Constantino I

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Constantino I (emperador)

Para otras personas del mismo nombre, véase Constantino I.

Constantino I

Emperador del Imperio romano

Busto de la estatua colosal de Constantino en la Basílica Nova de Roma (Museos


Capitolinos).

Información personal

Nombre latín: Flavius Valerius Aurelius Constantinus


secular Flavio Valerio Aurelio Constantino

Reinado 25 de julio de 306 – 29 de octubre de 312 (aclamado


como Augusto en Occidente, oficialmente
nombrado César por Galerio con Severo como
Augusto, por acuerdo con Maximiano, rechazó la
relegación a César en 309)
29 de octubre de 312 – 19 de septiembre de 324
(Augusto de Occidente sin disputa, principal
Augusto en el Imperio)
19 de septiembre de 324 – 22 de mayo de 337
(emperador del imperio unificado)
Nacimiento 27 de febrero c. 2721
Naissus (moderna Niš, Serbia)

Fallecimiento 22 de mayo de 337


Nicomedia (moderna Izmit, Turquía)

Entierro Mausoleo de Augusto

Predecesor Constancio Cloro

Sucesor Constantino II, Constancio II y Constante

Familia

Dinastía Constantiniana

Padre Constancio Cloro

Madre Helena

Consorte Minervina, disuelto por muerte o divorcio antes de


307,
Fausta

Descendencia Constantina, Helena, Crispo, Constantino


II, Constancio II y Constante

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Flavio Valerio Aurelio Constantino2 (Naissus, 27 de febrero de c. 2721 – Nicomedia, Bitinia y


Ponto, 22 de mayo de 337) fue Emperador de los romanos desde su proclamación por sus
tropas el 25 de julio de 306, y gobernó un Imperio romano en constante crecimiento hasta su
muerte. Se le conoce también como Constantino I, Constantino el Grande o, en la Iglesia
ortodoxa, las Iglesias ortodoxas orientales y la Iglesia católica bizantina griega, como san
Constantino.

Legalizador de la religión cristiana por el Edicto de Milán en 313, Constantino es conocido


también por haber refundado la ciudad de Bizancio (actual Estambul, en Turquía), llamándola
«Nueva Roma» o Constantinopla (Constantini-polis; la ciudad de Constantino). Convocó
el Primer Concilio de Nicea en 325, que otorgó legitimidad al cristianismo en el Imperio
romano por primera vez. Se considera que esto fue esencial para la expansión de esta
religión, y los historiadores, desde Lactancio y Eusebio de Cesarea hasta nuestros días, le
presentan como el primer emperador cristiano, si bien fue bautizado cuando ya se encontraba
en su lecho de muerte, tras un largo catecumenado.

Índice

[ocultar]

 1Biografía
o 1.1Primera tetrarquía
o 1.2Segunda tetrarquía
o 1.3Triarquía (311–313)
o 1.4Diarquía (314–326)
o 1.5Gobierno individual (326–337)
 2Constantino y el cristianismo
 3Política religiosa
o 3.1Veneración como santo
o 3.2La persecución a los paganos
o 3.3La reacción sasánida
o 3.4Cortesanos y funcionarios
 4El reinado de Constantino
o 4.1Filicidio
o 4.2Leyes de Constantino
o 4.3Reforma militar
o 4.4Acciones militares
o 4.5Constantinopla
o 4.6Reforma monetaria e iconografía
 5El legado de Constantino
o 5.1Leyendas y donaciones de Constantino
 6Referencias
 7Bibliografía
 8Véanse también
 9Enlaces externos

Biografía[editar]
Constantino nació en Naissus (la actual ciudad de Niš), hijo de Constancio Cloro,3 4 y su
primera esposa Helena.5En 292 el padre de Constantino se casó, en segundas nupcias,
con Flavia Maximiana Teodora, hija del emperador romano de occidente Maximiano. Teodora
daría a Constantino seis hermanastros.

Primera tetrarquía[editar]

Al principio del siglo IV, el imperio estaba gobernado por una tetrarquía: dos
augustos, Diocleciano y Maximiano, y dos césares, Constancio Cloro y Galerio, compartían el
poder. El joven Constantino sirvió en la corte de Diocleciano en Nicomedia tras el
nombramiento de su padre como uno de los dos césares de la Tetrarquía en 293.

Segunda tetrarquía[editar]

El año 305 marcó el final de la primera tetrarquía con la renuncia de los dos augustos
Diocleciano y Maximiano.6 De esta forma los dos césares accedieron a la categoría de
augusto y dos oficiales ilirios fueron nombrados nuevos césares. La segunda tetrarquía
quedaba así formada: Constancio Cloro y Severo II, como augusto y césar respectivamente,
en occidente y Galerio y Maximino Daya en la parte oriental del imperio.

