25 de Mayo

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PALABRAS ALUSIVAS

En el día de hoy estamos reunidos para conmemorar un período importante de nuestra


historia como nación. Hace poco más de 200 años hubo en este país un día que cambió
para siempre la vida de su gente. El 25 de mayo de 1810 fue el inicio de un complejo
proceso protagonizado por el pueblo, ese pueblo que luchó contra el dominio imperial de
España durante siglos.
Fue en mayo de 1810 cuando un grupo de revolucionarios, encabezados por Cornelio
Saavedra, logró remover del poder al Virrey Cisneros, aprovechando las circunstancias
ocurridas en España. Los hombres y las mujeres de la época se vieron involucrados en la
urgencia de tomar las medidas más adecuadas ante una situación inestable, urgente y
dinámica. Costó mucho esfuerzo llegar a ser un país soberano. Los patriotas debieron
combatir impidiendo la reacción de los ejércitos españoles. Abogados, como Manuel
Belgrano, se convirtieron en militares. Y militares, como San Martín, vinieron de España a
luchar por su patria.
La independencia política comenzó a perfilarse entonces, iniciando así un complejo camino
que llevó, no sin tropiezos, a la Declaración de la Independencia el 9 de julio de 1816, seis
años después.
El 25 de mayo no solo fue un proceso político de grave importancia, sino una ocasión
privilegiada en la que se hizo realidad el anhelo de un puñado de hombres y mujeres que
por amor a la tierra, que es la nuestra, decidieron buscar la “libertad”... muchos de ellos
pudieron pensar que sería imposible, que nunca lo conseguirían y sólo hubiera sido un gran
proyecto; otros pudieron bajar los brazos a mitad de camino por tantas dificultades que se
presentaron… pero esto no ocurrió, porque con todas sus fuerzas estas personas
decidieron luchar por la libertad.
Es por eso que mayo nos enseña la importancia de la libertad de gobernarnos a nosotros
mismos, colaborando y cooperando con los demás países del mundo, pero sin nunca
dejarnos avasallar. Libertad es la capacidad y aptitud para elegir lo bueno y lo malo que se
pone delante nuestro. Es un arma que puede cambiar la historia día a día, es lo que permite
que nuestra vida tenga el sentido que queramos darle.
Sin embargo, la libertad nos pide también que seamos merecedores de ella. Ser libres nos
pone frente al límite moral que tiene nuestra propia libertad, que es el respeto por la libertad
de los demás. Ser libres es poder vivir juntos en armonía, es respetar los derechos de cada
uno y las normas de convivencia. Es tener la responsabilidad de cuidarnos a nosotros
mismos y a los demás.
El recuerdo de este hecho histórico nos une hoy, pero además pretendemos que sea un
símbolo para recordar a otros que lucharon por la patria y como homenaje a quienes lo
hacen cotidianamente desde diferentes lugares. También esperamos que este encuentro
nos sirva para reflexionar acerca de nuestro propio papel como ciudadanos y sobre el valor
que tiene transitar nuestras vidas en paz y democracia.
Para los revolucionarios de 1810 hacer la revolución implicó el deseo de comenzar otra vez,
de renacer, de volver a construir desde los cimientos. Solo ese deseo fue capaz de tener la
fuerza para realizar los cambios radicales necesarios para terminar con un orden cruel e
injusto y comenzar a construir otro. La revolución no pretendió cambiar de tirano, sino crear
finalmente las condiciones para que, de allí en adelante, no haya más tiranía.
Es nuestra misión mantener viva la llama de la Revolución de 1810 en cada acto del 25 de
mayo para que las nuevas generaciones transmitan ese espíritu de mayo, valiente,
concienzudo, comprometido, patriota. Asumiendo nuevamente el compromiso de aquellas
personas es como podremos honrar verdaderamente nuestras fechas patrias.

PALABRAS DE CIERRE

Conmemorar las fechas patrias constituye una oportunidad única para que los argentinos
pensemos y reflexionemos juntos acerca de nuestro pasado, presente y futuro. Las voces
de aquella revolución todavía están ahí y reclaman lo mismo de entonces: libertad, justicia,
igualdad, independencia. Nuestra identidad colectiva se encuentra en permanente
construcción y es, por consiguiente, el pueblo quien aporta desde su historia, proyectos y
desde su diversidad cultural la principal materia para edificarla.
Para fortalecerla es necesario crecer sobre raíces sólidas, rescatando la memoria y
reconociendo en la propia historia aquello que nos identifica. Es por ello que el acto de la
Revolución de mayo de 1810 es una excelente ocasión para reflexionar sobre nuestro
pasado, sobre la lucha por la emancipación, como también sobre los desafíos que implica
ser coherentes hoy con esa voluntad de libertad y soberanía.

¿Qué nos queda de aquel tiempo?... Su legado, su enseñanza… Ser argentinos es


reconocernos herederos de aquellos hombres que lucharon por sus ideales, que sortearon
todas las dificultades para tomar el futuro en sus manos.

Seamos dignos de su ejemplo, aun en nuestras diferencias. Seamos personas de bien que
velen por un país para todos.

Gracias a todos por su presencia y damos por finalizado el acto.

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