La Familia
La Familia
La Familia
A pesar de ello diversos autores han tratado de establecer un concepto de familia que
pueda ser utilizado desde el punto de vista jurídico.
Desde el punto de vista legal, se entiende que ésta debe considerarse ateniéndose
exclusivamente a los vínculos jurídicos que emergen del parentesco biológico o
artificial (como lo es la legitimación plena).
Díaz de Guijarro define a la familia como “la institución social, permanente y natural,
compuesta por un grupo de personas ligadas por vínculos jurídicos emergentes de la
relación intersexual y de la filiación y Varela De Motta agrega “y de la adopción
plena”. Institución es todo elemento de la sociedad cuya duración y permanencia no
depende de la voluntad subjetiva de individuos determinados. Se trata de una idea-
fuerza, que no es inventada, sino descubierta por una persona o grupo.
La definición d Díaz de Guijarro señala la naturaleza jurídica de la familia, destaca
sus características como organización social, su permanencia y espontaneidad y
comprende dos tipos de parentesco el biológico y el que nace como consecuencia del
vínculo matrimonial, o sea el parentesco por afinidad.
Más allá de la definición de familia, tenemos que tener presente que a lo largo de la
historia los modelos de familia han cambiado, y el legislador se ha ocupado de legislar
acerca de esos cambios, adecuando las leyes a los cambios culturales en lo que refiere
a dichos modelos.
Originalmente el Estado Uruguayo con raigambre netamente católica reconoció como
único modelo familiar la que tenía su origen en el matrimonio religioso, y de esa
forma estableció la familia sobre la base del matrimonio, con un concepto patriarcal,
concibiéndola como un grupo cuya dirección correspondía exclusivamente al marido.
Es así también que los hijos habidos fuera de él no estaban contemplados por la ley, y
por ello carecían de derechos con respecto a sus progenitores. Dicho matrimonio
además solo podía disolverse con la muerte de uno de los cónyuges, el Código Civil de
1868 así lo estableció.
Durante la dictadura del gobierno de Latorre comenzó un proceso de secularización
de la Iglesia y el Estado, que tuvo implicancias también en el ámbito de la legislación
familiar.
En 1878 se crea el Registro Civil y en 21 de julio 1885 se estableció el matrimonio civil
como único matrimonio válido en todo el territorio de la República, pero aún así solo
la muerte del cónyuge lo podía disolver. Existía empero, la “Separación de cuerpos”
(aún vigente hoy día) que permitía a los cónyuges extinguir los deberes matrimoniales,
pero sin terminar con el matrimonio.
En 1907 la ley 3245 estableció el divorcio el divorcio por causales, admitiéndose 5 de
ellas; y además estableció el divorcio por mutuo acuerdo. La segunda ley referida al
divorcio la N° 3.641, del 11 de julio de 1910 modificó algunas de las causales divorcio;
y estableció el divorcio por conversión (mediante ésta vía se podía luego de 3 años de
establecida la separación de cuerpos solicitar al juez su conversión en sentencia de
divorcio).
Posteriormente la Ley 4802 del 9 de setiembre de 1913, estableció el divorcio por sola
voluntad de la mujer, con el objetivo de otorgar al que en aquél momento era el
miembro más débil de la pareja, la posibilidad de pedir el divorcio sin expresión de
causa.
El Derecho a partir del SXX fue reconociendo también progresivamente a la
familia
natural. En 1934 se prevé la obligación de alimentos para los ascendientes naturales.
Con la Ley de Derechos Civiles de la Mujer, la patria potestad pasa a ser compartida.
Con la ley 15.855 se reconoce la equiparación de los hijos naturales, por lo tanto la ley
reconoce a hijos legítimos y naturales igualdad de derechos sucesorios.
En 1978 la ley N° 14.766 estableció cambios sustanciales con respecto al adulterio; e
incorporó dos causales de divorcio.
Posteriormente el 18 de diciembre de 2007 se aprueba la Ley 18.246 denominada Ley
de Unión Concubinaria, reconociendo un nuevo modelo familiar y la posibilidad de
que las personas homosexuales, formaran una familia a la cual el Estado consagraba
una serie de derechos similares a los del matrimonio. Para muchos, ésta ley fue la
antesala para la aprobación de la ley de Matrimonio igualitario, ya que preparó el
terreno para un cambio legislativo sumamente importante en materia de familia.
