Autoeficacia y Asertividad UPC
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Autoeficacia y Asertividad UPC
DOI 10.19083/tesis/625074
FACULTAD DE PSICOLOGÍA
TESIS
AUTOR
ASESOR
Esta tesis va dedicada en primer lugar a mis padres que me han apoyado en todo
momento, a mi abuelo Francisco, que desde donde está, estoy segura que se encuentra
feliz de saber que culminé con éxito mi carrera universitaria, a mi tía Fela que me apoya y
aconseja siempre y a todas aquellas personas que aportaron para que todo esto sea una
realidad.
I
AGRADECIMIENTOS
Agradezco a mis padres y a todos aquellos que hicieron posible esta tesis, quiero mencionar
de manera muy especial a Johanna Kohler, mi asesora, quien se mostró muy dispuesta a
apoyarme desinteresadamente a lo largo de todo este proceso.
II
RESUMEN
danza, de los distritos de Ate, San Luis y Santa Anita (selección en base al nivel
asertividad de Rathus (R.A.S., León y Vargas, 2008) y la adaptación del test de autoeficacia
en toda la muestra y, en los que practican y no practican danza; sin embargo, el coeficiente
de correlación más alto (r = .58) se obtiene en los adolescentes que practican danza, mientras
baja con pasividad en toda la muestra y los que no practican danza; mientras que no existe
III
Self – efficacy and assertiveness in teenagers who practice and do not practice traditional
dances in Lima city.
ABSTRACT
This work aims to relate self-efficacy to assertiveness in a sample of 238 teenagers who
practice (67%) and who do not practice (33%) traditional dances. They are students from
educational institutions and dance studios in the districts of Ate, San Luis and Santa Anita
(districts chosen based on their socioeconomic status).
This work revealed that: (a) The whole sample shows that self-efficacy is significantly and
positively related to assertiveness. However, from those who practice and those who do not
practice dances, the highest correlation coefficient (r = .58) was found in teenagers who
practice dances. Conversely, in the whole sample and in those who do not practice dances,
the correlation was moderate (r = 47 and r = 46, respectively). (b) Self-efficacy is
significantly, negatively and low related to passivity in the whole sample, and in those who
do not practice dances. There is no meaningful connection in the results from the group of
teenagers who practice dances.
IV
TABLA DE CONTENIDOS
1 INTRODUCCIÓN ....................................................................................................... 1
3 METODOLOGÍA...................................................................................................... 10
4 RESULTADOS .......................................................................................................... 21
5 DISCUSIÓN ............................................................................................................... 27
V
7 REFERENCIAS ........................................................................................................ 42
8 ANEXOS .................................................................................................................... 46
VI
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 1 Datos sociodemográficos de la muestra total ......................................................... 10
Tabla 2 Datos sociodemográficos seún grupos ................................................................... 11
Tabla 3 Matriz de componentes rotados de la Escala de Asertividad de Rathus (R.A.S.) .. 15
Tabla 4 Matriz de componentes rotados de la Escala de Autoeficacia Generalizada ......... 17
Tabla 5 Cronograma de aplicaciones................................................................................... 18
Tabla 6 Correlaciones para el grupo total de adolescentes.................................................. 21
Tabla 7 Correlaciones para el grupo total de adolescentes en base a la práctica de danzas 22
Tabla 8 Puntuaciones obtenidas en base a la práctica de danzas......................................... 24
Tabla 9 Puntuaciones obtenidas en base a la práctica de otra actividad física .................... 25
Tabla 10 Puntuaciones en base al género del adolescente................................................... 26
VII
1 INTRODUCCIÓN
1.1 Asertividad
De acuerdo a Egúsquiza (2000), la palabra asertividad proviene del latín asserere, asser tum
que en español significa afirmar. La asertividad se define como la afirmación de la propia
personalidad, la confianza en sí mismo y también se relaciona a la autoestima, el aplomo, la
comunicación segura y eficiente, etc.
Yücel, Kora, Özyalcín, Alcalar, Özdemir y Yücel (2002) (como se citó en León & Vargas,
2009) conceptualizan la asertividad como la habilidad para expresar pensamientos,
sentimientos y creencias de modo explícito y apropiado, mostrando así respeto por los
derechos de los otros a la misma vez que se protegen los propios. Según lo que se plantea es
que las personas asertivas encuentran relativamente fácil hacer y rechazar demandas de
otros, así como también se encuentran en la capacidad de enfrentar las consecuencias de ser
rechazados.
1.1.1 Auto-asertividad y hétero - asertividad
Scolara (2011), establece dos constructos para clasificar la asertividad, el primero de ellos
es la auto- asertividad que es definida como el comportamiento que resulta en un acto de
expresión sincera y cordial de sentimientos propios y de defensa de los propios valores,
gustos, deseos o preferencias. El segundo es la hetero – asertividad que consiste en la clase
de comportamiento que forma parte de un acto de respeto a la expresión sincera y cordial de
los sentimientos y de valores, como gustos, deseos o preferencias de los demás. En
conclusión, para esta autora, el comportamiento asertivo es caracterizado por compartir
ambas cualidades.
La conducta asertiva como la define Castanyer (s.f.) (como se citó en Scolara, 2011) implica
firmeza para utilizar derechos, expresar pensamientos, sentimientos y creencias de un modo
directo, honesto y apropiado sin transgredir los derechos de los demás. Las personas
asertivas no se van a preocupar por “ganar”, sino por llegar a un acuerdo. Es un estilo de
interacción social que se caracteriza por un equilibrio medio entre la auto y hétero –
asertividad. Para ello se requiere que se reconozcan derechos y responsabilidades (tanto
propias como de los demás) en esa situación, así como qué consecuencias resultan de la
expresión de los propios sentimientos, creencias pensamientos, etc.
1
1.1.2 Estilos de conducta: pasivo, asertivo y agresivo
Se sostiene que existen tres tipos de estilo de conducta: el pasivo, agresivo y asertivo. Así
mismo, nadie es puramente agresivo, pasivo o asertivo. En general, existen tendencias hacia
alguna de estas conductas, sin existir tipos puros. El estilo de conducta asertivo se encuentra
entre ambos (pasivo y agresivo) (Scolara, 2011).
Castanyer (s.f.) (como se citó en Scolara, 2011) sustenta que la conducta pasiva se
caracteriza por no defender los derechos e intereses personales. Consiste en respetar a los
demás, pero no a la persona misma, forma parte de un estilo de interacción social
caracterizado por una elevada hetero – asertividad y una escasa auto – asertividad.
Así mismo, la conducta agresiva conceptualizada por Castanyer (s.f.) (como se citó en
Scolara, 2011) hace referencia a una marcada defensa de los derechos personales y expresión
de los pensamientos, sentimientos y opiniones de una manera inapropiada e impositiva,
transgrediendo así los derechos de las otras personas. Es un estilo de interacción social que
se caracteriza por una elevada auto – asertividad y escasa hétero – asertividad.
También existe un estilo, que es el pasivo – agresivo y es propio de individuos pasivos en su
comportamiento externo, pero que se encuentran muy resentidos en sus pensamientos y
creencias. Al no poder expresar adecuadamente estos pensamientos, utiliza métodos sutiles
e indirectos, utilizando ironías, sarcasmos, indirectas y oponiéndose a los demás. Ello debido
a la falta de habilidad para afrontar las situaciones de manera más adecuada (Scolara, 2011).
1.1.3 Estilos de respuesta asertiva
Existen tipos de respuestas asertivas, la primera de ellas es la asertividad positiva, esta se
caracteriza por la expresión adecuada de lo bueno y valioso que se ve en otras personas. La
iniciativa parte del sujeto y consiste en expresar con frases adecuadas y en el momento
preciso, algo positivo de otra persona (Scolara, 2011).
El segundo tipo de respuesta asertiva es la respuesta asertiva elemental y consiste en la
expresión llana y simple de los propios intereses y derechos. Es utilizada en el caso de las
interrupciones, descalificaciones, desvalorizaciones, etc. (Scolara, 2011).
El tercer tipo de respuesta es la respuesta asertiva con conocimiento o asertividad empática
y se caracteriza por la transmisión del reconocimiento hacia la otra persona tomando en
cuenta a la vez los propios derechos e intereses sin que se dejen de lado (Scolara, 2011).
El cuarto tipo de respuesta es la respuesta asertiva ascendente (o asertividad escalonada), se
caracteriza por la elevación gradual de la firmeza de la respuesta asertiva y más que una
respuesta se conceptualiza como una pauta de comportamiento que se da cuando la otra
2
persona no se da por aludida o rechaza los intentos de asertividad, intentando una y otra vez
de ignorar los propios derechos, tomando una posición de intimidación (Scolara, 2011).
El quinto tipo es la asertividad subjetiva que viene a ser la descripción, sin condenar y
objetiva, del comportamiento del otro, la descripción de los propios sentimientos y la
expresión de lo que se quiere del otro. Este tipo de respuesta se utiliza en los casos en los
que se tiene claro que el otro no ha querido agredir de forma consciente (Scolara, 2011).
El sexto tipo es la respuesta asertiva frente a la pasividad o la agresividad. Esta consiste en
hacer ver a la otra persona cómo se está comportando y mostrarle la forma de cómo podría
comportarse de manera asertiva (Scolara, 2011).
1.1.4 La asertividad en la adolescencia
El estudio de la asertividad en la adolescencia ha cobrado un valor importante, diversas
investigaciones han evidenciado la importancia de la asertividad en cuanto a la
drogodependencia y se encontró que el consumo de drogas como alcohol, cigarros y
marihuana en adolescentes depende de factores sociales, la edad y características personales
como la asertividad. De esa forma es considerada como un predictor de la cronicidad en el
uso de la cocaína y la heroína. Las conductas que denotan una baja asertividad y alta
agresividad son mucho más frecuentes en adolescentes que usaban: marihuana, tabaco y
alcohol. También se determinó que mujeres con baja asertividad y liderazgo, y altos niveles
de emocionalidad, mostraron mayores problemas de dependencia y abuso de alcohol (León
& Vargas, 2008).
De acuerdo a lo planteado por Poyrali, Arbon, Amaury, Mc Pherson y Pisecco (2002) (como
se citó en León & Vargas, 2008) en el ámbito educativo, se encontró que la falta de
asertividad repercute en la capacidad, por ejemplo, de estudiantes extranjeros para adaptarse
al ámbito escolar, según estudio.
También de acuerdo a un estudio en el que se implementó un modelo de educación deportiva,
cada alumno que se veía implicado en una unidad didáctica debía adoptar dentro de su equipo
un rol distinto. El fin de asumir diferentes roles supone desarrollar una serie de funciones
que tiene consecuencias en la relación con los compañeros desde una visión diferente a la
habitual, exigiendo que se pongan de esa forma una serie de habilidades sociales. Por
ejemplo, cuando se exige el trabajo en equipo, tratando así de mantener una buena relación
entre los componentes del equipo. Ello está relacionado con la mejora de la asertividad, por
el hecho de aprender a valorar la victoria, en este caso, en la medida justa y en el segundo
caso porque los alumnos perciben con normalidad, sin tendencias a la pasividad, ni
3
comportamientos negativos, el asumir el liderazgo en circunstancias de trabajo necesarias.
La influencia del contexto también juega un rol muy importante (González-Víllora & Valero,
2012).
1.2 Autoeficacia
Entre los tipos de pensamiento autorreferente que afectan la acción y el funcionamiento
humano, la autoeficacia ocupa un lugar central. Esta es definida por Bandura (1986) (como
se citó en Olaz, 2001) como aquellos juicios acerca de las propias capacidades que tienen
las personas para alcanzar niveles determinados de rendimiento. Estas creencias permiten o
actúan como un rol que media en el funcionamiento humano, actuando como filtro entre las
habilidades y los logros del ser humano, los cuales determinan la conducta posterior. Para
Bandura, estas creencias son mejores predictores de la conducta futura que los logros
anteriores o el conocimiento que la persona tenga de la actividad que va a realizar.
