La Importancia de Creer

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TEMA: LA IMPORTANCIA DE CREER

ACTIVA LA PALABRA DEL SEÑOR EN TU VIDA A TRAVÉS DE LA FE Y SUS


PROMESAS SE CUMPLIRÁN

INTRODUCCIÓN:

Las Escrituras son un conjunto de libros que reú nen los testimonios de personas que
se relacionaron con Dios, por lo que al leer recibimos revelació n sobre el cará cter y el
corazó n de nuestro Padre. A través de la historia de Abraham conocemos sobre la fe; a
través de la historia de Moisés sabemos sobre el valor del servicio; y a través de Jesú s
descubrimos lo importante que somos para Dios porque buscó salvarnos dando lo
má s valioso: la vida de Su Hijo. Si se continuara escribiendo, en alguna parte
aparecería tu vida como el ejemplo de alguien que aprendió a relacionarse con Dios y
por la fe recibió salvació n y bendició n.

BOSQUEJO:

I. ESCRITO ESTÁ

Marcos 9:14-24 Reina-Valera 1960


14 Cuando llegó a donde estaban los discípulos, vio una gran multitud alrededor
de ellos, y escribas que disputaban con ellos. 15 Y en seguida toda la gente,
viéndole, se asombró, y corriendo a él, le saludaron. 16 El les preguntó: ¿Qué
disputáis con ellos? 17 Y respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje a
ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo, 18 el cual, dondequiera que le toma, le
sacude; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando; y dije a tus
discípulos que lo echasen fuera, y no pudieron. 19 Y respondiendo él, les dijo: !!
Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta
cuándo os he de soportar? Traédmelo. 20 Y se lo trajeron; y cuando el espíritu
vio a Jesús, sacudió con violencia al muchacho, quien cayendo en tierra se
revolcaba, echando espumarajos. 21 Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo
hace que le sucede esto? Y él dijo: Desde niño. 22 Y muchas veces le echa en el
fuego y en el agua, para matarle; pero si puedes hacer algo, ten misericordia de
nosotros, y ayúdanos. 23 Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es
posible. 24 E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda
mi incredulidad.

1. Así que la Biblia es un libro sobre la fe. Una de esas historias cuenta que un
padre buscó la liberació n de su hijo atormentado por un espíritu inmundo.
Cuando Jesú s se acercó al grupo donde estaban este papá , los discípulos y los
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fariseos, los encontró discutiendo, lo que me recuerda que a veces discutimos
las Escrituras en lugar de creerlas, y eso no debería ocurrir ya que, si está
escrito en la Palabra de Dios, así será .
2. ¿Qué sucedió entonces con este padre y su hijo? Pues el hombre le pidió a Jesú s
que lo liberara porque lo había llevado con Sus discípulos, pero ellos no habían
podido hacer la obra.
3. En esa afirmació n vemos dos problemá ticas de fe: la de los discípulos y la del
padre, quien después reconoció que le costaba creer, pero le pidió ayuda al
Señ or para que su fe se fortaleciera.
4. Entonces Jesú s obró el milagro. Muchas veces somos como ese padre que
conoce al Señ or, lo busca y sabe que puede recibir bendició n, pero nos falta fe.

II. SABER Y CREER

Marcos 9:23 Reina-Valera 1960


23 Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.

1. ¿Cuá nta Palabra sabemos y de verdad creemos? Si realmente estamos


convencidos de que las promesas de Dios son ciertas, ¡no hay nada imposible
para nosotros! Por lo tanto, comienza a vivir por fe ya que la Palabra que de
verdad creemos es la que funcionará para bendecir nuestra vida.
2. Pareciera que sabemos má s de lo que creemos porque siendo cristianos
escuchamos, leemos y aprendemos la Palabra de Dios, pero si no hacemos algo
para que se cumpla, no demos- tramos que la creemos de verdad. El reino de
Dios no solo funciona por lo que sabemos, sino también por lo que creemos y
ponemos en prá ctica. Al Señ or le gusta nuestra sinceridad; si nuestra fe
necesita ser fortalecida, pidamos que nos ayude a creer y É l lo hará porque
insistentemente nos pide que le creamos, que no caminemos por vista sino por
fe.
ILISTRACIÓN: Los pilotos del avión realmente no avanzan por vista, sino porque
se dejan guiar por la ruta que les han trazado en tierra, pues ellos no pueden ver
todo el panorama y el tráfico aéreo. Si al ver la tormenta deciden desviarse sin
permiso, la catástrofe estaría más cerca porque el riesgo de un choque es alto,
así que deben confiar en las instrucciones que reciben. ¡Eso es avanzar por fe!

