La Disartria

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La disartria es un trastorno del habla que afecta la capacidad de una persona para articular y

controlar los músculos necesarios para hablar.

Es importante destacar que la disartria no afecta la inteligencia de una persona, solo dificulta
su capacidad para comunicarse verbalmente de manera clara y fluida.

CAUSAS
La disartria puede tener diversas causas, entre las que se incluyen:

-Accidente cerebrovascular: Un accidente cerebrovascular, ya sea isquémico o hemorrágico,


puede dañar las áreas del cerebro responsables del control muscular del habla.

-Lesión cerebral traumática: Lesiones en la cabeza, como las causadas por un golpe o una
caída, pueden dañar las estructuras cerebrales implicadas en el control del habla.

-Enfermedades neurodegenerativas: Algunas enfermedades neurológicas degenerativas, como


la enfermedad de Parkinson, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) o la enfermedad de
Huntington, pueden afectar los músculos del habla y causar disartria.

-Tumores cerebrales: Los tumores cerebrales pueden comprimir o dañar las áreas del cerebro
involucradas en el control del habla, lo que resulta en disartria.

-Enfermedades neuromusculares: Condiciones como la distrofia muscular, la miastenia gravis o


la esclerosis múltiple pueden debilitar los músculos del habla y provocar disartria.

-Lesiones o enfermedades del nervio craneal: Daños en los nervios craneales que controlan los
músculos del habla, como el nervio facial (VII) o el nervio hipogloso (XII), pueden causar
disartria.

-Malformaciones congénitas o genéticas: Algunas condiciones presentes desde el nacimiento,


como labio leporino, paladar hendido o trastornos genéticos, pueden afectar los músculos del
habla y ocasionar disartria.

Es importante señalar que estas son solo algunas de las posibles causas de la disartria y que
puede haber otros factores que contribuyan a su desarrollo. La evaluación por parte de un
profesional de la salud, como un neurólogo o un patólogo del habla y del lenguaje, es
fundamental para determinar la causa subyacente y establecer un plan de tratamiento
adecuado.

CONSECUENCIAS
Las consecuencias de la disartria pueden variar dependiendo de la gravedad y la causa
subyacente del trastorno. Algunas de las posibles consecuencias incluyen:

-Dificultad para comunicarse verbalmente: La disartria puede dificultar la capacidad de una


persona para articular palabras y sonidos de manera clara y comprensible. Esto puede afectar
su capacidad para comunicarse efectivamente con los demás.

-Problemas de articulación: Las personas con disartria pueden tener dificultades para articular
correctamente los sonidos del habla, lo que puede llevar a una pronunciación ininteligible o
confusa.

-Alteraciones en la prosodia: La disartria puede afectar la capacidad de una persona para


controlar el ritmo, el tono y la entonación del habla. Esto puede hacer que suene monótono,
tener un volumen de voz inapropiado o tener dificultades para expresar emociones a través
del habla.

-Fatiga y esfuerzo vocal: Debido a la dificultad para articular y controlar los músculos del habla,
las personas con disartria pueden experimentar fatiga vocal y requerir un mayor esfuerzo para
hablar.

-Impacto en la vida social y emocional: La disartria puede tener un impacto significativo en la


vida social y emocional de una persona. Las dificultades para comunicarse pueden llevar a la
frustración, la incomodidad en situaciones sociales y la disminución de la autoestima.

-Limitaciones en la participación académica o laboral: Dependiendo de la gravedad de la


disartria, puede haber limitaciones en el desempeño académico o laboral. Las dificultades para
comunicarse efectivamente pueden afectar la capacidad de una persona para participar en
actividades que requieran habilidades de habla y comunicación.

Es importante destacar que el tratamiento adecuado, que puede incluir terapia del habla y del
lenguaje, así como el uso de técnicas y estrategias de comunicación alternativas, puede ayudar
a minimizar las consecuencias de la disartria y mejorar la calidad de vida de las personas
afectadas.