Un funcionamiento competente requiere tanto de precisión en las autopercepciones de
eficacia, la posesión de habilidades reales, el conocimiento de la actividad a realizar, los
juicios del sujeto acerca de los probables resultados que una conducta específica producirá
(expectativas de resultados). Estos componentes deben ser considerados de manera tal que
al mantener relaciones complejas entre sí entran en un marco que pretende estudiar la utilidad
predictiva de las creencias de autoeficacia (Olaz, 2001).
1.2.1 Formas en las que afectan las creencias de autoeficacia el comportamiento humano
Según lo que plantea la teoría social cognitiva, las creencias de autoeficacia afectan el
comportamiento humano de cuatro formas: en primer lugar, influye en la elección de
actividades y conductas, por lo general las personas tienden a elegir actividades en donde
tienden a considerar que son eficaces. En segundo lugar, la autoeficacia determina cuanto
esfuerzo invierten las personas en una actividad, así como cuán perseverantes serán estas
frente a los obstáculos que se le presenten. A mayor eficacia, existe un mayor grado de
esfuerzo invertido, así como la persistencia de las personas en dicha actividad (Olaz, 2001).
La tercera forma mediante la cual la autoeficacia afecta el comportamiento humano es
influyendo sobre los patrones de pensamiento y sus reacciones emocionales. Las personas
de baja autoeficacia, pueden considerar a las actividades que tienen que realizar como mucho
más difíciles de lo que realmente pueden ser y ello les ocasiona un alto grado de estrés y
ansiedad, así como pensamientos negativos de su posible desempeño. Un alto nivel de
autoeficacia genera mayor confianza y serenidad en el afrontamiento de tareas difíciles
(Olaz, 2001).
4
La cuarta forma en la cual la autoeficacia afecta el comportamiento es permitiendo al sujeto
ser un productor de su propio futuro y no un simple predictor. Los sujetos que se perciben a
sí mismos eficaces se imponen retos, intensifican sus esfuerzos cuando el rendimiento no es
suficiente de acuerdo a las metas que se habían propuesto. Experimentan bajos grados de
estrés ante tareas difíciles y presentan un gran interés por actividades nuevas (Olaz, 2001).
1.2.1.1 Fuentes de creencias de autoeficacia
Las creencias de autoeficacia son formadas a partir de la información aportada por cuatro
fuentes: logros de ejecución, experiencia vicaria, persuasión verbal y estado fisiológico. Los
logros de ejecución forman parte de la fuente de información más importante, pues se basan
en experiencias de dominio real (Bandura, 1987), el éxito repetido aumenta las evaluaciones
positivas de autoeficacia y los fracasos tienden a disminuirla (Olaz, 2001).
La segunda fuente de autoeficacia es la experiencia vicaria, ya que al ver a otras personas
ejecutar exitosamente algunas actividades o imaginándolo, el sujeto puede llegar a creer que
él mismo posee las capacidades suficientes para desempeñarse con el mismo éxito (Olaz,
2001).
La persuasión verbal es otra fuente importante de autoeficacia, ya que, en personas con un
nivel alto de eficacia, permite que necesiten sólo un poco más de confianza para que puedan
lograr sus objetivos. Quienes son persuasores verbales deben asegurarse de cultivar las
creencias de autoeficacia de los persuadidos, de la misma forma que les permitan alcanzar
el éxito prometido según señala Pajares (1997) (como se citó en Olaz, 2001).
Finalmente, la cuarta fuente de autoeficacia es el estado fisiológico. Existen múltiples
indicadores de activación autonómica (ejemplo: dolores y fatiga) que pueden ser
interpretados por el individuo como signos de su propia ineptitud (Olaz, 2001).
1.2.2 Estudios relacionados a la importancia de la autoeficacia
La autoeficacia en el ámbito infantil y juvenil está siendo estudiada de forma intensa, ya sea
en relación con el funcionamiento académico, el desarrollo intelectual y la creatividad, entre
otros. Se ha demostrado que un nivel elevado de autoeficacia percibida forma parte de un
elemento protector que hace aumentar la motivación, disminuir las alteraciones emocionales,
al tiempo que mejora las conductas saludables en el cuidado físico, la prevención de
conductas de riesgo sexual y la mayor tolerancia al dolor. Así también, se ha detectado una
mejoría en el descenso de conductas antisociales (Carrasco & del Barrio, 2002).
La autoeficacia percibida, en el ámbito de la salud cobra importancia en la prevención de
conductas riesgosas y en la promoción de conductas que van en beneficio de las personas.
5
Se ha observado que los cambios de conducta se realizan de forma activa cuando los
profesionales de la salud motivan en las personas su capacidad de iniciarlos. La autoeficacia
también ha sido estudiada desde dos perspectivas: la autoeficacia específica que es definida
como la creencia sobre el nivel de competencia bajo situaciones particulares, y la general,
que se refiere a la sensación de competencia total que tiene la persona y la habilita para
enfrentar nuevas tareas, haciendo frente a una variedad de situaciones difíciles (Cid, Orellana
& Barriga, 2010).
1.3 Correlación entre las variables Asertividad y autoeficacia
De acuerdo a un estudio realizado por Aluicio y Revellino (2010), donde se correlacionan
las variables asertividad, autoeficacia y autoestima, se tiene como resultado una relación
directamente proporcional y significativa entre ellas. Ello como consecuencia de que la
asertividad es un componente fundamental en el desarrollo del individuo, la cual tiene que
ver con retroalimentación positiva del entorno que va a favorecer el auto-concepto y por
ende va a influir el desarrollo de la autoestima y autoeficacia.
Existe también una relación directa entre la asertividad y la autoeficacia en el hecho de que
las personas asertivas son percibidas como auto-eficientes al mostrarse capaces y poseer la
determinación de hacer aquello que creen y desean hacer (Universidad Internacional de la
Rioja, s.f.).
1.4 La danza como terapia
Las raíces de la danza la consideran terapéutica por naturaleza debido a sus aspectos
psicofísicos. Al danzar la gente comparte un sentimiento comunitario y por ello acuden a
espacios públicos, para compartir, como consecuencia de la acción rítmica de la música. En
el arte en general ocurre que la creatividad forma parte de una búsqueda de estructuras que
permiten articular lo que puede ser difícil de expresar (Chaiklin, 2008).
La danza al ser un medio de expresión, permite que aquellos que la practican puedan
mostrarse y dar a conocer aspectos de sí mismos que no son normalmente dados a conocer
y ello a la vez influye en las relaciones que se establecen con los demás. La danza de este
modo, se encuentra tanto a nivel de mejorar las relaciones interpersonales en la medida que
también genera una nueva forma de expresión (Chaiklin, 2008).
La reacción inmediata o la coordinación que existe entre mente y cuerpo en las danzas y que
se ven guiadas por un ritmo musical de acuerdo a lo planteado por Rosabal (2001), hace que
quien la practica (por ejemplo, en el caso de un danzante profesional) se vuelva auto-eficaz
en la medida que tiene que ir respondiendo físicamente a estímulos musicales de manera
6
adecuada. Para que esto pueda darse, principalmente se necesita tener la certeza de poseer la
habilidad de danzar y así realizar esta acción en la que se conectan aspectos psicológicos,
físicos y sociales.
1.4.1 Las danzas como terapia en la adolescencia
Uno de los beneficios que produce la práctica de danzas en general (dentro del ámbito socio-
afectivo) es que va a influir de manera importante en el desarrollo del adolescente. Es
necesario recalcar que los adolescentes se encuentran inmersos en un proceso de cambios a
nivel fisiológico, morfológico, psicológico, etc. y que los obligan de una u otra forma a
adaptarse a un “nuevo ser” (producto de los cambios antes mencionados). Este aspecto se
encuentra ligado a definir su identidad frente al mundo que los rodea (Fructuoso & Gómez,
s.f.).
El adolescente cuyo pensamiento va siendo progresivamente más abstracto, hipotético y
reflexivo, se interrogará sobre lo que sucede en él y lo que esperan los demás de él. Este
proceso de análisis interior lo lleva a ir definiendo y afianzado su personalidad, así como la
manera de identificarse con el mundo. Todo ello puede ir acompañado de inseguridad que
en otras palabras se ve reflejada en la timidez, introversión y reacciones emocionales
desequilibradas (Fructuoso & Gómez, s.f.).
En este sentido y de acuerdo a un estudio realizado, la práctica de danzas puede generar un
aporte en: la mejora y reconocimiento del propio cuerpo o formación de una imagen corporal
positiva, mejora en el proceso de comunicación o desarrollo de la expresión no verbal
(asertividad), mejora en el proceso de socialización o integración y cooperación,
canalización y liberación de tensiones y el desarrollo del sentido estético y la creatividad.
Asimismo, se fomenta la estima de los otros, por ello es que la imagen corporal y la
personalidad van estrechamente unidas. El adolescente tiene que aceptar los cambios que
experimenta y sobretodo sentir que los demás lo aceptan. Va a tender a compararse con sus
compañeros y sobre todo a la imagen que tiene como ideal y que varía con las épocas y
modas (Fructuoso & Gómez, s.f.)
1.5 Las danzas folklóricas en el Perú
En el Perú, cada vez se reportan cifras más altas de personas que participan o asisten a
festividades que incluyen danzas y bailes folklóricos peruanos. Según el Instituto de
Nacional de Estadística e Informática (como se citó en Infoartes, 2017) en el 2016, se tiene
que alrededor de 11 millones de personas fueron parte de una festividad local o tradicional
(como fiestas patronales, carnavales, etc.). Este número de personas corresponde a población
7
mayor de 14 años (inicio de la adolescencia media) y constituye el 47.3 % del total de este
grupo. Así mismo, se reporta que por lo menos 4 millones y medio de personas asistieron
por lo menos a un espectáculo de danzas folklóricas, sin ser partícipes. Esto corresponde a
población también mayor a 14 años y constituye el 19.1% del total de este grupo.
8
2 OBJETIVOS E HIPÓTESIS DE INVESTIGACIÓN
El objetivo general de este estudio es determinar la correlación existente entre los niveles de
asertividad y autoeficacia en un grupo total de adolescentes (que practica y no practica
danzas folklóricas) de Lima Metropolitana.
Los objetivos específicos son: describir la relación existente de las variables asertividad y
autoeficacia en función al grupo de adolescentes que practica y no practica danzas
folklóricas. Así mismo, otro objetivo es describir y comparar los niveles de autoeficacia
reportada en el grupo de adolescentes que practica danzas y el que no practica danzas
folklóricas. Del mismo modo, también se encuentran el describir y comparar los niveles de
asertividad reportada en el grupo de adolescentes que practica y el que no practica danzas
folklóricas. Por otro lado, también se encuentran los objetivos de describir y comparar los
niveles de autoeficacia reportada en el grupo de adolescentes (que practica y no practica
danzas folklóricas) en función a la práctica de otra actividad física (otras danzas, deportes,
etc.) y por último describir y comparar los niveles de asertividad reportada en el grupo de
adolescentes (que practica y no práctica danzas folklóricas) en función del género.
La hipótesis de investigación es que existe relación directa significativa entre los niveles de
asertividad y autoeficacia en el grupo de adolescentes total de la investigación (que practica
y no practica danzas folklóricas) en Lima Metropolitana.
