Dapena Ruben Dario C Difusora Austral SA S Ordinario

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 17

Poder Judicial de la Nación

CAMARA COMERCIAL - SALA C


En Buenos Aires a los 13 días del mes de julio de dos mil veinte, hallándose

reunidos los Señores Jueces de Cámara en la Sala de Acuerdos, fueron traídos

para conocer los autos caratulados, “DAPENA RUBEN DARIO C/

DIFUSORA AUSTRAL S.A. S/ ORDINARIO” (Expte.

N°Com24150/2006/CA2), en los que, al practicarse la desinsaculación que

ordena el artículo 268 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación,

resultó que la votación debía tener lugar en el siguiente orden: Doctores Julia

Villanueva (9) y Eduardo R. Machin (7).

Firman los doctores Doctores Julia Villanueva y Eduardo R. Machin

por encontrarse vacante la vocalía 8 (conf. art. 109 RJN).

Estudiados los autos la Cámara plantea la siguiente cuestión a resolver:

¿es arreglada a derecho la sentencia de fs. 1753/61?

La Señora Juez de Cámara Julia Villanueva dice:

I. La sentencia:

Mediante el pronunciamiento obrante a fs. 1753/61, el señor juez de

grado hizo lugar a la excepción de prescripción opuesta por Difusora Austral

S.A. y, en consecuencia, rechazó la demanda deducida en autos.

Para así decidir, sostuvo que, a los fines de determinar cuál era el plazo

de prescripción aplicable al caso, debían tomarse las mismas pautas que esta

Sala había adoptado al pronunciarse sobre la incompetencia planteada por la

demandada, ocasión en la que el tribunal había considerado que la acción

deducida en autos se sustentaba en el contrato de locación referido en el

escrito inaugural.
Fecha de firma: 13/07/2020
Firmado por: RAFAEL FRANCISCO BRUNO, SECRETARIO DE CÁMARA
Firmado por: EDUARDO R. MACHIN, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: JULIA VILLANUEVA,DAPENA
JUEZ DE CAMARA
RUBEN DARIO c/ DIFUSORA AUSTRAL S.A. s/ORDINARIO Expediente N° 24150/2006

#23957279#261797783#20200713133308514
Aplicó, por ende, el plazo de 5 años que se hallaba previsto en el inc. 2

del art. 4027 del derogado Código Civil, por lo cual, teniendo en

consideración la fecha de los alquileres que la locadora había reclamado en

sede civil –esto es, los devengados entre los meses de diciembre de 1994 y

junio de 1995- concluyó que, al día 31.05.2006 en que la presente acción había

sido deducida, ya se hallaba prescripta.

II. El recurso.

1. La sentencia fue apelada por el demandante a fs. 1763, recurso que

mantuvo mediante la expresión de agravios obrante a fs. 1789/94, que mereció

la respuesta de fs. 1800/02.

2. El apelante considera que el a quo hizo una interpretación forzada de

lo resuelto por esta Sala en aquella ocasión, lo cual lo llevó a restar todo valor

legal al contrato innominado que había sido firmado entre las partes, en el que

la demandada se había obligado a sustituirlo en el rol de fiador que él había

asumido en la locación que el sentenciante ponderó.

Sostiene que la relación jurídica base de esta acción no es el aludido

contrato de alquiler, sino el instrumento identificado como “DASA –

DESVINCULACION DAPENA”, en el que la nombrada se comprometió a

producir esa sustitución de la garantía que había sido prestada por su parte.

En tal marco, afirma que el juez incurrió en un excesivo rigor formal

sobre la base de afirmaciones dogmáticas y de fundamentos sólo aparentes,

que lo condujeron a interpretar en forma incorrecta la llamada “res iudicata” y


Fecha de firma: 13/07/2020
Firmado por: RAFAEL FRANCISCO BRUNO, SECRETARIO DE CÁMARA
Firmado por: EDUARDO R. MACHIN, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: JULIA VILLANUEVA, JUEZ DE CAMARA

#23957279#261797783#20200713133308514
Poder Judicial de la Nación
CAMARA COMERCIAL - SALA C
el principio procesal de preclusión.

