Productivo Sin Estrés en 15 Pasos

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Productivo sin estrés en 15 pasos

Ser productivo está muy bien. Pero no debería ser a costa de tu salud. Si crees que trabajo,
productividad y estrés van de la mano, igual deberías revisar algunos conceptos. El estrés
continuado perjudica la salud. Y se puede ser productivo sin estar estresado
constantemente. Así que veamos cómo conseguir ser productivo sin estrés.

Las fuentes del estrés


Hay una serie de razones por las que puedes sentirte agobiado, sobrecargado y estresado.

 No saber organizarte bien y planificar. Entonces reaccionas a lo que surge y te


estresas por no encontrar tiempo para lo que importa.
 No ser específico sobre lo que quieres o directamente no saber lo que realmente
quieres.
 Te cuesta priorizar.
 Creer que lo que quieres es demasiado difícil de alcanzar.
 No saber por dónde empezar para resolver tus problemas o alcanzar tus objetivos.
 Tu definición del éxito.
 Cómo definas productividad.

Veamos los pasos para abordar estas fuentes de estrés a fin de conseguir más productividad
pero sin estrés.

1. Revisa tu definición de éxito


Primero revisa tu definición del éxito. ¿Solo se basa en aspirar dinero o poder? Si es así te
encuentras en el camino perfecto hacia el agotamiento y burnout.

Si, por el contrario, tu definición del éxito incluye disfrutar de la vida, del camino, del
aprendizaje y de las personas que te rodean, sabrás tomar mejores decisiones para tu
productividad y tu bienestar.

2. Revisa tu definición de productividad


De todo lo que haces a lo largo del día ¿qué consideras tareas productivas? Una definición
limitada de productividad puede llevar a sobrecargarte de tareas. Además, probablemente
siempre sientas que no estás consiguiendo lo suficiente.

Por eso sugiero que amplíes tu definición de lo que consideras ser productivo. Cualquier
cosa que te permita trabajar mejor en tus objetivos a la vez que cuidar tu bienestar es ser
productivo.
Levantarte puntual por la mañana. Alimentarte de forma saludable lo que te provee de los
nutrientes y la energía necesarios para rendir bien. Tomarte tiempo para la actividad física
para reponer las pilas y ganar más energía. Realizar tareas domésticas y mantener el orden.
Todas estas actividades cotidianas también cuentan. La productividad personal no solo se
define por tu rendimiento en el trabajo con el que te ganas el pan.

3. Conócete a ti mismo
El autoconocimiento es clave para conseguir productividad sin estrés. Por un lado te
ayudará conocer tus fortalezas y debilidades. Así puedes centrar tus esfuerzos en las cosas
que se te dan bien y desarrollar más estas habilidades. También puedes mejorar las
debilidades que estén perjudicando tu productividad.

Por otro lado, conocer tus biorritmos y cuándo son tus horas más productivas te permite
planificar mejor tu día. Por último, saber qué te suele estresar te ayudará a lidiar con las
fuentes del estrés.

4. Define lo que quieres


Para ser productivo sin estrés es necesario saber lo que quieres en tu vida personal y
profesional. De otro modo vives cuál vela al viento, meramente reaccionando a lo que
surja.

A la hora de pensar en lo quieres, sé específico. ¿Qué es lo que quieres exactamente? ¿Por


qué lo quieres? ¿Cómo te beneficiará y contribuirá a tu vida? ¿Cómo y por qué te hará más
feliz? Así puedes tomar las riendas de tu vida de forma proactiva.

5. Planifica tu tiempo
De nuevo, si no planificamos cómo emplear nuestra energía y nuestro tiempo, solo
reaccionamos a lo que surja. Haremos lo que se nos ocurra en el momento en cuestión. Pero
en función de nuestro nivel de energía las decisiones serán mejores o peores. Según avanza
el día, cuantas más decisiones tomemos, más fatiga de decisión sufriremos. Haber
planificado por adelantado nos libera de la carga de tener que estar decidiendo a cada
minuto qué toca hacer a continuación.

6. Prioriza
Ser productivo sin estrés también significa saber priorizar. No solo eso. También significa
saber que es necesario porque el tiempo es limitado; y no sentirnos culpables por ello.
Vivirás en un estado de estrés continuo si llenas tus días de más actividades y tareas de las
que consigas realizar.
Tendrás una sensación de no haber logrado gran cosa si además haces de todo sin avanzar
en nada importante. Recuerda que estar ocupado no significa ser productivo. Por eso la
clave está en aceptar que no te da tiempo a todo y de tomarte tiempo para lo importante.

7. Mide la duración de tus tareas


¿Te cuesta planificar tu día porque no sabes cuánto te llevan las cosas? ¿Tiendes a
proponerte demasiadas tareas y actividades? Entonces podría ser buena idea medir el
tiempo que te llevan ciertas cosas.

Puedes, por ejemplo, anotar durante una semana, después de ciertas tareas, cuánto tiempo
les has dedicado. Eso te ayudará a planificar mejor en el futuro.

8. Los objetivos como indicadores del camino


Ponernos objetivos es importante para progresar y mejorar a nivel personal y profesional.
Pero si vivimos con la mentalidad de que seremos más felices cuando alcancemos cierta
cosa, estaremos abocados a una insatisfacción permanente.