9
3 METODOLOGÍA
3.1 Participantes.
Los participantes fueron 238 adolescentes (hombres y mujeres) que tenían edades entre los
14 y 18 años (adolescencia media), eran residentes de la ciudad de Lima y se encontraban
dentro de un nivel socioeconómico medio bajo (NSE: C y D). Asistían a colegios particulares
(93.6 %), institutos de danza (3.9 %) y escuelas de danzas (2.5 %) ubicados en los distritos
de Ate, Santa Anita y San Luis de acuerdo a la distribución geográfica distrital en base al
nivel socioeconómico (Asociación Peruana de Empresas e Investigación de mercados,
2013). Las características específicas de la muestra se muestran en la Tabla 1
Tabla 1
Datos sociodemográficos de la muestra total
Variables sociodemográficas %
Sexo Mujeres 46.6
Hombres 53.4
Danza Folklórica Practican 31.9
No practican 68.1
Distritos de escuelas o Ate 67.7
institutos San Luis 11.3
Santa Anita 21.0
Frecuencia de práctica Una vez a la semana 43.59
Tiempo de práctica Hace dos años 11.54
Modo de práctica Ninguno 67.2
Competencia 16.8
Hobbie 12.2
Actividad profesional 3.8
Para el grupo que no practica danzas folklóricas (grupo de comparación), las condiciones
para poder participar fueron que los participantes, valga la redundancia, no practicaran
danzas folklóricas y que perteneciesen a un colegio o instituto particular de las zonas
distritales antes señaladas. De este modo, se les pidió que señalaran si practicaban o no otra
actividad física como deportes, otras danzas que no sean folklóricas, o ambas en simultáneo
(deporte y otra danza que no sea folklórica), etc. Para el grupo que practica danzas
folklóricas, la condición es que perteneciesen a un colegio, escuela o instituto de danzas de
las zonas distritales antes señaladas y practicaran danzas folklóricas con una frecuencia de
al menos una vez por semana, así como también realizaran esta actividad con un mínimo de
un año de práctica para considerarse así dentro del grupo que practica danzas.
Una vez entendidos los criterios básicos en cuanto a la práctica de danzas para seleccionar
la muestra, en cuanto al grupo que practica danzas, el modo de práctica de las mismas podía
10
ser variado, ya sea a manera de hobbie, por competencia o como actividad profesional. Así
mismo, podían practicar cualquier tipo de danza, siempre y cuando esta sea folklórica
peruana.
Para este estudio se hizo un muestreo no probabilístico, el cual depende de las características
relacionadas a la investigación o de quien hace la muestra. El procedimiento dependió del
proceso de toma de decisiones de una persona o de un grupo de personas. Requirió de una
cuidadosa y controlada elección de sujetos con ciertas características especificadas en el
planteamiento del problema (Hernández, Fernández – Collado & Baptista, 2006).
Así mismo, en vista que existían diferentes academias e instituciones donde se realizaban la
práctica de danzas folklóricas en Lima, para poder determinar la muestra, se utilizó el
muestreo por conveniencia, según el cual, el investigador escoge a los participantes que se
encuentran dispuestos y disponibles a ser estudiados (Creswell, 2008, citado en Vincenty &
Figueroa, 2011). De este modo, se trató de evaluar a la mayor cantidad de personas posibles
y entre las que accedieron se tuvo un total de 238 aplicaciones, las cuales se dividieron en
dos grupos: el grupo que practica danzas folklóricas comprendido por 78 participantes y el
grupo que no practica danzas folklóricas comprendido por 160 participantes (ver Tabla 2).
Tabla 2
Datos sociodemográficos seún grupos
11
3.2 Instrumentos
Se emplearon dos cuestionarios, el Test de asertividad de Rathus (R.A.S.) (Assertiveness
(Schedule (R.A.S.); Rathus, 1973) adaptada por León y Vargas (2008) (ver anexos),
el Cuestionario de Autoeficacia Generalizada (Self-Efficacy Scale; Bäßler, Schwarzer y
Jerusalem, 1963) adaptada por Suárez, Pérez y Bermúdez (2000) (ver anexos) y una ficha
de datos sociodemográficos elaborado por la investigadora (ver anexos).
3.2.1 Test de asertividad de Rathus
El test de asertividad de Rathus (Rathus Assertiveness Schedule (R.A.S.)) fue desarrollado
originalmente por Rathus en el año 1973. La validación y estandarización del test se basó en
la versión presentada por Comeche, Díaz y Vallejo (1995). Esta igualmente que la original
presentó 30 afirmaciones, entre las cuales 16 fueron elaboradas en sentido desfavorable y 12
en sentido favorable en relación al nivel de destreza asertiva de la persona evaluada. Esta
característica aportó de alguna manera a controlar modos de respuesta poco deseables como
el estar de acuerdo con los enunciados (todos) de la escala muy aparte de su contenido (León
& Vargas, 2009).
El instrumento fue diseñado para que sea auto-administrado, es por ello que los sujetos
evaluaron cada información de acuerdo a una escala de seis anclajes. Originalmente iban
desde -3 (muy poco característico en mí) a +3 (muy característico en mí), sin embargo, luego
ello se modificó, eliminándose los números negativos, manteniendo la escala de seis anclajes
que van desde 0 (muy poco característico de mí) a 5 (muy característico de mí) (León &
Vargas, 2008).
Una vez adaptada la R.A.S. se seleccionaron dos escalas que midieran asertividad o una
característica similar y por otro lado, otra que midiese una característica diferente para así
poder obtener la evidencia de la validez de constructo (mediante validez convergente y
discriminante).
Así mismo se recurrió a la adaptación y estandarización realizada por Aguilar (1982) del “21
Subfactores de la Personalidad” del cual se seleccionaron las escalas Asertividad/Sumisión
y Obsesividad/ Despreocupación. Ambos mostraron mayores niveles de consistencia interna
(León & Vargas, 2009).
Luego se procedió a realizar los análisis de confiabilidad de las tres escalas, eliminando
ítems que disminuían la consistencia interna. En el caso de la escala R.A.S., el nivel de
confiabilidad inicialmente fue de .8 (considerado como bueno) con un total de 30 ítems,
12
eliminándose así ocho de ellos. Finalmente, el nivel de confiabilidad con los 22 ítems de la
escala R.A.S. incrementó a .84 (León & Vargas, 2009).
Con el fin de realizar una estimación de la validez de la R.A.S. adaptada bajo el supuesto de
que la escala carece de errores de medida, se aplicó la fórmula de atenuación por baja
confiabilidad en el criterio. En caso de la correlación de Pearson, el coeficiente se ajustó a
.67, por otra parte como base en el coeficiente de Spearman, se corregiría a .64 como lo
señalan Gatewood y Feild (2001) y ha sido mostrado por Muñiz (2002), al igual que León
y Vargas, (2009).
Así mismo, con el fin de establecer normas de interpretación, se realizaron 235 (incluidos
dentro de los 615 participantes totales), la edad promedio fue de 29 años. Estos resultados
mostraron la pertinencia de realizar más estudios de validación con muestras que presenten
características diferentes (León & Vargas, 2009).
Finalmente, el grupo final de estandarización quedó constituido por un total de 615 casos.
La distribución por sexo fue de 36.6 % hombres y 63.4% mujeres. No se detectaron
diferencias que sean estadísticamente significativas en los puntajes reportados por la R.A.S.
adaptada por sexo, t (613) = 1.7, p = .08. Tampoco se detectaron diferencias estadísticamente
significativas en cuanto a las categorías de edad con respecto a sus puntajes en la R.A.S.
adaptada. El puntaje promedio de la muestra total fue de 66.03. Los datos se distribuyen de
manera normal (León & Vargas, 2009).
De acuerdo al análisis factorial de componentes principales con una rotación varimax. Se
incluyeron solamente los 22 ítems de la R.A.S. adaptada. El índice KMO fue de .86, lo cual
fue considerado muy adecuado para el análisis. De esta forma se indicó la pertinencia de
incluir todos los ítems en el análisis. Se extrajeron así posteriormente, seis factores siguiendo
el criterio del autovalor. Estos factores explicaron un 54.6% de la varianza. Las dimensiones
quedaron finalmente en las siguientes: Capacidad para demostrar disconformidad en
situaciones de interacción comercial (ítems: 3, 17, 19 y 20), Manifestación conductual de
sentimientos, pensamientos o creencias en situaciones sociales cotidianas (ítems: 5, 13, 14 y
21), Cogniciones acerca de la autoeficacia en interacciones sociales (ítems: 1, 2, 6, 7 y 16),
Evitación de situaciones que demandan interacción con organizaciones, instituciones o
empresas (ítems: 8, 9 y 10), Capacidad para externar pensamientos u opiniones ante otros
(ítems: 12, 18 y 22), Dificultad para expresar negación (decir no) (ítems: 4, 11 y 15).
13
3.2.2 Test de autoeficacia generalizada
El test de Autoeficacia Generalizada (Self-Efficacy Scale) fue desarrollado originalmente
por Bäßler, Schwarzer y Jerusalem (1963) y luego ha sido adaptada por Suárez, Pérez y
Bermúdez (2000).
La escala de autoeficacia general versión en español de Babler, Schwarzer y Jerusalem
(1993) se conformó de 10 reactivos con un puntaje mínimo de 10 puntos y un puntaje
máximo de 40 puntos. Las respuestas fueron de tipo Likert donde la persona respondió a
cada reactivo de acuerdo a lo que ella percibió de su capacidad en el momento, así se tuvo:
Incorrecto (1 punto); a penas cierto (2 puntos); más bien cierto (3 puntos) o cierto (4 puntos).
En esta escala a mayor puntaje se encontró mayor autoeficacia percibida (Cid, Orellana &
Barriga, 2010).
La adaptación de la escala de autoeficacia generalizada se realizó en una muestra de 360
personas de ambos sexos en edades comprendidas entre los 15 y 65 años de la comuna de
Concepción en Chile. Para llevar a cabo la evaluación psicométrica se analizó la
confiabilidad y validez del instrumento. En el caso de la confiabilidad, se estudió a través de
la consistencia interna utilizándose el coeficiente alfa de cronbach, considerándose
finalmente que los reactivos medían de forma óptima el constructo (los valores fluctuaban
entre 0,7 y 0,9) (Cid et. al, 2010).
La validez del instrumento se analizó a través de la validez de constructo y de criterio. La
validez de constructo de autoeficacia percibida, se analizó por medio de los estadísticos de
resumen de los diez elementos de la EAG, donde 3.41 fue el puntaje promedio. La
correlación promedio entre – elementos (.36) mostró que había una relación positiva. La
matriz de correlaciones mostró que existieron dos pares de elementos con valores extremos,
en cambio los coeficientes de los otros elementos oscilaron en valores cercanos entre sí. Los
elementos o reactivos que más se correlacionaron fueron el 6 y el 7. Los elementos que
menos se correlacionaron son el 1 “puedo encontrar la manera de obtener lo que quiero,
aunque alguien se me oponga” y 2 “puedo resolver problemas difíciles si me esfuerzo lo
suficiente”. Así mismo, el coeficiente de confiabilidad (.844) disminuyó al extraer
cualquiera de los diez reactivos (Cid et. al, 2010).
Para la validez de criterio concurrente entre la EAG con las escalas de Autoestima y Estado
de Salud Percibido, se tuvo que la correlación observada entre la EAG y la escala de
autoestima presentó una magnitud media positiva de 0,305 (p ≤ .01). Fue menor el valor de
correlación entre la EAG y la escala de Estado de Salud Percibido (Cid et. al, 2010).
14
En conclusión, la correlación obtenida entre los constructos de autoeficacia y autoestima
demostraron que ambas son evaluaciones subjetivas personales que se ven relacionadas en
la medida que la autoeficacia da cuenta de una medida de la capacidad personal y la
autoestima de una medida de la valía personal, las cuales se vieron influidas por cánones
sociales así como por criterios personales. Por otro lado, la percepción de bienestar estuvo
más relacionada a emociones y vitalidad, lo cual demostró que a medida que hubo una mayor
autoeficacia percibida, ello influyó en la respuesta emocional y en la actitud de cambio de
conducta (Cid et. al, 2010).
3.3 Análisis de validez y confiabilidad
El análisis de validez y confiabilidad de los instrumentos para este estudio muestra lo
siguiente: en cuanto a la Escala de Asertividad de Rathus (R.A.S.), el resultado del análisis
evidenció que la medida de adecuación muestral Kaiser Meyer-Olkin es .80 y la prueba de
esfericidad de Barttlet fueron altamente significativas (p< 0.05) por lo que se pudo continuar
con la interpretación de los resultados del análisis.
