatos de viaje… Carolina Martínez
habían viajado con fines comerciales a las costas de Brasil en las primeras décadas del
siglo XVI llevando consigo un peintre cuyo trabajo era registrar las imágenes del Nuevo
Mundo (Buisseret, 2003: 92). El saber del testigo presencial y con él, su autoridad en
tanto observador, aparece entonces para saldar o al menos salvar, aquel saber aún
incompleto del globo (López de Mariscal, 2004: 207). Merecen atención, en este
sentido, las reflexiones de Anthony Pagden, para quien a partir del “descubrimiento” de
América y hasta mediados del siglo XVII la “autopsia” estará en constante tensión con
la autoridad del canon (Pagden, 1993: 55-6).
132
“Relatos de viaje… Carolina Martínez
quien hacia 1988 propuso que, al menos en la modernidad temprana europea, “la
cartografía fue principalmente una forma de discurso político interesada en la
adquisición y mantenimiento del poder” (Harley, 2001 [1988]: 85). 25 Esta relocalización
de la imagen cartográfica en un mundo político y social a partir de la reconstrucción de
su contexto de producción es ciertamente un aspecto valioso, que sin duda ha allanado
el camino de este tipo de enfoques en las últimas décadas.
El análisis de la obra de Le Testu y de su carácter prospectivo, sin embargo, invita
a matizar el vínculo directo que Harley establece entre cartografía, poder y dominio. En
este sentido, vale señalar que los mapas no dan cuenta únicamente de las relaciones de
dominio efectivamente establecidas sino de las expectativas de control y dominio
territorial de las regiones por conocer. En el caso particular de la Cosmografía
Universal, Le Testu admite representar la Terra Australis “que par imagination” (Le
Testu, 1556: f. XXIV), de la misma forma en que representa pero desconoce la
capacidad efectiva de Francia de establecer dicho dominio.
Respecto de los relatos de viaje y compilaciones sobre los que Le Testu se basa
para construir su cosmografía, resta decir que la utilización de estos insumos
(apropiaciones explícitas y otras veces encubiertas) facilitó la inserción de la obra en el
consagrado género de la cosmografía, pues en la combinación de nuevos y antiguos
saberes Le Testu articuló una imagen del mundo novedosa pero, a la vez, semejante a
aquella propuesta por otros cosmógrafos del mismo período. Asimismo, los
“préstamos” a los que recurrió Le Testu, evidenciados en las imágenes y comentarios
presentes en su cosmografía, dan cuenta del alto grado de circulación y de los diversos
usos que, a mediados del siglo XVI, cosmógrafos y funcionarios hicieron de las
informaciones (a veces contradictorias) provenientes de ultramar.
Bibliografía
25
La traducción es nuestra. En la opinión de Richard Unger, aunque muy pronto dejó de ser el único,
Harley fue el primero en criticar a aquellos que ignoraban el contexto de los mapas y principalmente el
discurso político inserto en los mismos” (Unger: 2010, 4).
133
“Relatos de viaje… Carolina Martínez
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135
MAGALLÁNICA, Revista de Historia Moderna: 2 / 4 (Varia)
Enero-Junio 2016, ISSN 2422-779X
Recibido: 31/05/2016
Aceptado: 22/06/2016
RESUMEN
A mediados del siglo XVI, las tentativas coloniales de los hugonotes franceses en
América estuvieron signadas por el fracaso, tanto en la experiencia de Bahía de
Guanabara, Brasil, como en Florida. Lo que diferencia sustancialmente a las
mencionadas experiencias de colonización fue precisamente la intervención de España
en el colapso del asentamiento francés de Florida, en 1565. Felipe II ordenó al
adelantado Pedro Menéndez de Avilés destruir el Fuerte Carolina con el objetivo de
salvaguardar los dominios que consideraba legítimos. Menéndez de Avilés atacó a los
franceses en dos episodios –el asalto al fuerte y las ejecuciones en Matanzas- cuyos
testimonios revelan que se trató de verdaderas masacres.
Este trabajo analiza los testimonios de los sobrevivientes franceses, como así también
de los testigos españoles, procurando detectar las confrontaciones discursivas. Estos
documentos no solo aportan información sobre estrategias y prácticas de guerra, sino
también y principalmente, despliegan argumentos que condensan apologías, denuncias y
justificaciones religiosas. La masacre de hugonotes franceses perpetrada por los
españoles se presenta entonces como un episodio clave para la construcción de la
Leyenda Negra a la vez que incentivo para las aventuras coloniales inglesas de
mediados de la década de 1580.
ABSTRACT
The two colonial projects led by the French Huguenots in the mid-Sixteenth century in
America –in Bahía de Guanabara, Brazil, and in Florida- were marked by failure. The
main difference between the two colonial experiences was precisely the Spanish
intervention in the collapse of the the French settlement in Florida in 1565. King Philip
II ordered to Adelantado Pedro Menéndez de Avilés to destroy Fort Caroline as a means
to defend a land that was thought to be legitimately under Spanish dominium.
Menéndez de Avilés attacked the French in two episodes –the assault to Fort Caroline
and the executions in Matanzas- both reported to have been indeed massacres.
This work analyzes the records of the French survivors, as well as the testimony of the
Spanish witnesses, with the objective to detect the discursive confrontations within
them. These documents not only provide information on strategies and practices of war,
but also (and mainly) deploy arguments that contain defenses, complaints and religious
justifications. The slaughter of the French Huguenots perpetrated by the Spaniards is
therefore presented as a key event in the construction of the Black Legend as well as an
incentive for British colonial adventures in the mid-1580s.
137
“Dimensiones discursivas del… Malena López Palmero
1
Juan Ponce de León, desahuciado de la gobernación de la La Española en 1511 (este cargo, que ocupaba
desde 1509, le fue asignado a Diego Colón en el marco de su querella por la herencia de los privilegios de
su padre), logró en 1513 que el rey le concediera un título para explorar la región al norte de Cuba. La
expedición de Ponce de León hizo tierra en la costa este de Florida durante la pascua florida de 1513.
2
, El testimonio de Hernando de Escalante Fontaneda, de 1575, expresó en tono de burla que “Juan Ponce
de León, fue a buscar el río Jordán a la Florida, creyendo a los indios de Cuba y a otros de Santo
Domingo (…) para tornarse mozo, lavándose en tal río”. La fuente de la juventud inspiró a muchos otros
exploradores residentes en Cuba, quienes “tomaron lengua todos los reyes y caciques de la Florida, como
personas, aunque salvajes, a ver qué río podía ser aquel que tan buena obra hacía tornar los viejos y viejas
mozos, y tan de pechos lo tomaron, que ni quedó arroyo ni río en toda la Florida, hasta las lagunas y
pantanos, que no se bañaron…” (Escalante Fontaneda, 1575: 3).
3
La empresa misionera fue dirigida desde el Virreinato de Nueva España. En 1549, bajo la autoridad del
dominico fray Luis de Cáncer, los misioneros intentaron establecerse en la costa noroeste de la península,
con trágicos resultados a causa del ataque de los indígenas (Arenas Frutos, 1992: 14-16).
138
“Dimensiones discursivas del… Malena López Palmero
“por todas partes se extendía un nuevo espíritu militante. Ginebra se preparaba para la
batalla con sus imprentas y sus pastores. Roma, mientras formulaba de nuevo sus dogmas
en el Concilio de Trento, se preparaba para la batalla con sus jesuitas, su Inquisición y su
Índice” (Elliott, 1969: 241).
4
Esto mismo fue expresado por René de Laudonnière, quien viajó con Ribault de regreso a Francia en
busca de refuerzos para Charlesfort: “A nuestra llegada a Dieppe, que fue el día veinte de julio de mil
quinientos sesenta y dos, nos encontramos con las guerras civiles, que, en parte, fueron la causa de que
los franceses no fueran socorridos, tal como les había prometido el capitán Ribault…” (Laudonnière,
1991 [1586]: 124).
139
“Dimensiones discursivas del… Malena López Palmero
Tensiones transatlánticas
Las rivalidades entre España y Francia no se inscribían dentro del marco de una
guerra declarada, sino que se expresaron en confrontaciones indirectas, tanto en suelo
francés (fundamentalmente a través del apoyo de España a los católicos de la Casa de
Guisa en su lucha contra los hugonotes) como así también del otro lado del Atlántico.
Jean Ribault, durante el primer viaje a Florida, evitó navegar por las Antillas como así
también atravesar el estrecho de las Bahamas, “lo que habría ocasionado innumerables
conflictos, desasosiegos o confusiones y la ruina completa de nuestra laudable empresa”
(Ribault, 1991 [1563]: 36). René Laudonnière, por su parte, también recalcó que la flota
de Ribault navegó “durante dos meses sin seguir en modo alguno la ruta acostumbrada
por los españoles” (Laudonnière, 1991 [1586]: 92). Según el capitán francés, los
españoles “podían finalmente enterarse en el momento de llegar a nuestro destino”
(Ribault, 1991 [1563]: 36), lo que equivale a admitir la necesidad de arribar a Florida
sin que esto fuese conocido por los españoles y así prevenir un enfrentamiento seguro.
A pesar de los recaudos de los franceses, el plan de ocupación de Florida fue
descubierto por los informantes españoles. En una carta fechada el 14 de junio de 1562,
el cardenal Antonio Perrenot de Granvella le informó al Felipe II que
140
“Dimensiones discursivas del… Malena López Palmero
“Ocho navíos se han armado los días pasados en la costa de Normandía. No se puede
descubrir el porqué, mas de que los que allá están avisan que, según el aderezo que llevan
y lo que se puede sacar de los mismos que han de navegar, van a la Florida y no hay
remedio de estorbarlo” (Real Academia de la Historia, 1951: 128).5
5
Cabe aclarar que esta escueta mención forma parte de una larga serie de informaciones sobre las fuerzas
hugonotas contenidas en la carta.
6
La primera estuvo a cargo de don Tristán de Luna y Arellano (entre 1559-1561), quien fundó Santa
María de Filipino en la bahía de Pensacola, pero con desastrosos resultados que imposibilitaron la
exploración de la costa atlántica con el propósito de ocupar, como le había sido ordenado por cédula real,
Santa Helena. Luna y Arellano fue relevado en enero de 1561 por Ángel de Villafañe, quien apenas pudo
alcanzar la denominada punta de Santa Helena pero, con su flota azotada por un huracán, debió regresar a
Santo Domingo sin haber podido fundar un asentamiento. A mediados de 1561 Villafañe ordenó evacuar
Santa María de Filipinos, abandonando así el primer asentamiento español en Florida (Morales Folguera,
1985: 63).
7
“Descripción de la costa de la Florida”, Archivo General de Indias (en adelante AGI), Patronato 19, R.
12., fol. 1-v.)
8
Ibíd., AGI, Patronato 19, R. 12: 1-r.
9
“Real Cédula al general Pedro Menéndez de Avilés, gobernador de la provincia de la Florida…”, AGI,
Patronato, 19, R. 18, fol. 1-r.
10
El rey mandó que “levanten mill quinientos hombres que han de yr a la Florida”, con la “paga a la
dicha gente, el día que se les tomare la muestra y presupone montará mil cien ducados”. “Real Cédula a
los oficiales reales de la Casa de Contratación de Sevilla…” (27-09-1565), AGI, Patronato, 19, R. 18, fol.
1-r. Para más detalles sobre la composición completa y procedencia de la flota de Menéndez de Avilés
ver Solís de Merás, G. (1565).
141
“Dimensiones discursivas del… Malena López Palmero
Los ataques perpetrados por los españoles en Florida tuvieron una enorme
resonancia en la Europa de su tiempo, ya que se trataron de verdaderas masacres.
Fueron estos episodios los que determinaron el fracaso del experimento colonial
hugonote en América, al tiempo que insumo fundamental para la construcción de un
discurso antiespañol que abonaría la denominada Leyenda Negra. No obstante, para los
españoles, la matanza de los franceses en Florida era consecuencia directa de un plan
militar, debidamente justificado por razones políticas y religiosas. Los contrapuntos
entre la lectura moral de las víctimas francesas y la interpretación militar de los
españoles se expresan en los testimonios de las contrapartes.
En primer lugar, se evidencia el mandato que los españoles debían ejecutar, esto
es, exterminar a los franceses “luteranos” que se hallasen en Florida. Así lo demuestran
las cartas de Pedro Menéndez de Avilés al rey Felipe II. El 5 de septiembre la nao
capitana de Menéndez de Avilés llegó hasta la desembocadura del río de Mayo, donde
anclaban cuatro naves francesas, y éste mandó a preguntar:
“qué naos éramos nosotros, y qué General traíamos? Respondióseles, que Pedro
Menéndez, que iba por mandato de V. M. a esta costa y tierra, a quemar y ahorcar a los
franceses luteranos que hallase en ella, y que por la mañana iría a abordar con sus navíos
para saber si era desta gente, porque siéndola, no podría de no ejecutar la justicia en ellos,
que V. M. mandaba” (Menéndez de Avilés, 1943 [1565]: 51).11
Los mencionados barcos franceses formaban parte de una flota recién llegada de
Francia al mando de Jean Ribault con el objetivo de reforzar el asentamiento de Fort
Carolina.12 Ante el inesperado arribo de los españoles en pie de guerra, Ribault ordenó
levar anclas y los cuatro barcos huyeron a mar abierto sin que pudieran ser alcanzados
por Menéndez de Avilés, aunque pocos días más tarde fueron destrozados por un
11
Carta fechada en Florida el 11-09-1595 (49-55).
12
Con 7 barcos y 600 hombres (entre marineros, soldados y colonos, incluyendo mujeres y niños), Jean
Ribault partió a fines de junio de 1565 y el 28 de agosto, tres de sus naves de menor calado navegaron el
río Mayo hasta el Fuerte Carolina, mientras que las otras cuatro más grandes quedaron ancladas en la
desembocadura. Una de éstas estaba al mando del hijo de Ribault, Jacques (Bennett, 1991: 33). La
sincronía de los viajes de Ribault y de Menéndez de Avilés es notable: el mismo día 28 de agosto de 1565
el primero alcanza Fort Carolina, mientras el segundo arriba al cabo que fundaría como San Agustín y
que constituyó el primer asentamiento español en Florida.
142
“Dimensiones discursivas del… Malena López Palmero
huracán que dejó más de trescientos náufragos en la costa, seis leguas al sur de San
Agustín (Menéndez de Avilés, 1943 [1565]: 57)13.
Mientras tanto, desde allí Menéndez de Avilés preparaba el ataque por tierra al
fuerte Carolina, informado por los nativos sobre su localización. El general tomó
ventaja del “furacán [sic] y tormenta muy grande” que había sorprendido a los
franceses, ya que le pareció que “ellos no podrían ser vueltos a su fuerte y que corrían
peligro de perderse”. De allí, pues, que decidió aprovechar que “su fuerte quedaría
flaco” e “irle a cometer” (Menéndez de Avilés, 1943 [1565]: 55). Tras un viaje de dos
días por “pantanos y desiertos” y al mando de 800 hombres, 14 en la madrugada del 20
de septiembre Menéndez de Avilés tomó por sorpresa al fuerte Carolina.
Laudonnière relató parcialmente el episodio del asalto del fuerte, haciendo una
breve alusión al modo en que los españoles ingresaron -simultáneamente por varios
flancos- y a los “heridos o muertos” que iban dejando a su paso (Laudonnière, 1991
[1586]: 232). Más interesado por destacar su habilidad o valentía, el capitán francés
expresó que
“me atacaron con sus lanzas, aunque paré los golpes con la guarda de mi espada. Pero al
ver que no podía resistir ante tal número, que la plaza ya estaba tomada y que sus
banderas ya ondeaban sobre las murallas (…) pude escapar por la brecha del flanco oeste
(…) y me introduje en la espesura” (Laudonnière, 1991 [1586]: 233).
El general español, por el contrario, hizo énfasis en el saldo del ataque: “sin morir
hombre ni ser descalabrado sino uno, que está bueno, ganamos la fuerza con todo lo que
dentro tenía. Degolláronse 132 hombres y otro día otros 10 que fueron presos en el
monte” (Menéndez de Avilés, 1943 [1565]: 56). A continuación, dedicó apenas un poco
más de tinta a sus esfuerzos en capturar a los fugitivos que habían escapado “a nado y al
monte en dos bateles de tres navíos que tenían delante del fuerte, hasta 50 o 60
personas” (Menéndez de Avilés, 1943 [1565]: 56)15:
“Yo he despachado hagan las diligencias posibles por los tomar y que hagan dellos
justicia. Halláronse entre mujeres, criaturas y muchachos, de 15 años abajo, hasta 50
personas, que es grandísima la pena que tengo verlos en compañía de mi gente por su
mala seta, y temí que Nuestro Señor me castigara si usara con ellos de crueldad, que los
ocho o diez muchachos han nacido acá” (Menéndez de Avilés, 1943 [1565]: 56).
