10 Hábitos para Elevar Tu Productividad en El Trabajo
10 Hábitos para Elevar Tu Productividad en El Trabajo
10 Hábitos para Elevar Tu Productividad en El Trabajo
Más del 30% de los trabajadores en México laboran más de 60 horas a la semana -es decir 11 horas o más al
día- de acuerdo con una encuesta realizada en 2012.
Este año, un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) reportó que
los mexicanos trabajamos un promedio de 2,250 horas al año, lo que representa 500 horas más que el
promedio del resto de los países miembros del organismo.
Cuando las actividades de la oficina invaden nuestro tiempo libre nos ponemos en riesgo de experimentar
trastornos físicos y emocionales, sin embargo, vivir una situación de estrés y sobrecarga de trabajo no está
totalmente fuera de nuestro control.
Es posible implementar nuevos hábitos en nuestra rutina diaria que nos permitan realizar nuestras
actividades de manera más eficiente, aprovechando el tiempo al máximo y obteniendo mejores resultados.
Si es frecuente que llegue el mediodía y descubras que no has realizado ni la mitad de tus tareas
importantes, sigue leyendo y adopta estas estrategias para elevar tu productividad.
1. Levántate temprano. Uno de los detonadores del estrés es la sensación de que el día no dura y el tiempo
disponible no es suficiente para realizar nuestras actividades. Actualmente muchos empleos demandan
hacer más en menos tiempo ¿cómo enfrentarlo?
Laura Vanderkam autora del libro Lo que hace la gente exitosa antes del desayuno aconseja poner el
despertador 10 minutos antes de lo habitual, esta práctica puede ayudar a mejorar nuestra rutina. Más
adelante esos 10 minutos pueden convertirse en media hora extra para poner en orden nuestra agenda,
tomar un buen desayuno o ejercitarnos, excelentes acciones para mejorar tu rendimiento.
2. Consume estos alimentos. Nuestro cerebro consume energía, por ello cuando tenemos un proyecto
importante al cual dedicamos muchas horas de trabajo es común sentir la necesidad de comer algo extra.
La peor elección que podemos hacer es comer alimentos altos en azúcares y grasas, ya que nos dan
satisfacción momentánea sin nutrirnos. Un snack saludable nos aporta la energía necesaria para
concentrarnos y mantener el ritmo de trabajo. Elige frutos secos y vegetales –por su alto contenido de fibra
-, salmón y aguacate –por sus grasas saludables-,té verde y chocolate amargo –por sus antioxidantes-.
3. Trabaja fuerte en la mañana. Las primeras horas del día son clave. Para que rindan hay dos condiciones
indispensables: un buen descanso y un desayuno completo. Si logramos mantener estos hábitos notaremos
que las primeras horas de la mañana –antes de mediodía- tenemos nuestros niveles de energía al máximo.
Estamos alertas y podemos concentrarnos mejor.
Elige las actividades más pesadas o que requieran más esfuerzo mental para la primera parte de tu día.
4. Una cosa a la vez. El término ‘multitarea’ o multitask se puso de moda para definir la capacidad de
realizar varias actividades al mismo tiempo y hacer más efectivo el trabajo en la oficina.
Sin embargo, para la mayoría de las personas atender más de una tarea a la vez aumenta el nivel de estrés y
disminuye la calidad de su desempeño. Poner toda tu atención a una sola actividad te asegura terminarla en
menos tiempo y con mejores resultados.
5. Restringe las Redes Sociales. En 2012 un estudio de la firma Keas descubrió que 10 minutos diarios en
Facebook durante el horario laboral pueden aumentar la productividad y bienestar de los empleados.
De acuerdo con la investigación los recesos cortos en Internet permiten que la mente se relaje y reducen el
estrés, elevando la concentración. Sin embargo, si te descubres pasando media hora o más revisando
actualizaciones no te sorprendas si debes quedarte más tiempo de tu jornada cada día.
6. Haz una lista de tareas. Cuando llevamos nuestros pendientes en la cabeza es común tener problemas
para dormir, sentirnos angustiados e intranquilos; escribirlos nos ayuda a ver nuestras tareas como algo
realizable.
Escribe tus actividades a realizar empezando por la más compleja y táchala cuando termines, esa simple
acción te da una poderosa sensación de logro.