II. La solución.

1. De las constancias de la causa resulta que el señor Dapena promovió

este juicio a fin de obtener el cobro de cierta suma de dinero que, según alegó,

había debido desembolsar en su calidad de fiador en el marco de la ejecución

de alquileres que refirió en la demanda.

Entre otras defensas, la demandada resistió la pretensión con sustento

en que la acción se hallaba prescripta, a cuyo efecto alegó que, a la fecha en la

que tal acción había sido deducida, ya había transcurrido el plazo que preveía

el art. 4027 inc. 2 del Código Civil para el cobro de esos alquileres.

Como se dijo, la defensa fue admitida en la sentencia apelada, en la que

el juez interpretó que ese era el plazo que debía ser aplicado al caso, en razón

de que, según sostuvo, así surgía de una resolución anterior de esta Sala, en la

que, en ocasión dilucidar la excepción de incompetencia allí tratada, el

tribunal había sostenido que el instrumento base del presente reclamo había

sido el contrato de locación celebrado entre la Sra. Forlino y DDI

Producciones SA, en el que el actor había asumido la calidad de fiador.

2. A mi juicio, el alcance que el señor magistrado otorgó a la aludida

resolución de esta Sala no es correcto, pues, como es claro, las

consideraciones –acertadas o no- vertidas en esa ocasión por el tribunal en su

anterior composición, no pudieron tener otro alcance que el de juzgar lo que

por entonces había sido sometido a juzgamiento, esto es, si este fuero resultaba

o no competente para intervenir en el pleito.


Fecha de firma: 13/07/2020
Firmado por: RAFAEL FRANCISCO BRUNO, SECRETARIO DE CÁMARA
Firmado por: EDUARDO R. MACHIN, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: JULIA VILLANUEVA,DAPENA
JUEZ DE CAMARA
RUBEN DARIO c/ DIFUSORA AUSTRAL S.A. s/ORDINARIO Expediente N° 24150/2006

#23957279#261797783#20200713133308514
A esos efectos, no era necesario ni procedente que la Sala emitiera

juicio definitivo sobre la cuestión, por lo que el hecho de que haya

considerado allí las previsiones asentadas en la fianza otorgada por el actor, no

relevaba de la necesidad de examinar, en esta nueva ocasión en la que hay que

pronunciarse sobre el fondo del asunto, cuáles habían sido las razones

invocadas por el nombrado en sustento de su pretensión.

Era necesario dilucidar la consistencia de esa pretensión para poder así

determinar cuál había sido la acción ejercida y, a la luz de esa pauta principal,

establecer si asistía o no razón a la defendida en su afirmación de que debía

aplicarse al caso el plazo de prescripción más arriba indicado.

Tras haber efectuado ese examen, he llegado a la conclusión de que son

dos las relaciones jurídicas que deben tenerse presentes para dilucidar el

asunto, que, en resumidas cuentas, impone determinar cuál es el fundamento

de la pretensión de reembolso que persigue el actor.

Por un lado, debe considerarse la aludida fianza otorgada por el

demandante respecto de las obligaciones que quedaron a cargo de la inquilina

en el contrato de alquiler celebrado entre la señora Forlino y DDI

Producciones SA; y, por el otro, debe atenderse también al convenio por virtud

del cual la aquí demandada “se comprometió a sustituir” al señor Dapena en la

aludida garantía.

En ese marco, este último adujo que su adversaria no había cumplido

con esa obligación de sustituirlo, por lo que debía reembolsarle esas sumas

que él había tenido que afrontar en el marco de la ejecución promovida por la


Fecha de firma: 13/07/2020
Firmado por: RAFAEL FRANCISCO BRUNO, SECRETARIO DE CÁMARA
Firmado por: EDUARDO R. MACHIN, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: JULIA VILLANUEVA, JUEZ DE CAMARA

#23957279#261797783#20200713133308514
Poder Judicial de la Nación
CAMARA COMERCIAL - SALA C
incumplida locadora.

