La Psicología Infantil
La Psicología Infantil
La Psicología Infantil
Amos Comenius (1592-1670), fue uno de los primeros en estudiar al niño/a como un sujeto
inmerso en pleno proceso. Los planteamientos de este autor impulsaron la realización de dos
tipos de trabajos:
• Los tratados filosóficos.
• Los registros de observación, que se comentarán en los siguientes párrafos.
Además de éstos, existe una gran variedad de sucesos que pueden ser considerados como
antecesores de la Psicología Infantil. Entre ellos se encuentran las llamadas “biografías
infantiles”, que no son más que diarios escritos por los propios padres u otras personas sobre
el comportamiento de los niños/as. Los primeros estudios de observación se desarrollaron a
lo largo del siglo XIV. En Francia, existía la costumbre de registrar en los llamados “Livres de
raison” los acontecimientos familiares relevantes y entre ellos algunos aspectos relacionados
con el desarrollo de los niños/as.
También los tratados sobre el parto y las observaciones sobre los niños/as y su cuidado
empiezan a extenderse en el siglo XVI. A comienzos del siglo XVII se realiza un extenso diario
con observaciones sobre el desarrollo de un niño, Luís XIII, el futuro rey de Francia por
entonces, su autor fue Jean Héroard.
A lo largo del S. XIX otros personajes favorecieron con sus observaciones y anotaciones sobre
los niños/as, el camino hacia la Psicología Infantil.
Los investigadores dedicados a esta rama de la Psicología, como pueden ser Debesse (1972),
Kessen et al. (1970) y Wallace, Ranklin y Keegan (1994), apuntan a Pestalozzi, quien escribió
un diario sobre su hijo que se publicó después de su muerte por uno de sus colaboradores, el
Dr. Niederer, como uno de los grandes precursores de la Psicología Infantil. Creó durante un
tiempo determinado, un diario sobre el desarrollo y la educación de su hijo. Son observaciones
anecdóticas en las que se mezclan consideraciones psicológicas y educativas.
Otro precursor de la Psicología Infantil fue Charles Darwin, el cuál había recogido en 1840
datos sobre el nacimiento y desarrollo de su hijo, estos datos fueron publicados años más
tarde en la revista “Mind” (1877).
Así, ya en el siglo XIX, en el año 1822, Preyer publica su libro Die Seele des Kindes (el alma de
los niños), considerado como uno de los primeros clásicos de la Psicología del niño. Para
Debesse, el valor del estudio de Preyer radica, por un lado, en que establece de forma definitiva
el estudio del niño/a sobre unas bases científicas y, por otro lado, traza los problemas de
aparición y de evolución en el desarrollo, que posteriormente analizarán sus sucesores.
Cabe resaltar que la obra de Preyer se aproxima mucho más a lo que actualmente se entiende
por Psicología Infantil que la obra realizada por Tiedemann. La idea principal de Tiedemann
era innovadora. Este autor intentaba valerse de las historias de caso, originadas desde la
medicina, y recopilar datos sobre los niños/as en un formato reconocido como científico.
Por su parte, las principales teorías que han aparecido a lo largo de la historia sobre
la Psicología Infantil son:
• Platón, filósofo griego, opinaba que los niños/as nacen con unos talentos especiales que
deben ser guiados por los padres.
• Aristóteles desarrolló métodos que ayudaban a observar a los niños/as y a identificar sus
diferencias individuales.
• Jean Jacques Rousseau, filósofo francés, afirmaba que los niños/as debían ser libres para
que desarrollaran sus propias capacidades.
• Teoría de la evolución de Charles Darwin, que valoraba la influencia genética en la Psicología
Infantil. La genética ayuda a comprender las diferencias individuales, aunque no explica ni el
comportamiento infantil ni su evolución.
• Teoría del conductismo. John B. Watson, afirmaba que únicamente el entorno del niño/a
ejercía influencia sobre su comportamiento, rechazando las influencias de tipo biológico.
• Jean Piaget, psicólogo suizo, propuso la teoría más acertada y aceptada en la actualidad: la
genética ejerce su influencia pero también hay que considerar la influencia ejercida por el
entorno del niño/a. Esta postura es la más equilibrada.