Estatua de Constantino en York, ciudad donde fue proclamado emperador.

Sin embargo, Constancio Cloro cayó enfermo durante una expedición contra
los pictos en Caledonia, muriendo el 25 de julio de 306. Su hijo Constantino se encontraba
junto a él en su lecho de muerte en Eboracum (actual ciudad de York, Inglaterra), en la
Britania romana, donde su leal general Chroco, de ascendencia alemana, y las tropas leales a
la memoria de su padre le proclamaron augusto (emperador), lo que fue aceptado
rápidamente en Britania y Galia,7 pero rechazado en Hispania.8 . Simultáneamente, el césar
occidental Severo II, era proclamado augusto por Galerio. Ese mismo año el pueblo de Roma
nombra emperador a Majencio, hijo del anterior tetrarca Maximiano. Este último regresa
también a la escena política reclamando el título de augusto.
Comienza así un período de 20 años de conflicto que culminará con la asunción del poder
absoluto por Constantino el Grande. De este primer grupo de contendientes el primero en caer
fue Severo traicionado por sus tropas; mientras que por su parte Constantino y Maximiano
concertaban una alianza. Al final del año 307 había 4 augustos:
Constantino, Majencio, Maximiano y Galerio y un solo césar, Maximino Daya.

A pesar de la mediación de Diocleciano, al final del año 310 la situación era aún más confusa
con siete augustos: Constantino, Majencio, Maximiano, Galerio, Maximino, Licinio —al que
había introducido en la pugna Diocleciano— y Domicio Alejandro, vicario de África y
autoproclamado augusto.

En este entorno convulso comenzaron a desaparecer candidatos: Domicio Alejandro fue


asesinado por orden de Majencio; Maximiano se suicidó asediado por Constantino y Galerio
falleció por causas naturales.

Triarquía (311–313)[editar]

Finalmente, Majencio fue relegado por los tres augustos restantes y finalmente vencido por
Constantino en la batalla del Puente Milvio, en las afueras de Roma, el 28 de octubre de 312.
Una nueva alianza entre Constantino y Licinio selló el destino de Maximino que se suicidó tras
ser vencido por Licinio en 313.

Diarquía (314–326)[editar]

A partir de este punto el imperio quedaba dividido entre Licinio, en oriente, y Constantino en
occidente. Tras los enfrentamientos iniciales, ambos firmaron la paz en Serdica en 317.
Durante este período ambos nombraron césares según su conveniencia entre los miembros
de su familia y círculo de confianza. En el año 324, nuevos enfrentamientos terminaron con la
victoria de Constantino sobre Licinio en Adrianópolis y Crisópolis.

Gobierno individual (326–337)[editar]

Constantino representa el nacimiento de la monarquía absoluta y hereditaria. Durante su


reinado se introdujeron importantes cambios que afectaron a todos los ámbitos de la sociedad
del bajo imperio. Reformó la corte, las leyes y la estructura del ejército. Constantino trasladó la
capitalidad del imperio a Bizancio a la que cambió el nombre por Constantinopla. Falleció, por
enfermedad en 337, 31 años después de haber sido nombrado emperador en Britania. Al final
de su vida y sólo antes de morir se bautizó para morir como un cristiano.

Constantino y el cristianismo[editar]
San Constantino

Mosaico representando a Constantino I el Grande enHagia Sofía, Estambul.

Equiapóstolico , 13.º apóstol

Nombre Flavius Valerius Aurelius Constantinus

Nacimiento 27 de febrero de 272

Fallecimiento 22 de mayo de 337

Venerado en Iglesia ortodoxa, Iglesias ortodoxas


orientales e Iglesias católicas orientales

Principal Iglesia de los Santos Apóstoles


Santuario

Festividad 21 de mayo, junto a Santa Elena de


Constantinopla (Iglesia ortodoxa)

Atributos In hoc signo vinces, Lábaro (Crismón)


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Crismón utilizado por Constantino en el lábaro —o estandarte militar imperial— tras su conversión.

Seguramente, Constantino sea más conocido por ser el primer emperador romano que
autorizó el culto cristiano. Los historiadores cristianos desde Lactancio se decantan por un
Constantino que adopta el cristianismo como sustituto del paganismo oficial romano. El
historiador y filósofo Voltaire, no obstante, aseguró que «Constantino no era cristiano» y «no
sabía qué partido tomar ni a quién perseguir».9

Después de estudiar el incremento del número de cristianos en los primeros siglos de la era
común, el sociólogo Rodney Stark sugirió que el edicto de Milán no fue la causa del triunfo del
cristianismo, sino una respuesta astuta de Constantino frente al crecimiento exponencial del
número de cristianos en el Imperio romano, que habría pasado de aproximadamente 40 000
(0,07 % de la población del Imperio) en el año 150 a casi 6 300 000 (10,5 %) en el año 300.10

Su reinado llegó a ser un momento crucial en la historia de la Iglesia católica, en la cual


Constantino no sería bautizado hasta hallarse en su lecho de muerte. Constantino es llamado,
por su importancia, el «decimotercer apóstol» en las Iglesias orientales.