De esa breve reseña surge con claridad que el demandante no pretende

cobrar ningún alquiler, sino remover el incumplimiento que reprocha a la

demandada respecto de ese otro contrato que entre ambos fue concertado.

No corresponde, por ende, aplicar el plazo previsto en la norma más

arriba citada, sino el ordinario de diez años que por entonces preveía nuestra

legislación (art. 846 del Código de Comercio y art. 4023 del Código Civil),

dado que el fundamento de la pretensión del actor deriva de un convenio

innominado que, como tal, no había sido destinatario de ninguna regulación

especial.

En tales condiciones, y siendo que la obligación allí asumida por

“Difusora Austral” venció el 2.06.95, esto es, a los 180 días de la celebración

del mencionado contrato; y teniendo en consideración que la carta documento

del 30.08.2004 interrumpió por un año la prescripción que a partir de entonces

se halló en curso, forzoso es concluir que, al momento en que la demanda fue

promovida –esto es, el día 31.05.2006-, los aludidos diez años no habían

transcurrido, lo cual obliga al rechazo de la defensa deducida.

3. Paso, en consecuencia, a ocuparme del fondo de la cuestión.

Más allá de cierta negativa formal sin ninguna implicancia, debe

considerarse admitido que entre la señora Forlino y DDI Producciones SA, fue

celebrado el contrato de locación descripto en la demanda, en el que el actor

asumió la calidad de fiador.

Fecha de firma: 13/07/2020


Firmado por: RAFAEL FRANCISCO BRUNO, SECRETARIO DE CÁMARA
Firmado por: EDUARDO R. MACHIN, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: JULIA VILLANUEVA,DAPENA
JUEZ DE CAMARA
RUBEN DARIO c/ DIFUSORA AUSTRAL S.A. s/ORDINARIO Expediente N° 24150/2006

#23957279#261797783#20200713133308514
También admitido se encuentra que, en su calidad de locadora, la

nombrada Forlino promovió ejecución a fin de obtener el cobro de los

alquileres que le eran adeudados y que, en el marco de ese juicio, el señor

Dapena efectuó los pagos cuyo reembolso pretendió en autos.

4. De otro lado, ha sido acreditada la autenticidad del contrato mediante

el cual “Difusora Austral” se avino a sustituir al demandante en la aludida

garantía, conclusión que se impone a la luz del reconocimiento efectuado por

el señor Infante en su declaración de fs. 1287/8, en la que el nombrado admitió

haber suscripto tal convenio en su carácter de presidente de la demandada.

Así las cosas, forzoso es concluir que, acreditada la existencia del

contrato, asiste razón al actor en cuanto a que la obligación así contraída fue

incumplida: tanto lo fue, que la demandada desconoció el convenio.

No obstante, ella no sólo negó la existencia de la relación, sino también

la interpretación que le había sido otorgada por el actor y la misma validez de

lo acordado.

5. Es verdad que el “efecto relativo” de los contratos que por entonces

se hallaba establecido en el art. 1195 del Código Civil derogado, tornaba

inoponible ese convenio a la locadora.

No obstante, todo parece indicar que lo concebido no fue una

obligación a “ser cumplida en especie”, es decir, mediante el otorgamiento de

una nueva garantía que fuera aceptada por la nombrada y que, por ende,

requiriera de un nuevo contrato con ésta destinado a permitir la sustitución

pactada.
Fecha de firma: 13/07/2020
Firmado por: RAFAEL FRANCISCO BRUNO, SECRETARIO DE CÁMARA
Firmado por: EDUARDO R. MACHIN, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: JULIA VILLANUEVA, JUEZ DE CAMARA

#23957279#261797783#20200713133308514
Poder Judicial de la Nación
CAMARA COMERCIAL - SALA C
El contexto en el que se celebró la operación demuestra, en cambio, que

allí no se asumió ninguna obligación de medios, sino que lo prometido fue un

resultado, esto es, el de liberar al actor de la responsabilidad que hubiera

podido corresponderle en su calidad de fiador.