Tabla 3
Matriz de componentes rotados de la Escala de Asertividad de Rathus (R.A.S.)
Ítems Componentes
Situaciones Situaciones
de interacción de interacción
social pasiva social asertiva
15
10. Me resulta embarazoso devolver un artículo
.540
comprado.
9. En caso de solicitar un trabajo o la admisión en
una institución, preferiría escribir cartas o enviar
.437
correos electrónicos, a realizar entrevistas
personales.
8. Evito llamar por teléfono a instituciones o
.435
empresas.
1. Pienso que mucha gente parece ser más agresiva y
.430
autoafirmativa que yo.
16. Suelo reprimir mis emociones antes de hacer
.410
una escena.
4. Cuando un vendedor se ha tomado el rato y la
molestia de mostrarme un producto que después no .394
quiero, paso mal rato al decir “NO”.
21. Expreso mi opinión con facilidad. .694
13. Soy abierto y franco en lo que respecta a mis
.643
sentimientos.
19. Si dos personas en el cine o en una conferencia
están hablando demasiado alto, les pido que hagan .638
silencio o se vayan a hablar a otra parte.
14. Si alguien ha hablado mal de mí o me ha atribuido
hechos falsos, lo (la) busco para saber qué es lo que .636
pasa.
20. Si alguien se cuela en una fila, le llamo
.581
abiertamente la atención.
17. En el restaurante o en cualquier sitio, protesto
.577
por un mal servicio.
5. Me esfuerzo, como la mayoría de la gente, por
.452
mantener mi posición.
3. Cuando la comida que me han servido en el
restaurante no está hecha a mi gusto, me quejo con el .426
mesero o mesera.
16
14, 20, 17, 5 y 3 que presentaron cargas factoriales de .43 a .69 y mostraron en común que
todos mencionaron situaciones de interacción social asertiva.
En cuanto al análisis de confiabilidad de la R.A.S., se procedió a realizar el análisis de cada
una de las dimensiones extraídas: Situaciones de interacción social pasiva y Situaciones de
interacción social asertiva.
Se hizo un análisis de confiabilidad por consistencia interna en el cual se encontró un alfa
de cronbach de .81 para la dimensión Situaciones de interacción social pasiva. Ello indicó
que la dimensión es confiable, así mismo la correlación elemento total corregida fluctuó
entre .29 y .63.
El análisis de confiabilidad por consistencia interna para la dimensión Situaciones de
interacción social asertiva dio como resultado un alfa de cronbach de .73. Ello indicó que es
confiable, así mismo la correlación elemento total corregida fluctuó entre .28 y .53.
En cuanto a la validez del test de Auto-Eficacia Generalizada (A.E.G.), el resultado
evidenció que la medida de adecuación muestral de Kaiser Meyer-Olkin es de .77 y la prueba
de esfericidad de Barttlet fueron altamente significativas (p < .05) por lo que se pudo
continuar con la interpretación de los resultados del análisis.
Se realizó un análisis de componentes principales. La solución factorial mostró la extracción
de un solo componente de acuerdo al modelo teórico de la prueba. Este componente obtuvo
un autovalor de 3.21 que explicó el 32.14 % de la varianza. Este componente explicó el
28.51% de la varianza total.
Tabla 4
Matriz de componentes rotados de la Escala de Autoeficacia Generalizada
Autoeficacia
Ítems
generalizada
1. Puedo encontrar la manera de obtener lo que quiero, aunque alguien se me
.510
oponga.
2. Puedo resolver problemas difíciles si me esfuerzo lo suficiente. .457
3. Me es fácil persistir en lo que me he propuesto hasta llegar a alcanzar mis
.592
metas.
4. Tengo confianza en que podría manejar eficazmente acontecimientos
.631
inesperados.
5. Gracias a mis cualidades y recursos puedo superar situaciones imprevistas. .601
6. Cuando me encuentro en dificultades puedo permanecer tranquilo/a
porque cuento con las habilidades necesarias para manejar situaciones .623
difíciles.
7. Venga lo que venga por lo general soy capaz de manejarlo. .654
17
8. Puedo resolver la mayoría de los problemas si me esfuerzo lo necesario. .537
9. Si me encuentro en una situación difícil, generalmente se me ocurre qué
.512
debo hacer.
10. Al tener que hacer frente a un problema, generalmente se me ocurren
.519
varias alternativas de cómo resolverlo.
Los diez ítems que componen la prueba tuvieron cargas factoriales de .46 a .65 y mostraron
en común que todos hacen referencia a situaciones de resoluciones de problemas de manera
autoeficaz.
En cuanto al análisis de confiabilidad de la Escala de Autoeficacia Generalizada (E.A.G.),
el análisis de confiabilidad por consistencia interna de toda la escala en sí dio como resultado
un alfa de cronbach de .76. Ello indicó que es confiable, así mismo, la correlación elemento
total corregida fluctuó entre .38 y .51.
3.4 Procedimiento
El diseño de investigación que se utilizó es el no experimental, transeccional o transversal,
correlacional (Hernández Sampieri, Fernández & Baptista, 2010). Así mismo, también se
realizó las comparaciones descriptivas en función a las variables con la práctica y no práctica
de danzas folcklóricas, la práctica de otra actividad física y el género.
Posteriormente se realizaron los contactos respectivos tanto en las academias de danzas
folklóricas, institutos y colegios particulares pertenecientes a un nivel socioeconómico C y
D ubicados en los distritos de Ate, Santa Anita y San Luis, de acuerdo a la distribución
geográfica distrital según el nivel socioeconómico (Asociación Peruana de Empresas e
Investigación de mercados, 2013).
De esta forma, se hicieron las coordinaciones y las citas respectivas con las instituciones
para la recolección de la información a medida que ellas aprobaban la aplicación de la
investigación con sus alumnos. Previamente, los permisos para la recolección de
información respaldados por la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, fueron
enviados.
Tabla 5
Cronograma de aplicaciones
Practican No practican
danzas danzas
Lugar Fecha folcklóricas folcklóricas
en total en total
18
Escuela de danza “Inspiración
13 de Junio – 2014
Norteña” – Ate.
C.P. “San Basilio” (3° de
16 de Junio – 2014
Secundaria) – Ate.
Instituto “Teodoro Valcárcel” – Ate 17 de Junio – 2014
C.E.P.E. “Eduardo Palací”(5° de
26 de Junio - 2014
Secundaria) – Ate.
C.P. “San Basilio” (4° y 5° de
30 de Junio - 2014 78 160
Secundaria) – Ate.
C. P. “Divina Misericordia” (3°, 4° y
01 de Julio – 2014
5° de Secundaria) – San Luis.
C.E.P.E. “Eduardo Palací” (4° de
02 de Julio – 2014
Secundaria) - Ate.
C.E.P.E. “Eduardo Palací” (3° de
04 de Julio – 2014
Secundaria) – Ate.
C.P. “Selección A” (3°, 4° y 5° de
09 de Julio - 2014
Secundaria) – Ate.
C.P. “Sebastián Salazar Bondy” –
09 de Mayo – 2015
Santa Anita.
Total de aplicaciones 238
19
análisis a través del coeficiente de correlación de Pearson (para pruebas paramétricas). Por
otro lado, los datos no mostraron una distribución normal en el caso del componente
Situaciones de manifestación social pasiva de la variable asertividad y también en el caso de
la variable autoeficacia. Se procedió a realizar el análisis a través del coeficiente de
correlación de Spearman (para pruebas no paramétricas) para ambos casos. Del mismo
modo, se realizaron las comparaciones a través de la comparación de medias de los puntajes
obtenidos para cada variable.
Así mismo, para saber si las diferencias eran significativas o no, en el primer caso, se realizó
la prueba “t” de student para grupos (2) independientes (comparación respecto a variables
como género y la práctica o no práctica de danzas folcklóricas) y también se procedió a hacer
los análisis a través de la prueba “U de Mann – Whitney” (para las no paramétricas). En el
caso de la comparación de grupos (más de dos) independientes (comparación con respecto a
la práctica de otra actividad física), se procedió a través de la prueba “H” de Kruskal-Wallis.
20
4 RESULTADOS
4.1 Prueba de normalidad
La prueba de Kolmogorov Smirnov muestra un nivel de significancia de p=.002 para la
variable autoeficacia, lo cual indica que no se aproxima a una distribución normal (p < .05).
Se utilizarán en este caso pruebas no paramétricas.
La prueba de Kolmogorov Smirnov muestra un nivel de significancia de p=.77 para el
componente de manifestación de interacción social pasiva de la variable asertividad, por lo
tanto, se aproxima a una distribución normal (p > .05). Se utilizará en este caso pruebas
paramétricas.
La prueba de Kolmogorov Smirnov muestra un nivel de significancia de p=.74 para el
componente de manifestación de interacción social asertiva de la variable asertividad, por lo
tanto, se aproxima a una distribución normal (p >.05). Se utilizará en este caso pruebas
paramétricas.
4.2 Correlaciones
Antes de describir las correlaciones, es necesario recalcar que para determinar el tamaño del
efecto se utilizó la definición y diferenciación de Cohen (como se citó en Bono y Arnau,
1995) que sostiene que este es el grado en que el fenómeno está presente en la población o
el grado en el que la hipótesis nula es falsa.
Bajo este concepto, Cohen (como se citó en Castillo, 2014) diferencia en tres niveles el
tamaño del efecto: pequeño (con un coeficiente de correlación de 0.1), mediano (con un
coeficiente de correlación de 0.3) y grande (con un coeficiente de correlación de 0.5).
La hipótesis sostiene que existe relación significativa entre los niveles de asertividad y
autoeficacia en el grupo de adolescentes (que practica y no practica danzas folklóricas) de
Lima Metropolitana, ya que el análisis de datos demuestra que existe relación directa entre
el componente que concierne a situaciones de interacción social de manera asertiva de la
variable asertividad y la variable autoeficacia. Por otro lado, con respecto al segundo
componente que hace referencia a situaciones de interacción social de manera pasiva y la
variable autoeficacia, la relación se da de forma indirecta sin dejar de ser significativa. Entre
el componente Situaciones de interacción social pasiva y el componente Situaciones de
interacción social asertiva de la variable asertividad, la correlación es indirecta e irrelevante.
Tabla 6
Correlaciones para el grupo total de adolescentes
21
Componentes Asertivo/Asertividad Pasivo/Asertividad
Se halló que existe correlación significativa, grande y directa entre la variable autoeficacia
y el componente situaciones de interacción social de manera asertiva de la variable
asertividad (r=.47, p=.00) lo cual quiere decir que mientras se tengan mayores niveles
reportados de la variable autoeficacia se tiene también mayores niveles del componente
situaciones de interacción social asertiva de la variable asertividad reportados y viceversa.
Existe correlación significativa pequeña e indirecta entre la variable autoeficacia y el
componente situaciones de interacción social de manera pasiva de la variable asertividad
(r=-.17, p=.009) lo cual quiere decir que, a mayores niveles reportados de autoeficacia, se
tiene menores niveles reportados del componente situaciones de interacción social de manera
pasiva de la variable asertividad y viceversa.
Por otro lado, la correlación entre el componente Situaciones de interacción social pasiva y
Situaciones de interacción social asertiva de la variable Asertividad muestra una correlación
que no es significativa, pequeña e indirecta (r=-.09, p=.19).
Tabla 7
Correlaciones para el grupo total de adolescentes en base a la práctica de danzas
Asertivo/Asertividad Pasivo/Asertividad
22
mayores puntuaciones reportadas de la variable manifestaciones de interacción social
asertiva de la variable asertividad. Por otro lado, dentro del grupo que no practica danzas se
encuentra que la correlación es grande y directa entre la variable Autoeficacia y el
componente manifestaciones de interacción social asertiva de la variable asertividad (r=.46,
p=.00). En ambos grupos se tiene que a mayores puntuaciones reportadas de la variable a
mayores puntuaciones reportadas de la variable Autoeficacia, se tendrán mayores
puntuaciones reportadas de la variable manifestaciones de interacción social asertiva de la
variable asertividad.
