Paradoja y Deconstrucción en "El Golem"
Paradoja y Deconstrucción en "El Golem"
Paradoja y Deconstrucción en "El Golem"
RESUMEN / ABSTRACT
This study seeks to explore the functioning of some motifs of the Kabbalah and Platonic
philosophy in the poem “El golem” by Jorge Luis Borges. Based on the Argentine author’s
peculiar deconstructive style, the hypothesis proposed is that the poem becomes a field of
experimentation where the limits of some Kabbalistic and Platonic concepts are explored with
tools such as paradox and parody.
1
Agradezco profundamente la lectura previa, los comentarios y correcciones de este
estudio hechas por los pares evaluadores.
532 Revista Chilena de Literatura Nº 105, 2022
The analysis concludes that a possible reading of “El golem” should not ignore the author’s
relativistic and playful vision of mystical and philosophical currents, in this case the Kabbalah
and Platonic philosophy. So, in the poem analyzed, paradox prevails as the deconstructive
attitude of the text.
Keywords: Kabbalah, golem, plato, paradox, deconstruction, intertext, relativism.
Acaso sea la Cábala la escuela mística más entrañable para Borges. A ella
dedica de manera explícita un par de ensayos2 y es un tópico que atraviesa
innumerables cuentos y poemas. Borges afirma que su fascinación por
esta filosofía obedece a que guarda una incontestable filiación bíblica, que
le evoca a su abuela inglesa, protestante, quien dominaba la Biblia como
pocos. Además, atrae especialmente la atención del autor argentino ese Dios
impersonal que la Cábala preconiza, el Ain Soph, consonante con el Dios
de Spinoza, con la voluntad de Schopenhauer, con la life’s force de Bernard
Shaw y con el élan vital de Bergson. Asimismo, la Cábala es dilecta para
Borges porque la primera novela que leyó en alemán cuando aprendió dicha
lengua de manera autodidacta, fue El golem, de Gustav Meyrink (Alazraki,
“Conversación con Borges” 171)3.
Cábala significa recepción, tradición. Se define como una forma de
misticismo y teosofía judías surgidas en el siglo XIII y soportadas por una
obra capital, el Zohar. La doctrina cabalística aparece en el sur de Francia,
luego se extiende al norte de España –Cataluña–, y posteriormente a Italia y
2
Me refiero a “Una vindicación de la Cábala” (1932) y “La Cábala” (1977). Vid. infra.
3
No obstante, Carlos García hace notar en varios de sus trabajos recientes, como
en el que se cita a continuación, lo siguiente: “Según la leyenda que él mismo contribuyó a
difundir, Borges habría aprendido alemán por su cuenta. Sin embargo, era materia obligatoria
en el ‘Collège Calvin’ (Ginebra), donde cursó tres años de bachillerato, sin concluirlo, entre
1914 y 1917” (129).
Paradoja y deconstrucción en “El Golem”… 533
Alemania Se considera que los precursores de los cabalistas son los pensadores
gnósticos4 y cátaros5.
Las premisas de la Cábala6, que Borges luego rescatará para poner a
prueba en la construcción de sus universos literarios son referidas en diversos
lugares de su corpus ensayístico. Dos textos definen la línea reflexiva de
Borges con respecto a dicho sistema de pensamiento. En primer término está
“Una vindicación de la Cábala”, incluido en el corpus de Discusión, cuya
publicación data de 1932; en segundo, “La Cábala” incluido en la serie de
conferencias recogidas en el volumen Siete noches. Tales disertaciones fueron
impartidas en el teatro Coliseo de Buenos Aires en 1977. El primer ensayo
4
Para los gnósticos existe un dios indeterminado, denominado Pleroma, de él surgen
emanaciones divinas que conformen se alejan de la fuente van degradando en perfección.
Cada emanación corresponde a un mundo, con el mismo grado de imperfección que el dios
correspondiente. Se dice que nuestro universo es la emanación 365, cuyo Dios es Jehová, lo
cual explica el mal y el dolor en el orbe, pero corresponde a la creación ayudar a construir
a Dios, a través de un obrar virtuoso para retornar todos a la fuente original (“La Cábala”,
OCIII 271-272)
5
Los cátaros o albigenses fueron considerados un grupo herético del sur de Francia,
duramente perseguidos y aniquilados en la Cruzada Albigense. “Fueron los herederos del
pensamiento platónico, de las Doctrinas Iniciáticas, además de que sus sistemas recuerdan tanto
el budismo, como los sistemas pitagóricos y druídicos” (Ferrière 180). Como los maniqueos,
su doctrina reposa en el principio de dualidad: “Luz y Tinieblas, Espíritu y Materia, Dios y
Satán. El Cristo de los khátaros no es como aquel de los católicos romanos, no está en suplicio,
sino en una Majestad” (181).
