Instr Armonico Piano - Fund-Activ
Instr Armonico Piano - Fund-Activ
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Este espacio curricular se plantea a partir del desarrollo de contenidos que apunten a la
adquisición de capacidades técnico-instrumentales y técnico-interpretativas, que permitan
dar sentido a las músicas provenientes del ámbito académico y popular, considerando tanto
las producciones propias como de los diferentes repertorios. Durante el transcurso de este
espacio curricular se irán implementando estrategias pedagógicas que permitan al
practicante generar, gradualmente, criterios propios de interpretación, considerando las
características contextuales de los diferentes repertorios musicales estudiados. El enfoque
metodológico propuesto para esta materia deberá permitir comprender, desde la praxis, el
proceso de producción de discursos musicales permitiendo llevar adelante una práctica
musical profesional en el rol de intérprete del instrumento armónico
18) Acordes tríada en inversión. Conducción de voces. Acordes de cuatro sonidos. Lectura y
Desarrollo de cifrados armónicos.
19) Géneros Musicales: Modos de acompañamiento y fraseos característicos
20) Utilización de la improvisación rítmico-melódica en el instrumento de acuerdo al género.
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21) Acordes de cuatro o más sonidos en inversión. Conducción de voces. Lectura y
desarrollo De cifrados armónicos
Estas relaciones que se van estableciendo generan un capital de recursos que tienen de
forma simultánea significación sonora, motriz y visual. Si se elige por ejemplo enseñar
primero el bajo y mientras el alumno lo toca, el maestro toca la melodía, se generan varios
procesos simultáneos:
Coordinación
Por lo tanto, el material elegido debe permitirle abordar estas problemáticas de a una, y a
medida que logra independencia en un aspecto, podrá resolver el siguiente.
Para que esto sea posible, el nivel de dificultad debe ser tal que una vez resueltas las
problemáticas de adquisición mecánica pueda apropiarse del objeto y expresarse a través
de él. El fenómeno expresivo no es posible si parte de la atención debe estar puesta en la
resolución mecánica. En éste punto del proceso, se trabajarán todos los aspectos necesarios
para que la ejecución sea la mejor posible para cada alumno en cada momento.
El maestro escucha, señala y comparte con el alumno lo que recibe de lo que éste toca.
Otra vez el maestro aparece acompañando el proceso en otro aspecto: la sensibilización, la
musicalización. Es otra escucha que posibilita la corroboración entre lo que dice y lo que él
cree que dice, entre lo que siente al tocar y aquello que recibe el que escucha. Se inicia así
un proceso donde la necesidad de modificación y determinadas apetencias deben pasar del
maestro al alumno, quien no modifica respondiendo a un pedido del maestro sino sólo
cuando este pedido se transforma en una necesidad propia. Por lo tanto, el trabajo del
maestro es generar en el alumno esa necesidad y proporcionando las herramientas técnicas
necesarias para poder "decir" lo que quiere y como "quiere".
Actividades
En los alumnos que tienen experiencia previa (en general provenientes del conservatorio
con bastante buena lectura), se observan dos problemáticas básicas: tienen disociada la
comprensión de la lectura y presentan problemas técnicos importantes.
Pareciera que estos alumnos tienen dos canales incomunicados de adquisición del objeto
musical, uno en el que se integran los aspectos sensoriales (vista y oído) con los aspectos
motores y racionales (cuando la fuente es el oído, una estructura mostrada sobre el teclado
o una idea) y otro que se limita a repetir notas cuando la forma de adquisición es la lectura.
En este caso el contacto es únicamente sensorial y motor quedando disociada la
comprensión y la observación. Esto se trabaja aprendiendo a "traducir" la partitura en
estructuras visuales y espaciales (tomando conciencia de ellas), teniendo como objetivo que
lleguen a visualizarse directamente sobre la partitura, adquiriendo una lectura estructural.