Las partes no previeron de qué modo habría de producirse esa

liberación, lo cual deja en evidencia que lo relevante no fue eso, sino el

contenido económico de la obligación, que, concebida para ser cumplida en un

plazo cierto de 180 días, dio cuenta de que lo pretendido no era lograr el

consentimiento de la locadora, sino que bastaba con la oponibilidad de ese

contrato entre las partes que lo estaban celebrando.

6. No obstante, la cuestión es abstracta, porque, sea como fuere, el

negocio sobre el cual el demandante ha fundado su derecho a reclamar, no es

imputable a la sociedad.

A fin de explicarme, encuentro adecuado reseñar los hechos, que hablan

por sí solos.

Como quedó dicho, sobre el señor Dapena pesaban las obligaciones

que, en su caso, pudieran resultar de la fianza que él había otorgado con

motivo del contrato de locación que más arriba he referenciado.

El mencionado señor Dapena revestía, de otro lado, la calidad de socio

controlante –en altísimo porcentaje- de la sociedad demandada, de quien,

además, fue su presidente hasta el día 5.12.95.

Ese día tuvieron lugar tres episodios:

Fecha de firma: 13/07/2020


Firmado por: RAFAEL FRANCISCO BRUNO, SECRETARIO DE CÁMARA
Firmado por: EDUARDO R. MACHIN, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: JULIA VILLANUEVA,DAPENA
JUEZ DE CAMARA
RUBEN DARIO c/ DIFUSORA AUSTRAL S.A. s/ORDINARIO Expediente N° 24150/2006

#23957279#261797783#20200713133308514
a) el señor Dapena cedió las acciones que tenía en esa sociedad, las que

fueron adquiridas por Carlos Federico Ismael Infante;

b) la asamblea de la sociedad –integrada por ambos, esto es, por

Dapena en un 83% y por Infante en lo demás- aceptó la renuncia del actor a su

cargo y, en su reemplazo, designó al nombrado Infante;

c) nuevamente ambos –esto es, el actor Dapena y el señor Infante-

celebraron el contrato cuyo cumplimiento aquí se reclamó; contrato a resultas

del cual, en lo que aquí interesa, la sociedad, representada por Infante, asumió

las obligaciones que hasta entonces habían pesado sobre Dapena.

Esa asunción se hizo sin ninguna contraprestación y en el mes en el que

la locataria, sociedad también fundada por el actor, dejó de pagar.

En ese contexto, la demandada planteó la nulidad del acto por vicios

inherentes a la causa, alegando que Dapena e Infante habían puesto sobre ella

una obligación que debía considerarse inválida.

7. A fin de resolver el conflicto, vale comenzar por recordar que del art.

58 de la LGS resulta que el representante social no obliga a la sociedad por los

actos que sean notoriamente extraños al objeto social.

No es que esos actos sean nulos por defecto de capacidad del ente

representado, sino que son inimputables a éste, porque en ellos no se verifica

el presupuesto que, según la ley, permite afirmar que quien actúa por la

sociedad expresa su voluntad (ver MANÓVIL, Rafael M., "Actos que exceden

el objeto social en el derecho argentino", RDCO, año 11, 1978, p. 1047;

SUÁREZ ANZORENA, Carlos, en Zaldívar, Enrique — Manóvil, Rafael M.


Fecha de firma: 13/07/2020
Firmado por: RAFAEL FRANCISCO BRUNO, SECRETARIO DE CÁMARA
Firmado por: EDUARDO R. MACHIN, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: JULIA VILLANUEVA, JUEZ DE CAMARA

#23957279#261797783#20200713133308514
Poder Judicial de la Nación
CAMARA COMERCIAL - SALA C
— Rovira, Alfredo L. — Ragazzi, Guillermo E., Cuadernos de Derecho

Societario, t. I, Macchi, Buenos Aires, 1973, ps. 130 y 131; OTAEGUI, Julio

César, "Persona societaria: esquema de sus atributos", RDCO, año 7, febrero

1974, p. 290; RICHARD, Efraín H. — MUIÑO, Orlando M., Derecho

societario, 3ª reimpr., Astrea, Buenos Aires, 2000, ps. 46 y 47).

