Hid A
Hid A
Hid A
RESUMEN Hasta hace poco tiempo, la hidatidosis se consideraba un estado patológico de resolución exclu-
sivamente quirúrgica. Sin embargo, en los últimos años se ha avanzado en los campos de la epi-
demiología, el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad y la nueva información aportada
sobre la historia natural de la hidatidosis ha permitido definir nuevos criterios de atención.
Ahora se sabe que hasta 67% de los portadores no sintomáticos de quistes hepáticos mantienen
esa condición durante toda la vida. Esta situación genera resultados especiales en el inmuno-
diagnóstico. Así, la inmunoadsorción enzimática (ELISA) rinde una sensibilidad de 63% y
una especificidad de 97% en portadores asintomáticos, mientras que la doble difusión cinco
(DD5) tiene una sensibilidad de solo 31% en esos portadores. Por otra parte, los estudios por
imágenes basados en la ecografía se han transformado en el método de elección para detectar a
los portadores no sintomáticos. Son de 49 a 73% más sensibles que la serología e incluso pueden
utilizarse como parte del sistema de vigilancia epidemiológica y del monitoreo de programas de
control. También se han modernizado los esquemas de intervención. El tratamiento quimiote-
rápico de portadores asintomáticos con albendazol produce hasta 69% de respuestas favorables,
mientras que los tratamientos quirúrgicos mínimamente invasores como la punción-aspiración-
inyección-reaspiración (PAIR) producen una reducción del volumen medio del quiste de hasta
66%. Estos factores han permitido instaurar un protocolo de tratamiento para portadores
asintomáticos en los servicios hospitalarios de la Provincia de Río Negro, Argentina. Este se
basa en el seguimiento de los quistes pequeños (tipo Ia de la escala de Gharbi modificada), tra-
tamiento inicial con albendazol y con PAIR si no hay respuesta, en los quistes de mayor ta-
maño o complejidad (tipos Ib, II y III), y seguimiento de los quistes no vitales o muertos (tipos
IV y V).
1 Consejo Provincial de Salud Pública, Provincia de La hidatidosis es una zoonosis para- mos años, los avances en el campo de
Río Negro, Argentina. Toda la correspondencia
debe dirigirse a Edmundo Larrieu, a la siguiente sitaria de alta endemicidad en algunos la epidemiología han aportado nueva
dirección postal: Laprida 240 (8599) Viedma, países de América del Sur, sobre todo información sobre la historia natural
Argentina. Correo electrónico: msrione@anmat.
gov.ar
en la Argentina, Chile, Uruguay y Bra- de la enfermedad, tal como la existen-
2 Hospital Argerich, Buenos Aires, Argentina. sil. Producida por la forma larval de cia de un elevado número de portado-
3 Hospital Cortizo, Ing. Jacobacci, Río Negro, Echinococcus granulosus, se localiza res que permanecen asintomáticos du-
Argentina.
4 Hospital Carrillo, Bariloche, Río Negro, Argentina. principalmente en el hígado y los pul- rante toda la vida. En respuesta a los
5 Hospital Zatti, Viedma, Río Negro, Argentina. mones. Tradicionalmente, la hidatido- conocimientos actuales han surgido
6 Zona sanitaria IV, Bariloche, Río Negro,
Argentina. sis se ha considerado un estado pato- nuevos criterios de diagnóstico y trata-
7 Hospital López Lima, General Roca, Río Negro, lógico esencialmente de resolución miento. Seguidamente se presenta una
Argentina.
quirúrgica. Sin embargo, en los últi- revisión de las experiencias desarrolla-
Doble difusión 5 1980 2,1 1,9 – 2,2 1993 0,2 0,1 – 0,3
8 Frider B, Moguilansky S, Salvitti J, Odriozola M,
Cantoni G, Larrieu E. Epidemiological surveil- Ecografía 1986 5,6 3,2 – 9,9 1998 1,1 0,04 – 2,7
lance of human hidatidosis by means of ultra-
sonography: its contribution to the evolution of ELISA 1988 1,7 0,8 – 3,1 1998 1,0 0,7 – 2,2
control programs. (2000, trabajo no publicado.)
