Alpaca, Daniel - Trabajo de Investigacion - Maestria - 2022
Alpaca, Daniel - Trabajo de Investigacion - Maestria - 2022
Alpaca, Daniel - Trabajo de Investigacion - Maestria - 2022
: LINEAMIENTOS PARA LA
REGULACIÓN EFICIENTE DEL SERVICIO DE LIMPIEZA
PÚBLICA”
Presentado por
Daniel Ernesto Alpaca Febres
Wuilian Edwin Deza Guillen
Emy Julia Rosa Jimenez Barrantes
Índice
1. Justificación ...................................................................................................................... 3
2. Antecedentes ..................................................................................................................... 4
4. Metodología ...................................................................................................................... 7
3.1. Concesiones..............................................................................................................32
ii
1. Cifras globales................................................................................................................. 37
2. Cadena productiva........................................................................................................... 41
Conclusiones ...............................................................................................................................99
Bibliografía ...............................................................................................................................101
Anexos .......................................................................................................................................106
Índice de gráficos
Índice de tablas
Acrónimos y abreviaturas
¿Entendemos realmente el alcance del concepto “desarrollo sostenible”? Veamos que, de forma
intrínseca, la expresión involucra que los factores que promueven el desarrollo, tales como:
industrialización, diversificación, urbanización, etc., vayan acompañados de una idónea
protección ambiental; en suma, un crecimiento que priorice el mantenimiento de los ecosistemas;
siendo que, uno de los pilares de la sostenibilidad constituye la gestión idónea e integral de los
residuos sólidos. Desde diversos enfoques, este proceso (o más bien, la ausencia de este) produce
impactos negativos en ambientes físicos y sociales, directos e indirectos, muchos de ellos
irreversibles y permanentes, tanto sobre el ambiente como sobre la salud de la población.
Ahora bien, los inconvenientes asociados a la gestión de residuos sólidos –que, para efectos del
presente trabajo, se entiende forman parte del servicio de limpieza pública– en el Perú son tan
diversos como complejos; van desde la ausencia de un marco regulatorio adecuado para el
servicio, hasta una importante brecha en infraestructura. Pese a las cifras, diagnósticos e informes
que diferentes instituciones públicas y privadas han realizado sobre el particular, estamos muy
lejos de cumplir cualquiera de los citados objetivos.
1Los Objetivos de Desarrollo Sostenibles mencionados en el párrafo pueden ser ubicados en el siguiente enlace web
del Portal Oficial de las Naciones Unidas: https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/objetivos-de-desarrollo-
sostenible/
2
Como consecuencia, el 41.5% de las municipalidades distritales del Perú no cumplieron con la
frecuencia mínima de recolección y transporte de residuos sólidos no aprovechables; además, la
constante interrupción del servicio genera acumulaciones de basura en todo el país, en setiembre
del 2018 el OEFA identificó 36 puntos de acumulación de basura en 6 de los 7 distritos de la
Provincia Constitucional del Callao (86% de todos los distritos); mientras que en Lima
Metropolitana identificó 595 de estos puntos en 33 de los 43 distritos (77% de todos los distritos).
De otro lado, en su mayoría, las autoridades tercerizan el servicio de disposición final a empresas
especializadas mediante contratos de locación de servicios, lo que deviene en acuerdos con plazos
muy cortos que no aseguran su sostenibilidad ni la posibilidad de realizar inversión en nuevas
infraestructuras. Esto último nos lleva a la importante brecha en infraestructura. Véase que, a
nivel nacional, se cuentan con cincuenta y dos (52) infraestructuras de disposición final de
residuos sólidos, cuando, son necesarias trescientos setenta y cinco (375), de acuerdo a un
diagnóstico realizado por el Ministerio del Ambiente (2021). Esta brecha trae como consecuencia
que el 47.67% de residuos sólidos sean dispuestos en áreas inadecuadas, lo cual puede generar
serios problemas en el medio ambiente y en salud de las poblaciones aledañas a estas áreas
utilizadas inadecuadamente.
Aunado a este objetivo, se detallan las bondades de las concesiones en la recolección y disposición
final, de las cuales, merece resaltar la repercusión positiva en la continuidad del servicio, así como
en la limitación de asimetrías de posición entre las partes involucradas en la prestación.
1. Justificación
La recolección, transporte y disposición final de los residuos sólidos -entendida como limpieza
pública para los fines del presente trabajo- son actividades necesarias para garantizar el
saneamiento ambiental dentro de una jurisdicción. La prestación de este servicio constituye un
aspecto muy importante para la consecución de una mejor calidad de vida y, del mismo modo,
lograr convertirnos en un país sostenible, lo cual está en línea con los ODS mencionados en el
apartado anterior.
El objetivo planteado no resultaría difícil de analizar si, para comenzar, el servicio de limpieza
pública tuviera tratamiento legal de servicio público. Como veremos más adelante, la falta de
reconocimiento de servicio como “servicio público” se ha traducido en una falta de regulación de
4
Las deficiencias normativas, a su vez, han tenido impactos que merecen ser atendidos, y que
justifican, en gran medida, la existencia de este trabajo: (i) en el mercado de disposición final
analizado – Lima Metropolitana y Callao – se advierten prácticas discriminatorias; y, (ii) no se
evidencia que existan niveles de servicio determinados en la norma o en los contratos con la
finalidad de evaluar que la prestación del servicio se brinde siguiendo estándares de calidad y
eficiencia.
2. Antecedentes
La realidad en diversas vías públicas de Lima y Callao evidencia una importante brecha en el
servicio de limpieza pública, específicamente, en términos de cobertura a la población y calidad
en la prestación. El problema evidenciado, tiene diversas causas, sin embargo, se advierte que
nuestro país, a diferencia del modelo seguido en Latinoamérica, carece de un Organismo
Regulador o una Autoridad responsable del seguimiento al servicio y de emitir regulación sobre
el particular.
5
Sin embargo, previo al análisis de la problemática, aquí se buscará brindar algunos antecedentes
sobre la materia que son de utilidad para entender la magnitud e importancia del servicio y de sus
deficiencias.
Teniendo en cuenta esto, es latente la necesidad de promover una gestión eficiente del servicio de
limpieza pública, apuntando, no solo a la generación de un mayor número de infraestructuras,
sino que, se priorice una regulación del servicio.
6
Son dos (2) los problemas identificados: (i) presencia de fallas de mercado en la limpieza pública
a razón de un inadecuado marco regulatorio; y, (ii) ausencia de una autoridad con atribuciones
para normar, supervisar, regular y fiscalizar el servicio.
3.2. Objetivos
Objetivos específicos: (i) describir la actual estructura del mercado de limpieza pública; (ii)
exponer las dificultades ocasionadas por el deficiente marco normativo vigente en las distintas
actividades que componen el servicio; (iii) plantear una propuesta de un esquema de concesión, a
través de mancomunidades, para la prestación del servicio de limpieza pública; (iv) justificar la
necesidad de implementar una autoridad con funciones específicas para el servicio.
7
4. Metodología
El tipo de investigación utilizado para el presente trabajo será inicialmente descriptivo y analítico
con la finalidad de explorar y obtener una visión de la actividad de residuos sólidos en el Perú y,
en específico, analizar el mercado de disposición final en Lima y Callao.
Las fuentes de información serán primarias y secundarias: hechos y revisión del marco normativo
aplicable; así como recopilación de artículos, investigaciones previas, entre otros, vinculadas al
objeto del presente trabajo.
En relación a la segunda fase, por otro lado, se tiene la necesidad de analizar el mercado de
limpieza pública en Lima y Callao, con la finalidad de plantear, a modo de conclusión, aspectos
de mejora para la prestación del servicio de limpieza pública.
8
1. Residuos sólidos
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (en adelante, la Cepal) recoge las
distintas acepciones de residuo como la que plantea la OCDE, 2014), que la define como «aquella
materia generada en alguna actividad productiva y/o consumo que no tienen, en el contexto en el
que son producidas, ningún valor económico» o la proporcionada por la U.S. Environmental
Protection Agency (EPA)2, que precisa como residuo «todo material (sólido, semisólido, líquido
o contenedor de gases) descartado, es decir que ha sido abandonado, es reciclado o considerado
inherentemente residual».
Por su lado, la legislación peruana, dentro del Decreto Legislativo N° 1278, que aprobó la Ley de
Gestión Integral de Residuos Sólidos (en adelante, LGIRS), establece que un «residuo sólido es
cualquier objeto, material, sustancia o elemento resultante del consumo o uso de un bien o
servicio, del cual su poseedor se desprende o tiene la intención u obligación de desprenderse»3.
Si bien existía una orientación a definir al residuo como algo que carece de valor o utilidad, lo
cierto es que recientes tendencias o modelos productivos, como las que promueve la denominada
economía circular, buscan priorizar la reparación, reciclaje o reutilización de los materiales y
productos existentes todas las veces que sea posible para crear un valor añadido, generando de
este modo un consumo y crecimiento sostenible.
2 Recuperado de:
https://sor.epa.gov/sor_internet/registry/termreg/searchandretrieve/glossariesandkeywordlists/search.do?details=&glo
ssaryName=Reusable%20Vocabulary
3LGIRS “DEFINICIONES
Residuos sólidos. - Residuo sólido es cualquier objeto, material, sustancia o elemento resultante del consumo o uso de
un bien o servicio, del cual su poseedor se desprenda o tenga la intención u obligación de desprenderse, para ser
manejados priorizando la valorización de los residuos y en último caso, su disposición final”.
9
Por otra parte, en cuanto a su clasificación, se han desarrollado distintos modos de ordenar a los
residuos: de un modo comprensivo, Martínez (2005) los identifica por su estado, en sólidos,
semisólidos, líquidos y gaseosos; por su origen, en urbanos, industriales, mineros, hospitalarios,
entre otros. También los clasifica por el tipo de tratamiento que les corresponde y por los
potenciales efectos derivados de su manejo, entre los que destacan los peligrosos y no peligrosos.
Una vez generados, los residuos sólidos deben ser correctamente administrados, esto es,
debidamente tratados o dispuestos; de lo contrario, pueden desencadenar serios impactos al
ambiente y/o a la ciudadanía. Al proceso que involucra su administración o gestión, se le conoce
como el ciclo de los residuos sólidos, el mismo que va desde su generación hasta su disposición
final, lo que, en línea con Gylania (2001), abarca hasta siete etapas: generación, recolección,
almacenamiento, transporte, comercialización, tratamiento y disposición final.
Adicionalmente, la “Guía para la Gestión Operativa del Servicio de Limpieza Pública” (en
adelante, la Guía)5, incorpora el barrido y limpieza de espacios públicos y la valorización. Este
proceso comprende, además, las funciones administrativas, financieras, legales, de planificación
y de ingeniería necesarias para atender las problemáticas ambientales y sociales asociadas a los
residuos sólidos.
4
LGIRS “Artículo 31.- Clasificación de los residuos sólidos
Los residuos se clasifican, de acuerdo al manejo que reciben, en peligrosos y no peligrosos, y según la autoridad pública
competente para su gestión, en municipales y no municipales. El Reglamento del presente Decreto Legislativo puede
establecer nuevas categorías de residuos por su origen u otros criterios, de ser necesario”.
5
Aprobada por el Ministerio del Ambiente mediante Resolución Ministerial N° 091-2020-MINAM.
10
El ciclo inicia con la generación, a partir de los insumos o materiales sobrantes que son
desechados luego de alguna actividad, ya sea doméstica, comercial, industrial, o de diferente
origen. Luego, estos sobrantes son recogidos desde su fuente para luego, en algunos casos, ser
almacenados en un centro de acopio. Posteriormente, estos desechos son transportados ya sea a
plantas de tratamiento, donde se aprovecha el material reutilizable y se comercializa, o a centros
de disposición final, tal como se grafica a continuación:
Como se verá más adelante, cada una de estas etapas se interrelacionan y constituyen un eslabón
necesario para brindar el servicio de limpieza pública; por lo que, la carencia o escasez de alguna
de ellas afecta la adecuada prestación del servicio o incrementa la brecha de población no
atendida.
Según Marcelo Corti y Sergio Barocelli (2018), es una herramienta, de amplia aceptación
internacional, enfocada en el entendimiento de cada una de las etapas del ciclo de vida de los
residuos y que busca mejorar u optimizar la administración de cada una de esas etapas. Los
mismos autores citan a Tchobanoglous, Theisen, & Vigil (1994), quienes definen la gestión
integral de residuos sólidos como «[…] la selección y aplicación de técnicas, tecnologías y
11
programas de gestión idóneos para lograr metas y objetivos específicos de gestión de residuos
[…], constituyendo a la misma por los siguientes elementos: reducción en origen, reciclaje,
transformación de residuos y vertido».
Por otro lado, EPA define a la Gestión Integral de Residuos (Integrated waste management) como
«el uso complementario de una variedad de prácticas para administrar residuos sólidos
municipales en forma efectiva y segura. Las técnicas de gestión integral de residuos incluyen
reducción en la fuente, reciclaje, compostaje, incineración y rellenos sanitarios»6.
Diversos estudios conducidos por grandes entidades internacionales, como la ONU (2018), Cepal
(Rondón et al, 2016), Aidis (Tello et al, 2018) y el Banco Mundial (Kaza et al, 2018) se centran
en el desarrollo de la gestión integral de residuos como la solución a la diversa problemática en
torno a la basura, principalmente en América Latina, o como eje para la consecución de metas
globales en el manejo de residuos sólidos. En todos los casos se mencionan dos palabras clave
que han marcado y siguen marcando tendencia en estos últimos años: tratamiento y valorización.
Los países más desarrollados explotan estos dos conceptos (tratamiento y valorización) en mayor
medida que los países menos desarrollados (Kaza et al, 2018). Por ejemplo, en países de América
del Norte, Europa Central y Asia Central, cerca de la mitad de los residuos tienen como destino
final la incineración (para producir energía eléctrica) o el reciclaje. Para ello, enfocan su
regulación en filosofías que van más allá del propio servicio de limpieza, como son la segregación
en la fuente y la economía circular.
Ahora bien, es un gran desafío para países en desarrollo fomentar la segregación en la fuente o
más aún implementar una política efectiva de economía circular. En palabras de Joanna Kámiche
(2022), para el funcionamiento de la economía circular (EC) «se requiere que los diferentes
actores realicen su parte en el proceso: los hogares reduzcan la generación de los residuos, a través
de la minimización de los empaques de los bienes que se compran, así como evitar el desperdicio;
las empresas sean más eficientes a través del uso de menos recursos, y también generen menos
residuos, además de incluir materiales reciclados dentro del proceso; y, los gobiernos locales, a
través de la recolección de residuos, la segregación de los residuos para su valorización, así como
su disposición final».
Es decir, se requiere que todos y cada uno de los participantes en el ciclo de vida de los residuos
sólidos desempeñen un papel especial, lo cual concuerda con la mirada de Corti y Barocelli
(2018). No obstante, para poder llegar a este nivel, consideramos que primero es necesario atender
una deuda que aún tenemos, al menos en el caso de Perú, con la actividad más básica en la gestión
integral de residuos sólidos, la limpieza pública.
El artículo 3° de la LGIRS, precisa que «el Estado garantiza la prestación continua, regular,
permanente y obligatoria del servicio de limpieza pública», el cual comprende tres etapas:
recolección, transporte y disposición final de los residuos sólidos7. De ahí que, se vea oportuno
delimitar los conceptos y alcances de las actividades mencionadas, desde el enfoque de servicio.
1.4.1. Recolección
En esencia, la recolección involucra recoger los residuos en los puntos de generación para efectuar
su traslado hacia un espacio que posea características adecuadas para su contención, hasta que se
defina su destino final, esto es, valorización, transferencia, disposición final u otro, según
corresponda.
Por su lado, el Reglamento del Decreto Legislativo N° 1278, aprobado mediante el Decreto
Supremo N° 014-2017-MINAM (en adelante, RLGIRS), establece que la recolección «consiste
en la acción de recoger los residuos sólidos para transportarlos y continuar con su posterior
manejo»8. Asimismo, el RLGIRS señala que la recolección de los residuos debe ser selectiva y
efectuada de acuerdo con las disposiciones emitidas por la autoridad municipal correspondiente,
para tal efecto, precisa los criterios que las municipalidades de cada jurisdicción deben observar
para determinar los horarios9 y rutas10.
Por su parte, la Guía incorpora adicionalmente dos sistemas, la recolección de acera, que consiste
en recoger los residuos sólidos en las esquinas de las calles o paradas previamente establecidas y,
la recolección de esquina o parada fija, mediante la cual los operarios toman los recipientes con
residuos sólidos que se encuentran en la acera (orilla de la vía o en las canastillas).
En cuanto a la gestión del servicio de recolección, Mackenzie (2005) refiere que las políticas a
implementar dependen de la decisión de las autoridades competentes respecto de la forma en la
que se realizará, siendo las tres alternativas: (i) empleados municipales (recolección municipal);
(ii) empresas privadas que contrate el gobierno de la ciudad (recolección por contrato); o, (iii)
empresas privadas que contraten los residentes (recolección privada). Asimismo, de acuerdo con
Rondón et al (2016) esta etapa representa entre un 60% y un 80% de los costos globales de la
gestión de los residuos sólidos y, en consecuencia, requiere una cuidadosa administración.
En cuanto al desarrollo de la actividad de recolección, la Guía precisa que la recolección involucra
tres etapas: planificación, ejecución y mantenimiento:
1.4.2. Transporte
En cuanto al transporte de los residuos sólidos, según la LGIRS consiste en el «traslado apropiado
de los residuos recolectados hasta las infraestructuras de valorización o disposición final, según
corresponda, empleando los vehículos apropiados cuyas características se especificarán en el
instrumento de normalización que corresponda, y las vías autorizadas para tal fin»11. Asimismo,
se señala que esta etapa del proceso de manejo de los residuos sólidos debe ser ejecutada por las
municipalidades o Empresas Operadoras de Residuos Sólidos autorizadas,
de los centros poblados; además, el tráfico natural de ciudades como Lima incrementa los costos
del traslado entre dichos puntos. Esto origina un grave inconveniente ante la necesidad de transitar
grandes distancias por parte del vehículo recolector, cuyo diseño está concebido sólo para la
recolección, más no para el transporte. Frente a ello, las estaciones de transferencia surgieron
como una alternativa para optimizar el transporte.
De acuerdo con Toro et al (2016), las estaciones de transferencia «son edificios generalmente
cerrados, parcial o totalmente, con el fin de eliminar los posibles impactos producidos por olores,
ruidos, diseminación de residuos, entre otros». En estos espacios, varios vehículos de recolección
descargan los residuos sólidos en un vehículo grande para el transporte. Se identifican dos tipos
de estaciones de transferencia: (a) Estación con trasbordo directo; y, (b) estación con acopio.
