Responsabilidad Penal Empresarial
Responsabilidad Penal Empresarial
Responsabilidad Penal Empresarial
MATRICULA: C000006242
Así por ejemplo, una pequeña empresa, en que el trabajador responsable de los permisos,
con el objeto de obtener uno rápidamente, paga indebidamente a algún funcionario público,
comete cohecho activo, responde él, pero también la empresa. Otro ejemplo, la compra de
algún producto que tenga un origen ilícito, que implique cometer el delito de receptación.
Adoptando medidas para evitar que sus dueños, controladores, responsables, ejecutivos
principales, administradores y supervisores, o sus dependientes, por falta de dirección y
supervisión, cometan algunos de estos delitos, en beneficio de la empresa (si es en
beneficio exclusivo del autor, la empresa no responde).
Una medida preventiva que la misma ley señala es la instauración de un Modelo de
Prevención de Delitos (MPD), el cual entre otros requisitos, debe contar con un Encargado
de Prevención de Delitos, ejecutivo de la empresa o consultor externo, designado por el
Directorio o propietario de la Compañía, que es autónomo o independiente de la
administración. El MPD, para que sea útil, no debe convertirse en un sistema burocrático
que sobrecargue a la organización, sino que debe ser acorde al tamaño y reales riesgos de
la empresa.
El MPD es parte de un buen sistema de Compliance o cumplimiento normativo, mediante el
cual una empresa identifica sus riesgos de incumplimiento legal, verifica su conformidad y
adopta medidas preventivas para evitar los incumplimientos.
El catálogo de delitos que podrán generar responsabilidad penal a las empresas se
compone de: los relacionados con terrorismo, uso ilícito de instalaciones aéreas,
narcotráfico, corrupción de menores, tráfico de influencias, cohecho, falsificación de
moneda, contra el consumo nacional, comercialización de objetos robados, fraude,
encubrimiento, lavado de dinero, contra el ambiente y de derechos de autor, acopio y tráfico
de armas, tráfico de personas y órganos, trata de personas, secuestro, contrabando y
defraudación fiscal.
Por lo tanto, podemos observar que una persona jurídica puede ser penalmente
responsable cuando se den los siguientes elementos:
- A su nombre, o;
- Por su cuenta, o;
- En su beneficio, o;
Por lo que no es necesario que los delitos sean cometidos por sus representantes legales,
sino que únicamente es necesario que se de alguno de los supuestos mencionados.
Esta responsabilidad penal puede tener graves consecuencias para la persona jurídica. El
artículo 422 del CNPP establece como posibles sanciones:
c) Publicación de la sentencia;
d) Disolución, o
e) Las demás que expresamente determinen las leyes penales conforme a los principios
establecidos en el presente artículo.
Además, se establecen para el caso de personas jurídica con o sin personalidad jurídica
propia, que hayan cometido o participado en la comisión de un hecho típico y antijurídico,
podrá imponérseles una o varias de las siguientes consecuencias jurídicas:
f) Amonestación pública.