Es decir: cuando el representante obra de ese modo –esto es,

produciendo actos notoriamente extraños al aludido objeto- no obliga a la

sociedad que aduce representar, no porque ésta no tenga capacidad para

realizar esos actos, sino porque aquél no tiene competencia para generar con

ellos ningún vínculo que la obligue.

Vale acotar que esta posición, que lleva implícita la afirmación de que

el objeto no limita la capacidad de la sociedad sino la posibilidad de imputarle

los actos así de exorbitantes, en nada desmerece la protección que para los

socios procuró el legislador, toda vez que, en cualquier caso, sea que el acto se

juzgue nulo por incapacidad, sea que se estime meramente inimputable, ese

interés de los socios resulta igualmente protegido, dado que en ningún caso la

sociedad quedará obligada (la diferencia se detecta cuando, en cambio, los

socios quieren asumir el acto: si se lo estimara nulo por incapacidad de la

sociedad, esa asunción no sería posible ni siquiera por medio de una asamblea

unánime, dado que, en tanto órgano que es, ésta no podría remontar las

incapacidades del sujeto cuya estructura integra).

De estas precisiones resulta que el acto cuestionado no es nulo como lo

propuso la demandada, pero sí es inimputable a ella en los términos del citado


Fecha de firma: 13/07/2020
Firmado por: RAFAEL FRANCISCO BRUNO, SECRETARIO DE CÁMARA
Firmado por: EDUARDO R. MACHIN, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: JULIA VILLANUEVA,DAPENA
JUEZ DE CAMARA
RUBEN DARIO c/ DIFUSORA AUSTRAL S.A. s/ORDINARIO Expediente N° 24150/2006

#23957279#261797783#20200713133308514
art. 58.

8. Es verdad que esa conclusión exigiría explicar por qué el acto

cuestionado exorbitó el objeto social de la nombrada, extremo que podría

considerarse no acreditado si se atiende a que ella ni siquiera explicó en qué

consistía ese objeto suyo, entendido como actividad prevista en el estatuto.

No obstante, nuevamente la fuerza de los hechos ilustra al respecto,

dado el régimen legal que, cualquiera que hubiera sido ese objeto, debería

igualmente ser aplicado al negocio invocado, en tanto mediante él se canalizó

la asunción gratuita, por la sociedad, de aquella fianza que pesaba sobre el

actor.

Nuestros tribunales han considerado que actos de esa índole deben

considerarse de por sí notoriamente extraños a ese objeto social (esta Sala,

"Policronio S.A. s/concurso preventivo", 11/08/2006; CNCom., sala E,

03/09/2009, "Szwarcberg Hermanos S.A. s/concurso preventivo s/incidente de

revisión promovido por Soto Claudia al crédito de Simpa S.A."); y, yendo

incluso más allá, ha llegado a estimarse que la sociedad sólo puede otorgar

esas garantías en tanto tenga un objeto financiero y cobre una retribución por

ello (CNCom., sala D, "Sabavisa S.A. s/concurso preventivo s/ incidente de

revisión por Citibank N.A.", 03/06/2009).

A mi juicio, no puede descartarse de plano la viabilidad de que la

sociedad realice actos gratuitos –v. gr. cuando ellos coadyuvan a la

consecución de su objeto (ver Alegría, Héctor, La representación societaria,

"Revista de Derecho Privado y Comunitario", nº 6, p. 267)-, ni debe exigirse


Fecha de firma: 13/07/2020
Firmado por: RAFAEL FRANCISCO BRUNO, SECRETARIO DE CÁMARA
Firmado por: EDUARDO R. MACHIN, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: JULIA VILLANUEVA, JUEZ DE CAMARA

#23957279#261797783#20200713133308514
Poder Judicial de la Nación
CAMARA COMERCIAL - SALA C
en todos los casos que ese objeto suyo sea financiero como condición sine

qua non para que le sea imputable una fianza.

