Resumen Knee
Resumen Knee
Resumen Knee
Ningún obrero del Señor desempeñará bien su función si sólo le gusta hablar, pero no sabe
escuchar a otros. Ningún obrero del Señor debe volverse uno que habla sin cesar, sino que debe
aprender a escuchar a los demás y a comprender sus problemas, interesándose sinceramente por
ellos. Para ello, debemos ser de espíritu apacible.
No debemos tener ningún prejuicio, ideas preconcebidas ni inclinación alguna. Debemos
preguntarnos cuánto entendemos realmente al escuchar a un hermano que trata de explicarnos
su problema.
Si no somos capaces de escuchar atentamente lo que tiene que decirnos durante diez, veinte o
treinta minutos, no podremos precisar la situación por la que está pasando, su trasfondo familiar
ni la situación en la que se encuentra delante del Señor.
Debemos aprender a discernir delante del Señor lo que las personas se reservan y no declaran.
Un requisito fundamental para entender las palabras de otros es poder identificarse con sus
sentimientos. Un obrero del Señor tiene que estar abierto para recibir los problemas de otros.
Tan pronto se pone algo en los hombros de algunos hermanos y hermanas, estos rehúsan
tomarlo. Pablo no actuó de esa manera. Él estaba en la prisión cuando escribió las Epístolas. No
obstante, cuando Pablo les escribió a los Filipenses, les exhortó a que se regocijaran.
Una persona diligente siempre espera en Dios. Tan pronto como está libre, acude al Señor en
busca de cosas que hacer, lo que significa es que el siervo del Señor siempre debe estar buscando
la dirección de Dios, mirándole atentamente.
La pereza es un hábito que ha sido desarrollado a través de los años, no podemos esperar
corregirlo en uno o dos días.
RESTRINGIRSE AL HABLAR
Si hemos consagrado nuestros labios para hablar la palabra de Dios, entonces recae sobre
nosotros la solemne responsabilidad de usar nuestros labios únicamente para Su servicio. Si
empleamos nuestros labios en cualquier otra cosa ajena a la palabra de Dios, entonces no
podremos usarlos más para hablar Su Palabra divina.
El problema de muchas personas es que hablan demasiado. En la multitud de palabras podemos
detectar la voz del necio. Muchas personas pierden su poder por causa de su palabrería.
Debemos observar la clase de comentarios que generalmente creemos, pues aquello a lo que
damos crédito revela nuestra propia manera de ser.
Si alguien comparte sus problemas espirituales con nosotros, eso es algo que nos han confiado. No
debemos hablar acerca de tales confidencias de una manera descuidada.
Debemos prestar toda nuestra atención al asunto de las mentiras. Es muy difícil hablar la verdad
aun cuando tenemos cuidado de lo que decimos, y es aún más difícil hablar la verdad cuando no
controlamos nuestras palabras. Dios no puede usar una persona que es Su portavoz por un
momento y el vocero de Satanás al siguiente.
SER ESTABLES
Dios requiere que Sus siervos posean un carácter estable, sólido, confiable e inconmovible.
El Señor afirmó que la iglesia está edificada sobre la roca, lo cual significa que la iglesia nunca
caerá. La iglesia nunca se derrumbará, aunque la azoten la lluvia, el agua y el viento, porque está
firmemente edificada sobre la roca. Esta es la naturaleza subyacente de la iglesia.
Pedro representa a todos los ministros de la iglesia. Un ministro y siervo de Dios debe ser una
piedra. La promesa que el Señor le hizo a Pedro también fue una promesa dada a la iglesia.