SÍNTOMAS
Los síntomas de la disartria pueden variar según la gravedad y la causa subyacente del
trastorno. Algunos de los síntomas comunes de la disartria incluyen:

-Dificultad para articular palabras claramente: Las personas con disartria pueden tener
problemas para pronunciar ciertos sonidos, lo que puede llevar a una articulación ininteligible
o confusa.

-Habla lenta o arrastrada: La disartria puede hacer que el habla sea lenta y arrastrada, con
pausas entre las palabras o sílabas.

-Voz débil o nasal: Algunas personas con disartria pueden tener una voz débil, susurrante o
nasalizada debido a la falta de control muscular en las cuerdas vocales y la boca.

-Dificultad para controlar el volumen o el tono de la voz: Las personas con disartria pueden
tener dificultades para controlar adecuadamente el volumen y el tono de su voz. Puede haber
variaciones en el volumen, como hablar demasiado alto o demasiado bajo, o dificultad para
expresar emociones a través de la voz.

-Problemas de respiración durante el habla: Algunas personas con disartria pueden tener
dificultad para coordinar la respiración adecuadamente mientras hablan, lo que puede llevar a
pausas inoportunas o falta de aliento durante el discurso.

-Dificultades en la articulación de palabras rápidas o complejas: La disartria puede dificultar la


pronunciación de palabras rápidas o complejas, lo que puede llevar a una mayor dificultad
para seguir conversaciones rápidas o participar en discursos extensos.

Es importante tener en cuenta que los síntomas de la disartria pueden variar ampliamente
entre las personas afectadas, dependiendo de la causa y la gravedad del trastorno. El
diagnóstico y la evaluación por parte de un profesional de la salud, como un neurólogo o un
patólogo del habla y del lenguaje, son fundamentales para identificar y tratar adecuadamente
la disartria.
TRATAMIENTO
El tratamiento de la disartria se enfoca en mejorar la comunicación y la calidad de vida de la
persona afectada. El enfoque del tratamiento puede variar según la causa y la gravedad de la
disartria, pero algunas opciones comunes de tratamiento incluyen:

-Terapia del habla y del lenguaje: La terapia del habla y del lenguaje es fundamental en el
tratamiento de la disartria. Un terapeuta del habla y del lenguaje trabajará con la persona para
mejorar la articulación, la claridad del habla, la respiración y el control vocal. Se pueden utilizar
ejercicios y técnicas específicas para fortalecer los músculos del habla y mejorar la
coordinación.

-Ejercicios de fortalecimiento muscular: Los ejercicios de fortalecimiento muscular pueden


ayudar a mejorar el control y la fuerza de los músculos utilizados en el habla. Estos ejercicios
pueden incluir movimientos faciales, ejercicios de lengua y ejercicios de respiración.

-Estrategias de comunicación alternativas: En algunos casos, se pueden utilizar estrategias de


comunicación alternativas para mejorar la comunicación de las personas con disartria. Estas
estrategias pueden incluir el uso de dispositivos de comunicación aumentativa y alternativa
(CAA), como tableros de comunicación, sistemas de señalización o aplicaciones de
comunicación en dispositivos electrónicos.

-Adaptaciones y modificaciones del entorno: Para facilitar la comunicación, se pueden realizar


adaptaciones y modificaciones del entorno. Esto puede incluir el uso de ayudas visuales, como
carteles o imágenes, para apoyar la comprensión y la comunicación.

-Asesoramiento y apoyo emocional: La disartria puede tener un impacto significativo en la vida


emocional y social de la persona afectada. El asesoramiento y el apoyo emocional pueden ser
beneficiosos para ayudar a manejar el estrés, la frustración y las dificultades relacionadas con
la comunicación.

Es importante destacar que el tratamiento de la disartria es individualizado y se adapta a las


necesidades específicas de cada persona.

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