REFERENCIAS
1. Ivanisevich O, Rivas C. Equinococosis hi- miólogico de la hidatidosis y triquinosis 19. Frider B, Larrieu E, Aguero A, Catastro
datídica, Tomo I. Buenos Aires: Ministerio humana mediante la reacción de hemagluti- ecográfico de hidatidosis en un área endé-
de Educación y Justicia de la República Ar- nación indirecta en la comuna de San Juan de mica, estudio comparativo con DD5. Rev Iber
gentina:1961. la Costa, Chile, 1990–1991. Bol Chil Parasitol Parasitol 1986;46:257–266.
2. Frider B, Larrieu E, Corti O. Frecuencia de las 1991;46:82–84. 20. Larrieu E, Frider B, Andreani G, Andreani G,
localizaciones hepática y pulmonar del quiste 11. Coltorti E, Fernández E, Guarnera E, Lago J, Aquino A, De La Fuente R. Hidatidosis hu-
hidatídico en pacientes sintomáticos y en por- Iriarte J. Field evaluation of an enzyme im- mana: ecografía de campo para la determi-
tadores asintomáticos de áreas endémicas. munoassay for detection of asymptomatic pa- nación de grupos de alto riesgo en la eva-
Rev Iber Parasitol 1988;48:149–153. tients in a hydatid control program. Am J luación de un programa de control. Rev Inst
3. Larrieu E, Guarnera E, Costa M, Álvarez J, Trop Med Hyg 1988;38:603–607. Trop Sao Paulo 1989;31:267–270.
Cantoni G, Pérez A, Giménez N. Control de la 12. Coltorti E. Standardization and evaluation of 21. Macpherson C, Romig T, Zeyhle E, Rees P,
hidatidosis en la Provincia de Río Negro. an enzyme immunoassay as a screening test Werw J. Portable ultrasound scanner versus
Evaluación actividades atención médica. Rev for the seroepidemiology of human hydatid. serology in screening for hydatid cyst in a no-
Sanid Hig Publ 1993;5:377–384. Am J Trop Med Hyg 1986;35:1000–1005. madic population. Lancet 1987;259–261.
4. Mlika N, Larouze B, Gaudebout C, Braham B, 13. Shambesh M, Craig P, Gusbi A, Wen H. Im- 22. Saint Martin G, Chiessa J. Falling snowflakes,
Allegue M, Dazza M, et al. Echotomographic munoblot evaluation of the 100 and 130 Kda an ultrasound sign of hydatid sand. J Ultra-
and serologic screening for hydatidosis in a antigens in camel hydatid cyst fluid for the sound Med 1984;3:256–257.
Tunisian Village. Am J Trop Med Hyg 1986; serodiagnosis of human cystic echinococcosis 23. Del Carpio M, Moguilansky S, Costa M,
35:815–817. in Lybia. Trans R Soc Trop Med Hyg 1995;89: Panomarenko H, Bianchi C, Bendersky S, et
5. Perdomo R, Parada R, Álvarez C, Cattivelli D, 276–279. al. Diagnosis of human hydatidosis: predic-
Geninazzi H, Ferreira C, et al. Estudio epide- 14. Arienti H, Guignard S, Rinakldi D, Elbarcha tive value of the rural ultrasonographic sur-
miológico de hidatidosis: detección precoz por O. Comparison of two serologic methods for vey in an apparently healthy population.
ultrasonido. Rev Med Uruguay 1990; 6: 34–47. the diagnosis of hydatidosis. Rev Panam Medicina 2000. En prensa.
6. Frider B, Losada C, Larrieu E, Zavaleta O. Salud Publica 1997;5:376–379. 24. Saint Martin G, Larrieu E, Chiessa C, Dapcich
Asymptomatic abdominal hydatidosis de- 15. Larrieu E, Dapcich C, Guarnera E, Coltorti E, C. Ultrasound scanning as a screening tech-
tected by ultrasonography. Acta Radiol 1988; Bianchi C, Moguilansky A. Evaluación de nique for hydatidosis in developed countries.