Las estaciones de transferencia se orientan a incrementar la eficiencia del sistema, ya que los
vehículos de recolección y su personal pueden permanecer cerca de sus rutas, así los vehículos
especialmente diseñados para el transporte trasladan los residuos a las infraestructuras de
disposición final de residuos sólidos, los cuales se encuentran usualmente alejadas del centro de
la ciudad. Este alejamiento se ha venido agrandando cada vez más en los últimos años, lo que
genera que los costos asociados con el transporte de los residuos de la ruta de recolección a la
instalación sean cada vez mayores (Tello et al, 2018); razón por la cual la transferencia toma un
rol tan relevante en la separación entre la recolección y transporte, apalancando la búsqueda de
optimizaciones en el servicio en su conjunto.
Por su parte, la LGIRS señala que esta etapa «consiste en el aislamiento y/o confinamiento de los
residuos sólidos en infraestructuras debidamente autorizadas, de acuerdo con las características
16
físicas, químicas y biológicas del residuo con la finalidad de eliminar el potencial peligro de
causar daños a la salud o al ambiente»12. Asimismo, la LGIRS indica como válidas tres tipos de
infraestructura de disposición final: (i) rellenos sanitarios, (ii) rellenos de seguridad, y (iii)
rellenos mixtos.
En ese contexto, el relleno sanitario constituye la mejor solución técnica, económica y ambiental,
ya que se emplean métodos diseñados para disponer los residuos sin causar perjuicios a la salud
o al ambiente, esto previendo los posibles impactos de los líquidos y gases que se producen por
la descomposición de los residuos orgánicos (Toro et al, 2016).
En términos generales, los rellenos se encuentran compuestos por módulos y celdas, con
pendientes laterales diseñadas para reducir las infiltraciones de las precipitaciones y facilitar la
recolección de lixiviados13. Así, el diseño del sistema considera los impactos ambientales, en la
salud y seguridad, durante su operación como del mantenimiento final, durante el cierre y post-
cierre.
13De conformidad con Velastegui (2009) se define a los lixiviados como “las mezclas de sólidos disueltos y coloidales,
que resultan de desechos; contienen, además, productos de la descomposición de materiales las cuales constituyen
problema de contaminación para las aguas subterráneas como superficiales”.
17
En relación con la disposición final de residuos sólidos, es posible proponer tres tipos de rellenos
sanitarios: el relleno sanitario mecanizado, proyecto de ingeniería complejo, diseñado para urbes
que generan más de 40 toneladas diarias, el semi-mecanizado, y el relleno sanitario manual, el
cual requiere el empleo de herramientas para la compactación y confinamiento (Toro et al, 2016).
Más aún, el Tribunal Constitucional Peruano (2005A) coincide indicando que nuestro
ordenamiento jurídico no recoge una definición de “servicio público” y resalta que la Constitución
Política vigente ha obviado establecer aquellas actividades que deben ser consideradas como tales.
Sobre el particular, de acuerdo con Zegarra (2005), en la Constitución se hace uso de la expresión
“servicio” y en algunas “servicio público”, de manera generalizada e indistinta, lo cual genera el
problema de poder establecer a qué actividades se refiere la citada norma cuando hace esta
distinción.
Entonces, en virtud de lo indicado, podemos concluir que, si bien en nuestro ordenamiento los
servicios públicos carecen de una definición normativa, es posible dotar de contenido o elementos
esenciales al concepto, siendo entre ellos, los más resaltantes, su carácter esencial para la
18
Por su parte, la Constitución Política Peruana permite distinguir entre dos tipos de servicio
público: los servicios públicos sociales y los servicios públicos locales, siendo los primeros, según
Tornos (2004) «actividades prestacionales que la Administración se compromete a organizar y a
prestar de forma directa o indirecta, incluyéndolas dentro del sistema público», mientras que los
segundos, se encuentran directamente ligados a servicios bajo responsabilidad de gobiernos
locales, tal como lo indica su nombre. En lo que respecta al presente ensayo, nos interesa centrar
nuestro estudio en los servicios públicos locales.
El artículo 195° de la Constitución Política Peruana desarrolla brevemente los alcances de los
servicios públicos locales. Así, el citado artículo declara que los gobiernos locales (también
denominados municipios distritales) «promueven el desarrollo y la economía local, y la prestación
de los servicios públicos de su responsabilidad, en armonía con las políticas y planes nacionales
y regionales de desarrollo.
Ahora bien, lo que interesa es que, en realidad, en el ámbito de los servicios locales, sí existe una
reserva prestacional14 a favor de estas autoridades, toda vez que la propia Ley Orgánica de
Municipalidades establece que estos servicios son de responsabilidad de tales instancias de
gobierno, quienes inclusive prestan varios de estos servicios en forma directa, percibiendo
retribución a través de los arbitrios (Huapaya, 2015).
Cabe añadir que el Tribunal Constitucional del Perú (2004) sostiene que los servicios de limpieza
pública, seguridad ciudadana, así como mantenimiento de parques y jardines son servicios
esenciales, de los cuales de ninguna manera se puede prescindir. En ese contexto, la limpieza
pública resulta una actividad necesaria para garantizar el saneamiento ambiental dentro de una
jurisdicción. Entonces, cabe cuestionarse las razones por las que este servicio no ha merecido una
regulación minuciosa como los otros servicios.
Finalmente, de lo anterior podemos concluir que la limpieza pública es necesaria para garantizar
el saneamiento ambiental dentro de una jurisdicción. Entonces, siendo calificada como servicio
público, ¿porque no ha merecido un mayor marco regulatorio como los otros servicios públicos?
14Entiéndase que por “Reserva prestacional” se hace referencia, justamente, a la obligación exclusiva respecto de la
prestación de los servicios públicos que poseen las Municipalidades.
19
Los monopolios naturales representan un eje prioritario en la provisión de los servicios públicos.
En virtud de ello, se logra que la provisión de bienes o servicios se realice de manera más eficiente
que teniendo un grupo de empresas, lo que generaría un aumento en los costos, haciendo, a su
vez, que los precios a pagar por los consumidores se eleve; esto, pues, no se traduciría en otra
cosa que en una reducción del nivel de bienestar (Ferro, G. & Lentini, E., 2010).
Asimismo, los autores considerados en el párrafo anterior indican las siguientes características
para el concepto en estudio:
No presentar sustitutos o presentar sustitutos imperfectos;
Barreras de entrada pues se necesitan elevadas inversiones para poder operar.
Son servicios de consumo masivo a razón de ser esenciales.
El “corto plazo” es muy largo en comparación con el de otros sectores o industrias.
Al respecto, Tirado (2006) afirma que la limpieza pública es de naturaleza monopólica, puesto
que resulta no factible la existencia de competencia entre prestadores de servicio. Además,
cuestiona que el promover la competencia impacte positivamente en los costos del servicio que
asumen los usuarios, o que debido a la competencia se brinde un servicio de mayor calidad. Por
su parte, Amador Cabra (2008) indica que este servicio tiene aspectos que lo catalogan como un
20
monopolio natural débil, puesto que es posible que una empresa tome una porción del mercado,
y que en consecuencia el costo total del servicio aumente para los usuarios como conjunto.
La condición de monopolio natural débil se produce cuando hay subaditividad de costos, pero con
costos medios crecientes Gegax & Nowotny (1993). Un monopolista natural débil no tiene la
capacidad de evitar que sus competidores entren a su mercado. No obstante, debido a que existe
subaditividad es más beneficioso para la sociedad que exista una sola empresa que provea el
servicio. Típicamente el regulador debe prevenir la entrada de competidores al mercado del
monopolista natural débil, y asimismo debe regular las tarifas que cobra dicho monopolista.
Ahora bien, si bien las opiniones previas se refieren al servicio en su totalidad, consideramos más
adecuado analizar la posible existencia de monopolios naturales en cada etapa del servicio, puesto
que tienen características económicas distintas, y, además, en la práctica, en el Perú estos sub-
servicios suelen ser provistos por empresas con diferentes niveles de especialización.
2.2. Recolección
En general, en todas las etapas del servicio de limpieza pública no se presentan sustitutos ni se
tienen sustitutos imperfectos. La recolección no es ajena a ello, es una necesidad sanitaria que la
basura sea retirada de los hogares y negocios. Asimismo, este servicio es de consumo masivo, y
sumamente esencial para la población, puesto que en ausencia de este se pueden generar focos
infecciosos que pongan en riesgo la salud de las personas.
Por otro lado, no se requiere desplegar infraestructura para brindar el servicio de recolección
(Amador Cabra, 2008), puesto que el servicio se brinda con camiones y equipos de recolección,
los cuales pueden ser vendidos o reutilizados en un servicio en un área distinta. Además, si bien
en algunos casos se puede implementar contenedores en puntos de acopio, la inversión que esto
implica no es relevante comparado con otros servicios públicos. Es por ello que, dado que las
inversiones no son tan grandes, los plazos de evaluación del negocio no son tan largos, y ello se
refleja en que en diversos contratos con las municipalidades en Lima se manejan plazos de
servicio de alrededor de dos años.
Pasando a un análisis más cuantitativo, con el objetivo de verificar de manera práctica y sencilla
una posible subaditividad de costos, realizamos un planteamiento p del servicio de recolección
con tres componentes principales: (i) costo anualizado de los camiones - CAC, (ii) costo de
21
personal operativo - CPO, (iii) costos de combustible para recolección - CCR. A continuación, se
analizará la variabilidad de dichos costos en función de la cantidad de empresas que brindan el
servicio de recolección. Para ello, tomamos como premisas que el reparto entre las empresas de
la cantidad de residuos recolectados es equitativo, pero que no hay un reparto zonal, sino que
todos tienen clientes en todas las calles y avenidas del distrito, por lo que todas las empresas deben
recorrer todas las vías públicas de dicho distrito.
En línea con lo anterior, podemos asumir que todos los camiones que brindan el servicio en el
distrito en análisis son idénticos en todos los aspectos, principalmente en capacidad de carga y
rendimiento de combustible, independientemente de qué empresa los administre. Con dichas
consideraciones, preliminarmente podemos estimar la cantidad total de camiones requeridos para
todo el distrito dividiendo la cantidad de residuos sólidos generados durante un periodo
determinado, entre la capacidad de carga de los camiones y entre la frecuencia de recojo en dicho
periodo. Esto resulta ser constante sin importar el número de empresas, puesto que cada empresa
adquirirá la cantidad de camiones según la cantidad esperada de residuos a recolectar.
Entonces, el costo anual de los camiones (en adelante, CAC) sería básicamente la anualidad de la
inversión en dichos activos, que dependerá del número de camiones, cuyo total habíamos indicado
es constante. En ese sentido, partiendo de que CAC representa el costo anual del total de camiones
requeridos para el distrito, en caso de que una sola empresa brinde el servicio de recolección, esta
empresa sería propietaria de todos los camiones requeridos, y en consecuencia asumiría el total
de CAC. Por otro lado, en caso de que sean dos empresas las que brinden el servicio, cada una
administraría la mitad del total de camiones requeridos para el servicio, y ello les representaría un
costo de CAC/2 a cada una. Asimismo, si tres empresas brindaran el servicio, asumirían cada una
un costo de CAC/3, y así sucesivamente.
Respecto del personal operativo, el cual para fines prácticos podemos definir como el personal
que opera los camiones, es decir, el chofer, y el personal de carga; es posible inferir que cada
camión requiere una misma cantidad de personal. En ese sentido, el personal operativo requerido
por cada empresa estaría en función de la cantidad de camiones que administra cada una.
Siguiendo de manera analógica con el análisis del párrafo precedente, podemos concluir que el
costo que asume cada empresa por personal es proporcional al costo anual de los camiones e
inversamente proporcional a la cantidad de empresas operadoras. Esto es, considerando que CPO
representa el costo anual del personal que se requiere para operar todos los camiones que dan
servicio al distrito, una sola empresa operadora asumiría el total del CPO, dos empresas que
22
operan en simultáneo asumirían CPO/2 cada una, tres empresas asumirían CPO/3 cada una, y así
sucesivamente.
En resumen, consolidando los totales de las componentes de costos, el costo total que paga un
distrito por el servicio de recolección, según el número de empresas que brindan el servicio, tiene
la siguiente función:
Lo que lleva a concluir que la etapa de recolección se constituye como un servicio con
características de monopolio natural. En ese sentido, es conveniente que en esta etapa del servicio
de limpieza pública se busque que una sola empresa brinde el servicio en un área determinada, a
fin de aprovechar la subaditividad de costos en favor del usuario.
2.3. Transporte
Es así que el costo de servicio de recolección y transporte (en adelante, CSRT), en función de la
cantidad de empresas que brindan el servicio, se resume a la siguiente fórmula:
La anterior fórmula cumple con la propiedad de subaditividad de costos, lo que comprueba que,
al pensar en recolección y transporte como conjunto, según la definición que le da la LGIRS,
estamos hablando de un servicio con carácter monopólico. Con el análisis previo no buscamos
demostrar si es mejor brindar los servicios de recolección y transporte por separado o en conjunto,
a fin de determinar si se configuran como un monopolio multiproducto. En ese sentido, para este
análisis partimos del hecho de que ambos servicios se brindan por convención en conjunto, y
analizamos si la función de costos bajo esta premisa cumple con la subaditividad.
Es así que la cantidad necesaria total de camiones (considerando que todas las empresas
encuentren la misma capacidad óptima que tendrían que tener los camiones para brindar el
servicio de transporte), de personal operativo, y la cantidad de viajes entre las plantas de
24
En línea con las dos primeras etapas, iniciamos el análisis de la Disposición Final recapitulando
las características de un monopolio natural descritas por Dammert et al. (2013). Para ello, es
necesario recordar que esta etapa del servicio consiste en confinar los residuos sólidos en
infraestructuras debidamente autorizadas, con la finalidad de eliminar potenciales daños a la salud
o al ambiente.
Dicho lo anterior, una vez generado el residuo solo hay una alternativa legal que podría sustituir
a la disposición final, y es el reaprovechamiento a través del tratamiento y comercialización,
ampliamente abordado en literatura sobre gestión integral de residuos sólidos. No obstante, dicha
posibilidad depende de que haya una adecuada segregación desde la etapa de generación de
residuos acompañado de una correcta recolección selectiva (Defensoría del Pueblo, 2019), lo cual
aún no se ha logrado en Perú, por lo que, al menos en nuestra realidad, el servicio de disposición
final no tiene sustitutos.
25
Respecto de las inversiones necesarias para el servicio, podemos tomar como referencia el relleno
sanitario del distrito de Santiago en Ica, el cual, de conformidad con el Minam (Sistema
Administrativo de Inversión Pública del Minam y notas periodísticas), cuenta con una inversión
referencial aproximada de 3,5 millones de soles, tiene una capacidad de atención de 16 toneladas
diarias de residuos sólidos, y un tiempo de vida útil de 5 años para la primera etapa15. Al respecto,
teniendo en cuenta lo indicado en la introducción, solo en Lima se requiere atender cerca de 7400
toneladas diarias de residuos sólidos municipales, por lo que podemos decir que el relleno
analizado es bastante pequeño, lo cual nos sirve como indicador para concluir preliminarmente
que un relleno sanitario con capacidad para atender Lima tendría una inversión muy elevada con
altos costos hundidos.
De lo anterior, podemos concluir que para dichos niveles de inversión se esperan tiempos de
recuperación de largo plazo, lo cual es usual en infraestructuras de servicios públicos. Adicional
a ello, este servicio evidentemente será de consumo masivo, puesto que prácticamente todas las
personas generan residuos sólidos todos los días, residuos que requieren ser confinados en
rellenos sanitarios adecuados.
En suma, esta etapa de servicio cumple con las características de un monopolio natural descritos
por Dammert et al. (2013).
Ahora bien, es mucho más complicado intentar establecer una estructura intuitiva de costos para
esta etapa del servicio, puesto que tanto la inversión como la operación y mantenimiento del
relleno sanitario involucra actividades con alto grado de especialización, según se describió
preliminarmente. No obstante, existe información disponible de costos de inversión en rellenos
recientemente ejecutados en el Perú que nos puede dar una primera aproximación a la función de
costos total respecto la capacidad de atención en volumen.
15
Información obtenida de los siguientes enlaces:
https://cdn.www.gob.pe/uploads/document/file/2069440/3.%20Anexo%203.2%20Sistema%20de%20Inversion%20P
ublica%20Inversiones_CT1%2801.07.21%29completo.pdf.pdf
https://www.gob.pe/institucion/minam/noticias/321858-ica-asi-funciona-el-relleno-sanitario-del-distrito- de-santiago
https://www.gob.pe/institucion/minam/noticias/321171-ica-inauguraran-relleno-sanitario-en-el-distrito-de-santiago
26
Se puede apreciar que la función que más se aproxima es una función potencial (𝑎 × 𝑥 𝑏 ), cuya
pendiente de la función de costos de inversión disminuye a medida que se tiene mayor capacidad.
Esto es, una función de costos globalmente subaditiva (Dammert et al., 2013), que generaría
costos medios decrecientes, es decir, denota la presencia de economías de escala, según se puede
ver en el siguiente gráfico:
27
Si bien estos costos tienen diferentes variables que no son analizados en esta parte y que pueden
generar distorsiones, los cuales se reflejan en una baja correlación, sirven como una primera
aproximación para determinar si el servicio tiene o no un carácter de monopolio natural, y en este
caso, sí refleja un servicio naturalmente monopólico.
En general es natural pensar que la construcción de infraestructuras de mayor tamaño, como por
ejemplo rellenos sanitarios interregionales, proporcionaría ahorros en los costos fijos. Por
consiguiente, la planificación adecuada de la disposición final, y de la infraestructura requerida
para ello, juega un rol de importancia desde el punto de vista de las potenciales ganancias de
eficiencia relacionadas a la escala (Roitman, 2012).
16 De conformidad con Akhtaruzzaman (2005) las economías de ámbito se presentan «cuando el costo para una empresa
de producir dos o más productos de manera conjunta es menor que el costo de producir tales productos de manera
separada por medio de empresas o plantas diferentes».
28
En vista de la existencia del carácter de monopolio natural en los servicios de limpieza pública,
consideramos relevante desarrollar, aunque de forma breve, los conceptos de barreras de entrada
y de integración vertical; ya que, estos serán empleados durante el análisis del servicio de limpieza
pública que se desarrollará en acápites posteriores.