Política religiosa[editar]
Su relación con el cristianismo fue difícil, ya que fue educado en la adoración del dios Sol (Sol
Invictus), cuyo símbolo portaba y cuyo culto estaba asociado oficialmente al del emperador.11

Su conversión, de acuerdo con Eusebio de Cesarea en su Vita Constantini, fue el resultado


inmediato de un presagio antes de su victoria en la batalla del Puente Milvio, el 28 de
octubre de 312. Tras esta visión, Constantino modificó el estandarte imperial —el Lábaro—
para marchar a la batalla bajo el signo cristiano del crismón. La visión de Constantino se
produjo en dos partes: en primer lugar, mientras marchaba con sus soldados vio la forma de
una cruz frente al Sol. Tras esto, tuvo un sueño en el que se le ordenaba poner un nuevo
símbolo en su estandarte, ya que vio una cruz con la inscripción «In hoc signo vinces» («Con
este signo vencerás»). Mandándolo pintar de inmediato en los escudos de su ejército, venció a
Majencio. Se dice que tras estas visiones y por el resultado militar de la batalla del Puente
Milvio, Constantino se convirtió de inmediato al cristianismo.

Se piensa que la influencia de su familia fue en parte la causa de su adopción del cristianismo.
Se dice de su madre Elena, que probablemente naciera en una familia cristiana, aunque no se
sabe prácticamente nada de su entorno, exceptuando que su madre era hija de un mesonero
y que su padre fue un exitoso soldado, una carrera que excluía la práctica abierta del
cristianismo pues el culto contemporáneo de los soldados era el mitraísmo (adoración
de Mitra). Se sabe sin embargo que Elena realizó en sus últimos años numerosas
peregrinaciones. (Véase: Fiesta de las Cruces.)

Poco después de la batalla del Puente Milvio, Constantino entregó al papa Silvestre I un
palacio romano que había pertenecido a Diocleciano y anteriormente a la familia patricia de los
Plaucios Lateranos, con el encargo de construir una basílica de culto cristiano. El nuevo
edificio se construyó sobre los cuarteles de la guardia pretoriana de Majencio, los Equites
singulares, convirtiéndose en sede catedralicia bajo la advocación del Salvador, substituida
ésta más tarde por la de San Juan. Actualmente se la conoce como Basílica de San Juan de
Letrán. En 324 el emperador hizo construir otra basílica en Roma, en el lugar donde según la
tradición cristiana martirizaron a San Pedro: la Colina Vaticana, que actualmente acoge a
la Basílica de San Pedro. En el 326, apoyó financieramente la construcción de la iglesia del
Santo Sepulcro en Jerusalén.

En febrero del año 313, y probablemente aconsejado por el obispo de Córdoba Osio,
Constantino se reunió con Licinio en Milán, donde promulgaron el Edicto de Milán, declarando
que se permitiese a los cristianos seguir la fe de su elección.12 Con ello, se retiraron las
sanciones por profesar el cristianismo, bajo las cuales, muchos habían sido martirizados como
consecuencia de las persecuciones a los cristianos y se devolvieron las propiedades
confiscadas a la Iglesia. El edicto no sólo protegió de la persecución religiosa a los cristianos,
sino que sirvió también para las demás religiones, permitiendo que cualquier persona pudiese
adorar a la divinidad que eligiese. Un edicto similar ya se había emitido en el año 311 por
Galerio, entonces emperador, primero entre sus iguales, de la tetrarquía. El edicto de Galerio
concedía a los cristianos el derecho a practicar su religión, pero no a recuperar los bienes
confiscados.13 El Edicto de Milán incluía varias cláusulas que establecían que todas las
iglesias confiscadas durante la persecución de Diocleciano, serían devueltas, así como otras
disposiciones sobre los anteriormente perseguidos cristianos. Sin embargo y de hecho, a partir
de ese punto el cristianismo pasa a adquirir el estatus de religión privilegiada y se inician las
persecuciones a las demás religiones.14

Tras el edicto se abrieron nuevas vías de expansión para los cristianos, incluyendo el derecho
a competir con los paganos en el tradicional cursus honorum para las altas magistraturas del
gobierno, otorgando privilegios al clero (exención, por ejemplo, de ciertos impuestos), así
como también ganaron una mayor aceptación dentro de la sociedad civil en general. Se
permitió la construcción de nuevas iglesias y los líderes cristianos alcanzaron una mayor
importancia (como ejemplo de ello, los obispos cristianos adoptaron unas posturas agresivas
en temas públicos que nunca antes se habían visto en otras religiones).