El 3 de mayo de 2013 se aprueba la Ley N° 19.075, denominada Ley de Matrimonio
igualitario, ya que refiere al matrimonio entre personas del mismo o distinto sexo, la
cual estableció también modificaciones en cuanto al divorcio, modificando la vía de
divorcio por sola voluntad de la mujer, pasando a ser divorcio por sola voluntad de
cualquiera de los cónyuges.
La ley 19684 del 07/11/2018, “Ley integral para personas trans”, deroga la ley de identidad
de género, estableciendo el trámite del cambio de identidad por la vía administrativa y no
jusrisdiccional entre otras cosas. Artículo 8: (Resolución de la Dirección General del
Registro de Estado Civil).- La resolución que haga lugar a la petición debe comunicarse al
Oficial del Registro de Estado Civil correspondiente, ordenando la rectificación de las
partidas respectivas en un plazo no mayor a treinta días.
La Dirección General del Registro de Estado Civil debe remitir testimonio de las
partidas rectificadas al Gobierno Departamental respectivo, a la Dirección Nacional de
Identificación Civil del Ministerio del Interior, al Registro Cívico Nacional de la Corte
Electoral y a la Dirección General de Registros, a fin de que se efectúen las
correspondientes modificaciones, inscripciones o anotaciones en los documentos
pertinentes. En todos los casos se conservará el mismo número de documento de
identidad, pasaporte y credencial cívica. Producida la adecuación registral, esta no podrá
iniciarse nuevamente hasta transcurridos cinco años a partir de la fecha de rectificación
de la partida de nacimiento. En caso de iniciarse nueva solicitud de adecuación registral
de nombre y sexo, la misma debe ser al nombre anterior.
Por último la Ley de urgente consideración, Ley 19889 del año 2020, introduce
cambios en materia de adopción. Establece entre otras cosas que: El Tribunal podrá
prescindir de la selección realizada por el equipo técnico del Departamento de Adopciones
del INAU, por decisión excepcional y fundada, en aquellas situaciones de hecho en las que,
un niño, niña o adolescente, se encuentre plenamente integrado a un núcleo familiar,
habiendo generado lazos de tal envergadura que de ser coartados inevitablemente
vulnerarían sus derechos, siempre y cuando esta tenencia haya comenzado en forma
lícita, priorizándose el interés superior del niño, niña o adolescente en cuestión. En estos
casos el juez deberá requerir informes sociales y psicológicos de equipos técnicos del
INAU, o del Poder Judicial: Instituto Técnico Forense o equipos técnicos de los Juzgados
de Familia con competencia especializada.
“El principio del interés superior del niño o niña, también conocido como el interés
superior del menor, es un conjunto de acciones y procesos tendentes a garantizar
un desarrollo integral y una vida digna, así como las condiciones materiales y afectivas
que permitan vivir plenamente y alcanzar el máximo de bienestar posible a las y los
menores.
Se trata de una garantía de que los menores tienen derecho a que, antes de tomar una
medida respecto de ellos, se adopten aquellas que promuevan y protejan sus derechos y
no las que los conculquen. Así, se tratan de superar dos posiciones extremas: el
autoritarismo o abuso del poder que ocurre cuando se toman decisiones referidas a
menores, por un lado, y el paternalismo de las autoridades, por otro.
Se trata del derecho del menor a que su interés superior sea una consideración que
prime al sopesar distintos intereses para decidir sobre una cuestión que le afecta.
Es un principio porque, si una disposición jurídica admite más de una interpretación,
se elegirá la interpretación que satisfaga de manera más efectiva el interés superior del niño
o niña.
Es una norma de procedimiento ya que, siempre que se deba tomar una decisión que
afecte a menores, el proceso deberá incluir una estimación de las posibles repercusiones
de esa decisión en las y los menores interesados. La evaluación y determinación de su
interés superior requerirá las garantías procesales”. EXTRAÍDO DE “DICCIONARIO
DE ASILO”
.
El interés superior del niño es, la satisfacción integral de sus derechos. es una
garantía, ya que toda decisión que concierna al niño, debe considerar
primordialmente sus derechos; es de una gran amplitud ya que no solo obliga al
legislador sino también a todas las autoridades e instituciones públicas y privadas y a
los padres; también es una norma de interpretación y/o de resolución de conflictos
jurídicos; finalmente es una orientación o directriz política para la formulación de
políticas públicas para la infancia, permitiendo orientar las actuaciones públicas hacia
el desarrollo armónico de los derechos de todas las personas, niños y adultos,
contribuyendo, sin dudas, al perfeccionamiento de la vida democrática