7. Tómate un break. Para nuestro cerebro es imposible rendir al máximo hora tras hora. Para conservar un
buen ritmo de trabajo es indispensable tomar pequeños recesos. Puedes programar descansos de 5 a 10
minutos. Levántate de tu asiento, platica con algún colega, toma un snack saludable y volverás con la pila
recargada a tus actividades.
8. Escucha música. De acuerdo con un artículo publicado en The New York Times, la música es capaz de
favorecer la concentración. Un estudio realizado por la Universidad de Miami, que analizó a especialistas en
tecnologías de la información, descubrió que aquellos que escuchaban música mientras trabajaban eran
capaces de terminar antes sus tareas y proponer ideas más creativas.
La música sin letra ha probado ser la mejor para trabajar. Las Cuatro estaciones de Vivaldi, por ejemplo, es
una pieza que ha sido estudiada por los efectos positivos que produce en la función cognitiva.
9. Aprende a decir NO. Ayudar a colegas o colaborar cuando se requiere de nuestra ayuda es muy positivo,
siempre y cuando no intervenga en la ejecución de nuestras propias tareas.
Evita descuidar tus ocupaciones para atender las de otros, atrévete a decir ‘No estoy seguro, déjame revisar
mi agenda’ o ‘En este momento estoy atendiendo esto, pero dame oportunidad de completar mis
actividades’.
10. Enfócate en tus metas. ¿Recuerdas cómo fueron tus primeros meses en el trabajo? ¿Te sentías
motivada? ¿Dabas tu máximo esfuerzo? En ocasiones tras un periodo de tiempo la rutina acaba con nuestro
ánimo, perdemos el entusiasmo y caemos en la monotonía.
Recuperar la motivación, restablecer nuevas metas y pensar en el futuro siempre es útil para llenarnos de
energía.
5 REGLAS DE ORO PARA ENCONTRAR EL EQUILIBRIO
Lograr un balance entre vida y trabajo es la aspiración de la gran mayoría de los profesionistas.
Sin embargo, la economía actual obliga a las personas a probar su valía como empleados sacrificando tiempo
libre. La razón principal es una cultura errónea que promueve que los trabajadores pasen más horas en la
oficina.
Por otra parte hay una fuerte creencia de que el camino al éxito profesional implica dejar la vida personal en
segundo plano.
A largo plazo, permanecer en la búsqueda constante de un equilibrio permite a las personas ser más
productivas y obtener mejores resultados laborales.
Tú puedes hacer cambios en tu rutina diaria que te permitan disminuir los efectos negativos de un trabajo
demandante y evitar que los años pasen sin que disfrutes de la vida. Descubre cómo:
1. Mantente en forma. La disciplina es uno de los factores clave para lograr una vida más satisfactoria, y no
sólo aplica a nuestro trabajo; siendo organizados y aprovechando el tiempo al máximo para realizar nuestras
tareas diarias.
La disciplina también es clave para mantener un estilo de vida saludable que incluya una rutina de ejercicio
al menos 3 veces por semana y una buena alimentación. El ejercicio reduce tus niveles de estrés, te da más
seguridad y eleva tu energía.
Alimentos sanos como frutas y vegetales son más económicos que mucha de la chatarra que consumimos en
el trabajo y realmente nos nutren, ¡cambiar de hábitos es posible y te aporta grandes beneficios!
2. Enfrenta y resuelve tus problemas personales. Regresar a casa tras un día agotador y encontrarse con
problemas familiares, de pareja o financieros es desgastante. Para salir al trabajo y desempeñarnos con
excelencia es necesario que nuestra vida personal esté en orden.
Invierte tiempo en conversar con tu pareja, pasar tiempo con tus hijos, frecuentar a tus padres o limar
asperezas con un ser querido. Estar en paz a nivel emocional nos permite afrontar mejor los retos de un
ritmo de vida agitado.
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carrera!
3. Aprovecha tu hora de comida. Tomar tiempo libre para comer es indispensable para todo trabajador, no
sólo es el momento de consumir alimentos que aporten energía para terminar el día, también constituye un
descanso a las horas fuertes de trabajo y permite ‘desconectarse’ un momento para recuperar la
concentración.
