Murray Peter Arquitectura Del Renacimiento
Murray Peter Arquitectura Del Renacimiento
Murray Peter Arquitectura Del Renacimiento
CAPITULO PRIMERO
La dificultd de definir l rquitectur del Rencimiento, el Renci- jos donde decidier escribir el misterioso epigrm, quizá inventdo
miento en generl, está en que lo considermos retrospectivmente por él, Roma quanta Juit ipsa ruina docet. docet. Los dibujos y grbdos de
como un fenómeno histórico termindo, y si bien podemos discutir est clse, muy rros en el Quttrocento, se multiplicron en el Cinque
cerc de los ños en que comenzó, floreció y terminó, dmos por cento y constituyen un de ls fuentes más importntes pr nuestro
sentdo que tuvo un comienzo y un fin. De ls primers fuentes que conocimiento, no solo del specto que l rquitectur ofrecí en quell
hn llegdo hst nosotros result clro que los hombres más íntim- époc, sino tmbién de l evidenci de que dispusieron los hombres
mente interesdos en l creción del nuevo estilo que más trde hbrí del Rencimiento y del modo como l considerron.
de llmrse el Rencimiento tuvieron plen concienci de que estbn Si trtmos de reconstruir ls fuentes y mteriles de que pudo dis-
hciendo innovciones. Y en est medid (hst el punto en que n- poner un hombre como Brunelleschi, descubrimos un sorprendente
lizsen los motivos que los impulsbn) debieron de drse cuent de cntidd de documentos que pueden considerrse legítimmente de
que estbn crendo lgo que se desrrollrí y, presumiblemente, primer mno. Así, p. ej., podemos p odemos hcer deducciones estilístics de ls
tendrí un finl. L plbr mism, Renacimiento,
Renacimiento, llev implícit l obrs del mismo Brunelleschi y de sus contemporáneos, y utilizr los
ide de l muerte. Prece ser que, en l práctic, considerron con un escritos y proyectos de otros coetáneos, tles como Alberti. Por ñdi-
ctitud curiosmente mbivlente lo que estbn hciendo. En cierto dur, existen documentos, fuentes literris, y los dibujos y grbdos
sentido, sbín muy bien que estbn crendo lgo diferente y lgo y menciondos.
mejor, por comprción con los estilos trdicionles de l construcción,
l pintur o l escultur. En este sentido, estbn crendo un nuevo es, Ls
desdefuentes
luego,son sorprendentemente
l obr de Vsri, quenumeross.
escribió l L más
deimportnte
Vida
Vida cd uno
estilo. Por otr prte, prece ser que tmbién tuvieron concienci de de los más fmosos rquitectos itlinos, desde Arnolfo hst sus
que no estbn crendo ex novo,
novo, sino recrendo un estilo que y se dís; pero lo más interesnte en relción con el tem que nos ocup es
hbí prcticdo lgun vez, pero que, en el curso de un milenio, hbí su juicio crítico con respecto l rquitectur en generl, sí como sus
degenerdo hst hcerse irreconocible. opiniones cerc de ls obrs de cd rtist en prticulr. Fue un pro-
Probblemente se cierto que quel estilo ntiguo que se esforzbn fesionl competente que trbjó medidos del siglo xvi, y sus omisio-
en resucitr fuese, en grn medid, invento de su imginción histó- nes y supresiones, no menos que sus inclusiones, nos dicen mucho cerc
ric. Mucho de lo que nosotros sbemos de l ntigu rquitectur del desrrollo de l teorí rquitectónic y de su práctic entre los
romn er desconocido pr los hombres del siglo xv; y csi todo ños 1400 y 1550. Además de Vsri, tmbién otros escribieron Vidas, Vidas,
lo que nosotros sbemos de l pintur ntigu les er totlmente des- como Vita di Brunellesco y XIV Uomini,
Uomini, obrs ests dos que hn sido
conocido. L escultur ntigu es el único rte que los hombres del tribuids Antonio Mnetti, y tenemos sí mismo guís y obrs simi-
Rencimiento conocieron suficientemente bien (por los originles o lres, especilmente de Rom, donde er muy fuerte l trdición de
por copis, y un por copis de copis), y del que tuvieron proxim- ls
ls Mirabilia.
Mirabilia.
dmente l mism informción que nosotros tenemos. Comencemos con l ide básic del Rencimiento, nuev ntividd
Por lo que se refiere l rquitectur, nuestr ventj qued equi- o resurrección de ls rtes. El nónimo biógrfo de Brunelleschi, que
librd con l existenci en los siglos xiv, xv y xvi, de muchos edificios escribió hci 1480, dice: «Y se fue Rom: que en quel tiempo er
que desde entonces quedron en ruins o que incluso hn sido comple- llí donde se podín ver públicmente bstntes coss buens, de ls
tmente destruidos. Existen muchs pruebs de ello, tnto en fuentes que todví quedn, unque no muchs, y ls que diversos pontífices
escrits como en dibujos v grbdos; los ejemplos más notorios de este y señores crdenles, romnos y de otrs nciones, robron y se lle-
vndlismo por prte de hombres que decín venerr l mundo de vron o environ fuer. Y l contemplr ls esculturs, como hombre
l ntigüedd son el despojo de ls viguets de bronce del Pnteón de buen ojo y mente sgz pr tods ls coss, observó el modo de
pr procurr el metl del bldquino de Bernini— quod quod non fecerunt edificr de los ntiguos y su simetrí; y le preció descubrir cierto orden,
barbari, fecerunt Barberini— y l totl destrucción del Septizonium. entre miembros y huesos, muy evidentemente, como quien está ilu-
Por fortun, los dibujos del pintor holndés Merten vn Heemskerk mindo por Dios pr ls grndes coss; y le llmó mucho l tención,
hn hecho llegr hst nosotros l imgen de muchs de ls grndes pues le preció muy diferente lo que se solí hcer en quellos tiem-
ruins, incluids ls del nuevo Sn Pedro, tl y como ern en los pos.» Vsri fue igulmente positivo en el prefcio l prte II: «Por-
ños 1530, cundo estuvo en Rom. Result irónico que sus dibujos que, nte todo, con el estudio y l diligenci del grn Filippo Brunelles-
del Septizonium no solo sen los documentos más importntes cerc chi, l rquitectur volvió encontrr ls medids y ls proporciones
del specto de tl obr, sino que se precismente en uno de esos dibu- de los ntiguos, sí en ls columns redonds como en ls pilstrs
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Dibujo
1. Mar ten van Heemskerck: Dibujo
del Septizonium, Roma. Berlín,
Berlín,
Kupfers-tichkabineet, 79D 2a, f
85r.
2. Lastra a Signa, Galería de!
de!
hospital.
3. Florencia, Hospital de los
los
Inocentes, fachada.
había
Albertidepodía
ser capaz de hacer
distinguir todo lo que
los órdenes, era hicieron
necesariosus sucesoreslaylatini-
demostrar como
dad de Brunelleschi afirmando—frente a la evidencia—que también él
conocía todos los detalles de la sintaxis arquitectónica. Ello fue debido
probablemente, a que las artes visuales fuesen aceptadas como liberales
en el sentido técnico. Durante los últimos años en que vivió Brunelles-
chi, humanistas como Alberti, Poggio y Niccolo Niccoli comenzaron
a ponerse de acuerdo en que la pintura, la escultura y la arquitectura
habían florecido, demostrablemente, entre los romanos, y que por ello
habían de ser aceptadas como artes liberales. Esto era muy importante
para los que practicaban tales artes, y tal es probablemente la razón
de que su biógrafo confiriese postumamente a Brunelleschi un interés
que al
al parecer
parecer no sintió.
sintió.
Hemos de recordar que esta primera generación de humanistas,
difícil comprender la forma del molde mental que hizo el razonamiento al dicho maestro Lutiano por ingeniero y jefe de todos los maestros
de que si Alberti estaba interesado en tales cosas y Alberti era arqui- que laborarán en dicha obra, tanto de albañilería como de los maestros
tecto, Brunelleschi, que fue, incontrovertiblemente, un gran arquitecto, marmolistas y maestros de carpintería y de herrería, y de toda otra
también hubo de interesarse por ellas. Esto nos proporciona un pro- pérsona de cualquier grado y de cualquier ejercicio que laborare en
fundo conocimiento de los procesos mentales de los arquitectos del dicha obra, y así queremos y mandamos a dichos maestros y operarios,
siglo xv, cuando el biógrafo de Brunelleschi señaló dos de sus iglesias y a cada uno de nuestros oficiales y súbditos que hubiesen de proveer,
—Santa Maria degli Angelí y Santo Spirito—como
Spirito—como modelos de arqui- hacer y operar alguna cosa en tal obra, que al dicho maestro Lutiano
tectura perfecta. En cuanto a la pequeña iglesia, de planta central, el deben obedecer en todo, y hacer todo lo que les sea mandado por él,
proyecto de Brunelleschi para los Angeles, en Florencia, aunque no y no en modo distinto que a nuestra propia persona...» (P. Rotondi,
llegó a realizarse, fue, sin embargo, considerado como la versión mo- // Palazzo Ducale
Ducale di Urbino, Urbino,
Urbino, Urbino, 1951. I, 10910.)
derna del martyrium
martyrium clásico o, más aún, paleocristiano. Del mismo Es muy importante que este documento pueda relacionarse con un
modo, Santo Spirito fue el tipo perfecto de basílica parroquial, porque edificio existente, así como con los más grandes nombres en las artes
estaba basada en la antigua basílica romana secular, en las basílicas del siglo xv. El Palacio de Urbino fue construido por Federigo da
primitivas cristianas de Roma, y aun en las versiones medievales, Montefeltro, soldado el más afortunado de la época, quizá mejor
tales como Santa Croce, en Florencia, y que, por estar planeadas de recordado como amigo y mecenas tanto de Piero della Francesca y
modo evidentemente no matemático, pudieron ser consideradas como Alberti como de Laurana y Francesco di Giorgio.
formas toscas, bárbaras y góticas que Brunelleschi había restaurado Laurana estuvo trabajando en el Palacio durante los años 1460,
a su antigua perfección. No cabe la menor duda de que, poco des- cuando Bramante alcanzaba la edad varonil (nació en el Ducado
pués de mediados de siglo, esta imagen del nuevo estilo florentino era en 1444). El estudio del Palacio, simultáneo con el de las obras de Piero
generalmente aceptada en los círculos humanísticos de toda Italia. No della Francesca, tales como la Flagelación,
Flagelación, realizada para Urbino,
fue solo la obra de Brunelleschi, ya que en los años que siguieron a y con las ideas arquitectónicas expresadas por Alberti en sus escritos
su muerte, en 1446, la arquitectura de Alberti adoptó una forma toda- y edificios, nos procura evidencia de la actitud mental de los arquitec-
vía más clásica, estrictamente romana. tos y sus mecenas en uno de los momentos críticos de principios del
La prueba de la creencia de que la nueva arquitectura florentina Renacimiento.
había triunfado en aquella relativamente temprana fecha está contenida
en un documento fascinante, fechado en 10 de junio de 1468 y emitido La carrera de Alberti como arquitecto en ejercicio no comenzó
por uno de los más ilustres mecenas de la época, en relación con uno hasta después de la muerte de Brunelleschi en 1446, pero debió de
de los edificios más bellos de Italia: el Palacio de Urbino. Este docu- interesarse en la teoría del arte con bastante anterioridad, ya que hemos
mento, un nombramiento por el que se designa a Laurana aparejador oído de una primitiva versión de su tratado De re aedificatoria
aedificatoria que fue
del palacio, comienza: regalado al papa Nicolás V. Su tratado Della
tratado Della Pittura es
Pittura es anterior todavía,
«Juzgamos que deben ser honrados y ensalzados aquellos hombres pero su interés por los vestigios romanos debe de datar de 1432 apro-
dotados de ingenio y de virtud, sobre todo de aquella virtud que siem- ximadamente, cuando llegó a la ciudad como secretario del cardenal
pre ha sido apreciada entre antiguos y modernos, como es la virtud Molin. Escribió una breve descripción de las ruinas de Roma, Des- Des-
de la Arquitectura, fundada en el arte de la aritmética y de la geometría, Romae, hacia 14321434, años durante los cuales estuvo
criptio urbis Romae,
que son, de las siete artes liberales, las principales, pues que son in in trabajando en ellas y comenzando a formular sus ideas sobre el arte
primo gradu certitudinis,
certitudinis, y es arte de gran ciencia y de gran ingenio, de la antigüedad; precisamente la época en que, con toda probabili-
muy apreciada y estimada por Nos, y habiendo Nos buscado por todas dad, acompañó a Donatello y Brunelleschi en sus visitas a los monu-
partes, sobre todo en Toscana, donde está la fuente de arquitectos, mentos. Ello hace más sorprendente el hecho de que la Descriptio
Descriptio sea
y no habiendo encontrado hombre que sea verdaderamente entendido y antiarqueológica y. en realidad, más bien poco interesante, pues que
perito en tal menester, últimamente por fama hemos oído primero, consiste, en gran parte, en la descripción de un instrumento de medición
y visto y sabido después por experiencia, cuán docto e instruido en topográfica y una explicación de su empleo en la medición de edificios.
esta arte sea el insigne hombre Maestro Lutiano, y habiendo delibe- Quizá sea este interés por las mediciones lo que llevó al anónimo bió-
rado hacer en la nuestra ciudad de Urbino una vivienda bella y digna grafo a atribuir a Brunelleschi un interés semejante, pero es curioso
que la Descriptio urbis Romae no
Romae no describe edificios, contradiciendo así
cuanto conviene
tores, así como aalalacondición
condiciónnuestra,
y laudable
Nos fama deelegido
hemos nuestros
y progeni-
diputado su título. Como manual arqueológico, queda muy por debajo de sus
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de Apolo es hoy una iglesia, diciendo: «El Templo de Apolo, en la de 1446; en términos de la historia de la arquitectura, el año en que
colina Vaticana, cerca de la Basílica de San Pedro, fue dedicado al culto murió Brunelleschi, después de comenzar la linterna de la catedral de
divino al servicio de nuestra religión», pese a que Propercio sitúa el Florencia, y Alberti inició su carrera de arquitecto con el Palazzo
Templo en el
Poggio Palatino,
registra no en la
también colinade
hechos Vaticana.
interés arqueológico, tales como Rucellai. Una gran parte de Roma instaurata está
instaurata está constituida por infor-
mes detallados de la vida e instituciones romanas, de modo que, en
el de la columna de mármol que en su tiempo todavía se mantenía realidad, ce itiene menos descripciones de edificios que la obra de
erecta en el llamado Templo de la Paz. Era este la Basílica de Constan- Poggio. Sin embargo, hay en ella un pasaje espléndido del libro III,
tino, y la columna se mantenía aún en el siglo xvi, como sabemos en el que compara el influjo de la Roma de la época sobre todos los
por algunos grabados. Dice también Poggio que el Templo de la Con- pueblos civilizados con el que ejercía durante el Imperio, y señala
cordia existía en su tiempo, pero que fue destruido para obtener cal que la Nueva Roma no está apoyada en la fuerza de las armas,
después que él llegó a Roma. En otro lugar dice que la estatua de Marco sino que es Cristo el imperator,
imperator, la ciudad, su sede, su ciudadela y el
Aurelio—él le llama Septimio Severo—era dorada. Sigue una extensa hogar de una religión eterna, y que el antiguo gobierno del terror es
meditación sobre la mutabilidad de la Fortuna, en relación con el hoy suave sumisión.
Capitolio y el Palacio de Nerón: «Aquí, Antonio Loschi, mirando en Es esencial comprender este sentimiento de continuidad para apre-
torno suyo, dijo conmovido, suspirando: ‘Cuán distinto, ¡oh Poggio!, ciar sus efectos en los escritores y artistas del Renacimiento; Giovanni
este Capitolio de aquel que cantó nuestro Virgilio: Aurea nunc, olim olim Marliani lo resumió en 1534 en su Antiquae Romae topographia,
topographia, al
silvestribus hórrida dumis\
dumis\ y cuán fácilmente podríamos alterar el sen- observar que «aquello que escribió Biondo del palacio imperial pode-
tido de aquel verso: dorado antaño, hoy desolado, invadidas de zarzas mos decirlo hoy del palacio vaticano». Entre los escritores existió un
espinosas sus ruinas’...» Continúa Poggio: «Es cosa terrible, y no sentimiento similar; estimaban que los autores cristianos primitivos for-
puede ser dicha sin gran asombro, que esta colina capitolina, en tiem- maban parte inseparable del legado clásico. Lactancio, el gran escritor
pos centro del Imperio romano, ciudadela del mundo, temida por todos del siglo iv, fue conocido como el «Cicerón cristiano»: creyó firmemente
los reyes y príncipes, y a la que subieron en triunfo tantos capitanes, que la cristiandad necesitó el pasado pagano, y en particular la lite-
ornándola con ofrendas y despojos de pueblos tan numerosos y tan ratura de los antiguos, para su propio enriquecimiento e, igualmente,
grandes, floreciente otrora y admirada por el mundo entero, sea hoy como medio de entrenamiento mental para la formulación de la doctrina.
desolación y ruina, tan cambiada su antigua condición que las viñas Estas opiniones habrían sido bien acogidas por hombres como Alberti
han invadido los asientos senatoriales y se ha convertido en albergue —y aun Nicolás V—, y es muy significativo que Lactancio fuese uno
de excrementos e inmundicias...» de los primeros autores cuyas obras se imprimieran en Italia, comen-
Unos diez o quince años más tarde, entre 1445 y 1446, Flavio Biondo zando con la edición publicada por Sweynheym y Pannartz en Subiaco
escribió su Roma instaurata
instaurata y la dedicó a Eugenio IV. Este libro fue en 1465, seguida, por lo menos, de otras dieciocho ediciones en los
creado por el mismo impulso ambiental de las cortes de Martín V y ochenta años inmediatos.
Eugenio IV que había inspirado a Poggio, y Biondo nos dice que el De todo esto resulta evidente que la preocupación de Alberti por
papado de Eugenio llegó en el momento preciso para restaurar muchos la Roma antigua fue compartida por muchos otros que, en verdad, la
de los monumentos, paganos y cristianos, antes de su colapso final. estudiaron mejor. La intención de Alberti fue más bien la de rehacer
Biondo afirma que Eugenio los salvó, y es evidente que tuvo un elevado la única obra conservada, de un autor clásico, sobre arquitectura, que
sentido de la idea de la Romanitas,
Romanitas, o espíritu de ininterrumpida con- la de describir la Roma antigua basándose en las reliquias existentes.
tinuidad entre la Roma antigua y la Roma cristiana y del benéfico Al hacerlo, inició la idea, tan vigorosa a fines del siglo xv y en todo
legado de la antigua civilización a la nueva. Para Biondo, como para el xvi, de que el verdadero modelo en arquitectura había de buscarse
otros que pensaban como él, la reconstrucción de los monumentos anti- en la reconciliación del texto de Vitruvio con los monumentos. El
guos era un deber moral. Como Poggio, tenía una mentalidad científica, magnífico tratado teórico de Alberti está planeado en las mismas líneas
arqueológica, y sacó partido de todas las fuentes clásicas de que tuvo que la obra de Vitruvio, e incluso los títulos de los capítulos son casi
conocimiento, incluyendo monedas e inscripciones. Tenía el profesio- idénticos en muchos casos. Sin embargo, contiene pasajes reveladores
nalismo del humanista, y sabemos que trabajó como Scriptor papalis
papalis de que su autor estaba muy versado en el estudio de los monumentos,
desde 1436, que conoció a Poggio y que fue amigo de Alberti. Casi así como en el de los textos de Vitruvio. Casi en el mismo comienzo
inmediatamente después de su regreso a Roma con Eugenio IV en 1443, ofrece una definición de Proyecto en términos platónicos: «La arquitec-
comenzó a escribir su Roma instaurata,
instaurata, completándola en el otoño tura en su conjunto se compone del proyecto y la construcción. En
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cuanto al proyecto, todo su objeto y método consisten en hallar un Por comparación con las descripciones de un Poggio o un Biondo,
modo exacto y satisfactorio para adaptar y conjuntar líneas y ángulos con su hábil empleo de las fuentes antiguas, los dibujos de los arquitec-
por medio de los cuales resulte enteramente definido el aspecto del tos del siglo xv parecen muy ingenuos, aun cuando fuesen hechos ante
edificio... La función del proyecto es, pues, asignar a los edificios y a los verdaderos monumentos. Y, lo que es más, ningún dibujo de aquel
las partesuna
porción, quedisposición
los componen una posición
conveniente y un apropiada,
armoniosouna exacta pro-
ordenamiento... período,
siglo no los años 1440,
podemos ha dibujos
señalar llegado supervivientes
hasta nosotros,dey los
hastamonumentos
finales del
Se podrán proyectar mentalmente tales formas en su totalidad pres- de la antigua Roma hechos con propósito de estudio o documento.
cindiendo incluso de los materiales: bastará diseñar ángulos y líneas, Existen dos categorías principales, que pueden ser descritas, en tér-
definiéndolas con exactitud de orientación y de conexión...» minos wólfflinianos, como pictóricas y arquitectónicas. El tipo pictó-
Más adelante, en el libro ÍV, describe cómo las ruinas de la antigua rico está constituido por paisajes en los que acaso hay edificios, y
Roma se estaban desmoronando visiblemente: «Se han conservado, puesto que pueden hallarse en ellos imágenes ocasionales de edificios
ciertamente, ejemplos de obras de la antigüedad, como teatros y tem- romanos, tales como el Coliseo, al fondo de grabados que datan de
plos, de los que, como de maestros insignes, mucho se puede aprender; los primeros años del siglo v (y aun antes en los manuscritos), tales
y con gran desconsuelo he observado que día a día van arruinándose.» dibujos debieron de hacerse ya muy a principios del Quattrocento.
Por otra parte, en la famosa carta a Matteo de’ Pasti, descubierta Este grupo está muy bien representado por el libro de notas llamado
recientemente y publicada por Grayson, alude a su Tempio Malates Codex Escurialensis, dibujado por un miembro del estudio de Ghir
tiano, en Rímini: «...Las medidas y proporciones de las pilastras, landaio hacia 1491. Algunos de los dibujos son paisajes con ruinas,
puedes ver de dónde nacen; cosa que alteres, se desconcierta toda aque- pero otros son útiles arqueológicamente, y válidos; así, p. ej., la vista
lla música.» De aquí resulta claro que Alberti concibió el arte de la ar- del interior del Panteón, en que aparece como era antes de las modi-
quitectura como gobernado esencialmente por leyes y proporciones ficaciones del ático.
matemáticas, y ello se vería confirmado por las afirmaciones del mismo La segunda categoría, la «arquitectónica», tiene más interés para
Vitruvio sobre armonía y proporción. Aceptando a Vitruvio como guía nuestro estudio, pues que consiste en dibujos de los monumentos como
en la arcana teoría, él y otros como él tenderían a seguirlo en sus des- arquitectura y están hechos por arquitectos. Por supuesto que los planos
cripciones de los detalles de los edificios antiguos. Finalmente, con- acotados, en el sentido actual, todavía pertenecían entonces a un futuro
trastaría los textos de Vitruvio con los monumentos, en parte porque muy lejano, aunque una cita de la anónima Vida de Brunelleschi parece
constituían una tradición independiente, por sí mismos, y en parte reclamar en su haber este gran descubrimiento: «...y anotaban [Bru-
porque, según él se lamenta, el texto de Vitruvio es extremadamente nelleschi y Donatello] en tiras de pergamino cuadriculadas, con núme-
oscuro. Sin embargo, hay una interesante excepción, donde no sigue ros y caracteres que Filippo entendía».
a Vitruvio: el orden compuesto. La descripción que de él hace Alberti El Codex Barberini puede ser un ejemplo representativo de esta
debe de estar basada en sus propias observaciones, ya que Vitruvio clase. Consiste en un cuaderno de croquis que perteneció a Giuliano
jamás menciona esta enriquecida versión del corintio; en efecto, el da Sangallo, y se dice que fue iniciado hacia los años 1460, aunque
empleo
data delmás
año antiguo
82 d. C.,queenha elpodido registrarse
arco de del empleo del después
Tito, presumiblemente corintio algunos
Giulianodefuelosundibujos que contiene
gran arquitecto de podrían
la época,fecharse
si bienensuslosdibujos
años 1490.
sean
de la muerte de Vitruvio. El mismo Alberti empleó una más bien curiosa menos realistas e informativos que los del Codex Escurialensis, hechos,
variante del orden en su Palazzo Rucellai, pero el primer uso correcto sin embargo, con propósitos pictóricos más que arquitectónicos. Mu-
que de este orden se hizo en el Renacimiento también está relacionado chos de los dibujos del Codex Barberini tienen el encanto de las ilus-
con Alberti, pues aparece en el Palazzo de Urbino; los ejemplos ante- traciones de algunos cuentos de hadas, como si todo el libro (bello
riores, en pintura, se dan en la Anunciación (Arezzo) y en la Flagelación códice en pergamino) hubiese sido concebido como un precioso com-
(Urbino), ambos de Piero della Francesca. Una vez más, Urbino es el pendio de mágicas fórmulas arquitectónicas, y no como una colección
centro de la innovación arquitectónica, y de Federigo da Montefeltro de documentos gráficos de carácter práctico.
se dijo que «si bien tuviese arquitectos en torno su señoría, no menos Si se compara el dibujo hecho por Giuliano del Teatro de Marcelo
entendía su parecer en la edificación, que enseguida daba su señoría —señalado prototipo para los arquitectos del siglo xvi, tales como
las medidas y todas las cosas, y parecía, al oírle hablar, que el arte Antonio, sobrino de Giuliano—con un grabado de dicho siglo que
principal que hubiese ejercitado jamás fuese la arquitectura, del modo representa el mismo Teatro, o bien el dibujo que hizo del Foro de
que sabía razonar y poner en ejecución con su consejo.» Trajano con su verdadero aspecto actual, puede verse cuán poco refle-
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jan aquellos
aqu ellos románticos dibujos la imagen real de los respectivos monu- fueron figuras de transición, que se esforzaron en combinar la propor-
mentos. En realidad, aunque Giuliano registró un gran número de ción vitruviana, los antiguos detalles y los métodos de construcción
planos y detalles, solo rara* vez trató de dar una descripción completa tradicionales en que se habían formado. Los dibujos de Filarete, como
del edificio por medio de plantas, secciones, alzados, perspectivas y los del Codex Barberini,
Barberini, carecen casi totalmente de valor arquitectó-
algún detalle que otro. Es significativo que en un caso en que intentó nico, y es evidente que las cualidades de dibujante de estos tres hombres,
una descripción completa tal, se tratara de Santa Sofía, de Constanti aunque suficientes para sus propósitos y adecuados a la ilustración
nopla. La ciudad había caído en poder de los turcos en 1453 y Giuliano de sus tratados, no impulsaron el arte de la arquitectura. A finales del
no pudo haber visto el edificio, de modo que hubo de confiar en los siglo se produjo una pausa aparente. Pareció entonces como si exis-
dibujos de Ciríaco de Ancona. El desarrollo de la técnica del dibujo tiese una verdadera posibilidad de resucitar algo de la grandeza de
descriptivo es de fundamental importancia en el modo en que el arqui- Roma: las grandes ruinas se consideraban como signo y símbolo de
tecto visualiza los edificios; en realidad, en el proceso mismo de su la vieja gloria romana, de la Roma imperial confluyendo en la Roma
pensamiento. Y la técnica del dibujo arquitectónico (como distinto del cristiana primitiva y esta en la Roma moderna, de modo que la conti-
pictórico) se hallaba en un momento crítico de su desarrollo a finales nuidad se entendía emocionalmente, pese al hecho de que los hombres
del siglo xv. Por tal razón hemos de tener en cuenta el modo en que del Renacimiento fueron los primeros en darse cuenta de que ya no
un arquitecto pensaba acerca de la antigua Roma, de Vitruvio, de la eran romanos de la antigüedad, sino que estaban separados de ellos
técnica del dibujo y de los usos tradicionales de los artesanos de la por la vasta sima del Medievo, que era necesario salvar por un acto
construcción, con su mentalidad independiente. consciente de la voluntad. La buena arquitectura—arquitectura in primo
primo
Es una lástima que no hayan quedado dibujos de Brunelleschi o gradu certitudinis —estaba basada en la proporción matemática, y tam-
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