Por otra parte, Constantino retendría el título de pontifex maximus hasta su muerte, un título
que los emperadores romanos llevaron como cabezas visibles del sacerdocio pagano hasta
que Graciano el Joven (375–383) renunció al título.15 16 Según los escritores cristianos,
Constantino se declararía finalmente, a sí mismo, cristiano cuando tenía más de cuarenta
años, escribiendo a los cristianos para dejarles claro que creía que debía su éxito a la
protección del Dios cristiano.17

Constantino tampoco patrocinaría únicamente al cristianismo. Después de obtener la victoria


en la batalla del Puente Milvio (312), mandó erigir un arco triunfal, el Arco de Constantino,
construido en el 315 para celebrarlo. El arco que está decorado con imágenes de
la Victoria con trofeos y sacrificios a dioses como Apolo, Diana, y Hércules, no contiene ningún
simbolismo cristiano.

Follis: moneda de Constantino con una representación del Sol Invictus y la inscripción SOLI INVICTO
COMITI, c. 315.

En el 321, Constantino dio instrucciones para que los cristianos y los no cristianos debieran
estar unidos en la observación del «venerable día del sol», que hacía referencia a la esotérica
adoración oriental al sol, que Aureliano había ayudado a introducir. Las monedas todavía
llevarían los símbolos de culto al sol (Sol Invictus) hasta el 324. Incluso después de que los
dioses paganos hubiesen desaparecido de las monedas, los símbolos cristianos aparecían
sólo como atributos personales de Constantino: Ji y Ro entre sus manos o en su lábaro, pero
nunca en la propia moneda.18 Incluso cuando Constantino dedicó la nueva capital de
Constantinopla, que se convertiría en la sede de la cristiandad bizantina durante un milenio, lo
hizo usando la diadema de rayos de sol de Apolo.

Constantino, siguiendo una extendida costumbre, no fue bautizado hasta cerca de su muerte
en 337, cuando su elección recayó sobre el obispo arriano Eusebio de Nicomedia, quien a
pesar de ser aliado de Arrio, aún era el obispo de la región. Eusebio era también amigo íntimo
de la hermana de Constantino, lo que probablemente asegurara su vuelta desde el exilio.

Aunque el cristianismo no se convertiría en religión oficial del Imperio hasta el final de aquel
siglo (un paso que daría Teodosio en el 380 con el Edicto de Tesalónica), Constantino dio un
gran poder a los cristianos, una buena posición social y económica a su organización,
concedió privilegios e hizo importantes donaciones a la Iglesia, apoyando la construcción de
templos y dando preferencia a los cristianos como colaboradores personales.

Icono donde aparece Constantino presidiendo el Primer Concilio de Nicea (325) y teniendo
anacrónicamente el texto del Símbolo niceno constantinopolitano en la forma adoptada en el Primer
Concilio de Constantinopla (381) con el inicial πιστεύομεν (creemos) sustituido por πιστεύω (creo), como
en la liturgia.

Como resultado de todo esto, las controversias de la Iglesia, que habían existido entre los
cristianos desde mediados del siglo II, eran ahora aventadas en público, y frecuentemente de
una forma violenta. Constantino consideraba que era su deber como emperador, designado
por Dios para ello, calmar los desórdenes religiosos, y por ello convocó el Primer Concilio de
Nicea (20 de mayo al 25 de julio de 325) para terminar con algunos de los problemas
doctrinales que infectaban la Iglesia de los primeros siglos, especialmente el arrianismo.

Durante las discusiones de carácter teológico en el consejo de Nicea, por el análisis de las
cartas escritas por Constantino, se evidencia una gran carencia de formación teológica, y los
estudiosos descartan la posibilidad de que él pudiese haber influido en la doctrina de la Iglesia
debido justamente a este desconocimiento en teología. Muchos se preguntan por qué el papa
Silvestre I no asistió a dicho concilio, siendo el más indicado para presidirlo. 19 Por esto
algunos creen que Constantino establecía una nueva religión, transfiriendo a ésta ornamentos
paganos que les eran propios a los gentiles, adoptados y santificados por la Iglesia, que no
afectaban ni alteraban la doctrina y enseñanzas cristianas de la Iglesia.20 De todos modos, él
inauguró el concilio vestido imponentemente, dio un discurso inicial ataviado con telas y
accesorios de oro, para demostrar justamente el poderío del Imperio por un lado, y el apoyo e
interés al concilio desde el estado, por el otro. El estado proveyó de comida y alojamiento, e
incluso de transporte, a los obispos que convergieron a Nicea para el concilio. Por otro lado, si
bien habían existido concilios antes que el de Nicea, éste fue el primer concilio ecuménico
(universal), con la participación de alrededor de 300 obispos (la mayoría de habla griega), lo
cual representó una minoría ya que en todo el territorio del Imperio había cerca de 1000
obispos.21 La importancia del mismo reside en la formulación del Credo Niceno (redactado en
griego, no en latín) que esencialmente permanece inalterado en su mensaje 1700 años
después, y en establecer la idea de la relación estado-iglesia que permitiría la expansión del
cristianismo con una vitalidad inédita.