Por un lado, porque ese negocio es un negocio accesorio carente de

contenido autónomo, que bien podría servir para canalizar una operación

relacionada con un objeto social diverso al financiero y resultar, por ende,

imputable a la sociedad; y, por el otro, porque la viabilidad general de estas

operaciones se demuestra, como diría Otaegui, a la luz del hecho de que la

misma ley exige que la sociedad incluya en sus balances la información sobre

“…los avales y garantías, documentos descontados y toda otra cuenta de

orden…” (art. 63 inc. 3 LGS), previsión que no tendría sentido si esto le

estuviera prohibido.

No obstante, si aquellas versiones extremas no parecen correctas pues

no admiten distinciones que deben ser hechas, sí lo es que una fianza gratuita

no puede imputarse a la sociedad cuando se verifican circunstancias como las

que aquí han sido probadas.

Esas circunstancias demuestran que, cualquiera que hubiera sido el

objeto social de la emplazada, el acto atacado lo hubiera exorbitado (ver

OTAEGUI, Julio, Objeto social, capacidad societaria y falencia, LL, 2006-E,

541), pues ningún interés vinculado a la sociedad fue por tal vía gestionado.

Si la asunción de cualquier deuda ajena, cuando es gratuita, levanta una

voz de alerta acerca de la posibilidad de que ningún objeto social se

“encuentre en ejecución” –en tanto la actuación aparece prima facie disociada

de causa fin interesada que aglutina a los socios de la representada (art. 1 in


Fecha de firma: 13/07/2020
Firmado por: RAFAEL FRANCISCO BRUNO, SECRETARIO DE CÁMARA
Firmado por: EDUARDO R. MACHIN, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: JULIA VILLANUEVA,DAPENA
JUEZ DE CAMARA
RUBEN DARIO c/ DIFUSORA AUSTRAL S.A. s/ORDINARIO Expediente N° 24150/2006

#23957279#261797783#20200713133308514
fine LGS)-, esa alerta se convierte en comprobación cuando el tercero conoce

que ningún interés de la nombrada está siendo procurado, lo cual de suyo le

exhibe, en grado de notoriedad, que el representante no tiene facultades para

obligarla.

Eso ocurrió en este caso: el actor, que había sido hasta el día del

contrato socio controlante de la demandada en aquel grado, sabía que ella no

tenía ningún interés, ni en el contrato de locación que se pretendió afianzar por

esa vía, ni en sustituir al nombrado en las obligaciones respectivas.

Los únicos interesados en el “traspaso” de esa deuda a la sociedad

fueron quienes aparecen allí actuando: el vendedor y el comprador del paquete

accionario que hasta entonces había pertenecido al actor, actuando ese

adquirente en el carácter de “nuevo” representante del ente.

Ninguno de los dos pudo suponer que este último estaba gestionando el

“objeto social” –cualquiera que hubiera él sido- al así actuar, ni ignorar que, al

poner sobre la sociedad esa deuda ajena que era asumida por ella en forma

gratuita, se estaba también vulnerando el interés social concebido del modo

más arriba visto.

El representante, por ende, careció de atribuciones para actuar del modo

en que lo hizo, de lo cual se deriva que la obligación reclamada no puede

entenderse asumida por la sociedad, que la ha rechazado en estos autos.

9. No ignoro que de las constancias de la causa resultan elementos que

podrían dar lugar a una interpretación distinta.

Fecha de firma: 13/07/2020


Firmado por: RAFAEL FRANCISCO BRUNO, SECRETARIO DE CÁMARA
Firmado por: EDUARDO R. MACHIN, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: JULIA VILLANUEVA, JUEZ DE CAMARA

#23957279#261797783#20200713133308514
Poder Judicial de la Nación
CAMARA COMERCIAL - SALA C
Aquí se acreditó, en tal sentido, que la demandada había celebrado con

“DDI Producciones” -que era la locataria- cierto contrato en el cual la

defendida se había “hecho cargo” de la locación de marras.

