MONI

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MONICION DE ENTRADA:

Paz y bien queridos hermanos. Venimos llenos de alegría y gratitud para


con Dios, por el acontecimiento que nos reúne: La graduación de los
alumnos de sexto.

Llenos de gozo nos disponemos a vivir esta celebración en la que


ponemos como ofrenda en el altar nuestra vida y de manera especial
hacemos ofrenda de estos seis años de estudio, esfuerzo y dedicación
escolar.

El Colegio América se engalana por este evento y damos gracias a Dios


por la posibilidad de llegar a este acto importante para cada alumno,
acto que se vuelve un signo de esperanza para cada una de las familias
de los estudiantes que hoy cierran un ciclo en sus vidas.

Iniciemos nuestra celebración participando con todo nuestro ser.


Vivamos la eucaristía como la gran fiesta que es, la fiesta por
excelencia. Puestos de pie recibimos a nuestro celebrante.

ORACION UNIVERSAL.

● Te pedimos Padre, por la Iglesia y el Papa Francisco, por todos los


Obispos y sacerdotes, especialmente por los de nuestra parroquia,
para que el Señor los santifique y los fortalezca ante las
dificultades, roguemos al Señor:
● Por la paz en nuestra patria, para que el Espíritu de Dios
transforme toda realidad de muerte y haga florecer la justicia, la
verdad y la caridad. Roguemos al Señor:

● Por los jóvenes de nuestro pueblo, para que descubran en Cristo


el verdadero sentido de sus vidas, reconozcan sus cualidades para
lograr el éxito y acudan al Señor y a su Palabra como fuente de
conocimiento y sabiduría por excelencia, roguemos al Señor:

● Por los alumnos y alumnas del Colegio y por sus familias para que
Dios derrame abundantes bendiciones sobre ellos, para que tomen
conciencia de que los hogares están llamados a ser centros de
formación y crecimiento humano-cristiano, de servicio al prójimo y
promoción personal y comunitaria, roguemos al Señor:

● Por el personal directivo, docente, administrativo y de servicio que


labora en el Colegio para que dejando que el Señor guíe nuestras
vidas no permitamos que los afanes de la vida asfixien la palabra
de Dios en nosotros, roguemos al Señor:

OFERTORIO

En esta Eucaristía de fin de curso, te presentamos Señor.

● El pan y el vino, Haz que sean para nosotros alimento que nos den
fuerza para seguir rompiendo las cadenas que nos atan al pecado
y que nos ayuden a vivir desde la sabiduría y el amor.
● La despensa signo de tu misericordia y providencia diaria en
nuestras vidas, que nos recuerda y nos da la oportunidad de
compartir tus bendiciones con nuestros hermanos.

● Estas flores, fruto del amor que poco a poco vamos teniendo hacia
los demás a imagen y semejanza tuya.

Monición a la Primera Lectura:

La primera lectura, tomada del Libro de Isaías, exalta el gran regalo de


la Palabra de Dios, la cual es comparada a la lluvia que cae, haciendo
germinar la tierra y por ello es fuente de vida, con el salmo 64
reconocemos la grandeza del Señor y el gozo de recibir el don de la
palabra.

ESCUCHEMOS CON ATENCION.

Monición al Santo Evangelio:

El Santo Evangelio, ilustra la tarea de un sembrador, invitándonos a ser


buena tierra para recibir la semilla de la palabra y podamos asi dar los
frutos abundantes que la gracia de Dios produce en el corazón de sus
hijos.

NOS PONEMOS EN PIE Y ESCUCHAMOS LA BUENA NOTICIA.


PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de Isaías 55, 10-11

Así dice el Señor: <<Como bajan la lluvia y la nieve del cielo, y no


vuelven allá sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla
germinar, para que dé semilla al sembrador y pan al que come, así será
mi palabra, que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que hará
mi voluntad y cumplirá mi encargo.>>. Palabra de Dios.

Salmo responsorial. Sal 64, 10. 11. 12-13. 14 (R.: Lc 8,

R. La semilla cayó en tierra buena y dio fruto.

Tú cuidas de la tierra, la riegas y la enriqueces sin medida; la acequia


de Dios va llena de agua, preparas los trigales.

R. La semilla cayó en tierra buena y dio fruto.

Riegas los surcos, igualas los terrones, tu llovizna los deja mullidos,
bendices sus brotes.

R. La semilla cayó en tierra buena y dio fruto.

Coronas el año con tus bienes, tus carriles rezuman abundancia;


rezuman los pastos del páramo, y las colinas se orlan de alegría.

R. La semilla cayó en tierra buena y dio fruto.


Las praderas se cubren de rebaños, y los valles se visten de mieses, que
aclaman y cantan.

R. La semilla cayó en tierra buena y dio fruto.

Aleluya, Aleluya

La semilla es la palabra de Dios, el sembrador es Cristo; quien lo


encuentra vive para siempre.

aleluya aleluya.

EVANGELIO

+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 13, 1-23

Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó junto al lago. Y acudió a él


tanta gente que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y la gente se
quedó de pie en la orilla. Les habló mucho rato en parábolas:

-Salio el sembrador a sembrar. Al sembrar, un poco cayó al borde del


camino; vinieron los pájaros y se lo comieron. Otro poco cayó en
terreno pedregoso, donde apenas tenia tierra, y, como la tierra no era
profunda, brotó en seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y por
falta de raiz se secó. Otro poco cayó entre zarzas, que crecieron y lo
ahogaron. El resto cayó en tierra buena y dio grano: unos, ciento; otros,
sesenta; otros, treinta. El que tenga oidos que olga.»
Se le acercaron los discipulos y le preguntaron: ¿Por qué les hablas en
parábolas?» Él les contestó: -A vosotros se os ha concedido conocer los
secretos del reino de los cielos y a ellos no. Porque al que tiene se le
dará y tendrá de sobra, y al que no tiene se le quitará hasta lo que
tiene. Por eso les hablo en parábolas, porque miran sin ver y escuchan
sin oir ni entender. Así se cumplirà en ellos la profecia de Isaias: "Oiréis
con los oidos sin entender; miraréis con los ojos sin ver; porque está
embotado el corazón de este pueblo, son duros de oido, han cerrado los
ojos; para no ver con los ojos, ni oir con los oidos, ni entender con el
corazón, ni convertirse para que yo los Cure."

¡Dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen! Os


aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis vosotros
y no lo vieron, y oír lo que ois y no lo oyeron. Vosotros oid lo que
significa la parábola del sembrador: Si uno escucha la palabra del reino
sin entenderla, viene el Maligno y roba lo sembrado en su corazón. Esto
significa lo sembrado al borde del camino. Lo sembrado en terreno
pedregoso significa el que la escucha y la acepta en seguida con alegría;
pero no tiene raíces, es inconstante, y, en cuanto viene una dificultad o
persecución por la palabra, sucumbe. Lo sembrado en zarzas significa el
que escucha la palabra; pero los afanes de la vida y la seducción de las
riquezas la ahogan y se queda estéril. Lo sembrado en tierra buena
significa el que escucha la palabra y la entiende; ese dará fruto y
producirá ciento o sesenta o treinta por uno. Palabra del Señor.

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