En sus últimos años de vida también ejerció como predicador, dando sus propios sermones en
el palacio ante su corte y los invitados del pueblo. Sus sermones pregonaban al principio la
armonía, aunque gradualmente se volvieron más intransigentes hacia los viejos
modos paganos. Las razones para este cambio de postura son meras conjeturas. Sin
embargo, aun al final de su vida siguió permitiendo que los paganos recibieran nombramientos
públicos. Ejerciendo su poder absoluto, hizo recitar al ejército sus pregones en latín en un
intento de convertir a la clase militar al cristianismo, cosa que no consiguió. Comenzó un
extenso programa de construcción de iglesias en Tierra Santa, lo que expandió de forma
crucial la fe cristiana y permitió un considerable incremento del poder y la influencia del clero.

Veneración como santo[editar]

La Iglesia Ortodoxa venera a Constantino I como santo y le dio el título de Equiapóstolico por
sus servicios a la iglesia.22 Su fiesta es el 21 de mayo. Las Iglesias católicas
orientales también lo consideran un santo, pero no la Iglesia latina. En cambio, su nombre
figura en el Calendario de Santos Luterano.

La persecución a los paganos[editar]

En el año 314, inmediatamente después de su plena legalización, la Iglesia cristiana ataca a


los paganos: en el Concilio de Ancyra, se denuncia el culto a la diosa Artemisa.
En 326 Constantino ordenó la destrucción de todas las imágenes de los dioses y la
confiscación de los bienes de los templos. Ya en 319 había prohibido la construcción de
nuevas estatuas de los dioses y que se rindiera culto a las existentes. Muchos templos
paganos fueron destruidos por las hordas cristianas y sus sacerdotes fueron asesinados.
Entre el año 315 y el siglo VI miles de creyentes paganos fueron
23
asesinados. Entre 316 y 326 se proclaman una serie de disposiciones que favorecen al
cristianismo frente a la religión tradicional (prohibición de las haruspicia, la magia y los
sacrificios privados, exención fiscal a los clérigos cristianos, se otorga jurisdicción a los
obispos...), aunque el cristianismo no se convierte en la religión oficial del Imperio
romano hasta el Edicto de Tesalónica de 380.24 En Dydima, Asia Menor, es saqueado el
oráculo del dios Apolo y torturados hasta su muerte sus sacerdotes paganos. También son
desahuciados todos los paganos del monte Athos y destruidos todos los templos paganos de
ese lugar.

En el año 326, el emperador Constantino, siguiendo las instrucciones de su madre Helena,


destruye el templo del dios Asclepio en Aigeai de Cilicia y otros muchos templos más de la
diosa Afrodita...: en Jerusalén, en Afka en el Líbano, en Mambre, Fenicia, Baalbek, etc.

En el año 330 el emperador Constantino roba todos los tesoros y las estatuas de los templos
paganos de Grecia, para llevárselos y decorar su Nova Roma (Constantinopla), su nueva
capital del Imperio romano.

La reacción sasánida[editar]

Más allá de los límites del Imperio, al este del Éufrates, los gobernantes sasánidas del Imperio
persa habían sido por regla general tolerantes con sus cristianos. Pero ahora los cristianos de
Persia podían ser identificados como aliados del antiguo enemigo y fueron por ello
perseguidos. En una carta atribuida a Constantino para Sapor II que se supone escrita en 324,
se urgía a Sapor a proteger a los cristianos de su reino, tras lo que Sapor II escribió a sus
generales:

Arrestaréis a Simón, jefe de los cristianos. Le detendréis hasta que firme este documento y consienta en
recaudar para nosotros un impuesto doble y un doble tributo de los cristianos. Nosotros debemos llevar
por los dioses el peso de la guerra mientras ellos únicamente se dedican al descanso y el placer.
Habitan nuestro territorio y son amigos del César, nuestro enemigo.

Cita de Roma en el Éufrates, Freya Stark 1967, p. 375

Cortesanos y funcionarios[editar]

Constantino respetaba la cultura y el cristianismo, y su corte estuvo compuesta por viejos,


respetados y honorables hombres. A aquellas familias romanas que rehusaban el cristianismo
se les denegaban las posiciones de poder, si bien dos tercios de los altos cargos del gobierno
siguieron siendo no cristianos [cita requerida].