Respecto a los problemas técnicos aparece como pedido de los alumnos la necesidad de
tocar más cómodos y con un toque de más calidad.
En los alumnos sin experiencia previa o en los que han abordado el instrumento por su
cuenta, observo una particularidad especialmente en los percusionistas: tienen gran
dificultad en lograr independencia en los dedos y en instalar un mecanismo en el que el
dedo se mueva con precisión hacia su objetivo. Van "buscando" con los dedos porque falta
una orden precisa previa al movimiento. Este mecanismo es imprescindible para lograr una
ejecución prolija, incluso en la obra más simple. En algunos casos, a este mecanismo fallido
se agrega la falta de conocimiento visual del teclado y el hábito de "ir buscando" sin
establecer, nunca, la relación exacta entre el sonido buscado y su ubicación visual. Esto
debe ser modificado aprendiendo a ubicar con la vista antes de iniciar el movimiento.
Para esto se trabaja sobre el teclado visualizando diseños y estructuras, y armando con la
mano una digitación acorde que debe repetirse siempre igual para que la automatización
sea posible. La digitación es el elemento organizador de la mano. Si ésta automatiza
sistemáticamente digitaciones ordenadas, va adquiriendo un conocimiento propio e
independiente del "terreno" y una suerte de inteligencia propia que le permite tener una
digitación espontánea cada vez más eficiente.
Por otra parte, sabemos que las organizaciones discursivas de cada uno de dichos
componentes pueden ser comprendidas como recortes de un continuo temporal, contenidas en
unidades motívicas o métricas discretas, en niveles de progresiones tonales y delimitadas por
jerarquías cadenciales que dan cuenta de la articulación de diferentes niveles de unidades
formales. Dichas organizaciones discursivas (las cuales, a su vez, son factibles de ser
abordadas de acuerdo a sus propias gestualidades) contribuirán a conformar el gesto de toda
obra musical, el cual remitirá más al mundo de significaciones que emergen de ellas más que al
mundo de sus lógicas constructivas sintácticas. Así, podemos decir que la gestualidad de una
obra musical tonal será considerada como la sonoridad emergente de la interacción de las
gestualidades de sus componentes constitutivos en movimiento hacia eventos cadenciales y en
sus diferentes niveles de articulación jerárquica. La percepción de dicha sonoridad adquirirá, a
su vez, diferentes significaciones de acuerdo al contexto cultural en que se inserte.
Una educación musical o una terapia a través de la música, debería brindar al individuo
la oportunidad de explorar libremente el mundo de los sonidos y de expresar con
espontaneidad sus propias ideas musicales. Más aún, considero que del justo equilibrio entre la
carga y la descarga musical, es decir, de la dinámica interna de los procesos humanos en
relación a la música, dependerá fundamentalmente la posibilidad de que el contacto con la
música sea positivo para el hombre y contribuya a su salud mental, física y espiritual, a
promover su educación o su recuperación. A cualquier edad, un individuo debería poder
establecer contacto con su mundo sonoro internalizado que constituye un verdadero lenguaje
en potencia listo para emerger y servirle como vehículo expresivo total. Esta activación y
consiguiente reestructuración del archivo sonoro personal, a través del proceso de expresión
espontánea que se remonta a las primeras expresiones vocales del niño pequeño no debería
interrumpirse nunca a través de la vida del hombre. Durante el proceso de juego o de
improvisación sonora-musical interactúan una cantidad de factores que producen resultados
muy diversos y a menudo pueden llegar a desorientar acerca de la génesis de esta conducta
expresiva tan natural del hombre.
La improvisación musical es una actividad proyectiva que puede definirse como toda ejecución
musical espontánea producida por un individuo o grupo. El término "improvisación" designa
tanto a la actividad misma como a su producto. Su metodología es amplia y abarca desde: la
libertad total hasta la sujeción a pautas o reglas estrictas, del propio individuo o ajenas. La
situación espontánea, irreflexiva, hasta el más alto grado de participación de la conciencia
mental.