Análisis - UN SEÑOR MUY VIEJO CON UNAS ALAS ENORMES

Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1de 5

Análisis literario y cinematográfico

UN SEÑOR MUY VIEJO CON UNAS ALAS ENORMES

 Análisis literario
“Un señor muy viejo con unas alas enormes” es un pequeño cuento escrito por
el nobel colombiano Gabriel García Márquez a finales de la década del sesenta
en el cual narra la historia de un ser sobrenatural y mágico que es encontrado
por un pescador de cangrejos en una playa en el patio de su casa, luego de
varios días de lluvia; este misterioso ser “alado” es encontrado en una pobre
estado; se trata, al parecer de un ángel con una apariencia de hombre viejo, el
cual se haya en una situación bastante lamentable.

El hombre que lo encontró se llama Pelayo y vive con su esposa Elisenda y su


hijo recién nacido; aunque ambos intuyen que se trata de un ángel, no lo tratan
como tal, y por ello deciden encerrarlo en un gallinero, en donde su condición
no sólo se hace más deplorable, sino que a la vez lo convierten en una
atracción turística de la región, lo cual congrega a una muchedumbre que se
agolpa para ver a este ser sobrenatural.

La llegada del ángel ocasiona un gran revuelo, tanto así que los curiosos se
agolpan en la entrada del gallinero para verlo, pagando unos cuantos centavos
a Pelayo para que le permitan contemplar al ángel. Toda la población busca
acercarse al ángel con el propósito de obtener algún milagro y así lograr
solucionar los múltiples problemas que aquejan sus vidas.
Aunque Pelayo logra consultar la opinión del cura del pueblo, éste último piensa
que lo mejor es que la curia romana se encargue de investigar si se trata o no
de un ángel.

El público pronto pierde interés en el ángel porque otro fenómeno ha saltado a


la fama. La nueva atracción es una mujer que desobedeció a sus padres
cuando ella era joven, y desde entonces se ha transformado en una tarántula, a
la cual la gente del pueblo de echa albóndigas en la boca. Debido a la nueva
atracción, la gente ya no quiere ver más al ángel, sin embargo la familia había
ahorrado suficiente dinero para construir una mansión con balcones y jardines.

El viejo ángel entonces es llevado al gallinero durante muchos años. Pronto, por
las condiciones del lugar, la salud del ángel se deteriora, y parece que está al
borde de la muerte, pero cuando termina el último invierno, el ángel se vuelve
más saludable, le crecen algunas plumas nuevas, y es capaz de salir de su
encierro. Al principio, él vaga por la casa, pero sigue espantando a Elisenda,
quien lo saca de las habitaciones con una escoba. Un día sale de la casa, y
comienza a tratar de volar. Después de mucho esfuerzo, es capaz de volar y
Elisenda ve cómo se aleja poco a poco, lo cual la hace sentir aliviada porque su
“molestia” ha desaparecido de su vida.

Este cuento busca resaltar el realismo mágico característico de la obra de


García Márquez, con un claro componente en el que se expone la condición
humana, caracterizada por la necesidad de búsqueda constante de
satisfactores de necesidades en lo sobrebatural en contraste con el abandono
de lo que es sobrenatural cuando se alcanza lo deseado.
 Análisis cinematográfico
Aunque la película busca tener fidelidad con el cuento, en el filme se logra
vislumbrar, especialmente, las figuras y papeles de sus personajes. En el caso
de Pelayo, se observa que es más amable con el viejo que los otros aldeanos,
para él no hay relación entre compasión y caridad. Pelayo no está muy
conforme con cobrar a la gente para ver al ángel, pues su preocupación se
centra en su familia y su hijo enfermo; también se alegra con las
especulaciones teóricas y teológicas d el padre Gonzaga. Su decisión de
albergar el viejo y asumir cierta responsabilidad para él, sugiere que no es tan
frío o insensible como podría parecer.

Por su parte, Elisenda es una combinación perfecta para su marido, Pelayo,


siendo igualmente común y preocupado por cuestiones prácticas. Para
Elisenda, el ángel no es más una molestia que la exaspera, luego que deja de
serle útil. En efecto, el anciano llega a ser tan molesto para ella que incluso se
refiere a su nueva casa comprada con el producto de exhibir el viejo hombre
como un “infierno lleno de ángeles”. El anciano se vuelve tan común a los ojos
de Elisenda que se olvida que en realidad convive con un ángel; sin embargo,
se observa al final algo de nostalgia cuando se da cuenta de que algo
extraordinario ha dejado su vida para siempre.

 Relación
Tanto la película como el texto, presentan argumentos análogos. Como puede
verse, la historia comienza con extrañas referencias al tiempo: “En el tercer día
de lluvia”, “El mundo estaba triste desde el martes” y otras declaraciones
confunden el tiempo, el clima y la emoción humana de una manera que parece
mítica y mágica. Además de esto, el mundo se comporta de forma extraña,
sobrenatural. Los enjambres de cangrejos que hay que matar y la oscuridad al
mediodía son extraños sucesos que parecen presagiar la llegada del misteriosa
visitante de otro mundo, el Ángel.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que este valor sobrenatural no afecta en
gran medida a los personajes de la historia, que responden a los cangrejos con
mera molestia, y el ángel con menos temor de confusión. El ángel es sólo una
curiosidad, pero lo hacen ver como un ser muy común, la imagen en sí misma
del ángel refleja el equilibrio de lo sublime y crudo que domina la historia. El
ángel no sólo es viejo, también es un ángel deteriorado: es un acoplamiento
surrealista de lo santo y lo profano, y esta tendencia continúa a lo largo de la
historia.

Tanto la película como el escrito combinan elementos realistas y no realistas.


Por ejemplo, Pelayo y Elisenda se vieron sorprendidos por la aparición del
hombre en un primer momento, pero muy pronto se supera su sorpresa y al
final esto es visto como algo familiar y común. García Márquez no proporciona
una razón por la cual la familia de Pelayo encuentra al ángel con tanta rapidez,
sino que simplemente dice que lo hacen. Esta es una técnica habitual en las
historias surrealistas, en donde los eventos parecen ocurrir fuera de tiempo y
sin explicación causal.

Otro factor que llama la atención tiene que ver con el lenguaje del ángel, ya que
éste utiliza un dialecto como el de un marinero, aunque nadie lo entiende. Él
bien podría estar hablando el lenguaje de Dios, pero para el oído humano
suena crudo. El padre Gonzaga cree dogmáticamente que si el ángel fuera una
criatura celestial hablaría la lengua oficial de la Iglesia, pero como no lo hace, el
cura supone que él debe ser un impostor. En general, cada personaje interpreta
lenguaje de los ángeles de manera diferente, aún cuando no sabe ni hablan el
idioma de los ángeles. Nadie tiene curiosidad por aprender el dialecto y
comunicarse con el ángel, en otras palabras, para entender al propio ángel
desde su perspectiva.

En general, las personas experimentan la presencia del ángel de formas muy


diferentes y sugieren respuestas muy diferentes: algunos lo tratan como a un
simple loco de carnaval, otros como un potencial reproductor de los seres
superiores, pero la respuesta es uniforme: nadie está particularmente
impresionado por un hombre viejo con alas en un gallinero; seguramente, si el
ángel estuviera limpio, vestido de blanco y sentado en un trono, sería mucho
más probable que la gente lo venera más de lo que lo juzgó y lo trató.

También podría gustarte