Grosso modo, las barreras de entrada pueden ser definidas como todos los obstáculos, tanto
legales como técnicos, que dificultan el acceso al mercado. De acuerdo a Bain (1956), «se
considera que existen barreras a la entrada a un mercado en la medida en que, en el largo plazo,
las empresas instaladas puedan fijar precios por encima del coste medio mínimo, sin que se
estimule el ingreso de nuevas empresas al mercado».
Asimismo, teniendo claro el concepto, acorde a Salanié (2000), se tiene que es posible identificar
los siguientes tipos de barreras:
Barreras legales: impuestas por el Estado a través de las exigencias normativas, como
permisos, autorizaciones, y otros títulos habilitantes que puedan ser requeridos.
Economías de escala: asociadas a la presencia de empresas establecidas que han logrado
eficiencias en su operación y manejan menores costos medios que una empresa que recién
quiere ingresar al mercado.
Barreras estratégicas: decisiones estratégicas que conforman parte del comportamiento de
empresas establecidas. Usualmente pueden ser precios predatorios, precios límite, etc.
Barreras tecnológicas: asociado a empresas que desarrollan patentes y que gozan de
tecnología exclusiva que les permite tener ventajas sobre otras empresas.
En algunos casos, estas ventajas producidas por las barreras de entrada son más complejos en
casos de integración vertical (lo cual se define más adelante), más aún cuando posición de dominio
en niveles distintos al nivel donde se evalúa la competencia. Sin necesidad de que existan
economías de ámbito, es posible que un monopolista promueva condiciones desiguales de
competencia en el mercado aguas abajo donde también quiere participar.
En línea con Coase (1937), el concepto de integración vertical se encuentra referido a la decisión
corporativa entre elaborar o adquirir los insumos necesarios para un producto o servicio final.
Ello significa que la integración vertical es meramente una decisión estratégica de una compañía
29
principalmente enfocada en optimizar costos, por lo que no debe ser necesariamente asociado con
las barreras de entrada o con alguna falla de mercado.
Se debe tener presente que, de acuerdo con Tamayo y Piñeros (2018), la cadena productiva de
una empresa tiene fases consecutivas que van desde la producción de la materia prima hasta la
entrega del bien o prestación del servicio por el usuario. En este escenario, si una empresa no
presenta integración vertical se enfocará en la ejecución de una de las etapas de su cadena de
producción; por el contrario, de encontrarse verticalmente integrada su participación se
evidenciará en las fases sucesivas de su cadena.
Finalmente, como ya se ha indicado, la limpieza pública está compuesta por tres servicios que
conforman una cadena productiva, y como tal, es posible que se forme la integración vertical
(como se muestra más adelante). Dicha integración no necesariamente se produce por la
existencia de economías de ámbito, ya que bien podrían ser producto decisiones estratégicas de
empresas con posición de dominio en alguna parte de la cadena productiva, y que quiera tener
ventaja competitiva en otro segmento del mercado. He ahí la conexión entre la integración vertical
y las posibles barreras de entradas abordadas en esta parte.
Es sabido que toda empresa busca maximizar sus ganancias, y quedarse en la medida de lo posible
con todos los excedentes del consumidor. Una de las prácticas que permiten ello, y que está al
alcance de todas las empresas que poseen información útil de sus clientes, es la discriminación de
precios.
Dammert et al (2013), citando a Braeutigam (1989) y Varian (1992), mencionan como una
definición tradicional (aunque no del todo satisfactoria) de la discriminación de precios a la
situación en la que un mismo bien se vende a precios diferenciados a los consumidores, ya sea
que le varíe el precio a un mismo comprador o lo varíe entre diferentes compradores. Hay que
30
tener en cuenta que dicha situación sería producida por la decisión estratégica de la empresa que
vende dicho bien.
Para que se pueda dar la discriminación de precios, es necesario cumplir con tres condiciones
según indican Dammert et al (2013):
(i) Poder de mercado en alguna medida, a fin de que la empresa pueda fijar precios superiores a
la competencia y de manera rentable.
(ii) Capacidad de hacer una clasificación de los clientes, lo cual depende en gran medida del nivel
de información con el que cuanta la empresa respecto de ellos, a fin de determinar la forma
más conveniente de discriminación de precios a realizar.
(iii) Que el bien no pueda ser revendido, ni que un consumidor que la empresa haya clasificado de
cierta manera pueda hacerse pasar por otro con una clasificación distinta.
Por otro lado, en complemento de la definición dada desde el punto de vista económico, es
pertinente también desarrollar brevemente el concepto de discriminación desde el punto de vista
de prácticas exclusorias. Si bien no es de nuestro interés profundizar en el análisis de la existencia
de un caso de abuso, sí nos es atractivo resaltar características de acciones de discriminación en
los operadores que se involucran en el caso de análisis.
Para lograr dicho cometido, hemos hecho uso de pronunciamientos del Instituto Nacional de
Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (en adelante, Indecopi)
sobre la materia, así como literatura del tema.
Armengol (2006) señala que el concepto en análisis abarca una variedad heterogénea de prácticas,
pero que, guardan elementos comunes centrales que los que se identifica a (i) una empresa con
posición dominante que (ii) aplica condiciones distintas sin justificación a las mismas
prestaciones económicas que ejecuta; es decir, y en palabras del autor, «se introduce un elemento
de discriminación».
Por su parte, y desde una óptica más pragmática, el Indecopi (2013) señala, conforme ya se
adelantó, que la discriminación representa una modalidad de abuso de posición de dominio; y, si
bien no existen amplios pronunciamientos que analicen esta modalidad de abuso, hemos logrado
identificar algunos que resultan relevantes para tener claros sus elementos constitutivos: posición
de dominio en el mercado relevante, aplicación de condiciones diferenciadas por la empresa
31
dominante, equivalencia de los compradores por los costos involucrados; y, efecto exclusorio de
la competencia.
Sobre lo primero, es pertinente tener claro que lo determinante para un caso de discriminación es
la existencia de condiciones diferenciadas no justificadas. Véase, que la justificación en este
aspecto deviene en una arista elemental, ya que, como lo indicó el Indecopi en el caso Fondo de
Fomento para la Ganadería Lechera del Sur (Fongal Sur) contra Gloria S.A. (1993) «una
diferenciación de precios puede encontrarse justificada por “razones intrínsecas a la misma
operación». Siendo que, en el caso en mención, se concluyó en que existían razones de diferencia
en la actuación de la empresa dominante que respondían a aspectos objetivos.
Otro ejemplo sobre el tema en mención es el caso de Aero Continente contra El Comercio, en el
que el análisis realizado por la Sala partió de la determinación de la posición dominante en cuatro
rutas de la mencionada aerolínea, y estableció diferencias entre los tipos de mercancías (perecibles
y diarios) y los costos que ellos implicaban; es decir, se establecieron criterios de diferenciación
razonables.
Así, consideramos que la primera condición para que exista discriminación es que las prestaciones
sean equivalentes. Para ello, indica Armengol (2006), un primer análisis de este aspecto deberá
ser ejecutado a nivel de la empresa dominante, identificando la naturaleza del servicio y/o
producto que se ofrece; y, un segundo análisis repercutiría sobre la desigualdad de las condiciones
aplicadas a las prestaciones equivalentes.
Respecto del segundo aspecto – efecto exclusorio – es necesaria una evaluación de los efectos de
las prácticas impartidas en el mercado de los clientes. Aquí, se debe analizar si la diferenciación
no justificada, además, ha producido una situación de desventaja frente a otros usuarios o clientes
de la empresa dominante. De producirse ello, se estaría afectando la dinámica de la competencia
en el mercado, dificultando mantener una posición en igualdad a los otros usuarios de la empresa
dominante, y, por tanto, se concretaría la llamada exclusión.
Como es sabido, desde la década de los noventa, la participación del privado en el mercado
peruano (un mercado en el que participaba activamente el Estado como proveedor de bienes y
servicios) sufrió un cambio, ello a consecuencia de las modificaciones en el modelo económico
de la Constitución Política y demás medidas de apertura del mercado adoptadas por el Gobierno
de turno.
Sin ánimos de hacer de este punto una recopilación de los cambios de la época, sí consideramos
determinante desarrollar las nuevas oportunidades de participación del privado en la prestación
de servicios públicos: pasando de una prestación exclusivamente dada por el Estado, a la apertura
y posibilidad del privado en su prestación. Véase que la Constitución Política de 1979 en su
artículo 113°17 avalaba la prestación monopólica de los servicios públicos y que la Constitución
Política de 1993, en contraposición, sólo contempla de manera taxativa dicha prestación en
materia de salud pública y educación, dejando lo demás bajo el ámbito de la “economía social del
mercado”.
En ese contexto, se aprobó un paquete normativo que permitió la contratación de empresas del
sector privado mediante tres (3) modalidades: las privatizaciones, las concesiones; y, los contratos
administrativos. A razón del objetivo de esta investigación, consideramos prudente excluir el tema
de las privatizaciones por carecer de relevancia para la misma.
3.1. Concesiones
De acuerdo con Guasch (2005), las concesiones otorgan al privado el derecho de operar o brindar
un servicio de forma exclusiva, recibiendo a cambio los ingresos derivados de dicho servicio. La
prestación del servicio se realiza, en este caso, habiendo participado en un proceso competitivo
previamente. Las concesiones, indica también el autor mencionado, son otorgadas por períodos
determinados de tiempo, durante el cual el concesionario se verá en la obligación de cumplir con
criterios de calidad en la prestación del servicio y otras condiciones contempladas en el contrato.
En línea con lo mencionado, se tiene que el “Reglamento del Decreto Legislativo N° 1362,
Decreto Legislativo que regula la promoción de la inversión privada mediante Asociaciones
Público Privadas y Proyectos en Activos, aprobado por Decreto Supremo N° 240-2018-EF”
define, en el numeral 5 del artículo 8°, a las concesiones «como el acto administrativo por el cual
las entidades públicas titulares de proyectos otorgan a un inversionista la ejecución y explotación
de infraestructura pública o la prestación de servicios públicos, por un plazo determinado, cuyos
derechos y obligaciones están regulados en el respectivo contrato».
A razón de lo mencionado, tanto por Guasch como por la norma vigente, se tiene que los contratos
de concesión otorgan el derecho de explotación o prestación de un servicio, poseyendo dicho
derecho por un plazo determinado y bajo condiciones u obligaciones determinadas en un contrato.
Sin embargo, este proceso de participación del privado no es factible de ser ejecutado sin observar
algunos requisitos, ya que, conforme es detallado por Newbery (2000), la transferencia de
prestación del servicio por el Estado al privado comprende (o debería comprender) los siguientes
aspectos:
Por ello, la migración de una prestación exclusiva de un servicio por parte del Estado a una
realizada a través de una concesión no puede imaginarse sin que el propio Estado realice acciones
previas con la finalidad de garantizar que el servicio en cuestión se logre en las mejores
condiciones. Esto es, desde el proceso de licitación per se, así como durante la prestación misma
con mecanismos de control en pro de los usuarios.
34
De cumplir con las condiciones mencionadas, se pueden observar grandes ventajas o beneficios,
frente algunos pocos aspectos negativos, de llevar a cabo la prestación de un servicio a través de
una concesión. En concordancia con Guasch (2005) podemos identificar los siguientes:
De lo desarrollado en la tabla precedente, se tienen aspectos positivos que destacar del régimen
de concesiones, dentro de las cuales resaltamos los siguientes: (i) la eficiencia de los costos, así
como (ii) experiencia del concesionario en la prestación del servicio. Sin embargo, también es
posible identificar aspectos negativos, los cuales, de acuerdo con Guasch (2005), pueden tener
origen, entre otros, en lo siguiente: tolerancia a ofertas agresivas, contratos deficientes e
incumplimiento de los mismos por parte del Estado, así como regulación defectuosa.
En cuanto al origen de los aspectos negativos, se considera que estos son pasibles de mitigación.
En el caso de las ofertas agresivas, con la restricción de estas por parte de las autoridades
propiciando mayor participación o generando incentivos para involucrarse en el sector del
mercado. En el caso del diseño de los contratos e incumplimiento de este, con la capacitación de
los funcionarios en el diseño de los contratos o aprobando un contrato tipo que contemple las
cláusulas o temas necesarios de desarrollo dentro del contrato. Y, en cuanto a la regulación
defectuosa, es necesaria también la emisión de disposiciones regulatorias respecto de la
suscripción de contratos de concesión.
35
Es pertinente partir indicando que los contratos de servicios constituyen un tipo de contratos
administrativos. De acuerdo con Huapaya (2018), los contratos de administración pueden ser
definidos como todo acuerdo de voluntades en los que interviene una entidad de la Administración
Pública, para la satisfacción de una función mediante el uso de recursos públicos, con sujeción al
Derecho Administrativo, de la que resultan derechos y obligaciones para aquella.
Por otro lado, de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (en adelante, BID) el
contrato de servicios es definido como un “proceso por el cual un municipio otorga a una empresa
el derecho exclusivo de la planificación y provisión de los servicios de manejo de residuos, en
todas o algunas de sus etapas” (BID, 2010).
La contratación de este tipo, de la revisión histórica desde la Ley N° 26850, Ley de contrataciones
y adquisiciones del Estado, de 1996 hasta el Texto Único Ordenado de la Ley N° 30225, Ley de
Contrataciones del Estado, aprobado por Decreto Supremo N° 082-2019-EF (en adelante, Ley de
contrataciones) y su Reglamento, aprobado por Decreto Supremo N° 344-2018-EF (en adelante,
Reglamento de contrataciones), distingue las siguientes fases intervención: (i) presupuesto y
planeamiento contractual, permite que la Administración realice los estudios necesarios para
determinar las características específicas de cada bien, obra o servicio, (ii) el procedimiento de
selección del contratista, y (iii) la ejecución contractual.
A razón de las pocas etapas que se involucran y del tiempo ahorrado que esto supone, esta
modalidad resulta idónea. Sin embargo, se tiene que estos contratos no consideran la prestación
del servicio a largo plazo. Esta situación no representa otra cosa más que una limitación para los
usuarios quienes se ven privados de gozar de sostenibilidad en los servicios.
36
Esta situación, conforme a lo indicado por el BID (2010) genera dos situaciones puntuales: «(i)
contratos en donde se paga menos de lo necesario para proveer un servicio adecuado y el operador
ofrece un servicio técnico deficiente que el municipio no está en condiciones de detectar; o, (ii)
se paga en exceso y el municipio tampoco está en condiciones de evaluar este sobreprecio».
Por ello, si bien esta modalidad contractual - a razón de la simpleza del proceso que suponen -
pareciera ser la idónea para concretar la prestación de servicios, debemos también tener presente
las falencias que supone, ya que no contempla niveles de servicio, no contempla criterios
económicos o asegura la sostenibilidad a largo plazo.
Una vez generados, los residuos sólidos deben ser debidamente tratados y/o dispuestos; de lo
contrario, pueden desencadenar serios impactos al ambiente y/o a la ciudadanía.
En el ordenamiento jurídico peruano los servicios públicos carecen de una definición
normativa. Sin embargo, es posible identificarlos atendiendo a su carácter esencial para la
sociedad, la necesidad de regularidad y continuidad en su suministro; y, la responsabilidad del
Estado en su prestación.
Se concluye que las etapas de recolección y disposición final se constituyen como servicios
con características de monopolio natural.
Entre las modalidades de participación del privado en la prestación de servicios públicos,
destacan las concesiones y los contratos administrativos, estos últimos no consideran la
prestación del servicio a largo plazo ni su continuidad.
El marco legal actual no asegura prestación del servicio de limpieza pública incorporando
elementos de regularidad y continuidad. En suma, no recibe un tratamiento de acuerdo las
características propias de un servicio público.
37
1. Cifras globales
A fin de profundizar un poco en las cifras dadas en los antecedentes y la justificación del presente
trabajo, vemos por conveniente mostrar algunas cifras y gráficos que nos permitirán entender de
mejor manera la evolución del mercado. Empezando con la generación de residuos, el cual da
origen a la necesidad del servicio de limpieza pública, y luego con algunos datos del camino hacia
el final del ciclo de vida del activo.
Como indicamos anteriormente, la generación de residuos es la acción que inicia todo el ciclo de
vida de la basura. Ahí radica la importancia de conocer su evolución, puesto que todo el servicio
de limpieza pública se dimensiona en función de los residuos generados. En ese sentido, se
muestra a continuación un gráfico generado a partir de data extraída de la página web del Sistema
Nacional de Información Ambiental (SINIA)18, los cuales se analizan más adelante.
9,000,000
8,214,356
8,000,000 7,781,904 7,905,118
7,459,583
6,904,950 6,934,978 7,005,577 7,085,644
7,000,000
6,000,000
5,000,000
Toneladas
4,000,000
3,000,000
2,000,000
1,000,000
0
2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021
Otras provincias 3,543,73 3,521,44 3,600,09 3,655,89 3,965,61 4,077,74 4,123,30 4,237,60
Callao 342,302 339,023 319,410 326,254 331,933 317,103 323,982 392,935
Lima Metropolitana 3,018,91 3,074,50 3,086,07 3,103,49 3,162,03 3,387,05 3,457,83 3,583,81
18 https://sinia.minam.gob.pe/informacion/estadisticas
38
Lo primero que podemos notar, es que existe una clara tendencia al incremento de los residuos
sólidos municipales generados a nivel nacional y local. Usualmente se asume que dicha tendencia
se sustenta en dos componentes, el crecimiento económico y el incremento poblacional (Kaza et
al, 2018). Lo cual establece una buena herramienta de proyección de generación de residuos
sólidos, input imprescindible en la planificación del servicio de limpieza pública.
Solo entre Lima y Callao se generan aproximadamente el 48% de toda la basura que hay en el
Perú. Lo que hace que la demanda por el servicio de limpieza pública sea muchísimo más masivo
y concentrado que en el resto de regiones. Por otro lado, en el periodo 2014-2021 la generación
en Lima y Callao ha crecido a una tasa promedio de 2.4% anual, tasa que, de mantenerse, llevaría
a que en 30 años se genere el doble de residuos de los que se generan hoy.
Por otro lado, acorde a la Defensoría (2018), menos de un 65% de la población nacional estaría
dispuesta a segregar los residuos que generan, menos de un 60% si nos referimos solo a la Costa,
en la cual están presentes Lima y Callao. Pero lo que es alarmante, es que se observa una tendencia
ligeramente a la baja en la disposición a segregar, según se puede apreciar en el siguiente gráfico.