Constantino retiró su estatua de los templos paganos. La reparación de estos templos fue
prohibida, y los fondos fueron desviados en favor del clero cristiano. Se suprimieron las formas
ofensivas de adoración, fueran cristianas o paganas [cita requerida]. En la reinauguración de
Constantinopla en 330 se efectuó una ceremonia mitad pagana y mitad cristiana. En la plaza
del mercado se impuso la cruz de Cristo sobre el carro del Dios Sol.

El reinado de Constantino[editar]
Filicidio[editar]

Constantino fue también conocido por su falta de piedad para con sus parientes
consanguíneos y afines, como por ejemplo la ejecución de su cuñado el Emperador romano
de Oriente Licinio en 325, a pesar de que había prometido públicamente no ejecutarle antes
de su rendición el año anterior. En 326, Constantino ejecutó también a su hijo mayor, Crispo y
unos meses después a su segunda esposa Fausta (Crispo era el único hijo que tuvo con su
primera esposa Minervina). Corrieron rumores sobre una presunta relación entre hijastro y
madrastra que supuestamente podría haber sido la causa de la ira de Constantino,25 sin
embargo, estos rumores sólo se encuentran documentados por los historiadores Zósimo (siglo
V) y Juan Zonaras (siglo XII) y sus fuentes no han sido establecidas.26 Otra de las teorías
sobre la muerte de Crispo fue que Fausta estaba envidiosa ya que el hijo de Constantino no
era hijo de ella y era un gran comandante militar y probable sucesor al trono, acusándolo
falsamente ante el Emperador de anti-cristiano. Luego Constantino se arrepintió y vivió
atormentado por la muerte de Crispo hasta que fue bautizado, ya que le prometieron que esta
ceremonia lavaría sus pecados.

Leyes de Constantino[editar]

Las leyes de Constantino mejoraron en muchas facetas las de sus predecesores, aunque
también son un reflejo de una época más violenta. Algunos ejemplos de estas leyes son:
 Por primera vez, las niñas no podían ser secuestradas.
 Se ordenó la pena de muerte para todos aquellos que abusaran de la recaudación
de impuestos recaudando más de lo autorizado.
 No se permitía mantener a los prisioneros en completa oscuridad, sino que era obligatorio
que pudieran ver la luz del día.
 A un hombre condenado se le podía llevar a morir a la arena, pero no podía ser marcado
en la cara, sino que debía serlo en los pies.
 Los padres que permitieran que sus hijas fueran seducidas serían quemados
introduciéndoles plomo fundido por la garganta.
 Los juegos de gladiadores fueron eliminados en 325, aunque esta prohibición tuvo poco
efecto.
 El propietario de un esclavo tenía sus derechos limitados, aunque aún podía golpearlo o
matarlo.
 La crucifixión fue abolida por razones de piedad cristiana, aunque el castigo fue sustituido
por la horca para mostrar que existía la ley romana y la justicia.
 La pascua podía celebrarse públicamente. El Concilio de Nicea estableció, en el año 325,
la regla según la cual la Pascua se celebraría el primer domingo tras la luna llena que
sigue al equinoccio de primavera del hemisferio norte;27 mientras que los judíos, la
celebran según la Tanaj,28 el día 14-15 del primer mes (Nisan).
 El domingo fue declarado día de reposo el 7 de marzo del 321, por primera vez en la
historia,29 en el cual los mercados permanecerían cerrados, así como las oficinas públicas
y talleres, excepto para el propósito de la liberación de esclavos. Se permitía, si era
necesario, en las granjas. Este era el venerable día del sol.

Constantino pasaría también a la historia por las leyes que convirtieron los oficios de carnicero
y panadero en hereditarios, y más importante aún, por convertir a los colonos de las granjas
en siervos, sentando las bases de la sociedad feudal europea de la Edad Media.

Reforma militar[editar]
Véase también: Ejército romano tardío

Constantino continuó la reforma introducida por Diocleciano que separaba el poder civil y
militar (Ferrill 1986). Como resultado, generales y gobernadores poseían menos poder que
durante la anarquía militar. Criterios tanto económicos como de seguridad llevaron a la
modificación de la Gran Estrategia del Imperio romano durante la primera época del siglo IV.
Constantino convirtió el viejo sistema de frontera fortificada en un sistema de defensa elástica
en profundidad con la formación de una gran reserva central (Comitatenses Palatini) en
detrimento de las tropas de frontera (limitanei o ripenses) y el fortalecimiento de la caballería.
El mando del nuevo ejército móvil era compartido por dos mariscales de campo.