Las personas que suelen comer en su escritorio están cometiendo un grave error, significa que están
pasando de 8 a 10 horas frente a la computadora y no es de extrañar que poco a poco desarrollen
padecimientos renales o gastrointestinales.
Evita al máximo saltarte tu hora de comida, aprovecha ese tiempo para caminar, ir a un parque cercano,
tomar aire fresco, conversar con tus compañeros o cualquier otra actividad que te relaje. Los beneficios son
mayor productividad, concentración y bienestar.
4. Toma vacaciones. Aunque la carga de trabajo sea muy alta haz todo lo posible por tomar tus días de
vacaciones y úsalos con inteligencia. En ocasiones salir de viaje puede ser tan estresante como la oficina, por
ello es importante no saturar tus días libres con muchas actividades.
Utiliza ese tiempo disponible para descansar, pasar tiempo de calidad con tu familia y relajarte, evita
atender asuntos laborales: unos días lejos del estrés pueden ayudarte a recargar las baterías y regresar
motivado al trabajo.
5. Promete resultados, no tiempo. Establece con tu jefe los objetivos de tu puesto y enfócate en realizar un
trabajo eficiente. Si logras organizarte mejor y alcanzas tus objetivos, la rutina en la oficina dejará de
enfocarse en ‘horas extra’.
No te comprometas a quedarte más tiempo, en ocasiones salir puntual, llegar a casa, descansar un rato y
luego terminar un pendiente puede ser más productivo que trabajar un par de horas más en la oficina.
Bonus. Descansa de tus dispositivos móviles. La tecnología tiene un doble filo respecto a la productividad.
Ha permitido la movilidad de las personas sin perder conexión con sus actividades laborales, sin embargo
también se han convertido en un factor esclavizante que no permite tomar un respiro de la oficina.
Haz el ejercicio de al menos un día a la semana no atender llamadas ni correos del trabajo ¡sé el primero en
respetar tu tiempo libre!
Buscar equilibrar actividades profesionales con vida personal no es sencillo, requiere esfuerzo,
determinación y constancia, pero los resultados se reflejan en nuestro bienestar ¡trabaja en ello!
TIPS PÁRA
Al acostumbrarnos a la vida tan agitada que llevamos, somos muchos lo que ni siquiera nos percatamos del
nivel de estrés que llevamos, solemos quitarle importancia al creer que no hay mucho que hacer para
combatirlo, ya sea dentro de nuestra vida personal o laboral.
Al acostumbrarnos al estrés, es común encontrarnos con síntomas como ansiedad, inquietud, nerviosismo,
temor o angustia, el problema es que es casi imposible darnos cuenta del problema si no se reflexiona
fuertemente sobre esto.
1. Si metemos una rana en una olla de agua hirviendo, inmediatamente intenta salir.
2. Si primero la metemos en una temperatura ambiente, la rana se quedará tranquila. Tras aumentar la
temperatura (incluso a mayores grados que en el primer caso),la rana no hará nada sino quedarse quieta,
aún detectando el cambio de temperatura.
Así como la rana, los seres humanos experimentamos el mismo principio. Somos capaces de detectar
amenazas para cambios repentinos en el medio ambiente, pero no para cambios lentos y graduales.
Increíblemente más del 15% de las enfermedades cardiovasculares en hombres y el 20% de las mujeres se
deben al estrés relacionado con el trabajo, sumando algunas otras como problemas gastrointestinales o
psicológicos.
Los principales estresores laborales son: la falta de control sobre nuestras tareas, ambiente laboral difícil,
sobre carga de trabajo y alta responsabilidad por nivel de puesto.
El estrés es una respuesta natural difícil de evitar, sin embargo, existen varias claves que podemos realizar
de nuestro lado para combatirlo, las cuales les enlistaremos a continuación:
Antes de ir al trabajo
1. Mide bien tu tiempo. Aunque no lo crean, el levantarse tarde e ir en contra del reloj para llegar a tiempo a
la oficina, puede ser un gran causante de estrés.
2. Repasa tus tareas del día. Haz un análisis rápido de tus responsabilidades diarias, asegurándote de llevar
todo lo necesario para poder cubrirlas, de esa manera no tendrás que regresar por alguna cosa que hayas
olvidado, causando un mayores tensiones a lo largo del día.