Si bien esto último escapa un poco al servicio de limpieza como tal, el cual es nuestro foco de
estudio, evidencia un problema que tiene incidencia directa sobre el servicio. En ese sentido, el
diseño del modelo de gestión de residuos que se aplique en la práctica en Lima y Callao, y Perú
en general, debe considerar el punto de partida en el que estamos, y una transición adecuada hacia
lo que queremos. En otras palabras, no sería razonable pensar que de un día para otro las personas
van a generar menos residuos o que van a realizar segregación en la fuente, por lo que a priori se
deberá dimensionar la limpieza pública, desde la recolección hasta la disposición final, para
atender esta realidad, y de la manera más eficiente posible.
Anteriormente habíamos indicado que la mejor solución técnica para la disposición final de
residuos (que no son reaprovechados) son los rellenos sanitarios. En ese sentido, partiremos
mostrando gráficos de la evolución de los residuos sólidos municipales dispuestos en rellenos
sanitarios, los cuales fueron extraídos del SINIA, igual que los gráficos precedentes.
Es importante indicar que, si bien las cifras difieren con las reportadas por las municipalidades al
Sigersol y a las estadísticas que se pueden encontrar en INEI, en todos los casos la tendencia de
crecimiento termina siendo muy similar.
6,000,000
5,000,000
4,000,000
Toneladas
3,000,000
2,000,000
1,000,000
0
2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021
Otras provincias 342,630 344,454 -89,452 206,251 468,531 695,142 790,372 1,258,04
Callao 324,044 325,979 259,152 261,396 329,822 313,856 322,461 388,229
Lima Metropolitana 2,732,96 2,838,79 3,337,58 3,126,01 2,917,91 3,150,08 3,230,56 3,388,06
A nivel Perú vemos que hay un nivel todavía deficiente de disposición final adecuada. Si tomamos
las cifras del Gráfico 6 y las dividimos respecto del Gráfico 4, obtenemos ratios inferiores a 55%.
Aunque lo positivo es que hemos pasado de un 46.9% de disposición final adecuada a un 54.9%
en 7 años, por lo que hay una clara tendencia hacia la regularización de esta falencia.
En el caso de Lima, vemos que ha pasado de un 90.5% de disposición final adecuada a un 93.4%
en 7 años, y Callao ha pasado de 94.7% a 99.5% en el mismo periodo. A simple vista se ve
bastante prometedor, ambas provincias con una tendencia creciente y no tan lejana de llegar al
100% de disposición final adecuada. No obstante, actualmente, el total de residuos generados el
2021 por Lima y Callao (3,976,748 toneladas) equivale a una generación de 10,895 toneladas por
día, muy cercano a la capacidad actual de recepción total de los rellenos sanitarios de la zona.
Ahora bien, ¿qué pasa con la basura que no va al relleno sanitario? Calculando la diferencia entre
los residuos generados el 2021 en Lima y Callo, y los dispuestos en rellenos sanitarios, se tienen
200,459 toneladas que no van a los rellenos. Por otro lado, según SINIA, el 2021 se valorizaron
56,676 toneladas de residuos, lo que aún deja un saldo 143,783 toneladas.
Es posible que una proporción de ese saldo sea capturado en algún momento por recicladores, o
incluso que una parte sea derechamente errores numéricos en los reportes. No obstante, lo que es
un hecho es que mucha de esa basura se queda en la calle, generando puntos críticos, o va a parar
a botaderos informales. Ello se puede apreciar en el mapa de degradación de OEFA (2018), el
cual se presenta en el Anexo N° 1.
Los puntos críticos son lugares, que pueden ser vías y espacios o áreas públicas, sobre los cuales
se presenta una acumulación temporal (Defensoría, 2018). El mismo autor menciona que los
puntos críticos se generan cuando las municipalidades y/o las empresas operadoras de residuos
sólidos no realizan bien cualquiera de las siguientes labores: barrido y limpieza de espacios
públicos, recolección y transporte, almacenamiento.
En ese sentido, de manera temprana (en algunos casos ya mencionado anteriormente) podemos
identificar dos primeras grandes necesidades:
(i) Se requiere asegurar la continuidad del servicio de recolección y transporte, así como barrido
y limpieza de espacios públicos. Ello permitirá reducir puntos críticos.
(ii) Asegurar que la infraestructura de residuos sólidos y el servicio de limpieza pública en general,
no solo respondan, sino que se anticipen a la generación de residuos sólidos.
41
2. Cadena productiva
Tal como se ha descrito en acápites anteriores, el ciclo o proceso de la limpieza pública comprende
una serie de etapas que van desde la generación hasta la disposición final de los residuos sólidos.
Estas etapas pueden interrelacionarse (p.e. recolección y transporte) o ser interdependientes;
además, se encuentran definidas por la gestión u operación que se le da al residuo, esto es, el
tratamiento que le corresponde.
No obstante, para los efectos del presente trabajo de investigación se requiere visualizar la
limpieza pública como una industria e incorporar cada una de sus etapas a la cadena productiva
que forma parte de ella. Ello, con el objeto de evidenciar la necesidad de entender las falencias
asociadas a este mercado, como son las barreras de entrada, el nivel de concentración existente,
entre otras fallas que no son resueltas por el marco normativo actual.
Por un lado, queda claro que el “producto” que llega al usuario o cliente final es el servicio de
recolección (usualmente brindado junto al transporte); es decir, el recojo de la basura domiciliaria
por el cual los usuarios pagan los tributos municipales. No obstante, los proveedores de este
servicio tienen como contraparte contractual directamente a las municipalidades, quienes
supervisan el cumplimiento de las obligaciones descritas en el contrato y se encargan de hacer los
pagos. A efectos de poder segmentar el mercado en dos grandes etapas, a este paso de la cadena
productiva la llamaremos “primario”.
Por otro lado, la disposición final termina siendo el “insumo” necesario para dar sentido a la
recolección y transporte, puesto que sin su existencia la basura iría a parar en botaderos
informales. Para dicho fin se tienen las infraestructuras de disposición final, tales como los
rellenos de seguridad y sanitarios, a los cuales las municipalidades, y en algunos casos, empresas
prestadoras de servicio de limpieza pública, necesitan acceder para completar correctamente el
ciclo de gestión de residuos sólidos. A este segmento denominaremos “secundario”.
De información disponible del año 2021, extraída del Sistema de Información de Gestión de
Residuos Sólidos (en adelante, Sigersol), se puede apreciar que, en la jurisdicción de las
provincias de Lima y Callao, y respecto del servicio de recolección y transporte, el 10% de la
basura se gestiona mediante un régimen directo, 28% mediante un régimen mixto y 62% mediante
un régimen completamente tercerizado19. De la misma fuente, el año 2018 el reparto era
aproximadamente 10% directo, 40% mixto y 50% tercerizado; y si vamos inclusive más atrás, en
el año 2014 el reparto era aproximadamente 13% directo, 68% mixto y 19% tercerizado.
100%
13.3% 10.7% 10.3%
90%
80%
28.4%
70% 39.8%
60% Directo
50% 67.5%
Mixto
40%
61.4% Tercerizado
30%
49.5%
20%
10% 19.2%
0%
2014 2018 2021
19
De acuerdo con la Guía para la gestión operativa del servicio de limpieza pública, aprobada mediante Resolución
Ministerial 091-2020-MINAM, del 25 de abril de 2020, “la prestación del servicio de limpieza pública puede realizarse
conforme a las siguientes modalidades: directa, tercerizada y mixta”.
43
Las cifras indicadas nos permiten dilucidar que, del 2014 al 2021, se ha venido reduciendo la
participación (directa + compartida) de las municipalidades en la ejecución de actividades de
recolección y transporte, es decir, en el segmento primario. Esto ha dado terreno a la participación
del privado en el segmento, generando que cada vez más se tercericen completamente los
servicios de recolección y transporte, según se pueden apreciar en el Gráfico 8.
Eslimp
5.2% Eco-Rin
16.5%
Corcelip
5.3%
Repersa
8.6%
Arguelles
Prisma 15.2%
10.0%
Por otro lado, de acuerdo con información del Sigersol correspondiente al 201820, se determinó
de manera aproximada, en función del total de residuos sólidos generados, la participación de las
empresas en este mercado. Según se aprecia en el Gráfico 9, en total se identificaron al menos 13
empresas privadas participando en el mercado de recolección y transporte de residuos sólidos en
Lima y Callao. Este mismo ejercicio se realizó con información disponible del 2014, según se
ilustra en el Gráfico 10.
20
El año 2018 fue la última vez que los reportes de Sigersol incluían la lista de empresas que brindaban el
servicio de recolección y transporte. A partir del 2019 no está disponible dicha información.
44
Diestra Petramás
4.7% 37.3%
Eslimp
6.5%
Prisma
6.8%
Rambell
7.6%
Arguelles
Innova 11.1%
10.5%
Las empresas son prácticamente las mismas, siendo que el 2014 había mucha mayor participación
por parte de Petramás, casi el doble respecto el 2018. En buena cuenta, se puede decir que el
mercado se ha tornado más competitivo, lo que habla de lo atractivo del segmento. Además de
ello, dicho dinamismo permite concluir preliminarmente que, a pesar del carácter naturalmente
monopólico del servicio, no hay costos hundidos o, si es que lo hubiera, no son tan significativos
como en otras industrias.
21LGIRS
“Artículo 114.- Instalaciones del relleno sanitario
45
un volumen mínimo de recepción de residuos sólidos para cubrir los gastos operativos y
financieros, recuperar la inversión y generar ganancias acordes al mercado. En ese sentido, en
este segmento sí existen costos hundidos relevantes y la necesidad de conocimientos técnicos para
una gestión idónea.
Las instalaciones del relleno sanitario deben cumplir como mínimo con lo siguiente:
a) Impermeabilización de la base y los taludes del relleno para evitar la contaminación ambiental por lixiviados
(k<=1x10-6 cm/s y en un espesor mínimo de 0.40 m); salvo que se cuente con una barrera geológica natural para dichos
fines, lo cual estará sustentado técnicamente.
(...)”.
Ahora bien, el hecho de que todas las infraestructuras de disposición final existentes en Lima
Metropolitana y la provincia del Callao sean de administración privada, permite que tengan la
prerrogativa de no postular a las convocatorias de los gobiernos locales o desestimar la solicitud
de cualquier EO-RS. Lo anterior se da en particular si es que el operador de la infraestructura de
disposición final considera que no se cumplen las condiciones, en términos de precio y/o volumen,
que ellos mismos determinen.
Un primer punto para tener en cuenta (y que adelantamos en las cifras globales) es la capacidad
de recepción de los rellenos sanitarios en Lima y Callao. Actualmente, entre los cuatro rellenos,
se tiene una capacidad de recepción diaria nominal de 10,100 toneladas (según los instrumentos
ambientales de cada relleno): 2,200 Tn/día en El Modelo, 3,300 Tn/día en Huaycoloro, 2,000
Tn/día en Portillo Grande, y 2,600 Tn/día en El Zapallal. No obstante, como indicamos en párrafos
previos, según información del MINAM, actualmente se disponen 10,895 toneladas diarias, lo
que involucra que algunos rellenos operen por encima de la capacidad declarada.
De otro lado, un factor que influye de forma determinante en este mercado es el transporte, pues
mientras más alejado se encuentre el relleno sanitario de donde acontece la generación, el costo
de transporte se incrementa sustancialmente. Además, esta situación resulta clave para entender
por qué la planificación de la limpieza pública se debe realizar considerando distancias; los
argumentos serán desarrollados más adelante.
Finalmente, en cuanto a la composición actual del mercado en Lima y Callao, según información
de Sigersol al 2021, los dos grandes operadores se reparten a medias el mercado, según se aprecia
en el Gráfico 20. Por un lado, Petramás, mediante sus rellenos El Modelo y Huaycoloro, tiene una
participación del 50.1% del mercado. Y, por otro lado, Innova, con sus rellenos El Zapallal y
Portillo Grande, tiene una participación del 49.9% del mercado. Números que, en primera
47
EL MODELO
EL ZAPALLAL 21.3%
27.7%
HUAYCOLORO
28.8%
PORTILLO
GRANDE
22.2%
Entre ambos segmentos pueden existir diversos tipos de interacciones comerciales, las cuales
inician desde las municipalidades, pasando por los operadores de recolección y transporte, y
llegando hasta los operadores de rellenos sanitarios. Por un lado, una única empresa puede ofertar
todos los servicios de limpieza pública (segmento primario y secundario a la vez), y, por otro
lado, algunas empresas solo participan en uno de los dos segmentos.
En el primer caso en que una empresa oferte todos los servicios, existen dos opciones: (i) que la
empresa sea operadoras de infraestructura de disposición final, y (ii) que no lo sea. En este último
caso, la empresa prestadora del servicio tiene que contratar el servicio de disposición final con
alguna de las operadoras.
48
En contraparte, también se tiene el caso de que una municipalidad administre distintos contratos
para cada segmento, de manera de promover la participación de empresas que solo participan en
algunas etapas de la cadena. Esto genera dos posibilidades en cuanto a disposición final: (i) que
la municipalidad contrate directamente el servicio, o (ii) que lo contrate a través de un
intermediario. En este último caso el intermediario tiene que contratar el servicio de disposición
final con un operador de relleno sanitario.
El índice de concentración del mercado «es una herramienta para medir las condiciones de
competencia del mercado en su conjunto y no para evaluar la importancia de una empresa en
particular, como sucede con la participación de mercado» (Indecopi 2013). En este caso, se
considera que el mercado es menos competitivo cuanto mayor es el grado de concentración que
presenta y viceversa. Para los efectos del presente acápite, se analizarán los niveles de
concentración tanto en el segmento primario como secundario.
Una de las metodologías más utilizadas es el denominado Índice Hirschman – Herfindahl (IHH),
el cual se sustenta en las participaciones de las empresas incluidas en el mercado y se representa
a través de la sumatoria de los cuadrados de dichas participaciones. La relación entre el valor del
IHH y el nivel de competencia se plantea en los siguientes términos:
Iniciando con el segmento primario, es decir, la recolección y transporte, tenemos como dato la
participación de las principales empresas en el mercado tanto para el año 2018 (Gráfico 9) como
para el año 2014 (Gráfico 10). En cuanto al 2018, aplicando el cálculo del IHH obtenemos un
índice de 1153, lo cual nos indica un mercado desconcentrado y en consecuencia competitivo.
Por otro lado, en cuanto al año 2014, aplicando la misma metodología, resulta en un IHH de 1843,
lo que en buena cuenta da luz de un mercado moderadamente concentrado.
Con respecto al segmento secundario, al calcular el citado índice con los datos del 2021 (Gráfico
12) se obtiene un IHH de 2631, si es que consideramos los rellenos por separado. No obstante, si
calculamos el índice por grupo económico, resulta en un IHH de 5193. En ambos casos se excede
por lejos la referencia de 2500 a partir del cual se considera que un mercado altamente
concentrado. Por lo que, se encuentra latente la posibilidad de que estas empresas restrinjan a las
que desarrollan actividades en el segmento primario (recolección y transporte) para acceder al
servicio disposición final. De ser el caso, ello se traduciría en que los municipios no puedan
disponer adecuadamente sus residuos sólidos.
Sin embargo, el marco legal de la libre competencia establece claramente que el mero ejercicio
de dicha posición sin afectar a los competidores reales o potenciales no constituye un abuso de
posición dominante. Ya que la fijación de precios de una empresa dominante, en la medida en
que ésta se preocupa únicamente de maximizar sus ganancias, es un acto que representa
únicamente el ejercicio de dicha posición, pero no constituye un ilícito.
De hecho, regresando al 2014, año en el que Petramás era la empresa más dominante del mercado,
tanto en el segmento primario como en el secundario, sus estados financieros22 (los únicos
disponibles públicamente) dan cuenta de ganancias extraordinarias. Una empresa que inició el
2014 con un patrimonio total de 97 millones de soles, logró ese mismo año un beneficio neto de
47 millones de soles, es decir, un retorno sobre el capital cercano al 50%, muy por encima de la
rentabilidad que se fijan en sectores regulados, que están en torno al 12%.
Por otro lado, y para el mismo año, poniendo foco en Innova, con un tercer lugar en cuanto a
participación en el segmento primario, y compartiendo el segmento secundario únicamente con
Petramás, también encontramos indicios de ganancias extraordinarias en sus estados financieros23
22 https://www.datosperu.org/eeff2014/PETRAMAS%20S.A.C/Dictamen.pdf
23 https://www.datosperu.org/eeff2014/INNOVA%20AMBIENTAL%20S.A/Relima%20Ambiental%20Aud%2031-
12-14-13.pdf
50
(también los únicos disponibles públicamente). Inició el año con un patrimonio de 20 millones de
soles, y al cierre del año logró un beneficio neto de 19.9 millones de soles, es decir, casi un 100%
de retorno sobre el capital, negocio redondo.
Desafortunadamente la información disponible no permite concluir que se haya dado algún abuso
de posición de dominio por parte de los únicos dos operadores de rellenos sanitarios durante el
2014. No obstante, no creemos que sea casual los niveles de ganancias obtenidos dicho año, en el
que además también eran dominantes (aunque en menor medida) en el segmento primario. En
buena cuenta, desde su posición dominante en el segmento secundario pudieron haber sacado
ventaja de las contrataciones directas de las municipalidades u otros operadores al momento de
solicitar acceder al servicio de disposición final, aunque hace falta más data para poder comprobar
o desestimar dicho supuesto.
En este punto, cabe mencionar que la aprobación del IGA en estos casos no responde a un mero
trámite, ya que, adicionalmente a su presentación, los titulares de las infraestructuras, de acuerdo
con la LGIRS y el RLGIRS, deben presentar lo siguiente: “(i) Copia simple del certificado de
compatibilidad de uso del terreno, otorgado por la Municipalidad Provincial correspondiente, (ii)
Certificado de Inexistencia de Restos Arqueológicos, (iii) Informe de Evaluación de Riesgos de
desastres respecto a la ubicación del proyecto, elaborado por un/a profesional inscrito/a en el
Registro Nacional de Evaluadores de Riesgo administrado por el Centro Nacional de Estimación,
Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres, (iv) estudios topográficos, geológicos,
geotécnicos, hidrológicos e hidrogeológicos del área de influencia del proyecto, entre otros”.
Hasta ahora, las barreras de entrada mencionadas son las mínimas necesarias para asegurar que
el operador cumpla con los requisitos técnicos propios del servicio, para que este se brinde con
eficiencia y con el menor impacto posible a nivel medioambiental. Pero, por otro lado, como es
26RLGIRS
“Artículo 110.- Condiciones para la ubicación de infraestructuras de disposición final de residuos sólidos
Las infraestructuras de disposición final de residuos sólidos deben seguir las siguientes condiciones: a) Ubicarse a una
distancia no menor a 500 metros de poblaciones, así como de granjas porcinas, avícolas, entre otras. Por excepción, y
de acuerdo a lo que se establezca en el IGA, la autoridad ambiental podrá permitir su ubicación a distancias menores
sobre la base de los potenciales riesgos para la salud o la seguridad de la población”.
