Sisto Veronica
Sisto Veronica
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Vistos los autos: "Recurso de hecho deducido por Verónica Eva Sisto
y Martín Ignacio Raúl Franzini en la causa Sisto, Verónica Eva y
Franzini, Martín Ignacio s/ información sumaria - sumarísimo", para
decidir sobre su procedencia.
Considerando:
6.n) Que contra ese fallo los acto�·es dedujeron recurso extraorclinaw
rio, en el que reiteran que la nulidad de toda renuncia a solicitar el
divorcio vincular prevista en el art. 230 del Código Civil, importa una
injustificada e ilegítima imposición de un único modelo matrimonial
que viola la libertad de sus conciencias, la libertad religiosa y el prin
cipio de igualdad ante la ley, como también el pl'ecepto de no discrimi
nación consagrado en el llamado Pacto de San José de Costa Rica, todo
lo cual lesiona los principios y garantías sustentados en los arts. 14, 14
bis, 16, 19, 20 y 31 de la Constitución Nacional.
15) Que no puede alegarse que una vez decretada una eventual
sentencia de separación personal, exista la posibilidad no me.nos even
tual de que el otro cónyuge solicite la transformación de dicha separa
ción en divorcio vincular, porque esa situación jurídica no se ha pre
senta.do concretamente en la causa y resulta improcedente que el Tri
bunal se expida sobre un planteo que podría formular en el futuro u.no
de los contrayentes.
26) Que el art. 230 del Código Civil nada impone respecto al ámbi
to de las conciencias porque la n01·ma sólo prescribe un modelo matri
monial que procura satisfacer -en el marco propio de lo jurídico- las
necesidades y convicciones actuales de la población, sin alterar el con
cepto del vínculo conyugal como base de la estructura social y fami
liar. La norma dispone la nulidad de un acto que podría ser realizado
por"fas partes -privada o públicamente-- pero que carece de validez en
él ordenamiento jurídico en el supuesto de presentarse real controver
siá :...-aquí inexistente--- acerca de la normativa de la institución del
matrimonio civil que el Poder Legislativo ha sancionado como ley para
todo el territorio nacional.
Considerando:
411) Que el matrimonio es, por una parte, materia regulada por las
distintas confesiones religiosas, pero por otra, el Estado también in
terviene para regularlo por razones de orden público y de convenien
cia social. De ello resulta que según sea la posición que el Estado adop
te en cada país y momento histórico frente a la religión o religiones
practicadas por sus habitantes, el matrimonio estará regulado por el
Esta.do y por la confesión religiosa -generalmente la mayoritariamente
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nace efectos jurídicos; sistema que es el que aún hoy nos rige, aunque
en la actualidad a través de las disposiciones incorporadas al Código
Civil por la ley 23.515.
Que ello es así, ante todo, porque la eventual disolución que conce
de la ley civil es la del vínculo matrimonial oportunamente acordado
por el Estado, pero no la del vínculo religioso establecido po.r la Iglesia,
que claramente perdura según las normas del derecho canónico y a
través de la conciencia y fe de cada contrayente.
·· · · Que, por ser ello así, ni la existencia de una forma única de matri
moni o civil, ni consecuentemente la aceptación por la ley de un modelo
matrimonial eventualmente disoluble, pueden reputarse inconstitu
cionales.
-::-, :Qiie.-en el ámbito de ese límite que marca el orden público a los
referidos derechos y libertades, se inscribe naturahnente todo lo con
cernient e al régimen civil del matrimonio, del que no puede desgajar
�e/ obviamente, el impugnado art. 230 del Código Civil.
.;:-·-;
:.";"-- - :Que 1 en efecto, dicho artículo -que consagra una similar regla a la
que estableció, ya en 1869 1 el art. 199 del código redactado por Vélez
Sársfield, y que reprodujo en el año 1888 el art. 65 de la ley 2393-
tiene sustento en el hecho de que existe conveniencia pública en 4ue
los hogares mal avenidos, donde no se pueden cumplir los fines socia�
les de la institución matrimonial (educación y formación del carácter
de los hijos), lleguen a un resultado que por lo menos evite los malos
ejemplos. Además, admitir la posibilidad de renunciar d� antemano al
derecho de pedir el divorcio civil, importaría suprimir las sanciones
adoptadas para el caso de incumplimiento de los deberes conyugales;
e, inclusive, una cláusula semejante equivaldría a la dispensa del dolo,
prohibida por el art. 506 del Código Civil para toda clase de contratos
(confr. Busso, E. "Código Civil Anotado", t. II, pág. 194, Bs.As. 1945).