6
Los estudiosos que han abordado la atracción de Borges por la Cábala en sus
distintas modulaciones son copiosos. Lo mismo puede decirse de las relaciones de Borges
con la filosofía platónica o con el gnosticismo. Llamo la atención, a través de notas al pie,
acerca de los aspectos relacionados directamente con este trabajo que han sido planteados por
mis antecesores y señalo dónde mis comentarios amplían los puntos previamente abordados.
Sobre la relación del poema “El Golem” y la Cábala sugiero revisar: Jaime Alazraki, “Borges
and the Kabbalah; Kattia Chinchilla Sánchez, “Entre el Adán y El Golem, a propósito de un
poema de Jorge Luis Borges”; Ethan Frome, “Génesis de la creación poética, “El Golem” de
J.L. Borges”; Óscar Hanh, “Borges. De los meros simulacros a los coincidentes puntuales”
y “El motivo del golem en ‘Las ruinas circulares’de J.L. Borges”; Jorge Hernández Martín,
“Kabbalistic Borges and Textual Golems”; Adrián Nazareno Bravi, “Notas sobre Borges y el
Golem”. En cuanto a la relación de la concepción platónica sobre la capacidad gnoseológica
de los nombres y “El Golem”, revisar Hernán Martínez Millán, “El Platón de Borges”; Martín
Grassi, “La funesta inmediación: Jorge Luis Borges y el anhelo de un saber absoluto”; Jean
François Mattéi, Jorge Luis Borges & la philosophie; María Encarnación Varela Moreno,
“Algunas aportaciones judías a la obra de J.L. Borges”. En cuanto a las intersecciones de “El
Golem” y el gnosticismo, recomiendo a Guillermo Riveros Álvarez, “El demiurgo ciego. La
huella gnóstica en la narrativa de Jorge Luis Borges”.
534 Revista Chilena de Literatura Nº 105, 2022
En un libro sagrado son sagradas no solo sus palabras sino las letras
con que fueron escritas. Ese concepto lo aplicaron los cabalistas al
estudio de la Escritura […] La idea es esta: el Pentateuco, la Torah, es
7
A este respecto, Mario Satz, en su artículo “Borges, el Aleph y la Kábala” señala:
“Entre Una Vindicación de la Cábala (1931) y la conferencia La Cábala (1977) que Borges
pronunciara en Buenos Aires entre junio y agosto de ese mismo año, transcurre el sucesivo
y continuo interés del poeta y narrador argentino por un tema cuyas raíces ignora pero de
cuya frondosidad y simbolismo ha bebido incontables veces, primero a través de El Golem de
Meyrink, y después –tal como bellamente estipula su soneto– por mediación del historiador
G. Scholem y su erudita obra sobre los comienzos de la Kábala” (55).
8
En la literatura de Borges es muy frecuente el tema de la Cábala, ya sea como
tópico central o a través de ideas o conceptos tangenciales; de manera representativa –y no
exhaustiva– podemos mencionar ensayos como “Historia de la eternidad”, “Una vindicación
del falso Basilíades”, “El tiempo circular”, “El ‘Biathanatos’”, “El idioma analítico de John
Wilkins”, “Del culto a los libros”, “El espejo de los enigmas”, “Historia de los ecos de un
nombre”, “La esfera de Pascal”; asimismo, algunos cuentos a destacar son “El Aleph”,
“Emma Zunz”, “Deutsches Requiem” “Las ruinas circulares”, “La escritura del dios”, “La
muerte y la brújula” y “Los teólogos”, entre otros. En cuanto a los poemas, resaltan “The
Thing I Am”, “Cosmogonía”, “Spinoza”, “Génesis IV, 8” y “Los dones”, entre muchos
más.