27 RLGIRS
“Artículo 114.- Instalaciones del relleno sanitario
Las instalaciones del relleno sanitario deben cumplir como mínimo con lo siguiente:
a) Impermeabilización de la base y los taludes del relleno para evitar la contaminación ambiental por
lixiviados (k<=1x10-6 cm/s y en un espesor mínimo de 0.40 m); salvo que se cuente con una barrera geológica natural
para dichos fines, lo cual estará sustentado técnicamente.
(…)”.
En ese orden de ideas, podemos identificar una primera barrera de entrada del tipo administrativa,
que va más allá de los requisitos técnicos exigidos a un operador de relleno sanitario: la falta de
planificación. No es posible asegurar la disponibilidad de infraestructuras de disposición final de
residuos sólidos sin un criterio de planificación que integre además la recolección y transporte e
inclusive la transferencia.
De ser el caso, un nuevo operador de disposición final no podría competir con los rellenos de
Petramás e Innova Ambiental, por lo que se quedaría sin la demanda necesaria para asegurar su
sostenibilidad económica. Si a ello le sumamos el riesgo territorial y social que involucra que un
privado busque por su cuenta terreno para un relleno sanitario, podría terminar incluso siendo
inviable la implementación de nueva infraestructura de disposición final. Y si bien no estamos
analizando las barreras que podrían colocar los actuales participantes del mercado, vemos que los
dos puntos previos terminan siendo claves para la entrada al mercado de nuevos operadores.
Tal como se vio anteriormente, el esquema actual utilizado en la contratación del servicio de
recolección y transporte, y del servicio de disposición final es el de competencia por el mercado.
Así, cada distrito busca que el costo total de su servicio sea el mínimo posible, al licitar ambos
segmentos del servicio (en algunos casos se licita todo en conjunto), a fin de incentivar la
competencia, aunque usualmente pensando en periodos cortos de contratación.
53
Lo anterior, sin embargo, está sujeto a los precios que ofrece el mercado para cada uno de los
componentes de la cadena del servicio. Además, los precios que ofrece el mercado no
necesariamente se acercan a una condición de competencia perfecta, sino que los proveedores de
servicios de carácter monopólico tienen todos los incentivos para extraer el excedente de los
consumidores a través de la discriminación de precios.
Pensemos, por ejemplo, en la disposición final. En Lima, un distrito tiene que definir primero el
relleno sanitario donde dispondrá sus residuos sólidos (a través de una licitación), para luego
licitar el servicio de recolección y transporte. Esto se sustenta en que no se podría concursar el
transporte si es que no se conoce el destino de este, a excepción de los casos en los que se licite
la totalidad del servicio de limpieza pública.
Bajo la secuencia indicada, y tomando como referencia nuestro modelo Ad Hoc simplificado dado
en el Gráfico 13, para un distrito X se tiene dos posibles rellenos sanitarios donde disponer sus
residuos (RS1 y RS2), el operador de RS1 conoce que:
A partir de aquí, el operador buscará maximizar su beneficio a partir de la información que maneja
del mercado. Es así que, el operador de RS1, conociendo sus costos reales de disposición final
(CRDF1), y haciendo su mejor estimación posible de los costos reales de disposición final de RS2,
y en pleno uso de su poder de mercado, caerá en la práctica de la discriminación de precios
(Coloma, 1999). Lo que se traduce en que ofertará un precio de disposición final (PDF1) a penas
por debajo de (CRDF1) sumado a la diferencia entre el costo estimado de transporte hacia el
relleno de la “competencia” y el costo estimado de transporte hacia su relleno (CTx->1 - CTx->2).
Con lo anterior, el monopolista operador de RS1 consigue beneficios extraordinarios con los
distritos más cercanos a su ubicación, y lo mismo pasa con RS2. Por lo que, al final quienes los
únicos que terminan perdiendo son los consumidores, es decir, los distritos que requieren el
servicio de disposición final.
En general, el modelo de contratación utilizado actualmente con mayor frecuencia en los distritos
de Lima y Callao para el servicio de disposición final, son de corto plazo y sin búsqueda de
sinergias. Ello impide que los municipios puedan acceder a precios competitivos por el servicio
y hasta llevan a tener pérdidas económicas nada despreciables, lo cual se analiza a continuación.
Hasta este punto, hemos podido hacer una aproximación al carácter monopólico de la limpieza
pública e inferir de manera teórica que en la disposición final hay un fuerte incentivo a que el
operador haga discriminación de precios con los distritos que se encuentran dentro de su zona de
55
influencia. En la práctica, esto se refleja en que los distritos tienden a contratar la disposición final
al relleno sanitario más cercano, y no necesariamente al mejor precio.
Para efectos de poder analizar un caso práctico en Lima y Callao, utilizamos la información de
población y manzanas por distrito disponible en Laboratorio Urbano Bogotá28, el cual también
tiene datos de la zona de interés, a efectos de obtener un mapa de calor de la generación de
residuos en Lima, tomando en cuenta la generación per cápita reportada en Sigersol29 por cada
distrito. El indicado mapa de calor resultante se ilustra en el Gráfico 14, y en buena cuenta
permiten visualizar en qué zonas se concentra la generación de residuos sólidos.
28
https://bogota-laburbano.opendatasoft.com/explore/dataset/inei-poblacion-manzana/table/
29
https://sistemas.minam.gob.pe/SigersolMunicipal/#/accesoLibre/generacion
56
Lo anterior nos permite determinar un centro de masa de la generación por distrito, a efectos de
calcular una distancia que represente en promedio lo que recorren los camiones de recolección y
transporte hasta el relleno sanitario. Dichos centros de masa son representados en el Gráfico N°
15 mediante los puntos azules, y sus coordenadas sirven para calcular el recorrido hacia las
coordenadas de los rellenos sanitarios. Para dicho fin, generamos rutas utilizando la herramienta
Open Street Map30.
RELLENO
SANITARIO EL
ZAPALLAL
(EMPRESA INNOVA
AMBIENTAL SOLVI)
RELLENO
SANITARIO
HUAYCOLORO
RELLENO (EMPRESA
SANITARIO PETRAMAS)
MODELO CALLAO
(EMPRESA
PETRAMAS)
RELLENO
SANITARIO
PORTILLO GRANDE
(EMPRESA INNOVA
AMBIENTAL SOLVI)
Elaboración: Propia
Como resultado, obtenemos una matriz de distancias, en donde la menor distancia nos permite
detectar bajo qué zona de influencia de un relleno sanitario se encuentra un distrito. En el cuadro
30
https://www.openstreetmap.org/
57
RELLENO
SANITARIO EL
ZAPALLAL
(EMPRESA INNOVA
AMBIENTAL SOLVI)
RELLENO
SANITARIO
HUAYCOLORO
RELLENO (EMPRESA
SANITARIO PETRAMAS)
MODELO CALLAO
(EMPRESA
PETRAMAS)
RELLENO
SANITARIO
PORTILLO GRANDE
(EMPRESA INNOVA
AMBIENTAL SOLVI)
Elaboración: Propia
58
Fuente: Elaboración propia. El Modelo: Naranja / El Zapallal: Verde / Huaycoloro: Amarillo / Portillo Grande: Azul
31
http://contratos.seace.gob.pe/busqueda/#/mapa
59
sólidos en los rellenos sanitarios más cercanos, aunque con algunas desviaciones respecto del
modelo teórico propuesto anteriormente. En el gráfico indicado se representan de naranja los
distritos que se atienden desde El Modelo, de verde los que se atienden desde El Zapallal, de
amarillo los que se atienden desde Huaycoloro, y de azul los que se atienden desde Portillo
Grande.
Con toda la información precedente, es posible comparar los precios unitarios que cobran los
rellenos sanitarios a los distritos que están dentro de su zona de influencia, respecto los distritos
que no lo están. Cabe indicar que este análisis solo aplicaría a los distritos para los cuales se tiene
información de costos de disposición final.
Empezando con el Relleno Sanitario El Modelo, ubicado en el Callao y operado por Petramás,
tenemos información de costos de ocho municipalidades que disponen todos sus residuos en este
lugar, de los cuales cinco están dentro de su zona de influencia, y otros tres no lo están, según se
plasma en la Tabla 4. Excluyendo la municipalidad provincial del Callao, la cual tiene un costo
regulado por un Contrato de Concesión, las cuatro municipalidades dentro de la zona de influencia
(Bellavista, Carmen de la Legua, La Perla, La Punta) pagan en promedio ponderado S/. 16.36 por
tonelada de residuo dispuesto.
Por otro lado, los distritos cuyo centro de masa de generación de residuos están fuera de la zona
de influencia (Mi Perú, Ventanilla, Ancón) pagan en promedio ponderado S/. 16.00 por tonelada
de residuo dispuesto. Es decir, para que El Modelo pueda hacerse de este mercado muy
probablemente ha tenido que competir contra los precios de El Zapallal (Innova) sin ninguna
ventaja asociada a los costos de transporte y cobrar S/. 0.36 menos que en los casos donde sí
cuenta con ventaja.
Tabla 4 Muestra de distritos que disponen en el Relleno Sanitario El Modelo, costo por
tonelada, y relleno más cercano al distrito (teórico)
Distrito Toneladas Contratado Teórico CostoUnit
Bellavista 34,250 El Modelo El Modelo S/ 16.5
Callao 344,309 El Modelo El Modelo S/ 15.2
Carmen de la Legua 19,089 El Modelo El Modelo S/ 16.5
La Perla 20,721 El Modelo El Modelo S/ 16.0
La Punta 2,146 El Modelo El Modelo S/ 16.3
Mi Perú 13,227 El Modelo El Zapallal S/ 16.0
60
Replicando el análisis previo con el Relleno Sanitario El Zapallal, operado por Innova y ubicado
en Carabayllo, se tiene información de costos unitarios de tres municipalidades, de las cuales una
está dentro de la zona de influencia (Puente Piedra) y dos no lo están (Magdalena del Mar, Rímac).
Respecto a Magdalena del Mar y Rímac, en promedio ponderado pagan S/. 14.89 por tonelada de
residuo sólido dispuesto, es decir, S/. 1.11 menos que Puente Piedra.
Tabla 5 Muestra de distritos que disponen en el Relleno Sanitario El Zapallal, costo por
tonelada, y relleno más cercano al distrito (teórico)
Distrito Toneladas Contratado Teórico CostoUnit
Puente Piedra 135,585 El Zapallal El Zapallal S/ 16.0
Magdalena del Mar 26,040 El Zapallal El Modelo S/ 15.5
Rímac 83,905 El Zapallal El Modelo S/ 14.7
Tabla 6 Distritos que disponen en el Relleno Sanitario Huaycoloro, costo por tonelada, y
Relleno más cercano al distrito (teórico)
Distrito Toneladas Contratado Teórico CostoUnit
Ate 257,826 Huaycoloro Huaycoloro S/ 20.5
61
Finalmente, respecto del Relleno Sanitario Portillo Grande, operado por Innova y ubicado en el
distrito de Lurín, se tienen información de costos de nueve distritos, ocho dentro de su zona de
influencia (Chorrillos, Pachacámac, Pucusana, Punta Hermosa, Punta Negra, San Bartolo, San
Juan de Miraflores, Villa El Salvador) y uno fuera del mismo (Cieneguilla).
Según se puede ver en el Tabla 7, en el caso de los distritos dentro de su zona de influencia, en
promedio ponderado pagan S/. 19.81 por tonelada dispuesta de residuo, en contraste con los S/.
15.2 que paga Cieneguilla. Es decir, una diferencia de S/. 4.62 (30% más respecto el precio
cobrado a Cieneguilla). Si bien hay distritos dentro de su zona de influencia que pagan el mismo
monto que Cieneguilla, son cantidades mínimas comparado con los distritos más afectados, como
San Juan de Miraflores, Villa El Salvador y Pachacámac.
Tabla 7 Distritos que disponen en el Relleno Sanitario Portillo Grande, costo por tonelada,
y Relleno más cercano al distrito (teórico)
Distrito Toneladas Contratado Teórico CostoUnit
Chorrillos 137,887 Portillo Portillo S/ 16.9
Pachacámac 48,063 Portillo Portillo S/ 19.5
Pucusana 5,053 Portillo Portillo S/ 19.8
Punta Hermosa 4,554 Portillo Portillo S/ 21.0
Punta Negra 2,269 Portillo Portillo S/ 15.2
San Bartolo 3,563 Portillo Portillo S/ 15.2
San Juan de Miraflores 191,784 Portillo Portillo S/ 18.5
Villa el Salvador 134,549 Portillo Portillo S/ 25.0
Cieneguilla 10,958 Portillo Huaycoloro S/ 15.2
Es importante indicar que el análisis previo realizado para cada uno de los rellenos sanitarios no
tiene en cuenta otros factores técnicos que puedan explicar el costo unitario como la cantidad de
62
Ahora bien, de grosso modo es posible realizar una estimación rápida de cuánto dinero se paga
de más estableciendo un valor promedio ponderado de costo unitario de disposición final para
todos los distritos de los cuales se cuenta con información, y un costo mínimo que podría aplicarse
en todos los casos también. Respecto del costo mínimo, de manera práctica podemos usar el
máximo de los precios mínimos cobrados por los rellenos; esto sería el valor máximo entre S/.
15.2 (El Modelo), S/. 14.7 (El Zapallal), S/. 15.0 (Huaycoloro) y S/. 15.2 (Portillo Grande); es
decir, S/. 15.2 por tonelada dispuesta de residuo. Para el promedio ponderado de todos los costos
unitarios disponibles se obtiene con todos los valores de toneladas y costos unitarios de los Tablas
4 al 7, el cual resulta en S/. 17.4 soles por tonelada dispuesta de residuo.
Del ejercicio previo, se obtiene que aproximadamente se pagan S/. 2.2 de más por tonelada
dispuesta de residuo, lo cual multiplicado por las 4.4 millones de toneladas dispuestas de Lima y
Callao por año (suma de toneladas indicadas en el Anexo N° 4), representan para los operadores
de Rellenos Sanitarios de la zona un ingreso anual extraordinario aproximado de S/. 9.7 millones.
Desde el punto de vista económico, se comprueba que existe discriminación de precios, puesto
que se cumplen los tres requisitos indicados por Dammert (2013):
(i) Como se mostró en el Gráfico 17, la disposición final en Lima y Callao es un mercado
altamente concentrado. Además, se comprueba poder de mercado puesto que los operadores
pueden cobrar precios mayores sin perder rentabilidad.
(ii) Los operadores pueden clasificar a sus clientes en función de las distancias de los distritos a
los rellenos sanitarios existentes.
(iii) Y, los operadores pueden identificar a los revendedores del servicio. Esto porque las
municipalidades que contratan directamente lo hacen para consumo propio, mientras que otras
empresas operadoras de residuos contratan para revender el servicio.
En cuanto al punto de vista desde la normativa acerca de las prácticas exclusorias, no es posible
concluir una práctica discriminatoria ilegal con la información disponible. Si bien se comprueba
posición de dominio en el segmento secundario, equivalencia de los compradores, y la aplicación
63
Los artículos 32° y 33° de la Ley Orgánica de Municipalidades32 (en adelante, la LOM), precisan
que los servicios públicos locales pueden ser de gestión directa e indirecta. Además, a través de
la LOM se «faculta a los gobiernos locales a otorgar en concesión proyectos y obras de
infraestructura y de servicios públicos dentro de las atribuciones propias de la gestión municipal».
Para ello, permite que las municipalidades puedan celebrar convenios de asesoría y de apoyo para
el financiamiento con las instituciones nacionales de promoción de la inversión, como
Proinversión.
Siendo ello así, es usual que los gobiernos locales dividan las actividades del ciclo de la gestión
de residuos sólidos. De modo tal que, en algunos casos, se gestiona indirectamente todas las partes
del ciclo de la limpieza pública o, en su defecto, el municipio participa directamente en alguna (o
varias) de sus etapas. En ese contexto, podemos encontrar tres tipos de servicio: (a) directa; (ii)
indirecta; (iii) mixta.
Ahora bien, los gobiernos locales pueden encargar la prestación del servicio de limpieza pública
de manera contratada o concesionada. Existe consenso en la literatura económica respecto de que
los servicios de recolección, transferencia y transporte, así como, la creación de infraestructuras,
la operación de rellenos sanitarios y el aprovechamiento de los residuos, son actividades que
En primer orden, es importante resaltar que ambos mecanismos de contratación pública pretenden
que una empresa privada provea al Estado un bien o servicio (en el caso del régimen de
concesiones, un servicio) en condiciones de monopolio, eliminando la posibilidad de competencia
en el mercado. Para estos efectos, incorporan mecanismos tales como la licitación pública o el
concurso público, los cuales reúnen las condiciones para generar competencia por el mercado.
Entonces, en principio, los dos regímenes dispuestos por la Ley permitirían que la empresa
ganadora de la subasta u otro mecanismo similar sea la más eficiente y la que otorgue los mejores
términos. De este modo, se garantiza la obtención de bienes o servicios de alta calidad a precios
bajos, liberando de esta manera los recursos económicos para la satisfacción de otras necesidades
públicas, pero como veremos a continuación, esto no necesariamente es así.
Más allá de la operatividad de cada una de las citadas formas de gestión, el objetivo de la Ley de
contrataciones es regular las adquisiciones de bienes, suministros, consultoría y ejecución de
obras, más no a los servicios públicos que se brindan en condición de monopolio natural. Al
respecto, debe destacarse que, ambos poseen una naturaleza jurídica diferente. En palabras de
Tirado (2006), «la limpieza pública es una típica concesión de servicios que se sustenta en la
gestión indirecta de determinadas tareas a nivel del gobierno local, que involucra una gestión
integral de los residuos sólidos, a fin de optimizar la prestación requerida por los vecinos del
distrito correspondiente».
33
Los contratos de concesión o prestación del servicio de limpieza pública que suscriban las municipalidades con las
EO-RS deben contemplar los aspectos señalados en el artículo 23° del Reglamento de la LGIRS, así como tener en
cuenta lo establecido en las normas sobre contrataciones del Estado (“Decreto Supremo N° 082-2019-EF, que aprueba
el Texto Único Ordenado de la Ley N° 30225, Ley de Contrataciones”, y “Decreto Supremo N° 344-2018-EF, que
aprueba el Reglamento de la Ley de Contrataciones del Estado”) o lo señalado en el Sistema Nacional de Promoción
de la inversión Privada (“Decreto Legislativo N° 1224, Decreto legislativo del Marco de promoción de la inversión
privada mediante asociaciones público privadas y proyectos en activo”) , según corresponda, u otros mecanismos de
inversión privada.
