28 Doctrinsas - 5
28 Doctrinsas - 5
28 Doctrinsas - 5
D ios el Hijo ♦ 51
Cristo debía ser verdaderamente humano, esto era parte de su misión. El
to tomó “forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la
serlo requería que poseyera las características esenciales de la naturaleza hu
condición de hombre, se humilló a sí mismo” (Fil. 2:7, 8). Esta manifestación de
mana. Por eso participó de “carne y sangre” (Heb. 2:14). Cristo fue hecho “en
Dios en la naturaleza hum ana es “el misterio de la piedad” (1 Tim. 3:16).
todo semejante a sus hermanos” (Heb. 2:17). Su naturaleza humana poseía las
En la genealogía de Cristo se hace referencia a él como “Hijo de David” y tam
mismas susceptibilidades físicas y mentales del resto de la humanidad: hambre,
bién “Hijo de Abraham” (Mat. 1:1). Según su naturaleza humana, Cristo “era del
sed, cansancio y ansiedad (Mat. 4:2; Juan 19:28; 4:6; ver Mat. 26:21; 8:24).
linaje de David según la carne” (Rom. 1:3, 9:5) y fue el “hijo de María” (Mar. 6:3).
En su ministerio en favor de sus semejantes, Cristo reveló compasión, santa
Si bien es cierto que, a la manera de todo niño, Cristo nació de una mujer, hubo
ira, y tristeza (Mat. 9.36; Mar. 3.5). En ciertas ocasiones se sintió turbado y triste,
en ello una gran diferencia, una característica exclusiva. M aría era virgen, y este
y aun lloró (Mat. 26:38; Juan 12:27, 11:33, 35; Luc. 19:41). Oró con gemidos y
Niño fue concebido del Espíritu Santo (Mat. 1:20-23; Luc. 1:31-37). A través de su
lágrimas, en una ocasión hasta el punto de sudar gotas de sangre (Heb. 5:7; Luc.
madre, Cristo obtuvo verdadera humanidad.
22:44). Su vida de oración expresaba su completa dependencia de Dios (Mat.
26:39-44; Mar. 1:35; 6:46; Luc. 5:16; 6:12).
2. Su desarrollo humano. Jesús estuvo sujeto a las leyes del desarrollo hum a
Jesús experimentó la muerte por todos nosotros (Juan 19:30, 34). Cuando
no. Dice el registro bíblico que “el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabi
resucitó gloriosamente tres días más tarde, no lo hizo convertido en un espíritu,
duría” (Luc. 2:40, 52). A los doce años, dio por primera vez evidencia de que
sino con un cuerpo (Luc. 24:36-43).
comprendía su misión divina (Luc. 2:46-49). D urante todo el período de su niñez
estuvo sujeto a sus padres (Luc. 2:51).
El cam ino de la cruz fue uno de crecim iento constante por medio del su 5. La extensión de su identificación con la naturaleza humana. La Biblia reve
frimiento, el cual jugó un papel im portante en el desarrollo de Jesús: “Y aunque la que Cristo es el segundo Adán; vivió “en semejanza de carne de pecado” (Rom.
era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccio 8:3). ¿Hasta qué punto se identificó con la humanidad caída? Es crucial que se
nado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen” (Heb. desarrolle una visión correcta de la expresión “semejanza de carne de pecado”, la
5:8, 9; cap. 2:10,18). Sin embargo, si bien experimentó desarrollo, no pecó. cual describe al ser humano pecador. Ciertos puntos de vista inexactos han traí
do disensión y enemistades a través de la historia de la iglesia cristiana.