9
Edna Aizenberg (1997) en su capítulo “Una vindicación de la Kábala” del libro
Borges, el tejedor del Aleph y otros ensayos reseña algunas técnicas y actitudes propias de
la Cábala que interesan a Borges, a saber: el corpus simbólico –en el que incluye al Golem,
al árbol sefirótico y al Ain Soph–; el Libro Absoluto, y la “seudoepigrafía, comentario e
innovación mediante la tradición” (80-97). En general, Aizenberg se apega, en su clasificación,
a la descripción expuesta por el propio Borges en la conferencia “La Cábala”, que es la que
seguimos en este estudio.
Paradoja y deconstrucción en “El Golem”… 535
Esto ofrece una explicación al problema del mal. Borges combina estas ideas
con las de los gnósticos (vid. supra, nota 4) y concluye que si este universo
es producto de un Dios indeterminado cuyas emanaciones van degradando
en perfección conforme se van alejando del Pleroma; y si cada emanación
corresponde a un mundo, con el mismo grado de imperfección que el dios
tutelar correspondiente, entonces las criaturas en tanto que participan de la
naturaleza divina por ser sus emanaciones, son capaces de colaborar para
construir y perfeccionar a Dios:
10
La “Nota sobre Borges y el Golem” de Adrián Nazareno Bravi aborda este tema
y concluye que “El hombre es al mismo tiempo creado y creador. En cuanto creado, es
contingente y sujeto a las determinaciones espacio-temporales; en cuanto creador, tiene algo
de divino e inmortal” (231). Esta acotación, por lo demás, apuntala la noción de paradoja que
en este estudio se despliega.
Paradoja y deconstrucción en “El Golem”… 537
Sin duda, “El golem”, poema que escribe Jorge Luis Borges en 1958 y publica
en El Otro, el Mismo (Obra poética 206-9) es uno de los más representativos
del autor argentino y constituye un valioso ejemplo del fino manejo intertextual
a la manera borgiana. Mediante las herramientas que nos proporciona esta
original doctrina, se realizará el respectivo comentario y análisis.
11
Sobre la reflexión, han expresado ya sus opiniones diversos críticos, como Juan Nuño,
La filosofía en Borges; Jorge Martín, “¿Borges nominalista o antinominalista?”; Jaime Rest,
El laberinto del universo. Borges y el pensamiento nominalista. En específico, sobre el poema
“El golem” han escrito Grassi (2020) y Martínez (2009). En términos generales, las posturas
son variadas, pues mientras unos afirman el antinominalismo de Borges, otros defienden su
nominalismo; en tanto, otros asumen una postura intermedia, con la cual concuerdo. Luego
de un arduo examen de las distintas posturas, Grassi afirma que “Las cifras sin sistema son
indescifrables, y las palabras sin sistema son insignificantes. Nombrar es ya sistematizar, y
por tanto perder la singularidad anárquica como tal. Así, ni platonismo ni empirismo radical,
sino la paradojal situación humana” (1014). La tesis central de este artículo, a saber, dilucidar
la naturaleza paradójica de los elementos de la poética borgiana aquí planteada, se esboza
como salida a las discusiones antedichas.
12
Coincido con la reflexión de Jorge Hernández Martín, quien en su estudio “Kabbalistic
Borges and Textual Golems” afirma que crear un texto es un proceso análogo a crear un golem.
La creación en Borges es –dice– diferente a la tesis tomista de que Dios es el punto de origen de
la duplicación; se acerca, más bien, a la multiplicidad propuesta por Deleuze, que tiende a infinito.
Paradoja y deconstrucción en “El Golem”… 539
tanto capaz de romper la trama del lenguaje y efectivamente crear seres originales, nuevas
emociones y conceptos nunca vistos. Este tópico lo trabaja lúcidamente Ethan Frome en su
artículo “Génesis de la creación poética ‘El golem’ de J.L. Borges”.
542 Revista Chilena de Literatura Nº 105, 2022
su arte. En este sentido, el golem se instaura como figura paródica16 del Adam
Kadmon u hombre arquetípico, el que fue creado con relativa perfección y
dotado de todas sus potencias. A esta última imagen aspirará el ser humano
en su búsqueda del progreso espiritual.
En este juego de espejos, aparece un elemento de énfasis: de manera
oblicua y subyacente a la figura de Borges, comienza a emerger y a sugerirse
la presencia de Kafka. Recordemos que en la obra borgiana, Kafka, en
momentos, es asimilable a una imagen especular del propio escritor argentino.