13
Carta fechada en San Agustín el 15-10-1565.
14
El éxito de la travesía se debió a los dos guías nativos que iban con la tropa, compuesta por “500
hombres, los 300 arcabuceros y los demás piqueros y rodeleros, aunque destos pocos” (Menéndez de
Avilés, 1943 [1565]: 55).
15
Una de las tres embarcaciones que logró escapar era La Perla, cuyo capitán era Jacques Ribault.
143
“Dimensiones discursivas del… Malena López Palmero
Pero acaso el relato más difundido sobre las atrocidades españolas en Florida fue
el del carpintero Nicolas Le Challeux, publicado en Dieppe en mayo de 1566, en el cual
expresaba que los atacantes de Fort Carolina “parecían batirse a ver quién degollaba a
más hombres, tanto sanos como enfermos, mujeres y niños, de manera que no es posible
pensar en una matanza mayor que se le pueda igualar en crueldad y barbarie” (Le
Challeux, 1991 [1566]: 277).
La matanza de niños, aducida por Le Challeux, bien podría ser equiparada a la
imagen de la muerte de los santos inocentes. Otros pasajes de su texto se corresponden
con la fórmula de representación del martirio, categoría propuesta por José Emilio
Burucúa y Nicolás Kwiatkowski para el análisis de representaciones de masacres de
protestantes franceses, como la de Vassy o la más conocida de San Bartolomé, de
agosto de 1572. Estos autores sugieren que habría existido un “complejo martiriológico
específicamente protestante francés, una de las bases de la identidad hugonote”
(Burucúa y Kwiatkowski, 2014: 110). En el caso de Le Challeux, la fórmula adquiere
completa vigencia, por cuanto al dirigirse a la Providencia, expresa:
“haz que, sintiendo el efecto de tu gracia, así como la confianza en tus promesas que
albergo en mi corazón, ésta no me sea arrancada por la crueldad de estas bestias furiosas
y salvajes, por un lado, ni por tus enemigos y los nuestros, por el otro, quienes nos
16
Estos sobrevivientes habrían sido posteriormente trasladados a Cuba.
144
“Dimensiones discursivas del… Malena López Palmero
persiguen más por la memoria de tu nombre, que es invocado por nosotros, que por otra
cosa” (Le Challeux, 1991 [1566]: 278).
Más adelante, mientras relata el penoso periplo de los sobrevivientes del fuerte
hasta la desembocadura del río Mayo con la esperanza de ser socorridos, Le Challeux
alude al único conforto que tenían, que era la convicción de morir por la fe. De allí que
los desesperados fugitivos se dirigieran a Dios en los siguientes términos: “Si hemos de
morir, nosotros declaramos ahora ante tu Majestad que queremos morir por Ti, y si
vivimos será para contar tus maravillas en medio del pueblo de tus servidores” (Le
Challeux, 1991 [1566]: 283).
Con la sangrienta toma del fuerte Carolina, devenido en Fuerte San Mateo tras la
toma de los españoles, no concluyó la empresa de Menéndez de Avilés, sino que por el
contrario se concretó con otros dos trágicos episodios ocurridos en Matanzas. Habiendo
sido informado por los nativos de la presencia de los náufragos franceses al sur de San
Agustín, se dirigió allí con 50 hombres. Tras el encuentro, según palabras de Menéndez
de Avilés, los franceses pidieron
“que les diese pasaje seguro para ir a su fuerte, pues no tenían guerra con españoles.
Respondíles que su fuerte que lo habíamos tomado y degollado a los que en él estaban,
por lo haber hecho allí sin licencia de V. M. y porque sembraban su mala seta luterana en
estas provincias” (Menéndez de Avilés, 1943 [1565]: 57).17
El segundo episodio de Matanzas fue el que terminó con la vida de Jean Ribault y
su compañía, a decir de Menéndez de Avilés, de 200 soldados (Menéndez de Avilés,
1943 [1565]: 65). Este otro numeroso grupo de náufragos fue sorprendido a mediados
17
Este primer episodio de Matanzas no figura en las narrativas francesas, por lo que el relato del general
español consta como prueba única de los acontecimientos.
145
“Dimensiones discursivas del… Malena López Palmero
18
El término fue acuñado por el hispanista Julián Juderías en La Leyenda Negra, de 1912. Denunciando
“las distorsiones de los datos históricos cometidas por los enemigos de España”, el periodista español
rubricaba bajo Leyenda Negra a los discursos que sostenían “que España era la cuna de la ignorancia y el
fanatismo, un baldío intelectual incapaz de tomar su lugar como nación moderna” (Maltby, 1971: 3).
146
“Dimensiones discursivas del… Malena López Palmero
147
“Dimensiones discursivas del… Malena López Palmero
guisantes, aceptó algún cañón de bronce -como promesa de pago- y partió” (Le Moyne,
2015 [1591]: 22).
19
La avidez de Hakluyt por conocer y divulgar los relatos de viajes a la Florida y sus mapas expresaba
también la ansiedad de hombres influyentes de Inglaterra, como el propio Secretario de Estado Francis
Walsingham. Según el especialista inglés R. A. Skelton, “durante su estancia en París, en 1583-1583,
Hakluyt se dedicó a hacer inteligencia sobre América del Norte y sobre los proyectos franceses a
América, por interés de su Señor, Sir Francis Walsingham (Skelton, 1974:52).
148
“Dimensiones discursivas del… Malena López Palmero
como así también indispensables informaciones sobre los territorios conquistados y por
conquistar.
Hakluyt también colaboró de manera decisiva en la publicación de la “Narrativa”
de Jacques Le Moyne de Morgues, que fuera incluida en el segundo tomo de la
Americae de Theodore de Bry, de 1591. Tal como afirma Skelton, Hakluyt fue el editor
virtual de los dos primeros volúmenes de la colección de de Bry (Skelton, 1974: 50). La
red de contactos personales del geógrafo y clérigo inglés permitió que de Bry se hiciera
de las acuarelas elaboradas por Le Moyne, las cuales utilizó como modelo para sus
grabados.20 Estas imágenes mostraban una naturaleza de connotaciones edénicas y un
dominio colonial benigno, mientras que por otro lado, la “Narrativa” de Le Moyne
señalaba las dificultades por las que atravesó el asentamiento en Fuerte Carolina, tanto
por los conflictos desatados con los indígenas, como por las sediciones internas, la
carestía, y finalmente el atroz ataque de los españoles.
Las denuncias sobre el ataque de los españoles a la Florida, especialmente desde
la publicación de los testimonios de Laudonnière y de Le Moyne, fueron ampliamente
conocidas a fines del siglo XVI. Sus señalamientos sobre la brutalidad española
abonaban un discurso condenatorio que tenía como eje la célebre obra del fraile
Bartolomé de las Casas, Brevissima relación de la destrucción de las Indias (Sevilla,
1552), y cuyas traducciones al francés, inglés, alemán y latín, aparecieron en el norte de
Europa, imbuida de la efervescencia protestante.21 En 1598 apareció la versión de las
Casas ilustrada por de Bry, en la que la representación de las masacres ocupaba un lugar
central, apelando a fórmulas expresivas como la del martirio, la caza y el infierno
(Burucúa y Kwiatkowski, 2011), que a la sazón eran ampliamente reconocidas y
compartidas entre el público protestante y extrapolable tanto a la represión española en
los Países Bajos como al dominio cruel y corrupto de los españoles en América.
20
Jacques Le Moyne de Morgues vivió los últimos años de su vida en Londres, al amparo económico de
Sir Walter Ralegh (Oberg 2003, p. 20). Es probable que las acuarelas hayan sido pintadas por pedido del
comitente, por lo que la elipsis de veinte años entre los hechos y su representación opera de manera
importante en las distorsiones, los motivos elegidos, etc. Por su parte, Theodore de Bry había pasado una
estancia en Londres, en los años 1587-1588, trabajando en las 34 planchas de Funeral Procession of Sir
Philip Sidney (Wallerick, 2010: 36).
21
En 1578 apareció, en Amberes, la primera traducción al francés de la Brevísima Relación del Padre Las
Casas, a cargo de Jacques des Miggrode, bajo el título de Tyrannies et cruautez des Espagnols, perpetrées
ès Indes Occidentales. La edición se proponía “servir como ejemplo y advertencia a las diecisiete
provincias de los Países Bajos”. En 1582 se publicó en Ginebra una segunda edición francesa del texto
lascasiano, y al año siguiente apareció en Londres la primera edición inglesa bajo el título de The Spanish
Colonie, or Brief Chronicle of the Acts and gestes of the Spaniardes in the West Indies, called the newe
World.
149
“Dimensiones discursivas del… Malena López Palmero
Los ingleses se interesaron, pues, por conocer y difundir los sucesos de Florida
para denunciar, ciertamente, la barbarie española, pero también para formular su propio
programa de colonización de América. Los relatos de ultramar de los franceses, a los
que poco más tarde se sumaría la “Narrativa” de Jacques Le Moyne de Morgues
ilustrada por Theodore de Bry, fueron insumos fundamentales en la construcción de la
identidad protestante, en la que la fórmula del martirio resultó fecunda tanto para elevar
espiritualmente su causa, como para promover el proyecto de una colonización
alternativa y superadora del modelo español.
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150
“Dimensiones discursivas del… Malena López Palmero
151
MAGALLÁNICA, Revista de Historia Moderna: 2 / 4 (Varia)
Enero-Junio 2016, ISSN 2422-779X
Recibido: 05/03/2016
Aceptado: 27/06/2016
RESUMEN
ABSTRACT
During the reign of Queen Isabel, women patronage activities were promoted by the
sovereign, who was looking to magnify the ecclesiastical patrimony related to her
religious beliefs. The Queen's capacity to act from and with a women entourage that
she controls is presented as one of the possible keys for her talent to exercise royal
power. Partly thanks to her companion, Isabel always remains as a public entity. In this
paper we will address the case of Maria de Avila, a noble woman connected to the
cultured environment of the queen, analyzing their socio-cultural intervention spaces
and their families' resources used for such purposes.
“María de Ávila… Cecilia Lagunas - Gonzalo Granara
Cecilia Lagunas es Doctora en Historia (UNLu); Profesora Titular Ordinaria del área
Medieval y Moderna; Profesora Extraordinaria Emérita (UNLu); Directora de la
Maestría y Especialización en Estudios de las Mujeres y de Género (UNLu). Correo
electrónico:cecilialagunas@gmail.com
153
“María de Ávila… Cecilia Lagunas - Gonzalo Granara
Introducción
154
“María de Ávila… Cecilia Lagunas - Gonzalo Granara
1
La bibliografía feminista, se nutre de títulos claves, entre ellos: (STAFORD, 1983; SMITH, 1995; RUIZ
DOMENEC, 1999; COSANDEY, 2000; CARDINI, 2003; CAMPBELL ORR, 2004; CRAVERI,
2005/06; LÓPEZ-CORDÓN & FRANCO RUBIO, 2005; BENNASSAR, 2006/07)
155
“María de Ávila… Cecilia Lagunas - Gonzalo Granara
colocaba decidiendo sobre el patrimonio familiar y el destino de sus miembros y por fin,
el de ellas mismas.
2
Para este trabajo se utilizó el Primer Tomo de la colección documental realizada por: (LUIS LÓPEZ &
SOBRINO CHOMÓN, 1997).
3
En 1444, en ocasión de la venta de heredades y prados, actúa Elvira López, como viuda de Pero López,
en: (LÓPEZ, 1997: 7) No se la menciona como madre de Inés, aunque nada indica que no lo fuera, más
bien pensamos que el protagonismo social que adquiere esta familia, por María, oscureció la ascendencia
materna y solo se mencionará al padre, Pero López.
4
Daremos un ejemplo: “Sepan quantos esta carta vieren conmo Yo Miguel sanchez, , fijo de Domingo
Muñoz Carranchon, vezino de Muño Grande, aldea de la cibdat de Avila, otorgo e conozco que vendo a
vos Pero López e Ferrando Diaz traperos, vezynos de la dicha cibdat, un solar de casa que yo he en la
dicha Muñogrande, que ha por linderos(...) E mas vendo a vos dos aranzadas de prados que son en
156
“María de Ávila… Cecilia Lagunas - Gonzalo Granara
también casas en las aldeas en tierras de Ávila; política de gestión que llevó durante casi
20 años -entre 1420/1445- sobre todo en tierras de Muñogrande.5
En su accionar cuenta con criados, hombres formados en leyes, que operan con
los bienes a comprar y ocupar.6 Pero López y su mujer, concertaron matrimonios
ventajosos en la cuarta década del siglo XV para su hijas Sancha y la citada, Inés. La
primera de las hijas, casó con Ximen Muñoz, regidor de Ávila y la segunda hija casó
(c.1440/42) con Gil de Ávila. De esta unión nacería el actor histórico que nos compete:
María Dávila (1441-1442-1443).7
La promoción social de esta familia en el medio abulense se evidenció en el
privilegio de ser sepultados en la iglesia, fundar capilla y tener derecho a un símbolo
heráldico, esto último fue un privilegio de María. Sancha de Zabarcos, hija de Pero
López, al morir en 1482, ordena en su testamento donde debía ser enterrada:
“E mando que quando a dios nuestro señor plugiere de me llevar desta presente vida que
mi cuerpo sea enterrado en el monasterio de Santo Domingo que ha de fazer doña María
de Avila, mujer del tesorero Ferrand Núñez, defunto que santa gloria aya. Et si a dios
ploguiere de me llevar antes que el dicho monasterio se faga, que entre tanto mi cuerpo
sea sepultado en ele monesterio de San Francisco de Avila en la capilla del dicho mi
señorpadre…” (LUIS LÓPEZ & SOBRINO CHOMÓN, 1997: 27)
El estado social de esta mujer hizo posible su presencia en la Corte: “tubieron los reyes
católicos particular amor a la donna Maria Dávila”.8 La documentación atestigua trato
con los monarcas, a través de sus criados -tesoreros, coperos, etc.- en las compras y/o
cambios de propiedades9, o en la recepción de tercias reales.
termino de la dicha Muñogrande que son en termino de la dicha Muñogrande (...) E mas vos vendo a vos,
los dichos Pero López e Ferrando Diaz, veynte obradas de tierra de la heredad que yo he en la dicha
Muñogrande(...) e vos vendo por razon de mill e doscientos maravedíes..”, Ávila, 1423, en (LUIS LÓPEZ
& SOBRINO CHOMÓN, 1997: 35)
5
Otros lugares donde compran es en Ávila y en aldeas de la tierra de Ávila: Orihuelos, Muñoserrecín,
Villalba del Arcor, Fontiveros, Valseca, Herites.
6
Documento 20: se menciona a “Fernando, su criado, estudiante en Leyes para que en su nombre pudiera
tomar posesión y tenencia de una heredad que había comprado el mismo Pedro López a Sancho Núñez en
Muño Grande”, 1433, en: (LUIS LÓPEZ & SOBRINO CHOMÓN, 1997: 58)
7
En el testamento de Sancha de Zabarca (1482), puede verse explicitado el vinculo de sangre de María:
“Sepan quantos esta carta de testamento vieren commo yo Sancha de Zabarcos, mujer que fuy de Ximén
Muñoz…fija de Pero López de Ávila…e dexo por mis testamentarios e executores deste mi dicho
testamento a Ynés de Zabarcos mi señora hermana, mujer que fue de Gil de Avila e a la dicha doña
María, para que amas juntas cumplan este dicho mi testamento et las mandas en el contenidas”. (LUIS
LÓPEZ & SOBRINO CHOMÓN, 1997: 30).
Inés tendría unos 16 años cuando casó con Don Gil, enviuda probablemente en 1459; la documentación
da cuenta por esos años que es viuda y tutora de su hija María, por entonces de una edad que oscilaba,
según nuestras estimaciones, entre los 16 a 18 años.
8
Libro de la Fundación del Convento de Santa María de Jesús. Archivo del Convento de Santa María de
Jesús. Avila, sin fecha.
9
Ver documentación probatoria de los movimientos con los bienes, realizados por los dos maridos y por
ella misma con propiedades en diferentes lugares de Ávila, (LUIS LÓPEZ & SOBRINO CHOMÓN,
1997)
157
“María de Ávila… Cecilia Lagunas - Gonzalo Granara
Vivió conforme su estado, en una casa fortaleza en Ávila, aunque se sabe que
poseía una casa fortaleza en Las Gordillas, donde fundaría un monasterio. Una vez
viuda, tanto del primero como de su segu0ndo marido gestionó, procuradores de por
medio -generalmente miembros de su familia materna (LUIS LÓPEZ & SOBRINO
CHOMÓN, 1997: 229-230) o servidores fieles- los bienes matrimoniales o gananciales
y los propios, y ejecutó las mandas testamentarias de su madre (1468) (LUIS LÓPEZ &
SOBRINO CHOMÓN, 1997: 78), y por supuesto de sus dos maridos difuntos (LUIS
LÓPEZ & SOBRINO CHOMÓN, 1997: 115).