Así fue informado por el liquidador de esa locataria, quien acompañó a

fs. 1517 el aludido convenio, del que resulta que, tras haber asumido la

licencia de ciertas radios, la demandada celebró ese convenio con “DDI” a fin

de dar por rescindida la relación contractual que ésta mantenía con la

licenciataria anterior, ocasión en la cual, en lo que aquí interesa, la nombrada

se hizo cargo de los contratos de alquiler que la nombrada DDI tenía

celebrados, como así también de la responsabilidad reclamada en los juicios

que allí se mencionaron.

En ese marco, el liquidador de “DDI Producciones” adujo no haber

pagado los alquileres de que aquí se trata porque ellos habían sido asumidos

por la demandada.

Nada de lo expuesto mereció la menor objeción por parte de la

interesada, que no impugnó esa prueba informativa ni desconoció el contenido

de ese contrato que la habría convertido –al menos en el plano interno de las

relaciones que aquí interesan- en la principal obligada.

Del peritaje contable producido en autos surge, además, que la

existencia de tal contrato fue admitida por la defendida, como se infiere de que

el experto indicó que “…como consecuencia de la rescisión de los contratos

con las Empresas DDI Producciones SA, Producciones 9 SA y Telemar S.A.,

éstas han cedido a favor de Difusora Austral S.A., los derechos y acciones de
Fecha de firma: 13/07/2020
Firmado por: RAFAEL FRANCISCO BRUNO, SECRETARIO DE CÁMARA
Firmado por: EDUARDO R. MACHIN, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: JULIA VILLANUEVA,DAPENA
JUEZ DE CAMARA
RUBEN DARIO c/ DIFUSORA AUSTRAL S.A. s/ORDINARIO Expediente N° 24150/2006

#23957279#261797783#20200713133308514
los juicios…” allí indicados (ver fs. 972/76, punto 2; y ver 978/93, donde obra

el informe del consultor técnico de la demandada en el mismo sentido), que

coinciden con los asumidos en función de aquel contrato.

De esto podría derivarse que la responsabilidad de la demandada por el

contrato de locación cuya desatención dio origen a este pleito había nacido

antes de que fuera firmado el contrato base de esta acción.

No obstante, ninguna de las partes sometió a consideración del tribunal

ni ese convenio ni sus alcances, por lo que la información que acabo de

reseñar, que surgió en el desarrollo del expediente, no se relaciona con ningún

presupuesto de hecho esgrimido ni en la demanda, ni en la defensa.

No es posible, por ende, construir sobre esa base ninguna plataforma

fáctica que pueda llevar al tribunal a sentenciar la causa de otro modo, toda

vez que cualquier argumentación que se esgrimiera acerca de ese contrato en

el que se habría convenido esa desvinculación, sería mera especulación.

Y ello sucedería con dos agravantes, que obligan a proceder con

precaución: a) por un lado, que la locataria “DDI” también era sociedad

vinculada al actor, que había sido su fundador (ver informe IGJ de fs. 1419/49

y testimonio del señor Sevilla de fs. 1388/89); y b) por el otro, que, cuando ese

convenio se celebró poniéndose a cargo de la demandada el aludido contrato

de locación, fue el mismo actor quien la representó, mientras que, de su lado,

quien hizo lo propio con la aludida locataria, fue la señora Ballestrini que, a la

razón, también integraba el directorio de la emplazada.

Fecha de firma: 13/07/2020


Firmado por: RAFAEL FRANCISCO BRUNO, SECRETARIO DE CÁMARA
Firmado por: EDUARDO R. MACHIN, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: JULIA VILLANUEVA, JUEZ DE CAMARA

#23957279#261797783#20200713133308514
Poder Judicial de la Nación
CAMARA COMERCIAL - SALA C
En fin: todo es demasiado oscuro como para que, de oficio, este tribunal

haga mérito de un contrato que, a falta de toda explicación por parte de los

contendientes, resulta inabordable.