Hay múltiples factores que influyen en si alcanzamos nuestros objetivos o no. Con esta
mentalidad nos sentiremos frustrados cuando no los alcanzamos. Pero también, cuando los
alcancemos y nos demos cuenta de que no nos hace tan felices como pensábamos.

El error aquí está en el enfoque. Serás más feliz si disfrutas del camino y de los pasos que
vas dando. Vivirás más contento si no te aferras a los objetivos tal y como los definiste
inicialmente; sino los vas adaptando a tus progresos y las circunstancias. Por tanto, para ser
productivo sin estrés, conviene tomarse las metas como indicadores del camino en vez de
como fin último.

9. Mantén la perspectiva
Es fácil verse engullido por el día a día, las obligaciones y cosas que surjan. Es fácil
perderse en los detalles. Entonces nos sentimos estresados y superados por nuestras
responsabilidades y tareas. O nos sentimos frustrados por no avanzar en lo que nos
habíamos propuesto.

Por eso es importante mantener la perspectiva. Por un lado, considera qué es lo que más te
estresa habitualmente. ¿Qué puedes hacer para eliminar o reducir las fuentes de este estrés?

Por otro lado, tomarte tiempo para repaso y planificación te ayudará a ser productivo sin
estrés. Mantendrás la perspectiva de tus prioridades, objetivos, avances y cosas por hacer.

10. Conoce tus ladrones de tiempo y lidia con ellos


Reflexiona sobre cuáles son los ladrones de tiempo que más te afectan. ¿Se te va el día en
distracciones e interrupciones? ¿Tiendes a procrastinar? ¿Cómo de ordenados están tu
hogar y tu lugar de trabajo? ¿Tienes un buen sistema de organización y planificación?
Todos estos puntos afectan a nuestra productividad y nuestro nivel de estrés.

11. Controla el consumo de información


Hoy en día la mayoría sufrimos de sobreestímulo y exceso de información. La sobrecarga
cognitiva reduce nuestra claridad mental y creatividad. Incluso puede llevar a un bloqueo
mental.

Por eso sugiero que limites y selecciones bien la información que consumas. Considera qué
te aporta. Consume información con la que aprendes, que te inspire y te haga sentir bien.
Además, procúrate ratos de desconexión. Descansos activos haciendo ejercicio físico,
meditando o practicando la contemplación son perfectos para contrarrestar esta sobrecarga.

12. Haz descansos


Sé que lo menciono a menudo. Pero tomarte descansos es clave para recuperar tu energía.
Tu cuerpo y mente necesitan descansar de vez en cuando. Por un lado los descansos
reducen el estrés y te ayudan a seguir siendo productivo. Por otro lado, cuando cambiamos
el foco y pensamos en otras cosas, suele ser cuando se nos ocurren nuevas ideas.

Como menciono en el punto anterior, lo mejor son descansos activos con actividades
“offline”. Haz un poco de deporte, unos estiramientos, alguna tarea doméstica. Elige alguna
actividad para alejarte un rato de las pantallas de móvil y ordenador y levantarte de la silla.

13. Delega y automatiza


El tiempo es limitado. Por eso es clave centrarnos en las actividades importantes que estén
alineadas con nuestras prioridades. Y me refiero a tus prioridades tanto a nivel profesional
como personal.

Sugiero que reflexiones cuáles son las tareas que tú debes llevar a cabo y cuáles puedes
delegar. A la hora de delegar es importante que confíes en los demás. Si controlas cada
paso que dan, no solo te estresarás a ti mismo sino también a ellos.

De las tareas que debes realizar tú, conviene buscar la forma de hacerlas del modo más
efectivo. La automatización nos ayuda a ahorrar tiempo. Aprovechar la tecnología y crear
buenos hábitos son maneras de automatizar nuestro día a día.

14. Entrena y utiliza tus habilidades sociales


Comunicar de forma concisa y efectiva lo que quieres y necesitas evita malentendidos. Eso
a su vez evita frustración y pérdidas de tiempo.

También practica la asertividad y aprende a decir “no” cuando hace falta. Decíamos que el
tiempo es limitado. Por eso no podemos complacer todas las peticiones. Está muy bien
ayudar a otros. Pero es clave encontrar el equilibrio justo que nos permita dedicarnos
también a lo que es importante para nosotros mismos. Saber decir que “no” y poner límites,
te gana respeto además de evitarte estrés por sobrecargarte de obligaciones.

Por último revisa tu necesidad de aprobación ajena. ¿Cuánta importancia le das a lo que
otros opinan? ¿Cuánto te preocupas por complacerlos? Date cuenta que esto consume
mucha energía y también tiempo. La próxima vez que te preocupe que otros no estén de
acuerdo o no aprueben lo que haces, pregúntate qué es realmente lo peor que podría pasar.

15. Desconecta y relájate


Por último, es esencial aprender a desconectar del trabajo. Seguir dando vueltas a asuntos
laborales en tu tiempo libre solo te causa estrés y no te permite recuperar bien la energía.
Permítete no hacer nada de forma consciente. Eso no es lo mismo que ser perezoso o
procrastinar. Elige actividades que te diviertan y que contribuyan a tu bienestar.

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