3. No debemos tomar decisiones fundamentadas en la informació n que recibimos


con nuestros sentidos sino avanzar confiando en las promesas que el Señ or nos
ofrece en las Escrituras. Tus sentidos pueden decirte que la enfermedad es
mortal, pero Jesú s te dice que por Su llaga fuiste sanado. A pesar de los
pronó sticos financieros, confía en que Dios te guardará en la palma de Su mano
y hará algo hermoso con tu vida y con tu familia.

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III. SALVOS POR FE

Hebreos 11:1-32 Reina-Valera 1960


11 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
2 Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. 3 Por la fe
entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo
que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía. 4 Por la fe Abel ofreció a Dios
más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era
justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella.
5 Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo
traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado
a Dios. 6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que
se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
7 Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se
veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó
al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe.
8 Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de
recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba.
9 Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena,
morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa;
10 porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y
constructor es Dios.
11 Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir;
y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo
había prometido.
12 Por lo cual también, de uno, y ése ya casi muerto, salieron como las estrellas
del cielo en multitud, y como la arena innumerable que está a la orilla del mar.
13 Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino
mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran
extranjeros y peregrinos sobre la tierra.
14 Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria;
15 pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente
tenían tiempo de volver.
16 Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se
avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.
17 Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había
recibido las promesas ofrecía su unigénito,
18 habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia;
19 pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de
donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir.
20 Por la fe bendijo Isaac a Jacob y a Esaú respecto a cosas venideras.
21 Por la fe Jacob, al morir, bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró
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apoyado sobre el extremo de su bordón.
22 Por la fe José, al morir, mencionó la salida de los hijos de Israel, y dio
mandamiento acerca de sus huesos.
23 Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres por tres meses,
porque le vieron niño hermoso, y no temieron el decreto del rey.
24 Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón,
25 escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los
deleites temporales del pecado,
26 teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los
egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón.
27 Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como
viendo al Invisible.

28 Por la fe celebró la pascua y la aspersión de la sangre, para que el que


destruía a los primogénitos no los tocase a ellos.
29 Por la fe pasaron el Mar Rojo como por tierra seca; e intentando los egipcios
hacer lo mismo, fueron ahogados.
30 Por la fe cayeron los muros de Jericó después de rodearlos siete días.
31 Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes,
habiendo recibido a los espías en paz.
32 ¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac,
de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas;