En cuanto a las correlaciones entre la variable autoeficacia y el componente Situaciones de
interacción social pasiva de la variable asertividad, se obtiene que dentro del grupo que
practica danzas folklóricas, la correlación no es significativa, pequeña y directa (r=.13,
p=.29). Ello quiere decir que a mayores puntuaciones obtenidas para la variable Autoeficacia
se obtendrán mayores puntuaciones en el componente de Situaciones de interacción social
pasiva de la variable Asertividad. Por otro lado, para el grupo que No practica danzas
folklóricas, la correlación es significativa, mediana e indirecta (r=-.33, r=.00). Ello quiere
decir que a mayores puntuaciones obtenidas para la variable autoeficacia se obtendrán
menores puntuaciones del componente Situaciones de interacción social pasiva de la variable
asertividad.
En cuanto a las correlaciones entre el componente situaciones de interacción social asertiva
de la variable asertividad y el componente Situaciones de interacción social pasiva de la
variable asertividad, se obtiene que dentro del grupo que practica danzas folklóricas, la
correlación no es significativa, es pequeña y directa (r=.15, p=.18). Ello quiere decir que a
mayores puntuaciones obtenidas para el componente Situaciones de interacción social
asertiva de la variable Asertividad se obtendrán mayores puntuaciones para el componente
Situaciones de interacción social pasiva de la variable Asertividad. Por otro lado, para el
grupo que No practica danzas folklóricas, la correlación es significativa, pequeña e indirecta
(r=-.19, r=.02). Ello quiere decir que a mayores puntuaciones obtenidas para el componente
Situaciones de interacción social asertiva de la variable asertividad se obtendrán menores
puntuaciones del componente Situaciones de interacción social pasiva de la variable
asertividad.
23
4.3 Comparaciones
A continuación, se reportan las medias y comparaciones de las puntuaciones obtenidas para
la variable asertividad y autoeficacia en base al grupo de adolescentes que practican y no
practican danzas folklóricas:
Tabla 8
Puntuaciones obtenidas en base a la práctica de danzas
Desviación
Media
estándar
Sí practican danzas Autoeficacia 3.09 .48
Componente Asertivo/
2.57 .89
Asertividad
Componente Pasivo/ Asertividad 2.19 .94
No practican Autoeficacia 3.09 .46
danzas Componente Asertivo/
2.72 .9
Asertividad
Componente Pasivo/ Asertividad 2.03 .8
24
Tabla 9
Puntuaciones obtenidas en base a la práctica de otra actividad física
En base a la variable autoeficacia, los puntajes promedios obtenidos para el grupo que
practica deporte es de 3.1, para los que practican otras danzas es de 3.18, para los que
practican otra danza y deporte simultáneamente es de 3.2, los que practican otra actividad
presentan un puntaje promedio de 3.2 y finalmente los que no practican ninguna actividad
presentan un puntaje promedio de 3.4. En todos los casos se obtiene un puntaje promedio
que se aproxima a 3 en una escala de 4. En consecuencia, al hacer el análisis de comparación
encontramos que no existen diferencias significativas (X²=2.74, gl = 4 grados de libertad y
p>.05).
De acuerdo al componente Situaciones de interacción social asertiva de la variable
asertividad, los puntajes promedios obtenidos para el grupo que practica deporte es de 2.65,
para los que practican otras danzas es de 2.94, para los que practican otra danza y deporte
simultáneamente es de 2.8, los que practican otra actividad presentan un puntaje promedio
de 2.79 y finalmente los que no practican ninguna actividad presentan un puntaje promedio
de 2.66. En todos los casos se obtiene un puntaje promedio que se aproxima a 3 en una escala
de 6. En consecuencia, al hacer el análisis de comparación encontramos que no existen
diferencias significativas (X²= 1.94, gl. = 4 grados de libertad y p>.05).
25
Por último, en base al componente Situaciones de interacción social pasiva de la variable
asertividad, los puntajes promedios obtenidos para el grupo que practica deporte es de 2.1,
para los que practican otras danzas es de 1.8, para los que practican otra danza y deporte
simultáneamente es de 2.09, los que practican otra actividad presentan un puntaje promedio
de 1.83 y finalmente los que no practican ninguna actividad presentan un puntaje promedio
de 2.10. En todos los casos se obtiene un puntaje promedio que se aproxima a 2 en una escala
de 6. En consecuencia, al hacer el análisis de comparación encontramos que no existen
diferencias significativas (X²= 1.96, gl = 4 grados de libertad y p>.05).
Reporte de medias y comparaciones de las puntuaciones obtenidas para las variables
asertividad y autoeficacia de acuerdo al género en el grupo de adolescentes:
Tabla 10
Puntuaciones en base al género del adolescente
26
5 DISCUSIÓN
La discusión está conformada en primer lugar por una descripción de la investigación en
base a los objetivos: general y específicos. También se hace una breve explicación de la
selección de la muestra. Posteriormente le sigue el análisis de las correlaciones y
comparaciones en base a la teoría que se ha usado para explicar y detallar la investigación y
finalmente se encuentra el análisis de los hallazgos de los estudios psicométricos,
contrastando la validez y confiabilidad con otras investigaciones con las mismas variables.
El objetivo general de este estudio es determinar la correlación existente entre los niveles de
asertividad y autoeficacia entre un grupo de adolescentes (que practica y no practica danzas
folcklóricas) de Lima Metropolitana. Asimismo, también tiene como objetivos específicos
describir la correlación existente de las variables asertividad y autoeficacia en base al grupo
que practica y no practica danzas folcklóricas, así como de comparar y describir los mismos
en base a ambos grupos. Del mismo modo, describir y comparar los niveles de autoeficacia
y asertividad reportada en el grupo de adolescentes (que practica y no practica danzas
folcklóricas) en función a la práctica de otra actividad física (otras danzas, deportes, etc.) y
por último describir y comparar los niveles de asertividad y autoeficacia reportada en el
grupo de adolescentes (que practica y no practica danzas folcklóricas) en función del género.
Estos adolescentes fueron seleccionados de acuerdo a la localización distrital en base al nivel
socioeconómico (medio-medio bajo) de los distritos de Ate, San Luis y Santa Anita. Para
llevar a cabo la investigación, se hizo uso de un diseño de investigación no experimental,
transeccional o transversal, dentro del cual se encuentra el correlacional que es el de principal
interés. Se utilizaron los Test de asertividad de Rathus (R.A.S.) adaptada por León y Vargas
(2008) y el Test de Autoeficacia Generalizada (Self-Efficacy Scale) adaptada por Suárez,
Pérez y Bermúdez (2000) para la evaluación de ambas variables en la muestra.
Se han realizado las 238 aplicaciones (muestra total) al muestreo no probabilístico por
conveniencia, entre las cuales 78 pertenecen a participantes que practican danzas folklóricas.
Las 160 aplicaciones restantes pertenecen a participantes que no practican danzas
folklóricas. Los resultados demuestran que existe correlación entre las variables asertividad
y autoeficacia para el grupo de adolescentes (en adolescencia media) total de la muestra. Sin
embargo, por otro lado indican que no existen diferencias significativas entre las
correlaciones existentes entre el grupo que practican danzas folcklóricas y el que no practica
danzas folcklóricas de acuerdo a cada variable evaluada.
27
De acuerdo a la hipótesis y al llevar a cabo el objetivo general, se obtiene que este se ha
logrado. Asimismo, se tiene que la hipótesis se cumple parcialmente, ya que esta señala que
existe relación directa entre los puntajes de las variables asertividad y autoeficacia para el
grupo total de adolescentes (238 participantes en total). Sin embargo, lo que se evidencia es
que hay una relación significativa, grande, moderada y directa entre la variable autoeficacia
y el componente Situaciones de interacción social asertiva de la variable asertividad para el
grupo total de adolescentes. Por otro lado, existe una relación significativa, pequeña, muy
débil e indirecta entre el componente Situaciones de interacción social pasiva y la variable
autoeficacia. Si bien, de acuerdo a lo encontrado, a mayores puntuaciones de la variable
autoeficacia se van a obtener mayores puntuaciones de la variable asertividad, ello se puede
relacionar con los conceptos relacionados en torno a estas variables.
La universidad de la Rioja (s.f.) en un estudio plantea que las personas asertivas son
percibidas como autoeficaces al ser capaces de hacer aquello que crean y desean hacer. A lo
cual se le podría añadir lo que plantea Yücel, Kora, Özyalcín, Alcalar, Özdemir y Yücel
(2002) cuando la conceptualizan como la habilidad para expresar pensamientos,
sentimientos y creencias mostrando respeto por los derechos de los otros como los que le
pertenecen a sí mismo.
De este modo, se tiene para este estudio, que un adolescente puede ser asertivo en la medida
que tenga consciencia de sus habilidades, cualidades, pensamientos y sentimientos, lo cual
puede contribuir, influenciar o actuar sobre su autoeficacia al desempeñarse óptimamente en
una tarea que desee realizar tomando en cuenta tanto sus derechos como el de los otros
(Yücel, Kora, Özyalcín, Alcalar, Özdemir y Yücel, 2002).
Por otro lado, también se encuentra que existe relación significativa, pequeña, débil e
indirecta entre la variable autoeficacia y Situaciones de interacción social pasiva de la
variable asertividad. Lo cual quiere decir que en esta investigación se evidencia que a
mayores puntuaciones obtenidas de la variable autoeficacia, se encuentran menores
puntuaciones del componente Situaciones de interacción social pasiva de la variable
asertividad. Según lo que plantea Castanyer (s.f.) (como se cita en Scolara, 2011) esto quiere
decir que el adolescente o individuo al poseer una elevada hétero-asertividad, característica
primordial de la conducta pasiva, que consiste en poner los propios derechos de lado al poner
por encima los de los demás, puede delimitar que ello haga presentar una baja autoeficacia.
Hecho que tiene que ver o se relaciona con pensamientos o interpretaciones irracionales que
el adolescente puede estar presentando de sí mismo, lo cual puede estar afectando su
28
autoconcepto y por ende su autoestima, y ello a la vez estar interviniendo en su autoeficacia
recíprocamente. Agregado a ello, se compara también lo encontrado en un estudio realizado
por Allucio y Revellino (2010) donde se correlacionan las variables asertividad, autoeficacia
y autoestima y donde se encuentra una relación directa y proporcional entre ellas. Lo cual
demuestra que existe relación teórica entre estos tres conceptos que dilucidan como se
influyen entre sí mismas, tomando en cuenta a la autoestima como punto de partida (Allucio
y Revellino, 2010).
De esta forma, se toma en cuenta también, lo planteado por Bandura (1986) (como se cita
en Olaz, 2001) cuando define a la autoeficacia como aquellos juicios que se tienen sobre las
propias capacidades y que intervienen en el funcionamiento humano. Mientras estos juicios
sean más positivos y realistas, se van a tener mejores resultados y no se van a vislumbrar
muchos rasgos pasivos que afecten la asertividad (Castanyer, s.f.).
De acuerdo a los objetivos específicos, el primero de ellos consiste en describir la relación
existente de las variables asertividad y autoeficacia en base a la práctica de danzas
folcklóricas del grupo de adolescentes. Se encontró que existe relación significativa, directa,
grande y fuerte entre la variable autoeficacia y el componente asertivo de la variable
asertividad, tal como se hizo en el objetivo general, sin embargo, se debe considerar la
variable práctica de danzas que está influyendo sobre los hallazgos.
La danza al ser un arte y a la vez una actividad física, permite la expresión de sentimientos,
emociones y produce un compartir ya sea con la pareja o a nivel grupal (Chaiklin, 2008).
Causa asimismo un impacto ya sea en quien danza, en la pareja de baile y/o grupo y hasta
en quien la aprecia. Cuando los hallazgos muestran una correlación significativa, directa,
grande y fuerte entre el componente Situaciones de interacción social asertiva de la variable
asertividad y la variable autoeficacia se acepta parcialmente la hipótesis. Hay que tomar en
cuenta, además que las nociones de logro o lo positivo que se diga uno mismo siendo
asertivo, van a influir positivamente en la retroalimentación y así el adolescente volverse
más autoeficaz.