65
A efectos prácticos, al utilizar una figura legal que no se ajusta a las necesidades y características
de un servicio público, se ponen de manifiesto diversas problemáticas. Por un lado, en su mayoría
los contratos administrativos se materializan en órdenes de servicio y/o de compra, es decir, en
actos administrativos, cuando lo que corresponde, en atención a las condiciones de calidad y
regularidad en las que debe ser prestada la limpieza pública u otro servicio esencial para la
ciudadanía, es regularlas mediante un contrato. Este último, permite una mayor fuerza vinculante
tanto al concedente como al concesionario.
Asimismo, debe observarse que la Ley de contrataciones regula casi exclusivamente la actividad
precontractual de la Administración Pública, esto es, las condiciones en las que se encarga u
otorga el servicio, a fin de garantizar la eficiencia en el gasto público. En línea con lo indicado
por Danós (2006), la citada Ley ejercita mecanismos de formación o preparación de la voluntad
del Estado y de elaboración del contrato, que no se confunden con el contrato mismo, esto es, sólo
cuando el Estado es el adquirente y egresan recursos públicos con tal fin. Señala que, por ejemplo,
el marco normativo no regula la hipótesis en que el Estado sea el vendedor y más bien obtiene
ingresos por sus operaciones.
Hasta este punto, es factible observar que gestionar el servicio de limpieza pública a través de la
Ley de contrataciones no le brinda un tratamiento de servicio público ni incorpora dentro de su
visión sus características de monopolio natural. No obstante, la evidencia apunta a que este viene
siendo el mecanismo de contratación más utilizado por los gobiernos locales. Véase que de la
información extraída del SIGERSOL, se tiene que, por ejemplo, las municipalidades de San Borja,
Jesús María, Miraflores, San Isidro, Independencia, Lince y Santiago de Surco gestionan su
servicio al amparo de la citada Ley.
66
A través de la concesión, se puede controlar la provisión del servicio, brindarle la regularidad que
requiere, los mecanismos de supervisión y/o control que se incorporan en los contratos permiten
asegurar la continuidad del servicio. Usualmente, el incumplimiento de los acuerdos o de los
niveles de servicio resultan bastante onerosos. Además, los incentivos se encuentran alineados en
el sentido del cumplimiento, pues el concesionario siempre asume riesgos importantes, por
ejemplo, al tener inversiones comprometidas.
En el otro caso, quien resulta adjudicado, no asume ningún tipo de riesgo, únicamente debe
cumplir las obligaciones que establecidos los términos de referencia que sirvieron para la
contratación. Adicionalmente, las penalidades por el incumplimiento de lo aceptado suelen ser
irrisorias, generando altos incentivos para la suspensión y/o interrupción del servicio. A esto debe
agregarse que la norma señala que la duración máxima de este tipo de contratos es de tres años,
plazo que no permite darle regularidad a este servicio.
Las interrupciones del servicio son frecuentes, a finales del 2018, surgió una problemática
ambiental seria ocasionada por la falta de recojo de basura en el distrito de Villa María del Triunfo,
lo cual devino en la declaratoria de emergencia del distrito, a través de la Resolución Ministerial
N° 437-2018-MINAM. Al respecto, se señaló como origen del problema el incumplimiento de
pago a las empresas operadoras en tanto que no se contaban con los recursos económicos para
poder asumir los costos del servicio34.
En un evento más reciente, a inicios del 2021, el contratista que opera en el Callao decidió
suspender el servicio de recolección de desechos luego de que se le notificó que ya no se le iba a
renovar el contrato35. Esto iba encaminado a generar un problema serio de salud pública pues en
paralelo el abastecimiento de agua potable también se encontraba suspendido (aunque en este
caso por un mantenimiento programado).
34 https://www.gob.pe/institucion/minam/noticias/23724-minam-declara-en-emergencia-la-gestion-y-manejo-de-
residuos-solidos-en-villa-maria-del-triunfo. Revisado el 09.11.2022
35 https://gestion.pe/peru/callao-fiscalia-inicio-investigacion-contra-municipalidad-del-callao-tras-suspension-parcial-
del-recojo-de-basura-nndc-noticia/. Revisado el 09.11.2022
67
Ahora bien, debe recordarse que la limpieza pública es un servicio esencial, cuya característica
central es la continuidad y la igualdad en su prestación. Sin embargo, la ausencia de un marco
regulatorio adecuado genera que los titulares de los rellenos determinen sus precios en función
criterios de discriminación de precios, muy por encima del costo social. En contraposición, la
experiencia comparada sugiere que el desarrollo de infraestructura debe ser promovido desde el
Estado (gestionado por el privado o no), propiciando esquemas de regionalización, de modo que
se limite el margen de negociación de los privados.
En ese sentido, tanto para el segmento primario como secundario podemos concluir que la figura
de contrato administrativo combinada a un modelo de gestión desagregado por distrito no ha
permitido tener costos eficientes del servicio ni asegurar la continuidad del servicio. De hecho,
además esta atomización hace más propenso la generación de casos de corrupción, prueba de ello
es que la Contraloría General de la República ha encontrado diversas deficiencias en las gestiones
de contratación y adjudicación de la limpieza pública37.
Otra de las consecuencias derivadas de esta forma de gestión de la limpieza pública, se encuentra
referida a la ausencia de una supervisión idónea. Tradicionalmente, el marco normativo peruano
La doble función de los municipios (conceder y regular), contraviene el principio elemental que
rige los procesos de otorgamiento en concesión, el mismo que señala que «quien concede no debe
controlar» (Tirado, 2006). El criterio que subyace a este concepto redunda en que las empresas
que desarrollan infraestructura pública o proveen servicios públicos no pueden tener la facultad
de emitir su propia regulación, pues ambos realizan funciones distintas. Una empresa no puede
regular y un regulador no puede tomar las decisiones de inversión o prestar el servicio.
Durante una acción de supervisión realizada por la Contraloría a 696 municipios provinciales y
distritales del país38, llevada a cabo durante marzo y abril de 2022, se detectó que el 42.4% (295)
de los gobiernos locales visitados carecían de ordenanzas que regulen la supervisión vinculada a
la gestión de residuos sólidos, mientras que el 31,9% (222) no contaba con normas para fiscalizar
y sancionar en dicha materia, lo que podría afectar la salud de la población y el medio ambiente.
4. Caso “La Cucaracha”
Como se adelantó en secciones anteriores, los residuos sólidos municipales generados en Lima
Metropolitana y el Callao se disponen en los cuatro rellenos sanitarios que administran Innova
Ambiental y Petramás. Uno de ellos fue otorgado en concesión por la Municipalidad Provincial
del Callao (en adelante, la MPC), como tal, a modo de “estudio del caso” conviene su análisis con
el objetivo de conocer y comprender sus particularidades, identificar sus puntos fuertes y débiles.
La concesión involucró la rehabilitación del botadero como como “La Cucaracha” a fin de
convertirlo en un relleno sanitario y brindar el servicio de disposición final. Su estudio reviste un
especial interés, pues fue la primera y, hasta la fecha, única experiencia peruana de concesión en
el sector de la limpieza pública.
El contrato de concesión fue suscrito en setiembre del 2003 entre el Estado peruano y la
Concesionaria Petramás S.A.C. (en adelante, Petramás), por un plazo de concesión de treinta (30)
años. Dicha concesión fue autosostenible, siendo suscrito bajo la Ley N° 27972, Ley Orgánica de
Municipalidades. La concesión comprendía la prestación del servicio de disposición final de
residuos sólidos; la rehabilitación, explotación, conservación, mantenimiento y administración de
la infraestructura de disposición final de residuos sólidos, denominado “La Cucaracha”; y, la
ejecución y explotación de una nueva infraestructura.
mejoramiento Sanitario y Ambiental; (b) el plan de cierre del relleno sanitario La Cucaracha; y,
(c) realizar los estudios a efectos de contar con un nuevo lugar de disposición final.
Cláusula Contenido
Cláusula cuarta: Objeto del contrato Concesión de la administración y operación del tratamiento
y disposición final de los residuos sólidos y la
infraestructura de disposición final de residuos sólidos
denominado “La Cucaracha” en la Provincia Constitucional
del Callao
Claúsula septima: Valor del servicio US $2.70 por tonelada de residuo sólido incluido I.G.V.
Es oportuno resaltar que si bien el relleno sanitario “El Modelo”, ubicado en la provincia del
Callao, es una concesión otorgada por la Municipalidad Provincial del Callao a favor de Petramás
por treinta (30) años, lo cierto es que el régimen de concesión y, en particular, la tarifa regulada
aplica únicamente para el distrito del mismo nombre. Mientras que, para todos los demás distritos
de la provincia del Callao, el precio se define mediante los mecanismos de contratación de corto
plazo previamente descritos.
El concedente: es el Estado y, como tal, es el actor principal. En el presente caso, esta posición la
asumió la Municipalidad Provincial del Callao (en adelante, la MPC), de conformidad con las
competencias descritas en la Ley Orgánica de Municipalidades39; a través de las cuales se
encuentra facultado para otorgar los bienes municipales en concesión para su explotación a través
de subasta pública.
39
LEY N° 27972, LEY ORGÁNICA DE MUNICIPALIDADES
71
Es oportuno señalar que, la MPC también estuvo a cargo de realizar el proceso de promoción de
la concesión y la selección del concesionario. Adicionalmente, fungió como regulador y
supervisor del contrato de concesión, de acuerdo a lo establecido en la cláusula décima del
contrato.
Posteriormente, las partes suscribieron una adenda al contrato de concesión a través de la cual
incorporaron las cláusulas vigésimo quinta y sexta. A través de dichas cláusulas se habilitó a
Petramás a realizar estudios, visitas y muestreos, y demás actividades para determinar la
viabilidad y ejecución de inversiones para el desarrollo de actividades de abonos, generación de
energía electrónica y otro proyecto de mecanismo de desarrollo limpio. Esto, en el contexto de
estudiar posibilidades de actividades colaterales, para su explotación económica.
Asimismo, las partes acordaron que, la MPC recibirá un beneficio económico equivalente al 10%
de la utilidad neta del proyecto y/o proyectos que el concesionario lleve a cabo.
Luego, el 05 de marzo de 2010, las partes suscribieron una nueva adenda al contrato, a pedido de
Petramás, con la finalidad de convertir el costo del servicio a moneda nacional al tipo de cambio
de la fecha de suscripción del contrato y reajustado a diciembre de 2009. De modo que, el valor
por tonelada se fijó en S/ 11.15 (once con 15/100 nuevos soles).
En ese mismo acto, acordaron agregar una fórmula de reajuste de precio, el cual será efectuado
de forma semestral utilizando el índice de precios al consumidor establecido por el Instituto
Nacional de Estadística e Informática - INEI acumulado a la fecha de reajuste teniendo como base
el mes de noviembre de 2003. Estableciendo que tanto la conversión como la aplicación del
reajuste sean aplicables desde el 01 de marzo de 2010.
Además, se autorizó al concesionario para que haga uso de las áreas libres para la ejecución de
otros proyectos afines, se precisaron aspectos vinculados a la servidumbre y a la segregación
manual que ya se venía desarrollando desde antes del inicio de la concesión. Para todo ello, se
72
argumentó que existía la necesidad de incorporar una precisión respecto al incremento del costo
de vida, a fin de que el cumplimiento de las obligaciones contractuales no se haga excesivamente
oneroso.
Inicialmente, el objeto de la concesión estuvo conformado por dos (2) componentes: (i) la
administración y operación del tratamiento y disposición final de los residuos sólidos; y, (ii) la
infraestructura de disposición final de los residuos sólidos denominado “La Cucaracha”. Para ello,
el concesionario debía rehabilitar, explotar y mantener la infraestructura y, de forma paralela,
ubicar y adquirir el terreno, maquinarias y equipos necesarios para el adecuado tratamiento y
disposición final de residuos sólidos.
Sin embargo, pese a que ambos constituyen objetos muy diferentes, se fijó el mismo factor de
competencia para ambos: la menor tarifa en función al valor referencial del servicio. En efecto,
como se indica expresamente en el documento de absolución de consultas: «(…) el concesionario
deberá encargarse tanto de la administración del relleno sanitario “La Cucaracha” como de su
rehabilitación, explotación y conservación, mantenimiento, además de la ejecución de una nueva
infraestructura (…)». Siendo que, la implicancia inmediata fue un mayor beneficio para la MPC
(por lo menos, teóricamente), pero hubiera repercutido negativamente en la capacidad del
proyecto de permitir la recuperación de las inversiones de rehabilitación y/o conservación.
En esa misma línea, se ha advertido que otros proyectos que involucran altos costos hundidos –
como es el caso de la adquisición y desarrollo de una nueva infraestructura de residuos sólidos –
se utilizan otros tipos de factor de competencia, tales como: la incorporación de inversiones
adicionales o el importe del cofinanciamiento; principalmente, porque es necesario asegurar que
se realice la inversión de la forma menos onerosa posible. Véase que, conforme se ha expuesto
previamente, la ubicación y características del terreno constituyen factores que juegan un rol
determinante en el costo del servicio de limpieza pública.
De otro lado, la asignación de riesgos representa uno de los aspectos más importantes de la
ejecución de un proyecto bajo la modalidad de concesión. Un esquema de distribución adecuado
permite alinear los incentivos de las partes (concedente y concesionario), para que el proyecto
pueda ejecutarse de manera que genere el mayor beneficio para la sociedad. No obstante, en el
caso objeto de estudio, no pudo haberse atribuido correctamente los riesgos, pues no estaban
73
Esa información conlleva a pensar que las partes no actuaron de buena fe. Sin embargo, en tanto
que el contrato se encuentre vigente consideramos relevante analizar y contribuir a identificar los
aspectos de mejora. Además, sirve de punto de partida para mejorar el diseño de nuevos contratos
de concesión para la gestión de futuras infraestructuras de residuos sólidos a nivel nacional.
74
75
En este capítulo planteamos propuestas para corregir las fallas de mercado identificadas y
estudiadas en la presente investigación. Previo a la presentación de las propuestas, se presentará
la experiencia internacional comparable; luego, se desarrollarán las modificaciones aplicables al
marco jurídico peruano; y, finalmente, las soluciones aisladas y limitadas que se han iniciado
desde el Estado.
Elaboración: PNUMA
77
De otro lado, en cuando a la cobertura de recolección de residuos, de acuerdo a cifras del INEI
(2020), se advierte el 41.5% de las municipalidades distritales del Perú no cumplieron con la
frecuencia mínima de recolección y transporte de residuos sólidos no aprovechables. Mientras
que en países como Chile, Costa Rica o Uruguay reportan tasas de prácticamente el 100% de
recolección urbana. En ese contexto, resulta relevante hacer una revisión de las herramientas
económicas y/o legales que vienen utilizando los países vecinos a efectos de asegurar su limpieza
pública.
En América Latina se puede encontrar países con grandes extensiones de territorio, como es el
caso de Brasil o Argentina, en los cuales las autoridades con poder de decisión en relación con la
limpieza pública se encuentran diseminados en una cantidad importante de autoridades locales,
(p.e., Argentina cuenta con 2,253 municipios). En ese contexto, se hace necesario, que la gestión
de residuos sólidos se realice de una forma que permita aprovechar las economías de escala y
alcance.
(i) Implementación de tecnologías de vanguardia, que en muchos casos son costosas, por
lo que precisan de una mayor envergadura para ser sostenibles. Esto podría lograrse a un
menor costo, en tanto los operadores gestionen residuos sólidos de diferentes regiones.
(ii) Enfoque en la minimización, a través de una estrategia regional planificada con enfoque
en priorizar sus recursos y esfuerzos en la valorización de los residuos, incorporando
criterios de economía circular.
(iii) Desarrollo de infraestructuras de mayor escala que permiten emplear en su diseño,
construcción y operación recursos que para la mayoría de los rellenos de tamaño reducido
resultan complejos y costosos.
(iv) Mayores controles y menores impactos ambientales.
78
Al igual que en el Perú, en la República Argentina existe muy poca orientación a la gestión de
proyectos de reciclaje, y una cultura ciudadana con bajos o nulos hábitos de segregación en la
fuente. Además, desde los años setenta empezaron a proliferar una cantidad importante de
botadores o sitios inadecuados para la disposición final, situación que fue fomentando las vías
informales de recuperación, llevadas a cabo por aquellos que sucesivamente quedaron excluidos
del mercado formal de trabajo. A estas prácticas se le denominó “cirujeo” (Paiva, 2006).
En ese contexto, en 1977 se creó la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del
Estado (CEAMSE), como una empresa pública creada para realizar la gestión integral de los
residuos sólidos urbanos del área metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Inicialmente, el
CEAMSE surgió para ejecutar la habilitación de áreas anegadizas mediante relleno sanitario para
diversos fines, tales como: espacios verdes o equipamiento público, pero con el paso del tiempo
fue adquiriendo mayores competencias.
40
NIMBY: Not In My Backyard (“no en mi patio trasero”). Rechazo que surge cuando las
comunidades locales buscan defender su entorno.
41
Decreto N°1527/97, Decreto N° 1528/97, Decreto N°1529/97 y Decreto N°1530/97.
79
división en siete (7) zonas, manteniendo el control estatal sobre una (1) y otorgando las demás a
empresas privadas vía licitación.
En suma, CEAMSA recibe los residuos sólidos de más de cuarenta municipios, cuenta con cinco
(5) estaciones de transferencia e igual número de complejos ambientales, que ascienden a 17.000
toneladas de residuos diarios (domiciliarios y de grandes generadores), que corresponden
aproximadamente al 40% del total de residuos generados en el país42.
En términos de eficiencia, Argentina cuenta con altos niveles de cobertura del servicio de
recolección regular de residuos sólidos municipales, 94,8% de los hogares en áreas urbanas cuenta
con este servicio, al menos, dos veces por semana. Considerando no solo los hogares urbanos,
pero sino también los rurales, 89,9% de los hogares cuentan con el servicio de recolección al
menos dos veces por semana (Banco Mundial, 2016). Asimismo, lograron que la cobertura del
servicio del servicio de recolección siga la tasa de crecimiento de la población, de modo tal que,
un adicional de 3.9 millones de personas se les proporcionó este servicio al menos 2 veces por
semana.
42
https://www.ceamse.gov.ar/.