Constantino disolvió la guardia pretoriana y en su lugar estableció las Scholae Palatinae;


cuerpos de caballería de élite, principalmente de origen germánico. Por otra parte, el tamaño
de la legión se redujo a 1.000 soldados.

Este cambio en la estrategia, criticada por historiadores como Zósimo y Edward Gibbon y
defendida por otros como Mommsen, no varió hasta la caída del Imperio en Occidente y hasta
las reformas del emperador Mauricio en Oriente.

Acciones militares[editar]

Su victoria en 312 sobre Majencio en la batalla del Puente Milvio le convirtió en gobernante de
todo el Imperio romano de Occidente. Gradualmente fue consolidando su superioridad militar
sobre sus rivales de la ya desmenuzada tetrarquía. Ya ocupada Roma celebró un triunfo por
sus victorias contra los germanos del Danubio (296) y Rin (305-306), persas en Siria (297-299)
y pictos (306). Su éxito más importante en esas campañas fue sometimiento de Chroco, rey
de los alemanes (306).

En 320, Licinio, emperador de la parte oriental del Imperio, renegó de la libertad de culto
promulgada en el Edicto de Milán en 313 e inició una nueva persecución de los cristianos.
Esto suponía una clara contradicción, ya que su esposa Constancia, hermanastra de
Constantino, era una influyente cristiana. Esto derivó en una disputa con Constantino en el
oeste, que tuvo su clímax en la gran guerra civil de 324. Los ejércitos implicados fueron tan
grandes que no se tiene constancia en Europa de una movilización similar al menos hasta
el siglo XIV. Licinio, ayudado por mercenarios godos, representaba el pasado y la antigua fe
del paganismo. Constantino y sus francos marcharon bajo el estandarte cristiano del lábaro, y
ambos bandos concibieron el enfrentamiento como una lucha entre religiones. Supuestamente
rebasados en número, aunque enaltecidos por su celo religioso, el ejército de Constantino
resultó finalmente victorioso, primero en la batalla de Adrianópolis en 324 y más tarde su
hijo Crispo dio el golpe de gracia a Licinio en la batalla naval de Crisópolis. Ahora era el único
emperador de un Imperio romano reunificado (MacMullen 1969).
Constantinopla[editar]

Acuñación de Constantino I para conmemorar la fundación de Constantinopla

Esta batalla representó el final de la vieja Roma y el inicio del Imperio Oriental como centro del
saber, de la prosperidad y de la preservación de la cultura. Constantino reconstruyó la ciudad
de Bizancio, cuyo nombre procedía de los colonos que la fundaron en
el 667 a. C. precedentes de la polis griega de Megara bajo el mando de Byzas. La ciudad fue
refundada en 324,30 dedicada el 11 de mayo de 33030 , renombrada Constantinopolis, y se
acuñaron monedas conmemorativas para celebrar el evento.

Constantino renombró la ciudad, poniéndole el nombre de «Nueva Roma» (Nova Roma),


otorgando a ésta un senado y oficiales civiles de forma similar a la antigua Roma, y bajo la
protección de la supuesta Vera Cruz, la vara de Moisés y otras reliquias sagradas. Las
imágenes de los viejos dioses fueron reemplazadas o asimiladas con la nueva simbología
cristiana. sobre el lugar donde se levantaba el templo de Afrodita se construyó la
nueva Basílica de los Apóstoles. Varias generaciones más tarde se difundió una historia sobre
la visión divina que llevó a Constantino a reconstruir la ciudad, según la cual un ángel que
nadie más podía ver le condujo en un circuito a través de los nuevos muros. Tras su muerte, la
ciudad volvió a cambiar su nombre por el de Constantinopla, «la Ciudad de Constantino», y se
convirtió de forma gradual en la capital del Imperio31

Reforma monetaria e iconografía[editar]

A lo largo de su reinado, Constantino introdujo un importante número de cambios en el


sistema monetario (Sear 1988). El tradicional áureo dio paso a una nueva moneda,
el sólido de 4,50 gramos, como moneda estándar del Imperio romano. Otras nuevas monedas
de oro fueron el semis o medio sólido y el scripulum (3/8 de sólido). En cuanto a las monedas
de plata, introdujo el miliarense de 4,5 gramos, con un valor de 1/18 de sólido y la siliqua con
un valor de 1/24 de sólido. El follis, moneda de bronce con baño de plata sufrió varias
reducciones de tamaño; se desconoce el nombre de las nuevas monedas resultantes y se ha
adoptado para ellas un nombre en código en función de su tamaño.