Los documentos la muestran en un rol activo: comprando, vendiendo o
permutando propiedades con la intención de concentrar tierras de labranza, dehesas o
pastos, porque probablemente tuviera ganados, y también hay referencias a que poseía
una pesquería y molinos. Se ocupó de los censos debidos, se hizo cargo de las deudas
dejadas por sus maridos, y en ocasiones son fuertes sumas las manejadas que llegan
hasta 4 millones de maravedíes10.
El caso particular de María Dávila da cuenta del ascenso y consolidación de los
grupos llamados intermedios o oligarquías urbanas como término más frecuente, en el
periodo que se extiende desde fines del siglo XIV y el largo siglo XV, que llevaría a
estos sectores, heterogéneos en cuanto a su origen y fortunas, a tener papeles
significativos en el esquema de poder de los Reyes Católicos, y que los acerco mediante
una red de relaciones a vinculase, con las noblezas locales e incluso con la alta nobleza
o Grandes.
Este fue el caso de la familia abulense que analizamos. Nacida en la burguesía
pañera, consolidó un patrimonio territorial importante, sus individuos gozaron de
ventajas sociales al emparentarse mediante alianzas matrimoniales con grupos
nobiliarios locales, en las ramas secundarias, pero con capacidad de actuar en un
espacio ampliado -el reino- como lo vimos con el primer marido de María, Tesorero de
los Reyes Católicos y con el segundo, conde de Acuña, que la llevaría al Virreinato de
Sicilia, donde María desplegaría acciones con la Iglesia palermitana. 11
Entonces, las sucesivas viudedades de esta mujer, lejos de amilanarla, le
permitieron moverse en el entramado social con una capacidad producto de la fortuna
10
“Los RC venden la dehesa de Las Gordillas a su tesorero Fernando Núñez Arnalte por 4.000.000
mvs.”, en: (LUIS LÓPEZ & SOBRINO CHOMÓN, 1997: 11).
11
La historiografía actual sostiene que el reinado de los monarcas católicos se caracterizó “por el
enriquecimiento de la pequeña y mediana nobleza que estaba a su servicio” que tenía una radicación
local, con fluidas alianzas y contactos de diferente naturaleza con los sectores urbanos. (GERBET, 1994)
158
“María de Ávila… Cecilia Lagunas - Gonzalo Granara
Podríamos decir, que una razón del empoderamiento de María y de otras mujeres
viudas como ella se apoyó en un régimen jurídico que permitió a la mujer acceder a
bienes patrimoniales, gananciales y disponer de ellos (LAGUNAS, 2010). Lo notable es
que María no tuvo hijos a quién trasmitir patrimonio, sin embargo manejo con gran
sagacidad los derechos de los colaterales a reclamar parte de ellos, como fue el caso de
poner fin a los reclamos de la hija bastarda de Fernando de Acuña, Isabel, su marido,
legando una suma importantísima al monasterio donde esta profesaba, poniendo fin a
los reclamos sucesorios, acciones como ésta, hay muchísimas relatadas en los
documentos. (LUIS LÓPEZ & SOBRINO CHOMÓN, 1997: 200).
¿Cuál fue el soporte que contuvo emocionalmente las acciones de estas mujeres
viudas -nobles o de las riquísimas oligarquías urbanas- con tal capacidad económica?;
sus relaciones con la Iglesia, obro a nuestro entender, de soporte emocional. Las
relaciones que necesariamente deben entablar con las jerarquías eclesiásticas locales
estas mujeres de rango social destacado, les era necesario si aspiraban a tener y/o llevar
una vida social activa, al menos al final de sus días -tuvieran o no hijos -. El ingreso a
un monasterio o convento urbano, que ellas mismas fundaban, les facilitó gestionar la
fortuna que poseían -previamente donada al lugar que elegían para pasar los últimos
días de sus vidas- generar vínculos sociales y afectivos con otras mujeres que en su
misma condición, poblaban estas casas religiosa. 12
El espacio religioso 13, tuvo un valor muy singular para estas mujeres, en las
condiciones narradas, permitió el desarrollo de la espiritualidad y la devoción en ellas,
acciones llevadas adelante mediante la caridad, el cuidado de los institutos fundados,
enseñar los modelos de conducta valiosos socialmente, la castidad o casarse. La Iglesia
le ofreció un lugar para vivir y se convirtió (CABALLERO ESCAMILLA, 2010) de
12
Fundó el Monasterio de S. Tomás de Ávila y el de S. María de Jesús.
13
La bibliografía sobre la devoción a fines de este período es inmensa, se puede ver (AAVV., 1994)
159
“María de Ávila… Cecilia Lagunas - Gonzalo Granara
alguna manera en un espacio de contención emocional, por los vínculos, que si bien
pautados, se establecieron en la convivencia monacal. 14
Los grupos sociales empoderados depositaban en las mujeres de sus casas, las
políticas culturales que debían llevarse adelante con las instituciones eclesiásticas y,
además, en el ejercicio de estas funciones se permitió a las mujeres ocupar un nodo
central en las redes y tráficos de influencias que se gestaron entre la sociedad laica, la
iglesia y el poder central, así como ser artífices de los patrones culturales dentro de las
casas conventuales o monásticas. 15
Por último, diremos que María estuvo vinculada al círculo próximo a la reina
Isabel. Desde allí se emprendieron actividades políticas de promoción religiosa que
ligaron sus creaciones, y por consiguiente su memoria personal, a la memoria perpetua
de los Reyes Católicos. Mediante esta acción se visibilizaron a perpetuidad, también, su
vínculo de servicio y amistad con la monarquía (GRAÑA CID, 2014: 63), que se
mostró cuando María acompaño a su segundo marido, D. Fernando de Acuña, a Sicilia.
Según estas historiadoras, una de las principales funciones de las damas de la
Reina era representar a la corona. El segundo, que la condición nobiliaria y capacidad
económica de estas mujeres fueron en buena medida favorecidas por la Reina,
constituyendo una acción de promoción y exaltación femenina, a la par que la de la
Reina, en tanto fortalecían las acciones del monarca.
En tiempos de Isabel La Católica la capacidad de las mujeres del círculo real
dispuso de mayor posibilidad de maniobra, creación e incidencia social, quizás también
porque la disponibilidad económica y el empoderamiento de las mismas fueron también
mayores- por los patrimonios y apellidos que ostentaban las mismas -, de esta manera la
actividad de promoción religiosa constituyó para las mujeres de la época una forma de
ejercer la política de manera activa.
Política de lo simbólico, la memoria y proyección sobre el medio social, que
fortalecía a la vez la proyección socio-cultural de la reina. Tal es el ejemplo de María de
14
He estudiado mujeres viudas de noblezas locales leonesas en el siglo XII y XIII, en (LAGUNAS,
1998a). Ver también, Dossier titulado “Sobrevivir al cónyuge, viudas y viudedad en la “España moderna”
coordinado por BIRRIEL SALCEDO, M., en Chronica Nova, Granada, v.34, año 2008.
15
He estudiado esta dominación cultural al interior del monasterio de las Huelgas de Burgos,
(LAGUNAS, 1998b). Ver también: (MARTIN, 2011). Un caso paradigmático de este vínculo espiritual
de las mujeres nobles con la iglesia es el caso de la Condesa Matilde de Canossa y el Papado, ver
(FUMAGALI, 1998) El papel político jugado por esta mujer a favor del Papado en el conflicto de éste
con el Imperio, se tradujo en una imaginería que la iglesia manejó con fuerza simbólica en su provecho y
que ocultó de alguna forma, el poder concreto que esta mujer medieval impuso en su condado. Falta aun
estudiar, la vida de María en los conventos por ella inaugurados.
160
“María de Ávila… Cecilia Lagunas - Gonzalo Granara
Ávila, cuya figura femenina y ejercicio del poder se expone con mayor nitidez a partir
de las situaciones de viudez que afrontó.
Como vimos en el trascurso de este trabajo su autonomía se manifestó mediante la
gestión económica: del patrimonio familiar y la acción política encarnada en las
actividades de promoción artística religiosa, no solo en su Ávila natal, si no en Sicilia,
en su calidad de esposa del virrey.
En el caso de su presencia en Sicilia, que estamos estudiando, podemos ver que el
patronazgo/mecenazgo ejercido por María con el medio religioso palermitano femenino
expresa tanto una forma de promoción artística de María Dávila, como la conservación
de la memoria de los miembros de su familia siendo esto a su vez un ejercicio efectivo
con afanes propagandísticos para la Corona que los impulsaba.
A efectos de ejemplificar el interés que esta dama depositó en expresar su
posición social, podemos observar que en La Caridad de Santa María de Jesús colocó
tres escudos sobre el portal de entrada: el suyo propio y de sus dos esposos. De esta
manera se presentaba como la esposa del tesorero de los Reyes Católicos y como la
Virreina de Sicilia.
M. A. Pérez Samper nos dice que un símbolo que ilustra la relación entre la figura
de la Reina como ejemplo para las mujeres nobles de su época es el culto a la virgen:
“las referencias a la virgen estaban emparentadas a la comparación entre María como
madre de Dios y la Reina como madre de su pueblo”. El nombre de las fundaciones de
María - Monasterio Santa María de Jesús y Capilla La Caridad de Santa María de Jesús-
expresan un claro interés por este culto específico dentro de la doctrina católica. (Pérez
Samper, 2005:)
Conclusión
161
“María de Ávila… Cecilia Lagunas - Gonzalo Granara
162
“María de Ávila… Cecilia Lagunas - Gonzalo Granara
Bibliografía
163
MAGALLÁNICA, Revista de Historia Moderna: 2 / 4 (Varia)
Enero-Junio 2016, ISSN 2422-779X
Recibido: 12/01/2016
Aceptado: 10/02/2016
RESUMEN
Este artículo pretende poner en evidencia las complejas relaciones que en el año
“estelar” de 1712 se establecieron entre la monarquía de España y Francia y los vínculos
que ambas monarquías borbónicas establecieron con el resto de las potencias europeas,
interesadas en impedir la formación de una Monarquía Universal encabezada por Luis
XIV. En este sentido, argumentamos que durante el transcurso de la Guerra de Sucesión
española Felipe V siempre estuvo condicionado por la voluntad de su abuelo, el rey
francés. Para demostrar este supuesto, nos centraremos en el estudio de la sociología de
la Corte, donde indagaremos la correspondencia que mantuvieron en 1712 ambos
soberanos entre sí y con otros nobles, y las complejas relaciones internacionales del
momento.
ABSTRACT
This article aims to highlight the complex relations between the Monarchy of Spain and
France, that took place in the "stellar" year of 1712. At the same time, the links that the
two Bourbon monarchies established with other European powers that were interested
in preventing the formation of a Universal Monarchy headed by Louis XIV. In this
sense, we argue that along the War of the Spanish Succession, Philip V was always
conditioned by the will of his grandfather, the French king. To prove this assumption,
we will focus on the study of the Court Sociology, to investigate the correspondence
“Sociología de Corte… José Manuel de Bernardo Ares
between both sovereigns and with other nobles in 1712, and the complex international
relations at the time.
KEY WORDS: War of the Spanish Succession; 1712; Philip V; Louis XIV;
International Relations; Court; Sociology.
165
“Sociología de Corte… José Manuel de Bernardo Ares
En el estudio de las cartas de 1712, escritas entre los reyes Luis XIV, Felipe V y
María Luisa Gabriela de Saboya, distinguimos dos partes: la una centrada en la
“sociología de Corte” y la otra en las “relaciones internacionales”, que tienen lugar en
aquel año estelar de la Guerra de Sucesión a la Corona Española.
En la primera parte se caracteriza el tipo de relación entre los reyes, se estudia la
significación política de la muerte de los duques de Borgoña y sus hijos y el nacimiento
del segundo hijo de los reyes de España; se da cuenta de las complejas intrigas
cortesanas del duque de Orléans (orleanismo); se destacan las implicaciones de la
pretendida soberanía de la princesa de los Ursinos; y se pondera la actuación de algunos
de los más relevantes cortesanos como fueron el duque de Vendôme, el gran Prieur y la
duquesa de Alba. 1
En la segunda parte, mucho más extensa y centrada en las relaciones
internacionales de España y Francia con los Aliados, en el contexto de la referida
Guerra de Sucesión, se abordan los frentes de guerra, la suspensión de armas y
armisticios y, sobre todo, las negociaciones en pro de la paz, cuyo logro más importante
fue la renuncia de los príncipes franceses a la corona de España y la de los reyes de
España a la corona francesa, evitando con ello la consolidación institucional de una
monarquía universal, tal y como Luis XIV había logrado entre 1705 y 1709, siendo
Amelot embajador en España. En el marco de esas relaciones internacionales se alude
también al intento de reanudar las relaciones entre España y la Santa Sed, rotas en 1709
cuando el Papa reconoció al archiduque Carlos como rey católico de España. Se termina
esta segunda parte prestándole mucha atención a los territorios de Cataluña y de los
Países Bajos, dada su implicación en la nueva organización política de las sociedades
1
A la princesa de los Ursinos y al duque de Vendôme se les concedió el título de “alteza”, in
(BOISLISLE, 1911: 24-25 y 412-413). Sobre Vendôme, (SOULIÉ & DUSSIEUX, 1858: 165-174)
166
“Sociología de Corte… José Manuel de Bernardo Ares
con el reforzamiento del poder real frente a los privilegios y derechos de los reinos, que
constituían la monarquía hispánica (BARRAL, 1880:86-98).
La relación postal entre los tres reyes –Luis XIV, Felipe V y María Luisa
Gabriela- la podríamos calificar genéricamente de muy respetuosa –se tratan siempre de
“Majestad”- y cordial. En la de María Luisa hacia Luis está siempre presente la lisonja,
tal y como se manifiesta en esta carta de 2 de enero de 1712:
“Croyez, je vous supplie, que personne ne vous désire plus de satisfaction que moi et que
la plus grande que nous aurons, le roi et moi, sera si nous pouvons penser d’avoir
contribué en quelque chose à la vôtre, ne souhaitant rien si ardemment,…” (ML 02-01-
12) (PEREY, 1905).
167
“Sociología de Corte… José Manuel de Bernardo Ares
2
Sobre el particular escriben MURET, Pierre y SAGNAT, Philippe: “Declarada o secreta,
existe a partir del precedente de 1713, para casi todas las familias principescas (…), una
diplomacia dinástica cuyas combinaciones e intrigas hacen sentir su influencia constantemente
en el juego de la diplomacia oficial” (1944:15).
3
Carta del duque de Borgoña a Felipe V del 8 de febrero de 1712, en: (BAUDRILLART &
LECESTRE, 1916: 141-142; SOULIÉ & DUSSIEUX, 1858: 83-87).
168
“Sociología de Corte… José Manuel de Bernardo Ares
No acabaron aquí las desgracias. Al poco tiempo de morir sus padres, los duques
de Borgoña, muere el primer hijo de éstos el día 8 de marzo de 1712, quedando como
delfín su hermano, el duque de Anjou (LM 11-03-12). Felipe lamenta la muerte del
sobrino, el primer delfín y se alegra de la recuperación del duque de Anjou, el actual
delfín, porque los éxitos y las desgracias afectaban por igual a ambos países. “…et pour
le bien des deux monarchies dont les bonheurs et les disgrâces doivent être entièrement
communs…” (FL 22-03-12).
169
“Sociología de Corte… José Manuel de Bernardo Ares
El orleanismo
170
“Sociología de Corte… José Manuel de Bernardo Ares
grande conséquence et pour Votre Majesté et pour moi…” (FL 13-6-12, b; y FL 27-06-
12) (BAUDRILLART,1890: 471-472; BOISLISLE, 1910: 60-61, 282 y 416).
Una vez hechos los once interrogatorios al religioso cordelier, preso en la Bastilla,
Luis XIV se los remitió a su nieto para su conocimiento (LF 24-06-12 y LF 04-07-12),
dándole con ello una gran satisfacción (FL 07-07-12). Pero Felipe deseaba que se
interrogase a otras personas para esclarecer a fondo un asunto de tanta importancia para
él (FL 08-08-12).
171
“Sociología de Corte… José Manuel de Bernardo Ares
ello, Felipe V le agradece los esfuerzos que está haciendo ante Inglaterra por la princesa
de los Ursinos y por la devolución de Gibraltar (FL. 17-09-12), aunque
lamentablemente ninguno de estos dos asuntos se conseguirán en las ulteriores
negociaciones de Utrecht y de Rastadt.
Cortesanos relevantes
172
“Sociología de Corte… José Manuel de Bernardo Ares
La mayor parte de las cartas de Luis XIV y Felipe V se refieren a las cuestiones
internacionales de aquel año de 1712 en plena Guerra de Sucesión a la Corona española.