Además, en el caso de la asertividad, lo que puede estar ocurriendo con las danzas es que
pueden estar actuando de manera que los adolescentes están encontrando en ella un medio
para expresarse de manera adecuada y saludable, así como de manera precisa en sus
relaciones sociales (Scolara, 2011). Eso mismo, retroalimenta positivamente su autoeficacia
(lo cual también puede ocurrir de manera inversa), ya que al ver que están respondiendo bien
29
ante las demandas del entorno viéndose a ellos mismos practicando las danzas, pueden
sentirse mejor.
Aquí se puede ver que la autoeficacia está actuando a través de sus fuentes: logros de
ejecucución (certeza de que lo que se está haciendo se va a hacer bien porque en una
experiencia pasada ya se hizo), experiencia vicaria (ver en otro o verme a mí mismo
danzando en una grabación, en un espejo, ver al grupo danzar), persuasión verbal (lo que
me dicen los demás y lo que me digo yo a mí mismo) y el estado fisiológico (si la persona
se encuentra segura de lo que hace, presentará un estado fisiológico adecuado) (Olaz, 2001).
Esta correlación también es directa en el grupo de adolescentes que no practica danzas
folcklóricas, cuyo número es superior al grupo que practica danzas (N:160). La práctica de
danzas no es una condición que marque la diferencia en cuanto a la correlación directa de la
variable autoeficacia y el componente situaciones de interacción social asertiva de la variable
asertividad. Lo mismo se vio cuando se da la correlación de dicha variable y componente
para el grupo general de adolescentes de esta investigación.
Asimismo, cuando se analiza la correlación entre la variable autoeficacia y el componente
Situaciones de interacción social pasiva, se tiene que la correlación no es significativa, es
directa, pequeña y débil para el grupo que practica danzas folcklóricas. Lo cual denota un
hallazgo importante en la investigación. Se tiene de esta forma que, si bien el adolescente
que practica danzas folcklóricas puede tener características pasivas en su conducta, ello no
va a guardar relación con su autoeficacia.
La práctica de danzas, de acuerdo a un estudio realizado por Fructuoso y Gómez (s.f.) aporta
en la mejora del proceso de comunicación, la mejora del reconocimiento del propio cuerpo
y formación de una imagen corporal positiva, así como en el desarrollo de la expresión no
verbal. Si bien, el adolescente, puede ser pasivo en sus relaciones con los demás, en la
práctica de danzas puede mostrarse de otra forma. Las danzas también pueden influenciar o
fomentar que sea mucho más expresivo, volviéndolo quizás más asertivo, lo cual se
demostraría en un estudio de tipo causal posterior o en otra clase de estudio como uno
longitudinal, donde se tomen en cuenta las variables contempladas en este. Mientras tanto
en este, se tiene que el componente pasivo de la variable asertividad y la variable autoeficacia
no guardan relación en la práctica de danzas.
El rasgo pasivo de la variable asertividad tiene que ver con poseer una elevada
heteroasertividad y una escasa auto- asertividad, así mismo resulta interesante hallar que si
bien, el adolescente sobrepone los derechos de los demás a los propios según lo que define
30
Castanyer (s.f.) (como se cita en Scolara, 2011) y se ha visto relacionada con la autoestima
que pueda poseer como se ha discutido para el grupo general de esta población líneas arriba.
Ello parece darse de manera aislada cuando práctica danzas folcklóricas.
Lo que podría estar sucediendo es que al practicar danzas se puede estar fomentando
condiciones que propicien que él o ella se vuelva autoeficaz, a pesar de poseer características
pasivas. Se debe tomar en cuenta también que los adolescentes para este mismo grupo que
muestran puntajes más elevados en el componente asertivo de la variable asertividad y la
variable autoeficacia, se denota que ambos, tanto componente de variable como variable
misma se encuentran relacionadas. Entonces la duda giraría en torno a saber si es que la
práctica de danzas folcklóricas u otra actividad física similar puede generar asertividad en
adolescente que poseen autoeficacia en la práctica misma o en general.
Cabe mencionar también que la conducta asertiva como es expresada por Castanyer (s.f.)
(como se cita en Scolara, 2011) implica más la firmeza de expresar derechos, pensamientos,
sentimientos o creencias de modo directo, honesto y apropiado. Las personas asertivas no se
van a preocupar tanto por “ganar”, sino por llegar a un acuerdo. Lo cual puede marcar una
diferencia en que esta característica se esté viendo desarrollada o no en la práctica de danzas
sobre todo cuando esta se toma de un modo competitivo como caracteriza a la muestra que
practica danzas.
Asimismo, se encuentra en un estudio realizado en adolescentes que practican otra actividad
física como el deporte, que el desarrollo de una actividad similar puede fomentar la
asertividad, en la medida que se tomen roles de liderazgo o se hagan asumir los mismos en
un grupo o equipo determinado. Ello mismo influencia o vislumbra que no existen de esta
forma tendencias a la pasividad, donde el contexto también juega un rol importante
(Gónzález-Víllora & Valero, 2012). También se debe considerar que la falta de asertividad
puede ocasionar en el ámbito educativo problemas para adaptarse al ámbito escolar. Esto se
demuestra en un estudio realizado con estudiantes extranjeros por Poyrali, Arbon, Amaury,
Mc Pherson y Pisecco (2002) (como se cita en León & Vargas, 2008).
Por otro lado, la autoeficacia es formada a partir de cuatro fuentes: logros de ejecución,
experiencia vicaria, persuasión verbal y estado fisiológico (Olaz, 2001). Los logros de
ejecución son la fuente más importante, pues se basa en experiencias de dominio real
(Bandura, 1987). Estas fuentes al parecer no guardan relación con las características pasivas
del adolescente que practica danzas, sin embargo, en un entrenamiento en habilidades
sociales, se puede trabajar la asertividad en base a la autoeficacia que este posee. Por
31
ejemplo, se pueden crear técnicas asertivas, donde se retroalimente el avance del adolescente
en base a la autoeficacia que va logrando en sus relaciones con los demás, utilizando así
mismo el refuerzo social.
Esto mismo puede ocurrir cuando el adolescente practica danzas folcklóricas, ya que lo que
él está trabajando es el desarrollo de esta actividad, cabe resaltar también que el modo de
práctica predominante es el de Competencia y también se encuentra la consideración de esta
práctica como el desarrollo de una Actividad Profesional en la muestra tomada que practica
danzas, donde existen adolescentes pertenecientes a escuelas de danza que compiten con
otras e institutos superiores que toman la práctica de danzas como una actividad profesional,
mucho más allá de una consideración por competencia.
Estos resultados vislumbran que a pesar de que el adolescente presente características
pasivas en su asertividad, el interés que presenta hacia una actividad como lo demuestra al
considerarla en este estudio una forma de competencia o una actividad profesional (que es
un hallazgo que interviene en la obtención de estos resultados, al ser la frecuencia de
adolescentes que practican danzas mayor en esta condición), puede estar haciendo prevalecer
o desarrollar su autoeficacia, sin considerar o sus características pasivas.
Independientemente a lo ya señalado, cabe mencionar que en la práctica de danzas
folcklóricas misma, sobretodo en el Perú, se vislumbra que las fuentes de autoeficacia (Olaz,
2001) ya mencionadas, están haciendo que esta siga siendo desarrollada. Si se analizan las
fuentes de autoeficacia se tienen los logros de ejecución, en primer lugar, que como señala
Bandura (1987), es una de las fuentes más importantes.
En la práctica de danzas folcklóricas peruanas, se podría apreciar que el adolescente al
desarrollar una danza, ya sea en una clase en particular o en un concurso, los logros de
ejecución (Olaz, 2001) que va a ir obteniendo sobre todo si es bueno en ello, van a influenciar
en su autoeficacia de manera significativa. Si el adolescente no ha practicado una danza
nunca antes y ve que a su grado o sección en el colegio les va bien o descubre que es bueno
danzando con ellos, este factor puede hacer que se vuelva autoeficaz en esta actividad. Sería
aún mayor esta autoeficacia, si gana concursos o competencias a nivel local o nacional, o al
obtener suficientes resultados o refuerzo social (persuasión verbal, tercera fuente de
autoeficacia) decida realizar esta práctica como actividad profesional.
Del mismo modo, la experiencia vicaria (Olaz, 2001) va a jugar un rol fundamental, pues ya
sea al verse a sí mismo danzar de manera que le agrade o ver a los demás hacerlo como el
grupo con el que practica danzas, su pareja de baile u otros danzantes. Puede considerarse
32
también que al ver figuras representativas significativas que danzan y que pueden ser un
marco de referencia para él, ellas pueden aportar en la experiencia vicaria que alimenta la
autoeficacia en el adolescente.
Asimismo, se debe considerar la persuasión verbal, como otra fuente de autoeficacia
importante que podría estar influenciando en este caso, en la medida que el adolescente sea
retroalimentado por su entorno de manera positiva como en el caso de su familia, amigos,
compañeros de baile, profesor de baile, etc. Lo que sucede, por ejemplo, es que en las
competencias a las que parte de este grupo se ve sometido, si no es en su totalidad, ya sea en
las competencias en los colegios que se da o en los adolescentes en secundaria o en los
concursos de baile locales donde compiten academias de danzas o en los institutos donde se
realiza como actividad profesional misma, existe apoyo del entorno.
Ello ha evidenciado de manera más exhaustiva la investigadora, al observar concursos de
marinera, donde la única academia con la que se ha trabajado “Inspiración Norteña” que
pertenece al distrito de Ate, pone énfasis en que se apoye a los participantes del concurso,
mediante la relación que establecen con sus familiares, quienes los apoyan, así como con sus
compañeros y familiares de los mismos. Se puede ver, asimismo, un trabajo en equipo, donde
se está reforzando socialmente mediante el apoyo o la presencia de otros familiares que van
a verlo participar y el vínculo que se genera con ellos cuando ello se da (cuán importante o
no puede ser para el adolescente, cómo ello influencia en su percepción del logro que está
alcanzando).
El tema de las barras que apoyan a los participantes también juega un rol importante y habría
que analizar el “feedback” que reciben por parte de sus entrenadores, que puede estar
alentándolos a ser más autoeficaces (Olaz, 2001). Así como lo que le dice la familia al ganar
o no un concurso de baile.
Finalmente, se tiene el estado fisiológico (Olaz, 2001) como fuente de autoeficacia, sin ser
el menos importante. Es importante ver y analizar en qué condiciones se encuentra el
adolescente al realizar la práctica de danzas. Por ejemplo, la transpiración, un ritmo cardíaco
acelerado, la sensación de mareos y más son estados fisiológicos que pueden ser producto
de la ansiedad que puede generar el desarrollar esta actividad, sobretodo en una competencia
y más aún si esta es importante. En una futura investigación podría verse cuánto el estado
fisiológico puede actuar tanto negativamente como positivamente en el adolescente.
Por otro lado, se vislumbra una correlación que no es significativa, es pequeña, muy débil e
indirecta entre el componente Situaciones de interacción social asertiva de la variable
33
asertividad y el componente Situaciones de interacción social pasiva de la variable
asertividad para el grupo total de adolescentes. Sin embargo, para el grupo que practica
danzas folcklóricas, se tiene que la correlación no es significativa, es pequeña, débil y
directa. Se puede añadir que además el grupo que practica danza es menor en número (N:78)
a comparación del grupo total (N: 238) y el grupo que no practica danzas (N:160) y se puede
apreciar mejor lo que sucede en este grupo. Se tiene de esta forma que la pasividad y
asertividad de la variable asertividad no se relacionan o influyen de manera indirecta, lo que
a su vez denota que el adolescente al realizar la práctica de danzas podría presentar
características de pasividad y ello a su vez no influenciar o guardar estrecha relación con las
características de asertividad que también pueda poseer.