3. Fue llamado “varón”, y “hombre”. Juan el Bautista y Pedro se refieren a Jesús
llamándolo “varón” (Juan 1:30, Hech. 2:22). Pablo habla de “la gracia de un hom a. Cristo adoptó la “semejanza de carne de pecado”. La serpiente que
bre, Jesucristo” (Rom. 5:15). Jesús es el “hombre” que trajo “la resurrección de los fue levantada en el desierto ayuda a comprender la naturaleza humana de
muertos” (1 Cor. 15:21); el “solo Mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo Cristo. Tal como la imagen de bronce hecha a semejanza de las serpientes
hombre” (1 Tim. 2:5). Al interpelar a sus enemigos, Cristo se refirió a sí mismo venenosas fue levantada para salvación del pueblo, así también el Hijo de
como hombre, al decir: “Ahora procuráis m atarme a mí, hombre que os he habla Dios hecho “en semejanza de pecado” habría de convertirse en el Salvador
do la verdad, la cual he oído de Dios” (Juan 8:40). del mundo.
La designación favorita que Jesús aplicaba a sí mismo, y que usó 77 veces, era Antes de la encarnación, Jesús era “en forma de Dios” (Fil. 2:6,7); esto es,
“el Hijo del Hombre” (ver Mat. 8:20; 26:2). El título Hijo de Dios enfoca nuestra la naturaleza divina le pertenecía desde el comienzo (Juan 1:1). Al tomar
atención en su relación con los demás miembros de la Deidad. El térm ino Hijo “forma de siervo”, puso a un lado sus prerrogativas divinas. Se convirtió en
del Hombre, hace énfasis en su solidaridad con la raza hum ana por medio de su siervo de su Padre (Isa. 42:1), para cumplir su voluntad (Juan 6:38; Mat.
encarnación. 26:39,42). Revistió su divinidad con la humanidad, fue hecho “en semejanza
de carne de pecado”, de “naturaleza humana pecaminosa”, o de “naturaleza
4. Sus características humanas. Dios hizo al hombre “poco menor que los humana caída” (ver Rom. 8:3).u Esto de ninguna manera indica que Jesu
ángeles” (Sal. 8:5). En forma similar, la Escritura presenta a Jesús como “aquel cristo fuese pecador o hubiese participado en actos o pensamientos
que fue hecho un poco menor que los ángeles” (Heb. 2:9). Su naturaleza humana pecaminosos. Si bien fue hecho en la forma o semejanza de carne de pecado,
fue creada y no poseía poderes sobrehumanos. el Salvador jamás pecó, y su pureza perfecta está más allá de toda duda.
Dios el Hijo ♦ 53 . LOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA CREEN EN..
b. Cristo fu e el segundo Adán. La Biblia establece un paralelo entre ¿Cómo podría Jesús haber sido tentado "en todo”, así como so
Adán y Cristo, llamando a Adán el “primer hombre” y a Cristo “el postrer mos nosotros?
Adán” o “el segundo hombre” (1 Cor. 15:45, 47). Pero Adán tenía ventaja Es obvio que la expresión “en todo” no significa que se encontró
sobre Cristo. Cuando cayó en el pecado, vivía en el paraíso. Poseía una con tentaciones idénticas a las que afrontamos hoy. Nunca se sintió
humanidad perfecta, y gozaba del completo vigor en su cuerpo y en su tentado a m irar programas inmorales de televisión, o a ignorar el
mente. límite de velocidad en una carretera.
No fue ése el caso de Jesús. Cuando adoptó la naturaleza humana, la El punto básico que sirve de fundamento para todas las tentaciones,
raza ya se había deteriorado a través de cuatro mil años de pecado en este es nuestra decisión de si vamos a rendir nuestra voluntad a Dios o no.
planeta maldito. Con el fin de salvar a los que se hallaban en las profun En su encuentro con la tentación, Jesús siempre mantuvo su obediencia
didades de la degradación, Cristo tomó sobre sí una naturaleza humana a Dios. Por medio de su continua dependencia del poder divino, resis
que, comparada con la naturaleza no caída de Adán, había disminuido tió con éxito las más fieras tentaciones, aunque era humano.