Esta relación halla sustento en la presencia paradigmática del autor checo
en la literatura del argentino, a través de la búsqueda poco infrecuente de
Borges de elementos coincidentes entre él y Kafka. Además, mientras este
último nació en el barrio judío de Praga, y escribe desde los márgenes de la
cultura alemana17, Borges, por su parte, insiste en la presencia de ancestros
judíos en su árbol genealógico, además de ser también un escritor que se
mueve en las orillas18 respecto de la cultura argentina19.
16
Para la definición de parodia, nos apegamos a la propuesta por Peter Ivanov Mollov,
que es bastante idónea para los fines de este estudio: “El fenómeno de la parodia literaria
tiene su origen en una peculiar actitud de los autores respecto al mundo ideológico y estético
de obras anteriores, orientada a revelar el envés de este mundo; es una interpretación cómica
de lo serio, un enfoque nuevo, subversivo y ridiculizador de lo tradicional, lo convencional y
lo topicalizado. A la vez, la parodia nace del afán de originalidad del parodista, de su deseo
de encontrar su propio camino artístico, conculcando las preceptivas, negando la autoridad
avasalladora de su predecesores, ridiculizando los modelos consagrados.” (Web).
17
A este respecto, remitimos al lector al texto de Gilles Deleuze y Félix Guattari,
Kafka, por una literatura menor. Para los pensadores franceses, la literatura menor lo es en
oposición a un canon mayor. La palabra, que en el uso común establece estructuras, marca
territorios y sostiene un status quo, en la literatura, se vuelve palabra de liberación, con un
impacto revulsivo, deja de ser mot d’ordre y se convierte en espacio desterritorializado en el
que otros modos de ser son posibles.
18
Beatriz Sarlo definió así a Borges en su libro Borges un escritor en las orillas
porque –dice– este autor reordena las tradiciones culturales de Argentina, lo que “lo habilita
para cortar elegir y recorrer desprejuiciadamente las literaturas extranjeras, en cuyo espacio se
maneja con la soltura de un marginal que hace libre uso de todas las culturas. Al reinventar una
tradición nacional, Borges también propone una lectura sesgada de las literatura occidentales.
Desde la periferia imagina una relación no dependiente respecto de la literatura extranjera,
y está en condiciones de descubrir el ‘tono’ rioplatense porque no se siente un extraño entre
los libros ingleses y franceses. Desde un margen, Borges logra que su literatura dialogue de
igual a igual con la literatura occidental. Hace del margen una estética” (14-15).
19 En el ensayo “El escritor argentino y la tradición” Borges llega a comparar la
posibilidad cultural del escritor argentino con la de los judíos, quienes “sobresalen en la
cultura occidental, porque actúan dentro de esa cultura y al mismo tiempo no se sienten atados
Paradoja y deconstrucción en “El Golem”… 543
a ella por una devoción especial […] Creo que los argentinos, los sudamericanos en general,
estamos en una situación análoga; podemos manejar todos los temas europeos, manejarlos sin
supersticiones, con una irreverencia que puede tener, y ya tiene, consecuencias afortunadas”
(OCI 272-73).
544 Revista Chilena de Literatura Nº 105, 2022
20
El genetista Richard Goldshmidt acuñó en 1933 el término de Hopeful Monster
para referirse a una especie con la capacidad evolutiva de adaptarse mejor y más rápido a
los cambios de la naturaleza, añadiendo o eliminando partes de sí mismo para sobrevivir y
conservar su raza.