Por otro lado, para el grupo que no practica danzas folcklóricas se tiene que la relación entre
ambos componentes de la variable asertividad es significativa, aunque pequeña, débil, pero
indirecta. Siendo este el grupo que posee la mayor cantidad de adolescentes (N:160) presenta
resultados muy similares al del grupo total (N:238). En ambos casos las características de
asertividad y pasividad presentan una relación indirecta, lo que indica que a mayor pasividad,
se encontrará menor asertividad o viceversa. Esto no sucede en el grupo que practica danzas
folklóricas.
Es importante entender la pasividad como una elevada hetero-asertividad y una escasa auto-
asertividad como lo señala Castanyer (s.f.) (como se cita en Scolara, 2011) y la asertividad
como un adecuado balance entre estos dos tipos de asertividad.
Al parecer los rasgos pasivos van a influir, para este grupo de análisis, de manera que, al
poseerlos, el grupo de adolescentes va a presentar menores características asertivas, como
también si no los presenta, van a mostrar más asertividad. La pasividad va a jugar un rol
importante en la presencia de asertividad y lo mismo pasará en sentido contrario. Se puede
llegar a la conclusión en este caso de que una asertividad mucho más modulada (entre la
heteroasertividad y auto-asertividad) puede atenuar los rasgos pasivos y lo mismo, los rasgos
pasivos pueden afectar una asertividad modulada, ya sea aumentándola o disminuyéndola
como señala Castanyer (s.f.) (como se cita en Scolara, 2011).
En cuanto a las puntuaciones obtenidas, no se encontraron diferencias significativas entre
ambos grupos (los que practican y no practican danzas folcklóricas) para ambas variables,
las puntuaciones son muy similares. El grupo que practica danzas folcklóricas obtuvo una
puntuación promedio de 3,7 para la variable autoeficacia y el grupo que no practica danzas
34
folcklóricas obtuvo una puntuación promedio de 4 para la variable autoeficacia. Estas
puntuaciones son consideradas en una escala del 1 al 4.
En ambos casos se obtienen puntuaciones que se acercan al puntaje máximo para la variable
autoeficacia. Lo cual determina que los adolescentes poseen un adecuado pensamiento
autorreferente, lo cual afecta sus acciones y ello hace que su desempeño sea mucho mejor y
viceversa. Al ver que tienen un desempeño mucho mejor, ello los estimula y refuerza sus
pensamientos de logro y vuelven a generarse los juicios que afectan su autoeficacia (Olaz,
2001).
En cuanto a las puntuaciones obtenidas para la variable Asertividad, en este caso, se han
considerado las puntuaciones obtenidas para cada componente de la variable. En el caso del
componente Situaciones de interacción social asertiva, se obtiene una puntuación promedio,
para el grupo que practica danzas de 4.5. Por otro lado, el grupo que no practica danzas
obtuvo una puntuación promedio de 5 para este componente. Ello implica que los
adolescentes en ambos grupos poseen características asertivas en sus interacciones sociales
y también que ambos grupos poseen la habilidad para expresar pensamientos, sentimientos
y creencias de modo explícito y apropiado (León y Vargas, 2008).
En cuanto a las puntuaciones obtenidas para el componente Situaciones de interacción social
pasiva de la variable asertividad, se tiene que para el grupo que practica danzas folcklóricas
el promedio es de 4.57 y para el grupo que no practica danzas folcklóricas, el promedio es
de 4.29. En ambos casos las puntuaciones se acercan al puntaje máximo de este componente,
lo cual refleja que los adolescentes poseen rasgos pasivos a pesar de poseer puntuaciones
altas del componente asertivo de la misma variable y puntuaciones altas también para la
variable autoeficacia. Ello se compara a lo anteriormente dicho, sobre todo cuando no se
encuentra relación con las puntuaciones obtenidas para la variable autoeficacia.
Los rasgos de pasividad de la muestra (que se encuentran en un nivel alto) se caracterizan
por no defender derechos e intereses personales y anteponer los derechos de los otros por los
propios (Scolara, 2011).
Cuando se comparan las puntuaciones obtenidas en el grupo de adolescentes total de la
muestra en función a la práctica de otra actividad física, se obtiene que no se encuentran
diferencias significativas. Por lo tanto, para esta muestra, la práctica de otra actividad física
como un deporte, otra danza, otro deporte y danza en simultáneo y otros, no constituyen una
condición que pueda denotar diferencias en las puntuaciones u otros resultados.
35
Sin embargo, de acuerdo a estudios realizados, el desarrollo de la asertividad puede darse
bajo ciertas condiciones del grupo, por ejemplo, en el caso de la práctica de un deporte,
donde se valoren aspectos como la victoria, se asuma un liderazgo positivo, el contexto sea
el adecuado, etc. (González-Víllora y Valero, 2012).
Por otro lado, las puntuaciones obtenidas para la variable autoeficacia son de 3 en promedio
para todos los casos (práctica de un deporte, otras danzas, otra danza y deporte en simultáneo,
ninguna y otros). Este puntaje se encuentra bastante próximo al máximo, lo cual demuestra
que el nivel de autoeficacia es aceptable según esta condición para la muestra completa.
En cuanto a las puntuaciones obtenidas para el componente de Situaciones de interacción
social asertiva de la variable asertividad, el promedio de todas ellas es de 2.77 (práctica de
un deporte, otras danzas, otra danza y deporte en simultáneo, ninguna y otros). Ello
demuestra que de acuerdo a este componente se tienen puntuaciones que se acercan al
puntaje mínimo. Lo cual vislumbra que la práctica de otra actividad física no demuestra
puntuaciones altas del componente asertivo de la variable asertividad. Se tendría que ver qué
características están influyendo en la práctica de otra actividad física que hacen que esta
muestra no denote mayores puntuaciones.
Por otro lado, según mencionan González – Víllora y Valero (2012), el deporte de acuerdo
a las características en cómo este sea practicado, puede generar asertividad, como los roles
asumidos, el liderazgo, el contexto y los conceptos que se rijan en torno a él por el grupo.
Por otro lado, cabe también mencionar que las personas asertivas no se van a preocupar tanto
en “ganar” sino en llegar a un acuerdo como menciona Castanyer (como se cita en Scolara,
2011). Si la variable competencia está influyendo sobre la práctica de estas otras actividades
físicas, entonces posiblemente no estén correlacionándose con el hecho de generarse
asertividad.
Asimismo, las puntuaciones obtenidas para el componente Situaciones de interacción social
pasiva de la variable Asertividad son 1.98 para todos los casos (práctica de un deporte, otras
danzas, otra danza y deporte en simultáneo, ninguna y otros). Ello demuestra que la
pasividad posee puntuaciones bastante próximas al mínimo para el grupo total de
adolescentes según la práctica de otra actividad física. Los rasgos pasivos que se caracterizan
por una elevada héteroasertividad y una baja auto – asertividad como menciona Castanyer
(s.f.) (como se cita en Scolara, 2011), no se están viendo desarrollados, ya sea por las
características personales del adolescente o características del grupo con el que practica otra
actividad física, el contexto del mismo, etc.
36
Para finalizar, de acuerdo a las puntuaciones obtenidas para las variables Asertividad y
Autoeficacia y los estudios realizados alrededor de ellas, se obtiene que no se encuentra
diferencias significativas para el grupo total de adolescentes en base al género. En otras
palabras, el género tampoco va a ser una condición que demarque alguna diferencia en que
se desarrolle la asertividad y autoeficacia para esta muestra.
Las puntuaciones obtenidas para la variable autoeficacia son de 3 en promedio tanto para el
grupo de varones como de mujeres. Las puntuaciones de autoeficacia se aproximan al
puntaje máximo en ambos casos, lo cual demuestra que hay niveles aceptables de esta
variable y tanto hombres como mujeres son autoeficaces. Sin embargo, en otros estudios
abordados sobre autoeficacia, se han encontrado diferencias significativas en base al género,
obteniendo el grupo de varones mejores puntuaciones que se veían relacionadas a un mejor
auto-concepto en un contexto de elección vocacional (Olaz, 1997).
Por otro lado, las puntuaciones obtenidas para el componente Situaciones de interacción
social asertiva de la variable asertividad de acuerdo al género son casi las mismas y no se
encuentran diferencias significativas, en ambos casos. Para el grupo masculino es de 2.62 y
para el grupo femenino es de 2.73. Ambos presentan puntuaciones próximas al mínimo
puntaje de acuerdo al constructo (R.A.S.) lo cual denota un bajo desarrollo del componente
de variable en ambos casos.
Finalmente, las puntuaciones obtenidas para el componente Situaciones de interacción social
pasiva de la variable asertividad de acuerdo al género también son similares y no se
encuentran diferencias significativas en ambos casos. Para el grupo masculino es de 1.99 y
para el grupo femenino es de 2.19. Ambos presentan puntuaciones próximas al mínimo de
acuerdo al constructo (R.A.S.) lo cual denota un bajo desarrollo del componente. En este
caso, el componente hace referencia a situaciones pasivas y como ya se ha explicado
anteriormente tienen que ver con poner los propios derechos de lado y anteponer el de los
otros (Scolara, 2011).
Con respecto a la validez de los instrumentos, en primer lugar, se tiene la validez del Test de
Asertividad de Rathus (R.A.S.) para la cual se realizó la validez de constructo. Con este
análisis se pudo evidenciar que, para esta investigación, la solución factorial es
bidimensional, lo cual difiere de la adaptación realizada por León y Vargas (2008) en la cual
se basó esta investigación y donde se encontraron seis factores. Los factores con los que se
están trabajando para esta investigación dilucidan dos componentes que se diferencian y se
oponen: situaciones de interacción social pasiva (14 ítems: 12, 7, 22, 18, 11, 2, 6, 15, 10, 9,
37
8, 1, 16 y 4) y situaciones de interacción social asertiva (8 ítems: 21, 13, 19, 14, 20, 17, 5 y
3).
Se puede decir que el cambio del número de componentes que son de seis a dos
(componentes que se extraen para la estandarización de la escala) en esta investigación puede
deberse al número de participantes, las características mismas de la muestra y las situaciones
en torno a ella. Para la estandarización costarricense (León & Vargas, 2008) se trabajó con
615 adultos. Para efectos de esta investigación, se trabajó con 238 adolescentes (en la
adolescencia media) pertenecientes a escuelas y/o institutos de danzas folcklóricas de un
nivel socioeconómico C y D.
En cuanto a la confiabilidad de esta investigación, se encontró un alfa de cronbach de .81
para el componente Situaciones de interacción social pasiva y para el componente
Situaciones de interacción social asertiva se encontró un alfa de cronbach de .73. Ello indica
que ambas dimensiones son confiables.
En cuanto a la validez y confiabilidad del Test de Autoeficacia Generalizada (T.A.G.), en
este estudio se trabajó con la validación y estandarización elaborada por Cid, Orellana y
Barriga (2010) en población chilena (15 años -65 años). Para la validación, se realizó la
validez de constructo y se realizó el análisis factorial pertinente. Al igual que en la
estandarización en población chilena, el resultado fue la unidimensionalidad de la escala (10
ítems en total). Lo mismo se evidencia en un estudio realizado por Grimaldo (2005) en
adolescentes de cuarto y quinto grado de secundaria de población peruana y de un nivel
socioeconómico medio-bajo.
De acuerdo al estudio realizado por Grimaldo (2005), las cargas factoriales en su estudio
fluctúan entre .32 y .66, mientras que en este estudio fluctúan entre .46 y .65. En cuanto a la
confiabilidad, se realizó a partir de la consistencia interna, utilizando el coeficiente alfa de
cronbach. Este estudio evidenció un coeficiente alfa de cronbach de .76, lo cual indica que
es confiable. Asimismo, el estudio realizado por Grimaldo (2005) muestra un coeficente alfa
de cronbach muy similar de .75, lo cual también indica que es confiable. Es importante tomar
en cuenta que tanto esta investigación como la realizada por Miriam Grimaldo son realizadas
en Perú, en adolescentes (en la adolescencia media) que pertenecen a un nivel
socioeconómico similar, obteniéndose de esta forma resultados de validez y confiabilidad
muy parecidos.
