El Sujeto

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EL SUJETO

¿Qué es el sujeto?
Desde un punto de vista sintáctico, toda oración propiamente dicha se divide en un sujeto y un
predicado. Mientras el predicado es la acción expresada en el verbo, el sujeto es la persona u
objeto que lleva a cabo la acción o del cual estamos hablando.
En otros términos, el sujeto es una de las partes sintácticas que componen una oración y en
concordancia con la cual se conjuga el verbo del predicado. Suele ser el primer término de la
oración, pero ese no es su lugar de manera exclusiva.
A pesar de que la mayoría de las oraciones del español tienen un sujeto claro y reconocible,
existen muchas en las que no es así, como las oraciones de sujeto tácito (implícito, o sea, no
presente pero deducible del contexto), o las oraciones impersonales (desprovistas de un sujeto
lógico).
Para comprobar cuál es el sujeto, el método tradicional consiste en observar el verbo principal
de la oración, dado que éste se halla conjugado en concordancia (persona y número). Así, por
ejemplo, en la oración “Juana come vegetales”, el verbo está en tercera persona del singular
(“come” y no “comen” a pesar de que son varios vegetales), para concordar con el sujeto,
“Juana”.

Tipos de sujeto
El sujeto puede clasificarse de distintos modos, atendiendo a diversos criterios. Los principales
de ellos son:
 Sujeto expreso y sujeto tácito. La primera distinción que debemos hacer para clasificar
los sujetos tiene que ver con su aparición explícita en la oración. Así, cuando el sujeto
está enunciado como tal dentro de la cadena sintáctica, o sea, cuando se lo dice
expresamente, hablaremos de sujeto expreso.
 Sujeto agente y sujeto paciente. Otra forma de clasificar al sujeto tiene que ver con su
forma de aparición dentro de la oración, respecto a la acción detallada por el verbo. Así,
cuando el sujeto es la persona que ejecuta activamente la acción del verbo, tendremos
acciones activas y un sujeto agente. Por ejemplo: “Mi mamá acarició al gato” (sujeto
agente) y “El gato fue acariciado por mi mamá” (sujeto paciente). Tengamos en cuenta
que, al convertir una oración de activa a pasiva, el sujeto y el objeto directo cambian sus
roles respectivos.
 Sujeto simple y sujeto compuesto. Otra forma de clasificar el sujeto atiende a su
composición morfológica, o sea, a la cantidad de términos que involucra. Así, podemos
tener un sujeto simple cuando consta de un único referente, y un sujeto
compuesto cuando alude en cambio a varios referentes, teniendo por ende dos o más
núcleos. Por ejemplo: “Pedro robó el banco” (sujeto simple) y “Pedro y Mario robaron
el banco” (sujeto compuesto).

Núcleo del sujeto


El sujeto oracional generalmente se compone de un sintagma nominal, del cual podemos
distinguir dos tipos de elementos: el núcleo del sujeto y sus modificadores o adjuntos.
El núcleo generalmente es un sustantivo o un pronombre, o algún otro término sustantivado,
sobre el cual recae la mayor carga semántica del sintagma y por lo tanto funciona como eje del
sujeto.
Así, en la oración “Los monos comen maní”, el sujeto (“Los monos”) tendrá como núcleo al
sustantivo monos. Mientras que en “Ellas dos también son mis compañeras”, el sujeto (“Ellas
dos”) tiene como núcleo el pronombre personal Ellas.

Modificadores del sujeto


Los modificadores directos e indirectos inciden en el núcleo.
Aparte del núcleo, en el sujeto hacen vida los modificadores del sujeto, o sea, aquellos términos
oracionales que acompañan y modifican el significado del sujeto, ya sea de modo directo o
indirecto. Así, tenemos:
 Modificadores directos. Se trata de aquellas palabras que van junto al núcleo del sujeto
e inciden directamente sobre él, como son los artículos y los adjetivos. Los primeros
definen gramaticalmente al sustantivo, o sea, indican su número y género gramatical,
mientras que los segundos añaden un significado completo al sustantivo. Por ejemplo,
en la oración “Unos tristes tigres comen trigo” el núcleo del sujeto (tigres) está
acompañado de dos modificadores directos: el artículo “Unos” (indeterminado,
masculino, plural) y el adjetivo “tristes” (o sea, no felices).
 Modificadores indirectos. Sin embargo, el núcleo del sujeto puede ser acompañado
por modificadores que no actúan directamente sobre él, sino que lo hacen a través del
puente de una preposición y que constituyen, en sí mismos, sintagmas nominales o
preposicionales. En este caso, el sintagma completo funciona como un adjetivo lo haría,
pero debido a su lejanía sintáctica lo tendremos por un modificador indirecto. Por
ejemplo: en la oración “El perro de mi primo me mordió”, el núcleo del sujeto (perro)
está acompañado de un modificador directo (El) y de uno indirecto: “de mi primo”, que
consiste en un sintagma preposicional (de+adjetivo+sustantivo), pero que en este caso
no es autónomo, sino que tiene como propósito modificar al núcleo del sujeto,
indicando que no se trata de cualquier perro, sino el perro “de mi primo”.

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