29:431–434. ELISA y DD5 en el diagnóstico de la hidatido- J Clin Ultrasound 1988;16:233–237.
7. Frider B, Larrieu E, Odriozola M. Long term sis humana en población asintomática. Rev 25. Mercapide C, Giménez R, Pereyra R, Pérez C,
outcome of asymptomatic liver hydatidosis. J San Hig Publ 1994;68:393–398. Michelena F. Tratamiento de la hidatidosis
Hepatol 1999;30:228–231 16. Thompson R, Lymbery A. Equinococcus and hepática. Prensa Med Argent 1994;81:275–281.
8. Larrieu E. Bases biológicas y epidemiológicas hydatid disease. London: Ed Cab Interna- 26. Vagianos C, Karavias D, Kakkos S, Vagenas
para el control de la hidatidosis/equinococo- tional; 1995. C, Andoulakis J. Conservative surgery in the
sis. Veterinaria Argentina 1991;54:612–621. 17. Gharbi H, Hassine W, Brauner M, Dupuch K. treatment of hepatic hydatidosis. Eur J Surg
9. Coltorti E, Varela Díaz V. Detection of anti- Ultrasound examination of the hydatic liver. 1995;161:415–420.
bodies against Echinococcus granulosus arc 5 Radiology 1981;139(2):459–463. 27. Gil Grande L, Rodríguez Caabeiro F, Prieto J,
antigens by double diffusion test. Trans R Soc 18. Frider B, Ledesma C, Odriozzola M, Larrieu Sánchez Ruano J, Brasa C, Aguilar L, et al.
Trop Med Hyg 1978;72:226–229. E. Especificidad de la ecografía en el diagnós- Randomised controlled trial of efficacy of al-
10. Zamorano C, Contreras M, Sánchez A, Baha- tico precoz de la hidatidosis humana. Acta bendazol in intra-abdominal hydatid disease.
mondes M, Sandoval L. Estudio seroepide- Gastroenterol Lat Amer 1992;20:13–15. Lancet 1993;342:1269–1272.
ABSTRACT Until a short time ago, hydatidosis was considered a pathology that could only be re-
solved surgically. However, in recent years progress has been made with the epi-
demiology, diagnosis, and treatment of the disease, and new information on the nat-
Asymptomatic carriers of ural history of hydatidosis has helped define new criteria for its treatment. It is now
hydatidosis: epidemiology, known that as many as 67% of the carriers of liver cysts who are asymptomatic remain
diagnosis, and treatment so throughout their lives. This situation produces special results in immunologic test-
ing. Enzyme-linked immunosorbent assay (ELISA) has a sensitivity of 63% and a
specificity of 97% with asymptomatic carriers, while the double diffusion arc 5 test
(DD5) achieves a sensitivity of only 31% with the same population. On the other hand,
imaging studies based on ultrasonography have become the method of choice to de-
tect asymptomatic carriers. Ultrasonography studies are 49% to 73% more sensitive
than serological tests, and they can even be used as a part of epidemiological surveil-
lance systems and to monitor control programs. Treatment schemes have also been
modernized. Treating asymptomatic carriers chemotherapeutically with albendazole
produces favorable results in as many as 69% of cases, while such minimally invasive
surgical treatments as puncture-aspiration-injection-reaspiration (PAIR) reduce aver-
age cyst volume by as much as 66%. These factors have made it possible for hospital
services in the province of Río Negro, Argentina, to establish a treatment scheme for
asymptomatic carriers. It is based on the monitoring of small cysts (type Ia on the
modified Gharbi scale); initial treatment with albendazole, followed by PAIR if there
is no response, in larger or more complex cysts (types Ib, II, and III); and follow-up of
inviable or dead cysts (types IV and V).