De ahí que las agrupemos para su plena comprensión en cuatro grandes apartados: el de
las negociaciones propiamente dichas sobre todo entre Francia e Inglaterra, los frentes
de guerra todavía vivos, los territorios afectados tanto por las negociaciones como por
los frentes (Portugal, Cataluña y Países Bajos) y la renuncia de Felipe V a la corona
francesa como el tema estelar de la paz o de la guerra para evitar la articulación de una
monarquía universal.
Pero antes de tratar de estos cuatro puntos básicos de la correspondencia real hay
dos cuestiones que han merecido la atención de los reyes: una fue la relación de España
con la Santa Sede y la otra las implicaciones del comercio transoceánico para España y
Francia.
Habida cuenta de la ruptura de relaciones existente entre la monarquía hispánica y
la Santa Sede desde 1709, Luis XIV le encomendó a su embajador en España, Bonnac,
que lograse por todos los medios posibles la reanudación de las relaciones de España
con la Santa Sede (LF 28-04-12). Felipe V, por su parte, accede gustoso a estos deseos
de su abuelo, siempre y cuando el Papa le pidiese disculpas por haberle otorgado al
Archiduque Carlos, a la sazón emperador de Alemania, el título de “Carlos III, rey
católico de España” (FL 17-05-12).
El comercio hispanoamericano, a través del cual llegaban masivamente las
remesas indianas de plata a Europa, era para Francia un negocio suculento con el que se
resarcía de los gastos que implicaban el mantenimiento de Felipe V como rey de
España. Por eso, Felipe V se alegra sobremanera con la llegada de dos barcos del señor
Ducasse a la Coruña el 25 de febrero de aquel año de 1712, porque estas descargas de
plata suponían un gran alivio económico para ambos países. La satisfacción de ambos
reyes era tal, que no dudaron en concederle la Orden del Toisón de Oro (FL 01-03-12 y
LF 11-3-12) (BOISLISLE, 1911: 18-20).
Tres meses después arribó al puerto de Nantes otro barco de las Indias con
500.000 escudos y Felipe V le ruega a su abuelo que le remitiera lo antes posible gran
173
“Sociología de Corte… José Manuel de Bernardo Ares
Pero Felipe V confiaba en que este pleno poder concedido a Luis XIV no
implicase un total desmembramiento de la monarquía hispánica, sobre todo en Italia; y,
desde luego, le preocupaban las exigentes demandas preliminares de los holandeses (FL
174
“Sociología de Corte… José Manuel de Bernardo Ares
14-02-12) (MONGENOT, 2013: 365 y 370).4 Aunque el abuelo le prometió al nieto que
defendería sus intereses en estas negociaciones de paz (LF 9-05-12), le previene que
muchas de las decisiones estarían muy condicionadas por las circunstancias bélicas y,
sobre todo, por las apremiantes exigencias de los Aliados (LF 16-05-12). De todas las
maneras, Felipe envió al marqués de Monteleón a Francia para que le explicase
detalladamente a Luis cuáles eran sus concretos intereses en estas negociaciones de paz
(FL 23-05-12) (SALAZAR Y ACHA, 2012: 173-174).
A través del embajador francés Bonnac, Luis XIV le envió las propuestas hechas
por Inglaterra, así como sus respuestas, disculpándose de que éstas no hubieran sido
previamente consultadas con Felipe; pero, sin embargo, espera su total aprobación (LF
24-06-12 y LF 08-08-12). De todo ello se alegra Felipe, pero lamenta que en estas
negociaciones no se tratase de la suspensión de armas en España, de que no se
admitiesen sus plenipotenciarios y, sobre todo, de que no se hablase de la devolución de
Gibraltar (FL 08-08-12).
Aquellas negociaciones entre Francia e Inglaterra, al margen de España, tiene que
ratificarlas Felipe V para que la paz sea posible. Pero Inglaterra sólo admite que Felipe
conserve tan sólo la península y las Indias, pero no está dispuesta a devolver Gibraltar y,
por supuesto, no permitirá que España haga valer sus derechos sobre las plazas italianas
de Toscana y Siena; tampoco se pronuncia sobre la concesión de un principado
soberano en favor de la princesa de los Ursinos y, desde luego, no hizo ninguna gestión
para que el Archiduque renuncie a sus derechos sobre España (FL 24-08-12, LF 05-09-
12, LF 19-09-12, FL 07-10-12 y LF 21-10-12). En cualquier caso, ambos países -
Inglaterra y España- intercambiarán sus respectivos embajadores para que, de alguna
manera, esa imprescindible paz sea firmada, al menos entre los dos países. Y para que
ello fuera posible, Inglaterra envió al conde de Lexington, lord Robert Sutton (1661-
1723), que llegó a España el día 17 de octubre de 1712, reconociendo a Felipe V como
rey de España (LF 22-08-12 y FL 25-10-12); y España encargó al marqués de
Monteleón, Isidro Casado de Acevedo y Rosales (1667-1739), de la firma de la paz en
Londres, nombrándole embajador el 19 de septiembre (LF 22-11-12 y LF 12-12-12).
(GUERRERO VILLAR, 2008: 430-444 y 480-486).5
4
Se habla de los plenos poderes a los tres plenipotenciarios españoles, pero que Luis XIV no
tiene en cuenta, porque quiere negociar en nombre de Felipe V.
5
El trabajo de Guerrero Villar remite a su Tesis doctoral, bajo la dirección del Dr. D. Pablo
FERNÁNDEZ ALBALADEJO.
175
“Sociología de Corte… José Manuel de Bernardo Ares
176
“Sociología de Corte… José Manuel de Bernardo Ares
prestar sus escuadras a Portugal y al Archiduque para transportar las tropas y efectos
que tenían en Cataluña. Y por el tratado del 7 de noviembre se suspendieron las armas
entre Francia y España de una parte y Portugal de otra (MORET, 1859: 271-273 y 282-
284).
Entre los territorios afectados por las referidas negociaciones, por los indicados
frentes de guerra y por los también comentados armisticios y suspensión de armas, los
reyes le prestaron especial atención a los Países Bajos, Portugal y Cataluña.
Países Bajos
De ahí que Felipe le conceda a Luis al mes siguiente una nueva patente de cesión
de los Países Bajos en favor del elector de Baviera (FL 14-02-12).
Pero como esta cesión de los Países Bajos no fue aceptada en principio por los
Aliados, y muy especialmente por Holanda, Luis XIV apoyó decididamente aquella
cesión en unas circunstancias muy difíciles (LF 05-09-12), lo que le agradece
inmensamente su nieto (FL 17-09-12).
Otra importante cuestión, que preocupaba a Felipe V, era la provisión de recursos
a las guardias valonas, que residían en territorio francés, pero que podían ser empleadas
en cualquier momento si el desarrollo de la guerra así lo exigía. Por eso le ruega
encarecidamente que su abuelo diese las órdenes pertinentes para que estas tropas
177
“Sociología de Corte… José Manuel de Bernardo Ares
estuviesen bien aprovisionadas, contando con la ayuda del elector de Baviera en caso de
ser necesario:
“je ne lui écris aujourd’hui que pour la prier de vouloir bien accorder le passage aux
recrues wallonnes dont les corps de cette nation, qui sont en ce pays-ci, ont un extrême
besoin. Vous jugerez aisément de quelle importance il est pour moi de mettre ces troupes
en bon état pour si la paix ne se fait pas avant le commencement de la campagne, ainsi
j’espère que vous voudrez bien me donner cette nouvelle marque de vos bontés comme je
vous en supplie instamment. Je vous prie aussi de vouloir bien faire parler sur cela à
l’électeur de Bavière, s’il en est besoin” (FL 04-02-12).
Portugal
6
Estas “ridículas pretensiones” se centraban en los problemas territoriales -las fronteras con
Extremadura y en América en torno a la discutida colonia de Sacramento- y en los comerciales
del comercio transoceánico.
178
“Sociología de Corte… José Manuel de Bernardo Ares
de cuatro meses de duración entre Francia y España de una parte y Portugal de otra,
comenzaría el 15 de noviembre de aquel año (SOULIÉ & DUSSIEUX, 1858: 263).
Cataluña
179
“Sociología de Corte… José Manuel de Bernardo Ares
inmediatamente a Felipe V por el conde d’Uzes (LECESTRE, 1916: 39).7 Ante esta
situación tan comprometida, Felipe le pide a su abuelo que, además de premiar al conde
d’Uzes por ser muy amigo del general difunto, lo sustituya lo antes posible, debido a la
campaña de Cataluña, por el mariscal de Villeroy (que está en la Corte) o por el
mariscal de Berwick (que está en el Languedoc); y, en caso de no ser posible, por uno
de estos dos tenientes generales: el marqués de Gassion o el conde d’Albergoti
(François Zénobie Philippe, 1654-1717) (FL 13-6-12, b) (SOULIÉ & DUSSIEUX,
1858: 174). Luis XIV lamentó profundamente la muerte del duque de Vendôme en una
coyuntura verdaderamente complicada (LF 20-06-12), pero le propone para sustituir al
duque de Vendôme al mariscal de Tessé, porque de los cuatro elegidos por Felipe,
descarta a los dos últimos (Gassion y d’Albergoti) por no ser generales y los dos
primeros están ya ocupados: Villeroy en la Corte y Berwick en el Languedoc. (LF 24-
06-12). Sin embargo, Felipe, habida cuenta de la buena situación en que se encuentran
las negociaciones de paz, consideró más acertado que no se enviase al mariscal de
Tessé, puesto que en Cataluña se estaba a la defensiva y era suficiente el mando del
príncipe de T’Serclaes. (FL 07-07-12) (SALAZAR Y ACHA, 2012: 239).
Gerona era un punto geoestratégico fundamental desde donde los ejércitos
hispano-franceses podían fácilmente extenderse por toda Cataluña, por eso Felipe le
ruega a Luis que ordene al conde de Fiennes que aprovisione la ciudad con convoyes de
víveres para que resista el asedio de los enemigos, y evitar de esta manera que cayese en
su poder (FL 10-09-12). Al mes siguiente el propio Felipe le pide que, antes de que
Fiennes socorriese a Gerona, debían de realizarse los dos movimientos militares
siguientes: 1) que el ejército del príncipe de T’Serclaes debía de atravesar el Segre y
acampar en Agramunt en torno al 20 de este mes de octubre, con el fin de evitar la
llegada de los refuerzos del conde de Starhemberg; y 2) que D. Francisco Gaetano, que
mandaba un pequeño ejército en Tortosa, hiciese también una diversión en el campo de
Tarragona (FL 07-10-12).
Felipe V tenía muy claro dos cuestiones básicas relacionadas con Cataluña: a) la
reducción por la fuerza de estos “rebeldes” y el subsiguiente perdón si procediese; y b)
el no restablecimiento de sus privilegios y fueros. Y para acabar la guerra sería bueno
que, contando con los ejércitos del Languedoc, se pudiese atacar Cataluña desde el
7
Testamento y restos mortales de Vendôme, en: (BOISLISLE, 1911: 458-460)
180
“Sociología de Corte… José Manuel de Bernardo Ares
Rosellón y Aragón simultáneamente para así poder llegar pronto a Barcelona. De ahí
que la conservación de Gerona fuera tan importante (FL 17-09-12). 8
Luis XIV recibió las dos cartas que le escribió Felipe V el día 3 y 17 de este mes
de septiembre; en esta última le explicaba Felipe las razones que tenía para no
restablecer los privilegios de los catalanes, razones que consideraba justas y que
aprobaba. Pero, sin embargo, le ruega que escuche a Bonnac, quien, si su salud se lo
permite, le informaría detalladamente sobre la cuestión catalana con el fin de que
utilizase la negociación y no la fuerza, porque se trataba de “súbditos”, aunque rebeldes
(LF 26-09-12). Felipe se alegró de que Luis aceptase las razones por las cuales no les
concedía a los catalanes el restablecimiento de sus privilegios. Pero si accedió a
concederles un nuevo perdón, aunque lo considera totalmente inútil (FL 07-10-12).
Como la conquista de Cataluña continuaba su proceso militar, Felipe siguió
informando a su abuelo de los diversos movimientos: El ejército de T’Serclaes atravesó
el Segre el día 18 de octubre para acampar en Agramunt. Esto inquietó mucho al conde
de Starhemberg, acampado cerca de Cervera, pero no envió ningún destacamento al
Ampurdán, lo que permitió al conde de Fiennes socorrer a Gerona. (FL 25-10-12). Estos
mismos aliados (enemigos) serían muy duros si lograban la conquista de Gerona, que
era lo más probable. De ahí que ordenó al marqués de Brancas que negociara con
Starhemberg la devolución de la plaza, arrasándola previamente (LF 14-11-12). Como
el conde de Fiennes se vió obligado a retirarse sin poder socorrer a Gerona y le pidió a
su abuelo que trasladara al Rosellón refuerzos que ayudaran a esta importante plaza. Él,
por su parte, estáaba dispuesto también a enviar un destacamento de refuerzo. La
conservación de Gerona era fundamental (FL 23-11-12).
Felipe, aunque había sido informado de que Luis había enviado al mariscal de
Berwick para someter a Gerona, se permitió hacerle la siguiente sugerencia: sería bueno
para sus intereses comunes echar a los alemanes de Cataluña. Para ello T’Serclaes
debiera adueñarse de Cervera con un ejército de 400 caballos y 10.000 hombres. Y
Gaetano, desde Valencia, debiera unirse a Berwick para facilitarle el socorro a Gerona y
adueñarse de Hostalrich. De esta manera, los enemigos quedarían reducidos a Cardona y
Barcelona, pudiendo separar a ambos ejércitos, estableciendo cuarteles en las montañas.
Para conseguir todo lo anterior sería bueno que una escuadra de algunos navíos se
situase en las costas de Cataluña. Además, en caso de que los holandeses aceptasen el
8
(R) en relación con Cataluña esta es una carta fundamental y durísima.
181
“Sociología de Corte… José Manuel de Bernardo Ares
9
Sobre el tema, también consultar: (GUERRERO VILLAR, 2008:444-451)
10
Se escribe en MURET, Pierre y SAGNAT, Philippe: “Las renuncias son para ellos (los
ingleses) una garantía necesaria de los desmembramientos y repartos con que se arregló la
sucesión de España. (…). El mantenimiento de Francia en sus fronteras de Ryswick y el reparto
de la mayor parte del imperio español entre Felipe V (España y las Indias) y el emperador (los
182
“Sociología de Corte… José Manuel de Bernardo Ares
Felipe V renunció a sus derechos sobre la corona de Francia en una reunión solemne de
las Cortes Españolas. Y éstas aprobaron el 9 de aquel mes y año aquella renuncia de
Felipe V a la corona francesa, pero dándole plena vigencia a la Ley Sálica para
obstaculizar legalmente la vuelta de los Habsburgos a la corona hispánica, pero no la de
los Saboya en el hipotético caso de que se extinguiese la sucesión borbónica. Por su
parte, los príncipes franceses renunciaron a su vez a la corona española. El duque de
Orléans lo hizo el día 19 y el duque de Berry el 24 de aquel mismo mes y año
(BOISLISLE, 1911: 122-127, 180-181, 322-327, 440-441, 516-524; SOULIÉ &
DUSSIEUX, 1858: 184, 261 y 266).
Así, pues, dada la importancia internacional de estas renuncias de Felipe V a una
de las dos coronas, fácilmente se comprende que fuera uno de los temas medulares
tratados por ambos reyes en su correspondencia. El propio Luis XIV no dudó
provocadoramente en recordarle a Felipe V el 11 de marzo de 1712 que tenía todo el
derecho a heredar la corona francesa ante la lamentables muertes, no ya de sus nietos
(duques de Borgoña y de Berry), sino de uno de sus bisnietos, y la poca edad de otro
(LF 11-3-12).
En el mes de abril Luis XIV le escribió a Felipe V tres cartas y éste una sola. En la
del día 9 el abuelo le comunica al nieto que había informado a su embajador en España,
Bonnac, de las serias dificultades por las que atravesaban las negociaciones de la paz.
Pero como aquellas dificultades consistían principalmente en la renuncia que Felipe
debía de hacer a una de las coronas, confiaba plenamente en que se pronunciaría más
pronto que tarde sobre el particular (LF 09-04-12, LF 18-04-12 y LF 28-04-12)
(MORET, 1859: 253-256). Dado que entre los Aliados Inglaterra se mostraba la más
exigente, Felipe V le escribe a su abuelo que, a cambio de una pronta renuncia a la
corona francesa, Inglaterra le debía de restablecer los territorios conquistados (Gibraltar,
Nápoles, Cerdeña, Milán y plazas de Toscana). En esta misma carta del día 22 muestra
su disconformidad con el informe de Torcy sobre los sucesores legítimos a la corona
española, que según el secretario de Estado francés eran: el rey de Portugal; el príncipe
casado con una de las hijas del rey de romanos muerto, José; o el duque de Saboya (FL
22-4-12).
