Estoicismo
Estoicismo
Estoicismo
Muchos estoicos, como Séneca y Epicteto, enfatizaron que debido a que «la
virtud es suficiente para la felicidad», un sabio sería emocionalmente resistente
a la desgracia. Esta creencia es similar al significado de la frase «calma
estoica», aunque la frase no incluye los puntos de vista estoicos «éticos
radicales» de que solo un sabio puede ser considerado verdaderamente libre y
que todas las corrupciones morales son igualmente viciosas.
Durante el período helenístico adquirió mayor importancia y difusión, ganando
gran popularidad por todo el mundo grecorromano, especialmente entre las
élites romanas. Su período de preeminencia va del siglo III a. C. hasta finales
del siglo II d. C., y entre sus seguidores estaba el emperador Marco Aurelio.
Tras esto, dio signos de agotamiento que coincidieron con la descomposición
social del alto Imperio romano y el auge del cristianismo. Desde entonces ha
visto avivamientos, especialmente en el Renacimiento (neostoicismo) y en la
era contemporánea (estoicismo moderno).
El estoicismo se conoció originalmente como «zenonismo», en honor al
fundador Zenón de Citio. Sin embargo, este nombre pronto se abandonó,
probablemente porque los estoicos no consideraban que sus fundadores fueran
perfectamente sabios y para evitar el riesgo de que la filosofía se convirtiera en
un culto a la personalidad.
La palabra «estoico» comúnmente se refiere a alguien que es indiferente al
dolor, el placer, la pena o la alegría. El uso moderno como «persona que
reprime los sentimientos o aguanta con paciencia» se citó por primera vez en
1579 como sustantivo y en 1596 como adjetivo.
El DRAE define «estoico» como «fuerte, ecuánime ante la desgracia» y
«estoicismo» como «fortaleza o dominio sobre la propia sensibilidad».
En contraste con el término «epicúreo», en las notas de la entrada del
estoicismo en la Stanford Encyclopedia of Philosophy, «el sentido del adjetivo
inglés estoico no es totalmente engañosa con respecto a sus orígenes
filosóficos.
El estoicismo fue fundado por Zenón de Citio a veces llamado Zenón el Estoico
para distinguirlo de Zenón de Elea de origen chipriota y posiblemente de
ascendencia mixta, griega y oriental. Se trasladó a Atenas en el 311 a. C.
después de una vida agitada. Por aquel entonces Atenas era el centro cultural
del mundo griego, donde se congregaban las principales escuelas de filosofía.
Durante su estancia, tomó contacto con la filosofía socrática, en especial la de
la escuela cínica, y la megárica. Según Diógenes Laercio, inicialmente se
inclinó por el cinismo, siendo alguien especialmente cercano a Crates, pero
pronto abandonó esta escuela al rechazar las numerosas «exageraciones» en
que estos incurrían, porque no podían ofrecerle ningún programa de vida
válido. Tras este abandono del cinismo, estudió con otros filósofos de las
escuelas platónica, aristotélica y megárica, pero, insatisfecho con ellas, acabó
creando su propia escuela, en la que combinaba múltiples aspectos cínicos con
los de otros filósofos como Heráclito. Desde la antigüedad, se estudió la posible
influencia sobre Zenón de doctrinas semíticas tales como el judaísmo o las
filosofías del Oriente Medio; el considerable parecido entre el estoicismo y el
cristianismo en algunas doctrinas, sobre todo en la ética y en la cosmología,
sugirieron a panegiristas cristianos como Quintiliano y Tertuliano que Zenón
estaba familiarizado, por su origen semita, con el judaísmo. Mientras las
doctrinas del epicureísmo quedaron fijadas por su fundador, el estoicismo tuvo
un largo desarrollo. La historia del estoicismo se divide en tres períodos: “stóa”
antiguo, “stóa” medio y “stóa” nuevo. El término estoicismo proviene del lugar
en el que Zenón comenzó, en el año 301 a. C., a dar sus lecciones en la Stoá
poikilé, que era el Pórtico pintado del ágora de Atenas. Pronto atrajo a
numerosos seguidores, quienes, tras la muerte de Zenón, continuarían y
expandirían su filosofía. El estoicismo fue la última gran escuela de filosofía del
mundo griego en ser fundada, y continuó existiendo hasta que en el año 529 d.
C. el emperador Justiniano clausuró la Escuela de Atenas. La escuela cínica
tuvo una clara influencia en la Stoá. Esto es evidente desde los inicios de esta,
pues las fuentes declaran que su fundador, Zenón de Citio, estudió
directamente con un cínico: Crates. Estoicos tardíos, como Epicteto,
identificaban al cínico Diógenes de Sínope como dechado de hombre sabio.