Ello dicho, sin perjuicio de aquello que las leyes religiosas sigan impo
niendo en su esfera a sus propios fieles.
ser ello así, resulta indudable que el Estado tiene plena potestad para
legislar sobre sus consecuencias civiles, como ocurre respecto de cual
quier contrato (confr. Jaime Torrubiano Ripoll, '<El divorcio vincular y
el dogma católico", pág. 362, Madrid, 1926), para lo cual indudable
mente le es dado imponer inclusive fuertes restricciones a la voluntad
libre de las partes, en razón del orden público antes señalado. Restric
ciones que se dan tanto mediante trabas para disuadir la ruptura del
vínculo, cuanto para que una vez acaecido ello, las eventuales conse
cuencias posteriores hagan también a su disuación mediante una con
tinuación residual de sus efectos (prestación alimentaria, derecho de
asistencia, atribución de vivienda, etcétera).
17) Que, por otra parte, resulta de toda evidencia que si se admi
tiera a los recurrentes la posibilidad de tornar inoperante respecto de
ellos un aspecto del régimen matrimonial como es el aquí considerado>
indcscadamente se estaría abriendo la puerta para transformar a cliw
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18) Que, de otro lado, los arts. 2, 14, 14 bis -este último en cuanto
a la "protección integrar de la familia-y 16 de la Constitución Nacio
nal invocados p01· los recurrentes en sustento de su derecho de con
traer matrimonio indisoluble, carecen de relación directa con el caso,
toda vez que de ninguno de esos preceptos u otros de la Carta Magna
resulta definición algrma entre indisolubilidad y divorcio vincular, ni
a favor ni en contra, tratándose ello, como ya se dijo, de una materia
propia de la decisión del Congreso en el marco de la legislación del
derecho de familia.
Considerando:
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811). Que el art. 230 del Código Civil (reformado por la ley 23.515)
establece que: "Es nula toda renuncia de cualquiera de los cónyuges a
]a, facultad de pedir la separación personal o el divorcio vincular al
juez competente, así como también toda cláusula o»pacto que restrinja
0 amplíe las causas que dan derecho a solicitarlos .
... . •· Los recurrentes sostienen que dicha norma los priva de la posibili
dad de asumir un vínculo matrimonial irrevocable con reconocimiento
legal, y solicitan que su renuncia a la facultad de solicitar el divorcio
sea convalidada judicialmente.
·,. 9°) Que los intereses sociales comprometidos en la institución ma
trimonial -que no implica solamente un vínculo contractual- justifi
caron que el legislaifor haya establecido para regularla normas de or
den público, que limitan la autonomía individual.
No obstante esto, las reglamentaciones legales de las disposicio
nes constitucional�s -en el caso, el derecho a casarse, conforme a las
leyes (art. 20 de la Ley Pundamental)-deben ser razonables, esto es,
justificadas por los hechos y las circunstancias que les han dado ori
gen y por la necesidad de salvaguardar el interés público comprometi
do y proporcionadas a los fines que se procura alcanzar, de modo de
coordinar el interés privado con el público y los derechos individuales
con los de la sociedad. La norma legal impugnada, al imponer como
principio de orden público la revocabilidad del pacto matrimonial,
conculca el derecho a asumir compromisos irrevocables con protección
y tutela del ordenamiento jurídico y deviene irrazonable, pues resulta
poco menos que absurdo admitir, desde el punto de vista del orden
público, la adopción irrevocable y prohibir nada menos que el matri
monio irrevocable.
10) Que, por ello, el legislador t cuando optó por un único modelo
matrimonial -disoluble- sin dar a los contrayentes la posibilidad de
ejercer una elección a favor del matrimonio indisoluble, actuó en des
medro de quienes legítimamente pretenden tutelar jurídicamente un
vínculo matrimonial asumido como indisoluble y en tal carácter exigi
ble enjusticia.
Al respecto, cabe destacar que la experiencia del derecho compara
do también demuestra que en diversos países se admite la posibilidad
de que los contrayentes opten entre un vínculo disoluble en todo caso,
disoluble en excepcionales supuestos o incluso no disoluble. Reciente
mente esta modalidad ha encontrado su primera recepción en el dere-
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ANTONIO BoGGIANo.