En el mes de mayo las cuatro cartas que se intercambiaron ponen de manifiesto el
distinto criterio entre Inglaterra y Luis XIV que querían convertir a Felipe en rey de
183
“Sociología de Corte… José Manuel de Bernardo Ares
Francia de una parte y el propio Felipe de otra que no quería renunciar a la corona
española. Felipe le comunicó expresamente a Luis su renuncia a la corona francesa en
dos de sus cartas, remitidas los días 2 y 17 de mayo (FL 02-05-12 y FL 17-05-12). Pero
Luis XIV le insiste en todo lo contrario, proponiéndole la regencia de Francia mientras
viviese el débil y pequeño Delfín y, si éste muriese, en rey de Francia. Mientras tanto
debía de aceptar el cambio de la corona española y sus colonias, que pasarían al duque
de Saboya, por Sicilia y los estados de aquél (Saboya, Piamonte y Monferrato). Con
ello, Francia tendría un rey experto y un incremento considerable de tierras en el sureste
de Francia y sur de Italia (LF 18-05-12). Felipe, no sólo no acepta esta propuesta de
Inglaterra, totalmente apoyada y querida por Luis XIV, sino que le dice al abuelo que
esta solución perjudicaría muy seriamente a la propia Francia (FL 29-05-12).
Luis XIV lamenta profundamente esta decisión de Felipe V de no aceptar la
corona francesa, tal y como le hubiera gustado a Inglaterra; y le pide que, al menos,
redacte el acta que Inglaterra le pide (LF 13-06-12). A esto contesta Felipe que se
pueden hacer dos cosas: 1) Elaborar en España un proyecto de acta; o también 2) que
Bergeik con los ministros franceses presenten otro proyecto alternativo de acta. Y entre
los dos proyectos se elegiría el más conveniente (FL 27-06-12).
Inglaterra muestra su conformidad con la decisión de Felipe, exigiéndole a cambio
que se comprometa a respetar cuatro cuestiones básicas: 1) anulación de la cartas
patentes de 1700; 2) derecho de sucesión al trono de España en favor de la Casa de
Saboya en caso de no haber descendencia borbónica; 3) cesión de Sicilia al duque de
Saboya; y 4) ejecución del tratado de suspensión de armas firmado en París. Lo que
acepta Felipe V (FL 04-09-12), si bien matiza que su derecho a la corona de España es
tan clara, que no necesita para ello la renuncia del Archiduque Carlos; sin embargo, para
que el duque de Saboya tuviese derecho a la sucesión a la corona de España la renuncia
del Archiduque sería imprescindible. Asimismo también acepta las adicciones al acta de
la renuncia a la corona de Francia, que la Universidad de Oxford le indica (FL 07-10-
12).
Todo este proceso se terminó el día 5 de noviembre, firmando el acta de renuncia
a la corona francesa, lo que facilitará la paz con Inglaterra. Y por la tarde de este mismo
día se abrieron las Cortes, a las que asistieron el marqués de Bonnac y lord Lexington.
Felipe V les dirigió la palabra y después les habló don Francisco de Quincoces,
caballero de Santiago y secretario de las Cortes, solicitando la confirmación de las
Cortes a la renuncia de Felipe al trono francés y a la aceptación de los derechos de
184
“Sociología de Corte… José Manuel de Bernardo Ares
sucesión a la corona española, concedidos por Europa a la Casa de Saboya (FL 05-11-
12) (BOISLISLE, Mémoires de Saint-Simon. XXIII, 1911: 180-181).
Conclusiones
Las relaciones entre Luis XIV y Felipe V las podemos caracterizar de unas
relaciones familiares entrañables. El abuelo hace referencia constante a la misma
“sangre” y el nieto repite una y otra vez su “afecto y reconocimiento” ante tantas
“bondades”. Pero nuestra interpretación historiográfica es de total dependencia de
Felipe, si bien éste se permite en alguna de las cartas manifestar un criterio totalmente
distinto al de Luis.
En la primera parte, denominada “sociología cortesana”, amén de las repentinas
muertes de los príncipes franceses que oscurecían el horizonte sucesorio, los dos
problemas básicos tratados por los reyes fueron las maniobras del duque de Orléans
para conseguir la corona española y las pretensiones de la princesa de los Ursinos para
que le otorgasen un principado soberano. Ambas cuestiones fomentaron numerosas
intrigas cortesanas, de las que los reyes se hacen el correspondiente eco en su
correspondencia.
En la segunda parte, centrada en las “relaciones internacionales” de ese año 1712,
las negociaciones entre Francia e Inglaterra para poner fin a la Guerra de Sucesión a la
Corona española fueron el tema preferente de ambos reyes. El éxito de aquellas
negociaciones, en las que se prescindió completamente de España, pasaba por la
incuestionable renuncia de Felipe V a una de las dos coronas, a la española como
querían Inglaterra y el propio Luis XIV, o a la francesa como deseaba Felipe V. En este
contexto de guerra todavía abierta, pero con un proceso de paz ya en movimiento, el
segundo tema importante abordado por los reyes fue la cuestión catalana. Y en este
tema las opiniones de abuelo y nieto divergían completamente. Mientras Luis XIV le
recomendaba la necesaria negociación con unos futuros “súbditos”, Felipe V utilizó la
fuerza para someter a unos “rebeldes” catalanes, a los que de ninguna manera se les
podía conceder ningún tipo de privilegio.
Bibliografía
BARRAL, L. C. (1880). Étude sur l'histoire diplomatique de l'Europe de 1648 à 1791. Paris:
Plon.
185
“Sociología de Corte… José Manuel de Bernardo Ares
186
MAGALLÁNICA, Revista de Historia Moderna: 2 / 4 (Proyecciones)
Enero-Junio 2016, ISSN 2422-779X
Recibido: 06/04/2016
Aceptado: 20/04/2016
RESUMEN
ABSTRACT
Francesco Benigno is a famous Italian historian. From November 1994 is full professor
of modern History and since 1995 of Courses in Methodology of historical research in
Teramo University. Director of IMES (Istituto Meridionale di Storia e Scienze Sociali),
Rome (1994). Dean of the Facoltà di Scienze della Comunicazione, Teramo University
(2002-2010). From 2001 is President of the Consiglio del Corso di Laurea in Scienze
della Comunicazione della Facoltà di Scienze Politiche, Teramo University. Member of
GEV (Group of expert evaluators) of ANVUR (The national agency for the evaluation
of scientific research). Coordinator of the Teramo unit of the European project
ENBaCH (European Network for Baroch Heritage) financied by UE (2009-2013).
Member of the editorial board of Meridiana. Rivista di storia e scienze sociali (from
1993). Founder and member of the Editorial board of the journal Storica (from 1995).
Visiting profesor: University of Cambridge (1988-1989), École des Hautes Études en
Sciences Sociales, Marseille (1998), University of Coimbra (2000), University of
Girona (2011), University of Barcelona (2012), University of Cantabria (2013). He has
disposition towards research on european scale: His researches involve directly Italy,
Spain, France and England. Benigno’s principal publications are: La sombra del Rey.
Ministros y lucha política en la España de los Austrias (Madrid, Alianza 1993); Espejos
de la revolución. Conflicto y identidad política en la Europa moderna (Barcelona,
Crítica, 2001); Favoriti e ribelli. Stili della politica barocca, (Roma, Bulzoni, 2011).
Parole nel tempo. Un lessico per pensare la storia, (Roma, Viella, 2013) (con versiones
en inglés y castellano); La mala setta. Alle origini di mafia e camorra. 1859-1878
(Torino, Einaudi, 2015).
188
“Los historiadores y… María Luz González Mezquita
Me gustaría que nos cuente cómo fueron los comienzos de su formación profesional, de
la que conocemos poco. También si hubo momentos o personas que fueron importantes
para usted en esa época.
189
“Los historiadores y… María Luz González Mezquita
El cambio más interesante es que nosotros hoy tenemos una condición que tiene
dos caras como Jano: una es la de la historia mítica y la otra la de la historia crítica. La
historiografía en el siglo XIX, que es el siglo de la Historia, tenía un papel importante
en la esfera pública; también lo ha tenido en el siglo XX por la carga ideológica propia
del siglo. En estos tiempos la historiografía ha sostenido posiciones ideológicas
diferentes pero siempre estando cerca del poder, y apoyando sus pretensiones míticas:
tanto si se trata del poder de una nación, de un estado, de una iglesia o de una clase. Hoy
ya no estamos en esta condición porque hemos cambiado como si tal vez la historia no
fuera en la actualidad tan central en el discurso público como lo fue una vez y parecería
que ahora ese lugar lo ocupa la economía. Pero, por otro lado, ¿qué hemos ganado?
circunscribiendo más la respuesta a la pregunta, hemos ganado una posibilidad crítica
mayor. Esto quiere decir que hoy el historiador si bien es posible que no tenga una voz
tan fuerte en el discurso público, sin embargo, la que tiene es mucho más libre que
antes, porque es mucho más capaz -al menos en teoría- de presentar cuestionamientos
fuera de las reglas de juego del poder. El historiador se ha despojado al fin de sus trajes
oficiales y puede ser un hombre capaz de decir la verdad que es el punto esencial. Puede
hacer su trabajo que no debe estar al servicio de cualquier poder. Su función debe ser
decir las cosas como fueron, que es la manera de responder a la pregunta: ¿Para qué
sirve la Historia? En la actualidad, la Historia responde a la necesidad de la gente de
saber lo que pasó y lo hace de manera más libre que en otros tiempos. Este creo que es
el cambio más importante que, por otra parte, no es sólo un cambio interno de la
historiografía. Es mucho más que eso por tratarse de un cambio de la actitud en general
dado que, por supuesto, también se reconocen cambios internos en las categorías
historiográficas.
Estos cambios han generado la aparición de nuevas metodologías que muchas veces
son un resultado tanto del intercambio como de la mera yuxtaposición. En este sentido,
¿Qué opinión tiene sobre la defensa del eclecticismo? ¿Cómo se entiende el trabajo con
diferentes metodologías? Y ¿Qué diferencias se pueden marcar entre el eclecticismo y
el relativismo?
Se trata de dos temas distintos. Antes que nada, veamos la cuestión del
eclecticismo. Los historiadores tienen una tradición artesanal y hay un mérito en ella
190
“Los historiadores y… María Luz González Mezquita
que tenemos que rescatar y evaluar. El artesano construye su instrumento por sí mismo
y tal vez a los historiadores, como a otros, no les gusta mucho construir ese utillage y lo
toman en préstamo de otras disciplinas y eso puede ser tal vez útil o tal vez un poco
constrictivo. Creo que sería mejor que nosotros nos fabriquemos esos instrumentos
propios. Así, el eclecticismo en este sentido es bueno siempre que no sea yuxtaponer
cosas contrastantes y absurdas tomadas de diferentes campos sino la capacidad de
construir instrumentos propios que no sean válidos para siempre y para todos los
tiempos sino para un problema en particular. Desde mi punto de vista, el objeto del
discurso no deberían ser las técnicas para el problema, el problema existe -¿Cuál es tu
problema decían en Italia en los años cincuenta?- me gusta esta pregunta historicista.
Recordar a los historiadores que estudian una cosa y no otra por alguna razón y
debemos ser, en esta coyuntura de que hablé antes, más capaces de decir por qué
elegimos estudiar una cosa. Pero en la pregunta hay otro problema que es el del
relativismo. Se trata de un concepto que merecería haber sido incluido en Las palabras
del tiempo (BENIGNO, 2013) porque en muchas oportunidades, utilizamos palabras y
deberíamos saber lo que realmente decimos cuando lo hacemos por el riesgo de usar
palabras sin saber exactamente qué quieren decir. El relativismo es una palabra usada tal
vez con intención polémica por alguien que quiere o piensa tener una ideología o visión
del mundo.
Creo que sí aunque tal vez no lo he pensado lo suficiente. Me gustaría señalar dos
cosas: por un lado, que esto se confunde con el concepto de identidad también porque el
relativismo es una visión relativa de las cosas que depende del punto de vista de quien
habla. Creo que como historiadores no podemos pretender tener una supremacía o un
control del pasado. El pasado no es de los historiadores: podemos decir que es
demasiado importante como para dejarlo sólo a los historiadores. El pasado es de todos
y la gente tiene el derecho de tener sus propias posiciones relativas personales o de
grupo. En cambio, los historiadores tienen un deber profesional y en este sentido, no es
relativo ya que no deben decir más de lo que se debe o puede decir. Porque la gente es
libre de expresar sus ideas sobre el pasado pero hay cosas que no se pueden decir del
pasado sin hacer ficción del pasado, nosotros somos como centinelas en el borde entre
la ficción y la no ficción y estamos ahí para decir esto no: esto no puede decirse porque
191
“Los historiadores y… María Luz González Mezquita
Es una pregunta difícil no porque sea difícil en cuanto tal sino porque debería
responder de manera extensa y no se si se puede en este espacio. Pero creo que lo que se
puede decir es que los niños como mis hijos cuando eran pequeños tenían una clara
división del mundo entre lo que es antiguo y lo que es nuevo. Esa es una distinción
básica en el hombre y nosotros la encontramos en la historia como lo moderno y lo
antiguo. Lo que pasa es que lo moderno siempre es diferente porque en todo momento,
lo que era moderno durante un tiempo, se vuelve antiguo. Esta es la razón por la que no
podemos fijar una periodización absoluta de la historia porque no somos Dios, no
tenemos la mirada de Dios sobre la Historia para dividirla, somos sujetos con una
mirada particular en un lugar y en un tiempo. Sobre todo en un tiempo porque cuando
hablamos nuestra periodización dependen del punto del que partimos. Mi idea personal,
es que no hay periodizaciones fijas de una vez y para siempre, sino una periodización
que depende del documento que se analiza y de la posición relativa en que el hombre se
ubica. Podemos tomar un ejemplo que me parece muy interesante: el libro de
Hobsbawm, The Age of Extremes (1994) que fue traducido en Italia como Il secolo
breve. (1995) Se considera un siglo corto -porque como él explica hay un siglo XX que
se puede empezar con la Primera la Guerra Mundial y que termina cuando se derrumba
el muro de Berlín-, pero luego pasan otras cosas como el 11 de setiembre de 2001 y
cambia la visión porque un hecho tan importante u otras maneras de mirar las cosas
192
“Los historiadores y… María Luz González Mezquita
pueden mostrarnos otra manera diferente de entender la realidad. Así el siglo corto se
puede transformar en el siglo largo…
En relación con este tema, hay un concepto que ha sido muy discutido como categoría
historiográfica, me refiero al Barroco ¿Cómo se puede entender hoy después de tantas
definiciones, algunas de ellas contrapuestas o simplemente peyorativas?
Nos encontramos a veces con palabras como esta que tienen por un lado un
indudable atractivo porque se relacionan con un ámbito más amplio que el de los
historiadores y nos permiten hablar con el mundo. Por otro lado somos conscientes de
la arbitrariedad, del carácter elusivo del concepto ya que, cuando intentamos tomarlo,
siempre se escapa y al final nos deja con cierta insatisfacción. Desde luego, entiendo
perfectamente que no es posible construirlo fácilmente, pero podríamos intentar hacer
preguntas sobre conceptos como el Barroco y responder que no es posible un concepto
de Barroco como un hecho cultural general porque no podemos definirlo con claridad,
porque siempre cuando nos acercamos vemos contradicciones. Creo que hay una
posibilidad de investigar el tema sin creer que exista una «Edad barroca». Pero la
investigación debería organizarse en torno a si ha existido una sensibilidad común en
hombres de un mismo tiempo que es reconocible a través de algunas características de
las ideas que comparten. En este sentido, relativizando el concepto de Barroco pero
utilizándolo, sabiendo que es un concepto elusivo, podemos intentar acercarnos a este
tema. El problema es que ha habido en Europa, en Francia, en Italia y sobre todo en
193
“Los historiadores y… María Luz González Mezquita
España durante algunas décadas gente que han compartido algunas ideas sobre el
mundo y la condición del hombre y eso no significa que no hubiera otras ideas, pero sí
había como un sustrato, una Vulgata de algunas de estas ideas que es interesante
investigarlas. No se si somos capaces de hacerlo pero es cierto que cuando leemos los
textos de ese tiempo o pasamos por un museo, advertimos que hay algo y eso no somos
capaces de transmitirlo y en este sentido, tengo algunas ideas que hay que investigar.
Tal vez, en algunas décadas del XVII hubo una sensibilidad común en algunos aspectos
muy diferente en Europa que significa que hay que volver a muchos textos pero es un
trabajo difícil que debería hacerse con historiadores del arte, literatura, teología, y sobre
todo habría que leer mucho más de lo que lo hacemos a los moralistas que son los que
hablaban del hombre y de sus sentimientos, del hombre y de sus pasiones y deberíamos
investigar si a la gente del periodo le gustaba leer estos textos y si estas lecturas tienen
aspectos diferentes en cada autor y si existe una base común o si no la tienen. Este es el
problema pero no tengo una solución ahora. Tengo numerosas preguntas sobre este
tema y no me resigno fácilmente a decidir que el Barroco es un concepto inútil yo creo
que hay agua para llevar al molino y tal vez un bebé, veremos si hay un bebé y cómo
sería.