dramáticamente en fortaleza física y mental; a pesar de ello, Cristo lo hizo La victoria de C risto sobre la tentación lo capacitó para sim
sin pecar.12 patizar con las debilidades hum anas. N uestra victoria sobre la
Cuando Cristo adoptó la naturaleza humana que evidenciaba las con tentación se logra al mantener nuestra dependencia de él. “No os
secuencias del pecado, pasó a estar sujeto a las debilidades que todos ex ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es
perimentamos. En su naturaleza humana, estuvo “rodeado de debilidad” Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir,
(Heb. 5:2; Mat. 8:17; Isa 53:4). El Salvador sentía su debilidad. Por eso sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para
debió ofrecer “ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía que podáis soportar” (1 Cor. 10:13).
librar de la muerte” (Heb. 5:7), identificándose de este modo con las nece Debemos reconocer que en última instancia, “el hecho de que
sidades y debilidades tan comunes en la humanidad. Cristo pudiese ser tentado en todas las cosas como nosotros, y sin
Así, “la humanidad de Cristo no fue la de Adán; esto es, la humanidad embargo mantenerse sin pecado, es un misterio que ha sido dejado
de Adán antes de su caída. Tampoco fue la humanidad caída, esto es, la sin explicación para los mortales”.14
humanidad de Adán después de la transgresión, en todos sus aspectos. No
era la humanidad original de Adán, porque poseía las debilidades inocen 2) “Padeció siendo tentado”. Cristo padeció mientras estuvo su
tes de los seres caídos. No era la humanidad caída, porque nunca había jeto a la tentación (Heb. 2:18). Fue perfeccionado “por aflicciones"
descendido a la impureza moral. Por lo tanto, era en el sentido más literal (Heb. 2:10). Por cuanto él mismo debió enfrentar el poder de la
nuestra humanidad, pero sin pecado”.13 tentación, podemos tener la seguridad de que sabe cómo ayudar a
cualquiera que es tentado. Fue uno con la humanidad en sufrir las
c. Su experiencia con las tentaciones. ¿Cómo afectaron a Cristo las ten tentaciones a las cuales la naturaleza humana se halla sujeta.
taciones? ¿Le era fácil o difícil resistirlas? La forma en que Jesús experi ¿Cómo sufrió Cristo bajo la tentación? A pesar de tener la “seme
mentó las tentaciones prueba que era verdaderamente humano. janza de carne de pecado”, sus facultades espirituales estaban libres
de cualquier efecto o consecuencia del pecado. Por lo tanto, su natu
1) “Tentado en todo según nuestra semejanza". El hecho de que raleza santa era extremadamente sensible. Cualquier contacto con el
Cristo “fue tentado en todo según nuestra semejanza” (Heb. 4:15), mal le causaba dolor. Así pues, y debido a que el Salvador sufrió en
demuestra que participaba de la naturaleza humana. Para Jesús, la proporción a la perfección de su santidad, las tentaciones le pro
tentación y la posibilidad de pecar eran reales. Si no hubiera podido ducían mayores sufrimientos que a cualquier otro ser humano.15
pecar, no habría sido humano ni nos habría servido de ejemplo. ¿Cuánto sufrió Cristo? Su experiencia en el desierto de la
Cristo tomó la naturaleza humana con todas las desventajas, in tentación, el G etsem aní y el Gólgota, revela que resistió al punto
cluyendo la posibilidad de ceder a la tentación. de derram ar su sangre (ver Heb. 12:4).
D ios el Hijo • 55
56 . LOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA CREEN EN..
Cristo no solo sufrió más en proporción a su santidad, sino que
Jesús fue “tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”, “santo,
también debió enfrentar tentaciones más fuertes que las que nos
inocente, sin mancha, apartado de los pecadores” (Heb. 4:15; 7:26). Pablo escribió
asaltan a los seres humanos. B. F. Wescott nota: “La simpatía con el
que Cristo “no conoció pecado” (2 Cor. 5:21). Pedro testificó que Jesús “no hizo
pecador en sus tribulaciones no depende de haber experimentado
pecado, ni se halló engaño en su boca” (1 Ped. 2:22), y lo comparó con “un Cor
el pecado, sino de haber experimentado la fortaleza de la tentación dero sin mancha y sin contaminación” (1 Ped. 1:19; Heb. 9:24). Juan declaró: “No
a pecar, la cual únicamente una persona justa puede conocer en hay pecado en él... él es justo” (1 Juan 3:5-7).
toda su intensidad. El que cae, cede antes del último esfuerzo”.16F.