80
A razón de esta habilitación legal, es que desde el año 2007, Lima ya no solo se organiza a través
de distritos, sino que, se conformaron mancomunidades: “la Mancomunidad Municipal Lima
Norte, la Mancomunidad Municipal Lima Este – Carretera Central”, “la Mancomunidad Lima
Este (AMAESTE)”, “la Asociación de Municipalidades del Sur de Lima (AMASUR)”, “la
Mancomunidad de los distritos del Litoral Sur de Lima”, “la Mancomunidad de Lima Centro” y
“la Mancomunidad Municipal Lima – Rímac”.
En ese sentido, empecemos por intentar retratar a nivel conceptual dos escenarios opuestos (y
llevados al extremo en el presente trabajo para fines analíticos) asociados al modelo de gestión
del servicio de recolección: la atomización del servicio y la regionalización. En ambos casos se
asume que todos los días se realiza la recolección.
Una obviedad de la definición anterior es que la cantidad de camiones requeridos por cada distrito
sería equivalente a la cantidad de rutas de recolección propuestas a funcionar durante el turno
preestablecido. Idealmente la cantidad de residuos en la ruta atendida debe ser lo más cercana (e
inferior) a la capacidad del camión. Además, es muy posible que se requiera al menos un camión
adicional de retén (este monto se incrementaría a medida que se administren más camiones) que
funcionaría en caso alguno de los otros camiones se encuentre indisponible.
A lo anterior, habría que agregarle que cada distrito debe contar con una sede operativa en la cual
los camiones descansen cuando no están en labores, y en el cual se reunirían los choferes y
operarios al inicio de la jornada laboral. Asimismo, pensando en un incremental mínimo para la
81
Hasta acá solo hemos expandido un poco los conceptos de la primera ecuación del modelo de
costos (para un solo operador) de recolección mostrada en el numeral 2.2 del presente trabajo.
Además, se ha agregado de manera conceptual un costo administrativo marginal, considerando
las áreas requeridas que el resto de la estructura de la municipalidad se mantiene invariable al
encargarse de la actividad de recolección.
Recordando que:
𝐶𝑆𝑅: Costo del servicio de recolección
𝐶𝐴𝐶: Costo anual de los camiones de recolección
𝐶𝑃𝑂: Costo de personal operativo
𝐶𝐶𝑅: Costo de combustible y consumibles para recolección
𝐶𝐴𝐷𝑀: Costos administrativos
Profundizando en estos valores, podemos encontrar ciertas relaciones entre los costos
desagregados. En el caso de 𝐶𝐴𝐶, para nuestro modelo, dependería de manera exclusiva de la
cantidad de camiones que requiera el distrito, por lo que se puede considerar la siguiente
equivalencia:
Mientras que en el caso de 𝐶𝐶𝑅, habíamos indicado que, para nuestra simplificación, este valor
depende exclusivamente de los kilómetros recorridos, los cuales serían constantes (según la zona
atendida) e independientes del número de camiones.
Por otro lado, habíamos indicado anteriormente que 𝐶𝑃𝑂 es proporcional a 𝐶𝐴𝐶, y en
consecuencia al número de camiones, por lo que podemos usar la siguiente igualdad:
Asimismo, para los costos administrativos, es razonable pensar que la sede operativa deba ser
proporcional en área (y en consecuencia en costo) a la cantidad de camiones administrados, así
como la cantidad de supervisores y especialistas. No obstante, también hay una componente de
costos fijos que debería considerarse, por lo que los costos administrativos podrían representarse
con la siguiente igualdad:
Por lo que la ecuación de costos del servicio de recolección quedaría de la siguiente manera
(simplificada):
Y para fines aún más prácticos, ya que esta vez no es de interés demostrar la subaditividad de
costos en el servicio, podemos simplificar la ecuación de la siguiente manera:
Ahora bien, la ecuación anterior, la cual resume todo el análisis realizado previamente, no es
exclusiva para este escenario. No obstante, la clave de dicha ecuación está en la cantidad de
camiones y en que dicha cantidad es siempre discreta, es decir, nunca puede ser decimal ya que
no podemos adquirir una fracción de un camión; salvo que estemos hablando de repuestos, pero
no es el caso. ¿Qué involucra la clave indicada, dadas las características definidas para este
escenario? Que, al calcular la cantidad de camiones requeridas por distrito, el valor resultante,
resulte en muy probablemente un valor con decimales, y tenga que redondearse al entero superior
próximo.
𝑛
𝑇𝑀𝑔𝑒𝑛(𝑖) 1
#𝑐𝑎𝑚𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠𝑡𝑜𝑡𝑎𝑙 = ∑ (⟦ × ⟧ + 1)
𝑇𝑀𝑐𝑎𝑚 #𝑇𝑢𝑟𝑛𝑜𝑠
𝑖=1
La ecuación anterior sigue siendo genérica, y no es exclusiva de este escenario. Pero basta con
considerar la rigidez horaria fijada solo permite un único turno por distrito, para que la ecuación
resultante de la cantidad total de camiones (suma de todos los distritos) del escenario de
atomización sea la siguiente:
𝑛
𝑇𝑀𝑔𝑒𝑛(𝑖)
#𝑐𝑎𝑚𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠𝑡𝑜𝑡𝑎𝑙 = ∑ (⟦ ⟧ + 1)
𝑇𝑀𝑐𝑎𝑚
𝑖=1
Donde:
⟦… ⟧: Función parte entera
(𝑖): identificador de distrito
𝑛: cantidad de distritos
En este caso, dos características resumen este otro escenario extremo: (i) todos los municipios
tercerizan la recolección a una única empresa de recolección, (ii) la flexibilidad es tal que no
existen límites horarios y el operador puede operar en diversos turnos, según lo que le resulte
mejor en la planificación.
Es importante indicar que ya no es necesario replicar todo el análisis realizado para atomización,
sino que podemos partir con la siguiente premisa: la cantidad total de camiones (#𝑐𝑎𝑚𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠𝑡𝑜𝑡𝑎𝑙 )
en la zona de análisis ahora será calculada directamente con la suma de residuos generados por
todos los distritos. Para ello se mantiene la relación de proporcionalidad con la cantidad de
residuos y con las otras variables analizadas en el escenario previo. Esto resulta en la siguiente
ecuación replanteada:
∑𝑛𝑖=1 𝑇𝑀𝑔𝑒𝑛(𝑖) 1
#𝑐𝑎𝑚𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠𝑡𝑜𝑡𝑎𝑙 = ⟦ × ⟧+1
𝑇𝑀𝑐𝑎𝑚 #𝑇𝑢𝑟𝑛𝑜𝑠
Ahora bien, para entender las diferencias entre la cantidad de camiones prevista para un escenario
y otro, se requiere profundizar un poco en las matemáticas aplicadas para cada ecuación. Para ello
podríamos dejar fuera por ahora en ambos casos el efecto de los turnos, y buscar calcular las
diferencias producidas solo por el agrupamiento.
84
Iniciamos con la siguiente igualdad básica para determinar la diferencia entre escenarios.
En ambos casos se reemplazan por las ecuaciones obtenidas para cada escenario.
𝑛
𝑇𝑀𝑔𝑒𝑛(𝑖) ∑𝑛𝑖=1 𝑇𝑀𝑔𝑒𝑛(𝑖)
∆𝑒𝑠𝑐𝑒𝑛𝑎𝑟𝑖𝑜𝑠 = ∑ (⟦ ⟧ + 1) − (⟦ ⟧ + 1)
𝑇𝑀𝑐𝑎𝑚 𝑇𝑀𝑐𝑎𝑚
𝑖=1
Es decir, por cada dos distritos en el escenario de atomización extrema se requeriría un camión
más que en el escenario de regionalización. Poniendo como referencia a Lima y Callao, por los
51 distritos que administran independientemente la recolección de residuos sólidos, bajo el
escenario de inflexibilidad se requerirían 25 camiones más que si todos los distritos tuvieran un
único concesionario. Y ojo que esta estimación es solo considerando el efecto de agrupamiento,
ya que, si consideramos, además, el efecto de tener máxima flexibilidad con las franjas horarios
en las que se puede dar el servicio, y manejar más de un turno (no necesariamente por distrito), la
cantidad de camiones requeridos sería la mitad o la tercera parte, dependiendo de cuántos turnos
se manejen.
# de distritios ->
Regionalización Atomización
De manera gráfica, la comparación de los costos de ambos escenarios se ilustra en el Gráfico 18.
En el mismo se concluye, que, bajo las características especificadas por escenario, el costo total
de recolección se hace mucho más caro a medida que se divide en más distritos administrando
cada uno su propio servicio. En el caso de la regionalización el costo se mantiene constante puesto
que la cantidad de camiones, y en consecuencia los costos, no dependen de la cantidad de distritos.
Por otro lado, hay que tener en cuenta, al menos de manera enunciativa, otros posibles beneficios
al agrupamiento de distritos en la recolección. Por ejemplo, ahorros en combustible y recursos
por optimización de rutas a nivel global, planificación centralizada del servicio para evitar que
los camiones circulen en avenidas muy transitadas en horas punta, posibles subsidios cruzados
que permitan atender zonas que previamente tenían poca cobertura en recolección, entre otros.
Esto sin perder de vista que estaríamos ante un único gran actor del mercado, lo cual podría
generar la necesidad de regulación del servicio.
Finalmente, es importante indicar que todas las ecuaciones mostradas son propuestas por el grupo
investigador de este trabajo y obedecen a nuestra concepción del modelo de costos del servicio.
El ejercicio hecho anteriormente, fue hecho con escenarios basados en la realidad, pero con
condiciones ideales y extremas propuestas por nosotros para efectos de análisis. La realidad actual
coincide con la atomización, pero sin ser tan restrictivo con los horarios, por lo que se encuentra
en un escenario intermedio entre los escenarios mostrados. Ello se analizará con un poco más de
detalle a continuación.
De manera resumida, los hallazgos principales, con foco en las variables analizadas en los títulos
precedentes, son los siguientes:
Distrito de Ate
Propone 35 rutas: 16 en turno mañana (06:00-14:00), 12 en turno tarde (13:00-22:00) y 7 en
turno noche (19:00-05:00). Para ello solicita 19 camiones operativos y uno de retén.
El Agustino
Tiene 12 rutas zonales. No se definen repasos. Maneja 14 camiones operativos más 1 camión
de retén. Maneja 3 posibles turnos: (i) 20:00-01:00, (ii) 02:00-05-00, (iii) 06:00-11:00, más
no se define el turno por zona
Jesús María
Tiene 8 rutas: 5 zonales a las 21:00, 1 repaso a las 00:00 y 2 repasos a las 06:00. Tiene 8
camiones operativos (uno por ruta) más 1 camión de retén.
Lince
Tiene 5 zonas de recojo domiciliario con horario de 23:00 a 05:00, para los cuales se prevé
un repaso, pero sin ruta definida. Administra 5 camiones operativos y 1 de retén.
Pueblo Libre
Tiene 6 zonas de recojo domiciliario, para las cuales establece 6 rutas base en turno nocturno
(22:00-03:00), y 6 rutas de repaso en turno diurno (06:00-13:00). Para las rutas indicadas
define 7 camiones operativos para recojo domiciliario más 1 de retén.
Puente Piedra
Tiene definido 13 rutas principales: 5 en el turno de las 06:00, 3 en el turno de las 13:30, y 5
en el turno de las 20:00. Se proponen 13 camiones como mínimo, una para cada ruta.
Rímac
87
Del levantamiento de información, notamos que existen distritos que realizan la recolección
únicamente de noche (inflexibilidad horaria), pero hay distritos que no tienen inconvenientes con
realizarla en diversos turnos, lo cual entrega algo de flexibilidad al servicio. No obstante, en
diversos distritos se realizan rutas de “repaso”, lo que significa volver a pasar por lugares donde
ya se realizó la recolección en el turno principal, a fin de recoger la basura de vecinos que no
hayan sacado la basura a tiempo.
Desde nuestra óptica, termina siendo incongruente que todos los usuarios tengan que cargar con
el costo asociado a tener rutas de repaso debido a la irresponsabilidad de unos pocos. Ciertamente
vemos acá una oportunidad tremenda de mejora en la regulación, la cual no solo debe ser pensada
para fijar topes tarifarios o reglas de juego para los operadores, sino también para promover que
los usuarios adopten prácticas que permitan reducir costos.
88
Otro hallazgo relevante es que en más de un distrito solicitan que la empresa proveedora del
servicio cuente con una oficina y un área de recepción de personal en el distrito. Esto podría ser
inclusive una barrera de entrada para posibles nuevos actores, y ciertamente involucra un pequeño
incremento en el costo del servicio. Por otro lado, en casi todos los distritos se maneja al menos
un camión de retén, independientemente si sirve como respaldo de cinco camiones (Surquillo) o
de trece (Rímac o SJM). En ambos casos vemos tremendas oportunidades de optimización que
podrían generarse con la regionalización.
La ventaja más importante de una concesión redunda en dotar de continuidad a un servicio público
esencial a través de un contrato de mayor plazo que un contrato administrativo; considerando,
además, la inestabilidad que ocasiona este último, dada la necesidad de convocar procedimientos
de selección cada tres años. En esa misma línea, la concesión garantiza seguridad jurídica de la
transacción entre el municipio y el concesionario, en beneficio evidente en favor de los intereses
y economía del usuario.
Por otra parte, otro aspecto a considerar es la titularidad de los bienes de la concesión, los cuales
ingresan al patrimonio del gobierno local una vez culminado el contrato, sin la necesidad de que
incurra en algún gasto adicional. Ello incluye, por ejemplo, los contenedores soterrados y de
superficie, los vehículos compactadores, papeleras, entre otros.
89
Finalmente, debe observarse que un esquema de concesión permite incorporar niveles de servicio
durante la ejecución del contrato, de modo tal que el usuario, destinatario final de la prestación
de la limpieza pública goce de un servicio en condiciones de calidad y continuidad.
La intervención del sector privado en este servicio apunta también a limitar la falta de capacidad
técnica (operación) e institucional (toma de decisiones) de los gobiernos municipales, el costo
político asociado a implementar esquemas de cobro por prestación de servicios y el poco
conocimiento sobre el costo real de la gestión integral de residuos sólidos, dado que es un sector
que requiere un alto grado de subsidio.
Finalmente, en línea con lo expuesto por Renan Poveda del Banco Mundial, en la ponencia
denominada “Asociaciones Público-Privadas en la Gestión Integral de Residuos Sólidos (GIRS)
en Latinoamérica (LAC)”43 esta modalidad de inversión resulta ventajosa a razón de que el sector
privado tiene mayor facilidad y flexibilidad para adaptarse a las tendencias globales en la mejora
de la GIRS, tiene mayor acceso a capital, garantizaría la provisión continua del servicio y goza
de mayor eficiencia en sus procesos.
43
https://docplayer.es/76511153-Asociaciones-publico-privadas-en-la-gestion-integral-de-residuos-
solidos-girs-en-latinoamerica-lac-renan-poveda.html. Revisado el 11 de noviembre de 2022.
90
(1) Teniendo como referencia lo desarrollado en el marco teórico los aspectos de las concesiones y a Guasch (2005).
En ese contexto, atendiendo al carácter monopólico de este segmento y dado que no se requieren
grandes inversiones, el fallo de mercado se corrige otorgando el servicio en concesión con un
supuesto de competencia por el mercado a través de una subasta en la que se liciten de forma
agrupada una cantidad de municipios que aseguren la viabilidad y sostenibilidad del privado. De
esta manera, tal como sucede en Argentina o Colombia, se podría garantizar cobertura, costo
social y sostenibilidad.
En cuanto a la disposición final, atendiendo a las consideraciones expuestas en los acápites
anteriores, la construcción de infraestructuras de mayor tamaño, como por ejemplo rellenos
sanitarios interregionales, justamente atendiendo al agrupamiento de circunscripciones
circundantes, proporciona ahorros en los costos fijos y ganancias de eficiencia relacionadas a la
escala. Como veremos a continuación, esta tendencia ha sido acogida por los países de la región.
Veamos en primer lugar, el caso de Uruguay, el cual pese a contar con un alto grado de cobertura
del servicio de recolección, aún requiere una fuerte inversión para realizar una transición de
botaderos o vertederos a cielo abierto a rellenos sanitarios adecuadamente operados,
principalmente en las provincias dentro del país. En el Tabla 9 se precisa que el 29.6% de residuos
sólidos generados a nivel nacional se disponen en vertederos controlados; mientras que,
información actualizada al 2019 apunta a que en el 84% de lo generado al interior del país, se
dispone de forma inadecuada (Roda, 2019).
91
Atendiendo a que la inversión necesaria para el referido tránsito hacia infraestructuras idóneas
podría reducirse con la regionalización gracias al ahorro de costos que se obtiene por las
economías de escala, desde el 2019 se viene implementando un paquete normativo orientado a la
promoción de sistemas regionales. En particular, la Ley 19829 establece que se debe fomentar la
organización de la gestión de los residuos domiciliarios por áreas o regiones, la cual puede incluir
varios departamentos o partes de estos44. Adicionalmente, para cumplir sus objetivos, se creó una
comisión orientada a la coordinación y planificación de residuos.
Por otra parte, tomando como referencia la experiencia de los tres (03) últimos años, identificamos
un alto nivel de dinamismo en la promoción de concesiones para la disposición final de residuos
sólidos en México.
De conformidad con el portal del Banco de Desarrollo Banobras de México y su Informe Anual
202045, se resaltan los proyectos de concesión mostrados en el Gráfico 19.
45 https://www.gob.mx/banobras/documentos/informes-anuales-banobras?idiom=es
92
Al igual que México, en el caso de Colombia, se advierte que la promoción de las concesiones
relacionadas con residuos sólidos no es un tema ajeno, más aun considerando que, en este caso,
no solo se propicia la participación del privado en métodos tradicionales de disposición final, sino
que, conforme al último proyecto en licitación, se identifica la construcción de una planta que
permitirá convertir los residuos sólidos de la ciudad en energía limpia, según se muestra en el
Gráfico 20.
No obstante, en el Perú se viene insistiendo con la obra pública para el desarrollo de este tipo de
infraestructuras. Véase que, a través del Programa, el 2013 se formalizó la creación de Unidad
Ejecutora N° 003: “Gestión Integral de la Calidad Ambiental”, con el propósito de mejorar la
gestión de los residuos sólidos en determinadas zonas del Perú46. Para su implementación, se
aprobó una operación de endeudamiento con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y con
Japan International Cooperation Agency (JICA). La Unidad Ejecutora recayó en el MINAM. El
Programa comprendía la construcción de infraestructura para el reaprovechamiento y disposición
final, entre otros.