Hablando de cosas propiamente históricas y otras que no parecen serlo tanto. ¿Qué
relación existe entre Historia y Memoria y cuáles son los resultados de las relaciones
entre pasado y presente cuando el pasado se utiliza en función del presente?
194
“Los historiadores y… María Luz González Mezquita
hacer historia contra la que nosotros debemos reproponer la misma actitud crítica que
ahora ponemos como deconstructiva frente a las ideologías que en el pasado nos han
dominado y ahora tal vez lo hacen menos. La misma actitud debemos poner frente a los
que construyen memoria histórica con el rango de datos absolutos, de creencias
ignorando que la invención de la tradición consiste en la utilización del pasado para
fines del presente. Nosotros debemos mantener la misma posición crítica pero a pesar de
eso, también debemos hacerlo abiertos a ellos. No es posible decir que no nos interesa
porque es una Historia que interesa a los periodistas, a los medios de comunicación y
nosotros hacemos la verdadera Historia que está en la academia. Nosotros tenemos que
tener una posición abierta pero al mismo tiempo que no se confunda con una utilización
instrumental de la historia para los fines de una construcción identitaria. Debemos saber
que en nuestro tiempo, la construcción de la memoria histórica nos desafía, nos hace
preguntas, nos preocupa y debemos ser capaces de inquietarnos, de responder, de ser
parte del problema y de la solución. No podemos estar aislados del mundo porque esto
nos deja en una posición excesivamente minoritaria. Hacemos un trabajo social,
vivimos en una sociedad y en esa sociedad el pasado y la Historia interesan y nosotros
debemos estar allí donde la gente está interesada: en el pasado y en la Historia aún
manteniendo nuestra posición deontológica, buscando la verdad y no la conveniencia.
Naturalmente, hoy todo esto es muy difícil porque la manera en que la memoria
histórica construye sus elaboraciones es diferente de la que estamos acostumbrados con
una dimensión emotiva en primer nivel. Y no es casual que haya una nueva tendencia
historiográfica que es Historia de las emociones. ¿Por qué? porque los hombres más o
menos conscientes sienten que se deben acercar a este mundo difícil que es el mundo de
las emociones.
Esta sería una de las posibilidades que tiene un historiador profesional para llegar al
gran público, para incidir en la opinión pública. Si nos limitamos a las discusiones
académicas ¿Estamos imposibilitados para tomar contacto con el mundo?
No, la posición académica pura tiene ventajas y desventajas. Una ventaja es que
podemos trabajar sin preocupación, pero también hay un aprendizaje. No todos
podemos desde el primer momento salir a la calle, es necesario que antes hagamos
actividades controladas por nuestros maestros que nos enseñen cómo se debe actuar.
Esta es una dimensión importante de la formación del historiador. Ahora bien, cuando
ya está formado debe ir a la calle, es decir salir a hablar de cosas que a la gente le hagan
195
“Los historiadores y… María Luz González Mezquita
entender que la Historia es importante. No se trata sólo de saber lo que pasó en tiempos
remotos sino también de tomar conciencia de que conocer lo que pasó es útil para
entender el mundo, de que hay una conexión que podemos establecer entre lo que
hemos hecho para entender el mundo y la manera con que nosotros pensamos este
mundo. Esta conexión no es fácil pero es necesario tratar de hacerla. Esto es un aspecto,
el otro es que muchas veces nos confinamos en la erudición en sí misma, para hacer
carreras académicas, para escribir con nuestros compañeros, para hablar a nuestros
colegas del departamento, pero este no es un motivo suficiente. Debemos intentar
cambiar a futuro las estrechas divisiones académicas que hemos construido, tal vez sería
necesario volver a una dimensión en que, -excepto los historiadores contemporáneos
que ya estudian la historia oral o la historia de la segunda posguerra- la historia
moderna, por ejemplo pudiera flexibilizar su periodización y llegar hasta la mitad del
siglo XIX, matizar nuestras divisiones académicas sin sentirnos prisioneros de la
especialidad, ser capaces de hacerlo es una posibilidad. Esto no implica que
necesariamente todos podemos hacer cualquier cosa, como por ejemplo historia clásica
de Roma que requiere una formación distinta, pero desde el siglo XVI al XIX se podría
intentar.
Se trata de dos cosas algo distintas; por un lado, la importancia de los conceptos y
de la Historia de los conceptos que para mí es parte de la actitud crítica de la que
hablamos, es fundamental saber lo que decimos. Los conceptos tienen una historia y
aunque nosotros sabemos cómo utilizar palabras, por otra parte, como siempre he
pensado somos esclavos de las palabras, Bourdieu decía de la doxa. Nosotros debemos
liberarnos de esta esclavitud y ser capaces de entender exactamente lo que queremos
decir y ser capaces de explicarlo y de saberlo, esto es muy importante. Otra cuestión es
la relación entre las palabras y las cosas en una expresión foucaultiana. Hoy ya no
estamos en la posición de Foucault porque cuando hablamos de las palabras y las cosas
nos movemos en una etapa posterior al giro hermenéutico. Nosotros vivimos en una
196
“Los historiadores y… María Luz González Mezquita
dimensión en la que sabemos que el mundo tiene una fuerte dimensión textual y que los
discursos son los que organizan el mundo y aunque Foucault sea uno de los pasajes para
entender esto, él está al inicio de este proceso. Pero sabemos también que no todo está
discursivamente construido porque hay cosas que no son discursos, existen como tales.
Si nosotros recibimos una información de un análisis químico esto no es textual es una
información que nos llega y nos dice que un hombre que murió fue envenenado y lo
podemos comprobar, no es un discurso. Quiero decir que hay elementos que no son
reducibles a textos en un sentido amplio metafórico. Los discursos informan el mundo
pero hacen más y nosotros somos más conscientes que en el pasado de que nuestras
palabras no se limitan a refractar las cosas sino que las organizan.
Siempre la hay, sin duda, pero no sabemos en qué medida. Las palabras
influencian las cosas, las transforman y esas cosas vuelven transformadas por las
palabras. Esto es muy significativo porque los hombres y las mujeres, que son objeto de
nuestro estudio viven entre discursos y con discursos en la cabeza y sus relaciones con
las cosas son mediadas por estos discursos. El problema es cómo estudiar la relación de
esta cualidad performativa de las palabras y cómo estudiar especialmente aquellas
categorías que viven como fantasmas dentro de nosotros y nos permiten definir lo que
es bueno y lo es que es malo, lo que es importante y lo que no lo es, nos indican el
sentido de las cosas y eso se concentra en algunas figuras, en algunas ideas que son
construcciones de gran importancia en este momento. Veamos un ejemplo creo que a mi
tanto como a todos nos interesa la figura del terrorista y en este sentido debemos decir
que la historia sirve para detectar cosas. Considerar qué entendemos cuando hablamos
de terroristas es un campo de reflexión importante porque hoy la gente lo usa pero no
sabe lo que dice ¿Quién es el terrorista? ¿Es un hombre tal vez con rasgos árabes, con
una capucha, con una mochila sobre su espalda, es este un terrorista? En realidad
nosotros sabemos que si nos ubicamos en un tiempo distinto, no era lo mismo. En 1895
este perfil responde a un anarquista ¿Entonces que relación hay entre las cosas? Por qué
con la misma palabra decimos cosas que parecen bastante distintas o que tal vez no lo
sean. Debemos reflexionar sobre esto: terror, terrorismo fueron construcciones
discursivas antes de ser realidad y el hecho de que nosotros los definamos de una
manera u otra no deja de tener importancia e influencia. Lo que hablamos es por lo tanto
197
“Los historiadores y… María Luz González Mezquita
Estas afirmaciones se relacionan con las propuestas de su libro más reciente, La mala
setta (2015) en el que se aborda la construcción de la figura de la camorra y de la
mafia para intentar definir quién es el otro, quién es el delincuente y cómo ese
delincuente se ha construido en el imaginario.
Veo que has entendido exactamente lo que yo intenté hacer, en realidad, mi libro
al final no es sólo o principalmente sobre los discursos que se hacen acerca del origen
de algunas organizaciones criminales, es una reflexión acerca de la relación entre las
palabras y las cosas. Yo podría hacerla en abstracto a través de una vía teórica y no de
una vía práctica pero he preferido elegir un argumento que se que a la gente le interesa.
El problema es poder aclarar cómo pasó que algunos criminales se juntaron y crearon
organizaciones criminales (como mafia y camorra) tan importantes para la Historia y
para la imagen de Italia. Mis preferencias no se orientaban hacia una vía teórica sino
práctica y mi meta era tomar un problema directamente y plantear este tipo de
preguntas. El resultado de mis investigaciones me confirmó que es interesante estudiar
los discursos que se hacen sobre criminales en un período en el que no es seguro que
existiera una organización criminal como tal, llamada camorra y otra llamada mafia.
Desde luego, existían criminales pero el hecho de que se hablara de estas organizaciones
depende, como intenté demostrar, de los fantasmas que tenemos en la cabeza. Intentaré
aclarar este tema con un ejemplo: el fantasma de la secta en aquel tiempo se refiere
esencialmente a la idea compartida de la secta política y es construida como un producto
literario; es decir, entre política y literatura nuestros discursos forman ideas y lo
interesante es que, tal vez, estas ideas después se vuelven realidades. No es que antes
existían la secta de la camorra y la mafia y después se construyen los discursos sobre
ellas. Se imaginaban esas sectas misteriosas y había literatos como Alejandro Dumas
que ayudaron a construirlas y un día pasaría que sería realidad esa construcción
discursiva. Es interesante porque nos recuerda que los discursos de los historiadores
(también en aquel momento) no están fuera del mundo, no están lejos de la realidad, no
están confinados sólo a literatos o científicos sociales que influyen en la construcción
del mundo. Los historiadores también estamos allí -como he dicho en alguna
oportunidad a un colega de edad avanzada que, por cierto, se enojó conmigo- y ya no
somos más personas que miramos las cosas, insectos sobre la mesa de un laboratorio
198
“Los historiadores y… María Luz González Mezquita
con ojos de Dios, nosotros somos insectos entre los insectos y nuestros discursos están
en la mesa con los discursos de otros insectos. Esto es para comprender que nuestro
discurso no es tan diferente del discurso de la calle, es un discurso deontológicamente
controlado y el de la calle es sin control pero no es epistemológicamente o aún más
ontológicamente diferente. Nuestra responsabilidad es mayor si la pensamos así porque
al decir que nuestros discursos forman parte de la construcción discursiva del mundo,
tenemos más responsabilidad por lo que decimos; nuestras palabras no están
restringidas a un mundo diferente, un mundo hecho de juegos académicos. Nuestros
discursos, en nuestra condición de historiadores y no sólo de ciudadanos, implican una
responsabilidad especial porque influyen en el mundo social.
En relación con este problema y con lo que había dicho antes respecto a las categorías
heredadas o conceptos que se han instalado ¿Qué reflexión le merece el binomio
cultura popular-cultura erudita? Son categorías que han sido en cierto modo
operativas, y sin embargo sabemos que, presentadas como opuestas, no constituyen una
herramienta que deberíamos utilizar.
Cuando hablamos de cultura popular debemos entender dos cosas. Una que es
viva y nos sirve y otra que me parece que es un concepto que debemos manejar con
mucha atención, porque nos engaña. En primer lugar, está claro que cultura popular es
la cultura de todos, los elementos culturales que son compartidas con la mayoría de la
gente que en el mundo contemporáneo llamamos cultura de masas y eso sirve para
diferenciarla de la subcultura de grupos particulares o de otras formas de cultura más
específica. Otra cosa es la cultura popular en un sentido mucho más restringido que es la
idea (que tiene un fondo romántico, una derivación romántica) de que hay tradiciones
opuestas entre las elites y el pueblo. Un pueblo que tiene sus propias ideas costumbres
lenguajes. Esta es exactamente la visión romántica: la idea de que la nación tiene un
corazón y es el pueblo, que es el corazón de la nación y cuando quieres conocer cuál es
la naturaleza más profunda de una nación hay que ir a los niveles más humildes -esto
dice Michelet- donde se encuentran las costumbres más puras de la nación. Esta idea,
que después se funde con la antropología a la Frazer, sostenía que en algún momento
existía una verdad que nosotros podemos reconstruir a través de los testimonios que
permanecen del pasado, fragmentos (poesías, fábulas, cantos, costumbres, expresiones)
de una verdad antigua que se puede reconstruir. Esta visión ha sido construida en un
período, los años sesenta y setenta del siglo XX, en que había razones ideológicas para
199
“Los historiadores y… María Luz González Mezquita
sostener la concepción de que existía una cultura popular opuesta a una de las elites.
Para mí no existe esta única cultura popular que, como tal, es una invención total:
existen muchas culturas regionales, locales, algunas de las cuales en algunos períodos se
ven concentradas en determinados grupos sociales y forman subculturas. Pero no existe
una cultura popular opuesta a una cultura de las elites; la primera oral y la segunda
escrita, la primera material y la segunda espiritual: son ideas en que eran útiles. Se
pensaba que era útil imaginar el mundo dispuesto de esa manera; pero me parece que
nosotros no podemos sostener esto: hay muchas culturas, localmente definidas. La
contradicción actual no es entre cultura popular y cultura de las elites sino entre la
cultura global y las culturas locales. En el caso americano hay algo diferente: una
cultura de los conquistadores y varias culturas de los conquistados. En este sentido,
hablar de cultura popular es una manera de confundir las cosas
200
“Los historiadores y… María Luz González Mezquita
con respecto a la revolución es como cuando una mujer va a parir, los dolores del parto.
El problema hoy es que nosotros ya no estamos seguros de que exista un recién nacido y
nos concentramos en los dolores porque el futuro se ha ido, porque no hay confianza y
esto cambia nuestra relación entre el presente y el pasado. Esto intenté analizarlo en la
introducción de Las palabras del tiempo (2013) para explicar cómo la violencia
adquiere un papel central en nuestro tiempo que antes no tenía y qué relación tiene con
otras formas de definirla, tal vez mucho más circunscriptas a las que habría que analizar
en cada caso pero creo que el problema fundamental es que la violencia ocupa en la
actualidad un papel muy importante en nuestra vida. Algunas veces he imaginado -con
una visión un tanto poética- como en una dimensión astrológica, si podría considerarse
que en el pasado teníamos un cielo estrellado en el que había una estrella muy brillante
que era el progreso, y otras estrellas que se llamaban civilización, revolución y en el
presente todo esto pasó y tenemos otra constelación astral y en el centro no hay
progreso sino violencia y las estrellas se llaman memoria, trauma, drama y víctima.
Esas son las estrellas hoy y la astrología sirve para simbolizar este cambio, que no es
esencialmente de la astrología sino de la sociedad.
La “Nueva Historia política” tiene muchas versiones pero tomando la Historia cultural
de lo social de R. Chartier, hace algún tiempo que vengo proponiendo una historia
socio-cultural de la política. Me gustaría conocer su opinión sobre esta metodología.
Me parece muy bien porque yo entiendo que todo lo que nos pone en confusión
nos ayuda a entender. Todo lo que es muy fijo como visión tradicional no nos ayuda a
entender las cosas. La división entre social y político es una de las cosas mas excluyente
que nos hace incapaces de leer la realidad porque los hombres del pasado y también los
del presente no viven en compartimentos estancos no viven en lo social o en lo político,
viven y las cosas están mezcladas. También sería interesante considerar la dimensión
económica porque la gente la vive pero a través de sus propias categorías, hay una
visión subjetiva y sus categorías económicas no son necesariamente las de los
economistas. Son categorías socio-culturales y nosotros debemos cumplir nuestro rol
para reflexionar sobre esta mezcla, esta confusión de los discursos. Yo creo que donde
hay confusión hay interés y la definición socio-cultural de la política me suena muy
bien, como sería por otra parte la dimensión política de la cultura. Todas estas formas
mixtas pueden tener tal vez la posibilidad de llegar a sobrepasar nuestros límites para
comprender los procesos históricos.
201
“Los historiadores y… María Luz González Mezquita
Prometo sólo una pregunta más -que no parece fácil responder- para finalizar y
agradecerle esta extensa entrevista: ¿La Historia se repite?