38
6 CONCLUSIÓN GENERAL
Los resultados muestran que existe correlación directa entre las variables autoeficacia y el
componente Situaciones de interacción social asertiva de la variable asertividad. Por otro
lado, la relación es indirecta para la variable autoeficacia y el componente situaciones de
interacción social pasiva. Todo ello se da en el grupo total de adolescentes. La pasividad que
viene a ser un rasgo negativo por llamarlo así, de la variable asertividad, correlaciona de
forma indirecta con la variable autoeficacia, lo cual no sucede cuando interviene la variable
práctica de danzas folklóricas.
En el caso del grupo de adolescentes que practica danzas folklóricas se obtiene que no existe
relación alguna entre la variable autoeficacia y el componente pasivo de la variable
asertividad. Lo cual denota que independientemente de que un adolescente posea rasgos
pasivos en su asertividad, ello no influencia o hace que su autoeficacia se vea comprometida.
Por otro lado, también se concluye que, mediante la práctica de danzas, un adolescente que
no es muy asertivo socialmente, puede reforzar otros aspectos relacionados a su desempeño
autoeficaz, como en las danzas folklóricas.
En el caso del grupo que no practica danzas folklóricas se obtiene que al igual que en el
general, por ejemplo, la variable autoeficacia y el componente pasivo de la variable
asertividad, la correlación es indirecta, lo cual hace que se ponga especial atención en la
pasividad que no se ve relacionada cuando el grupo practica danzas. Asimismo, la relación
entre la variable autoeficacia y el componente asertivo de la variable asertividad es directa.
Es importante mencionar también que al analizar el modo de práctica de danzas folklóricas
se tiene que el que obtiene más frecuencia es el de modo de competencia, por lo cual se
deduce que el factor competitivo marca una diferencia en que se pueda estar generando
autoeficacia en la práctica de danzas, a pesar de los rasgos pasivos que el adolescente pueda
manifestar. Cabe mencionar también que otros aspectos que están influenciando sobre el
grupo que practica danzas puede estar influyendo en el desarrollo de la autoeficacia. Por
ejemplo, el soporte social que se observan en las competencias de danzas folklóricas, ya sea
con las barras, la retroalimentación positiva de sus profesores y compañeros, el refuerzo
positivo de sus familiares y todo ello que constituyen fuentes de autoeficacia (Olaz, 2001)
Por último, la práctica de otra actividad física (deporte, otras danzas, otra danza y deporte
en simultáneo, otros, ninguna) así como el género (masculino y femenino), no son variables
que denoten diferencias significativas en las puntuaciones obtenidas tanto para la variable
autoeficacia y la variable asertividad con sus dos componentes.
39
Entre las limitaciones que se encontraron para realizar esta investigación fueron
principalmente el acceso al total de la muestra, ya que fue difícil poder llegar a todos los
lugares donde se podía contactar a los adolescentes que practicaran danzas folklóricas,
considerando que se decidió trabajar con un nivel socioeconómico C y D, donde fue mucho
más complicado poder realizar los contactos y los encuentros. Asimismo, otra limitación fue
el tiempo, ya que, si bien se permitía por visita un encuentro de 20 minutos, no se podía
explorar más aspectos u observar el desarrollo de las actividades concernientes a la práctica
de danzas folklóricas.
Los instrumentos, por una parte, pudieron haber sido una limitación, ya que no exploraban
más aspectos relacionados a la práctica de una actividad física como una danza, medían más
aspectos de las habilidades sociales como son entendidas las variables. Sin embargo, fueron
suficientes para poder determinar el hallazgo principal de esta investigación, relacionada a
no encontrar relación entre los rasgos pasividad y la autoeficacia en el grupo que practica
danzas folklóricas, lo cual genera una discusión interesante. Asimismo, este estudio con
estos instrumentos utilizados puede dar pie a poder seguir explorando más aspectos
relacionados a la práctica de danzas, en este caso si bien pueden ser folklóricas peruanas y
ello puede ir de la mano con medir aspectos psicológicos relacionados a la identidad nacional
u otros, también pueden estudiarse grupos que practiquen otro tipo de danzas u otra actividad
física.
Se considera de este modo que la práctica de una danza u otra actividad física podría influir
o hacer alguna clase de diferencia en el desarrollo de habilidades sociales.
Entre otras sugerencias que se pueden hacer para esta investigación o futuras investigaciones
similares es que se pueden hacer estudios causales o longitudinales para ver si la práctica de
danzas folklóricas puede generar un impacto con variables como autoeficacia, asertividad
(relacionadas a las habilidades sociales), identidad nacional u otras. Es importante que se
indaguen aspectos vinculados también a lo que identifica al contexto, como en el caso de las
danzas folcklóricas peruanas que son muy variadas y que pueden ejercer algún impacto más
allá del hecho de practicarlas como una actividad física o un arte. Podrían utilizarse otros
constructos o también hacer investigaciones cualitativas en las que se indaguen casos y sus
experiencias en este tipo de actividad artística – cultural.
Con respecto a la muestra, se pueden utilizar otro tipo de poblaciones, de repente mucho más
específicas, por ejemplo, población andina que practica danzas folklóricas, población
selvática o costeña que hacen lo mismo y hacer estudios comparativos sobre lo que se vaya
40
encontrando. Es importante poder analizar la población peruana, lo que ella produce (a nivel
artístico o cultural a través de las danzas u otras manifestaciones que también se pueden
considerar) y evaluar su impacto en el bienestar psicológico general del individuo.
Este estudio también podría dar pie a que no sólo se indaguen la práctica de danzas como
actividad física, sino otro tipo de actividades como el deporte, otras danzas, y ver de qué
manera estas contribuyen o qué sucede con este tipo de actividades en el desarrollo del
individuo.
41
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45
8 ANEXOS
Consentimiento Informado
Yo, María Alejandra Alvarez Díaz con D.N.I. 45941639, estudiante del décimo ciclo de la
carrera de Psicología de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad de Ciencias
Aplicadas (UPC), me encuentro recolectando información como parte del curso de
Investigación II, el cual aporta en la realización del proyecto de tesis, cuyo tema es:
“Autoeficacia y asertividad en adolescentes que practican danzas folklóricas en Lima
Metropolitana”. Para ello se aplicarán dos cuestionarios que evalúan las capacidades para
resolver problemas en un determinado momento y la manera como uno comunica o expresa
a los demás de manera adecuada ideas, opiniones, inquietudes, etc.
La información obtenida será recabada en un máximo de 15 minutos, así mismo será cuidada
y preservada con suma confidencialidad, no se revelarán los datos que puedan identificar a
los participantes, ni se hará otro uso de ellos que no sea con fines meramente de la presente
investigación. La aplicación de los cuestionarios y la recolección de datos se llevará a cabo
en un solo encuentro con el participante. El (la) participante podrá desistir de la participación
del proceso de recolección de datos, incluso si esta ya se ha iniciado.
Para mayor información o alguna duda, puedo comunicarme con la alumna al correo:
u820230@upc.edu.pe
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------
--------
Yo_________________________________________________________ de ____
años de edad, luego de haber leído lo anteriormente mencionado, acepto participar de manera
voluntaria del proceso de recolección de datos de la investigación que será realizada por la
alumna: María Alejandra Alvarez Díaz, estudiante de la carrera de Psicología de la UPC.
46
Ficha de datos sociodemográficos.
Si la respuesta es SÍ:
47
Escala de asertividad de Rathus (R.A.S.)
(Adaptación León & Vargas, 2008)
Instrucciones
Indique hasta qué punto cada una de las siguientes frases describen la forma en que usted
piensa o se comporta ante ciertas situaciones. Para ello, debe utilizar las siguientes
categorías:
Ítem 0 1 2 3 4 5
1. Pienso que mucha gente parece ser más agresiva y
0 1 2 3 4 5
autoafirmativa que yo
2. He dudado en proponer o aceptar una cita con alguien por
0 1 2 3 4 5
timidez.
3. Cuando la comida que me han servido en el restaurante no
0 1 2 3 4 5
está hecha a mi gusto, me quejo con el mesero o mesera.
4. Cuando un vendedor se ha tomado el rato y la molestia de
mostrarme un producto que después no quiero, paso mal rato 0 1 2 3 4 5
al decir “NO”.
5. Me esfuerzo, como la mayoría de la gente, por mantener mi
0 1 2 3 4 5
posición.
6. En realidad la gente se aprovecha de mí con frecuencia. 0 1 2 3 4 5
7. Con frecuencia no sé qué decir a personas atractivas del
0 1 2 3 4 5
otro sexo.
8. Evito llamar por teléfono a instituciones o empresas. 0 1 2 3 4 5
9. En caso de solicitar un trabajo o la admisión en una
institución, preferiría escribir cartas o enviar correos 0 1 2 3 4 5
electrónicos, a realizar entrevistas personales.
10. Me resulta embarazoso devolver un artículo comprado. 0 1 2 3 4 5
48
11. Si un pariente cercano y respetado me molesta prefiero
0 1 2 3 4 5
esconder mis sentimientos antes de expresar mi disgusto.
12. He evitado hacer preguntas por miedo a parecer tonto. 0 1 2 3 4 5
13. Soy abierto y franco en lo que respecta a mis sentimientos. 0 1 2 3 4 5
14. Si alguien ha hablado mal de mí o me ha atribuido hechos
0 1 2 3 4 5
falsos, lo (la) busco para saber qué es lo que pasa.
15. Con frecuencia, paso un mal rato cuando tengo que decir
0 1 2 3 4 5
que “NO”
16. Suelo reprimir mis emociones antes de hacer una escena. 0 1 2 3 4 5
17. En el restaurante o en cualquier sitio, protesto por un mal
0 1 2 3 4 5
servicio.
18. Cuando me halagan con frecuencia, no sé qué responder. 0 1 2 3 4 5
19. Si dos personas en el cine o en una conferencia están
hablando demasiado alto, les pido que hagan silencio o se 0 1 2 3 4 5
vayan a hablar a otra parte.
20. Si alguien se cuela en una fila, le llamo abiertamente la
0 1 2 3 4 5
atención.
21. Expreso mi opinión con facilidad. 0 1 2 3 4 5
22. Hay veces en las que simplemente no puedo decir nada. 0 1 2 3 4 5
49
Auto-Eficacia Generalizada
Judith Bäßler, Ralf Schwarzer & Matthías Jerusalem, 1963
Las siguientes afirmaciones se refieren a tu capacidad para resolver problemas. Lee cada una
de ellas, y marca la alternativa (X) que consideres conveniente debajo de la puntuación
escogida. No hay respuestas correctas e incorrectas. Usa la siguiente escala para responder
a todas las afirmaciones.
N° ITEM 1 2 3 4
Puedo encontrar la manera de obtener lo que quiero aunque alguien se me
1 1 2 3 4
oponga.
2 Puedo resolver problemas difíciles si me esfuerzo lo suficiente. 1 2 3 4
Me es fácil persistir en lo que me he propuesto hasta llegar a alcanzar mis
3 1 2 3 4
metas.
Tengo confianza en que podría manejar eficazmente acontecimientos
4 1 2 3 4
inesperados.
Gracias a mis cualidades y recursos puedo superar situaciones
5 1 2 3 4
imprevistas.
Cuando me encuentro en dificultades puedo permanecer tranquilo/a
6 porque cuento con las habilidades necesarias para manejar situaciones 1 2 3 4
difíciles.
7 Venga lo que venga, por lo general soy capaz de manejarlo. 1 2 3 4
8 Puedo resolver la mayoría de los problemas si me esfuerzo lo necesario. 1 2 3 4
Si me encuentro en una situación difícil, generalmente se me ocurre qué
9 1 2 3 4
debo hacer.
Al tener que hacer frente a un problema, generalmente se me ocurren
10 1 2 3 4
varias alternativas de cómo resolverlo.
50
1