546 Revista Chilena de Literatura Nº 105, 2022
¿Por qué nos inquieta que el mapa esté incluido en el mapa y las
mil y una noches en el libro de Las mil y una noches? ¿Por qué nos
inquieta que don Quijote sea lector del Quijote y Hamlet espectador
de Hamlet? Creo haber dado con la causa: tales inversiones sugieren
que si los caracteres de una ficción pueden ser lectores o espectadores,
nosotros, sus lectores o espectadores, podemos ser ficticios. (Borges
esencial [BE] 386)
Es plausible encontrar aquí otro intratexto: el cuento “La escritura del dios”,
en el cual el sacerdote maya Tzinancán, prisionero de Pedro de Alvarado,
descubre, en el curso de su epifanía, el nombre divino que puede cambiar
su destino; pero esa misma revelación le impone optar por no pronunciarlo,
por no obrar y dejarse morir en la tiniebla. Dice Tzinacán:
De vuelta al poema que nos ocupa, la voz lírica cierra integrándose con la
de Borges autor, al decir: En la hora de angustia y de luz vaga, en su Golem los
ojos detenía. La hora de angustia y de luz vaga tiene varios significados: es la
noche insomne, pero también el tiempo de la reflexión sobre la obra realizada,
asimismo, se refiere a la vejez próxima y a la ceguera, que coinciden con la
edad y la situación de Borges al escribir el poema21. Esta voz que se superpone
a la que ha conducido el poema es la del autor argentino, examinando los
incontables efectos de la obra producida, la cual refleja a Judá León evaluando
la acción de crear a su golem y a Dios dubitativo por haber dado vida a su
rabino. Sin embargo, aparece una nueva paradoja que instituye la existencia
del poema mismo como un desafío a la propuesta cabalística. No todo en
la trama es absoluto ni se halla indefectiblemente prefijado, de lo contrario
la creación perdería sentido. La acción del hombre es un imponderable
de carácter ineludible para que el propósito de este experimento llamado
universo se cumpla. Acaso el error del rabino, que corresponde al yerro de
Jehová, constituya, en el fondo, un gran acierto con alcances de redención.
Borges como voz lírica, en el poema “Para una versión del I King” expresa:
21
“El Golem” fue escrito en 1958 y publicado en 1964 en el poemario El otro, el
mismo. Al escribirlo, Borges tenía 59 años; en cuanto a la ceguera casi completa, le ocurre
partir de 1955.
Paradoja y deconstrucción en “El Golem”… 549
admite error alguno, acaso la tarea del escritor sea escribir en el anverso de
ese tejido infinito, y sus aportes relativos se conviertan en hilos necesarios
para continuar la urdimbre de la existencia. Por ello el poema analizado
preconizaría lateralmente la muerte del autor, al ser este, por definición, un
sueño de otro soñador. Muriendo a un ego y a un nombre, el artista está en
mejores condiciones de ser un colaborador involuntario de la red de causas
y efectos cuyo sentido global él y todos desconocemos, pero acaso intuimos.
Perplejidad es el epíteto idóneo para un lector que termina de recorrer con
la mirada y el pensamiento este poema, pues es confrontado con su necedad
(no tanta) de buscar conocimiento –o sentido– a través del ejercicio de leer
poesía. El poema deja al lector tan turbado como el dios cabalista, como Judá
León y como el autor de los versos en cuestión, al momento de contemplar
el resultado de su obcecación –acaso no tan banal– por consumirse en tan
(in)sustanciales ejercicios.
BIBLIOGRAFÍA
Aizenberg, Edna. Borges, El tejedor del Aleph y otros ensayos. Del hebraísmo al poscolonialismo.
Madrid: Vervuert-Iberoamericana, 1997.
Alazraki, Jaime. “Borges and the Kabbalah”. TriQuarterly. 25. (1972): 240-267. Web.
_. “Conversación con Borges sobre la Cábala. Entrevista inédita de 1971”. Variaciones
Borges 3 (1997): 163-76.
Borges, Jorge Luis. Borges esencial [BE]. Barcelona: Real Academia Española. Asociación
de Academias de la Lengua Española, 1997.
_. Jorge Luis Borges. Obras completas 1923-1949. Tomo I []. México: Emecé, 1993.
_. Jorge Luis Borges. Obras completas 1975-1985. Tomo III [OCIII]. México: Emecé, 1989.
(OCIII)
_. Obra poética de Jorge Luis Borges [OP]. Colombia: Emecé, 1998. (OP)
Canguilhem, Georges. Lo normal y lo patológico. México: Siglo XXI, 2005.
Chinchilla Sánchez, Kattia. “Entre el Adán y El Golem, a propósito de un poema de Jorge
Luis Borges”. Filología y Lingüística. 17/1-2 (1991): 63-71.
Deleuze, Gilles y Félix Guattari. Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia 2. Madrid:
Pretextos, 2010.
Frome, Ethan. “Génesis de la creación poética, ‘El Golem’ de J. L. Borges”. Netscape Web
Sites. (2001): 1-9. http://136.142.35.32/sites/default/files/Frome.pdf.
Ferrière, Serge Raynaud de la. El libro negro de la francmasonería. Caracas: Gran Fraternidad
Universal, 1989.
Paradoja y deconstrucción en “El Golem”… 551