La Historia no se repite pero es cierto que lo que pasó es importante para los
hombres del pasado y del presente. Cuando hombres se enfrentan a cosas nuevas que no
saben cómo pensarlas intentan comprenderlas y tratan de hacerlo utilizando lo que ya
pasó antes para entender lo que está pasando hoy. Pero se trata de algo nuevo nunca
antes oído ni visto, por eso aunque utilizamos el pasado como un antecedente de lo que
pasa, tendemos a pensar que la historia se repite. Sin embargo, la verdad es que no es así
somos nosotros los que necesitamos dilucidar el pasado para entender el presente y al
hacer esto, condicionamos el presente porque tendemos a vivir lo nuevo en los trajes de
lo viejo. Es el problema que propone Marx en El 18 Brumario de Luis Bonaparte. La
idea de que para hacer una Revolución Francesa nueva, los hombres de la revolución
debían vestirse con los trajes de César, de los antiguos espartanos, de Cromwell, y que
eso fue útil para la Revolución Francesa. La pregunta que podríamos hacer a Marx es
¿Por qué después afirma que en el caso de las revoluciones contemporáneas como en la
Comuna de París -por ejemplo- esto no se debe hacer? Entonces ¿Por qué lo hacemos
con respecto a la Revolución Francesa? Esto resulta una cosa pueril, una vez fue
tragedia y luego fue farsa, entonces no sirve, en realidad tiene la misma legitimidad. Si
la presencia del pasado ha sido importante para hacer la Revolución Francesa también
después de ella ha sido importante para pensar otras revoluciones y el mecanismo es el
mismo. La historia no se repite nunca pero nosotros nos repetimos porque usamos el
pasado para intentar poner trajes a un presente que va cambiando y que nos
desconcierta, por eso tratamos de ponerlo cubierto de formas que ya conocemos para, de
esta manera, comprenderlo.
202
MAGALLÁNICA, Revista de Historia Moderna: 2 / 4 (Reseña de libros)
Enero-Junio 2016, ISSN 2422-779X
Recibido: 30/04/2016
Aceptado: 19/05/2016
Aquel trabajo de P. Muller, fue y es una obra de referencia esencial para el estudio
de la joyería en España durante los reinados de la Casas Reales de los Austrias y los
Borbones hasta Carlos IV. Muller mostraba, de manera excepcional y brillante, su
enorme conocimiento sobre el contexto histórico, social, cultural y artístico de España,
Reseña: “Joyas en España… Leticia Bermejo de Rueda
así como de la comercialización de las Artes Suntuarias durante esos siglos. Además,
su novedad radicaba en la metodología empleada, pues establecía la relación existente
entre las joyas y otras fuentes esenciales para su estudio, como son los diseños,
grabados y retratos, así como todo tipo de documentación. Su título, Jewels in Spain,
indicaba de manera clara y evidente que se trataba del estudio de las joyas relacionadas
con España, independientemente de donde se habían realizado o su lugar de origen. Y
el hecho de centrarse en los siglos XVI y XVIII se debía a que durante esas centurias el
Reino de España vivió una época de esplendor y magnificencia, que permitió a los
orfebres–artistas realizar sus mayores y más aplaudidas piezas.
Cuarenta años después, ese libro no sólo sigue siendo una obra excepcional e
insustituible, sino que ha adquirido también la categoría de rareza bibliográfica para
coleccionistas y estudiosos de la materia. Sin embargo, y como ya señala la propia
Muller en el prefacio de esta nueva edición, novedosos hallazgos documentales y la
aparición de joyas hasta ese momento ocultas o perdidas, como es el caso de los
rescatadas de naufragios, incluso durante la preparación de esa primera publicación,
hacían necesario una revisión y posterior reedición de aquel magnífico estudio. En esta
ocasión la Hispanic Society ha contado con el apoyo del Centro de Estudios Europa
Hispánica (CEEH) y el Center for Spain in America (CSA), y juntos han encargado a
Ediciones El Viso la reciente y cuidada reedición de Jewels in Spain, pero esta vez en
dos versiones: inglesa y española. Ambas presentan numerosas y nuevas fotografías, la
mayoría en color y de gran calidad, que nos muestran los más bellos ejemplares
realizados, además de poder apreciar mucho mejor sus detalles.
204
Reseña: “Joyas en España… Leticia Bermejo de Rueda
Al igual que en la edición de 1972 las coronas, las piezas relacionadas con
imágenes religiosas así como con las diferentes Órdenes de Caballería son citadas para
la contextualización de la obra, pero quedan como tales excluidas de ella. Si se
mantiene, y con gran peso, el estudio del comercio durante esos siglos. Este hecho se
debe por una parte a que permite conocer los gustos y modas de la época, y por otra el
cada vez mayor número de naufragios hallados ha permitido recuperar piezas que de
otra manera hubieran permanecido perdidas, no sólo por el hecho en sí, sino también
debido a ese práctica de fundir las piezas. Esto se debía a la necesidad de reaprovechar
materiales para elaborar nuevas joyas, y también por esa escasez de los mismos en
momentos de guerra o situaciones políticas y económicas delicadas.
205
MAGALLÁNICA, Revista de Historia Moderna: 2 / 4 (Reseña de libros)
Enero-Junio 2016, ISSN 2422-779X
Maximiliano Camarda
Universidad Nacional de La Plata/ CONICET,
Argentina
maximilianocamarda@hotmail.com
Recibido: 29/05/2016
Aceptado: 05/06/2016
“Parece que el legendario viajero noruego Thor Hyerdhan dijo alguna vez:
¿fronteras? Nunca se ven. Pero yo he oído que existen en la mente de algunos”
(BENIGNO, 2013:288). Esta frase, que culmina el libro aquí reseñado, es una síntesis
de este relato apasionante.
A lo largo de nueve capítulos, el autor ofrece al lector un análisis que permite
distintos abordajes y lecturas. Cuenta con una extensa bibliografía sobre cada tema
abordado, con ejemplos concretos, esclarecedores y didácticos, que facilitan una lectura
de la obra en su totalidad, como así de alguno de los capítulos en particular. Es decir, al
cierre de la obra en su conjunto se le suma un abordaje complejo y concluso de los
apartados.
Reseña: “Las palabras del… Maximiliano Camarda
Una primera mirada podría hacernos pensar que es sólo un libro de historia de
algunos de los conceptos más utilizados por la historiografía europea del siglo XX. Esta
lectura, permite, en primer lugar, la apertura de un ejercicio de revisionismo sobre la
práctica de los historiadores, aproximándose a una mirada renovada de los análisis
historiográficos. En segundo lugar, abre un camino a la retrospección en relación a la
propia práctica del historiador. Es decir, da herramientas para que el lector- historiador,
pueda rastrear y analizar su propia producción e interpretación historiográfica.
Una segunda mirada, encuentra un análisis articulado en torno a demostrar una
hipótesis sobre el corazón de la historiografía y su transformación desde mediados del
siglo XX. El guión de la historiografía clásica fue construido en torno a la Revolución
Francesa y la liberación progresiva de los oprimidos. Este gran relato fue sustituido por
otro, construido sobre la relación sacrificial entre una victima, individual o colectiva, y
su verdugo, encarnada en el Holocausto. En torno a esta hipótesis se puede realizar una
lectura de este libro, en donde cada capítulo forma parte de un andamiaje argumental
que expone el núcleo historiográfico, los mecanismos de consolidación y de crisis.
La base de sustentación de la argumentación, además de la genialidad de su autor,
es un puntilloso relevamiento historiográfico reflejado en 618 citas bibliográficas en las
300 páginas. Tras una profunda introducción, cada capitulo se encuentra dedicado a un
concepto: identidad, generaciones, cultura popular, violencia, poder, estado moderno,
revoluciones, opinión pública y Mediterráneo.
El capitulo primero esta dedicado a analizar el concepto de identidad. Aclara el
autor que es una categoría a medio término entre la investigación científica y la
experiencia colectiva. A lo largo del capítulo examina a los padres fundadores de la
sociología moderna y la distancia que las problemáticas abordadas ponen de manifiesto
en relación a los actuales. Establece que las ciencias sociales no sólo interpretan los
procesos de cambio sino que influyen en los caminos que toman. Además, observa que
la perspectiva identitaria es una solución a los análisis en torno a la construcción de las
identidades y, por ende, de la propia práctica histórica.
Generaciones, es el concepto analizado en el segundo capitulo, interpreta que la
autoafirmación de una generación y la edificación de una memoria están vinculadas. Es
decir, observa que la generación es producto de un desarrollo memorial articulado a los
sucesos, pero también una reconstrucción retrospectiva.
207
Reseña: “Las palabras del… Maximiliano Camarda
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Reseña: “Las palabras del… Maximiliano Camarda
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MAGALLÁNICA, Revista de Historia Moderna: 2 / 4 (Reseña de libros)
Enero-Junio 2016, ISSN 2422-779X
Recibido: 11/02/2016
Aceptado: 27/02/2016
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Reseña: “Le parrainage en… Beatriz Castro Díaz
contraían los padrinos con respecto a sus ahijados, a los padres de estos e incluso entre
sí.
La primera parte del libro –titulada « modelos evolutivos »- reúne tres
aportaciones caracterizadas por estudiar períodos muy largos sobre espacios concretos,
en especial ciudades o suburbios importantes, de áreas católicas: los de Alessio Basilico
(“La parenté spirituelle à Teramo (Italie) durant l’époque moderne”, Camille Berteau,
Vincent Gourdon et Isabelle Robin (“Trois siècles de parrainages à Aubervilliers : de la
Réforme catholique au temps des banlieues industrielles”) y Ofelia Rey-Castelao
(“Parrains et marraines en Galice aux xvie- xixe siècles : le diocèse de Saint-Jacques de
Compostelle”). Son trabajos que, por la larga duración del análisis, permiten ver los
cambios posteriores al Concilio de Trento y la evolución de las prácticas de
apadrinamiento bautismal hasta las revisiones canónicas del siglo XIX, revelando
tendencias convergentes a favor, en general, de los círculos familiares próximos; los tres
plantean cuestiones paralelas como las diferencias socio-económicas, el padrinazgo de
ilegítimos, el impacto del modelo urbano en el rural, etc.
La segunda parte, que lleva por título « los usos económicos y políticos del
padrinazgo », contiene cinco trabajos de los que dos se refieren al período moderno pero
abordan temas diferentes: el de Maarten F. Van Dijck (“Pour une étude comparée des
usages sociaux du parrainage dans deux villes des anciens Pays-Bas : Leyde et Malines
au xviie siècle”) compara dos ciudades vecinas pero con diferentes componentes
sociales, económicos, políticos y religiosos y el de Violetta Barbu se centra en el nivel
social más elevado, el del príncipe (“Le parrainage princier dans les Pays Roumains aux
xviie- xviiie siècles : la codification et l'usage social d'un rite politique”). Es muy
interesante el grupo referido a épocas recientes, dado que revelan la importancia del
apadrinamiento y la continuidad de sus prácticas, en especial el de Monica Vasile sobre
la Rumanía de la etapa comunista (“Qu’est-ce que le communisme a fait au parrainage ?
L’explosion du parrainage multiple en Bucovine (Roumanie)”); los otros dos se refieren
a zonas rurales, de Alemania (Christine Fertig : “Parrainage et classe sociale. Les
réseaux personnels dans la société rurale en Westphalie (fin xviiie siècle-vers 1860)”) y
Finlandia respectivamente (Juuso Marttila et Merja Uotila: “Le choix des
parrains/marraines dans les campagnes finlandaises entre 1810 et 1914”), incidiendo en
las diferencias internas entre artesanos y campesinos, o entre estos y los jornaleros, en
las que no faltan las derivadas de la religión.
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Reseña: “Le parrainage en… Beatriz Castro Díaz
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Reseña: “Le parrainage en… Beatriz Castro Díaz
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MAGALLÁNICA, Revista de Historia Moderna: 2 / 4 (Reseña de libros)
Enero-Junio 2016, ISSN 2422-779X
Facundo García
Universidad Nacional de Mar del Plata/
CONICET, Argentina
facundodgarcia@gmail.com
Recibido: 15/06/2016
Aceptado: 25/06/2016
216
Reseña: “Profetas en ninguna… Facundo García
Sin embargo, no se trata sólo de un libro de historia cultural que considera los
discursos en su tiempo -o bien: el texto en su contexto- y cuya metodología de
investigación se vincularía al paradigma indiciario, propio del enfoque microanalítico.
En este sentido, Campagne está en permanente diálogo no sólo con la bibliografía más
actualizada sobre el tema en particular si no también con los trabajos producidos en
torno al giro performativo. Es desde esta perspectiva desde la cual Profetas en ninguna
tierra adquiere su mayor fuerza. La cuestión de la intencionalidad, de las creencias
como hechos contextuales, ya no como un significante circunstancial, están presentes
como el aspecto definitorio del acto lingüístico, y a la postre de los lenguajes sociales y
políticos. La acción de los individuos se entiende ritualizada y nos invita a considerar la
cotidianeidad como una realidad en la que la interacción social se encontraba pautada,
aprendida y representada. El lenguaje y el pensamiento implicarían, por caso, una forma
determinada de acción. Así, las diversas situaciones y procesos que se abren en torno a
los distintos individuos alrededor de los que se construye el libro parten de un punto
común: pueden ser engañosos o reales a la vez, en distinto grado. Esta situación queda
en evidencia en una carta redactada por Jean Gerson en los primeros años del siglo XV,
en la que pasaba revista de un manuscrito sobre Ermine de Reims:
“aunque no resulte necesario para la salvación creer que todos y cada uno de los
hechos sucedieron tal como se los relata en el mencionado libelo […], pienso, sin
embargo, que resulta temerario e incivil insistir en negar dichos eventos con
pertinacia e impugnarlos con obstinada animosidad” (Íbidem;. 325)
217
Reseña: “Profetas en ninguna… Facundo García
218
MAGALLÁNICA, Revista de Historia Moderna: 2 / 4 (Reseña de libros)
Enero-Junio 2016, ISSN 2422-779X
Recibido: 25/04/2016
Aceptado: 02/05/2016
cabo de Buena Esperanza y la isla Mauricio, para llegar al año siguiente al estrecho de
las costas de Sumatra. Allí puso asedio a la ciudad portuguesa de Malaca, hasta que
pudo ser levantado con la llegada de una flota portuguesa: Matelieff hubo de retirarse
por el río Johor de Singapur, navegando después hacia las costas de China a través de
los archipiélagos de Indonesia y Filipinas. Mientras tanto, firmó diversos tratados con
los caciques de Johor y Ternate (Molucas) hasta que de nuevo la armada portuguesa,
venida desde Macao, le hizo retroceder hasta Sumatra ya en 1607, regresando por la
misma ruta hacia Holanda donde arribó en septiembre de 1608.
Pues bien, alrededor de este interesante periplo, el almirante Matelieff redactó en
su idioma diversas cartas y memoriales que se nos ofrecen traducidas al inglés. Algunos
manuscritos proceden de los archivos originales, y otros de ediciones impresas del siglo
XVII al XIX: en cualquier caso, su lectura habría resultado casi imposible para lectores
hispanos o de Latinoamérica. Voy a resumirlos primero, y comentaremos después algún
otro detalle relevante sobre el libro y su autor.
Comienza con el extracto de una Descripción Histórica del viaje que publicaron
hacia 1645 dos comerciantes que viajaban en la Flota de Matelieff: Abraham van der
Broeck y Jacques l’Hermitage: se transcriben los acontecimientos desde el asedio a
Malaca en abril de 1606 hasta diversos enfrentamientos con los portugueses en las
costas de China a comienzos de 1607. Después vienen dos cartas escritas en 1608 desde
Banten (Isla de Java), poco antes del tornaviaje, y dirigidas a sendos almirantes
holandeses responsables de la zona: Paul van Caerden, que ya estaba en ese territorio, y
un segundo Comandante en ruta desde Holanda, del que no se indica su nombre.
A continuación tenemos cuatro memoriales dirigidos a la Compañía Holandesa de
las Indias Orientales, siempre referida por sus siglas en neerlandés, VOC (Vereenigde
Oostindische Compagnie: sobre su nacimiento y primeros años de historia conviene
revisar la referida Introducción del autor), y escritos los tres primeros ya de regreso a los
Países Bajos. En ellos describe el estado de aquellos territorios, desde el punto de vista
de la navegación, la seguridad o los intereses comerciales, proponiendo los mejores
establecimientos para las factorías o incluso las épocas más adecuadas para el viaje de
las flotas. El último de ellos, que aparece en el libro como Documento VIII y está
datado alrededor de junio de 1607 (todavía durante el viaje), es un Discurso sobre la
situación política y el comercio en las Indias. A juicio del editor, “is arguabily one of
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Reseña: “Journal, Memorials and … León Gómez Rivas
the most important in the present collection” (pág. 335), ya que contiene un lúcido
análisis sobre las posibilidades del comercio asiático, detallando pormenorizadamente
los productos más adecuados, los territorios idóneos o las dificultades de colisión con
los intereses de Portugal-España.