F. Bruce se muestra de acuerdo, al declarar: “Sin embargo, Cristo pero se mantuvo libre de la corrupción hereditaria y de la depravación y la prác
soportó triunfante toda forma de prueba que el hombre podría ex tica del pecado. Ante sus oponentes, proclamó: “¿Quién de vosotros me redar
perimentar, sin debilitar en lo más mínimo su fe en Dios, ni debili guye de pecado?" (Juan 8:46). Y cuando se acercaba su mayor prueba, declaró:
tar en lo más mínimo su obediencia a él. Esta clase de perseveran “Viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en m í” (Juan 14:30). Jesús no
cia atrae sufrimiento más que humano, y no menos”.17 poseía propensiones ni inclinaciones al mal, ni siquiera pasiones pecaminosas.
Cristo debió además enfrentar una poderosa tentación que el Ninguna de las tentaciones que lo asaltaban como un alud, pudo quebrantar su
hombre jamás ha conocido: La de usar su poder divino en su propio inamovible lealtad a Dios.
beneficio. Elena G. de W hite declara: “Cristo había recibido honor Jesús nunca hizo confesión de pecado ni ofreció sacrificio. No oró: “Padre,
en las cortes celestiales, y estaba familiarizado con el poder absolu perdóname”, sino “Padre, perdónalos” (Luc. 23:34). Procurando siempre cumplir
to. Le era tan difícil mantener el nivel de la humanidad, como lo es la voluntad de su Padre y no la suya propia, Jesús mantuvo constantemente su
para los hombres levantarse por encima del bajo nivel de sus natu dependencia del Padre (ver Juan 5:30).
ralezas depravadas, y ser participantes de la naturaleza divina".18 A diferencia de la humanidad caída, la “naturaleza espiritual” de Jesús es pura
y santa, “libre de toda contaminación del pecado”.21 Sería un error pensar que
d. ¿Podía pecar Cristo? Los cristianos difieren en el punto de si Cristo Cristo es “absolutamente humano” como nosotros. Es el segundo Adán, el único
podía o no pecar. Nosotros concordamos con Philip Schaff, que dijo: “Si Hijo de Dios. Tampoco debiéramos considerarlo como "un hombre con la pro
[Cristo] hubiera estado provisto de impecabilidad absoluta desde el co pensión a pecar”. Si bien su naturaleza humana fue tentada en todo lo que la
mienzo, es decir, si le hubiera sido imposible pecar, no podría ser un ver naturaleza humana puede ser tentada, nunca cayó, jamás pecó. Nunca se halló en
dadero hombre, ni nuestro modelo para imitar: su santidad, en vez de ser él ninguna inclinación al mal.22
su propio acto autoadquirido y mérito inherente, sería un don accidental De hecho, Jesús es el mayor y más santo ejemplo de la humanidad. Es santo, y
o externo, y sus tentaciones una apariencia sin realidad”.19Karl Ullmann todo lo que hizo demostró perfección. En verdad constituye el ejemplo perfecto
añade: “La historia de la tentación, no im porta cómo se la pueda explicar, de la humanidad sin pecado.
no tendría significado; y la expresión que aparece en la epístola a los He
breos, ‘tentado en todo como nosotros’, carecería de significado”.20 7. La necesidad de que Cristo tomara la naturaleza humana. La Biblia expresa
diversas razones de por qué Cristo necesitaba tener una naturaleza humana.