No obstante, ese hecho y la existencia de otras defensas que no sólo

fueron improcedentes –v. gr. prescripción y desconocimiento del contrato y

sus circunstancias- sino que demoraron injustificadamente el trámite de la

causa, generando confusión y esfuerzos innecesarios, han de llevarme a

proponer a mi distinguido colega que las costas sean distribuidas en el orden

causado.

IV. La conclusión.

Por lo expuesto, propongo al Acuerdo revocar la sentencia apelada en

cuanto hizo lugar a la excepción de prescripción y, en consecuencia, rechazar

esa excepción y rechazar también la demanda. Las costas se distribuyen en el

orden causado en ambas instancias.

Por análogas razones, el Señor Juez de Cámara, doctor Eduardo R.

Machin, adhiere al voto anterior.

Con lo que termina este Acuerdo, que firman ante mí los Señores

Jueces de Cámara doctores

EDUARDO R. MACHIN
JULIA VILLANUEVA

RAFAEL F. BRUNO
SECRETARIO DE CÁMARA
Fecha de firma: 13/07/2020
Firmado por: RAFAEL FRANCISCO BRUNO, SECRETARIO DE CÁMARA
Firmado por: EDUARDO R. MACHIN, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: JULIA VILLANUEVA,DAPENA
JUEZ DE CAMARA
RUBEN DARIO c/ DIFUSORA AUSTRAL S.A. s/ORDINARIO Expediente N° 24150/2006

#23957279#261797783#20200713133308514
Buenos Aires, 13 de julio de 2020.

Y VISTOS:

Por los fundamentos del acuerdo que antecede se resuelve:

1. Habilitar la feria judicial extraordinaria al solo efecto del presente

Acuerdo, que se celebra en los términos de la Acordada N° 6/20 del

20.03.20 de la Corte Suprema de Justicia de la Nación -prorrogada por

sucesivas Acordadas de ese mismo Tribunal-, y de conformidad con el

régimen establecido por el Acuerdo Extraordinario de la Sala de Feria

de esta Cámara del 15.05.20 (v. su considerando VI), dejándose

aclarado que esta habilitación no importa la de los plazos, sin perjuicio

de lo que se correspondiera decidir a requerimiento de parte;

2. Revocar la sentencia apelada en cuanto hizo lugar a la excepción de

prescripción y, en consecuencia, rechazar esa excepción y rechazar también la

demanda. Las costas se distribuyen en el orden causado en ambas instancias.

Notifíquese por Secretaría.

Cúmplase con la comunicación ordenada por el art. 4° de la Acordada

de la Excma. Corte Suprema de Justicia de la Nación 15/13, del 21.5.2013.

Oportunamente, devuélvase al Juzgado de primera instancia.

Firman los suscriptos por encontrarse vacante la vocalía n° 8 (conf. art.

109 RJN).

EDUARDO R. MACHIN
JULIA VILLANUEVA

Fecha de firma: 13/07/2020


Firmado por: RAFAEL FRANCISCO BRUNO, SECRETARIO DE CÁMARA
Firmado por: EDUARDO R. MACHIN, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: JULIA VILLANUEVA, JUEZ DE CAMARA

#23957279#261797783#20200713133308514
Poder Judicial de la Nación
CAMARA COMERCIAL - SALA C

RAFAEL F. BRUNO
SECRETARIO DE CÁMARA

En la misma fecha se registró la presente en el protocolo de sentencias del


sistema informático Lex 100. Conste.

RAFAEL F. BRUNO
SECRETARIO DE CÁMARA

Fecha de firma: 13/07/2020


Firmado por: RAFAEL FRANCISCO BRUNO, SECRETARIO DE CÁMARA
Firmado por: EDUARDO R. MACHIN, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: JULIA VILLANUEVA,DAPENA
JUEZ DE CAMARA
RUBEN DARIO c/ DIFUSORA AUSTRAL S.A. s/ORDINARIO Expediente N° 24150/2006

#23957279#261797783#20200713133308514

También podría gustarte