Esta última cuestión me permite abordar el resto de los documentos principales:
seis cartas a las autoridades civiles de la flamante República Holandesa escritas entre
1609 y 1616. Una se dirige al Gran Consejero Pensionado de los Estados Generales, Jan
van Oldenbarneveldt, y las otras cinco al que sería su mano derecha como Consejero de
Rotterdam, Hugo Grotius. No hay tiempo aquí para explicar los avatares políticos de
ambos personajes, precisamente a partir de 1617, cuando el enfrentamiento con
Mauricio de Orange les llevó a la muerte y a la prisión, respectivamente. Pero sí
debemos mencionar que este periodo anterior coincide con las negociaciones para la
importantísima Tregua de los Doce Años con la Monarquía Católica, cerrada
precisamente el mismo año en que Grotius publicaba su Mare Liberum (1609), un
alegato sobre la libertad de comercio a propósito de la captura del buque portugués
Santa Catarina por otro conocido almirante, Jacob van Heemskerck, en aquellas mismas
costas de Singapur. Añadiremos que las cartas a Grotius corresponden también a la
época de sus negociaciones con Gran Bretaña, justamente sobre los intereses
comerciales de ambos países en Asia y el Atlántico (1613).
Finalmente, Borschberg nos presenta diez documentos “adicionales”
correspondientes a los años 1605 a 1609 sobre cuestiones relacionadas con el comercio
de los Países Bajos en el Lejano Oriente, la VOC o las negociaciones con los príncipes
locales de aquellos territorios.
En conjunto, se trata de una información de notable interés para completar, como
señalaba al comienzo, la información que tenemos los historiadores hispanos sobre el
punto de vista holandés acerca de esa fascinante época.
221
MAGALLÁNICA, Revista de Historia Moderna: 2 / 4 (Reseña de libros)
Enero-Junio 2016, ISSN 2422-779X
Recibido: 21/05/2016
Aceptado: 01/06/2016
El interés por los animales manifestado por Aristóteles, fue continuado por
muchos autores que se preguntaron en diferentes épocas por los animales y sus
interacciones con el medio en que se desarrollan. Sin embargo, no es sino hasta hace
algunas décadas -K. Thomas (1983); R. Delort. (1984), M. Pastoureau (2006)- que la
historiografía puso su atención en esta temática para problematizarla y plantear nuevos
enfoques en su tratamiento. En los últimos años, destacados autores en publicaciones y
congresos de diferentes disciplinas se han ocupado de las metodologías a emplear para
hacer historia de los animales en concordancia con nuevos enfoques a partir de la
renovación historiográfica. Sólo a modo de ejemplo, J. Spencer (2012) se preguntaba
por la relación entre las mujeres y los animales durante la Ilustración (Mary
Wollstonecraft) y su influencia en el desarrollo del feminismo o P. Gordon (2011)
llamaba la atención sobre la importancia del incisivo análisis de D. LaCapra (2009)
sobre la naturaleza de la violencia y las traumáticas acciones que implica y su
preocupación por los límites problemáticos entre lo humano y lo animal. En este
Reseña: “La imagen del… María Luz González Mezquita
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Reseña: “La imagen del… María Luz González Mezquita
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Reseña: “La imagen del… María Luz González Mezquita
Con frecuencia los animales fueron usados bien como personajes antropomorfos en la
literatura, bien como motivo de sátira social o política.
En el Capítulo 4: “El estudio de la fauna americana”, se destaca el mayor
desarrollo que tuvo la Historia Natural en el resto de Europa. Sin embargo se debe tener
en cuenta el valioso aporte de los autores españoles ya que a ellos se debió, en gran
parte, el conocimiento de las nuevas especies americanas aplicando criterios de
conocimiento empírico lo que provocaría una ruptura de la visión emblemática de la
naturaleza. El autor enfatiza la injusta postergación que han sufrido los escritores
españoles en la “primera Revolución Científica”, como consecuencia de la
interpretación whig “según la cual el camino hacia el progreso ha pasado por el
protestantismo y los países anglosajones frente a un catolicismo y una latinidad
símbolos de barbarie y oscurantismo” (FALTA CITA). Pero también culpa de esta
situación al secreto impuesto por las burocracias ibéricas a la circulación del
conocimiento. Considera fundamental el papel de los jesuitas en la difusión de las
noticias sobre la fauna americana. Aunque la botánica y las delimitaciones geográficas
fueran las grandes privilegiadas, las expediciones científicas al continente americano
también jugaron su papel en un mayor conocimiento del mundo animal. Se establecía de
esta manera una imbricación entre imperialismo y producción del conocimiento
entendido como apropiación del mundo.
En el Capítulo 5:“Hacia una naturaleza desencantada”, se explora el paso durante
la Modernidad de un modelo de conocimiento que analiza lo que la naturaleza tenía de
maravilloso y extraordinario, hacia otro -desde mediados del siglo XVII- dominado por
la llamada “Revolución científica” que buscaba establecer regularidades y no estudiar
excepcionalidades. Entre finales del siglo XVII e inicios del XVIII los científicos
comienzan (comenzaron) a consolidarse como comunidad y estar identificados como
productores de un saber universal garantizado por el juicio crítico de los miembros de la
comunidad denominada República de las Letras. Los códigos de la información también
cambiaron para garantizar que la comunicación respetara determinadas normas de
control. La utilidad entra a formar parte de los criterios básicos de orientación del saber
cuestión que se manifiesta también en el caso americano. En la España del siglo XVIII
el camino hacia una ciencia natural desencantada resultaba irreversible. La Historia
natural trataba de conseguir una apertura a la Modernidad sin poner en tela de juicio los
225
Reseña: “La imagen del… María Luz González Mezquita
226
Reseña: “La imagen del… María Luz González Mezquita
temor a las poblaciones, como era el caso del lobo. Sin embargo, no era el único,
también había otros animales nocivos como los perros causantes de la rabia o algunos
insectos sobre todo los domésticos (moscas, chinches, pulgas). Por otra parte, los
campesinos debían combatir plagas como las langostas que atentaban contra sus
cultivos y frente a las cuales oponían conjuros y rogativas.
En el Capítulo 7: “Los animales de compañía” se realiza una aproximación a la
problemática sobre las diferencias entre los hombres y los animales. Algunos
pensadores afirmaron que todas las criaturas eran iguales interpretando el dominio sobre
los animales como una consecuencia de la vanidad humana (Montaigne). El discurso a
favor de los animales (de raíz aristotélica y paulina) se consolidó a lo largo del siglo
XVII y XVIII (Feijóo), pero salvo excepciones se sostuvo la superioridad del hombre.
En el siglo XVIII los filósofos y naturalistas bucean en el mundo de las mascotas y se
preguntan si los lazos entre hombres y animales podían ser equivalentes a la amistad
entre los humanos. En España, una particular manifestación de afecto por los animales
puede ser el trato que merecen en El Quijote.
El Capítulo 8: se centra en “El zoológico del Rey de España”. El interés por los
animales salvajes no era novedosa entre la aristocracia europea en la Modernidad por
considerarlos como símbolos de poder, prestigio y lujo. Las relaciones
intercontinentales abrieron las puertas al tráfico global de nuevos animales y plantas.
Tuvieron merecida fama por su variedad las colecciones de la Kuntskammer de Rodolfo
de Habsburgo y la Ménagerie de Versalles o la colección zoológica de Carlos III que
profundizara las tendencias de la corte madrileña de siglos anteriores.“Los españoles de
la modernidad estudiaron animales, exterminaron animales, quisieron animales y
coleccionaron animales” (FALTA CITA).
En la actualidad, encontramos que muchas de las situaciones de dominio
permanecen aunque se haya progresado en dirección a una consideración y protección
cada vez mayor de los animales. Un buen ejemplo puede ser la obra reciente de Luis
Sepúlveda (2016) que fusiona la tradición de las fábulas con el protagonismo concedido
a un perro como portavoz de las reivindicaciones que reclama el pueblo: un elogio de la
fidelidad, la amistad y la defensa de los derechos de los mapuches. La consideración de
las representaciones del mundo animal tal como se presentan a lo largo de la
Modernidad ofrece diferentes facetas. En la obra se atiende a su visión simbólica (los
227
Reseña: “La imagen del… María Luz González Mezquita
Bibliografía
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MAGALLÁNICA, Revista de Historia Moderna: 2 / 4 (Reseña de libros)
Enero-Junio 2016, ISSN 2422-779X
Darío Lorenzo
Universidad Nacional de Mar del Plata, Argentina
dariolorenz@yahoo.com.ar
Recibido: 03/06/2016
Aceptado: 10/06/2016
Los lectores recorrerán desde su prólogo -escrito por el Dr. Fancisco J. Aranda-, el
camino hacia historias entrecruzadas y de múltiples subtramas: Desde la Historia del
Derecho, atravesando el pensamiento de los juristas españoles modernos, hasta el
conocimiento del ius commune; para considerar en definitiva, lo que se pensaba sobre
el poder en la monarquía de España entre los siglos XV y XVII.
Los estudios e investigaciones llevados a cabo por el Profesor Salustiano de Dios
fueron recopilados y reunidos en este libro; muchos de los trabajos aquí presentados han
sido publicados en diversas revistas o en obras de conjunto y se reproducen en orden
cronológico, de modo que para el lector tiene sus ventajas.
A continuación, detallaremos los trabajos por el mismo orden de publicación: “El
absolutismo Regio en Castilla durante el siglo XVII”, publicado en Iius Fugit; “La
doctrina sobre el poder del príncipe en Gregorio López Madera”, publicado en el
Anuario de historia del derecho español; “La doctrina sobre el poder del príncipe en el
doctor Juan Gutiérrez”, publicado en Salamanca: revista de estudio; “El doctor Antonio
Pichardo Vinuesa: vida, obra y doctrina sobre el poder del príncipe”, publicado en Ius
fugit: Revista interdisciplinar de estudios histórico-jurídicos; “La doctrina sobre el
Reseña: “El poder del… Darío Lorenzo
poder del príncipe en el doctor juan de Orozco”, publicado en Ius fugit: Revista
interdisciplinar de estudios históricos – jurídicos; “La doctrina sobre el poder del
príncipe en el doctor Diego Espino de Cáceres”, publicado en Salamanca: revista de
estudios; “La doctrina sobre el poder del príncipe en Bartolomé de Humada Mudarra
Mercado”, publicado en el Anuario de historia del derecho español. “La doctrina sobre
el poder del príncipe en Alfonso Hojeda de Mendoza”, publicado en Studia histórica.
Historia Moderna; “La doctrina sobre el poder del príncipe en Luis Mexía Ponce de
León”, publicado en el Anuario de historia del derecho español. Un “Estudio preliminar
al Arte Real de Jerónimo de Cevallos”. Posteriormente, “La doctrina sobre el poder del
príncipe en Martín de Azpilcueta”, publicado en el libro El derecho y los juristas en
Salamanca (siglos XVI-XX): en memoria de Francisco Tomás y Valiente; “La doctrina
sobre el poder del príncipe en Jerónimo de Cevallos”, publicado en la obra Letrados,
juristas y burócratas en la España Moderna; “La doctrina sobre el poder del príncipe
en el doctor García de Gironda”, publicado en el Anuario de historia del derecho
español. Continuamos con “La política en el derecho. El tratado de Lege Política de
Pedro González de Salcedo”, publicado en un texto en Homenaje al profesor José
Antonio Escudero; “Derecho, religión y política. La representación del doctor Francisco
Ramos del Manzano al papa Alejandro VII sobre la provisión de obispados vacantes en
la Corona de Portugal”, publicado en Juristas de Salamanca: Siglos XV – XX. La obra
finaliza con un estudio dedicado a “La doctrina regalista en el doctor Juan del Castillo
Sotomayor”, publicado en Facultades y grados: X Congreso Internacional de Historia
de las Universidades Hispánicas.
Si uno de los propósitos de la obra es, analizar el proceso de consolidación de la
monarquía absoluta y las distintas formas de expresión de superioridad del monarca -
manifestada por los juristas castellanos-, creemos que está plenamente alcanzado a lo
largo de las más de ochocientas cincuenta páginas con que cuenta este libro, para cuya
elaboración se han consultado numerosas fuentes documentales y bibliográficas. El
mismo consta de diecisiete capítulos y dos epílogos. En la primera parte se dedicará a
recordar lo que podemos calificar como precedentes, que transcurren entre los reinados
de Alfonso X y Enrique IV, por los años de 1252 a 1474. En segundo lugar, se ocupa de
la época de los reyes Católicos, comprendida entre 1474 y 1516 en plena afirmación del
poder absoluto del príncipe, manifestada no sólo en los escritos de los juristas, sino
también en la práctica de la Corte. Finalmente, en el tercer apartado, se estudiará lo que
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Reseña: “El poder del… Darío Lorenzo
sucedió en el resto del siglo XVI con atención a la doctrina y a la práctica jurídica,
quizás no siempre concordes.
Pensamos que la recopilación en un cuerpo unitario implicó un trabajo complejo,
en especial si pensamos en la variada cantidad de documentos/fuentes de archivos de la
Cámara de Castilla, testamentos regios o pragmáticas analizados, cuyo resultado,
parafraseando al Dr. Aranda, permitió abrir “una verdadera biblia, esto es, un libro de
libros”. La obra reseñada transita el tema del absolutismo regio en Castilla, en especial
durante los siglos XV al XVII. Las diferentes líneas de investigación trazadas por
Salustiano de Dios -en lo que respecta al amplio conocimiento sobre la doctrina de los
juristas castellanos en la teorización del poder-, fueron recogidas –entre otras obras-, por
Javier Infante y Eugenia Torijano (coords.) en el libro De nuevo sobre Juristas
Salmanticenses. Estudios en homenaje al Profesor Salustiano de Dios (2015), donde no
sólo se enfatiza su labor en la docencia e investigación en la Facultad de Derecho
salmanticense, sino también sus virtudes personales.
El término absolutismo puede ser objeto de discusión, puesto que así enunciado
no se encuentra en las fuentes del período estudiado. Las leyes, los documentos y los
escritos de los juristas de lo que nos hablan es de poder absoluto, poderío real absoluto o
potestad absoluta. Debemos recordar que en un artículo titulado “Sobre la génesis y los
caracteres del Estado Absolutista en Castilla” (1985), el Profesor Salustiano de Dios
manifestaba que “he de reconocer con sinceridad que no me asiste el mismo grado de
convicción respecto a ambos vocablos: Estado y absolutismo. Pues mientras el primero
se encuentra con dificultad en las fuentes, y para eso con variedad de sentidos, por lo
que requiere una mayor intervención del historiador en la tarea de precisar el concepto,
el otro puede perseguirse en infinidad de testimonios documentales, se nos habla de
poder absoluto, de desvinculación del monarca respecto del derecho positivo” (1985:
12).
A la luz de los testimonios, el absolutismo regio se conceptuaría a partir de un rey
desligado del derecho positivo que podía legislar y privilegiar conforme a su voluntad,
sin trabas institucionales que se lo impidiesen. En este sentido, poder absoluto, será
poder soberano. La labor llevada a cabo por los juristas del ius commune, tanto civilistas
como canonistas, iban dirigidas para encontrar fórmulas capaces de compaginar el poder
supremo y absoluto del monarca, para asegurar la gobernabilidad del reino.
Los aportes de juristas, jurisperitos, jurisconsultos o jurisprudentes se manifiestan
en construcciones doctrinales que, concebirán al rey como cabeza del reino, de
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Reseña: “El poder del… Darío Lorenzo
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Reseña: “El poder del… Darío Lorenzo
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Reseña: “El poder del… Darío Lorenzo
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Reseña: “El poder del… Darío Lorenzo
DIOS, S. de (1996-1997) “El absolutismo Regio en Castilla durante el siglo XVII”, EN: Iius
Fugit, Revista interdisciplinar de estudios histórico-jurídicos, Nº 5-6, pp. 53-236.
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del príncipe”, EN: Ius fugit: Revista interdisciplinar de estudios histórico-jurídicos, Nº 7, pp. 9-
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DIOS, S. de (1999) “La doctrina sobre el poder del príncipe en el doctor Diego Espino de
Cáceres”, EN: Salamanca: revista de estudios, Nº 42, pp. 59-83.
DIOS, S. de (1999) “La doctrina sobre el poder del príncipe en Bartolomé de Humada Mudarra
Mercado”, EN: Anuario de historia del derecho español, Nº 69, pp. 197-237.
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DIOS, S. de (2002) “La doctrina sobre el poder del príncipe en Luis Mexía Ponce de León”,
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poder del príncipe en Martín de Azpilcueta”, EN: El derecho y los juristas en Salamanca (siglos
XVI-XX): en memoria de Francisco Tomás y Valiente, pp. 461-566.
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Salcedo, EN: Homenaje al profesor José Antonio Escudero, Vol. 2, pp. 673-712.
DIOS, S. de, TORIJANO PEREZ, E., INFANTE, J. (2009) (coords.) “Derecho, religión y
política. La representación del doctor Francisco Ramos del Manzano al papa Alejandro VII
sobre la provisión de obispados vacantes en la Corona de Portugal”, EN: Juristas de
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(Valencia, Noviembre 2007) / PESET REIG, M. (pr.), vol. 1, pp. 303-350.
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