46
https://www.gob.pe/gica
93
En efecto, como consecuencia de la supervisión regular llevada a cabo por el OEFA el 03 de mayo
de 201947, en la que se fiscalizó las obligaciones ambientales y operacionales contempladas en el
estudio de impacto ambiental semidetallado (en adelante, el EIA-sd) correspondiente a la
infraestructura y aprobado a través de la Resolución Directoral N° 407-2015/DSB/DIGESA/SA,
se hallaron los siguientes incumplimientos:
a. Existía una inadecuada cobertura de los residuos sólidos, es importante indicar que, de
acuerdo a las obligaciones contenidas en el EIA-sd referido en el párrafo previo, el
47
Informe de Supervisión N° 0162-2019-OEFA/DSIS-CRES
94
Al respecto, conviene recordar que, una de las recomendaciones de la OCDE (2016), se encontró
orientada a la necesidad de promover un contexto idóneo para atraer inversión en infraestructura
para la correcta gestión de los residuos sólidos, en el que se considere su tratamiento final (p.e.
rellenos sanitarios) y se consideren instalaciones que permitan el aprovechamiento de los
desechos, incluidas las de compostaje para su porción orgánica.
En palabras de la OCDE (2014), en comparación con sus vecinos de América del Sur, la República
de Colombia ha logrado avances importantes en el establecimiento de un marco normativo para
la gestión de residuos sólidos de origen municipal: se han determinado principios y objetivos
alineados a una política nacional; se requiere que las autoridades locales formulen instrumentos
de gestión integrada para el tratamiento de sus residuos sólidos y se han publicado instrumentos
metodológicos de cumplimiento obligatorio.
pasando a erigirlos como un derecho social, económico y cultural, para la promoción, protección
y recuperación de la salud garantizada por el Estado.
El rediseño institucional del sector involucró una modificación completa del marco normativo,
con un enfoque orientado a la eficiencia y la creación de instituciones especializadas en la materia,
con autonomía de todo nivel, como la SSPD, cuya inclusión en la Constitución resultó un hito; y,
posteriormente, la CRA. El objetivo fue estimular formas de gestión de las empresas y prestación
que garantizaran la eficacia y la eficiencia económica en la prestación de los servicios públicos.
Por su lado, la CRA, de acuerdo con su portal institucional. tiene el encargo de «regular los
monopolios, promover la competencia entre prestadores, definir criterios de eficiencia
relacionados con la gestión financiera, técnica y administrativa de las personas prestadoras, fijar
normas de calidad del servicio, definir el régimen tarifario y establecer si se enmarca dentro de la
libertad regulada o vigilada o dentro de un régimen de libertad», entre otras. Adicionalmente, con
el objetivo de que la ciudadanía contara con herramientas para fiscalizar a las empresas
prestadoras de los servicios públicos, se crearon los Comités de Desarrollo de los Servicios
Públicos (en adelante, los Comités).
Uno de los aspectos más interesantes del régimen legal colombiano, es la introducción de criterios
como la suficiencia financiera, según el cual la estructura tarifaria debe permitir a las empresas
la recuperación de los costos en los que incurran por la prestación de este servicio.
Además, sobre la base del principio de solidaridad, se estableció un mecanismo de subsidios que
se materializó a través de la Estratificación; por el que los usuarios de los estratos 5 y 6 y los de
carácter comercial e industrial, deben hacer una contribución adicional sobre el valor del servicio
con el fin de subsidiar a los estratos 1, 2 y 3. Siendo ello así, cerca del 90% de los hogares están
subsidiados mediante un sistema que incluye un subsidio cruzado entre usuarios y un subsidio
público a cargo de las autoridades locales.
Otro de los beneficios que trae como consecuencia la regulación colombiana, es la promoción de
la colaboración público privada en el sector, la cual resulta sumamente beneficiosa para la
sociedad, pues resulta inherente el establecimiento de niveles de servicio que aseguran la
prestación de un servicio idóneo. Otro incentivo económico constituye los beneficios tributarios
para fomentar la participación del sector privado en la gestión de los desechos, así como un
mecanismo de pago anticipado por su valorización con el objetivo de internalizar los costos
externos de su manejo (OCDE, 2014).
En términos de cobertura, la recolección alcanza un 96% de los residuos sólidos generados en las
cuatro (4) ciudades más importantes de Colombia (Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla). Por
otra parte, aunque no todos los sitios cuentan con las condiciones ambientales adecuadas, al
finalizar el año 2014, Colombia contaba con 360 sistemas de disposición para recibir los residuos
de 1.102 municipios (ONU, 2018).
Por su lado, el Plan de Manejo de Residuos Sólidos (en adelante, el PMRS) es un instrumento de
planificación, igualmente obligatorio para los municipios distritales, orientado a promover una
adecuada gestión y manejo de los residuos sólidos, buscando asegurar eficacia, eficiencia y
sostenibilidad, desde su generación hasta su disposición final.
97
Un informe elaborado por el Minam del 2009 evidenciaba que, únicamente el 42% (82) del total
de municipios provinciales, contaban con un PIGARS aprobado (Defensoría, 2019). Al año 2021,
el 17% cuenta con el instrumento aprobado y actualizado (34, en total); los restantes, o bien no
tienen o no se encuentra actualizado. El caso de los PMRS es más crítico: del total de municipios
locales, solamente el 4.7% (79) posee el instrumento aprobado y actualizado, mientras que los
demás, esto es, 1599 autoridades distritales no disponen de uno o se encuentra desfasado (OEFA,
2022).
En tal contexto, cuando la forma de gestión municipal prioriza el incumplimiento normativo y
que, además, no acarrea una sanción o consecuencia legal, se hace complicado mejorar los índices
en la gestión de los desechos. Las causas que explican esta situación son diversas, contribuye
principalmente la fragmentación de los gobiernos locales y provinciales, así como los extensos
espacios geográficos que deben gestionar, generando que los costos de transacción de elaborar e
implementar este tipo de instrumentos sea altísimo.
Por su lado, el Minam no desempeña un rol directo en la gestión de residuos sólidos, sino que
tiene un rol de coordinación y concertación entre las autoridades sectoriales y los diferentes
niveles de gobierno. Además, se encarga de la formulación y aprobación de los planes,
lineamientos y demás instrumentos destinados a asegurar la universalización y sostenibilidad del
servicio de limpieza pública49.
48
Resolución Ministerial N° 100-2019-MINAM, que aprueba la Guía para elaborar el plan distrital de
manejo de residuos sólidos, publicada en el diario oficial El Peruano el 8 de abril de 2019.
49
LGIRS
“Artículo 15.- Ministerio del Ambiente (MINAM)
Sin perjuicio de las demás disposiciones que norman las funciones y atribuciones del Ministerio del
Ambiente, esta autoridad, en su calidad de ente rector a nivel nacional para la gestión y manejo de los
residuos, es competente para: a) Coordinar, promover y concertar con las autoridades sectoriales, gobiernos
regionales y gobiernos locales la debida aplicación del presente Decreto Legislativo”.
98
En ese contexto, se hace necesario contar con una autoridad50 que, del mismo modo que el
Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público - Ositran,
para el sector transportes, o el Organismo Supervisor de Inversión Privada en Telecomunicaciones
- Osiptel, para el de telecomunicaciones, encabece acciones para garantizar la prestación del
servicio de limpieza pública. Para estos efectos, es necesario que esta autoridad sea un organismo
público descentralizado con personería jurídica de derecho público interno y autonomía
administrativa, funcional, técnica, económica y financiera.
Entrando en materia de sus funciones, se considera necesario que este nuevo organismo pueda
desarrollar lo siguiente:
50
El planteamiento formulado se realiza a razón de las falencias identificadas en la prestación del servicio
de limpieza pública. Sin perjuicio de ello, tenemos presente que la propuesta debe complementarse con un
Análisis de Calidad Regulatoria, con énfasis en el estudio Costo-beneficio de la propuesta. Hemos decidido
plantear a nivel enunciativo la propuesta y dejar el análisis mencionado para investigaciones posteriores.
99
En principio, este organismo debería procurar cumplir los siguientes objetivos: fomentar y
preservar la libre competencia en la utilización de la infraestructura pública de residuos sólidos,
sean éstas concesionarios privados u operadores estatales, en beneficio de los usuarios; velar por
el cabal cumplimiento del sistema de tarifas, tasas u otros cobros similares que fije o que se
deriven de los respectivos contratos de concesión, siendo que, en el caso de que no exista
competencia en el mercado, fijar la tarifa y reglas claras para su correcta aplicación.
De esa forma, con la ejecución de las funciones que posea, el organismo tendrá como finalidad
intrínseca, la prestación del servicio de limpieza pública bajo condiciones de regularidad y
continuidad, con niveles de servicio establecidos y fiscalizables, con tarifas definidas que doten
de predictibilidad y seguridad económica a los prestadores del servicio, y con mecanismos que
permitan atender las dudas o problemas que puedan surgir para con los usuarios del servicio.
100
Conclusiones
Pese a de que el servicio de limpieza pública reúne condiciones tales como universalidad,
regularidad y obligatoriedad, no posee categoría de servicio público en el marco legal peruano, lo
cual no ha propiciado la emisión de regulación especializada sobre la materia. Esto último resulta
sustancial, ya que hemos determinado, utilizando un modelo Ad Hoc, que las etapas de
recolección y disposición final cuentan con características de monopolio natural.
La falta de lineamientos robustos para la contratación del servicio de limpieza pública ha generado
que las municipalidades opten por la suscripción de contratos administrativos de muy corto plazo,
bajo el amparo de la LCE, tanto para el segmento primario como secundario. Estas contrataciones
de corta duración no brindan seguridad jurídica ni estabilidad para realizar inversiones en
infraestructura de disposición final o asegurar una continuidad del servicio de recolección y
transporte con adecuados niveles de calidad.
Respecto del segmento primario, demostramos (con un modelo Ad Hoc) que, desde una mirada
teórica (y llevada al extremo), el agrupamiento (por ejemplo, a través de mancomunidades) puede
generar ahorros importantes en el costo de recolección. En cuanto al segmento secundario,
comprobamos la existencia de economías de escala en el servicio de disposición final, lo que
demuestra que es más provechoso pensar en un gran relleno sanitario atendiendo una ciudad que
múltiples rellenos de pequeña envergadura (esto dejando de lado por ahora los costos de
transporte). El análisis se complementa con la experiencia de Argentina en la gestión
mancomunada, que ha tenido buenos resultados tanto en el segmento primario como secundario.
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Jurisprudencia Constitucional
Anexos
El El El El
Distrito Huaycoloro Portillo Huaycoloro Portillo
Modelo Zapallal Modelo Zapallal
BELLAVISTA 18.4 40.7 56.2 37.0 0% 121% 205% 101%
CALLAO 13.8 38.8 63.9 31.0 0% 180% 362% 124%
CARMEN DE LA LEGUA 16.7 35.8 60.9 31.7 0% 114% 265% 90%
LA PERLA 18.7 41.8 55.8 38.1 0% 124% 198% 104%
LA PUNTA 20.7 45.7 61.5 37.4 0% 121% 198% 81%
MI PERU 12.4 58.1 86.8 10.1 22% 473% 757% 0%
VENTANILLA 12.0 59.7 88.5 11.8 1% 406% 650% 0%
ANCÓN 23.7 64.2 93.0 16.2 47% 296% 474% 0%
ATE 41.8 16.7 59.6 49.5 150% 0% 257% 197%
BARRANCO 33.2 41.1 44.1 43.4 0% 24% 33% 30%
BREÑA 22.8 33.4 52.1 33.6 0% 46% 129% 47%
CARABAYLLO 19.2 51.4 80.2 6.9 178% 647% 1064% 0%
CHACLACAYO 51.3 26.2 71.2 59.0 96% 0% 172% 125%
CHORRILLOS 37.8 44.7 34.9 48.9 8% 28% 0% 40%
CIENEGUILLA 51.1 37.0 38.1 58.8 38% 0% 3% 59%
COMAS 13.5 43.7 72.5 15.4 0% 223% 435% 14%
111
El El El El
Distrito Huaycoloro Portillo Huaycoloro Portillo
Modelo Zapallal Modelo Zapallal
EL AGUSTINO 28.9 26.2 52.8 36.7 11% 0% 102% 40%
INDEPENDENCIA 16.3 36.9 65.6 23.7 0% 126% 303% 46%
JESÚS MARÍA 24.6 34.2 51.0 35.7 0% 39% 107% 45%
LA MOLINA 39.2 26.0 49.5 46.9 51% 0% 90% 80%
LA VICTORIA 28.0 30.5 50.9 36.0 0% 9% 82% 29%
LIMA 22.6 32.2 52.7 32.4 0% 42% 133% 43%
LINCE 27.2 34.5 48.1 36.2 0% 27% 77% 33%
LOS OLIVOS 11.2 38.9 67.7 22.5 0% 246% 502% 100%
LURIGANCHO 49.2 24.1 73.7 56.9 104% 0% 206% 136%
LURÍN 55.2 57.9 15.2 70.8 264% 281% 0% 366%
MAGDALENA DEL MAR 24.3 35.8 50.0 37.3 0% 47% 105% 53%
MIRAFLORES 30.4 38.9 44.9 41.2 0% 28% 48% 35%
PACHACÁMAC 50.0 45.2 32.0 57.7 56% 41% 0% 80%
PUCUSANA 87.1 89.7 40.0 102.6 118% 124% 0% 157%
PUEBLO LIBRE 22.5 35.7 52.4 35.9 0% 59% 133% 60%
PUENTE PIEDRA 17.3 51.5 80.2 12.0 45% 331% 571% 0%
PUNTA HERMOSA 67.4 70.0 20.3 82.9 232% 245% 0% 308%
PUNTA NEGRA 67.9 70.5 20.8 83.4 226% 239% 0% 301%
112
El El El El
Distrito Huaycoloro Portillo Huaycoloro Portillo
Modelo Zapallal Modelo Zapallal
RÍMAC 23.2 29.3 58.0 31.1 0% 26% 151% 34%
SAN BARTOLO 72.9 75.5 25.8 88.4 182% 193% 0% 243%
SAN BORJA 32.5 33.6 44.9 40.5 0% 3% 38% 25%
SAN ISIDRO 27.5 37.1 47.1 37.9 0% 35% 72% 38%
SAN JUAN DE LURIGANCHO 34.5 24.2 60.7 25.6 43% 0% 151% 6%
SAN JUAN DE MIRAFLORES 44.8 39.6 38.5 52.5 16% 3% 0% 36%
SAN LUIS 30.4 30.9 48.0 38.4 0% 2% 58% 26%
SAN MARTÍN DE PORRES 14.3 36.7 65.4 27.0 0% 157% 358% 89%
SAN MIGUEL 20.6 38.9 53.1 37.8 0% 88% 158% 83%
SANTA ANITA 31.6 22.6 51.9 39.4 40% 0% 130% 75%
SANTA MARÍA DEL MAR 73.4 76.1 26.3 89.0 179% 189% 0% 238%
SANTA ROSA 21.6 63.1 91.8 15.0 43% 319% 510% 0%
SANTIAGO DE SURCO 36.2 37.5 41.4 50.4 0% 4% 14% 39%
SURQUILLO 32.0 37.0 43.5 41.2 0% 15% 36% 29%
VILLA EL SALVADOR 53.0 47.9 23.7 60.8 123% 102% 0% 156%
VILLA MARÍA DEL TRIUNFO 48.0 42.9 28.5 55.8 68% 50% 0% 95%
113
Anexo N° 4 – Información de Rellenos Sanitarios que atienden distritos, toneladas dispuestas, y costos unitarios
𝑛
𝑇𝑀𝑔𝑒𝑛(𝑖)
𝑇𝑀𝑔𝑒𝑛(𝑖) − 𝑅𝑒𝑠𝑖𝑑𝑢𝑜 ( 𝑇𝑀𝑐𝑎𝑚 )
∆𝑒𝑠𝑐𝑒𝑛𝑎𝑟𝑖𝑜𝑠 = 𝑛 + ∑ ( )
𝑇𝑀𝑐𝑎𝑚
𝑖=1
∑𝑛𝑖=1 𝑇𝑀𝑔𝑒𝑛(𝑖)
∑𝑛𝑖=1 𝑇𝑀𝑔𝑒𝑛(𝑖) − 𝑅𝑒𝑠𝑖𝑑𝑢𝑜 (
𝑇𝑀𝑐𝑎𝑚 )
− −1
𝑇𝑀𝑐𝑎𝑚
𝑛 𝑛
𝑇𝑀𝑔𝑒𝑛(𝑖) 𝑛
𝑇𝑀𝑔𝑒𝑛(𝑖) 𝑅𝑒𝑠𝑖𝑑𝑢𝑜 ( 𝑇𝑀𝑐𝑎𝑚 ) 𝑇𝑀𝑔𝑒𝑛(𝑖)
∆𝑒𝑠𝑐𝑒𝑛𝑎𝑟𝑖𝑜𝑠 = 𝑛 + ∑ ( ) − ∑( ) − ∑( )
𝑇𝑀𝑐𝑎𝑚 𝑇𝑀𝑐𝑎𝑚 𝑇𝑀𝑐𝑎𝑚
𝑖=1 𝑖=1 𝑖=1
∑𝑛𝑖=1 𝑇𝑀𝑔𝑒𝑛(𝑖)
𝑅𝑒𝑠𝑖𝑑𝑢𝑜 ( 𝑇𝑀𝑐𝑎𝑚 )
+ −1
𝑇𝑀𝑐𝑎𝑚
En este punto toca recordar algunos conceptos básicos de matemática y estadística: (i) el residuo
de dividir cualquier número positivo entre un número positivo R siempre resulta menor que R,
(ii) al dividir un número positivo menor que el número positivo R entre R, el cociente siempre
resulta menor que 1, (iii) si se tiene un conjunto de números positivos distribuidos uniformemente
entre 0 y el número positivo R, y a dichos números se les divide entre R, los cocientes obtenidos
estarán distribuidos uniformemente entre 0 y 1, y (iv) la media de un conjunto de números
distribuidos uniformemente entre 0 y 1 es 0.5.
Con las premisas anteriores, y bajo el supuesto de que el residuo de dividir la cantidad generada
de residuos sólidos de cada distrito entre la capacidad (única) de los camiones de recolección da
un conjunto de números distribuidos uniformemente, como una aproximación rápida se puede
117
reemplazar la división del residuo entre la capacidad de los camiones por el número 0.5. Con lo
que la ecuación de la diferencia entre escenarios quedaría aproximadamente de la siguiente forma: