Guia 2 Psicologia Criminal-2
Guia 2 Psicologia Criminal-2
Guia 2 Psicologia Criminal-2
DIPLOMADO EN CRIMINOLOGÍA
1
ELCPAPO
INDICE
2.1 Teoría del conflicto
2.3 Víctima
Es decir, que las estructuras sociales más importantes, como las leyes que configuran el
ordenamiento de un Estado y tradiciones que dan forma a la vida cotidiana de un grupo,
están diseñadas para dar soporte a los grupos que tradicionalmente se consideran
superiores. La teoría del conflicto analiza desde distintos puntos de vista la manera en
que los poderosos tratan de perpetuar su estatus y qué rol desempeña el conflicto
social como motor de cambio.
2
ELCPAPO
Este planteamiento constituye una de las grandes escuelas de pensamiento
sociológico moderno y está construida desde los diversos puntos de vista de expertos
y pensadores que durante las décadas de los 50 y 60 desarrollaron la teoría del conflicto,
estrechamente ligada a la teoría de juegos y a los planteamientos sobre la negociación.
Entre los sociólogos más relevantes para el desarrollo de esta escuela de pensamiento
están el sudafricano Max Gluckmany y el británico Ralf Dahrendorf, y los
estadounidenses Thomas Schelling y Randall Collins; y sus influencias directas están en
los planteamientos de Karl Marx, Gumplivicz Ludwig y Georg Simmel, entre otros. Esta
diversidad de pensadores y corrientes hace que la teoría del conflicto no sea única, sino
que parta de la concepción del sistema social y de su funcionamiento que cada sociólogo
tenga.
En la práctica, la teoría del conflicto se aplica sobre todo para tratar de explicar los
conflictos sociales como algo genérico, más allá de sus manifestaciones concretas
en las acciones de un ciudadano o grupo social y su utilidad para lograr el avance y la
cohesión de la sociedad, siempre que se logre mantener bajo control su potencial
desintegrador.
Los sociólogos tratan de dar respuesta a las razones por las que se producen
conflictos entre clases sociales o entre las propias ideologías, y sus teorías contraponen
el avance social a través del conflicto con el cambio que se logra gracias a la cooperación
y la paz social. Es posible aplicar esta teoría a eventos históricos de
gran relevancia como la Revolución Francesa o la Guerra Fría, pero también para
conflictos de menor entidad como los que se pueden producir en el seno de un grupo de
personas, como estudiantes o compañeros de trabajo.
Desde el punto de vista sociológico, que una persona cometa un delito se considera
como una respuesta a un estímulo condicionado por la influencia de su entorno social y
circunstancias personales. Esta perspectiva supone entender que el crimen no se
3
ELCPAPO
comete solo desde un plano individual, causado por algún tipo de desviación de la
conducta o por una patología, sino como resultado social y, por tanto, para determinar
las motivaciones del criminal es necesario observar las circunstancias y la estructura
social.
La labor del criminólogo consiste en estudiar las razones que llevan a una persona a
cometer un delito, así como sus consecuencias personales y sociales y la forma de
prevención. Analiza el delito, al delincuente y a su entorno desde una mirada
multidisciplinar que combina ciencias diversas, desde la psicología y la medicina hasta
la sociología y el derecho.
Para la teoría del conflicto, una de las claves es, precisamente, el impacto sobre el
individuo de las relaciones sociales: son un punto de encuentro entre los diversos
intereses, poder… Recursos, en definitiva, escasos y por cuyo control se compite,
generando situaciones de desigualdad y fricción social que derivan en conflictos. Esos
conflictos tienen expresiones variadas, más o menos violentas (desde las discusiones
hasta las guerras), pero en todo momento sirven de motor de cambio.
4
ELCPAPO
2.2. ELABORACION DE TECNICAS ESPECIFICAS EN PSICOLOGIA
CRIMINAL
5
ELCPAPO
En la psicología criminal, se encuentra subyacente un estudio de la personalidad
mediante la comunicación no verbal que resulta indispensable para llevar a cabo una
buena labor profesional. Este estudio incluye:
• Encontrar patrones que sirvan de referencia para poder capturar a los criminales.
6
ELCPAPO
• Conocer y usar en caso de ser necesario las técnicas principales empleadas en
la psicología como: la entrevista.
• Elaborar un informe escrito y otro oral, para ello debe conocer técnicas de
elaboración de informes psicológicos.
Diagnóstico Criminológico
1. El diagnóstico inicial.
7
ELCPAPO
En primer lugar, debemos dejar por sentado que el delito es una conducta que viola las
normas sociales de la comunidad a la que el delincuente pertenece. El delito constituiría
la manifestación de la psicopatología del individuo, así como la expresión de sus
alteraciones físicas y psicosociales. Por tanto, el delincuente proyecta sus problemas a
través de la acción delictiva y la misma es considerada a nivel psicológico como un
comportamiento defensivo del individuo para lograr la sensación de equilibrio y alcanzar
un objetivo a costa de las consecuencias legales que tendrá que enfrentar.
La conducta delictiva
Aquí es necesario que el psiquiatra determine el tipo de crimen o delito. Por una parte,
la clínica criminológica permite identificar:
• Homicidio psicótico
• Robos
• Estafas
• Abuso sexual
8
ELCPAPO
individuo. Asimismo, para el estudio se recomienda que el profesional asista
personalmente al domicilio. Este análisis dependerá de:
• El intercambio de afecto.
Sin embargo, también existen delincuentes que se han formado en familias integradas,
es decir, un grupo familiar donde los principales miembros se encuentran unidos, pero el
individuo no recibe afecto. Este escenario es ambivalente, porque existe la posibilidad
de que la familia ignore por completo la presencia del individuo, o por el contrario, que lo
sobreprotejan tanto que la persona genere una reacción de rebeldía y se convierta en
una persona tensa o agresiva.
La entrevista: una técnica muy útil en las instituciones penitenciarias. Son útiles para
conocer tanto el contexto y las condiciones de vida como el estado emocional y
psicosocial del individuo. Entre ellas, podemos mencionar la entrevista focalizada y la
entrevista abierta, siendo esta última la más usada.
9
ELCPAPO
práctica se lleve a cabo en una locación que brinde privacidad, y que además, esté
alejada de cualquier elemento o factor que interrumpa la conversación.
Por otra parte, debemos considerar que dependiendo del caso, el diagnóstico puede ser
individual, grupal o institucional. El diagnóstico individual permite conocer los aspectos
de la personalidad de un criminal, y para ello, el profesional debe utilizar las técnicas
anteriormente mencionadas bajo un criterio profesional y un enfoque objetivo, para el
diagnóstico individual, las técnicas a emplear son:
• Historias clínicas
• Test de inteligencia
• Test proyectivos
10
ELCPAPO
• Test de intereses y actividades
• Análisis de casos
• Test de personalidad
• Test proyectivos
• Dramatización
• Juego de roles
• Entrevistas individuales
• Test colectivos
• Técnicas de liderazgo
El experto asumirá un rol importante, debido a que puede intervenir para cambiar los
programas de capacitación dirigidos al personal administrativo, esto quiere decir que el
profesional estará en el deber de implementar programas de formación de equipos de
11
ELCPAPO
trabajo, liderazgo, motivación laboral y sensibilización del trato de los integrantes de la
organización.
Entonces ¿Cuáles son los factores que inciden en un comportamiento delictivo? Para
responder esta pregunta debemos aclarar que no existe razón o factor que obligue a una
persona a cometer un crimen, sin embargo, existen un conjunto de condiciones que
aumentan la probabilidad o el riesgo de que una persona tienda a cometer delitos. Por
tanto, los expertos coinciden en que determinar el mecanismo o los motivos psicológicos
por los cuales una persona comete un delito es tan complejo que no puede exponerse
con una fiabilidad del 100%, sin embargo, la información que logre obtenerse a partir de
un análisis será suficiente para emitir un diagnóstico.
12
ELCPAPO
La genética
Entre los aspectos que pueden condicionar esta conducta se encuentran: el nivel
socioeconómico bajo, graves problemas financieros (deudas), haberse formado en una
familia con integrantes que tengan antecedentes penales, carencia de apoyo por parte
de los Servicios Sociales Públicos, carencia de ofertas laborales y ausencia de afecto.
El comportamiento social
Este proceder inaudito tiene agravantes, que se actualizan por la falta de sensibilidad de
las autoridades con la víctima, haciéndole recordar constantemente momentos
dolorosos, que es preferible olvidar.
13
ELCPAPO
Por otro lado, no se puede omitir el factor social, dado que es fundamental en el presente
tópico debido a los cuestionamientos que suelen hacerse sobre la relación sostenida con
la víctima.
Así, con la comisión de un delito, es indiscutible que el sujeto pasivo tiende a modificar
su conducta, misma que, puede variar -durante y después- del acaecimiento del hecho
punible.
2.3. VÍCTIMA
Son víctimas indirectas los familiares o aquellas personas físicas a cargo de la víctima
directa que tengan una relación inmediata con ella.
Son víctimas potenciales las personas físicas cuya integridad física o derechos peligren
por prestar asistencia a la víctima ya sea por impedir o detener la violación de derechos
o la comisión de un delito.
14
ELCPAPO
Son víctimas los grupos, comunidades u organizaciones sociales que hubieran sido
afectadas en sus derechos, intereses o bienes jurídicos colectivos como resultado de la
comisión de un delito o la violación de derechos”.
...
XIX. Víctima: Persona física que directa o indirectamente ha sufrido daño o el menoscabo
de sus derechos producto de una violación de derechos humanos o de la comisión de un
delito.
XX. Víctima potencial: Las personas físicas cuya integridad física o derechos peligren
por prestar asistencia a la víctima ya sea por impedir o detener la violación de derechos
o la comisión de un delito”.
Luego, la definición jurídica de víctima refiere a toda persona que resiente los efectos de
un delito, quien sufre un daño ocasionado por un tercero, o bien, derivado de un caso
fortuito; empero, no se trata de un solo tipo de víctimas, sino que dependiendo de las
consecuencias que genere la comisión del hecho punible, se distinguirán en diversos
grados o categorías.
VICTIMIZACIÓN
La aludida figura refiere al proceso por el que se llega a ser víctima, como se dijo, en el
campo del derecho, no sólo el sujeto pasivo del delito debe ser protegido por el Estado,
sino también los terceros que dependen económicamente de éste o que lo asisten, ya
que indirectamente también adquieren dicha calidad.
15
ELCPAPO
Paralelamente, se concibe como la irrupción significativa en la vida o bienes de una
persona ejercida por una fuerza externa y que le causa una lesión material o moral seria;
así pues, es tanto la consecuencia de una conducta antisocial, como el mecanismo por
el cual una persona llega a convertirse en un sujeto pasivo de un hecho punible (Abreu
y Abreu, 2009: 5).
VÍCTIMAS DIRECTAS
Es toda persona que ha sufrido de manera directa la comisión de un hecho delictivo y las
afectaciones que inciden en la confianza en sí misma y en la sociedad, en otras palabras,
los efectos del hecho delictivo producen secuelas que influyen en el ánimo y, por ende,
en el actuar del doliente.
Más aún representa la experiencia individual de la víctima derivada del hecho mismo de
haber padecido el delito y a las diversas consecuencias perjudiciales que eso conlleva,
sean de carácter físico, económico psicológico o social (Pecharromán, 2013).
16
ELCPAPO
El impacto físico y psicológico que sufre el individuo genera desenlaces no muy gratos,
en primer lugar la víctima podría rehuir las situaciones y los lugares relacionados directa
o indirectamente con el suceso, como podría ser el no salir a la calle, no tratar con
personas desconocidas, delirio de persecución, hasta llegar a sentir la necesidad de
mudarse.
Las esferas maritales y familiares también tienen una alta posibilidad de verse afectadas,
debido al malestar emocional del trauma, sentimientos de culpa, desconfianza respecto
a la gente, formas antisociales y violentas, soledad y, en algunos casos, consumo de
alcohol o de drogas.
REVICTIMIZACIÓN
17
ELCPAPO
La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha definido la victimización
secundaria o revictimización como aquel conjunto de consecuencias psicológicas,
sociales, jurídicas y económicas de carácter negativo que derivan de la experiencia de
la víctima en su contacto con el sistema de procuración de justicia, y suponen un choque
entre las legítimas expectativas de la víctima y la inadecuada atención institucional
recibida (tesis 1a.CCCLXXXII/2015).
Es posible entenderla como aquel proceso a través del cual, el sujeto ha provocado la
victimización primaria es victimizado por las instancias de control social formal -como las
prisiones- (Palacio, 2001).
Los elementos que producen mayor daño en las víctimas del delito y la opinión que éstas
tienen sobre el aparato judicial, son (Shapland, 1990):
a) Policía. Los elementos policiacos son vistos como seres insensibles que proporcionan
escasa información a las víctimas.
18
ELCPAPO
Algunos precedentes donde se ve reflejada la ineficacia de las instituciones encargadas
de impartir justicia son los identificados como “Caso Radilla Pacheco” y “Caso González
y otras (Campo Algodonero)”, ambos contra el Estado Mexicano, en los que la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, determinó que las autoridades, lejos de efectuar
de manera eficiente una investigación en torno al hecho delictivo, cuestionan la vida
personal de las víctimas, ocasionándoles un perjuicio irreparable.
Como corolario, la efectiva protección de los derechos de las víctimas exige que todas
las autoridades -en el área de sus competencias- identifiquen, diseñen y empleen
acciones benéficas, a fin de disminuir los efectos negativos de los actos criminales sobre
su persona y, sobre todo, asistirlos en todos los aspectos de su reintegración en la
comunidad, su hogar o su lugar de esparcimiento.
Bajo esta óptica, se puede afirmar que este tipo de victimización no ocurre como
resultado directo de la acción delictiva sino de la respuesta de las instituciones públicas
hacia la víctima.
DESVICTIMIZACIÓN
La victimización terciaria engloba las secuelas provocadas a las víctimas que han pasado
por los dos procesos anteriores, dejando una estigmatización o etiquetamiento por parte
de la sociedad que las rodea.
19
ELCPAPO
victimización.
Este último aspecto reviste gran importancia para los asistentes de víctimas, cuya labor
es orientar a la “desvictimización”, o mejor aún, a una constructiva “reinserción social de
la víctima” (García, 2014).
Las personas que han sido víctima de un delito suelen no desarrollarse como lo venían
haciendo, es decir, el hecho antijurídico, va más allá del menoscabo material, lo que
genera secuelas difíciles de superar, ya que el sujeto pasivo, entre otras cuestiones, se
vuelve inseguro, aumentando el nivel de sus sentidos, los que se encuentran en alerta
de cualquier situación extraña, que en otras circunstancias hubieran sido percibidos de
manera normal.
Ese daño psíquico, no solo se ve reflejado en su persona, sino que también trae
consecuencias en sus relaciones sociales, razón por la que se convierte en un individuo
solitario.
Si a ello se agrega que deben tolerar la actuación hostil de los servidores públicos
encargados de brindarles atención, se multiplican los daños referidos con anterioridad.
En suma, todo el sistema institucional de justicia debe ser muy sensible ante las personas
que han resentido un delito, ya que su concepción de la realidad se altera y, por ende,
siguen siendo vulnerables. (Ramirez.R.. (2018). VICTIMIZACIÓN, SU INFLUENCIA EN EL DESARROLLO
20
ELCPAPO
DEL INDIVIDUO. Mayo 17 de 2021, de Universitario, ciencia Sitio web: https://ux.edu.mx/wp-
content/uploads/Art.-2-1.pdf)
El Derecho Penal se ha orientado en forma unilateral hacia el autor del delito, dejando a
la víctima en una posición marginal,. cuando no limitada a su participación como testigo
en el esclarecimiento del hecho delictivo; incluso como testigo se convierte en
destinatario de serios compromisos y obligaciones, y portador de pocos o ningún
derecho.
21
ELCPAPO
Por otro lado, la criminología consideraba a las víctimas como un sujeto pasivo, neutro,
estático, que no contribuía en nada al hecho criminal.
Redescubrimiento de la víctima
Frente a la gran preocupación por el criminal, la criminología había olvidado casi en forma
absoluta a las víctimas de los delitos.
Este hecho tiene varias explicaciones, una de ellas es que nos identificamos con el
infractor y jamás con la víctima; quizás sea que admiramos al criminal que se atreve a
hacer lo que nosotros no haríamos y no admiramos a la víctima, ya que nadie se identifica
con el perdedor, el lesionado, maltratado, estafado o violado.
Sin embargo, a partir de las primeras investigaciones sobre la víctima los científicos se
llevaron una sorpresa al descubrir que, en una notable cantidad de hechos, la víctima
tenía una gran participación en los sucesos y, en otras ocasiones, era la verdadera
causante del delito, saltando a la vista que la víctima puede ser objeto de estudio y
análisis desde dos puntos de vista, bien bajo su comportamiento individual o bien en
función de sus relaciones con el autor del delito.
Desde estos puntos de vista, la víctima ha de cobrar una especial importancia en materia
penal para completar el diagnóstico de hecho delictivo.
El progresivo interés por la víctima fue acompañado e incentivado por diversos factores
o circunstancias:
22
ELCPAPO
no como un mero objeto- capaz de influir en la configuración del hecho delictivo, en su
estructura dinámica y preventiva.
Poco a poco se van desarrollando las investigaciones respecto a las víctimas, pasando
del estudio de la pareja criminal y fenómeno de interacción al estudio de otro tema del
que resulta un núcleo de conocimientos sobre actitudes y propensiones de los suje- tos
para convertirse en víctimas, tipología victimaria, daños que padecen las
Otro elemento que contribuyó al resurgimiento de las víctimas son los aportes
experimentales de Latane y Darley, en la década de los años setenta, sobre la dinámica
de la intervención de los espectadores en las situaciones de emergencia, estudios de
psicología social en torno al comportamiento de asistencia -o de abandono- hacia la
víctima del delito, capaces de arrojar luz sobre reacciones insolidarias y pasivas de
testigos presenciales de un crimen violento que asombró a la opinión pública.
23
ELCPAPO
En general se tiene la imagen mental del psicólogo como terapeuta al que se acude para
resolver algún conflicto psicológico, pero la psicología criminal es una rama diferente y
apasionante de la psicología.
24
ELCPAPO
Se hace a fin de evaluar el estado mental del entrevistado y los posibles factores
psicopatológicos que puedan estar presentes en ellos.
Este último se refiere al patrón conductual exhibido por el autor del crimen. También de
su predictibilidad, ya que es un comportamiento con tendencia al cambio si es reiterativo.
25
ELCPAPO
• Etapa 4. En esta etapa es cuando se elabora el perfil criminal. Debe incluir aspecto
físico, procedencia, ambiente sociocultural en que se desenvuelve. Su nivel
académico o laboral, habilidades intelectuales y capacidades físicas. Se describen
también los hábitos del delincuente y sus comportamientos pre y post delito. Es en
esta fase donde finalmente se dan las recomendaciones a seguir a los
investigadores.
Una de las más significativas, cuando aparece, es aquella relacionada con lesiones
postmortem que sean compatibles con una posible tortura, sadismo o rituales. Además,
26
ELCPAPO
en este tipo de investigación se tienen muy en cuenta los parámetros geográficos y la
vinculación con otros casos.
En general se tiene la imagen mental del psicólogo como terapeuta. La persona a la que
se acude a consulta para tratar de resolver el conflicto psicológico o para prestar ayuda
en el desarrollo de habilidades que hagan la vida de sus clientes más adaptativa y en
definitiva más feliz. Pero la psicología criminal es otra rama de la psicología diferente a
la clínica.
Una ciencia que sigue evolucionando, que requiere de conocimientos técnicos y también
de mucha intuición.(Budner. S. (2018). La psicología aplicada a la investigación criminal. 18/mayo/2021, de La mente es
maravillosa Sitio web: https://lamenteesmaravillosa.com/la-psicologia-aplicada-a-la-investigacion-criminal/)
L a delincuencia es uno de los problemas sociales en que suele reconocerse una mayor
necesidad y posible utilidad de la psicología.
27
ELCPAPO
En los comportamientos delictivos se implican interacciones, pensamientos y elecciones,
emociones, recompensas, rasgos y perfiles de personalidad, aprendizajes y
socializaciones, creencias y actitudes, atribuciones, expectativas, etc.
A lo largo de la segunda mitad del siglo XX y hasta nuestros días se ha ido conformando
una auténtica Psicología de la delincuencia. En ella, a partir de los méto- dos y los
conocimientos generales de la psicología, se desarrollan investigaciones y se generan
conocimientos específicos al servicio de un mejor entendimiento de los fenómenos
criminales. Sus aplicaciones están resultando relevantes y prometedoras tanto para la
explicación y predicción del comportamientos delictivo (Bartol y Bartol, 2005; Blackburn,
1994; Hanson y Bussière, 1998; Así, los conocimientos psicológicos sobre la
delincuencia se han acumulado especialmente en tor- no a los siguientes cuatro grandes
ámbitos: 1) explica- ción del delito, 2) estudios sobre carreras delictivas, 3) prevención y
tratamiento, y 4) predicción del riesgo de conducta antisocial. A continuación se hace
breve referencia a cada uno de estos sectores temáticos.
1. La delincuencia se aprende
28
ELCPAPO
3) el reforzamiento diferencial de sus comportamientos delictivos, y 4) la imitación de
modelos pro-delicti- vos.
Este proceso tendría lugar mediante condicionamiento clásico, a partir del apareamiento
de estímulos aversivos, administrados por padres y cuidadores, y comportamientos
socialmente inapropiados. Sin embargo, los individuos con elevada extraversión, bajo
neuroticismo y alto psicoticismo tendrían mayores dificultades para una adquisición
29
ELCPAPO
eficaz de la ‘con- ciencia moral’, en cuanto inhibidora del comportamiento antisocial
(Milan, 2001).
Múltiples investigaciones han puesto de relieve la conexión entre las vivencias de tensión
y la propensión a cometer ciertos delitos, especialmente delitos violentos (Andrews y
Bonta, 2006; Tittle, 2006). Muchos homicidios, asesinatos de pareja, lesiones,
agresiones sexuales y robos con intimidación son perpetrados por individuos que
experimentan fuertes sentimientos de ira, venganza, apetito sexual, ansia de dinero y
propiedades, o desprecio hacia otras personas.
a) Diversas fuentes de tensión pueden afectar al individuo, entre las que destacan la
imposibilidad de lograr objetivos sociales positivos, ser privado de gratificaciones que
posee o espera, y ser so- metido a situaciones aversivas ineludibles.
La constatación de que cuanto menores son los lazos emocionales con personas
socialmente integradas (como sucede en muchas situaciones de margina- ción) mayor
es la implicación de un sujeto en actividades delictivas, ha llevado a teorizar sobre este
particular en las denominadas teorías del control social. La más conocida en la teoría de
los vínculos sociales de Hirschi (1969), quien postuló que existe una serie de contextos
principales en los que los jóvenes se unen a la sociedad: la familia, la escuela, el grupo
30
ELCPAPO
de amigos y las pautas de acción convencionales, tales como las actividades recreativas
o deportivas.
31
ELCPAPO
En los estudios sobre carreras delictivas se analiza la secuencia de delitos cometidos
por un individuo y los “factores” que se vinculan al inicio, mantenimiento y finalización de
la actividad delictiva.
Así pues, su principal foco de atención son los “factores de riesgo” de delincuencia. Se
efectúa una diferencia- ción entre factores estáticos (como la precocidad delicti- va de un
sujeto, su impulsividad o su psicopatía), que contribuyen al riesgo actual pero que no
pueden generalmente modificarse, y factores dinámicos, o sustancial- mente
modificables (como sus cogniciones, tener amigos delincuentes, o el consumo de
drogas).
Farrington (1996) formuló una teoría psicológica, integradora del conocimiento sobre
carreras delictivas, que diferencia, en primer lugar, entre ‘tendencia antisocial ’de un
sujeto y ‘decisión ’de cometer un delito. La ‘tendencia antisocial ’dependería de tres tipos
de factores: 1) los procesos energizantes, entre los que se encontrarían los niveles de
deseo de bienes materiales, de estimulación y prestigio social (más intensos en jóvenes
marginales debido a sus mayores privaciones), de frustración y estrés, y el posible
consumo de alcohol; 2) los procesos que imprimen al comportamiento una
direccionalidad antisocial, especialmente si un joven, debido a su carencia de habilidades
prosociales, propende a optar por métodos ilícitos de obtención de gratificaciones, y 3)
la posesión o no de las adecuadas inhibiciones (creencias, actitudes, empatía, etc.) que
le alejen del comportamiento delictivo.
32
ELCPAPO
crementa también la probabilidad de imitación de los métodos ilegales de los amigos y,
en su compañía, se multiplican las oportunidades para el delito, a la vez que crece la
utilidad esperada de las acciones ilícitas.
33
ELCPAPO
En todas estas modalidades de prevención se re- quiere la colaboración de diversas
disciplinas tales como, por sólo mencionar algunas que resultan más evidentes, la
criminología, la psicología, la victimología, el derecho, la sociología, la educación, el
trabajo social y el diseño urbanístico. No se hará aquí referencia a to- das las
posibilidades y variantes de la prevención sino que se dirigirá la atención a aquéllas en
que la psicología ha mostrado hasta ahora una mayor utilidad, que se concretan
principalmente en el tratamiento psicológico de los delincuentes tanto juveniles como
adultos.
Constituyen uno de los medios técnicos de que puede disponerse en la actualidad para
reducir el riesgo delictivo de los delincuentes. Sin embargo, ello no significa que los
tratamientos sean la ‘solución ’a la delincuencia, ya que ésta es un fenómeno complejo
y multicausal, y requiere por ello muy diversas intervenciones.
34
ELCPAPO
delincuentes juveniles (McGuire, 2001). Otros países europeos con buen desarrollo del
tratamiento de los delincuentes son las Países Nórdicos, y algunos de los de
Centroeuropa, como los Países Bajos y Alemania.
Los objetivos preferentes del tratamiento de los delinees son sus necesidades
criminogénicas, o factores de riesgo directamente relacionados con sus actividades
delictivas. Andrews y Bonta (2006) se han referido a los que denominan los “cuatro
grandes” factores de riesgo: 1) las cogniciones antisociales, 2) las redes y vínculos pro-
delictivos, 3) la historia individual de comportamiento antisocial, y 4) los rasgos y factores
de personalidad antisocial. En función de lo anterior, de los modelos psicológicos con
implicaciones terapéuticas, el modelo cognitivo-conductual es el que ha dado lugar a un
mayor número de programas con delincuentes.
35
ELCPAPO
comportamiento social complejo en pequeños pasos y reforzar al individuo por sus
aproximaciones sucesivas a la conducta final. Las mejores técnicas para reducir
comportamientos inapropiados han mostrado ser la extinción de conducta y la
enseñanza a los sujetos de nuevos comportamientos alternativos que les permitan
obtener las gratificaciones que antes lograban mediante su conducta antisocial. El
mantenimiento de la conducta prosocial a largo plazo se ha promovido mediante
contratos conductuales, en que se pactan con el individuo los objetivos terapéuticos
y las consecuencias que recibirá por sus esfuerzos y logros.
2. Desarrollo del pensamiento. Al igual que sucedió con la terapia psicológica en general,
en el tratamiento de los delincuentes también se descubrió en la década de los setenta
la relevancia de intervenir sobre el pensamiento y la cognición.
36
ELCPAPO
Este programa, en distintos formatos, ha sido amplia- mente aplicado con delincuentes
en diversos países, incluido el caso de España, con buenos resultados (Tong y Farrinton,
2006).
El origen de estas técnicas son los trabajos sobre desarrollo moral de Piaget y,
especialmente, de Kohlberg, quien diferencio una serie de niveles y ‘estadios ’de
desarrollo moral, desde los más inmaduros (en que las decisiones de conducta se basan
en evitación del castigo y en recompensas inmediatas) a los más avanzados (imbuidos
de consideraciones morales altruistas y autoinducidas).
Las técnicas de desarrollo moral enseñan a los sujetos, mediante actividades de discu-
sión grupal, a considerar los sentimientos y puntos de vista de otras personas (Palmer,
2003).