En el trabajo
3. Planea tus tareas. Es importante que pongas prioridad a tus responsabilidades. Sabemos que tienes
muchas cosas por hacer, sin embargo, si no organizas adecuadamente tu atención a las prioritarias, todas
pueden salir mal.
4. Deja un tiempo para pensar. Al sentirte ahogado por las numerosas tareas a entregar, son muchas las
veces que las llevamos a cabo sin darles la precisa atención a cada una de ellas, presentando errores en las
mismas. Esta situación reduce la eficiencia y productividad en TODOS los casos.
5. Toma un descanso. Son varias las empresas que cuentan con salas o cocinetas donde puedes reunirte con
algunos compañeros para distraerte aunque sea 5 minutos.
Esta actividad es sumamente recomendable ya que el trabajar horas sin parar no sólo disminuirá tu
capacidad de concentración, sino que tu capacidad de retención se verá mermada.
Un simple ejercicio de estiramiento, levantarte y caminar por la oficina puede reducir dramáticamente tu
cansancio mental y nivel de estrés.
6. Organiza tu lugar de trabajo. Inconscientemente nuestro lugar y ambiente de trabajo influye de gran
manera en nuestra estabilidad mental. Por ejemplo, tienes que entregar un proyecto en menos de 10
minutos, y aunque ya lo tenías listo con una semana de anticipación, no logras encontrarlo entre la pila de
papeles que tienes sobre tu escritorio por el desórden que tienes entre tus archivos.
7. Evita distracciones. Sabes que hoy es tu día límite para entregar esa tarea en la que tanto has trabajado,
sin embargo, recibes 10 llamadas al día, de las cuales poco menos de la mitad suelen ser personales, lo que
provoca que estés corriendo al último momento para poder concluirlo. evita atender asuntos personales lo
más posible y dedicarle el tiempo laboral a temas laborales.
8. Desconéctate del trabajo. Sabemos que para muchos de ustedes, el desconectarse por completo del
trabajo puede ser un gran reto, incluso estando de vacaciones. Bien hemos abordado el tema de si eres
workaholic o no (Descúbrelo aquí) , sin embargo, es uno de los principales puntos que pueden llevar al
estrés a su punto máximo.
Si has decidido pedir días de vacaciones, disfrútalos al máximo, deja tus tareas cubiertas con antelación (lo
más posible) y olvídate en la medida de lo posible de esa tensión laboral, te aseguramos que al regresar te
sentirás con mucha más claridad mental.
En conclusión, no dejes que el estrés acabe contigo. Son muchas las actividades que puedes realizar para
distraerte y eliminarlo. Ejemplo de ellas: Come sano, duerme lo suficiente, haz ejercicio, lee, evita llevarte
preocupaciones a casa y organiza el trabajo de manera racional y realista.
Como dato curioso el Congreso de Neurociencias en 2008 llevó a cabo una investigación que recomienda "el
chicle" para combatir el estrés. Los expertos observaron que mascarlo en momentos de tensión, disminuye
el estrés cinco veces más. ¿que opinas de esto?
¿Te interesa trabajar más a fondo sobre esto? Tenemos un gran Diplomado en línea que te encantará y será
de gran ayuda para tener una vida completamente sana y equilibrada
5 SECRETOS DE LOS EMPLEADOS FELICES
¿Ser feliz en el trabajo es realmente imposible? De entrada parece que solo algunos afortunados pueden
decir que se sienten plenos profesionalmente, pero entonces ¿por qué hay personas que parecen disfrutar
lo que hacen sin importar cuál sea su actividad?
La satisfacción laboral depende de muchos factores, incluyendo nuestra actitud. Tal vez te sorprenda
descubrir que cuando cambiamos la perspectiva tenemos una mayor capacidad de obtener oportunidades y
alcanzar el éxito.
1. Apreciar tu empleo. De acuerdo con la última cifra del Instituto Nacional de Estadística y Geografía cerca
de 29 millones de personas -6 de cada 10 trabajadores- se ocupan en el sector informal, es decir, carecen de
un puesto de trabajo estable, seguro médico y otras prestaciones de ley.
Esta cifra pone en evidencia la insuficiente creación de empleo en el país, una de las causas principales de
condiciones laborales desfavorables para millones de trabajadores.