Las monedas acuñadas por los emperadores revelan con frecuencia su iconografía personal.
Durante la primera parte del gobierno de Constantino, las representaciones de Marte y
posteriormente de Apolo como Dios Sol aparecen de forma constante en el reverso de las
monedas. Marte había sido asociado con la tetrarquía, y Constantino quiso con este
simbolismo enfatizar la legitimidad de su gobierno. Tras la ruptura con el viejo colega de su
padre Maximiano en 309-310, Constantino comenzó a reclamar su legitima descendencia del
emperador del siglo III Claudio Gótico, el héroe de la batalla de Naissus (septiembre de 268).
La Historia Augusta del siglo IV dice que la abuela paterna fue hija de Crispo, siendo este
Crispo hermano tanto de Claudio Gótico como de Quintilo. Sin embargo, los historiadores
sospechan que todo pueda formar parte de una «fabricación genealógica» para favorecer a
Constantino.

Claudio Gótico había pedido la divina protección del invicto Apolo/Sol. A mediados de 310, dos
años antes de su victoria en el puente Milvio, Constantino experimentó una visión en la cual
Apolo se le apareció con presagios de victoria. Tras este hecho, el reverso de sus monedas
estuvieron dominados durante muchos años con la leyenda «al aliado Sol Invictus» (SOLI
INVICTO COMITI). La descripción representa a Apolo con un halo solar al modo del dios
griego Helios y con el mundo en sus manos. En 320, el mismo Constantino aparece con un
halo. También existen monedas mostrando a Apolo conduciendo el carro del sol sobre un
escudo que Constantino sostiene y en otras de 312 se muestra el símbolo cristiano
del crismón sobre la armadura de Constantino.

Los grandes ojos abiertos y fijos son una constante en la iconografía de Constantino, aunque
no era un símbolo específicamente cristiano. Esta iconografía muestra cómo las imágenes
oficiales cambiaban desde las convenciones imperiales de los retratos realistas hacia
representaciones más esquemáticas: el emperador como emperador, no simplemente como
Constantino, con su amplia y característica barbilla. Esos grandes ojos abiertos y fijos se
harían aún más grandes a medida que progresara el siglo IV.

El legado de Constantino[editar]
Cabeza de bronce de Constantino I (Museos Capitolinos).

Además de haber sido llamado honoríficamente «El Grande» por los historiadores cristianos
tras su muerte, Constantino podía presumir de dicho título por sus éxitos militares. No sólo
reunificó el imperio bajo un solo emperador, sino que obtuvo importantes victorias sobre
los francos y los alamanes (306-308), de nuevo sobre los francos (313-314),
los visigodos en 332 y sobre los sármatas en 334. De hecho, sobre 336, Constantino había
recuperado la mayor parte de la provincia de Dacia, perdida durante largo tiempo y
que Aureliano se había visto forzado a abandonar en 271. Por ello, Constantino tomó el título
de Dacicus maximus en 336.32 .

En los últimos años de su vida, Constantino planeaba una gran expedición para poner fin a la
rapiña de las provincias del este por parte del Imperio sasánida33 , pero la campaña fue
anulada cuando Constantino enfermó en la primavera de 337, muriendo poco después.34

Fue sucedido en el Imperio por los tres hijos de su matrimonio con Fausta: Constantino
II, Constante y Constancio II, quienes se aseguraron su posición mediante el asesinato de
cierto número de partidarios de Constantino. También nombró césares a sus
sobrinos Dalmacio y Anibaliano. El proyecto de Constantino de reparto del Imperio era
exclusivamente administrativo. El mayor de sus hijos, Constantino II, sería el destinado a
mantener a los otros tres supeditados a su voluntad. El último miembro de la dinastía fue su
yerno Juliano, quien trató de restaurar el paganismo.

Leyendas y donaciones de Constantino[editar]

En sus últimos años, los hechos históricos se mezclan con la leyenda. Se consideraba
inapropiado que Constantino hubiese sido bautizado sólo en su lecho de muerte y por un
obispo de dudosa ortodoxia (se dice que Eusebio de Nicomedia era arriano), y de este hecho
parte una leyenda según la cual el papa Silvestre I (314-335) habría curado al emperador
pagano de la lepra. También según esta leyenda, Constantino habría sido bautizado tras
haber financiado la construcción de una iglesia en el Palacio de Letrán35 . En el siglo VIII,
probablemente durante el pontificado del papa Esteban II (752–757), aparece por primera vez
un falso documento conocido como «Donación de Constantino», en el cual un recientemente
convertido Constantino entrega el gobierno temporal sobre Roma, Italia y el occidente
al papa.36 En la Alta Edad Media, este documento se usó para aceptar las bases del poder
temporal del papa de Roma, aunque fue denunciado como apócrifo por el emperador Otón
III,37 y mostrado como la raíz de la decadencia de los papas por el poeta Dante Alighieri.38 En
el siglo XV el experto filólogo y humanista Lorenzo Valla demostró la falsedad del
documento.39

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