Las técnicas de regulación emocional par- ten del supuesto de que muchos delincuentes
tienen dificultades para el manejo de situaciones conflictivas de la vida diaria, lo que
puede llevarles al des- control emocional, y a la agresión tanto verbal como física a otras
personas. En ello suele implicarse una secuencia que incluye generalmente tres
elementos: carencia de habilidades de manejo de la situación, interpretación inadecuada
de las interacciones sociales (por ej., atribuyendo mala intención) y exas- peración
emotiva.
37
ELCPAPO
entrenamiento en afrontamiento y comunica- ción en la terapia, y práctica en la vida diaria
(Novaco, Ramm y Black, 2001).
Así, uno de los grandes objetivos actuales del tratamiento de los delincuentes es
promover la generalización de los logros terapéuticos a los contextos habituales del
sujeto, y facilitar el mantenimiento de dichas mejoras a lo largo del tiempo. Con los
anteriores propósitos se han concebido y aplicado dos grandes tipos de técnicas
psicológicas.
1. Delincuentes juveniles. Uno de los mejores modos de prevención del delito son los
programas familiares. Actualmente uno de los tratamientos juveniles más
contrastados empíricamente es la denominada terapia multisistémica (MST), de
Henggeler y sus colaboradores (Edwards, Schoenwald, Henggeler y Strother, 2001).
Parte de la consideración de que el desarrollo infantil se produce bajo la influencia
com- binada y recíproca de distintas capas ambientales, que incluyen la familia, la
38
ELCPAPO
escuela, las instituciones del barrio, etc. En todos estos sistemas hay tanto factores
de riesgo para la delincuencia como factores de protección. A partir de ello se
establece una serie de principios básicos: evaluar el ‘encaje ’entre los problemas
identificados en los distintos sistemas; basar el cambio terapéutico en los elementos
positivos; orientar la terapia a promover la conducta responsa- ble y enfocarla al
presente y a la acción; las intervenciones deben ser acordes con las necesidades del
joven, y, por último, se debe programar la generalización y el mantenimiento de los
logros. La terapia multisistémica utiliza como intervenciones específicas todas
aquellas técnicas que han mostrado mayor eficacia con los delincuentes, tales como
reforzamiento, modelado, reestructuración cognitiva y control emocional. Se aplica
en los lugares y horarios de preferencia de los sujetos, lo que a menudo incluye
domicilios familiares, centros de barrio, horarios de comidas o fines de semana.
Actualmente existe una versión abreviada de este programa que se aplica en diez
semanas.
Los ingredientes terapéuticos más comunes en estos programas son el trabajo sobre
distorsiones cognitivas, desarrollo de la empatía con las víctimas, mejora de la capacidad
de relación personal, disminución de actitudes y preferencias sexuales hacia la agresión
o hacia los niños, y prevención de recaídas (Marshall y Redondo, 2002).
39
ELCPAPO
El mensaje esencial de los meta-análisis ha sido que los tratamientos psicológicos tienen
un efecto parcial pero significativo en la reducción de las tasas de reincidencia (Hollin,
2006; McGuire, 2004): logran en promedio una reducción de la reincidencia delictiva de
alrededor de 10 puntos, para tasas base de reincidencia del 50% (Cooke y Philip, 2001;
40
ELCPAPO
Cullen y Gendreau, 2006; Lösel, 1996; McGuire, 2004; Redondo y Sán- chez-Meca, en
preparación), y los mejores tratamientos llegan a obtener reducciones superiores a 15
puntos (algunos programas, los mejores de todos, de entre 15 y 25 puntos). En otras
palabras, el tratamiento puede reducir la reincidencia esperada en proporciones de
alrededor de 1/3 (y, dependiendo de la calidad de las intervenciones, de entre 1/5 y 1/2).
Con esta finalidad se han construido y se están aplicando di- versos instrumentos de
predicción de riesgo, a los que se hará referencia en los trabajos que siguen a éste.
Frente a lo anterior y para finalizar, quiere llamarse la atención del lector sobre el
desequilibrio que existe en la actualidad entre todos estos desarrollos psicológicos en un
campo de tanta relevancia social, como lo es el de la violencia y la delincuencia, y, en
contraste, la escasísima presencia que dichos conocimientos tienen en la actual
formación universitaria de los psicólogos.
41