1. Para nosotros la fe es vital porque incluso por fe —y no por obras— recibimos


la salvació n.3 Es imposible autosalvarnos porque solo Dios, por gracia, puede
darnos ese regalo que no tiene precio. Así que la fe es todo: activa la gracia
redentora en nuestra vida y también activa el favor de Dios que abre puertas
para que crezcamos, avancemos y recibamos bendició n. Todo inicia por la fe
que nos mueve a esforzarnos, poner manos a la obra y provo- car que Dios nos
favorezca, porque le agrada ver que le creemos con un corazó n humilde y
agradecido por lo que ha hecho y hará en nuestra vida. ¡Convéncete! Dios abre
puertas a quienes confían en É l y le creen, pero cuando dejamos de confiar,
cuando dejamos de vivir por fe, nosotros mismos cerramos la puerta de Su
gracia y favor. Incluso es por fe que pode- mos levantarnos cuando caemos por
debilidad, como sucedió con Pedro.4 Sin una fe activa es como si estuviéramos
muertos, porque de nada sirve decir que creemos en Dios si no lo
demostramos.
2. El capítulo de Hebreos 11 nos habla de lo importante que es activar la fe ya
que al leer todos los ejemplos que nos muestra vemos que el verbo “creer”
siempre se acompañ a de otro verbo de acció n. En este capítulo vemos que Dios
ha buscado gente que le crea, pues todo lo demá s lo hace É l. Por fe, Abel
alcanzó buen testimonio, Abraham fue padre de una nació n, Sara concibió ,
4
Isaac bendijo a Jacob y a Esaú , Noé preparó un arca y Moisés liberó a los
israelitas, ¡la fe es acció n!
3. Se nace, se vive, se camina, se pelea, se muere y se resucita por fe. Si crees en
Dios y en Su Palabra debes demostrarlo con obras. Recuerda que sin fe es
imposible agradar a Dios, por lo tanto, todo lo que hacemos por fe le agrada.
¿Qué hacemos con nuestra medida de fe? Porque todos tenemos una que puede
incrementarse al ponerla en prá ctica.
4. Usa tu fe para aguantar una crisis y también para salir de ella. Crece en fe, no te
quedes con una que solo aguanta sino que madura para obtener una medida
que te mueva a superar las dificultades y lograr tus sueñ os. La Palabra de
Dios es viva y eficaz para realizar grandes proezas, no es una Palabra que te
pide ser conformista sino que te motiva a conquistar y vencer, y nunca vuelve
vacía porque busca que actú es. Cuando Dios te sana, Su Palabra regresa con
una persona que tiene nueva vida; cuando restaura tu familia, Su Palabra
regresa con personas plenas de gozo, pero todo esto puede suceder solo si
crees y actú as de acuerdo con esa Palabra.
5. Fortalece tu fe para ser esa tierra fértil donde la Palabra de Dios produce
abundante fruto y no te dejes abatir por los afanes de la vida que siempre
ofrecerá n mensajes negativos que podrían ahogar el mensaje del Señ or.8
Sabemos que las preocupaciones de la vida diaria tienen la capacidad de matar
nuestra fe porque son poderosas para enviar mensajes de fracaso. Cuando te
angustias por lo que comerá s, vestirá s y proveerá s a tu familia, no tienes paz
para enfocarte en aprender de la Palabra de Dios y crecer espiritualmente, así
que lo primero es tener fe para convencernos de que nuestro Padre nos
proveerá y bendecirá nuestro esfuerzo. No confíes en el dinero, en ese bien de
inter- cambio del mundo, porque tus recursos provienen del dueñ o de todo
cuanto existe.

CONCLUSION Y APLICACIÓN

La tentació n de pensar que las riquezas del mundo eliminará n los afanes es poderosa
y puede ahogar una vida de fe. Incluso Jesú s fue tentado con el afá n porque el diablo le
preguntó si tenía hambre y lo motivó a convertir las piedras en pan, pero Su respuesta
fue que no solo de pan terrenal vive el hombre sino de la Palabra de Dios, lo cual
significa dos cosas: la primera, que debemos alimentarnos de las enseñ anzas de
nuestro Padre; y la segunda, que debemos confiar en que nuestra provisió n también
viene de É l. Todo cuanto necesitas saber para prosperar en cada á rea de la vida —
espiritual, material y emocional— se encuentra en la Palabra de Dios. Cuando crees en
el Señ or, no importa la escasez o la abundancia que tengas porque tu gozo debe
provenir de É l, quien es tu esperanza y fortaleza. Cuando tienes fe, los afanes de la
vida no ahogan la Palabra de Dios, entonces creces espiritual y personalmente. La fe es
la sustancia, la esencia de tu gozo y plenitud, lo que extrae de la Palabra el contenido
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de tu bendició n, sanidad, salvació n y restauració n. Cuando sabemos de la Palabra de
Dios, tenemos la materia prima, el conocimiento, pero necesitamos activarla con la fe.

Los milagros no suceden por lo que sabemos sino por lo que creemos. Conéctate con
las Escrituras, apréndelas y actívalas con la fe que Dios te ha dado. Por fe, entrégale tu
vida para que Su gracia te salve y te guíe en cada etapa de tu vida.

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