6. La santidad de la naturaleza humana de Jesucristo. Es evidente que la na
a. Para ser el sumo sacerdote de la raza humana. Jesús, como el Mesías,
turaleza divina de Jesús era santa. Pero ¿qué podemos decir de su naturaleza
debía ocupar la posición de sumo sacerdote o mediador entre Dios y el hom
humana?
bre (Zac. 6:13; Heb. 4:14-16). Esta función requería poseer naturaleza hu
La Biblia describe la humanidad de Jesús, llamándola santa. Su nacimiento
mana. Cristo cumplió con los requisitos: (1) podía ser “paciente con los ig
fue sobrenatural; fue concebido del Espíritu Santo (Mat. 1:20). Cuando aún no
norantes y extraviados”, por cuanto “él también está rodeado de debilidad”
había nacido, fue descrito como “el Santo Ser” (Luc. 1:35). Tomó la naturaleza del
(Heb. 5:2). (2) Es “misericordioso y fiel", porque fue hecho en todas las cosas
hombre eri su estado caído, llevando las consecuencias del pecado, no su
“semejante a sus hermanos” (Heb. 2:17). (3) “Es poderoso para socorrer a los
pecaminosidad. Era uno con la raza humana, excepto en el pecado.
D ios el Hijo ♦ 57 58 . LOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA CREEN EN..
que son tentados”, por cuanto “él mismo padeció siendo tentado” (Heb. En Cristo se unen dos naturalezas. En Cristo no se halla presente la plu
2:18). (4) Cristo simpatiza con nuestras debilidades porque fue tentado en ralidad asociada con el Dios triuno. La Biblia describe a Jesús como una persona,
todo según nuestra semejanza, pero sin pecado” (Heb. 4:15). no dos. Diversos textos se refieren a la naturaleza divina y humana; sin embargo,
se refieren solo a una persona. Pablo describió la persona de Jesucristo como el
b. Para salvar aun a los más degradados. Con el fin de alcanzar a los Hijo de Dios [naturaleza divina] que nació de una mujer [naturaleza humana]
individuos donde ellos están, y rescatar aun a los que ofrecen menos espe (Gál. 4:4). De este modo, Jesús, “siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a
ranza, se humilló a sí mismo al nivel de un siervo (Fil. 2:7). Dios como cosa a qué aferrarse” [naturaleza divina], “sino que se despojó a sí
mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres” [naturaleza
c. Para dar su vida por los pecados del mundo. La naturaleza divina de humana] (Fil. 2:6, 7).
Cristo no puede morir. Para morir, entonces, Cristo debía poseer una na La naturaleza doble de Cristo no está compuesta de una influencia o poder
turaleza humana. Se convirtió en hombre y pagó la penalidad del pecado, divino abstracto conectado con su humanidad. “Y aquel Verbo —dijo Juan— fue
que es la muerte (Rom. 6:23; 1 Cor. 15:3). Como ser humano, gustó la hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigé
muerte por todos (Heb. 2:9). nito del Padre), lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:14). Pablo escribe que Dios
envió “a su Hijo en semejanza de carne de pecado” (Rom. 8:3); “Dios fue mani
d. Para ser nuestro ejemplo. Con el fin de convertirse en ejemplo de festado en carne” (1 Tim. 3:16; 1 Juan 4:2).
cómo los seres humanos debieran vivir, Cristo tenía que vivir una vida sin
pecado como ser humano. En su papel de segundo Adán, expuso el mito La m ezcla de las dos naturalezas. En ciertas ocasiones, la Biblia describe al
de que los seres humanos no pueden obedecer la ley de Dios y obtener la Hijo de Dios en términos de su naturaleza humana. El Señor compró su iglesia
victoria sobre el pecado. Demostró que es posible que la humanidad sea con su propia sangre (Hech. 20:28; ver Col. 1:13,14). En otras ocasiones, carac
fiel a la voluntad de Dios. Allí donde el primer Adán cayó, el segundo teriza al Hijo del Hombre en térm inos de su naturaleza divina (ver Juan 3:13;
Adán obtuvo la victoria sobre el pecado y Satanás, convirtiéndose así en 6:62; Rom. 9:5).