Tener un empleo actualmente se ha convertido en todo un reto. En 1960 había 3 vacantes disponibles por
cada egresado de estudios superiores. Hoy cada vacante para profesionistas tiene en promedio 4 candidatos
que aspiran a ocuparla.
Trabajar es positivo, tienes un medio para obtener recursos económicos, puedes acceder a prestaciones y
además construyes una historia laboral. ¿Qué es lo que más aprecias de tu empleo?
2. Establecer metas. Sin duda hay trabajos que cuesta disfrutar. No es fácil trabajar en un restaurante de
comida rápida para costear estudios universitarios, por ejemplo. Tampoco es sencillo aceptar un trabajo
temporal en espera de mejores oportunidades, sin embargo, todas nuestras experiencias laborales nos
aportan experiencia, conocimientos y lecciones valiosas para el futuro.
En lugar de sentirte mal por las cosas que no te agradan de tu trabajo actual, enfócate en pensamientos
positivos sobre las cosas que sí son importantes, por ejemplo:
*Con este empleo temporal puedo obtener referencias laborales que me hicieron falta en procesos
anteriores
Este tipo de pensamientos te recuerda cuál es tu motor, cuál es tu meta a futuro y qué estás logrando
gracias a tu empleo.
¿Hay más cosas negativas que positivas en tu trabajo? En ocasiones es mejor un cambio, conoce
3. Aceptar nuevos desafíos. Cuando hemos pasado los últimos 5, 10 o 20 años haciendo exactamente lo
mismo se hace más difícil disfrutar el trabajo. Por ello es importante atreverse a hacer cosas nuevas y
diferentes. Ofrece tu ayuda a otros departamentos, involúcrate en actividades que estén fuera de tus
funciones e incluso habla con tu jefe y hazle saber que te gustaría aprender algo nuevo.
4. Tomar un curso. Aprender algo nuevo puede darle un giro a tu vida laboral. No sólo es satisfactorio,
además puede hacer que tu perfil sea atractivo para diferentes responsabilidades en tu empresa. Imagina
que trabajas para una marca japonesa de autos y aprendes japonés. Sin duda a la empresa le conviene
aprovechar el talento y conocimiento de sus empleados. Actualmente existen muchas posibilidades
educativas en línea para prepararte sin descuidar tu empleo.
5. Acercarse a la gente valiosa. Todas las empresas y todos los empleos tienen aspectos positivos y
negativos. Uno de los positivos es que nos dan la oportunidad de relacionarnos con más gente. Las
relaciones personales en el trabajo pueden reducir el estrés, animar el día e incluso ayudarnos a aprender
cosas nuevas. Evita ser parte de chismes, rumores, etc. este tipo de conductas siempre perjudican tu imagen
y traen problemas, aléjate lo más posible de compañeros de trabajo nocivos y evita compartir detalles de tu
vida personal con ellos. En cambio, aprovecha a los colegas valiosos, aprende de ellos o enséñales algo.
Bonus. Aprender a disfrutar lo que haces. ¿Por qué hay personas que parecen disfrutar mucho su trabajo?
No necesariamente son grandes empresarios, trabajadores del gobierno o tienen su propio negocio. Hay
gente común que en verdad disfruta su trabajo y lo hace más que bien: lo hace excelente. Esa gente está
motivada, la motiva su actividad, el trato con la gente, un proyecto a futuro, la fortuna de tener un ingreso,
su familia. ¿Cuál es tu motivación? Descúbrela y aprende a amar lo que haces.
Por último. No enfocarse solo en el dinero. El dinero es importante y mucho. Millones de trabajadores
están insatisfechos con su salario y desearían que mejorara. Sin embargo, pensar siempre en lo malo que es
tu trabajo por el poco dinero que recibes es una postura muy limitada que hace que todo lo demás sea
negativo. Reconoce qué es eso que sí te hace sentir satisfecho en el trabajo, ¿tu trabajo ayuda a otras
personas? ¿te permite conocer gente nueva? ¿te aporta nuevos conocimientos? ¿te ayuda a mejorar tu
desempeño profesional?
Cambiar de actitud en el trabajo no hace feliz a tu jefe, tu equipo de trabajo o tu empresa; una mejor actitud
es benéfica para ti, porque te da equilibrio mental para afrontar retos.