La Disartria
La Disartria
La Disartria
Es importante destacar que la disartria no afecta la inteligencia de una persona, solo dificulta
su capacidad para comunicarse verbalmente de manera clara y fluida.
CAUSAS
La disartria puede tener diversas causas, entre las que se incluyen:
-Lesión cerebral traumática: Lesiones en la cabeza, como las causadas por un golpe o una
caída, pueden dañar las estructuras cerebrales implicadas en el control del habla.
-Tumores cerebrales: Los tumores cerebrales pueden comprimir o dañar las áreas del cerebro
involucradas en el control del habla, lo que resulta en disartria.
-Lesiones o enfermedades del nervio craneal: Daños en los nervios craneales que controlan los
músculos del habla, como el nervio facial (VII) o el nervio hipogloso (XII), pueden causar
disartria.
Es importante señalar que estas son solo algunas de las posibles causas de la disartria y que
puede haber otros factores que contribuyan a su desarrollo. La evaluación por parte de un
profesional de la salud, como un neurólogo o un patólogo del habla y del lenguaje, es
fundamental para determinar la causa subyacente y establecer un plan de tratamiento
adecuado.
CONSECUENCIAS
Las consecuencias de la disartria pueden variar dependiendo de la gravedad y la causa
subyacente del trastorno. Algunas de las posibles consecuencias incluyen:
-Problemas de articulación: Las personas con disartria pueden tener dificultades para articular
correctamente los sonidos del habla, lo que puede llevar a una pronunciación ininteligible o
confusa.
-Fatiga y esfuerzo vocal: Debido a la dificultad para articular y controlar los músculos del habla,
las personas con disartria pueden experimentar fatiga vocal y requerir un mayor esfuerzo para
hablar.
Es importante destacar que el tratamiento adecuado, que puede incluir terapia del habla y del
lenguaje, así como el uso de técnicas y estrategias de comunicación alternativas, puede ayudar
a minimizar las consecuencias de la disartria y mejorar la calidad de vida de las personas
afectadas.
SÍNTOMAS
Los síntomas de la disartria pueden variar según la gravedad y la causa subyacente del
trastorno. Algunos de los síntomas comunes de la disartria incluyen:
-Dificultad para articular palabras claramente: Las personas con disartria pueden tener
problemas para pronunciar ciertos sonidos, lo que puede llevar a una articulación ininteligible
o confusa.
-Habla lenta o arrastrada: La disartria puede hacer que el habla sea lenta y arrastrada, con
pausas entre las palabras o sílabas.
-Voz débil o nasal: Algunas personas con disartria pueden tener una voz débil, susurrante o
nasalizada debido a la falta de control muscular en las cuerdas vocales y la boca.
-Dificultad para controlar el volumen o el tono de la voz: Las personas con disartria pueden
tener dificultades para controlar adecuadamente el volumen y el tono de su voz. Puede haber
variaciones en el volumen, como hablar demasiado alto o demasiado bajo, o dificultad para
expresar emociones a través de la voz.
-Problemas de respiración durante el habla: Algunas personas con disartria pueden tener
dificultad para coordinar la respiración adecuadamente mientras hablan, lo que puede llevar a
pausas inoportunas o falta de aliento durante el discurso.
Es importante tener en cuenta que los síntomas de la disartria pueden variar ampliamente
entre las personas afectadas, dependiendo de la causa y la gravedad del trastorno. El
diagnóstico y la evaluación por parte de un profesional de la salud, como un neurólogo o un
patólogo del habla y del lenguaje, son fundamentales para identificar y tratar adecuadamente
la disartria.
TRATAMIENTO
El tratamiento de la disartria se enfoca en mejorar la comunicación y la calidad de vida de la
persona afectada. El enfoque del tratamiento puede variar según la causa y la gravedad de la
disartria, pero algunas opciones comunes de tratamiento incluyen:
-Terapia del habla y del lenguaje: La terapia del habla y del lenguaje es fundamental en el
tratamiento de la disartria. Un terapeuta del habla y del lenguaje trabajará con la persona para
mejorar la articulación, la claridad del habla, la respiración y el control vocal. Se pueden utilizar
ejercicios y técnicas específicas para fortalecer los músculos del habla y mejorar la
coordinación.