nuestro Salvador y nuestro perfecto ejemplo. En su fortaleza, su victoria Cuando Cristo entró en el mundo, se le preparó un “cuerpo” (Heb. 10:5).
puede ser nuestra (Juan 16:33). Cuando Cristo tomó sobre sí la humanidad, su divinidad fue revestida de hu
Al contemplar al Salvador, los seres humanos “somos transformados manidad. Esto no se logró cambiando su humanidad en divinidad o su divinidad
de gloria en gloria en la misma imagen” (2 Cor. 3:18). “Corramos con pa en humanidad. Cristo no se despojó de su naturaleza inherente para tom ar otra
ciencia la carrera... puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la naturaleza, sino que tomó la humanidad sobre sí mismo. De ese modo, la divini
fe... Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra dad y la humanidad se combinaron.
sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar” (Heb. 12:2, En su encarnación, Cristo no dejó de ser Dios, ni se vio reducida su divinidad
3). En verdad, “Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que al nivel de la humanidad. Cada naturaleza mantuvo su nivel. Pablo declara: “En
sigáis sus pisadas” (1 Ped. 2:21; ver Juan 13:15). él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad” (Col. 2:9). En la crucifixión,
fue su naturaleza hum ana la que murió, y no su divinidad, pues habría sido
La unión de las dos naturalezas imposible que eso sucediera.
La persona de Jesucristo tiene dos naturalezas: divina y humana. Es el Dios-
hombre. Pero notemos que al realizarse la encarnación, fue el eterno Hijo de La necesidad de la unión de las dos naturalezas. El hecho de comprender
Dios el que tomó sobre sí la naturaleza hum ana y no el hombre, Jesús, que ad la manera en que las dos naturalezas de Cristo se relacionan entre sí, provee una
quirió la divinidad. El movimiento es desde Dios hacia el hombre, no del hombre comprensión vital de la misión de Cristo, así como de nuestra misma salvación.
hacia Dios.
En Jesús, esas dos naturalezas se fundieron en una sola persona. Notemos las 1. Para reconciliar a la humanidad con Dios. Únicamente un Salvador divi
siguientes evidencias bíblicas: no-humano podía traer salvación. En la encarnación, Cristo se revistió de hu
60 . LOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIM O DÍA CREEN EN..
Dios el Hijo • 59
Los oficios de Cristo Jesús
manidad con el fin de im partir su naturaleza divina a los creyentes. Gracias a los Los oficios de profeta, sacerdote y rey eran exclusivos, y requerían en general
méritos de la sangre del Dios-hombre, los creyentes pueden com partir la natura un servicio de consagración por medio de la unción (1 Rey. 19:16; Éxo. 30:30; 2
leza divina (2 Ped. 1:4). Sam. 5:3). El Mesías venidero, el Ungido —según apuntaban las profecías—, de
La escalera que vio Jacob en su sueño, la cual simbolizaba a Cristo, nos al bía cumplir estos tres cargos. Cristo realiza su obra como mediador entre Dios y
canza dondequiera que estemos. El Salvador tomó la naturaleza hum ana y ven nosotros por medio de su actuación en calidad de Profeta, Sacerdote y Rey. Cris
ció, para que nosotros pudiésemos vencer, al tom ar sobre nosotros su natura to el Profeta proclama ante nosotros la voluntad de Dios, Cristo el Sacerdote nos
leza. Sus brazos divinos se aferran del trono de Dios, m ientras que su representa ante Dios y viceversa, y Cristo el Rey ejerce la benévola autoridad de
humanidad nos abraza a nosotros conectándonos con Dios, uniendo la tierra Dios sobre su pueblo.
con el cielo.
La naturaleza divino-humana combinada hace que el sacrificio expiatorio de Cristo el Profeta. Dios reveló a Moisés el cargo profètico de Cristo: “Profeta
Cristo sea efectivo. La vida de un ser humano sin pecado, o aun la de un ángel, no les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su
podía expiar los pecados de la raza humana. Únicamente el Creador divino- boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare” (Deut. 18:18). Los contemporá
humano podía rescatar a la humanidad. neos de Cristo reconocieron el cumplimiento de esta predicción (Juan 6:14; 7:40;
Hech. 3:22, 23).
2. Para velar la divinidad con la humanidad. Cristo veló su divinidad con el Jesús se describió a sí mismo como “profeta” (Luc. 13:33). Proclamó con auto
ropaje de la humanidad, dejando de lado su gloria y majestad celestial, con el fin ridad profètica (Mat. 7:29) los principios del reino de Dios (Mat. 5-7; cap. 22:36-
de que los pecadores pudiesen existir en su presencia sin ser destruidos. Si bien 40), y reveló el futuro (Mat. 24:1-51; Luc. 19:41-44).
aún era Dios, no apareció como Dios (Fil. 2:6-8). Antes de su encarnación, Cristo llenó a los escritores bíblicos de su Espíritu,
y les dio profecías relativas a sus sufrimientos y las glorias que habrían de venir
(1 Ped. 1:11). Después de su ascensión, continuó revelándose a su pueblo. La Es
3. Para vivir victoriosamente. La humanidad de Cristo nunca podría haber
critura especifica que le habría de conceder su “testimonio”, esto es, “el Espíritu
resistido por sí sola los poderosos engaños de Satanás. Logró vencer el pecado
de profecía”, a su fiel remanente (Apoc. 12:17; 19:10; ver cap. 18).
debido a que en él habitaba “corporalmente toda la plenitud de la Deidad” (Col.
2:9). Por haber confiado completamente en su Padre (Juan 5:19, 30; cap. 8:28), su
Cristo el Sacerdote. El sacerdocio del Mesías fue establecido firmemente por
“poder divino combinado con la humanidad obtuvo una victoria infinita a favor
juramento divino: “Juró Jehová, y no se arrepentirá, tú eres sacerdote para siem
del hombre”.23
pre según el orden de Melquisedec” (Sal. 110:4). Cristo no era descendiente de
La experiencia que Cristo adquirió en cuanto a la vida victoriosa no es privi
Aarón. Como Melquisedec, su derecho al sacerdocio fue establecido por decisión
legio exclusivo suyo. No ejerció ningún poder que la humanidad no pueda ejercer.
divina (Heb. 5:6,10; ver cap. 7). Su sacerdocio mediador tenía dos fases: Una ter
Nosotros también podemos ser “llenos de toda la plenitud de Dios” (Efe. 3:19).
renal y una celestial.
Gracias al poder divino de Cristo, podemos tener acceso a todas las cosas que
pertenecen a “la vida y a la piedad” (2 Ped. 1:3). 1. El sacerdocio terrenal de Cristo. El oficio del sacerdote junto al altar de los
La clave de esta experiencia es la fe en las “preciosas y grandísimas promesas”, holocaustos simbolizaba el ministerio terrenal de Jesús. El Salvador cumplía per
por medio de las cuales podemos llegar a ser “participantes de la naturaleza fectamente todos los requisitos necesarios para el oficio de sacerdote. Era ver
divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la daderamente hombre, y había sido “llamado por Dios”, actuando “en lo que a
concupiscencia” (2 Ped. 1:3, 4). Cristo nos ofrece el mismo poder por medio del Dios se refiere” al cumplir la tarea especial de ofrecer “ofrendas y sacrificios por
cual él venció, de modo que todos podamos obedecer fielmente y gozar de una los pecados” (Heb. 5:1,4,10).
vida victoriosa. La tarea del sacerdote consistía en reconciliar con Dios a los penitentes, por
Cristo nos hace una consoladora promesa de victoria: “Al que venciere, le medio del sistema de sacrificios, el cual representaba la provisión de una expiación
daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado
con mi Padre en su trono” (Apoc. 3:21).